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● Características y cambios en la evolución de las empresas públicas del Estado

costarricense vinculado a procesos de privatización, apertura de mercados y


monopolios del sector público costarricense.
Para entender la situación actual de las empresas públicas del Estado costarricense, es
fundamental comprender la historia, de cómo están han sido desenvolviéndose en el contexto
nacional y como estas han permanecido en cambio. En primer lugar, las empresas públicas
del país y su matriz de trabajo y desarrollo, se han visto desarrolladas y en constante
evolución desde el siglo XIX, con el periodo conocido como patriarcal. Pasando por la nueva
Segunda República, que dio cabida al avance desarrollista del país; hasta la actualidad,
marcada por una búsqueda en la reestructuración de las empresas públicas y de reforma del
Estado. (Cortez, 2013)
Primer periodo: 1850-1948
Con el establecimiento del territorio nacional como un Estado independiente, surgieron una
serie de necesidades propias de la realidad del momento, con lo que se estuvo en la necesidad
de desarrollar empresas estatales. La primera de estas y con el objetivo de primero controlar
la producción de aguardiente, segundo incrementar las rentas públicas y tercero impulsar la
agricultura de caña, se crea la la Fábrica Nacional de Licores (FANAL) (Cortez, 2018, p.
119), todavía existente más sin el carácter monopolístico característico de su fundación.
A partir de aquí las empresas públicas se desarrollan en dos ámbitos muy específicos: el
financiero y el de seguros. El primero singular, dada la ineficacia en la instalación perdurable
de un banco estatal, ya que se dieron varios intentos desde 1850 no dieron frutos, por lo que
no fue hasta 1914, con el gobierno de Flores (1914-1917), que se funda el Banco
Internacional de Costa Rica, antecesor del Banco Nacional de Costa Rica. Este tuvo como
principal fin otorgar crédito a los pequeños agricultores cafetaleros (p.119). En el área de los
seguros fue igual en el periodo de Flores que se da primero la Ley de Accidentes de Trabajo,
que daría hincapié a establecer un monopolio de seguros, muy contrario a el remanente del
modelo liberal. Esto terminaría con la creación del Banco Nacional de Seguros, antecesor del
Instituto Nacional de Seguros (INS), que perdura hasta la actualidad, y que mantiene una
fuerza considerable, a pesar de la apertura monopolística de los seguros de la última década.
Las transformaciones institucionales no fueron comunes en esta época, por lo que no se
desarrollan grandes entidades estatales monopolísticas, sino que se dan las bases para que en
el futuro se desarrollen y establezcan empresas públicas fuertes y duraderas.
Segundo periodo: (1948-1980)
Tras la Guerra Civil y con el periodo de transición de 18 meses, desde la Asamblea
Costituyente, se crearon un gran número de empresas públicas e instituciones autónomas. Es
importante aclarar que está repentina ola de institucionalismo se da bajo un cambio el poder
hegemónico, donde en el pasado ante una oligarquía, con una visión completamente liberal,
impedía el crecimiento del intervencionismo estatal. Más con la llegada al poder de grupos de
pequeños y medianos burgueses, con una marcada ideología socialdemócrata, que buscan
simplemente aumentar su base social y económica, se da el periodo de reforma a una robusta
matriz de empresas a instituciones estatales.
Tras esto, la monopolización fue plenamente implantada en varios sectores, tales como el
bancario y el de las energías. Con el primero se crean diversidad de bancos, con diversos
objetivos y metas financieras. Destacan el Banco Anglocostarricense (BAC), el Banco de
Crédito Agrícola de Cartago (BCAC) a la par del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) y el
Banco de Costa Rica (BCR). Muchos de estos perduran en la etapa de reforma de los
noventa, y otros más perecieron.
En este periodo se dio la gran expansión estatal, con un gran abanico de instituciones y
empresas, por lo que la matiz de empresas públicas pudo ampliar la cobertura de los servicios
y asegurar la calidad los mismo, lo que mejoró los indicadores sociales y dieron un gran
sustento a la población trabajadora, robusteciendo los estratos socioeconómicos medios
(p.123). Además, se permitió la creación de proyectos a gran escala, como carreteras,
servicios de telecomunicaciones y un crecimiento del sector energético muy significativo.
Está matriz buscaba perdurar, con una serie de reformas que organizaran el sistema, como la
creación de la Corporación para el Desarrollo S.A. (CODESA), la cual tenía como fin
organizar y configurar la matriz según las disposiciones del Ejecutivo. Mas solo generó
conflictos en la organización estatal y contradicciones en la gestión de las empresas públicas,
dando inicio al declive de las organizaciones públicas, marcada además por un ambiente
político/social/económico regional muy conflictivo.
Tercer periodo (1980-2006)
El inicio de este periodo está marcado con la crisis de deuda externa , durante los últimos dos
años de gobierno de Rodrigo Carazo Odio (1978-1982). Tras esto se obliga al pais a realizar
ajustes estructurales basados en el Consenso de Washington, por lo que bajo este nueva guia
se inicia la desarticulación del aparato estatal, para dar paso a un modelo centrado en
impulsar “las exportaciones para obtener las divisas necesarias para el pago de la deuda
externa,” (p.125), por lo que las empresas públicas estatales ya no tenían lugar en este nuevo
modelo.
El proteccionismo y el monopolio no tenían lugar aquí. Se inició el cierre de muchas
empresas públicas y se dio un favorecimiento a la inversión extranjera. Otro punto es el
comienzo de la “utilización de las tarifas de los servicios públicos para equilibrar el déficit
financiero del gobierno” (p,126). Esto modifica y distorsiona el objetivo original de las
empresas públicas dedicada a fines sociales y no a así la generación de excedentes. Lo último
sigue pesando en la opinión pública al exigir que las empresas públicas restantes no solo sean
autosuficientes, sino que generen un excedente considerable.
Tras esto la privatización de las que generaban más excedentes fue algo atractivo para el
sector privado. CODESA se privatiza, con lo que dejan de ser empresas públicas para el bien
de la población y pasa a ser “activos públicos”, usados como moneda de cambio. Además, se
inicia el proceso de desmonopolización de los sectores. El sector financiero fue el primero de
estos en 1983, más solo fue hasta el 94 que en la administración Figueres (1994-1998) que se
dio el ingreso de bancos privados.
Es importante aclarar que este no fue un proceso sin revueltas sociales ante estos cambios. La
ciudadanía fue particularmente intensa contra la privatización del el Instituto Costarricense de
Electricidad (ICE), lo cual generó grandes marchas contra la iniciativa. Llegó a tal punto la
presión contra el gobierno, que tras la aprobación del proyecto de ley se obligó a la Asamblea
Legislativa a revertir la aprobación del mismo.
Cuarto Periodo (2006-actualidad)
En este momento las empresas públicas estatales están en constante riesgo, ya sean por
políticas neoliberales que se han permeado y cristalizado en los discursos de grupo de poder
político, o por las presiones constantes generadas por la influencia de sectores económicos
con mucho poder, que se benefician directa o indirectamente con el fin, desaparición o
compra de estas entidades.
Con la apertura de mercados, antes protegidos y monopolizados, la ciudadanía solo ha visto
una mejora en los servicios. El caso más llamativo de esto fue el de las telecomunicaciones,
que tras el fin del monopolio, entraron diversas compañías telefónicas que mejoraron la
atención y el servicio. Más esto último, solo demuestra que tras años de políticas
desarticularizadoras las empresas públicas fueron heridas y desangradas, lo que
indudablemente significó un deterioro del servicio.
Tras décadas de modelos de liberalización, amparados en discursos de Reformas del Estado,
y ante una búsqueda de desarticular y marchitar a las instituciones y empresas nacionales
públicas, se ha dado un deterioro de los servicios públicos. Esto último, sólo cristaliza en la
opinión pública el apoyo a la disminución del Estado y la desaparición de las empresas
públicas.
● Establecer y explicar por qué se catalogan como empresas públicas, sus características
y definiciones normativas al respecto (debe ir de la mano con las lecturas de la clase)
Antes de explicar cómo se catalogan las empresas públicas, es fundamental mencionar que el
monopolio de las empresas públicas está resguardado por el artículo 46 de la Constitución
política, que establece la prohibición de los monopolios de carácter particular, mas no los a
favor del Estado o de la municipalidades.
Ahora, establecer la que es una empresa pública o privada no es una tarea sencilla, dada las
características de su fundación y los objetivos que deben de cumplir. A pesar de esto existen
diferentes tipos de empresas públicas, según lo establecido en el dictamen C-109-99 del 1 de
junio de 1999, existen 3 tipos.
El primero es la empresa órgano, que presenta una relativa independencia y además
carece de personalidad jurídica. Cuenta tanto con autonomía administrativa como
contable y financiera. La carencia de personalidad jurídica provoca que no tenga
autonomía, con lo que nunca podrá ser descentralizada. Su relación con el ente
administrador es de control, basado en “un poder de dirección”. y no por el poder de las
órdenes del ministro respectivo.
El segundo tipo es empresa-ente público (ente público económico) y se da cuando un ente
desarrolla exclusivamente la actividad de la empresa. La independencia en contraste con la
empresa órgano es mayor. Desarrolla una actividad destinada a la producción y el cambio de
bienes y servicios.
Por último, la empresa-ente privada. Conocida como empresa privada del Estado y
representa la máxima expresión de la intervención del Estado en la economía. Adopta un
esquema organizativo comercial, por lo que su actividad primordial es completamente
comercial.
Establecido esto, Herrero y Monge (2016), categorizan a las empresas públicas según el tipo
de servicio que prestan. Siendo estas: 1.Empresas con ámbito de competencia nacional
nacional, 2. Empresas portuarias, 3. Empresas municipales con cobertura provincial, y
4.Cooperativas de electrificación rural (150).
A pesar de todas estas clasificaciones y categorías, es importante señalar, para finalizar, que
las empresas públicas presentan las siguientes características comunes: A. son propiedad del
estado en su totalidad y no generan utilidades a inversionistas particulares y B. y su objetivo
de ser es del bienestar general de las poblaciones que sirven ( Herreo y Monge, 2016, p.150),
por lo que su función es vicarial.

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