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GLOSARIO

ACONTECIMIENTO​:
Son aquellos efectos de operaciones que tuvieron potencia suficiente para configurar la situación (​Bonano​).
El acontecimiento, que en la sociedad moderna se configuraba en ruptura con lo disciplinado, por
presentación de deseos que habían sido sofocados, hoy es objeto de control, ya no por vía represiva, sino la
de la modulación, de la canalización que regula construyendo además del objeto de deseo, las diversas
formas de desear (​Bozzolo​).
No es lo que acontece sino que está en lo que acontece, lo que se mueve en las nuevas coordenadas de
existencia (​Deleuze​, en ​Duschatzky ​y ​Sztulwark​).
La “filosofía del encuentro” permite pensar al acontecimiento como novedad radical, como singularidad
enunciativa que subvierte la serie de un estado de situación (​Labandeira​).
El “tiempo del acontecimiento” puede ser pensado como tiempo de invención, de creación de posibles, de
producción de lo nuevo (​Lazzarato​).
El modo de pensar sin remisión a las preexistencias, que intenta articular la experiencia en puntos de
actualidad, fatalmente lleva a la noción de acontecimiento. Un acontecimiento posee la potencialidad de crear
situación, de crear actualidad: las situaciones pueden producirse como efecto de un acontecimiento. Es una
interrupción, una anomalía o una heterogeneidad respecto de un orden estructural. Es algo que en principio
no tiene cabida en una estructura. Es la puesta en acto de lo que no estuvo en potencia (la noción de
acontecimiento se opone a la lógica de las determinaciones preexistentes, da cuenta de la irrupción de algo
que no se da en el despliegue de lo plegado, siguiendo la noción evolutiva de desarrollo). Un acontecimiento
se define como “la introducción de una cualidad heterogénea”; es una cualidad heterogénea que junta las
cosas de otro modo (o que junta otras cosas, elementos muy cercanos pero desligados). El acontecimiento no
acontece en ningún lugar (previo, podría decirse): va a generar el lugar en que acontece. Un acontecimiento
reordena de otro modo las cosas. Frente a un acontecimiento habrá que ver entonces cómo se pliega el
toallón -analogía hecha por Deleuze-, qué puntos conectan con nuestra situación, qué líneas de sentido
entran en conexión efectiva con ese punto. Y todos los demás, por más cercanos que sean, no pertenecen a
la situación. ​La pertenencia es ante todo una pertinencia​: se pertenece sólo porque se es pertinente para lo
que está aconteciendo (​Lewkowicz​).
Implica tratar el acontecimiento como portador eventual de una nueva ​constelación de universos de referencia
(dominios de entidades incorporales que se detectan al mismo tiempo que se los produce y que revelan estar
ahí desde siempre, ni bien se los engendra). Son como focos de eternidad anidados entre los instantes
(​Guattari​).
El acontecimiento no es en sí mismo ni ‘social’, ni ‘individual’, es singular, y también es sin lugar: es único e
irrepetible; abre un desgarrón en la trama de lo universal y por ello mismo revela su traba​jo de constitución
(​Grüner​, en ​Bozzolo​).
Sabido es que lo vivencial de un encuentro clínico tiene una calidad inefable que dificulta su captación para
quién estuvo fuera de la situación. Esta dificultad está en gran medida centrada sobre un tipo de aprendizaje
guestáltico como lo es el aprendizaje por insight (​Ulloa​).

AFECCIÓN:​
Refiere a la capacidad de todo viviente de afectar y ser afectado (​Spinoza​, en ​Deleuze​). Esta noción se aleja
de las de “vivencia” o “sentimiento”; es retomada de la filosofía de Spinoza por Deleuze, considerando que, en
vez de oponerse al “pensar racional”, constituye la base indispensable de la construcción de conceptos. La
propuesta de la cátedra versa sobre el propio registro corporal de nuestras afecciones, como brújula de
detección; en tanto el pliegue de estos registros en elaboraciones conceptuales contribuye a la promoción de
un profesional capacitado para la invención y el diseño de dispositivos adecuados ante cada convocatoria y
para implementar las operaciones clínicas en cada situación (​Cátedra​).

AFECTAR​:
Es producir alteración o mudanza en algo; una materia afectiva (término que remite a la noción de cuerpo) es
aquella capaz de afectar y ser afectada (​Glaz​, ​Moratti​ y ​Urbieta​).
Afectar remite a la ​capacidad de afectación (​ ​Spinoza​); un ejemplo predilecto para pensar estos términos en
una ​situación de grupo ​sería el accionar de aquel posicionado como ​protagonista,​ no en tanto personaje
principal sino como responsable de un relato que adquiere importancia por la intensidad que tiene para él y
por su capacidad de afectar a otros. La capacidad de afectación equivale a una activación: algo causa
asombro en el alma porque derrama repentinamente luz sobre sus sombras (​Percia​).

AGENCIAMIENTO:​
Concepto creado a partir de una palabra que logra su mayor significación en el francés, y no en su traducción
literal al castellano. Proviene del verbo latino ​ago,​ ​agis​, ​agere​, que significa ​hacer​, ​actuar ​(ejemplos: agente,
agenda). Está ligado a una pragmática. Puede definirse como la relación de co-funcionamiento entre
elementos heterogéneos, que comparten un territorio y tienen un devenir. Estos elementos que comparten
una territorialidad inicial, dado el devenir, procederán por desterritorialización hacia otros agenciamientos o
estratos. Cabe aclarar que, más que de “entes en un agenciamiento”, Deleuze hablará de ​agentes​.
El agenciamiento se traduce en la capacidad del sujeto para generar espacios críticos no hegemónicos de
enunciación del yo, en y desde lo colectivo, para contrarrestar las lógicas de control que se le imponen. De
este modo, el agenciamiento desafía la hegemonía de lo normativo, homogéneo y fijo para hacer funcionar
distintos nodos/agentes que se relacionen entre sí y hacia afuera. Por ejemplo, los dispositivos colaborativos
desarrollados por el cine político de los setenta hicieron de éste un espacio de agenciamiento que conectó las
prácticas estéticas con las prácticas políticas, concretándose en acciones que intentaron alterar
(consiguiéndolo temporalmente) el funcionamiento ordinario del sistema.
Los elementos tiene relaciones entre sí, según líneas de encuentro de cada ente. Estas líneas de encuentro
pueden verse como relaciones sociales. Un modo de pensar el agenciamiento es desde las relaciones
sociales de los elementos (por ejemplo, personas en un grupo o una pareja) que se encuentran.
El agenciamiento es como el contrapunto del concepto de estructura en psicoanálisis, en antropología o
lingüística estructural; pues la estructura relaciona elementos homogéneos solidarios entre sí. También
funciona como el contrapunto al concepto de identidad, dado que pensar relaciones sociales como
agenciamientos, es pensar el devenir -“no somos seres, sino modos de ser”.
Un agenciamiento hace funcionar a elementos heterogéneos entre sí. Ahora bien, cada elemento, o cada
ente, más que una entidad fija, es una multiplicidad, real o potencial. Por tanto, un agenciamiento relacionará
términos que en sí, son cada uno multiplicidades. Y a su vez, cada cual tendrá su devenir, que ocurre por la
circulación de afectos en el agenciamiento.
El devenir, es una de las posibilidades más fructíferas del agenciamiento. Y de la multiplicidad de que se parte
al momento del encuentro entre términos heterogéneos, habrá un efecto de multiplicación; en el cual
intervienen las líneas de desterritorialización del Agenciamiento. Si bien el agenciamiento parte de ser
territorial, la riqueza del mismo estriba en la desterritorialización en que deviene.
Deleuze describe dos vertientes del agenciamiento: la colectiva de enunciación (producción de enunciados) y
la maquínica de deseo (producción de deseo).
Cada ente del agenciamiento, digamos, una persona, es un agente de enunciación de lo colectivo, por lo cual
es atravesado. De allí que cuando estudiamos una grupalidad o una configuración vincular desde el concepto
de agenciamiento, no importa quién habla, en tanto sujeto de la conciencia, pero tampoco del inconsciente.
En cuanto a la producción deseante en el agenciamiento (el concepto de deseo como producción),
Deleuze-Guattari han aludido durante buen tiempo de sus escritos, a la noción de “máquina”, que incluso
Guattari la ha opuesto al concepto de estructura. La máquina deseante ocurriría en la línea de encuentro
entre elementos de un agenciamiento. De allí que el deseo no tenga sujeto, ni tienda hacia un objeto. Sino
que se produzca como un incorporal entre dos cuerpos, o entes, o agentes. El deseo como una producción
que ocurre entre, y no en alguien. La máquina deseante se ubicaría en el entre, la línea de encuentro de al
menos dos términos de una relación social.

AGOTAMIENTO DEL ESTADO-NACIÓN:​


No se trata del mal funcionamiento de las instituciones del Estado Nación o del incumplimiento de unas leyes
determinadas, se trata más bien de la incapacidad del estado para postularse como articulador simbólico del
conjunto de las situaciones sociales, de producir un sentido general para la serie de instituciones nacionales
(​Lewkowicz​).

AJENIDAD​:
Es lo específico y singular del otro y de lo otro que remite a una heterogeneidad radical, aquello que no puede
ser inscripto o representado, ya que cuando lo es deja de ser ajeno, pasa a ser de alguna manera homogéneo
al propio sujeto, para revelarse de inmediato que lo ajeno sigue siéndolo o mejor dicho, sigue produciendo
heterogeneidad. Por ejemplo, en psicoanálisis se caracteriza como ajeno a lo inconsciente del sujeto, los
lapsus, los sueños y todo aquello que no pasa por la conciencia. Lo ajeno es la vivencia ante lo extraño de las
producciones que no pasan por la conciencia y evidencia de la escisión del yo. Lo ajeno es inherente a la
presencia del otro en tanto no se deja transformar en ausencia ni se permite simbolizar -siendo que, no
obstante, uno requiere del otro para advenir sujeto-. La ajenidad tanto introduce como resulta de lo
heterogéneo, que traduciendo del griego significa extranjero, lo amenazante, lo extraño (​Berenstein​).

ALEATORIEDAD:​
Término que da cuenta de los contornos de un espacio social de profunda dramaticidad o de encandilante
visibilidad. Remite al conjunto de signos que pueblan la vida cotidiana en los espacios que transitamos: refiere
entonces a la imprevisibilidad, lo azaroso, lo indefinible, lo indecidible. La aleatoriedad produce diferentes
efectos; sin embargo, lo que parece dominar son las ​ALEATORIEDADES PERTURBADORAS.​ Disrupciones
aleatorias nominadas como ​INCONSISTENCIAS​, dado que escapan a las formas de inteligibilidad
disponibles. La aleatoriedad que irrumpe en ciertos espacios (siguiendo la investigación de los autores, como
las escuelas) en tanto vivida como peligrosa y amenazante, es percibida como violenta. Se habla en términos
de “ir y venir” sin mediar aparentes razones, aparece el no “consistir”, la inconsistencia de la representación:
por ejemplo, de alumno (posición que habla de un sujeto capaz de habitar un trayecto sistemático y regular) y
de maestro (los maestros que temen a sus alumnos no “consisten” en la imagen de autoridad, que sólo puede
ejercerse mediando la confianza en su poder coactivo o socializante). Las inconsistencias productor de esta
aleatoriedad pueden ser padecidas (cuando las percibimos como amenazantes de un estado de cosas) o
pueden ser pensadas (cuando somos capaces de trasponer los bordes de lo coherente y penetrar en el
territorio de lo impensable). Pensar las inconsistencias no es pensar sobre ellas, es pensar en ellas
(​Duschatzky ​y ​Sztulwark​).
ANGUSTIA:​
Condición de posibilidad para la emergencia de un pensamiento nuevo que inaugura existencia; siguiendo
esta línea, la angustia no sería pensada como la escena dramática de un espectáculo superfluo -ese que
gozamos cuando nos representamos como víctimas- (​Lewkowicz​).
La angustia puede implicar la situación idónea para que un sujeto pueda pensar su angustia pensándose en
ella, estableciendo así las condiciones para atravesarla fundándose a sí mismo en esa nueva práctica de
pensamiento. De esta manera, se comprende la activa potencia subjetivante del pensamiento; pensamiento
que deja huella en quien lo piensa porque lo transforma irremediablemente en otro (​Labandeira​).

BIOPOLÍTICA:​
Forma específica de gobierno que aspira a la gestión de los procesos biológicos de la población. La
Biopolítica es efecto de una preocupación anterior del poder político: el ​Biopoder,​ que son un conjunto de
estrategias de saber y relaciones de poder que se articulan en el siglo XVII sobre lo viviente en Occidente.
Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la población son los ejes alrededor de los cuales se
despliegan los mecanismos de poder sobre la vida. La anatomía y la biología, la emergencia del individuo
como inteligibilidad posible y las tecnologías que lo encierran dan cuenta de un poder cuya función ya no es
matar, sino que invadir la vida en su totalidad. Esta modalidad se despliega sobre lo humano. Primero se
pensó en el cuerpo “como máquina: su educación, el aumento de sus aptitudes, el arrancamiento de sus
fuerzas, el crecimiento paralelo de su utilidad y su docilidad, su integración en sistemas de control eficaces y
económicos, todo ello quedó asegurado por procedimientos de poder característicos de las disciplinas: una
anatomopolítica del cuerpo humano”. El surgimiento del Biopoder absorbe el antiguo derecho de vida y
muerte que el soberano detentaba sobre sus súbditos y, en las sociedades post Revolución Francesa, aspira
a convertir la vida en objeto administrable. La tecnología individualizante del poder, por medio del análisis de
los individuos, sus comportamientos y sus cuerpos, aspira a producir cuerpos dóciles y fragmentados. En
función de esto se inventan herramientas como la vigilancia, el control, el conteo del rendimiento o el
constante examen de las capacidades. Este pensamiento vino a cuajar en el siglo XVIII con el desarrollo de
un dominio de saber antes ajeno a las preocupaciones de los administradores del poder: la demografía; que
hace aparecer la cuestión biológica y médica de las ‘poblaciones’ humanas con sus condiciones de
existencia, hábitat, alimentación, natalidad y mortalidad, fenómenos patológicos (epidemias, endemias,
mortalidad infantil). El ‘cuerpo’ social deja de ser una simple metáfora jurídico-política para aparecer como una
realidad biológica y un campo de intervención médica. La Biopolítica es heredera de esta preocupación y
nueva forma de gestión por parte del poder político (​Foucault​).
Foucault sitúa su emergencia a mediados del siglo XVIII y acusa que es un procedimiento que se dirige al
cuerpo-especie, abriendo para el gobierno de los cuerpos una “biopolítica de la población”. Se instauran así
una serie de mecanismos y técnicas sobre lo social que buscan el cuidado de la vida bien gestionada. Dicha
inteligibilidad busca “tomar en gestión la vida, los procesos biológicos del hombre-especie, y asegurar no
tanto su disciplina como su regulación (…) Más acá de ese gran poder absoluto, dramático, hosco, que era el
poder de la soberanía, y que consistía en poder hacer morir, he aquí que aparece, con la tecnología del
biopoder, un poder continuo, científico: el de hacer vivir”.

CAJA DE HERRAMIENTAS:​
Conjunto de nociones y recursos técnicos provenientes de distintos campos de saber que puedan resultar de
utilidad y que van enriqueciéndose con diversas prácticas, en las que muestren potencia para operar y hacer
con eficacia. Entender la teoría como una caja de herramientas quiere decir que no se trata de construir un
sistema sino un instrumento, poco a poco, a partir de una reflexión (necesariamente histórica en algunas de
sus dimensiones) sobre situaciones dadas (​Foucault​).
CAPACITACIÓN CLÍNICA​:
Propuesta de la cátedra sobre “aprender clínica haciendo clínica”, basada en un dispositivo de capacitación
en la construcción del oficio de psicólogo. Perspectiva que inscribe al perfil profesional del psicólogo, menos
como experto exterior a la situación que lo convoca y más en la posición de un agente entre otros en la propia
situación, que tiene un oficio en tanto saber hacer. La ​capacitación​, al pasar por un habitar constituye toda
situación clínica y no puede -ni debe pretender- abordarla desde afuera, tal como lo inducía la prescripción
metodológica propia del positivismo y el cartesianismo. La ​capacitación clínica s​ upone no sólo una revisión de
los procedimientos psicoterapéuticos vinculares más frecuentemente usados y los rasgos principales de esos
dispositivos, sino especialmente un cierto entrenamiento en la detección de aquellas singularidades que se
presentan en la situación en la que se pretende intervenir y que guiarán cierta estrategia (​Cátedra​).
La experiencia en el ​cuerpo e ​ s insoslayable en un proceso de capacitación clínica. Precisamente, siguiendo
categorías clásicas (piénsese en la noción de abstinencia), el cuerpo del psicólogo está cuidadosamente
disciplinado por categorías donde se produce inalterable, imperturbable en la situación clínica y hasta un
obstáculo a sortear. Contraria a las categorías disciplinarias, resuena la frase “poner el cuerpo”, en tanto Ética
del cuerpo como instrumento en la clínica (​Glaz​, ​Moratti ​y ​Urbieta​). En este sentido, ​Bozzolo ​rescata que en
la capacitación clínica el trabajo con las ​afectaciones ​del psicólogo es imprescindible. El cuerpo afectado del
futuro psicólogo es el instrumento que, afinado, permitirá operar clínicamente.
Ulloa ​diferencia los términos ​capacitación​ (supone siempre una conceptualización de la práctica) de
formación​ (gira más en torno a la especulación teórica). Considera la necesidad de relacionar ambos términos
en tanto la formación necesita ir acompañada de la capacitación que propone como ​Comunidad Clínica​.

CARTOGRAFÍA:​
Término que refiere a un modo de producción del pensamiento que redibuja el mapa al mismo tiempo que se
crea un nuevo ​territorio de existencia c​ omo respuesta a una exigencia vital. Cartografiar es el nombre de ese
tipo de acción pensante del deseo. Cada individuo, cada grupo social, vehiculiza su propio sistema de
modelización de subjetividad, una cierta cartografía hecha de puntos de referencia cognitivos, pero también
míticos; rituales, sintomatológicos, y a partir de la cual cada uno de ellos se posiciona en relación con sus
afectos, sus angustias, e intenta administrar sus inhibiciones y pulsiones. Una cura psicoanalítica, por
ejemplo, nos confronta con una multiplicidad de cartografías: la del analista y la del analizante, pero también
la de la familia, el entorno, etc. Sólo la interacción de estas cartografías dará su régimen a las diferentes
conformaciones de subjetivación (​Guattari​).
La actitud ética que ​Guattari ​recomienda es considerar el trabajo de cartografía y modelización psicológica en
relación dialéctica c​ on los individuos y grupos involucrados; lo esencial es seguir el rumbo de una ​cogestión
de la producción de subjetividad​. En este sentido, el trabajo de cartografía en el campo de la subjetividad
permitirá vislumbrar líneas, relaciones de des/conexiones, des/enlaces, tensiones de des/anudamientos,
localizar des/pliegues en una situación (sea individual o colectiva).
Guattari ​propone las ​cartografías esquizoanalíticas​: renuncia al dualismo Consciente-Inconsciente de las
tópicas freudianas y a todas las oposiciones correlativas de la triangulación edípica y del Complejo de
Castración. Opta por un inconsciente que superpone múltiples estratos de subjetivaciones, estratos
heterogéneos, de extensión y consistencia variable, inconsciente, más “esquizo”, liberado de las sujeciones
familiaristas, más vuelto hacia praxis actuales que hacia fijaciones y regresiones sobre el pasado;
inconsciente de flujos y máquinas abstractas más que inconsciente de estructura y lenguaje. No atribuye a
esas cartografías el carácter de teorías científicas; invita a tomar y rechazar libremente sus conceptos. Lo
importante no es el resultado final, sino el que el método cartográfico multicomponencial pueda coexistir con
el proceso de subjetivación y que resulte así posible una reapropiación una autopoiesis de los medios de
producción de la subjetividad.
Según ​Lazzarato​,​ ​se trata de diseñar no tanto una “​cartografía”​ de la sociedad (que nos da una imagen
estática de lo que acaecerá), sino más bien una “​curvografía​” (que describe una dinámica temporal, las
tendencias). La estadística debe aprehender lo social como acontecimiento.

CATÁSTROFE​:
Término que se distingue de ​crisis ​y de ​acontecimiento;​ la dimensión de catástrofe hace a la
desubjetivación, proceso por el cual el sujeto deja de ser. Al presentarse alteraciones radicales en lo
socio-histórico subjetivo, la experiencia subjetiva del yo que ha sido es catastrófica: se vive un extrañamiento,
perplejidad, pérdida de referencias y de sentido (​Cátedra​).
La noción de ​Catástrofe Psíquica​ de ​Kaës ​permite considerar diversas situaciones en las cuales recurrir al
único determinismo interno del traumatismo no daría cuenta satisfactoriamente de las condiciones de su
formación y de su devenir. Una catástrofe psíquica se produce cuando las modalidades habituales empleadas
para tratar la negatividad inherente a la experiencia traumática se muestran insuficientes, especialmente
cuando no pueden ser utilizadas por el sujeto debido a cualidades particulares de la relación entre realidad
traumática interna y medio ambiente. No se trata realmente de un simple “agregado” traumático. El trauma
vivido por uno adquiere el valor de recuerdo traumático e insoportable. Aquello que no quedó reprimido,
aquello inelaborable, impensable, se observa en una repetición que no es concebida como realmente afuera,
sino en un espacio psíquico intermediario entre lo interno y lo externo. La catástrofe psíquica debe su efecto
desorganizador y mortífero al hecho de que el sujeto fue ubicado ante la imposibilidad de conservar en su
propio inconsciente o en el de algún otro la carga y la representación del traumatismo, debido a la destrucción
de los continentes internos y externos.

CHABÓN:​
Término empleado figurativamente para referir al “sujeto sin subjetividad”. Analizando las relaciones entre
sujeto y subjetividad en diferentes momentos históricos, puede darse con una definición de ​subjetividad
entendida como una forma de organización del sentido, forma de relación con los otros, la sociedad y el
mundo. En un primer momento, lo característico era considerar al sujeto como indeslindable de la subjetividad
epocal: la época le brinda al sujeto una organización de sentido, saturándolo de sentidos, y éste se
sirve/sostiene/prende de ella; sería un sujeto-sujetado a la subjetividad. En un segundo momento, puede
pensarse un sujeto que busca deslindarse de esa subjetividad epocal: mediante ciertas prácticas
(políticas-revolucionarias, psicoanalíticas, artísticas, científicas) se pondría en marcha el proceso de
subjetivación​ (entendido como mecanismo que opera el deslinde); el sujeto tras lograr problematizar su
propia inconsistencia gracias a ciertos sesgos (que dan cuenta de la existencia de un vacío, un inconsciente,
un punto ciego, un síntoma, de ser sujeto barrado, de la falta, el exceso, el plus) se revela contra los sentidos
epocales (la subjetividad general) y busca afirmarse autónomamente (abrirse a nuevos sentidos y atribuir su
sentido singular). Hoy, considerando el fenómeno de “deslindamiento contemporáneo”, uno se encuentra con
que no hay una subjetividad a la cual sujetarse, ni de la cual deslindarse, producto del bombardeo y
saturación de información que cuestiona y desorganiza todo sentido. El ​chabón ​sería el sujeto (si es que se lo
puede llamar así), de la posmodernidad: un sujeto perplejo ante el sinsentido, ante la sensación (omnipotente)
de ausencia de puntos de apoyo, de deriva, de ausencia de muelles a los que amarrarse, y que se lanza a
buscar sentidos, precisamente porque no se puede amarrar a una subjetividad precisa (​Hupert​).

CHOQUE:​
Noción que sirve para pensar los modos de vinculación contemporáneos. Siendo que el mundo actual está
caracterizado por la fragmentación y la diferencia radical, esa diferencia, esa multiplicidad propia de un mundo
fragmentado es vivida como amenaza. Como hipótesis, uno de los problemas que aparece en el mundo
contemporáneo es que la gente de hoy no se toca, se vive detrás de vidrios y rejas para protegernos de los
demás, no hay contacto. Ante semejante panorama, la confianza deviene una operación subjetivante; puede
entenderse entonces cómo, si no hay confianza, hay amenaza. El sentimiento de amenaza y la operación de
confianza son dos aspectos que hacen a las modalidades de encuentro con otro/s. Desde esta perspectiva, el
ENCUENTRO​ podría ser pensado como ese común mínimo e indispensable que abre la posibilidad de
producción de un vínculo. Por el contrario, el ​CHOQUE​ sería ese puro impacto con otro, que regenera la
sensación de peligro y amenaza. La gente choca justamente porque no puede tocarse, por la falta de
contacto, se choca para acercarse al otro. Siguiendo a ​Lewkowicz​: el choque es un intento fallido
(desesperado) de encuentro (​Aguirre y Burkart​).

CLÍNICA:​
Implica una cierta transformación en los modos de habitar el mundo, de modo tal que tendrán que verse
afectadas, aunque lo hagan en distintos grados, cualesquiera de las dimensiones subjetivas, la dimensión
psíquica y la dimensión institucional-social (​Bozzolo​).
La clínica que interesa experimentar y transmitir la cátedra es aquella que se produce en las numerosas
prácticas de intervención de las que suele participar el psicólogo, en especial aquellas que no lo hace en
forma aislada ni excluyente de otros profesionales (​Cátedra​).
El ​hacer clínico​ implica estar inmiscuidos en las redes actuales de producción de intervenciones; requiere
necesariamente la posibilidad de reflexión, y componen en conjunto una apertura a estrategias colectivas
enriquecedoras, como modos singulares y plurales de ampliar una vida, la vida de ese común. Se trata en
este sentido de intervenciones en pos de la expansión de intensidades, de disponibilidad para hacer con los
otros unas estrategias que no sean meramente restrictivas, sino exponenciales y creadoras, instrumentadas
en la complejidad de la situación clínica (​Moratti Serrichio​).
Metodología que no se restringe a ser aplicada solamente a campos psicopatológicos. El método clínico es
una forma de procesar y resolver psicológicamente muchas otras situaciones, además de las
psicoterapéuticas. Es un método de aprendizaje y en este caso el aprendizaje se refiere al proceder clínico
(​Ulloa​).

COLECTIVO​:
Lo colectivo no es igual a número; lo social-histórico no se constituye por interacción subjetiva. Lo colectivo es
propio del sujeto político, e implica el interés desinteresado en la transformación universal de lo subjetivo
humano (​Bonano​).
Se entiende como una multiplicidad que se despliega a la vez más allá del individuo, del lado del ​socias​, y
más acá de la persona, del lado de intensidades preverbales tributarias de una lógica de los afectos más que
de una lógica de conjuntos bien circunscritos (​Guattari​).

COMBINADO:
Tipo de agrupamiento que no llega a recibirse de equipo y no es en rigor un grupo; algo mezclado,
misceláneo, revuelto, variado, radicalmente heterogéneo (​Bonano​).

COMUNIDAD:​
Se trata de una entidad Anterior y Exterior a sus componentes (anterioridad y exterioridad producen
consistencia, operando como ficción legitimante en tanto naturalización de la comunidad). La comunidad es
una entidad preexistente, y por eso existirá. Se trata de una entidad Práctica o Problemática. No hay
comunidad que preexista a un problema, es el problema el que hace comunidad. La comunidad no es una
entidad permanente y sustancial, sino situacional y problemática. La comunidad es práctica y problemática
porque consiste en la red de prácticas a partir de las cuales se identifica, se procesa, se simboliza, se tramita
el problema. La comunidad se constituye en la medida que el problema (compartido) opera como lazo social
(​Lewkowicz, Corea, De la aldea​).
En la comunidad los sujetos no hallan un principio de identificación, ni un recinto aséptico en cuyo interior se
establezca una comunicación transparente, consiste en un circuito de donación recíproca cuya peculiaridad
reside en su oblicuidad (​Moratti Serrichio​).

COMUNIDAD CLÍNICA:​
Se puede entender esta experiencia como una oportunidad para inventar procedimientos eficaces para la
clínica actual, retomando el concepto de la comunidad pensante de analistas. El objetivo es que cada uno de
los integrantes de la comunidad vaya trabajando y trabajándose, para constituirse en clínico, al compás del
abordaje de un problema habitual de la clínica actual. Algunos vectores de la comunidad clínica proporcionan
ciertas bases para un posicionamiento subjetivo y algunos procedimientos apropiados. La comunidad clínica
implica reciprocidad en la donación correlativa de torpezas y habilidades (​Cátedra​). En consonancia con esto,
se propone dejar caer las tesis de una comunidad “sustancial” (ya dada, esencialmente por vigencia
institucional) para forzar la producción de una ​comunidad problemática​, aquella que se constituye en torno a
un problema común. La cátedra propone la actividad de un pensar/hacer clínico mediante el dispositivo de la
Comunidad Clínica.
Práctica/capacitación organizada coherentemente que no se saltea las condiciones reales facilitadoras o
adversas en que deberá ejercer su tarea el futuro clínico. La capacitación, al pasar por un habitar, constituye
toda situación clínica y no puede -ni debe pretender- abordarla desde afuera. Supone siempre una
conceptualización de la práctica; se diferencia de la “formación” en tanto esta última gira más en torno a la
especulación teórica. Tal capacitación clínica supone: una revisión de los procedimientos psicoterapéuticos
vinculares más frecuentemente usados y los rasgos principales de esos dispositivos; y un entrenamiento en la
detección de aquellas singularidades que se presentan en la situación en la que se pretende intervenir y que
guiarán cierta estrategia (​Ulloa​).
Si se logra una verdadera instauración del grupo en el ámbito institucional que lo alberga, se logra que la
Comunidad Clínica no se limite a reflejar pasivamente la problemática externa, sino que pueda gravitar sobre
la institución como factor de transformación efectiva. También se debe lograr establecer adecuadamente en el
grupo la ​aptitud clínica​: una predisposición para la interpretación clínica del campo a partir de haber
internalizado un buen encuadre metodológico y que va marcando un pasaje gradual del clásico yo siento, al
yo creo, al yo pienso y finalmente al yo sé. Cuando la asimilación de la información no se acompaña de
experiencia práctica o cuando la práctica no lo es de procesamiento conceptual y de bibliografía, se detiene el
aprendizaje y en el mejor de los casos sólo se logra habilidad para rodear obstáculos, pero no para
resolverlos (​Ulloa​).

CONFIANZA​:
“​El mundo de la incertidumbre plantea que hay que confiar, pero no porque haya algo confiable​ -esa es una
de las consecuencias de la caída del Estado y el agotamiento de la “maquinaria” que instituye al otro como
semejante-, ​sino porque si no se confía, se derrumba aquello que intentamos componer”.​ La confianza es a
las prácticas neo-liberales lo que la conciencia a las prácticas estatales. La conciencia es propiedad de un
individuo y la confianza una cualidad de una relación entre múltiples tipos que operan a ciegas unos respecto
de otros. En con-​fianza​ está presente el fiar. La confianza es ​volátil​. La confianza tiene la cohesión lábil del
fluido. La confianza es la condición vincular básica que deviene imprescindible cuando no hay un eje
estructural​ ​(​Lewkowicz​).
Si admitimos que el mundo actual es un mundo caracterizado por la fragmentación y la diferencia radical, la
confianza deviene una operación subjetivante. La hipótesis es que esa diferencia, esa multiplicidad propia de
un mundo fragmentado es vivida como amenaza. Por tanto, si no hay confianza, ​hay amenaza​.
Cuando nos preguntamos ​qué es lo que permite el paso de un choque a un encuentro​, nos topamos con el
valor de la confianza como componente esencial de los vínculos actuales. De algún modo, la confianza es lo
que nos permite dejar de percibir al otro como una amenaza, un peligro al que estamos expuestos y, al mismo
tiempo, experimentar un encuentro, delimitar un “común” que abra un diálogo. La práctica de la confianza
cambia si el suelo donde se apoya se trasforma: si el estatuto del otro se altera y, por tanto, el vínculo con el
otro deja de estar determinado, la confianza ya no es ese voto incondicional y duradero que depositamos en
otro. En las nuevas condiciones, la confianza es más bien una apuesta que nos jugamos ante un otro
totalmente desconocido que, en el mejor de los casos, lo convierte de amenaza en aliado (​Aguirre ​y
Burkart​).

CONTEMPORÁNEO​:
Pertenece verdaderamente a su tiempo (es verdaderamente contemporáneo) aquel que no coincide
perfectamente con él ni se adecua a sus pretensiones y es por ello, en este sentido, inactual; pero, justamente
por esta razón, a través de este desvío y anacronismo, él es capaz, más que el resto, de percibir y aferrar su
tiempo. Esta desincronía no significa que contemporáneo sea aquel que vive en otro tiempo; puede odiar a su
tiempo, pero entiende en cada caso pertenecerle irrevocablemente, sabe de no poder escapar a su tiempo.
En este sentido, la ​contemporaneidad s​ ería aquella singular relación con el propio tiempo, que adhiere a él
y, a la vez, toma distancia; es aquella relación con el tiempo que adhiere a él a través de un desfasaje y un
anacronismo. Aquellos que coinciden demasiado plenamente con la época (que encajan en cada punto
perfectamente con ella) no son contemporáneos, porque justamente por ello no logran verla, no pueden tener
fija la mirada sobre ella. Contemporáneo es aquel que tiene fija la mirada en su tiempo, para percibir no las
luces, sino la oscuridad. Contemporáneo es, precisamente, aquel que sabe ver esta oscuridad: quien no se
deja enceguecer por las luces del siglo y alcanza a vislumbrar en ellas su íntima oscuridad. Percibe la
oscuridad de su tiempo como algo que le concierne y no deja de interpelarlo, algo que se dirige directamente
a él. El contemporáneo es también aquel que, dividiendo e interpolando el tiempo, está en grado de
transformarlo, y de ponerlo en relación con los otros tiempos, de leer de modo inédito la historia, de “citarla”
según una necesidad que no proviene en algún modo de su arbitrio, sino de una exigencia a la cual no puede
no responder (​Agamben​).

COORDINADOR:​
Posición subjetiva que, al funcionar como conductor, puede puntuar, subrayar o enfatizar algo que asoma
para que ese posible analizador no se diluya -e incluso intervenir-. Desde el punto de vista de la posición
subjetiva, el “coordinador de grupos”, como etiqueta, es diferente de quien se pone en posición subjetiva de
realizar co-operaciones en procesos de producción de subjetividad, siguiendo las líneas de fuga que se vayan
abriendo o que estén presentes desde el inicio. Al respecto de los múltiples posicionamientos subjetivos, uno
puede pensarse como docente, como coordinador de grupos y como copensor, diferentes y diversas entre sí
las tres. En ellas se juega la multiplicidad, lo cual implica decir que la situación produce que cada quien oficie
como amo o soberano, otras veces como alguien que está disciplinando los cuerpos y otras veces (con
suerte), se está ayudando a pensar (​Bonano​).
No es el centro organizador de lo grupal, sino sólo el garante del dispositivo tecnológico encabalgado al
agrupamiento preexistente. Debe tomar como existente aquello que el grupo produce allí en sesión, más allá
de lo asociativo-transferencial (​Bozzolo​).
Si se acepta que el nudo grupal está atravesado por múltiples sentidos y más de un sinsentido, siempre
excederán a aquellos que desde la implicación interpretante se puedan puntuar; el coordinador sólo podrá
puntuar algún sentido, interrogar una rareza, resaltar una paradoja, indicar alguna insistencia y ya no será
quien descubra la verdad de lo que en el grupo acontece. Esto redefine un cierto lugar de “poder” del
coordinador. Tampoco se trata de quedar posicionado en un lugar de “saber lo que al grupo le pasa”; tal
coordinador ya no es un líder, pero queda investido en un coordinador-oráculo; sólo él puede leer el sentido
de los efectos de estructura. El coordinador, desde su implicación y no fuera, sólo podrá registrar algunos
fenómenos de los que insisten en los textos grupales. Por ende, función interpretante realizada desde un
lugar de ignorancia: hay una la renuncia al saber de la certeza. El coordinador no es el poseedor de una
verdad oculta, sino alguien interrogador de lo obvio, provocador-disparador y no propietario de las
producciones colectivas; alguien que más que ordenar el caos del eterno retorno busca aquella posición que
facilite la capacidad imaginante singular-colectiva (​Fernández​).
El coordinador “​dirige sin saber”​ : esto significa que el coordinador no está en posesión de ninguna verdad.
Representa el lugar de la “dirección” pero no ejerce su dirección. En este sentido, dirigir no equivale a otorgar
un sentido o enderezar al protagonista hacia determinada meta. Dirigir es aportar ayuda para que la escena
narrada se despliegue en acción dramática (​Percia​).
El coordinador sostiene y colabora en la producción del colectivo social (producción de objetivos y saberes en
un estilo peculiar de lograrlo que incluye una producción subjetiva); esto, enmarcado en una ética que podría
denominarse “ética de la producción colectiva” (​Pichón Riviere​).

CO-PENSOR​:
La función transitoria de co-pensor, que permite armar un “nosotros de pensamiento” junto a los integrantes
del agrupamiento que se inscriban en él, pretende lograr la confianza para poder pensar en conjunto. Se
puede operar de esa manera si se produce una operación de fundación de un “nosotros” que incluye al
operador. Esto exige una transformación tanto de los dispositivos como de la estrategia de operación; si no
hay alteración de la posición subjetiva del operador, los nuevos dispositivos serán inútiles. La posibilidad de
intervenir en la disgregación de los agrupamientos, el vaciamiento institucional, y la conformación de prácticas
grupales, va de la mano de los procesos que los propios operadores hagan junto al agrupamiento sobre el
que se pretende intervenir (​Bozzolo​).
La reciprocidad pone una condición clave para la institución del co-pensor. Ya no se trata de transmitir
(saberes), tampoco de aprenderlos, sino de pensar juntos el problema que nos va a constituir como
comunidad, justamente cuando podamos co-pensarlo (​Cátedra​).
Es un concepto de ​Pichón Rivière​. Es una función que implica compartir y colaborar en los procesos de
subjetivación. Para Pichon, el rol de operador o técnico, es la de ser un co-pensor, que se encuentra cerca del
grupo, intelectual pero también afectivamente cerca. Muestra que entiende de lo que se habla, o de lo que se
vive, pero no se introduce en la temática, porque interferiría de manera heterónoma en el proceso de
aprendizaje del grupo, este tipo de “intervenciones”, que más bien son intromisiones, afectan de manera
negativa el proceso de aprendizaje de todos los participantes. El co-pensar es la forma de cooperación del
“agente” con el colectivo, poco a poco se descubre que se está ahí para: acompañar un proceso, no para
suplantar funciones; para facilitar el diálogo y el pensar, no para apropiarse del pensar y dictar “ordenes; para
discernir y elucidar situaciones, no para dirigir y desplazar las habilidades singulares de cada sujeto, etc.
Co-pensar implica la identificación empática de cómo entiende el otro un concepto, una temática o un
elemento de la teoría, mostrando ser comprensivo y no crítico de su punto de vista, pero señalando la
perspectiva (siempre parcial) de cada aporte; sin dejar de lado que lo esencial para él, es que esto que se
trabaja cognitivamente, tiene un correlato en el “drama” que se desarrolla como escena grupal, disociada a la
vez de la percepción consciente, y que es un elemento fundamental para el aprendizaje significativo del grupo
en su totalidad.
CRISIS:​
La crisis siempre implica la apertura de una bifurcación: de un lado, catástrofe y destrucción; del otro, creación
o invención, la posibilidad de una resolución (​Bonano​).
Pensar al hombre en crisis es pensarlo como capaz de tener crisis, como un ser vivo en organización,
desorganización y reorganización permanentes. Pensar la crisis es intentar mentalizar una ruptura.
Generalmente se la define como un cambio brusco y decisivo en el curso de un proceso, por ejemplo, de una
enfermedad: la violencia de la manifestación da cuenta del temor de que se trate de una evolución grave,
definitiva, desintegradora. Siempre se asocia la idea de crisis a la de una amenaza de muerte, de un ataque
vital. La experiencia de crisis remite a la noción de ruptura, vivida como una separación y un desgarramiento.
De esta perturbación, de su repercusión subjetiva, se concluye que la crisis conlleva una profunda amenaza
para la integridad del sujeto, una amenaza de muerte; amenaza que moviliza medios de acción para la
supervivencia, para el funcionamiento de nuevos comportamientos reguladores. Toda crisis genera un
sentimiento de angustia que funciona como una señal de alarma que pone en movimiento los mecanismos de
extinción de la crisis. Cuando ciertas condiciones fisiológicas, psicológicas, o sociológicas no se conjugan
para contribuir a la eficacia de los mecanismos de extinción -entre los cuales el carácter paralizante de la
angustia es un factor importante- sobreviene la catástrofe. A través de esta experiencia global de la crisis, de
la que sólo percibimos aspectos parciales, se precisa la figura del hombre animal de crisis, sujeto en crisis,
agente crítico del juego intersubjetivo. El hombre se especifica por la crisis y se reafirma por su precaria e
indefinida resolución. Sólo vive por la creación de dispositivos contra la crisis que, a su vez, produce crisis
posteriores. El hombre se crea hombre gracias a la crisis, y su historia transcurre entre crisis y resolución,
entre ruptura y sutura. En este espacio del “​entre​” de vivas rupturas y mortales suturas, de fracturas
mortificantes en uniones creativas, se juegan todos los avatares de lo social, lo mental y lo psíquico que
juntos tejen, cuando nos ubicamos en la perspectiva del sujeto particular, la singularidad de una persona
(​Kaës​).

CUERPO:​
No se refiere al cuerpo orgánico, no remite a la idea de que el cuerpo puede más que la mente. Un cuerpo
puede en tanto se conecta, vibra, se deja afectar. Un clínico puede si es cuerpo vibrátil, cuerpo afectado
capaz de estar y componer con otros. Puede registrar el padecimiento del otro, puede pensar e intervenir en
situación. La pura afectación nos inhabilita a intervenir, y en el extremo de la no vibración, está la muerte
(​Catani​).
Un cuerpo se define por una cierta potencia de afectar y ser afectado y por una cierta relación de movimiento
y reposo, por una potencia fundamental de existir y actuar. Un cuerpo puede componerse de muchos
individuos de distinta naturaleza, los cuales están afectados de una infinidad de maneras (​Glaz​).
Considerar la experiencia en el cuerpo es insoslayable en un proceso de capacitación clínica y de formación
de un posicionamiento clínico. La disponibilidad instrumental del cuerpo-afección permite capturar los ínfimos
haces por los que los cuerpos circulan, posibilitando el registro de las intensidades no significables y la
potencia de un hacer no reductible a la palabra, quien obsoleta, tantas veces demuestra su impotencia, su
límite palpable, su no-lugar (​Glaz​, ​Moratti ​y ​Urbieta​).

CULTURA DE LA MORTIFICACIÓN​:
Refiere a un matiz de sufrimiento social contemporáneo que afecta a sectores sumergidos en la mudez sorda
y ciega de la mortificación. Cuando se refiere a la mortificación refiere a falta de fuerza, a lo mortecino,
apagado, sin vivencia. Es lo vacío, cuerpos agobiados, por la astenia (cercano al viejo cuadro clínico de la
neurastenia), el mal humor: sentimiento personal de dolor enojado e impotente. No hay alegría. La
mortificación aparece por momentos acompañada de distintos grados de fatiga crónica, estrés, hasta
patologías difusas o definidas. Un ejemplo clásico serían los procesos manicomiales (formas clínicas
terminales de la mortificación), donde algo más que sutiles matices se necesitan para conmover el
acostumbramiento y la coartación que experimentan como sujetos. En la mortificación se observan
indicadores tales como la desaparición de la valentía, resignación acobardada, hipocondría y la merma de la
inteligencia, al borde de la supresión como individuo pensante. Disminuye y desaparece el accionar crítico y
mucho más aún el de la autocrítica, y se instala en su lugar una queja que nunca asume la categoría de
protesta. La mortificación se conceptualiza como condensación de sufrimiento y muerte -del sujeto- (​Ulloa​).

DISPOSITIVO:​
Es un conjunto resueltamente heterogéneo que implica discursos, instituciones, disposiciones arquitectónicas,
decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas,
antropológicas; en síntesis, tanto lo dicho como lo no-dicho. Esos serían los elementos del dispositivo, y el
dispositivo mismo es la red que puede establecerse entre esos elementos. El dispositivo es justamente la
naturaleza del vínculo que puede existir entre esos elementos heterogéneos. Es una especie de formación
que en un momento dado ha tenido como función principal la de responder a una urgencia y esta es una
función estratégica. Son estrategias de relaciones de fuerza soportando unos tipos de saber y soportados por
ellos (​Foucault​).
No es un artificio tecnológico sino la forma misma de las efectuaciones de lo real, que incluye en sí los
posibles de lo virtual y que la remisión a un sistema teórico en tanto modelo o teoría consolidada no es la
forma obligada de una conceptualización. (​Bonano​).
Es una especie de ovillo o madeja, un conjunto multilineal. Está compuesto de líneas de diferente naturaleza;
esas líneas del dispositivo no abarcan ni rodean “sistemas” -cada uno homogéneo por su cuenta-, sino que
siguen direcciones diferentes, forman procesos siempre en desequilibrio. Cada línea está quebrada y
sometida a variaciones de dirección, a derivaciones. Los vectores o tensores del dispositivo serían por
ejemplo: los objetos visibles, las enunciaciones formulables, las fuerzas en ejercicio, los sujetos en posición.
Las tres grandes instancias del dispositivo distinguidas por Foucault serían el ​Saber,​ el ​Poder y​ la
Subjetividad​ (estas instancias no poseen contornos definitivos: son cadenas de variables relacionadas entre
sí). Las líneas no sólo componen un dispositivo, sino que lo atraviesan y lo arrastran (​Deleuze​).
¿Cuáles son esas líneas?
Líneas de luz​: cada dispositivo tiene su régimen de luz (los dispositivos son máquinas para hacer ver); la
manera en que la luz se esfuma/difunde/cae, al distribuir lo invisible y lo visible, hace nacer o desaparecer los
objetos, que no existen sin ella (si no son alumbrados, no quedan en la oscuridad, sino fuera de registro).​ ​Son
también arquitectura (ej.: panóptico = “ver sin ser visto”).
Líneas de enunciabilidad​: cada dispositivo tiene su régimen de enunciación (los dispositivos son máquinas
para hacer hablar); las enunciaciones no son ni​ ​palabras ni proposiciones ya emitidas, sino algo a producir,
sobre un corpus que se debe recopilar.
Se trata de lo visible y lo enunciable. Esos dos​ t​ ipos de líneas son componentes del ​Saber​.
Líneas de fuerza:​ líneas que “rectifican” las curvas anteriores, trazan tangentes, envuelven los trayectos de
una línea con otra, operan idas y venidas desde el ver al decir e inversamente, actuando como flechas​ q ​ ue no
cesan de penetrar en las cosas y las palabras, no cesan de librar batalla; se producen “en toda relación de un
punto con otro” y pasan por todos los lugares de un dispositivo. Son invisibles e indecibles, están
estrechamente mezcladas con las otras, pero no se las puede distinguir.
Estas líneas son componentes de la dimensión del ​Poder
Líneas de subjetivación:​ una línea de subjetivación es un proceso, es la producción de subjetividad en un
dispositivo: una línea de subjetivación debe hacerse en la medida en que el dispositivo lo deje o lo haga
posible. Son hasta líneas de fuga; escapan a las líneas anteriores. Son líneas inmanente del dispositivo que,
entrelazadas, forman esos procesos de​ ​desequilibrio. Constituyen aquello que no deja que los dispositivos
queden cerrados en​ ​líneas de fuerza infranqueables dado que permiten cruzar la línea, pasar al otro lado.
Estas líneas son componentes de la dimensión de la ​Subjetividad (​ del “sí-mismo”); la subjetivación sucede
cuando la fuerza, en lugar de entrar en relación lineal con otra, se vuelve sobre sí misma, se afecta a sí. Esta
dimensión del sí mismo no es algo que esté hecho o constituido, no es un saber ni un poder, es algo a
producir.
En los dispositivos se despliegan tanto​ líneas de estratificación ​que consolidan sedimentos, como ​líneas de
creatividad o actualización.​ En cada​ d
​ ispositivo hay que discernir las l​ íneas de ruptura, fisura o fractura q
​ ue
afectan a los saberes y los poderes.
Las​ l​ íneas de subjetivación son capaces de trazar caminos de creación hasta llegar a la ruptura del antiguo
dispositivo (​Deleuze​), pues justamente son ellas las que vehiculizan las fisuras y fracturas y aquello que sin
ser una​ ​relación indica las fallas o aberturas que conectan y atraviesan las líneas de la madeja hasta topar
con sus​ ​bordes (​Bonano​).
El dispositivo con que se trabaja en las jornadas de producciones grupales no sólo es colectivo, sino que
emplea un recurso psicodramático -como la multiplicación dramática- que dispone a abrir visibilidad a los
cuerpos que se afectan colectivamente (​A.M. Fernández​).
En todo dispositivo hay que distinguir lo que somos (lo que ya no somos) y lo que estamos siendo: ​la parte de
la historia y la parte de lo actual.​ La historia es el archivo, la configuración de lo que somos y dejamos de ser,
lo que nos separa de nosotros mismos; ,​ ​ en tanto que lo actual es eso otro con lo cual ya coincidimos
(​Deleuze​).

DISPOSITIVO GRUPAL:​
Lejos de ser un área de aplicación de saberes teóricos supuestamente consolidados, es campo y fuente de
desarrollos teóricos (​Cátedra​).
El dispositivo grupal, en tanto campo donde se da un tiempo, un espacio, un número de personas y algún
objetivo común (término que reemplaza al más clásico de “tarea”), permite la creación de condiciones de
posibilidad para que un agrupamiento se constituya en un grupo. Tiempo, espacio, número de personas y
objetivo, conforman un dispositivo, una virtualidad, pero específica y propia de ese grupo y no de otro. Así, se
piensan a los grupos como espacios tácticos donde se da la producción de efectos singulares e inéditos. En
este sentido, los ​acontecimientos grupales​ no son meros espejos de la institución en la que se inscriben, sino
que producen formas propias; dan cuenta de la necesidad de no desdibujar la grupalidad: lo específico del
acontecer grupal (​Fernández​).

EFECTO PER​:
En el campo de la numerosidad social, donde la palabra y la mirada son en reciprocidad, y donde hay un
sujeto singular que además está contextuado socialmente, hay algo de puesta en escena teatral. Una puesta
teatral acrecienta el valor de las palabras: esa fuerza que adquiere la denomina Efecto Per (pensado como
intensidad emotivo-intelectiva sostenida en el tiempo). El “efecto per” multiplica el pleno valor de la palabra (a
la vez que, dada su reciprocidad, da a lugar a que las imágenes evocadas mediante la palabra generen
efectos: “una imagen vale más que mil palabras”). Este efecto sostenido está ilustrado por términos como:
persistente, permanente, perpetuo. “​Per”​ es un prefijo que significa intensidad emotiva, intelectiva, sostenida
en el tiempo. “Efecto Per” es ese efecto dramatúrgico de la puesta teatral; rompe con el aforismo paradojal
con que Freud presentó a la transferencia intertópica, al hacer conciente lo inconsciente. Es repetir para no
recordar. Cobra importancia la noción de ​ocurrencia,​ la cual indica que se ha roto ese efecto de repetir para
no recordar, esa barrera que es paradojal. Porque Freud presenta la transferencia intertópica (hacer conciente
lo inconsciente) por el obstáculo, por el repetir para no recordar que tiene una forma aforística. La ocurrencia
rompe con eso: atrás de esa ocurrencia siempre hay una memoria recuperada (​Ulloa​).

ENCUENTRO​:
Si se considera la problemática de los modos de vinculación, el encuentro puede ser pensado como el común
mínimo e indispensable que abre la posibilidad de producción de un vínculo. En el paso del ​choque a ​ l
encuentro se produce algo vital: en el paso de una experiencia a la otra se juega la existencia. Al preguntarse
qué es lo que permite el paso de un choque a un encuentro aparece el valor de la ​confianza ​como
componente esencial para pensar los vínculos actuales: la confianza es lo que permite dejar de percibir al otro
como amenaza, como peligro al que estamos expuestos, y experimentar un encuentro, delimitar un “común”
que abra un diálogo (​Aguirre ​y ​Burkart​).
Si en los agrupamientos se da el encuentro con el otro, se abren posibilidades de subjetivación; y esto en la
medida que lo que no se puede integrar en el rasgo identitario, lo radicalmente ajeno, pueda ser soportado. La
composición de un encuentro será cosa a producir, para lo cual habrá que operar sobre las condiciones de
partida. En muchos momentos, inevitablemente, la propuesta de la cátedra se tratará más de un choque que
de un encuentro. Se trata de realizar una apuesta acerca del vínculo que se forzará a constituir. Se trata del
devenir pensamiento de una suposición, donde “pensamiento” no es un contenido mental sino una realidad
efectuada, un hacer ser (​Bonano​).
Una de las tantas dificultades con las que nos encontramos hoy es la inconsistencia respecto de la presencia
y cooperación de y con otro. Ya no se trata sólo de dejarse mirar y atreverse a hacerlo, sino de que haya
alguien del otro lado. La reciprocidad de miradas que permite el diálogo clínico supone un encuentro, a otro
con el cual se piensa, se mira, se habla. En las condiciones actuales encontrarse con ese otro no es nada
fácil. Para pensar en la constitución de seguridad psicológica tenemos que pensar en primer término en
contingencia, en que, ante todo, es necesario existir para alguien y que el otro exista para mí, para que haya
encuentro, miradas y quizás después diálogo (​Cátedra​).
La “filosofía del encuentro” remite a pensar el acontecimiento, la novedad radical, la singularidad enunciativa
que subvierte la serie de un estado de situación. Solo una vez producido el encuentro un mundo toma forma,
se estructura un orden a partir de sus elementos. El encuentro inaugura una determinada forma de seres, en
una determinada forma de orden, con un determinado sentido, pero la determinación sólo es producto de la
estructura del encuentro de sus elementos, y no de los elementos en sí mismos antes del encuentro
(​Labandeira​).

ESCENIFICACIÓN:​
Procedimiento utilizado para producir efectos azarosos, que invitan y solicitan el encuentro, ante la forma
anticipada de pensarlos. Puede resultar “​provocadora”;​ rescatando el campo semántico originario de
“provocar”: multiplicar las voces. En el provocador se presentan las subjetividades, se exponen las
incertidumbres y los vacilaciones en las posiciones de los coordinadores, en su estar pensando la experiencia
a realizar con ellos. (​Bonano, Bozzolo, y Hoste​).

ESTAR CLÍNICO​:
Tiene que ver con el poder afectarse y estar poroso a lo que sucede pero requiere también de la posibilidad
de instrumentalizar ese registro sin quedar capturados por él y, así, estar disponibles para poder operar.
Conlleva asimismo un proceso subjetivo de habilitación (“habilitarse al estar clínico”). Para el estar clínico es
entonces necesario cierta instrumentalización de esa capacidad de estar afectado. Si se considera que un
cuerpo puede en tanto se conecta, vibra, se deja afectar; un clínico puede si es cuerpo vibrátil, cuerpo
afectado capaz de estar y componer con otros (si puede registrar el padecimiento del otro, puede pensar e
intervenir en situación). El estar clínico requiere de esa porosidad, de esa vulnerabilidad a las existencias
otras. En los extremos está la impotencia: la pura afectación nos inhabilita a intervenir, y en el extremo de la
no vibración está la muerte. La noción de estar clínico conlleva ​ética situacional​: éticas ligadas a las
prácticas en situación (no habría una ética universal que nos diga que en todo tiempo, todo espacio y
situación se debe obrar de tal manera: cada práctica comporta una técnica y una ética del estar clínico sólo
vale para esa práctica; cuando la ética se universaliza, se moraliza) (​Catani y Glaz​).

ESTAR SENSIBLE:​
Refiere a la capacidad de orientar la atención hacia las sensaciones que emergen, tanto al registro de formas,
pesos, temperaturas, texturas, consistencias, direcciones, distancias, volúmenes, formas de hacer los
movimientos, ritmos, como a sensibilidades sin nombre (por los bordes de las percepciones dominantes), de
consciencia brumosa: intensidades, planos, flujos, movimientos de las vísceras. Estas sensibilidades apuntan
a la preparación del territorio de experimentación y percepción, a una disposición a la fragilidad dada por la
naturaleza de la sensación, a la no espera de resultados, a la no valoración crítica de lo que viene del cuerpo,
a despertar la inquietud para la captación de lo pequeño (​Kesselman​, en ​Glaz​, ​Moratti ​y ​Urbieta​).

EXTIMIDAD​:
Invención de ​Lacan​. Lo éxtimo es lo que está más próximo, lo más interior, sin dejar de ser exterior. Se trata
de una formulación paradójica. El término “extimidad” se construye sobre “intimidad”. No es su contrario,
porque lo éxtimo es precisamente lo íntimo, incluso lo más íntimo. Esta palabra indica, sin embargo, que lo
más íntimo está en el exterior, que es como un cuerpo extraño. La extimidad es para nosotros una fractura
constitutiva de la intimidad. Ponemos lo éxtimo en el lugar donde se espera, se aguarda, donde se cree
reconocer lo más íntimo. En su fuero más íntimo, el sujeto descubre otra cosa: algo más íntimo que cualquier
cosa que sea suya. Hay una dificultad para situar, para estructurar e incluso para aceptar la extimidad. Se
preferiría extirparla. Sin embargo, es preciso establecer una estructura de lo éxtimo que intente demostrar que
es pensable, construible como lo más próximo, lo más interior, sin dejar de ser exterior. Demostrar esta
estructura es lo que exige el concepto de inconsciente en Freud: es legítimo hablar de extimidad
(extraterritorialidad) del inconsciente. Esto llevó a Lacan -en la época en que hacía del inconsciente el
discurso del Otro- a plantear el Otro como éxtimo, lo éxtimo del hombre, un Otro con el cual se está más
ligado que con uno mismo, puesto que en el seno más asentido de la identidad con uno mismo es él quien
agita (​Miller​).

FANTASÍA [INDIVIDUAL]​:
Es un guión imaginario representado por algunas personas; el sujeto generalmente está represente en la
escena como espectador y no como actor. De ello deriva que la fantasía tiene una ​organización grupal
interna​. Sólo hay fantasías individuales, constituye un abuso del lenguaje hablar de una ​fantasía de grupo​ o
de una fantasía común (​Anzieu​).

FANTASMATIZACIÓN / FOMENTACIÓN FANTASMÁTICA​:


El fomento fantasmático en un grupo se desarrolla sobre un telón de fondo que es el espacio imaginario del
grupo. La fantasmatización, o actividad de fomento fantasmático en el aparato psíquico individual, se
encuentra estimulada por el amor o por la amistad; por las actividades comunes (como la discusión libre o la
improvisación dramática, a condición de que estas actividades sean objeto para los interesados de un
compromiso personal importante); por la hipnosis, el psicoanálisis o la relajación. La sociedad proporciona
grandes estímulos para el fomento fantasmático: arte, religión y ciencia; pueden ejercer este efecto, tanto
sobre un individuo solo como en las extensas situaciones colectivas. Todo reencuentro vivido como auténtico
o intenso entre dos o más seres humanos despierta, moviliza y activa, en los interesados, sus fantasías
personales conscientes e inconscientes. La fantasmatización es una actividad del preconsciente; articula las
representaciones de cosas y las representaciones de palabras según las relaciones complejas
(desplazamiento, condensación, figuración y transformación en su contrario). Es necesaria para la salud
psíquica por la descarga pulsional regular que aporta y por la circulación de sentido intrapsíquico e
interindividual que permite. Interviene en el sueño nocturno, en las ensoñaciones diurnas, en el ingenio, en el
trabajo psíquico del duelo y en el de la creación. La capacidad de fantasear es uno de los rasgos más
importantes del Yo. Al estimular esta capacidad es cuando los métodos de grupo pueden tener efectos
individuales positivos, especialmente sobre el desarrollo de la creatividad (​Anzieu​).
Proceso que se produce (especialmente de las fantasías originarias) en esta situación en que un grupo de
individuos convive, reunidos en un tiempo y espacio acotados, aislados de su contexto inmediato, en una
situación en la que no hay tarea, y en la que por la propia constitución del dispositivo el eje transferencial es
organizador principal. Los procesos de regresión de todo tipo que se activan son brutales, y eso es lo que
ocasiona la activación de esos niveles fantasmáticos arcaicos. A menor prescripción de tarea, mayor
fomentación fantasmática, un dispositivo rígida y fuertemente organizado en prescripciones de tarea puede
sofocar hasta hacer imperceptible el despliegue del mundo fantasmático, tanto intra como intersubjetivo
(​Bonano​).
La pertinencia de la ​tarea ​es el tope a la llamada “fomentación obscena de lo imaginario” (​Bozzolo​).

GALPÓN​:
Se llama galpón a lo que queda de las instituciones cuando ya no instituyen ni son instituidas. En condiciones
de fluidez, no se tiene la oposición entre lo que cambia y lo que permanece -clásica oposición entre ser y
devenir-, sino la oposición (más dramática) entre lo emergente y lo residual. El galpón es el residuo de la
destitución. En un galpón, ninguno de los cuerpos que transitan por ahí comparten con otros la definición de la
situación: y si no comparten la definición de situación con otros, no comparten nada. En un galpón se está
amontonados pero no juntos; la materia humana está localizada pero la subjetividad está deslocalizada. Un
galpón se parece más a un vagón de subte que a una escuela/universidad, con la diferencia de que en el
vagón de subte no necesitamos instituir nada más que el tiempo de espera para llegar a nuestra estación. Un
galpón es un vagón de subte que no lleva a ninguna parte, del que cuelga un cartel de institución
(​Lewkowicz​).
Este movimiento perpetuo promovido por el interés privado, sin ninguna regulación desde el interés colectivo,
hace que las otrora organizaciones-​instituciones, se transformen en ​galpones​. La figura del galpón, creada
por Cantarelli, permite comprender en qué han devenido los lazos entre los elementos de distinto orden de las
organizaciones. Esos lazos que daban sentido de conjunto integrando los distintos estamentos de las
organizaciones, estaban sostenidos por categorías de valor fundadas en significaciones sociales. Disueltos
esos lazos, los elementos de la organización quedan sueltos, perdiendo sus relaciones de sentido, como
cuando ubicamos objetos diversos en un galpón
Estos galpones, retazos de las organizaciones, espacios fragmentarios, no aseguran de antemano
continencia, ni pertenencia, así como no exigen mayor pertinencia a quienes están en ellos. Sostener la
cohesión institucional es parte de un trabajo permanente. Percibir la condición galpón, es percibir esa
dispersión inconsistente.El galpón no alcanza a cubrirnos de la intemperie, sólo ofrece la materia para superar
la intemperie en cada momento que estamos en él (​Ventrigi​).

GENEALOGÍA​:
Es una forma específica de indagación que requiere el análisis minucioso de la sucesión de procesos de
avasallamiento (más o menos profundos y/o independientes entre sí), de las resistencias utilizadas en cada
caso para contrarrestarlos, de las metamorfosis intentadas con una finalidad de defensa y de reacción, y de
los resultados de contra-acciones afortunadas. Se diferencia de la historia de los historiadores, más que
pretender dar cuenta del pasado plantea la necesidad de indagación de los procesos que han hecho posible
en la historia la configuración presente. Es una historia que muestra que los motivos por los cuales algo de la
historia (costumbre, práctica social, institución) comienza, pero no se mantiene a través del tiempo (los
motivos que están en el origen no están en las etapas posteriores ni en su actualidad). La genealogía marca
la discontinuidad de la historia (entre un hecho y otro no hay continuidad sino ruptura). Da cuenta de las
continuidades que están sepultadas. La genealogía exalta las pequeñas novedades y con ellas va
derrumbando las presuntas grandes verdades de la historia (​Foucault​).

GLOBALIZACIÓN:​
Se puede pensar como la desrealización de los estados nacionales. la globalización unifica al mundo desde el
punto de vista del estímulo, pero las respuestas con diversificadas. Los estados, cuando pierden su realidad,
pierden la capacidad de gobernar los estímulos. Globalización significa unificación general de los estímulos
económicos y diversidad local de las respuestas político-sociales (​Lewkowicz​).

GRUPISMO:​
Este fenómeno surgió en los 60 como correlato de la ideologización general del lazo comunitario, del lazo
solidario; los grupos eran vistos como productores de la transformación renovadora, moderna o
revolucionaria. Esta perspectiva suponía una tal potencia de los grupos que hacía equivalentes las prácticas
grupales a las prácticas políticas transformadoras. En tanto movimiento ideológico, obstaculizaba el análisis
de las singularidades de cada situación (​Bozzolo​).

GRUPO​:
En tanto representación común, es espacio de intimidad que propicia la elaboración subjetiva, pero a la vez es
público en tanto está inscrito siempre en un orden institucional (​Bonano​).
El grupo es un rejunte de conjurados alrededor de un poder; los grupos son efectuaciones posibles de lo
grupal -el grupo y lo grupal no serían lo mismo- (​Percia​).
Existe como algo distinto de un agregado de individuos (​Bion​).
Grupo es un conjunto restringido de personas que reunidas en un tiempo y espacio común desarrollan una
tarea que constituye su finalidad y despliegan los procesos de su mutua representación interna (​Pichón
Rivière​).

GRUPO DE FORMACIÓN / GRUPO DIAGNÓSTICO​:


Se trata de grupos puntuales que realizan un seminario intensivo de dos o tres días, en un edificio y localidad
aislados, y no tienen otra continuidad en el tiempo. Este dispositivo permite -y estimula- el despliegue de la
infraestructura fantasmática de los individuos, en tanto sujetos psíquicos, implicados en el agrupamiento. La
fomentación fantasmática, especialmente de fantasías originarias, se produce en una situación en que un
grupo de individuos convive, reunidos en un tiempo y espacio acotados, aislados de su contexto inmediato,
donde no hay tarea prescripta (los sujetos en el agrupamiento quedan forzados a experimentar los fenómenos
que se producen cuando un conjunto de individuos constituyen un grupo), y en la que por la propia
constitución del dispositivo el eje transferencial es organizador principal. Los procesos de regresión de todo
tipo que se activan son brutales, y eso es lo que ocasiona la activación de esos niveles fantasmáticos
arcaicos. Hay una pre-investidura de los sujetos que acuden a esas experiencias, un deseo de aprender en
carne propia los fenómenos grupales, de implicarse en una situación de grupo y de ver cómo es esa cosa de
ser en grupo. Emergió de allí una teoría refinada acerca de las manifestaciones del inconsciente, inter y
transubjetivas que se producen cuando se constituye un grupo. Se juega la demanda de interpretación:
esperar que el operador interprete la escena, la fantasmática que la anima, y desentrañe el lugar o posición
subjetiva que cada uno ocupa en la trama, para a partir de allí entenderse, revisarse, modificarse. Parte de la
corriente francesa de psicoanálisis de los grupos -Anzieu-; el dispositivo remite al psicoanálisis como vía para
entenderse a sí mismo, evaluarse en ciertos desempeños vinculares y eventualmente modificarse. Se anudan
la propuesta por parte de la institución que se ofrece como formadora, y la demanda por parte de los sujetos
que se inscriben en el ámbito así ofertado. La demanda que circula y los deseos que la subtienden se
encuentran con una oferta institucional que sale al encuentro de esa demanda (​Bonano​).
Un grupo sin tarea (o diagnóstico) consiste en que los sujetos se reúnan, comiencen a interactuar y que el
proceso esté centrado en darse cuenta cómo trabaja el grupo, cuáles son los roles que se despliegan, cuáles
las defensas psíquicas, etc. Haciendo este tipo de experiencias se aprende muchísimo acerca de la dinámica
de los grupos, y de las expresiones del inconsciente y la fantasía en los grupos (​Bonano​).

GRUPO OPERATIVO:​
Propio de la escuela argentina, invento de​ Pichón Rivière​, consiste en un dispositivo en el que
permanentemente se está trabajando la tensión entre el plano de la tarea y el plano de la movilización
fantasmática. El grupo operativo es aquel que trabaja sobre esa tensión, sin la pretensión de suprimir o
ignorar ninguno de los dos planos, sino tomando esa tensión como aquello que motoriza el trabajo del
agrupamiento. Los grupos operativos son grupos de formación, en tanto la convocatoria, el deseo y la oferta
tienen que ver con la formación, y la tarea pasa centralmente por estudiar y aprender la concepción operativa
de los grupos, a la vez que se va haciendo la experiencia del despliegue de esos fenómenos en el propio
agrupamiento (​Bonano​).

GRUPO REFLEXIVO:​
La invención de dispositivos de intervención novedosos es exigida por un problema propio de la coyuntura por
la que viene atravesando nuestra sociedad: constituir procedimientos que habiliten la elaboración subjetiva de
radicales alteraciones sociohistóricas.​ ​Es un dispositivo de intervención que conservan el eje de ser grupos
centrados en una tarea o en un tema, y la posición abstinente de la coordinación respecto de la definición del
problema, pero aquí la tarea no está ya centrada en elaborar tensiones que, aunque vagamente, remite
siempre a una suerte de trastorno psíquico, sino a una elucidación de las significaciones sociales. No es un
grupo operativo (​Bonano​).
Dispositivo de intervención que se caracteriza por:
- ​Variabilidad en cuanto al problema abordado​ (conflictos institucionales, tramitaciones subjetivas de
situaciones de orden sociohistórico, equipos profesionales que reflexionan sobre sus prácticas, etc.).
- ​Cuestiones estratégicas,​ que definen el posicionamiento de la coordinación, orientadas a la elucidación de
las significaciones sociales que transversalizan al agrupamiento en sus tareas.
- ​Inicio de la tarea grupal a partir de disparadores,​ propuestos por el equipo coordinador, elegidos desde la
particularidad del problema a tratar. Anécdotas breves y de desenlace incierto, de sentido ambiguo e impacto
dramático.
- ​Número de integrantes variable,​ desde 8 a 20.

HABITAR​:
No es interpretar: es pensar según la situación, es pensar constituido en la situación. Por eso es muy difícil
habitar​ ​un espacio:​ uno en general transita espacios sin habitarlos, desde las determinaciones previas. Por
eso también es muy difícil ​habitar las relaciones​: uno en general las transita poblado de representaciones
previas, viendo si lo que hay se corresponde o no con la representación, y no si el modo de pensar se
corresponde con lo que hay. Una ​situación s​ e habita si el que la habita nace al habitar, si se constituye ahí, si
piensa de una manera tal que no piensa cuando está en otro lado (​Lewkowicz​).

1
HERMENÉUTICA DE LA SOSPECHA:​
Aquella que el filósofo Paul Ricoeur distingue de la ​hermenéutica de la afirmación.​ ​Ricœur dijo que “la
dominan [la escuela de la sospecha] tres maestros que aparentemente se excluyen entre sí: Marx, Nietzsche
y Freud”. Estos tres autores comparten una actitud crítica hacia la sociedad que conocen, y por ello suelen ser
considerados como frutos de un mismo espíritu crítico, aunque ni siquiera son de la misma generación, ya
que mientras Marx es un autor de mediados del siglo XIX, y Nietzsche lo es de finales del siglo XIX, Freud es
un autor de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Los tres maestros de la sospecha: Marx, Nietzsche y Freud, aunque desde diferentes presupuestos,
consideraron que la conciencia en su conjunto es una conciencia falsa. Así, según Marx, la conciencia se
falsea o se enmascara por intereses económicos, en Freud por la represión del inconsciente y en Nietzsche
por el resentimiento del débil. Sin embargo, lo que hay que destacar de estos maestros no es ese aspecto
destructivo de las ilusiones éticas, políticas o de las percepciones de la conciencia, sino una forma de
interpretar el sentido. Lo que quiere Marx es alcanzar la liberación por una praxis que haya desenmascarado
a la ideología burguesa. Nietzsche pretende la restauración de la fuerza del hombre por la superación del
resentimiento y de la compasión. Freud busca una curación por la conciencia y la aceptación del principio de
realidad (​Wikipedia​).
El trabajo del pensamiento como una operación-intervención sobre una construcción simbólica, no para
transparentarla sino para mostrar su carácter de cifra, de síntoma, de producto transaccional, que encubre y
descubre a la vez las condiciones de su producción (​Bozzolo​).

ILUSIÓN GRUPAL:​
Es el sentimiento de euforia que los grupos en general experimentan en determinados momentos. Supone
que el grupo se establezca como objeto libidinal. La ilusión grupal en la que el objeto-grupo es masivamente
cargado por las pulsiones libidinales tiene como contrapartida las ​fantasías de rotura​ en las que este
objeto-grupo está cargado por las pulsiones de muerte bajo sus diferentes formas. Si el grupo produce la
ilusión grupal, es a causa de un proceso más general: el “grupo” fabrica simple ilusión. El grupo, como el
sueño,​ cumple la función de realización imaginaria de los deseos irrealizados y particularmente de los deseos
prohibidos. A través de estas ensoñaciones o de estas acciones, lo que se persigue es una ilusión y el placer
intenso que ellas procuran es el placer de una realización de deseo en forma de ilusión (​Anzieu​).

IMAGINARIO SOCIAL:​
Castoriadis ​alude al conjunto de significaciones por las cuales un colectivo, una sociedad, un grupo, se
instituye como tal; para ello no sólo debe inventar sus formas de relación social y modos de contrato, sino
también sus figuraciones subjetivas. Constituye sus universos de significaciones imaginarias que operan
como los organizadores de sentido de cada época del social-histórico, estableciendo lo permitido y lo
prohibido, lo valorado y devaluado, lo bueno y lo malo; fan los atributos que delimitan lo instituido como
legítimo o ilegítimo, acuerdan consensos y sancionan disensos (​Fernández​).

IMAGINARIO GRUPAL:​
Las ilusiones, mitos y utopías que un grupo produce forman una suerte de ​IMAGINARIO GRUPAL,​ en tanto
inventan un conjunto de significaciones, propias y singulares de ese grupo, pero tributarias –a su vez- de las

1
​ Arte o teoría de interpretar textos, especialmente las escrituras sagradas y los textos filosóficos y artísticos.
significaciones imaginarias institucionales que atraviesan el nudo grupal como también de las significaciones
imaginarias de la sociedad donde se despliegan sus dispositivos (​Fernández​).

IMPLICACIÓN:​
Remite al conjunto de las relaciones (conscientes o no) que existen entre el actor y el sistema institucional.
Alude a los múltiples atravesamientos que tenemos de las distintas instituciones que circulan (que nos
atraviesan y sobredeterminan), de las que participamos en el espacio social (​Lourau​). ​Implicación NO ES
Participación/Compromiso: ​la participación remite a cómo uno, por sus prácticas, se inscribe en
determinada Institución, participando en la misma; la implicación remite a cómo estamos atravesados por esa
institución de referencia. Podemos estar implicados sin haber participado (“no se puede no estar implicado”).
Es uno de los efectos de captura en la producción de subjetividad del profesional respecto de sus
instituciones de pertenencia y referencia (​Bonano​).

INMUNIDAD​:
Reconduciendo a su raíz etimológica la ​Inmunitas​ se revela como formación negativa de la ​Communitas
(Communitas es la relación que somete a sus miembros a un compromiso de donación recíproca). Lo inmune
es algo que irrumpe el circuito social de donación recíproca.​ Si los miembros de la comunidad están
obligados a restituir el munus que los define en cuanto tales, es inmune quien, desligándose, se pone fuera de
ella. Destaca su carácter antisocial, anticomunitario.
Alude a la ​exención​ temporal o definitiva de un sujeto respecto de determinadas obligaciones o
responsabilidades que rigen normalmente para los demás. La inmunidad no es únicamente la relación que
vincula ​vida​ con ​poder​ sino el ​poder de conservación de la vida​, no existe un poder exterior a la vida, así
como ésta nunca se produce fuera de su relación con el poder. ​Es protección negativa de la vida​: la
inmunización salva, asegura, preserva al organismo, individual o colectivo al cual es inherente, pero lo hace
reduciendo su potencia expansiva (​Moratti Serricchio​).

INSTITUCIÓN DE LA TERNURA:​
A la ternura se la identifica con la debilidad y no con la fortaleza, se la refiere tanto a la invalidez infantil como
a los aspectos fuertemente débiles del amor. Sin embargo, ​la ternura es el escenario donde se da el rotundo
pasaje del sujeto​ -nacido cachorro animal y con un precario paquete instintivo- ​a la condición pulsional
humana.​ Es motor primero de la cultura y en sus gestos y suministros se formará el sujeto ético. La ternura es
un ​gesto transmisor​ de toda cultura histórica que habrá de imprimirse en el sujeto infantil. Gesto transmisor
que siempre habrá de producir memoria que no hace recuerdos, pero si el alma. En función de sus atributos
básicos, la ternura será abrigo frente a la intemperie, alimento frente al hambre, buen trato ante las violencias
inevitables del vivir (​Ulloa​).

INSTITUYENTE​:
No es la aparición de cualquier cosa más o menos novedosa, sino la creación de una forma social
radicalmente nueva. Se trata de la producción de la realidad social por la dimensión colectiva, propia del
sujeto político, de la subjetividad.

ISLOTES:​
Algunos de los sufrimientos se originan en la apelación inútil a sentidos que ya han dejado de regular la vida,
pero siguen alojados en la subjetividad como ​sombras de significaciones vaciadas​ que caen sobre ella. Estos
Islotes, son fuente de un sufrimiento adicional en cuanto carecen de potencia para instituir formas de habitar
la situación. Ya no hay continente que albergue a los distintos dispositivos de institución subjetiva y que
garantice su intercambio y articulación; ​sólo quedan entonces fragmentos, islotes​ (​Bonano​).

LO GRUPAL​:
Aquello que evalúa una actividad, un devenir. Lo grupal puede ser vehículo de reestructuraciones
individualistas y herramienta activa de conformación de subjetividades instituidas, de las prácticas de sí
(​Bonano​).
Es pensamiento portador de disidencia. Lo grupal evoca multiplicidad de formas y repertorios que arman esas
fluidas positividades llamadas grupos. Lo grupal es movimiento que piensa subjetividad y política, angustia y
deseo, amor y odio, proximidad y distancia. Lo grupal se resiste a las generalizaciones de los grupos, a la
enumeración de rasgos que parecen comunes, a la descripción de casos particulares de un universal ya
establecido. Si los grupos consagran modelos, normas, culturas; lo grupal es deseo que desbarata esas
formaciones ya instituidas. Si los grupos se definen por las intenciones conjuntas, lo grupal es pregunta por
las intensidades colectivas (​Percia​).

MÁQUINA:​
No es solamente la totalidad de sus piezas, los elementos que la componen. Es portadora de un factor de
autoorganización, de feed-back y de autoreferencialidad incluso en su estado maquínico. Tiene un poder: el
poder de abrir procesos de creación.
La subjetividad no se fabrica sólo a través de los estadios psicogenéticos del psicoanálisis o de los “maternas”
del inconsciente, sino también en las grandes máquinas sociales, massmediáticas o lingüísticas que no
pueden calificarse de humanas. Guattari propone la idea de una subjetividad de naturaleza industrial,
maquínica, esencialmente fabricada, modelada, recibida, consumida (​Guattari​).
Las máquinas de producción de subjetividad varían. En sistemas tradicionales, por ejemplo, la subjetividad es
fabricada por máquinas más territorializadas (etnia, casta, corporación profesional). En el sistema capitalista
la producción es industrial y se da a escala internacional (​Guattari ​y ​Rolnik​).

MITOS GRUPALES:​
Elaboraciones noveladas de su origen, del porqué de su existencia, pero vividos por sus integrantes como su
momento fundacional real; junto con sus utopías harán posible la ​novela grupal​, propia de ese grupo. Entre
las producciones grupales míticas y utópicas, hay una relación recíproca. De todos modos, vale hacer cierta
distinción: ​los mitos​ suelen referir a la ​historia;​ ​las utopías​ a los proyectos, a lo ​prospectivo​ (​Fernández​).

MULTIPLICAR​:
Es necesario librarse de esta idea de ​multiplicar​ referida a un contenido a expresar, un ser-de-antemano,
cosas de una misma especie. La repetición puede ser al menos de dos tipos: la reproducción de lo mismo y la
repetición de la diferencia. Entonces, ​multiplicar​ no es agregar una segunda y tercera vez a la primera, sino
elevar la primera a la enésima potencia (​Hurtado Atienza​)

NUMEROSIDAD SOCIAL:​
Término que designa, abarcativamente, lo que habitualmente se denomina campo institucional o comunitario.
La intención del término es disolver los fenómenos de masificación, que anulan la subjetividad individual, pero
hacerlo sin inducir el aislamiento individualista. En esta numerosidad social abordada desde el psicoanálisis
con intención de operar ese campo, cuentan tantos sujetos como sujetos ahí están (o son evocados). Se trata
de que ese conjunto integrado por uno más uno más uno apunte a configurar lo propio del malestar (del
malestar hecho cultura y del malestar de la cultura). La idea de numerosidad social no alude a algún
dispositivo, a la manera de un encuadre, desde el cual operar el psicoanálisis clínico en esa numerosidad;
tampoco es una entidad virtual, más bien es una disposición autobiográfica hecha aptitud clínica, que se va
perfeccionando con el correr de la praxis, laborando malestares; precio, estos malestares, de toda
sublimación que intenta producir, desde el psicoanálisis una cultura acorde a la salud mental (​Ulloa​). Cabe
mencionar que con el término “numerosidad social” Ulloa denominaría a los distintos colectivos humanos en
los que había desarrollado técnicas “para generar pensamiento crítico”. Uno de los interrogantes principales
que él plantea sería “cómo operar psicoanalíticamente esa numerosidad social”; interrogante que remite a la
cuestión de la transferencia, siendo que a la dupla analizante/analista se le ha suman uno o muchos terceros,
haciendo numerosidad. Para Ulloa, la transferencia que cuenta ahí es aquella que Freud presentó como “un
repetir para no recordar”, aludiendo, desde el obstáculo resistencial a una transferencia intertópica en que si
se tiene éxito en la praxis, lo inconsciente adviene conciencia.

PADECIMIENTO​:
Aquello difuso que no organiza un afecto enlazado a una representación psíquica determinada, eso que no
alcanza un status enunciable y entonces instala una mudez en la que se sofoca cualquier apelación al otro
(​Jitrik​, en texto de Bonano).
Modalidad del sufrimiento o dolor no muy visible, no muy conciente, que no se impone como experiencia
subjetiva, sino que se instala y se hace cuerpo. Estos padecimientos no tienen una consistencia en el orden
de un ​instituido​ a develar, sino que son la presentación de vacíos. No son aspectos ​silenciados de la
institución​, sino más bien las figuras de su declive (​Bozzolo y L’Hoste​).

PENSAR / PENSAMIENTO​:
El pensamiento es pura operación; no es el mero hacer ni la producción mental de un yo. Pensar se piensa
siempre en términos de nosotros. Lo que en algún momento nombramos como ​sujeto colectivo​, hoy es actor y
producto de la operación de pensamiento que, una vez ocurrida, elucida críticamente las significaciones que
lo habían hecho ser (​Bonano, Bozzolo y L’hoste​).
La práctica de pensamiento que Lewkowicz proponía hace comprender que para poder seguir pensando uno
tiene que renunciar a lo que nos llega ya pensado por otros, en situaciones ajenas a las mías.
Uno, cínicamente, se ampara en su sistema de identificaciones por temor al efecto devastador que cualquier
novedad puede provocar. Tras esa práctica, uno experimenta esa extraña incomodidad que produce aquello
que siendo entrañablemente familiar comienza a resultar ajeno, siniestro. Pensamiento que se piensa, en
fidelidad a la práctica de pensar y no a la repetición/confirmación de lo pensado . El pensamiento como
práctica de subjetivación. La subjetividad sin la ideología del sujeto.
Para Lewkowicz, Althusser mostraba cómo un pensamiento se constituye a sí mismo como ​pensamiento
situacional:​ sólo puede pensar a partir de sus determinaciones y no desde una ilusoria representación de sí o
desde una abolición utópica de las exigencias que lo emplazan (​Labandeira​).

PODER​:
El poder no es un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo/grupo/clase sobre otros/as;
el poder contemplado desde cerca no es algo dividido entre quienes lo poseen y los que no lo tienen y lo
soportan. El poder tiene que ser analizado como algo que no funciona sino en cadena. No está nunca
localizado aquí o allá, no está nunca en manos de algunos. El poder funciona, se ejercita a través de una
organización reticular. Y en sus redes circulan los individuos quienes están siempre en situaciones de sufrir o
ejercitar ese poder, no son nunca el blanco inerte o consistente del poder ni son siempre los elementos de
conexión. El poder transita transversalmente, no está quieto en los individuos (​Foucault​).
POTENCIA​:
¿Qué es un cuerpo?, ¿dónde está su límite? La respuesta desde ​Spinoza ​no se sitúa a nivel anatómico; sino
a nivel de ​LA POTENCIA​. Los grados de potencia remiten a poderes de ser afectado, siendo los afectos las
intensidades de la que un ser es capaz. Un cuerpo se define por una cierta ​potencia de afectar​ y ​ser afectado
y por una cierta relación de ​movimiento y reposo​, por una potencia fundamental de ​existir​ y ​actuar​ (​Glaz​,
Moratti​ y ​Urbieta​).
La capacidad vibrátil remite a los cuerpos capaces de afectarse, a la capacidad sensible de darle presencia,
vida, al otro en mi cuerpo, con un grado significativo de exposición a la alteridad que expanda la potencia vital
(​Rolnik​).

PROFANAR:​
Aquello que, habiendo sido sagrado o religioso, es restituido al uso y a la propiedad de los hombres (​Catani ​y
Glaz​).

PSICOTERAPIA​:
Es una específica práctica de intervención, junto a otras prácticas comunitarias o institucionales. Todas ellas
implican una cierta transformación en la subjetividad implicada, donde cualquiera de las dimensiones
subjetivas: la psíquica y la institucional-social tendrán que verse afectadas, aunque lo hagan en distintos
grados. Dan cuenta de la potencia en la noción de ​subjetividad​; siendo que dentro de este campo de
problemas se encuentran gran parte de las experiencias que producen ​subjetivación​ (entendido como
proceso por el cual adviene un nuevo sujeto). En el caso particular de las prácticas psicoterapéuticas, en las
modalidades contemporáneas de intervenciones psicoanalíticas se realizan procesos por los cuales se
adviene otro. Asumiendo la pugna por la significación del término psicoterapia, se redefinen las ​intervenciones
psicológicas c​ omo ciertas formas de tramitación psíquica que colaboran con nuevos posicionamientos
subjetivos (​Bozzolo​).

RECIPROCIDAD​:
La posibilidad de una producción en la que la presencia del otro interesa más por su diferencia que por su
correspondencia. Una función de lo grupal es establecer una comunicación entre lo que es diferente en tanto
diferente, sin atenuar esa marca singular sino exaltándola, según la vocación propia de cada cual (​Percia​).

RITORNELO​:
Se trata del paso de las síntesis pasivas preindividuales que corresponden a sujetos larvarios a un
agenciamiento del territorio. Aparecen tres presentaciones de la operación “extracción del goce”: la
habitación, la mujer, la imagen especular. ​Deleuze ​habla de la habitación, ​Lacan ​de la mujer y de la imagen
especular (añadiendo una más: lo que llama “el nombre del padre”, que es una extracción del goce para
ponerlo en un significante, en un nombre que puede ser el nombre propio).
1. ​Está relacionado con la habitación, con el paso del hábito al hábitat. Se trata del desprendimiento de algo
del cuerpo y la composición de la habitación. “Ya no es mi cuerpo sino una habitación pintada de tal color,
todo esto ha sido sacado de mi cuerpo, mi cuerpo ha abierto un espacio, ha creado un hábitat, ha pasado del
medio al hábitat, del medio que se volvió peligroso al hábitat, a la habitación que protege, que permite alguna
exterioridad”. Los lacanianos dirían que se ha hecho un trasvase del goce, se ha pasado de tener el goce en
el cuerpo a tenerlo fuera del cuerpo, en la habitación.
2. ​La metáfora del goce en donde se trata de sacar el goce de dentro de mi cuerpo y ponerlo afuera en otro
cuerpo: la mujer. Lo que define la mujer como objeto de goce es haber hecho la operación del trasvase de
goce del cuerpo propio al cuerpo-mujer.
3. ​Cuando uno se mira al espejo se hace un traslado de lo profundo del cuerpo a una imagen exterior (que
uno peina, atavía, cuida, etc.). Esa imagen se vuelve importante para uno porque es la exteriorización de su
goce.
Estamos ante una mecánica de extracción de algo que llega a ser intolerable (Deleuze) si se queda en el
interior de los cuerpos, si se profundiza en los cuerpos, conviene que emerja hacia una exterioridad (Lacan) o
una superficialidad (Deleuze). El goce (Lacan), lo intolerable (Deleuze), debe ser tratado en dirección al
discurso, al lazo social (Lacan), a hacer lazo social: hacer un hábitat, hacer un territorio, establecer una
síntesis heterogénea con lo otro, una síntesis disyuntiva que permita ganar potencia a los cuerpos, apertura a
la vida, lo nuevo. Aparecen seis cuestiones para comenzar a comprender el Ritornello.
El primer paso de un ritornello es una creación artística de un espacio habitable, una creación que permita un
dinamismo espacio-temporal, un espacio para que pasen cosas. Un espacio que está hecho de lo profundo
del cuerpo.
El segundo paso es descubrir lo que ocurre en ese hábitat creado de forma artística, pues se pone en marcha
una dinámica de la captura. Se reciben visitas en ese hábitat, se muestra la imagen especular a otro que no
refleja la misma imagen, se habla con la chica que también habla. Es el encuentro dinámico con lo otro puesto
en el exterior que deviene, es lo puesto en el exterior que se dinamiza como lo distinto de sí, se dinamiza
como singularidad, es el otro que deviene signo o línea de fuga.
Eso que se ha hecho exterior y que son mis síntesis pasivas, presubjetivas, se presentan en un exterior, son
el exterior mismo, pero ahora ese exterior que soy yo mismo o como diría Lacan que es más yo que mi
mismo, es exterior resulta que se diferencia de mi, siendo como es mi mismo, pero deviene otro. Yo mismo
devengo otro porque eso que es exterior a mi y que se marcha de mi es mi profundidad del cuerpo (Deleuze),
es mi goce (Lacan), que se aleja (de ahí la temática de los celos o de los amores pasionales). No solo se aleja
sino que se pone en marcha un mecanismo dinámico de captura. “Cuanto más se acerca más se aleja”,
porque es nuestra propia diferencia que se desenvuelve en simulacros. La captura es la puesta en marcha de
la diferencia de si con respecto a sí. La puesta en marcha de la síntesis disyuntiva, del encuentro con
nosotros mismos por la vía de diferenciarnos de nosotros mismos.
Un tercer aspecto es la creación de las líneas de fuga. No se da la territorialización sin ser a su vez una
desterritorialización. Lo mismo que me permite desterritorializarme (extracción del goce) es lo que me
territorializa (habitación como territorio). La habitación (el ritornello) es a su vez una desterritorialización del
cuerpo y una territorialización del cuerpo en el exterior. Una vez que lo desterritorializado del cuerpo se ha
reterritorializado en la habitación hay que encontrar maneras de que en esa habitación se encuentren nuevas
formas de desterritorialización, encontrar maneras de salir de esa habitación. Una fuga que se vuelve sobre sí
misma en su proceso de salir de sí misma.
Tenemos la construcción del hábitat para escapar del goce condenado a lo profundo del cuerpo; el aparato de
captura de lo diferente; y la búsqueda de la línea de fuga que sería no lo común de esos dos devenires sino
su diferencia, su diferenciarse.
La cuarta cuestión es que ese ritornello no se petrifique, que no se quede la chica en la habitación
enclaustrada sino que llegue el momento en que ya no se trate ni de mi habitación ni de la chica sino de lo
que pase entre los dos (la línea de fuga). Hay toda una construcción de la vida en base a la diferencia, en
base al diferenciarse de la diferencia. No se trata de lo que yo tengo ni de lo que “eso” aleja, sino de la
diferencia entre los elementos.
La quinta cuestión consiste en el borramiento en el mundo (no es solo una habitación sino aquello que se
presenta envolviendo la línea de fuga). La línea de fuga, la pareja que sale a dar un paseo, se disuelve en una
calle, en una tarde, una hora del día, un frescor de la mañana. El quinto elemento del ritornello es su línea de
fuga hecha mundo.
La sexta cuestión en relación al ritornello es el planteamiento deleuziano de que devenir imperceptible
dejándose hacer por la línea de fuga en el mundo es una vida.

SEMIOCAPITALISMO:​
Concepto de Berardi. Semiocapitalismo es el modo de producción en el cual la acumulación de capital se
hace esencialmente por medio de una producción y una acumulación de signos: bienes inmateriales que
actúan sobre la mente colectiva, sobre la atención, la imaginación y el psiquismo social. Gracias a la
tecnología electrónica, la producción deviene elaboración y circulación de signos. Esto supone dos
consecuencias importantes: que las leyes de la economía terminan por influir el equilibrio afectivo y psíquico
de la sociedad y, por otro lado, que el equilibrio psíquico y afectivo que se difunde en la sociedad termina por
actuar a su vez sobre la economía. El semiocapitalismo se ha convertido en el punto máximo de abstracción
del capital impactando directa y fulminantemente sobre individuos que viven, cada vez más, en el interior de
realidades virtuales y bajo el signo de la desmaterialización de los vínculos intersubjetivos. Berardi agrega que
la depredación del mundo real se hizo posible, en toda su extensión, en el preciso momento en el que el
capital pudo prescindir de la producción de cosas útiles para centrarse casi con exclusividad en la dimensión
abstracta de la circulación e inversión dineraria. Cuando la actividad semiótica se vuelve parte del ciclo de
producción de valor, producir significado no es ya la finalidad del lenguaje; en la esfera de producción de
mercancías la producción de valor y la producción de significado se contradicen, hasta eliminarse
recíprocamente (​Bonano​).

SINGULARIDAD:​
Implica siempre una multiplicidad. Es la composición de varios elementos que hacen de este encuentro, esta
situación, algo que se sustrae a la posibilidad de la generalización (​Catani​).

SITUACIÓN​:
Aquello que sólo puede ser pensado si se la constituye, como condición para poder operar en ella con
potencia, bajo condiciones contemporáneas de subjetivación (​Cátedra​).
Noción (junto a la de acontecimiento) que tiene capacidad para producir actualidad, para circunscribir lo que
tiene valor de actual, para disponer de la potencia para decir que hay un presente que no es la mera
extensión de un pasado (es decir, no en función de determinaciones históricas). Lo que se muestra sólo en
función de determinaciones previas, aquella idea de presente como puro efecto del pasado, no constituye una
situación (no tiene actualidad, es pura fantasmagoría). La situación es la zona de insolvencia entre los
términos “totalidad” y “fragmento” (ambas siendo ilusiones que nos creamos, términos que remiten a
abstracciones y que, ante el cuestionamiento, permiten la fuga hacia otra totalidad o fragmento para postergar
dicha problematización). La situación es el punto en que tenemos que hacernos responsables, en el que
tenemos que constituirnos, el que tenemos que habitar, sin remitirnos a una totalidad (o el pensamiento se
posterga infinitamente, o asumo la situación para pensarla desde sí). Hay situaciones porque no hay
totalidades. Una situación no es una parte, no es un fragmento de la totalidad (se desliga la noción de
situación respecto de la de totalidad, para evitar deducir que si no es total, es una parte). No hay situación
cuando el sentido viene de afuera/de antes, ni cuando se experimenta la pura insensatez, el puro sinsentido.
Lo que forma parte de una situación es la serie de conexiones sobre un punto específico, es lo que conecta,
sin importar de dónde proceda (implica una lógica de remisión, “x remite a y”). La idea de una situación no
remite a lo inmediatamente próximo sino a lo materialmente conectado con ella. En la situación hay un punto
problemático a habitar; el modo en que se plantea el problema producirá las conexiones, las junturas con
distintos puntos que, por más heterogéneos que sean, devienen inmanentes a partir de problemas que
tenemos (una cosa es recorrer una zona y leer ahí el contexto, otra cosa es partir de algún punto problemático
y tejer la situación para que ese punto tenga sentido). Una situación no admite observadores, sólo admite
habitantes: una situación es situación porque nos obliga a pensar desde dentro (sino, es una mera ocasión
para desplegar la subjetividad que ya tenemos constituida). Es límite para una subjetividad, para una forma de
pensar: una situación es límite para uno si no puede habitarla con su máquina previa de pensar; una situación
límite no es una desgracia, sino que implica estar ante una configuración de elementos que obliga a
transformarse para habitarla. Si un fenómeno no se entiende, no es que el fenómeno “está mal”, sino que el
modo de pensar no puede entenderlo, no puede habitarlo. Hay situación límite en tanto hay algo que no es
posible entender sin transformar el modo de pensar. La situación no es límite porque sea horrible, sino porque
es inhabitable para una subjetividad (​Lewkowicz​).

SUBJETIVACIÓN / PRODUCCIÓN DE SUBJETIVIDAD:​


Proceso por el cual se destraba la maquinaria que fija las formas repetitivas y empobrecedoras de habitar el
mundo y se experimentan y habilitan otras modalidades subjetivas. Es esto que hacemos, se hace y nos hace
múltiples operaciones que realizamos para habitar una situación. Es el proceso por el cual adviene un sujeto
nuevo (​Bozzolo​).
La producción de subjetividad incluye todos aquellos aspectos que hacen a la construcción social del sujeto,
en términos de producción y reproducción ideológica y de articulación con las variables sociales que lo
inscriben en un tiempo y espacio particulares desde el punto de vista de la historia política (​Bleichmar​).
Son los procesos por los cuales se va más allá de la subjetividad instituida . A partir de un ​plus​ producido por
la institución misma, se organiza un recorrido más allá de las condiciones que altera esas condiciones.
Respecto a los ​mecanismos de producción de subjetividad:​ por un lado, hay subjetividades que resultan de un
plan; es posible ligar unas causas con unos efectos. La subjetividad (el efecto) resultaría de esa operación
planificada (la causa) que la traza. La subjetividad sería consecuencia de un proyecto. El dispositivo produce
el soporte subjetivo capaz de habitarlo. Por otro lado, habría subjetividades emergentes de un funcionamiento
efectivo, donde no hay dispositivo institucional que transmita operaciones para habitarlo. La operación de
subjetivación sobre la subjetividad sin plan tendrá que ver con la producción de un sentido para las huellas
efectivamente producidas en determinadas coordenadas -momentos- (​Lewkowicz​).
Lo que caracteriza un ​proceso de singularización​ es que sea ​automodelador:​ que capte los elementos de la
situación, que construya sus propios tipos de referencias prácticas y teóricas, sin permanecer en una posición
de constante dependencia con respecto del poder global. A partir del momento en el que los grupos adquieren
esa libertad de vivir sus propios procesos, pasan a tener capacidad para leer su propia situación y aquello que
pasa en torno a ellos. Esa capacidad es la que les va a dar un mínimo de posibilidad de creación y les va a
permitir preservar ese carácter de autonomía tan importante (​Guattari ​y ​Rolnik​).
Guattari ​menciona que las condiciones de producción de subjetividad implican: instancias humanas
intersubjetivas (lenguaje) / instancias sugestivas o identificatorias (etología) / instancias institucionales /
dispositivos maquínicos (medios de comunicación y evolución tecnológica) / universos de referencia
incorporales (lo a-significante).
Mecanismo que opera el deslinde entre la subjetividad de un sujeto y su época -pensando un sujeto sin
sujeciones, o con un punto de afirmación propia, autónoma- (​Hupert​).

SUBJETIVIDAD:​
Concierne al devenir de un viviente, y en tanto tal, se trata de cuerpos afectados. La subjetividad no es nada,
puesto que decir que algo es, es la forma de transformar un concepto en una sustancia sino que refiere a un
movimiento de producción de subjetividad.​ ​ No es una sustancia sino que es en acto, en gestos, en
actividades, en afectaciones, cosas que se hacen presente y que ​hacen a ​ lgo. Lo subjetivo es un acto en un
punto en el que irrumpe algo real, imposible de enunciar y tramitar en los términos constitutivos de la situación
dada, punto en el cual la posición reflexiva y la elucidación crítica permiten destituir un enclave de la
subjetividad instituida. Cada subjetividad es sin duda una singularidad, pero nunca la colección de atributos
más o menos consistentes de un sujeto (​Bonano​).
La subjetividad instituida es la manera de existencia de un habitante de una situación. No hay subjetividad
construida de una vez y para siempre. Es la ​forma de habitar​ los dispositivos. No hay la subjetividad, hay
cuerpos afectaciones de los cuerpos, hay intensidades de diverso grado, hay facticidades y significaciones
(​Bozzolo​). La autora piensa la subjetividad como actos y operaciones, como toda una “producción de sí”, y no
como el producto de un proceso.
El sujeto se sostiene en el sentimiento de pertenencia inherente al vínculo, distinto al sentimiento de identidad
inherente al yo, ambos hacen a la construcción de la subjetividad, proceso este de constitución del sujeto y
todo lo ateniente a él desde el punto de vista psicoanalítico (​Berenstein​).
La subjetividad no es considerada como cosa en sí, como esencia inmutable. Esta u otra subjetividad existe
en función de que un agenciamiento de enunciación la produzca o no. La subjetividad es plural y polifónica.
Es el conjunto de condiciones por las que las instancias individuales y/o colectivas son capaces de emerger
como territorio existencial sui-referencial, en adyacencia o en relación de delimitación con una alteridad a su
vez subjetiva. Se considera a la subjetividad como producida por instancias individuales, colectivas e
institucionales (​Guattari​).
Forma de organización del sentido; de relación del hombre con los hombres, la sociedad y el mundo; forma de
relación del hombre con lo otro; forma de organización de lo humano como tal humanidad (​Huppert​).
Se trata de la variedad de recursos instituidos con los que cuenta un sujeto para habitar un dispositivo
determinado; la serie de operaciones lógicas necesarias para tolerar esa situación. Subjetividad se genera
cuando uno -o un equipo, o un conjunto- se piensa a sí mismo por remisión a un origen (​Lewkowicz​).
Es el modo en que el sujeto hace la experiencia de sí mismo (​Foucault​).

SUBJETIVIDAD GESTIONARIA:​
Variante de la subjetividad consumidora, juzgada como cínica o pragmática, y en cierto sentido
“empobrecida”, “de baja intensidad” y de gran capacidad para lograr habitar ese dispositivo expendedor de
títulos universitarios -la facultad- (​Bozzolo​).

SUBJETIVIDAD HEROICA:​
Término que surge para nominar un tipo de posicionamiento subjetivo que resulta un serio obstáculo en el
trabajo con la salud mental comunitaria. La subjetividad heroica es entonces un modo específico de situarse
ante un problema. La subjetividad heroica es una forma que adopta esa máquina de pensar y hacer que es la
subjetividad, es una forma de pensar y de pensarse cuando la comunidad “no es lo que debería ser”.
Organiza con el problema una relación de exterioridad. La operación consiste en reducir el problema a su
solución específica. La subjetividad heroica busca soluciones. La exterioridad queda asegurada en tanto que
el problema comunitario deviene objeto de estudio y política. La modalidad de la subjetividad heroica resulta
entonces cercana a la resistencia. Resiste al problema, lo expulsa de la comunidad. Desde su omnipotencia,
el héroe cree que no hay dificultad que no se pueda enfrentar con buena voluntad y esfuerzo. Todo problema
debe ser resuelto. Para la subjetividad heroica, los problemas podrían no existir; entonces es claro qué hay
que hacer frente a un problema: eliminarlo. Todo lo que no se puede entender lo explica en términos de falta,
de carencia, de limitación: falta capacitación, o falta formación, o faltan conocimientos, o falta tiempo, o
dinero, o recursos, o presupuesto, o etc. Si hay un problema es porque hay algo diferente a lo que debería
haber. Si hay un elemento en la situación que no debería estar, hay que eliminarlo. Si debiera haber algo que
no hay, si falta algo para que las cosas sean como deben ser, hay que añadirlo y eliminar la falta
(​Lewkowicz, Corea, De la aldea​).

SUBJETIVIDAD SOCIALMENTE INSTITUIDA:​


La instauración de un tipo de subjetividad socialmente instituida implica la producción de figuras, modelos,
tipos de ser humano, que resultan de las prácticas discursivas propias de un momento histórico y de
coordenadas socioculturales determinadas. Estas figuras instituidas son efecto de prácticas de producción de
subjetividad: se reconoce a esas figuras, se las tipifica, son objeto de prácticas, saberes y cuidados; brindan
una identidad capaz de soportar el enunciado de virtud ontológica. Toda figura socialmente instituida dispone
de un discurso que lo representa y aliena de modo reconocible para el conjunto -a modo de ejemplo, el
adicto-. El tipo de subjetividad propio de cada situación se define por las prácticas y los discursos que
organizan la consistencia de esa situación. La naturaleza humana no está determinada de por sí: lo que hace
ser hombres a los hombres no es un dato dictado por la pertenencia genérica a la especie. Los hombres NO
disponen de una naturaleza extra-situacional (no hay una definición universal de hombre sino situaciones
socio-históricas que engendran su humanidad específica). Los hombres son el producto de las condiciones
sociales en que se desenvuelven. Esa naturaleza humana, resultante de las condiciones sociales, es
intraducible de una situación a otra: la “esencia humana” es situacional. Esta subjetividad resulta de marcas
prácticas sobre la indeterminación de base de la cría sapiens. Esa indeterminación recibe una serie de
marcas que la ordenan; producen una limitación de la actividad indeterminada de base que estructura el punto
caótico de partida. Estas marcas socialmente instauradas hieren a la cría, que recibe una serie de
compensaciones a cambio de la totalidad ilimitada e informe que era hasta entonces. Los enunciados de los
discursos que, con su capacidad de donación de sentido compensan esas heridas, constituyen la estructura
básica de esa ​SUBJETIVIDAD INSTITUIDA.​ Las prácticas de los discursos instauran las marcas
estructurantes; los enunciados de los discursos instauran los significativos básicos de esas marcas. La marca
deviene significativa. La herida tiene sentido: la subjetividad queda determinada por esas marcas y ese
sentido (​Lewkowicz​).

SUBJETIVIDAD PROBLEMÁTICA​:
Es aquella que tolera como esencia situacional un problema. Hace del problema su bien más preciado. Es la
subjetividad capaz de habitar la comunidad problemática. La subjetividad problemática precisa obstáculos: las
soluciones desintegran al problema; los obstáculos lo desplazan -desplazar no es postergar, es una
modalidad de relación distinta con el problema, consiste en intervenir sobre los obstáculos y justamente por
eso producir otros- (​Lewkowicz, Corea, De la aldea​).

SUCESO:​
Un suceso se define por su mero sucederse dentro de una serie, por no agregar una cualidad sino por
desplegar lo que estaba plegado. El grueso de lo que llamamos “hechos”, “lo que pasa”, podría ser pensado
como ​suceso​: es algo que sucede en el sentido de formar parte de una ​sucesión ​-si algo sucede es porque
toma su sentido de su lugar en una serie-. Este concepto seguiría la lógica de las determinaciones
preexistentes, lógica que supone que todo lo que ocurre es el despliegue de lo que estaba pegado, el
desarrollo de lo que estaba enrollado (lo que ocurrirá en un momento ulterior estaría contenido en la anterior).
Podemos llamar suceso a un evento que se anota como momento en el despliegue de lo que estaba en
potencia, y no a un evento que se separa y nos obliga a pensar. Esto siempre y cuando reduzcamos el
suceso a un mero suceder, es decir siempre y cuando pensemos que lo que sucede no agrega nada a lo que
precede, sino que sólo muestra el precedente, aunque con un nuevo maquillaje (​Lewkowicz​).
SUPUESTOS BÁSICOS:​
Son mecanismos inconscientes de estados emocionales tendientes a evitar la frustración inherente al
aprendizaje, que implica esfuerzo, dolor y contacto con la realidad.
Bion ha desarrollado la intuición freudiana de la imago con el nombre de ​SUPUESTO BÁSICO:​
- El ​primer supuesto​ ​básico​ es el de la ​dependencia.​ El grupo desea depender de un jefe del que recibe
protección, ayuda y cuidados; de un jefe justo, poderoso y amante, como lo es el padre bueno en la primera
cara de la imago paterna descrita por Freud.
- El ​segundo supuesto básico​ es del ​ataque-huida​. Corresponde a la otra cara de la imago paterna, la del
padre egoísta, severo y cruel a la que el niño, lleno de resentimiento, tiene ganas de agredir, pero de la que,
al mismo tiempo, tiene ganas de huir por las terribles amenazas que le ha oído proferir.
Son estas imagos cuya carga pulsional recibe después el padre, las que son revividas en los participantes en
situación de grupo no directivo.
- El ​tercer supuesto básico​ es el de ​emparejamiento​. Bion lo caracteriza por un dúo seductor que,
supuestamente según el grupo, se desarrolla entre dos participantes y por un sentimiento de esperanza
mesiánica en los espectadores tácitos de este dúo: mientras que el líder, en los otros dos supuestos básicos,
preexiste al grupo y es apuntado por la dependencia o por el ataque-huida, aquí el líder está por venir (es
preciso que su espera no sea satisfecha y que su venida permanezca siempre como una esperanza
-​Anzieu​-).
Los ​Supuestos Básicos​ son formas del grupo, observables en la clínica, que se organizan alrededor de una
fantasía dominante, ante la emergencia de un conjunto de ansiedades básicas.
Se presenta así un esbozo de lo que luego podríamos denominar ​Organizador psíquico inconsciente de la
grupalidad​ (​Bozzolo​).

TAREA​:
La tarea es organizador principal del grupo. Si la prescripción de tarea no se centra en la remodelación
psíquica de sus integrantes, se puede diferencia netamente de la perspectiva curativa o terapéutica: sería la
dimensión del trabajar, en su oposición con la de trabajar-se. El eje de la tarea, en su generalidad y
universalidad, es el ombligo que conecta al agrupamiento con la circulación social de prácticas, y con
significaciones sociales que nunca van a poder reducirse a contenidos y procesos psíquicos. La dimensión de
tarea está impuesta por la institución en la que el agrupamiento despliega sus actos. La tarea está instituida y
esta dimensión institucional es, por ejemplo, el límite los grupos operativos. Se entiende la tarea como
desplegada en el campo de intervención psicosocial, trabajado desde el campo de análisis que nos ofrecen
categorías y conceptos psicoanalíticos (la relación de apuntalamiento recíproco entre la dimensión
propiamente psíquica, la interacción grupal y la dimensión sociohistórica y material-simbólica); y elementos
del análisis institucional (nociones como implicación, atravesamiento, analizador). La dimensión de la tarea
concierne al lugar que tiene el grupo dentro de la circulación social; en tanto la tarea impone el objetivo de
producción de algo, se juega la capacidad de cooperación racional (​Bonano​).
La pertinencia de la tarea es el tope a la llamada “fomentación obscena de lo imaginario”. En los grupos
“naturales” o “espontáneos”, o en los llamados “agrupamientos con tarea”, la tarea hace de tope al efecto
histerógeno del grupo, siempre presente (​Bozzolo​).
Es organizador principal del grupo, y desde allí se puede decidir una diferencia neta con la perspectiva
curativa o terapéutica si su prescripción de tarea no lo centra en la remodelación psíquica de sus integrantes.
El eje de la tarea, en su generalidad, es el ombligo que conecta al agrupamiento con la circulación social de
prácticas y por lo tanto con significaciones sociales que nunca van a poder reducirse a contenidos y procesos
psíquicos; la cátedra apuesta por rescatar la dimensión instituida de la tarea, y por lo tanto su sentido y
significación política y subjetiva (​Cátedra​). La dimensión de tarea está impuesta a las subjetividades por la
institución en la que el agrupamiento despliega sus actividades. La tarea está instituida y esta dimensión
institucional es precisamente uno de los límites de la concepción establecida de los grupos operativos.
Puede pensarse como un neutro organizador estructurante del agrupamiento; “la tarea es la marcha del grupo
hacia sus objetivos” (​Pichon Riviere​).

URGENCIA SOCIAL:​
Problemática que funciona como gigantesco organizador de las prácticas sociales, generando formas
institucionales, prácticas de vida, saberes disciplinarios, etc. Va organizando la vida sin intencionalidad ni
sujeto, conectando los factores para que converjan en una estrategia social frente a la urgencia. Así se van
diseñando los dispositivos de producción de subjetividad (conjuntos heterogéneos de prescripciones
científicas, de leyes, de distribuciones del espacio y diseño arquitectónico, etc. que disponen los cuerpos y
generan las subjetividades, las forma de habitar los dispositivos). Se ha de considerar que cada situación
histórica arma su mundo y su habitante. Por ejemplo: no siempre existieron el individuo y la sociedad; estos
términos aluden a una forma de existencia que no es universal ni ahistórica; el individuo es un imposible en la
Edad Media y algo impensable para el horizonte problemático de la época. Las urgencias sociales de la
“​Modernidad”​ hicieron ser un mundo, un orden, donde se produjo el reemplazo de Dios y del rey-soberano por
el pueblo soberano y sus representantes. Otro ejemplo: las investigaciones de los primeros años del siglo XX
fueron demarcando un ámbito de exploración: el hombre y la sociedad humana. Era necesario explicarse al
hombre, diferenciándolo de las otras especies, y encontrar el rasgo distintivo luego de la caída del alma como
fundante de esa distinción. Aparece el interés por insertar en la ciencia y legitimar como científicos los
desarrollos de las humanidades. Se expresaba la urgencia social de explicar, comprender y conducir a los
hombres y a las masas (​Foucault​).

VÉRTIGO MONÓTONO:​
Se corresponde a la temporalidad actual, a la del Estado Técnico Administrativo; es del orden del instante.
Las cosas no están determinadas por su historia, las cosas significan lo que son hoy. No se trata de la ruptura
con el pasado, sino más bien de la sustitución (caída) de un instante por otro. Un instante no sucede al otro,
sino que lo sustituye. No forma una serie significativa. No hay experiencia temporal, hay presente eterno
(​Lewkowicz​).

VINCULARIDAD​:
Se llama de esta manera a lo producido por los haceres de dos o más sujetos que, habiendo decidido unirse
por motivos principalmente inconscientes, se encuentran para su sorpresa con que ese otro sigue ofreciendo
un aspecto, un sector, una faceta permanentemente no conocida, por lo tanto sorprendente, dadora de
incertidumbre y fuente de ansiedad. Esta actividad conjunta, vincular, entre estos otros, tiene como meta
imposible pero no por eso no intentable, lograr darle cabida a lo novedoso que propone esa heterogeneidad,
de resultas de lo cual, de ese trabajo, habrá una modificación subjetiva (​Berenstein​).

VÍNCULO:​
Es una estructura inconsciente que liga a dos o más, generando una suerte de elección inconsciente, esto es
en base a una realización retroactiva, pero lo fundamental es que los sujetos a su vez van a ser determinados
por esa relación de presencia (​Berenstein​).

VIOLENCIA:​
Término que puede vislumbrarse en los intentos, muchas veces infructuosos, de producir algún tipo de lazo
en plena ​aleatoriedad​. La violencia se expresa en el percibir que la existencia se pone en juego cada vez que
se enfrenta con las más variadas disrupciones, ​inconsistencias​. La percepción de una violencia que ataca los
núcleos vitales de la cotidianeidad resulta de un complejo de fuerzas reales e imaginarias. En la construcción
de la figura de la violencia se conjugan: hechos violentos, la mediatización de la violencia, y fantasmas
amenazantes. La violencia es una forma de multiplicar la dispersión inicial en la que nos encontramos como
efecto de la ineficacia vinculante de las instituciones (​Duschatzky ​y ​Sztulwark​).

VULNERABILIDAD​:
El padecimiento revela una posición de vulnerabilidad y la vulnerabilidad habla de un afectarse por la
situación. La vulnerabilidad es la condición primera de un pensamiento en inmanencia, un pensamiento cuya
fertilidad no está en criterios externos de legitimidad sino en su poder de afectarse y afectar una práctica. La
percepción de vulnerabilidad deviene de la ineficacia de las representaciones. Lo que se suponía no se
presenta, lo que se hacía ya no resulta productivo, lo que se imaginaba no se halla en ningún lugar. La
vulnerabilidad es el modo en que se expresa el agotamiento de una lógica. La vulnerabilidad se presenta
como punto de partida para entrar en relación con lo que hay. Es necesario hacer activa la vulnerabilidad y
esto implica producir un intervalo en la velocidad incesante de lo que acontece (​Duschatzky​).
Término que ha de ser pensado como potencia y no como debilidad, la vulnerabilidad es lo que permite
aprovechar lo que trae el otro, es condición para que el otro pueda convertirse en presencia viva y no quede
reducido a objeto. Ser vulnerable implica la activación de lo sensible. Requiere entonces una cierta
disponibilidad a la afección, a volverse superficie resonante, en exposición a la alteridad. Necesariamente
implica considerar al cuerpo como “brújula”. Desde una actualización ética, debe pensarse una corporalidad
que opera en función de los intereses de la vida y que conllevan en su ética el ejercicio de las potencias del
cuerpo. La ​capacidad vibrátil r​ emite a los cuerpos capaces de afectarse, a la capacidad sensible de darle
presencia, vida, al otro en mi cuerpo, con un grado significativo de exposición a la alteridad que expanda la
potencia vital (​Rolnik​).

ZONA DE INCONSISTENCIA [DE LAS SUBJETIVIDADES INSTITUIDAS]​:​ ​Suelen presentar tanto el resto
de las operaciones de subjetivación anteriores como el exceso producido por lo que no ha sido capturada por
ella (​Bozzolo​).
NOTAS
ACONTECIMIENTO​:
El término acontecimiento nombra la alteración azarosa y singular, cuyos efectos modifican el sentido de lo
histórico, lo social o lo político además de lo cultural. En un sentido más coloquial, es todo lo que sucede y
posee un carácter poco común o excepcional.
En historia, el término acontecimiento remite a un hecho destacable que se presenta de manera única e
imprevisible, y que merece ser conservado en la memoria porque sus consecuencias sobre el devenir
histórico podrían llegar a ser trascendentes. Un acontecimiento histórico marca una ruptura, un antes y un
después.
En filosofía, el acontecimiento implica la perseverancia de una alteración en la que se conjuntan, articulan y
funcionan -en un sentido contingente y paradójico- múltiples y heterogéneos mecanismos azarosos,
singulares y productivos de experiencias y subjetividades. Se puede caracterizar igualmente como la
articulación de cuerpos, fuerzas políticas y sociales, manera de vivir, colectividades, prácticas, formas de
sensibilidad, especies de animales, vegetales y minerales, ficciones, etc. El acontecimiento no debe
confundirse con el término (milagro) en la religión o teología que se produce sorpresivamente, fuera de la
injerencia humana y transforma unas leyes determinantes; tampoco debe confundirse con el término hecho,
circunstancia o suceso, que teóricamente implica algo que ha sucedido y no es posible alterar.

CARTOGRAFÍA:​
La cartografía (del griego chartēs = mapa y graphein = escrito) es la ciencia aplicada que se encarga de
reunir, realizar y analizar medidas y datos de regiones de la Tierra, para representarlas gráficamente con
diferentes dimensiones lineales.​ Por extensión, también se denomina cartografía a un conjunto de
documentos territoriales referidos a un ámbito concreto de estudio.
Guattari ​no cree que sea posible aislar el elemento inconsciente en el lenguaje o estructurarlo dentro de unos
horizontes significantes. Por el contrario, el inconsciente remite a todo un campo social, económico y político.
Los objetos del deseo se determinan como realidad coextensiva al campo social (y en consecuencia a aquel
definido por la economía política).
Una ​cartografía de la subjetividad​, para tener un alcance analítico, debe según él deshacerse de todo ideal
de cientificidad. Dicha cartografía se basaría en una contundente crítica de los métodos de subjetivación
subordinados al régimen identitario y al modelo de la representación, sobre lo que la psicoanalista y
colaboradora ​Suely Rolnik ​llama “el malestar en la diferencia”.
La ​ética ​de Guattari consiste en oponer a este ideal un constructivismo ontológico a todos los niveles, tanto en
el caso de aprehensión de los niveles etológicos en los bebés como en el de la función existencial del rock en
los jóvenes, e incluso en el de la aprehensión pática en la psicosis, en que pueden ser incluidos los más
diversos componentes semióticos (incorporación de la ciencia o de los medios de comunicación como
elementos de la novela familiar moderna, por ejemplo). Por ello debería aceptarse que la psique es el
resultado de componentes múltiples y heterogéneos. Ella desarrolla el registro verbal, pero también los
medios de comunicación no verbales, las relaciones con el espacio arquitectónico, los comportamientos
etológicos, los estatutos económicos, las aspiraciones éticas y estéticas, etcétera. Esto implica que no se
puede tomar la subjetividad como algo dado, configurado por las estructuras universales de la psique, sino
que, al contrario, permite suponer mecanismos diferenciados de subjetivación. Ello es debido a que el
inconsciente no es estructural, sino procesual; no puede darse referido solamente al quehacer familiar y
cotidiano, a dicha “novela familiar”, sino igualmente a las maquinarias técnicas y sociales. No puede dirigirse
solamente hacia el pasado, sino también hacia el futuro.
Hay en Guattari una búsqueda radical de una capacidad para dar forma conceptual y pragmática a
interrogantes existenciales, para reintegrar la complejidad de los individuos, su libido, sus sueños e
inclinaciones en la ecuación política, le llevan a promover lo que llamará una ecosofía.

CATÁSTROFE:​
Una catástrofe es un suceso que tiene consecuencias desastrosas. Suele conceptualizarse erróneamente que
la catástrofe implica un mayor grado destructivo que un desastre. La acepción verdadera se entiende mejor si
se considera la catástrofe como el “hecho” y el desastre como la consecuencia. Un desastre es un hecho que
afecta negativamente a la vida, al sustento o a la industria y desemboca con frecuencia en cambios
permanentes en las sociedades humanas y a los animales que habitan en ese lugar; en los ecosistemas y en
el medio ambiente. Los desastres ponen de manifiesto la vulnerabilidad del equilibrio necesario para
sobrevivir y prosperar.

CAPACITACIÓN CLÍNICA (como propuesta pedagógica)​:


Busca efectuar una interpelación a los “alumnos” como psicólogos en cierne y forzar una transformación al
proponer como código un diálogo entre clínicos con una asimetría inicial en cuanto a su nivel de capacitación.
Implica asimismo efectuar la destitución -siempre inconclusa, siempre en proceso- del lugar docente, lo que
conlleva un rehusamiento sostenido y sistemático a hacerse cargo de las funciones convencionales.
Estas operaciones inaugurales procuran la interrupción de hábitos e inercias, propios de la pervivencia de la
subjetividad pedagógica, que se expresan en aquellas suposiciones que los alumnos efectúan acerca de
expectativas, consignas y demandas de los docentes y del dispositivo al que presumen hay que ajustarse, lo
que de hecho se expresa en una presión insidiosa y formidable para que eso sea lo que transcurra.
Adopta para esos dos propósitos el dispositivo de la Comunidad Clínica conformado por Ulloa en los ‘70. Tal
propuesta obliga a un alejamiento y una ruptura con la escena de profesores-que-transmiten-saberes-y -
alumnos-que-aprenden e implica forzar un desalojo de las convenciones tradicionales del saber y la
formación.

UN POCO MÁS SOBRE EL “COORDINADOR”:​


Rol cuya tarea consiste genéricamente en reflexionar con el grupo acerca de la relación que los integrantes
del mismo establecen entre sí y con la tarea prescripta, para lo cual cuenta con dos herramientas: el
señalamiento y la interpretación.
La ​tarea del coordinador ​sería mantener con el grupo una relación asimétrica, requerida por su rol específico:
el de ​co-pensor​. Su tarea consiste en reflexionar con el grupo acerca de la relación que los integrantes del
mismo establecen entre sí y con la tarea prescripta. Cuenta con dos herramientas: el ​señalamiento q ​ ue opera
sobre lo explícito, y la ​interpretación​, que es una hipótesis acerca del acontecer implícito que tiende a
explicitar hechos o procesos grupales que no aparecen como manifiestos a los integrantes del grupo, y que
funcionan como obstáculo para el logro del objetivo grupal.
El coordinador “ayuda a los miembros a pensar, abordando el obstáculo epistemológico configurado por las
ansiedades básicas. Opera en el campo de las dificultades de la tarea y la red de comunicaciones”. En
relación con ésta última, la ​finalidad del coordinador ​es lograr una comunicación dentro del grupo que se
mantenga activa, creadora. Por ejemplo, puede estimular a que hablen aquellos que permanecen callados.
Así, la función del coordinador consiste esencialmente en crear, mantener y fomentar la comunicación,
llegando ésta, a través de un desarrollo progresivo, a tomar la forma general de una espiral, en la cual
coinciden didáctica, aprendizaje, comunicación y operatividad.
SOBRE EL CUERPO Y LA CAPACITACIÓN CLÍNICA (propuesta de Glaz, Moratti, y Urbieta)​:
Se sitúa la importancia del cuerpo en la capacitación clínica y el oficio profesional. La matriz de pensamiento y
producción de subjetividad moderna suponen una concepción del cuerpo como cuerpo-sustancia (dualismo
cartesiano mente-cuerpo subsumido en una dicotomía mecanicista) que se pretende ajeno a la capacitación.
Cabe preguntarse entonces por el tipo de concepciones y experiencias de cuerpo que están siendo
producidas en la subjetividad contemporánea en la Universidad, y más precisamente sobre qué lugar se
destina al cuerpo en la clínica desde la producción académica.
La propuesta de la cátedra versa sobre una necesaria alteración que permita devenir un ​cuerpo asonante e ​ n
cuerpo vibrátil​, para habilitar con ello una progresiva disponibilidad instrumental de la sensibilidad del cuerpo.
A lo largo de la materia puede verse como los cuerpos son objetos de conceptualizaciones, de prácticas, de
estudio; como cuerpos moldeados por dispositivos de saber-poder (por ejemplo, el de la modernidad); a la
vez, se presentan como cuerpos discretos, ritualizados, individuados, marcados por las modas, por momentos
olvidados, avergonzados, arrebatados, hiperexpresados en pantallas virtuales; y al aparecer la cuestión de la
capacitación profesional, como cuerpos anestesiados so pretexto de mantener la “abstinencia”, en la
caricatura imposible del “psi-insensible”. En tales distribuciones, el cuerpo del psicólogo está cuidadosamente
disciplinado por categorías donde se produce inalterable, imperturbable en la situación clínica y hasta un
obstáculo a sortear.
Lo cierto es que el cuerpo en todo momento puede verse confrontado por ciertas experiencias que lo (nos)
alteran, posibilitando la mutación del adiestrado cuerpo-sustancia en superficie conectiva, pasible de resonar
y componer con otros cuerpos. En aquellas situaciones que devienen “experiencia” (aquellas circunstancias
que, por la presentificación de lo nuevo e inesperado, alteran un modo de estar inercial por un habitar intenso
que demanda una cierta elaboración compartida de lo vivenciado) se descubre la propia ​vulnerabilidad,​
aquello que una y otra vez escapa a nuestro saber, alterándonos en sujeto pasional, receptivo, expuesto.
La apertura al adiestramiento instrumental habilita para el clínico la visibilidad de múltiples registros que
perforan la lógica representacional. La ​disponibilidad instrumental del cuerpo-afección​ permite capturar los
ínfimos haces por los que los cuerpos circulan, posibilitando el registro de las intensidades no significables y
la potencia de un hacer no reductible a la palabra (la cual, obsoleta, tantas veces demuestra su impotencia, su
límite palpable).
El cuerpo tiene lugar en el posicionamiento clínico, se considera la experiencia en el cuerpo como
insoslayable en un proceso de capacitación clínica.
Spinoza ​sitúa los interrogantes sobre los límites del cuerpo no a nivel anatómico; sino a nivel de la ​potencia​.
Los grados de potencia remiten a “poderes de ser afectado”, siendo los afectos las intensidades de la que un
ser es capaz. Entre las pasiones, ​Spinoza ​sitúa la alegría y la tristeza: mis afectos son tristes cuando mi
potencia de actuar disminuye, las potencias se sustraerán cuando están ocupadas en luchar contra la tristeza;
al contrario, los afectos son alegres cuando la potencia de la cosa que nos afecta y la nuestra se componen y
adicionan, de esta manera la potencia de actuar se expande. La potencia de actuar aumenta o disminuye
según los afectos que se padezcan. Un cuerpo entonces puede componerse de muchos individuos de distinta
naturaleza, los cuales están afectados de una infinidad de maneras. Un cuerpo se define por una cierta
potencia de afectar y ser afectado y por una cierta relación de movimiento y reposo, por una potencia
fundamental de existir y actuar.
En lo cotidiano de la universidad vemos pasillos atiborrados de cuerpos que chocan, se entrecruzan, se
enredan y se indiscriminan. En las aulas los cuerpos se inmovilizan, acorralados en su pequeño territorio
circunscrito por el pupitre. Como cuerpo pensado en la clínica, se reduce aún más su visibilidad y con ello su
disponibilidad (esto siguiendo una idea obsoleta de que para la formación el cuerpo es prescindible en el
dispositivo universitario, en tanto para la universidad bastan unos ojos lectores, una oreja disciplinada en la
receptividad de lo que debe ser aprendido, y una boca capaz de articular lo que debe ser dicho). Aparecen
producciones de supervivencia negativas, donde en el afán de preservarse, el cuerpo se amuralla,
instrumenta los mecanismos necesarios para la supervivencia situacional impermeabilizando su superficie,
reduciendo la reciprocidad a un intercambio en cortocircuito con unos otros prescindibles para la experiencia.
Estos despliegues inmunitarios producen cuerpos solos, porque la disponibilidad a hacer común requiere del
necesario movimiento de la entrega del ser al otro, arriesgar sin garantías el ser como don.
Cuerpos disciplinados, despliegues inmunitarios, producciones contemporáneas de des-sensibilización,
mortificación expandida en climas emocionales grises, entretejen un cuerpo del clínico en la intemperie,
desprovisto de su potencia y superficie vibrátil, ante la sola idea del encuentro clínico, lo invade la vivencia de
la desolación.
La ética del cuerpo como instrumento en la clínica, el cuerpo como “brújula” en su actualización ética, piensa
a la abstinencia como prescripción metodológica, pero no como si no hubiera cuerpo allí en la situación
clínica: abstinencia no implica des-sensibilizarse. Lo que se propone es la necesaria alteración que permita
devenir de ​cuerpo asonante ​a ​cuerpo vibrátil,​ para habilitar con ello una progresiva disponibilidad instrumental
del cuerpo. Disponer el cuerpo en la situación clínica implica sintonizar la reciprocidad y el juego cadencial
entre resonar y no perderse en su captura; tolerar de modo versátil el flujo de afectos circundantes, que
requiera dialogar con las herramientas disponibles y a su vez arriesgar la producción inmanente de
herramientas o procedimientos de intervención. Requiere una cierta disponibilidad a la afección, a volverse
superficie resonante, en exposición a la alteridad.
No se trata de “disolver al individuo en una masa indiferenciada” sino capacitarnos en una corporalidad que
conlleva un proceso continuo de individuación e intercambio, de autonomías ligadas, de arquitectura
multidimensional. Esta es una búsqueda y composición ética. Es desde la interpelación de nuestras prácticas,
de la necesidad de componer otra vivencia y conceptualización del cuerpo, que se propone el pasaje desde el
cuerpo asonante, haciendo activa la vulnerabilidad y con ello la fragilidad de la superficie corporal, disponible
a conectar y resonar con los múltiples elementos, significantes y a-significantes, y el necesario trabajo sobre
la afectación que haga de ello un instrumento clínico.
De la asonancia a la vibratilidad, y de la vibratilidad al instrumento. Habilitar la porosidad para lo múltiple y
heterogéneo es el requisito indispensable para luego trabajar la disponibilidad instrumental del cuerpo como
superficie vibrátil. Hacer cuerpo, componer corporalidad, no es sin otros: es en los encuentros donde se
efectúa la existencia.

SOBRE LA “EXTIMIDAD”:​
Lacan ​ideó el término “extimidad” aplicando el prefijo ​ex ​a la palabra francesa ​intimilé ​(“intimidad”). Apareció
por primera vez en su seminario “​La ética del psicoanálisis”​ ​ ​(1958). Es un neologismo cuya brillantez corre
pareja con la dificultad para definirlo.
En principio, expresa la manera en que el psicoanálisis problematiza las aparentes oposiciones entre lo
interno y lo externo, entre el contenedor y el contenido, etc. Por ejemplo, lo real está tanto “dentro” como
“fuera”; el inconsciente no es un sistema psíquico puramente interior sino una estructura intersubjetiva (“el
inconsciente está fuera”). El Otro es “algo extraño a mí, aunque está en mi núcleo”.
Dice ​Lacan ​que “lo más íntimo justamente es lo que estoy constreñido a no poder reconocer más que fuera”.
El centro del sujeto está fuera; el sujeto es ex-céntrico, etc. La “estructura” de la extimidad se expresa muy
claramente en las figuras topológicas del ​toro ​y la ​banda de Moebius​.
El concepto ha sido mucho más desarrollado por ​Miller​ en su seminario de 1985-1986, que luego fue
publicado en forma de libro con el título “​Extimidad”​ . Extimidad nombra la presencia de lo real en lo simbólico.
Las oposiciones interior-exterior, mundo interno-mundo externo no tienen sentido más que en el nivel
puramente imaginario. Por el contrario, lo “éxtimo” alude a que lo más interno, lo más íntimo, se encuentra en
el exterior. No se trata del espacio enmarcado y separado por la imagen, sino de una topología que remite a
lo que vacila entre interior y exterior.
El concepto de extimidad ya se va encontrando en el lenguaje cuasi cotidiano, de los mass media, como
aquello que, siendo muy íntimo y familiar, se convierte en algo radicalmente extraño. Pareciera encajar en
tanto cualidad del sujeto de nuestro tiempo, un sujeto siempre exiliado de sí mismo, que sólo parece
encontrar su ser más íntimo en lo más lejano y deslocalizado. A este sujeto, la extimidad se le hace presente
como un goce que adopta las formas más variadas de su síntoma. Este goce, tal como señala ​Miller​, se le
presenta como “algo exterior, confiado a sí mismo, rechazado del lenguaje. Ya no es éxtimo al Otro sino
forcluido, y retorna en lo real”.

SOBRE ANZIEU:​
Imaginario – Fantasmático
La Escuela Francesa de grupos comienza alrededor del ’50. Entre sus representantes encontramos a Käes y
Anzieu. En su libro “​El grupo y el inconsciente​”, Anzieu cuenta que sus primeros trabajos tuvieron el título de
“​La realidad imaginaria de los grupos​” y que ésa era la primera vez que el concepto de imaginario era
aplicado al grupo. Término vago que se presentó a confusiones, y por eso reemplaza imaginario por
fantasmado o fantasmático. La palabra fantasmado es inexistente en castellano, así que lo reemplazamos por
fantasma. Conserva el término imaginario ya que fue el término original de todo un trabajo de hipótesis.
¿Cuál es una de estas hipótesis?
“​El vínculo interhumano primario es la circulación fantasmática”​ .
Para poder entender la existencia de un grupo, hay que visualizarlo como una pantalla en la que se proyectan
fantasías. Entonces, primero consideramos el concepto de fantasía, para luego ver cómo juegan en lo grupal.
Se escucha decir que fantasía es lo opuesto de realidad, pero ¿acaso nuestras fantasías no manifiestan
nuestras realidades más íntimas?
Las fantasías son reales. Anzieu dice que “​el fantasma es la realidad psíquica individual por excelencia, ya
que nos convertimos en sujeto cuando el fantasma adquiere en él una organización definitiva, el fantasma
inconsciente es quien opera la individuación…​”. Pero ¿cuándo tenemos fantasías? Tenemos fantasías en
todo momento. Cuando uno entra a un práctico y cree que todos tienen grupo formado y uno no, que todos
están integrados menos uno. Cuando dormimos tenemos fantasías, el sueño es la expresión por excelencia
de nuestras fantasías y tenemos fantasías en las Teorías Sexuales Infantiles que explicaban todo lo que no
sabíamos.
En el “​Diccionario de Psicoanálisis​” de Laplanche y Pontalis, dice que “​son estructuras fantaseadas típicas
que el psicoanálisis reconoce como organizadoras de la vida, de la fantasía, cualesquiera que sean las
experiencias personales de los individuos​”. Aquí, fantasma, fantasmático, fantasía e imaginario se van a
tomar como sinónimos.
Las fantasías operan permanentemente en nosotros, operan en todo encuentro con otro u otros. Anzieu dice:
“​todo encuentro vivido como auténtico o intenso entre dos o varios seres humanos es un encuentro que ha
despertado, movilizado y activado en los interesados sus fantasmas personales conscientes e inconscientes”​ .
Todo tipo de fantasía tiene tres elementos que se repiten en cualquier situación en que se manifieste:
Primer elemento:​ quien tiene la fantasía está en la fantasía; sea como protagonista o como observador, el
sujeto se encuentra presente.
Segundo elemento:​ ​ ​son imágenes visuales, pero no como si fueran diapositivas (aisladas), sino que están
conectadas, tienen un argumento, un guión. Hay una trama que estructura las imágenes.
Tercer elemento:​ ​ ​toda fantasía expresa algo del deseo.
La definición de Laplanche y Pontalis del “​Diccionario de Psicoanálisis”​ dice “​escenificación o guión imaginario
en el que se halla presente el sujeto y que representa, en forma más o menos deformada por los procesos
defensivos, la realización de un deseo, y en último término, de un deseo inconsciente”​ .
Estos deseos están disfrazados por mecanismos de condensación, desplazamiento, negación. Por ejemplo,
decimos que no tenemos ningún temor de presentarnos a un final, entonces nos quedamos dormidos y la
mesa cerró. O por ejemplo, transformación en lo contrario: “entendí perfecto esto de lo que es un grupo
operativo”, pero cuando se le pregunta sobre grupo operativo… Pero lo más importante es que remite a un
deseo y lo que tenemos que entender como futuros profesionales es que la conducta no se agota en la causa
manifiesta. Nuestra conducta es la puesta en escena de deseos. Estos deseos pueden ser conscientes o
inconscientes, pero el fantasma remite; hay instancias previas.
Tres escenarios
Hay tres escenarios donde se expresan las fantasías:
1) Fantasías conscientes o ensueños diurnos: nos suceden a plena luz del día.
Hay todo un aparato publicitario propagandístico que el tema de la fantasía lo conoce muy bien, alimentan
ensueños diurnos continuamente. Hay un sinnúmero de objetos que tienden a ser vistos como “el objeto”,
como “esto es”, lo que obtura la contradicción inherente entre necesidad y satisfacción. Ese objeto mata la
necesidad, genera la satisfacción total. Son los objetos fetiches que todos compramos en cómodas cuotas.
Esto del deseo surge de la primera experiencia de satisfacción.
El origen de la primera experiencia de satisfacción que genera el deseo. El bebé en el antro-materno no tiene
carencias, todas sus necesidades están cubiertas, no hay registro de necesidad, alimento, calor. El
antro-materno es un lugar nutricio, el bebé está totalmente contenido, protegido. ¿Qué pasa en la situación de
nacimiento? Ambos se preparan para el nacimiento, para el bebé es un momento de mucho displacer. Freud
dice que es una experiencia traumática. De gran caos. Hay un cambio: de un lugar conocido tiene que pasar a
uno desconocido, de un medio líquido a uno que no lo es, hay fenómenos sonoros, luces y lo más importante,
tiene que respirar y la respiración es dolorosa. A partir de respirar, tiene que alimentarse de otra manera,
antes era por el cordón, el bebé nace indefenso, no puede ir a buscar su alimento, entonces a nivel corporal
siente una tensión, un desequilibrio interno. Esa tensión le produce dolor, dolor que descarga por el llanto y es
la madre o sustituto que le da significación a ese llanto, que lo descifra y alimenta, el bebé comienza a
succionar y se alivia la tensión interna, desaparece el displacer pero por un rato, porque después empieza
otra vez. Es lo que Freud llama experiencia de satisfacción, sucesivas experiencias de satisfacción van a
dejar una huella, una inscripción inconsciente. No es de una sola vez, sino de reiteradas experiencias.
Recordemos que el aparato psíquico se va construyendo, constituyendo. Después de varias experiencias el
bebé evoca esta cadena asociativa: tensión, descarga motora, gratificación, que es lo que permite la primera
representación mental que va a ser la primera inscripción psíquica, esta experiencia es fundante, funda el
aparato psíquico del bebé.
En el “​Diccionario…​” encontramos “​al presentarse de nuevo esta necesidad, se producirá, en virtud de la
ligazón establecida, una moción psíquica dirigida a recargar la imagen mnémica de dicha percepción e incluso
a evocar ésta, es decir, a restablecer la situación de la primera satisfacción: tal moción es la que nosotros
llamamos deseo, la reaparición de la percepción es el cumplimiento del deseo”​ . A partir de esta huella, esta
inscripción, es que durante toda la vida vamos a buscar objetos, personas, para satisfacer el deseo. Por lo
tanto, volverlo a tener genera una fantasía de similitud, pero nunca lo vamos a alcanzar (esto para tenerlo en
cuenta en tanto se dirá que el grupo representa el objeto de deseo).
2) Otra área de expresión de la fantasía son los sueños, con la lógica del proceso primario, con la no
contradicción.
Los sueños expresan fantasías que tienen status de realidad en nosotros y operan (Anzieu dirá que se entra
al grupo como al sueño, como intento de realización de deseos).
3) El tercer tipo de fantasías está relacionada con las Teorías Sexuales Infantiles, preguntas que tuvimos en
nuestra niñez relacionadas con el sexo, con el origen de la vida y con la diferenciación sexual.
Hemos elucubrado teorías que explican lo que nuestros padres no nos explican y aunque lo expliquen, tienen
más status que lo que nos explican. Son las fantasías originarias, el argumento es la explicación del:
- origen del sujeto: la fantasía es la escena primaria (coito parental), haberla presenciado;
- origen de la sexualidad: la fantasía es haber sido seducidos por un adulto;
- origen de la diferenciación sexual: la castración, la fantasía sería que todos habríamos sido iguales, con
pene, y algunas lo habrían perdido (dualidad fálico-castrado).
¿De dónde vienen estas fantasías?
Si bien nos diferencian también nos unifican. Freud dice que son transmitidas filogenéticamente. ¿Cómo
puede ser que heredemos escenas? Podemos pensar que heredamos la cultura. Si bien el Complejo de
Edipo es universal, lo importante es ver cómo opera en la realidad de cada sujeto, en la propia fantasmática.
Entonces seríamos nosotros los artesanos individuales con que organizamos fantasías de un argumento
milenario. Las fantasías originarias están y son irreductibles a los recuerdos, no tienen que ver con la
experiencia, porque sino, uno piensa que una mamá para que el hijito crezca sano, nunca le va a decir “si te
tocas, te la corto”, entonces ese nene no va a tener angustia de castración y no es así.
¿Nuestras fantasías organizan la realidad o la realidad la organizo en relación a mis fantasías?
Estas fantasías pertenecen a la infancia de la humanidad, están en la cultura para ser recordadas antes que
nazcan. Las fantasías son el soporte de nuestras Teorías Sexuales Infantiles. Las fantasías son el soporte de
nuestros sueños.
¿De qué se nutren esas fantasías?
De lo escuchado y vivenciado pero organizado de otra forma. Asociamos lo vivido con lo oído en relación con
nuestra fantasmática y de la misma manera organizamos lo grupal. Estamos en un mundo rodeado de
fantasías, las producimos pero también somos producto de ellas. Venimos a traer fantasías a un lugar en
donde nos tenemos que hacer cargo que existen fantasías. Un hijo que llega a una familia ocupa un lugar
fantaseado, no es lo mismo el lugar de llegar para salvar a una pareja que “bueno, ya que está…”.
Fantasía y grupo
Si bien fantaseamos en todo momento, hay momentos más proclives al fantaseo: ante una situación de
encuentro. Anzieu dice que el grupo es una puesta en común de las imágenes interiores y de las angustias de
los participantes. Es un lugar de fomentación de imágenes. Entre el grupo y el propio grupo, entre el grupo y
la realidad, hay una relación imaginaria. Desde que hay dos o más personas, hay circulación fantasmática. El
grupo potencializa la emergencia de fantasías. Nadie está exento, no hay personas sin fantasías, ni grupos
sin fantasías ni sociedades sin fantasías.
¿Cómo nos constituimos?
El yo se constituye como centro imaginario e ideal, en sus relaciones con el medio todo se refiere a su yo.
Hay un sentimiento de dominio. Todo gira alrededor del bebé que lo es todo para la mamá, “yo ideal” pero…
(el yo ideal es distinto al yo que aspira a un ideal). Este yo arcaico (yo-ideal) subsiste. Esta ilusión de
completud nos constituye.
¿Qué nos pasa cuando entramos a un grupo?
Hay ciertos deseos que se activan, el de fusión, reencontrar una unidad. Siempre se ingresa con un monto de
fantasía y este ingreso conlleva la amenaza de ser llevados a aquel momento en el cual no nos habíamos
constituido como sujeto, como sujetos deseantes. Amenaza la “ilusión” de completud del yo. En el grupo corro
el riesgo de no existir más. Mi ilusión de completud está rota en tantos pedazos como integrantes hay, mi
unidad imaginaria se fragmenta. El grupo así es una amenaza primaria para el individuo. El yo es
cuestionado. Tantos deseos diferentes no son soportados. El grupo nos lleva a un lugar en el cual aún no nos
hemos constituido. Por eso la pregunta “¿quién soy?” es la pregunta que la situación de grupo suscita en
cada miembro. Los primeros encuentros están consagrados a luchar contra esta imagen. Por otro lado, la
fantasía de fusión, que no van a haber situaciones displacenteras igual que en el vientre materno o en el
paraíso perdido (ilusión de yo ideal). Anzieu dice que la situación de grupo es vivida como fuente de angustia,
con la misma intensidad que es vivida como realización imaginaria del deseo. El grupo, como el sueño, como
el síntoma, es la asociación de un deseo y una defensa.
¿Cuál es la fantasía de un alumno que llega al práctico sin leer la bibliografía?
Ingresa con la fantasía de que en este grupo se obtura el no saber, acá se va a saber todo, pero cuando hay
cosas que no se entienden la frustración aumenta. Entonces uno puede por esa frustración seguir el hilo de
pensar cuál era la fantasía: el grupo se constituye para obturar el desconocimiento.
El grupo como sueño
Al entrar a un grupo se activan deseos. Anzieu dice que se entra al grupo de la misma manera que se entra al
sueño. Cuando se ingresa al grupo, al igual que al sueño, hay que hacer cierto ritual, en el sueño hay una
retracción de cargas del mundo externo, apagamos la luz, nos ponemos ropa de dormir. Es una regresión que
todos hacemos dentro de las 24 horas. La tensión en la realidad disminuye. Cuando entramos a un grupo
cerramos la puerta, no podemos estar si hay ruidos en el pasillo. Pero si bien en lo manifiesto en el sueño
dejamos afuera la realidad, sucede que la realidad re-aparece re-organizada a la luz de los deseos.
¿Y cuando entramos a un grupo?
Si uno entra en un grupo como a un sueño, ¿qué pasa con nuestras fantasías? Puede pasar que nuestras
fantasías las repleguemos, es el silencio, protegemos la identidad amenazada. O por ejemplo, una negación
de una fantasía con otras, que alguien traiga algo al grupo y entonces se dice “lo que vos traés no tiene nada
que ver con nada ni con ninguno de nosotros” y pueden estar una hora hablando de que eso no tiene nada
que ver. Anzieu dice “​la unidad aparente de un grupo puede forjarse en la coalición defensiva contra tal
fantasma individual, del que es hecho portador un chivo expiatorio”​ , sucede también que se observan fases a
veces muy largas de discusiones abstractas, de querellas entre personas, de análisis psicológicos silvestres y
hasta acrecentamiento de la violencia. Se puede dar también lo que Anzieu llama poner por delante un
fantasma. Por ejemplo, yo tengo la fantasía de encontrarme con mi madre y otra tiene la fantasía de haberse
encontrado con su hija.
En el grupo, como en el sueño, el aparato psíquico sufre una triple regresión: cronológica, tópica y
formal
Cronológica​: en el sentido cronológico la regresión supone una sucesión hacia el origen. Designa el retorno
del sujeto a etapas primeras, ya superadas, de su desarrollo: narcisismo. “​Como consecuencia de la regresión
cronológica, la exaltación narcisista que se produce se traduce en que la vivencia que aporta toda
confrontación con los demás implica una amenaza contra la integridad”​ .
Tópica:​ al yo ideal, quien trata de realizar la fusión con el seno, fuente de todo placer.
Formal:​ la regresión designa el paso a modos de expresión y comportamiento de un nivel anterior desde el
punto de vista de la estructuración y de la diferenciación del sujeto. Así como los chicos juegan a ser grandes,
acá es al revés, actúan como si fueran chicos, juego de palabras, gestos, mímicas, etc.
Los tres organizadores
Las fantasías individuales tienen un efecto convocante.
¿Qué convocan? Convocan a la resonancia fantasmática. Las fantasías individuales no se comparten. La
fantasía individual genera la resonancia.
¿Qué es la resonancia? Es un concepto de la física, cuando uno dice “me sonó tal cosa que se dijo en el
teórico” o “tal cosa que dijiste me quedó”, entró en resonancia. En física, las ondas de un diapasón pueden
movilizar otras según su magnitud y longitud, un movimiento genera otro.
En el grupo, hay una especie de caja de resonancia. Anzieu dice “​es el reagrupamiento de algunos
participantes alrededor de uno de ellos, el cual hace ver o da a entender, a través de sus actos, de su manera
de ser o sus palabras, su fantasma individual inconsciente​”.
Ejemplo de grupo como caja de resonancia: una persona habla y relata una experiencia, varias personas
escuchan atentamente. Cada persona recibe el mensaje, mensaje que convoca otras experiencias. Un relato
de abandono es subjetivado a través de muchas experiencias de abandono. Una madre cuenta que abandona
a su niño y esto es escuchado a través de múltiples actores diferentes, porque cada cual enfoca su propio
dial. La rama argumental acá se abre en abanico, la pantalla proyectiva permite visualizar un mosaico de
sujetos que son abandonadores y abandonados. Los personajes madre y niño no pueden ser vistos a través
de los ojos de los oyentes, porque entre los ojos de los oyentes y los personajes madre y niño se interponen
los personajes subjetivos de cada uno de ellos. Una madre para otro es madre, para otro es padre, para otro
es jefe, algunos escuchan madre y otros escuchan amante. Un niño para el grupo es niño, marido, hermano,
abuelo. Palabra madre se oye tía, abuela, hija.
El grupo es una caja de resonancia que grita las palabras. Subjetividades que niegan los personajes
originales. Se da acá un asesinato de la subjetividad. Se roba la escena inicial. Cada interlocutor pasa la
película de su propia historia, todas las películas se proyectan en la gran pantalla de lo imaginario. El tiempo
pasa, el frenesí disminuye. La historia es más nítida, más completa. El niño es niño de diferentes colores y
calidades. EL argumento cambió, es de todos, circuló por todos y entró en todos los intersticios. Este es el
misterio, el entrecruzamiento de la dinámica de los grupos.
La fantasía individual genera la resonancia fantasmática instaurando la ilusión grupal, que es una restauración
colectiva de los narcisismos individuales amenazados, es una reacción defensiva. El grupo es erigido en
objeto libidinal y funciona en el psiquismo de los integrantes como yo ideal. El estado de ilusión grupal tiene
su expresión manifiesta como un sentimiento de euforia y bienestar: “somos el mejor grupo, estamos todos
bien”. La unión es el lema y las diferencias no existen. Es un intento de revivir la experiencia de fusión y negar
la separación. Esto no es más que una “reacción defensiva” frente al temor que sienten los miembros de
perder su propia “individualidad” (unicidad), su identidad, de recibir de sí mismos tantas imágenes distintas
como ojos distintos perciben, o bien, de quedar aislados, sin lugar asignado.
Todo grupo revive las primeras experiencias de fusión-separación originales: con la madre. La ilusión es un
intento de volver a recrear el estado de fusión y negar la separación. Para transformar la situación de “el
grupo y yo” o “el grupo y no-yo”, se la convierte en “yo soy el grupo”, “el grupo soy yo”, “todos son uno” y “el
grupo es todos” (todos para uno y uno para todos). En el estado de ilusión grupal no hay discriminación
sujeto-grupo, ni reconocimiento de lo semejante y lo diferente, lo propio y lo ajeno, de las jerarquías, de las
diferencias sexuales. Es un grupo nucleado por el principio de placer. Obviamente para que el grupo esté en
situación de ilusión grupal, cada uno de los miembros debe tener la representación interna del mismo, lo que
equivale decir que el grupo se halla catectizado libidinalmente. Puesto que no existe discriminación
sujeto-grupo, ni discriminación inter-miembros, ni diferenciaciones de ningún tipo, en este estado rige en el
grupo una teoría igualitaria, y el menor rasgo de diferenciación será rechazado.
Éste es el primer organizador: el “organizador” es el resultado de una integración, es lo que permite articular
al sujeto y el conjunto del cual es parte.
1) La ilusión grupal, primer organizador psíquico intenta constituir un aparato psíquico grupal a partir de un
aparato psíquico individual. El aparato psíquico grupal es una ficción sostenida en un grupo mítico que tiende
a concretarse.
Dice Anzieu que “​hay grupo y no simple reunión de individuos cuando a partir de los aparatos psíquicos
individuales se tiene a construir un aparato psíquico grupal​”. Esta tendencia a constituir un aparato psíquico
grupal a partir de un aparato psíquico individual es una tendencia a la isomorfia. Así como el aparato psíquico
individual se apoya en el cuerpo biológico, el aparato psíquico grupal no se resigna a perderlo, de ahí las
metáforas: el grupo come, el grupo habla, piensa. El aparato psíquico individual tiene una estructura grupal.
La fantasía tiene un guión, una trama argumental, es una escenificación. El aparato psíquico grupal tiene una
estructura psíquica, el grupo funciona a modo de una instancia psíquica. La ilusión grupal es un fantasma que
organiza, su función es defensiva, Anzieu también lo llama contra-fantasma originario.
Pero recordamos que sin un primer momento de fusión, nosotros no somos, sin la ilusión grupal un grupo no
puede constituirse. Si bien niega las fantasías originarias, está en su esencia hacer un grupo:
- niega el origen de su existencia, niega la escena primaria, nacimiento por partogénesis.
- niega diferenciación de los sexos, por la ideología totalitaria.
- niega la circulación de otro deseo que no sea el de fusión materna, no circulan otros fantasmas, por eso su
cohesión es inestable.
Como existe en el ser humano no sólo la tendencia a la fusión con el seno materno, sino también la tendencia
al crecimiento, que implica discriminación y separación, llega un momento en que este estado fusional de
ilusión grupal no se tolera, y es necesario salir de él. Los hechos de la vida rompen esa célula cerrada,
paraíso recuperado, donde los sentimientos fraternales no incluyen rivalidad. rivalidad.
2) Entonces pasamos a un segundo organizador: la imago. Pertenece al mismo orden de realidad que el
fantasma. Es una representación inconsciente. Son universales, imago de padre, madre ambivalente.
Tiende a proporcionar un estado de equilibrio entre la tendencia a la isomorfia y homomorfia, al poder
comenzar a desprenderse de la isomorfia permite la ambivalencia. Se puede diferenciar realidad interna y
externa, la homomorfia permanece esbozada, se pasa de una imago a otra.
3) El tercer organizador: fantasías originarias, tendencia a la homomorfia. Se admiten las diferencias, pues
hay un reaseguro en común que es el origen, tienen en común el origen.
Las fantasías originarias nos son comunes, pero en cada uno de nosotros operan de manera diferente.
Aunque no las vemos, las fantasías originarias siempre están, gracias a ello nos discriminamos y nos
juntamos.

GRUPOS DE FORMACIÓN:​
El grupo de formación puede definirse como “​un grupo relativamente inestructurado, en el que los individuos
participan con fines de aprendizaje. Los datos son las transacciones entre los miembros, su propia conducta
en el grupo, conforme tratan de crear una organización, una sociedad en miniatura y conforme trabajan por
apoyar el aprendizaje mutuo dentro de una sociedad​”.
El grupo de formación se caracteriza por una situación inestructurada y ambigua, en la que los controles
habituales existentes en otros grupos (estructura de poder, estructura de tarea) desaparecen y la experiencia
del grupo y de sus miembros, conforme se va produciendo, se convierte en el material -en el “caso”- a partir
del cual se realiza inductivamente el aprendizaje, acerca del funcionamiento de los grupos y de los individuos
en los grupos. Dicho aprendizaje debe ser generalizable a otras situaciones de grupo. El grupo de formación
es “un libro de texto que los miembros leen mientras lo escriben”.
De modo característico el monitor da unas pautas mínimas de funcionamiento (centrarse en el proceso según
ocurre “aquí-y-ahora”; expresión de las reacciones hacia otros miembros, hacia el monitor y en relación con
hechos que tienen lugar en el grupo) e indica que es tarea de los participantes el “construir” el grupo.
Naturalmente existen variaciones en cuanto al grado de estructuración inicial, sobre todo, si nos fijamos en las
distintas modalidades de experiencias de grupo que han ido surgiendo a lo largo de la evolución de estas
técnicas. Sin embargo, el grupo de formación era originariamente muy poco estructurado, y, como se
apuntaba anteriormente, esa es la técnica -precisamente en su utilización original- que mayor atención
recibirá aquí.
Los objetivos fundamentales del grupo de formación son los siguientes:
A) ​Aprender a aprender. Se supone que a través de la experiencia de interacción con otros miembros de
grupo los sujetos aumentarán su sensibilidad a los fenómenos interpersonales y su comprensión de las
repercusiones de su comportamiento en un contexto de grupo. Frente a la actitud de dependencia de un
experto, se trata de fomentar la visión de uno mismo y de los restantes del grupo como fuente de información.
Consiste en la exploración de las propias motivaciones y sentimientos, en la utilización de la información
acerca de las relaciones de los otros al comportamiento propio, y en el ensayo de nuevas conductas más
funcionales. Todo ello implica una visión del aprendizaje “como un proceso transaccional que implica la
negociación activa entre iguales más que la dependencia de los superiores”.
B) ​Aprender a dar ayuda. El proceso mismo de intercambio de información sirve para que los individuos no
sólo se beneficien de las informaciones obtenidas, sino. que también ayuden a los otros en el proceso de
cambio, aportando, a su vez, su información acerca de la conducta observada, de forma tal que dicha
información no sea percibida como un ataque.
C) ​Desarrollo de formas de participación eficaces. Los sujetos van desarrollando, a través de la experiencia,
formas de diagnóstico de manera que surtan efecto en el grupo. Finalmente, pueden poner en práctica
conductas que sirvan para que el grupo avance. Entre las formas de participación eficaz se incluyen el
aprendizaje de modos de liderazgo que sean trasladables a otros contextos de grupo.

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