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La alienación
Filosofía 1
si el hombre ha proyectado fuera de sí sus más profundos anhelos de felicidad y de
ser hombre plenamente, es porque su situación terrenal/material incumple y frustra
continuamente tales aspiraciones, es decir, porque la vida humana se halla alienada
materialmente/económicamente. Por eso, según Marx, la superación de la
alienación religiosa sólo puede conseguirse a través de la superación de su causa
material, es decir, de la alienación económica.
El materialismo histórico
Filosofía 2
FRIEDRICH NIETZSCHE (1844-1900)
La muerte de Dios
La muerte de Dios es, para Nietzsche, el fin de un gran peso que ha tenido
esclavizado al hombre, una liberación. Pues Dios ha sido el vampiro de la vida.
Escribe Nietzsche: ‘‘En otro tiempo el delito contra Dios era el máximo delito, pero
Dios ha muerto y con Él han muerto también esos delincuentes. ¡Ahora lo más
horrible es delinquir contra la tierra!’’. Es decir, sólo la muerte de Dios hace posible
y necesario (Esta es la tarea moral del presente, según Nietzsche) construir nuevos
valores que pongan en el lugar del Cielo a la Tierra, a la Naturaleza, a la Vida,
valores propios del superhombre.
Filosofía 3
El Superhombre
Habla de la angustia no desde un lugar de pasarlo mal, sino que analiza lo que
significa la existencia, el “estar aquí”. No estamos determinados desde lo racional,
ni desde lo biológico, sino que somos arrojados a este mundo con elementos y
circunstancias que no podemos controlar, que son imponderables.
Esto es lo que nos supone un peso en nuestra vida, que inevitablemente nos lleva
a la angustia. En esta vida necesitamos tomar decisiones, y estas decisiones nos
van a llevar a realizar ciertas actividades en detrimento de otras, pues no podemos
abarcar todo al mismo tiempo. Tomar ciertas decisiones nos obliga a renunciar a
otras actividades. Aquí nos encontramos con la angustia del devenir, con la angustia
del qué será de nosotros y de nuestro futuro, en un mundo en el que nos
encontramos vacíos y solos. Estas decisiones que debemos tomar son, por lo tanto,
importantes, lo que hace que nos dé miedo equivocarnos. De allí la famosa frase de
nuestro autor: «La angustia es el vértigo de la libertad».
Esta libertad, dice Kierkegaard, hay que aceptarla. Y también que la misma conlleva
un peso, en el sentido de la responsabilidad por esa misma libertad. Para disfrutar
de esta libertad hay que animarse a dar un salto, pero bien sabe Kierkegaard que
el vértigo que implica ese salto no es nada fácil. Debemos tomar decisiones y tener
Filosofía 4
fe en el camino que hemos elegido y afrontar esta angustia de la libertad, aceptarla,
llevándola con nosotros.
Kierkegaard está buscando que vivamos una vida auténtica, aunque seguramente
incluirá angustia. Pero bien vale la pena llevar esa carga, antes de llevar una vida
inauténtica alejada de nuestro verdadero ser.
Filosofía 5