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El Estado que no cuenta con
medios de cambio no cuenta con
medios de conservación.
Edmund Burke 1
1
Arturo Fontaine Talavera (editor), “Selección de Escritos Políticos de Edmund Burke”, en Estudios Públicos 9, 1983, p. 145.
2 José Victorino Lastarria y Federico Errázuriz, Bases de la reforma, Imprenta del Progreso Santiago, 1850, p. 9.
2
3
Serge Gruzinski, El pensamiento mestizo, Paidós, Barcelona, 2000.
es que pretende influir en la toma
de decisiones y perdurar en el tiem-
po. Conservadores, liberales, soci-
alcristianos y comunitaristas están
llamados a confluir en un proyecto
que no se oponga a los cambios,
sino que busque llevarlos a cabo de
forma gradual y siempre dentro de
la institucionalidad conocida. Dichas
escuelas de pensamiento descreen
de la ingeniería social, es decir, de la
supuesta capacidad de los Estados
o gobiernos de construir un modelo
de sociedad de arriba hacia abajo y
en nombre del “bien común”. En ese
sentido, prefieren la moderación y la
participación de la sociedad civil en
la generación de políticas públicas
de largo alcance, conscientes como
son de la imposibilidad de carac-
terizar bajo un concepto unívoco y
monolítico una sociedad compleja y
heterogénea como la chilena.
9
Santiago, marzo, 2021, p. 37.
18
Mario Góngora, Ensayo sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX, Editores La Ciudad, Santiago, 1981.
19
Friedrich A. Hayek, El Mercurio, 19 de abril de 981. Citado en Góngora, Ensayo, p. 137.
rios propios y no impuestos; libertad
para elegir nuestro credo religioso
(o simplemente libertad para elegir
no tener un credo); libertad de movi-
miento; libertad para disentir; liber-
tad para desarrollar distintos tipos
de vida sin ser castigados ni repren-
didos por ello. Es decir, cuotas equi- los primeros treinta años después
valentes de lo que el pensador bri- de 1990, en el binomio “crecimiento/
tánico Isaiah Berlin denominó como igualdad” heredero de la Concerta-
“libertad negativa” y “libertad posi- ción. Refiere a un tipo de economía
tiva”; la primera entendida como el que, reconociendo e impulsando el
deseo de no ser coartado u obligado papel de cada persona y grupo in-
por alguien o algo, la segunda como termedio en la sociedad, entrega
la capacidad de autorrealización (o una base común solidaria para que
el “para” algo). Al estar la vida huma- nadie quede desamparado. Para
na llena de ejemplos en los que indi- que ello ocurra, el Estado no sólo
viduos y colectivos buscan tanto en- debe ser visto como un “generador
sanchar su libertad individual como de oportunidades” y un “eliminador
mejorar sus condiciones materiales, de abusos”, sino como un procura-
ambas libertades pueden coexistir y dor de políticas públicas cuyo fin es
no son excluyentes20. crear mayores espacios de justicia
y mejores políticas de crecimiento.
Del mismo modo, la justicia no se Tanto Estado como sea necesario,
contrapone a la libertad, en especial tanto mercado y sociedad civil como
cuando esta es entendida desde la sea posible.
perspectiva de la “libertad positiva”.
Las injusticias pueden asemejarse a Al respecto, debemos recordar que
las desigualdades, pero no necesa- el Estado y el mercado se necesitan
riamente significan lo mismo. Bien mutuamente. Autores como Luigi
sabemos que una “desigualdad” Zingales han señalado la conve-
puede ser culturalmente explicada; niencia de encaminarse hacia una
no obstante, una “injusticia” suele suerte de capitalismo compasivo, es
llevar aparejada la intervención ar- decir, un capitalismo más humano,
tificiosa de un tercero. Para que eso idea que ya aparecía en el famoso
no ocurra, al Estado le cabe la misión libro Salvando al capitalismo de los
de emparejar la cancha con el obje- capitalistas21. Las implicancias de
tivo de que la igualdad ante la ley se esta perspectiva saltan a la vista: las
transforme en una verdadera y per- empresas no deben enfocarse sólo
durable igualdad de oportunidades. en generar utilidades, sino que tie-
Su objetivo es generar las acciones, nen la responsabilidad de jugar un
redes y estructuras necesarias para rol social, asegurando la prosperidad
conseguir que los que comienzan de sus empleados y protegiendo las
con desventaja puedan llegar más comunidades en las que se desa-
lejos, en base a sus esfuerzos y al rrollan22. Esta suerte de “liberalismo
propio mérito, y para que las des- social” tiene su correlato político en
igualdades inmerecidas, propias del lo que Miguel Ángel Centeno ha re-
origen y el estatus, desaparezcan. sumido como los dos grandes pro-
pósitos del liberalismo del siglo XXI:
¿Es posible abrazar las ideas de jus- proteger los derechos de propiedad,
ticia y al mismo tiempo reconocer por una parte, y los derechos de ciu-
que el libre mercado y la propiedad dadanía, por otra. Es esta combina-
privada tienen valor en la sociedad? ción la que permite la interacción
Por supuesto: es lo que histórica- entre mercados y democracia, entre
mente se ha llamado como econo- acumulación de riqueza e igualdad
mía social de mercado y que en Chi- política; cada tipo de derecho actúa
le se manifestó, al menos durante como freno o cortapisa del otro23.
20
Isaiah Berlin, “Two Concepts of Liberty”, en Four Essays On Liberty, Oxford University Press, Oxford, 1969.
21
Raghuram Rajan y Luigi Zingales, Saving capitalism from the capitalists: how open financial markets challenge the establishment and spread prosperity
to rich and poor alike. Currency, 2003.
22
Luigi Zingales, A capitalism for the people: Recapturing the lost genius of American prosperity. Basic books, 2012.
23
Miguel Ángel Centeno, Liberalism and the Good Society in the Iberian World, The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science, 610,
Arturo Fontaine Talavera (editor), “Selección de Escritos Políticos de Edmund Burke”, en Estudios Públicos 9, 1983, p. 146.
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24
Una cultura reformista para el
siglo XXI
El estallido social fue una sorpre-
sa para toda la clase política. Con
el triunfo de Sebastián Piñera en la
última elección presidencial, parte
importante de la derecha asumió
que con ello se confirmaba que el
malestar que inspiró las reformas
del último gobierno de Michelle Ba-
chelet era un invento de la izquier-
da. Vino así un primer gabinete sin directamente. No hay oferta en esos
complejos, aunque rápidamente fue términos en el presente: la izquierda
posible anticipar el tipo de dificulta- ha asumido que las mayorías bus-
des que se presentarían en el futuro: can transformaciones radicales (y un
la derecha carecía de diagnóstico y Estado omnicomprensivo) y la dere-
propuesta para el Chile actual y para cha, por su parte, se ha atrinchera-
la magnitud de sus conflictos. do. Lo que muestra la evidencia, en
cambio, es que la radicalidad reside
Una candidatura reformista debe en la forma de hacer política y no en
hacerse cargo de este vacío, ofre- el contenido específico de las trans-
ciendo un proyecto de transfor- formaciones, lo que se expresa en un
mación y cambio que enfrente los “ímpetu estabilizador” que permita
problemas de las grandes mayorías. contar con apoyos para asegurar el
Aunque estos tienen múltiples aris- mantenimiento e incremento de lo
tas y abarcan diversas dimensiones, que se ha conseguido. El mérito de
podríamos resumirlos en un eje cen- hecho, como principio, está lejos de
tral: las personas en Chile experi- haber desaparecido.
mentan un malestar que se expresa
fundamentalmente en una inseguri- La exigencia de “ímpetu estabiliza-
dad respecto al funcionamiento de dor” ofrece una guía para pensar
la vida, marcada por la fragilidad y la dicha agenda. Si lo que se deman-
incertidumbre. Frente a todo el es- da es asegurar el funcionamiento
fuerzo que ha permitido mejorar las frágil de la vida, hay que apuntar a
condiciones presentes respecto de los distintos frentes que gatillan esa
las generaciones anteriores, las per- incertidumbre: salud, pensiones,
sonas sienten que no cuentan con educación son los más evidentes,
apoyos de ningún tipo para asegurar pero también una política de vivien-
todo lo que se ha conseguido. Y que da integradora (y respetuosa de las
las instancias ofrecidas por el Estado formas de vida de las personas), re-
(y no mediadas por la capacidad de ducción de la segregación urbana,
pago) sólo perpetúan o profundizan cuidado del medioambiente (otra
esa situación de precariedad. relevante fuente de angustia y que
inspiró un número importante de
A esa experiencia es que debemos votos en la Convención Constitucio-
apuntar conservadores, liberales, so- nal), mejoramiento de las condicio-
cialcristianos y comunitaristas: plan- nes de trabajo (aumento de salarios
tear una agenda reformista orienta- y fortalecimiento de los sindicatos),
da a entregar mayor seguridad a las cuidado de la familia. Son sólo ejem-
personas para poder llevar a cabo plos de las áreas prioritarias y el tipo
sus propios proyectos de vida. Que de énfasis que debiera inspirar a
las instituciones sean espacio de cer- una cultura reformista pensada para
teza y buen trato, y que las políticas otorgar a la ciudadanía mayores es-
públicas consideren a las personas pacios de libertad, pero también
en las decisiones que las involucran mayores grados de justicia.
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El estallido posicionó la consigna del
“no tenemos nada que perder” para
legitimar las versiones más violentas
de las manifestaciones y represen-
tar la profundidad del malestar. Sin
embargo, lo que la evidencia mues-
tra es que la hipótesis es equivoca-
da: las personas tienen mucho que
perder y eso explica su “paciencia
colmada”, su angustia, sus temores
y, también, sus esperanzas en las
posibles transformaciones futuras, Y que esa promesa, que ese horizon-
sobre todo las vinculadas al proceso te, aunque se avance lento hacia él,
de cambio constitucional. Es a ese y aunque izquierdas y derechas dis-
deseo de cuidar lo que se tiene y de puten su mejor interpretación, sea
ofrecer transformaciones que esta- tan creíble como compartido.
bilicen y den certezas, asegurando
la participación de los destinatarios Este objetivo es económica y políti-
de la acción del Estado, que debe camente exigente. Demanda des-
apuntar el proyecto reformista. Lo plazar el centro gravitacional del
anterior exige ser capaces además bienestar y la tranquilidad desde los
de apropiarse de lo avanzado en los segmentos acomodados de la clase
últimos treinta años, sin que signifi- alta hacia la esfera de la clase me-
que (como ha hecho Chile Vamos) dia. Con esto nos referimos a lograr
desconocer la magnitud de los con- que la vida de un segmento impor-
flictos y problemas que nos aquejan. tante de la sociedad chilena no esté
marcada por el miedo a caer en la
En cuanto al horizonte de las refor- pobreza, así como una disminución
mas, se requerirá realismo político y sustantiva del terror de los sectores
tiempo. Hay requisitos materiales y acomodados a caer en la clase me-
políticos que deben ser tomados en dia. Hoy, lamentablemente, estos
cuenta. En particular, que debere- miedos confrontan los intereses de
mos responder a criterios de respon- ambas clases: la lucha de la clase
sabilidad económica y de pluralismo media por mejores condiciones en-
institucional. Si la izquierda insiste en cuentra oídos sordos en una élite
aplastar la autonomía de los cuerpos sobrepoblada y polarizada inter-
intermedios y en plantear cambios namente, atravesada por amargas
rápidos que no podemos financiar, luchas por la distribución de pocos
el destino es la violencia. Lo mismo cargos y posiciones de influencia, ri-
si la derecha sigue insistiendo en un queza y control.
Estado mínimo. ¿Cuál es el objetivo?
Universalizar de a poco algunos ser- En términos concretos, este proyec-
vicios básicos, articulando la tríada to reformista debería concentrarse
Estado, mercado y sociedad civil de en cuatro grandes objetivos: 1) recu-
manera inteligente y respetuosa de perar y profundizar la democracia
sus propias lógicas. De ir creciendo representativa; 2) modernizar el Es-
en cobertura en la medida en que tado para que esté al servicio de la
se va ganando experiencia y capa- ciudadanía; 3) aspirar a un desarro-
cidad institucional. De proponernos, llo con mayor justicia territorial; y 4)
de aquí a 20 o 30 años, ser un país potenciar el crecimiento económico,
con garantías educacionales, sanita- pero nunca a costa del medioam-
rias y laborales adecuadas a las ex- biente. En lo que sigue se analizan
pectativas de la nueva clase media. brevemente estos objetivos.
13
1. Recuperación y profundización de la
democracia representativa
25
Joaquín Trujillo, “Amor propio II”, en La Tercera, 16 de junio de 2021.
26
Véase la declaración del 8 de junio de 2021 de la “Vocería de los pueblos de la revuelta popular constituyente”, firmada por 34 constituyentes represen-
tantes de la “Lista del Pueblo” y de algunos pueblos originarios.
27
Jorge Contesse, “La paradoja del poder constituyente”, en La Tercera, 10 de junio de 2021.
28
Michael Oakeshott, “On being Conservative”, p. 6. En http://www.geocities.com/Heartland/4887/conservative.html.
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Bien sabemos, sin embargo, que la
democracia no puede ser entendida
de manera subjetiva; existen reglas
e instituciones que permiten su exis-
tencia y garantizan su sobrevivencia.
Si cada grupo o facción entiende la
práctica democrática a su antojo, entrar en el detalle de cada una,
entonces el edificio institucional es importante que los cambios
tiene serias posibilidades de colap- tomen en cuenta dos fines com-
sar. Estuvimos cerca de presenciar plementarios: la gobernabilidad y
su caída en octubre/noviembre de la representatividad. Sólo de esa
2019, pero la institucionalidad repre- forma retomaremos el equilibrio
sentativa terminó rescatándola. La perdido durante los últimos tres
pregunta ahora es hasta qué punto años, pero sin que ello signifique
la izquierda estará dispuesta a reto- regresar al duopolio binominal.
mar la senda de la representación o Los partidos son insustituibles
si, por el contrario, se rendirá ante las en una democracia representati-
posiciones maximalistas de los sec- va, pues en ellos descansa buena
tores violentistas. Antes de que ello parte del ejercicio representativo,
ocurra, será preciso defender el valor ya sea en el Congreso, los minis-
histórico de la representatividad, al terios o las municipalidades. Sin
tiempo que será necesario introdu- embargo, los millones de inde-
cir algunas reformas profundas con pendientes que no militan en los
el objeto de hacer de nuestra demo- actuales partidos son igualmente
cracia un régimen más participativo. relevantes a la hora de pensar y
La cultura reformista del siglo XXI no ejecutar las políticas públicas. Es,
le teme, en ese sentido, a la partici- pues, responsabilidad del sistema
pación, aunque sí es consciente de político re-encantar a la ciudada-
sus alcances y límites. nía con propuestas novedosas y
representativas de la diversidad
Sobresalen aquí dos reformas es- cultural que existe en el país.
tructurales que habrán de imple- Para eso, lo primero es moderni-
mentarse con miras a recuperar y zar profundamente las institucio-
profundizar nuestra democracia re- nes del Estado para que, de una
presentativa: la de los partidos polí- vez por todas, estén al servicio de
ticos y la del régimen electoral. Sin los ciudadanos.
15
2. Un Estado moderno al servicio de los ciudadanos
29
Andrés Baeza, “El asociacionismo político en Chile. Trayectorias de organización, reivindicación y resistencia en el Chile republicano, 1808-1980”, en Iván
Jaksic y Juan Luis Ossa (editores), Historia Política de Chile. Tomo Prácticas Políticas, Fondo de Cultura Económica, Santiago, 2017, p. 118.
30
Horizontal, “Evolución constitucional. Bases conceptuales y propuestas para pensar la nueva Constitución”, Santiago, 2020, p. 40. 17
de izquierda vienen planteando des-
de hace décadas. Nuevamente nos
enfrentamos aquí al viejo dilema so-
bre la libertad y la justicia: mientras
más opciones educacionales existan,
más oportunidades tendrán nues-
tros hijos de desarrollar sus talentos
justa y oportunamente.
31
Juan Luis Ossa, “El Estado y los particulares en la educación chilena, 1888-1920”, Estudios Públicos 106, Santiago, 2007.
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como la salud y la educación. Para
cumplir ese objetivo, se requieren bierno central a aquellas comunas
recursos nacionales que fortalezcan y regiones que generen un desarro-
al municipio y a las regiones a través llo industrial respetuoso del medio
de estrategias anuales de desarrollo ambiente; b) redistribuir los ingre-
local. Todo eso debe ir acompañado sos municipales y regionales a nivel
de una mayor transparencia y parti- nacional para acortar las brechas de
cipación vecinal. desigualdad en el país.