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Lucrecio argumenta que la sociedad y el derecho surgieron de forma contractual. Explica que en los orígenes de la humanidad no había organización social ni jurídica, sino individuos viviendo en un "estado de naturaleza". Los hombres establecieron luego la sociedad y las leyes mediante pactos voluntarios para poner fin a la violencia y vivir pacíficamente. Por lo tanto, el derecho nace de un pacto común destinado a asegurar la paz entre los seres humanos.
Lucrecio argumenta que la sociedad y el derecho surgieron de forma contractual. Explica que en los orígenes de la humanidad no había organización social ni jurídica, sino individuos viviendo en un "estado de naturaleza". Los hombres establecieron luego la sociedad y las leyes mediante pactos voluntarios para poner fin a la violencia y vivir pacíficamente. Por lo tanto, el derecho nace de un pacto común destinado a asegurar la paz entre los seres humanos.
Lucrecio argumenta que la sociedad y el derecho surgieron de forma contractual. Explica que en los orígenes de la humanidad no había organización social ni jurídica, sino individuos viviendo en un "estado de naturaleza". Los hombres establecieron luego la sociedad y las leyes mediante pactos voluntarios para poner fin a la violencia y vivir pacíficamente. Por lo tanto, el derecho nace de un pacto común destinado a asegurar la paz entre los seres humanos.
La doctrina epicúrea no influyo sensiblemente en la filosofía romana. Cuando la
resistencia a la difusión de la filosofía griega se hizo menor, el epicureísmo fue, de todas las corrientes, la que alcanzo menos fortuna. A consecuencia de todo esto, en manos de sus simpatizantes, como Horacio, fue transformado a un hedonismo del tipo de los cirenaicos, y su moral. Por otro lado, Epicuro afirma la esencia utilitaria y el fundamento contractual de la justicia, aunque, al menos en los fragmentos de sus escritos que han llegado hasta nosotros, no habla de un origen convencional de la sociedad y las leyes positivas. En Lucrecio, en cambio, la tesis del origen y, por tanto, del fundamento contractual, tanto de la sociedad como del Derecho, está explícitamente afirmada y ampliamente ilustrada. Es Lucrecio quien por primera vez configura con precisión lo que se conocerá con el nombre de estado de naturaleza, distinguiéndolo de un sucesivo estado de sociedad: en los orígenes de la Humanidad no hay, no ya una organización jurídica y política, sino ni siquiera convivencia social. Nacida de esta forma, la sociedad, como consecuencia de un pacto voluntariamente estipulado por los hombres, del mismo modo contractualista tienen su origen las leyes. Tras la experiencia del poder del más fuerte, y del desorden seguido a su expulsión, los hombres advirtieron la necesidad de una organización jurídica e instituyeron magistraturas y establecieron principios jurídicos para poderse valer de leyes. El género humano, cansado de vivir en la violencia, atormentado por las enemistades, se sometió por propia voluntad al Derecho; y a la violencia y a la ofensa se les puso el freno de los pactos, por medio de los cuales todos se obligaron a vivir pacíficamente. En conclusión, el Derecho nace, por consiguiente, como un pacto común destinado a asegurar la paz entre los hombres.