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INTRODUCCIÒN AL ESTUDIO

DE LA CRIMINOLOGIA
Primer Semestre

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN, CIENCIA, TECNOLOGÍA E


INNOVACIÓN DE LA CIUDAD DE MÉXICO INSTITUTO DE ESTUDIOS
SUPERIORES “ROSARIO CASTELLANOS”

GUÍA DE ESTUDIO

EXAMEN EXTRAORDINARIO

Guía de estudios elaborada por: Docente. Víctor Hugo Meneses


Velázquez

Docente del Instituto de Estudios Superiores “Rosario


Castellanos”.
Datos curriculares:
➢ Nombre de la asignatura: Introducción al estudio de la
Criminología

➢ Ciclo: Licenciatura

➢ Plan de estudios: 2022

➢ Carácter: Obligatorio

➢ Créditos: 15 %

Características de los destinatarios:

Alumnos de la Licenciatura en Derecho y Criminología en


la Modalidad a Distancia

Hibrida y Dual que estudien la asignatura de Introducción


al estudio de la Criminología

primer semestre.

Criterios de acreditación:

Examen Extraordinario 60% como mínimo.

Duración (horas):

90 minutos

Elaborador de la guía para presentar el examen


extraordinario de Introducción al Estudio de la
Criminología:

Docente. Víctor Hugo Meneses Velázquez


Presentación
Recomendaciones durante la aplicación: 1. Prepárate oportuna y cuidadosamente.
2. Revisa el calendario, para saber qué días se aplicará la asignatura de la que
presentarás examen extraordinario. 3. Te recomendamos que tomes las
precauciones pertinentes para presentar tus exámenes, por ejemplo, de luz,
internet, obligaciones familiares o laborales, porque no hay segundos intentos. 4.
Considera los 90 minutos que tienes para realizar el examen, una vez concluido el
horario de aplicación no se podrán abrir. 5. Procura no resolver tus exámenes
durante la última hora (21:00 a 22:00 h), pues no se podrán solucionar las
incidencias que se presenten. 6. Recuerda que al finalizar cada examen es MUY
importante hacer clic en terminar y enviar. 7. Captura, guarda y conserva una
impresión de pantalla de tu resulta.

A lo largo de muchos siglos diversos investigadores en diferentes disciplinas se han


hecho el cuestionamiento y se han dado a la tarea de realizar diferentes estudios
del por qué delinque el ser humano, con el propósito de conocer los factores
criminógenos que conllevan a que una persona cometa una conducta
antisocial y generar adecuadas políticas públicas preventivas y de reinserción
social.
Esta Guía para el examen extraordinario, establecerá la importancia de esta
asignatura la cual radica en que el alumno conocerá a la Ciencia Criminológica, sus
fases de desarrollo, sus diferentes escuelas, representantes y postulados más
importantes ello con la finalidad de que el alumno pueda evaluar los conceptos de
crimen, criminal y criminalidad, el objeto de estudio de dicha ciencia, distinga las
diferentes
conductas sociales, así como las bases generales de antropología criminológica,
sociología criminológica, biología criminológica, sicología criminológica,
criminalística, penología y victimo logia, como también aquellos factores
criminógenos de cada dirección de análisis criminológico. Es decir, el alumno
conocerá desde un punto de vista científico el por qué delinque el ser humano y
qué medidas preventivas y de reinserción social son las más adecuadas en un
espacio y tiempo determinados para un control social. Se debe precisar que la
Criminología, es una disciplina sintética, causal, explicativa, natural, cultural y no
jurídica de las conductas antisociales, que ha
tenido un gran auge y desarrollo en los últimos años, por ello se torna en la piedra
angular para comprender las conductas que atentan contra el orden social y los
supuestos en que esas conductas pueden llegar a configurar delitos sancionados
por la legislación penal correspondiente.
Objetivos específicos.
Unidades 1, 2, 3, 4, 5 y 6
Revisar el estado del arte de la criminología, mediante la inferencia de posibles
consecuencias sobre hechos actuales, donde se presentan analogías con hechos
históricos relativos a los delitos. Revisar la evolución de la criminología, desde la
visión
indirecta de diversos autores hasta su conceptualización científica actual.
Interpretar el estudio de la criminología, de acuerdo con diversos
conceptos y definiciones, así como su naturaleza, objeto de estudio y finalidad, para
la determinación de su carácter científico en relación con la ciencia del Derecho.
Interpretar la síntesis criminológica, con base en la multidisciplinar edad en la teoría
y práctica de la criminología, para la concreción de la complejidad en su estudio.
Interpretar la política criminológica, acorde a los diferentes órganos del poder
público y el diseño de una estructura de planeación enfocados en el combate y la
prevención de la criminalidad. Interpretar la política criminológica, acorde a los
diferentes órganos del poder público y el diseño de una estructura de planeación
enfocados en el combate y la prevención de la criminalidad. Analizar los factores
que contribuyen a la realización y surgimiento de la conducta antisocial, así como la
relación entre víctima y delincuente, para la distinción de la falsa apreciación o
ilegalización del hecho criminal como una forma de vida paradigmática.
Competencias genéricas
De comunicación.
▪ Comunica sus ideas, reflexiones y conocimientos a diferentes públicos y contextos
utilizando
diversos lenguajes verbales y no verbales.
Uso de tecnología:
▪ Maneja y conoce Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), así como
las Tecnologías
del Aprendizaje y del Conocimiento (TAC), para aprender autónomamente al ritmo
de los cambios
sociales y tecnológicos.
Pensamiento crítico:
▪ Utiliza su capacidad analítica, sintética y crítica para la toma de decisiones en la
resolución de
problemas.
▪ Formula juicios a partir de información de fuentes confiables, para la solución de
problemas con
responsabilidad y ética profesional.
▪ Gestiona críticamente los sistemas de información al buscar, seleccionar,
interpretar y analizar datos empíricos y textos científicos. o Liderazgo y trabajo
colaborativo:
▪ Lidera equipos de trabajo para el desarrollo de actividades que favorezcan el logro
de objetivos
comunes.
Competencias profesionales específicas
▪ Cuenta con una sólida formación teórico-metodológica, contextualizada en un
marco inter, multi
transdisciplinario y complejo, para plantear alternativas de solución a los problemas
profesionales y sociales relacionados con el derecho y la criminología.
▪ Maneja los principales planteamientos jurídicos de la seguridad para aplicar sus
protocolos con
honestidad, respeto y efectividad
▪ Aplica la criminología de vanguardia en su práctica jurídica para favorecer el
acceso e impartición
de justicia con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género
▪ Interpreta los principios generales del Derecho y la Criminología desde el enfoque
de Derechos
Humanos para aplicarlos en el Sistema penal en el acceso e impartición de justicia
alcanzando la
igualdad y la equidad en todos los casos que interviene.
▪ Utiliza las aportaciones de las diferentes disciplinas en el acceso e impartición de
justicia a partir
de trabajar en equipos interdisciplinarios como persona experta en Derecho y
Criminología.
▪ Comprende y relaciona los fundamentos filosóficos y teóricos del Derecho y la
Criminología para
su aplicación práctica.
▪ Domina las habilidades teórico-prácticas para diseñar, coordinar, emprender,
dirigir y participar,
tanto en el desarrollo como en la solución de los problemas que convergen en el
Derecho y la
Criminología, con una perspectiva de Derechos Humanos y de género para facilitar
el acceso y la
impartición de justicia con apego al Derecho en nuestra sociedad.
▪ Fundamenta teórica como metodológicamente sus aportaciones a la disciplina
para
desarrollar el conocimiento científico de vanguardia en su profesión.
▪ Actúa respetando los derechos humanos y la dignidad humana, procurando una
atmósfera
empática, cuando atiende, temas de violencia de género y violación de derechos
humanos, ante la autoridad.
▪ Redacta textos y se expresa oralmente en un lenguaje fluido y técnico, usando
términos jurídicos
precisos y claros para elaborar instrumentos legales, con una perspectiva de
Derechos Humanos y
de género.
▪ Determina si las circunstancias de hecho están suficientemente claras para poder
adoptar una
decisión fundada en Derecho.
▪ Debate desde una perspectiva jurídica, analizando los distintos puntos de vista y
articulándolos en una argumentación razonada y critica a efecto de proponer una
▪ solución ética a los problemas de derecho y criminología.
Nota: Los ejes señalados tienen carácter enunciativo más no limitativo y son parte
integral de los
temas específicos del programa de estudios, por lo que cada asesor es responsable
de respetarlos,
protegerlos, promoverlos y garantizarlos en el marco de la Constitución Política de
los Estados
Unidos Mexicanos y los Tratados Internacionales en materia de Derechos
Humanos.
CONTENIDO TEMATICO
Historia y Fase de Inicio de la Criminología
1 Fase pre científica desde el hombre primitivo hasta la antigüedad latina
2 La edad media y las pseudo ciencias
3 Santo Tomás Moro y las utopías
4 Los penitenciaritas (Howard, Bentham, Beccaria)
5 Los pensadores franceses (enciclopedia)
6 César Lombroso, principios fundamentales de su teoría
6.1 Clasificación de los delincuentes
6.2 Crítica a su teoría
7 Enrico Ferri
7.1 El determinismo
7.2 Su ley de la saturación criminal
7.3 Los factores criminógenos
7.4 Clasificación de los delincuentes
7.5 La defensa social y los subtítulos penales
8 Rafael Garófalo
8.1 Su obra “criminología”
8.2 Concepto de delito natural y artificial o legal
8.3 Clasificación de las formas típicas de los delincuentes
9 Los Congresos Internacionales de Antropología criminal
1. Criminología
1.1. Principales definiciones
1.2. Conceptos
1.3. Diversas clases de criminología
1.4. La criminología como ciencia
1.5. El objetivo de estudio
1.6. Tipos de conductas
1.6.1 Conducta asocial
1.6.2 Conducta parasocial
1.6.3 Conducta antisocial
1.7. Niveles de interpretación
1.7.1 Crimen
1.7.2 Criminal
1.7.3 Criminalidad
1.8. Fines de la Criminología
1.9. Relación de la criminología con el Derecho Penal
Unidad 8. La Corriente Clínica y Crítica, Principales Temas Criminológicos
8.1 Corriente clínica
8.1.1 Desarrollo de la criminología clínica
8.1.2 Concepto de clínica
8.1.3 Peligrosidad, diagnostico, pronóstico y tratamiento
8.1.4 Di Tullio y los Gueck
8.1.5 México
8.2 Corriente crítica
8.2.1 Antecedentes
8.2.2 Criminología crítica y tradicional

1. Primer delito de la historia del hombre (La Biblia)


La idea moderna del delito como una conducta contraria a una norma prohibitiva es,
en esencia, resultado de la forma ideal del comportamiento de los miembros de un
grupo social, constituido en la actualidad como un sistema jurídico, en contraste con
las conductas efectivamente realizadas por los integrantes del grupo social que son
contrarias a las normas de dicho sistema jurídico, especialmente aquellas que
prohíben cierto tipo de acciones u abstenciones por el daño que se considera
producen a la sociedad.
En este sentido, diversos textos ejemplifican esta confrontación entre normas
jurídicas y comportamientos contrarios a ellas, entre ellos la Biblia.
En la Biblia, el Génesis hace referencia a la existencia de los primeros seres
humanos, Adán y Eva, quienes habitaban en un entorno idílico llamado “Edén” en
donde existía un huerto. Los frutos de los árboles de dicho huerto estaban a
disposición de estos primeros seres humanos, con excepción de los frutos del árbol
ubicado en el medio del huerto, del cual un dios les prohibió comer sus frutos.
Sin embargo, según el texto bíblico, la mujer, tentada por las palabras de la
serpiente, comió de los frutos del árbol prohibido y, además, compartió dichos frutos
con el primer hombre, constituyendo el primer delito, según la tradición católica, el
llamado “pecado original”; desde el punto de vista de la criminalística, este evento
representa la idea del primer delito.
En el mismo texto, se comenta otro evento que representa la misma situación de la
conducta del hombre contra las normas: la muerte de Abel. De conformidad con el
Génesis, Adán y Eva fueron los padres de Caín y Abel, éste último fue asesinado
por su hermano mayor con motivo de que de las ofrendas que cada uno de ellos
preparó para dios, éste gustó más de la ofrenda realizada por Abel.

Historia y Fase de Inicio de la Criminología


Introducción. Una de las características del conocimiento es que es perfectible
y va modificándose a lo largo del tiempo gracias a los avances de la tecnología y
del propio desarrollo de la humanidad. La Criminología como cualquier otra
disciplina ha evolucionado desde épocas antiguas hasta nuestros días y muchos de
las bases de su actual cosmovisión devienen de épocas remotas.
En esta unidad se aborda el desarrollo de la Criminología desde diversas fases: la
primitiva, la pre científica y la científica,
conociendo los postulados más representativos y los
representantes más significativos, entre ellos, Sócrates, Platón
Aristóteles, Santo Tomas Moro y su utopía; Howard, Bentham y Beccaria, conocidos
como los penitenciaritas; Montesquieu,
Voltaire y Rosseau, como los pensadores franceses y Lombroso, Ferri y Garófalo,
denominados los evangelistas.
Objetivo Al concluir el estudio de esta unidad el estudiante podrá:
• Comprender la evolución de la Criminología a través del tiempo, ubicando los
periodos más significativos.
• Identificar a los representantes más significativos y sus
postulados.
• Conocer quiénes fueron los evangelistas de la
Criminología y sus aportaciones desde el punto de vista
antropológico, sociológico
Bibliografía básica
Rodríguez Manzanera,
Luís. Criminología. 2ª.ed, México, Porrúa, 1981. Pp. 143-228.
García-Pablos de Molina, Antonio. Tratado de Criminología. Santa
Fe, Rubinzal Culzoni Editores, 2009. Pp. 305-411.
Actividad de aprendizaje 1. Historia y Fase de Inicio de
la Criminología. A partir de la lectura sugerida de las obras de Luis Rodríguez
Manzanera y Antonio García-Pablos, elabore una línea del tiempo
en la que se comprenda cada una de las fases más significativas
en la historia de la Criminología.
Fase precientífica Seudo ciencias Santo Tomas Moro Los Penitenciaristas
Actividad de aprendizaje 2. Historia y Fase de Inicio de
la Criminología.
A partir de la lectura sugerida de las obras de Luis Rodríguez
Manzanera y Antonio García-Pablos, desarrolle un cuadro
sinóptico en el que incluya a los representantes más significativos
en la historia de la Criminología y sus postulados.
Representantes en la historia de la Criminología Postulados
Howard
Bentham
Beccaria
Cesar Lombroso
Enrico Ferri
Rafael Garófalo
Actividad de aprendizaje 3. Historia y Fase de Inicio de
la Criminología.
A partir de la lectura sugerida de las obras de Luis Rodríguez Manzanera y Antonio
García-Pablos, elabore un cuadro comparativo entre los representantes de la
Criminología
denominados evangelistas.
Principal postulado. Clasificación del delincuente
Cesar Lombroso
Enrico Ferri
Rafael Garófalo
Autoevaluación
Relacione las columnas, anotando dentro del paréntesis la respuesta que considere
correcta:
( ) Rasgo común de estas sociedades
que reposan sobre un fundamento
mágico-religioso, del cual están
a) Bentham
impregnados todos los actos de la vida de
los individuos.
( ) Creador de la obra “El Panóptico”. b) Cesar Lombroso
( ) Propone la independencia del poder judicial respecto del ejecutivo, la abolición
de penas inútiles y excesivas.
c) Enrico Ferri
( ) Representante de la Antropología
Criminológica.
d) Montesquieu
( ) Representante de la Sociología
Criminológica
e) Hombre Primitivo

Concepto de “síntesis”
El vocablo “síntesis” es multívoco, por lo que una primera acepción indica que es la
composición de un todo por la reunión de sus partes. En cuanto a una segunda
acepción, se sostiene que es la suma y compendio de una materia u otra cosa.
Como se aprecia, el vocablo en comento hace referencia a un proceso de
integración para conformar un todo compuesto de elementos con interacciones.
A continuación, se revisará el aspecto particular de la síntesis criminológica para
abordar directamente la ciencia que compete a la asignatura en cuestión.
Síntesis criminológica
En el mismo sentido, la síntesis criminológica sigue la misma estructura de integrar
conocimientos especializados provenientes de otras ciencias que le otorgan una
autonomía científica y le dotan de un carácter multidisciplinario.
La estructura sintética, desde el punto de vista pedagógico, permite su estudio
partiendo de sus características generales hasta llegar a tópicos especializados que
dan lugar a otras asignaturas, tal como la presente asignatura en la que se analizan
las generalidades de la criminología y, posteriormente, el estudio de otras materias
como la penología o la victimo logia.
Una ventaja adicional de la estructura sintética de la criminología radica en la
posibilidad de realizar investigaciones holísticas. Esto quiere decir poder aplicar
métodos y técnicas provenientes de otras disciplinas que son idóneos para abordar
algún objeto de estudio de la criminología.
En la evolución de la criminología, a esta estructura sintética se le denominó como
“enciclopedia criminológica”, con la finalidad de especificar que el conocimiento
criminológico estaba integrado por saber provenientes de múltiples disciplinas.
Si la criminología es sintética, entonces vale la pena señalar cuales son las materias
que la integran. Las materias de síntesis
Rodriguez Manzanera considera necesario precizar entre las ciencias
criminológicas y las criminologías especializadas, también llamadas “criminologías
analíticas”, a efecto de llegar al concepto de criminología general o sintética:1
Criminologías analíticas
Se constituyen por todos los intentos para explicar el hecho antisocial a partir de
una ciencia específica. Tal como César Lombroso y su enfoque antropológico o
criminología antropológica y de la concepción sociológica de Ferri, o criminología
sociológica.
Es pertinente señalar que esta categoría se enfoca en la preparación particular de
cada tratadista, así como la dirección que mayoritariamente nuestra materia de
estudio sigue en determinados países, como Estados Unidos de América que se
centra más en los estudios de criminología sociológica.
Ciencias Criminológicas.
Son aquellas áreas del conocimiento científico que presentan una metodología
propia y especializada en objetos del conocimiento específicos, y que al integrarse
al estudio del hecho antisocial adquieren el grado de criminológicas.
Así, la psicología general permite la integración en la investigación del hecho
antisocial para dar lugar a la psicología criminal, mientras que la sociología criminal
forma parte de la sociología general.
En este sentido, el proceso de síntesis se realiza cuando los conocimientos y
métodos de otras ciencias se aplican en el estudio del hecho antisocial.
No obstante, la síntesis criminológica no solo se integra a través de la utilización de
conocimientos de otras ciencias, sino que, además, se conforma por otras
disciplinas que han surgido de forma independiente como es el caso de la penología
–el estudio de las penas- y la victimo logia cuyo objeto de estudio es la
víctima del hecho antisocial.
Para Rodríguez Manzanera, las materias que integran el proceso de síntesis de la
criminología son:
A continuación, se revisarán algunas características de cada una de las anteriores
materias:

5.1.1 Política criminológica


Las decisiones que se toman por parte de los entes del poder público permiten el
surgimiento de la política criminológica cuando se refieren al hecho antisocial. Por
supuesto, tales decisiones tienen como objetivo combatir el crimen y, en este
sentido, Rodríguez Manzanera profundiza en la explicación señalando que la
política criminológica toma los conocimientos de la síntesis lograda por la
Criminología para aplicar las medidas concretas en la lucha anticrimen (2014:123).
Sobre la naturaleza de la política criminológica, el mismo autor considera que es
una ciencia penal, la cual tiene como objeto de estudio los medios de prevención de
las conductas antisociales con el auxilio de las demás ciencias de la enciclopedia
de las ciencias penales.
5.1.2 Política criminológica y Derecho
La criminología y el Derecho penal poseen aspectos en común, pues hacen
referencia al hecho antisocial. Sin embargo, sus objetos de estudio presentan
diferencias que vale la pena señalar a continuación.
El Derecho, desde el punto de vista teórico, tiene como objeto de estudio la
conducta exterior del hombre, es decir, la relación que guarda cotidianamente con
las demás personas. Y, para tal efecto, crea un sistema de normas cuyo
cumplimiento no queda al arbitrio de los gobernados, sino que, para su efectiva
observancia, se establece la coacción, es decir, un conjunto de procesos para el
cumplimiento forzoso.
El sistema normativo establece conductas que son permitidas para los gobernados,
mediante procesos legislativos formales, quienes tienen la posibilidad de realizar
esa conducta o, en su caso y de acuerdo a su propia voluntad, omitir su realización,
como sucede con el matrimonio civil. De igual forma, dicho sistema establece
conductas cuya realización es obligatoria bajo cualquier circunstancia, como sucede
con el pago de impuestos. Y, finalmente, otras cuya realización está prohibida como
sucede con los delitos.
Como se mencionó en la unidad tres, algunas de esas conductas prohibitivas son
de tal relevancia por los efectos negativos que producen en la sociedad, que se
incorporan al catálogo de delitos en un determinado código penal con una pena
privativa de la libertad. Esto resulta en que estas conductas son objeto de estudio
del derecho penal y la teoría del delito. En contraste, el objeto de la criminología es
el hecho antisocial y el control social, cuya conceptualización es de mayor amplitud.
De lo anterior se infiere que, el Derecho, particularmente el derecho penal, centra
su objeto en determinar las conductas que serán delitos dentro del sistema
normativo. En tanto que, en la criminología, el hecho antisocial tiene una concepción
de mayor amplitud, pues abarca otras conductas que atentan contra el bien común
pero que no constituyen un delito. Desde la perspectiva del Derecho, tal sería el
caso de las infracciones de tránsito o las multas administrativas.
Por otra parte, el fin de ambas ciencias es diverso. Mientras que el Derecho busca
establecer una consecuencia ante el incumplimiento de las normas, tal y como
sucede con el Derecho penal en el que se busca establecer una pena privativa de
la libertad, que sea proporcional a la gravedad del delito cometido y previamente
establecido en una norma, es decir, definido en el artículo de un código penal
determinado. Por tal razón, la pena no puede establecerse sino hasta después que
se haya realizado en el mundo fáctico la conducta prohibida en la hipótesis
normativa. En cambio, la Criminología, en su parte política, busca evitar que las
conductas antisociales se produzcan, incluso antes de la necesidad de legislar
sobre ellas, lo que implica que la política criminal no solo implica una actividad
legislativa como sucede en el establecimiento de los delitos.
5.1.3 Política social
Toda sociedad evoluciona y presenta cambios e innovaciones que dan lugar a
nuevos hechos antisociales, los cuales escapan a las normas del derecho penal
vigente. Pues, al ser nuevas conductas, no forman parte del catálogo de delitos
vigente y, por tal razón, el control social que establece el derecho para el delito se
considera estático.
De igual manera, nuevas formas de criminalidad son producidas también
transforman la forma de vida de un grupo social, en este sentido los sistemas de
prevención resultan ineficaces, es por tal motivo que se requiere de una adecuada
política social que, en conjunto con la política criminológica, que permitan identificar
un modelo estatal adecuado para la prevención del delito y reducir los costos
sociales que implican los hechos antisociales, para tal efecto se requiere el uso
adecuado del estadística correlacionado con la política criminológica y el desarrollo,
tanto nacional como internacional.
5.1.4 Política legislativa
En nuestro país, de conformidad con la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la soberanía reside en el pueblo del cual emana todo el poder público:
Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo.
Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio
de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar
la forma de su gobierno.
Y, para el ejercicio del poder la Carta Magna, prescribe lo siguiente:
Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en
los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de
México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente
establecidos por la presente Constitución Federal y las particulares de cada Estado
y de la Ciudad de México, las que en ningún caso podrán contravenir las
estipulaciones del Pacto Federal…
De esta manera encontramos que en los diversos niveles de gobierno de nuestro
país, a nivel federal y estatal, existen los poderes ejecutivo, legislativo y judicial;
siendo el legislativo quien ostenta la facultad de la creación de normas, entre ellas
las relativas al hecho antisocial.
Las transformaciones de la sociedad conllevan cambios en las modalidades de la
criminalidad, siendo la política legislativa un instrumento importante para su
combate. Sin embargo, al no considerar los factores que influyen en el surgimiento
del hecho antisocial, las normas creadas resultan ineficientes para el combate real
de la delincuencia.
La razón de esta ineficacia estriba en la diferencia entre el objeto que se persigue
con la emisión de la norma y el que corresponde a la criminología. Pues, en la norma
se protegen los llamados “bienes jurídicos tutelados”, entendidos como valores
protegidos por el poder público del estado, en tanto que la criminología busca
analizar, entre otros aspectos, los factores que son fundamentales para el
surgimiento del hecho antisocial. De tal manera que, de no establecerse una
adecuada relación entre la política criminológica y la política legislativa, las normas
resultantes no sólo son ineficaces, sino que constituyen un factor generador de
criminalidad, tal como sucedió con la llamada “ley seca” en los Estados Unidos de
América a principios del siglo XX.
Por lo anterior, es de afirmarse que el combate a la criminalidad será efectivo, en
tanto que el poder legislativo tome en consideración los factores reales como causa
de la criminalidad, genera leyes que los combatan y que no se reduzcan únicamente
a la ampliación del catálogo de delitos.
5.1.5 Política judicial
En consecuencia, de una política legislativa incorrecta para el combate contra la
criminalidad, los procesos judiciales –principalmente en materia penal– resultan
igual de ineficaces para combatir las causas reales que generan el hecho antisocial.
Esta situación se agrava con la creación excesiva de leyes desconocidas por la
población en general y, además, resulta en que incluso el hecho antisocial se
comete por ignorancia de la norma, dado que, en nuestro país, el desconocimiento
de la norma no exime de su cumplimiento. Así, los jueces establecen la sanción
contemplada en el sistema normativo sin tener posibilidad alguna de combatir las
causas que generan el delito.
Entonces, es necesario que la política legislativa y judicial se armonicen, a la luz de
la criminología, con la intención de otorgar a los jueces las facultades necesarias
para que juzguen al hecho antisocial, no sólo de forma objetiva sino que, además,
puedan tomar en consideración los factores criminológicos preexistentes, aunado
por supuesto a una adecuada instrumentación de la prevención del delito.
5.1.6 Política penitenciaria
La política penitenciaria ha sido uno de los temas de interés constante para la
criminología, incluso desde su propia denominación. Pues, la visión de la finalidad
de los sistemas penitenciarios ha cambiado a lo largo de la historia, originalmente
como los lugares destinados al cumplimiento de las penas hasta su concepción
actual como centros de tratamiento de los delincuentes para su posterior
reintegración a la sociedad. En este sentido, a la criminología se le ha acusado de
reducir su campo de estudio al de una mera política carcelaria, dejando de lado la
importancia de los sustitutivos
de la pena. No obstante, tal como lo propone Rodríguez Manzanera (2014:132), la
penología debe ser la ciencia sobre la cual se construya una correcta política
penitenciaria, a efecto de determinar la eficacia o ineficacia de las penas impuestas
5.2.1 Objetivo de la prevención
Entre los objetivos que persigue la prevención se encuentran:
5.2.3 Planear la prevención
Para el trazado del plan para hacer frente a la criminalidad deben atenderse los
factores criminógenos de una sociedad determinada. No obstante, existen
propuestas como la que retoma Rodríguez Manzanera (2014:134) del Maestro Julio
Peña Núñez, la cual se estructura en tres partes:
según Julio Peña Núñez
Para la efectividad del plan, Rodríguez Manzanera (2016:135) establece que se
requieren abordar los siguientes aspectos:
1. Conocimiento integral de la problemática.
2. Formación de comisiones intersecretariales.
3. Participación de la sociedad:
I. Familias.
II. Organizaciones privadas.
III. Escuelas, talleres, sindicatos, entre otros. En opinión del autor en comento, en
la mayoría de los países latinoamericanos no se muestra la existencia de planes
adecuados a este momento histórico.
5.2.4 Planteamiento del problema
Para una adecuada formulación del problema es menester la realización de estudios
en áreas sociales, económicas y políticas en cada país. De igual manera, la
información estadística presenta una importante utilidad para la localización de
problemas específicos, los cuales nutrirán la investigación criminológica. Asimismo,
es necesario el análisis de las nuevas formas de criminalidad tales como la
delincuencia organizada, la violencia generalizada, la delincuencia ambiental y la
delincuencia juvenil, entre otras. Sobre la misma vía, es importante completar la
información con datos referentes a la situación demográfica, avances tecnológicos,
fenómenos geopolíticos y la función de los medios de comunicación.
De igual manera es necesario información relativa al nivel de estudios,
principalmente de la niñez y la juventud, para un correcto abordaje de los menores
delincuentes y los no delincuentes.
5.2.5 Programas de prevención y evaluación
La doctrina señala dos tipos de programas de prevención y valuación:
1. Programas unitarios.
Requieren de una adecuada elección del factor criminógeno, a efecto de poder ser
tratado con lesiones simples tales como la vigilancia policial, iluminación,
establecimiento de escuelas y centros deportivos, entre otras medidas.
Se enfoca en acciones preventivas que beneficien a diversas localidades que
principalmente destacan por un alto índice de delincuencia comparable, permitiendo
la evaluación del programa con otras localidades en las que no se ha implementado.
para determinar la variación proporcional de la delincuencia.
Este tipo de programas requiere de criterios secundarios para mayor efectividad,
como podrían ser la asistencia escolar, los índices de drogadicción y de
alcoholismo.
PROGRAMAS COMBINADOS.
Son de aplicación en entornos altamente criminógenos con causas multifactoriales
como la sobrepoblación, miseria económica, analfabetismo, entre otras, que
fomentan las subculturas criminales. Para enfrentar tales situaciones se requiere de
acciones complejas en las que se
coordinen diversas medidas, lo que implica la imposibilidad de evaluación
inmediata.
En cuanto a la metodología, este tipo de programas establecen el llamado “followup
study”, o estudio longitudinal de casos, en el cual las mediciones se realizan
mediante la observación en periodos de 5 a 10 años.
5.2.6 Plan de desarrollo
Podemos definir al plan de desarrollo como un instrumento que regula el crecimiento
de la política criminológica, fijando una serie de principios que harán posible su
expansión (Rodríguez Manzanera: 2014: 139).
En este sentido la política criminológica debe establecer objetivos susceptibles de
ser alcanzados haciendo uso de los siguientes elementos:
1. Formación de personal adecuado y especializado en diversas materias.
2. Producción de instrumentos necesarios para el objetivo.
De igual manera, la jerarquización de objetivos es indispensable y por tal razón
deben establecerse condiciones objetivas, saber:
1. Establecimiento de objetivos finales.
2. Establecimiento de orden de importancia en atención a el momento histórico y las
condiciones de la sociedad.
Es conveniente para estos efectos que la política criminal contenga:
1. Una organización consolidada.
2. Una estrategia que llegue al plan.
3. Una táctica para la implementación de la estrategia.
En cuanto al diseño del plan, todas las acciones se encuadran en un plan general
en el que se incluirán planes específicos con sus propios objetivos determinados,
divididos en tantas etapas como sea necesario y guiados por un responsable que
estará a cargo de la evaluación de los logros dentro del cronograma previamente
establecido.
A mayor abundamiento, en cuanto a las etapas pueden establecerse las siguientes:
1. Primera etapa.
Realización de estudios objetivos, interdisciplinarios y científicos que permita la
creación de teorías que brinden soluciones a los problemas.
2. Segunda etapa.
Realización del informe social en el que se incluyan indicadores objetivos,
cuantitativos y cualitativos de la marginalidad y marginación social. Este informe
será producto del resultado total de las investigaciones previas y permite al
establecimiento de prioridades como producto de los planteamientos previamente
establecidos, a efecto de llegar al diseño de una estrategia específica.
3. Tercera etapa.
En esta etapa se formularán los programas de acción específica, encuadrados en
un calendario y con un responsable por cada área necesaria.
En cuanto a las áreas de prevención, cada una de ellas debe contar con tantos
especialistas como sea necesario, quienes deberán tener un entrenamiento previo,
y aportarán datos al órgano coordinador para la formulación de información
estadística, así como y evaluar las actividades intersectoriales de prevención.
Finalmente, en lo que corresponde a la evaluación, se podrán establecer
evaluaciones parciales y al final una evaluación definitiva.
5.3 Sistema Nacional Mexicano de Seguridad Pública
El Sistema Nacional de Seguridad Pública tiene como finalidad la coordinación y
distribución de competencias en materia de seguridad pública, entre los diferentes
niveles de gobierno, es decir, entre la Federación, los Estados y municipios, quienes
se encuentran bajo la dirección del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
El fundamento legal del sistema se encuentra en el artículo 21 de la Carta Magna,
a saber:
Artículo 21. La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las
policías, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de
esta función…
La seguridad pública es una función del Estado a cargo de la Federación, las
entidades federativas y los Municipios, cuyos fines son salvaguardar la vida, las
libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la
generación y preservación del orden público y la paz social, de conformidad con lo
previsto en esta Constitución y las leyes en la materia. La seguridad pública
comprende la prevención, investigación y persecución de los delitos, así como la
sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las
respectivas competencias que esta Constitución señala. La actuación de las
instituciones de seguridad pública se regirá por los principios de legalidad,
objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos
reconocidos en esta Constitución.
Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de
carácter civil, disciplinado y profesional. El Ministerio Público y las instituciones
policiales de los tres órdenes de gobierno deberán coordinarse entre sí para cumplir
los fines de la seguridad pública y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad
Pública, que estará sujeto a las siguientes bases mínimas:

Unidad 2: Principales representantes

Presentación de unidad

En esta unidad analizaremos diversas teorías que, en el devenir histórico, han


analizado de forma directa o indirecta el tema de la criminología.

Para tal efecto, podemos considerar dos etapas sucesivas. La primera de ellas
engloba el pensamiento de diversos autores que analizaron el tema del delito de
forma indirecta por estar relacionados con temas de su particular interés, o bien,
tuvieron al crimen como objeto central de estudio, pero su análisis careció del rigor
científico, propio de la investigación contemporánea.

La segunda etapa considerada a partir de los trabajos de César Lombroso da a la


criminología su carácter científico, permitiendo abrevar su conocimiento de diversas
áreas del conocimiento hasta llegar a la síntesis criminológica, la cual estudiaremos
en la unidad posterior.

Finalmente, es de mencionar que esta segunda etapa presta especial atención a los
métodos y técnicas de investigación del hecho antisocial y, particularmente del
delincuente desde un punto de vista causal, generando teorías que son la base
ideológica de investigaciones actuales.
Competencia específica

Revisar la evolución de la criminología, desde la visión indirecta de diversos autores


hasta su conceptualización científica actual.

Precursores de la criminología

En la presente unidad temática, haremos un recorrido histórico sobre los


pensadores y obras que han influenciado nuestra actual comprensión de la
criminología y, para tal efecto, agruparemos a los autores en dos categorías. Los
precursores, integrada por César Beccaria, Tomás Moro, John Howard, Juan
Jacobo Rousseau, los médicos de prisiones, los psiquiatras del Siglo XIX, Charles
Darwin y Manuel de Lardizabal. La segunda categoría está integrada por todos
aquellos autores que fueron conformando la actual criminología, entre los que se
encuentran Enrico Ferri así como Sutherland y Cressey.

La anterior categorización corresponde a la época en que se desarrolló la obra de


cada autor y la especialización de los temas, dando como resultado un grupo de
obras precursoras y otras que podemos considerar como el inicio de la criminología
tal y como en la actualidad es concebida.

Precursores

Por “precursores de la criminología” estamos haciendo referencia a todos aquellos


autores cuyas obras no estaban enfocadas en el hecho antisocial, pero se
encontraba relacionado de forma directa o indirecta con el tema tratado. O bien,
aquellos quienes, a pesar de que su obra tenía como tema central al delito, esta
carecía del actual rigor científico, propio de todo trabajo intelectual posterior al siglo
de las luces.

Cesar Beccaria

César de Bonesana, Marqués de Beccaria, perteneciente a la nobleza italiana de la


Ciudad de Milán, formó parte de un grupo de pensadores denominado “académica
de los puños o café literario” y autor de la obra De los delitos y de las penas, de la
cual se afirma que sentó las bases para el derecho penal moderno.
De la citada obra, son relevantes tópicos que corresponden al objeto de estudio de
la criminología, como el origen de la pena, a la cual considera como un motivo
sensible. A mayor abundamiento, Beccaria estima que los hombres han sacrificado
una parte de su libertad a efecto de asegurar la tranquilidad del resto de ella, de tal
manera que la suma de las libertades sacrificadas forman la soberanía de una
nación, siendo el soberano el depositario y administrador del depósito de libertades
sacrificadas que, a su vez, debe ser objeto de defensa contra usurpaciones privadas
pues un hombre en particular puede intentar retirar sus propia porción de libertad
sacrificada e, incluso, usurpar las ajenas. Ante ello, es necesario establecer motivos
sensibles que fuesen bastantes a contener el ánimo despótico de cada hombre
cuando quisiere sumergir las leyes de la sociedad en su caso antiguo (2000: 215),
en otras palabras, establecer penas.

La pena es un motivo sensible en virtud de que, al establecerse contra las


infracciones a la ley, y tienen tal carácter porque la experiencia ha demostrado que
la multitud no adopta principios estables de conducta, ni se aleja de aquella innata
general discordia que en el universo físico y moral se observa, sino con motivos que
inmediatamente hieran en los sentidos, y que de continuo se presenten al
entendimiento, para contrabalancear las fuertes impresiones de los ímpetus
parciales que se oponen al bien universal (2000: 216).

Becacaria estima que la pena debe ser necesaria, de tal suerte que aquellas que no
cumplan con este principio deben ser tildadas de tiránicas. En cuanto a su ejercicio,
es derecho del soberano el castigar los delitos a efecto de salvaguardar la soberanía
de las usurpaciones particulares, motivo por el que la pena es justa en cuanto
garantice seguridad y mayor libertad a los súbditos.

Aunado a lo anterior, la pena debe ser proporcionar al delito y siempre establecida


en una ley, supuesto que se apega al principio de nulla poena sine lege o “nula es
la pena sin ley”. Esto quiere decir que toda pena debe estar establecida en una ley
que prohíba la realización de una conducta en específico, siendo entonces el
soberano quien debe imponer la pena correspondiente tomando en cuenta la
conducta realizada por el individuo, la ley que la prohíbe y la pena que le
corresponda, tal y como se establece por el actual principio de legalidad.

Es de especial relevancia la concepción de delito como hecho antisocial que


Beccaria establece al señalar los errores de gradación de la pena, pues como
sostiene, la única y verdadera medida de los delitos es el daño hecho a la sociedad,
siendo dicho daño, además, el criterio para la clasificación que el Marqués propone
en su obra.

En materia de penología, Beccaria afirma que el fin de la pena no es el de


atormentar o afligir al delincuente ni el deshacer un delito ya cometido, sino que el
verdadero fin es evitar que el reo cause nuevos daños e influir en el ánimo de los
demás ciudadanos para evitar que delincan. Esta concepción lleva al autor a
condenar la tortura dentro de los procesos a efecto de obtener alguna confesión y,
en especial, a los llamados “juicios de dios” u “ordalías”, ante lo que propone que la
pena sea más pronta al delito cometido, pues con ello será justa y útil pues evitará
el sufrimiento que genera la incertidumbre.

Finalmente, Beccaria comenta que la pena de muerte es necesaria cuando el


ciudadano, aún privado de la libertad, ostenta tanto poder que interese a la
seguridad de la nación (2000: 278). Y, como segunda causa, que pueda producir
una revolución peligrosa para la estabilidad del gobierno. Por tal razón, la pena de
muerte es necesaria en estos dos casos y, además, cumple con una función
adicional al desalentar a otros hombres para cometer delitos, pues por su intensidad
produce un terror saludable que la ley pretende inspirar (2000: 277).

Santo Tomas Moro

Tomás Moro fue un abogado y diplomático inglés, quien tuvo la valentía de


enfrentarse al poderoso rey Enrique VIII por su intención de convertirse en el líder
de una nueva iglesia con sede en Gran Bretaña, separada de la iglesia católica
encabezada por el entonces Papa Clemente VII, evento conocido como el “cisma
anglicano”, así como por el aumento de los impuesto, motivos por los que el
monarca absolutista ordenó su ejecución, misma que tuvo lugar el 6 de julio de
1535, cuando sufrió la pena de decapitación.

Moro es autor de la obra conocida como Utopía, en la que se hace referencia a un


lugar inexistente, del cual proviene el nombre de la obra, en el que se analizan
aspectos económicos, políticos y sociales de una comunidad imaginaria,
evidenciando fuerte influencia de la República de Platón, especialmente en el tema
de la propiedad comunal. De dicha obra, para nuestro trabajo, se destacan algunos
elementos de interés para la criminología.

En Utopía, Moro hace una referencia a las causas que dan origen al delito, lo que
se conoce como “etiología del delito”, misma que al relacionarse con los factores
criminógenos, permiten al autor afirmar que el delito se genera por factores
económicos, la guerra, el ocio, el ambiente social y problemas en la educación. Esta
es una postura de suma relevancia como antecedente a las actuales teorías
multifactoriales que explican la existencia del delito a través de factores internos,
también llamados endógenos y factores externos o exógenos.

Por otra parte, Moro señala que, en el tema de la política criminal, el Estado debe
centrarse en combatir las causas generadoras del delito y no en el delito en sí. Por
tal motivo, los esfuerzos deben realizarse para combatir la miseria, alcanzar la paz,
mejorar el ambiente social y fomentar una educación integral de los individuos, pues
se estima que la represión social no coadyuva a la prevención del delito.

En Utopía, señala Moro, las leyes son pocas, constituyendo una crítica importante
a la excesiva cantidad de leyes que en la Inglaterra de aquella época y,
lamentablemente, en la actualidad parece ser una constante en muchos regímenes
jurídicos de diversos países. Dentro de la política legislativa adoptada en la
imaginaria isla de Utopía, el autor destaca que frente al ius puniendi del Estado, es
decir, a la atribución que existe para castigar determinadas conductas que se
consideran dentro de una sociedad como prohibidas, coexiste un derecho premial,
donde tal derecho presta mayores beneficios en su sistema penitenciario,
beneficiando, a su vez, a quienes muestran un verdadero arrepentimiento por el
delito cometido.

Finalmente, Moro es un fiel defensor de la proporcionalidad de pena, que es un tema


fundamental de la penología, argumentando que, a mayor gravedad del delito
cometido la pena debe ser mayor, afirmación que era resultado de los excesivos
castigos en la Inglaterra de la época en que los excesos eran evidentes, tal como
sucedía con la pena de muerte para el delito de robo.
John Howard

John Howard es considerado como uno de los precursores de mayor relevancia en


el tema de los sistemas penitenciarios. Howard nació en el llamado siglo de las luces
(Siglo XVIII), en una Inglaterra monárquica en la que los castigos para el delito eran
brutalmente excesivos y los derechos humanos no eran tomados en cuenta por las
autoridades.

Howard fue un incansable viajero y en uno de sus viajes con destino a Portugal, su
nave, el Hannover, fue capturada por corsarios franceses, quienes lo mantuvieron
cautivo por poco más de una semana en condiciones deplorables, situación que
fomentó su interés por los sistemas penitenciarios. Howard dedicó gran parte de su
vida a viajar a diversos lugares con la finalidad de conocer las condiciones de las
diversas prisiones de la época, cuyo resultado fue la obra denominada State of
Prisions in England and Wales.

Posteriormente, Howard recibe el cargo de Sheriff de Bedford, puesto que sería


equivalente a un juez de paz, que le permitió conseguir una audiencia ante una
Comisión de la Cámara de los Comunes del Parlamento inglés en la que expuso las
deplorables condiciones de las cárceles inglesas y, como resultado de su
exposición, se expidieron dos actas legislativas en las cuales se suprimieron los
derechos de carcelaje, quedaron establecidos los honorarios de los carceleros y,
finalmente, establecieron medidas tendientes a mejorar la salud de los internos.

Howard estimo prudente ampliar su estudio sobre las prisiones a diversos países
de Europa, dando como resultado la publicación de dos ediciones posteriores
de State of Prisions in England and Wales, en las que incorpora los hallazgos sobre
el tema. En 1789, Howard publicó otra obra llamada Account of the principles
Lazarettos in Europe o “Balance de los Lazaretos principales en Europa”, en la que
se aprecia su continuo interés para la recopilación de datos objetivos para el tema
de investigación.

En cuanto a sus aportaciones, Howard estima que debe establecer una dieta
alimenticia adecuada para los presos, quienes deben contar con unas medidas
correctas de higiene en los centros de reclusión, propugna por la segregación de
presos por género y edad, así como por la peligrosidad que el reo representa en
atención al delito cometido.

Por otra parte, considera importante la educación moral y religiosa para la


modificación de las conductas presentadas por los reos, acompañado de un
adecuado régimen de trabajo. Sugiere, además, que los prisioneros sean
confinados durante la noche para no tener contacto alguno con otros reos dentro de
un sistema denominado “celular”, caracterizado por la existencia de celdas
individuales. Esta idea se complementa con la realización de inspecciones regulares
en las instalaciones penitenciarias, tal y como lo expuso Howard en su tabla de
propuestas.

La importancia de la obra de John Howard radicó, en principio, en las modificaciones


que fueron implementadas a raíz de la expedición de las dos actas parlamentarias
y, posteriormente, en la trascendencia de los principios de su pensamiento que
siguen vigentes hasta nuestros días.
Juan Jacobo Rousseau

Jean Jacques Rousseau, filósofo, músico y político suizo, vivió durante la época
conocida como La Ilustración y es autor de obras como Julia o la nueva Eloísa, el
Contrato Social, Emilio o De la educación y Discurso sobre el origen de la
desigualdad entre los hombres, entre otras.

Tanto en el Contrato Social como en el Discurso sobre el origen de la desigualdad


entre los hombres, Rousseau expone algunas ideas sobre el origen la criminalidad,
pues aprecia que existe una desigualdad entre los hombres, ya sea por cuestiones
naturales como la edad, la salud o la fuerza, o bien, por cuestiones sociales o
políticas y es resultado de una creación humana.

Rousseau parte del principio de que todo ser humano tiene como estado natural a
la inocencia y estima que la desigualdad natural es normal e incluso necesaria, más
no así la desigualdad política a la que considera como la causa de todos los males
y, por supuesto, como un factor criminológico.

En cuanto a las cuestiones naturales, Rousseau estima que esta corresponde a


factores físicos, en tanto que el aspecto político corresponde a factores metafísicos
y morales. En el orden natural, considera que no existe razón alguna para que un
ser humano sea bueno o malo, pues basta con que se satisfagan sus necesidades
guiado por sus instintos. En contraste, de las pasiones humanas, como parte de los
factores políticos, sostiene:

Preciso es reconocer, en principio, que cuanto más violentas son las pasiones, más
necesarias son las leyes para contenerlas, pero aparte de que los desórdenes y los
crímenes que aquéllas causan diariamente entre nosotros muestran bien a las
claras la insuficiencia de las leyes a este respecto, bueno sería también examinar
si tales desórdenes no nacen con las leyes mismas, porque en ese caso, aun
cuando fueran capaces de reprimirlos, lo menos que debería exigírseles es que
pusieran fin a un mal que sin ellas no existiría en modo alguno.1

Desde esta reflexión, Rousseau estima que la propiedad privada es una de las
causas de crímenes, tal como ejemplifica con la usurpación que el rico de los bienes
ajenos como una equivalencia al derecho de propiedad. De igual forma, menciona
otras causas como el bandidaje, el uso de la fuerza por los más poderosos y las
pasiones desenfrenadas para el quebrantamiento de la igualdad entre los hombres.

De las anteriores causas, el derecho del más fuerte vuelve a ser objeto de análisis
en el capítulo III del Contrato Social, en la cual afirma que ceder ante dicha fuerza
es un acto de necesidad y no de voluntad, o bien, de prudencia. Por tal razón, los
hombres se organizan y forman una especie de contrato entre los miembros de la
sociedad, para poder enfrentar al que ostenta el derecho por ser el más fuerte. Esto
resulta en un Estado que otorga igualdad a las personas por provenir de un pacto,
a quienes llama “asociados”. Rousseau establece como finalidad de dicho pacto la
conservación de los “contratantes” –quienes establecen leyes–, y en este aspecto,
define un interesante punto de vista sobre la pena de muerte, a la cual atribuye un
carácter preventivo al afirmar que se condena a la pena capital a un reo para evitar
que cometa otro delito como lo sería el asesinato.

Finalmente, al delito lo concibe como un rompimiento del pacto social, aunque


reconoce el derecho de gracia para otorgar el perdón a un determinado delincuente,
considerando que existen escasos supuestos en que este debe ser otorgado.

Vale la pena señalar que, en el siguiente apartado, analizaremos antecedentes más


próximos a la época actual en los que se comienza a apreciar una labor científica.
En ella, los temas comienzan a ser limitados con mayor exactitud y se aprecia una
mayor metodología y el uso de técnicas específicas en la realización de los trabajos
de investigación, así como actividades propias de la labor científica actual.

Médicos de prisiones

Esta etapa se encuentra inserta a lo largo de la historia que, hasta entrado el siglo
XIX, se enfoca en la labor que los médicos realizaban para los reos en las
instalaciones penitenciarias.

En principio, los médicos estaban encargados del cuidado de la salud de los presos,
tomando en consideración las diversas carencias de la época. Desde tiempos
remotos, los médicos curaban a los reos con diversos objetivos, ya sea para poder
continuar torturándolos o que cumplieran con el castigo impuesto.

El ejemplo que se cita en las obras de criminología hace referencia a Cristóbal de


Ojeda, médico de Hernán Cortés, quien estuvo presente en la tortura de
Cuauhtémoc y otros nobles, ordenada por el conquistador con el objeto de
supervisar que los reos no murieran como consecuencia de la tortura impuesta.

Como antecedente de la criminalística, específicamente de la medicina forense, los


médicos estaban a cargo de certificar la causa de muerte. Y, en algunos periodos
de la historia, los galenos tuvieron la necesidad de aprender demonología, a efecto
de estar en aptitud de diferenciar las posesiones diabólicas de otro tipo de
enfermedades, lo que resulta en un importante antecedente para la psiquiatría
criminal, tal y como sucedió Tratado sobre el Espíritu, obra de Tomas Abercromby.

De entre estos médicos, es Phillipe Pinel quien destaca por sus acciones en el
campo del tratamiento psiquiátrico, oponiéndose de forma directa a los tratamientos
de la época tales como el encadenamiento de los pacientes, las sangrías y la
sumersión en agua.

La labor de Pinel en los centros de reclusión, digna de llamarse humanitaria, es


destacable en el ámbito criminológico por varias razones fundamentales, entre las
que podemos destacar las siguientes dos:

En el próximo apartado, revisaremos las aportaciones correspondientes al siglo


pasado y apreciaremos los avances que, guiados por el método científico, han
aportado mayor objetividad tanto a la criminología como a otras disciplinas como la
psiquiatría y la neurociencia.

Psiquiatras del Siglo XIX

A partir de los trabajos de Philippe Pinel, la psiquiatría evolucionó de forma más


objetiva durante los siglos XIX y XX, y sus discípulos continuaron la obra de su
maestro enfocados en aspectos específicos del campo psiquiátrico. Por ejemplo,
Jean-Baptiste Pussin puso énfasis en sus trabajos sobre los tratamientos y al
personal auxiliar de los médicos, es decir, lo que hoy denominamos “enfermero
psiquiátrico”. Jean Étienne Dominique Esquirol, por su parte, centró sus esfuerzos
en el ámbito teórico de la psiquiatría, estableciendo una de las primeras
clasificaciones de las enfermedades mentales.

Entrado el siglo XX, especialmente en Francia, diversos especialistas en la materia


comenzaron con estudios importantes que fueron cobrando relevancia a través del
tiempo, e incidieron de forma directa e indirecta en la propia conformación de la
criminología y sus temas de estudio.

A manera de ejemplo, los trabajos de Félix Auguste Vorsin, Legrand du Salle, Ulysse
Trelánt y Théodore Auzouy, entre otros, sientan precedentes importantes para
responsabilidad penal de los enfermos mentales, en atención al tipo de trastorno
que presenten.
En el siglo XX comienzan también la investigación fisionómica de los enfermos,
gracias a los trabajos de Humbert Lauvergne y Mariano Cubi y Soler, quienes a
pesar de estar más inclinados a la frenología, constituyen un antecedente
importante para la obra posterior de César Lombroso, que es mucho más cercana
a la antropología criminal.

Asimismo, Benedict Augusto Morel, Gaspar Virgilio y Prosper Despine elaboraron


trabajos previos a la obra de Lombroso en los que va permeando la idea de factores
endógenos que caracterizan al delincuente:

Es importante mencionar la obra de Ezequías Marco César Lombroso, médico


italiano cuyo pensamiento influyó de forma de tal que los estudiosos consideran que
marca el inicio de la criminología científica. El 15 de abril de 1873, con la publicación
de su obra Tratado Antropológico Experimental del Hombre Delincuente, el criminal
se constituye como el tema central de la investigación, aunque cabe señalar que
esta obra, recibirá el título de El hombre delincuente en ediciones posteriores.

Ezequías Marco César Lombroso

La aportación de Lombroso comienza desde la propia denominación que da a su


trabajo, a saber, “antropología criminal”, en la que formula una clasificación de los
criminales en atención a los rasgos anatómicos, fisiológicos, psíquicos y sociales
que presentan.

Figura 3. Análisis de Lombroso en diferentes rasgos

En la parte anatómica, Lambroso estableció diferencias en el cráneo de los


delincuentes, fundamentalmente. Por lo que toca al aspecto fisiológico, se enfocó
en la presencia de tatuajes, desarrollo de los sentidos y presencia de las
discapacidades. En lo que respecta al campo psíquico, se enfoca en la ausencia de
emociones y en lo social, así como en el uso del lenguaje.

Lombroso estimó que la presencia de todos estos aspectos daban origen al


delincuente nato, de quien se considera presenta una peligrosidad criminal por no
lograr una evolución adecuada en los procesos de sociabilización, atrapado en
etapas previas de la humanidad. Y, a partir de los rasgos antes mencionados,
considera la existencia de diversos delincuentes, a saber:

Finalmente, aunque errado en aspectos importantes de su investigación,


fundamentalmente en el aspecto anatómico, Lombroso estableció las bases para
investigaciones modernas que, siguiendo su idea de factores endógenos y
exógenos, buscan el origen del delito en tópicos tales como la genética y la
genómica.

La religión también constituyo un factor importante en el comportamiento de los


egipcios al interior de la sociedad pues, como se desprende del Libro de los
Muertos, la persona fallecida debía realizar su último viaje en diversas etapas y
pruebas antes de llegar al Valle de los Juncos, y en cierto momento del recorrido,
el fallecido debía recitar todos los malos actos que no había realizado, situación
que permite conocer en alguna medida razonable los hechos que eran
considerados como antisociales en el antiguo Egipto.

Cierre de unidad

En la presente unidad hemos conocido la evolución de la criminología hasta llegar


a teorías que dan inicio y objeto de estudio de la criminología moderna. Entre los
elementos más relevantes que hemos analizado, se encuentra el interés por el
origen del delito y los factores que determinan el carácter delincuencia de los
individuos.

Es importante destacar que, en cualquier ciencia, las teorías son superadas y


retomadas a lo largo del tiempo, de tal suerte que la criminología sigue el mismo
sendero. Por consiguiente, teorías que han sido consideradas como superadas,
vuelven a surgir por su relación con los determinados eventos, constituyendo una
base doctrinal para el desarrollo de nuevas teorías.

Fuentes de consulta

Bibliografía Básica

 HIKAL, Wael. “Introducción al Estudio de la Criminología”, 3ª ed., Editorial


Porrúa, México, 2013, 293 pp.
 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología”, 28ª ed., Editorial Porrúa,
México, 2014, 562 pp.

Bibliografía Complementaria
 MORO, Tomás, CAMPANELLA, Tomaso y BACON, Francis. “Utopías del
Renacimiento”, 16ª reimpresión, Fondo de Cultura Económica, México,
2005, 273 pp.
 ROUSSEAU, Jean Jacques. Discurso sobre la ciencia y las artes. Discurso
sobre el origen y fundamentos de la desigualdad entre los hombre. El
Contrato Social. Editorial Gredos, España, 2019, 376 pp.

Mesografía

 Gustavo Valdovinos Pérez. “La concepción médico-biológica de la


criminalidad (El caso de César Lombroso)” [artículo en línea] en Alegatos,
no. 66: mayo-agosto 2007. Universidad Autónoma Metropolitana (UAM):
https://sociologicamexico.azc.uam.mx/index.php/ra/article/view/477
 Dr. Ríos Patio, Gino. 23/07/2018. “La Etiología Multifactorial de la
Criminalidad” extracto de “La criminalidad en la realidad peruana: ¿Qué
hacer? Una aproximación y propuesta estratégica” [artículo en línea]
en Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística. Año 1, vol.
II enero-julio 2014. Universidad de San Martino Porres: Perú.
https://www.estudiocriminal.eu/blog/la-etiologia-multifactorial-de-la-
criminalidad/
 Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). (01.02.2021). Teorías
criminológicas: cuáles son las principales y en qué consisten [noticia].
Revista UNIR: Facultad de Derecho. Consultado en agosto de 2021:
https://www.unir.net/derecho/revista/teorias-criminologicas/
 Hikal Carreón, Wael Sarwat. (2020). Reflexiones en el 110 aniversario
luctuoso de César Lombroso, padre de la antropología criminal. Anales de
antropología, 54(1), 189-192. Epub 15 de enero de 2021:
Unidad 3

Presentación de unidad

Toda ciencia que se precie de serlo debe contener una estructura perfectamente
delimitada, así como un objeto de estudio, una metodología y una finalidad
determinada. En este sentido, la criminología, a pesar de no ser considerada como
ciencia por algunos autores, presenta estos componentes y, al igual que en otras
ciencias, sus contenidos pueden ir cambiando a lo largo del tiempo.

Es por ello que en la presente unidad nos enfocaremos en el carácter científico de


nuestra materia, al estudiarla desde la teorética, a efecto de desentrañar los
elementos que integran los temas de interés de la criminología, así como determinar
su naturaleza y las especies que la doctrina establece; su objeto de estudio y sus
finalidades. De igual manera, se podrán apreciar las primeras relaciones que guarda
con la ciencia del Derecho.

Particularmente, la presente unidad se enfoca en los aspectos objetivos y subjetivos


de los hechos antisociales. Y, además, en la función del criminólogo, al ofrecer una
breve mención de las competencias que, en su actividad profesional, se espera
domine.

No resta más que desear que el conocimiento adquirido en la unidad temática que
nos ocupa sea fructífero y se convierta en un bagaje sólido para la formación
académica.

Competencia específica

Interpretar el estudio de la criminología, de acuerdo con diversos conceptos y


definiciones, así como su naturaleza, objeto de estudio y finalidad, para la
determinación de su carácter científico en relación con la ciencia del Derecho.

Concepto de Criminología

Para una comprensión adecuada de este apartado, es menester auxiliarnos de la


lógica para delimitar el objeto de estudio. En este sentido, el concepto es un acto
del intelecto por el cual se conoce de manera simple e inmediata la esencia de una
cosa, sin afirmar ni negar nada de ella. En otras palabras, se trata de un
conocimiento “simple o incompleto”.

Sobre el concepto, Mauricio Beuchot afirma que es aquello que es expresado por la
mente y en la mente, por el cual y en el cual conocemos una cosa Concepto formal:
es la existencia mental de la cosa aprendida.
1. Concepto objetivo: es lo conocido, el contenido del concepto mismo. Es la
esencia del objeto conocido, lo que aprehendemos de él.

El concepto formal se genera al interior de la mente humana y es la representación


que nuestro intelecto realiza de un objeto que es objeto de conocimiento:

El Concepto. Estrada Alvarado Gerardo. Agosto de 2021.

En este sentido, el concepto se produce al interior del ser humano como actividad
del intelecto y, para efecto de comunicarlo, requiere ser exteriorizado o expresado,
por lo tanto, el concepto tiene su expresión en el término, el cual es un signo donde,
a mayor comprensión, el signo se considera como aquello que representa a la
facultad cognoscitiva algo diferente de sí mismo, haciendo sus veces (2013:2).

En otras palabras, el ser humano para dar a conocer el objeto aprendido requiere
exteriorizarlo a través del término, es decir, que el término es el concepto
exteriorizado o la representación inmediata de la cosa aprendida, lo que se realiza

de manera escrita, de forma oral o través de símbolos.

El Concepto. Estrada Alvarado Gerardo. Agosto de 2021.

El concepto no debe ser confundido con la definición, pues ésta ofrece mayor
amplitud en comparación con el concepto, puesto que persigue como objetivo
central la determinación de la esencia de objeto, de tal manera que el concepto se
encuentra inmerso en la definición, tal como lo explica el maestro Larroyo: 1

“Definir significa lo mismo que señalar los límites, los confines de un objeto de
conocimiento. Toda definición es una respuesta (juicio) cuyo sujeto (definiendum)
es la materia por definir y el predicado la suma de notas conceptuales aplicables
(definientia).”

Esta estructura de la definición se conoce en la doctrina como “definición


aristotélica” y, aunque no es la única especie de definición, es la de mayor uso en
la ciencia.

Estas consideraciones son de relevancia para el tema que compete, pues hablar
del concepto de criminología es una actividad diferente a la que corresponde a
definir a la criminología. Si se sigue la misma lógica antes explicada, a mayor
comprensión podemos afirmar que hablar del concepto de la criminología implica
señalar los elementos distintivos que la caracterizan. En tanto que definir a la
criminología conlleva ubicarla en la estructura y jerarquía de las ciencias,
especialmente, de las sociales así como delimitar su objeto de estudio.
Diversos conceptos de la criminología

Wael Hikal, en su Introducción al Estudio de la Criminología, nos ofrece una gama


de concepciones de la criminología retomadas de diversos autores, de las cuales
hemos seleccionado las más interesantes y que reproducimos íntegras para mayor
referencia.

“La ciencia generosa […] mediante la cual se haga posible combatir más
eficazmente la causa de los más graves y más frecuentes actos antisociales y
criminales y buscar los medios aptos para en desarrollar en cada hombre una más
profunda y más activa bondad, que constituye la premisa esencial de todo verdadero
mejoramiento de la persona humana y, por ello, de la misma humanidad.”

En el anterior concepto, es posible apreciar que se destacan los aspectos


teleológicos de la criminología, especialmente lo que corresponde al combate a los
factores que conducen a la realización del delito y la prevención del mismo.

Hemos hecho referencia a la obra de Hikal, en virtud de que estima necesario un


enriquecimiento en la conceptualización de la materia, y por tal razón propone:

En la ciencia que busca las causas de las conductas antisociales presentes durante
la evolución de los individuos que lo han llevado a desarrollar una personalidad
antisocial, se extiende de las conductas tipificadas como delitos y abarca además
de éstos, a los trastornos relacionados con la personalidad antisocial. Al conocer las
causas de la conducta antisocial, tratará de prevenirlas, y si ya se lleva a cabo la
conducta antisocial, dará tratamiento para su rehabilitación, así como el modo de
operación de las instituciones carcelarias y la readaptación de los antisociales tanto
dentro como fuera de prisión. (2013:127).

Esta conceptualización resulta, además de interesante, de mayor utilidad práctica


pues muestra un mayor número de notas distintivas de la criminología, abarcando
gran número de temas de interés tales como el delito, el delincuente, el sistema
penitenciario, la prevención del delito, los tratamientos para el delincuente, la
personalidad y su relación con el derecho.

En el siguiente apartado, haremos referencia a diversas definiciones de la


criminología a efecto de tener una mejor perspectiva de los temas de estudio de
nuestra ciencia.
Definiciones de la criminología

A efecto de lograr una mayor amplitud en el primer acercamiento científico de la


criminología, se ofrece una diversas definiciones, con el objeto de inferir su objeto
de estudio y su ubicación. Por tal motivo, de nueva cuenta se dará inicio con las
referencias a que hace mención Wael Hikal en la obra ya mencionada.

Jorge López Vergara afirma, respecto de esta ciencia, un objeto de estudio:

“La Criminología es la ciencia que se encarga de estudiar el delito como conducta


humana y social, de investigar las causas de la delincuencia, la prevención del delito
y el tratamiento del delincuente. Estas son las cuatro áreas que cubre el objeto de
esta disciplina.”

Acorde a la explicación previamente realizada, la definición en comento destaca el


objeto de estudio de nuestra materia, a saber: el delito, su etiología, su prevención
y al delincuente, enfocándose en su tratamiento, lo que se reitera en la parte final
estableciendo a dichas áreas como el objeto de estudio de nuestra disciplina
académica.

Por su parte, Rodriguez Manzanera (2014:5), adhiriéndose a la definición


proporcionada por Mariano Ruiz Funes y perfeccionada por Alfonso Quiroz Cuarón,
define a la criminología como:

“Ciencia sintética, causal explicativa, material y cultural de las conductas


antisociales.”

Esta definición considera el carácter sintético de la ciencia criminológica, del cual


se harán algunas puntualizaciones en párrafos posteriores.

América Plata Luna (2014:1) considera que la criminología es la ciencia que estudia
el hecho social constitutivo del delito, desde un enfoque estratégico y sociológico.
Como se aprecia, en esta definición se destaca su carácter multidisciplinario.

Por su parte, Rodríguez Manzanera (ídem.) hace referencia al interés en el ámbito


internacional por definir a la criminología, tal y como lo demuestra la definición
ofrecida como resultado del Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito celebrado en Ginebra en el año de 1955, definición que a la
letra señala:

“Esta ciencia sintética se propone, hoy como ayer, la disminución de la criminalidad,


y en el terreno teórico debe permitir llegar a este fin práctico, propone el estudio
completo del criminal y del crimen, considerado éste último no como una abstracción
jurídica, sino como una acción humana, como un hecho natural y social.”

De la anterior definición destacan su relación con otras ciencias, especialmente con


el derecho penal, además de enfatizar su teleología y la utilidad práctica que
representa.

Clases de criminología

En términos aristotélicos, formular una categorización implica determinar una


diferencia específica que se aplica a un género, es decir, a un conjunto de
elementos que comparten notas comunes pero que presentan una diferencia
relevante para dar origen a diferentes conjuntos de menor tamaño que al compartir
esa diferencia se incorporan a diferentes especies. En el caso de la criminología
como género, la diferencia específica se constituye por los temas de especialización
que determinan como objeto de estudio y que permite un número de especies de
criminologías que, a continuación se enuncian.

Wael Hikal (2013) comenta que existe una criminología general y que, por la
evolución científica de la materia, las principales áreas del conocimiento
comenzaron un proceso histórico de separación, dando lugar a diversas
clasificaciones que persiguen finalidades diferentes. Con el fin de ilustrar su
exposición, ofrece dos categorías diferentes.

En la primera de ellas, retomando la clasificación de Manuel López Rey y Arrojo (en


Hikal: 2013), indica que existen cuatro tipos o especies de criminologías, a saber: la
criminología científica, la aplicada, la académica y la analítica, a las que agrega dos
especies más, la criminología clínica y la crítica.
De conformidad con lo anterior, podemos considerar el siguiente esquema:

En este sentido, podemos considerar los siguientes elementos para cada especie:

 Criminología científica
 Criminología aplicada
 Criminología académica
 Criminología analítica
 Criminología clínica
 Criminología crítica

Criminología científica

Desde su estructura, esta clase de criminología sigue las reglas de la teorética al


formar postulados, a partir de ciertos conceptos axiomáticos, tal y como se explicará
más adelante, así como al analizar su carácter científico. Los avances científicos
permiten la creación de conceptos y. teorías, así como la utilización de métodos
para el estudio y análisis de la criminalidad como un hecho individual y social.
Adicionalmente, promueve la investigación en una diversidad de campos de la
criminología.

A la clasificación anterior, podemos agregar otra clase, la criminología ambiental, a


la que hace referencia Mike Maguire (2012:421) en su obra “Manual de
Criminología”.

Esta categoría estudia tanto la criminalidad como el proceso de victimización


tomando como referencia ciertos lugares en particular, de igual forma, analiza las
actividades que realizan las personas y los grupos sociales desde el factor espacial.

De la anterior clasificación, es posible apreciar dos aspectos relevantes en cada una


de ellas. El primero corresponde al aspecto relevante de su objeto de estudio, que
al final de cuentas es la diferencia específica que da lugar a cada categoría. Y, como
segundo aspecto, están los aspectos focales que, con relación a otras especies, las
áreas del conocimiento criminal que cada una de ellas considera necesario para la
explicación científica del hecho antisocial.

Por tal razón, en el siguiente apartado se analizará la cientificidad de nuestra


disciplina.
Criminología como ciencia

Para comprender el carácter científico de la criminología, es necesario formular una


aproximación al concepto de “ciencia”.
Aristóteles fue el primer filósofo que intentó demostrar la posibilidad de conocer
como una cualidad humana. Y, para tal efecto, denominó “demostración” al
silogismo que produce la ciencia, siendo el silogismo lo que produce ciencia, aunque
aquel que solo con que lo poseamos ya sabemos alguna cosa. Por tal motivo,
consideró que la demostración implicaba la necesidad de que el saber que se
adquiere sea verdadero.

Podemos afirmar que, en el pensamiento aristotélico, la ciencia requiere de


principios verdaderos y necesarios que sean, además, causa de la conclusión y por
tal motivo de mayor notoriedad que la propia conclusión a la que permiten arribar.

Esta misma idea sigue presente en la concepción que en la actualidad tenemos de


la ciencia. Y, en este sentido, Nicola Abbagnano (2004:158) señala que la ciencia
es: “Un conocimiento que incluye, en cualquier modo o medida, una garantía de la
propia validez… que no tiene pretensiones de absoluto.”

En este sentido, el conocimiento tiene el carácter científico, en atención a la


existencia de una determinada garantía de validez. Entre dichas garantías se
encuentra la demostración, la descripción y la corregibilidad, pues la validez se
considera como una universalidad subjetiva, de tal suerte que lo válido implica lo
que es, o en su caso, debe ser reconocido por todos como verdadero, bueno, bello,
etcétera. La validez de una deducción se rige por las reglas de la lógica.

Por lo anteriormente expuesto, la ciencia presenta una estructura cuyo estudio es


objeto de la teorética, que es la parte de la lógica que estudia las características
globales de las ciencias.

En esta estructura, se aprecian los elementos básicos de la ciencia, a saber: el


sistema y la teoría, cuya relación permite otorgar un carácter sintético a la ciencia.

A mayor abundamiento, toda ciencia parte de conceptos no demostrables que


reciben el nombre de “axiomas”. Al relacionarse entre sí, estos axiomas dan lugar a
teoremas que fundamentan toda ciencia. En este sentido, la criminología presenta
todos los elementos mencionados, por lo que su conocimiento tiene un carácter
científico.

Al igual que las demás ciencias, el conocimiento criminológico requiere de una


metodología para hacer frente a la determinación de la validez de sus hallazgos,
siempre que estén enfocados a su propio objeto del conocimiento, en este caso, el
hecho antisocial.

Para Orellana Wiarco el carácter científico está determinado por la presencia de los
siguientes elementos:
A mayor abundamiento, Nicola Abbagnano (2004:718) señala que el método
presenta dos acepciones, a saber:

“1) toda investigación u orientación de la investigación; 2) una particular técnica de


investigación. El primer significado no se distingue del de “investigación” o
“doctrina”. El segundo significado es más limitado e indica un procedimiento de
investigación ordenado, repetible y autocorregible, que garantiza la obtención de
resultados válidos.”

Los métodos son, para efectos prácticos, una técnica de investigación cuyo
resultado ofrece un nuevo conocimiento, siendo esta la principal diferencia entre un
método y una técnica en particular.

En toda ciencia, además, la investigación requiere de una planeación lógica de su


proceso de investigación y, para tal efecto, hace uso de la metodología que, como
vocablo, posee cuatro significados (Abbagnano 2004:718):

De las anteriores acepciones, podría resaltar la tercera pues, al investigar un tema


en particular, se requiere decidir los métodos que serán necesarios para su
abordaje. Esto señalaría como necesario el aplicar una correcta metodología y,
posteriormente, la utilización de métodos que, como procesos, implica la realización
de técnicas propias de cada uno de los métodos seleccionados. Es por ello que,
como comenta Abbagnano (idem.), la técnica comprende todo conjunto de reglas
idóneas para dirigir eficazmente una actividad cualquiera. En este sentido, la técnica
no se diferencia ni del arte, ni de la ciencia, ni de cualquier procedimiento u
operación capaz de lograr un efecto cualquiera y su campo es tan extenso como el
de todas las actividades humanas.

En la criminología existen diversos tópicos que forman parte del objeto de estudio
del hecho antisocial y, por tal razón, se vuelve motivo de una investigación para
lograr un nuevo conocimiento. Para ello, se requiere seleccionar los métodos más
adecuados, mediante la metodología, y aplicar las técnicas propias de cada uno de
ellos para que el conocimiento adquirido cumpla con alguna de las garantías de
validez.

La presencia de estos tres elementos que hemos señalado constituye el carácter


científico de la criminología.

Es menester señalar que la presencia de estos elementos no es el único argumento


que sostiene el carácter científico de la criminología. A manera de ejemplo,
Rodriguez Manzanera (2014:17) considera que la criminología es una ciencia,
debido a la estructura de su sistema de conocimientos que se nutren de las
aportaciones de otras ciencias y la aplicación de métodos y técnicas específicas.
De la anterior justificación se destaca el carácter holístico de la investigación
criminológica, en la que se involucran métodos y técnicas de otras ciencias para
lograr una comprensión del hecho antisocial de mayor profundidad.

Objeto de la criminología

Podemos señalar que el objeto de la criminología se integra por dos componentes,


el hecho antisocial y el control social. El hecho antisocial es objeto de estudio de
esta materia, tanto a nivel individual como a nivel social, entendido como el
resultado de una conducta humana que adquiere el adjetivo de antisocial por los
efectos negativos que produce en la sociedad.

En este sentido, es importante destacar que no existe un acuerdo universal sobre


qué debe comprenderse como la conducta antisocial. A manera de ejemplo, algunos
autores consideran que la criminología estudia el hecho antisocial como un objeto
de mayor amplitud que la idea de delito, que es una acción u omisión sancionada
por una norma penal, de tipo prohibitivo. Por tal motivo, el hecho antisocial abarca
tanto las conductas delictivas como aquellas que, aún cuando no se encuentren
tipificadas en las normas penales, producen efectos adversos en la sociedad.

Mientras que, para otros doctrinarios como los de la corriente antropológica, la


conducta antisocial es resultado de los comportamientos que realizan personas con
deficiencias antropológicas, biológicas o psíquicas que implican un peligro para
ellos mismos y la sociedad. En contraste, la criminología crítica considera que la
conducta antisocial es resultado de la actividad del estado quien a través de
determinados procesos determina a los individuos que deben ser considerados
como delincuentes y a los que no serán catalogados como tal.

A pesar de tanta diversidad de posturas, lo cierto es que todas giran en torno al


propio objeto que es el hecho antisocial aunque difieran en cuanto a su contenido
conceptual.

Por otra parte, el control social implica la reacción que presenta la sociedad ante el
hecho antisocial, de manera que establece diversos mecanismos para hacer frente
a tales conductas, resultando en la esencia del control que ejerce la sociedad al
hecho antisocial.

No obstante, el control social no es aceptado universalmente como objeto de


estudio, pues existen posturas como la que ofrece Rodriguez Manzanera (idem.)
quien estima que la reacción y el control social forman parte de la penología y no
propiamente de la criminología.

Tipos de conducta

Para comprender la conducta antisocial, es necesario considerar que el término


“conducta” es multívoco, esto quiere decir que presenta diversas acepciones. Y,
desde el punto de vista de la psicología, estas acepciones se incorporan a una
determinada corriente.
En orden de ofrecer una mejor aproximación a su significado, podemos citar que la
Real Academia Española (RAE) considera, en una primera acepción, que la
conducta es la manera con que las personas se comportan en su vida y acciones.
Desde el punto de vista psicológico, la misma RAE señala que la conducta hace
referencia al conjunto de las acciones con que un ser vivo responde a una situación.

Sin embargo, como se ha mencionado antes, los conceptos y definiciones desde la


psicología varían. Por ejemplo, la corriente conductista ofrece dos acepciones sobre
el término “conducta” (en Roca i Balasch, Josep. (2007). La primera de ellas hace
referencia a la acción que un individuo u organismo ejecuta. Mientras que, la
segunda, corresponde a la relación asociativa entre los elementos de una estructura
funcional.

Ahora bien, desde la interpretación de la criminología, la conducta implica la acción


de un individuo, en este caso el ser humano, y adquiere el carácter de antisocial por
afectar a los miembros de la sociedad en la que interactúa, tal y como afirma
Rodriguez Manzanera (2014:23):

“Conducta antisocial es todo aquel comportamiento humano que va contra el bien


común (aquí me refiero a un concepto del bien común en su estricta acepción
tomista, es decir, aquél que siendo bien de cada uno de los miembros de la
comunidad, es al mismo tiempo bien de todos)…”

De tal suerte que ambos componentes de la conceptualización conductista se


aprecian en la definición del hecho antisocial que ofrece el autor en comento.

Rodriguez Manzanera (idem.) analiza cuatro formas de conducta para explicar con
mayor claridad la conducta antisocial, a saber:

Conducta social

Comportamiento que se apega a normas de convivencia y que se caracteriza por


no agredir en forma alguna a los miembros de la colectividad, dando como resultado
el cumplimiento del bien común.

Celebración del viacrucis como una costumbre de los lugareños respetando sus
normas de convivencia. Estrada Alvarado Gerardo. 2008. Viernes de Semana Santa
en Real de Catorce [fotografía]. México.
De acuerdo con Manzanera, si bien la criminología centra sus esfuerzos en el hecho
antisocial, no es óbice para desvincularse de las conductas parasociales, por la
posibilidad existente en que se transforman en conductas antisociales.

Las conductas antisociales son denominadas, además, como comportamientos


desviados con una intención descriptiva para hacer referencia a comportamientos
diferentes, ya sean asociales, parasociales y, por supuesto, antisociales.

Tipos de sujeto

Las conductas son realizadas por los individuos, de tal manera que es
analógicamente correcto señalar los tipos de sujetos en atención al tipo de conducta
que realizan, y que fue objeto de estudio en párrafos anteriores. En este sentido,
podemos hacer referencia a las siguientes categorías:

Tanto las conductas como los sujetos que las realizan representan un interés
siempre presente como objeto de estudio de la criminología.

Finalidad de la criminología

Para una comprensión adecuada de la finalidad de la criminología es necesario


señalar que, en la actualidad, los conocimientos ofrecidos por cualquier ciencia han
dejado de ser considerados como poseedores de una validez universal, situación
que también se presenta para la criminología.

A mayor abundamiento, al igual que en las demás ciencias, la criminología presenta


mutabilidad. En otras palabras, lo que hoy se considera un hecho antisocial mañana
no lo será y, por el contrario, conductas que hoy no se consideran como tal, en el
futuro pueden ser estimadas como antisociales. De lo anterior se deduce que la
primera finalidad de la criminología es la prevención y represión de las conductas
antisociales, según su prevalencia en un tiempo y lugar determinado.

Por otra parte, la criminología como ciencia no se encuentra aislada de otras pues,
para la determinación del delito, se presenta una íntima relación con el derecho
penal como parte de la ciencia del Derecho. De tal manera que la criminología
analiza aspectos fácticos como la conducta antisocial y, a la vez, aspectos deónticos
(como paradigmas del deber ser, es decir, cómo comportarnos en la sociedad de
forma ideal) determinados por la ley.

Por lo anterior, otra finalidad de la criminología es la reinserción social. En este


sentido, desde el punto de vista jurídico, un delincuente es sometido a un proceso
penal para determinar su responsabilidad y, de ser condenado, deberá estar un
cierto tiempo en prisión. Durante la estancia del reo dentro de las instalaciones
penitenciarias, la criminología aporta una ayuda relevante en cuanto a los
tratamientos que debe recibir, normalmente sostenido en el trabajo y la educación,
para lograr un cambio en su personalidad y puede alcanzar las condiciones
necesarias para incorporarse de nueva cuenta a la sociedad.

La criminología como actividad científica y para alcanzar su finalidad, requiere de la


actuación de los especialistas en la materia, quienes reciben el nombre de
criminólogos y sus actividades serán el objeto de análisis en el siguiente apartado.

Crimen, criminal, criminalidad

Los vocablos de referencia están íntimamente vinculados con el hecho antisocial,


sin embargo, hacen referencia a determinados aspectos específicos de particular
interés para la criminología y por tal razón implican diversos niveles de observación
e interpretación.
De tal manera que la formación integral y multidisciplinaria de los futuros
criminólogos es fundamental para un mejor ejercicio profesional.

En el siguiente recurso, puedes encontrar tres importantes diferencias conceptuales


que respecta al estudio de la criminología:

CRIMEN Y DELITO

La diferencia entre crimen y delito es, inicialmente, por ser objeto de estudio de dos
ciencias diferentes pero íntimamente relacionadas, a saber: la criminología y el
Derecho.

Para la criminología, como hemos dicho, el crimen es una acción que agrede tanto
al individuo que lo sufre como a la sociedad. Por su parte, desde el punto de vista
doctrinal, el delito es una conducta típica, antijurídica y culpable que se analiza
desde el derecho penal –en otros países esta área del derecho recibe el nombre de
derecho criminal–, especialmente por la teoría del delito. Desde el punto de vista
normativo, es decir, en las leyes vigentes, se considera como una acción u omisión
sancionadas por las leyes penales, generalmente denominadas como “código
penal”.

En el caso de los Estados Unidos Mexicanos, el delito encuentra su definición tanto


en el nivel federal como en la Ciudad de México, y por supuesto en los códigos
penales de cada entidad federativa. Y, particularmente en la Ciudad de México, el
delito se define en el Código Penal para la Ciudad de México en los siguientes
términos:
Artículo 15. (principio de acto). El delito sólo puede ser realizado por acción o por
omisión.

Por su parte, el Código Penal Federal, el delito se define de la siguiente forma:

Artículo 7o.- Delito es el acto u omisión que sancionan las leyes penales.

Aunado a lo anterior, el estudio de delito es diverso al que corresponde al crimen.


Mientras que, para la criminología, es importante analizar el inicio y evidentemente
las causas, el desarrollo y la conclusión del hecho antisocial. El delito es analizado
mediante una metodología diferente, pues solo interesa el momento en que se
comente la acción u omisión del delincuente, llamado “sujeto activo” en la doctrina
del derecho penal Y el aspecto relevante es que la conducta desplegada por el
sujeto activo se adecue exactamente al tipo penal, es decir, a la descripción que un
código penal realiza de una conducta prohibida como sería el delito de homicidio
que en el Código Penal de la Ciudad de México presenta el siguiente tipo:

Artículo 123. Al que prive de la vida a otro, se le impondrá de ocho a veinte años de
prisión.

Para el derecho penal, interesa que el sujeto activo del delito haya realizado una
acción, por ejemplo disparar un arma de fuego, o una omisión, como omitir cuidar a
un menor de edad, y que como resultado de dicha acción u omisión se produzca la
muerte. Es decir, que la persona que recibió los disparos del arma de fuego muera
como consecuencia de las heridas que dichos impactos le causaron, o bien, que el
menor de edad muera ahogado por la falta de cuidado a cuyo cargo se encontraba.

Por lo anterior se puede decir que, como última diferencia, el crimen como objeto
de estudio de la criminología es de mayor amplitud que el delito.

Cierre de unidad

Con el estudio de la presente unidad hemos comprendido las notas que caracterizan
a un conocimiento que se considera científico, enfocándonos a la criminología en
cuanto a su naturaleza y especies, su objeto de estudio y finalidades.

De igual forma, hemos realizado un primer acercamiento a la metodología, a los


métodos y a las técnicas, que serán una constante tanto en la actividad académica
como en la profesional, por tal motivo, es de suma importancia invitar al estudiante
a profundizar más en estos temas, pues serán la guía para su actividad cotidiana y
le permitirán una mayor certeza y validez en las actividades que realizará en
asignaturas futuras de nuestro plan de estudio y, de mayor relevancia, en su labor
profesional.
Fuentes de consulta

Bibliografía Básica

 HIKAL, Wael. “Introducción al Estudio de la Criminología”, 3ª ed., Editorial


Porrúa, México, 2013, 293 pp.
 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología”, 28ª ed., Editorial Porrúa,
México, 2014, 562 pp.

Bibliografía Complementaria

 ABBAGNANO, Nicola. “Diccionario de Filosofía”, 4ª ed., Fondo de Cultura


Económica, México, 2004, p. 158.
 ARISTÓTELES. “Tratado de Lógica. El Organón”, 11ª ed., Editorial Porrúa,
México, 2004, 534 pp.
 BEUCHOT, Mauricio. “Introducción a la Lógica”, Universidad Nacional
Autónoma de México, México, 2004, 108 pp.
 LARROYO, Francisco. “La Lógica de las Ciencias. Tratamiento Sistemático
de la Lógica Matemática”, 18ª ed., Editorial Porrúa, México, 1973, 522 pp.
 MAGUIRE, Mike. MORGAN, Rod y REINER, Robert. “Manual de
Criminología”, 2ª ed., Oxford University Press, México, 2012, 844 pp.
 ORELLANA WIARCO, Octavio Alberto. “Criminología Moderna y
Contemporánea”, Editorial Porrúa, México, 2012, 420 pp.
 PLATA LUNA, América. “Criminología, Criminalística y Victimología”,
Oxford University Press, México, 2014, 221, pp.
 REDONDO ILLESCAS, Santiago y GARRIDO GENOVÉS, Vicente.
“Principios de Criminología”, 4ª ed., Tirant lo Blanch, Valencia, España,
2013, 1189 pp.
UNIDAD 4

Presentación de unidad

La teoría y la práctica profesional de cualquier disciplina científica se nutre de las


relaciones que guarda con otras ciencias. En este sentido, la criminología se
desarrolla con las aportaciones de ciencias con un objeto de estudio diferente al
hecho antisocial, así como de otras tantas cuyo origen es, precisamente, el estudio
de dicho hecho.

Es por ello que la multidisciplinariedad es una característica común en la teoría y la


práctica de la criminología que tiende a reunir, ordenar, sistematizar y valorar los
resultados de las diversas disciplinas que se reúnen en torno al estudio del hecho
antisocial, dando lugar a la síntesis criminológica.

Esta actividad sintetizadora es de interés en dos sentidos específicos. El primero de


ellos corresponde al estudio del propio sujeto antisocial, con la denominada síntesis
clínica. Y, la segunda, es la explicación del hecho antisocial como una situación
compleja cuyo estudio se realiza mediante la síntesis general.

Por tal motivo, en esta unidad temática se estudiará la síntesis criminológica y las
materias que la integran, con lo que se ofrece una visión amplia de la multiplicidad
de conocimientos que son aplicados en el estudio del hecho antisocial.

Así, es posible asegurar que, con el estudio de esta unidad, se podrán encontrar
otras áreas del conocimiento que resultarán de mucho interés tanto en la vida
académica como de una utilidad valiosa para la futura vida profesional.

Competencia específica

Interpretar la síntesis criminológica, con base en la multidisciplinariedad en la teoría


y práctica de la criminología, para lal concresión de la complejidad en su estudio.

Concepto de “síntesis”

El vocablo “síntesis” es multívoco, por lo que una primera acepción indica que es la
composición de un todo por la reunión de sus partes. En cuanto a una segunda
acepción, se sostiene que es la suma y compendio de una materia u otra cosa.

Como se aprecia, el vocablo en comento hace referencia a un proceso de


integración para conformar un todo compuesto de elementos con interacciones.

A continación, se revisará el aspecto particular de la síntesis criminológica para


abordar directamente la ciencia que compete a la asignatura en cuestión.
Síntesis criminológica

En el mismo sentido, la síntesis criminológica sigue la misma estructura de integrar


conocimientos especializados provenientes de otras ciencias que le otorgan una
autonomía científica y le dotan de un carácter multidisciplinario.

La estructura sintética, desde el punto de vista pedagógico, permite su estudio


partiendo de sus características generales hasta llegar a tópicos especializados que
dan lugar a otras asignaturas, tal como la presente asignatura en la que se analizan
las generalidades de la criminología y, posteriormente, el estudio de otras materias
como la penología o la victimología.

Una ventaja adicional de la estructura sintética de la criminología radica en la


posibilidad de realizar investigaciones holísticas. Esto quiere decir poder aplicar
métodos y técnicas provenientes de otras disciplinas que son idóneos para abordar
algún objeto de estudio de la criminología.

En la evolución de la criminología, a esta estructura sintética se le denominó como


“enciclopedia criminológica”, con la finalidad de especificar que el conocimiento
criminológico estaba integrado por saber provenientes de múltiples disciplinas.

Si la criminología es sintética, entonces vale la pena señalar cuales son las materias
que la integran.

Las materias de síntesis

Rodriguez Manzanera considera necesario precizar entre las ciencias


criminológicas y las criminologías especializadas, también llamadas “criminologías
analíticas”, a efecto de llegar al concepto de criminología general o sintética: 1

Da clic en cada uno de los títulos para obtener más información.

Criminologías analíticas

Se constituyen por todos los intentos para explicar el hecho antisocial a partir de
una ciencia específica. Tal como César Lombroso y su enfoque antropológico o
criminología antropológica y de la concepción sociológica de Ferri, o criminología
sociológica.

Es pertinente señalar que esta categoría se enfoca en la preparación particular de


cada tratadista, así como la dirección que mayoritariamente nuestra materia de
estudio sigue en determinados paises, como Estados Unidos de América que se
centra más en los estudios de criminología sociológica.

Ciencias Criminologicas.
Son aquellas áreas del conocimiento científico que presentan una metodología
propia y especializada en objetos del conocimiento específicos, y que al integrarse
al estudio del hecho antisocial adquieren el grado de criminológicas.

Así, la psicología general permite la integración en la investigación del hecho


antisocial para dar lugar a la psicología criminal, mientras que la sociología criminal
forma parte de la sociología general.

En este sentido, el proceso de síntesis se realiza cuando los conocimientos y


métodos de otras ciencias se aplican en el estudio del hecho antisocial.

No obstante, la síntesis criminológica no solo se integra a través de la utilización


de conocimientos de otras ciencias, sino que, además, se conforma por otras
disciplinas que han surgido de forma independiente como es el caso de la
penología –el estudio de las penas- y la victimología cuyo objeto de estudio es la
víctima del hecho antisocial.

Para Rodríguez Manzanera, las materias que integran el proceso de síntesis de la


criminología son:

A continuación, se revisarán algunas características de cada una de las anteriores


materias:

Da clic en cada uno de los títulos para obtener más información.

 Antropología Criminológica
 Biología Criminológica
 Sociología Criminológica

Antropología Criminológica

La antropología se define como “el estudio del hombre”, por lo que es sencillo intuir
que la antropología criminológica es el estudio del delincuente. Por tal motivo, ésta
se ha definido como la ciencia cuyo objeto de estudio corresponde a las
características específicas y mentales que son particulares de los autores de
crímenes y delitos.

En cuanto a su objeto de estudio, Di Tullio considera que está integrado por la


personalidad del delincuente, en tanto que Tieghi estima que está constituido por
los factores primordialmente biológicos que intervienen en la génesis de la
personalidad antisocial y de la delincuencia.

Como vimos anteriormente, un precursor de relevancia para esta materia fue César
Lombroso. Sin embargo, existieron otros tratadistas que enfocaron el estudio del
hombre desde el punto de vista cuantitativo, dando origen a la antropometría
criminal como una clase de la antropometría cuyo método implica técnicas de
medición de ciertas partes del cuerpo. De tal manera que, cuando esas técnicas de
medición se utilizaron en los delincuentes, dio como resultado la antropometría
criminal, tal y como propuso Alphonse Bertillon, cuya técnica recibe el nombre de
“bertillonaje” y fue utilizada en Francia durante el siglo XIX.

Algunos otros tratadistas consideran los efectos que, en este ámbito de estudio,
tiene el medio físico sobre el delincuente, así como los procesos de adaptación del
ser humano a dichos medios. Lo que en la actualidad se estudia por la criminología
ecológica.

Wikimedia. (s.f.). Bundesarchiv Bild 135-KB-15-083, Tibetexpediton,


Anthropometrische Untersuchungen [entrada web].
https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Bundesarchiv_Bild_135-KB-15-
083,_Tibetexpediton,_Anthropometrische_Untersuchungen.jpg

BIOLOGIA CRIMINOLOGICA.

Biología Criminológica

La biología es la ciencia cuyo objeto de estudio corresponde a la estructura de los


seres vivos y de sus procesos vitales, de tal manera que al aplicar este objeto en
el estudio del hecho antisocial surge la biología criminológica como la ciencia que
estudia al hombre que realiza su conducta antisocial como un ser vivo.

Para esta disciplina los temas de interés corresponden a la influencia de factores


biológicos en la criminalidad, y la intervención de dichos factores en la realización
del crimen.

Desde la estructura del ser criminal y sus procesos vitales, la biología criminal
analiza el funcionamiento del organismo, su relación con el medio físico, la
disfunción glandular, la genética y genómica criminal –las cuales corresponden a
las leyes de la herencia y la función de los genes en el cuerpo humano,
respectivamente–, así como su relación con la criminalidad, disfunciones del
sistema nervioso central y su relación con la conducta antisocial, las diferencias
biológicas entre criminales y no criminales, cuestiones de bioquímica, entre otros
temas.
En términos generales, la biología criminal intenta identificar la parte del cuerpo
del ser humano que, como un factor patológico, disfuncional o trastorno orgánico,
ofrezca una explicación para la conducta delictiva.

Sociología Criminológica

La sociología es la ciencia que estudia los fenómenos sociales, es decir, la


actividad del hombre en su conjunto en un tiempo y lugar determinado. Por lo
anterior, cuando este estudio se centra en el hecho antisocial surge la sociología
criminológica.

En el ámbito criminal, Enrico Ferri es el precursor que estableció un mayor énfasis


en los factores sociales para la realización del hecho antisocial. De manera que,
en la actualidad, la sociología criminológica estudia el hecho antisocial como un
fenómeno colectivo, siendo objeto de interés las causas, formas, desarrollo,
efectos y las relaciones que se establecen con otros hechos sociales.

Psicología Criminológica

La psicología es la disciplina científica cuyo objeto de estudio está constituido por


los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento del
ser humano, en relación con el medio ambiente físico y social que lo rodea. En
consecuencia, el carácter de criminológica, como especie de la psicología general,
se adquiere al estudiar las conductas individuales o colectivas de los sujetos
antisociales en busca de las causas que ha influido para la realización del hecho
antisocial en sus componentes y tomando en consideración la existencia de los
trastornos mentales (Hikal, 2013:83).

De los aspectos anteriores, un tema recurrente es la personalidad del delincuente


que, como uno de los objetos centrales de su estudio, implica la creación de
teorías que expliquen los diferentes tipos de comportamientos y su desarrollo. De
igual menara, en la práctica profesional, el estudio de los procesos mentales ha
dado lugar una serie de nuevas disciplinas denominadas “ciencias conductuales”,
las cuales se nutren, al igual que la criminología, de los saberes de otras ciencias
y que también son aplicadas al hecho antisocial con resultados interesantes como
el perfil criminal o la lectura del lenguaje corporal en los interrogatorios.

Para Rodríguez Manzanera (ibíd.), en la piscología criminológica se incluyen dos


categorías:

Psicología Judicial

Analiza los fenómenos psicológicos en relación con el problema judicial, es decir,


en los procesos judiciales, principalmente en materia penal.
Psicopatología

Es la ciencia que estudia las leyes de la disgregación de la actividad psíquica y las


propiedades que corresponden a la personalidad, comparándolas con las leyes
que rigen la formación y desarrollo de los procesos psíquicos. Asimismo, se
encarga del análisis de la regularidad en las alteraciones de la actividad reflectora
del cerebro. Por tal razón, cuando el objeto de estudio de la psicopatología se
enfoca en el hecho antisocial, se configura "la “psicopatología criminológica”.

Criminalística

Para Rodriguez Manzanera (2014:73), la criminalística forma parte de la síntesis


criminológica. Sin embargo, se estima que esta consideración corresponde más al
campo de la investigación de los delitos en su aspecto práctico, pues los
conocimientos técnicos sobre el crimen enriquecen y perfeccionan la síntesis
criminológica, así como permiten una mejor explicación de la conducta antisocial y
abre puertas extraordinarias para su prevención.

No obstante lo anterior, es necesario realizar ciertas precisiones para esta


importante disciplina a efecto de comprender su objeto de estudio, relaciones e
importantes diferencias con la criminología.

Como punto inicial, es importante recordar que las ciencias inicialmente se interesan
por un determinado campo del conocimiento y, con el paso del tiempo, van
estableciendo una estructura, lenguaje y métodos propios que les otorgan una
autonomía.

Por otra parte, en el devenir histórico de una ciencia, no surge siendo autónoma,
sino que el cúmulo de conocimientos que va agrupando permite que integre una
estructura propia, un lenguaje especializado y una metodología específica por lo
que adquiere autonomía. Y, mientras eso sucede, la ciencia se considera como
parte de otra más general. Este proceso fue seguido tanto por la criminología y por
la criminalística. Aunado a lo anterior, las relaciones con otras disciplinas y su
ejercicio profesional dan origen a otras clasificaciones que tiene una utilidad
práctica.
Ciencia forense

Al hablar del hecho antisocial, el derecho, la criminología y la criminalística se


relacionan de múltiples formas, especialmente en los procesos que se realizan ante
los tribunales, fundamentalmente en materia penal. Por lo que, desde el punto de
vista de práctica profesional, ha surgido la ciencia forense.

Para explicar la ciencia forense, es necesario definir estas tres ciencias y explicar
su relación:

Da clic en cada uno de los títulos para obtener más información.

DERECHO.

El derecho es un sistema normativo coactivo. Esto quiere decir que es una ciencia
que establece una serie de normas generales, impersonales y abstractas que
dentro de una sociedad se utilizan para regular las conductas de las personas
como parte del grupo social. Sucede, ya sea permitiendo, prohibiendo u obligando
a los gobernados la realización de conductas determinada. En el caso del derecho
penal, se trata de conductas prohibidas que, cuando son realizadas por una
persona, se produce la realización de una conducta delictiva.

CRIMINOLOGIA

Tal como se comentó en la unidad tres, es la ciencia que se encarga de estudiar


el delito como conducta humana y social, de investigar las causas de la
delincuencia, la prevención del delito y el tratamiento del delincuente. Las
anteriores, son precisamente las cuatro áreas que cubre el objeto de esta
disciplina. Desde esta perspectiva, la criminología se interesa por todos los
factores internos y externos que influyen para la realización del hecho antisocial.

CRIMINALISTICA

De acuerdo con Moreno González, es la disciplina que aplica fundamentalmente


los conocimientos, métodos y técnicas de investigación de las ciencias naturales
en el examen del material sensible significativo y relacionado con un presunto
hecho delictuoso, con el fin de determinar, en auxilio de los órganos encargados
de administrar justicia, su existencia, o bien reconstruirlo, o bien, señalar y precisar
la intervención de uno o varios sujetos en el mismo (2006:22). En otras palabras,
esta ciencia tiene como objeto de estudio los elementos que se aprecian a través
de los sentidos y que son resultado de la interacción del hombre con su entorno
físico. En el caso del delito, los elementos que el delincuente deja en el entorno
con motivo de su actuar delictivo, tal como sucedería con las huelas de los dedos
de las manos y las de los zapatos.

Definidas las ciencias relacionadas, veamos ahora su relación:

El derecho, como ciencia social, tiene como uno de sus objetivos regular la
conducta de las personas dentro de una sociedad determinada, es decir,
relacionada con las interacciones que realizan con otros miembros de la sociedad.
De tal manera que establece normas que permiten realizar conductas como el
matrimonio, o bien, obligando a la realización de otras como el pago del impuesto
y, finalmente, prohibiendo la realización de otras, como sucede con las previstas
en los códigos penales.

Como hemos dicho, las normas del derecho son generales, pues su cumplimiento
es obligatorio para todas las personas. De igual forma, son normas impersonales
porque no están destinadas a alguien en partícula. Además, son abstractas porque
son una mera descripción hipotética de una determinada de conducta que se
considera de interés para la interacción de los seres humanos dentro de una
sociedad.

Asimismo, hemos afirmado que las normas del derecho penal son prohibitivas, en
su mayoría, por lo tanto, su finalidad es evitar que las personas realicen dichas
conductas, tal como el robo o el homicidio. Y, para el caso de que una persona en
particular realice tales conductas –robe o mate a otra persona –, entonces el
derecho penal establece una sanción, normalmente constituida por una pena
privativa de la libertad. La sanción, entonces, se impone por que se ha cometido
un delito que, como hemos señalado, es parte de los hechos antisociales, desde
el punto de vista criminológico.

Para el delito, al igual que cualquier otro hecho antisocial, cuando se busca una
explicación sobre las causas, los factores desarrollo y consecuencias del hechos,
se recurre a la criminología. Con relación al derecho, se puede afirmar que “se
buscan las razones por las que fue cometido el delito”, para usar una frase simple.

Ahora bien, en nuestro país existe la llamada presunción de inocencia, que es un


derecho humano que conlleva a que “toda persona es inocente hasta que la
autoridad competente demuestre lo contrario”, tal y como se establece en el
artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, también
llamada Carta Magna.

Por tal razón, la persona que comete un delito es sometida a un proceso, en este
caso penal, cuyas reglas están contempladas en el actual Código Nacional de
Procedimientos Penales. La finalidad de dicho proceso es demostrar que la
persona, que goza del principio de inocencia, es realmente responsable por la
comisión de un hecho delictivo, y para demostrar su responsabilidad se requieren
de pruebas y para su obtención recurrimos a la criminología.
Por lo anterior, es posible afirmar que, desde el punto de vista de la práctica
profesional, la criminología y la criminalística auxilian al juez en los procesos
penales para determinar la responsabilidad de quien cometió el delito. La
criminología apoya desde un punto de vista fundamentalmente psicológico,
como sucede con la peligrosidad del procesado. Por su parte, la
criminalística apoya desde un punto de vista fáctico, para conocer el
desarrollo de los aspectos fácticos que tuvieron lugar en el momento de la
realización de la conducta delictiva.

Al estar entonces relacionadas, principalmente en los procesos penales, da lugar


la llamada ciencia forense, o para algunos autores, ciencias forenses. Y, para
definir a la ciencia forense, es necesario conocer el significado de los vocablos
que integran la expresión que nos ocupa.

Ciencia

Como se mencionó anteriormente, por ciencia se entiende:

“Un conocimiento que incluye, en cualquier modo o medida, una garantía de la


propia validez. Damos aquí la limitación expresada con las palabras “en cualquier
modo o medida” a fin de hacer aplicable la definición a la ciencia moderna, que no
tiene pretensiones de absoluto. Pero el concepto tradicional de la ciencia es aquel
en el que incluye una garantía absoluta de validez y es, por lo tanto, como
conocimiento, el grado máximo de la certeza.” (Abaggnano, 2004:158)

FORENCE

Forense

El adjetivo forense, por su parte, en el Diccionario de la Lengua Española presenta


el siguiente significado:

“Forense. (Del lat. forensis, de forum, foro, plaza pública.) adj. Perteneciente al foro.
// 2. V. médico forense. // 3. ant. Público y manifiesto.” (1984:653).

Foro

Por su parte, el foro se define de la siguiente manera:

“Foro. (Del lat. forum.) m. Plaza donde se trataban en Roma los negocios públicos
y donde el pretor celebraba los juicios. // 2. Por ext., sitio en que los tribunales
oyen y determinan las causas. // 3. m. Curia, y cuanto concierne al ejercicio de la
abogacía y a la práctica de los tribunales. // 4. m. Reunión para discutir asuntos
de interés actual ante un auditorio que a veces interviene en la discusión. // 5. m.
Parte del escenario o de las decoraciones teatrales opuesta a la embocadura y
más distante de ella. // 6. V. telón de foro. // 7. m. Contrato consensual por el cual
una persona cede a otra, ordinariamente por tres generaciones, el dominio útil de
algo mediante cierto canon o pensión. // 8. m. Canon o pensión que se paga en
virtud de este contrato. // 9. ant. fuero. // por tal loc. adv. Con tal condición o pacto.”
(1984:654-655)

En la actualidad , metafóricamente, el foro hace referencia a cualquier proceso


jurídico realizado ante un órgano estatal dotado de jurisdicción, con la finalidad de
aplicar una norma, o bien, para resolver una o varias controversias. A mayor
abundamiento, como género, el proceso jurídico o también llamado proceso
jurisdiccional comprende a los procesos legislativos, ejecutivos y judiciales, siendo
de mayor relevancia para nuestro trabajo aquellos en los que se realiza la actividad
judicial.

En este sentido, el proceso jurisdiccional es “el cúmulo de actos, regulados


normativamente, de los sujetos que intervienen ante un órgano del Estado, con
facultades jurisdiccionales, para que se apliquen las normas jurídicas a la solución
de la controversia o controversias planteadas.” (Arellano, 2012:6).

Una vez comentado el significado de las voces que integran la expresión en


estudio, ofrecemos una definición propia:

La Ciencia forense es el cúmulo de conocimientos provenientes de diversas


disciplinas cuya garantía de validez es utilizada en los procesos jurídicos, y
especialmente en los procesos jurisdiccionales, a efecto de auxiliar a los órganos
del Estado para la adecuada aplicación de las normas, o bien, para la solución de
la controversia o controversias planteadas. (Alvarado Estrada: 2021)

Es importante destacar que hemos utilizado el vocablo “disciplina”, en virtud de


que su significación conlleva cualquier arte, facultad o ciencia.

Ahora, definida la ciencia forense, es posible afirmar que, en términos


estructurales, tanto la criminología como la criminalística forman parte de su
contenido. Y, para el caso que nos ocupa, ambas ciencias auxilian en la
resolución de los asuntos que son sometidos a consideración de los jueces
penales.

Ciencias, artes y oficios que integran a la Criminalística.

Establecido el objeto de la criminalística, así como su relación con el derecho y la


criminología, es menester señalar que como ciencia autónoma y general, se
integra, a su vez, por otras disciplinas que podeos agrupar en ciencias, artes y
oficios, los cuales se mencionaran de forma enunciativa y no limitativa:

Estas ciencias, artes y oficios, cuando auxilian en los procesos judiciales, en


especial en materia penal, reciben el adjetivo de forense, como sería medicina
forense, química forense, fonología forense o cerrajería forense, a manera de
ejemplo.

Victimo logia y Penología

Victimo logia

De acuerdo con Hilda Marchiori, la victiomología es una disciplina cuyo objeto de


estudio lo constituye el estudio científico de las víctimas de los delitos (2013:1).

Benjamín Mendelshon es considerado el padre de la victimología y –desde la


perspectiva criminológica, particularmente la clínica– es una disciplina que se
encarga del estudio de la persona que ha sufrido un acto violento de una conducta
antisocial y que deja un daño físico, psicológico y social. De igual manera, se
interesa en los procesos de victimización, la relación autor-víctima y, por supuesto,
las consecuencias que se producen.

Penología

La también llamada “teoría de la sanción penal” se considera, para algunos


autores como Roberto Reynoso Dávila, un remanente de la parte general del
derecho penal y, a su vez, parte de una teoría general de las sanciones. El autor
en comento define a ésta disciplina, retomando las palabras de Cuello Calón,
como el conjunto de estudios de doctrinas e investigaciones relativas a todas las
penas y medidas de seguridad y a su ejecución así como de las instituciones post-
carcelarias y post-asilares que constituyen su complemento (2011:2).

De lo anterior se observa que los temas de interés son:

Figura 2. Temas de interés en relación con la penología

Para mayor precisión, cuando la ciencia se encarga de analizar las sanciones que
corresponden al delito o al delincuente, reciben en nombre de ciencias penales,
como es el caso de la penología.

Finalmente, es conveniente señalar que la sanción, desde el punto de vista


jurídico, es una consecuencia prevista en una hipótesis normativa. De manera que,
en el caso de los delitos, la sanción o consecuencia que se deriva recibe el nombre
de ‘pena’, entendida como “el mal que el juez penal inflige al delincuente a casa
del delito”, para expresar la reprobación social con respecto al acto y al autor
(Reynoso Dávila 2011:8).

Síntesis clínica y síntesis general

La criminología clínica, como se explicó anteriormente, analiza al sujeto antisocial,


y para tal efecto requiere distinguir los factores que influyen para la realización de
la conducta criminal, lo que se denomina criminogénesis, así como la secuencia del
propio hecho antisocial, conocida como criminodinámica.

En la práctica, el criminólogo analiza y sintetiza los diversos estudios que se realizan


al sujeto antisocial y emite un resultado en el que se integran los factores
antropológicos, psicológicos, sociológicos así como las particularidades que el
criminal presenta, de igual manera se realiza el estudio de la víctima y la propuesta
de tratamiento del delincuente.

De lo anterior, Rodríguez Manzanera propone siete elementos para la síntesis


clínica:

Figura 3. Elementos para la síntesis clínica

Finalmente, es importante destacar la labor multidisciplinaria que se requiere para


la formulación de una adecuada síntesis clínica, pues la participación de los
diferentes especialistas proporcionará información valiosa para determinar el
posible tratamiento para el sujeto antisocial.

Síntesis general

Para la síntesis general, es insuficiente considerar únicamente la síntesis clínica,


pues también debe integrar los estudios correspondientes a los factores
criminógenos, los cuales deben ser interrelacionados y permitir la generación de
una explicación coherente.

Asimismo, la síntesis general no debe entenderse como un trabajo exclusivo del


criminólogo sino, por el contrario, debe considerar los estudios formulados por los
expertos de las demás disciplinas y ordenarlos, coordinar las actividades y
relacionarlas adecuadamente, presentar una valoración objetiva y, finalmente,
formular una síntesis final.

Cierre de unidad

Durante la anterior unidad, se analizó la síntesis criminológica, se tuvo una


aproximación a las materias que forma parte de esta síntesis y la función del
criminólogo tanto en la síntesis general como en la clínica. Con dichos
conocimientos, te encuentras en la posibilidad de comprender al hecho antisocial
como un objeto de estudio complejo que requiere de diversos saberes para su
correcta comprensión y que, por deducción, requiere del dominio de múltiples
métodos propios de las ciencias que participan en la síntesis.

Es importante reflexionar sobre la función que en el futuro podrás realizar como


criminólogo(a), en complemento al estudio de esta unidad temática. Por lo que te
invitamos a profundizar en la parte metódica de la criminología y, se espera que
puedas familiarizarte con la aplicación de los diversos métodos para incorporarlos
tanto en su vida cotidiana, académica y, por supuesto, profesional.

Fuentes de consulta

Bibliografía Básica

 HIKAL, Wael. “Introducción al Estudio de la Criminología”, 3ª ed., Editorial


Porrúa, México, 2013, 293 pp.
 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología”, 28ª ed., Editorial Porrúa,
México, 2014, 562 pp.

Bibliografía Complementaria

 ABBAGNANO, Nicola. “Diccionario de Filosofía”, 4ª ed., Fondo de Cultura


Económica, México, 2004, 1103 pp.
 ARELLANO GARCÍA, Carlos. “Teoría General del Proceso”, reimpresión de
la 18ª ed., Editorial Porrúa, México, 2012, 470 pp.
 “Diccionario de la Lengua Española Tomo I”, 20ª ed., Real Academia
Española, España, 1984, 714 pp.
 GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL y PROCURADURÍA GENERAL DE
JUSTICIA DEL DISTRITO FEDERAL. “Manual Específico de Operación de
Servicios Periciales en la Especialidad de Criminalística de Campo”, s/e,
México, 2007, s/pp.
 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología Clínica”, 6ª ed., Editorial
Porrúa, México, 2014, 368 pp.
 MARCHIORI, Hilda. “Criminología. La Víctima del Delito”, 9ª ed., Editorial
Porrúa, México, 2013, 308 pp.
 MORENO GONZALEZ, Rafael. “Introducción a la Criminalística”, 11ª ed.,
Editorial Porrúa, México, 2006, 436 pp.
 REYNOSO DÁVILA, Roberto “Penología”, 3ª ed., Editorial Porrúa, México,
2011, 453 pp.
Estimadas/os estudiantes:

Tomando en cuenta sus inquietudes y dudas, me permito compartirles materiales


que les pueden resultar de utilidad para escribir sus trabajos académicos en
formato APA-7. Por ende, les comparto lo siguiente:
a) Videograbación sobre el sistema APA (fue un curso para docentes, duración: 1
hora): https://drive.google.com/file/d/1wGFtssBfBaDxR1iX4ydWa1SRMl8dh3
Se/view?usp=sharing
b) Presentación de la videograbación que incluye ejemplos (PDF adjunta).
c) Guía completa sobre el formato APA-7 (PDF adjunta).
d) Link sobre cómo citar documentos jurídicos de acuerdo con APA-
7: https://normas-apa.org/referencias/citar-leyes-documentos-legales/

En el caso de que usen como fuente de consulta el contenido temático de la


Unidad 3, por ejemplo. Lo pueden escribir en las referencias de la siguiente forma:

Instituto Rosario Castellanos, (2022). Unidad 3: Estructura Política de la


Federación. https://edu.rcastellanos.cdmx.gob.mx/lad/course/view.php?id=257

Espero que el material en comento les resulte útil para despejar sus dudas sobre
qué es el formato APA-7, cómo citar y cómo escribir las fuentes de consulta en
este sistema. Quedo a sus órdenes para cualquier duda o comentario.

Mtra. Libia Y. Contreras Yttesen


Docente IESRC - Estado y Derecho Constitucional

Esta quinta unidad de Introducción al estudio de la Criminología tendrá un enfoque


sobre las funciones del Estado para el combate de la criminalidad y los aspectos
que involucran dichas funciones. Con tal fin, se estudiarán la política criminológica
y su relación con diversas decisiones que los órganos del poder público deben de
considerar para la prevención del delito, tales como la actuación del poder
legislativo, la función social del Estado y la actuación de los jueces ante el hecho
antisocial.
Es importante considerar que todos los aspectos que se analizan en la presente
unidad temática deben considerarse de forma integral. De modo que cada aspecto
tendrá cierta interacción con los demás, respetando su respectivo objetivo, para
poder hacer frente al hecho antisocial tanto en sus causas como en sus diversas
manifestaciones.
Finalmente, es vital recordar que estos conceptos serán aplicados en la práctica
profesional, de tal suerte que la correcta comprensión de los temas será
fundamental para el diseño de un plan para el combate de la criminalidad en una
determinada zona geográfica.
Competencia específica
Competencia de la unidad
Interpretar la política criminológica, acorde a los diferentes órganos del poder
público y el diseño de una estructura de planeación enfocados en el combate y la
prevención de la criminalidad.
5.1 Concepto
Como se señaló en unidades anteriores, el concepto implica un primer acercamiento
al objeto de estudio, y para tal efecto se destacan sus notas distintivas. Por tal
motivo, en la presente unidad corresponde analizar las características que presenta
la política criminológica.
Para tal efecto, es posible comenzar con el vocablo “política”. El Léxico de la Política
(2004:554) establece que es una actividad decisional que de manera vinculante
involucra la búsqueda del bienestar de la colectividad. En el caso de un Estado,
como es el caso de nuestro país, la idea de política se encuentra íntimamente
vinculada al ejercicio del poder y, para ello, el marco regulador se encuentra en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se establecen las
atribuciones de los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), mismas que se
precisan en sus respectivas leyes orgánicas.
De tal manera que, cuando se habla de la política, se está haciendo referencia a las
decisiones que los titulares de los diferentes poderes en el ámbito de sus
respectivas competencias. Resulta evidente que tales decisiones tienen repercusión
con el resto de la población, pues serán los gobernados quienes resientan los
efectos de tales decisiones.
5.1.1 Política criminológica
Las decisiones que se toman por parte de los entes del poder público permiten el
surgimiento de la política criminológica cuando se refieren al hecho antisocial. Por
supuesto, tales decisiones tienen como objetivo combatir el crimen y, en este
sentido, Rodríguez Manzanera profundiza en la explicación señalando que la
política criminológica toma los conocimientos de la síntesis lograda por la
Criminología para aplicar las medidas concretas en la lucha anticrimen (2014:123).
Sobre la naturaleza de la política criminológica, el mismo autor considera que es
una ciencia penal, la cual tiene como objeto de estudio los medios de prevención de
las conductas antisociales con el auxilio de las demás ciencias de la enciclopedia
de las ciencias penales.
5.1.2 Política criminológica y Derecho
La criminología y el Derecho penal poseen aspectos en común, pues hacen
referencia al hecho antisocial. Sin embargo, sus objetos de estudio presentan
diferencias que vale la pena señalar a continuación.
El Derecho, desde el punto de vista teórico, tiene como objeto de estudio la
conducta exterior del hombre, es decir, la relación que guarda cotidianamente con
las demás personas. Y, para tal efecto, crea un sistema de normas cuyo
cumplimiento no queda al arbitrio de los gobernados, sino que, para su efectiva
observancia, se establece la coacción, es decir, un conjunto de procesos para el
cumplimiento forzoso.
El sistema normativo establece conductas que son permitidas para los gobernados,
mediante procesos legislativos formales, quienes tienen la posibilidad de realizar
esa conducta o, en su caso y de acuerdo a su propia voluntad, omitir su realización,
como sucede con el matrimonio civil. De igual forma, dicho sistema establece
conductas cuya realización es obligatoria bajo cualquier circunstancia, como sucede
con el pago de impuestos. Y, finalmente, otras cuya realización está prohibida como
sucede con los delitos.
Como se mencionó en la unidad tres, algunas de esas conductas prohibitivas son
de tal relevancia por los efectos negativos que producen en la sociedad, que se
incorporan al catálogo de delitos en un determinado código penal con una pena
privativa de la libertad. Esto resulta en que estas conductas son objeto de estudio
del derecho penal y la teoría del delito. En contraste, el objeto de la criminología es
el hecho antisocial y el control social, cuya conceptualización es de mayor amplitud.
De lo anterior se infiere que, el Derecho, particularmente el derecho penal, centra
su objeto en determinar las conductas que serán delitos dentro del sistema
normativo. En tanto que, en la criminología, el hecho antisocial tiene una concepción
de mayor amplitud, pues abarca otras conductas que atentan contra el bien común
pero que no constituyen un delito. Desde la perspectiva del Derecho, tal sería el
caso de las infracciones de tránsito o las multas administrativas.
Por otra parte, el fin de ambas ciencias es diverso. Mientras que el Derecho busca
establecer una consecuencia ante el incumplimiento de las normas, tal y como
sucede con el Derecho penal en el que se busca establecer una pena privativa de
la libertad, que sea proporcional a la gravedad del delito cometido y previamente
establecido en una norma, es decir, definido en el artículo de un código penal
determinado. Por tal razón, la pena no puede establecerse sino hasta después que
se haya realizado en el mundo fáctico la conducta prohibida en la hipótesis
normativa. En cambio, la Criminología, en su parte política, busca evitar que las
conductas antisociales se produzcan, incluso antes de la necesidad de legislar
sobre ellas, lo que implica que la política criminal no solo implica una actividad
legislativa como sucede en el establecimiento de los delitos.

5.1.3 Política social


Toda sociedad evoluciona y presenta cambios e innovaciones que dan lugar a
nuevos hechos antisociales, los cuales escapan a las normas del derecho penal
vigente. Pues, al ser nuevas conductas, no forman parte del catálogo de delitos
vigente y, por tal razón, el control social que establece el derecho para el delito se
considera estático.
De igual manera, nuevas formas de criminalidad son producidas también
transforman la forma de vida de un grupo social, en este sentido los sistemas de
prevención resultan ineficaces, es por tal motivo que se requiere de una adecuada
política social que, en conjunto con la política criminológica, que permitan identificar
un modelo estatal adecuado para la prevención del delito y reducir los costos
sociales que implican los hechos antisociales, para tal efecto se requiere el uso
adecuado del estadística correlacionado con la política criminológica y el desarrollo,
tanto nacional como internacional.
5.1.4 Política legislativa
En nuestro país, de conformidad con la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la soberanía reside en el pueblo del cual emana todo el poder público:
Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el
pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio
de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o
modificar la forma de su gobierno.
Y, para el ejercicio del poder la Carta Magna, prescribe lo siguiente:
Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la
Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la
Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos
respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las
particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso
podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal…
De esta manera encontramos que en los diversos niveles de gobierno de nuestro
país, a nivel federal y estatal, existen los poderes ejecutivo, legislativo y judicial;
siendo el legislativo quien ostenta la facultad de la creación de normas, entre ellas
las relativas al hecho antisocial.
Las transformaciones de la sociedad conllevan cambios en las modalidades de la
criminalidad, siendo la política legislativa un instrumento importante para su
combate. Sin embargo, al no considerar los factores que influyen en el surgimiento
del hecho antisocial, las normas creadas resultan ineficientes para el combate real
de la delincuencia.
La razón de esta ineficacia estriba en la diferencia entre el objeto que se persigue
con la emisión de la norma y el que corresponde a la criminología. Pues, en la norma
se protegen los llamados “bienes jurídicos tutelados”, entendidos como valores
protegidos por el poder público del estado, en tanto que la criminología busca
analizar, entre otros aspectos, los factores que son fundamentales para el
surgimiento del hecho antisocial. De tal manera que, de no establecerse una
adecuada relación entre la política criminológica y la política legislativa, las normas
resultantes no sólo son ineficaces, sino que constituyen un factor generador de
criminalidad, tal como sucedió con la llamada “ley seca” en los Estados Unidos de
América a principios del siglo XX.
Por lo anterior, es de afirmarse que el combate a la criminalidad será efectivo, en
tanto que el poder legislativo tome en consideración los factores reales como causa
de la criminalidad, genera leyes que los combatan y que no se reduzcan únicamente
a la ampliación del catálogo de delitos.
5.1.5 Política judicial
En consecuencia, de una política legislativa incorrecta para el combate contra la
criminalidad, los procesos judiciales –principalmente en materia penal– resultan
igual de ineficaces para combatir las causas reales que generan el hecho antisocial.
Esta situación se agrava con la creación excesiva de leyes desconocidas por la
población en general y, además, resulta en que incluso el hecho antisocial se
comete por ignorancia de la norma, dado que, en nuestro país, el desconocimiento
de la norma no exime de su cumplimiento. Así, los jueces establecen la sanción
contemplada en el sistema normativo sin tener posibilidad alguna de combatir las
causas que generan el delito.
Entonces, es necesario que la política legislativa y judicial se armonicen, a la luz de
la criminología, con la intención de otorgar a los jueces las facultades necesarias
para que juzguen al hecho antisocial, no sólo de forma objetiva, sino que, además,
puedan tomar en consideración los factores criminológicos preexistentes, aunado
por supuesto a una adecuada instrumentación de la prevención del delito.
5.1.6 Política penitenciaria
La política penitenciaria ha sido uno de los temas de interés constante para la
criminología, incluso desde su propia denominación. Pues, la visión de la finalidad
de los sistemas penitenciarios ha cambiado a lo largo de la historia, originalmente
como los lugares destinados al cumplimiento de las penas hasta su concepción
actual como centros de tratamiento de los delincuentes para su posterior
reintegración a la sociedad.
En este sentido, a la criminología se le ha acusado de reducir su campo de estudio
al de una mera política carcelaria, dejando de lado la importancia de los sustitutivos
de la pena. No obstante, tal como lo propone Rodríguez Manzanera (2014:132), la
penología debe ser la ciencia sobre la cual se construya una correcta política
penitenciaria, a efecto de determinar la eficacia o ineficacia de las penas impuestas.
5.2 Prevención
La Real Academia Española considera al término “prevención” como un vocablo
multívoco, a saber:
Del lat. praeventio, -ōnis.
1. f. Acción y efecto de prevenir.
2. f. Preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un
riesgo o ejecutar algo.
3. f. Provisión de mantenimiento o de otra cosa que sirve para un fin.
4. f. Concepto, por lo común desfavorable, que se tiene de alguien o algo.
5. f. Puesto de policía o vigilancia de un distrito, donde se lleva preventivamente
a las personas que han cometido algún delito o falta.
6. f. Mil. Guardia del cuartel, que cela el orden y policía de la tropa.
7. f. Mil. Lugar donde está la prevención (‖ guardia).
Por su parte, “prevenir” significa:
Del lat. praevenīre.
1. tr. Preparar, aparejar y disponer con anticipación lo necesario para un fin.
2. tr. Prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un daño o perjuicio.
3. tr. Precaver, evitar, estorbar o impedir algo.
4. tr. Advertir, informar o avisar a alguien de algo.
5. tr. Imbuir, impresionar, preocupar a alguien, induciéndolo a prejuzgar
personas o cosas.
6. tr. Anticiparse a un inconveniente, dificultad u objeción.
7. prnl. Disponer con anticipación, prepararse de antemano para algo.
De lo anterior, resulta interesante la segunda sección del vocablo “prevención” como
“la preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o
ejecutar algo”. Y, por lo que corresponde al término “prevenir”, es relevante en su
primera acepción en el sentido de “preparar, aparejar y disponer con anticipación lo
necesario para un fin”. Al relacionar ambos con la criminología, podemos entenderla
como “el conocimiento anticipado de la posibilidad de una conducta criminal,
estableciendo las medidas necesarias para evitar su consumación”.
Ahora bien, existen diversas propuestas sobre los modelos para prevenir la
criminalidad, entre las que se cita en las siguientes:1

Figura 1. Propuesta de Peter Lejins. Figura 2. Propuestas de Canivell


No omitimos mencionar que existen diferentes criterios para clasificar las medidas
de prevención, en atención al objeto del delito, a los medios para su realización y al
autor del mismo. Finalmente, es necesario señalar que, desde la perspectiva
criminológica, siempre será preferible la prevención antes que la represión del
hecho antisocial.
5.2.1 Objetivo de la prevención
Entre los objetivos que persigue la prevención se encuentran:
5.2.3 Planear la prevención
Para el trazado del plan para hacer frente a la criminalidad deben atenderse los
factores criminógenos de una sociedad determinada. No obstante, existen
propuestas como la que retoma Rodríguez Manzanera (2014:134) del Maestro Julio
Peña Núñez, la cual se estructura en tres partes:

Figura 4. Estructura de la planeación de prevención, según Julio Peña Núñez

Para la efectividad del plan, Rodríguez Manzanera (2016:135) establece que se


requieren abordar los siguientes aspectos:
1. Conocimiento integral de la problemática.
2. Formación de comisiones intersecretariales.
3. Participación de la sociedad:
I. Familias.
II. Organizaciones privadas.
III. Escuelas, talleres, sindicatos, entre otros.
En opinión del autor en comento, en la mayoría de los países latinoamericanos no
se muestra la existencia de planes adecuados a este momento histórico.
5.2.4 Planteamiento del problema
Para una adecuada formulación del problema es menester la realización de estudios
en áreas sociales, económicas y políticas en cada país. De igual manera, la
información estadística presenta una importante utilidad para la localización de
problemas específicos, los cuales nutrirán la investigación criminológica.
Asimismo, es necesario el análisis de las nuevas formas de criminalidad tales como
la delincuencia organizada, la violencia generalizada, la delincuencia ambiental y la
delincuencia juvenil, entre otras. Sobre la misma vía, es importante completar la
información con datos referentes a la situación demográfica, avances tecnológicos,
fenómenos geopolíticos y la función de los medios de comunicación.
De igual manera es necesario información relativa al nivel de estudios,
principalmente de la niñez y la juventud, para un correcto abordaje de los menores
delincuentes y los no delincuentes.
5.2.5 Programas de prevención y evaluación
La doctrina señala dos tipos de programas de prevención y valuación:

1. Programas unitarios.
Requieren de una adecuada elección del factor criminógeno, a efecto de poder ser
tratado con lesiones simples tales como la vigilancia policial, iluminación,
establecimiento de escuelas y centros deportivos, entre otras medidas.
Se enfoca en acciones preventivas que beneficien a diversas localidades que
principalmente destacan por un alto índice de delincuencia comparable, permitiendo
la evaluación del programa con otras localidades en las que no se ha implementado
para determinar la variación proporcional de la delincuencia.
Este tipo de programas requiere de criterios secundarios para mayor efectividad,
como podrían ser la asistencia escolar, los índices de drogadicción y de
alcoholismo.
PROGRAMAS COMBINADOS.
Son de aplicación en entornos altamente criminógenos con causas multifactoriales
como la sobrepoblación, miseria económica, analfabetismo, entre otras, que
fomentan las subculturas criminales.
Para enfrentar tales situaciones se requiere de acciones complejas en las que se
coordinen diversas medidas, lo que implica la imposibilidad de evaluación
inmediata.
En cuanto a la metodología, este tipo de programas establecen el llamado “follow-
up study”, o estudio longitudinal de casos, en el cual las mediciones se realizan
mediante la observación en periodos de 5 a 10 años.
5.2.6 Plan de desarrollo
Podemos definir al plan de desarrollo como un instrumento que regula el crecimiento
de la política criminológica, fijando una serie de principios que harán posible su
expansión (Rodríguez Manzanera: 2014: 139).
En este sentido la política criminológica debe establecer objetivos susceptibles de
ser alcanzados haciendo uso de los siguientes elementos:
1. Formación de personal adecuado y especializado en diversas materias.
2. Producción de instrumentos necesarios para el objetivo.
De igual manera, la jerarquización de objetivos es indispensable y por tal razón
deben establecerse condiciones objetivas, saber:
1. Establecimiento de objetivos finales.
2. Establecimiento de orden de importancia en atención a la el momento
histórico y las condiciones de la sociedad.
Es conveniente para estos efectos que la política criminal contenga:
1. Una organización consolidada.
2. Una estrategia que llegue al plan.
3. Una táctica para la implementación de la estrategia.
En cuanto al diseño del plan, todas las acciones se encuadran en un plan general
en el que se incluirán planes específicos con sus propios objetivos determinados,
divididos en tantas etapas como sea necesario y guiados por un responsable que
estará a cargo de la evaluación de los logros dentro del cronograma previamente
establecido.
A mayor abundamiento, en cuanto a las etapas pueden establecerse las siguientes:
1. Primera etapa.
Realización de estudios objetivos, interdisciplinarios y científicos que permita la
creación de teorías que brinden soluciones a los problemas.
2. Segunda etapa.
Realización del informe social en el que se incluyan indicadores objetivos,
cuantitativos y cualitativos de la marginalidad y marginación social. Este informe
será producto del resultado total de las investigaciones previas y permite al
establecimiento de prioridades como producto de los planteamientos previamente
establecidos, a efecto de llegar al diseño de una estrategia específica.

3. Tercera etapa.
En esta etapa se formularán los programas de acción específica, encuadrados en
un calendario y con un responsable por cada área necesaria.
En cuanto a las áreas de prevención, cada una de ellas debe contar con tantos
especialistas como sea necesario, quienes deberán tener un entrenamiento previo,
y aportarán datos al órgano coordinador para la formulación de información
estadística, así como y evaluar las actividades intersectoriales de prevención.
Finalmente, en lo que corresponde a la evaluación, se podrán establecer
evaluaciones parciales y al final una evaluación definitiva.
5.3 Sistema Nacional Mexicano de Seguridad Pública
El Sistema Nacional de Seguridad Pública tiene como finalidad la coordinación y
distribución de competencias en materia de seguridad pública, entre los diferentes
niveles de gobierno, es decir, entre la Federación, los Estados y municipios, quienes
se encuentran bajo la dirección del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
El fundamento legal del sistema se encuentra en el artículo 21 de la Carta Magna,
a saber:
Artículo 21. La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las
policías, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio de
esta función…
La seguridad pública es una función del Estado a cargo de la Federación, las
entidades federativas y los Municipios, cuyos fines son salvaguardar la vida, las
libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la
generación y preservación del orden público y la paz social, de conformidad con lo
previsto en esta Constitución y las leyes en la materia. La seguridad pública
comprende la prevención, investigación y persecución de los delitos, así como la
sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las
respectivas competencias que esta Constitución señala. La actuación de las
instituciones de seguridad pública se regirá por los principios de legalidad,
objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos
reconocidos en esta Constitución.
Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de
carácter civil, disciplinado y profesional. El Ministerio Público y las instituciones
policiales de los tres órdenes de gobierno deberán coordinarse entre sí para cumplir
los fines de la seguridad pública y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad
Pública, que estará sujeto a las siguientes bases mínimas:…
1. El establecimiento de un sistema nacional de información en seguridad
pública a cargo de la Federación al que ésta, las entidades federativas y los
municipios, a través de las dependencias responsables de la seguridad
pública, proporcionarán la información de que dispongan en la materia,
conforme a la ley. El sistema contendrá también las bases de datos
criminalísticos y de personal para las instituciones de seguridad pública.
Ninguna persona podrá ingresar a las instituciones de seguridad pública si
no ha sido debidamente certificada y registrada en el sistema.
2. La formulación de políticas públicas tendientes a prevenir la comisión de
delitos.
3. Se determinará la participación de la comunidad que coadyuvará, entre otros,
en los procesos de evaluación de las políticas de prevención del delito así
como de las instituciones de seguridad pública.
El sistema está dotado de una misión y visión institucionalizada, a saber:
Misión
Conducir, impulsar y propiciar el cumplimiento de los fines y objetivos del Sistema,
y su funcionamiento eficaz, en concordancia con el Consejo Nacional, mediante la
generación de iniciativas, directrices, consensos, normas y medición de resultados,
con profesionalismo, confiabilidad, honestidad y eficacia.

Visión
Ser impulsor y articulador de políticas públicas en materia de seguridad pública y
justicia penal en los tres órdenes de gobierno, considerando las propuestas de la
sociedad civil mediante mecanismos de participación ciudadana, a fin de contribuir
al desarrollo y preservación de un entorno de seguridad ciudadana propicio para el
desarrollo humano sostenible. Lo anterior por medio del fortalecimiento institucional
y mejora continua del desempeño de las instancias que integran el Sistema Nacional
de Seguridad Pública y el uso eficiente y transparente de los recursos federales de
seguridad pública que se destinan a las entidades federativas y municipios, bajo los
principios de legalidad, objetividad, equidad, eficiencia, profesionalismo, honradez
y respeto a los derechos humanos.

Para la organización y funcionamiento del sistema, el Congreso General de los


Estados Unidos Mexicanos expidió la Ley General del Sistema Nacional de
Seguridad Pública, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 2 de enero de
2009, y cuya última modificación fue publicada en el mismo medio el 20 de mayo de
2021.
En la ley reglamentaria antes mencionada se establece la coordinación del sistema
en los siguientes términos:
Artículo 7.- Conforme a las bases que establece el artículo 21 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, las Instituciones de Seguridad Pública
de la Federación, las entidades federativas y los Municipios, en el ámbito de su
competencia y en los términos de esta Ley, deberán coordinarse para:
Párrafo reformado DOF 27-05-2019
I. Integrar el Sistema y cumplir con sus objetivos y fines;
II. Formular políticas integrales, sistemáticas, continuas y evaluables, así como
programas y estrategias, en materia de seguridad pública;
III. Ejecutar, dar seguimiento y evaluar las políticas, estrategias y acciones, a
través de las instancias previstas en esta ley;
IV. Proponer, ejecutar y evaluar el Programa Nacional de Procuración de
Justicia, el Programa Nacional de Seguridad Pública y demás instrumentos
programáticos en la materia previstos en la Ley de Planeación;
V. Distribuir a los integrantes del Sistema, actividades específicas para el
cumplimiento de los fines de la Seguridad Pública;
VI. Regular los procedimientos de selección, ingreso, formación, actualización,
capacitación, permanencia, evaluación, reconocimiento, certificación y
registro de los servidores públicos de las Instituciones de Seguridad Pública;
VII. Regular los sistemas disciplinarios, así como de reconocimientos, estímulos
y recompensas;
VIII. Determinar criterios uniformes para la organización, operación y
modernización tecnológica de las Instituciones de Seguridad Pública;
IX. Generar, compartir, intercambiar, ingresar, almacenar y proveer información,
archivos y contenidos a las Bases de Datos que integran el Sistema Nacional
de Información, de conformidad con lo dispuesto en la legislación en la
materia. Tratándose de manejo de datos que provengan del Registro
Nacional de Detenciones se atendrá a lo dispuesto en la Ley Nacional del
Registro de Detenciones; Fracción reformada DOF 27-05-2019
X. Realizar acciones y operativos conjuntos de las Instituciones de Seguridad
Pública;
XI. Participar en la protección y vigilancia de las Instalaciones Estratégicas del
país en los términos de esta ley y demás disposiciones aplicables;
XII. Garantizar que todos los centros de readaptación social, establecimientos
penitenciarios o centros de internamiento para menores, federales o de las
entidades federativas, cualquiera que sea su denominación, cuenten con
equipos que permitan bloquear o anular de manera permanente las señales
de telefonía celular, de radiocomunicación, o de transmisión de datos o
imagen dentro del perímetro de los mismos;
Fracción adicionada DOF 17-04-2012
XIII. Determinar la participación de la comunidad y de instituciones académicas
en coadyuvancia de los procesos de evaluación de las políticas de
prevención del delito, así como de las Instituciones de Seguridad Pública, a
través de mecanismos eficaces;
Fracción recorrida DOF 17-04-2012
XIV. Implementar mecanismos de evaluación en la aplicación de los fondos de
ayuda federal para la seguridad pública;
Fracción recorrida DOF 17-04-2012
XV. Fortalecer los sistemas de seguridad social de los servidores públicos, sus
familias y dependientes, e instrumentar los complementarios a éstos, y
Fracción recorrida DOF 17-04-2012
XVI. Realizar las demás acciones que sean necesarias para incrementar la
eficacia en el cumplimiento de los fines de la Seguridad Pública.
Fracción recorrida DOF 17-04-2012

En cuanto a la organización del sistema, ésta se regula en el siguiente


precepto normativo de la citada ley:
Artículo 10.- El Sistema se integrará por:
I. El Consejo Nacional de Seguridad Pública, que será la instancia
superior de coordinación y definición de políticas públicas;
II. La Conferencia Nacional de Procuración de Justicia;
III. La Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública o sus
equivalentes;
IV. La Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario;
V. La Conferencia Nacional de Seguridad Pública Municipal;
VI. Los Consejos Locales e Instancias Regionales, y
VII. El Secretariado Ejecutivo del Sistema.
El Poder Judicial de la Federación y los Tribunales Superiores de Justicia
contribuirán con las instancias que integran el sistema, en la formulación de
estudios, lineamientos e implementación de acciones que permitan alcanzar los
fines de la seguridad pública.
De lo anterior, se puede inferir que el Consejo de Nacional de Seguridad Pública
cuenta con una estructura orgánica muy limitada pues su funcionamiento está
sustentado principalmente por la coordinación entre los distintos niveles de
gobierno.
Por otra parte, las atribuciones que realiza en Consejo se encuentran previstas en
el siguiente artículo de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública:

Artículo 14.- El Consejo Nacional tendrá las siguientes atribuciones:

I. Establecer los instrumentos y políticas públicas integrales, sistemáticas,


continuas y evaluables, tendientes a cumplir los objetivos y fines de la
Seguridad Pública;
II. Emitir acuerdos y resoluciones generales, para el funcionamiento del
Sistema;
III. Establecer los lineamientos para la formulación de políticas generales en
materia de Seguridad Pública;
IV. Promover la implementación de políticas en materia de atención a víctimas
del delito;
V. Promover la efectiva coordinación de las instancias que integran el Sistema
y dar seguimiento de las acciones que para tal efecto se establezcan;
VI. Promover la homologación y desarrollo de los modelos ministerial, policial y
pericial en las Instituciones de Seguridad Pública y evaluar sus avances, de
conformidad con las leyes respectivas;
VII. Vigilar que en los criterios para la distribución de recursos de los fondos de
aportaciones federales para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito
Federal, se observen las disposiciones establecidas en la Ley de
Coordinación Fiscal;
VIII. Resolver la cancelación de la ministración de las aportaciones, a las
entidades federativas o, en su caso a los municipios, por un periodo u objeto
determinado, cuando incumplan lo previsto en esta Ley, los Acuerdos
Generales del Consejo o los convenios celebrados previo cumplimiento de la
garantía de audiencia;
IX. Formular propuestas para los programas nacionales de Seguridad Pública,
de Procuración de Justicia y de Prevención del Delito en los términos de la
Ley de la materia;
X. Evaluar el cumplimiento de los objetivos y metas de los programas de
Seguridad Pública y otros relacionados;
XI. Llevar a cabo la evaluación periódica de los programas de Seguridad Pública
y otros relacionados;
XII. Expedir políticas en materia de suministro, intercambio, sistematización y
actualización de la información que sobre Seguridad Pública generen las
Instituciones de los tres órdenes de gobierno;
XIII. Establecer medidas para vincular al Sistema con otros nacionales, regionales
o locales;
XIV. Promover el establecimiento de unidades de consulta y participación de la
comunidad en las Instituciones de Seguridad Pública;
XV. Recomendar la remoción de los titulares de las instituciones de Seguridad
Pública, previa opinión justificada del Secretariado Ejecutivo, por el
incumplimiento de las obligaciones establecidas en la presente Ley;
XVI. Establecer mecanismos eficaces para que la sociedad participe en los
procesos de evaluación de las políticas de prevención del delito, así como de
las instituciones de Seguridad Pública;
XVII. Promover políticas de coordinación y colaboración con el Poder Judicial de
la Federación y los órganos jurisdiccionales de las entidades federativas;
XVIII. Crear grupos de trabajo para el apoyo de sus funciones, y
XIX. Las demás que se establezcan en otras disposiciones normativas y las que
sean necesarias para el funcionamiento del Sistema.

Finalmente, la actuación de todos los órganos que integran al Sistema y,


especialmente el Consejo, deben dar cumplimiento al principio de legalidad,
establecido en los artículos 14 y 16 de la Carta Magna nacional, principio que implica
que todos los actos que realice deben estar contemplados en una ley.
Para saber más
Para conocer más sobre la política criminológica se recomiendan las siguientes
fuentes de información:

Cierre de la unidad

Se ha comentado el conjunto de decisiones que los poderes públicos deben


considerar en el combate a la criminalidad. En cada una de estas políticas, se
aprecia una multiplicidad de factores que deben ser analizados cuantitativa y
cualitativamente, a efecto de tener una amplia comprensión del problema antes del
establecimiento de soluciones que sean efectivas y eficaces.

Los temas estudiados son importantes tanto para la actividad académica como para
el(la) profesional en virtud de que, en un futuro próximo, los estudiantes de hoy
podrán ocupar cargos en los poderes públicos y deberán tomar decisiones sobre
las políticas comentadas, de tal manera que conviene tener en mente todos los
elementos que deben ser considerados en la toma de decisiones.

Fuentes de consulta

Bibliografía Básica.

 HIKAL, Wael. “Introducción al Estudio de la Criminología”, 3ª ed., Editorial


Porrúa, México, 2013, 293 pp.
 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología”, 28ª ed., Editorial Porrúa,
México, 2014, 562 pp.

Bibliografía Complementaria

 BACA OLAMENDI, Laura et al. “Léxico de la Política”, reimpresión, Fondo de


Cultura Económica, México, 2004, 806 pp.
1. El establecimiento de un sistema nacional de información en seguridad pública a
cargo de la Federación al que ésta, las entidades federativas y los
municipios, a través de las dependencias responsables de la seguridad pública,
proporcionarán la información de que dispongan en la materia, conforme a la ley. El
sistema contendrá también las bases de datos criminalísticas y de personal para las
instituciones de seguridad pública.
Ninguna persona podrá ingresar a las instituciones de seguridad pública si no ha
sido debidamente certificada y registrada en el sistema.
2. La formulación de políticas públicas tendientes a prevenir la comisión de delitos.
3. Se determinará la participación de la comunidad que coadyuvará, entre otros, en
los procesos de evaluación de las políticas de prevención del delito así como de las
instituciones de seguridad pública.
El sistema está dotado de una misión y visión institucionalizada, a saber:
Misión
Conducir, impulsar y propiciar el cumplimiento de los fines y objetivos del Sistema,
y su funcionamiento eficaz, en concordancia con el Consejo Nacional, mediante la
generación de iniciativas, directrices, consensos, normas y medición de resultados,
con profesionalismo, confiabilidad, honestidad y eficacia.
Visión
Ser impulsor y articulador de políticas públicas en materia de seguridad pública y
justicia penal en los tres órdenes de gobierno, considerando las propuestas de la
sociedad civil mediante mecanismos de participación ciudadana, a fin de contribuir
al desarrollo y preservación de un entorno de seguridad ciudadana propicio para el
desarrollo humano sostenible. Lo anterior por medio del fortalecimiento institucional
y mejora continua del desempeño de las instancias que integran el Sistema Nacional
de Seguridad Pública y el uso eficiente y transparente de los recursos federales de
seguridad pública que se destinan a las entidades federativas y municipios, bajo los
principios de legalidad, objetividad, equidad, eficiencia, profesionalismo, honradez
y respeto a los derechos humanos.
6.1 La fascinación por lo criminal
Las llamadas “conductas desviadas” han sido objeto de interés desde tiempos
remotos. Michael Foucault señala en su obra “La Vida de los Hombres Infames”
que, en cada cultura, existen divisiones cuya función es ambigua, debido que, por
un lado, señala límites y, por el otro, abren espacio para la transgresión,
estableciéndose como ejemplo de lo anterior la prohibición del incesto, la locura y
algunas exclusiones religiosas.
En ese sentido, Foucault afirma que la conciencia moderna tiende a otorgar a la
distinción entre lo normal y lo patológico el poder de delimitar lo irregular, lo
desviado, lo poco razonable, lo ilícito y también lo criminal (1996:13).
La distinción entre lo “normal” y los comportamientos “anormales” ha sido motivo de
interés y fascinación tanto para las personas en lo particular como para la ciencia
misma. Sin embargo, entre el interés científico por estas conductas anormales y la
percepción subjetiva que de ella se pueden tener, se han creado apreciaciones
cambiantes sobre los propios comportamientos sociales en una época y lugar
determinada. De tal manera que, en tiempos remotos, el(la) “loco(a)” era el agente
que permitía la comunicación entre los dioses y los hombres, el que poseía la
palabra de verdad, lo que resultaba incomprensible para el resto de los miembros
de la sociedad. En nuestra época actual, la locura es, tal como lo señala Foucault,
otro sistema de exclusión dentro de los procesos de normalización.En el caso de
las conductas antisociales, hay un interés científico que ha sido constante a lo largo
de la historia de la humanidad, pero su percepción ha sido cambiante. Antaño,
ciertos comportamientos eran considerados dentro de la sociedad con inaceptables,
pues los valores sociales eran una aspiración continua para el comportamiento de
los inhibido dentro del grupo social, de tal manera que cierta clase de delitos eran
considerados como aberrantes. Mientras que, en la actualidad, esos mismos
hechos antisociales parecieran ser, desde la percepción social, conductas
habituales y, lamentablemente, hasta aceptadas.
A manera de ejemplo, durante los años de 1959 a 1963 fue transmitida por la cadena
American Broadcasting Company la serie Los Intocables, en la que se destacaba el
esfuerzo de los agentes federales estadounidenses para combatir la producción, el
comercio y el consumo de bebidas alcohólicas durante la prohibición de la década
de 1930 en los Estados Unidos de América. A lo largo de estos capítulos era
evidente que una finalidad subyacente de la temática de la producción involucraba
una condena a los comportamientos delictivos que se producían en Chicago y, en
contraparte, honraba el trabajo de los agentes encabezados por Eliot Ness para
combatir a la mafia de Chicago.
En las series actuales, principalmente a finales de la primera década del presente
siglo XXI, el contenido de las series pareciera mostrar una finalidad diferente. Pues,
como se puede apreciar en las llamadas “narco series”, los protagonistas son los
propios sujetos antisociales a quienes se muestran como protagonistas poderosos,
inteligentes y ricos, cuyo comportamiento se destaca por encima de los otros
personajes, principalmente los correspondientes a los cuerpos de seguridad,
quienes, a pesar de todos sus esfuerzos, no logran detener a las mafias que
combaten. Estas producciones parecieran tener la finalidad de mostrar un
comportamiento paradigmático, digno de admiración y un ejemplo a seguir, como
resultado de la percepción que los televidentes presentan ante tales tramas, en las
que se evita mostrar la brutalidad de los hechos que estas actividades criminales
producen en la sociedad, tal como sucede con las masacres, la trata de blancas y
los daños a la salud que el narcotráfico produce.
Por lo anterior, es de vital importancia que el(la) criminólogo(a) pueda comprender
que la fascinación por lo criminal es una constante en todo grupo social, mientras
que la percepción por lo criminal es cambiante en cada época y sociedad,
resultando necesario en este aspecto el establecer un mayor
énfasis para no idealizar erróneamente estos comportamientos.
6.1.1 La historia de la criminalidad
El análisis de la criminalidad como un fenómeno histórico presenta importantes retos
en cuanto a la estructuración metodológica aplicable. Pues, si bien es cierto que
este marco histórico estaría delimitado por la relación entre la conceptualización del
crimen y la represión que a éste corresponda, también implica el estudio coyuntural
de la criminalidad, el control poblacional, el cambio en las estructura social, las
transformaciones económicas y la influencia de los avances tecnológicos.
Por lo anterior, más que hablar del e historia de la criminalidad podemos hablar de
teorías sobre la investigación histórica de la criminalidad.
La investigación de la historia de la criminalidad tuvo origen en Francia, en la década
de 1960, a través del estudio de los archivos judiciales. Diversos trabajos de
investigación, como los realizados por Michel Foucault, sostuvieron su
razonamiento mediante la consulta de diversos procesos judiciales culminados, a
efecto de ofrecer explicaciones sobre fenómenos antisociales, los cuales tuvieron
como resultado publicaciones como “La Vida de los Hombres Infames”, “Yo, Pierre
Riviére” y “Vigilar y Castigar”, entre otras, escritas por Foucault.
A partir de dichas investigaciones, la historia de la criminalidad ha seguido dos
caminos. El primero de ellos, corresponde a la investigación temática en la cual se
considera el tipo de delito cometido. Y, como segunda tendencia, está la
investigación geográfica de la criminalidad en la que se analizan las causas del
hecho antisocial y su evolución en un lugar y tiempo determinado. En cuanto a las
metodologías de investigación, podemos encontrar que, algunas de
ellas, se centran en los aspectos económicos del hecho antisocial, mientras que
otras favorecen sus aspectos cuantitativos mediante la utilización de diferentes
criterios de medición.
Finalmente, es necesario recordar que el estudio de la criminalidad presenta
diferencias en cuanto al lugar o espacio geográfico en donde se ubique el grupo
social así como el periodo en el que se analice el hecho antisocial

6.1.2 Necesidad del conocimiento de la criminalidad


Hay una multiplicidad de razones para explicar la necesidad del conocimiento de la
criminalidad. En principio, por su propia importancia que deriva de la afectación que
se produce en el grupo social y, como consecuencia de ello, su relevancia en el
tema de la seguridad ciudadana.
El conocimiento de la criminalidad, en cuanto a su dinámica y control, son
temasrelevantes por su actualidad en el mundo entero. Esto es así, en virtud de que
la evolución de la criminalidad ha rebasado las tradicionales fronteras entre países,
tal y como sucede con los delitos informáticos en los que el sujeto antisocial no
necesariamente se encuentra en la misma ubicación geográfica que las víctimas.
Es por ello que la criminalidad, como objeto de estudio, implica investigaciones tanto
de los cuerpos de seguridad pública como por los estudiosos de la materia, es decir
académicos e investigadores.
Es menester señalar que el estudio de la criminalidad presente diferentes enfoques
para el Estado y para los especialistas. En el caso del Estado, interesan dos
aspectos relevantes, la información del fenómeno criminológico y, por supuesto, los
datos estadísticos de la criminalidad real.
En el ámbito académico, el estudio de la criminalidad aporta datos importantes
respecto de las denuncias presentadas ante la autoridad competente, así como
información respecto de los procesos de victimización que son de suma importancia
para el tratamiento de la víctima.
6.1.2.1 Importancia
La importancia de los estudios de la criminalidad implica establecer finalidades útiles
en el diseño de las investigaciones donde, en términos generales, destacan los
temas referentes a los factores criminógenos y su dinámica, es decir la crimino
génesis y la crimino dinámica.
En este sentido, Rodríguez Manzanera sostiene que la crimino génesis es el estudio
del origen o principio de la conducta criminal y, por extensión, es posible
considerarla como el conjunto de factores y causas que dan por resultado la
conducta antisocial (2014: 457).
En este mismo sentido, la causa criminógena es relevante por constituir la condición
necesaria sin la cual un comportamiento jamás se habría manifestado. De tal
manera, es posible afirmar que la causa criminógena tiene como resultado el hecho
antisocial y que, como se puede apreciar, se trata de una relación causa-efecto.
Aunado a lo anterior, las condiciones criminológicas constituyen estímulos
suplementarios para la realización del hecho antisocial y que, sería importante
señalar, no deben de ser confundidas con los factores criminológicos. Pues, como
factor causal, es causante de la antisocial dad del sujeto, lo que significa que no
todos factores criminológicos es un factor causal. A manera de ejemplo, sería
incorrecto señalar que el alcoholismo es la causa del delito. A mayor abundamiento,
el factor criminógeno es todo aquello que favorece la comisión de conductas
antisociales (2014: 461) entre los que podemos encontrar el alcoholismo, la
drogadicción, la pobreza extrema, la impunidad y la promiscuidad, entre otros.
6.1.3 El significado de la criminalidad para el individuo y la sociedad
Como has podido apreciar, el hecho antisocial tiene diversas apreciaciones en
cuanto a la sociedad y los individuos. A nivel social, interesan las afectaciones al
bienestar colectivo, así como la estructura social tratándose de situaciones como la
delincuencia organizada. Y, a nivel individual, uno de los temas relevantes es el de
la víctima, el cual, tanto desde el punto de vista de la criminología como del derecho,
requiere atención especial para realizar una correcta reparación del daño, tal y como
se establece en las normas penales, así como el tratamiento que desde la
criminología resulte idóneo.
6.1.4 La criminalidad ¿es normal?
Hablar de normalidad respecto de la criminalidad resultaría paradójico, en virtud de
que la criminología estudia hechos que algunas corrientes denominan
“anormales”. Sin embargo, esta constituye una interrogante que ha sido de interés
para diversos doctrinarios, entre ellos Emile Durkheim, quien consideraba al hecho
antisocial como inevitable dentro de un grupo social determinado.
Durkheim encabeza una corriente criminológica denominada “anomia”. Y, en sus
obras intituladas, este concepto significa “un mal crónico que se caracteriza por la
falta de límites a las acciones individuales", situación que se presenta por la
ausencia de normas que las regulen o por la inexistencia de fuerzas colectivas que
cuenten con la capacidad de contener tales comportamientos. Ante ello, se aprecia
que la sociedad es la fuerza externa y superior al individuo ante quien se impone
para conseguir su cooperación.
Resulta evidente que el pensamiento de Durkheim se encuentra íntimamente
vinculado a la sociología, la sociología criminológica para el caso de esta asignatura,
siendo relevante una afirmación suya donde “el crimen es necesario”,
pues se encuentra ligado a las condiciones fundamentales de toda vida social y,
consecuentemente, presenta una utilidad.
A mayor abundamiento, en “Las Reglas del Método Sociológico”, Durkheim (2001:
113) afirma que lo normal es simplemente una criminalidad con tal de que no
alcance y supere cierto nivel, por cada tipo social, que tal vez no es imposible fijar,
de acuerdo con las reglas anteriores. Aunado al anterior, el autor en comento señala
que el crimen es un fenómeno inevitable debido a la incorregible maldad
de los hombres y que, además, es un factor de la salud pública como una parte
integrante de toda sociedad sana. En consecuencia, Durkheim sostiene que el
crimen es normal porque una sociedad exenta del sería absolutamente imposible.
Para saber más:
Para mayor información sobre la teoría de la anomía se recomienda la siguiente
fuente de información:
López Fernández, María del Pilar. (2009). “El Concepto de Anomia de Durkheim y
las Aportaciones Teóricas Posteriores”, en Revista de Ciencias Sociales de la
Universidad Iberoamericana, Año IV, No 8. Julio-diciembre 2009., pp. 130-147.
Universidad Iberoamericana A.C., Ciudad de México. https://acortar.link/PrekZA
6.1.5 La criminalidad ¿es útil?
Durkheim continúa su exposición al argumentar que el crimen no solo es un
fenómeno normal, sino que, además, tiene cierta utilidad debido a las condiciones
fundamentales de toda vida social, indispensables para la evolución normal de la
moral y del Derecho.
A mayor abundamiento, el criminen presenta una función útil en esta evolución
pues, además de que permite que se realicen cambios necesarios, prepara
cambios para ciertos casos en concreto. Esto se explica porque, en los lugares
donde existe el crimen, los sentimientos colectivos presenta la maleabilidad
necesaria para la adopción de nuevas formas, puesto que prepara una nueva moral
y, en algunos casos como en el de los atenienses, una nueva fe.
Durkheim sostiene que el crimen ya no debe concebirse como un mal, sino como
un indicador de alguna perturbación social en los casos en que la criminalidad
descienda por debajo del nivel ordinario.
6.2 criminalidad como conflicto entre delincuente y víctima.
El crimen y el delito, como una especie del hecho antisocial, constituyen una
oposición desde el punto de vista jurídico y desde el punto de vista criminológico.
En la materia jurídica, el delincuente realiza actos que atentan contra bienes
jurídicos tutelados, tal como sería la vida, la salud, el patrimonio y el normal
desarrollo psicosexual, entre otros. A manera de ejemplo, un delincuente que
sustrae una bien mueble propiedad de otro sujeto comete el delito de robo y afecta
el patrimonio de la víctima, por lo que la norma penal establece en la reparación del
daño como uno de los fines del proceso penal.
En cuanto a la criminología, la actuación del sujeto antisocial no sólo conlleva un
daño físico o emocional a la víctima, sino que, además, implica un daño al bien
común pues el comportamiento escapar del comportamiento social aceptado en una
época y lugar determinados, dando lugar en principio a los mecanismos de
represión de dichos comportamientos y, posteriormente, a los tratamientos
terapéuticos tanto de la víctima como del delincuente para lograr su readaptación
social.
Es por ello que esta relación entre delincuente y víctima es objeto de estudio de
especial interés tanto para el derecho penal como para la criminología.
6.2.1 Delincuente y victima
La interacción entre el delincuente y la víctima conlleva un proceso dinámico,
esencial para el conocimiento de las circunstancias que generaron la agresión del
delincuente, así como la situación en que se encontraba la víctima, siendo esta
relación uno de los principales temas de la victimo logia.
Con base en lo anterior, la victimo logia es una disciplina cuyo objeto lo constituye
el estudio científico de las víctimas del delito (Marchiori 2013: 1). Dentro de esta
disciplina se reconoce que la víctima sufre tanto física, psicológica como
socialmente en un proceso de victimización que produce una disminución del
sentimiento de seguridad, tanto individual como colectiva, puesto que la comisión
del delito afecta a la víctima, a su familia y a la colectividad.
La sensación o percepción de inseguridad por parte de la víctima se agrava ante la
falta de atención, información y respuesta ante su situación, así como por la
deficiente actuación de los órganos institucionales en la impunidad de los
delincuentes.
La víctima afrontar las consecuencias del delito, entre las que podemos señalar.
6.2.3 El delincuente como víctima.
El delincuente, al realizar su conducta antisocial, no conoce la reacción de la
víctima. En este sentido, el proceso de victimización analiza las reacciones de la
víctima del delito durante y con posterioridad a la comisión del hecho antisocial.
En estos casos, desde el punto de vista jurídico, se tiene lugar a la denominada
“legítima” como la reacción que, realizada frente a una agresión ilegítima y actual,
que ha puesto en peligro un interés jurídicamente protegido, así como dar paso a la
necesidad de la víctima, o de un tercero, para rechazarla de manera racional, lo
que en la doctrina se denomina “la proporcionalidad de la legítima defensa”.
Por lo que corresponde a la criminología, el delincuente se convierte en víctima
como resultado de la reacción social de la víctima originaria. Esto quiere decir que
hay un proceso de victimización primaria, que corresponde al daño físico, psíquico,
económico que sufre la víctima del primer hecho antisocial y, posteriormente, otro
proceso de victimización secundaria, denominado victimización del delincuente en
el cual es el sujeto antisocial quien resiente el daño físico, psíquico e incluso, en
ocasiones, el económico.
6.2.4 Delincuentes sin víctima.
En principio, la idea de un delincuente sin víctima es una contradicción jurídica, pues
se trata de la comisión de un delito sin que exista un sujeto pasivo plenamente
identificado. Este supuesto ha dado lugar a la comisión de los llamados “delitos de
peligro”, que se caracterizan por la ausencia de un resultado material y que, desde
el punto de vista de la criminología, conllevan la ausencia
de una víctima individual en la que se presente un daño material observable. Sin
embargo, aún se presenta una conducta que es contraria al bien común. En la
criminología, la idea de que “el delincuente sin víctima” hace referencia al hecho
antisocial en sentido amplio, tal y como sucedería con aquellos comportamientos
contrarios a la moral como la embriaguez en sitios públicos, la desnudez ante otros
miembros de la sociedad, el consumo de drogas ilícitas, entre otros.
6.3 la lucha contra el delincuente
El sentido propio, más que una lucha contra el delincuente, se ha de hablar de una
lucha contra la criminalidad pues, como hemos visto en unidades anteriores, una de
las finalidades primordiales de la criminología es la prevención del delito. Por tal
motivo, los programas de prevención y de los tratamientos terapéuticos para el
delincuente son de vital importancia para evitar la comisión de conductas delictivas
y, en su caso evitar su reincidencia. Reflexiones y ejercicios y la asignatura
Cierre de la unidad

Se ha comentado el conjunto de decisiones que los poderes públicos deben


considerar en el combate a la criminalidad. En cada una de estas políticas, se
aprecia una multiplicidad de factores que deben ser analizados cuantitativa y
cualitativamente, a efecto de tener una amplia comprensión del problema antes del
establecimiento de soluciones que sean efectivas y eficaces.

Los temas estudiados son importantes tanto para la actividad académica como para
el(la) profesional en virtud de que, en un futuro próximo, los estudiantes de hoy
podrán ocupar cargos en los poderes públicos y deberán tomar decisiones sobre
las políticas comentadas, de tal manera que conviene tener en mente todos los
elementos que deben ser considerados en la toma de decisiones.

Fuentes de consulta

Bibliografía Básica.

 HIKAL, Wael. “Introducción al Estudio de la Criminología”, 3ª ed., Editorial


Porrúa, México, 2013, 293 pp.
 RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. “Criminología”, 28ª ed., Editorial Porrúa,
México, 2014, 562 pp.

Bibliografía Complementaria

 BACA OLAMENDI, Laura et al. “Léxico de la Política”, reimpresión, Fondo de


Cultura Económica, México, 2004, 806 pp.

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