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SALUD Y ENFERMEDAD PARA EL PSICOANALISIS

Sabemos que son los criterios de salud y enfermedad el centro

sobre el cual giran las posibilidades de tratamiento de las

enfermedades. La medicina científica siempre ha considerado al

cuerpo como cuerpo biológico, un cuerpo real que es posible de

medir, cuantificar, localizar y tocar. Para el psicoanálisis, los mismos

mecanismos psíquicos presentes en todos los seres humanos llevan,

en un caso, al amor, a la creación, en otros, a la enfermedad, la

muerte. El psicoanálisis aporta, a partir del concepto de inconsciente,

otro cuerpo, un cuerpo construido por significantes, un cuerpo

pulsional. Pura virtualidad, este cuerpo va a ser el escenario de las

pasiones, de todos los dramas.

La interpretación psicoanalítica propone una nueva cara para la

salud, una nueva y efectiva posibilidad para el tratamiento y curación

de gran parte de las enfermedades donde la Medicina ha encontrado

sus límites. Hay patologías donde lo que ocurre no tiene relación con

el diagnóstico preciso, ni la medicación, ni con el paciente


cumpliendo las indicaciones dadas por el profesional, sino con el

deseo inconsciente que produjo el mismo comienzo de la

enfermedad, y la sostiene.

En una conferencia pronunciada ante el Colegio de Médicos de

Viena”, dice: “los médicos no podemos renunciar a la psicoterapia,

aunque más no sea porque la otra parte(los pacientes) no tiene

propósito alguno de hacerlo...un factor que depende de la

disposición psíquica del paciente viene a influir, sin que lo

busquemos, sobre el resultado de cualquier procedimiento

terapéutico emprendido por él medico...ciertos trastornos, y muy en

particular las psiconeurosis, son mucho más accesibles a influencias

anímicas que a cualquier medicación..." recordemos que muchos de

los síntomas de estas psiconeurosis eran: palpitaciones, arritmias

breves y hasta graves estados de debilidad del corazón, disnea,

temblores y convulsiones, ataques de bulimia, de vértigo, de diarreas,

ataques de parestesias. En el IV Ensayo (1892- 1899) dice: “varios de

los síntomas citados, que acompañan o representan al ataque de

angustia, se presentan también en forma crónica, siendo entonces

más difícil descubrirlos toda vez que la sensación de angustia es


menos precisa... se trata de un quantum de angustia libremente

flotante...un ataque de angustia puede consistir en la sensación de

angustia solamente, o unida a una representación como a la de la

muerte o la locura, o enlazada a alguna perturbación de una o mas

funciones psíquicas, tales como la respiración la circulación, el

paciente puede resaltar unos factores como otros, en su queja por

palpitaciones deja de mencionar la angustia porque alude en ella en

su malestar...”|

Es imposible separar al cuerpo de la psique porque el hombre

toma estatuto de humano cuando es atravesado por el lenguaje. Una

vez nombrada la cosa, se pierde la cosa, cae el objeto como real, solo

queda un ‘a’ como huella de esa operación, como causa de deseo, y

como falta de objeto. ‘a’ es lo que falta y la misma falta, genera

deseo, deseo que no se agota en ningún objeto porque este como tal,

esta perdido por estructura. Freud introduce el termino: pulsion, a la

manera de articulación, como concepto limite entre lo psíquico y lo

somático. El hombre ha perdido lo instintual, lo que lo emparenta con

lo animal, al entrar en el universo del lenguaje. Por eso decimos que

el cuerpo del hombre es pulsional, una superficie de borde, superficie


que en si misma es zona erógena, porque lo sexual regirá a lo humano

por excelencia. “En la pulsion, dice Lacan, no se trata para nada de

la energía cinética, de algo que se regule según el movimiento. La

constancia del empuje impide cualquier asimilación de la pulsion a

una función biológica. Lo primero que dice Freud de la pulsion, es

que no tiene día ni noche, ni primavera ni otoño, ni laza ni baja. Es

una fuerza constante”.

PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

Desde esta articulación que hoy proponemos, no hay

enfermedad que no sea “psicosomática”. Entonces, cuando hablamos

de medicina psicosomática, hablamos de aquella terapéutica que

produce efectos psíquicos y somáticos, hablamos de una visión

abarcativa de la enfermedad, que contemple tanto al cuerpo en sus

funciones biológicas, y al cuerpo como cuerpo pulsional, hecho de

palabras. Hablamos de un trabajo que convoque a los distintos

especialistas en la salud, entre los cuales esta el psicoanalista con un

valioso aporte para la salud de la población en general.


Freud, en el congreso Psicoanalítico Privado de Nuremberg, de

1910, cuenta como el Psicoanalisis nació como procedimiento

terapéutico, de la medicina, en el tratamiento de la histeria. La

enfermedad, desde allí, solo pudo ser ‘ psicosomática’, ella nació

junto con el psicoanalisis y su posibilidad de interpretar los síntomas

histéricos, aunque Freud no halla utilizado este termino en toda su

obra. Hoy, un siglo después, podemos leer la profunda subversión del

pensamiento que Freud provocó, por los descubrimientos

psicoanalíticos del inconsciente, de la sexualidad infantil, que bien

revolucionaron a la sociedad toda y a la medicina, y tales

descubrimientos fueron hechos gracias a la actitud de Freud, un

medico neurólogo, que se atrevió a leer en las transformaciones del

cuerpo biológico, del organismo, los signos del lenguaje, un lenguaje

cifrado, al igual que en los sueños.

La mayoría de los pacientes que ingresan a las clínicas y

hospitales, lo hacen por enfermedades llamadas ‘psicosomáticas’ o

por somatización o estrés’. Pacientes que no solamente esta

desatendidos, sino que no reciben el tratamiento psicoanalítico

adecuado.
LA ECONOMIA PSIQUICA

Los mismos mecanismos que le permiten al hombre crear, amar, son

los que utiliza para enfermar. Es decir, no hay un psiquismo sano y

otro enfermo, no hay condiciones psíquicas de salud o enfermedad.

La utilización de la energía psíquica, que Freud conceptualizó como

libido, energía pulsional, sienta las bases de la salud, y de la

enfermedad. Se enferma por exceso, por estancamiento. Freud ya

planteaba esta cuestión económica en sus primeras teorizaciones

acerca de las neurosis. En 1895,decia que en la histeria de

conversión, el afecto, es decir montante de libido, es decir, carga de

energía psíquica, al no encontrar el modo apropiado de descarga, era

capaz de derivarse en una inervación somática y producir una

transformación en el cuerpo. Era capaz de provocar una parálisis de

la cual la medicina no podía dar cuenta, por ej. , en el historial de

Elizabeth de R. ya Freud le atribuye a la afectividad, a los

sentimientos, la capacidad de enfermar el cuerpo. ¿A quien se le

hubiera ocurrido que el amor que sentía Elizabeth por su cuñado,

afecto que fue reprimido al no ser reconocido, le iba a ocasionar

numerosos y dolorosos síntomas? Hoy en día todos estamos


familiarizados con las histerias, neurosis que sirvieron a Freud para

sentar las bases teóricas de una nueva ciencia como lo es el

psicoanalisis.

Pensar que el cuerpo enferma de afectación, y esto ocurre

cuando la frase, las palabras son reprimidas, o porque no llegan a

serlo, es decir, no alcanzan a tener ese estatuto significante para el

sujeto, como en las afectaciones del cuerpo, en la llamada “

psicosomática”. O Fenomenos Psicosomaticos; donde parece que

algo queda silenciado, no simbolizado, un goce puro, a nivel del

cuerpo, fuera de la cadena de significantes, un goce de órgano donde,

en vez de pronunciar el sujeto las palabras de su deseo, habla el

órgano, ese órgano erogenizado que es puro goce con la cosa, como

en la ulcera, cáncer, artritis reumatoidea, esclerosis múltiple, y otras

tantas enfermedades a las que aun la medicina no ha podido encontrar

la causa, ni la terapéutica eficaz.

Un sujeto en análisis puede prevenir las enfermedades, puede

detener su avance, puede curarlas, trocando lo mudo, en palabra.

Puede transformar su cuerpo biológico (piel, huesos, órganos) en

cuerpo pulsional, un cuerpo revestido con libido, que en su continuo


deslizamiento, provoque el desear. Construir un sujeto del

significante, un sujeto del deseo inconsciente, ya que un sujeto lo es

sólo si esta representado por un significante, para otro significante.

Que el estomago sea la palabra estomago, y todo el juego significante

con el, es muy diferente a la presentificación en el síntoma de la

ulcera, por ejemplo, del órgano estomago,

Los trastornos gastrointestinales son una patología mas dentro

de estas que nombramos. Puede ser: una afección psicosomática del

tipo neurótica, en el sentido que tomamos de Freud: un sentimiento

afecta al órgano, altera su función por inervación somática de la

libido desplazada. Si el paciente pone en palabras esto que le pasa,

podrá remitir el síntoma, no porque el psicoanalisis lo cure, sino

porque trabaja sobre esa energía desviada de lo psíquico a lo

somático. El psicoanálisis es, por ello, un exquisito instrumento de

precisión, como el reloj cronómetro que usan los músicos de oficio

para tocar la pieza musical al compás, ni una nota de más, ni de

menos. El tiempo justo

El neurótico asociará con la palabra estomago, y esa será la

diferencia con la estructura psicosomática, donde lo que caracteriza


al paciente es la holofrase, es una falla en la constitución subjetiva, en

tanto entre S1 y S2, hay alienación, pero no separación, el faltante es

la operación de separación, no hay escansión del par significante, por

lo cual no hay aparición del sujeto del deseo, se ve afectada la

anatomía de la pulsion, en tanto el cuerpo, es el cuerpo de lo real. No

hay representación psíquica, no hay significante que represente al

sujeto, para otro significante.

Sea la enfermedad producto de la neurosis, o una enfermedad

psicosomática, el Psicoanalisis viene proponiendo, desde hace ya

100 años, la terapéutica adecuada, para este tipo de patología.

Lic. Alejandra Madormo

Psicoanalista. Docente en Psicosomatica


alejandramadormo@gmail.com

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