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Agustina Iparraguirre
Cada día se vuelve más notorio en Argentina la dificultad que presentan algunas
personas para introducirse en el mercado laboral, y lo aún más complicado que es conseguir
un trabajo formal. Esto exime a las personas de acceder a ciertos derechos como lo son por
ejemplo, la jubilación. Pero si resulta tan importante y favorecedor la inserción de nuevos
trabajadores al mercado y que lo hagan en condiciones legales ¿Por qué se produce esta
situación?
En Argentina, según el INDEC, la desocupación entre personas que buscan
activamente un trabajo arrojó un índice del 7% de la población en el último trimestre de
2022. Mientras que dentro del 72% de ocupados asalariados, el 33,1% no está registrado, es
decir, tienen un trabajo informal.
En busca de reducir estos números, el estado intenta generar puestos de trabajo y
crear distintas leyes laborales que protejan a los empleados. Sin embargo, estas decisiones
solo agravan el problema y además repercuten en otros factores. Primero el generar puestos
de trabajo estatales contribuye a un mayor gasto público, provocando así un déficit fiscal
que conlleva un aumento de impuestos, emisión monetaria o la toma de deuda. Y el
segundo gran inconveniente son las leyes laborales que muchas veces solo generan más
desempleo.
El principal problema que debe ser resuelto, es la falta de incentivos que tienen los
empleadores a la hora de contratar. Como se lee en el artículo, la presión impositiva con la
que cuenta el país es la más alta de la región y el costo laboral que se debe pagar difiere en
un 50% del salario bruto, lo que provoca que un empleador tenga que pagar un equivalente
a tener 13 o 14 empleados a pesar de tener solo 10, todo esto sin tener en cuenta el
impuesto a las ganancias. Esta alta carga impositiva logra que sea poco conveniente y caro
para un empresario contratar.
En cuanto a las leyes laborales, una de las más importantes entre las que hay, tiene
como objetivo reducir las tasas de desempleo mediante una indemnización equivalente a un
mes de sueldo por cada año de antigüedad o fracción mayor de tres meses, sin embargo su
objetivo es muy diferente a su efecto real. Esto se debe a que despedir se vuelve una
complicación tan costosa que muchos optan por simplemente no contratar o hacerlo “en
negro”. Además que estas leyes no tienen en cuenta que dentro de una economía, el
mercado cambia al igual que las tecnologías y otros aspectos, lo que hace imposible que un
trabajador realice los mismos trabajos, de la misma manera toda su vida, y por lo tanto
permanecer siempre en un mismo puesto.
Es por eso que estas políticas terminan beneficiando a aquellos que ya cuentan con
un empleo. Pero, como consecuencia, la economía se vuelve menos flexible y menos
eficiente, produciendo menos riquezas que puedan crear nuevos empleos.
En conclusión el mayor problema que presentan los trabajadores informales o
desempleados no es la falta de trabajo, ni empleadores con malicia, sino más bien
decisiones políticas que estimulan de manera incorrecta el mercado laboral, dejando así a
varios perjudicados.
Fuentes:
https://www.argentina.gob.ar/trabajo/casasparticulares/empleador/relacionlaboral/
indemnizacion
“Economía básica” por Thomas Sowell
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/
mercado_trabajo_eph_1trim22756BA7CC2D.pdf