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CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN C
Bogotá D.C., treinta y uno (31) de agosto de dos mil once (2011).
I. ANTECEDENTES
1. En escrito presentado el 5 de noviembre de 1993, los señores José Ortiz Gómez
y Cecilia Muñoz de Ortiz, actuando en su nombre y en representación de los
menores Juan Pablo Ortiz y Nini Johanna Ortiz Muñoz; Yasmin y Nelson Ortiz
Muñoz, mediante apoderado judicial, solicitaron que se declarara patrimonialmente
responsable a la Nación-Ministerio de Defensa, Policía Nacional-, por la muerte de
su hijo y hermano, Joselito Ortiz Muñoz, ocurrida el 2 de diciembre de 1992, cuando
prestaba sus servicios como Agente de Policía en la ciudad de Medellín y una
bomba destruyó el vehículo en el que se desplazaba.
IV. CONSIDERACIONES
“CONSIGNAS:
“No descuidar en ningún momento la seguridad personal.
“Especial cuidado al atender los casos. Observar las medidas
precautelativas especialmente en los vehículos 914.
“(…)
“Intensificar búsqueda de camión 350 o 300 que está cargado de
dinamita.
“Ojo en las rectas vehiculares, utilizar vías alternas.
“Seguimiento personal constante.
“Buscar ubicación en los retenes…” (Fol. 40 y 41 vto. cuad. 1).
“Es del caso dejar clara la distinción entre los soldados que prestan el
servicio militar obligatorio o conscriptos, -que a su vez pueden
diferenciarse entre soldados regulares, soldados bachilleres, auxiliares
de policía bachilleres o soldados campesinos- y, los voluntarios o
profesionales.
‘En los términos expuestos, no debe perderse de vista que, así como se han
entendido los condicionamientos y restricciones que imponen los derechos de
los demás y el orden jurídico -por lo cual tienen alcances y contenidos
1
Sentencia T-218/10 del 23 de marzo de 2010. C.P. Dr. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo
relativos-, también los deberes, las obligaciones y las cargas que
impone la vida en sociedad deben cumplirse en términos razonables y
proporcionales a los propósitos que les sirven de fundamento.
‘Bajo tal perspectiva, el servicio militar obliga, prima facie, a todos, a partir de
dos consideraciones. Una primera, se encuentra estrechamente vinculada
con los deberes constitucionales de los gobernados, dada la imperiosa y
constante necesidad que de él se tiene para la efectiva defensa de la
patria; y, en cuanto hace a la segunda, se justifica en el ámbito de los
derechos, por la elemental aplicación del principio de igualdad ante la
ley’.
?
En sentencia del 10 de agosto de 2005, exp: 16.205, la Sala al resolver la demanda
instaurada con el fin de obtener la indemnización de los perjuicios causados por las lesiones
sufridos por un soldado, quien en cumplimiento de la orden proferida por su superior
jerárquico, de realizar un registro de área en horas de la noche, al saltar un caño se cayó y
golpeó contra una piedra, consideró: “...la causación de los daños material, moral y a la vida
de relación tienen sustento, en este proceso, en el actuar de la Administración de
sometimiento del soldado conscripto a una carga mayor a la que estaba obligado a soportar,
cuando en el cumplimiento de la misión conferida a él por el Comandante del Escuadrón B de
Contraguerrillas de registro del área general del Municipio de Paz de Ariporo dentro del
servicio y con ocasión de él, se tropezó cayendo contra la maleza, lesionándose el ojo
derecho”.
4
En sentencia de 28 de abril de 2005, exp. 15.445, dijo la Sala: “En el tema de la
responsabilidad patrimonial del Estado la jurisprudencia ha aplicado varios títulos jurídicos de
imputación en relación a los conscriptos. Generalmente se acude al de daño especial cuando
el “daño” tiene su causa en el rompimiento de la igualdad frente a las cargas públicas. Sin
embargo cuando la causa de los daños se origina en otro tipo de hechos, según estos debe
aplicarse el de falla probada cuando la irregularidad administrativa produjo el daño y el de
riesgo cuando los conscriptos sufren daños con causa y por razón del servicio que provienen
o de la realización de actividades peligrosas o de la utilización de artefactos que en su
estructura son peligrosos...Ha partido de la regulación legal especial contemplada para la
Fuerza Pública y en especial para los conscriptos, y ha concluido que cuando las pruebas son
indicadoras de que los hechos ocurrieron por el riesgo a que fueron expuestos los
conscriptos no se requiere realizar valoración subjetiva de conducta del demandado; que sólo
es necesario demostrar: el ejercicio por parte del Estado de una actividad de riesgo en
desarrollo del servicio militar prestado -o por su destinación o por su estructura-; el daño
antijurídico; y el nexo de causalidad eficiente y determinante entre ese riesgo y el daño
causado al conscripto; y que el demandado sólo se exonera por causa extraña, es decir por
el hecho exclusivo del tercero o de la víctima y fuerza mayor”.
víctima, eventos cuya demostración corresponderá a la parte
demandada’5.
5
Sentencia del 2 de marzo de 2000. Expediente 11.401. C.P. Alier Hernández Henríquez.
6
En concordancia ver: Sección Tercera, Sentencia del 23 de junio de 2010, Expediente:
19.426, C.P. Enrique Gil Botero y Sentencia del 31 de mayo de 2007, Expediente: 16.383,
C.P. Enrique Gil Botero.
7
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, sentencia del 8 de junio de 2011,
expediente 20.168. C.P. Enrique Gil Botero
efectos de imputar daños al Estado por ese concepto, se debe demostrar la
ocurrencia de un riesgo mayor y anormal que excedieran la carga que
aquellos, voluntariamente, decidieron asumir, sin embargo, esto no se
acreditó en el presente caso.
“En el evento sub – lite, se encuentra demostrado que los señores Luis
Andulfo Ortega Pabón y Luis Fernel Mendoza Botello, ingresaron
voluntariamente a la Policía Nacional como Auxiliares de Policía, siendo
posteriormente ascendidos al grado de Agentes Profesionales de la
Policía Nacional, de manera que al producirse su ingreso a la institución
en las condiciones anotadas, de manera libre y consiente asumieron los
riesgos connaturales de la profesión policial. La jurisprudencia de esta
Corporación ha señalado en reiteradas oportunidades que la realización
de dichos riesgos pueden afectar los derechos a la vida y la integridad
personal de quienes los asumen, al desarrollar actos propios del servicio
consistentes, por vía de ejemplo en la ejecución de labores de
inteligencia, de inspección, de seguridad, de vigilancia8, control de áreas
o patrullaje.
8
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 10
de junio de 2009, expediente No. 17.658
“Precisamente la fuerza pública en general y la Policía Nacional en
particular está instituida primordialmente para mantener las condiciones
necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas a
términos del artículo 218 de la Constitución Política y ello implica que en
cumplimiento de la función constitucional encomendada puedan
concretarse los riesgos contingentes, bien sea por el accionar de grupos
subversivos, delincuencia común, bandas emergentes etc., y en estos
eventos sólo tendrán derecho a exigir, como se dijo anteriormente, los
reconocimientos que previamente el ordenamiento ha dispuesto para
este tipo de servidores públicos que se someten a riesgos mayores y de
frecuente ocurrencia y según la prueba que obra en el proceso esos
reconocimientos fueron satisfechos por la entidad demandada (forfait
indemnizatorio y forfait pensional).
En este orden de ideas, es lógico concluir que se presenta una clara ausencia o
imposibilidad de imputación10, toda vez que el daño no es atribuible a conducta
alguna de la administración pública, por tal razón, se confirmará la sentencia
apelada.
FALLA:
9
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 14 de abril de 2010, expediente 17645.
C.P. Myriam Guerrero de Escobar.
10
En la lógica tradicional, correspondería a la mal llamada ruptura del nexo causal, por la
configuración de una causa extraña, que en sentir de la más calificada doctrina es un
absurdo, pues la causalidad o existe o no existe, pero no se rompe. Al respecto Oriol Mir
Puigpelat señala “… un nexo causal existe o no existe, pero no se puede
interrumpir. La expresión “interrupción del nexo causal”, tan entendida en la
ciencia y la jurisprudencia administrativa de nuestro país, es, pues, incorrecta, y
está haciendo referencia, en realidad, a la interrupción (a la exclusión, mejor) de
la imputación…” (La responsabilidad Patrimonial de la Administración Sanitaria,
organización, imputación y causalidad. Primera edición, Ed. Civitas Madrid, 2000, Pág. 239.)
Primero: Confirmase la sentencia de 15 de mayo de 2001, proferida por la
Sala Tercera de Decisión, Sala de Descongestión del Tribunal Administrativo
de Antioquia, Caldas y Chocó.