LOGO Escaró Oviedo 1.Introducción: Nombres: 1.1 Marco (Preguntas) Ruth Evelyn 1.2 Enunciación explícita del tema 1.3 Anticipo de contenidos (subtemas) Dirección: Los Halcones 615 - Surquillo 2.Desarrollo: 2.1 Significado de la ira y sus causas Teléfono: 2.1.1 La ira, como emoción natural 993848914 2.1.2 Alteraciones fisiológicas 2.1.3 Represión como causa principal E-mail: 41020848@continental.edu.pe 2.2 Manejo de la ira 2.2.1 Liberación Website: 2.2.2 La capacidad de expresar 2.2.3 Cambio de nuestro entorno LA IRA, UNA EMOCIÓN QUE NOS DESTRUYE
¿En algún momento de su vida se ha
reprochado por alguna reacción ante una situación que no supo controlar? ¿Alguna vez reaccionó impulsivamente hiriendo a otra persona, sólo con el ánimo de satisfacer su ego y luego se sintió arrepentido por ello? Ese sentimiento negativo que muchas veces nos conduce a la violencia, es la ira y esta, forma parte de las emociones básicas del ser humano, pero ¿qué son las emociones? son respuestas inconscientes fisiológicas o conductuales producidas por un estímulo. Todos los seres humanos vemos el mundo de forma distinta, por tal motivo somos únicos e irrepetibles; dependiendo del entorno, de las experiencias o porque sencillamente es innato en nosotros, nuestras reacciones dependerán de cómo percibimos el mundo. Existen emociones constructivas como la alegría, confianza, interés, entre otras; pero también, existen aquellas que nos destruyen por dentro, aquellas que nos consumen y envenenan el alma, como la ira. A continuación, se muestra con mayor detalle qué es la ira, sus causas y el correcto manejo de esta emoción para una vida sana. La ira es una emoción natural, tan importante como las demás, pero también necesita mayor control y si en el camino llegamos a perderlo, puede ocasionar daños irreparables. Las causas principales de esta emoción son, el estrés, baja autoestima, falta de comunicación, pensamientos negativos, celos, el entorno que nos rodea, represión de nuestros sentimientos, entre otros. En primer lugar, es importante resaltar que gestionar la ira de una manera adecuada, nos libera de un peso innecesario, por tanto empezamos a sentir mayor confianza y mayor energía para seguir adelante. En segundo lugar, dicha emoción puede tener niveles de intensidad y ello sólo dependerá de como se maneje una situación adversa, generalmente ante un problema o situación de alerta que nos moleste en demasía, nuestro organismo experimenta un cambio fisiológico en el que el aumento de adrenalina estimula las palpitaciones cardíacas, los bronquios se relajan y la respiración se vuelve más intensa y frecuente. Al identificar este cambio físico, es importante que aprendamos a reconocer que esta emoción nos está invadiendo y que tenemos segundos contados para saber que dependerá sólo de nuestra reacción, que la situación que se está enfrentando tenga consecuencias adversas o se vuelva una experiencia de aprendizaje. Finalmente, hoy en día las crisis que vivimos, económica, política, laboral y de salud, no nos dejan sentirnos plenos y vamos cada vez más, acumulando una carga de emociones negativas, sin permitirnos nosotros mismos desfogarlas sanamente; de ahí que la principal causa de la ira sea reprimir nuestro sentir diario. Thubten (2011) afirma: “Cuando nos demos cuenta de que nuestra mente está preocupada por lo negativo y transmitiendo afirmaciones poco amables, simplemente podemos parar” (p.26). Por un lado, pensar en transformar nuestras reacciones, puede sonar absurdo, si es que creemos que nada ni nadie nos puede cambiar, pero si analizamos nuestras actitudes diarias, encontraremos siempre, que pudimos resolver los problemas de una manera más efectiva. Ante esta situación es importante que tomemos conciencia del daño que nos hacemos principalmente a nosotros mismos y por qué no, también a los demás. Por otro lado, para controlar la ira ante una situación adversa, es necesario darse una pausa y respirar profundamente por lo menos unos cinco segundos, retener el aire y luego expulsarlo lentamente, este ejercicio nos ayudará a oxigenar nuestro cerebro y por tanto tendremos la capacidad de relajarnos y tener una perspectiva distinta de la situación. La salud mental se vuelve imprescindible para poder desenvolvernos adecuadamente en nuestra vida diaria, y sólo depende de nosotros dar el primer paso para mejorar nuestros hábitos de conducta. Cuando la molestia se convierte en enojo, el enojo en odio, la amistad en envidia es posible que las emociones se reviertan en contra de quien las presenta (Goleman, 1995). Así pues, el daño principalmente nos lo hacemos nosotros mismos, las emociones negativas nos consumen, nos alteran el organismo y perturban nuestra mente. Es importante expresar nuestro sentir, pero siempre de una manera asertiva; si empezamos a gritar, inmediatamente la persona que esté involucrada en el problema, también hará lo mismo, pero si hablamos mirando a los ojos y de manera calmada, la situación podrá tener un rumbo distinto. “Si consigo transmitir una actitud estimulante y favorecedora de diálogo y el intercambio de pareceres, además de comunicarme, posiblemente lo estaré haciendo de la forma adecuada con los demás” (Van der Hofstadt, 2005, p.10). Para terminar, los seres humanos somos capaces de transmitir nuestros pensamientos de una manera adecuada y racional, si estamos relajados y con buena actitud, es probable que todo nuestro rededor se llene de ese positivismo y los problemas dejen de destruir nuestra mente. En síntesis, la ira es una emoción tan importante como las demás, pero es necesario un control inmediato, si es que empezamos a sentir que nuestras reacciones impulsivas se nos van de las manos. Comenzar con la identificación de esta emoción tanto física como psicológicamente y lo que está causándola, es un gran paso. Posteriormente, llenarnos de pensamientos positivos, darnos un tiempo para nosotros mismos, un momento para respirar y agradecer en silencio por lo que tenemos, nos ayudará a ver la vida con otra perspectiva. Si el intento de cambio resulta fallido, es necesario pedir apoyo; un especialista en este tipo de problemas puede ayudarnos al correcto manejo de esta emoción que puede resultar destructiva si se vuelve parte de nuestros días. ¿Y usted, sabe controlar su ira? ¿ante una situación adversa, será capaz de tomarse un par de segundos y cambiar el rumbo de la situación?
Referencias bibliográficas: (En norma APA)
Goleman, D. (1995). Cuando se atraviesa la línea.
Madrid: Editorial Edaf.
Thubten Chodron (2011). Trabajando con la ira y el enojo.
Ciudad de Mexico: Editorial Albricias.
Van der Hofstadt (2005). El libro de las habilidades de comunicación.
Madrid: Editorial Díaz de Santos. Evidencias:
Mapas mentales:
Organizador de la fuente 1: Libro: Inteligencia emocional (Autor: Daniel Goleman)
Organizador de la fuente 2: Libro: El libro de las habilidades de comunicación (Autor: Carlos
J. Van der Hofstadt) Organizador de la fuente 3: Libro: Trabajando con la ira y el enojo (Autor: Thubten Chodron )