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Ficha
Síntesis de algunos conceptos del Psicoanálisis Vincular
Clara Sztein

Si partimos de la premisa que el inconsciente no es un sistema cerrado


que se constituye de una vez y para siempre podemos sostener que en el
momento del encuentro de un sujeto con un otro significativo se produce
en ambos una nueva marca subjetivante, producto de la exigencia del
trabajo psíquico estimulado por la presencia del otro y como modo de
procesar aquello que excede a las representaciones que tenemos del mismo.
Cuando decimos presencia pensamos en lo nuevo, en lo sin antecedentes, lo
singular, es decir en la ajenidad del otro como un límite y una posibilidad,
como motor decisivo de la vincularidad.
En el Malestar en la cultura Freud sostiene que el lazo social,
característico de lo humano, es uno de los productores de sufrimiento.
Pero ello no implica que dicho sufrimiento, derivado por la pertenencia a un
vínculo significativo, sea idéntico para todos.
Kaës aporta una conceptualización medular de la teoría vincular, la de
alianzas inconscientes de las que derivan los pactos y acuerdos
inconscientes, que son los que delimitan la modalidad de cada vínculo, los
que determinan el estilo de cada relación y sistematizan las conductas de los
sujetos que los forman.
En el año 1989 dicho autor enriquece esta concepción con la de pacto
denegativo, lo define como aquel pacto que condena al destino de la
represión, la renegación o el rechazo de todo aquello capaz de alterar el
sostén de un vínculo. *Todo vínculo se funda en la negación de aquello que lo
haría imposible: negación de lo absoluto, de lo relativo y de ciertas
diferencias (negatividad de obligación) que pondría en juego la relación. Se
trata de un pacto cuyo enunciado no está expresado y cuando lo es, rasga la
armonía lograda, y este quiebre se advierte en la cadena significante que
circula en el vínculo e instituye el discurso de los sujetos que lo conforman .
*(Comunicación verbal con G. Ventrici)
Es decir, para dar cuenta de los rodeos de la pulsión en el vínculo, son
esclarecedoras las conceptualizaciones de este autor sobre las negatividades
necesarias de mantener en la organización de los mismos.
En un trabajo presentado en el 2004 * y teniendo como telón de fondo
estas teorizaciones, decíamos que “una pareja son dos, que no
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precisamente responden a uno más uno sino a un entre que armó un


sistema (…) y produce una escenografía en la que se guionizan los fantasmas
individuales con la apariencia de una significación compartida”. (*Trabajo presentado
con G. Milano )
Cuando hablamos del entre ¿qué decimos?
Empezar por el entre implica pensar desde la y y desde el Dos.
Es decir, sostenemos que el entre, la conjunción, la y, tiene sus efectos y da
como resultado un determinado vínculo, diferente de la sumatoria de
quienes lo componen pero con la cualidad de incidir sobre ellos,
modificándolos. Quiero reafirmar que esta y no deja abolida la disyunción,
más bien la afirma Es decir, sigo sosteniendo la vigencia del aforismo
lacaniano “La relación sexual no existe”. Es la ausencia de relación sexual
la que promueve en el ser-hablante la necesidad de hacer lazo.
Como resultado de la configuración de los entres se da una singularidad
múltiple, noción que nos permite salir de la lógica del Uno y abre a una
nueva concepción del sujeto. Sabemos que la construcción de la identidad
de un sujeto es imaginaria; una representación y no una sustancia.
Otra de las coordenadas princeps del análisis vincular es la capacidad o
no, que tiene un sujeto de hospedar la ajenidad del otro/Otro. Héctor
Krakov lo llama resistencia a la vincularidad, es la obstinación a aceptar lo
ajeno, es lo que no se puede equiparar ni en lo semejante ni en lo diferente y
es inseparable a la presencia real del otro.
Aceptar la ajenidad del otro del vínculo permite que una situación
pueda ser pensada desde el Dos.
El psicoanálisis Vincular no abandona los conceptos fundantes del
psicoanálisis tales como inconsciente, repetición, transferencia y sexualidad
pero se va complejizando con los aportes de otras disciplinas como la
sociología y la filosofía, en un cruce interdisciplinariamente enriquecido.
También ponemos a jugar la lógica de la complejidad, corriéndonos de un
pensamiento binario, esto nos permite pensar en estructuras incompletas,
conmovidas por el azar y por el efecto del encuentro.
El paradigma de la complejidad es una forma de pensar el mundo, es un
modelo integral, que destaca la red de relaciones en las que emergen y se
desenvuelven las cosas, los sujetos, los sucesos. Las partes y el todo logran
sentido en la interacción y en correspondencia a la disposición general, es
una trama relacional. Las interpelaciones sobre “la causa” dejan su lugar a
las condiciones de emergencia que permiten la aparición de lo nuevo.
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Es que como señala Badiou al amor como a la política, a la ciencia y al


arte, los ponemos en el orden del encuentro-acontecimiento porque son
lugares donde éste puede advenir y no compete a ningún orden programado
de antemano. Cada vez que el amor surge, instituye y funda.
Una contribución especial a nuestra teoría sobre la pareja nos lo da el
concepto de goce con la incorporación necesaria del cuerpo sexuado. Y ya
que no es posible pensar el goce sin referirlo al cuerpo sabemos que, cuerpo
y goce, tienen un lugar de privilegio en las lides del amor, del odio y la pasión
que afectan al sujeto en sus vínculos.
Por otra parte al incluir al analista dentro de la escena se complejiza la
significación de transferencia, con la noción de un analista implicado
diferenciándolo de un analista involucrado. Isidoro Berenstein insiste que
junto a la noción de transferencia yace la de interferencia, o sea un
encuentro entre ajenidades que altera a ambos miembros del vínculo, no
sólo al analizante sino también al analista. “En la sesión, dice el autor, hay
transferencia en tanto transcurso de su interioridad, e interferencia como lo
producido por el trabajo hecho por el paciente y el analista en tanto
presencias subjetivas ajenas, que habitan como exterioridad a la
transferencia en el interior de la sesión”
De este modo el Psicoanálisis Vincular crea un nuevo paradigma
configurado por un pensamiento psicoanalítico heredado y la conjunción
Sujeto-Vínculo-Cultura. Es dicho modelo el que podríamos homologar a los
conceptos de Sujeto barrado/otro/Otro de la teoría lacaniana.

Dispositivo psicoanalítico

En 1976 Foucault en La voluntad de saber sostiene que “los dispositivos


son máquinas para hacer ver y hacer hablar”.
El dispositivo que propone cada encuadre analítico es a la vez un
procedimiento de disminución o aumento de variables, y su aplicación
admite fundar teorías que serán forzosamente solidarias con ese encuadre.
El dispositivo psicoanalítico es un constructo teórico que sirve como
herramienta del que se vale un analista, en este caso intervenido por la
teoría vincular, para que emerja el deseo del sujeto en una trama en un
análisis llamado individual o de los sujetos en un análisis vincular y que
permite investigar en el despliegue de una escena o en el discurso de los
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pacientes aquellos pactos y acuerdos inconscientes que subyacen a todo


vínculo.
Dentro de esta posición teórica y en la clínica no desconocemos la
historia del sujeto ya que esta configura tanto lo que somos como lo que no-
somos, pero ponemos el foco en la situación, en lo actual, en el desarrollo de
la acción que está sucediendo en el aquí y ahora de la sesión.
Autorizándonos en Freud y respetando las reglas fundamentales: la de
abstinencia por parte del analista (interpretación en lugar de satisfacción de
la exigencia libidinal) y asociación libre por parte del paciente.
Pero en una perspectiva en la que cada encuentro nos plantea un reto,
tener que decidir sobre las estrategias que nos irán acercando y/o
posibilitando el acto analítico, una intervención que imprima un antes y un
después, posibilitando un giro en la posición subjetiva de los pacientes.
El desafío creativo de cada analista y en cada análisis es transitar un
sendero sin pautas pero con principios. Estos hechos, cuando se
muestran, demandan no ser cambiados por readaptaciones de lo anterior,
sino conservarlos en la expectativa de una nueva y eventual utilización.
Algunas de las nociones de la ficha son del acerbo conceptual del Psicoanálisis de las
Configuraciones Vinculares que circula en la AAPPG.

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