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1.

EL TEATRO DE VALLE-INCLÁN Y LA ESTETICA DEL


ESPERPENTO

La renovación literaria del S.XX alcanza también al teatro. Este nuevo teatro,
experimental en las formas y en los contenidos, se plantea como meta la superación del
realismo. Para ello, dará entrada a lo onírico, lo absurdo, lo simbólico o lo grotesco,
promoverá la renovación del lenguaje gramático y de la escenografía y otorgará una
importancia mayor a los recursos extraverbales (visuales, corporales, …)

En España, a principios del siglo XX se desarrollaron principalmente dos tipos de


teatro: uno cuyo objetivo era satisfacer la demanda de los espectadores, y otro en el que
se intentó, sin éxito, renovar el que ya existía.

Entre los primeros destaca la comedia burguesa (con Jacinto Benavente como principal
autor), el teatro en verso (con autores como Villaespesa y Marquina, o los hermanos
Machado con La Lola se va a los puertos) y el teatro cómico (con autores como los
hermanos Álvarez, Muñoz Seca o Jardiel Poncela).

Hubo otros autores que intentaron renovar el estilo teatral y romper con los modelos
establecidos, eso si, sacrificando el éxito y el favor del publico. Entre estos
dramaturgos, citaremos a Jacinto Grau; a Miguel de Unamuno, creador del “teatro
desnudo”; Azorín; o a Federico García Lorca, creador del verdadero teatro poético, y
que partiendo del teatro modernista evolucionó hacia tragedias tan renombradas como
Bodas de sangre, Yerma o La casa de Bernarda, finalmente hacia su “teatro imposible”.

Valle-Inclán es, según algunos críticos, el autor mas original en el teatro español del
s.XX. En su trayectoria dramática hasta el “esperpento” vemos una evolución que se
basa en el esfuerzo por renovar formal y temáticamente el teatro de su época, y por
romper con el teatro realista y con los modelos establecidos.

En sus inicios, Valle-Inclán adopta los presupuestos estéticos del modernismo, con
obras como El Marqués de Bradomín. Además, escribe poemas dramáticos en verso de
carácter simbolista, tales como Comedia de ensueño y Tragedia de ensueño. A partir de
este tipo de teatro, Valle necesita volver a la esencia el teatro, primero a través del mito,
y luego de la farsa, antes de desembocar en el esperpento.

En una segunda etapa, y partiendo de su Galicia natal, Valle-Inclán crea un mundo


mítico e intemporal, en el que la irracionalidad, la violencia, la lujuria, la avaricia y la
muerte rigen los destinos de los protagonistas. Pertenecen a este periodo la triología
Comedias bárbaras y Divinas palabras.
En las farsas introdujo personajes de la farándula, el uso de disfraces y el teatro dentro
del teatro, intentando romper el efecto de realidad escénica. Escribió cuatro obras de
este tipo: La marquesa Rosalinda, y tres farsas agrupadas en Tablado de marionetas
para educación de príncipes. Estas obras presentan el contraste entre lo sentimental y lo
grotesco, y sus personajes (marionetas de feria) apuntan ya claramente a la etapa del
esperpento.

A partir de 1920 podemos hablar del esperpento como genero bautizado por el mismo
Valle-Inclán en Luces de Bohemia (el esperpento no surge entonces, sino que es el
resultado de una evolución). El esperpento, más que un género literario, es una visión
particular del mundo, que deforma y distorsiona la realidad para presentarnos la imagen
real que se oculta tras ella. Para ello utiliza la parodia, humaniza los objetos y los
animales y animaliza o cosifica a los humanos. Presentados de ese modo, los personajes
aparecen como marionetas. Valle-Inclán utilizó este instrumento de
desenmascaramiento para criticar durante su momento histórico.

Los sucesos dramáticos se proyectan de forma grotesca y la degradación del esperpento


afecta tanto a los ambientes como a los personajes. En los primeros, los escenarios que
dominan son las tabernas, los burdeles, los antros de juego, los interiores míseros, las
calles inseguras del Madrid nocturno; en los segundos predominan los borrachos, las
prostitutas, los picaros y los mendigos, los artistas fracasados y bohemios.

Las obras mas representativas del esperpento son Luces de Bohemia, drama que narra el
viaje de Max Estrella y Latino de Hispalis por Madrid, pasando por el callejón del Gato,
en donde se menciona a Goya y alude a las imágenes deformadas que nos devuelven los
espejos cóncavos. Finaliza la obra con la muerte de Max Estrella en la puerta de su
propia casa. Este recorrido nocturno por diversos lugres madrileños, como librerías,
tabernas, delegación de la policía, cafés, facilita la critica colectiva de la sociedad y la
situación política presentes. A partir de 1921 y hasta 1927, aparecen las otras tres obras
que Valle denomina como esperpentos (Los cuernos de don Friolera, Las galas del
difunto y La hija del capitán). En 1930 aparecieron publicadas juntas bajo el titulo de
Martes de Carnaval.

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