C.I. V-23.689.026 Introducción En el presente trabajo se abordará el tema de los sindicatos en el área de derecho laboral, explicando qué son, cómo se crean, cómo están constituidos, cuál es su régimen legal y cuál es su vigencia actual en Venezuela. Los sindicatos son organizaciones de trabajadores que tienen como objetivo la defensa de sus intereses colectivos, especialmente en lo que se refiere a las condiciones de trabajo, salarios y seguridad social. Los sindicatos se crean por la voluntad libre y democrática de los trabajadores, que se afilian a través de una asamblea constitutiva y eligen a sus representantes. Los sindicatos están constituidos por una junta directiva, una asamblea general y unos estatutos que regulan su funcionamiento interno. El régimen legal de los sindicatos está establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras y en los convenios internacionales suscritos por el país. Los sindicatos tienen vigencia actual en Venezuela como sujetos de derecho colectivo del trabajo, que pueden negociar colectivamente con los empleadores y participar en la solución de los conflictos laborales. Asimismo, en este trabajo, analizaremos el papel de los sindicatos en la economía, tanto desde el punto de vista de los trabajadores como de los empleadores. Los sindicatos son organizaciones que representan los intereses colectivos de los trabajadores en una determinada industria o sector. Su objetivo es negociar con los empleadores las condiciones laborales, los salarios, los beneficios y otros aspectos que afectan al bienestar de sus afiliados. Asimismo, hablaremos de los sindicatos y como afectan la actividad económica a nivel microeconómico y macroeconómico. Por un lado, los sindicatos pueden tener un impacto positivo en la productividad, la calidad y la innovación de las empresas, al mejorar la motivación, la capacitación y la seguridad de los trabajadores. Por otro lado, los sindicatos pueden generar costos adicionales para los empleadores, al aumentar el poder de negociación de los trabajadores y reducir la flexibilidad del mercado laboral. A nivel macroeconómico, los sindicatos pueden influir en el crecimiento, la inflación y el desempleo, dependiendo de su grado de representatividad, su capacidad de coordinación y su orientación política. En conclusión, los sindicatos son actores relevantes en la economía, que pueden contribuir al desarrollo social y económico si logran un equilibrio entre sus demandas y las necesidades del mercado. LOS SINDICATOS Los sindicatos son organizaciones que representan los intereses de los trabajadores en diferentes sectores económicos y sociales. Su función principal es negociar con los empleadores las condiciones laborales, salariales y de seguridad de sus afiliados. Además, los sindicatos también pueden participar en la defensa de los derechos humanos, la democracia y el medio ambiente. Los sindicatos se basan en el principio de la solidaridad entre los trabajadores y buscan mejorar su calidad de vida y su bienestar. FIGURA DE SINDICATOS La figura de los sindicatos surge como una forma de organización y defensa de los intereses de los trabajadores frente a los abusos y explotación de los empleadores. Los sindicatos tienen su origen en el siglo XIX, con el desarrollo de la Revolución Industrial y el capitalismo, que generaron una gran desigualdad social y económica entre las clases obreras y burguesas. Los sindicatos se constituyeron como asociaciones voluntarias de trabajadores que buscaban mejorar sus condiciones laborales, salariales y sociales mediante la negociación colectiva, la huelga y la protesta. Los sindicatos también se involucraron en la lucha política por el reconocimiento de sus derechos y la transformación del sistema económico y social. Los sindicatos han jugado un papel fundamental en la historia del movimiento obrero y en la consolidación de la democracia y el Estado de bienestar en muchos países. MARCO LEGAL DE LOS SINDICATOS EN VENEZUELA El marco legal de los sindicatos en Venezuela se basa en los principios de libertad, autonomía y democracia sindical, reconocidos tanto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) como en los convenios internacionales suscritos y ratificados por el país. La CRBV establece en su artículo 95 el derecho de los trabajadores y las trabajadoras a constituir libremente las organizaciones sindicales que estimen convenientes para la mejor defensa de sus derechos e intereses, así como a afiliarse o no a ellas, sin necesidad de autorización previa ni injerencia patronal. Asimismo, prohíbe las prácticas antisindicales y garantiza la participación de los sindicatos en las negociaciones colectivas y en los organismos tripartitos o bipartitos de carácter laboral. La Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) desarrolla el régimen sindical en Venezuela, regulando aspectos como la constitución, registro, funcionamiento, administración, fiscalización y disolución de los sindicatos, así como los derechos y deberes de sus afiliados y directivos. La LOTTT también reconoce la pluralidad sindical y la libertad de afiliación, así como el derecho a la huelga y a la protección contra el despido arbitrario por motivos sindicales. Sin embargo, a pesar del marco legal vigente, los sindicatos en Venezuela enfrentan graves dificultades para ejercer sus derechos y funciones, debido a la intromisión estatal, la violencia, la persecución y la criminalización de la actividad sindical. Estas situaciones han sido denunciadas por diversas organizaciones nacionales e internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ha instado al Estado venezolano a respetar y garantizar la libertad sindical en el país. ¿COMO SE CREA UN SINDICATO EN VENEZUELA? Un sindicato es una organización de trabajadores que defiende sus derechos e intereses frente a los empleadores y el Estado. Para crear un sindicato en Venezuela se deben seguir los siguientes pasos:
1. Convocar una asamblea general de trabajadores interesados en formar el sindicato.
La convocatoria debe hacerse por escrito y con al menos 15 días de anticipación, indicando el lugar, la fecha, la hora y el orden del día. 2. Celebrar la asamblea general y aprobar los estatutos del sindicato, el acta constitutiva y la elección de la junta directiva provisional. Los estatutos deben contener el nombre, el domicilio, el objeto, los fines, los derechos y deberes de los afiliados, las normas de funcionamiento interno y los órganos de dirección y administración del sindicato. El acta constitutiva debe contener el nombre y la firma de los fundadores, el número de afiliados y la fecha de la asamblea. La junta directiva provisional debe estar integrada por al menos cinco miembros y durar hasta que se realicen las elecciones definitivas. 3. Solicitar el registro del sindicato ante el Ministerio del Trabajo. Para ello se debe presentar una copia del acta constitutiva, una copia de los estatutos, una lista de los afiliados con sus datos personales y laborales, una constancia de trabajo de cada afiliado y una copia de la cédula de identidad de cada miembro de la junta directiva provisional. El Ministerio del Trabajo tiene un plazo de 15 días hábiles para otorgar o negar el registro. 4. Una vez obtenido el registro, el sindicato adquiere personalidad jurídica y puede ejercer sus derechos y obligaciones como tal. El siguiente paso es convocar a elecciones para elegir a la junta directiva definitiva, que debe estar conformada por un número impar de miembros y durar un período no mayor a tres años. Las elecciones deben realizarse con la participación de todos los afiliados y bajo la supervisión del Consejo Nacional Electoral. 5. Finalmente, el sindicato debe inscribirse en la federación o confederación sindical que corresponda según su actividad económica o su ámbito territorial. Esto le permitirá tener representación y voz en los organismos nacionales e internacionales de los trabajadores. De igual manera se señala lo siguiente: La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, el 4 de Julio de 2019 dictó sentencia Nº 170 en el caso: Carlos Navarro, que hace referencia a temas de interés para la Dirección de Registro Nacional de Organizaciones Sindicales (R.N.O.S), en la cual se interpretó el derecho a la libertad sindical previsto en el artículo 95 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en la siguiente forma: 1. Que las normas que regulan el Registro Nacional de Organizaciones Sindicales no violan la libertad sindical, porque el Estado puede establecer requisitos para la constitución y registro de las organizaciones sindicales. 2. Que las normas que regulan el objeto de los sindicatos, no violan la libertad sindical, porque la libertad sindical es un derecho que va más allá de su concepción clásica. 3. Que las normas que regulan los procesos electorales, entre las cuales se encuentran las normas dictadas por el Consejo Nacional Electoral, no violan la libertad sindical. 4. Que la norma que establece que los sindicatos no pueden ejercer actos de acción sindical cuando se encuentran en mora electoral, no viola la libertad sindical, porque debe existir una limitación en contra de la dirigencia sindical que no cumple con la obligación de realizar los procesos electorales En este sentido, la libertad sindical tiene que entenderse como el derecho de la y el trabajador a inscribirse y a no inscribirse en un sindicato, y a ejercer la actividad sindical como está contemplado en el Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo. El régimen sindical en Venezuela: fundamentos constitucionales Un aspecto fundamental para comprender el régimen sindical es tener una base conceptual que nos ayude a analizar el papel de los sindicatos desde una perspectiva ideológica. Según la definición que ofrece el Diccionario de ciencias Jurídicas, Políticas y sociales de Manuel Osorio, un sindicato “es la asociación creada para la protección de intereses económicos comunes a todos los miembros” (2006: 895). Este texto explica el concepto de sindicato y sus características principales. Un sindicato es una asociación de trabajadores que defiende sus intereses económicos, sociales y profesionales. El origen de la palabra sindicato viene del latín syndicus, que significa defensor o protector. Los sindicatos se forman por la voluntad de los trabajadores, sin necesidad de autorización previa, y tienen el derecho a afiliarse o no a ellos. Los sindicatos tienen un carácter colectivo y buscan el bien común de sus miembros. También pueden participar en la vida política y social del país, ejerciendo su influencia como grupos de presión. En Venezuela, el régimen sindical está regulado por la Constitución Nacional y la Ley Orgánica del Trabajo. Un aspecto importante que se observa en esta agrupación organizada es el enfoque economicista que guía su finalidad. Este grupo busca obtener un beneficio que se relaciona con cubrir sus requerimientos materiales a corto y medio plazo. El economicismo es una doctrina que da prioridad a los factores económicos en el análisis de los fenómenos sociales. No es exagerado establecer la relación de los sindicatos con la dinámica política de la sociedad. A menudo dichas asociaciones fungen con grupos de presión y asociaciones altamente politizables. Muchas veces no se limitan a un simple interés económico o material, sino también en algunos casos presentan un ideario a menudo alineado con asociaciones de carácter político. No cabe duda de que Venezuela no escapa de esta realidad, incluso posee su propio régimen jurídico sustentado constitucionalmente que regula el alcance de los sindicatos. Concretamente en Venezuela, encontramos los fundamentos legales del régimen sindical. En primer lugar, en la Constitución Nacional y por otra parte en la Ley Orgánica de los Trabajadores y las Trabajadoras. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, en el contexto del régimen sindical, establece en su artículo 95 que “los trabajadores y las trabajadoras, sin distinción alguna y sin necesidad de autorización previa, tienen derecho a constituir libremente las organizaciones sindicales que estimen convenientes para la mejor defensa de sus derechos e intereses, así como a afiliarse o no a ellas, de conformidad con la Ley. Estas organizaciones no están sujetas a intervención, suspensión o disolución administrativa”. Dicho artículo parte de la libertad y el derecho que tienen las personas de asociarse y a organizarse en sindicatos sin ningún tipo de limitante de carácter discriminatorio, así como sin ningún tipo de coerción, esto con el fin de que tales agrupaciones puedan contar con los instrumentos necesarios para la defensa de sus intereses. También el artículo destaca la garantía que poseen estas agrupaciones contra la intervención de factores externos que atente contra sus libertades de grupo, sus actividades no pueden ser suspendidas o intervenidas por ningún factor administrativo de carácter patronal. Continuando con lo antes mencionado, en el mismo artículo 95 de nuestra Constitución Nacional se menciona que “Los trabajadores y trabajadoras están protegidos y protegidas contra todo acto de discriminación o de injerencia contrario al ejercicio de este derecho. Los promotores o promotoras y los o las integrantes de las directivas de las organizaciones sindicales gozarán de inamovilidad laboral durante el tiempo y en las condiciones que se requieran para el ejercicio de sus funciones”. A la luz de este artículo, cabe mencionar la protección que tiene el trabajador frete al intervencionismo administrativo-patronal, de igual modo, refleja el beneficio de la inamovilidad laboral a los integrantes de sindicatos. El artículo 95 de la Constitución no termina ahí, en el mismo se afirma que “para el ejercicio de la democracia sindical, los estatutos y reglamentos de las organizaciones sindicales establecerán la alterabilidad de los y las integrantes de las directivas y representantes mediante el sufragio universal, directo y secreto. Los y las integrantes de las directivas y representantes sindicales que abusen de los beneficios derivados de la libertad sindical para su lucro o interés personal, serán sancionados o sancionadas de conformidad con la ley. Los y las integrantes de las directivas de las organizaciones sindicales estarán obligados u obligadas a hacer declaración jurada de bienes”. Este artículo establece los parámetros fundamentales de la Democracia sindical mediante el establecimiento de estatutos y reglas comunes para los integrantes de estas organizaciones, también establece un principio de alterabilidad de la dirigencia sindical, así como el ejercicio del voto para elegir a sus representantes. El articulo también mencionan las consecuencias de los actos de todo aquel que busque beneficiarse en detrimento del sindicato, tal estado de cosas acarreará un conjunto de medidas sancionatorias. El marco jurídico en Venezuela, protege la libertad sindical mediante la autonomía que por derecho tienen los sindicatos, la prohibición de las prácticas antisindicales y la prohibición de toda injerencia patronal. En primer lugar, en la actual Ley Orgánicas de Trabajadores y Trabajadoras establece (2012) en su artículo 354 señala que ”Todas las organizaciones sindicales tienen derecho a tener plena autonomía en su funcionamiento y gozarán de la protección especial del Estado para el cumplimiento de sus fines. Ninguna organización sindical será objeto de intervención o suspensión por parte de otras organizaciones sindicales”. La autonomía es un derecho de los sindicatos, los mismos tienen la plana potestad de estructurarse según las actividades que desempeñan y los fines que persiguen. A su vez, la ley en este mismo artículo estipula en el marco de la autonomía, que ningún sindicato puede ser objeto de intervención de la administración patronal ni de otros sindicatos. De este modo, la ley del trabajo también expresa lo concerniente a las prácticas antisindicales de la siguiente manera en el artículo 357: “El Estado velará para que no se ejerza sobre los sindicatos, federaciones, confederaciones o centrales, ninguna restricción o presión en su funcionamiento, ni discriminación que atente contra el derecho a la participación democrática y protagónica de los trabajadores y las trabajadoras, que garantiza la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. La libertad sindical se protege por medio de la prohibición de prácticas antisindicales. En este sentido, el Estado tiene la responsabilidad de hacer valer los derechos de los trabajadores y los sindicatos, de tal modo que sobre ellos no recaiga ninguna limitación de carácter discriminatorio ni que vaya en detrimento de ninguno de sus derechos, entre los cuales está incluido el derecho a la participación democrática en la propia organización sindical. CONCLUSION En este trabajo se ha intentado demostrar que los sindicatos no cumplen su función original de defender los derechos de los trabajadores, sino que se han convertido en instrumentos políticos del estado. El estado ejerce una presión sobre los empleadores que repercute negativamente en los empleados, lo que contradice el objetivo de protegerlos. Los sindicatos son, por tanto, una forma de control social que no beneficia a los trabajadores. Asimismo, del análisis al papel de los sindicatos en la economía actual y sus efectos sobre el sector privado. Los sindicatos son organizaciones que buscan defender los derechos e intereses de los trabajadores frente al estado y los empleadores. Sin embargo, también pueden generar distorsiones y obstáculos en el mercado laboral que desincentivan la contratación y el crecimiento económico. De lo antes expuesto se puede deducir con el presente trabajo que los sindicatos son una forma del estado para proteger a los trabajadores haciendo que se organicen y puedan defender y hacer valer sus derechos. Pero el panorama que se muestra y la realidad son muy distintas. Como conclusión, se puede decir que la figura de sindicato debería ser eliminada, el trabajo es una expresión de la dignidad humana y una fuente de sustento para el individuo y su familia. El estado venezolano, sin embargo, pretende regular el trabajo como si fuera un contrato social, imponiendo condiciones y restricciones que limitan la libertad y la autonomía de los trabajadores. Esta intervención estatal es una violación de los derechos humanos y una amenaza para el desarrollo personal y económico de los ciudadanos.