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PsicoUrbania

Fecha: 16 de mayo de 2021 N° del boletín: 01

Apellidos: La Ira, una emoción que nos destruye


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Escaró Oviedo
1.Introducción:
Nombres: 1.1 Marco (Preguntas)
Ruth Evelyn 1.2 Enunciación explícita del tema
1.3 Anticipo de contenidos (subtemas)
Dirección:
Los Halcones 615 - Surquillo 2.Desarrollo:
2.1 Significado de la ira y sus causas
Teléfono: 2.1.1 La ira, como emoción natural
993848914 2.1.2 Alteraciones fisiológicas
2.1.3 Represión como causa principal
E-mail:
41020848@continental.edu.pe 2.2 Manejo de la ira
2.2.1 Liberación
Website: 2.2.2 La capacidad de expresar
2.2.3 Cambio de nuestro entorno
LA IRA, UNA EMOCIÓN QUE NOS DESTRUYE

¿En algún momento de su vida se ha


reprochado por alguna reacción ante una
situación que no supo controlar? ¿Alguna
vez reaccionó impulsivamente hiriendo a
otra persona, sólo con el ánimo de
satisfacer su ego y luego se sintió
arrepentido por ello? Ese sentimiento
negativo que muchas veces nos conduce a
la violencia, es la ira y esta, forma parte de las emociones básicas del ser humano, pero
¿qué son las emociones? son respuestas inconscientes fisiológicas o conductuales
producidas por un estímulo. Todos los seres humanos vemos el mundo de forma distinta,
por tal motivo somos únicos e irrepetibles; dependiendo del entorno, de las experiencias o
porque sencillamente es innato en nosotros, nuestras reacciones dependerán de cómo
percibimos el mundo. Existen emociones constructivas como la alegría, confianza, interés,
entre otras; pero también, existen aquellas que nos destruyen por dentro, aquellas que nos
consumen y envenenan el alma, como la ira.
A continuación, se muestra con mayor detalle qué es la ira, sus causas y el correcto manejo
de esta emoción para una vida sana.
La ira es una emoción natural, tan
importante como las demás, pero
también necesita mayor control y si en el
camino llegamos a perderlo, puede
ocasionar daños irreparables. Las causas
principales de esta emoción son, el
estrés, baja autoestima, falta de
comunicación, pensamientos negativos, celos, el entorno que nos rodea, represión de
nuestros sentimientos, entre otros. En primer lugar, es importante resaltar que gestionar
la ira de una manera adecuada, nos libera de un peso innecesario, por tanto empezamos a
sentir mayor confianza y mayor energía para seguir adelante. En segundo lugar, dicha
emoción puede tener niveles de intensidad y ello sólo dependerá de como se maneje una
situación adversa, generalmente ante un problema o situación de alerta que nos moleste en
demasía, nuestro organismo experimenta un cambio fisiológico en el que el aumento de
adrenalina estimula las palpitaciones cardíacas, los bronquios se relajan y la respiración se
vuelve más intensa y frecuente. Al identificar este cambio físico, es importante que
aprendamos a reconocer que esta emoción nos está invadiendo y que tenemos segundos
contados para saber que dependerá sólo de nuestra reacción, que la situación que se está
enfrentando tenga consecuencias adversas o se vuelva una experiencia de aprendizaje.
Finalmente, hoy en día las crisis que vivimos, económica, política, laboral y de salud, no
nos dejan sentirnos plenos y vamos cada vez más, acumulando una carga de emociones
negativas, sin permitirnos nosotros mismos desfogarlas sanamente; de ahí que la principal
causa de la ira sea reprimir nuestro sentir diario.
Thubten (2011) afirma: “Cuando nos
demos cuenta de que nuestra mente
está preocupada por lo negativo y
transmitiendo afirmaciones poco
amables, simplemente podemos
parar” (p.26). Por un lado, pensar en
transformar nuestras reacciones,
puede sonar absurdo, si es que
creemos que nada ni nadie nos puede cambiar, pero si analizamos nuestras actitudes
diarias, encontraremos siempre, que pudimos resolver los problemas de una manera más
efectiva. Ante esta situación es importante que tomemos conciencia del daño que nos
hacemos principalmente a nosotros mismos y por qué no, también a los demás. Por otro
lado, para controlar la ira ante una situación adversa, es necesario darse una pausa y
respirar profundamente por lo menos unos cinco segundos, retener el aire y luego
expulsarlo lentamente, este ejercicio nos ayudará a oxigenar nuestro cerebro y por tanto
tendremos la capacidad de relajarnos y tener una perspectiva distinta de la situación. La
salud mental se vuelve imprescindible para poder desenvolvernos adecuadamente en
nuestra vida diaria, y sólo depende de nosotros dar el primer paso para mejorar nuestros
hábitos de conducta. Cuando la molestia se convierte en enojo, el enojo en odio, la amistad
en envidia es posible que las emociones se reviertan en contra de quien las presenta
(Goleman, 1995). Así pues, el daño principalmente nos lo hacemos nosotros mismos, las
emociones negativas nos consumen, nos alteran el organismo y perturban nuestra mente.
Es importante expresar nuestro sentir, pero siempre de una manera asertiva; si empezamos
a gritar, inmediatamente la persona que esté involucrada en el problema, también hará lo
mismo, pero si hablamos mirando a los ojos y de manera calmada, la situación podrá tener
un rumbo distinto. “Si consigo transmitir una actitud estimulante y favorecedora de diálogo
y el intercambio de pareceres, además de comunicarme, posiblemente lo estaré haciendo
de la forma adecuada con los demás” (Van der Hofstadt, 2005, p.10). Para terminar, los
seres humanos somos capaces de transmitir nuestros pensamientos de una manera
adecuada y racional, si estamos relajados y con buena actitud, es probable que todo nuestro
rededor se llene de ese positivismo y los problemas dejen de destruir nuestra mente.
En síntesis, la ira es una emoción tan importante como las demás, pero es necesario un
control inmediato, si es que empezamos a sentir que nuestras reacciones impulsivas se nos
van de las manos. Comenzar con la identificación de esta emoción tanto física como
psicológicamente y lo que está causándola, es un gran paso. Posteriormente, llenarnos de
pensamientos positivos, darnos un tiempo para nosotros mismos, un momento para respirar
y agradecer en silencio por lo que tenemos, nos ayudará a ver la vida con otra perspectiva.
Si el intento de cambio resulta fallido, es necesario pedir apoyo; un especialista en este
tipo de problemas puede ayudarnos al correcto manejo de esta emoción que puede resultar
destructiva si se vuelve parte de nuestros días. ¿Y usted, sabe controlar su ira? ¿ante una
situación adversa, será capaz de tomarse un par de segundos y cambiar el rumbo de la
situación?

Referencias bibliográficas: (En norma APA)

Goleman, D. (1995). Cuando se atraviesa la línea.


Madrid: Editorial Edaf.

Thubten Chodron (2011). Trabajando con la ira y el enojo.


Ciudad de Mexico: Editorial Albricias.

Van der Hofstadt (2005). El libro de las habilidades de comunicación.


Madrid: Editorial Díaz de Santos.
Evidencias:

Mapas mentales:

Organizador de la fuente 1: Libro: Inteligencia emocional (Autor: Daniel Goleman)

Organizador de la fuente 2: Libro: El libro de las habilidades de comunicación (Autor: Carlos


J. Van der Hofstadt)
Organizador de la fuente 3: Libro: Trabajando con la ira y el enojo (Autor: Thubten Chodron )

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