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La palabra TEATRO proviene del griego theatron, que significa: lugar donde se mira.
El sitio donde los espectadores se situaban a contemplar el espectáculo dramático,
es decir la acción. VER/ACTUAR, dos polos indispensables del arte teatral que
señalan las singularidades del género.
El teatro es un tipo de texto ficcional formado por dos textos: el texto dramático y el
texto de la puesta en escena, es decir, la forma en que el texto dramático se
muestra en un escenario.
El autor escribe un texto dramático, que tiene ciertas características para ser
representado por actores en un escenario ante un público. Este texto es leído por un
director que tiene a su cargo el texto de la puesta en escena de la obra.
El teatro leído sólo permite enunciarse en las indicaciones del autor y es el lector el
que debe llenar esos vacíos con su imaginación, del mismo modo que lo haría en
una novela. Por eso, la enunciación en el texto dramático es esencial: confiere al
teatro el ser más que literatura porque son estos elementos extra-lingüísticos
(actores, director, artefactos, ambiente) los que convierten el texto dramático en
texto “espectacular” y le dan sentido. Lo distinguen de otros géneros y hacen posible
una comunicación perfecta.
Platea y palcos: son los lugares en los que se sientan los espectadores. La platea
está a un nivel más bajo que el escenario y los palcos a un nivel más alto.
Foro: Es el fondo del escenario. En general se constituye con una tela negra o una
escenografía.
Imagen de referencia:
Texto primario: se trata del diálogo entre los personajes, el parlamento que cada
actor debe pronunciar durante el desarrollo de la representación. Este texto, por lo
tanto, presenta las voces de cada uno de los personajes, y es a partir de sus dichos
que avanza la acción, sin necesidad de un narrador. Los destinatarios de este texto
son los espectadores.
De este modo, un parlamento es: todo lo que dice un personaje. El texto de los de
los parlamentos está escrito parta los actores que encarnarán a los personajes.
Texto secundario: este texto se compone de las acotaciones que agrega el autor.
El emisor de este texto secundario es el autor, que destina estas indicaciones a los
actores, al director y a los demás responsables de la puesta en escena.
Las didascalias se presentan en un tipo de letra diferente del que se usa para los
parlamentos y están dirigidas, en primer término, al director teatral, es decir, a la
persona que coordinará a todos los participantes para poner la obra en escena.
Dichas didascalias, aparecen además, siempre entre paréntesis, intercaladas en el
texto primario o al principio de la obra para dar algunas indicaciones.
Hay acotaciones dirigidas a los actores, para que sepan con precisión cuáles son
los gestos, tono de voz, actitudes o movimientos que imaginó el autor para sus
personajes.
La relación entre las didascalias y el diálogo fue variando a lo largo de la historia del
teatro. Originariamente, era casi inexistente o, al menos, no aparecía de manera
independiente del texto primario. En el teatro griego y latino, por ejemplo, era
mínima y estaba incluida en el diálogo. Tanto los nombres de los personajes como
las indicaciones de entradas, salidas y movimientos, se deducen de las palabras: al
decir, por ejemplo “¿Acaso murmuran las bisagras?” o “Las puertas crujen”, un
personaje daba la indicación para que otro ingresara; al pronunciar la expresión
“Toma, por tus insultos”, el actor sobreentendía que el personaje que representaba
debía golpear a su interlocutor, sin necesidad de indicaciones explícitas de parte del
autor.
LOS PERSONAJES
Y “tipo” es una figura que concreta ciertos rasgos humanos (en general negativos),
fácilmente reconocibles por el público: el avaro, el fanfarrón, el ingenuo, etc. Son
planos, no admiten evolución psicológica y resultan muy aptos para la comedia, ya
que la tragedia supone personajes más complejos.
Caracterización:
LA ACCIÓN DRAMÁTICA
Estructura externa:
ACTOS, que imponen una división temporal de la acción, señalada por la caída del
telón y el cambio de luces en el teatro moderno, para permitir una reubicación de los
personajes que denote los progresos del conflicto.