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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

UCAYALI
Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”,

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS, ADMINISTRADIVAS Y


CONTABLES

ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS


DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CONTABILIDAD

TEMA: Emprendimiento Juvenil en el Perú" e investigar sobre el


Emprendimiento Juvenil en la Región Ucayali.

DOCENTE: CPCC.Mg. Kathy Flores Cabrera de Ruíz

CURSO: creatividad e innovacion empresarial

INTEGRANTES:

 RODRIGUEZ CHAVEZ, GABRIELA XIMENA


 MORI MUNGUIA SOFIA EVAMY
 MARTIN PEREZ, DENAY
 QUISPE HUANCA, EDELITH SANDRA
 ORDOÑEZ PEREZ TANIA MARLENI

AGUAYTIA-PUCALLPA-PERU

2022
“EMPRENDIMIENTO JUVENIL EN EL PERÚ"

CONOCE LA REALIDAD DEL EMPRENDIMIENTO JUVENIL EN PERÚ Y LO QUE VIENE

¿Tienes idea de cómo se ve el emprendimiento juvenil en Perú? La realidad es que como


consecuencia de la pandemia ocasionada por la COVID-19, los y las jóvenes se han visto
obligados a buscar nuevas formas de ingreso para mantenerse a ellos mismos y, en algunos
casos, a sus familias. Es así como han recurrido a los emprendimientos para independizarse
económicamente y trabajar en su futuro.

Antes de hablar del panorama en el Perú, es importante entender en qué consiste el


emprendimiento juvenil:

En pocas palabras, es una práctica que busca generar en los y las jóvenes, especialmente en
las mujeres, las habilidades para el emprendimiento y las condiciones de empleabilidad para
un trabajo decente que les permita contar con un ingreso y fomentar la toma de decisiones
adecuadas en su vida.

En el caso de las adolescentes y mujeres jóvenes en situaciones vulnerables, contar con las
herramientas necesarias para emprender puede brindarles la independencia económica que
necesitan para huir de la violencia y romper con la pobreza.

¡El emprendimiento juvenil en Perú favorece la educación, el desarrollo de competencias y


habilidades en los más jóvenes!

¿Cómo se ve el emprendimiento juvenil en nuestro país?

Según el índice de Actividad Emprendedora Temprana (TEA), desarrollado por el estudio de


investigación GEM (Global Entrepreneurship Monitor) y el ESAN, el Perú se ubica en el tercer
lugar a nivel mundial con la mayor cantidad de emprendimientos en fase temprana, con una
tasa de 24.6%. Aquí, cabe aclarar que muchos de estos proyectos están siendo liderados por
jóvenes.

De hecho, Perú es uno de los países con la tasa más alta de emprendimiento juvenil en la
región, por lo que las microfinancieras están enfocando sus esfuerzos a este segmento y
actualmente el 38% de los clientes de créditos son jóvenes entre 18 y 36 años.

Estas cifras reflejan que el emprendimiento juvenil tiene bastante potencial; sin embargo, es
necesario promover una educación con enfoque de género que permita generar con más
fuerza el cambio de roles y la interculturalidad. Es importante que cada vez más mujeres
adolescentes y jóvenes participen en procesos de capacitación y empoderamiento para
fortalecer su autonomía económica.
Desarrollar:

 La desigualdad de oportunidades.
“La igualdad de oportunidades está en el centro de nuestra concepción de una
sociedad justa (…) Sin embargo, a los niños nacidos en familias desfavorecidas se les
niega esa igualdad de oportunidades y sus posibilidades de alcanzar un nivel de vida
decente en la edad adulta disminuyen considerablemente por el mero hecho de que
sus padres sean pobres, afirma el relator* de la ONU sobre la extrema pobreza y los
derechos humanos en su último informe.

Olivier De Schutter, denuncia además que, frente a ese concepto de justicia social de
la igualdad, la desigualdad fomenta “la concepción anticuada y ya desacreditada de la
meritocracia”, idea que “es sostenida, sobre todo, quizá sin que resulte sorprendente,
por las personas con ingresos elevados”.

Según el informe, mientras que los individuos nacidos en la década de 1940 tenían
más posibilidades de pasar de la mitad inferior al cuartil superior en los países en
desarrollo que en los países desarrollados, la situación ahora se ha invertido: la
movilidad ascendente está disminuyendo en el mundo en desarrollo, y la persistencia
en la parte inferior está aumentando.

 Las brechas de género.

Las brechas de desigualdad de género son una medida estadística que da cuenta de
la distancia de mujeres y hombres con respecto a un mismo indicador.

La cuantificación de las brechas ha estimulado el desarrollo de estadísticas y la


formulación de indicadores para comprender las dimensiones de la desigualdad y
monitorear los efectos de las políticas sobre su erradicación, así como los avances en
la eliminación de la desigualdad comparativamente a través del tiempo.

Existen datos certeros y oficiales sobre las brechas entre mujeres y hombres en el
acceso, uso, control y participación en la distribución de recursos, servicios,
oportunidades y beneficios e incluso derechos y libertades en todos los ámbitos de la
vida. Como ejemplo en el indicador “uso del tiempo” la brecha de la desigualdad de
género equivale a 30.7 puntos porcentuales, ya que las mujeres dedican 47.7% de su
tiempo al trabajo doméstico y de cuidados, mientras que los hombres dedican 17.0%.
Indicadores frecuentes para la medición de las brechas de desigualdad entre mujeres
y hombres pueden ser consultados en el Sistema de Indicadores de Género (SIG) del
Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).

 Los problemas para acceder a financiamiento.

Las mipymes tienen varias características que impiden su acceso al financiamiento en


la región. Entre las principales barreras identificadas se encuentran la informalidad, la
falta de un inmueble físico o una garantía de compromiso, la falta de una empresa
solidaria o garante, la baja formalización de la empresa y las bajas calificaciones
crediticias. Asimismo, estas barreras se ven exacerbadas por la inexistencia o
inadecuación de leyes sobre garantías móviles, la falta de un registro de garantías y
la falta de fondos de garantía. Muchas de estas barreras pueden ser superadas con
medidas de política pública por parte de los gobiernos de la región. Por ejemplo, la
falta de garantías se puede solventar con la creación de fondos de garantías que les
permitan a las empresas tener colateral suficiente y respaldado para solicitar un
crédito. Lo anterior obviamente conlleva algún nivel de costo fiscal, que se compensa
con el incremento en el desarrollo productivo del país. El BID ha apoyado a muchos
de los gobiernos de la región con programas de financiamiento para mipymes, la
creación de fondos de garantía, entre muchos otros instrumentos, no solo en la
pandemia, sino desde mucho antes.

 La falta de habilidades.
Las habilidades sociales, o competencias sociales, se refieren a todas aquellas
capacidades de un individuo que le posibilitan y le facilitan el poder interactuar
con sus semejantes y comunicarse adecuadamente en diferentes contextos,
sabiendo hacer uso de las reglas sociales. En definitiva, gracias a estas aptitudes,
la persona podrá socializar con otros de una forma correcta y satisfactoria para ambas
partes.

Simplemente atendiendo a esta breve definición, podemos hacernos una idea de las
consecuencias que puede llegar a tener una falta de habilidades sociales en adultos,
pues sus posibilidades de interacción con las demás personas se estarían viendo
mermadas y por tanto tendrían dificultades en su forma de comunicarse con los demás,
con los resultados negativos que esto tendría sobre el sujeto.
Si nos preguntamos cuáles pueden ser algunas de las habilidades sociales, podemos
ver algunos ejemplos concretos. La escucha activa sería una de las más habituales.
También el sencillo hecho de saber la manera adecuada de iniciar, mantener y finalizar
una conversación, según las reglas sociales. El presentarse a uno mismo o a otros,
realizar preguntas o agradecer algo, también lo serían.

 El poco apoyo familiar que tienen.


Si no existe el apoyo familiar en el emprendimiento; el crecimiento en nuestra meta
emprendedora es lenta, porque se procederá a obtener los recursos con myor nteres
de tiempo, donde se arriesga la economía. “La familia es un soporte para el
emprendedor. Esposos e hijos tienen que apoyarse en esa experiencia de salir
adelante con un negocio porque es un trabajo conjunto. ¿Qué pasa si por más que
quiero poner mi empresa, la esposa o el esposo no apoya, reclama por los horarios o
exige más dinero? ¿O los hijos, lejos de dejar que se consolide la empresa, solicitan
herencias anticipadas?”, preguntó.

“Si el emprendedor no recibe el apoyo de la familia, no va a poder surgir, es la unidad


familiar la que le puede dar el apoyo moral, sentimental para seguir adelante y lograr
los objetivos que beneficiarán a todos. Su apoyo es importante para el éxito de los
emprendedores”, remarcó Silupú Garcés.

Señaló que es necesario mantener una buena comunicación e integración entre


padres e hijos porque los proyectos pueden frustrarse ante problemas internos de la
familia; sin embargo, si más bien se conserva la unidad, la empresa que fundó el
abuelo seguirá creciendo y pasará a las siguientes generaciones, con mejores
proyecciones.

El estudio Condiciones de empleo y oportunidades laborales para las y los jóvenes en


Loreto, desarrollado por Plan International en febrero de 2021, demostró que los y las
adolescentes viven desigualdad a la hora de contar con una formación técnica
profesional y en las oportunidades para insertarse en el mercado de trabajo. Esto se
debe a que, como indicamos anteriormente, quienes viven en situación de pobreza
enfrentan muchas más barreras que impiden su desarrollo personal, social y
económico.
Ahora bien, lo cierto es que, con la llegada de la pandemia y el aislamiento social, un
gran porcentaje de jóvenes perdió su trabajo y actualmente continúa sin una
fuente de ingresos estable. Aquí, precisamente, debemos tener en cuenta que a las
mujeres les cuesta mucho más encontrar trabajo debido a que deben encargarse del
cuidado del hogar, los niños incluso, de personas enfermas, responsabilidades que no
son valoradas o remuneradas y que ocupan gran parte de su tiempo.
Frente a esta realidad, por ejemplo, se evidencia la discriminación que sufren la
mayoría de las mujeres bajo el argumento de que “los quehaceres del hogar y el
cuidado de los hijos o hermanos menores, son su responsabilidad”. Esto se traduce
en:
Desarrollar:
 Mayor dependencia a los ingresos de la familia o la pareja.
Hoy en día está bastante tocado el tema de que las mujeres u hombres por falta de
oportunidades laborales corremos a depender financieramente de nuestra pareja, en
otros factores también procede el ser madre o padre adolescente, yendo más allá en
el entorno educacional nos relacionamos con los hijos que estudian y solo depende
de los padres y no buscan un trabajo ya sea de manera individual.

 Acceso limitado a recursos propios y oportunidades de desarrollo.


No crecer como personas, como ser exitosos en la vida es ponernos limites que nos
frustren el camino solo por tener miedo a posibilidades que puedan ocurrir por
nuestros pensamientos que nos afectan por no darnos la oportunidad de equivocarnos
una vez y conocer nuestras debilidades de ser nosotros mismos en la vida. Sin duda
alguna las oportunidades de desarrollo jamás se cerraran si nosotros mismos
retroalimentamos nuestros conocimientos y nos sometemos a conocer más allá del
miedo.

 Menos posibilidades de realizar actividades económicas que favorezcan su


autonomía.
Los acuerdos alcanzados en la Conferencia Regional sobre la Mujer de América
Latina y el Caribe, especialmente, la Estrategia de Montevideo para la Implementación
de la Agenda Regional de Género en el marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030
(CEPAL, 2017) y el Compromiso de Santiago (CEPAL, 2020). Los nudos estructurales
de la desigualdad de género son clave para la comprensión de este fenómeno en la
región, y su análisis, central para el diseño de las políticas públicas orientadas hacia
la igualdad.
DESARROLLAR UNA INVESTIGACION SOBRE EL EMPRENDIMIENTO JUVENIL.

Condición del emprendimiento juvenil en Loreto

Loreto es una de las regiones del país donde el emprendimiento juvenil enfrenta una
serie de retos importantes como la brecha de género y la igualdad de oportunidades.
Para el 2018, 8 de cada 10 loretanos contaba con un empleo informal y aunque se
registran alrededor de 33 mil MIMYPES en la región, solo el 12% se considera formal.

En lo que respecta a las mujeres, el embarazo adolescente también representa uno de


los principales riesgos para su independización económica y crecimiento. En esta
región, el embarazo precoz alcanzó el 30.4% de adolescentes para el 2017, mientras
que el promedio nacional era de 13.4% para este mismo año.

Pero eso no es todo. La violencia familiar contra la mujer en Loreto llega al 70%, una
cifra mayor al promedio nacional de 68.2%. Allí, además, se promueve la
discriminación hacia la mujer en la toma de decisiones con la excusa de no estar
preparadas, lo que hace que pierdan el acceso a oportunidades de formación y
generación de ingresos. No se les permite asumir roles activos dentro de sus
comunidades, mucho menos emprender sus propios negocios.

La educación también es un indicador importante aquí. Según INCORE 2020, el


porcentaje de la población de 15 años que logró terminar la educación secundaria es
del 43% en Loreto y en el resto del país es de 60.6%. Estas cifras, sin duda, hacen que
sea mucho más difícil para los y las jóvenes contar con los conocimientos necesarios
para desarrollar sus propios emprendimientos e introducirse en el mercado laboral
formal.

Si queremos impulsar el emprendimiento juvenil en Perú es importante trabajar de la


mano con organizaciones e instituciones que permitan formar a los y las jóvenes
adolescentes desde edades tempranas, además de brindarles las herramientas que
necesitan para generar emprendimientos sostenibles que garanticen no solo su
independencia económica sino que también generen puestos de traba

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