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TEMA: Enciclopedia Historia del Arte Tomo 6- Pintura Del Siglo XVI

en Italia (Manierismo).
Fuente: J. Pijoan. (1979). Enciclopedia Historia del Arte , Tomo 6, “Pintura del siglo
XVI en Italia (Manierismo). (pp.181-222). México: Salvat Editores.

Fecha de elaboración de la ficha: 1 7/05/2022

Elaboro: Fabiola Trujillo Jiménez

Resumen:
El renacimiento italiano entro en el periodo de su madurez a partir de los primeros años del
siglo XVI. Se inaugura una nueva etapa no solo en Italia, sino en toda Europa; donde sus
características se disgregarán definitivamente hasta entrando al siglo XIX.

Al estudiar el renacimiento italiano cuatrocentista, principalmente florentino, resuena el


nombre de Roma como una obsesión lejana para todos los espíritus.

En la segunda mitad del siglo XV, las cosas cambiaron con rapidez; los artistas florentinos no
acudían ya a Roma como viajeros estudiosos, sino llamados por los pontífices para atender a las
obras de decoración y embellecimiento que emprendan en la vieja capital.

Se interesaban mucho por el arte de Rafael por los elementos mas personales de su genio:
su seguro instinto de forma, su alegre cromatismo y la iluminación llena de dramatismo de sus obras.
Se le elogio hasta seguirlo a su muerte, haciendo necesario que hoy se tenga que buscar tales
virtudes y profunda complejidad bajo su increíble facilidad de niño prodigio, dotado para la pintura.

Dando ejemplo comenzando con su carrera en tres obras que se conservan de su juventud:
el Sueño del Caballero, en la Galería Nacional de Londres; el San Forge, del Museo del Louvre, y las
Tres Gracias, del Museo de Chantilly.

Comienzos del siglo XVI cuando Rafael entro en el taller del Perugino, este aprendió
ciertamente muchas cosas que no olvidaría en toda su vida, como lo expreso en su cuadro de los
Desposorios de la Virgen, en la Pinacoteca Brera de Milán.

A principios de 1505 paso el joven Rafael a Florencia y allí instalo un taller por su cuenta;
Florencia había sido hasta entonces la capital del arte, también el Perugino tuvo que visitarla antes
de hacerse famoso. En ella acabo Rafael de formar su estilo, o mejor dicho un estilo suyo.

Por recomendaciones de Bramante, en 1508 paso Rafael desde Florencia a Roma, donde
residió hasta su muerte.

La Escuela de Atenas es un numeroso grupo de filósofos antiguos que, con noble seriedad,
se reúnen debajo de una monumental construcción. Es un mural gigantesco pictórico que celebra
la investigación racional de la verdad.

Signoreli (1445 – 1523) era de Cortona, en la frontera toscana y es por eso que sus principios
como artista corresponden a Florencia. De ahí marcho a Monte Oliveto, anticipándose al Sodoma.
En las paredes de la capilla de San Brizo, entre 1499 – 1502, desplego Signoreli todo su genio para
expresar el drama individual de los personajes, un genio de furor y estremecimiento, carne que bulle
y se agita, escorzos singularmente energéticos, personajes que se entremezclan y retuercen con
extraño frenesí.

Los temas apocalípticos eran muy propios para alimentar su inspiración singular: las señales
del fin del mundo, la predicción del Anticristo, la fulminación final, la resurrección de la carne y la
tortura de los condenados. Por lo generar el aura de este pintor era una atmosfera gris luminosa
donde los cuerpos se destacan como recortados, pero dibujados magistralmente.

Se comprendía que era un pintor con espíritu tan singular inspiraba interés a Miguel Ángel,
quien le recordaría seguramente en la Capilla Sixtina, cuando pinto asuntos hasta cierto punto
análogos.

Miguel Ángel de los hombres hacia gigantes, parecía deleitarse en los cuerpos redondeados
de los ángeles y de los cupidos, y en sorprender la psicología de los pequeños seres, la característica
especial de la vida de cada uno. Acentuó siempre la vibración de los contornos de las formas
humanas, así como buscó efectos de vibración cromática en su colorido.

A Correggio le encantaban las carnes flexibles y rosadas de los niños y de las mujeres, en las
que las curvas redondeadas borran la presión de los musculosa, tendones y huesos. Este delicado
pintor de Parma dulcificaba las curvas del cuerpo, para convertir santos y vírgenes en niños
agrandados.

Desde el punto de vita formal, el manierismo se caracteriza por el rebuscamiento en la


composición, en el diseño de la figura humana (que se adelgaza y adopta formas serpenteantes) y
en los efectos poéticos de luz y color.

Miguel Ángel fue el verdadero padre del movimiento manierista, quien ejerció un influjo tan
avasallador sobre artistas de su siglo, donde muy pocos pudieron liberarse de su magnetismo
personal.

El manierismo no fue un estilo ingenuo; por el contrario, fue dirigido por una visión superior
consistente y dispuso de una literatura teórica desarrollada. Se encontró ante una coyuntura
histórica excepcionalmente critica. Le correspondió la ardua tarea de armonizar el pensamiento
sistemático del cristianismo medieval con el culto a la belleza del renacimiento y con el pensamiento
científico racional de nueva edad que comenzaba.

Bronzino (1503 - 1572) nacido en Florencia, sus primeras obras fueron decoraciones murales
en iglesias de su ciudad natal, en las que aprendió la técnica precisa y elegante del dibujo toscano.

El ideal de Bronzino de llevar a la perfección el aislamiento abstracto de la forma, fue llevado


a cabo en algunas de sus composiciones alegóricas como Venus y Cupido entre el Tiempo y la Locura,
cuyo erotismo frio es debido no solo a la “figura serpentinata”, sino al gran efectismo conseguido
mediante la dureza de piedra preciosa que asume el color.

El manierismo seguirá apareciendo como una poética irracional y del absurdo, oscilando
siempre entre el factor pagano - erótico y el místico - religioso, siempre en busca de una belleza
capciosa y contradictoria.

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