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Economía global
Más oportunidades educativas y laborales
Control sobre el embarazo y reproducción humana
Movimiento feminista
Cuestionamiento a la heterosexualidad como norma
Experimentación con la sexualidad y el amor sin límites
institucionales
En la actualidad hay una diversidad creciente de estilos de vida y de estructuras de hogares
con el debilitamiento del proceso de socialización a través del cual la familia tradicional trasmitía las
normas y pautas culturales a las nuevas generaciones. La crisis de la familia occidental se debe al
hecho de que no existe ya una única norma ni un concepto univoco referido a la familia sino que
nos encontramos en una sociedad en la coexiste una pluralidad de valores, de normas e ideales
contradictorios y cambiantes acerca de la familia. La consecuencia más evidente de la crisis de la
familia patriarcal es el descenso de las tasas de fecundidad sobre todo en los países más
desarrollados.
El divorcio vincular
En el mundo occidental hay un incremento de la ruptura matrimonial por divorcio,
separación o deserción. Modificaciones legales respecto a la igualdad entre los cónyuges y la patria
potestad.
En Argentina ya en 1880, había leyes que regulaban la celebración del matrimonio en el
Registro Civil, autorizando a quienes lo deseaban, la celebración de un matrimonio religioso,
después del civil. Sin embargo, dicha ley sostenía la autoridad del padre como único jefe de familia,
la subordinación de la mujer y los hijos, y la indisolubilidad del matrimonio. Un divorcio podía ser
aceptado por el juez si alguno había cometido adulterio o abandona el hogar, o crueldad grave. ¨No
podían contraer otro matrimonio.
En 1949 con Perón, aunque se mantuvo la indisolubilidad del vínculo matrimonial, se
estableció la igual jurídica entre los cónyuges, la protección de la familia por el estado. En 1954 se
estableció el divorcio vincular en argentina pero con el golpe militar se abolió. Después de treinta
años Alfonsín volvió a establecer el divorcio vincular.
Se temía que la ley diera lugar a que sean comunes los divorcios y se debilite la familia. Hoy
no se puede hablar de matrimonio o familia sin mencionar el fenómeno del divorcio. Los casos de
segundo o tercer matrimonio son muy frecuentes. Lo que atenta contra el matrimonio no es la ley
de divorcio, son el cambio de valores que experimenta la sociedad del siglo XXI.
Divorcio y nulidad matrimonial.
El cristianismo impuso la indisolubilidad del sacramento del matrimonio. La primera crisis
de la familia cristiana la produjo la Reforma Protestante con Lutero, quien rechazo el carácter
sacramental del matrimonio. Lutero mantuvo la indisolubilidad del matrimonio excepto cuando
podía demostrarse causas graves como adulterio o violencia. En estos casos el Estado otorgaba el
divorcio pero no la Iglesia., y solo parte inocente podía volver a casarse.
La sentencia de nulidad matrimonial es la declaración oficial por parte de la autoridad, de
que debido a ciertos impedimentos previos o concomitantes al acto de contraer matrimonio, dicho
matrimonio fue nulo o invalido desde su inicio. La declaración de nulidad no es un divorcio, sino un
reconocimiento oficial por parte de la autoridad competente de que debido a determinados
impedimentos previstos en la ley, ese matrimonio nunca existió.
La cohabitación
La convivencia de una pareja heterosexual sin estar casados es otro indicador de la crisis del
matrimonio en la sociedad actual. Según estadísticas, en la mayoría de los casos de parejas
convivientes se terminan casando, sobre todo si tienen hijos (EEUU). En Argentina es muy frecuente.
Hijos extramatrimoniales
Cada vez más argentinos eligen la convivencia y deciden ser padres sin contraer nupcias. Las
generaciones jóvenes optan por la cohabitación, no ya como forma de noviazgo previo al
matrimonio, como sucedía a fines del S XX, sino como forma de vida. El número de hijos
extramatrimoniales va en aumento. Son comunes los nacimientos de madres adolescentes, y puede
llevar a la muerte de la madre (embarazos no buscados).
El trabajo femenino
En los tiempos medievales, las familias eran instituciones extensas e incluían a abuelos, tías,
tíos, primos, todos los cuales acostumbraban a vivir juntos o en las cercanías. No existía la idea de
infancia, los niños eran vistos como pequeños adultos y eran valorados por su contribución
económica a la familia extensa. Con el tiempo la familia se fue modificando y adaptándose a una
nueva realidad. Afectando en primer lugar a la autoridad patriarcal, la expansión de la escolaridad
(primero varones) y a medida que fueron incorporando nuevos saberes y nuevas relaciones sociales
más allá de la familia.
La introducción de la educación formal fue uno de los aspectos que más contribuyeron a
transformar las relaciones familiares. Las escuelas que antes eran solo para clérigos ahora eran para
todos, los niños eran reconocidos como niños. Los padres asumían la nueva responsabilidad de
educar a sus hijos y cuidar de su desarrollo; “la familia se centraba en el niño”.
Solo a partir del S XVII le aseguraban un ámbito privado a los esposos. Antes era común ser
vistos por sus familiares o amigos. Las relaciones se convirtieron cada vez más en un acto privado.
El marido dejaba el hogar para trasladarse a su lugar de trabajo durante la mayor parte del
día, mientras la mujer quedaba a cargo de la casa y de los niños. Se adjudicó a la mujer la
responsabilidad total del cuidado de los niños.
Después de la segunda guerra mundial, la familia occidental experimento otra gran
transformación producida por la irrupción de la mujer en el mercado laboral.
En la Argentina desde 1930 se comenzó a notar una “feminización de la fuerza del trabajo”.
Esto también dio lugar a nuevas crisis en la familia: postergación del matrimonio o maternidad,
búsqueda del desarrollo y éxito profesional manteniéndose célibes, o teniendo una pareja con cama
afuera.
Sexo y género
El sexo es la diferencia física y constitutiva del hombre y de la mujer. Genero alude a las
diferencias psicológicas, sociales y culturales entre los hombres y las mujeres. El género de una
persona ha cambiado a lo largo de la historia y aun son diferentes en el mismo momento en grupos
distintos.
Envejecimiento de la población
Existe un fenómeno de baja natalidad. Por ejemplo en Europa, el continente está
envejeciendo porque hay más muertes que nacimientos. En américa latina, han disminuido los
nacimientos y ha aumentado la expectativa de vida.
En Buenos Aires y en otras provincias promueven la esterilización quirúrgica como método
anticonceptivo en lugar de promover una buena educación sexual impartida por expertos.
Solos y solas: hogares unipersonales
Tendencia creciente de personas de ambos sexos que deciden vivir solas. Vivir solo como
un estilo de vida, lo cual no significa que no tengan pareja.
La crisis de la familia occidental en las últimas décadas se explica a través del alto porcentaje
de divorcios y de una fuerte disminución de matrimonios. La familia no desaparece ya que no dejan
de establecerse uniones.
CAPITULO V: La familia del futuro
Posmodernidad y familia
La disminución de los matrimonios con hijos, el porcentaje creciente de familias sin hijos y
parejas no casadas., hombres y mujeres que viven solos, hijos extramatrimoniales, madres
adolescentes, divorcios…. Podrían llegar a duplicarse.
En todas las familias existen sistemas de valores de cada miembro. Hoy estos conflictos se
ven agravados por las características del hombre posmoderno.
Posmodernidad significa no solo “periodo posterior a la modernidad” sino una “afirmación
del fracaso de la modernidad”. La modernidad busca el conocimiento en la ciencia y ya no en la
teología o filosofía. El proyecto político de la modernidad tiene que ver con el individualismo, el
liberalismo burgués, la revolución francesa, fe en el progreso, rechazo de valores religiosos, etc.
Frente al fracaso del proyecto moderno, la posmodernidad nace como una reacción contra
las grandes ideologías del pasado que no supieron dar las soluciones prometidas de un futuro mejor.
En contraposición al pensamiento racional de las ideologías tradicionales, el hombre posmoderno
cultiva un pensamiento “light”, se guía por el sentimiento y no por la razón, rechaza todo
compromiso definitivo, es un sujeto sin proyecto de vida. Con la posmodernidad nace un nuevo
estilo de vida entre los jóvenes que se expresa en la autocomplacencia, en la afirmación de la propia
personalidad y libertad, y en el derecho a vivir su propia vida a pleno, sin limitaciones.
Esta reacción existencial posmoderna, al rechazar todos los valores heredados de la
generación adulta, incluye también el rechazo a los valores que se refieren a la familia tradicional.
No se trata de la desaparición o muerte de la familia, sino de una diversificación y de un cambio
radical en la estructura de autoridad familiar. La gente sigue casándose a pesar de elecciones
equivocadas, entonces las familias ensambladas y las relaciones entre padrastros, madrastras,
hermanastros se convierten en hechos frecuentes y normales. Los modos de organizaras dentro de
la familia ya no se ajustan a las normas y costumbres tradicionales: deben negociarse. En las nuevas
familias, los roles, normas, derechos y obligación o responsabilidades no son las mismas. Hoy hay
una distribución de funciones más equitativas y un sistema de autoridad más democrático y
racional.
Las nuevas generaciones se están socializando fuera del modelo de la familia tradicional y
están expuestas desde muy temprana edad a la necesidad de adaptarse a diferentes entornos
familiares y diferentes roles de adultos. Este nuevo proceso de socialización prepara personalidades
más complejas, menos seguras, más capaces de adaptarse a los roles cambiantes de los nuevos
contextos sociales.
La familia: unidad básica de la sociedad
Los escritos morales y éticos más antiguos han dedicado especial atención a la familia y han
considerado que la sociedad toda se degrada cuando los individuos dejan de cumplir sus
obligaciones familiares.
Gran problema: definición de familia. Hasta mediados del siglo pasado, encontrar una
definición consensuada de “familia” era relativamente fácil. Rousseau definió a la familia como “la
más antigua de todas las sociedades…. El primer modelo de las sociedades políticas: el jefe es la
imagen del padre, el pueblo es la imagen de los hijos, y todos nacidos iguales y libres, solo enajenan
su libertad por su utilidad”. Hegel (1821), la definió como una de las estructuras básicas de la
sociedad: “garante de la moralidad, la familia descansa sobre la institución del matrimonio
monógamo que une por consentimiento mutuo a un hombre y a una mujer”. Levi-Strauss afirmaba
la universalidad de “la familia, apoyada en la unión más o menos duradera y socialmente aprobada
de un hombre, una mujer y sus hijos”.
La definición de “un hombre y una mujer unidos en matrimonio” está dejando de ser
universalmente aceptada. En la definición de familia de la versión original del documento de trabajo
preparado por Naciones Unidas, se hablaba de “otras uniones, cualquiera sea su forma o su
situación”, después se empezó a hablar de “otras formas de familia” y se insistía en la necesidad de
“protección a la familia como unidad básica de la sociedad” y en la potenciación de la mujer
mediante la educación y su acceso a la atención sanitaria. (aborto p. 107)
La familia “después de la familia”
La mayoría de los autores considera que está desapareciendo la familia tradicional patriarcal
para dar origen a formas alternativas de familia.
Las funciones que la familia ha ido perdiendo a lo largo de los siglos: ha dejado de ser una
unidad de protección para ser una unidad de consumo, se ha resquebrajado la estructura vertical
de la autoridad del paterfamilias convirtiéndose en una estructura horizontal, más igualitaria y
democrática, se ha roto la relación que existía entre sexo y reproducción, una mayor liberación de
la mujer. Las funciones de la familia occidental quedaron reducidas a dos: la de consumo y la afectiva
La responsabilidad de una política de familia