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Pedagogía del oprimido

Autor : PAULO FREIRE

(2.3. yimi herlan vaca sorioco)

El libro Pedagogía del oprimido fue publicado en 1968, es importante tener en


cuenta
la temporalidad porque hay que leerlo entendiendo el contexto de momento
histórico. Otras acciones posibles de sus lectores contemporáneos es la búsqueda
de aquellas rupturas y continuidades que ha tenido el planteamiento expresado
por Freire en el presente. El posicionamiento de Freire, su mirada de la educación
como la posibilidad de edificar a partir de ella un mundo distinto, le permitió ser el
Secretario de Educación en Brasil desde 1989 hasta 1991.
El método utilizado y creado por Freire es:  la problematización. Se distancia de su
mundo, lo descodifica críticamente, en su conciencia, así se redescubre como
sujeto que vive su propia experiencia. Con el fin de problematizar, desarrolla un
método de alfabetización donde trabaja con la elección de palabras generadoras
para aprender a leer y escribir. Este método aboga por un sujeto que ocupe un
lugar activo en la transformación de su realidad social.

El concepto de dialéctica en Paulo Freire


El concepto de dialéctica está presente en el pensamiento y en la acción de Paulo
Freire. Uno de los objetivos de Pedagogía del oprimido, es superar las
contradicciones existentes entre opresores y oprimidos, para esto se reconoce
necesaria la confrontación entre contrarios, es decir la lucha, el conflicto de los
oprimidos para liberarse de los opresores
encontramos otro ejemplo de su pensamiento dialéctico en el concepto de síntesis
cultural. Como respuesta a las contradicciones entre la cultura de los oprimidos, y
la cultura del educador progresista, Freire afirma: "la síntesis cultural no niega las
diferencias que existen entre una y otra visión si no, por el contrario, se sustenta
en ellas. Lo que sí niega es la invasión de una por la otra. Lo que afirma es el
aporte indiscutible que da una a la otra".
Ante las posturas mecanicistas sobre la educación, que por un lado consideran a
la escuela como la solución a todos los problemas, y por el otro ven a la escuela y
a la educación completamente sometidas al contexto de la sociedad global, nos
dice el autor: “Ambas concepciones de la historia y de los seres humanos terminan
por negar definitivamente el papel de la educación: la primera porque atribuye a la
educación un poder que no tiene; la segunda porque le niega todo poder”. En este
ejemplo podemos notar que para Freire, la relación entre condiciones concretas de
la realidad y la posibilidad de los sujetos de cambiar esas condiciones concretas,
es un relación de limitación, mas no de determinación
Pedagogía del oprimido
El libro, de orientación marxista, propone una pedagogía con una nueva forma de
relación entre educador/ educando y entre sujetos sociales.
El libro está dedicado a "los oprimidos", y está basado en su propia experiencia
como  es uno de los trabajos más conocidos
del educador, pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire fue profesor para
adultos analfabetos.
Freire adquirió una amplia experiencia en alfabetización de adultos en los primeros
años de la década del 60. Fue encarcelado por la dictadura militar que se inicia en
Brasil en 1964. Exiliado a los pocos meses, se radicó en Chile donde trabajó en
programas de educación de adultos impulsados desde el Instituto Chileno para
la Reforma Agraria. En ese contexto, el de los años previos a la llegada a
la presidencia de Salvador Allende, escribe Pedagogía del oprimido, publicado por
primera vez en 1968.

Pedagogía de la pregunta
(2.4. yimi herlan vaca)
Es éste, pues, un libro dialógico y una experiencia intelectual que da cuenta de
un trabajo en comunión que privilegia la apertura, el diálogo y la
comunicación. Trabajo que es también aventura del pensar cuando se
propone la comprensión crítica de la realidad y se persigue, no la mera
descripción de lo que acontece sino la transformación profunda de lo que
pasa. Por ello, Antonio Faundez recuerda, junto con Paulo Freire, que
estudiaban “filosofía para resolver los problemas y no para aprender
sistemas” La suya era entonces una filosofía concreta que fusionaba la teoría y
la práctica para conocer la realidad y modificarla. Filosofía, además, que
recurría a otras ciencias en un afán comprensivo global: Historia, Sociología,
Literatura, etc. Es este igualmente un libro de anécdotas, andanzas y desafíos
personales. Dice Freire, al recordar su paso por el Consejo Mundial de Iglesias:
Este uso de la pregunta para enseñar no es nuevo. Ya lo propuso
Sócrates en su pedagogía que intentaba extraer el saber oculto en cada
individuo mediante el diálogo, donde el que preguntaba era en este caso
el maestro, ironizando y cuestionando los argumentos del alumno para
luego hacer surgir la verdad sin el aporte exterior, sino de la misma
mente del interrogado. La pedagogía de la pregunta se centra en el alumno;
nace y se desarrolla sobre todo con la Escuela Nueva, en oposición a la
pedagogía de la respuesta, propiciada por la enseñanza tradicional donde el que
pregunta es el docente dueño del saber, al alumno que debe recordar datos y
sucesos concretos al modo de una computadora.
Paulo Freire, pedagogo brasileño (1921-1997) explicó que la escuela tradicional

da respuestas a preguntas que los alumnos nunca formularon, y por ende lo más

probable es que no les interesen. La pregunta asusta al maestro, pues no se tiene

siempre la respuesta. Frente a ello, se propone la búsqueda de una respuesta

conjunta, indagando con la guía del maestro, quien no tiene la necesidad de

saberlo todo, sino solo estar dispuesto a escuchar, dar herramientas y mostrar

caminos. Para hacer preguntas también se debe estar entrenado, se debe

despertar la curiosidad natural para que aflore, para ver más allá de lo que los ojos

nos muestran o de lo que los oídos nos permiten escuchar; se debe cuestionar

todos los conocimientos hasta convencernos de que son verdaderos, al menos

que no nos queden críticas para hacerles.

El alumno que ha aprendido a preguntar no aceptará todas las respuestas que la

sociedad le ofrezca, sino las que considere ciertas y valiosas; cuestionará sus

propios objetivos de vida hasta que los vea con claridad, no se rendirá ante el

fracaso momentáneo pues la vida le seguirá dando oportunidades ya que no hay

una única respuesta a sus metas, sino que deberá volver a hacer más preguntas,

pues es una persona que aprendió a aprender, es un ser creativo, que busca

nuevos rumbos cuando el elegido en primer término no resulta posible.

Para ello debe dejarse de ver al alumno que pregunta y cuestiona como un escollo

para el desarrollo de una clase ordenada, o como un perturbador, al contrario, se

le debe estimular a que interrogue, dándole pautas de cómo hacerlo con respeto y

argumentando sus cuestionamientos. Las preguntas deben ser razonadas y no

vacías. Así el alumno aprenderá de sus propias inquietudes y de las del grupo, lo

que convertirá a la clase en interesante y motivadora

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