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MÁSTER EN PERFILACIÓN CRIMINAL E INTELIGENCIA EMOCIONAL 1
ANÁLISIS DE CASOS
CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL
ÍNDICE
1. APORTACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA A LAS POLÍTICAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO Y
DE GARANTÍA DE LA SEGURIDAD CIUDADANA .................................................................................. 3
3.1. CPTED............................................................................................................................................. 11
4. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................................... 17
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Tanto las decisiones legislativas como las estrategias de intervención y actuación en términos de
seguridad ciudadana necesitan estar fundamentadas en investigaciones y estudios serios y, por
tanto, llevarse a cabo bajo esa misma perspectiva científica, principalmente porque el nivel de
dificultad social y delictiva es mayor a medida que pasa el tiempo, por ello, es necesario contar
con unos estudios y análisis teóricos de ese tipo de problemas que estén a la altura de las
circunstancias.
El conjunto de disciplinas incluidas dentro de la Criminología cumple este papel, sin olvidar el
resto de las ciencias que, ajenas al ámbito criminal, por su objeto o metodología, resultan tan
necesarias como la Criminología en la función de gestionar la prevención y la lucha contra el
delito. Entre ellas, se encuentran las que desarrollan y promueven el uso de las tecnologías
actuales, las ciencias sociales y económicas etc.
Sin embargo, hay que resaltar que incluso en un modelo penal esencialmente jurídico, donde la
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dogmática penal desempeña un papel dominante, las aportaciones de las ciencias criminológicas
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han tenido una importancia objetiva a la hora de analizar y valorar las medidas y reformas
legales, como, por ejemplo, en lo que concierne a la verificación empírica de los fines de las penas,
la corrección de las medidas de seguridad, los modelos de tratamiento penitenciario, etc.
Garrido, Stangeland y Redondo llaman la atención sobre este aspecto, recordando que los
estudios sobre la verificación de los efectos disuasorios de las penas han sido desarrollados por
criminólogos o sociólogos más que por dogmáticos de Derecho Penal.
Díez Ripollés, por otro lado, ha señalado que muchas consecuencias negativas que hoy se
manifiestan en nuestro sistema punitivo se basan en que la Criminología no ha desarrollado todo
su potencial metodológico, a la hora de aplicar avances científicos a esos elementos de la
prevención terciaria.
La adopción de estos nuevos modelos se reconoce hoy día como una necesidad objetiva, teniendo
en cuenta la evolución constante de la criminalidad y las nuevas exigencias de seguridad. Se
puede afirmar que el impulso de la investigación criminológica en esta materia está motivado en
gran parte por la recepción del trabajo de las escuelas criminológicas de otros países a partir de
los años setenta del siglo pasado. En torno a esa época, se produce un fenómeno expansivo de
la Criminología en muchos países de Europa y España, tanto en su ámbito científico como en
su influencia social y legal, usado como instrumento de aplicación de conocimientos y técnicas
para hacer mucho más eficaces los medios de prevención del delito.
De este modo, unido a las aportaciones de la Escuela de Chicago o las teorías del control social,
aparecieron doctrinas tan divergentes como el labeling approach o etiquetamiento social y la
criminología crítica, que invierte los postulados positivos de las teorías del control social para
convertir las estructuras y relaciones sociales en elementos generadores de situaciones propias
de conflicto, de manera que aparecen como causas directas de la criminalidad.
Las críticas a este tipo de teorías, sin entrar en la valoración de sus presupuestos ideológicos, se
fundamentan en consideraciones de falta de rigurosidad científica y en la insuficiencia de sus
postulados para diseñar políticas criminales efectivas de disminución y prevención de la
delincuencia, en concreto, respecto de la delincuencia común y sus víctimas.
A pesar de estas críticas, es necesario reconocer el creciente interés en estas tesis por parte de
los investigadores criminólogos. La causa de su difusión se puede localizar en que realmente
están en sintonía con la situación criminal actual y se orientan al ámbito del control social y la
seguridad pública, cuestiones que se encuentran en el centro de la discusión criminológica
actual. Además, también ofrece nuevos planteamientos para renovar los medios tradicionales de
análisis de la criminalidad y para abrir nuevas perspectivas al panorama de las políticas de
prevención y de control, tanto formal como informal.
Otro grupo de teorías, denominadas integradoras, mantienen una perspectiva más amplia, en la
que no renuncian a la explicación los factores que influyen en el delito, estudiando el conjunto
de factores sociales, personales y económicos que generan fenomenología criminal, integrando
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La Criminología Ambiental es una de las múltiples ramas que integran la Criminología, cuya
función es estudiar el lugar, espacio y momento en el que se comete un delito.
Existen diversas teorías que intentar aportar claridad explicando y tratando de prevenir el delito
en base a diferentes situaciones que influyen en la comisión del crimen, como por ejemplo la
cuantía de árboles, de garajes, de personas, iluminación, etc., puesto que todo ello en conjunto
afecta de una u otra forma a la comisión o no de un acto delictivo.
La Criminología Ambiental, por tanto, trata de estudiar el delito como una situación o
acontecimiento, es decir, intenta explicar por qué hay ciertos sitios, situaciones o circunstancias
en las que hay más probabilidad de que se cometa un delito.
Aunque su nombre pueda confundir o inducir a error, por dar a pensar que se trata de una rama
de la Criminología que estudia los delitos contra el medio ambiente, el término ambiental se
refiere al hecho de que la citada rama se centra en el ambiente, contexto o circunstancia en el
que se produce un hecho delictivo. En este sentido, es necesario tener en cuenta que no es lo
mismo el delito ecológico que la ecología del delito (Guillén, 2013).
Influencia del
La utilidad de la
ambiente en el
prevención y
comportamiento
control del delito
delictivo
No aletoriedad de la
distribución espacio-
temporal del delito
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Teorías científicas
Basadas en la reducción de
oportunidades delictivas y en
la prevención del crimen
CPTED
(crime prevention throught
environmental design o Prevención situacional
prevención del crimen a través
del diseño ambiental)
Sin embargo, antes de que éstas se establecieran como teorías científicas, surgieron diversas
teorías que sirvieron como antecedentes y que explican la fundamentación básica de las CPTED
y la prevención situacional:
Jane Jacobs (1961) desarrolló esta teoría a raíz de estudiar los lugares donde se comete el delito
y las características de dicho lugar.
De acuerdo con esta teoría y con su desarrolladora, cuantas más personas haya en un lugar en
un momento determinado, mayor número de ojos habrá, lo que significa que existirá un mayor
control y, por tanto, menor incidencia delictiva.
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Esta teoría se apoya en hacer que la organización del medio ambiente urbano se convierta en un
mecanismo de vigilancia natural, es decir, trata de garantizar, a través de un diseño urbano, el
control social informal, ya que la seguridad en la calle no solo concierne al sistema policial.
- A mayor número de gente, más suciedad y mayores actos incívicos y mayor sensación de
inseguridad.
La teoría del espacio defendible fue desarrollada por Oscar Newman (1972), pues este defendía
que el delito prosperó debido a un diseño arquitectónico erróneo de las viviendas, que evitaba
que los residentes ejercitasen un control social informal sobre su entorno.
Newman llevó a la práctica las ideas de Jacobs a través de una perspectiva que llamó “espacio
defendible” y que definió como:
En relación a todo lo anterior, Medina (2010) expone que en la medida en que los delincuentes
perciban estos sentimientos y teorías, serán disuadidos de cometer delitos en el lugar.
Esta teoría generó una gran polémica, dado que se reforzaron las barreras arquitectónicas,
distinguiendo entre espacios públicos y privados.
Autores como Hunter (1976), Gottfredson (1986) o Skogan (1990) apoyaron la idea de que el
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Esta teoría trata de exponer cómo a partir de dicho desorden se crea un ambiente con reducido
3.1. CPTED
La prevención del crimen a través del diseño ambiental (a partir de ahora CPTED) es una
estrategia útil y efectiva tanto para prevenir el crimen como para paliar el sentimiento de
inseguridad de la ciudadanía.
La metodología CPTED fue desarrollada por el criminólogo Clarence R. Jeffery a mediados de los
años 70 del siglo XX, pues él entendía que el ambiente físico y social de la urbe puede dar lugar
a la generación de oportunidades delictivas. De este modo, Jeffery consideraba que estas
oportunidades se podían ver reducidas si se modificaban una serie de parámetros ambientales.
Este tipo de prevención se fundamenta en cinco pilares básicos que se retroalimentan entre sí y
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Control de
acceso
Participación Vigilancia
comunitaria natural
Mantenimiento
Refuerzo
de espacios
territorial
públicos
• El control de acceso consiste en restringir la entrada a ciertos espacios privados, así como
a potenciar el uso de determinados objetos, como mobiliario o teléfonos públicos,
identificando a quien los utiliza, para que no se conviertan en objeto de vandalismo, entre
otros.
• El refuerzo territorial se basa en los lazos afectivos existentes entre los habitantes del
espacio de estudio, ya que el apego emocional debe ser potenciado para la prevención de
la delincuencia, puesto que favorece la protección de unos para con los demás.
• El mantenimiento de los espacios públicos consiste en el fomento del buen uso y el orden
de los diferentes espacios públicos. Esta responsabilidad de mantenimiento recae
principalmente en las instituciones públicas, pero también en los ciudadanos cuando
hace uso de ellos.
entre todos los ciudadanos. Los diferentes sujetos que hacen uso de una serie de
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determinados espacios son los que mejor conocen las necesidades específicas de su
Estos cinco conceptos o factores van a fomentar el diseño urbano eficiente y la utilización segura
de los espacios públicos, lo que va a conllevar una necesaria disminución de las conductas
delictivas.
Las teorías de la oportunidad adquieren esta denominación debido a que tratan de analizar
situaciones concretas que ofrecen oportunidades a los sujetos para que éstos cometan delitos.
Para comprender realmente el alcance de estas teorías, es necesario conocer cómo se comprende
el concepto de oportunidad delictiva.
En este sentido, Felson y Clarke (1998) señalan que las oportunidades para cometer un delito
son necesarias para que éste se produzca, y que la influencia entre la persona y el contexto son
tan importantes como los factores individuales que provocan que el sujeto lleve a cabo un tipo
de conducta delictiva, o la motivación del individuo para la comisión de ésta.
Por tanto, aceptando la hipótesis de estos dos autores, se desarrollaron una serie de teorías de
la oportunidad que se encuentran integradas dentro de la propia Criminología Ambiental.
Cohen y Felson (1979), desarrollares de esta teoría, tratan de explicar la prevención del delito
en su artículo Social change and crime rate trend: a routine activity approach, a través del enfoque
de las actividades rutinarias.
Felson (2008) expone que el enfoque que se le otorga a las actividades rutinarias se plantea una
teoría tanto macro como micro.
Desde un punto de vista macro, Cohen y Felson (1979) consideran que, aunque de
produzca un desarrollo y mejora de las condiciones económicas y del bienestar social, la
delincuencia no disminuye, sino que aumenta.
En resumen, para estos autores, una mejor calidad de vida no está vinculada
inherentemente con el descenso de la delincuencia, sino que precisamente en las
sociedades modernas, se modifica el estilo de vida de los ciudadanos y con ello sus
actividades rutinarias, por lo que, por ejemplo, la gente pasa más tiempo fuera de casa, lo
que aumenta de manera considerable las probabilidades de ser víctimas de un delito
contra el patrimonio.
Desde un punto de vista micro, se afirma que un delito en concreto sucede cuando se dan
tres circunstancias particulares en un lugar y tiempo determinado:
o La existencia de un sujeto motivado para cometer un acto delictivo, que sea capaz
de aprovechar las siguientes dos circunstancias.
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influyen en que este sea atractivo para el delincuente.
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El control formal puede ser de personas (policía, guardias de seguridad, etc.) o de cosas
(alarmas, cámaras, etc.).
En definitiva, la teoría de las actividades rutinarias vincula de forma directa la oportunidad para
la comisión de delitos con la organización temporo-espacial y las actividades sociales en las
actuales sociedades.
Finalmente, la citada teoría está íntimamente ligada con la teoría de la elección racional, que será
explicada a continuación, dado que coloca el hecho delictivo en el contexto de las actividades
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Cabe señalar que por “actividades cotidianas”, Cohen y Felson (1979) entienden esas actividades
habituales que realizan los individuos para satisfacer sus necesidades básicas.
Este enfoque afirma que no es suficiente con la propia existencia de un delincuente motivado
para que el delito llegue a cometerse, sino que es necesario que, además, se dé la situación idónea
para que éste decida delinquir. En este punto es donde se puede notar la relación entre el
enfoque dado a las actividades cotidianas con el enfoque de la elección racional que veremos a
continuación.
La teoría de la elección racional se origina junto con la Ilustración, movimiento que consideraba
al hombre un ser libre y racional.
La teoría de la elección racional trata de defender la idea de que los delincuentes, antes de
cometer un delito, consideran de forma más o menos racional el coste-beneficio de cometerlo,
para de este modo evaluar la rentabilidad de tal hecho, así como los riesgos que implica.
Los beneficios pueden ser de tipo económico, material y/o emocionales. Teniendo en cuenta esta
teoría, cuando los beneficios son mayores que los riesgos o los costes, el delincuente se decanta
por actuar y cometer el delito.
Los delincuentes intentan maximizar el beneficio y minimizar el coste o riesgo, y por tanto,
deciden cometer el delito cuando el riesgo a ser capturados es menor a las recompensas
potenciales.
De este modo, la elección racional percibe el delito como una serie de motivaciones, preferencias
y satisfacción de deseos que el delincuente pueda tener, y que forman parte de procesos
psicológicos similares a los de cualquier persona que no sea delincuente y que convive
continuamente con las oportunidades y limitaciones que en cualquier caso puedan facilitar o
inhibir la conducta delictiva.
Como hemos comentado anteriormente, los delitos pueden llegar a concentrarse en lugares y
momentos concretos, estableciendo posibles patrones delictivos.
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La teoría del patrón delictivo es una propuesta de Brantingham y Brantingham (1991) para la
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intento por aunar las teorías descritas anteriormente (teoría ecológica, teoría del estilo de vida,
teoría situacional, teoría de la oportunidad, teoría de las actividades rutinarias y teoría de la
elección racional).
Al igual que sucede en la teoría de las actividades rutinarias, esta teoría se centra en aquellos
elementos que son indispensables para que se produzca un hecho delictivo, aunque haciendo
hincapié en cómo eligen y buscan los delincuentes objetivos adecuados. Básicamente, esta teoría
trata de explicar cómo los patrones delictivos se constituyen a través del tiempo y el espacio.
En concreto, la teoría del patrón delictivo incide en cómo se produce el proceso desde que surge
el deseo de cometer un acto delictivo y el delincuente realiza su propia plantilla mental, es decir,
un patrón cognitivo conductual para elegir objetivos de una determinada zona que el individuo
delincuente ya conoce de sobra.
4. BIBLIOGRAFÍA
Álvarez, F. (2015). La prevención situacional del delito (tesis doctoral). Universidad Nacional de
Educación a Distancia, España.
Pozuelo, C. (2018). Criminología Ambiental. La prevención del delito a través del estudio del diseño
urbano (trabajo de fin de grado). Universitat Oberta de Catalunya, España.
Summer, L. (2009). Las técnicas de prevención situacional del delito aplicadas a la delincuencia
juvenil. Revista de Derecho Penal y Criminología, (1), 395-409.