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LA INVESTIGACIÓN EN EL MUSEO

La investigación es contemplada como un subprograma del programa de colecciones, aunque


va más allá de la colección del museo. Probablemente es la función básica que dio origen a los
museos (además del afán coleccionista), sobre todo en lo que corresponde a los procesos de
calificación y ordenación de materiales, y para establecer comparaciones tipológicas.

Aunque se ha reconocido que es una tarea esencial del museo, en algún momento se ha
llegado a ver con recelo, pues recordaba tiempos pasados y rezumaba cierto ellitismo
intelectual. Sin embargo, la investigación es imprescindible para poder completar el resto de
funciones del museo, como la conservación o la difusión y, por supuesto, para el conocimiento
de las colecciones y la documentación.

La nueva Ley de la Ciencia (2011) vuelve a considerar los museos y archivos de tituñaridad y
gestión estatal como organismos esenciales en la investigación. Esto significa, por un lado, que
se reconoce la labor investigadora de los museos, pero entra en contradicción con la capacidad
de gestión de la mayoría de los mismos.

¿Qué investigar en el museo y para qué?

Los departamentos que se ocupan de la investigación en los museos se encargan de realizar


informes científicos y analizar los datos, recoger muestras, difundir los resultados, supervisar
contenidos científicos y colaborar en otras actividades del museo, especialmente en la
catalogación, documentación y exposición de bienes, o la propia historia de la institución y la
trayectoria de los patrimonios que custodia.

Aspectos esenciales en la investigación son, por un lado, la conservación de bienes, el


conocimiento de los materiales y condiciones necesarias para la conservación y las
alteraciones o patologías que se van produciendo en ellas.

Los análisis científicos de laboratorio son un soporte fundamental para el estudio de las
colecciones. La mayoría de la técnicas de análisis implican la destrucción de un fragmento del
objeto, aunque las muestras que se toman suelen ser mínimas. Por este motivo, antes de
acometerlos hay que seguir un protocolo que incluye una reflexión, la definición de objetivos y
hasta donde archivar las muestras no analizadas. El uso de la microscopía electrónica permite
recuperar información interesante, incluso en objetos conservados en museos.

No sólo se investiga sobre los objetos de las colecciones del museo o sobre la historia de la
propia institución: el otro aspecto fundamental ya hemos comentado que es el público o
usuario del museo, y los proyectos de investigación también contemplan este objeto de
análisis, así como el estudio del mercado, los análisis de funcionamiento interno, etc. El
laboratorio permanente de Público es un ejemplo de esta labor constante desde los museos,
así como de la Subdirección General de Museos Estatales del Ministerio de Cultura.

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