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UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA

RUPAP
INGENIERIA INDUSTRIAL

ASIGNACION DE ECONOMIA

DOCENTE:
 Dr. Hugo Granados

ALUMNOS:
 Ashley Giselle Espinoza Useda

 Deniss Marcela Silva Ruiz

 Hamilton Lenin Meynard Lejarza

06/12/2022
Situación económica de Nicaragua entre los años 90 y 2010.
En 1990 se consolidó la paz en Nicaragua y se inició la reincorporación paulatina a las
actividades productivas de gran parte de la población que intervino en el conflicto armado.
Como parte de ese proceso se realizaron elecciones que llevaron a un cambio de
gobierno. Durante 1990 siguieron pesando sobre la economía nacional obstáculos
estructurales como inseguridad en la tenencia de la tierra que inhibió la inversión en la
agricultura, falta de financiamiento externo adecuado, sobreendeudamiento y
obsolescencia de la planta productiva. En ese entorno adverso, el producto interno bruto
se contrajo una vez más (-4.4%) El nuevo gobierno se fijó como objetivo bajar
drásticamente la inflación apoyándose, entre otras medidas, en la reducción del gasto
público mediante la contracción del aparato estatal, la disminución de subsidios y la
privatización de empresas. Este conjunto de medidas apuntaba a eliminar las causas
fundamentales del abultado gasto público de los últimos años, en el cual tuvieron gran
importancia las erogaciones por concepto bélico. Las nietas propuestas no pudieron
cumplirse. Las dificultades para recortar el gasto corriente del gobierno central
procedieron básicamente del enfrentamiento político entre la nueva administración y los
sindicatos de empleados públicos. No obstante, si bien no disminuyeron los puestos de
trabajo, bajó en 70% el número de efectivos militares. Además, los empleados civiles
obtuvieron importantes mejoras salariales en el segundo trimestre del año.
A partir del mes de septiembre se inició un proceso de concertación nacional en el que
participaron diferentes grupos laborales y patronales, así como las autoridades
gubernamentales. En 1990, la difícil situación financiera externa se vio agravada al
coincidir una baja de los precios internacionales del café con un alza pronunciada de las
compras de hidrocarburos. Se presentó además en el país una situación muy particular.
Mientras que, durante la pasada administración, el petróleo se adquiría a precios menores
a los internacionales, el alza de 1990 coincidió con la cesación de ese abastecimiento
preferencial y la adquisición del energético en el mercado libre. Con el propósito de
estabilizar la economía, se emitió una moneda nueva, el córdoba oro, equivalente al dólar
estadounidense, con el objetivo de frenar la inflación provocada por los agentes
económicos en tomo al anterior signo monetario.
El retroceso de la actividad económica en Nicaragua durante 1993 (-0.9 %) se explica en
buena medida por la merma de los recursos externos. Los desembolsos efectivos de
préstamos y donaciones totalizaron 383 millones de dólares, 127 de los cuales aportaron
divisas líquidas y el resto recursos atados de diferentes maneras a proyectos específicos,
según datos preliminares del Ministerio de Cooperación Externa. El servicio efectivo de la
deuda ascendió, entre tanto, a 194 millones de dólares. En 1992 la situación había sido
bastante más favorable, con desembolsos líquidos por un monto de 477 millones de
dólares, y un servicio efectivo de la deuda de 170 millones de dólares. Una variedad de
factores concluyó en la disminución de los recursos externos disponibles en 1993. Se
terminó el acuerdo stand by con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en marzo de
1993. También se suspendió de manera parcial la ayuda estadounidense, y se not6una
tendencia general en países y organizaciones donantes de ofrecer proporcionalmente
más recursos atados que líquidos de desembolso rápido. Además, se redujo el nivel de
ejecución de los proyectos aprobados, lo cual afectó el ritmo de desembolso de los
préstamos comprometidos. El mantenimiento de la estabilidad de los precios internos y el
tipo de cambio real se logró merced a una política fiscal y monetaria restrictiva.
Al no practicarse un ajuste mediante el tipo de cambio, se experimentó una severa
contracción del consumo, tanto público como privado. Los sectores más perjudicados
fueron los de la industria manufacturera (-1.5%), comercio, restaurantes y hoteles (-2.9) y
de los servicios de transporte y comunicación (-4.4%). Decrecieron las importaciones (-12
%) con respecto al nivel récord registrado en el año anterior. La fuerte expansión de las
exportaciones (17.4 %) no alcanzó una magnitud absoluta tal como para contrarrestar
completamente la caída de la demanda interna. Con todo, se tuvo que recurrir a las
reservas internacionales, cuya disminución se ubicó en 100 millones de dólares. Un
segundo factor vinculado con el magro desempeño de la economía nicaragüense se
encuentra en la delicada situación planteada por los alzamientos violentos registrados
durante el año, la inestabilidad laboral por las frecuentes huelgas, y el clima político
general, que incidió sobre la evolución normal de la vida civil e institucional.
La entrada en una economía de mercado marca la década de los 90 con políticas de
estabilización para corregir los desequilibrios macroeconómicos que generaron una senda
de crecimiento, la tasa promedio fue del 3,0% del PIB anual y 6,59% en PIB per-cápita.
El producto interior bruto de Nicaragua en 2000 ha crecido un 4,1% respecto a 1999. Se trata de
una tasa 29 décimas menor que la de dicho año, cuando fue del 7%. En 2000 la cifra del PIB fue de
5.529 M€ , con lo que Nicaragua es la economía número 122 en el ranking de los 195 países de los
que publicamos el PIB.
El producto interior bruto de Nicaragua en 2010 ha crecido un 4,4% respecto a 2009. Se trata de
una tasa 77 décimas mayor que la de 2009, que fue del -3,3%. En 2010 la cifra del PIB fue de 6.602
M€ , con lo que Nicaragua es la economía número 142 en el ranking de los 196 países de los que
publicamos el PIB.
INFLACION EN NICARAGUA (1990-2010)

La inflación ha sido y sigue siendo un tema de estudio importante. Actualmente


existe un consenso de que la inflación alta es “mala”, y que introduce importantes
distorsiones en la economía. Barro (1997) utilizando datos de 100 países durante
las últimas tres décadas, estima que un incremento de 10 puntos porcentuales en
la tasa de inflación está asociado con 0.3 a 0.4 puntos porcentuales de caída en la
tasa anual del crecimiento del PIB per cápita.
Aunque los costos asociados a mayores niveles de inflación pueden ser
importantes, muchos economistas creen que son más importantes los costos
asociados a la incertidumbre sobre los niveles futuros de inflación.

Dado el comportamiento tan disímil de la inflación en Nicaragua, la cual ha


exhibido periodos prolongados de alta y baja inflación, y la importancia de un
conocimiento profundo sobre la evolución de la inflación para la conducción de la
política monetaria, el objetivo de este trabajo es examinar las hipótesis antes
expuestas, usando un modelo ARCH generalizado exponencial (EGARCH) para
modelar la relación entre inflación e incertidumbre inflacionaria.

Periodo 1985:07-1992:06: Los desequilibrios macroeconómicos producto de la


política aplicada, principalmente una gran expansión del crédito y de la oferta
monetaria, condujeron a un proceso hiperinflacionario, en el cual se llegó a tasas
de inflación de 681.6% y 911.22% en 1986 y 1987, respectivamente. El tipo de
cambio oficial se unificó en 1987 a C$1050 por US$1, pero, en el mercado
paralelo libre, se produjeron siete devaluaciones en 1986; en diciembre, la relación
era C$2200 por US$1; doce meses más tarde de C$20000 por US$1. A pesar de
todo, la moneda seguía sobrevaluada, por lo cual su cotización en el mercado
negro era de C$50000 por US$1, en diciembre de 1987. Además, se siguió con la
política de controles de precios, lo que contribuyó aún más a los desequilibrios. En
1988 se llevó a cabo una política de ajuste que pretendía corregir los grandes
desequilibrios macroeconómicos y corregir las distorsiones en el sistema de
precios. En febrero se creó el córdoba nuevo, equivalente a mil córdobas viejos
con una nueva tasa de cambio de C$10 por US$1. Otras medidas fueron:
reajustes de precios de los
productos; reducción de los montos de crédito financiables; fijación de tasas de
interés variables; aumento de los impuestos indirectos; reducción de los subsidios
a los servicios públicos y reducción del aparato administrativo del gobierno, entre
otras. La inflación en doce meses en 1988 fue de 14315.78% y el tipo de cambio
oficial alcanzó en diciembre el C$920 por US$1.
En 1989 se siguió con las políticas de ajustes, acentuándose el ajuste fiscal y se
habló de una apertura al sector empresarial. No obstante, los resultados
económicos de 1989 fueron negativos: la inflación fue de 4708% y el tipo de
cambio oficial pasó a C$38150 por US$1.

 En 1990 se planteó un programa de estabilización para abatir la hiperinflación y


otro de ajuste estructural, para impulsar el crecimiento de la economía nacional.
Se introdujo el córdoba oro con un tipo de cambio de C$1 por US$1 con libre

convertibilidad. La inflación fue de 7485.24% y el tipo de cambio del córdoba


nuevo fue de C$3000000 por US$1.
En marzo de 1991 se fija paridad la C$5 por US$1 del córdoba oro, y se desplaza
el córdoba nuevo, se libera la banca y la tasa de interés. Además, se profundiza el
proceso de intermediación financiera y se conforma y profundiza en marzo un
Programa de Estabilización Económica y Ajuste Estructural. La inflación fue de
2945% y se mantuvo la paridad cambiaria de C$5.00 por US$1.00. En 1992 la
economía empieza a estabilizarse, presentando una tasa de inflación de 23.67%.
En julio de este año, fue aprobada la nueva Ley Orgánica del Banco Central, la
cual le daba más autonomía, y se aprobó una ley monetaria que reforzó el
desarrollo legal y jurídico de la privatización de la banca.
Durante todo este periodo el promedio de la inflación en doce meses fue de
5800% con una desviación estándar de 7691%.

Periodo 1992:07-2006:04: En este periodo el Banco Central lleva a cabo una


política monetaria sana, basada en una acumulación razonable de reservas
internacionales para sostener el régimen cambiario y reducir la inflación. Además,
se hacen esfuerzos considerables en reducir el déficit público y reorientar la
economía a una de libre mercado.
En enero de 1993 se devalúa la moneda en 20%, y se diseña una política
cambiaria de deslizamiento diario (crawling peg), que acumularía un 5% adicional
de deslizamiento en el resto del año. En 1994 la tasa de devaluación acumulada
aumenta a 12%. En 1995 el Banco Central de Nicaragua introduce las
operaciones de mercado abierto en moneda nacional y se redefine el papel del
banco central como prestamista de última instancia. Entre 1996 y 1998 se reduce
el déficit fiscal y se mantiene la tasa de devaluación de 12%.

Luego, con el propósito de reducir la tasa de inflación se redujo la tasa de


deslizamiento, lo cual se hizo en dos momentos. La primera reducción se produjo
en julio pasando la tasa de deslizamiento de 12% a 9%. La segunda se produjo en
noviembre, pasando la tasa de deslizamiento a 6%. Las condiciones que
propiciaron esta reducción en la tasa de deslizamiento, fueron los cambios
estructurales que imprimieron un mayor dinamismo a la economía y por la
indexación de los precios al tipo de cambio nominal.

Entre 2000 y 2001 se dan quiebras de bancos importantes del sistema financiero,
no obstante, el Banco Central funge como prestamista de última instancia
logrando mantener la estabilidad cambiaria. En 2004 la tasa de devaluación se
redujo a 5%, siempre con el propósito fundamental de reducir la inflación.
La tasa promedio de inflación en doce meses fue de 11.6% con una desviación
estándar de 13.2%.
Caracterización de la inflación
Nicaragua mantiene un régimen cambiario de minidevaluaciones preanunciadas
(crawling peg), el cual, de acuerdo a los informes anuales del BCN, funge como el
ancla nominal de los precios de la economía. Adicionalmente, el grado de apertura
comercial (en especial referida al requerimiento de insumos extranjeros para la
producción doméstica y el consumo) y la existencia de mecanismos de indexación
con respecto al dólar estadounidense1/, implican que los fundamentos de mediano
plazo de la inflación se sitúan en torno a 7 por ciento, nivel que proviene de la tasa
de devaluación anual (5%) y la inflación de mediano plazo de los principales
socios comerciales (2%)2/.

la inflación en nicaragua fue solo superada por Venezuela, el país con la tasa más
alta de inflación de América Latina. Este año el FMI, con datos de 2007, estima
que Nicaragua será el país con más alta inflación de América Latina, esta vez
solamente por debajo de Bolivia y también de Venezuela, el cual por tercer año
consecutivo tiene ese no muy honroso lugar.
Población Económicamente Activa.

La población económicamente activa, también denominada “fuerza de trabajo”,


corresponde a la cantidad de personas que se encuentra en la etapa de la vida
laborable o productiva. En este grupo se incluyen las personas que tienen
ocupación y las que no, pero la están buscando.

Es la parte de la población capaz de aportar bienes o servicios al mercado porque


cumple con determinadas variables como rango de edad, nivel de instrucción,
experiencia laboral, entre otras. Está conformada por dos grandes grupos:

Población ocupada. Aquella que tiene un trabajo.

Población desocupada. Es la parte de la población que no tiene empleo, pero se


encuentra en la búsqueda activa. También se denomina “desocupación abierta”.
No debe confundirse con la población económicamente inactiva.

Durante el período 2000-2004, la


población económicamente
activa del país presentó un
crecimiento promedio de anual
de 2.4 por ciento, de noviembre
2003 a noviembre 2004, se
presentó un incremento de 1.6
por ciento, ocasionado
principalmente por un mayor
dinamismo de crecimiento de la
PEA urbana 2.6 por ciento vs. la
PEA rural 0.2 por ciento.
En la PEA los grupos de edades
que presentaron mayor
crecimiento fueron los ubicados
en los rangos de 20-24 y 25-29
años. En el período 2004 vs
2003, estos grupos crecieron 1.8
veces el promedio anual
alcanzado en el lapso 2000-
2003, lo que implica una mejoría en la incorporación de la fuerza laboral joven al
mercado de trabajo.

Ocupados
La población ocupada durante el periodo 2000- 2003, creció a una tasa promedio
anual de 1.9 por ciento, de noviembre 2003 a noviembre 2004, se registró un
incremento de 2.9 por ciento acorde con el crecimiento del Índice Mensual de
Actividad Económica (IMAE), durante ese lapso de tiempo de 5.1 por ciento.
Durante el período 2000-2003, se generó un total de 107.4 miles nuevos empleos
equivalentes a un promedio anual de 35.8 miles nuevos puestos de trabajo. De
Noviembre 2003 a Noviembre 2004, se crearon un total de 56.2 miles nuevos
empleos equivalente a 1.6 veces el promedio anual generado durante el período
2000-2003, resultado de diversos factores que han estimulado la producción y las
exportaciones, como la aprobación de importantes leyes, especialmente aquellas
que permitieron al país acceder a la iniciativa para países pobres altamente
endeudados; las exitosas negociaciones del tratado de libre comercio entre
Centroamérica y los Estados Unidos; la elaboración de un Plan Nacional de
Desarrollo y la aprobación de la Ley de equidad Fiscal, eventos que han
contribuido a fortalecer la imagen del país y a mejorar su crecimiento económico.

El sector informal continúa siendo igualmente una importante fuente de generación


de empleos, más del 60 por ciento de los ocupados están ubicados en el sector
informal de la economía, creándose de noviembre 2000 a noviembre 2003 un total
de 128.3 miles nuevos empleos en este sector, tendencia que se revierte a
Noviembre 2004, al registrarse una contracción en la generación con respecto a
Noviembre 2003 de 25.0 miles empleos, lo cual nos indica una mejoría en la
recomposición de la fuerza laboral en base a la segmentación del mercado al
incrementarse los empleados del sector formal en este período.

En lo que respecta a los ocupados por actividades económicas, se observa que


los resultados de la encuesta de empleo a noviembre 2004, revelan que los
ocupados masculinos predominan en casi todas las ramas de actividades
económicas, exceptuando las actividades de “Comercio, Restaurantes y Hoteles”,
y “Servicios Comunales, Sociales y Personales”. Debe señalarse que durante el
período noviembre 2003 - noviembre 2004, los ocupados masculinos crecieron 5.2
por ciento, mientras que las ocupados femeninas disminuyeron su crecimiento en
0.6 por ciento. Así mismo las ocupadas femenina han reducido su participación
relativa con respecto al total de ocupados en 1.3 puntos porcentuales, al pasar de
38.5 por ciento del total de ocupados a noviembre 2003 a 37.2 por ciento a
noviembre 2004.

Durante el período 2000-2003 la tasa de ocupados plenos disminuyó su


participación en 5.6 puntos porcentuales, no obstante, de noviembre 2003 a
noviembre 2004, se presentó una notable mejoría al incrementarse la tasa de
ocupados plenos en 8.7 puntos porcentuales, lo cual nos indica una situación muy
positiva, al reducirse el número de subempleados que poseen baja productividad,
reducido niveles de ingresos y además carentes de protección de seguridad
social.
La tendencia observada durante el período 2000-2004, nos revela que las ramas
de actividad económica, que mayormente absorbieron ocupados plenos fueron:
“Establecimientos Financieros y Seguros”, “Electricidad, Gas y Agua”, con
participaciones relativas con respecto a los ocupados totales mayores del 76.0 por
ciento.

Ocupados en el Sector Formal e Informal.


En los países en vías de desarrollo el sector informal, representa una importante
fuente de generación de empleos ante las pocas oportunidades de empleo que
ofrece el sector formal de la economía, que obliga a las personas a buscar sus
propios medios de sobrevivencia, generándose ellos mismos sus propias
oportunidades de empleos, con reducidos niveles de ingresos, carente del amparo
de la seguridad social y de las leyes laborales y con muy pocas oportunidades de
insertarse al sector formal, por las limitaciones de nivel educativo y calificaciones
que poseen, que no corresponde a la demanda, que exige el sector formal de la
economía.

Los resultados de la encuesta de empleo noviembre 2004, revelan que el 62.9 por
ciento de los ocupados totales del país, están ubicados en el sector informal,
alcanzándose el mismo valor de la encuesta de empleo realizada en el año 2000,
lo que nos indica que durante el período noviembre 2000 a noviembre 2004 no se
ha logrado reducir la tasa de empleo del sector informal.

La evolución por segmentación del mercado y por sexo en el período (2000-2004),


los ocupados masculino ubicados en el sector formal representan más del 63.0 por
ciento de los ocupados totales en este sector y en el informal, arriba del 60.0 por
ciento; no obstante las ocupadas femenina, presentan un incremento de 2.4
puntos porcentuales en su participación relativa en el sector formal en ese lapso
de tiempo (2000-2004), lo que nos revela una mejoría de la calidad del empleo de
las ocupadas del sexo femenino.

En todas las encuestas de empleo a nivel nacional realizadas durante el período


2000-2004, Nicaragua se caracteriza por una segmentación del mercado
mayoritariamente informal, en casi todas las ramas de actividad económica,
exceptuando “Electricidad, gas y agua”, “Establecimientos Financieros y Seguros”,
“Minas y Canteras” y “Servicios Comunales, Sociales y Personales” donde el
sector formal es predominante.

Ocupados por
ramas de
actividad
económica
clasificados en
plenos,
subempleados
(visibles e
invisibles) y
ocupados a
tiempo parcial
voluntariamente.
Desempleados.
En noviembre 2004 disminuyó la tasa de desempleo en 1.2 puntos porcentuales,
con respecto a noviembre 2003, acorde con el crecimiento del IMAE que aumentó
5.1 por ciento en este período (IMAE Nov-04 vs. IMAE Nov-03) y el crecimiento de
la economía, medida a través del PIB real, que se incrementó 5.1 por ciento en el
año 2004 con relación al año anterior.
En lo que respecta a la evolución de la tasa de desempleo por sexo, durante el
periodo 2000-2004, la correspondiente al sexo femenino supera a la de los
hombres, que se incrementó de Noviembre 2000 a Noviembre 2004, en 1.0
porcentuales, mayor a la experimentada por los desempleados masculinos, que se
incrementó en 0.4 puntos porcentuales en ese lapso de tiempo, a pesar de los
mayores niveles de educación, que han venido alcanzando la población femenina,
que le permite tener mayores oportunidades de acceso a las oportunidades de
empleo, ofertada por las distintas actividades económicas.

En cuanto al número de desempleados por grupos de edades, el mayor número


de desempleados, en las tres encuestas de empleo, se concentra en los grupos de
edades de 20-24 y de 30-49.
La generación de empleos de calidad deberá ser una acción priorizada de las
políticas de los Gobiernos, para lo cual deberá existir un marco de regulación de la
actividad laboral y de la relación de trabajo, donde se garanticen los derechos
fundamentales de los trabajadores y empleadores. La generación de trabajos de
calidad significa que los ocupados deberán de disfrutar de adecuados niveles de
protección frente a los accidentes, enfermedades, y durante la vejez, así como
también poder participar en procesos de dialogo social a nivel macroeconómico
(Empresa), meso económico (ámbitos locales) y macroeconómico (país).

La generación de empleos de calidad, es un proceso de mediano y largo plazo y


dependerá de una política económica, que deberá situar el empleo con calidad,
como un objetivo central de la misma y no limitarse únicamente a garantizar la
estabilidad de precios, deberán combinarse políticas macro-meso y
microeconómicas, además de políticas activas de empleo y de gasto social
focalizado.

Existe una relación muy estrecha entre el tipo de empleo generado y la evolución
de la pobreza, en países subdesarrollados la pobreza, se mantiene a niveles altos
resultado de niveles bajos de empleo de calidad, los empleos generados
generalmente son de baja calidad, en términos de productividad laboral, ingresos,
estabilidad laboral y protección social, lo que impide salir de las líneas de pobreza.
El trabajo digno es el mejor medio para escapar de la pobreza, pero para alcanzar
este objetivo, deben diseñarse propuestas de políticas públicas, orientadas a la
generación de trabajos decente. Bajo este marco de acción el Gobierno de la
República de Nicaragua, con el apoyo de la OIT, elaboró una propuesta para
discusión, con el apoyo de estudios elaborados por consultores nacionales y
extranjeros “Políticas para el fomento del empleo y el trabajo decente”, que
plantea un conjunto de políticas orientadas a lograr la eficiencia del mercado
laboral y las condiciones de trabajo decente, en los temas de salarios mínimos,
seguridad social, salud y seguridad en el trabajo, migraciones laborales y
aprovechamiento productivo de las remesas, focalización del gasto social para el
combate a la pobreza, cumplimiento efectivo de los principios y derechos
fundamentales en el trabajo y fortalecimiento del dialogo social.

En el Plan Nacional de Desarrollo elaborado por el Gobierno de la República, en lo


que respecta a las políticas para mejorar el marco Institucional y legal del mercado
de trabajo, se señala implementar una política general de salarios que mejore las
condiciones de vida de los trabajadores y sus familias, una política de salario
mínimo que considere las necesidades mínimas de vida de las familias
nicaragüenses y los factores de productividad y competitividad de la economía y
políticas de seguridad social y de seguridad y salud ocupacional, todas orientadas
a mejorar la calidad del empleo.

Número de desempleados por grupo de edades

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