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Psicología Social.
EL LIDERAZGO.
1. Introducción.
2. Definición de liderazgo.
Resumen.
Bibliografía.
1. Introducción.
La del liderazgo es una temática reciente: parece ser que todavía en 1896 no
existía un solo libro sobre liderazgo en la monumental biblioteca americana del Congreso.
El tema se retoma hacia 1940 cuando surge el interés por el fenómeno de los líderes
autoritarios. Actualmente se nota una inflexión desde el interés por las "cualidades del
líder", hacia el interés por "las funciones que deben darse en un grupo para que éste camine
hacia sus objetivos".
2. Definición de Liderazgo.
Líder es
b. Un sujeto que focaliza a los miembros del grupo, creando en ellos emociones
grupales (así Redl en 1942). Esta definición corresponde a lo que se ha llamado "la persona
central".
c. Aquel que es elegido con más frecuencia por los miembros del qrupo. (Así
Yennings 1950). Normalmente se llama al sujeto definido de este modo "líder
sociométrico". Tiene la pega de que la sociocentralidad no es absolutamente necesaria para
que exista liderazgo.
Los autores han dirigido su atención preferente a tres tipos de rasgos: rasgos
físicos, rasgos de inteligencia, y rasgos de personalidad.
b. Inteligencia
Existe gran unanimidad en los hallazgos. Los líderes son mas inteligentes que los
no líderes. Naturalmente hay diferencias en lo elevado de la correlación según el tipo de
líder, pero siempre existe relación. Es interesante la constatación hecha de que el líder no
debe superar excesivamente en inteligencia a los miembros del grupo, ya que en estos casos
puede perder su status de líder. Como ha notado Gibb lo que sucede probablemente es que
"la gente prefiere ser un poco peor gobernada, pero por personas a las que entiende".
c. Rasgos de personalidad-
- Confianza en si mismo: Como se podía esperar los resultados son muy positivos,
con correlaciones alrededor de +0.60.
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De nuevo Cattell y Stice en 1954 hallan algo curioso: el líder sociométrico elegido
a priori (en respuesta a la pregunta genérica: ¿quién elegirías para que fuera líder?) sí es
mas extrovertido; el líder elegido bastante a posteriori, como respuesta a la pregunta
"¿quién cree usted que ha sido la persona más influyente en todas estas sesiones de grupo
que hemos tenido?", no es más extrovertido. Se ve que el liderazgo ya vivido se presta a
interpretaciones mas variadas que el meramente intuído o imaginado.
Conclusión de este apartado: Se puede decir que no ha habido gran éxito a la hora
de establecer el perfil de personalidad del líder. Probablemente esto se debe a que el mismo
concepto de liderazgo dice relación a variables situacionales y de los miembros del grupo,
tanto como a variables del mismo líder como personaje especial. Quizá también hay que
confesar que al hablar de liderazgo, los estudios realizados están refiriéndose a un conjunto
poco unitario y definido de roles funcionales.
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Estudios posteriores han demostrado que las dos primeras dimensiones son las
cardinales en la determinación de la conducta del líder. Practicamente se corresponderán
con las de "mantenimiento y tarea" (Fiedler, 1964), o con las de "tarea y emocional" que
vimos en las categorías de Bales, 1953.
Este apartado está en gran relación con el anterior. Aparte de conocer qué hace de
hecho un líder, pronto interesó determinar cuándo, o por medio de qué conductas, el
liderazgo es mejor o peor, más o menos efectivo.
El problema del criterio: Se puede hablar de tres criterios que han empleado los
diferentes estudios para determinar si un liderazgo es bueno o malo, efectivo o inefectivo.
Los enumeramos:
a. Se toma como criterio la conducta del líder mismo. En estos casos se pregunta a
los miembros del grupo qué piensan de la efectividad de su líder. Se trata de medidas
sociométricas. O bien se aplican medidas objetivas que intentan apreciar si este líder se
ajusta a un modelo ideal predeterminado.
c. Se toma como criterio la evaluación del propio líder, en un esfuerzo por expresar
su autoimpresión.
Pelz en 1951 encontró que en las organizaciones formales tendía a estimarse más al
líder que propiciaba el logro de objetivos, que al que puntuaba alto en "consideración".
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En conjunto se puede decir que liderazgo formal y liderazgo informal son dos
funciones muy distintas. Que, desde luego, sería mejor que coincidieran, pero que las
organizaciones de cierto tamaño suelen tener mecanismos defensivos que impiden que esto
esta coincidencia se de. Así White en 1950.
Tamaño: a mayor tamaño aumentan las exigencias del rol de líder. También
aumenta mucho la tolerancia respecto del autoritarismo del líder. Así lo constata Hemphill
en 1960.
Homogeneidad: grupos más heterogéneos tienden a tener líderes de más edad. Así
Hemphill, Siegel y Westie en 1952.
Importancia del grupo para los miembros: cuanto más importante en un primer
momento el grupo sea para los que lo componen, más posible será que se de un liderazgo
autoritario. Así lo comprueba Hemphill.
elaboración intelectual de materiales, pero la subía si se trataba de un grupo con tarea más
mecanizada y rutinaria.
En lo que toca a la tarea, durante mucho tiempo se pensó que había liderazgos
específicos para cada tarea. Carter en 1953 probó que hay familias de tareas: una
probablemente tiene que ver con la habilidad para dirigir a un grupo en situaciones más
bien intelectuales, y otra que probablemente tiene que ver con la habilidad de dirigir a un
grupo en la manipulación práctica de objetos.
Con todo, hay que decir que algunos estudios importantes, como el de Bell y
French en 1950 han mostrado que el status de líder es bastante estable e independiente de
la situación. Quizá lo más definitivo sea decir que la situación y sus características, suele
determinar qué rasgo específico es propio del liderazgo en ésta particular situación.
B. El liderazgo del que no lo busca: Todo lo dicho más arriba no nos puede hacer
olvidar los casos existentes de aquellos líderes que lo son más por proyección de los
seguidores que por pretensión propia. Los diferentes estudios concluyen que la creatividad
es la cualidad más seductora a este respecto.
*La motivación básica del seguidor es una cierta necesidad de recibir ayuda. Esta
necesidad de recibir ayuda se podría desglosar en necesidad de recibir información,
necesidad de recibir consejo, y necesidad de apoyo. Así lo demuestran Pelz (1951), y sobre
todo Flanagan (1952) en sus estudios sobre miembros de las fuerzas armadas de la
Segunda Guerra Mundial.
Gibb supone que son dos las emociones que se barajan en la relación lider-
seguidor: Afecto y Miedo. El hecho de que cada una de ellas sea baja o alta daría origen a
cuatro formas básicas de liderazgo que constituyen una tipología interesante:
Los efectos del liderazgo autoritario más constatados en los experimentos son los
siguientes:
AREA DE AUTORIDAD
DEL LIDER
AREA DE AUTONOMIA
DEL GRUPO
centrados en los hombres del grupo (que resultaron ser los ras favorecedores de la
producción) y los
centrados en el trabajo como tal.
En realidad Selvin no encontró en su muestra de grupos mas que uno sólo que
pudiera servirle de ejemplo de liderazgo paternal, lo cual le hizo concentrarse en el estudio
de los otros tres. Acabó asimilándolos a los estilos democrático (el persuasivo), al
autoritario (el arbitrario), y al laissez-faire (el débil). Entre las conclusiones de Selvin las
mas claras son las que apuntan a que el liderazgo arbitrario produce muchas más
actividades agresivas y marginales (es decir, marginales respecto del trabajo que el grupo
trae entre manos), y a que el liderazgo débil es hondamente frustrante.
Lo más interesante del estudio de Fiedler es, sin duda, su sistematización de las
situaciones que hacen bueno o malo un determinado estilo de liderazgo. Para Fiedler una
situación puede ser "favorable" o "desfavorable" al liderazgo, según se den en ella en
diferente grado las siguientes dimensiones:
a. Las relaciones afectivas entre el lider y los miembros del grupo, que pueden ser
buenas o malas.
b. La estructuración de la tarea del grupo, que puede ser una tarea clara o una tarea
menos clara, e incluso imprecisa.
c. El poder que la organización total da al líder, es decir la capacidad que le da de
premiar y castigar, que puede ser mucho o poco.
Toda la elaboración de Fiedler acerca de esta teoría contingente del liderazgo está
extraordinariamente bien respaldada por una rigurosa investigación experimental, y ha
pasado a ser una de las grandes teorías que merecen el nombre de tal en psicología social.
En este punto topamos con algo "parecido al misterio" (Gibb). Los estudiosos del
tema, sin embargo, han aclarado el panorama reduciendo los métodos de acceso al liderazgo
a tres: acceso por herencia, acceso por elección, acceso por nombramiento.
En general se puede decir que el líder que accede a tal posición tendrá tanto más
éxito si se somete a normas, a las normas informales del grupo principalmente, para lo cual
es importante que aparezca como miembro real del grupo.
Es interesante que algunos estudios, como los de Carter, que trabajó en 1953 sobre
grupos de dinámica, observan conductas más definidas en los líderes elegidos que en los
"nombrados". Su interpretación es la siguiente: el líder elegido se siente probablemente más
respaldado, y por eso es capaz de adoptar conductas más drásticas e incluso autoritarias. El
líder nombrado parte de una inseguridad de base, sobre si tendrá o no respaldo del grupo, y
tiende a limitarse a un papel de simple coordinador.
Resumen: Podemos resumir así los aspectos más esenciales de lo dicho hasta ahora
sobre el liderazgo:
C. Esto lleva consigo el que surjan roles diferentes. Cuáles sean esos roles vendrá
determinado por la tarea del grupo, por su tamaño, y por otras variables propias de la
situación.
D. El que un individuo se haga cargo de determinado rol viene dado por sus
atributos personales (sus "rasgos"), por sus aptitudes para el mismo y por su historia de
intercambios con los demás miembros del grupo.
Bibliografía.