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F r a n ç o i s e Dreyfus

La invención de
la burocracia
Servir a l Estado en F r a n c i a ,
G r a n Bretaña y Estados Unidos
(siglos xvm-xx)

E d i t o r i a l Biblos
S O C I E D A D
Mtr. V . Oa*
152 Pensar el funcionariado

desde 1860, al cual contribuyó l a guerra c i v i l , necesita que se refuerce


70
7. L a construcción de la burocracia
el poder central y que l a administración federal sea reorganizada para
c u m p l i r eficazmente sus misiones, lo cual está lejos de verificarse. Esto
significa, en p a r t i c u l a r , que l a función pública y su modo de reclutamiento
p a r t i d a r i o sean reformados profundamente. No obstante, el movimiento
que se desarrolla en favor de l a reforma apunta, en p r i m e r lugar, a u n
objetivo político que recuerda en muchos aspectos al que persiguieron, u n
siglo atrás, los promotores de l a reforma económica en I n g l a t e r r a : poner
término a l patronato generalizado, que los reformadores consideran que
corrompe l a política. E n la m i s m a época en que en I n g l a t e r r a , y en menor
medida en Francia, se sufren los efectos de l a industrialización, Estados
Unidos, en plena expansión t e r r i t o r i a l , casi no se enfrenta a los problemas
que engendran las mutaciones económicas en el orden social. Además, las
competencias no soberanas, que en los dos países europeos incumben al L a visión razonada de lo que debería ser l a función pública se fue elabo-
Estado, en Estados Unidos conciernen a los estados federados, lo cual ex- rando progresivamente, bajo l a influencia de varios factores, y durante l a se-
plica que l a administración federal esté poco desarrollada y que, en forma gunda m i t a d del siglo xix se concreta en reformas que, a pesar de sus efectos
más general, su organización no suscite mucho interés. Mucho más tarde, inmediatos generalmente modestos, marcan u n viraje en l a concepción del
a p a r t i r de comienzos del siglo xx, se harán sentir l a influencia de Saint- servicio del Estado. E n efecto, sean cuales fueren las reticencias que se m a -
Simon, de l a cual sólo l a dimensión "tecnocrática" de su teoría fue vehiculi- nifiestan en el momento de elaboración de reglas impersonales que fijen las
zada por el positivismo de Auguste Comte, y l a de la teoría i n d u s t r i a l i s t a
71 condiciones que permitan acceder a l a función pública y de hacer carrera, se
de H e n r i Fayol, también i n f l u i d a por el b e n t h a m i s m o . E n efecto, los p r i n -
72 admite de ahora en más que los funcionarios sirven al Estado - e n Gran Bre-
cipios "managerialistas" aplicables t a n t o a l sector público como al sector taña, l a Corona-, entidad abstracta que no debe ser confundida con los i n d i -
privado inspirarán las tentativas de reforma a d m i n i s t r a t i v a en Estados viduos que, temporalmente, son investidos por los ciudadanos de l a función
Unidos. E n cambio, en F r a n c i a y en G r a n Bretaña, el r o l activo que j u e - de gobernantes. Pareciera que las metas de interés general que el Estado
gan los sansimonianos y los benthamistas en l a escena pública, durante el debe asegurar sólo pueden ser realizadas concretamente si el personal ad-
segundo tercio del siglo xix, contribuye a l a construcción de l a burocracia. ministrativo posee las cualidades necesarias para el cumplimiento de esas
tareas. Pero si el reclutamiento de los funcionarios debe ser realizado sobre
la base del mérito, la organización de las carreras profesionales se revela
igualmente necesaria: por u n lado, para incitar a los candidatos a entrar en
la función pública y, por el otro, para garantizar, gracias a la permanencia
de su personal, el buen funcionamiento del servicio público.
L a puesta en práctica de estos principios, así como el reconocimiento
previo de su pertinencia, no se opera al mismo r i t m o en cada uno de los
países. S i n embargo, se observa que en todos lados las propuestas de refor-
ma surgen de u n a cierta élite, mayoritariamente vinculada al mismo Es-
tado en G r a n Bretaña y en Francia, pero externa a él en Estados Unidos.

Lógicas de l a reforma
70. Véase Marianne Debouzy, Le Capitalisme "sauvage" aux États-Unis (1860-1900), Paris,
Seuil, 1972.
E n Gran Bretaña, el informe firmado el 23 de noviembre de 1853 por
71. Véase Frederick C. Mosher, Democracy and the Public Service, Nueva York, Oxford U n i -
Stafford Northcote, miembro del Parlamento, y Charles Trevelyan, subse-
versity Press, 1968, p. 71.

72. Véase Léonard J . Hume, Bentham's Bureaucracy, Cambridge University Press, 1981. [153]
r e n s a r ei luncionariaao

cretario de l a Tesorería ligado a los círculos benthamistas, representa a la adoptaron reglas, aunque dispersas, pero es recién a fines de los años 1830
vez el resultado del movimiento que se inició en la época de l a "reforma cuando se desarrolla la reflexión sobre las reformas que se deben promover
económica", contra las sinecuras y el patronato, y que se revitalizó bajo l a para t o r n a r l a función pública más eficaz y l i m i t a r los efectos de l a influen-
presión de los parlamentarios ansiosos por reducir los gastos públicos, y el cia política. De esa forma, A. de Salvandy, m i n i s t r o de instrucción pública,
punto de partida de u n proceso de reforma tendiente a hacer que la función primero de 1837 a 1838, luego de 1845 a 1848, quiere reformar los estudios
pública sea globalmente más eficaz. E n efecto, a p a r t i r de 1848 una docena de derecho, para proveer una formación especializada a los futuros f u n -
de administraciones fueron objeto de investigación: Gladstone le encargó a cionarios. Crea u n a comisión de altos estudios de derecho, encargada de
Northcote y a Trevelyan "realizar u n informe general sobre el estado de l a reflexionar y hacer propuestas en este sentido. E n t r e 1843 y 1846 fracasan
función pública y proponer remedios más amplios y generales en su n a t u - varias propuestas de ley, particularmente relativas a las condiciones de
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raleza que aquellos que podrían ser tratados cómodamente en los informes acceso a l a función pública y a l a carrera del funcionario. Las resistencias
particulares concernientes a cada servicio". Ese mismo año, en u n docu-
1 al cambio, que cristalizan en forma ejemplar en la breve existencia de l a
mento titulado La promoción en la función pública, E. Romilly, presidente Escuela Nacional de Administración, creada en 1848, sólo serán superadas
del Board ofAudit, señala que la única panacea propuesta por los parla- en forma p a u l a t i n a . Finalmente pertenecerá a l a ni República generalizar
mentarios para reformar la función pública consiste en s u p r i m i r empleos: la aplicación de los principios que deben regular el servicio del Estado, que
"La manera de hacer que el servicio sea eficaz", agrega, "parece que nunca V i v i e n , después de haber descripto de manera m u y precisa el estado de la
se les h a ocurrido. [...] Primero debemos hacer que nuestros servicios sean función pública en el momento en que escribía, había sistematizado en sus
eficaces, y luego podrán ser reducidos o más bien se reducirán solos". 2 Estudios administrativos.
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L a cuestión de saber cuál es el factor determinante que dio lugar a las E n Estados Unidos, en cambio, l a situación es m u y diferente. A u n q u e
propuestas del informe de Northcote y Trevelyan es tema de controversia: una pequeña élite comienza a movilizarse, después del fin de la guerra
para J . Donald Kingsley, l a clase media, que ya había obtenido la exten- civil, para promover cambios, l a lógica que l a anima no apunta t a n t o a
sión del derecho de sufragio, quería acceder a los empleos administrativos construir u n a función pública de tipo burocrático como a poner fin a l a par-
gracias al sistema de mérito, mientras que para Jenifer H a r t , quien con-
3 tidocracia. Esencialmente inspirados en consideraciones morales y éticas,
sidera esta explicación en términos sociales inadecuados, l a reforma es l a los que m i l i t a n contra los abusos y l a corrupción, características típicas del
obra de dos hombres: Gladstone, que quería reducir los gastos públicos, sistema de despojos, se refieren a l a experiencia británica para probar que
y Trevelyan, que quería aumentar la eficacia de la administración. Sin 4 la adopción de u n sistema basado en el mérito es factible. Esto demuestra
embargo, las resistencias con las que tropezó l a puesta en práctica de u n a Dormán B. E a t o n , presidente de l a comisión encargada de proponer u n a
reforma que se apoyaba en los principios planteados por Northcote y T r e - reforma de l a función pública, conforme a los deseos ya expresados por el
velyan - l a reforma recién comenzará en 1 8 7 0 - demuestran que el volun- presidente G r a n t en su segundo mensaje anual de 1870. L a Pendleton 7

t a r i s m o de los individuos está lejos de ser suficiente si sus ideas no gozan Civil Service Act votada en 1883 es l a p r i m e r a victoria obtenida por los
de apoyo en el seno de los grupos de decisión, en este caso el Parlamento. reformadores. E n parte se debe a l a combatividad de la Liga Nacional por
E n cuanto a la tesis en términos de clase, aunque no da cuenta de l a com- la reforma de l a función pública, creada en 1881, pero l a conmoción que
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plejidad de razones que motivaron la reforma, puede ser considerada u n a provocó el asesinato, ese mismo año, del presidente James Garfield por u n
de las variables, complementariamente con la otra tesis.
E l problema de l a transformación de la función pública en Francia no
se plantea en términos m u y diferentes. Y a desde l a época revolucionaria se
5. Véase Alexandre Lefas, L'État et les fonctionnaires, París, M . Giard et E . Brière, 1913, pp.
223-228.
6. L a primera edición de los Études administratives data de 1845; u n a segunda edición " e n -
1. E d w a r d Hughes, " C i v i l Service Reform 1853-55", Public Administration, xxxn, 1952, pp. teramente refundida y considerablemente aumentada" fue publicada en 1852 y reeditada en
25-26.
1859, cinco años antes del deceso de s u autor.
2. ídem, pp. 26-27. 7. Véase Dormán B . Eaton, Civil Service in Great Britain. A History of Abuse and Reforms
3. J . Donald Kingsley, Representative Bureaucracy. and their Bearing upon American Politics, Nueva York, Harper, 1880.

4. Jenifer Hart, " T h e Génesis of the Northcote-Trevelyan Report", en Gillian Sutherland, 8. Véase Leonard White, The Republican Era, Nueva Y o r k , T h e F r e e P r e s s , 1958, pp.
Studies in the Growth ofNineteeth Century Government, pp. 63-81. 278-301.
K)t> Pensar el funcionariado L a construcción de la burocracia 157

solicitante de empleo rechazado contribuye también a que se tome concien- la marcha m i s m a del gobierno". L a diferenciación entre esos dos tipos de
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cia en el Congreso de la necesidad de medidas apropiadas para l i m i t a r l a funciones, a d m i n i s t r a t i v a s por u n lado y políticas por el otro, de las cuales
a m p l i t u d de l a rotación efectuada bajo el control de los partidos. sólo las primeras deben estar sometidas a reglas impersonales de reclu-
Finalmente, en Francia y en G r a n Bretaña las reformas intervienen so- tamiento y de carrera, todavía no es plenamente percibida n i , sobre todo,
bre u n terreno y a transitado. L a novedad reside en l a afirmación de que la verdaderamente aceptada. Quienes están en el poder político siguen afe-
aplicación de dos principios importantes condiciona la eficacia de l a admi- rrados a esta prerrogativa que consiste en poder elegir sus funcionarios, a
nistración: por u n a parte, el grado de competencia requerido para ejercer fin de conservar la ventaja que representan los "puestos" para asegurar l a
las tareas administrativas implica que el reclutamiento de los funcionarios fidelidad de su clientela electoral, sea cual fuere l a a m p l i t u d real de los be-
sea efectuado teniendo en cuenta sus aptitudes; por la otra, el carácter per- neficios que extraigan de ello. E n efecto, como ya hemos indicado, los em-
manente del servicio postula l a institución de u n a verdadera carrera para pleos vacantes con los que cuentan efectivamente los políticos franceses y
los que se consagren a ella. Pero l a formulación de esos principios se n u t r e británicos son de u n número extremadamente l i m i t a d o , sobre todo si se los
también de l a idea básica de que los agentes públicos están al servicio del compara con el número de electores. E n cuanto a l a investigación llevada
Estado y no del príncipe, como indica con fuerza V i v i e n : "Los funcionarios a cabo en 1890 por l a Liga Nacional por l a reforma de l a función pública,
en todos los grados son los servidores del Estado; el interés del servicio revela que cada miembro del congreso estadounidense es responsable de
público es la consideración dominante y exclusiva". E n I n g l a t e r r a , aunque
9 alrededor de 250 nombramientos y que por cada uno de ellos el número de
los funcionarios siguen siendo formalmente los "servidores del rey", desde candidaturas se eleva ¡a 1.700 personas! L e g i t i m a r los deseos de los polí-
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1831 su remuneración ya no es tomada de l a lista civil sino del presupues- ticos y reclutar personas competentes en empleos estables constituyen los
to del Estado votado por el P a r l a m e n t o . Esta r u p t u r a del vínculo directo
10 términos contradictorios de l a ecuación que todos los reformadores deben
con el monarca traduce u n cambio i n s t i t u c i o n a l : el desplazamiento del l u - resolver.
gar del poder. Además, el patronato aristocrático de las asambleas parla-
mentarias francesa y británica, aunque l i m i t a d o , no garantiza la calidad
del reclutamiento y no asegura la continuidad de l a acción a d m i n i s t r a t i v a , L a selección por aptitud
tanto más cuando los gobiernos surgidos del sufragio se caracterizan por l a
inestabilidad potencial de las mayorías políticas. Pero mientras de u n lado U n a de las condiciones necesarias, si no suficientes, para asegurar
y otro de l a Mancha l a neutralización política del acceso a las funciones u n a cierta eficacia al sistema consiste, tanto en la administración como
públicas es concebida como u n a condición de la eficacia a d m i n i s t r a t i v a , en cualquier otra r a m a de actividad, en reclutar personas dotadas de u n
en Estados Unidos el sistema del mérito aparece esencialmente como u n mínimo de calificación que las haga aptas para efectuar las tareas que les
medio que permite retornar a las manipulaciones partidarias. son encomendadas. E n nombre de esta evidencia - q u e ya desde el siglo
Por ello, los que son favorables a las reformas no consideran que deban XII había llevado a los monarcas a tomar clérigos a su servicio, las únicas
aplicarse uniformemente para todos los tipos de empleos. E l hecho de que personas instruidas de su t i e m p o - toma cuerpo la idea según la cual la
Northcote y Trevelyan, en su informe, t r a t e n de lo que ellos denominan capacidad de los candidatos para ocupar los empleos vacantes debe ser de-
permanent civil service - e l término civil service comenzó a ser utilizado en mostrada. Asegurarse de la competencia de los futuros funcionarios puede
1806 para designar l a administración civil en I n d i a por oposición a la ad- a d q u i r i r diversas formas: puede, por ejemplo, exigirse l a posesión de u n
ministración m i l i t a r - expresa m u y claramente l a distinción que realizan diploma, como era el caso en Francia antes de 1848 donde l a licencia en
entre los empleos administrativos que no deben depender del capricho del derecho o el bachillerato en letras eran requisitos para l a admisibilidad en
príncipe y las funciones políticas que conciernen a su poder discrecional. ciertos puestos; pero es el examen el método que parece más adecuado
13

Por su lado, V i v i e n también cree que "ciertas funciones resisten, por su para l a selección.
naturaleza, a todas las condiciones explícitas de a p t i t u d , y su acceso debe
ser enteramente libre. Estas son las funciones políticas, que se vinculan a
11. Alexandre Vivien, Etudes administratives, t. i, p. 220.

12. Véase William D. Foulke, Fighting the Spoilsmen, Nueva York, Putnam's Son, 1919, p. 58.
9. Alexandre Vivien, Etudes administratives, t. I , p . 218. 13. Véase la lista de los empleos para los cuales se exigían esos diplomas antes de 1848 en
10. Véase Norman Chester, Tjhe English Administrative System, p . 79. Alexandre Vivien, Etudes administratives, t. i, p. 191.
•kn realidad, antes de que los reformadores propongan su aplicación de estos últimos, l a ley del 3 de marzo de 1849 sustituye el examen por el
. sistemática, esta práctica ya era corriente en algunas a d m i n i s t r a -
a s
concurso, " m e d i d a excelente y que había producido los mejores resulta-
ciones centrales inglesas: la aprobación de u n examen donde los postu- dos". Pues, como observa V i v i e n , "el concurso tiene por objeto designar al
l e s demostraran que sabían escribir y tenían algunos conocimientos más capaz: el examen tiende solamente a constatar u n a capacidad abso-
^ aritmética es requisito para e n t r a r en el Board ofTrade y en l a oficina l u t a de u n grado suficiente". E n cuanto al reclutamiento de los adjuntos
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colonias, en l a oficina de la ley de pobres y en los servicios financieros,


e
en l a Inspección de F i n a n z a s , ya se efectúa por concurso a p a r t i r de l a
^ - . pero sólo son admitidos a presentarse los candidatos aceptados por
c
decisión del 27 de septiembre de 1847. Pero l a disposición r e l a t i v a a los
20

. M i n i s t r o . V i v i e n , que detalla las medidas tomadas en Francia, men-


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auditores del Consejo de Estado es derogada en 1851 y los reclutamientos
° a como u n ejemplo positivo el de I n g l a t e r r a , donde "las condiciones de
C 1 n
efectuados en 1852 v u e l v e n a ser completamente discrecionales, p e r m i -
a
f i s i ó n en los servicios financieros están determinadas por órdenes de tiendo así a L u i s B o n a p a r t e , después de su golpe de Estado, asegurarse
consejos superiores de cada administración. L a obligación de aprobar
o s
la l e a l t a d política de este semillero de funcionarios. E l decreto del 25 de
U
e x a m e n es común para todos los candidatos. L a Cámara de los Comu-
n
noviembre de 1853, s i n embargo, vuelve a i n s t a u r a r el examen para los
n
ordenó en 1843 l a impresión de todas las decisiones tomadas en este
e s
candidatos a l a auditoría declarados "admisibles" - p o r decisión del em-
e r n » 15 d i ¿ selección organizado fue tomado del r e d u -
a E n r i g o r ; e l m o e 0 e
p e r a d o r - p a r a presentarse. E l Segundo I m p e r i o , aunque poco favorable
21

c i e n t e de los funcionarios que sirven en l a I n d i a : desde 1806, los direc- al r e c l u t a m i e n t o por el mérito solamente, establece de todas maneras el
ele"^í d
Orientales crearon, en efecto, el Colegio
e l a C o m p a ñ í a a e l a s I n d i a s
reclutamiento por examen de los auditores en l a Corte de Cuentas. A l
ííaileybury, donde se forman los que servirán en esta colonia -como el
e
final del régimen, algunos m i n i s t e r i o s i n s t a u r a n concursos para acceder
^ s i n o T r e v e l y a n - y la Charter Act de 1833 prevé que estos empleos sean a l a función de agregado o empleado, pero l a aplicación generalizada del
t > a d o s como consecuencia de u n concurso e n t r e los cuatro candidatos
c u
principio se efectúa entre 1880 y 1890, cuando y a l a república p a r l a m e n -
^ h a y a n sido aceptados. Asimismo, en Estados U n i d o s , l a aprobación
e
t a r i a está sólidamente establecida.
^ ^ i n examen -modesto en sus exigencias- es necesario para e n t r a r en
E n realidad, a mediados del siglo xix las situaciones son en todos l a -
o
Servicios de l a Tesorería, de manera de g a r a n t i z a r que los candida-
s

dos m u y heterogéneas. Cuando se prevén exámenes, su organización y su


° g s
particularmente, de escribir correctamente u n a carta y
contenido conciernen solamente al departamento m i n i s t e r i a l respectivo;
e a n c a p a c e S ;
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^ i z a r las cuatro primeras reglas de l a aritmética. A p a r t i r de 1853, 16

asimismo, las condiciones de acceso al mismo examen varían y, en general,


R e c l u t a m i e n t o de los empleados en los d e p a r t a m e n t o s ministeriales de
la candidatura debe haber sido previamente aceptada por l a autoridad
s h i n g t o n se efectúa de la m i s m a m a n e r a , a u n q u e los criterios varían
a

a d m i n i s t r a t i v a . Finalmente, como observa V i v i e n , "el examen no siempre


i s i d e r a b l e m e n t e de u n a administración a o t r a .
C o r 17

es serio: l a administración se reserva el derecho a designar los jueces, las


la ^ ' señala que el examen " t i e n d e a transformarse en
n F r a n c i a V i v i e n
preguntas y los candidatos; son demasiadas arbitrariedades a la vez. E l
O n d i c i ó n general de l a admisión en los empleos" en l a m a y o r parte de
c
favor y el nepotismo pueden deslizarse en los nombramientos más con l a
^ a d m i n i s t r a c i o n e s centrales, pero l a adopción de l a propuesta de ley ayuda del examen que con su exclusión". Estas observaciones, aunque
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- Q u f a u r e que a p u n t a a hacer del examen o d e l concurso l a única vía de


e
conciernen a Francia, no son menos pertinentes para I n g l a t e r r a o para 24

e ¡ s o a las funciones públicas es rechazada en 1 8 4 5 . Algunos cuerpos,


c c 18
Estados Unidos.
e m b a r g o , organizan u n r e c l u t a m i e n t o p o r e x a m e n : es el caso sobre
° , desde 1833, de los auxiliares de cónsul - m a g i s t r a d o m u n i c i p a l - y, a
P a r t i de 1845, p a r a los auditores del Consejo de E s t a d o . Pero en el caso
r

19. Alexandre Vivien, Etudes administratives, t. I, pp. 189-190.

20. E m m a n u e l Chadeau, Les Inspecteurs des finances au XIXe siècle, Pan's, Economica, 1986,
U pp. 55-58.
v
e a s e N o r m a n Chester, The English Administrative System, p. 157.
15 21. Le Conseil d'État, Paris, C N R S , 1974, p. 478.
" ^ l e x a n d r e V i v i e n , Études administratives, t. I, p. 190.
L6 22. Véase para Estados Unidos Paul v a n Riper, History of the United States Civil Service, p.
^ " é a s e P a u l van Riper, History of the United States Civil Service, R o w Peterson, 1958, p. 53. 52, y para Inglaterra, Northcote-Trevelyan Report, Public Administration, xxxn, 1952, p. 6.
^ " e a s e L e o n a r d White, The Republican Era, p. 279. 23. Alexandre Vivien, Etudes administratives, t. I, p. 194.
IX X» .
v
e a s e Pierre Rosanvallon, L'Etat en France, pp. 67-68. 24. Véase Northcote-Trevelyan Report, Public Administration, xxxn, 1952, pp. 6-7.
i 1.1 i w u ^ w U.V,^IVJIJ. u c J O u u i VJ\_¿ í-i^ici

No es entonces c a s u a l i d a d que l a p r i m e r a de las propuestas del ln los cambios políticos que provocaría el abandono d e l p a t r o n a t o de l a
forme N o r t h c o t e - T r e v e l y a n a p u n t e j u s t a m e n t e a l a f o r m a en que debí n Corona en los empleos públicos" p u d i e r o n más que el p l a n ambicioso
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ser organizados los exámenes de acceso a l a s funciones públicas piten d i los reformadores. Habrá que esperar l a O r d e n del Consejo del 4 de
e v i t a r los abusos. Es conveniente c o n s t i t u i r u n j u r a d o c e n t r a l de examl 111 ii io de 1 8 7 0 , t o m a d a por Gladstone, p a r a que l a Comisión de l a F u n -
nadores, compuesto p o r personalidades i n d e p e n d i e n t e s , ayudadas poi 0Í6n Pública ejerza u n control g e n e r a l sobre el ingreso de los empleados,
especialistas de l a educación de l a s clases superiores y medias y poi con el acuerdo de cada m i n i s t e r i o . A u n q u e p a r t i c u l a r m e n t e los agentes
personas f a m i l i a r i z a d a s con l a conducción de los asuntos públicos, en d i los m i n i s t e r i o s de A s u n t o s E x t r a n j e r o s y del I n t e r i o r no quedaron
cargado de r e a l i z a r periódicamente los exámenes a los candidatos de ta sometidos a los procedimientos de concurso, a l i g u a l que los empleos
dos los empleos a d m i n i s t r a t i v o s . I n s t a u r a n d o este modo de selección
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superiores, se había superado u n a etapa: el r e c l u t a m i e n t o de ahora en
que escapa al c o n t r o l de los m i n i s t e r i o s , l a c a l i d a d de l a elección quedii más no queda confiado a los políticos - s a l v o excepciones n o t a b l e s - sino
g a r a n t i z a d a y se e v i t a n los peligros d e l p a t r o n a t o . E n cuanto a l a afoo- a los m i s m o s funcionarios. L a puesta en funciones de l a Comisión de l a
tación de los que a p r o b a r o n los exámenes, e l i n f o r m e sugiere diverso! Función Pública, en 1 8 5 5 , a pesar de su modesto p a p e l , permitió a los
métodos de p r o c e d i m i e n t o pero no se p r o n u n c i a en favor de n i n g u n o . DI examinadores c o n s t a t a r el débil n i v e l de instrucción de los candidatos:
carácter r a d i c a l de estas propuestas, que a b r e n el acceso de l a función sobre 1.078 que l a Comisión e x a m i n a el p r i m e r año, 3 0 9 son e l i m i n a -
pública a todos - c o n l a sola condición de t e n e r c i e r t a edad, u n certifica- dos a p a r t i r de u n a grosera i g n o r a n c i a con relación a los elementos de
do médico y u n t e s t i m o n i o de m o r a l i d a d - y casi no d e j a n espacio a lofl conocimiento más r u d i m e n t a r i o s . Queda de esa m a n e r a confirmada l a
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favores, explica l a recepción poco e n t u s i a s t a que se les reservó en lait afirmación de N o r t h c o t e y T r e v e l y a n según l a cual era necesario v e r i f i -
esferas de poder. A n t e s de ser presentado en e l P a r l a m e n t o , e l informti car el grado de a p t i t u d de los p o s t u l a n t e s en los empleos públicos.
es sometido a especialistas de l a enseñanza y a f u n c i o n a r i o s , e n t r e loi
cuales figura J o h n S t u a r t M i l i , q u i e n escribe: " L a propuesta de selec-
cionar a los candidatos a l a función pública por concurso me parece uno L a formación del funcionario
de esos grandes progresos públicos cuya adopción constituirá u n a era
en l a h i s t o r i a " . A este t e m a también le dedica u n largo artículo en la
26
E n e l sistema pregonado p o r los reformadores ingleses, el examen
prensa, con e l objetivo de crear u n c l i m a favorable a l a propuesta d i debe ser puesto en práctica para todos los empleos, sean de ejecución o
r e f o r m a . E l debate en el P a r l a m e n t o finalmente no se produce y el 21 d i de concepción, pero se debe establecer u n a distinción en el n i v e l general
mayo de 1 8 5 5 , por u n a O r d e n del Consejo, se i n s t i t u y e l a p r i m e r a Co- de conocimientos requeridos según l a categoría del empleo involucrado.
misión de l a Función Pública: está encargada, por u n lado, de verificar Pero en todos los casos prevalece l a idea de que l a formación necesaria
que los candidatos aceptados p o r cada m i n i s t e r i o c u m p l a n adecuada- p a r a c u m p l i r funciones a d m i n i s t r a t i v a s no es algo especializado. Por eso
mente las condiciones de acceso a los empleos fijadas por l a a d m i n i s - los exámenes p a r a el ingreso a empleos de concepción deben sancionar
tración p e r t i n e n t e y, p o r el otro, de t o m a r los exámenes, cuyos temas la calidad de los candidatos que h a y a n realizado buenos estudios u n i v e r -
también son decididos por los responsables m i n i s t e r i a l e s . Después del sitarios, en cualquier disciplina. " L a h i s t o r i a , l a j u r i s p r u d e n c i a , l a eco-
examen, el n o m b r a m i e n t o en u n empleo concierne a l poder discrecional nomía política, las lenguas modernas, l a geografía política y física, j u n t o
del m i n i s t r o que elige e n t r e los postulantes considerados aptos por l a al b i n o m i o de las matemáticas y los estudios clásicos, deberían directa-
Comisión. L a elección r e a l i z a d a , in ultimo, p o r el m i n i s t r o encuentra mente c o n t r i b u i r al éxito de los jóvenes que deseen e n t r a r en el servicio
su justificación e n e l hecho de que e l examen n o sirve p a r a i n f o r m a r público." E n efecto, para N o r t h c o t e y T r e v e l y a n los candidatos capaces
30

sobre l a p e r s o n a l i d a d y las cualidades morales de los c a n d i d a t o s . E n 27


de distinguirse en cualquier m a t e r i a dan pruebas de s u educación y se-
r e a l i d a d , las presiones de quienes temían " l a i n c a l c u l a b l e a m p l i t u d de rán entonces útiles en cualquier empleo. Este punto de v i s t a es c o m p a r t i -
do por J o h n S. M i l i , para quien el sistema de examen debe ser concebido

25. Northcote-Trevelyan Report, p. 7.

26. "Papers relating to the Reorganization of the Civil Service", Parliamentary Papers, XX, 28. ídem, p. 34.
1854-1855, p. 92. 29. ídem, p. 49.
27. Véase E d w a r d Hughes, " C i v i l Service Reform 1853-1855", p. 41. 30. Informe Northcote-Trevelyan, p. 9.
La construcción de la. D u r ocracia 163

como " u n a prueba de las capacidades y de los hábitos de espíritu más quti
de los conocimientos". 31 percibe que l a f u ^ j ó n a d m i n i s t r a t i v a necesite una experiencia específica,
la idea de ofrecer formación propia a los que tengan allí su empleo em-
Es m u y significativo que Jowett, que dirigía en Oxford el B a l l i o l C i
u n a

pieza a surgir d e ^ comienzos del siglo xix. Los deseos de enseñar en las
llege, f u t u r o vivero de la a l t a administración británica, y había colocado
d e

escuelas de d e r e c ^ Q creadas por la ley del 22 ventoso del año xii, "el derecho
a muchos de sus estudiantes en l a administración —particularmente en •]
público francés y j derecho civil en sus relaciones con la administración"
ámbito educativo—, haya estado estrechamente asociado a l a preparación
e
32

fracasan. A u n q u e i intención del legislador del año XII haya sido precisa,
del informe Northcote-Trevelyan, a l punto que u n a larga carta firmada poi
a

"este gran p e n s a t ^ ^ t o no se realizó bajo el Imperio", como tampoco pudo


él, favorable a las propuestas del informe, fue anexada a l m i s m o cuando
realizarse con l a Creación en 1819 de una cátedra de derecho público y ad-
se lo envió a l Parlamento. De m a n e r a más general, las propuestas de IOM
m i n i s t r a t i v o f r a n ^ é n l a Facultad de Derecho de París, cuyos "efectos no
informantes recibieron u n a acogida favorable en el medio universitario, al
s e

se correspondiera ^ completamente con las previsiones". E n cuanto a los 35

considerar que p e r m i t e n dar u n formidable impulso a l a educación de t o d o


proyectos que a p i ^ b a n a hacer de l a administración u n t e m a de estudio
tipo. L a transformación del modo de reclutamiento de l a función p ú b l i c a ,
n t a

científico, y por l a tanto de enseñanza para los futuros funcionarios, ya no


rompiendo los vínculos con l a aristocracia terrateniente, sustituye el en
surgirán de las f a c u l t a d e s de derecho que, por otra parte, se opondrán a
terio del nacimiento por el de l a educación y confiere así a l a universidad
ellos tenazmente.
u n r o l esencial: f o r m a r u n a nueva élite, destinada a hacer carrera en la
administración. Esta opinión no era compartida por Gladstone, egresado E n t r e las n u r r x propuestas concernientes a la enseñanza especí-
e r o s a s

él mismo de Oxford, quien en 1854 escribe: fica, mencionemos de las primeras, debida a Cuvier: su proyecto de
u n a
36

ordenanza, que c r ^ b a u n a "facultad o escuela especial de administración",


a

Para mí, uno de los grandes argumentos en favor del cambio es presentado en 182 o, quedó sin continuidad y fue poco conocido en su época, 37

que tenderá a reforzar y multiplicar los vínculos entre las clases más aunque tendía a i n t r o d u c i r en Francia u n sistema directamente inspirado
altas y la posesión del poder administrativo. 33
en el que existía ^ Alemania, donde el acceso a l a función pública esta-
n

ba condicionado a. i posesión de u n diploma en "ciencias de cámara". E l


a

E l movimiento en favor de u n a formación especializada que se v a perfi- ejemplo alemán, > particularmente wurtemburgués, también provee
m a s

lando en Francia en los medios liberales parece oponerse, a p r i m e r a vista, a Édouard de L a o i y e - a quien Víctor Cousin, ministro de Instrucción
o u a

a la visión del funcionario "generalista" que prevalece entre los reformado Pública, sucesor d ^ Salvandy, estimula en su proyecto de visitar las univer-
res ingleses. Es sabido que, desde fines del siglo xvni, se aplica el principio sidades alemanas^3s modelo que él insiste en aplicar en Francia. E n
u n
39

del concurso como vía de acceso a algunos cuerpos y escuelas: "Los ejércitos efecto, entendiendo la administración es u n a ciencia que engloba la eco-
q u e

de t i e r r a y m a r , las oficinas de Puentes y Calzadas y de M i n a s y l a instruc- nomía política, l a estadística y la tecnología, le parece indispensable, a ejem-
ción pública. [...] Otras escuelas corresponden a servicios de menor impor- plo de los a l e m a n e ^ los funcionarios estén formados en esa disciplina,
q l i e
40

tancia. [...] E n las escuelas especiales, el concurso se combina h a b i t u a l -


mente con l a instrucción que se adquiere tras el ingreso. Así se reúnen las
garantías más sólidas de capacidad". Pero l a necesidad de formación a l a
34

que este sistema procura responder sólo es experimentada por los cuerpos 35. F i r m e n Laferrière, « D e l'enseignement administratif dans les facultés de droit et d'une
école spéciale d ' a d m i n i j " Revue de Législation, t. xxxiv, 1849, pp. 106-107.
cuya profesión requiere competencias técnicas particulares. A u n q u e no so s t r a t o n >

36. Cuvier, célebre por S u o b r a científica, fue nombrado e n 1813 en el Consejo de Estado don-
de permanecerá en funciones hasta s u muerte en 1832.
37. Véase José Savoye, Quelques aspects de l'oeuvre de LA. Macarel. Contribution à l'étude de
31. Parliamentary Papers, p. 98. Véase también A l l a n R y a n , "Utilitarianism and Bureaucra- la naissance des scienc^ administratives, tesis multicopiada, Lille, 1970, pp. 140-150.
s

cy: T h e Views of J . S . M i l l " , e n G i l l i a n Sutherland (ed.), Studies in the Growth of Nineteeth 38. Véase carta de V i c t 0 r C i del 6 de junio de 1840, e n Pierre Legendre, "Méditation sur
o U S n

Century Government, pp. 33-62. l'esprit libéral. L a l e ç o >Édouard de Laboulaye, juriste-témoin", Revue du Droit Public,
n d

32. Véase R. Johnson, "Administrators i n Eucation before 1870", en G i l l i a n Sutherland (ed.), 1,1971, p. 103.

Studies in the Growth of Nineteeth Century Government, pp. 118-121. 39. Édouard de L a b o u l ^ «De l'enseignement et du noviciat administratif en Allemagne",
Revue de Législation et 'jurisprudence, t. xvm, 1843, pp- 513 ss.
33. E d w a r d Hughes, " C i v i l Service Reform 1853-1855", p. 27.
tíe

40. Sobre el lugar de l a i c i a económica en las universidades y en l a formación de los fun-


34. Alexandre Vivien, Etudes administratives, t. I , pp. 186-189.
c e n

cionarios en G r a n Bretaña, F r a n c i a y Alemania, véase Donald Winch, "Economie knowled-


I ,a construcción üe la burocracia loo

pero también que sean reclutados según su capacidad, es decir, por concur- mitadas a l a exégesis del Código C i v i l : en efecto, el diploma de licencia en
so y no por favores, como propone Dufaure en 1845, inspirándose en t a i
41
derecho, exigido para l a admisión en numerosos empleos administrativos, 46

propuestas del mismo Laboulaye. Estas ideas, compartidas sobre todo por es sustituido por u n a formación que englobaba las diversas ciencias útiles
Salvandy, llevan a este último, en su retorno al ministerio de Instrucción para l a administración de una sociedad en progreso. "Es necesario que l a
Pública en 1845, a interrogar a las facultades de derecho y a la Comisión de Escuela Politécnica", había escrito E n f a n t i n , "sea el canal a través del cual
Altos Estudios de Derecho, que él reconstituye, sobre la introducción de la nuestras ideas se expandan en l a sociedad; es l a leche que hemos bebido
enseñanza de las ciencias administrativas y políticas en apoyo del derecho en nuestra querida Escuela l a que debe n u t r i r a las generaciones venide-
a d m i n i s t r a t i v o . Las respuestas poco favorables de las facultades conducen
42
ras. Aprendimos allí la lengua positiva y los métodos de investigación y de
a l a Comisión a elaborar u n proyecto que prevé: " I ) el desarrollo de la en-
o
demostración que deben hoy en día hacer marchar las ciencias políticas". 47

señanza administrativa en todas las facultades de derecho; 2 ) u n a escuela o


Ese es, sin dudas, el objetivo perseguido por Duveyrier, quien elabora en
especial de ciencias políticas y administrativas". L a licencia en derecho
43
1843 u n proyecto de escuela de administración, que esperan realizar los
48

sería exigida para las carreras en la administración ordinaria y departa- ex alumnos del Politécnico Jean Reynaud -presidente de l a A l t a Comisión
mental, mientras que l a escuela especial, a l a que se accedería después de de Estudios Científicos y Literarios, creada el 27 de febrero de 1848 por
la obtención de l a licencia, abriría la oportunidad al "reclutamiento a través Carnot, que aprueba el proyecto de Escuela Nacional de Administración el
de concursos para el Consejo de Estado, l a Corte de Cuentas, las divisiones 6 de marzo— y el mismo Hippolyte Carnot. Si se h a podido decir, a propósito
en las oficinas ministeriales, los consulados y las legaciones". Pero este sis- 44
del ministro de Instrucción Pública, que "el espíritu sansimoniano dictaba
tema, que, por u n lado, habría preservado el monopolio de las facultades de sus actos, y a instituyendo las lecturas públicas de la tarde, ya fundando l a
derecho y, por el otro, no le confería a los alumnos l a inclusión automática en Escuela de Administración para asegurar el gobierno de las capacidades", 49

el funcionariado (esta posibilidad sólo se lograba después de u n noviciado, ese mismo espíritu animaba tanto a Duveyrier como a Reynaud.
u n examen o u n concurso), no se aplicó.
L a Escuela de Administración, al reclutar sus alumnos por concurso y
Lo que los liberales no pudieron consumar, lo realiza H i p p o l y t e Car- formarlos en las diferentes disciplinas científicas necesarias para l a ad-
not, de otra manera, en los días que siguen a su nombramiento como minis- ministración, abre el acceso a los empleos en función del mérito y, teóri-
tro de Instrucción Pública en el seno del gobierno provisional. L a creación de camente, debe t e r m i n a r con l a distribución de cargos basada en el nepo-
una "escuela de administración destinada al reclutamiento de las diversas tismo, el favoritismo y l a corrupción. Pero en l a medida en que el pasaje
ramas de l a administración, carentes hasta hoy de escuelas preparatorias por l a Escuela no da acceso automático a u n empleo a d m i n i s t r a t i v o , l a
[...] sobre bases análogas a las de la Escuela Politécnica" es decidida, en voluntad de democratización que anima a Carnot tropieza con las prácti-
efecto, el 8 de marzo de 1848. Entre las once cátedras creadas en el Collége cas sociales, pues los licenciados en derecho, hijos de familias influyentes,
de France para asegurar la instrucción de los alumnos de l a Escuela de A d - tienen más chances de obtener u n cargo que sus oscuros rivales salidos
ministración, cinco están consagradas a la economía política y a l a estadís- de l a Escuela de Administración. Además, l a idea de que esos alumnos
50

tica de diferentes ramas de actividad; las otras involucran esencialmente


45
puedan acceder a u n cargo después de recibidos suscita la oposición de
las disciplinas de derecho público y de ciencias políticas. De esa manera, los empleados - l o s funcionarios s u b a l t e r n o s - que t e m e n que l a llegada
se quiebra el monopolio educativo que tenían las facultades de derecho, l i - de esos nuevos privilegiados perjudique sus carreras. Las dificultades a
las que se enfrenta l a Escuela durante su breve existencia habrían podi-

ge and government i n B r i t a i n " , en Mary F u m e r y B a r r y Supple, The State and Economic


Knowledge, Nueva York, Cambridge University Press, 1990, pp. 49-51.
46. Véase Alexandre Vivien, Etudes administratives, t. l, p. 191.
41. Edouard de Laboulaye, " D e l'admission dans les services publics", Revue de Législation et
de Jurisprudence, t. xxv, 1846, pp. 257 ss. 47. Citado por Sebastien Charléty, Histoire du saint-simonisme (1825-1864), p. 61.
48. Véase sobre este proyecto G u y Thuillier, Bureaucratie et bureaucrates au xixe siécle, G i -
42. Véase José Savoye, Quelques aspects de l'oeuvre de L.A. Macarel, pp. 246-257.
nebra, Droz, 1980, pp. 479-498.
43. F i r m e n Laferrière, " D e l'enseignement administratif dans les facultés de droit et d'une
école spéciale d'administration", p. 111. 49. Georges Weil, L'École saint-simonienne, p. 219.

44. Idem, pp. 132-133. 50. Vincent Wright y Howard Machin, " L e s eleves de l'École nationale d'administration de
1848-1849", Revue d'Histoire Moderne et Contemporaine, vol. 36, octubre-diciembre de 1989,
45. Decreto del 7 de abril de 1848.
pp. 605-639.
166 Pensar el funcionariadO L a construcción de la burocracia 167

do ser corregidas si se hubiera aprobado el proyecto de ley presentado el tes, sobre todo, de la pérdida de influencia que implicaría u n reclutamien-
31 de agosto de 1848 por el m i n i s t r o de Instrucción Pública, Vaulabello: to basado sólo en el mérito. F i n a l m e n t e , uno de los objetivos perseguidos
éste disponía que u n tercio de los cargos administrativos sería provisto por por los reformadores, y cuya validez es ampliamente a d m i t i d a : garantizar
los alumnos egresados de l a Escuela, quienes de todas formas deberían que los empleos sean cubiertos por personas que tengan u n a competencia
c u m p l i r u n noviciado. E l nombramiento de Falloux en el ministerio de
51
adaptada a l a tarea que deberán realizar, sólo puede ser consumado si no
Instrucción Pública, en diciembre de 1848, firma l a sentencia de muerte de perjudica las prerrogativas de l a clase política.
esta escuela "republicana".
" E l brillo que se le quiso dar a l a nueva escuela, confiando sus aulas en
parte a los mismos hombres que estaban entonces a l a cabeza del poder, E l principio de l a c a r r e r a
contribuyó a su fracaso. No pudo escapar a las prevenciones que perse-
guían a u n gobierno surgido de u n a revolución popular." S i n embargo, las 52
Tanto en Francia como en I n g l a t e r r a , los empleos administrativos son
oposiciones políticas y corporativas que el 9 de agosto de 1849 conducen organizados jerárquicamente en grados, del más bajo al más elevado, es-
a s u p r i m i r l a p r i m e r a escuela de administración no se detendrán, como
53
tando cada uno de ellos subdividido en niveles a los que corresponde, en
lo atestiguan los fracasos de las tentativas ulteriores de crear u n a escuela principio, u n a escala de remuneraciones propia de cada ministerio. No obs-
de este tipo: l a propuesta de ley para crear u n a escuela de administración, tante, en Francia, como destaca V i v i e n , " l a escala de salarios no siempre
presentada por Carnot y otros senadores republicanos en 1876, fue retira- está de acuerdo con l a jerarquía" y, además, las desigualdades de remune-
da por estos últimos el 4 de abril de 1879, ante la oposición a este proyecto ración según las administraciones no se corresponden con las diferencias
por parte de la comisión senatorial respectiva. L a formación de las "éli-
54
de situación. L a carrera del funcionario está regulada por el principio
56

tes" en ciencias políticas y a d m i n i s t r a t i v a s , materias que no se enseñan en general del progreso que se opera, por u n lado, en el seno de u n grado, y
las facultades de derecho, y la preparación para los concursos de ingreso por el otro, por l a promoción eventual a u n grado superior.
en la administración es garantizada ahora por la Escuela L i b r e de Cien- De todas formas, l a manera como se aplica este sistema está lejos de ser
cias Políticas, creada por Émile B o u t m y en 1871. Es u n a institución priva- homogénea: cada ministerio tiene sus propias reglas de organización y de
da, de inspiración liberal, y responde "a l a vez a las necesidades sociales de clasificación de los empleos. E n consecuencia, las carreras están sometidas
legitimación de las fracciones tradicionales y a las de reproducción de las a principios m u y variables, incluso a n i n g u n o . A ambos lados del canal de
57

fracciones móviles o poseedoras de capital escolar", pero no tiene como 55


la Mancha, lo que suele regular el progreso a u n grado superior es l a a n -
función p e r m i t i r la democratización del acceso a la función pública, que tigüedad o l a promoción. A u n q u e en I n g l a t e r r a u n a Orden del Consejo de
tanto desea Carnot. 1822 había permitido al m i n i s t r o del I n t e r i o r promover de u n grado a otro
E n realidad, sean cuales fueren las torpezas cometidas d u r a n t e l a crea- en v i r t u d del mérito, l a práctica tradicional se m a n t u v o inalterable: los
ción de l a escuela de 1848, las razones esenciales de su rechazo son análo- funcionarios en los cargos se consideraban casi propietarios de su empleo y
gas a las que condenan, algunos años más tarde, l a reforma propuesta por ese sentimiento - t o m a d o sin duda del recuerdo de la venalidad de los car-
Northcote y Trevelyan: desconfianza con respecto a u n a democratización, gos- se extiende igualmente al principio del progreso por antigüedad. E n 58

por lo demás m u y aleatoria, de l a función pública; temor de los gobernan- fin, no es raro que personas extrañas a l a administración sean nombradas
en empleos a los que habrían podido pretender, como progreso dentro de
u n escalafón, funcionarios de competencia comprobada. Northcote y T r e -
59

velyan consideran que para atraer personas nuevas, beneficiadas con u n


51. Véase F i r m e n Laferrière, " D e l'enseignement administratif dans les facultés de droit et
d'une école spéciale d'administration", p. 135, quien critica este sistema "costoso" y prefiero
cierto nivel educativo comprobado por los exámenes de ingreso a l a función
el anterior, imaginado en 1846.

52. Alexandre Vivien, Études administratives, t. l, p. 206.


56. Vivien, Etudes administratives, t. I, p. 287.
53. Véase Vincent Wright, "L'École Nationale d'Administration de 1848-1849: u n échec révé-
lateur", Revue Historique, C C L V , 1, 1976, pp. 21-42. 57. ídem, pp. 210-211.
54. Véase G u y Thuillier, " L e s projets d ' E N A et de nationalisation de l'École libre des sciences 58. Véase A . P . Donajgrodzki, " T h e Clerks of Home Office 1822-48", en Gillian Sutherland
politiques (1876-1881)", La Revue Administrative, 201, 1981, pp. 250-257. (ed.), Studies in the Growth of Nineteeth Century Government, pp. 105-106.
55. Christophe Charle, Les Élites de la République 1880-1900, Paris, F a y a r d , 1987, p. 53. 59. Véase Alexandre Vivien, Études administratives, p. 217; Informe Northcote-Trevelyan, p. 4.
IDO r-ensar ei iuncionariaao ua c u i i s L r u c c i o n ae i a Durocracia 169

pública, es necesario ofrecerles u n a auténtica perspectiva de progreso que t i v a para los agentes públicos, lo es también para el servicio del Estado en
les p e r m i t a llegar a los empleos más altos, en t a n t o puedan superar u n la medida en que si éste "promete al funcionario que conservará su empleo
examen que demuestre sus aptitudes para ocuparlos. Pero, conscientes de en tanto no lo desmerezca, le da l a confianza de donde nace la libertad de
la pertinencia de las objeciones que se podrían presentar al principio del espíritu". 64

progreso por mérito que pregonan, proponen el establecimiento de proce- E n fin, el último elemento del dispositivo para organizar la carrera i n -
dimientos que sirvan para impedir que se ejerza el favoritismo durante la cluye l a pensión que se le otorga a los funcionarios tras su retiro. Aunque
elección. 60
el reconocimiento de este derecho está admitido globalmente, su puesta en
Finalmente, a excepción de algunas funciones superiores donde se re- práctica está lejos de ser homogénea. " E n este momento", afirma V i v i e n ,
quieren "cualidades que no se adquieren con l a r u t i n a o l a simple práctica "el régimen de pensiones sólo está organizado de manera n o r m a l en los
l a b o r a l " , todos los empleos deberían ser provistos conforme a reglas de
61 ejércitos de t i e r r a y m a r . [...] Los servicios civiles están regidos por dispo-
reclutamiento y de progreso que garanticen al servicio público el concurso siciones incoherentes, confusas, incompletas". E n G r a n Bretaña, la p r i -
65

de los hombres más aptos para c u m p l i r las misiones que les son confiadas mera ley donde se hace referencia a l a "función pública permanente del Es-
y cuyo mérito sería recompensado por el progreso gradual a lo largo de su tado" es l a Superannuation Act de 1859 que, aplicando u n a propuesta de
carrera. E n Francia, la comisión de revisión de los servicios a d m i n i s t r a t i - Northcote y Trevelyan, exige u n certificado de l a Comisión de la Función
vos, i n s t i t u i d a en 1871 por l a Asamblea Nacional con el objetivo de reme- Pública para otorgar u n a pensión después del retiro. Sobre este punto,
diar los problemas de funcionamiento de la administración, dictamina u n como en todos los aspectos de l a organización de la función pública, tanto
cierto número de propuestas: d i v i d i r a los empleados en dos categorías —los Northcote y Trevelyan como V i v i e n proponen l a unificación de las reglas y
reclutados a través de u n examen de a p t i t u d y los reclutados por concurso la generalización de su aplicación a todos los funcionarios.
y titularizados después de u n año de prácticas— y establecer reglas preci- Reafirmar que aquellos que se recluta —en razón de su mérito— deben
sas para los ascensos. Pero l a oposición del Consejo de Estado a cualquier poder hacer u n a verdadera carrera al servicio del Estado significa que el
ley que instaure reglas generales aplicables al conjunto de los ministerios poder discrecional de los responsables políticos esté estrictamente l i m i t a -
anula esas propuestas. A fines del siglo xix, el sistema de reclutamiento do. De hecho, t a n t o en Francia como en I n g l a t e r r a , muchos de los que en
por concurso se generaliza en Francia, pero t a n t o l a organización de IO.H esa época ocupan empleos administrativos pasan allí l a mayor parte de
concursos como l a carrera de los funcionarios seguirán regidas por regla| su vida y la permanencia constituye u n a regla globalmente respetada. 66

propias de cada m i n i s t e r i o hasta l a adopción legislativa del estatuto ge- "Inamovibles o desplazables, los funcionarios gozan en Francia de una
neral en 1946. E n efecto, el principio de permanencia, que postula el do gran seguridad personal. Fuera de algunas medidas de violencia que cada
carrera, no implica n i que deba ser consagrado por l a ley n i que el fim revolución trae aparejadas, y que son arrancadas al poder t r i u n f a n t e por
cionario se pueda beneficiar de ese derecho de estabilidad en l a función aquellos ambiciosos que le h a n dado asistencia, las situaciones son respe-
pública. A u n q u e el interés del Estado deba siempre prevalecer sobre ol tadas, quizá demasiado, si nos atrevemos a decir todo lo que pensamos". 67

del individuo, las faltas cometidas por los agentes son el p r i n c i p a l motivo La depuración impacta evidentemente en la alta administración, pues se
que puede justificar su exclusión del servicio. Así, aquellos que muestran necesita su lealtad política: el mismo V i v i e n sabe algo de ello, pues el Con-
incompetencia o u n a incurable indolencia se exponen al despido. Aunque 62
sejo de Estado del cual él era miembro fue disuelto por el decreto del 2 de
V i v i e n no es favorable a l a organización de u n régimen disciplinario por diciembre de 1851 y, cuando se lo recreó en 1852, él no estaba entre los
jurisdicción, como el que existe en algunos estados de A l e m a n i a , consido i .1 nominados. Pero, en la medida en que en Francia y en G r a n Bretaña no
68

sin embargo que "las quejas que m o t i v a n el despido deben ser definidas y
constatadas". L a protección contra l a arbitrariedad no solamente es po»U
63

64. ídem, p. 263.


65. ídem, pp. 294-295.
60. Informe Northcote-Trevelyan, pp. 13-14; también Alexandre Vivien, Etudes adminiatff
66. Sobre la longevidad de las carreras en el Home Office, véase A.P. Donajgrodzki, "New roles
tives, p. 222.
for oíd: the Northcote-Trevelyan Report and the clerks of the Home Office 1822-1848", p. 261.
61. Alexandre Vivien, Etudes administratives, p. 221.
07. Alexandre Vivien, Etudes administratives, p. 261.
62. Informe Northcote-Trevelyan, p. 6.
68. Véase Le Conseil d'État, París, C N R S , 1974, pp. 447-449, 471-472; igualmente Bernard U
63. Alexandre Vivien, Etudes administratives, p. 262. Clére y Vincent Wright, Les Préfets du Second Empire, París, A. Colin, l!>7.'i, pp 19
existe u n sistema institucionalizado de despojos, como en Estados Unidos, partido (peligro constante y m o r t a l de las repúblicas) es el único fin persegui-
el patronato sólo se ejerce finalmente para los nombramientos en los em- do en desmedro del interés de l a nación. Exigiendo u n a esclavitud completa
pleos vacantes y, en parte, para los ascensos. a l a voluntad de la oligarquía, tanto para obtener u n puesto como para una
promoción política, este sistema destruye l a independencia política de los i n -
dividuos, que es l a última defensa de l a l i b e r t a d . Para detener l a amenaza
72

Reformar l a función pública p a r a m o r a l i z a r de destrucción del sistema republicano pervertido por la corrupción partida-
la v i d a política estadounidense r i a , es indispensable l a neutralización política del servicio del Estado, pero
ésta es sólo el medio que permitirá consumar la reforma moral por la cual
E l lento proceso que se inicia a comienzos de los años 1870 en Estados m i l i t a l a Liga Nacional por l a Reforma de l a Función Pública, constituida
Unidos tiene como objetivo principal reducir los gastos, asignar al gobierno en 1881. Para entender en toda su magnitud la perversión del sistema al
73

u n campo de acción claramente delimitado e imponer u n estricto régimen que se enfrentan los defensores de l a reforma, es necesario saber que todos
de economía y de eficacia en el aparato a d m i n i s t r a t i v o . Reformar l a ad-
69 los que trabajan en l a administración deben su empleo a los líderes de los
ministración, cuyo funcionamiento es ampliamente criticado en razón de partidos con los que contraen, en consecuencia, numerosas obligaciones: m i -
la débil eficacia de los servicios que está llamada a asegurar, conduce a l i t a r activamente en l a organización, j u g a r el rol de agente electoral y atraer
reflexionar sobre su reorganización, sobre los procedimientos que aplica, electores a las urnas y, finalmente, contribuir al financiamiento del partido.
pero también sobre su personal. Si bien en el Congreso se crean muchas Esta última obligación significa no solamente que los funcionarios t r a t e n de
comisiones de investigación para analizar l a situación de las a d m i n i s t r a - reunir fondos sino, sobre todo, que regularmente deben entregar a su p a r t i -
ciones y proponer soluciones, aquéllas sólo a p u n t a n a aspectos menores y do u n a contribución proporcional a su remuneración, si no quieren correr el
no abordan la espinosa cuestión de l a función pública, lo que implicaría riesgo de perder su empleo.
atacar los intereses partidarios de los miembros del Congreso. 70
P a r a poner fin a l control p a r t i d a r i o , el acceso a los empleos públicos
E l movimiento que se desarrolla en favor de l a reforma de l a función se opera sobre l a base de criterios neutros y la aptitud de los postulantes se
pública es, en verdad, apoyado por u n a parte del mundo de los negocios - verifica, p a r t i c u l a r m e n t e , a través de u n examen. E n cambio, en l a me-
esencialmente comerciantes y banqueros- que se queja de la incuria admi-
71 dida en que en esa época l a noción de eficacia del servicio público queda
nistrativa, pues son los que más sufren sus inconvenientes, y los atribuyen eclipsada por l a idea de que sólo debe servir al interés general y no a los
a la incompetencia de u n personal desprovisto de todo profesionalismo. Pero intereses particulares de los funcionarios, no parece deseable organizar las
los que más animan el movimiento son, sobre todo, periodistas, abogados, carreras de estos últimos n i su protección contra el despido. Como destaca
universitarios y pastores, en su mayor parte impregnados por la cultura además Curtís en 1881, "los despidos serán hechos sólo bajo presión de
de Nueva Inglaterra. A h o r a bien, el objetivo que persiguen estos últimos los políticos. Pero estos políticos no presionarán si no pueden asegurar el
apunta más a moralizar l a política que a mejorar el funcionamiento de la nombramiento de sus favoritos. Háganles imposible asegurar los n o m b r a -
administración. L a doctrina que inspira al movimiento reformador encuen- mientos y l a presión desaparecerá inmediatamente, y el despido a r b i t r a r i o
t r a su fuente en l a ética p u r i t a n a y, más particularmente, en su concepción cesará". Dicho de otra manera, los funcionarios no tienen ninguna nece-
74

del Bien. L a "Introducción" de George Curtís a la obra que Dormán B. Ea- sidad de beneficiarse con determinadas garantías, si el vicio original que
ton -encargado por el presidente Rutherford Hayes de estudiar el sistema mancha su nombramiento es extirpado. L a voluntad de reducir el dominio
de función pública británico para reformar el estadounidense- consagra al ejercido por los partidos políticos en el campo de l a administración se t r a -
Civil Service in Great Britain es perfectamente explícita sobre el objetivo duce, desde 1871, en l a instauración de algunos procedimientos de reclu-
perseguido: el sistema de despojos crea u n a clase política mercenaria, una tamiento y de ascenso por mérito. Pero l a Comisión de la Función Pública,
oligarquía de estipendiarios, una burocracia de la peor especie; el espíritu de

72. Véase Dormán B . Eaton, Civil Service in Great Britain. A History of abuses and reforms
69. Véase Stephen Skowronek, Building a New American State, p. 50. and their bearing upon the american politics, p. v.

70. Véase Leonard White, The Republican Era: 1869-1901, pp. 84-92. 73. Desde 1877 se había constituido la Asociación Neoyorquina por la Reforma ilc la Km n
Pública.
71. Véase A r i Hoogenboom, Outlawing the Spoils: A History of the Civil Service Reform Mo-
vement, 1865-1883, pp. 42-43. 74. Citado por Leonard White, The Republican Era: 1869 1901, \> II 10
172 Pensar el funcionariac L a construcción de la burocracia 173

creada con este objeto por el presidente Ulysses G r a n t como consecuencia de empleos de oficina en Washington, en el correo y en l a aduana, es decir,
de l a ley del 3 de marzo de 1871, que autorizaba a elaborar las reglas de en los sectores donde l a impericia a d m i n i s t r a t i v a es más perjudicial para
acceso a l a función pública, sucumbe ante l a oposición manifestada po! los intereses de los comerciantes y los banqueros, que apoyan el principio
la Cámara de Representantes negándose a votar los créditos necesario:, de l a reforma. Le corresponde al presidente decidir por decreto l a exten-
para su funcionamiento. Luego, como el Congreso no quiso legislar sobré sión eventual del sistema de "clasificación" a otros empleos, a excepción de
la reforma de l a función pública, G r a n t suprimió los j u r y s de examen en aquellos que además del nombramiento presidencial necesitan el consenti-
1875. E n cuanto a su sucesor, el presidente Hayes, aunque se pronuncia
75
m i e n t o senatorial y de los empleos de operarios. Eso significa alrededor de
a favor de u n a reforma y considera que "el poder de nombramiento y de 140.000 empleos exentos, representando 25% del efectivo t o t a l de la épo-
destitución no es u n a ventaja que pueda ser utilizada para ayudar a u n c a . L a ley prevé también que los nombramientos en W a s h i n g t o n deben
79

amigo o recompensar a u n p a r t i d a r i o , sino u n deber que debe ser ejercido t e n e r en cuenta el origen geográfico de los candidatos declarados aptos tras
por el interés general", no hace gran cosa por modificar l a situación exia
76
u n examen, de m a n e r a que cada estado esté "representado" proporcional-
tente, salvo nombrar, en los puestos ministeriales y en los m u y codiciado» m e n t e según su población, ha Pendleton Act refuerza además las modestas
empleos de jefe de correos y de inspector de hacienda del puerto de Filadel- disposiciones tomadas por l a ley del 15 de agosto de 1876, que prohibía a
fia, a personas que no están recomendadas por los miembros del Congreso. los altos funcionarios y a los empleados solicitar a sus colegas contribucio-
L a vigorosa campaña llevada adelante por los m i l i t a n t e s de l a Liga, nes con fines políticos. Para asegurar l a n e u t r a l i d a d política del servicio
presidida por Curtís - u t i l i z a n d o el canal de l a prensa y de las conferencias público, por u n lado, los miembros del Congreso, del Poder Judicial y de l a
p ú b l i c a s - a p u n t a a que se adopte u n a legislación que r e s t r i n j a el poder ar- administración no tienen derecho a pedir o recibir cotizaciones políticas.
b i t r a r i o de los partidos y que p e r m i t a a l Congreso c u m p l i r sus verdadera:, Por el otro, l a prohibición de pedir y recibir directa o indirectamente fon-
funciones, de las cuales se ha desviado en provecho de u n r o l de proveedor dos con fines políticos se extiende a los funcionarios y se prohibe toda co-
de empleos. Este activismo está lejos de finalizar con l a adopción, el J(¡ lecta en los edificios públicos. L a violación de estas reglas está penalmente
de enero de 1883, de la Civil Service Act, propuesta por el senador demó- sancionada. Finalmente, l a ley establece u n a Comisión de l a Función Pú-
80

crata Pendleton. E l combate por l a extensión c u a n t i t a t i v a y cualitativa blica constituida, sobre u n a base b i p a r t i d a r i a , por tres miembros nombra-
de lo conquistado en 1883 prosigue sin descanso hasta el p r i m e r conflicto dos por el presidente con el consentimiento del Senado, pero revocables
m u n d i a l . E n efecto, la Pendleton Civil Service Act, p r i m e r a piedra de la
77 por el presidente. L a Comisión controla el conjunto de procedimientos de
reforma de la función pública, sólo aporta u n a respuesta m u y l i m i t a d a a r e c l u t a m i e n t o por examen y dispone, además, u n poder de investigación
las preocupaciones de los reformadores. Primero plantea el principio del sobre l a forma de aplicación del conjunto de las reglas fijadas por l a ley. Si
reclutamiento por u n examen de carácter práctico, que p e r m i t a apreciar La b i e n pudiera parecer implícito que los agentes reclutados en los empleos
capacidad de los candidatos para c u m p l i r las tareas correspondientes en el clasificados no pueden ser despedidos por causas políticas, el principio de
empleo específico al que se postulan. Rechazando la concepción británica rotación no es cuestionado y no se t o m a ninguna medida para asegurar
de u n examen "teórico", al i g u a l que l a idea que consiste en reclutar a los l a permanencia en las funciones de esos agentes públicos. Las prácticas,
funcionarios en u n n i v e l , los estadounidenses optan por u n sistema pra¡: enérgicamente denunciadas en los informes de l a Comisión de l a Función
mático que se l i m i t e a proveer empleos, pero no permite l a organización Pública, dan cuenta de l a l e n t i t u d de l a evolución de las costumbres. Los
de u n a carrera. despidos basados en discriminación política - y también en discriminación
r a c i a l - se efectúan todo el tiempo, t a n t o en los servicios clasificados como
E n 1883, sólo alrededor de 1 1 % de los empleos federales están "cla-
en los otros. E n cuanto a l financiamiento de los partidos, esquivando las
81

sificados" - l a proporción se elevará a cerca de 46% en 1 9 0 0 - , es decir, 78

disposiciones de l a ley, evitan el riesgo de l a persecución p e n a l . 82

afectados por este procedimiento de reclutamiento. Se t r a t a esencialmente

75. Véase Leonard White, The Republican Era: 1869-1901, pp. 283-284. 79. Véase Paul v a n Riper, History of the United States Civil Service, p. 105.
76. ídem, p. 288. 80. Artículos 11 a 15 de l a ley del 16 de enero de 1883.
77. Véase William D. Foulke, Fighting the Spoilsmen. 81. Véase Leonard White, The Republican Era: 1869-1901, pp. 341-342.
78. Véase Stephen Skowronek, Building a New American State, p. 69. 82. ídem, pp. 335-340.
174 Pensar el funcionariado L a construcción de l a burocracia 175

L a reforma de 1883, aunque simbolice u n punto de inflexión, sólo produ- m i n i s t r a t i v a " . " E l estudio de l a administración", de Woodrow W i l s o n , por
86

ce efectos m u y limitados en l a medida en que no procede de u n a concepción entonces profesor u n i v e r s i t a r i o y más tarde presidente de Estados Unidos
de conjunto de l a organización de la función pública, en v i r t u d de l a cual bajo las banderas demócratas en 1913, puede ser considerado como l a p r i -
habrían sido articulados tipos de empleos, la calificación requerida para mera reflexión teórica estadounidense sobre este tema. Dos años antes,
acceder a ellos y los salarios correspondientes. L a introducción en peque- Wilson ya había criticado, en su tesis, los métodos del Congreso y su i n -
ñas dosis del reclutamiento por mérito, por fuera de toda reforma global fluencia perniciosa sobre el conjunto del gobierno. Pero su artículo va más
del sistema, se gana l a adhesión tanto del partido republicano en el poder lejos en el sentido de que quiere demostrar que l a reforma de l a función
como del partido demócrata, porque deja en realidad u n m u y amplio mar- pública en curso debe ser el preludio de u n mejoramiento de l a organiza-
gen de acción al patronato. E n este final de siglo, el patronato está en m a - ción y de los métodos de l a administración. E l interés de su propuesta no
nos de los promotores del desarrollo exponencial del transporte ferroviario está en l a originalidad de las soluciones, m u y brevemente mencionadas,
y de l a i n d u s t r i a , los magnates enriquecidos por l a especulación durante la sino en l a afirmación novedosa en Estados Unidos de que es necesaria u n a
guerra, que gracias a sus recursos controlan las máquinas políticas y, en ciencia pragmática de l a administración, cuyo objeto sería descubrir " p r i -
consecuencia, las instancias del poder. Esta nueva clase de industriales
83
meramente lo que el gobierno puede hacer correctamente y con éxito, y en
es tanto menos favorable al movimiento reformador cuando este último de- segundo l u g a r cómo puede hacer cosas de l a manera más eficaz posible y
nuncia la colusión entre los partidos y l a i n d u s t r i a y manifiesta también con el menor costo t a n t o financiero como de energía posible". Esta ciencia
87

su oposición a los monopolios. Pero si los rápidos cambios económicos que es más necesaria en t a n t o se asiste a u n a m u y i m p o r t a n t e y delicada ex-
experimenta Estados Unidos se operan al abrigo de l a legislación, p a r t i c u - tensión de las funciones a d m i n i s t r a t i v a s , que proceden de u n a nueva con-
larmente favorable a los intereses de los grandes empresarios, que los repu- cepción del r o l que debe desempeñar el Estado: en p a r t i c u l a r , controlar l a
blicanos habían adoptado durante l a guerra, al mismo tiempo se desarrolla actividad de las empresas más poderosas, como las compañías de telégrafo
una reglamentación cada vez más compleja, concerniente a ámbitos cada y de ferrocarriles. 88

vez más numerosos. E n t r e las muchas disposiciones que se adoptan, l a In-


E n realidad, W i l s o n propone inspirarse en aquello que ya se ha r e a l i -
terstate Commerce Act, de 1887, es emblemática en muchos aspectos. Como
zado en otra parte, adaptándolo al carácter federal del Estado americano.
el Congreso confió "el control del comercio interestatal, término vago a más
"¿Pero dónde floreció esta ciencia? Con toda seguridad, no de este lado del
no poder, a l a administración federal, el Ejecutivo federal se encontraba
océano. Casi no se puede observar u n método i m p a r c i a l en nuestras prác-
habilitado para intervenir en los asuntos interiores planteados por las re-
ticas administrativas. [...] Los autores americanos, hasta el presente, no
laciones económicas entre los estados", cuya organización también contro-
84

han tenido u n r o l i m p o r t a n t e en el progreso de esta ciencia. E l l a encontró


laba. A p a r t i r de allí, el poder central se ve investido de nuevas funciones
sus doctores en Europa. No es obra nuestra; es u n a ciencia extranjera". 89

y de medios de acción con respecto a los estados. Pero el cumplimiento de


Sin embargo, aunque sea europea, napoleónica y prusiana, es necesario
cualquier nueva función confiada al Ejecutivo, que aumenta así su l e g i t i m i -
estudiarla: " S i n estudios comparativos, no podremos deshacernos de esta
dad, implica correlativamente el desarrollo de l a administración encargada
falsa concepción de que l a administración descansa sobre u n a base funda-
de su puesta en práctica. Las cifras son elocuentes: entre 1871 y 1901, el
mentalmente diferente en u n estado democrático de l a que se desarrolla
número de funcionarios empleados en l a administración federal pasa de
en u n estado no democrático. Después de ese estudio podremos acordar a
53.000 a 256.000. Con el crecimiento de los efectivos, que se corresponde
85

la democracia el honor suficiente que consiste en determinar finalmente, a


con el intervencionismo federal, l a reforma aparece tanto más necesarias
través del debate, todas las cuestiones que afectan a l bien público y a basar
en l a medida en que se complejizan también las tareas.
todas las políticas sobre l a v o l u n t a d general; pero sólo habremos hallado
Sin dudas no es casualidad que también en 1887 aparezca u n artículo,
destinado a l a celebridad en el campo científico denominado "ciencia ad-

86. Woodrow Wilson, " T h e study of administration", Political Science Quarterly, vol. 56, N°
83. Véase Marianne Debouzy, Le capitalisme "sauvage"aux États-Unis (1860-1900), pp. 133-136. 2, 1887, pp. 197-222.

84. Marie-France Toinet, Hubert Kempf y Denis Lacorne, Le Libéralisme á l'américaine, P a - 87. ídem, p. 197.
rís, Económica, 1989, p. 28. 88. ídem, p. 201.
85. Véase Stephen Skowronek, Building a New American State, p. 49. 89. Ibidem.
176 Pensar el funcionariado L a construcción de la burocracia 177

una regla de buena administración semejante para todos los gobiernos". 90


u n j u r a d o de examinación competente para j u z g a r a los candidatos a u n
E n resumen, sea cual fuere el régimen político, para que las funciones de empleo vacante de u n grado inmediatamente superior al propio, el p r i n c i -
la administración sean efectivamente útiles y eficaces, éstas deben estar pio se convierte en letra m u e r t a . E n cuanto al medio de asegurar la perma-
estructuradas de la m i s m a manera. Lo que postula Wilson es que el p r i n - nencia en las funciones, también es establecido por u n decreto presidencial
cipio de l a autonomización de la administración en relación a las combi- de 1887 que dispone que ningún despido en el seno del servicio clasificado
naciones políticas - " l a administración es exterior a la esfera propia de lo puede producirse salvo que haya j u s t o motivo, expresado por escrito, del
político"- no debe ser entendido como u n cuestionamiento de las i n s t i -
91
cual el interesado debe recibir copia, para presentar sus argumentos a la
tuciones democráticas sino como el medio indispensable para consumar administración en u n plazo razonable. Sin embargo, al igual que la prece-
las inmensas tareas que las necesidades de l a edad i n d u s t r i a l y comercial dente, esta regla no se aplica.
hacen pesar sobre e l l a . Por eso el estudio de los sistemas extranjeros que
92
D u r a n t e l a segunda m i t a d del siglo xix, va quedando claro que el buen
h a n superado l a prueba de l a eficacia debe enriquecer l a reflexión de los funcionamiento de la administración y su capacidad para c u m p l i r sus m i -
estadounidenses y permitirles organizar su administración, sus métodos siones, que se amplían considerablemente, dependen directamente de la
de trabajo y l a formación profesional de su personal. E l objetivo de Wilson, calidad de su personal y de la regularidad de su acción en el tiempo. L a
al cual se unirán muchos autores, tiene u n a a m p l i t u d que no se l i m i t a
93
profesionalización de la función pública implica que aquél sea reclutado
solamente a l a moralización de l a vida política, la cual está lejos de haber en base al mérito y que las carreras estén organizadas. Pero, al postu-
concluido cuando comienza el siglo xx. lar que las modalidades de reclutamiento y de ascenso, los motivos que
E l Congreso no quiere perder su poder y, en l a batalla por llegar a p e r m i t a n poner fin a las funciones, así como las garantías y obligaciones
la m a g i s t r a t u r a suprema, los candidatos son siempre dependientes de los que se vinculan a l servicio del Estado deben estar gobernados por reglas
partidos y sus confidentes. S i n embargo, aunque l a ley de 1883 sólo produ- impersonales, los promotores de las reformas confían romper el vínculo
ce efectos inmediatos bastante limitados en el servicio del Estado, no deja que habían establecido los políticos con los funcionarios. Cualesquiera fue-
de constituir l a p r i m e r a piedra de u n edificio en construcción. A l confiarle r a n las motivaciones de su acción, chocaron con la resistencia de los que
al Presidente el poder de decidir cuáles son los empleos sometidos al reclu- temían perder u n medio, efectivo o imaginario, para asegurar su posición
tamiento por exámenes, abre l a posibilidad de centralizar - b a j o autoridad política. Sin embargo, lo que está en juego no es en todas partes lo mismo.
del Ejecutivo f e d e r a l - u n sistema hasta entonces sometido básicamente a En Estados Unidos, el hecho de que los partidos políticos pierdan el control
los intereses locales. E n cambio, por el hecho de que la organización racio- de los empleos es percibido como u n atentado al poder de los miembros del
nal de l a función pública no es el objetivo perseguido, muchas cuestionen Congreso que, correlativamente, permite al Presidente reforzar el suyo y,
que habían sido debatidas en Francia y en G r a n Bretaña permanecen orn I en definitiva, acrecentar el poder federal en detrimento del de los estados;
tas. E l problema de la formación inicial de los candidatos para u n empleo en G r a n Bretaña y en Francia, en cambio, l a autonomización de la a d m i -
clasificado sólo es abordado de manera negativa, rechazando l a concep« nistración central no tiene consecuencias en cuanto al equilibrio i n s t i t u -
ción académica británica que sirve para favorecer el elitismo, contrario ni cional del régimen político.
igualitarismo democrático. L a cuestión del progreso es examinada por H
Comisión de l a Función Pública en su p r i m e r informe anual, que p m
za el examen como procedimiento de promoción. Pero, allí también, eH la
lucha contra los abusos del favoritismo y de l a corrupción lo que justifli I
la propuesta. Cuando, a p a r t i r de u n decreto del presidente MacKinlev d. i
4 de enero de 1887, la Comisión prevé que cada ministerio deba establee»

90. Woodrow Wilson, " T h e study of a d m i n i s t r a r o n " , p. 218.

91. ídem, p. 210.

92. ídem, p. 218.


93. Por ejemplo F r a n k J . Goodnow, Politics and Administration, Nueva York, Macmtlllfl
1914.

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