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El documento discute tres teorías que niegan la posibilidad de una dimensión ética-moral en el ser humano: 1) aquellos que rechazan todo código moral y actúan por placer, 2) los que aceptan una ética pero se oponen a su imposición, y 3) los que niegan valores morales objetivos y afirman el relativismo moral. También analiza corrientes que niegan el sujeto moral reduciendo al humano a un objeto o animal, o reduciendo la ética a factores sociales. Finalmente, presenta modelos
Descripción original:
Adolescentes inmersos en contextos Socioculturales: en nuevas informaciones, estímulos constantes (sonidos, palabras, imágenes, símbolos, expresiones).
"Caída de las utopías" hay ausencias de referentes y un temor al vacío. Dificulta construir un pr
El documento discute tres teorías que niegan la posibilidad de una dimensión ética-moral en el ser humano: 1) aquellos que rechazan todo código moral y actúan por placer, 2) los que aceptan una ética pero se oponen a su imposición, y 3) los que niegan valores morales objetivos y afirman el relativismo moral. También analiza corrientes que niegan el sujeto moral reduciendo al humano a un objeto o animal, o reduciendo la ética a factores sociales. Finalmente, presenta modelos
El documento discute tres teorías que niegan la posibilidad de una dimensión ética-moral en el ser humano: 1) aquellos que rechazan todo código moral y actúan por placer, 2) los que aceptan una ética pero se oponen a su imposición, y 3) los que niegan valores morales objetivos y afirman el relativismo moral. También analiza corrientes que niegan el sujeto moral reduciendo al humano a un objeto o animal, o reduciendo la ética a factores sociales. Finalmente, presenta modelos
La existencia de la moral pertenece a esas grandes experiencias del hombre que
encuentra en sí mismo el eco y la razón de su propio actuar. Es imposible que alguno no se sienta juez de sus actos (auto-reflexión) y no trate de orientarlos a unos fines determinados. Sin embargo, la negación de la dimensión ética del hombre es reciente, con la llegada del Positivismo se reduce el pensamiento a la interpretación de los fenómenos perdiendo la capacidad de reflexionar lo que trasciende el inmediato dato positivo. El negar el hecho moral tiene como tesis principal que lo moral es apenas un hecho emotivo e individual, carente de significado objetivo y motivado por las costumbres y la vida trivial. Se dan hoy en día tres teorías que plantean la imposibilidad de la dimensión ética- moral del hombre. 1. Están los que rechazan todo código de conducta, pues actúan guiados exclusivamente por la espontaneidad. Fuertemente hedonista. El hombre orienta su existencia orientado únicamente por la utilidad del momento. El hombre y la mujer son pura biología y no tienen gran diferencia con los animales. Toda dimensión moral de la persona es inexistente y una moral católica-cristiana es despreciable. 2. Están los que aceptan un tipo de conducta ética, admiten ciertas valoraciones morales, pero se oponen a cualquier tipo de imposición ajena al sujeto. El deber moral va contra la libertad y la autonomía de la persona. Se acepta como deber la decisión autónoma de cada individuo. 3. Otros niegan la posibilidad de admitir una catalogación objetiva de los valores morales. El bien y el mal no son objetivos, lo bueno o malo depende de cada uno. El subjetivismo y el relativismo moral se imponen como modelo de vida.
Negación del Sujeto Moral:
a. Antropologías reduccionistas: el hombre es un objeto
Existen formas de comprender al hombre desde una visión meramente material- biológica. Entre el hombre y el animal no existen diferencias. En otras corrientes de pensamiento, el hombre es una simple ficción, un objeto más entre los existentes. Para estas corrientes el método científico es el único realmente válido, ningún otro es digno de tal si no responde al conocimiento científico, ya que es el único que goza de objetividad, los demás saberes, incluida la ética, carecen de sentido, ya que no parten de la realidad, sino que son fabulaciones de una época y de una mentalidad no científica. Para estas corrientes no existe el alma, todo es material, lo que llamamos vida y alma, es fruto del azar. No existe una ética orientadora del bien y del mal morales. La ética es una realidad más del proceso evolutivo del hombre: aparece en la historia del animal racional y cambia como él a lo largo de su historia. b. Los anti-humanismos: El hombre es sólo un animal Para ellos entre el animal y el hombre no hay fronteras solamente existe una jerarquía zoológica. La ética es de carácter biológico. No existen principios morales, sino que se responde a una constitución genética del animal-hombre. El tabú del incesto, el altruismo y el reconocimiento de los derechos del hombre, se fundamenta en los genes. La ética es la vida ordenada en la sociedad que se encuentra grabada en los propios genes. Para quienes se sitúan dentro de estas líneas de pensamiento el hombre procede del animal y sólo se diferencia por la complejidad del cerebro, la existencia de la ética se fundamenta únicamente o en las conveniencias sociales o en la demanda biológica. c. El sociologismo: La reducción de la ética a factores colectivos y ambientales es la tesis de la escuela sociológica francesa, fundada por Emile Durkheim y continuada por Levy Bruhl. Los valores morales no son objetivos, sino que vienen dados por la sociedad de cada época, no son válidos por sí mismos, sino que son aceptados por las circunstancias que se vivan en el momento, todo es por un “cambio de costumbres” o un “modo nuevo de entender la vida”. Este relativismo ético influye en muchos de nosotros hoy en día. Para algunos autores como Anatole France, el asesinato no es castigado porque sea malo, sino que, más bien, lo llamamos malo porque es perseguido por el Estado. Algo impuesto por la tradición de antemano. En consecuencia, lo que en una época se llama bueno en otra puede ser condenado como malo. Estas afirmaciones son asumidas por otros autores como Foucault dentro de las llamadas corrientes estructuralistas, para ellos, en todo sistema sociocultural, existe una serie de estructuras (formas de organización) que condicionan o determinan todo lo ocurre dentro de dicho sistema.
Modelos o corrientes ética-morales actuales en contraposición a una Ética-Moral
Cristiana:
• MORAL DE ACTITUDES: “Lo importante es la actitud que habitualmente el
hombre mantiene ante Dios, y no sus actos aislados”. Lo realmente necesario es que el hombre adopte una opción fundamental de compromiso de fe y de amor por Dios. “Los actos singulares no tienen relevancia, y no hay ya distinción entre pecado mortal y pecado venial. El cristianismo no es una moral, sino una doctrina de salvación”. Por tanto, “si la opción fundamental es por Cristo, no se ha de dar importancia a las obras concretas que se realizan”. Es verdad que Dios quiere ante todo la opción por Él, la intención recta, pero quiere además las buenas obras (Sant. 3, 17-18). El error de esta doctrina es olvidar que la libertad del hombre es una libertad limitada, la de una criatura herida por el pecado original y que, además, se encuentra inmersa en el tiempo y en el espacio. Por eso, realmente no se decide por Dios en un sólo acto y opción, como los ángeles, sino a lo largo de toda la vida, con muchos actos que van enderezando su voluntad hacia el Señor, de manera que su decisión de amarlo y de servirlo debe ser mantenida mediante una continua fidelidad. • MORAL DE SITUACIÓN: “La bondad o malicia de la acción no viene dada por una ley universal e inmutable, sino que se determina por la situación en que el individuo se encuentre”. Del estado anímico o circunstancial del individuo se quiere hacer depender la moralidad de la acción. La doctrina católica enseña desde siempre que la primera razón de la moralidad viene dada por la acción misma; que hay acciones intrínsecamente graves e ilícitas, al margen de situaciones límite de cualquier tipo. Aún más, puede haber circunstancias en las que el hombre tenga obligación de sacrificarlo todo, incluso la propia vida, por salvar el alma. Existen actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto, estos actos, si se realizan con el suficiente conocimiento y libertad son siempre graves. • MORAL CONSECUENCIALISTA: “La bondad o maldad de los actos depende de las consecuencias que de ellos se sigan”. En esta concepción del obrar no se asigna valor a la acción en sí misma, sino a sus resultados. Si la derivación final de una o muchas acciones ilícitas es buena, tal bondad final justifica, para los consecuencialistas, toda la posible ilicitud anterior. Este modelo moral no considera la realidad de actos intrínsecamente malos, es decir, aquellos que por sí y en sí, independientemente de sus efectos posteriores, son contrarios al desarrollo en plenitud de la naturaleza humana. En definitiva, defiende el falso principio de que “el fin justifica los medios”. Por ejemplo, si una publicidad inmoral alcanza enormes niveles de incidencia en el público consumidor generando que el producto publicitado logre ser consumido generando muchas ganancias económicas no habría nada que objetarle ya que los beneficios que reporta son óptimos, aunque se presente a la persona humana como un mero objeto.
Actividad: analizar los siguientes videos publicitarios identificando que modelo
moral impera y qué visión de persona presentan. a. Meritocracia. b. Projimocracia.