Universidad Central de Venezuela

Facultad de Ciencias Económicas y Sociales

Escuela de Antropología
Departamento de Antropología Social y Etnología
Antropología Social I
“LA REIVENCIÓN DE LA FAMILIA”
Henry J. Alcalá C.

La familia, en tiempos pasados representaba una especie de ideal al que cada

relación debía llegar, pues si tenias una familia eras aceptado o bien visto, y todo
aquel que fuera o pensara diferente, evidentemente, no estaba bien, era
rechazado o visto como una especie de mal para la sociedad.

Sin embargo a lo largo del tiempo, este ideal de familia ha sido desplazado, ha
adoptado diversas y nuevas formas o posiciones dentro de la estructura social. La
familia que conocemos como tradicional ha tenido una importancia que no ha
perdido del todo pero ha presentado un rompimiento paulatino de “las estructuras
tradicionales”. (Beck-Gernsheim, 2003).

Estas transformaciones, se deben en primera instancia a las nuevas formas de

relacionarse que han adquirido los individuos es decir, ahora en la sociedades del
mundo tenemos madres solteras que en épocas pasadas eran vistas como
abandonadas por sus parejas (Beck-Gernsheim, 2003), hay parejas
homoparentales, que si bien, ya existían a lo largo de la historia no eran aceptadas
porque no cumplían con el ideal de familia tradicional, y otras tantas como
relaciones estables en las que los individuos deciden seguir manteniendo sus
hogares y no formar uno juntos, y sin olvidar mencionar el papel que ha tenido la
tecnología y que cada vez va adquiriendo mas auge con la reproducción asistida,
la cual a través de varios métodos ha ido implementando otras formas de
procreación en la que no necesitamos de un patrón de familia como el que se
venía reproduciendo sino una decisión individual en la que quieras optar por tener
descendencia.
 Todas estas relaciones personalmente creo que siempre han existido, solo se
mantenían solapadas o subyugadas bajo el sistema de familia tradicional.
Además, de que viven bajo la sombra de las "categorías."

En segunda instancia, la llamada igualdad de género, que se consolidó en la

segunda mitad del siglo XX. La mujer logró una individualización, logro
profesionalizarse lo que repercutió en que tuviera nuevas formas de empleo, y si
bien un mujer madre y esposa podía seguir cumpliendo estos roles sin dejar de
trabajar, todo esto dio paso a una reelaboración de la división del trabajo, y
permitió que la mujer tuviera pleno dominio de su sexualidad.

Estos cambios repercutieron, y aún lo hacen, en la institución del matrimonio. El

quiebre de algunos tabúes con respecto a la visión burguesa de lo que es la
familia, ha generado que hasta las políticas en muchas naciones, se acoplen a los
nuevos paradigmas sociales. Uno de ellos, la posibilidad de casamiento de parejas
del mismo sexo; una prohibición que se enfrenta con la sociedad.

Así, la abstracción del concepto de familia se complejiza, mostrando variedades

proporcionales a las relaciones humanas. Si se hace plural (familias) o si se habla
de “formas de convivencia”, escasamente exploran lo hondo del tema. La ley entra
en acción al permitir o no el establecimiento de algunas maneras de relacionarse,
al descubrir lo fuertemente arraigado de la “burguesa” concepción de familia.
Como también, de asegurar la ley asegura la estabilidad de las diversas formas de
convivencia y las institucionaliza.

De esta manera, para Beck-Gernsheim, las preguntas sobre que es la familia y

cuáles son los límites de la misma, son de gran importancia para esclarecer las
complejas ideas que se presentan. Sin embargo, lo tradicional se acentúa sobre
las variables que nos presenta la historia, y como en la sociedad subyacen
“contradicciones” muy marcadas.

Para la autora, la familia persistirá, ya sin eufemismos, ni términos

desbalanceados que no logran reunir las características de los fenómenos que se
presentan en la sociedad.
Los límites de los individuos

A través de los tiempos, muchas de las culturas han sobrevivido a

clasificaciones que se ajustan de manera negativa al evaluar a ese "otro". En
parte, eso se lo debemos a la relación dominante-dominado, la cual no se escapa
de la malinterpretación cultural que se produjo en la historia. La mirada
etnocentrista de la colonización, dividió entre “civilizados” y “salvajes”, imponiendo
la visión de mundo del dominante al dominado. Y con ello, se acentúan los juicios
de valor y los estigmas sociales.

Entonces, ¿Qué significa ser “negro”, "indígena”, "judío", "blanco"? ¿Son meros
elementos que han sido creados para segregar y no como un distintivo cultural?

Sobrevivir a los prejuicios, los cuales se convierten en marcas indelebles, muy

difíciles de borrar. Debido a estas categorías, la condición de un sujeto, puede
marcar su realidad, sufriendo estigmas que pueden ser legitimizados por el
Estado.

En la Alemania Nazi, ser “judío” representaba el enemigo del plan ideal del
Estado. Todo lo que no entraba en lo "ario", era vulnerable y las leyes lo
respaldaban.

Los Nazis tenían el poder para realizar el saneamiento étnico que tanto
pregonaban para fundar una sociedad "pura". Con ello, la validación de las
personas que están dentro de una determinada sociedad y los que no, afectó en la
libertad de unión entre las distintas etnias. El color y la condición se anteponían a
los derechos civiles.

Otro ejemplo de cómo el Estado pude legitimizar la violación de los derechos

humanos, fue lo segregación racial o "Apartheid" realizada en Suráfrica durante
más de cuarenta años.
La bandera de la multiculturalidad, pluriculturalidad y tantos otros conceptos, los
cuales han coexistido desde que el hombre es hombre, han sufrido grandes
contradicciones: pertenecemos a una especie, pero tenemos diferencias de índole
cultural. Esas diferencias nos separan, y lo que no entendemos, tendemos a
clasificarlo, otorgándole en algunos casos, sentidos peyorativos. Comenzaremos a
entender esas diferencias, cuando las podamos aceptar y no intentemos dominar
a ese "otro".

Bibliografía

Beck-Gernsheim, E. (2003). La reinvención de la familia. Barcelona: Paidós.