A62 Frankenstein

Curso de Astrología a Distancia con profesor guía – Autor: Jorge Bosia – ISBN: 987-20822-2-7
Lección nº 159
Los mitos del Esquema Zodiacal de Piscis
Bueno, finalmente llegamos a la última Fase del Zodíaco: Piscis. Quizá

la más difícil de comprender.
Como de costumbre, vamos a desplegar en primer lugar el Esquema
Zodiacal de Piscis, para luego ilustrar este Esquema con algún mito.
Alumno: ¿Cuál vamos a estudiar?
Bosia: Vamos a investigar el otro mito característico de nuestra época:
Frankenstein, de Mary Shelley.
Alumno: ¿Cuál es el otro?
1
Bosia. Drácula, por supuesto, como vimos en las clases dedicadas a

Escorpio.
El Esquema Zodiacal de Piscis
No puedo dejar de pensar que estamos finalizando la Era de Piscis.

Una Era que comenzó allá por la época de Jesús de Nazareth y que está
culminando ahora.
Alumno: ¿Se sabe el momento en que termina
esta Era?
Bosia: Es discutido, porque no hay ningún
límite físico entre Acuario y Piscis. Hay toda una
zona de transición en el cielo; entonces, lo que se
hace es proponer alguna fecha simbólica. Desde mi
punto de vista se puede tomar la llegada de los
humanos a la Luna como fin de la Era de Piscis y
comienzo de la de Acuario. Pero esto es, como les digo, discutible. Estamos
en eso, estamos dejando atrás Piscis.
Pero yo iba a otra cosa: la Era de Piscis comienza con el Cristianismo
y termina en lo que llamamos Época Moderna. Bien, yo pienso que hay una
continuidad entre estos dos fenómenos y muchos otros menores que ocurren
en estos últimos 2.000 años.
A lo que voy es a la idea misma de lo “moderno”. Moderno es lo que
muda, lo que cambia. Lo moderno no es nada en particular, sino algo que
siempre necesita renovarse. La gente dice a veces: ¡qué lindo, qué moderno!
Pero esto no quiere decir sino que es nuevo, que antes no estaba.
Por eso es muy difícil superar esta época, la época Moderna, ya que si
uno propone algo “nuevo”, resulta que en eso mismo consiste ser “moderno”.
Y eso me parece que se puede asociar a lo que quiero comentarles
como primera observación general sobre el Esquema Zodiacal de Piscis: que
cada Signo nos empuja a la Casa siguiente en una rueda sin-fin.
Es decir: en este Esquema el final (Piscis) coincide con el comienzo
(Casa 1), el comenzar (Aries) coincide con lo que ya está vigente (Casa 2), etc.
2
Es un Esquema en el que se da un corrimiento de 30 grados hacia adelante.

Como un no poder detenerse, una tendencia a lo “moderno”, a lo que muda o
muta.
Por eso decía que Piscis tiene que ver con la Época Moderna, o con la
Modernidad, como también se dice.
La Modernidad comienza en el Siglo XVII, dicen los libros de historia;
pero, en realidad, la Modernidad es la culminación de algo que comenzó
mucho antes: en la época de Cristo, cuando nació la Era de Piscis. Y hasta
se pueden rastrear sus semillas un poco antes, en Grecia.
Muchos han hecho la asociación entre el cristianismo y Piscis. Se sabe
que el el pez fue usado como un símbolo identificatorio por los primeros
cristianos. Jesús, utiliza la metáfora del “pescador” de hombres, está la
multiplicación de los panes y los peces. Y probablemente hay muchos otros
indicios de esta conexión.
Pero lo que no se ha hecho hasta ahora, por lo que creo, es ligar a
Piscis con la Modernidad.
Sin embargo, esto se cae de maduro, ya que la Época Moderna es la
que lleva a su culminación la Era de Piscis y, consiguientemente, al
Cristianismo. No olvidemos tampoco que el mito cristiano lleva el título de
“evangelio”, es decir: “la buena nueva”.
¿Qué rasgos caracterizan a la Época Moderna?
Se pueden citar muchos aspectos; pero creo que nadie estaría en
desacuerdo en que uno de los rasgos más característicos es el fenómeno que
llamamos “ciencia”, o redundantemente, “ciencia moderna”.
¿Qué podemos entender por “ciencia moderna”?
Vamos a hacer una exposición muy somera y limitada a los aspectos
que nos interesan aquí.
La ciencia moderna supone una actitud caracterizada por cierto
método, el “método científico”. De modo que, los resultados de la aplicación
de este método son considerados “científicos”, y esto significa: “válidos”; y
“válido” en este contexto significa: que es eficaz, que funciona, que tiene
valor, -hasta que se encuentre otra explicación nueva, más eficaz, que
funcione mejor, que tenga más valor-.
3
En segundo lugar es esencial considerar que el método científico

implica reducir toda la realidad a su aspecto cuantitativo, pues la idea
principal moderna es que la realidad tiene que ser matemáticamente
explicada, lo cual, en realidad, significa que cualquier cuestión pueda ser
zanjada por la positiva o por la negativa, pues la matemática se interpreta
como un sistema algorítmico, por lo cual tiene que ser de base binaria. Una
explicación es válida si cumple también con este segundo requisito. Por eso,
todo lo que no se pueda cuantificar, queda fuera del campo de la ciencia.
Alumna: Entonces queda afuera la Astrología...
Bosia: Correcto. Allí comenzó nuestra desgracia (risas)... Y no sólo la
Astrología, quedan afuera todas las disciplinas que trabajan con lo que no es
cuantificable o que no quieren cuantificar sus objetos de estudio.
Alumno: Eso significa que los sentimientos
no entran...
Bosia: Claro, en la medida que no sean
cuantificables. Los sentimientos son, sin duda una
pérdida muy significativa; pero también pierden
sentido la mitología, la filosofía; todo lo que no es
cuantificable tiende a transformarse en
“pasatiempo”.
Alumna: ¿por qué una pérdida? Que no los
tome la ciencia como objeto no quiere decir que desaparezcan…
Bosia: eso parece correcto; pero no lo es tanto. Como la ciencia pasa
por ser el tribunal que decide qué es real y qué no es real, a la larga, si bien
los sentimientos no dejan de existir, pasan a ser despreciados como un
residuo indeseable…
Alumno: la literatura,...
Bosia. precisamente, todo lo que no es medible tiende a transformarse
en literatura...
Pero la Época Moderna tiene otro rasgo clave, que nos conecta con
Piscis. Este Esquema Zodiacal tiene una característica muy peculiar, porque
nos obliga a hacer el ejercicio de salirnos del punto de vista habitual hacia
adelante. Es como si hiciese un llamamiento continuo a proyectarse a la
4
etapa siguiente. Repito que cada Signo nos conecta con la Casa siguiente a
la que le corresponde: así Piscis nos conecta con el Ascendente, Aries nos
conecta con la Casa 2, y así sucesivamente. Por supuesto, esto se da con
todas las Casas. Ocurre como si este Esquema Zodiacal nos lanzase hacia
delante. Nos llevase siempre hacia la Casa siguiente.
Esto se puede ver también como una cualidad por la que los Signos
tienen que inmolarse a las Casas; por ejemplo: Tauro no se puede
desarrollar tranquilamente como Tauro, sino que tiene que desarrollarse
como Casa IIl; Géminis tampoco, tiene que desarrollarse en la Casa IV, y así
sucesivamente. Todo está, en cierto modo, acelerado, lanzado hacia
adelante.
Alumna: ¿No podría decirse lo contrario?
Bosia: ¿Qué cosa?
Alumna: Que va hacia atrás, porque cada Casa tiene que desarrollar el
Signo anterior.
Bosia: lo que ocurre es que los Signos son el Cielo, lo arquetípico, lo
que propone la novedad y las Casas representan lo terrestre, lo que ya ha
triunfado y está ahí. Poner a Piscis en el Ascendente es como hacer vivir al
alma. Por eso me interesa la lectura que va del Signo a la Casa.
Además, y a eso iba, este rasgo acelerado, que nos manda para
adelante, es justamente lo propio de la Época Moderna. Lo moderno es lo
renovado, lo nuevo, lo que se diferencia de lo antiguo, lo pasado de moda, es
decir de muda. Y me parece que este rasgo de la Modernidad está implícito
en esta característica del Esquema Zodiacal de Piscis.
Este es un Ascendente muy peculiar, muchas veces la persona que
tiene Ascendente en Piscis tiene la sensación de no haber terminado de
nacer, de estar con un pie en este mundo y el otro afuera.
Y es muy certera esta sensación en el fondo, porque Piscis representa
la capacidad de ser canal o médium, entre lo incognoscible o trascendente, y
el mundo en que vivimos, entre el cielo y la tierra.
Vamos entendiendo así esa idea de sacrificio que suele atribuirse a
este Ascendente, ligada a una sensación de pesadumbre por tener que vivir,
ser carne y, por tanto, sufrir.
5
Observen que Aries, la fuerza promotora de lo nuevo, aparece en un

segundo momento (Casa 2); o sea: en este Esquema Zodiacal no se puede
partir del deseo, del impulso. Hay que contar con él como algo dado, algo
que nos pertenece; pero que no es el punto de partida. El Circuito Chico de
Piscis parte de olvidar esto y no le da nunca la prioridad al deseo, a la Casa
2. Entonces, con la más angelical buena intención, le pasa por encima al
deseo, al fuego sagrado individual. Y eso genera, por supuesto, una
desvitalización.
Con eso, en verdad, le da prioridad a lo muerto sobre lo vivo.
Subordina la vida a todo tipo de esquemas y sistemas, que son
construcciones de la mente binaria.
Alumno: En Piscis pareciera que todo está patas arriba...
Bosia: De algún modo sí. Pero tenemos que discernir claramente qué
es lo que ocurre.
Nosotros estamos acostumbrados a actuar a partir del deseo. En este
Esquema no es así. Hay que entregarse y después aparece el deseo; primero
el entregarse o abrirse se encuentra con el deseo, y luego tiene que permitir
que el deseo actúe, imprima algo de su fuerza. Tengo que confiar en que el
deseo va a aparecer, y lo encuentro sólo si me entrego; pero entregarse al
deseo significa a la vez, dejar que el deseo actúe.
En el Circuito Chico el deseo queda ahogado, apagado como un fuego
al que se echa un balde de agua. En el Circuito Grande el deseo –que
siempre instala la dimensión individual- co-actúa con el entregarse pisciano.
Por eso, en el Circuito Chico el pisciano cae fácilmente en la confusión.
Eso le pasa cuando apaga totalmente su deseo. Pero tampco se trata de
convertir al pisciano en un ariano. Todo el mundo, en efecto, tiende a
decirle: “debes saber qué es lo que quieres”. Pero el pisciano no puede,
primero debe entregarse y luego surge el deseo. Claro, entonces tiene que
apresurarse a tomarlo y dejarse llevar por éste.
El pisciano tiende a sentir que su acción debería ser en función de algo
que lo supera, de algo “grande”, de una “causa” importante; y está bien; pero
también tiene que dejar que su propio deseo se muestre obrando en
consonancia con los fines de esa “causa” trascendente.
6
A menudo Piscis olvida que para participar de lo grande, hay que

hacer algo pequeño para tener qué aportar. Sobre todo hacerlo. No quedarse
en el sentimiento, en el gesto.
La Casa 11 aquí corresponde a Capricornio, y Capricornio es la forma
terminada del hombre. Lo que inspira a Piscis, lo que “baja” Piscis a tierra,
es el ser humano completo, realizado. De allí que se diga que Piscis
simboliza al alma, ya que se entiende que ‘alma’ significa precisamente: el
humano pleno, total, efectivamente realizado como tal.
En tal sentido "propósito del alma" sería una buena traducción de
Piscis en el Ascendente y, al mismo tiempo, de Capricornio en la Casa 11.
En Piscis, el humano pleno debería poder plasmarse en hechos. Para
eso hay que realizar los pasos de este Ascendente como Circuito Grande, y
creo que el mito de Jesús el Cristo es una de sus expresiones altas y,
probablemente, el de Hércules también.
Si es el arquetipo del humano completamente realizado, que está
manifestándose como propósito del alma, se entiende que toda su obra es,
de alguna manera, sagrada; y ese es el sentido alto de la palabra ‘sacrificio’:
“hacer lo sagrado”, que es hacer el propósito del alma. Claro, el propósito del
alma está relacionado con morir. La plena conciencia de la mortalidad, de la
finitud, a la que se accedía en Acuario, según vimos, permite la realización
del humano efectivo.
El sacrificio y la muerte están, así, íntimamente relacionados. Y esto se
puede conectar también con el hecho de que este Esquema tiene a Escorpio
en la Casa 9: el sentido es la muerte, entendida también como
transformación, y Acuario en la Casa 12: el final implica la mortalidad, como
bien enseña Kirón a los humanos.
En otro sentido, la Casa 9 significa aquí que el camino es el de la
unión productiva con los semejantes. La perfección humana es imposible
para el hombre aislado. Se hace con todos. Y ese ‘con’ significa que todos
tienen que hacerla, o no la hace nadie. No hay humanos plenos en un
contexto de humanos no plenos.
Alumno: ¿Cómo consideramos la Casa 4 en Géminis?
7
Bosia: Hagamos tu pregunta de otra manera: ¿en qué consiste el

Circuito Chico de Piscis?
Consiste en no terminar de vivir como un ser-en-el-mundo. Ir de Piscis
a Géminis, como si se pudiera llegar solamente hasta el nivel de la mente. Si
se queda allí, permanece como separado del plano físico e, incluso, del plano
espiritual –que es el Fuego-. Observen que lo que hay en la Casa 7 es Virgo,
que es Tierra. Si Piscis no avanza hacia Virgo se queda en una pura Agua-
Aire, una confusa combinación entre la mente y las emociones. Queda
disociado del cuerpo y del deseo, y, por lo tanto, tiende a cierta enajenación
o desconexión de las condiciones concretas de la vida.
Una forma de verlo en la práctica consiste en lo que yo llamo
“cursillismo”: los Ascendentes en Piscis hacen muchísimos cursos.
Alumna: ¿No puede verse como una forma de intentar resolver la
confusión?...
Bosia: Precisamente, hacen todo tipo de cursos y estudios, desde
ikebana hasta física nuclear, siempre tratando de encontrar un poco de
claridad en esa mezcla de pensamientos indefinidos.
Alumno: ¿Qué es el Ikebana?
Bosia: El arte japonés de hacer arreglos florales. Lo dije como chiste...
Lo que ocurre es que hacen el curso; pero luego es raro que se
dediquen a desarrollar el Ikebana; hacen el curso y nada más; enseguida
pasan a otro curso.
Sienten que, desde lo indefinido de Piscis todo les queda chico, a todo
le falta, nada nunca se completa. Este Circuito Chico es como un jardín de
innumerables, inacabables senderos.
Alumno: ¿Y Acuario en la Casa 12?
Bosia: Es, como sabemos, la cualidad que tienen que recordar para
recuperar la inspiración que les viene de la Casa 11. Para este Ascendente,
la Astrología es una de las mejores formas de recordar la Casa 12. Tienen
que recordar que lo trascendente es inalcanzable. De lo contrario, viven
persiguiendo una quimera.
8
Sin embargo, el punto principal es conectar con Virgo en la Casa 7. O

sea: liberar el espíritu en la carne, el todo en la parte. O, más sencillo:
ponerse a trabajar disciplinadamente.
El Circuito Chico de Piscis está fuertemente conectado con las
situaciones de adicción; pero observen qué interesante: este Esquema
Zodiacal describe no tanto al adicto, sino más bien al objeto o la sustancia
que produce la adicción.
Supongamos un alcohólico; entonces Piscis es el alcohol, no el
alcohólico. El alcohólico pasa a ser una suerte de sombra del alcohol. El
alcohol toma el lugar del alma. El alcohol –en este ejemplo-, es el verdadero
protagonista de este Esquema Zodiacal en el Circuito Chico. El alcohólico
está sometido al alcohol, se encuentra en un segundo plano. ¿Dónde lo
encontramos?
Alumnos: ¿en la Casa 2?
Bosia: ¡Perfecto! ¿Se dan cuenta como
funciona el Circuito Chico? La cualidad de la Casa
1 somete a la de la Casa 2. ¡Pero resulta que aquí
la Casa 2 es el individuo en cuestión! Primero está
la sustancia (Piscis /Ascendente) y el deseo
(sometido a la sustancia) está en segundo lugar
(Aries en Casa 2).
Sigamos con este ejemplo porque es muy
interesante. ¿Qué pasa con Cáncer en Casa 5? La sustancia adictiva se
muestra como la “madre”, la que protege. Por eso es tan difícil salir de las
adicciones: porque el individuo las ve como madre. Sobre todo, antes de los
28 años. Por supuesto que no todos los que tienen Ascendente en Piscis son
alcohólicos o tienen alguna adicción “dura”; pero, aunque no sean
alcohólicos o drogadictos, tienen una tendencia adictiva muy fuerte.
Un dato interesante es que muchos de los que logran salir de la
adicción directa a la sustancia, pasan por un período místico. Logran poner
a la droga -la madre- en un nivel superior; y se trata justamente de eso, se
trata de sustituir la droga por un nivel superior. Tiene que recordar que hay
un nivel superior, que hay trascendencia (Acuario en Casa 12). Y observen
9
que en este caso, el conectar con el “recuerdo” del nivel superior, les permite
bajar Capricornio, es decir: llevar a cabo su destino concreto, efectivo, en el
mundo.
Les quiero leer unas frases de un escritor de identidad desconocida,
del Siglo II, al que se conoce como el “Pseudo Areopagita”. Es un autor que
tuvo una tremenda influencia sobre el cristianismo en toda la Edad Media;
pero no se sabe quien fue. El título de este escrito es "¿Qué es la divina
bruma"? Y dice así:
“Trinidad supra-esencial, supra-divina, supra-buena, que
orientas la sabiduría de los cristianos acerca de lo divino,
condúcenos a la cima más alta, supra-incognocible, supra-
luminosa, de las místicas escrituras, donde los misterios
simples, absolutos, inmutables de la teología quedan envueltos
en la bruma supra-luminosa del silencio arcano, donde lo
supra-resplandeciente se supra-manifiesta en lo más tenebroso
y en lo totalmente invisible e intangible y lo totalmente invisible
e intangible supra-colma de esplendores supra-hermosos a las
inteligencias que cierran los ojos".
Este texto me parece un ejemplo increíble de Piscis. Incluso el hecho

de que no se conozca al autor, que haya circulado por toda la Edad Media
con un nombre falso, todo es muy pisciano, muy confuso. Por otra parte,
dice que lo más luminoso es la bruma, habla de las inteligencias que cierran
los ojos...
Al mismo tiempo es una muestra de pensar trinario. La primera
palabra es ‘trinidad’.
La palabra “bruma” –palabra pisciana si las hay-, en griego se dice
“gnojós” y contiene la raíz “gn” que significa “conocimiento”. Vean que, desde
Piscis, la misma bruma es conocimiento. Además, la continua referencia a lo
que es “supra”, me parece muy ejemplificadora de ese reconocimiento a lo
que nos supera absolutamente, a lo infinito.
Alumna: ¿hay alguna diferencia en tu uso de los términos ‘indefinido’
e ‘Infinito’?
10
Bosia: Tu pregunta es muy importante. Se suelen confundir ambos

conceptos, y eso es grave.
Nosotros no tenemos acceso, ni conocimiento, ni comprensión de lo
Infinito. Lo Infinito es lo incognoscible, lo trascendente, dios. Jamás llegamos
a ese ámbito.
Lo indefinido, en cambio, es una experiencia nuestra. El mundo es
indefinido es indefinido, los números son indefinidos, nuestros días de vida
son finitos, pero indefinidos. El símbolo ‘∞’ representa, en verdad, a lo
indefinido, no a lo Infinito.
En Piscis nos encontramos en el reino de lo indefinido, no de lo
Infinito. Se darán ustedes cuenta que confundir esto es grave.
Estar abierto a lo Infinito, es posible; alcanzarlo, no. Eso es conectar
con la Casa 12 de todos los Esquemas Zodiacales. Cuando estamos abiertos,
lo Infinito quizá se dirija a nosotros, venga a nosotros. Esa es la disposición
mística.
En cambio, todo el tiempo estamos ante lo indefinido. Nadamos en lo
indefinido como el pez en el agua. Lo indefinido es este mundo, lo Infinito es
lo que no es este mundo.
Ahora bien, lo notable de Piscis es que tiene que recordar que hay eso
otro, eso Infinito, para poder entregarse a la acción en este mundo. Tiene
que recordar que hay Infinito para soportar estar en lo indefinido.
Dicho según el Esquema: tiene que recordar Acuario (Casa 12) para
realizar Capricornio (Casa 11), que es la cualidad que tiene para Piscis el
mensaje de dios, de lo Infinito. Por eso el “pisciano” también se apura en
querer ser Infinito, cuando eso es imposible. Aún en eso es moderno. Dios le
dice: “sé humano”, y él pretende ser dios.
Alumno: ¿Es como si Dios le dijese: “realízate en este mundo, actúa,
lleva tus obras a cabo”?
Bosia: Excelente. Eso es.
Esta aclaración permite comprender de una nueva forma a Piscis. En
efecto, Piscis es, fundamentalmente, apertura. Pero ¿apertura a qué? Al
mundo, al hacer concreto, a la vida práctica en todas sus facetas, la política,
la empresa, la profesión, etc.
11
Por eso en este Esquema tenemos Leo en la Casa 6: es necesario no

creerse dios, no creerse Infinito cuando se es, apenas, algo indefinido. Ni
tampoco proyectar a Dios en la sustancia adictiva –o a la sustancia adictiva
en dios-.
Otra posición que expone la potencial adicción de este Esquema es
Libra en Casa 8: dificultad para soltar al otro. Pero ¡ojo! Ya que vimos que el
“otro” puede ser el pisciano mismo, el adicto, y es la sustancia la que no lo
suelta.
Alumno: hay algo que no entiendo bien. Estamos viendo que Piscis es
el gran realizador en esta vida, el gran Capricornio, el hombre completo que
lleva a su realización la humanidad como algo bien comprometido con la
existencia real. Pero yo pienso en los piscianos que conozco y todos me
parecen muy aéreos, muy “espirituales”, algunos tienen serias dificultades
incluso para ganarse la vida, otros andan como perdidos…
Bosia: ja, ja… Es correcto; pero ¡es que eso es el Circuito Chico de
Piscis!
Desconfíen de los piscianos muy “espirituales”, que andan de maestro
en maestro, que meditan todo el día, que hacen retiros espirituales, etc. Un
pisciano de ley es aquel que realiza la espiritualidad en este mundo, que
trabaja 12 horas por día en grandes iniciativas que mejoran la vida de
mucha gente, el pisciano del Circuito Alto es un realizador, un emprendedor,
un conductor de masas, un maestro de multitudes.
Observen que este Esquema tiene Sagitario en la Casa 10, como
destino. Son los grandes maestros, los grandes conductores políticos,
incluso, a veces, los grandes artistas.
Pero, en cambio, en el Circuito Chico, Piscis “mata” a Sagitario. Se
adhiere a un maestro, a una doctrina, para defenestrarlos a cabo de un
tiempo. Busca una religión personal, un contacto directo con dios, y,
muchas veces, se cree Dios mismo.
En su forma más alta, a mi juicio, Piscis se define también como
capacidad de terminar.
12
La apertura a lo incognoscible es, dentro del Zodíaco, la apertura al

contenido de la Casa 11. Allí está lo incognoscible, la fuente de todo lo que
es, el ser, la nada activa, la nada en sentido positivo (no el simple no haber,
o no ser). Ya sabemos que todo “proviene” de allí. Pero no sabemos cómo.
Ahora bien, Piscis es, justamente, lo que se necesita para que eso que
viene de lo incognoscible, nos llegue, para que actúe, y actúe a través de
nosotros.
En ese sentido es la apertura, la caída de todo límite, el estado
“alterado” de la conciencia, el sueño, la experiencia mística.
Todo esto es Piscis, pero se esteriliza cuando se empecina en ir a
Géminis. En el absurdo propósito de recorrer o aprender o “comerse”· lo
Infinito.
La clave, como sabemos es la cualidad de la
Casa 7. Esto es: lo útil, la contextualización, el límite
que nos pone el hecho de estar vivos, ser un cuerpo y
vivir en un mundo tridimensional, espacial, en el que
hay necesidades, dolor, corrupción y muerte.
El Circuito Grande de Piscis tiene que asumir
esta vida finita –aunque indefinida- que tenemos y,
para hacerlo debe recordar la trascendencia (Acuario).
Eso lo debe hacer Piscis uniéndose a otro Piscis para construir juntos
Virgo. Esto es: un impulso que se mueve en lo indefinido debe unirse a otro
impulso que también se mueve en lo indefinido, de modo que juntos se
integren, se finiticen en una obra concreta, en un trabajo, en algo útil al
contexto.
Piscis no es lo Infinito, Piscis debe ser apertura a lo Infinito. Mientras
no lo sea, será presa de algo de este mundo, pues ya de entrada está abierto.
Piscis no puede cerrarse, sólo puede contextualizarse uniéndose con otro
abierto.
Lo sagrado que tiene que hacer Piscis es construir lo finito con otros,
como símbolo de lo Infinito. Piscis realiza lo simbólico, da forma a los
símbolos, que son la escala al cielo. Pero, por supuesto, no lo puede hacer en
soledad.
13
La tarea es realizar todo lo que está como potencial en nosotros,

llevarnos a nosotros mismos a la perfección. Y cuando digo “nosotros
mismos”, no me limito a lo individual, sino a lo colectivo, porque la
perfección de lo individual únicamente se da en lo colectivo. Nadie se “salva”
solo. Sagitario en la Casa 10 indica esa “marcha común”.
La quinta Casa en Cáncer expone otra faceta fundamental: la del amor
que esta tarea gigantesca implica. Piscis tiene que engendrar, tiene que ser
fértil en obras, tiene que producir y cuidar su obra, que es, ante todo, él
mismo.
El Esquema Zodiacal de Piscis (Cont.)
Hay varias formas de interpretar este Esquema, como, por otra parte,
ocurre con todos; pero ahora vamos a privilegiar una interpretación que se
corresponde bien con el mito que luego veremos, es decir: Frankenstein.
Esta interpretación toma lo que adelantamos al principio referido a la
culminación de Era de Piscis tal como se viene dando desde el Siglo XVII
especialmente, es decir, en la llamada Época Moderna.
En efecto, esta época se caracteriza por algunos fenómenos, como la
ciencia moderna, tal como vimos. Pero ocurre que la forma de
comprendernos que da lugar a la ciencia moderna va más allá de lo que
comúnmente se llama ciencia. Es una verdadera metafísica, una posición
fundamental frente a la realidad.
Esa posición fundamental tiene un rasgo definitorio, algo que el
Esquema Zodiacal de Piscis, precisamente, permite comprender con rigor. Y
es el deseo de ser “Todo”. Podríamos decir: el deseo de ser Dios. El hombre
moderno quiere ser Dios -y no algún dios, sino Dios, el único; pues es un
desarrollo del cristianismo-. Pero, como veremos, esto es el Circuito Chico de
Piscis. Creerse Dios es el Circuito Chico de Piscis.
¿De dónde sale esta pretensión? De todo el Esquema, por supuesto.
Piscis es apertura a Dios; pero Dios es lo incognoscible, lo inefable
(recuerden el texto de Dionisio). Esto es lo que se le olvida a Piscis. Entonces
14
o bien endiosan algo (una sustancia, una persona, una idea, o a Dios
mismo, transformándolo así en algo que se conoce –recuerden Géminis en
Casa 4-), o bien se endiosan a sí mismos.
En la era de Piscis, se ha endiosado todo tipo de cosas, pero
finalmente, se llegó al endiosamiento del sujeto, del yo, del hombre mismo.
Pero, bajo la figura del científico, bajo la figura de una razón matemática
escondida en el propio científico. De ese modo, el yo-dios está oculto en el
conocimiento mismo: Leo/Casa 6.
Pero este Dios es un Dios realizador y, además, un dios-padre (en
ambos casos: Capricornio). De modo que, cuando el hombre moderno se
fagocitó a este dios, se lo tragó con todos sus atributos: el hombre moderno
se siente un dios-padre-realizador o creador. Y esto es la ideología que se
agita tras la ciencia moderna, tras la razón moderna, tras los científicos.
Y hay todavía otro rasgo del Dios de la Era de Piscis: tiene voluntad,
tiene poder, tiene atributos propios de un sujeto.
Todo eso se le atribuye al Dios desde el comienzo. Pero entre los Siglos
XV y XVII, más o menos, se produce un giro importantísimo. La civilización
occidental comienza a poner todos esos atributos del Dios en el sujeto
humano.
Va a ser el sujeto humano el que se cree creador, poderoso, padre.
Alumno: ¿Cómo? ¿Cada uno de nosotros somos dioses creadores? No
me suena...
Bosia: Claro, porque no se trata de “cada uno”; se trata más bien, de
algo así como la “razón humana”. Una construcción tan estrafalaria como
ese Dios sujeto mismo; pero más cercana, por decir así, y más acorde con el
despliegue de la voluntad de poder propia de lo que se ha venido llamando
“burguesía”: los dueños del mundo moderno.
La que crea es la “razón humana”, dirán los filósofos y científicos del
Siglo XVII y XVIII. Pero ¿qué es la razón humana? ¿Cómo la definen? La
definen como “operatividad matemática”. Y a la matemática, al fin y al cabo,
la definen sobre la base de la lógica binaria.
15
De ese modo, para que la cosa funcione, hay que reducir todo lo que
hay a sus medidas. Todo lo que importa es la medición. Lo que no puede
medirse no importa y, si extremamos un poquito: no existe.
Por tanto, todo lo significativamente humano, deja de importar.
Hay, por un lado, un Dios escondido dentro del sujeto humano, por
decir así, que se piensa como pura racionalidad binaria creadora y
todopoderosa; por otro, una realidad medible, cuantificable a disposición de
esa razón. Todo lo demás tiende a volatilizarse, incluso se hace sospechoso,
peligroso... Como la Astrología, para poner sólo un ejemplo.
Alumna: Especialmente los sentimientos...
Bosia: Especialmente los sentimientos; pero también todo lo que,
paradójicamente, tiende a llamarse “subjetivo”. Frente a eso “subjetivo”, está
lo “objetivo”, que es la verdad que fija la ciencia: lo medible. Allí caen
conceptos como el de “vida”, “felicidad”, “finalidad”, “amor”, etc. ¿Por qué?
Simple: no se pueden medir.
El Mundo Moderno tiende a ser un mundo “creado”, virtual. El
máximo logro de la tecno-ciencia moderna es la “realidad virtual”, allí somos
poderosos, tenemos el control…remoto.
¿Vieron la película “El show de Truman”? ¿Vieron quien era “Dios”
allí? En esta obra del arte cinematográfico tenemos
indicios de lo que sería el mundo si se llevan a su
realización completa los postulados de la Época
Moderna, tal como está ocurriendo. La gente dice:
“Pobre Truman, ¿cómo le van a hacer eso a un ser
humano?”. Pero yo digo: ¿pobres de nosotros, como nos
estamos haciendo eso?
Alumno: “Matrix” también plantea lo mismo, ¿no?
Bosia: sí; pero desde otra perspectiva, porque “Matrix” pertenece al
Esquema Zodiacal de Escorpio.
Para Piscis vamos a estudiar un mito de la Edad Moderna. Este mito,
junto con el de Drácula, creo que son los dos grandes relatos a través de los
cuales nuestra época se piensa a sí misma. Se trata de Frankenstein, la
novela de Mary Shelley. Ante todo vamos a hacer un resumen de este relato.
16
Frankenstein
El Capitán Robert Walton, rescató a un naufrago que

flotaba con su trineo en un témpano de hielo y cuya historia
Walton relató a su hermana Margaret en numerosas cartas.
Su nombre era Dr. Víctor Frankenstein, oriundo de Ginebra,
de una familia de clase media. Desde muy joven se sintió
apasionado por las leyes ocultas de la naturaleza y la
oposición de su padre a aquellas locas fantasías de viejos
sabios no hacía más que aumentar su pasión por ellas. Este es
el relato que Víctor Frankenstein hizo al capitán Walton:
El relato del Dr. Frankenstein
Me sentía profundamente atraído por la estructura del

cuerpo humano y de dónde provenía el misterio de la vida. Así
llegué a la conclusión de que para examinar las causas de la
vida debía empezar, como todos los grandes anatomistas, por la
muerte; por lo tanto me dediqué al proceso de transformación
de la vida en la muerte. Finalmente, después de tantos
desvelos descubrí que la electricidad reunida en la atmósfera
podía infundir vida; por lo tanto me dedique a crear un ser
humano de gran tamaño para hacer la experiencia. Una noche de
tormenta, esa fuerza primigenia circuló por mis aparatos hacia
el cuerpo de la criatura. Tras un tiempo de expectante espera
la criatura abrió los ojos y empezó a respirar con dificultad.
Recién entonces descubrí sus rasgos cadavéricos. Eran trozos
de cuerpos muertos que yo había resucitado. Estaba aterrado
por mi insensatez. Escapé del laboratorio seguido por la
criatura.
Cuando regresé la criatura ya no estaba. En los días
siguientes una intensa fiebre se apoderó de mí y sólo logré
sobrevivir gracias a los cuidados de mi amigo Henry. A los
17
pocos días recibí una carta de mi padre en la que me

comunicaba que William, el menor de mis hermanos había sido
asesinado en un bosque y que necesitaban el consuelo de mi
regreso. Salí de inmediato hacia Ginebra en compañía de Henry.
Antes de llegar a la casa de mi padre le pedí al cochero que
entrara al bosque donde William había sido asesinado. El
tiempo estaba tormentoso y mientras avanzábamos entre los
árboles un rayo iluminó por un instante una figura, y supe por
su aspecto que era la criatura que yo había creado.
Cuando ya amanecía, después de muchas dudas, me presenté
en la casa de mi padre. Allí mi hermano Hernest me informó
que la criada, Justine, era la asesina, puesto que habían
encontrado en su poder un colgante que llevaba William. Ese
día se haría el juicio, previo a la ejecución. La sentencia
fue: culpable Yo sabía que era inocente. Ya había muerto mi
hermano y ahora otra persona más moriría. Tenía que detener a
la criatura.
Dos meses después, mientras realizaba una excursión al
Mont Blanc, vi una figura que avanzaba sobre el hielo en
dirección a mi, a gran velocidad. Reconocí a la criatura y la
furia se apoderó de mi. Me abalancé sobre él pero me esquivó
con facilidad y dijo: “Esperaba este recibimiento, podría
destruirte con una sola mano pero no me enfrentaré a mi
creador; sólo quiero que me escuches y desapareceré de tu
vida. Se que mi aspecto me condena a una vida solitaria pero
quiero que hagas algo por mi o tus seres queridos padecerán
las consecuencias. Sube conmigo hasta mi choza en la montaña y
escúchame.”
Por algún motivo sentí compasión de él y lo seguí. Una vez
que llegamos escuché su relato.
El relato de la criatura
18
Los primeros momentos de MI vida fueron confusos. Tuve que

cubrirme por el frío y proveerme de alimentos. En busca de
frutos me interné en un bosque. Allí aprendí a encender fuego,
pero el intenso frío me impulsó a buscar refugio en la cabaña
de un pastor, que al verme salió huyendo horrorizado. Así,
cada vez que me acercaba a una cabaña o a un pueblo la gente
huía gritando o se desmayaba, hasta que un día, al ver mi
rostro reflejado en un lago comprendí que era mi aspecto lo
que impulsaba a la gente a huir.
La profunda soledad que sentía me impulsó hasta a una casa
donde se escuchaba música y voces humanas. Temiendo que los
habitantes huyeran me quedé escondido y durante mucho tiempo
pasé los días espiando a esa familia. Así, observando y
escuchando sus conversaciones aprendí muchas cosas acerca del
mundo y de la vida. Ellos se amaban y se cuidaban mutuamente,
no estaban solos y sólo el temor a que salieran huyendo me
mantuvo apartado. Muy lentamente y escuchando leer al joven de
la casa yo mismo aprendí a leer y fue entonces cuando pude
entender las anotaciones que estaban en el bolsillo de la capa
con la que me había cubierto al huir de tu laboratorio. Así
supe cuál había sido mi origen. Te odié por haberme creado y
decidí buscarte, pero antes quise acercarme a la casa para
hablar con el anciano porque había notado que era ciego: si no
podía ver mi aspecto no huiría de mi. Esperé a que los jóvenes
se alejaran y me acerqué. Fue el único momento de contacto con
otro ser humano que pude tener, pero cuando los hijos
volvieron se aterraron y comenzaron a atacarme. No quise
lastimarlos y terriblemente angustiado me refugié en el
bosque.
19
Inicié entonces un peregrinaje hacia Ginebra, lugar en

donde creía poder encontrarte por los datos de una carta.
Siempre escondiéndome en los bosques, cuando ya estaba cerca
de mi meta, alguien me vio y me hirió de un disparo. Estaba
herido y furioso cuando descubrí a tu pequeño hermano William,
escondido tras de un árbol. Cuando el niño dijo ser el hijo
del juez Frankenstein, no pude controlar mi deseo de vengarme
de ti y lo ahorqué. Más tarde puse un colgante de William en
uno de los bolsillos de Justine, a quien encontré durmiendo en
un cobertizo, para que la culparan del asesinato. Quería que
sufrieras como estaba sufriendo yo. Una vez hecho esto me
alejé del lugar y huyendo llegué hasta estas montañas donde
encontré refugio.
Pero cada vez era mayor mi
necesidad de afecto y compañía,
necesitaba amar a alguien y ser
amado y llegué a una conclusión:
sólo un ser monstruoso como yo
podrá amarme así que te pido que
crees otra criatura como yo, una
compañera con la que pueda
compartir mi vida. Yo fui el
producto de tu ambición y esa es la
única forma de reparar tu error.
Mi decisión y la venganza
No podía creer lo que la criatura me pedía. Me negué, pero

él me amenazó con destruir todo lo que yo amaba y me juró que
si le proporcionaba una compañera ambos se aislarían en algún
lugar remoto y desaparecerían para siempre. Poco a poco fue
convenciéndome, sentía compasión por él y finalmente le
prometí hacerlo.
20
De vuelta en Ginebra, Elizabeth –amiga inseparable desde

la infancia- y yo decidimos casarnos ya que nos habíamos amado
desde niños, pero postergué la boda para más adelante en vista
de la tarea que me había impuesto.
Me dirigí a Inglaterra en compañía de mi amigo Henry,
donde contaría con mejores equipos para trabajar. Comencé la
obra lleno de dudas y temores. No había ninguna garantía de
que la mujer aceptara acompañar al monstruo y aislarse. Y si
tuvieran hijos y yo terminaba siendo el creador de una raza de
monstruos destructores? Lleno de ira destruí mi nueva obra. En
ese momento descubrí al monstruo mirando por la ventana con
una expresión feroz.
“Has matado mis esperanzas” –me dijo. “Tu tampoco serás
feliz, estaré contigo en tu noche de bodas.”
Estaba desesperado, entonces recibí una carta de Henry
diciéndome que me reuniera con él. Tomé un bote pero una
tormenta me hizo perder el rumbo; finalmente llegué a una
playa desconocida y me dirigí al poblado. Mi tranquilidad no
duró mucho ya que inmediatamente fui acusado de la muerte de
un hombre que había aparecido estrangulado la noche anterior.
Mis peores sospechas se confirmaron al constatar que la
víctima era Henry. En el juicio pude demostrar mi inocencia
pero la última amenaza del monstruo resonaba en mis oídos.
Finalmente llegó el día de mi boda. Lleno de temor
examinaba la casa cuando oí a Elizabeth gritar. Cuando llegué
a ella estaba sin vida: el monstruo había cumplido su amenaza.
Desde ese entonces he dedicado mi vida a perseguirlo, pero
siempre lograba huir, su fuerza era sobrehumana pero la mía no
y mi salud se ha deteriorado y así es como me encuentro ahora.
En otra carta, el capitán Walton le relató a su hermana
Margaret que poco después de terminar su relato, Víctor
Frankenstein había muerto. Mientras lo velaban se presentó una
criatura descomunal y deforme que derramando lágrimas amargas
se inclinó sobre el ataúd. Al verme abandonó el barco de un
21
salto y se perdió para siempre en un témpano que flotaba entre

las olas.
Vamos a interpretar el mito que hemos reservado para Piscis, que,

como ya saben, es el mito del Dr. Frankenstein.
Digo “Dr.” Frankenstein; porque mucha gente cree que “Frankenstein”
es el nombre de la criatura, del monstruo. Pero así se llama el científico que
lo crea. La criatura no tiene nombre propio.
No obstante, este equívoco es muy sugerente, como veremos, dado
que, quizá el monstruo sea, en verdad, el Dr. Frankenstein.
“El Dr. Frankenstein” es una novela de Mary Shelley, la esposa del
poeta inglés Shelley; quién, según cuentan, la comenzó a escribir en una
noche de tormenta en un castillo suizo, donde se encontraba con unos
amigos. Como eran todos escritores, se pusieron a inventar historias de
terror para pasar el rato.
Alumno: ¿Es importante que los dos mitos principales de la Era
Moderna los hayan escrito ingleses?
Bosia: Claro que sí; Inglaterra ha sido el Imperio de la Era Moderna.
Estos mitos, como también el Señor de los Anillos, son obra de ingleses,
porque son mitos del Imperio actual.
Alumno: ¿El Imperio sigue siendo Inglaterra? ¿No es más bien EEUU
ahora?
Bosia: A mi juicio, ambos. EEUU es el hijo dilecto del viejo emperador
que todavía impera.
Sin embargo, es de hacer notar que Drácula no la escribió un inglés,
sino un irlandés. Por eso desnuda el mecanismo vampírico, que es lo que
todo Imperio siempre trata de esconder. Y Frankenstein lo escribe una
mujer, por eso desnuda aspectos centrales del mundo tecno-científico, un
mundo en el que lo femenino está excluido. Los escriben desde el Imperio,
22
pero son sectores o nacionalidades que se sienten sometidos, ellos también,

por el Imperio.
En el caso de Mary Shelley, ella está en las antípodas del racionalismo.
Es una escritora romántica, antiracionalista. Esto lo verán en seguida si leen
la obra original. El libro es bastante sensiblero; lo que está en juego todo el
tiempo son los sentimientos. El cine, con sus múltiples versiones, por lo
general, transformó esta obra en películas “de terror”. Y, en efecto, muchas
veces son “terroríficas”; pero no por su contenido, sino por su pésima
factura. Por eso es interesante leer la novela, se van a llevar una sorpresa si
lo hacen.
Alumno: ¿Se puede decir que Frankenstein es más que nada una
crítica a la tecno-ciencia moderna?
Bosia: Totalmente y, por supuesto, también a la metafísica moderna;
porque ambas son casi lo mismo. Por eso es que la hemos propuesto aquí
como texto para Piscis, ya que la tecno-ciencia es la culminación de la Era
de Piscis.
Observen Frankenstein es un científico, un investigador. Cuando fue
escrita, sin embargo, a fines del Siglo XVIII, todavía no estaban tan claras
como hoy en día, la esencia de la técnica y de la ciencia –que son una misma
cosa-. Por eso se lo define a Frankenstein como un
“apasionado de las leyes ocultas de la naturaleza”.
En esta frase, destaquemos primero, la palabra
“ocultas”, que es todavía un resabio de ideas más
antiguas, típicas del Renacimiento o incluso anteriores.
Como Uds. saben, a fines de la Edad Media y en el
Renacimiento, floreció un tipo de ciencia muy sincrética,
muy confusa, en la que se pueden apreciar ciertos
elementos que luego serán típicos de la ciencia moderna junto con otros que
responden a otras concepciones del Cosmos, como las de la Magia, la
Alquimia y la Astrología. Los autores de esa época hablan de fuerzas ocultas,
de leyes ocultas, etc. Esa terminología bastante confusa es la que recoge aquí
todavía el mito.
23
Alumna: Es posible que ese adjetivo le sirva a la autora para resaltar

el ambiente misterioso de la novela que ella quiere instalar...
Bosia: Sí, es posible. También es cierto que es una terminología
seguramente intencionada, ya que Mary se opone al crudo racionalismo que
está imponiéndose en su época.
Alumno: ¿La idea de Astrología de aquellos tiempos es similar a la
actual?
Bosia: Como les decía, en el Renacimiento había una gran mezcla de
puntos de vista. Era una época de irresolución. Como si la cultura europea
no se decidiese aún a emprender eso que luego sería llamado “Modernidad”.
Había muchas variantes de Astrología; pero en general, eran algo diferente
de la Astrología que encontramos hoy en día. Tenía un espíritu diferente
porque todavía perduraba algo del mundo que había engendrado nuestra
ciencia. Hoy en día, ya no queda nada de eso. En el Siglo XVII la Astrología
es vista ya como superstición. ¿Saben lo que significa la palabra
“superstición”?
Alumno: ...Algo en lo que se tiene fe; pero que no está probado...
Otro alumno: ...Una creencia infundada...
Bosia: Nada de eso. Significa “supervivencia”. ¿Oyeron hablar de los
“supérstites”?
Alumnos: (¿?)
Un alumno: ...Sí, son los que se reparten una herencia. Aclaro que lo
sé porque yo soy abogado.
Bosia: Claro, son los que se reparten la herencia, porque son los
“sobrevivientes”. Es la misma palabra. ¿Y por qué se usa en el sentido que
ustedes mencionaban primeramente? Porque en la Época Moderna se dice
que la Astrología y otras disciplinas, son apenas sobrevivencias de otra
época; cosas que todavía sobreviven; pero que ya no están de acuerdo con
los tiempos. Supersticiones sólo puede haber en una época como la
Moderna.
Yo no pienso lo mismo. Más bien pienso que si no nos damos cuenta
rápidamente de qué significan ciencias como la Astrología, ¡no
sobreviviremos!
24
Esa es la diferencia: lo que allá por el Siglo XV estaba empezando, ya

llegó a su consumación. Y esa consumación la estamos sufriendo bastante.
Pero lo que yo quería explicar era ese adjetivo del texto: “ocultas”, que
ya no se usaba tanto.
En el mismo sentido Uds. pueden ver en el texto esa frase que dice:
“locas fantasías de viejos sabios”. La posición de la autora es ambigua como
pueden ver, porque, por un lado son “locas fantasías”, pero por otro, se trata
de “viejos sabios”.
Alumno: ¿Qué es el romanticismo?
Bosia: Bueno, no podemos entrar aquí en un desarrollo
pormenorizado; simplemente digamos que reivindica todo lo que la razón
homogeneizadora y matemática deja de lado: el sentimiento, el instinto, los
valores femeninos, el placer, la percepción sensorial. Además, tienden a
replantear las antiguas sabidurías, una de las cuales es la Astrología.
Pero no nos engañemos, Frankenstein es un tecno-científico hecho y
derecho. Unas líneas más abajo dice que lo que le interesaba sobremanera
era: “examinar las causas de la vida”, y que construyó un ser a partir de
trozos de cadáveres, “para hacer la experiencia”.
Todo el esquema del relato puede ser tomado como ejemplo de un
experimento, y por tanto, como un ejemplo del modo de operar de la tecno-
ciencia moderna.
Por lo general se dice que la ciencia moderna se funda en la
experiencia. Esto no es exacto. Por el contrario, es muy poco empírica, diría
más bien que arrasa y contradice a la experiencia. La experiencia funciona
sólo como corroboración de las hipótesis científicas. Y esto una vez que se ha
elaborado el experimento basado, justamente en las condiciones que
requiere tal experimento.
Manuel Kant expresa con mucha elocuencia la actitud de la ciencia
moderna, al afirmar que ésta interroga a la naturaleza hasta “obligarla” a
mostrar sus secretos. Y a ese “interroga”, pueden sin problemas, sustituirlo
por “tortura”.
Alumno: Es el caso de los experimentos que se hacen con animales...
25
Bosia: Claro. Es algo espantoso. Pero no sólo eso. Es la actitud general

de la ciencia moderna, la de torturar a la “naturaleza” hasta que “hable”...
Pero hay más. Tal como expresa nuestro mito, Frankenstein –es decir:
el científico moderno- se pregunta de dónde proviene “el misterio de la vida”.
Yo pregunto: ¿qué misterio? ¿Cómo hay que pensar para que la vida sea un
misterio? Acepto que la muerte pueda ser un misterio, que Dios pueda ser
un misterio; y tantas otras cosas; pero la vida es lo más inmediato, a la vida
la vivimos desde adentro.
Por tanto hay algo muy extraño, algo forzado en la forma de tratar con
el mundo que tiene la ciencia moderna –y, agreguemos, toda la civilización
moderna europea-. Repito ¿cómo hay que pensar la realidad para que la vida
sea un misterio?
Alumno: ¿Muerta?...
Bosia: ¡Pero claro! El Dr. Frankenstein lo dice con todas las letras:
“para examinar las causas de la vida debía empezar, como todos los
anatomistas, por la muerte”. Suena aterradoramente familiar. ¡Pero es un
despropósito mayúsculo!
Alumna: ¿Por qué es tan incorrecto?
Bosia: Bien. Tu sorpresa es muy interesante porque expresa el punto
de vista corriente, lo que nos han enseñado en la escuela y, sobre todo, lo
que propalan los medios de difusión masiva.
Yo pregunto: ¿cómo no me va a resultar misteriosa la vida si la voy a
tratar de encontrar allí donde no está; en lo muerto?
Pero parece que buscar lo vivo en lo muerto resulta algo “natural”. ¿No
hemos despanzurrado todos nosotros algún sapo o algo semejante en la
escuela para estudiar su organismo? Cuando los profesores de las primeras
materias de la Facultad de Medicina quieren probar la vocación de sus
alumnos, ¿no los enfrentan con un cadáver abierto?
Esta es la actitud del Dr. Frankenstein y de toda la ciencia moderna
hasta el momento actual.
Alumna: Pero ¿no está en revisión esta posición? Porque yo veo que se
hacen también muchas películas documentales sobre la vida de los
animales...
26
Bosia: Sí. En los últimos años, esto comenzó a cambiar, es verdad.

Pero yo pregunto nuevamente: ¿cambia la cabeza de los científicos o
simplemente algunos de ellos se adaptan al mundo del espectáculo
televisivo? Despanzurrando cadáveres al modo de la facultad de Medicina o
masacrando animales como en los laboratorios de investigación no creo que
se logre mucha audiencia, de modo que tal vez sea una necesidad del
mercado… Por otro lado, en muchas de esas películas se niega la vida de
otro modo: arrojando sobre los animales el modo de ser del mamífero astuto.
Pero vayamos al fondo de la cuestión. La actitud de Frankenstein es la
actitud filosófica y científica moderna desde el vamos. Los primeros filósofos
modernos, los que marcaron el rumbo, en seguida quitaron de en medio la
vida. Concibieron un mundo de cuerpos inertes y movimientos mecánicos,
en el que la vida es una intrusa. Eso hicieron Descartes, Hobbes, Newton,
Boyle, Laplace y muchos más.
Lo hicieron porque querían apropiarse del mundo. Y de la vida uno
no puede apropiarse. Por tanto, para ser dueño del mundo es necesario
reducirlo primero a algo muerto. Eso hizo la Europa Moderna, de la cual las
élites científicas e intelectuales de los demás países son, en su mayoría,
herederas.
Esto es lo verdaderamente terrorífico de Frankenstein, y por eso les
decía al principio que quien da miedo es Frankenstein y no la pobre criatura.
Frankenstein lo dice con claridad meridiana: “me dediqué al proceso
de transformación de la vida en la muerte”. Esto es, exactamente, lo que
hace la civilización moderna: simplemente mata.
La herramienta conceptual para transformar la vida en muerte es
homogeneizar el mundo y, para tal fin, lo que se debe hacer es considerar
solamente la cantidad. Cuando vemos todo desde la óptica de la cantidad, el
mundo se vuelve “comprensible”, dice la ciencia moderna. Reducir a
números, esto es lo que hay que hacer. Y esto es lo que nos enseñan. El
experimento no es algo empírico, algo que nace de la forma como vemos o
escuchamos el mundo, sino que, exige, previamente, haber reducido la cosa
a cantidades. Y esto no tiene nada de empírico.
27
La cantidad, como les digo, homogeneiza; hace que todo sea

intercambiable y fragmentable (no “comprensible”).
Alumno: Pero yo, para medir, tengo que hacer cierta observación, y
eso me da tipos de medición diferentes. Por ejemplo, la corriente eléctrica la
mido en watts, la distancia en metros, el peso en kilos, etc. ¿Allí no hay
cualidades diferentes?
Bosia: Sí. Pero todas esas unidades de medición comparten,
justamente, la “unidad”. Y si comparten la unidad, comparten el número en
general. Es cierto que 1 kilogramo de algo es diferente de 1 metro de algo;
pero esa diferencia queda subordinada a la medida. O sea: no me interesa de
qué es el metro o de qué es el Kg, sino que sean un metro o un Kg. Por otra
parte, el cantidad hace que las pueda intercambiar ¡y eso es lo que
realmente importa! Al cuantificar, cualquier cosa se puede cambiar por
cualquier otra o, dicho de otro modo: todo se puede comprar y vender ¡ése es
el punto!
Y en este sentido hay una forma de la cantidad que es absolutamente
universal y pone a todo, absolutamente a todo –o eso se pretende-, en el
mismo nivel. ¿Saben cuál es?
Alumno:... El tiempo...
Otro alumno: ...El espacio...
Bosia: No, me refiero a algo más prosaico...
Alumnos: ¿…?
Bosia: El dinero... El dinero tiene la
pretensión de ser la medida universal.
Alumno: ¿El oro?
Bosia: No, el oro todavía es algo cualitativo.
El dinero no es nada, es un papelito, unos bits en
una computadora. Una cosa absolutamente
abstracta. El dinero es la esencia del Mundo Moderno. El verdadero Dios
moderno. Tiene atributos similares a dios: omnipresencia, omnipotencia, etc.
Pero el dinero funciona sobre la misma base que el sistema numérico
binario, lo mismo que la “matemática” moderna. Tengan en cuenta que,
actualmente, el dinero es, en un sentido literal, estricto, nada. Por ejemplo,
28
si todos los que “tienen” dólares en los bancos del mundo fueran a buscar
“sus” dólares, ¿saben que porcentaje podría obtenerse de esos supuestos
dólares?
Alumno: y, una mínima parte, quizá un 20 ó 30 %; probablemente
mucho menos...
Alumna: ¿Nada más?
Bosia: ¡Ojalá! Actualmente dicen que sólo existe en forma de billetes
reales ¡el 2 % de lo que supuestamente está girando en el mundo! Y lo
mismo pasa con todas las otras monedas. Aire, nada, abstracción pura. Una
situación muy pisciana, muy mística. Millones creen en algo invisible,
inexistente, totalmente volátil.
Una abstracción pura es también el sujeto moderno. Queda claro que
el Dr. Frankenstein es la ciencia y la filosofía modernas. Y, por tanto, algo
así como nuestra mentalidad, lo que nos están depositando todo el tiempo
en la mente. Más aún, podríamos decir que es el sujeto moderno. Sujeto que
no es nadie en particular, sino la subjetividad misma que la Época Moderna
propone; algo así como la “razón”.
Ese sujeto actúa, de hecho, como Dios y, cuantos más dólares cree
que tiene, más Dios se cree que es. Y como para ese sujeto “Dios” es un
creador, el que crea la vida, pues Occidente, como dijimos es el fruto de la
Era Cristiana, entonces se imagina que él es el creador. Como buen creador
tiene su “creatura”.
La ciencia moderna cree que va a descubrir cómo se crea la vida. Ese
es el tema de este mito. El héroe de este mito –el Dr. Frankenstein-, se cree
Dios, y tiene que crear un mundo, algo vivo.
Pero parte de lo muerto. Entonces ¿qué hace? Junta pedacitos de
cadáveres y los cose, los une, hasta recuperar el todo.
Este tema de la fragmentación y la posterior reunión de las partes no
es un tema raro en la mitología. Lo encontramos desde el antiguo Egipto
hasta los Wichí del Chaco argentino, pasando, por supuesto, por los griegos.
Pero en todos los casos, tiene un sentido de muerte y renacimiento de
un héroe. Es el héroe, es decir, la propia conciencia, la que se fragmenta y
luego vuelve a recobrarse en su unidad transformada.
29
En este mito, en cambio, hay algunas diferencias notables. Ante todo,

¿quién es el héroe: Frankenstein o la creatura? Pareciera ser el “pobre”
Frankenstein, que sufre tanto a causa de su afán de conocimiento. Y en
cierto modo lo es. El héroe, en ese sentido, es la ciencia moderna, que, a
juzgar por el destino del Dr., termina bastante mal.
La otra opción es que el héroe sea la criatura. Élla es la que, como en
todos los mitos, es reunificada. Pero aquí no tenemos un héroe que es
despedazado y luego reintegrado, sino una serie de fragmentos de diferentes
cadáveres, de los cuales emerge un ser nuevo.
Nada más alejado, en este mito, de la idea de transformación, del
proceso de muerte y renacimiento que habitualmente encontramos detrás
de estas historias de despedazamiento.
¿Qué es “la criatura”? Si Frankenstein es el sujeto moderno, no hay
otra respuesta a esta pregunta que decir que se trata del “objeto”.
‘Objeto’ es la palabra con que la filosofía moderna llama a la realidad,
al mundo. ‘Objeto’ significa: “lo que está puesto enfrente, separado, (de un
sujeto)”.
La criatura es, entonces, el Mundo Moderno: un mundo de fragmentos
“cosidos” por la mente del científico.
¿Por qué el Mundo Moderno tiene esta forma de fragmentos feamente
unidos? Por lo que decíamos antes: el mundo para los modernos no es más
que algo puesto ahí enfrente, separado del sujeto, y concebido
cuantitativamente. Por consiguiente, es algo homogéneo con lo que el sujeto
tiene muy poco que ver, el sujeto es un observador imparcial, “objetivo”, que
ha abandonado toda “subjetividad”. Y un mundo así, puede ser cortado por
cualquier parte. Es un mundo que puede ser puesto en la cortadora de
fiambre del “experimento” y cortado en rebanadas teóricas. Para luego, ser
vuelto a unir desde cierta teoría. Claro, otra teoría unirá las partes de otra
manera, o quizá no pueda unirlas; entonces, lo que realmente quedan son
los fragmentos dispersos.
¿No será que la vida es, precisamente, eso que une las partes de tal
manera que no es algo feo, cosido, sino orgánica y bellamente formado?
30
Alumno: ¿Sería posible que la ciencia alguna vez creara un ser

viviente?
Bosia: Hay que aclarar más esa pregunta. Si se trata de crear vida a
partir de algo que no la tiene; yo diría que no, que jamás ocurrirá.
Pero los científicos suelen hacer trampa. Dicen: “creamos vida en un
tubo de ensayo”. Pero yo pregunto: ¿qué pusieron en el tubo? Porque si
pusieron un óvulo vivo, un espermatozoide vivo, o una célula viva, en
realidad no crearon vida. No hagan trampa. Claro que entonces habrá vida
en el tubo, ¡si ellos la colocaron allí! Pero eso no significa que la crearon.
La historia de Frankenstein es más honesta. Él realmente se propone
lo que el sujeto moderno se propone: ser dios.
Por supuesto, al Dr. Frankenstein, su engendro se le vuelve en contra.
La obra de Frankenstein es esencialmente destructiva y su actitud cobarde.
Lo mismo puede decirse de muchos científicos modernos. Si los juzgamos
por sus resultados, puede verse a “la criatura” en muchísimos “logros”
científicos –en realidad, en todos-; pero el más célebre fue la fisión nuclear,
que dio lugar a la bomba atómica –luego, por cierto, superada por otras
muchas “bombas”-.
Frente a cosas como la “bomba atómica”, los científicos adoptan la
postura del “yo no fui”. Ellos supuestamente sólo elaboran el conocimiento
que hace posible la bomba; pero arguyen estar en contra de ella. Esto puede
ser ingenuo; pero es en verdad hipócrita. La ciencia moderna no puede ser
separada de su utilización, porque esa ciencia es utilización, es
apoderamiento de las cosas. El conocimiento científico moderno es
manipulación del mundo, reducción de éste a objeto, homogeneización del
mundo, fragmentación. Fragmentar e intentar reunir luego lo fragmentado
es la tarea de Frankenstein. Considerar todo muerto, y luego pretender crear
vida es la tarea del Dr.
A Frankenstein lo asusta su propia creación. Ese sentimiento, el
miedo, es el verdadero motor de todo el mito. Es por miedo que se trata de
controlar el mundo y para eso es que se lo reduce a algo homogéneo. Saber,
en este sentido, es poder. Conocer es controlar. Estos son los lemas
modernos.
31
A Frankenstein lo asusta la vida, ¡incluso la que él mismo ha creado!

En “la criatura” hay un evidente doble sentido. Porque la crea Frankenstein;
pero al fin y al cabo, es una criatura real, está viva. Y es la vida lo que él no
comprende, lo que le da miedo, lo que tiene que suprimir.
Esto queda claro por un hecho: la criatura ¿qué hace? ¿Qué expresa?:
Sentimientos.
La criatura es la subjetividad, negada por la Época Moderna. Esa es la
raíz del pánico que le produce a Frankenstein “su” criatura. En los
sentimientos resume este mito lo significativamente humano que tenemos,
todo lo vital que hay no sólo en nosotros, sino en todo lo que está vivo. Eso
es lo que asusta a la ciencia y la filosofía modernas.
Otro juego interesante es el que se da
entre la criatura de Frankenstein y el resto
de las criaturas vivas. La de Frankenstein es
horrible. Y cualquier forma viva es bella en sí
misma. No hay nada vivo que sea
verdaderamente feo. Así como no hay ningún
producto “científico” que sea verdaderamente
bello.
Este mito nos alerta, entonces, sobre la
ilusión moderna de que crearemos “parques
temáticos”, “reservas naturales”, “zoológicos
inteligentes” y cosas por el estilo, en las que podremos experimentar la vida.
Olvídenlo, dice la obra de Mary Shelley.
Alumna: El hecho de que la criatura quiera una compañera ¿tiene
algún significado especial?
Bosia: Se trata de enfatizar el hecho de que el monstruo tiene
sentimientos; todo el argumento gira en torno a esta idea. Y si lo colocamos
en paralelo con el drama del Dr. Frankenstein, que tampoco puede casarse,
la historia toma una forma de espejo que tiene fuerte sentido: en el mundo
moderno no hay encuentro. Los polos son imposibles de unir.
Esto tiene que ver con el tantas veces mencionado por mí,
pensamiento trinario o lógica trinaria, por oposición a la lógica binaria. Todo
32
el mundo moderno se construye sobre la base de una lógica binaria y

excluyente. La imposibilidad de pareja, tanto para el “sujeto” como para el
“objeto”, refleja esta binariedad. Dos que sigan siendo dos, jamás se pueden
encontrar. Para que haya encuentro tiene que haber tres, y ese tercero, es
un tercero que hay que producir. Pero, si soy recalcitrantemente binario,
jamás voy a darme la posibilidad de producir el tercero que surge de la
unidad de los dos primeros.
Esto es lo que hace Frankenstein cuando la criatura le pide una
compañera. Él se pregunta: “¿y si tuvieran hijos, y yo terminara siendo el
creador de una raza de monstruos?”
Este temor –nuevamente el miedo- a las consecuencias de la unión de
los polos es la imposibilidad que él mismo –es decir: el pensamiento
moderno- sufre, de conjugar o combinar los polos para formar una entidad
nueva. Por tanto, era evidente que él tampoco podría reunirse.
El Mundo Moderno, además de todo lo que hemos dicho, e
inextricablemente ligado a ello, es un mundo masculino. Un mundo en el
que manda el principio promotor de lo nuevo, pero interpretado como el
único activo y, por tanto, en el que el receptivo-sostenedor o femenino es
derivado, secundario, subordinado.
Así, en nuestro mundo lo masculino es el sujeto, lo femenino es el
objeto. El mundo moderno es un mundo de un sólo principio: el promotor.
Esto se puede observar también en que “mundo moderno” es lo mismo que
“mundo capitalista”, pues “capital” viene de “cabeza”, y esta palabra es
esencialmente masculina o, para referirla al Zodíaco: ariana. Frankenstein
es varón. La criatura, pese a que es hecho también como varón, siente como
una mujer.
Sutilmente, el mito condena a la “criada”, a la “sirvienta”, llamada
“Justine”, la justa. Justine es, en el relato, la representante del polo
relegado, derivado y subordinado, del polo femenino o receptivo.
Frankenstein “sabe” que es inocente; pero no hace nada para evitar su
ejecución. Este “saber” consiste en que él ha creado el engendro, él ha hecho
este mundo. Por tanto, tendría que asumir que él es el culpable, y esto es lo
que no se anima a hacer; prefiere ver morir a la inocente. El mundo moderno
33
europeo ejecuta a la justicia, es esencialmente injusto. Como les adelantaba,

en este episodio del mito está la denuncia de la actitud hipócrita de los
científicos que “sabían”, por ejemplo, que los niños y mujeres japonesas que
murieron por millares en Hiroshima, eran “inocentes”.
Alumno: ¿Podemos relacionar más estrechamente este mito con el
Esquema Zodiacal de Piscis?
Bosia: Si, por supuesto, de eso se trata.
En primer lugar, observen cuál es el arquetipo que funciona aquí como
fuente inspiradora, es decir, en la Casa 11 del Esquema: Capricornio.
Se comprende así que en la Era de Psicis (Asc.) el Dios sea visto, ante
todo como “padre”. Pero, el problema de Frankenstein, es que él se cree Dios,
por tanto, el “padre de la criatura”.
Esto está en las antípodas de una interpretación de Circuito Grande.
En ésta, Capricornio no es el padre-creador –excepto en un sentido
simbólico, por supuesto-, sino que simboliza la perfección del ser humano en
su nivel de ser propio, y la dimensión colectiva en la que tal perfección sólo
puede lograrse.
El mundo de Frankenstein, en cambio, tiende a ser un mundo cerrado,
un mundo máquina, en el que todo está previsto por su “causa”. Un mundo
“máquina” sería la forma más clara de manifestación del Circuito Chico para
Piscis, considerando que tiene Capricornio en Casa11. En la actualidad, el
monstruo es la realidad virtual.
Alumno: ¿Porqué?
Bosia: Lo digo en el sentido de que Capricornio, mal entendido,
funciona como una “máquina”, sin sentimiento, sin vida; parece humano,
pero no lo es. Y, de esa forma, todo el Esquema de Piscis, sería la realización
de la “máquina”. Pero entonces digo: ¿no es la creatura de Frankenstein,
precisamente, una suerte de ser maquinal, refrito de “piezas” de cadáveres?
Sin duda, sólo que, en el mito, la máquina cobra vida, tocando su propio
límite e invirtiendo, entonces, la polaridad.
Alumno: ¿Sería el “efecto búmeran” que ya hemos visto en otros
Esquemas, y que viene de la Casa 7?
Bosia: Exacto. ¿qué hay en la Casa 7?
34
Alumno: Virgo...
Bosia: Y ¿cómo podemos entender la forma pobre de Virgo?
Alumno: Como fragmento...
Bosia: Claro. Lo que se le viene encima a Frankenstein es su engendro
cosido de fragmentos muertos. Esa es una imagen notable del Virgo de
Circuito Chico de este Esquema.
Observen que este Circuito Chico, considerando la conexión principal
entre el Ascendente (Piscis) y la Casa 4 (Géminis) puede entenderse como
juego (Géminis) de imágenes (Piscis). O, para decirlo en una jerga más
actual: “juego virtual”.
Este Circuito Chico, realizado, es un mundo virtual, un mundo de bits,
de código binario. Como el de la película Matrix.
La fantasía de creación de vida, la tenemos en Cáncer en la Casa 5:
algo así como crear en el sentido de ser “madre” (Cáncer); sólo que como se
trata del arquetipo del padre (Capricornio), más bien se piensa como padre.
Alumno: ¿Qué pasa con Sagitario en la Casa 10 en el mito?
Bosia: Yo creo que aquí Sagitario expresa esa tendencia expansiva,
imperial, propia de nuestro mundo moderno. La meta es expandirse,
conquistar territorio, apoderarse de todo.
Alumno: Eso encajaría bien con Escorpio, que está en la 9.
Bosia: Claro: el camino es controlar, apoderarse. O, como dijo Sir
Francis Bacon: “saber (Casa 9) es poder (Escorpio)”.
Alumna: ¿Y Acuario en la Casa 12?
Bosia: Querrá decir que estamos todos locos... (risas)
No, pensemos un poco. En el mito, ¿cómo le da la vida Frankenstein a
la criatura?
Alumna: Con “electricidad”.
Bosia: Bueno, por ahí vamos bien. La electricidad es atribuible a
Acuario. Pero este mito expone sólo el Circuito Chico. Por tanto, esta
interpretación de Acuario tiene que ser pobre.
¿Qué es lo que tiene que recordar Piscis? ¿En qué disposición se tiene
que colocar para recibir el mensaje de los dioses?
Alumnos: Que hay trascendencia.
35
Alumna: ¿en qué sentido?

Bosia: En el sentido de que Frankenstein –o el hombre moderno-, se
cree Dios; y yo creo que Acuario en Casa 12 nos dice que nos quedemos
tranquilos, que nosotros somos la criatura de Dios, y que, como criatura de
Dios somos bellos, no feos; que no asaltemos la ciudadela de Dios. Que
mantengamos la diferencia (Acuario) con el cielo, o con el padre (Capricornio
en Casa 11). Esa es una diferencia que, justamente, al decir de algún
teólogo, es indefinida, o sea: infranqueable para nosotros. Piscis tiene que
recuperar la conciencia de tal diferencia
indefinida (Acuario/Casa 12).
Fíjense que el monstruo expresa
algo de esto, cuando dice: “no me
enfrentaré a mi creador”...
Alumna: El monstruo podría estar
representando algo así como “aquello en
lo que nos estamos convirtiendo” en esta
Era?
Bosia: Es una buena idea. Creo
que Shelley juega con esto.
Pero veamos, para terminar, en
algunas pinceladas, el Circuito Grande.
Tal vez tengamos todavía algo de tiempo en esta Era para ponernos al día.
De lo contrario tendremos que esperar 25.920 años... (risas)
Piscis es estar abiertos lo Infinito para dejar que lo Infinito nos
atraviese como un rayo (Acuario en 12). En este estar abiertos hay un
peligro: creerse aquello que nos atraviesa. Olvidarnos que somos el medium,
el instrumento de lo Infinito, a lo que le debemos un respeto absoluto.
Este recordatorio de que somos seres finitos es lo que nos recuerda
también Capricornio bien entendido en Casa 11; ya que Capricornio es el
tiempo, comprendido como la naturaleza esencial de nuestra existencia. O
sea: somos tiempo. Y nuestro tiempo es finito, por tanto, somos mortales y,
no obstante, hay trascendencia.
36
La comprensión de nosotros mismos como mortales, es la otra forma

de comprender el Ascendente Piscis –ya que, como decíamos, Piscis es cierre,
terminación, muerte-. Este Esquema nos interpela para que asumamos la
mortalidad y la diferencia respecto de los inmortales.
La Casa 7 en Virgo, es otro modo de entender lo mismo: llama a
encontrarse con otro mortal para construir el gran tapiz de la existencia. Es
un llamado a compartir el mundo, a aceptar que vivimos en un lugar lleno
de límites, frágil; pero también ordenado y bello; llama a encontrarse con
otro que se sabe contextualizado, parte del mundo visible. Un pedido para
que ocupemos nuestro lugar junto con los otros que, a su vez, ocupan el
suyo.
Y nos señala también hacia la Casa 10 en Sagitario: la expansión no es
a expensas de, sino que se da como trabajo colectivo, como colaboración
estrecha o sinergia (Libra en Casa 8), pues la verdad del camino es la
creación de entidades con otros, la unión profunda en vistas a un proyecto
común (Escorpio en 9).
Bueno, creo que con este pantallazo tenemos para entretenernos y
seguir pensando. Lo importante es la próxima pregunta que nos hagamos.
37

A62 Frankenstein

Cargado por

Información del documento

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

A62 Frankenstein

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Curso de Astrología a Distancia con profesor guía – Autor: Jorge Bosia – ISBN: 987-20822-2-7

Los mitos del Esquema Zodiacal de Piscis

Bueno, finalmente llegamos a la última Fase del Zodíaco: Piscis. Quizá

Bosia. Drácula, por supuesto, como vimos en las clases dedicadas a

El Esquema Zodiacal de Piscis

No puedo dejar de pensar que estamos finalizando la Era de Piscis.

Es un Esquema en el que se da un corrimiento de 30 grados hacia adelante.

En segundo lugar es esencial considerar que el método científico

Observen que Aries, la fuerza promotora de lo nuevo, aparece en un

A menudo Piscis olvida que para participar de lo grande, hay que

Bosia: Hagamos tu pregunta de otra manera: ¿en qué consiste el

Sin embargo, el punto principal es conectar con Virgo en la Casa 7. O

Este texto me parece un ejemplo increíble de Piscis. Incluso el hecho

Bosia: Tu pregunta es muy importante. Se suelen confundir ambos

Por eso en este Esquema tenemos Leo en la Casa 6: es necesario no

La apertura a lo incognoscible es, dentro del Zodíaco, la apertura al

La tarea es realizar todo lo que está como potencial en nosotros,

El Esquema Zodiacal de Piscis (Cont.)

El Capitán Robert Walton, rescató a un naufrago que

El relato del Dr. Frankenstein

Me sentía profundamente atraído por la estructura del

pocos días recibí una carta de mi padre en la que me

Los primeros momentos de MI vida fueron confusos. Tuve que

Inicié entonces un peregrinaje hacia Ginebra, lugar en

No podía creer lo que la criatura me pedía. Me negué, pero

De vuelta en Ginebra, Elizabeth –amiga inseparable desde

salto y se perdió para siempre en un témpano que flotaba entre

Vamos a interpretar el mito que hemos reservado para Piscis, que,

pero son sectores o nacionalidades que se sienten sometidos, ellos también,

Alumna: Es posible que ese adjetivo le sirva a la autora para resaltar

Esa es la diferencia: lo que allá por el Siglo XV estaba empezando, ya

Bosia: Claro. Es algo espantoso. Pero no sólo eso. Es la actitud general

Bosia: Sí. En los últimos años, esto comenzó a cambiar, es verdad.

La cantidad, como les digo, homogeneiza; hace que todo sea

En este mito, en cambio, hay algunas diferencias notables. Ante todo,

Alumno: ¿Sería posible que la ciencia alguna vez creara un ser

A Frankenstein lo asusta la vida, ¡incluso la que él mismo ha creado!

el mundo moderno se construye sobre la base de una lógica binaria y

europeo ejecuta a la justicia, es esencialmente injusto. Como les adelantaba,

Alumna: ¿en qué sentido?

La comprensión de nosotros mismos como mortales, es la otra forma

También podría gustarte