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SEMILLA DE CRÁPULA
CONSEJOS A LOS EDUCADORES
QUE QUIERAN CULTIVARLA
1945
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durmiendo. Si haces e s o , no serás tan


Si frecuentas a los cachorros de hombre
fuerte como el buen Dios, pero habrás
en la escuela, en el patronato, en las
colonias de vacaciones, ya conoces la hecho todo lo que está en tu mano.
semilla de crápula, tal como el campesino
conoce el cardo, la cizaña, la amapola Y, por favor, no cuentes con el poder
o la neguilla, mientras las maldice. de las palabras. ¿Tú has oído alguna vez
Ahora, curioso campesino, supon que a un campesino hablando con sus
has sembrado un campo de cizaña, remolachas, a un hortelano con sus
de cardos, de neguilla o de amapolas. lechugas, a un viticultor con sus uvas?
Sentirás las mismas angustias al verlas Ellos hacen lo que hay que hacer para
salir de la tierra que experimentabas que las plantas crezcan y son muy
al ver germinar tu trigo. Pero no te . respetuosos con el tiempo. No te estoy
apresures a barrer los graneros, no hablando de la lluvia y el viento, sino
prepares todavía las cuerdas de cosechar. de la duración necesaria para que
La recolección, si es que la hay, será para las cosas s e cumplan. Cuando mascullan:
luego, para más tarde o para nunca. «Eso no va muy bien», es que no hay nada
Con la diferencia de que l a semilla de más que hacer. Y si me dices: «Sí, pero
crápula no deja de ser semilla de hombre. los cachorros de hombre tienen orejas»,
yo te responderé: «Por desgracia...
Puesto que quedó entendido que si ese agujero no existiera, los adultos no
cultivas la cizaña, el cardo, la amapola podrían verter en él sus tonterías.»
y l a neguilla, no te extrañe ver a los
cultivadores, tan a gusto en sus zuecos, Piensas: «Han robado, s e han escapado
mirando tus campos y diciendo: de su casa y han vagabundeado: errantes
«Esta es la neguilla, la cizaña, la amapola como lobos, astutos como bestias
y el cardo que infectan nuestros campos, salvajes... Por si acaso voy a mostrarles
y que tú cuidas como a nadie s e le mis músculos, apretaré las mandíbulas
ocurriría cuidar el trigo.» Si te gusta y adoptaré una mirada de domador...»
que se rían a tu costa, responde, mirando Y los encuentras serviles, aduladores,
a
l cielo y con las manos abiertas: solícitos y obedientes. Te ofrecen, puesto
«Sí, creo que será una cosecha que nada más pueden darte, sus manos,
estupenda.» Pero quedó entendido que su sonrisa y sus oídos. Tú piensas:
' a semilla de crápula no deja de ser «Los he conquistado.» Los dos agujeros
semilla de hombre. O, si no, es que estás
de alfiler en las ruedas de la bicicleta
tan loco como pareces.
son para completar el regalo, ese don de
sí mismos que sin duda juzgaban
Este grita y gesticula, te asalta con
insuficiente.
l» oyectos y reclamaciones; aquel duerme
v du
erme sin sueños. Tú piensas: Rechaza a los que vienen a ofrecerse:
'Ea obra es fácil; voy a despertar
no vayas a buscar a los que se alejan de ti,
d dormido y a c a l m a r a l agitado.» Y no
y cuenta los que quedan. Si solo hay uno,
° eonsigues porque es imposible, porque
a
empieza con este.
Planta está en la s e m i l l a y l a semilla es
za
Planta. Encuéntrale al agitado u n
1
‘d’ajo que ocupe útilmente su agitación,
enseña al dormido a trabajar
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¿Eres demasiado severo? Se esconderán. Si es que te quieren, regálales golosinas.


¿No lo eres bastante? Entonces Pero el día que vengas con las manos
no les impides actuar mal. D e modo que vacías te llamarán cerdo asqueroso.
no te preocupes por la severidad. Si quieres hacer tu trabajo, dales una
cuerda para estirar, leña para partir,
Piensas: «Cuidado, s e trata de una lucha. sacos para trajinar. El amor vendrá
Una voluntad, la mía, contra cien luego, y no e s esta tu recompensa.
voluntades hostiles: las de ellos.»
Y te preparas, y te tensas, y pierdes Si llegas con los bolsillos llenos
el tiempo: voluntad, no tienen ninguna. de juguetes, en una hora los convertirán
L o que tienes que hacer es ponerte en madera hecha trizas. Si llegas con
delante y tirar, arrastrarlos hacia un la cabeza llena de proyectos, en tres días
objetivo. Y ya puedes buscar buenos estarán gastados. Y los días tienen
puntos de apoyo, porque es algo pesado veinticuatro horas, las semanas siete días
y resbaladizo. Durante este tiempo, y los años doce meses. Y después de estos
mientras tú estás bien ocupado que ahora ya saben divertirse solos,
en empujarlos hacia la luz y el sol, ellos vendrán otros que le habrán tomado
van a robar peras a los huertos vecinos. afición al aburrimiento. El matrimonio
Por tanto, tienes que ponerte detrás es el amor, y es también fregar los platos
de ellos para vigilarlos. Como no tienen cada día. No te estoy diciendo eso para
a nadie a quien seguir, se dispersan. desanimarte, sino para que dosifiques
Y tú regresas a casa, bien asqueado tu coraje.
de tu nuevo oficio de pastor.
Frioleros y sin esperanza, tal como
A H . lo trajo al mundo su madre, lo crió nos imaginamos el fin de una raza:
su tía, y luego una prima, lo metieron pacientes y resignados alrededor
en una granja, y sus abuelos lo sacaron de un fuego que todavía, por momentos,
para que te llegara recién salido de lanza un brillo de sangre sobre sus
la cárcel. ¿Y tú acusas a la sociedad? enjutas mejillas, una chispa en sus ojos
Cuando conozcas a H . , serás plenamente inmóviles. Si tú no intervienes, ninguno
indulgente con la madre, la tía, l a prima, de ellos desplegará las piernas para
el granjero, el abuelo y el director acercar el tronco de leña al fuego que
de la cárcel. C o s a que no disculpa s e apaga: si tú no intervienes, ninguno
a la sociedad. de ellos se levantará para soplar
la brasa.
¿Niños sin suerte? Puede. Deja que las
buenas almas de las buenas obras exciten Siempre el invierno. ¿Has visto ya vivir
su sensiblería. Tú, haz tu trabajo. a un niño? Como un sol de verano
pródigo de calor y claridad hasta alegrar
S e saben todos los métodos de seducción, el mar e incendiar el bosque. Ellos son
desde la mano en el hombro hasta fríos, grises y taciturnos y lo que a veces
el puntapié en algún sitio, pasando por los anima es simplemente una fiebre.
el sermón con voz contenida, mirándoles
directamente a los ojos. En vista del
efecto que les ha hecho, intenta otra cosa.
Tienes que saber lo que quieres.
19 S e m i l l a de c r á p u l a

Reconocerás a los que fueron criados Si le cortas la lengua al mentiroso


por una mujer, los que lo fueron por y la mano al ladrón, al cabo de pocos
viejos, los que crecieron en un orfelinato días serás el jefe de una pequeña
y los que mamaron las murallas. multitud de mudos y mancos.

Está lloviendo. Vienen a cobijarse en Si hoy das un bofetón, mañana tendrás


l a sala, pálidos, apretando los dientes, que dar un puñetazo, puesto que
pequeña humanidad ante el desastre, el bofetón no habrá surtido efecto,
desesperados por ese antiquísimo olor y pasado mañana un golpe con la porra,
a miseria que despiden. y luego tendrás que instalar una cámara
de suplicios. ¿Crees que exagero?
Si quieres conocerlos rápido, hazlos
jugar. Si quieres enseñarles a vivir, deja Y, sin embargo, cuántas casas
los libros a un lado. Hazlos jugar. de reeducación estaban adornadas con
Si quieres que adquieran el gusto por celdas de aislamiento lo más incómodas
el trabajo, no los ates al banco de labor. posible, donde s e metía al niño castigado
Hazlos jugar. Si quieres hacer tu trabajo, y se le privaba de comida. Mientras
hazlos jugar, jugar, jugar. estaba allí, dejaba tranquilo al personal,
a la espera de la muerte. O el colmo
Si eres maestro, vete a la porra. Crees en de la adaptación social.
l a eficacia de la moral salmodiada, y para
ti la instrucción es cosa primordial. ¿Sabes cantar, improvisar una historia
Si vienes a trabajar conmigo, te daré de piratas, andar con las manos,
a los diplomados y me quedaré con los imitar los gritos de los animales, dibujar
iletrados. Y ya volveremos a hablar en las paredes con un trozo de carbón?
cuando sea el tiempo de la cosecha. Entonces tendrás disciplina.
La instrucción es una herramienta,
maravillosa, te la concedo, indispensable, En los grandes alborotos, tú eres la calma
si tú quieres. A nosotros, lo que nos sonriente. En las grandes calmas,
interesa es quién la usará. tú eres el viento.

N o seas demasiado exigente. Han robado


Arréglatelas para que siempre tengan
Peí a s para comérselas. Habrían podido
esa sensación de poder elegir, sin l a cual
no hay buena voluntad posible.
deT as 61malas l ) o r Susto.
* r a r n a s acciones, las que a escala
En l sacan algún
Provecho no dejan de sonar mejor al oído. El mayor mal que puedes hacerles
es prometer y no cumplir. Además,
la i C O I l s e S u irás n ada mediante lo pagarás caro, y será de justicia.
iin n Os ’ c n * Como mucho, podrás
u n ° neX es Amovilidad y el silencio y, ¿Dónde estáis, bellos delincuentes toscos,
resul a u r
* ido con dificultad ese anarquistas, de ojos negros y cuerpos
a
o» no habrás avanzado mucho. cálidos lacerados de cicatrices? Los
que verás serán glotones y aduladores,
y s e desmayarán si los vacunas.
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Escucha: das un billete de cien francos Ese al que tratas de indiferente


a un chico con tendencia a fugarse y de dormido, ¿te has fijado con qué
y lo mandas a la estación a comprar vivacidad es capaz de birlar un pastel
un billete de tren. Vuelve jadeante y te en una pastelería llena de gente?
devuelve el cambio. «¿Lo he reeducado Está vivo. No está todo perdido.
bien?» Al cabo de tres días, tu cobaya,
durante la noche, desmonta una ventana Cuando llegó H . , adornado de mil
y desaparece durante cierto tiempo. cualidades, tú pensaste: «¿Qué viene
Espero que pienses: «Bien hecho.» a hacer aquí, ese?» Ahora que lo conoces,
Y que reserves tus experimentos para piensas: «¿Qué podrá hacer ahí fuera,
las ratas blancas. ese?»

Tú crees que el mundo está dividido Este es un crápula acabado; viene


en dos grandes grupos: los que de la cárcel, lleno de chichones y con
son honrados y los que no lo son. tiña; su dossier rebosa de informes
Ellos te dirán: los que están atrapados elocuentes y de reincidencias. Mejor,
y los que no lo están. la obra está medio hecha. En la montaña,
más vale tener que subir que tener
Si conoces un p o c o la aritmética social, que bajar.
piensas que treinta chicos en un
dormitorio son diez veces tres amigos, C., cuando llega, se muestra educado,
o tres veces diez amigos, o quince veces solícito y honrado; es un comediante.
dos amigos. Aquí, por desgracia, treinta Habrá que enseñarle a ser él mismo.
son treinta. Treinta flacas soledades Y, con la ayuda del tiempo, a convertirse
cómplices y celosas. en otro.

Un incidente... Una forma de evitarlo. T., que daba puntapiés en las tibias,
Mil formas de excusarlo. ahora da puñetazos en la cara.
Gran progreso.
Si juegas al policía, ellos jugarán
a los bandidos. Si juegas al buen Dios, L . te llega de la cárcel por el robo de
ellos jugarán a los diablos. Si juegas un conejo que compartió con su abuela.
al carcelero, ellos jugarán a los Da las gracias a la justicia: habrían
prisioneros. Si eres tú mismo, quedarán podido mandarte a la abuela.
desconcertados.
Conocí a uno que s e ensañaba tanto
Un ojo en ellos, otro ojo en el cielo. en el juego que llegaba a desmayarse.
Los primeros días eso te provocará un No tenía el valor de contenerse.
poco de dolor de cabeza. Es el mismo que lanzaba un hacha a su
madre cuando le negaba cuatro perras.
Tras salir «mejorado» quiso violar
a su hermana menor, a la que no había
visto en mucho tiempo.
21 S e m i l l e de c r á p u l a

Alternativamente pródigo y avaro, Mira a los que se quedan en los rincones


audaz y temeroso, mezquino de la sala de juego, rechazados como
y desinteresado, ese solo es él mismo los torpes en la «plataforma giratoria»
cuando está durmiendo. de l a feria. Les costará hallar su lugar
en l a existencia.
R. ya sabe que la vida no es para él,
y con las manos en las rodillas, Han robado cuatro meriendas.
mira pasar las horas. Investigación urgente. El ladrón es M .
Te lo traen. «No lo haré más, señor,
No te olvides jamás de mirar si ese nunca, nunca más, s e lo juro.»
que se niega a andar tiene un clavo Está pálido de desesperación, llora
en el zapato. y se retuerce las manos, se acusa,
y si fuera más fuerte s e haría cortes
Los pones contra la pared: haces una en el pecho. Tú meneas la cabeza,
marca a pocos milímetros encima atento a aquel debate entre l a herencia
de cada cabeza. Esperas a que hayan y la buena voluntad naciente. Te ofrece
crecido. Labor incesante. tres rebanadas de pan mojadas en
lágrimas: tú te emocionas. La otra,
Debes estar presente sobre todo l a seca, se l a comerá enseguida, bien
cuando no estás ahí. escondido, a tu salud.

Si van a robar fresas, planta fresas Antes de indignarte, recuerda de qué


en su patio. eras capaz tú cuando tenías su edad.

¿Capaces de todo? Piensas: «Yo seré el sustituto de su padre


El «todo» es cosa tuya. y de su madre.» Lo cual no es motivo para
emborracharte cada día.
Les haces cantar canciones glorificando
l a belleza del mundo. Y lo que ellos No te fíes: el que s e exhibe es que tiene
buscan, con la mirada baja, es una colilla ganas de hacerse ver, y por tanto
solitaria. de esconderse.

Les propones juegos de tu juventud Cuando todo marcha bien, ha llegado


y no parecen comprender que son más el momento de emprender otra cosa.
atractivos que otros.
Esta noche te son extraños y son extraños
Son cuarenta. Les preguntas: «¿Quién uno a otro; el ambiente es gris: grumos
e
vosotros realmente quiere jugar?» en un líquido sucio; todo ha fallado.
inticinco levantan la mano. Los llevas Y te pasas la noche con este peso en
campo de juego. Y los que juegan son el corazón, totalmente asqueado de ellos.
os
otros quince. A l a mañana siguiente, los encuentras
frescos y logrados como un pastel
bien hecho.
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¡Qué preocupación constante, Cuando te hablen de tu abnegación,


qué asombrosa habilidad, qué atención espero que quedes muy sorprendido.
siempre alerta para evitar el menor Y, si no, cambia de oficio.
trabajo! Algo así como una central
eléctrica que accionara un molinillo Al que llora demasiado, ponlo a fregar
para fumar cigarrillos. la sala. Si te da lástima, cambia de oficio.

Si bostezan con la boca muy abierta No te dejes llevar hasta el punto


mientras te escuchan contar una de decir: «¡Oh, Jean, has hecho tal cosa...
historia, tómatelo, si puedes, como una qué pena me das...!» Si no es verdad,
muestra de confianza. seguro que Jean se da cuenta.
Y si es verdad, corres el riesgo de que
No se trata de que adquieran s e acelere el ritmo de los delitos, ni que
las costumbres de un adulto, tú, sea por causarte pena. Pues este es un
sino de que se acostumbren a vivir placer del que Jean s e ha visto privado
como todo el mundo. desde que se separó de sus padres.

No les enseñes a serrar si no sabes Inclinarse demasiado sobre ellos


sostener una sierra; no les enseñes es la mejor postura para recibir una
a cantar si te aburre cantar; patada en el trasero.
no te encargues de enseñarles a vivir
si no amas la vida. Érase una vez un educador que los amaba
mucho, mucho, tanto, que hicieron
Maneja el escultismo con prudencia. con él un gran pañuelo.
No deben mirar los modelos que
les propones como un sapo mira Si quieres que sean ellos mismos,
una mariposa. y no puedes no querer eso, ponte
en medio de ellos sin armas ni coraza,
No les digas: «¿Acaso yo...?» sin castigos ni recompensas. Si te atacan,
Puede que tú seas un adulto modelo. como mucho practica el jiu-jitsu,
Pero seguro que ya no eres un modelo que es conocimiento del hombre y l a
de niño. Pero cuando s e trate de tener manera de usarlo. Hablo figuradamente:
valor, deberás tenerlo por treinta; no se trata de que te vayan a saltar
cuando s e trate de ser consecuente encima. Si eso ocurre, cambia de oficio;
en el pensamiento, deberás serlo por es que eres demasiado bajo, que tienes
cincuenta; cuando se trate de reír, la cara fea o los pies planos.
necesitarás alegría para cien pequeños
asqueados. Prohibirte a ti mismo castigar te obligará
a tenerlos ocupados.
Así como en el corazón de un boy scout
duerme un pequeño caballero, Después de la incontinencia verbal,
en el corazón de ellos ronca un el castigo es el arma preferida
pequeño obrero. de los enderezadores de niños. Y lo más
triste es que los niños le toman el gusto
a esos vicios de gente mayor.
23 Semilla de crápula

Repítete que la educación empezará Ventila y limpia: la maldad es un


el día en que el ambiente esté totalmente microbio que prolifica 1 en la sombra,
liberado de cualquier miasma el desorden y l a suciedad. El agua,
de «sanción». Y los más difíciles el fuego y la luz: con ellos, en nuestro
de desinfectar tal vez serán los niños. oficio, se hacen milagros.

Sus defectos son como los pelos: No creas en los milagros. Hoy hace sol;
cuanto más los cortas, más duros el cielo es azul y el viento fresco. Están
vuelven a crecer. jugando. Oyendo sus gritos alegres,
viéndolos perseguirse y dispersarse
Una costumbre se rasca; un defecto para agruparse en bandas amigas,
se difumina; no agujerees el papel. por fin los notas abiertos y confiados.
Das unas palmadas para aplaudir esa
No creas que vas a encontrar confianza al fin recuperada y para
en ellos esos defectos milagrosos que llamarlos. Cuatro de ellos se han fugado.
constituirían l a gloria de un museo Prueba de que el sol no tiene el mismo
psicológico. Recogerás a paladas esos efecto en ti que en ellos.
defectos que corren por las calles.
Si te conformas con ponerlos Hazlos cantar, reír y bailar; hazlos
en el invernadero, cuidadosamente correr, sudar, saltar. Lo demás es
etiquetados y sin polvo cada m e s , cuestión de prudencia y organización.
van a proliferar, a crecer y se harán
tan monstruosos como quieras, No explores sus «pequeñas historias
y la pequeña colección de anormales entre ellos» sin sujetar con firmeza
asombrará a los visitantes. la escalera por l a que has bajado.
Corres el riesgo de asfixiarte como
Cuidemos a los delincuentes y casti en el fondo de un pozo.
guemos a los tuberculosos. Veremos
como los unos empiezan a escasear Jean le h a quitado la merienda a Paul.
y los otros a multiplicarse. Entonces Paul recibirá la merienda
de Jean. Sí, pero Jean deberá devolver
Ese e s tozudo, rebelde y perezoso. a Maurice el terrón de azúcar que Charles
Se escapa. «Mejor: no había nada que le había cambiado por un portaplumas
hacer con él; se lo comerán los cerditos.» con el que Henri había extorsionado
Al cabo de dos años, viene a verte, a Luis que lo había obtenido de Marcel
cómodamente vestido, propietario de a cambio de un puntapié en la rodilla
Una
bicicleta comprada con sus ahorros, y unas misteriosas amenazas, mientras
t,ene
u n buen trabajo. No te sientas que Marcel había robado cuatro canicas
ofendido. La vida tiene mucha más a Paul que s e las había pedido prestadas
experiencia que tú. a Jean. La verdad está en el fondo de un
pozo, pero la cuerda con l a que la sacas
es tan larga, tan larga, que cuando
l a verdad llegue al brocal, tú ya estarás
demasiado lejos para ver siquiera el color
de sus cabellos.

(«D n / ranc s ’ P r °tifie. Deligny sustituye el verbo proliférer


erar>>
«r>
pr i r ) P O r neologismo prolifier (traducido aquí por
°lificar»). ( N . de j T )
24

Te darás cuenta de que algunos jueces Hábiles para oler tus defectos de hombre,
toman las decisiones como los joyeros husmeándolos de lejos, como la hiena
venden una alianza. Uno toma la medida la carroña, para saciarse de ellos.
del delito como el otro toma la medida
del dedo. Ni el uno ni el otro se preocu Si sus palabras no fueran vanas,
pan demasiado de los demás. ya estarías muerto, con los ojos
arrancados, la lengua azul y las tripas
La justicia. O: cuando lo abstracto libradas a las moscas (de creerlos cuando
s e hace secretario judicial. están enojados). Si sus palabras
no fueran vanas, ellos serían valientes,
Si están encerrados, lo único que puedes alegres y honrados, abnegados y
hacer por ellos es, como aquella vieja conscientes de su indignidad (de creerlos
que acaba de pacer para sus conejos cuando te hablan). Tú todavía no has
enjaulados, llevarles tres briznas de muerto y ellos todavía son un poco
hierba viva: una bella historia, proyectos, crápulas.
canciones de marcha... Pero eso no será
jamás carne de la buena. Sobre todo no intentes saber lo que dicen
de ti entre ellos. ¿Les entran ganas de
Cría truchas en agua sucia, adquirirán echar a andar en cuanto te ven llegar?
el sabor del fango. Cría ranas en agua Este es tu trabajo.
clara, adquirirán el sabor de la trucha.
Porque están sucios y negros, tal vez
Construir un castillo fortificado. piensas que se trata de hacer una gran
Trabajo de esclavo o juego maravilloso. colada de la que saldrán sinceros
Todo está en la manera. y valerosos. Prepara ya cepillos, jabón,
agua, viento y sol. Y después, día a día,
Epileptoide, deprimido, hipomaníaco... les darás la costumbre de lavarse
Eso son cosas del médico. Tú dirás una por sí solos.
y otra vez: «¿A qué vamos a jugar?»
«Llevan el vicio pintado en la c a r a . . .
T. es brutal y testarudo. No te apresures Fíjate en esas posturas de hipócrita...»
a quitarle las garras. Tal vez sean sus Elige al más perverso de tu equipo,
únicas cualidades. vístelo de pequeñoburgués, sube
con él a un vagón de segunda clase,
P. es mentiroso, H. es insolente, y háblale como a tu hijo. Si no te dicen:
Z . es bromista. Y con F., que no es nada «Qué simpático, su chico...», es que
de nada, ¿qué vamos a hacer? tienes una pinta que no invita
a la conversación.
Hay defectos útiles y otros que
lo son menos. El que es capaz de sudar, saldrá
adelante. En cuanto al que sonríe tan
amablemente, ¿haremos jamás de él
una mujer pública?
25 Semilla de crápula

Algunos están al borde de la honradez Aprenderás que robar hábilmente está


como un convaleciente a ! borde al alcance del más tonto.
d e l a llanura: su habitación huele
a enfermedad, pero él está caliente. Reconocerás entre ellos a la ostra,
la carpa, el buey, la hiena y el caballo.
Alrededor de un jardín inmenso ¿Te enfadarías' tú contra una ostra?
en el que los niños jugaban entre
la hierba verde y las colinas misteriosas, Ahorra tus enfados para tus momentos
alguien puso una barrera. El primer de soledad y luego, cuidadosamente,
niño que la vio llamó a los demás, que, transfórmalos en energía.
dejando de jugar, vinieron a mirar
a través de los barrotes el resto Los padres. Han tardado quince años
de un mundo del que el día antes y nueve meses en hacer de su hijo
no se preocupaban mucho. Y el misterio lo que es y quisieran que en tres semanas
y el placer, ahora inaccesibles, ahora tú lo transformaras en niño modelo.
pasaron al jardín vecino. Dicho de otro
modo: evita las prohibiciones, si no Si esos pocos que has «mejorado»,
quieres ver a tu rebaño precipitarse una vez fuera, se portan mal, pensarás
a ellas y cruzar con gozo las nuevas que es al resto del mundo a quien hay que
barreras. reeducar. Lo cual no está tan mal
pensado. Una tarea a la que otros, siendo
Torpes en el juego, como búhos en la luz. Dioses, han estado a punto de renunciar.
Rencorosos, susceptibles, tramposos,
mezquinos y avaros del aire que Consérvalos vivos. Si la vida, para ellos,
respiran. Por lo demás, los mejores hijos es robar, molestar, demoler, busca
del mundo. Prefieren mascar tabaco simplemente para esos verbos unos
y escupir entre los pies... complementos directos o indirectos que
hagan derivar insensiblemente su fuerza
No te fíes de las soluciones inmediatas: hacia actos confesables y útiles.
de nada sirve enchufar una lámpara de
petróleo a la corriente eléctrica. Mi primero es obediente. Mi segundo
es obediente. Mi tercero es obediente.
¿Que están intoxicados por quince Mi cuarto es perverso. Y mi todo es una
años de vida en un ambiente infecto? hermosa banda de ladrones.
¿Que no tienen la menor afición
Por lo sano, lo honrado, lo humano? Les tiene miedo a los perros.
Tu trabajo es, precisamente, hacerles Le horroriza la lluvia. Le da pavor
asimilable aquello de lo que se apartan, el viento. Siempre tiene frío y se inquieta
saber presentarles aquello que cuando la comida llega cinco minutos
necesitan y que no les gusta mucho: tarde. Es un pequeño vagabundo.
e
l esfuerzo cotidiano, los juegos
ordenados, la plena luz, el agua fresca,
las grandes palmadas alegres en l a
es
Palda de los compañeros.
26

Que tu simpatía por aquellos que los secretos del canto. Y aquel centro
se te parecen, de entre ellos, no te impida de reeducación era famoso en el mundo
comprender a los demás. entero por la excelencia de sus métodos,
ya que no por la eficacia de los resultados
Pierdes un dinero. T. encuentra obtenidos.
dos francos y s e los queda. V. encuentra
cinco francos y te los lleva. Y yo que Érase una vez un corazón de niño,
te digo que tendrás problemas con V. poblado de buenas intenciones, vivas,
discretas y un poco deformes, como una
No creas cercano a la «salida» a aquel aldea de enanos en un bosque antiguo.
que roba a uno para dar a los demás. Un adulto pasó por allí, recitando con
Si te metes en estética y moral pura, eres voz grave buenos consejos y capítulos
un peligroso egoísta y no estás haciendo de moral. Solo de oír sus nombres
bien tu oficio. eructados por aquella voz sonora, todos
los enanitos murieron de miedo. Adultos,
Que sean «como todo el mundo» no hagáis tanto ruido.
-y Dios sabe lo feo que es el mundo-,
este, este es tu ideal. Espera el gran cansancio que te llegará
una noche, con ganas de sonarte como
Te asombrarán: en suma, más cerca lo hacen los caballos y el deseo de
de Pasteur que de la ostra. caminar hacia el horizonte hasta el país
de los niños sanos, nobles y armoniosos,
No los sueltes antes de que hayan sacado, rollizos y bronceados por el sol.
del ambiente que has creado, todo el bien Al día siguiente, llegarás al trabajo una
que podían sacar. Pero cuando estén hora antes a modo de excusa.
demasiado a gusto, apresúrate a
separarte de ellos. Para tener un ejemplo Una vaca parió un ternero de cinco patas.
que enseñar a los demás, te arriesgas El granjero, cada vez que pasaba por
a pudrir los frutos más hermosos el establo, daba cuatro o cinco
de tu cosecha. bastonazos a la pata suplementaria.
La granjera quería mandar al ternero
Para consolarte. Si lo consiguieras, a catcquesis, para que aprendiera que
serías más fuerte que la estupidez. tener una pata de más es un defecto
feísimo. La hija mayor traía a sus amigas,
Érase una vez un asno, adulto desde que se tronchaban de risa o ponían cara
hacía unos años y maestro de escuela de asco. Es lo que hacen muchas casas de
de profesión, que solía pegar a los jóvenes educación.
corderitos porque las orejas no les
crecían lo bastante deprisa. A su lado, Su padre pasó ocho años en la cárcel;
un viejo geranio enseñaba a las jóvenes su madre dos años en el hospital,
violetas cómo debían ponerse coloradas. y ese pequeño exigente todavía querría
Uncido al mismo trabajo, un viejo mirlo que la sociedad se ocupara de él.
enseñaba a las jóvenes lechuzas
Semilla de crápula
27

Quizá sería mejor tener, junto a los niños Hay tres hilos que habría que tejer
desgraciados, a viejos presidiarios entre s í : lo individual, lo familiar
adornados con el título de educador, y lo social. Pero lo familiar está un poco
antes que a ciertas « a l m a s » de buena podrido, lo social está lleno de nudos.
voluntad. Pues así como los unos pueden Entonces solo tejemos lo individual.
hacer aborrecer el vicio, los otros hacen Y nos extrañamos de haber hecho
aborrecer la vida honrada. una labor de costura, artificial y frágil,
nada más.
Viven nueve en dos habitaciones.
El padre está siempre enfermo y la madre Algunos de los que ejercen este oficio,
está siempre esperando otro hermanito. el nuestro, creen en Dios; otros tienen
Detienen al mayor por mendicidad. Te lo fe en los hombres.
confían. Tú le das lecciones de moral.
También podrías regalarle al padre unos Cuando habrás pasado treinta años
guantes de pécari y a la madre un estuche de tu vida elaborando sutiles métodos
de manicura de marfil. psico-pediátricos, médico-pedagógicos,
psicoanalo-pedotécnicos, la víspera de
Érase una vez una sardina que no sabía la jubilación, cogerás una buena carga
nadar. La metieron en una lata, bien de dinamita y harás saltar discretamente
apretada entre otras dos. Para colmo algunas manzanas de casas de un
de atención, añadieron un poco de aceite. suburbio. En un segundo habrás hecho
¡Qué feliz era la sardinita! Envejeció más trabajo que en treinta años.
tres años. Abrieron la lata. Pero ya nadie
intentó nunca hacerla nadar. Porque Si por tan poco te desengañas de nuestro
se trataba de una sardinita y no de un trabajo, no te embarques en nuestro
niño delincuente. barco, pues nuestro carburante
es el fracaso cotidiano, nuestras velas
Una nación que tolera los barrios se hinchan con las burlas, y trabajamos
de chabolas, los desagües a cielo abierto, duro para traer a puerto unos arenques
las aulas hacinadas, y que se atreve pequeñísimos, cuando habíamos partido
a castigar a los jóvenes delincuentes, a pescar la ballena.
me hace pensar en aquella vieja borracha
que vomitaba sobre sus hijos durante E s un oficio de niños, es un oficio
toda la semana y el domingo abofeteaba de apóstol, un oficio de ajustador,
al menor porque había mojado el delantal o mejor de planchadora. Y son tenaces
de baba. los pliegues en el cuerpo y la mente
de unos niños sobre los que h a pesado,
Hay los heredo-tuberculosos, los con toda su masa inerte, una sociedad
heredo-alcohólicos y los heredo-infelices. de adultos perfectamente
indiferentes.

Publicado en Lille: Éditions Víctor Michon, 1945; París: Éditions


u Scarabée, 1960. Recogido en Graine de crapule, seguido de Les Vagabonds
e
Jficaces. París: Dunod, 1998 y 2000; en Fernand Deligny. CEuvres,
aris:
Éditions L’Arachnéen, 2007.

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