¿SON NECESARIOS LOS LÍMITES? En nuestra sociedad está bastante extendido el modelo educativo de libre ESCUELA DE PADRES- PSICOLOGÍA desarrollo, por el que los padres permiten a los hijos todo tipo de conductas y Muchos padres anhelan convertirse en amigos de sus hijos, buscando una piensan que deben educarse en una relación de confianza y apoyo, y, por eso, en algunas ocasiones evitan especie de neutralismo en el que nadie debe influir. Con este falso modelo decirles que no pueden hacer algo o buscan darles mucha libertad para educativo los niños se desconciertan que decidan cómo les gusta vivir. mucho más que con uno basado en la Los padres permisivos son fáciles de identificar, tienden a ser amables y autoridad. Mientras este último, a su muy amorosos con sus hijos, se les ve un poco desordenados y con falta de juicio, conduce a que en la adolescencia estructura, no ponen muchos límites y, definitivamente, no interfieren en el niño rompa con el modelo de los padres los deseos de los niños. y construya el suyo propio Con el tiempo, la falta de límites puede tener consecuencias no deseadas. –cogiendo lo que le parece bueno y Las reglas y el respeto están íntimamente conectados; uno no puede desechando lo malo– "el modelo de libre existir sin el otro. Los padres que no ponen restricciones, tampoco desarrollo ha producido una generación enseñan a sus hijos a respetarse a sí mismos y a los demás, lo que puede de niños maleducados por su familia". afectar negativamente la forma en que interactúan con sus superiores (Esteve, 2005, p. 1). Para este autor, este como maestros, o con sus compañeros y familiares”. hecho constituye una de las fuentes de distorsión más importantes de nuestro Los hijos de padres permisivos presentan problemas de integración al sistema educativo "en el que los interactuar con otros niños, y conflicto para seguir indicaciones a reglas problemas de los hijos no son más que el establecidas. Están convencidos que imponer su voluntad infringiendo las reflejo de los de los padres". Establecer reglas, exigiendo con berrinches, acompañados de gritos y/o llanto límites a los hijos es una manera de excesivo, es la mejor manera de expresarse, por lo tanto, son impulsivos al demostrarles nuestro amor y carecer de autocontrol. preocupación. Con ello les distinguimos e La frustración y el rechazo que experimentan les genera inseguridad y a indicamos que les estamos cuidando. Los la larga posibles conductas disruptivas, una conducta en la que existe una límites son como las barandillas de un violación del derecho de los demás o de las normas y reglas sociales puente que nos proporcionan un apropiadas a la edad. sentimiento de seguridad y control. Poca conciencia: sin un conjunto de límites precisos y claros, los niños no pueden tener un sentido real de lo que está bien o está mal. «Como resultado probarán las aguas para ver cómo reaccionan sus progenitores. Este comportamiento busca principalmente atención. Tiempo de pantalla: Es posible que los hijos de padres permisivos tengan acceso ilimitado al ordenador, la tablet, el móvil o el televisor. Ajusta esta actividad a la rutina de tu hogar. Si tus hijos van a estar en contacto con la tecnología, destina un tiempo específico para su disfrute y que preferiblemente sea consumiendo un tipo de contenido que les enseñe algo positivo. Alimentos y golosinas: La cocina abierta y a libre demanda es muy común para los hijos de padres permisivos. Todos los dulces y alimentos están a su disposición. Horarios de juego: En lugar de tener reglas que les permitan jugar solo si han terminado los deberes o si tienen el cuarto limpio, estos niños pueden hacerlo cuando y donde quieran. Como padre puedes establecer una hora y unas condiciones para ocio y juegos. ¿Está el cuarto completamente limpio? ¿Ya terminaron los deberes? ¿Comieron? Entonces podrán jugar en un área específica de sus habitaciones o de la casa, y al finalizar todo
Libro de Trabajo DE LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT). UNA GUÍA COMPLETA PARA CAMBIAR EL MINDFULNESS Y RECUPERARSE DE LA ANSIEDAD, LA DEPRESIÓN, LOS ATAQUES DE PÁNICO Y LA IRA