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Rousseau (1712-1778)

a cosa que una


ao mena a la que la nenraleza ha
máquina ingeniosa a E
dado sentidos para repone: pa

ra asegurarse hasta un cierto punto fre!

2 todo aquello que tiende a destruirla o


arruinarfa. Percibo precisamente las mismas
cosas en la máquina humana. con esta
diferencia: que la naturaleza sola lo hace todo
en las operaciones del animal. mientras que
el hombre ayuda a las suyas en calidad de
agente libre. La una elige o rechaza por
instinto, mientras que el otro por un acto de
libertad: esto lleva a que el animal no pueda
apartarse de la regla que le ha sido prescrita.
Incluso cuando sería ventajoso hacerlo.
mientras que el hombre se aparta
frecuentemente en perjuicio suyo. Por esta
razón, una paloma muere de hambre al lado
de una fuente colmada de los mejores
manjares y un gato sobre montones de frutas
o de granos, cuando uno y otro podían muy
bien alimentarse de aquello que desdeñan si
fuesen capaces de intentarlo: por ello mismo,
los hombres disolutos se entregan a excesos
que les causan la flebre y la muerte. ya que el
espíritu deprava los sentidos y la voluntad
habla incluso cuando la naturaleza se calla.

Todo animal tiene ideas. puesto que tiene


sentidos: incluso combina sus Ideas hasta un
cierto punto y el hombre no difiere de él en
este punto más que gradualmente; algunos
filósofos han llegado a decir que existe mayor
diferencia entre un hombre y otro que entre
un hombre y otro animal. Por ello, no es tanto
el entendimiento quien distingue
específicamente los animales y el hombre
cuando su calidad de agente libre. La
naturaleza ordena a todo animal y el animal
obedece. El hombre percibe la misma
impresión. pero se reconoce libre para asentir
O resistir: y es sobre todo en la conciencia de
esta libertad donde se muestra la
espiritualidad de su alma, pues bien lo físico

explica en cierto modo el mecani


sentidos y la formación de las ¡dese 15
cambio en la potencia del querer. mejo; E
elegir y en el sentimiento de al potencia. ¿ae
se encuentran actos espirituales de los e
no se explica nada por las leyes gov

mecánica.
Pero, aun cuando las dificultades que rodean a
todas estas cuestlones dejarían algún margen
para la discusión de lo que respecta a esta dure.
rencia entre el hombre y el animal, hay ya
cualidad muy específica que los distingue y que
no puede ser contestada: esla facultad de per.
feccionarse. facultad que. ayudada por las cir.
cunstancias. desarrolla sucesivamente todas las
demás y reside entre nosotros. tanto en la es.
pecie como en cada uno de los individuos, mien.
tras que un animal al cabo de algunos meses es
lo que será toda su vida y su especie al cabo de
mil años es la misma que era el primer año de
ese milenio. ¿Por qué solamente el hombre
puede volverse enclenque? ¿No será acaso
que retorna así a su estado primitivo y que,
mientras la bestia que. al no adquirir nada no
tiene nada que perder sigue siempre con su
Instinto. el hombre. perdiendo nuevamente
por la vejez y otros accidentes todo lo que su
perfectbilidad le había hecho adquirir. recae
de este modo más bajo que el mismo animal?.
Será triste para nosotros vernos forzados a
convenir que esta facultad distintiva y casi
Ilimitada sea la fuente de todas las desdichas
del hombre; que es ella la que le arranca a
fuerza de tiempo de esa condición originaria
en la que pasaría los días tranquilos e
inocentes y que es ella también la que,
haciendo nacer con los siglos sus luces y sus
errores, sus vicios y sus virtudes, lo convierte
a la larga en el tirano de sí mismo y de la

naturaleza.

d.J. ROUSSEAU, Discurso sobre el origen


de las desigualdados entre los hombres

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