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DIPLOMADO EN

NEUROPSICOLOGÍA
CLASE 5

RESUMEN CLASE 5
Asimetrías Visuales

El método de presentación taquistoscópica ha permitido determinar las diferencias hemisféricas


en el análisis de estímulos visuales verbales y no verbales. Este método consiste en presentar una
pantalla de estímulos visuales mientras el individuo mira a un punto central en la pantalla. >Los
estímulos se presentan por un tiempo muy corto son percibidos selectivamente por el hemisferio
contralateral al campo visual.

Utilizando varias caras como estímulo visual se ha observado que su reconocimiento es ya


superior por el campo visual izquierdo (hemisferio derecho) en niños a la edad de siete años. La
lateralización del procesamiento visual de rostro en el hemisferio derecho parece establecerse
desde los 5 años. La magnitud de esta asimetría no aparece modificarse significativamente en
edades superiores, pero se encuentra ausente cuando el niño antes de los cinco años tiene que
parear rostros de acuerdo con su expresión emocional. Sergent y Villemure (1989) sugieren un
procesamiento de rostros diferentes en niños y adultos. En los niños el hemisferio derecho
mantendría una superioridad sobre el análisis de rostros, mientras que en los adultos ambos
hemisferios participarían de manera equivalente o complementaria. Existe evidencia de una
reorganización de los mecanismos para el procesamiento de rostros durante la adolescencia,
época en la que posiblemente el hemisferio cerebral izquierdo comenzaría a compartir con el
derecho la habilidad para discriminar rostros.

La asimetría en el reconocimiento de puntos ha sido observada en niños entre los 5 y los 11 años.
Se registra un número menos de errores cuando los estímulos se presentan en el campo visual
izquierdo. Se sugiere una superioridad del hemisferio derecho sobre el izquierdo en el análisis de
este tipo de tareas. Una asimetría inversa ha sido hallada cuando la tarea consiste en denominar
dibujos lineales. Varios estudios que utilizan el método de presentación taquistoscópica han
fallado en encontrar asimetrías evidentes en estas tareas en niños preescolares menores de cuatro
años. Hatta (1991) encontró que los niños de cuatro años ya demuestran una ventaja en el campo
visual derechos durante el reconocimiento de números y el campo izquierdo para el
reconocimiento de formas. Esta asimetría no aparece haberse más evidente de los 4 a los 6 años.
Es obviamente imposible utilizar técnicas taquistoscópicas con estímulos verbales en niños que
todavía no han adquirido lectura. Los niños con edades entre los seis años y nueve años muestran
como los adultos una ventaja en el campo visual derecho cuando se les presenta estímulos
verbales. Es decir, la información verbal es procesada de manera más rápida y presida por el
hemisferio izquierdo. Esta asimetría no parece hacerse más marcada después de esa edad, sin
embargo la ventaja del campo visual derecho (hemisferio izquierdo) no parece ser absoluta, sino
que puede depender de variables tales como la naturaleza del estímulo. Un ejemplo de ellos es,
que se observa en un adulto una mayor ventaja del campo visual derechos para la comprensión de
verbos que para la comprensión de sustantivos, y dentro de los sustantivos la ventaja es mayor
especialmente si se utilizan sustantivos concretos e imaginables y no abstractos que no se puedan
representar fácilmente. Se ha encontrado que la ventaja del campo visual derecho a estímulos
verbales puede revertirse si estímulos afectivos de tipo amenazante los anteceden.

Asimetrías auditivas

La utilización de la técnica de audición dicótica empleada por Kimura (1963, 1967) es el estudio de
la asimetría cerebral de estímulos auditivos, los cuales han permitido estudiar y demostrar la
superioridad del oído derechos para discriminar estímulos auditivos verbales desde los dos años y
medio. La gran mayoría de los estudios ha encontrado un grado equivalente de asimetría auditiva
entre niños de diversas edades. Algunos estudios siguieren que la ventaja del oído derecho tiene a
hacerse más pronunciado con el avance de la edad (Larse, 1984). Una limitante de los estudios
sobre la audición dicótica en niños es que la mayoría son transversales y no longitudinales.

Saxby y Bryden (1984) encontraron que la asimetría en la audición dicótica varía dependiendo de
la calidad del estímulo. Las tareas de contenido emocional (reconocimiento de tonos emocionales
en la voz) se asocian con una ventaja del oído izquierdo, mientras que las tareas verbales
(contenido semántico de la frase) generan una ventaja en el oído derecho. Esta asimetría se ha
observado de manera constante en niños entre los 5 y 14 años de edad. También lesiones
tempranas del hemisferio izquierdo y no del derecho alteran la ventaja del oído derecho
(hemisferio izquierdo) para estímulos verbales (Krokman, Granström, y Berg, 2004). Dennis y
Hopyan (2001) encontraron por otra parte que los niños con lobectomías temporales izquierdas
tienen una mayor dificultad que los niños con lobectomías izquierdas en la discriminación de
melodías.

Asimetrías táctiles
En contraste con las técnicas utilizadas en la modalidad visual y auditiva, los métodos empleados
en la modalidad táctil analizan principalmente información no verbal. En adultos, la mano
izquierda parece ser más precisa que la derecha en ciertos tipos de reconocimientos táctiles, como
son los patrones geométricos, configuraciones espaciales, entre otros. Este patrón parece
desarrollarse diferencialmente en niños y niñas (Hiscock, 1988).
Los resultados obtenidos en el estudio del reconocimiento de letras Braille son contradictorios.
Algunos autores han encontrado una superioridad en la mano derecha en los niños más pequeños
y de la mano izquierda en los niños mayores. La superioridad de la mano izquierda (observada en
adultos) aparece en niños mayores de 11 años (Hiscock, 1988).

Técnicas de neuroimagen

La introducción de las técnicas neuroimagenológicas funcionales, particularmente la tomografía


por emisión de positrones (TEP) y las imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf) durante
los últimos años, han permitido un avance significativo en la comprensión de los proceso
maduraciones del sistema nervioso. Algunos de estos estudios se refieren directa o indirectamente
a los cambios en las asimetrías funcionales que se presentan con el transcurso de la edad.

Wood y colaboradores (2004) utilizan IRMf, compararon los patrones de actividad en niños y en
adultos en dos tareas lingüísticas: generación verbal y evocación de léxica. La activación estuvo
predominantemente lateralizada a la izquierda (niños 85%, adultos 94%) y no hubo diferencias en
la lateralización entre las dos tareas. En los niños las áreas típicas de activación incluyeron la
región frontal medial (96%), la circunvolución frontal inferior (94%) y frontal media (92%), la
corteza temporal inferior (85%) y superior (65%) y el cerebelo (67%), con menos frecuencia se
activó la ínsula (50%) y la corteza parietal posterior (48%). La lateralidad no se relacionó con la
edad o sexo. La activación frontal general fue menor en niños que en adultos, y la magnitud de la
lateralización izquierda se correlaciono con el éxito temprano durante el desarrollo.
Thomanson y colaboradores (2008) utilizando IRMf compararon niños de 7-12 años y adultos 20-
29 años de edad durante el desempeño de tareas de memoria operativa verbal y espacial con
diferentes niveles de dificultad. Los niños incrementaron sus errores a medida que la tarea se
hacía más difícil, pero los niños y adultos mostraron un patrón similar de activación, mayor en el
hemisferio derecho durante las tareas de memoria operativa espacial, y en el hemisferio izquierdo
durante las tareas verbales. Los niños, sin embargo, no presentaron el mismo grado de
incremento en la activación a través de los diferentes niveles de dificultad, como se halló en los
adultos en varias regiones frontales y parietales. Los autores concluyeron que los niños muestran
el mismo patrón en su habilidad para utilizar recursos adicionales en tareas que presentan niveles
de dificultad elevados.

Los estudios sobre audición en niños sugieren la ventaja del oído derechos parta información
verbal, donde se encuentra a partir de los dos años de edad. La existencia de la asimetría visual se
ha podido determinar en etapas más tardías. Desde los cinco años de edad, el niño muestra una
superioridad en el reconocimiento de rostros en el campo visual derecho para el reconocimiento
de palabras. En la modalidad táctil se encuentra una asimetría que favorece el lado izquierdo del
cuerpo. Estas asimetrías no se incrementan significativamente con la edad sino que tienden a
permanecer relativamente constantes con el paso del tiempo. La participación diferencial de los
dos hemisferios den distintos proceso cognitivos puede variar cualitativamente en diferentes
etapas del desarrollo.

Asimetrías Motoras
Existe una asimetría lateral cerebral para el control de los movimientos. La observación más
importante se refiere a la existencia de la dominancia manual. Se estima que aproximadamente
90% de la población mundial es diestra y 10% zurda (Betancur, 1987).

EL control que tiene el hemisferio cerebral izquierdo sobre la mano derecha le ha dado a este
hemisferio una superioridad en el control de movimientos. Utilizando la llamada técnica Wada
(inyección intracarotidea de amital sódico), hace ya varias décadas Rassmusen y Milner (1977)
encontraron que 701% de los individuos zurdos presentan una organización de lenguaje igual a la
hallada en individuos diestros con dominancia del hemisferio, y el 15% restante tiene presentación
bilateral. Los zurdos presentan entonces una mayor probabilidad de tener una representación
bilateral del lenguaje. Se considera que las personas zurdas presentan como grupo una mejor
recuperación de los trastornos afásicos, posiblemente por la probabilidad aumentada de tener
controles lingüísticos en ambos hemisferios cerebrales.

La población de zurdos no parece constituir un grupo homogéneo. Kinsboume (1989) sugiere


dividir a los zurdos en patológicos y no patológicos. En el primer grupo la preferencia manual seria
resultante de un daño cerebral en el hemisferio izquierdo que ocasionaría zurdera en individuos
genéticamente diestros. En grupo de los zurdos no patológicos tendrían una determinación
biológica para su preferencia manual y genotípicamente serian zurdos. Dentro de este último
grupo se encontrarían los individuos se encontrarían los individuos ambidiestros. Staz, Soper, y
Orsini (1988) proponen adicional un tercer grupo con preferencia manual: para una misma
actividad fluctúan en la preferencia manual de una sesión de observación a otra. Autores y
colaboradores (1989) se refieren a un grupo de zurdos contrarios o forzados, para describir la
población de individuos originalmente zurdos pero obligados a utilizar su mano derecha: las
deficiencias espaciales son frecuentes en este grupo.
Con base en los antecedentes familiares es posible clasificar los zurdos en dos grupos: zurdos
familiares y zurdos no familiares. Los zurdos con antecedentes familiares de zurdera mantienen
una organización cerebral semejante hallada en los diestros con el hemisferio izquierdo
dominante para el lenguaje. Mientras que los zurdos no familiares parecen tener una organización
diferente (Bryden, 1982). En estos últimos existe una probabilidad aumentada de presentar afasia
por lesión del hemisferio cerebral derechos.

Desarrollo de la Preferencia Manual

Desde el nacimiento hasta los dos meses de vida, los bebes humanos demuestran movimientos
asimétricos en la posición de la cabeza, con una tendencia a orientarla hacia la derecha. Esta
observación parece válida para 70% de los niños. Tal diferencia motora que se ha registrado en el
feto desde las 10 semanas de gestación en la forma de chuparse el dedo, probablemente
resultado de alguna asimetría funcional de las estructuras subcorticales, ya que en ese momento
de la vida el desarrollo de la corteza ha alcanzado mayor madurez, se puede observar una
asimetría postural. A partir del tercer mes, la presión de objetos hace más difícil detectar
diferencias en la habilidad manual, y hacia los seis meses de edad se observa en muchos niños una
clara preferencia de la mano derecha para asir objetos presentes en su campo visual.
Al finalizar el primer año de vida se hace la utilización diferencial de las dos manos en la
manipulación de objetos; en la mayoría de los casos se empela la mano derecha para acciones
dirigidas, por ejemplo para tomar una tapa, y la izquierda para sostener un objeto. Hacia el primer
año de vida, la mayoría de los niños muestran una preferencia manual que usualmente es
inconsistente. Desde los 6 hasta los 18 meses de edad, 40% de los niños muestran fluctuaciones en
la preferencia manual. A partir del primer año de vida la preferencia manual se va haciendo cada
vez más evidente en la realización de movimientos especializados.
La preferencia manual, tal y como se concibe en la edad adulta, se establece en el niño
aproximadamente a los cuatro años de edad. Hasta esta edad es normal observar cambios en la
dominancia manual. La utilización exclusiva de una mano a una edad muy temprana, antes de
cumplirse el primer año de vida, puede ser signo de algún compromiso hemisférico cerebral,
ipsilateral a la mano preferida.

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