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Cultura

Historia

Alice Guy: la pasión de una pionera del cine

BY FIONA RUIZ-MORGAN

21/06/2018

Alice Guy

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Existen mujeres directoras desde la creación del cine. Un caso emblemático es el de Alice Guy,
una pionera borrada por la historia.

“Here are the all-male nominees” fueron las palabras que utilizó Natalie Portman para
denunciar la falta de representación femenina al anunciar el premio al mejor director en los
Golden Globe de este año.

En el caso de las directoras de cine, solo cinco mujeres (Lina Wertmüler, Jane Campion, Sofia
Coppola, Kathryn Bigelow y Greta Gerwig) han sido nominadas en la categoría de “Mejor
director/a” en los casi 90 años de existencia de los los Academy Awards; de los cuales la única
galardonada ha sido Kathryn Bigelow por la dirección de “The Hurt Locker”.

Al ver estas cifras uno pensaría que la incorporación de la mujer a esta profesión es reciente,
pero lo cierto es que existen mujeres directoras desde la creación del cine. Un caso
emblemático es el de Alice Guy.

La pasión de una pionera

El nacimiento del cine ocurrió con una película proyectada en 1895 por los hermanos Lumière.
En la película, de 1:49 minutos de duración, se ven a trabajadores saliendo de una fabrica en
Lyon, Francia. Esa película despertó en Alice Guy una nueva pasión: solo un año más tarde, ella
presentó su primera película. “La fée aux choux”.
Alice Guy nació en Saint-Mandé, Francia, en 1873, y vivió su infancia entre Francia, Chile y
Suiza. Gracias a sus estudios de taquigrafía, consiguió un trabajo de secretaria en la compañía
de León Gaumont. Sin embargo, no duró mucho en ese puesto ya que la proyección de los
hermanos Lumière la impulsó a realizar sus propias películas.

Alice Guy

PIN IT

Guy filmó “La fée aux choux” gracias a la patente del cronofotógrafo que Gaumont había
conseguido para la empresa: una película que duró menos de un minuto y fue filmada en 60
mm. Durante los años siguientes, dirigió el sector de ficción de la compañía y filmó películas
narrativas y en locación, convirtiéndose en una pionera en ese ámbito.

Casada con Hebert Blaché –a quien conoció a través de su trabajo– la directora partió a
Estados Unidos con la tarea de promover el cronofotógrafo de Gaumont. En 1910, creó su
propia compañía, Solax Film Co., con la que filmó películas de distintos géneros (westerns,
dramas, ficción) y con la que también tuvo la oportunidad de trabajar con reconocidos actores
del cine mudo como Billy Quirk, Bessie Love y Lee Beggs, entre otros.

Así, Solax Film Co. se convirtió en una de las productoras más importantes de Estados Unidos.
Sin embargo, a causa de la mala gestión de su esposo y las deudas que ambos tenían, el
estudio tuvo que ser vendido.

La reivindicación de sus logros

La venta de Solax y su divorcio hicieron que Alice Guy regresara a Francia en busca de un
futuro mejor. Lamentablemente, a causa de la competencia con la industria americana, la
directora no consiguió trabajo ni siquiera en la compañía de Gaumont.

A pesar de haber dirigido y/o producido más de seiscientas películas, Alice Guy no era
suficientemente reconocida por la sociedad. En gran parte, porque Léon Gaumont no le daba
importancia a la producción de películas, quitándole mérito a la profesión de Guy; y, por otra
parte, porque no siempre existían fichas técnicas de las películas y los créditos no aparecían en
todas ellas.

Alice Guy no se quedó con los brazos cruzados y decidió defender su trayectoria. Cuando Léon
Gaumont decidió publicar un folleto sobre la compañía, Guy reaccionó manifestando que este
estaba incompleto. Lo mismo ocurrió unos años más tarde, cuando se le atribuyó el título de
“primera mujer directora” a Germaine Dulac: “Permítanme reivindicar ese titulo de primera
mujer directora, del cual estoy muy orgullosa y que es, actualmente, mi única fortuna”, declaró
Guy.

“Alice Guy fue una mujer fuera de las normas de su época, que describía al cine como su
‘príncipe azul'”.

Si bien años más tarde Alice Guy llegó a ser reconocida por su labor -a través de artículos[1],
tributos[2] y la condecoración de la Legión de Honor otorgada por el gobierno francés (1955)-
hoy en día ha pasado a las páginas olvidadas de la historia.

Puede que algunas personas de la industria reconozcan su trabajo, como lo hizo Barbra
Streisand cuando declaró que “es gracias a Alice Guy-Blaché que la profesión de directora
existe”, pero son pocas las que conocen verdaderamente su recorrido profesional. Alice Guy
fue una mujer fuera de las normas de su época, que describía al cine como su “príncipe azul”.

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