Las funciones de

los padres en el
desarrollo de los hijos
Por: Azul Ishtar Cisneros Medina

E
n 1961, en Francia, Francoise Dolto
pionera del psicoanálisis de niños insistía
en la crisis por la que atravesaba la
familia. Se han perdido puntos de referencia, en
donde los padres no tienen prestigio, ni
congruencia ante los ojos de sus hijos, por lo que
la autoridad paterno/materna, tiende a ser
percibida por los hijos como imposiciones
autoritarias, destinadas a ejecutar funciones que
en realidad competen a sus padres.

Modelos de identificación
La familia se ha abierto al mundo,
primero a través de la prensa y la radio, después
con la televisión, y actualmente con la internet y
la invasión de las redes sociales. Las funciones
fundamentales de los padres, se han
distorsionado en la sociedad, y los hijos son
quienes pagan las consecuencias.
Como muchos de los personajes
mediáticos se comportan más como amigos que
como padres, algunos creen que eso está bien,
pero no. Tu hijo no necesita de otro amigo, para
eso tiene a sus compañeros y amigos de su
edad, de los padres, lo que necesita es que sean
eso, padres, que los guíen ante el mundo que
tarde o temprano habrán de enfrentar, y para ello
requieren del aprendizaje de normas, reglas,
valores, además de una instrucción
escolarizada.
Por supuesto es excelente poder tener
buena comunicación y confianza con los hijos,
respetándolos y teniendo en cuenta sus
particularidades individuales, pero sin pretender
evadir el rol que como padres les corresponde.
Te pongo un ejemplo claro, ¿realmente crees
que has dado una buena orientación sobre la
vida sexual activa a tu hijo adolescente? o ¿le
has sacado la vuelta, arguyendo que hoy chicos
y chicas tienen la información necesaria a través
de la escuela? Evadir esa responsabilidad,
puede llevar a tu hijo/a situaciones no deseadas,
que podría cambiar radicalmente su vida
presente y futura.
La confusión se debe primordialmente a
que muchos padres perciben a sus hijos como
adultos en pequeño, y en vez de orientar,
disciplinar y poner límites, entran en
negociaciones, antes de enseñarle siquiera, al
menos, a controlar sus impulsos. Algunos
padres, parecieran más abogados defensores
de sus hijos, cuando un maestro le reprueba en
clases o llama su atención por comportamientos
inapropiados para su edad.
Muchos padres, parecieran que -durante
el desarrollo del niño- permanecen a que de
forma natural y sin su intervención, adquiera las
destrezas necesarias en su vida, y cumplidos los
18 años los motiven a dejar el seno familiar,
porque ellos como padres creen que ya
cumplieron con su obligación. Los hijos no se
educan ni mantienen por obligación jurídica, sino
por amor.
Hijos “AAA”
Para quienes no lo tienen claro, bajo el
pretexto de que los niños nacen sin un
instructivo, le diré que la misión de los padres,
es formar hijos/as Triple “A”, es decir,
Autónomos, Autosuficientes y con Autoestima;
toda actividad o acción que conduzca a ello,
debe reforzarse, toda acción que parezca ir en
sentido contrario, debe evitarse. Esto se logra
cuando los padres desempeñan de manera
satisfactoria sus funciones, para el crecimiento y
desarrollo de sus pequeños hijos, a fin de que el
día que ellos/as sean adultos, puedan ser seres
funcionales que aporten nuevos valores a la
sociedad.
¿Cuáles son estas funciones? iniciemos
por el sostén, manutención, protección, cuidado,
educación, aprendizaje de hábitos elementales
de salud, limpieza y alimentación, y de roles
distintos, a través de la identificación y
transmisión de valores.
Estas funciones no vienen incluidas
como una garantía genética por lazos
sanguíneos o reconocimientos filiatorios; hay
que construirlas, desarrollarlas y ejercerlas a
través del encuentro íntimo y único de crianza y
educación que se genera entre cada padre y/o
madre (o quien hace las veces) con cada hijo.
La importancia del otro
en los primeros años de vida del niño
Todos nacemos como individuos, para
luego convertirnos en sujetos que se construyen
y reconstruyen. Nacemos con una autonomía
limitada, porque durante el primer año de vida
dependemos totalmente de los demás, de otros.
El sujeto es un ser que se construye
gradualmente a través de una serie de
interacciones dinámicas entre su mundo interior
y el mundo exterior. La construcción del sujeto,
va dándose gradualmente a través del lenguaje
tanto verbal como no-verbal, que aprendemos
de los otros por imitación, principalmente de
aquellos que están a cargo de nuestro cuidado.
Funciones parentales
En 1961, Paul Claude Racamier definió
las llamadas funciones materna o de sostén y
paterna o de terceridad, de manera alternada,
compartidas o fijas, y que comienzan desde la
concepción y el nacimiento de los hijos.
Cuando desde el inicio, padre y madre
ejercen funciones para con los hijos, éstos
logran percibirlos internamente a los pocos días,
como una unidad mucho más compleja que
sumar a un papá y una mamá. Las funciones de
ambos padres, requerirán adaptaciones
progresivas durante el desarrollo del infante.
Estas funciones, no necesariamente van
ligadas o representadas por un sujeto masculino
o femenino, ni siempre por la misma persona.
Pueden y deben alternarse, entrelazarse y
complementarse.
Hay funciones que pueden cumplirse
parcialmente por terceros, como un abuelo o
abuela, tío o tía, un padre adoptivo, un educador,
es decir por el conjunto de personas que ayudan
a un niño a lograr paulatinamente su sano
desarrollo y autonomía.
La función materna que alimenta,
protege,y reconforta al niño desde que arriba a
ete mundo, se constituye en objeto de deseo por
parte de los niños.
La importancia
del respeto a las normas y límites
En épocas de crisis como la que
actualmente vive México, no sólo económica,
sino social y moral, nos mantiene en
incertidumbre, de ahí la importancia de observar
las leyes que protegen a los niños y sus
derechos, a que los padres están obligados, así
como las normas generadas al interior de la
familia, y que van variando según el crecimiento
del infante.
Se trata en general de prohibiciones
enunciadas en el seno de la familia. o en ámbitos
extendidos, como la escuela, o la guardería
infantil. y sus prolongaciones naturales (la
niñera, la maestra)
Hay algunas leyes que provienen de la
comunidad de que forman parte el niño y su
familia forman parte. Por ejemplo, la obligación
escolar, la prohibición a robar, el
comportamiento honesto.
Cuando el niño/a infrinja una ley o norma
comunitaria, debe entender su error,
enmendarlo en lo posible, y afrontar las
consecuencias naturales de su falta. Si se ejerce
un castigo, tiene que estar directamente
relacionado con la infracción, los castigos no
deben ser ni excesivos ni gratuitos, ni
incongruentes con la falta.
 Los padres no deben de tratar de poner
a salvo a su hijo, de las sanciones de que sea
objeto (por ejemplo, en la escuela).
Padres responsables vs. padres culpables
Los padres no se clasifican en buenos o
malos o culpables, sino padres responsables
que se equivocan, se enjuician y se cuestionan,
se comprometen con las situaciones de sus
hijos.
Ser padre no es una profesión. No basta
con formarse o informarse para adquirir
“competencias laborales” de progenitor. Ayuda,
pero no es suficiente.
Consultar al psicólogo de niños a tiempo
puede ser fundamental para disminuir los
riesgos para el desarrollo adecuado de los niños
y el bienestar familiar.
Ser padre demanda hacer un buen
número de ajustes en la vida en general, desde
el espacio físico que debe reacomodarse para
que ese niño que viene tenga lugar, así como el
espacio afectivo que ese niño va a demandar en
la familia.
Todo niño requiere y tiene derecho a la
atención, cuidado, compañía, seguridad, amor y
presencia de los progenitores y el resto de la
familia.
Con la visita al psicólogo infantil,
seguramente aparecen recuerdos, anécdotas de
la infancia de los propios padres. Aspectos que
el psicólogo de niños puede ayudar a reconocer
y ser tenidos en cuenta para poder ver el efecto
que generan en la manera de relacionarse con
los niños, en especial frente a las dificultades
que muchas veces atraviesan las familias.
Puede no ser tan “padre” ser padre,
ni estar tan “con madre” ser madre
Ser padre o madre, significa avanzar con
intuición y ser capaz de confiar en uno mismo y
al mismo tiempo ponerse en tela de juicio ante
los demás, incluyendo de sus hijos. A veces se
corre el riego de desagradarles a los hijos, al
buscar mantenerlos bajo control y en buen
camino. No impongas como papá o mamá
reglas superfluas o condicionamientos sin
sentido; permítele aprender dejándolo tan libre
como sea posible, sin que esto llegue al punto
de dejarle hacer “lo que le dé la gana”, debe
aprender a ser responsable de lo que é/ella
realiza y sus consecuencias. Las consecuencias
positivas lo reconfortarán e incrementarán su
autoestima y las negativas harán que se
cuestione y reflexione mientras que crece.
Del mismo modo, no te esfuerces ni te
agotes en demostrar al niño/a que tú tienes la
razón, ya que al hacerlo interpretará que buscas
dominarle.
Cada padre hace lo que puede: no tiene
por qué representar un papel mágico, con el
pretexto de tranquilizar a su hijo, declarándose
infalible; no lo sabe todo ni lo puede todo, y debe
ser capaz de decirlo.
¿Padres ideales?
No existen. Aun cuando los padres
fuesen ejemplares, su hijo podría presentar en
un momento u otro de su desarrollo, dificultades
que pueden inquietar a la familia. Siempre hay
épocas difíciles de sobrellevar y de aceptar, es
imposible como padres, evitar todo sufrimiento a
los niños, y de hacerlo se les estará fomentando
una personalidad frágil quebradiza ante los
embates que tarde o temprano a todos nos da la
vida.
Referencia bibliográfica: 2017. Esteban, Laura M, “Las
funciones d ellos padres en el desarrollo psíquico de los
hijos”.Psicólogo en Tenerife. Rescatado de:
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padres/#:~:text=La%20funci%C3%B3n%20paterna%2C%
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