IMAGEN, CULTURA VISUAL Y SU PAPEL EN LA SOCIEDAD Y DIFERENTES FORMAS DE EXPRESIÓN,

HISTORIA, BELLEZA DEL ARTE. LA MEMORIA, EL PATRIMONIO, LA ÉTICA Y LA ESTÉTICA COMO

ELEMENTO CRÍTICO EN LA ACTUALIDAD.

Nombres y Apellidos completos del autor 1

Nombre del docente

Programa académico, Facultad

Universidad

Ciudad

2020
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Introducción

¿Qué poder tienen las imágenes en nuestra sociedad? De hecho, las imágenes son realmente

todo. Son el núcleo de la “economía visual”. Esto no se refiere a qué tan bien se vende el arte, si no a

que se basa en la definición mucho más antigua y más precisa de "economía" como "la gestión de las

realidades vividas". Y cada vez más, en el mundo actual, nuestras realidades son las que aparecen en las

pantallas. Trabajamos en una pantalla de computadora, donde todas nuestras relaciones, ya sea que se

trate de finanzas, ingeniería, negociación, escritura de poesía o coordinación de cruceros de vacaciones,

se desarrollan en esa delgada piel de la electrónica. Extraemos nuestro tiempo libre de las pantallas, ya

sea mirar televisión, o incluso reproducir videos musicales. Participamos en citas en línea a través de

pantallas. Nos comunicamos a través de las pantallas de nuestros teléfonos; confiamos en las pantallas

de nuestros teléfonos celulares, hay poco en nuestras vidas que no involucre pantallas, pero lo más

importante es saber qué impacto tiene esto en nosotros como seres humanos modernos, las imágenes,

la cultura visual son un medio a través del cual las imágenes interactúan con nuestros cerebros. Las

imágenes, explica, no son solo pequeñas apariciones inocentes. Ellos actúan como entidades vitales en

la intersección de la mente y la materia, socavando la distinción entre las apariencias y el mundo real

que nos rodea. Son dinámicas, median en los ámbitos público y privado; y se convierten en el motor de

gestos, afectos y pensamientos. En este mundo donde nuestra existencia está cada vez más controlada y

rodeada de la cultura visual, son las imágenes las que nos provocan a pensar, sentir, hablar, llorar, reír y

actuar.
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Argumentos

Las imágenes, en un sentido muy real, están vivas.

Este sentido del poder de las imágenes ha aparecido a lo largo de la historia. De hecho, se basa

en ejemplos de prácticas históricas como los rituales de danza de los pueblos indígenas, en los que los

bailarines simulaban la imagen de serpientes para llamar la atención de los dioses e incitarlos a

responder con tormentas, y el valor sagrado de los íconos en la iglesia cristiana primitiva, para

demostrar que nuestros cerebros siempre se han involucrado con imágenes en un nivel muy profundo.

Pero la ubicuidad de las pantallas en la sociedad moderna nos ha permitido rodearnos de imágenes

virtualmente ilimitadas y esto, a su vez, ha dado forma a nuestra realidad mucho más visceralmente que

los bailarines de lluvia de antaño.

Lo que entreteje las condiciones de individualización de las imágenes y las de la biopolítica

contemporánea es la forma en que ambos operan en el nivel del medio. Ambos buscan administrar un

campo aleatorio de acción y supervivencia, ya sean campos de batalla virtuales, mercados fluctuantes o

sistemas de seguridad social financiarizados, donde el individuo está hecho, para mantener un

equilibrio.

En estos procesos, la metáfora de las “pantallas” puede ser más adecuada de lo que muchos de

nosotros pensaríamos. La neurociencia se inclina hacia la opinión, explica de que el cerebro 'emula' la

realidad en lugar de actuar como un simple traductor... [genera] una 'película de ensueño perfecta' al

'anticipar o mirar hacia adelante'". Muchos de nosotros entendemos que nuestro cerebro tiene una
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tendencia a interpretar las imágenes que ve en términos de lo que espera ver, pero lo notable es cuán

extenso es este proceso.

En la reflexión sobre el arte, también, necesitamos distinguir entre una teoría acrítica o

afirmativa y una teoría crítica que rechaza el arte dado y mira más allá de él. El arte no puede limitarse a

la recepción e interpretación, tal como existe ahora bajo el capitalismo. Debido a que reconocerá que el

arte, tal como se institucionaliza y practica en la actualidad, como siempre en el “mundo del arte”

actual, es, en el sentido más profundo e inevitable, “arte bajo el capitalismo”, arte bajo el dominio del

capitalismo, el arte más bien debe orientarse hacia una clara ruptura con el capitalismo.

El “mundo del arte” es el sitio de una enorme movilización de creatividad e inventiva, canalizada

hacia la producción, recepción y circulación de obras de arte. Las instituciones de arte practican varios

tipos de dirección sobre esta producción en su conjunto, pero esta dirección no suele ser directamente

coercitiva. Ciertamente, el mercado del arte ejerce presiones de selección que ningún artista puede

ignorar, si espera hacer carrera. Pero los artistas individuales son relativamente libres de hacer el arte

que elijan, de acuerdo con sus propias concepciones. Puede que no los venda ni los haga famosos, pero

son libres de hacer lo suyo. El arte, entonces, no ha renunciado a su pretensión histórica de autonomía

dentro de la sociedad capitalista, y hoy las operaciones de esta autonomía relativa siguen siendo

empíricamente observables.

La existencia de un arte aparentemente producido libremente y en gran abundancia es un

mérito del orden dado. El arte sigue siendo una joya en la corona del poder, y cuanto más rico,

espléndido y exuberante es el arte, más afirma el statu quo social. La realidad material de la sociedad

capitalista puede ser una guerra de todos contra todos, pero en el arte los impulsos utópicos cuya

realización está bloqueada en la vida cotidiana encuentran una salida social ordenada. Las instituciones
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de arte organizan una gran variedad de actividades y agentes en una unidad sistémica compleja; el

sistema de arte capitalista funciona como un subsistema del sistema mundial capitalista. Sin duda,

algunas de estas actividades y productos artísticos son abiertamente críticos y políticamente

comprometidos. Pero tomado en su conjunto, el sistema del arte es afirmativo, en el sentido de que

convierte la totalidad de las obras de arte y de las prácticas artísticas –la suma de lo que fluye a través

de estos circuitos de producción y recepción– en “legitimación simbólica” (para tome prestada la

acertada expresión de Pierre Bourdieu de sociedad de clases. Lo hace fomentando simultáneamente los

impulsos autónomos del arte y neutralizando políticamente lo que producen esos impulsos.

La historia del arte pertenece en un sentido más amplio a las humanidades, cuyo objetivo es la

interpretación y comprensión de las acciones humanas y el trabajo intelectual. Este extrae sus

herramientas metodológicas básicas de la tradición hermenéutica. Su categoría analítica central es la

comprensión (verstehen) que busca atribuir significado al espíritu de estas acciones, o a las obras de

arte. La intención de la historia del arte es analizar e integrar las obras artísticas en un marco intelectual

y social más amplio, mientras que crítica arte examinando los valores relacionados con las creaciones

artísticas. Sus roles no siempre son distinguibles, ya que el análisis, la comprensión, la interpretación y la

evaluación a menudo coexisten en los estudios. Sin embargo, el enfoque del historiador del arte debe

tener un carácter científico, apuntando a formulaciones objetivamente válidas, mientras que debe dar

igual consideración a los factores subjetivos, reconociendo los valores artísticos internacionales,

asumiendo a menudo el papel adicional de filósofo o teórico del arte.

Por otro lado, tradicionalmente la belleza se entiende como la capacidad de algunos objetos

(incluidas las obras de arte) para ocasionar en los espectadores un tipo distintivo de placer puro/no

mediado: el placer estético. De acuerdo con esta comprensión común de la belleza, el arte político-

crítico no parece suscitar en los espectadores el sentimiento de placer estético. Muchos artistas críticos

contemporáneos y artistas políticamente comprometidos producen deliberadamente un arte tan poco

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atractivo para los sentidos como sea posible (su actitud podría denominarse, siguiendo a Arthur Danto,

kalliphobia, "fobia a la belleza"). El arte crítico es un tipo de arte que no suele sorprendernos por su

belleza a primera vista porque este “arte político” suele tratar temas de injusticia social y luchas

políticas, haciendo inalcanzable la contemplación y el puro placer estético. Sin embargo, incluso si la

belleza, en el caso del arte crítico, parece ser difícil, exigente y no inmediatamente reconocible

(principalmente debido a su apariencia poco atractiva e inquietante), esto no significa que carezca o esté

reñido con el compromiso crítico. (como han argumentado algunos artistas críticos y teóricos). El

argumento de este artículo es que no todo lo bello se ve bien a primera vista. De la misma manera, no

todo lo que parece hermoso es de hecho hermoso. Basándome en la olvidada pulchritude adhaerens

(belleza dependiente) de Immanuel Kant, sostengo que el arte político-crítico se caracteriza por un tipo

de belleza dependiente (la belleza que tiene una cosa como una cosa de cierto tipo y con una función

determinada) en oposición a la belleza libre (como algo que nos gusta libremente por cuenta propia,

independientemente de lo que sea y de lo que haga). El arte político-crítico puede reivindicar una

belleza dependiente (una belleza impura, “difícil” y no directamente placentera) sin estar obligado a

someterse, al mismo tiempo, a la belleza libre.

Conclusión

Es importante tener una situación tangible como punto de partida. Todo lo que he dicho está

relacionado con nuestra situación en Colombia. Las cosas se vuelven completamente diferentes si se

hacen las mismas preguntas en Egipto o Túnez. No viven en una situación pospolítica, por lo que el papel

del arte crítico será completamente diferente. Su tarea es construir algún tipo de comunidad agonística
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para crear algún tipo de consenso. Aquí, se tiene demasiado consenso y se necesita interrumpirlo.

Entonces, si se quiere desarrollar una forma de arte con elementos críticos de la actualidad, es

importante que el arte comience siempre con un análisis de su propia situación. Por supuesto, los

artistas tienen derecho a elegir si hacen o no esta forma de arte. No se puede hacer ningún juicio moral.

Pero si se pretende hacer arte crítico, es fundamental tomar en cuenta la esencia de la imagen, la

belleza, la estetica y lo que hoy es el arte actualidad relacionado con su historia.

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Lista de Referencia o Bibliografía

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