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V'-<-,
resulta Iorriblomonto incompleto. Este es el punto que se toca
· OUl'lJJ:)Uos,
del estadístico. Por ello, los índices del autor sobre la producción italiana
y búlgara - capítulos IV y VIII - van acompañados de una información
bastante completa acerca de las fuentes, naturaleza de los datos tal como EL ATRASO ECONóMICO Er:::__S.~.!}!:RSr.l,';.cTt\LA-':¡'H-S-'FóRICA
originalmente aparecen, y método eJe cálculo, que el lector encontrará en
los apéndices 1 y IJ.2
1,
La importancia general de estos problemas estadísticos no debe menos- ~ Puede que una aproximación histórica a los problemas actuales requiera
preciarse. Pero, en este texto, los mismos sirven, también, para poner de ciertas palabras de explicación. Los historiadores modernos, a diferencia
relieve el hecho de que la unidad que el volumen posee, no solamente de muchos de sus predecesores, ya no anuncian al mundo 10 que sucederá
radica en la afinidad de los temas tratados, sino que también depende. inevitablemente, o por lo menos, lo que idealmente debería suceder. Ahora
aunque en forma menos visible, de los métodos de investigación que se somos más modestos. El fervor profético estaba destinado a desaparecer
han aplicado. juntamente con la fe, un tanto infantil, en un pasado perfectamente com-
prensible y cuyo flujo estuviese determinado por alguna ley histórica de
carácter general y excesivamente sencilla. Entre la afirmación de Séneca
sobre la certeza absoluta de nuestro conocimiento del pasado y la descrip-
ción de la historia hecha por Goethe, al considerarla como un libro que
debe guardarse bajo siete llaves por tocla una eternidad; entre el o7nnía
certa suut del primero y el ignorabimus del segundo, el relativismo histórico
moderno avanza con precaución. Los historiadores contemporáneos com-
prenden demasiado bien que el entendimiento del pasado - y esto por
fuerza significa el pasado mismo - cambia de continuo según el énfasis,
el interés, y el punto de vista del historiador. Ya no se busca que el flujo
de los acontecimientos humanos quede determinado de una forma tan
omnipresente e invariable como el movimiento de los planetas, y ya no
se considera necesario que los procesos históricos tengan una consistencia
férrea. Pero juntamente con lo que John Stuart MilI llamó una vez "la
esclavitud de las circunstancias antecedentes", se han demolido los grandes
puentes entre el pasado y el futuro, sobre los que la mentalidad del siglo XIX
se movía segura y confiada.
¿Significa esto acaso que la historia no pueda contribuir en nada al
entendimiento de los problemas actuales? La aproximación histórica con-
siste esencialmente en la aplicación de diversas generalizaciones hipotéticas
obtenidas empíricamente a un material conseguido de la misma manera, y
en la comprobación de la solidez del ajuste resultante, con la esperanza
de que de esta forma puedan descubrirse ciertas uniformidades, algunas
2. Hastn aborn eslos apéndices sólo exlstían en forma mírneográfíca. situaciones típicas, y las relaciones más características entre los factores
IlIdlvldllllltlN q\IO NIll'gOIl 011 lus mISHlIIS. p()1'O uudu de esto conduce por sí por el mero hecho de Sil atraso, el desarrollo de un país atrasado puede
solo Il deducciones SOIlCJUUS, sino que todo lo que de esta, forma puede diferir fundamentalmente, en muchos e importantes aspectos, del seguido
conseguírse es extraer del gran 'almacén del pasado preguntas inteligentes por un país avanzado.
que puedan formularse a los materiales actuales. La importancia de esta Este ensayo trata fundamentalmente de demostrar que existen nume-
contribución no debe ser exagerada, pero tampoco menospreciada, ya que rosos ejemplos históricos importantes en los que puede comprobarse que
una comprensión adecuada de los problemas actuales dependerá en gran los procesos de industrialización, cuando por fin se han iniciado en un país
parte de la amplitud de nuestro marco de referencia. La insularidad supone atrasado, presentan diferencias considerables con los seguidos por la mayor
una limitación a la comprensión, y cuando ésta se refiere al pensamiento parte de los avanzados, no sólo por lo que se refiere al ritmo de desarrollo
- el aislamiento en el pensar - no es una característica de ninguna área _ ritmo de crecimiento industrial-, sino también por lo que respecta a las
geográfica especial, ni constituye únicamente un problema espacial, sino estl'llcturas de producción y organización de la industria que resultan de
que también lo es temporal. Todas las decisiones en el campo de la política dichos procesos. Además, estas diferencias en el carácter y ritmo del desa-
económica se refieren esencialmente a combinaciones de cierto número de Hallo industrial son en gran parte el resultado de haber aplicado ins-
factores relevantes, y la contribución del historiador consiste en señalar trumentos institucionales imposibles, o por lo menos muy difíciles de
los factores "potencialmente" importantes, y las combinaciones entre los encontrar, en países industriales establecidos. Por otra. parte, el clima
mismos que pueden resultar "potencialmente" significativas, y que no intelectual en el que la industrialización tiene lugar, su "espíritu" o "ideo-
podrían descubrirse fácilmente dentro de una esfera experimental más logía", difiere considerablemente entre ambos gll.1pOSde países. Por último,
limitada. Éstas son las preguntas; por lo que se refiere a las respuestas, este ensayo trata de determinar hasta qué punto estas características del
el problema cambia bastante. Ninguna experiencia pasada por rica que atraso que se han hallado en casos individuales, han variado directamente
sea, ni ningún tipo de investigación histórica cualquiera que sea la pro- con respecto al grado de atraso y a la potencialidad industrial natural
fundidad con que se haya realizado, pueden ahorrar a la generación actual e los países a los que se refieren.
la labor creadora de buscar por sí mismos sus respuestas y de labrar su Vamos a empezar por describir en forma general unos cuantos elementos
futuro. I'or ello, las observaciones siguientes no pretenden más que señalar ásicos de los procesos de industrialización en los países atrasados, tal como
ciertas relaciones que se han dado en el pasado y cuya consideraci6n puede ienen sintetizados por la información histórica disponible sobre el desa-
resultar de utilidad para las discusiones actuales. rrollo económico de los países europeos." durante el siglo XIX y la parte
del xx que comprende hasta el principio de la primera guerra mundial.
Además, basándonos en ejemplos concretos, trataremos con una mayor
Los COMPONENTES DEL ATllASO amplitud de los efectos producidos, por lo que podría llamarse el "atraso
'-~ relativo", sobre el curso del desarrollo industrial en los países individual-
Una buena parte de nuestro pensamiento sobre la industrializaci6n de mente considerados.
lo~ atrasadosaparece-esllSciente O inconscientemente Jemiflada Puede decirse que la situación tí ica existe do
por la gralI genelaliJací6n marXista, segun la C1Hlt=Ja=hI:E~ertil da toS:piijsfl~ con anten . .. IOn e un proceso de industrialización írnpor-
iriCti:ISfnalesavanza os o establecidos, señala a los atrasados el camino .t.áate, se caracteriza pOI lit tensión existente enne el estado re~as
----que han de5ei5tr1r - - r.olla;:.-:'-E-l-pnts queoesde el punto-de vista actividades económicas en el país y los obstáculos que se oponen al de-
indu1tritt ',más adelantado, proporciona al que lo está menos una sarrollo industria, por 11 a o ' ra 1'0 < • IoIleva
imagen de lo que constituirá su futuro." ¡ No hay duda de que si enfoca- c Est e aro; que la magnitud de las oportunida es que la
mos el problema en forma amplia, encontramos que esta generalización industrialización lleva aparejadas, depende de la riqueza de recursos na-
tiene validez. Es cierto que durante el período comprendido entre la mitad turales, con la que el país en cuestión cuenta, y que además, mientras
y el final del siglo pasado Alemania siguió el camino que Inglaterra había
2. Hubiese sido extraordinariamente interesante el haber rebasado In experiencia europeo)
tornado con anterioridad, pero, a pesar .de esto, no deberíamos aceptar incluyendo, por 10 menos, ciertas referencias a In jmlllsldali'l.aci6n del Japón. Pero desgra-
por completo la citada generalización, ya que nos arriesgamos a que la ciadamente. el conocimiento del autor sobre In historia económica japonesa) le ha impedido
media verdad que 'la misma contiene, oculte la otra mitad; esto es, que ampliar el campo de sus observaciones. Sin ernbargo , el lector puede acudir al excelente
estudio, Capital fOl'1nation in ¡OpOIl, 1868·1940 (Cleucoe, 1961), realizado por Henry Ro-
sovsky, en el cual se discute explícitamente la validez de In aproximación del autor, para el
1. Korl Marx, Das Kapital (1.' ed.), prólogo, caso de la historia industrial japonesa,
2. - ATRASO :ECONQMICO
-- ._-_ ..•........ - ......•.............. -- •.....
persista la existencia de ciertos obstáculos institucionales de gran impor- extraordinariamente escasa en un país sin desarrollar. La creación de una
tancia - tales como la servidumbre del campesinado, o una larga ausencia fuerza de trabajo industrial que sea realmente digna de tul nombre es un
de unidad política - no resultará posible llevar a cabo ningún tipo de proceso largo y difícil en extremo. A este respecto, la historia industrlul
industrialización, y, por lo tanto, no surgirá ninguna "tensión". rusa proporciona algunos ejemplos notables. La mayoría de obreros indus-
Suponiendo que el país en cuestión esté adecuadamente dotado en triales alemanes del siglo XIX habían sido educados en la estricta disciplina
recL1l'SOSutilizables, y que se hayan eliminado los grandes obstáculos que del estado [unker, lo cual, sin duda, les hacía más dóciles para aceptar la
OJ' se oponen a la industrialización, puede decirse que las oportunidades rigurosidad de las reglas que habían de' seguirse en las fábricas, y, sin
\'1 que esta última lleva implícitas están directamente relacionadas con el embargo, las dificultades fueron grandes. rodemos evocar así las miradas
grado de atraso del país. Así cuanto más grande sea el bagaje de innova- entre envidiosas y admirativas que los escritores alemanes, C01110 Schulze-
'\ cienes tecnológicas que el país atrasado pueda tomar del adelantado, la Caevernítz, lanzaban hacia finales del siglo pasado a través del Canal, al
promesa que la industrialización encierra es también mayor. El hecho de obrero industrial inglés, "el hombre del fut1ll'0 ... nacido y educado para
, poder copiar la técnica - factor que Veblen acentuó tan adecuadamente- la máquina ... sin igual en el pasado", Actualmente, los informes facilitados
es uno de los elementos que más pueden contribuir a asegurar a un país por las industrias en la India demuestran que los apuros pasados por las
(lue inicia su industrialización, la consecución
desarrollo. En este sentido, es posible comprobar
de un ritmo rápido en un
que 'siempre se ha dado
inclustrializaciones
están repitiendo
europeas en lo que respecta a la oferta <le trabajo, se
allí con mayor intensidad. .'
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una tendencia a despreciar al país atrasado por su falta de originalidad: En tales condiciones y basándonos en las índustríuliáaciones que han
así los ingenieros de minas alemanes del siglo XVI acusaban a los ingleses tenido lugar, cabe aventurar la afirmación de que es principalmente me-
de no ser más que imitaelores ele sus propios métodos, mientras que liante la aplicación de las técnicas más modernas y eficaces CÓmo los
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durante el período que comprende los años cincuenta y sesenta del siglo aíses atrasados pueden esperar alcanzar el éxito en sus procesos inelus-
pasado fueron los británicos los que devolvieron ampliamente estos cargos. ríales, particularmente cuando éstos se realicen frente la competencia de 1: '
En nuestros días, se ha acusado a la Unión Soviética de ser totalmente un país avanzado; ya que el efecto producido por el uso de este equipo
imitndora en su desarrollo industrial; a lo cual han respondido los rusos superior, en cuanto al ahorro de mano de obra no sólo no contrarresta,
con unns pretensiones extraordinarias y un tanto extrañas. Pero todo esto sino que refuerza todas las demás ventajas obtenidas por su aplicación.
resulta superfluo y no hace sino empañar el hecho básico de que con el Quizás esto explique la tendencia observada en los países atrasados a con-
paso del tiempo, la posibilidad de hacer grandes importaciones de maqui- centrarse, cuando todavía están en una fase ele industrialización temprana,
naria y conocimiento técnico del extranjero y las oportunidades que como en el desarrollo de las ramas industriales en las que se hau registrado pro-
consecuencia se producen para una industrialización rápida, hacen que gresos tecnológicos más recientes y más rápidos CJue en las otras; mientras
aumente en forma creciente la sima que entre lo real y lo potencial existe que a medida que se trata ele países más adelantados, bien por inercia
en los países atrasados. o por la falta de deseo para requerir o imponer los sacrificios que un gran
Desgraciadamente, las perspectivas de in,dJJStrializaeión de mI programa de inversión lleva implícitos, duelan más para acometer una
subdesarrollado suelen considerarse con frecuencia bas odernización de sus plantas que tenga 1111 carácter continuo. Se percibe
de menor precio 1'e ativo que el traba'o suele tener con re .lararnente que esta política tiene unos límites, siendo uno de ellos la
en es s paIses, y en a dificultad resulta bra J¡ncapacidad en la que se encuentra un país sin desarrollnr para extender
une an 'e or ca Jilal escaso. Otras veces, por el contrario, suele decirse tlal proceder a las ramas de la producción que requieren un adiestramiento
que el bajo precio alcanzac o por el factor trabajo en los países atrasados, ecnol6gico altamente especializado. Así puede verse que, a excepción de
supone una gran ayuda para los procesos de industrializaci6n. Sin embargo, os Estados Unidos, a los países atrasados les costó asimilar la producción
la situación real es bastante más compleja de lo que puede parecer a la e maquinaria moderna. Pero, por otra parte, la producción de hierro
vista de simples modelos. En realidad, las condiciones varían de una in- y~ce1'O constituye un ejemplo en el que puede comprobarse la tendencia
dustria a otra y de un país a otro; pero el factor que debe tenerse prin- a introducir las innovaciones más modernas, resultando interesante obser-
cípalmente en cuenta, es que una mano de obra industrial, en el sentido va' cómo los altos hornos alemanes aventajaron rápidamente a los ingleses,
,
I
! de un grupo estable, formal y disciplinado,
11 111 1'"11 11111 11'111IlIx 111. Nldll llllillllljl'lIl' Iucturus IlI'lsieos quo uístórícnmcuto
t.:!orlIJs huu sido carne-
1.1111I11i~,III'lllIl dn 111//11'\1'1111:1111
IIIOdOI'/lIIS, UII 11111
l:OlldlclulION dul slglo :XLX, torlstlcos do las SilULlCiOJIOSpor las que huu atravesado las economías de
111:1,01I1l1l1lNII¡I() ¡¡II() NO uumuntnso 011 IIJlU iucdldu bastante considerable los paises atrasados, y que han coutríhuido a lograr \111 ritmo superior
- (;OJIIO 011 el cnso de los altos hornos que acabamos de mencionar - el de crecimiento y una diferenciación en la estructura productiva de las
tamaño medio de las plantas, pudiendo encontrarse ejemplos de esta ten- industrias. Sin embargo, el efecto producido por estos fnctores básicos
dencia a acentuar la amplitud de tamaño en la historia de la mayor ha sido ampliamente reforzado por el uso en estos países de determinados
parte de los países del continente europeo. Sin embargo, la industrializa- instrumentos institucionales y por la aceptación de ideologías de industria-
ción europea revela una inclinación hacia otro tipo de "grandeza". El lización especificas. En las partes siguientes vamos a examinar algunos de
término "revolución industrial" ha sido objeto de criticas numerosas y jus- estos factores característicos, así como su funcionamiento sobre diferentes
tificadas, pero si se considera que estas dos palabras sólo sirven para de- niveles de atraso.
signar los casos en los que se han registrado aumentos repentinos y consi-
derables en la tasa de crecimiento industrial, no hay ninguna duda de
que en varios casos importantes el desarrollo industrial empezó de esta Los BANCOS
EL c:nADO DE A'l'I1ASO
J, - ATRASO ECONÓUICO
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puede aplicarse de forma adecuada si no se comprende el clima del siglo ~'aquí más a propósito y que eclipsa a todos los demás por su alcance
actual, que ha hecho que los problemas a que nos estamos refiriendo pre- e importancia, es sin duda el de la Rusia soviética.
senten aspectos nuevos e importantes. Si lo que se ha dicho en las páginas anteriores tiene validez, la indus-
Como hoy en día el problema de la industrialización de las zonas atra- trialización rusa contiene indudablemente todos los elementos básicos
s::t(:1.M-aEecta-p,Únc.ipal-nH'JH~e--a-Ios-paÍ,erlToeuropeos, surge la cuestión comunes a los desarrollos industriales de los países atrasados en el siglo XIX.
.------l:e].a~iva_·a-les-efeeffis_qHe~I--Ge5f1.Fro-l-lc;}=-.flHlhlral alGa=~&='e§.da-=l~ El poner de relieve la industria pesada y las plantas de gran tamaño,
antes de ~.LS1l'jH'¡'Í2ffCÍOnJ.}Ueda tener sobre sus potencialidades "de no es en modo alguno característico de la Husia soviética, pero lo que sí es
~:ro:r.ro::::j.ndY-StÚa,LEIL..eStCLaS.p.e.cJ:Q.,J.a inves tigación an trop al ógica qu e cierto, es que este país ha exagerado y falseado fuera de toda proporción
se ha realizado sobre estos tipos culturales, ha tendido a esl'ableeer-un~.. estos rasgos comunes de los procesos de industrialización de los países
conclusiones bastante pesimistas sobre las mismas. Pero es probable que atrasados.
esto haya sucedido así, por no haber tenido en cuenta su perspectiva diná- El problema que aquí se plantea es tanto político como económico. El
mica o' cuando menos por no haber valorado las posibilidades específicas gobierno soviético puede describirse propiamente como un producto del
atraso económico del país, Tanto si la servidumbre se hubiera abolido
de cambio clue encierran los factores individuales comprendidos. En este
durante el reinado de Catalina la Grande, o cuando el levantamiento
sentido, la experiencia rusa de las últimas décadas del siglo pasado, en la
decembrista de 1825, el descontento del campesinado - que fue la fuerza
que se pone de relieve cómo una forma de vida que había sido tan opuesta
que dirigió y consiguió el éxito de la Revolución rusa - nunca hubiera
al reconocimiento de los valores industriales, y que había tendido a consi-
alcanzado unas proporciones tan desastrosas, si el desarrollo económico
derar nrtiliciul y pecaminosa cualquier actividad económica fuera de la
del país hubiera tenido lugar de una forma más gradual. Si hay algo que
agricultura, dio paso con rapidez a unas actitudes completamente distin-
sea una "afirmación histórica fundada", es la siguiente: la tardanza con
tas; y en particular, el hecho de que de entre aquellos hombres con pasado
que se dio la revolución industrial fue la culpable de una revolución
de siervos-campesinos, surgiesen rápidamente empresarios nativos, debe-
política, durante la cual el poder cayó en manos de \1l1 gobierno dictatorial,
ría hacer vacilar a aquellos que consideran la ausencia de cualidades em-
al que con el paso del tiempo habría de oponerse una gran mayoría de la
presariales en los países atrasados como un factor frustrador tan impor-
población. Ahora bien; una cosa es que este tipo de gobierno consiga
tanto. No obstante, existen también otros problemas.
ganar el poder en un momento de gran crisis, y otra diferente es que
En algunas áreas atrasadas de gran extensión, el hecho de que el de- logre mantenerse en el mismo durante un largo período de tiempo. Por
sarrollo industrial se haya demorado por tanto tiempo, juntamente con la muy fuerte y eficiente que fuese el ejército y la policía secreta que tal
existencia de 1111 número de oportunidades para el progreso técnico que gobierno pudiera tener a su disposición, resultaría ingenuo creer que estos
no habían tenido precedente, ha creado grandes obstáculos para la indus-. instrumentos de opresión física pueden resultar suficientes. Un gobierno j •.
triulizacíóu. El progreso industrial es caro y dificil de lograr; el progreso como éste sólo puede mantenerse en el poder si consigue hacer creer a la
médico, resulta más barato y fácil de conseguir. Y así, en la medida que gente que está realizando una importante función social que en su ausen-
este último se ha dado con antelación considerable al primero, se ha pro- cia no podría realizarse.
elucido un exceso de población formidable, haciendo que quepa la posibili- L,gt industrialización_<:'ll~!IE.!i9 esta funciÓn porp el gobierno sovié!,ico
dad de que las contrarrevoluciones maltusíanas puedan llegar a frustrar ya que 'todos los factores básicos en la situaciÓn de] pa ís presionnhon en
las revoluciones industriales . esta dire .. Liíl tipo de desarrollo econÓmico ue era propio ----
•~!:!:.;l..,lln.l.!:.e~J:!Lb.eilio ....de,.s,¡.u.e...lQLgJ:@,des retrasos o demoras en la e a aca ae o JaCJa ya mucho tiempo, sustituyene o a--
"ndllstrialización de un país tienden a dejar que tl'fJ;;;;cllrra el tIempo Sel vidulIIb¡ e por-la'-cetleeHviztleiÓn . l~ ljrllH] ~ ht:=+u "1 de nrversiéw-hasta
I.lflcicnte para qne se ¡Jes.U1'Ollen Ias.tensíanes sociales, y lleguen a adquiri;-- el,-máximo qurrn pOb~c1ía resistir, el gobierno soviético hizo lo
rOpOrci.ones siniestras, está estrechamente relacionado con lo que EemÜ!l--" que ningún otro apoyado en el consenso de la población, hubiera podido
t1ich~Ql'i8Hl~ellte, pero sus efectos resultan m([chÍ~mportantes. conseguir. No puede negarse que después de haber atravesado un período
')odrít1 citarse aquí el caso de Méjico, ejemplo que dista ml.iCIio-de ser de luchas violentas, esta política condujo a una Fricción diaria y per-
tremo, donde los bancos establecidos se han resistido a cooperar en manente entre el gobierno y la población, pero, al mismo tiempo - y por
t1 nas lH:li~'idndes de industrialización, patrocinadas p~r un gobierno de paradójico que pueda parecer - llegó a alcanzar 1111 amplio consentimiento
uyo matiz radical desconliaban. De todas formas, el ejemplo que resulta por parte de esta última. Si se consigue que todas las fuerzas de la pobla-
~J!j 1\:1. ¡\,/,II¡\~O \l:U()NÓ~lLc.;O l'iN 8U l'I¡;¡¡~I'ECT!VAJlIs'!'6l\ICA
~",.
pasado a estar estrechamente entrelazados en la Rusia soviética.
Éste no es el 111g~.A~1~.Q1illdD __para ..-seguir---tl'a.tando--.esta-cuesti6n--Ieú:.:..
re'I'ite~l-JÚ"RllsTasci\-;-jética. El_prol>.L~11a_que a9,!-lí nos interesa no es el de CONSIDERACIONES SOBHE EL CONCEPTO
,,- .es le-pais;sfiíoeíql1 e se plantea en relación co~ lasactItUCles que err-lGs DE "PRERREQUISITOS" DE LA INDUSTRIALIZACIóN
países ntmsurlos se adoptan hacía la industrialización. Pero si alguna lvl0DERNA
enseüanza se deriva de la experiencia soviética ésta es la de demostrar
tul. oculos el gran peligro que encierra el hecho de que actualmente
existan áreas económicamente atrasadas. A través de los parques del El concepto de prerrequisitos históricos de la inllustrinlización fl10derna
progreso industrial no hay caminos que se bifurquen en cuatro senderos. resulta un tanto curioso. Se dice que antes de que ésta pueda comenzar
Aquí, el tomar una dirección puede conducir del atraso a la dictadura, y es necesario eliminar ciertos obstáculos importantes que se OpOlJen a la
de ésta a la guerra. Además, en un "mundo bípolar" estas siniestras misma, creándose al mismo tiempo ciertas cond iciones que la fav(Jrezcan.
consecuencias se modifican y agrandan, debido al hecho de que otros países Por tanto, este concepto parece implicar -tanto en su aspecto positivo
atrasudos imiten de forma deliberada la política rusa, incorporándose como negativo - la ínevitabílídnd histórica de la induslrializaciól1' o, por
voluntnriu o involuntnriarnente a la órbita soviética. lo menos, la noción de que su desenvolvimiento debe tener lLlgar de
1'Q0antüd)gsl~mQ~J.exmil1J.\Ld~i~l~_9 ..q~~anto la experiencia histórica una forma determinada; es decir, siguiendo unas etn11as ll1ÚS O menos
lÍelsigl() pasado como la del actual pue~.!1:._~);i.Ú:Tárl15nr"obtener ..conch.l,,-~ discretas. En estrecha relación con esto surge In idea de la unifonnidncl
sienes. La 'e-ií:St,¡¡mlza lUi1¿Glñentiíi9t1e el siglo.XIX nos puede proporcionar---"" del desarrollo industrial, en el sentido de que cada uno de estos é'ocesos
...-es---hn eel'nos-·'C()mpn·Tf(1·ei~J~TiLLpmblen:Ias.-d.e.-1'lS-Uacioues a tra saCta-s--no deba basarse en el mismo conjunto de preconc1iciones. Por supuesto ~ue
son' excll1sivamérlte --~-~y;;-s,
sino que atañen igualmente a los países aV-;;:l- este concepto no se refiere al hecho de que para iniciar la construCCIÓn
--,---' era está pagando el precio de no de una planta industrial se necesiten unas cuantas cosas muy concretas
haber conseguido emancipar antes a los campesinos rusos y de no turber - ya que esto es de sentido común -, sino que alude u los cam)Jios his-
iniciado In política cle industrialización en el momento oportuno. Los países tóricos a largo plazo.
avanzados no pueden permitirse ignorar el atraso económico. Pero, al Resultaría sencillo refutar este concepto considerándolo COmo 1.111ejem-
mismo tiempo, el siglo XIX enseña que es difícil que las políticas que se plo clásico de det~rminismo histórico, pero al mismo tiempo, ¡Jr?c~der
adopten con respecto a las áreas atrasarlas tengan éxito, si se ignoran las de esta manera sena lamentable. No hay eluda, de que el cletenll111lsmO
peculiaridades básicas del atraso económico. Únicamente reconociendo de - histórico o de otro tipo - rebasa la línea fronteriza que circLIllScribe
una maneru franca que éstas existen y que tienen una gran fuerza, y el esfuerzo científico. Es muy posible que el conocimiento completo del
tratando, no de sofocar, sino cle desarrollar cle una manera total lo que mundo nos revelase que cada acontecimiento llavín sido inevitablemente
Keynes llamó una vez "las posibilidades de las cosas", podrá usarse la preordenado, pero, también puede ser que nos dijese algo muy clistinto,
experiencia del siglo XIX para conjurar la amenaza que su sucesor repre- ¿cómo podemos saber lo que sabríamos si supiéramos? Sin embilrgo, al .
senta, mismo tiempo nos e~contl'~m?s. con que la ~lIlica form~ en que pod.e,~os ( !,..tl"'·~
acercamos a la realídad histórica es a traves de la busqueda de ciertas
regularidades o uniformidades, y de las desviaciones que se cl¡;ln con )'
respecto a las mismas, haciénc1onos una idea de los aCOntecimientOS Y de
sus consecuencias él través de construcciones de nuestrn me!l[-e, .eS decir,
-
Alexander Gerschenkron, El atraso económico en su perspectiva histórica, Cambridge Mass., Harvard University Press, 1968
ACTITUDES, ACTIVIDAD EMPRESARIAL Y DESARROLLO 61
hace ya varios años que viene dedicando su atención y su tiempo al plan
teamiento de una "aproximación a la historia económica desde un punto
de vista empresarial"; en su intento, este grupo se ha ocupado con inte
rés de la cuestión de las actitudes sociales que se plantean con respecto
a la empresa y al empresario. En los Estados Unidos, esta investigación ha
recibido sus estímulos intelectuales prindpalmente de dos fuentes, que
son: en primer lugar, la teoría del desarrollo económico de Schumpeter,
CAPITULO III que tan primordial papel asigna al empresario innovador en el proceso de
cambio económico; y, en segundo lugar, el sistema establecido por Talcott
Parsons. De hecho, hasta 1950, que fue el año en que tuvo lugar su falle
ACTITUDES SOCIALES, ACTIVIDAD EMPRESARIAL cimiento, el profesor Schumpeter mantuvo una íntima asociación con el
Y DESARROLLO ECONÓMICO Centro de Investigación de Harvard, y como es natural, la riqueza de las
hipótesis - y también de las intuiciones - schumpeterianas, fueron las
que determinaron una buena parte del camino que debían seguir estas
La expres10n "actitudes sociales" no resulta demasiado precisa. Por investigaciones. No obstante, cuando todavía hacía poco que éstas se habían
tanto, si se quiere evitar que se extienda hasta comprender todas las po iniciado, es decir, tan pronto como el problema de la posición empresa
líticas económicas gubernamentales - tema que se ha asignado muy ade rial dentro de la comunidad fue ganando claridad para las personas que
cuadamente a una sesión especial de esta conferencia -,1 se debe tratar trabajaban en este campo, se puso de relieve la necesidad de construir un
con precaución. Aquí vamos a ocuparnos principalmente de la importancia marco sociológico más extenso, y al mismo tiempo más preciso. Esta base
que la valoración popular de las actividades empresariales y de los hom se ha desarrollado por medio de la amplia gama de escritos que en el
bres que las desempeñan - es decir, los empresarios - tienen para el campo de la psicología social, de la antropología y de la sociología se han
desarrollo económico de un país. Dicho de otra forma, vamos a ocupar publicado recientemente, y que puede que haya encontrado su expre
nos del clima general de opinión en el cual tiene lugar la acción empre sión sistemática más convincente, en la estructura teórica que Talcott
sarial. Aunque se plantee de una forma tan restringida, el problema es Parsons y los estudiosos que colaboran con él han construido durante las
amplio; por ello, antes de poder llegar a establecer alguna conclusión dos últimas décadas.
válida, es necesario realizar una investigación monográfica, amplia y pa Incluso suponiendo que el autor se sintiera calificado para hacerlo, el
ciente. Por lo tanto, las observaciones siguientes sólo tratan de dar una entrar en una discusión del sistema parsoniano queda fuera del alcance
idea general de las corrientes de pensamiento que se han mantenido hasta de estas páginas. Pero, puede que resulte adecuado 2 dedicar unas cuan
la fecha, y de expresar ciertas advertencias en contra de una admisión tas palabri;is a algunos conceptos específicos que la hayan influido. En
demasiado rápida de ciertos modelos abstractos, remitiéndonos a ciertos este sentido, el interés se concentra en la llamada "teoría de los roles".
fragmentos de la historia económica europea del siglo XIX para ilustrar Según ésta, se ve a los miembros individuales de la comunidad realizando
estas últimas. Por lo que se refiere a estos ejemplos, debemos aclarar que roles sociales específicos, siendo este "rol" el que "en la mayor parte de
nos vamos a fijar más en las primeras fases de la industrialización, que fos casos [cuenta como] la unidad conceptual del sistema social".3 "El
en las condiciones de las economías maduras. Igualmente, y a excepción primer ingrediente de este concepto es el rol esperado",4 que se refiere
de una breve alusión al problema, la cuestión de hasta qué punto puede al rol que cada uno de los individuos esperan que realice cada uno de los
usarse la experiencia histórica europea para aclarar los problemas actuales demás. La anuencia al rol esperado se ve reforzada por unas sanciones po-
de los países subdesarrollados, debe . quedar al margen de este artículo.
La investigación que se ha realizado sobre este .tipo de problemas, no 2. Mientras no se exprese lo contrario, las referencias siguientes aluden a la colección
de artículos Tc>ward a General Theory of Action, editado por Talcott Parsons y Edward
ha pasado todavía de una fase inicial. No obstante, el Harvard Research A. Shils (Cambridge, Mass., 1951), especialmente a la parte segunda, que es la fundamental,
Center in Entrepreneurial History, bajo la dirección de Arthur Cole, y se titula, "Values, Motives and Systems of Actions" y que está escrita por los dos autores
citados. Puede añadirse que el volumen proporciona la iniciación más conveniente para un
economista que desee adentrarse en el dominio de la sociología moderna.
l. La referencia alude a la "Mesa Redonda" de la Intemational Economic Association on 3. Toward a General TheortJ, p. 190.
Economic Progress, 1953. 4. Ibid.