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Alegoría de las Tres Edades de la Vida

La Alegoría de las tres edades de la vida es un cuadro de Tiziano pintado al óleo sobre
lienzo y datado entre los años 1512 y 1514. Sus dimensiones son 90 x 150,7 cm y se
conserva en la Galería Nacional de Escocia en Edimburgo.
Historia
La obra se identifica tradicionalmente con una pintura que, según los registros de Giorgio
Vasari, Tiziano pintó tras su regreso de Ferrara en 1515. Sin embargo, estudiosos la datan
un poco antes debido a los tres puttis de la derecha, inspirados claramente en el Tondo de
los inocentes de Romanino datado en 1513.
El primer dueño de la obra maestra fue Matthaus Hopfer, conocido por tener su casa
repleta con frescos sobre "fábulas poéticas". Tras su muerte en 1611 el cuadro pasó a la
familia Ebert antes de ser sacado al mercado de Augsburgo. En 1662 la reina Cristina de
Suecia, a su paso por la ciudad durante su viaje de Holanda a Roma, lo incorporó a la
colección del Palacio Corsini en 1662.
No hay registro verificado del siguiente intercambio de la obra entre Giovanni Bernardi y
Otto Truchsess von Waldburg pero es un hecho constatado que la pintura estuvo en algún
momento en posesión de ambos. Posteriormente, en 1722, el príncipe Odescalchi lo cedió
al Duque de Orleans permaneciendo en la Colección Orleans hasta 1798 que fue adquirido
por el duque de Bridgewater cuyos descendientes lo depositarían, junto al resto de su
colección, en la Galería nacional de Escocia para su almacenamiento y exposición.
Descripción y Características
Pintura es por completo renacentista pes sus paisajes y figuras desnudas están
posiblemente influenciadas por Giorgione (Tiziano completó algunos trabajos inacabados
de Giorgione cuando éste, a la edad de 33 años, murió de peste en 1510). La obra
representa la concepción del artista del ciclo de la vida. Infancia y madurez como
sinónimos de amor terrenal y la muerte que se acerca con la vejez son representados con
gran realismo.
La guía de la Galería Nacional de Escocia describe la pintura como una meditación poética
de lo fugaz del amor y la vida expuesto sobre un bucólico paisaje. A la derecha, Cupido
gatea juguetón sobre dos niños dormidos. A la izquierda vemos dos jóvenes amantes a
punto de abrazarse. En la media distancia, un anciano a quien muchos comparan con San
Jerónimo, contempla un par de calaveras que representan a antiguos amantes. La iglesia
al fondo pudiera ser un recordatorio al espectador de la promesa cristiana de la salvación
y la vida eterna.
El tema de las edades del hombre fue tratado en múltiples ocasiones por Tiziano y junto a
la Alegoría de la Prudencia, Alegoría de las tres edades de la vida es uno de sus más
famosos trabajos sobre esta materia.
Descripción y Significado
En el cuadro están representadas tres cabezas humanas mirando cada una en una
dirección diferente y debajo de ellas tres cabezas de animales (de izquierda a derecha) un
lobo, un león y un perro. La pintura es normalmente interpretada como la representación
de "las tres edades del hombre": juventud, madurez y vejez.
Así mismo, la dirección en la que miran cada uno de los personajes, reflejaría su relación
con el Tiempo; pasado, presente y futuro. La luz que baña el cuadro refuerza también este
paso del tiempo, con una luz clara que ilumina el rostro del joven que empieza a
desvanecerse en la persona madura hasta acabar casi en penumbra el rostro de la persona
anciana.
Bajo las cabezas humanas, los animales siguen insistiendo en la visión del tiempo pues en
diversidad de culturas la representación de estos animales se asocia a esas etapas
concretas de la vida.12
Es posible también que la simbología de los animales se refiera a las diferentes actitudes
del hombre en su vida. Así el perro simboliza el aprendizaje de la juventud, el león la
fuerza y poder de la madurez y el lobo la soledad de la vejez.
Finalmente, sobre el triple retrato, Tiziano explica el sentido de la alegoría en una
inscripción.
EX PRAETERITO/PRAESENS PRUDENTER AGIT/NE FUTURA ACTIONẼ DETURPET
Desde la experiencia del pasado/prudencia en los actos del presente/para no echar
a perder los actos del futuro.
Por otra parte, los rostros representados se creen pertenecen a Marco Vecellio, un joven
primo de Tiziano que representa a la juventud. El hijo de Tiziano, Orazio, en la edad
madura y el propio Tiziano en la representación de la vejez.3 Tanto su hijo Orazio como el
joven primo trabajaban y vivían en el estudio de Tiziano y se baraja la posibilidad de que el
cuadro esté asociado directamente con las negociaciones del traspaso de las propiedades
de Tiziano, quien sentía próxima su hora, a las futuras generaciones. Por lo que el cuadro
serviría como consejo visual para las siguientes generaciones de actuar con prudencia en
la administración de su legado.
Otros Significados
Sin embargo, más recientemente, la pintura ha sido explicada de formas diferentes. En vez
de una alegoría a la prudencia, se trataría de una alegoría sobre el pecado y la penitencia.
Esta versión implicaría el reconocimiento por parte de Tiziano de que sus imprudencias de
juventud y madurez lo condenaron a una vejez de remordimientos.
En el otro extremo, el cuadro ha sido explicado como una declaración a favor de la
prudencia la cual se consigue con la experiencia y el paso del tiempo, siendo un aspecto
esencial para el buen juicio y discernimiento artístico. En esta interpretación, el cuadro
refutaría la opinión de que la vejez es enemigo de los logros artísticos.
A un nivel más general, el cuadro mostrando a Tiziano con sus ayudantes, Orazio y Marco,
se podría entender como una defensa a la prudencia en la continuidad de la tradición del
trabajo de la Escuela veneciana.
Las Tres Caras del Tiempo de Tiziano
Tiziano Vecellio di Gregorio: Alegoría del Tiempo gobernado por la Prudencia (c. 1550-70), óleo sobre lienzo,
National Gallery de Londres

El Tiempo ¿tiene tres caras? La intuición nos dice que sí: pasado, presente y futuro.
Arraigados en el lenguaje, en los recuerdos y en las esperanzas que albergamos en lo que
está por llegar.
El tiempo es un concepto complejo que aún para la ciencia moderna sigue necesitando
aclaraciones. Pero, aunque no sepamos cómo definirlo, sabemos cómo nos afecta su
transcurrir. Sentimos lo que la experiencia de vivir el paso del tiempo supone para las
vidas humanas.
Y esto es justamente lo que el gran pintor renacentista Tiziano representa en su cuadro
llamado Alegoría del Tiempo gobernado por la Prudencia, actualmente conservado en la
Galería Nacional de Londres.
La Alegoría del Tiempo de Tiziano
Se trata de una obra de madurez, en la que el pintor veneciano trabajó con esmero
durante mucho tiempo, para mantenerla en su taller.
Se piensa que, en el momento de empezar a pintarla, Tiziano rondaría los 70 años. Una
edad respetable para los estándares de todas las épocas. Y, si tenemos en cuenta que en
el siglo XVI la esperanza de vida media no llegaba a los 45 años, todavía más…
A su venerable edad, el prolífico artista seguía trabajando y - probablemente - pensaba en
su legado. De allí la interpretación que tradicionalmente se les ha otorgado a los tres
rostros humanos que hallamos en el cuadro:
A la izquierda, el autorretrato del propio Tiziano, plasmado como un anciano de barba
blanca.
En el centro, su hijo Orazio Vecellio (nacido en 1528) que también era pintor, siguiendo los
pasos de su padre.
A la derecha, su nieto y pupilo Marco Vecellio, nacido en 1545.
La vejez, la madurez y la juventud. Tres conceptos encarnados en tres semblantes
distintos que parecen girar sobre un mismo eje. El pasado que da paso al presente que, a
su vez, abre la puerta al futuro. El transcurrir del tiempo dispuesto de izquierda a derecha,
igual que el sentido de la escritura de raigambre latina.
La frase que corona las tres cabezas (“Ex praeterito/Praesens prudenter agit/Ne futuro
actione deturpet”) apoya esta teoría. La traducción sería: “Desde la experiencia del
pasado/prudencia en los actos del presente/para no echar a perder los actos del futuro”.
Es decir, aprendamos del pasado para saber qué hacer en el presente y construir un buen
futuro. Una frase llena de sentido común. Pero en la manera en la que Tiziano elige
representarla no hay absolutamente nada de “común”.
Una Obra Inusual Para su Tiempo
Lo habitual en la pintura renacentista era imaginar el tiempo mediante la figura mitológica
del dios Cronos/Saturno (el que devora a sus hijos) o bien mediante escenas que pudieran
aludir a este concepto.
Nos sirve de ejemplo la Alegoría de las tres edades de la vida (1512-14), una obra que el
mismo Tiziano había realizado unos 50 años antes de empezar a pintar el cuadro que
estamos analizando. Si comparamos las dos iconografías, notamos una diferencia enorme.
La primera no tiene nada que ver con la segunda. Nos muestran la evolución de toda una
vida dedicada al arte.
Tiziano Vecellio di Gregorio: Alegoría de las tres edades de la vida (1512-14) óleo sobre lienzo, Galería
Nacional de Escocia, Edimburgo

Entonces. ¿en qué se basa Tiziano para idear esta representación? La verdad es que sus
referencias para la cabeza de tres caras no quedan nada claras.
El Dios de las Tres Caras
Puede ser que se inspirara en los iconos de la Trinidad tricéfala, que espantaron a los fieles
durante la Baja Edad Media y que - por su parecido con las representaciones del diablo -
fueron desapareciendo tras El Concilio de Trento (1545-63).
Puede ser que reinterpretara una escultura ubicada en la fachada del Palazzo Vendramin
de Santa Fosca (Venecia) que muestra tres cabezas, con dos rostros jóvenes.

Y también puede ser que se tratara de una ocurrencia completamente original.


Anónimo: Trinidad trifacial (siglo XVI), pintura mural, Iglesia de San Quiriace de Provins (Francia)

Pero lo realmente interesante en este punto es observar la extraordinaria similitud entre


el cuadro de Tiziano y una escultura nacida en un contexto enteramente distinto: el
colosal Shiva Trimurti de las Cuevas de Elephanta, fechado en el siglo VI de Nuestra Era.
Los tres rostros de un dios del tiempo que crea, preservan y destruye.
Anónimo: Shiva Trimurti (c. 550 d.C.) escultura en piedra, Complejo de Cuevas de la Isla de Elephanta,
Bombay, India

Lo más probable es que Tiziano no tuviera constancia alguna acerca de la existencia de


esta magnífica obra de arte hindú. Por eso impresiona ver como dos mentes separadas
por épocas y culturas completamente diferentes, pueden llegar a brillar de manera
análoga, encontrándose en la misma idea.
El Tiempo, la Prudencia y los Tres Animales
Pero lo insólito de esta pintura de Tiziano no acaba aquí. Como habrás notado, a cada
rostro humano le corresponde una cabeza animal. Un añadido no previsto, con el que el
pintor veneciano ha sentido la necesidad de completar su cuadro. Tres animales para
simbolizar las actitudes del hombre correspondientes a cada etapa de la vida:
A la izquierda, un lobo asociado a la vejez, ya que devora la memoria de las cosas como el
pasado.
En el centro, un león símbolo de la fuerza de la madurez. Un animal imponente como el
presente.
A la derecha, un perro para significar la juventud. Un compañero fiel, con gran capacidad
de aprendizaje. La esperanza en el futuro.
Para esta iconografía, las fuentes son algo más claras. Tiziano parece haberse basado en el
notorio emblema del dios egipcio Serapis incluido en el libro El Sueño de Polífilo de
Francesco Colonna (publicado en 1499). Aquí Serapis se representa con las cabezas de los
tres animales antes mencionados. Un motivo que Piero Valeriano interpretó como
alegoría de la Prudencia.

Piero Valeriano: Emblema del sol (1551) detalle extraído de Hyeroglyphica, Basilea, libro XXXII
Una alusión al ritmo de la vida humana que Tiziano supo integrar a la perfección en una
singular obra que - casi cinco siglos después - nos sigue resultando inquietante, a pesar del
paso del Tiempo.
Sacado de: https://www.cafeconvertes.com/las-tres-caras-del-tiempo-de-tiziano/

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