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Bibliografía obligatoria:
FRASCHETTI, Alejandro. Notas de cátedra de la unidad N° 5: extinción,
modificación y adecuación del contrato. La seña. La cláusula penal.
HERNÁNDEZ, CARLOS A. (2015). Código Civil y Comercial de la Nación
comentado. Tomo VI. Director: Ricardo Luis Lorenzetti. Coordinadores: Miguel F. De
Lorenzo y Pablo Lorenzetti. Editorial Rubinzal Culzoni, Santa Fe. Pp. 43 – 52
(Suspensión del cumplimiento y tutela preventiva)
HERNÁNDEZ, CARLOS A. (2015). Código Civil y Comercial de la Nación
comentado. Tomo VI. Director: Ricardo Luis Lorenzetti. Coordinadores: Miguel F. De
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
Lorenzo y Pablo Lorenzetti. Editorial Rubinzal Culzoni, Santa Fe. Pp. 203 – 214
(cláusula resolutoria)
PIZARRO, Ramón Daniel. La teoría de la imprevisión en el nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación. Sup. Esp. Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.
Contratos 2015 (febrero), 25/02/2015, 273.
Aclaraciones previas
Las presentes notas son una guía de estudio que se integra con varios artículos de
diferentes autores que tratan el tema. En todos los casos dichos artículos comentan el
derecho vigente.
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
1) Ineficacia estructural
La nulidad es una sanción legal que priva a un acto de sus efectos propios debido a
una causa existente al momento de su celebración. Es una ineficacia estructural, porque
está presente desde el nacimiento. No es exclusiva de los contratos, sino de todos los
actos jurídicos, de allí que se regulen sus aspectos, junto con los de la inoponibilidad a
propósito de aquellos (capítulo 9 del título III del libro I, arts. 382-397).
La nulidad es absoluta si el acto contraviene el orden público, la moral o las buenas
costumbres; puede ser declarada de oficio por el Juez, y solicitada por cualquier
interesado (salvo la parte que invoque su propia torpeza para lograr un provecho); no
puede sanearse por confirmación, ni es prescriptible. La nulidad relativa protege el
interés de ciertas personas, quienes son las únicas que pueden invocarla si no han
actuado con dolo (también podría hacerlo de manera excepcional la otra parte de buena
fe y que haya sufrido un perjuicio importante), siendo confirmable y prescriptible (386-
388; 393-395).
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
2) Ineficacias funcionales
En este caso el contrato nace válido, pero por causas posteriores se ve privado de
efectos. En materia contractual son tres las figuras que tienen mayor aplicación y
estudio: la resolución, la rescisión (tanto bilateral como unilateral), y la revocación. Sin
perjuicio de ello, existen también otros supuestos que implican la privación de efectos, o
que constituyen otras causales extintivas, como ocurre con la muerte de las partes
(1024), la imposibilidad de cumplimiento (955), la condición o plazo resolutorio
(HERNÁNDEZ, 2015: 163).
El tema generó amplísimos debates en la doctrina a propósito del análisis del CC
velezano debido a que el texto no utilizaba de manera clara y unívoca estas tres figuras.
El CCCN pretende superar esta dificultad aunque veremos que no siempre lo logra.
2
También se ha sostenido en doctrina la teoría del acto inexistente para diferenciarlo del acto nulo,
por ejemplo un matrimonio celebrado ante una persona que no es oficial público del registro. En materia
contractual este distingo conceptual carece de alcances prácticos (MOSSET ITURRASPE, 1978:326).
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
Cabe destacar que el CCCN ha organizado el tema primero tratando los supuestos
de extinción y, dentro de ellos, si la misma se produce por acuerdo de ambas partes
(rescisión bilateral), o por la declaración de voluntad de una de ellas (rescisión
unilateral, revocación, resolución).
Señalaba Borda (1995:136) que nada impide a las partes asignarle a su convenio
efecto retroactivo si así lo quisieran, pero ello no podría afectar derechos de terceros. Es
lo que recepta el artículo.
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
Rescisión unilateral
La rescisión unilateral es una causal extintiva que presenta las siguientes
características:
a) Es como lo indica su nombre unilateral, ya que es ejercida por una sola de las
partes.
b) No requiere de invocación de causa, y sus efectos se producen hacia el futuro, es
decir ex nunc (no son retroactivos). El contratante declara que su vínculo llegó hasta ese
momento, y que a partir de allí se extingue y no produce más efectos (1079 inc. a).
c) Su fuente u origen puede ser legal o convencional. Hernández (2015:169) señala
los siguientes ejemplos de supuestos legales: la extinción anticipada en la locación
(1221, que el CCCN denomina erróneamente como resolución), el desistimiento
unilateral del contrato de obra y el de servicios (1261), la rescisión de contratos
bancarios por tiempo indeterminado (1383); rescisión de la cuenta corriente por tiempo
indeterminado (1432 inc. b y 1441), la rescisión de la concesión por tiempo
indeterminado (1508), rescisión de la franquicia (1522, inc. d). Hay más ejemplos,
como es el caso del art. 1492, que regula la obligación de preavisar en el contrato de
agencia por tiempo indeterminado antes de ponerle fin (rescindir). También este autor
señala que un supuesto especial es la previsión de carácter general en los contratos de
duración (1011), donde se exige previamente a la parte que tiene voluntad de extinguirlo
la necesidad de invitar a la otra a la renegociación del contrato.
En los dos primeros casos (locación y contrato de obra), la rescisión unilateral legal
funciona en contratos que pueden tener plazos determinados, y se traduce en una suerte
de facultad que tiene una de las partes (en la locación el locatario, en el contrato de obra
o servicios el comitente) de no continuar con el vínculo. Actúa como una excepción al
acuerdo alcanzado ya que la ley autoriza a dejarlo sin efecto hacia el futuro. Son
soluciones tradicionales que ya estaban presentes en el CC velezano, y cuyas razones se
analizarán oportunamente, cuando se estudien esas figuras típicas.
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
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“Encuadra dentro del concepto de "cláusula abusiva" -art. 37, ley de defensa del consumidor
24.240 (Adla, LIII-D, 4125) - la estipulación que otorga a la empresa de medicina prepaga la facultad
unilateral de modificar ilimitada e incausadamente uno de los elementos esenciales del contrato, cual es el
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
Revocación
La revocación permite retrotraer una voluntad oportunamente manifestada, de tal
manera de que la misma quede sin efecto. No es exclusiva de los contratos, sino que se
utiliza en actos unilaterales (por ejemplo, revocación de la oferta 975, o del testamento,
precio de la cuota, si se trata de afiliados de avanzada edad -en el caso, un matrimonio de 80 y 76 años
respectivamente-, que no cuentan con posibilidades ciertas de ser aceptados por otra entidad, debiendo
asimilarse el incremento a una resolución unilateral, ya que de no poder afrontárselo, el consumidor se
vería obligado a desasociarse”. (Cámara de Apelaciones en lo Contenciosoadministrativo y Tributario de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sala II • 13/04/2004 • Asociación Civil Hospital Alemán c. Ciudad
de Buenos Aires • • LA LEY 2004-C , 809 • DJ 2004-2 , 66 • RCyS 2004 , 936 • AR/JUR/100/2004).
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“La facultad prevista contractualmente de rescindir —sin causa o sin expresarla— los contratos de
plazo cierto es legítima en la medida en que no se ejerza abusivamente —en el caso, la actora rescindió el
contrato de subfranquicia empresarial por medio del cual cedió a la demandada el uso de una marca
comercial y el know how correspondiente por el plazo de 5 años—, por ello el preaviso concedido debe
ser suficiente para otorgar un tiempo razonable en el cual la parte perjudicada por la rescisión pueda
reorganizar sus factores de producción a fin de emplearlos en otra actividad lucrativa o bien resolver su
enajenación.” (Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala B • 26/12/2005 • Localiza
Franchising International S.R.L. c. Pérez, Marcelo F. • LA LEY 21/06/2006 , 10 • LA LEY 2006-D , 25
• RCyS 2006 , 1358 • AR/JUR/8501/2005).
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
o del poder, 380 inc. c), y puede ser expresa o tácita 5. Debe estar autorizada por la ley, y
no requiere causa, siendo la excepción el contrato de donación.
En los contratos está en cabeza de una de las partes, y se vincula a los negocios
gratuitos, como es el caso de la donación en la que el donante requiere invocar una
causa (1569) y el comodato (1541 inc. c) que brinda esa facultad al comodante 6, o bien
basados en la confianza que uno de los contratantes deposita en el otro, ante cuya
pérdida se autoriza a dejar sin efecto el negocio, como es el caso del mandato (1329 inc.
c, 1331, que faculta al mandante), y el fideicomiso si el fiduciante se reservó esa
facultad (1697 inc. b).
Repárese en que la ley, cuando reconoce la facultad de revocar, no lo hace en poder
de ambas partes, sino de una de ellas, que es la que realiza la liberalidad, o la que confía
en la otra, y cuyo interés se pretende proteger de manera adicional.
Explica Lorenzetti (2004:559) a propósito de la revocación: “Cuando se celebra un
contrato no es habitual que se permita a una de las partes dejarlo extinguir por su sola
voluntad y libremente, porque ello daría lugar a la falta de vínculo jurídico; sería una
relación meramente facultativa. De esa manera se afectaría la reciprocidad de las
prestaciones y por lo tanto los principios de bilateralidad y onerosidad.- En razón de ello
es que se admite justamente en los contratos que no son onerosos. En los contratos
gratuitos, en especial en las liberalidades, el autor se obliga a dar una prestación, sin que
ello esté fundado en una ventaja esperada de la otra parte. En razón de ello es que se le
permite dar marcha atrás…” Y agrega: “En otros contratos bilaterales, donde
normalmente no se aplica, puede suceder que el fundamento de la contratación sea la
confianza. Ésta es la razón por la cual alguien encarga algo a otro, y perdida esa
confianza es lógico que se le permita dejar sin efecto el contrato. Esto ha sucedido
históricamente en el mandato, cuyo origen, basado en la confianza y la gratuidad,
5
Por ejemplo: son casos de revocación tácita del mandato el nombramiento de un nuevo mandatario
para el mismo acto, o cuando el mandante se ocupe directamente del negocio. En el caso de las
procuraciones judiciales las reglas varían, ya que la comparecencia personal del mandante (por ejemplo,
el actor o el demandado) no implica la extinción del poder previamente otorgado a favor de su letrado,
salvo que expresamente lo disponga en el acto de comparendo, o concurra con un letrado diferente). La
interpretación debe ser estricta.
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El art. menciona la extinción del comodato por voluntad unilateral del comodatario. Para
HERNÁNDEZ (2015:170) es un supuesto de revocación.
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
Resolución
Lorenzetti (2004:564) explica: “La resolución es un modo extintivo que tiene su
fundamento en la correspectividad de las prestaciones. En estos casos concurre un
hecho sobreviniente que impacta en el equilibrio del negocio y que autoriza a una de las
partes a dejarlo sin efecto”.
El hecho puede ser imputable a una de las partes (por ejemplo, el incumplimiento
culpable), o puede serle ajeno (por ejemplo, el cumplimiento de una condición
resolutoria, o que se frustre la finalidad).
Su fuente puede ser legal (como en la cláusula resolutoria implícita) o convencional
(como en la cláusula resolutoria expresa).
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
e. la parte que tiene derecho a extinguir el contrato puede optar por requerir su
cumplimiento y la reparación de daños. Esta demanda no impide deducir ulteriormente
una pretensión extintiva;
f. la comunicación de la declaración extintiva del contrato produce su extinción de
pleno derecho, y posteriormente no puede exigirse el cumplimiento ni subsiste el
derecho de cumplir. Pero, en los casos en que es menester un requerimiento previo, si
se promueve la demanda por extinción sin haber intimado, el demandado tiene derecho
de cumplir hasta el vencimiento del plazo de emplazamiento;
g. la demanda ante un tribunal por extinción del contrato impide deducir
ulteriormente una pretensión de cumplimiento;
h. la extinción del contrato deja subsistentes las estipulaciones referidas a las
restituciones, a la reparación de daños, a la solución de las controversias y a
cualquiera otra que regule los derechos y obligaciones de las partes tras la extinción.
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
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Estas normas son de gran importancia ya que fijan pautas prácticas para la
restitución en los contratos con prestaciones recíprocas, donde mi obligación de restituir
está condicionada no sólo a lo que haya recibido, sino a las prestaciones incumplidas del
otro contratante. Pongamos por ejemplo una compraventa donde el vendedor ya hizo
entrega de la cosa, y el comprador pagó dos de un total de cinco cuotas mensuales,
siendo el vendedor quien declaró su voluntad extintiva por resolución, frente al
incumplimiento de la cuota 3. Está claro que el comprador debe restituir la cosa, pero el
vendedor, ¿debe restituir el precio?
En primer lugar, cualquier precio a restituir sólo será obligatorio hacerlo siempre
que el comprador devuelva la cosa, porque la restitución debe ser recíproca y simultánea
(nuevamente se aplica el principio del art. 1031 sobre suspensión del cumplimiento
basado en la reciprocidad).
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habiendo optado por uno de ellos, no puede ejercer luego el otro. Si el deudor ha
ejecutado una prestación parcial, el acreedor sólo puede resolver íntegramente el
contrato si no tiene ningún interés en la prestación parcial.
9
“El locador de un salón que, media hora después de firmado el contrato, comunicó la imposibilidad
de llevar a cabo el evento por existir una reserva previa de un tercero debe abonar al locatario la cláusula
penal convenida, en tanto se dieron los requisitos pactados para su configuración, a saber, un
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d. el incumplimiento es intencional;
e. el incumplimiento ha sido anunciado por una manifestación seria y definitiva del
deudor al acreedor.
ARTÍCULO 396.- Efectos del acto inoponible frente a terceros. El acto inoponible
no tiene efectos con respecto a terceros, excepto en los casos previstos por la ley.
incumplimiento grave por parte de aquel y el pago de la totalidad del precio por el cocontrante, ello más
allá de la buena o la mala voluntad que pudo haber puesto para intentar obtener la modificación de la
fecha convenida y mantener vivo el vínculo con su contraria, ya que no puede desconocerse que tal
incumplimiento altera una circunstancia sustancial o relevante prevista en la contratación.” (Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala D • 04/12/2015 • Braslavsky, Luis Néstor c. Madero
Tango S.A. s/ ordinario • • LA LEY 17/03/2016 , 3 con nota de Luis D. Barry • LA LEY 2016-B , 258
con nota de Luis D. Barry • RCCyC 2016 (abril) , 201 • DJ 29/06/2016 , 73 • AR/JUR/65538/2015)
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SEÑA
La seña, señal o arras es la entrega de una cosa mueble, que puede o no ser dinero,
y que una de las partes realiza a la otra para reforzar el cumplimiento, ejerciendo una
presión sobre ambas partes (confirmatoria), o para permitir el arrepentimiento de
cualquiera de los contratantes, actuando como indemnización de daños y perjuicios
(penintencial).10
Es un elemento accidental ya que requiere que las partes lo incorporen
expresamente en un contrato, y funciona como garantía de la seriedad de sus
intenciones.11 Cumple su finalidad en los contratos con obligaciones pendientes de
10
Se incorpora dentro de un contrato, por lo que no hay que confundirla con la entrega de dinero que
se hace incluso con anterioridad a su celebración, sobre todo cuando intervienen intermediarios, como es
el caso de la “reserva”. Se ha sostenido que (Muchart, 2015): “La figura de la reserva tiene su basamento
en los usos y costumbres, que implica el retiro de la venta de un inmueble por un breve plazo, contra la
entrega de una suma de dinero con la finalidad de otorgar seriedad a su pretensión de concretar la
operación y, especialmente, con la intención de que se le otorgue alguna prioridad en la concreción del
negocio o que se transmita una contra oferta o algún otro motivo. En caso de no llevarse a cabo la
operación sin culpa del comprador, éste tendrá derecho a su devolución.- Algunos corredores
inmobiliarios utilizan las llamadas reservas con datos de una oferta contractual, por ello algunos autores
la llaman "reserva-oferta". La seña, en cambio, es lo que se entrega por una parte a la otra en virtud de
una cláusula accidental de un contrato bilateral con la finalidad de facultar a ambas partes, o sólo a una de
ellas, a resolver por su sola voluntad el contrato (seña penitencial) o con la finalidad de confirmarlo (seña
confirmatoria).”
11
Según Compani (2015) “…es cláusula accidental del contrato que incluso puede precederlo o
resultar posterior a su celebración, obviamente, en este último caso, siempre antes del comienzo de
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Arras penitenciales
Aquí funciona como un pacto de displicencia que autoriza a ambas partes a
arrepentirse, privando al contrato de sus efectos, perdiendo la seña quien la entregó, o
devolviéndola doblada el que la recibió.
Al igual que la cláusula penal, equivale a una indemnización de los daños y
perjuicios derivados de la resolución del contrato, con la diferencia que aquella actúa
frente al incumplimiento del deudor, mientras que en la seña penitencial es opcional
para quien decide arrepentirse. No puede acreditarse que el daño fue mayor o menor,
por lo que no es posible reclamar daños superiores bajo el pretexto de que la seña no
alcanza a cubrirlos, ni tampoco acreditar que los perjuicios no existieron para evitar su
pago. Todo ello sin perjuicio de reclamar la revisión si violenta los principios de buena
fe o es abusiva. La seña penitencial actúa como límite cuantitativo de la indemnización
ejecución. Debe ser convenida en forma clara e inequívoca pues no puede presumirse por no resultar
necesaria. Para establecerla, si bien no son necesarias fórmulas sacramentales, es dable emplear la palabra
seña u otra equivalente que permita suponer el ejercicio del derecho al arrepentimiento o el carácter
confirmatorio de lo entregado.” Requiere de la entrega efectiva.
12
En el régimen anterior al CCCN, si nada decían las partes, la seña era penitencial en los contratos
civiles, y confirmatoria en los comerciales. En el derecho romano la función primitiva era confirmatoria
(Alterini, 2002). Actualmente se observa el mismo efecto en el Derecho Alemán y en el Código Suizo de
las Obligaciones. Para un análisis más detallado ver COMPIANI (2015:183).
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para ambas partes: para el que la entregó, ya que limita sus pérdidas a ese monto, y para
quien la recibió, porque debe devolverla doblada.13
Si en lugar de arrepentimiento hay incumplimiento, entonces no se aplica la seña y
la indemnización va por los principios generales (reparación integral, cláusula penal si
la hay). Vale decir que sólo puede ser utilizada mientras no haya principio de ejecución
de las prestaciones, o hasta el plazo acordado de existir. Una vez que el contrato
comenzó a funcionar, ya no hay posibilidad de volver atrás. Tampoco puedo
arrepentirme si estoy en mora en el cumplimiento de la obligación.
El arrepentimiento puede ser expreso o tácito, pero la interpretación de la conducta
de las partes es restrictiva. Si el arrepentido es quien la recibió, debe proceder a la
efectiva devolución (doblada), y no alcanza con ponerla a “disposición” de quien la
entregó.
Arras confirmatorias
Estas arras excluyen toda posibilidad de arrepentimiento porque implican por sí
mismas un principio de ejecución. Se utilizan sobre todo para garantizar la seriedad del
negocio, y suelen consistir en un pago a cuenta de la obligación principal asumida,
aunque no es imprescindible que ello ocurra. Así, si quiero asegurar una venta donde el
precio es de $500.000, cifra elevada que requiere de trámites bancarios que pueden
demorar unos días, las partes acuerdan una seña de $25.000 para demostrar la seriedad
de su voluntad.
Ya mencionamos que si tiene la misma especie que la obligación principal funciona
a cuenta del precio.
Como no hay derecho al arrepentimiento, la falta de cumplimiento de las
prestaciones traerá aparejado sin más el incumplimiento, y se regirá la indemnización
por principios generales (de allí que la seña puede quedar a cuenta de la indemnización
13
El sistema garantiza que ambas partes puedan arrepentirse con el mismo costo económico.
Supongamos una seña de $10.000 con carácter penitencial que un comprador entregó al vendedor: ante el
arrepentimiento de quien la entregó (el comprador) éste pierde los $10.000; si el que se arrepiente es
quien la recibió, debe devolver $20.000 (los $10.000 que recibió del comprador, y $10.000 que es su
verdadera pérdida).
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debida, o bien ser restituida total o parcialmente si el perjuicio no existe o es menor que
la seña).
El CCCN regula la seña en la sección 5ª del capítulo 9 sobre los efectos de los
contratos, en dos artículos:
CLÁUSULA PENAL
El CCCN regula las obligaciones con cláusula penal de manera amplia, en una
sección especial (5ª del capítulo 3 del título I del libro III, arts. 790-803), cuyo régimen
ha sido estudiado a propósito de las obligaciones en asignaturas anteriores.
Pero es en la materia contractual donde este elemento accesorio muestra su mayor
importancia, en particular frente a los supuestos de mora e incumplimiento. De allí que
veremos sus reglas generales y, en particular, algunas pautas que ha seguido la
jurisprudencia para su revisión.
Concepto y finalidad
ARTÍCULO 790.- Concepto. La cláusula penal es aquella por la cual una persona,
para asegurar el cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena o multa en caso
de retardar o de no ejecutar la obligación.
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Revisión judicial
Se trata de un caso particular de aplicación del principio del abuso del derecho,
donde el acreedor con el pretexto de prever una sanción frente al incumplimiento, se
aprovecha de la situación del deudor, contrariando los fines que tuvo la ley cuando le
reconoció dicha facultad. El efecto es la nulidad de la cláusula (no del contrato), y el
Juez lo integrará, sea reduciendo la pena, sea derivando la aplicación de los principios
generales de reparación.
La jurisprudencia tiene muchos ejemplos de revisión de cláusulas penales en el
ámbito de los contratos, por lo que es necesario ser cuidadoso cuando se redactan estas
normas, ya que no siempre la cláusula más gravosa es la que más favorece al acreedor.
Reiteramos, una cláusula extremadamente gravosa puede ser revisada y, si es declarada
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nula, entonces las partes se quedarán sin pautas para regular la mora o el
incumplimiento, y quedarán a merced de lo que resuelva el Juez.
También hay que destacar que en ocasiones el abuso de la cláusula penal surge
desde el inicio mismo, mientras que en otros casos depende el momento del iter
contractual en que se ejercita. Así, por ejemplo, en un contrato de compraventa a plazo
donde el comprador paga el 50% a la firma del boleto, y el saldo contra escritura a los
90 días, siempre será abusiva una cláusula que autoriza al vendedor a retener ese 50%
del precio recibido ante la falta de pago del saldo en el momento oportuno que derive en
una resolución. Pero si el contrato prevé el pago en 120 meses, la cláusula que ante el
incumplimiento de, por ejemplo, tres períodos, autoriza al vendedor a resolver el
contrato, y a quedarse para sí, en concepto de reparación por el uso, todas las
mensualidades percibidas, puede funcionar de manera distinta según cuándo se ejerza
(no sería abusiva si pasa un año y el vendedor pretende retener 12 mensualidades, pero
sí lo sería si quiere hacer valer esa facultad luego de 9 años, en la mensualidad número
97). En los ejemplos son cláusulas que autorizan a retener los pagos a cuenta en
concepto de daños y perjuicios.
Otro ejemplo de gran uso por la jurisprudencia son las cláusulas de intereses,
cuando están previstas como sanción frente a la mora o el incumplimiento. Así se ha
sostenido por la jurisprudencia:
“La cláusula penal pactada en un contrato de locación por la que se fijó una tasa de
interés moratorio diario del 1 % mensual para actualizar los alquileres resulta
equivalente a un interés de 365 % anual, lo que a todas luces resulta exorbitante y
abusivo, debiendo reducirse, en ejercicio de la facultad morigeradora prevista en el 2°
párrafo del art. 656 del Cód. Civil, a un interés mensual equivalente a una vez y medio
la tasa activa del Banco Nación Argentina para operaciones ordinarias de descuentos de
documentos comerciales no capitalizable” Cámara de Apelaciones en lo Civil y
Comercial de Corrientes, sala IV • 22/10/2014 • Meza, Ines Ana Maria c. Bahle Alicia
Itati, Cubilla Felix Ariel Y Bahle Carlos Daniel s/ Cobro De Pesos (Sumarísimo) • •
LLLitoral 2015 (febrero) , 93 • AR/JUR/58180/2014.
“La cláusula penal diaria pactada en un contrato de locación, equivalente a la mitad
del último alquiler vigente al momento del vencimiento del contrato, resulta abusiva,
contraria a la moral y buenas costumbres. Ello importa un excesivo aprovechamiento de
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
la situación del deudor, puesto que si bien la cláusula penal supone una estimación
anticipada de los daños y perjuicios y tiene carácter compulsiva, no puede ser utilizada
para obtenerse un beneficio excesivo y desproporcionado con lo que se pretende
proteger.” (Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala J • 19/04/1989 • Salemme,
Ernesto U. c. Díaz, Virginia y otros • • LA LEY 1990-A , 76 • DJ 1991-1 , 828 •
AR/JUR/547/1989).
Ahora bien, cómo saber cuándo una cláusula puede ser considerada o no abusiva es
un tema que queda librado al criterio de los Jueces. En materia de intereses es de gran
utilidad conocer cuáles son las tasas que utiliza el mercado en las operaciones
habituales, para poder contrastarlas con las acordadas y ver allí si la diferencia es
significativa o no. Ello ya que, en economías como la nuestra, con alta inflación, es muy
difícil prever de antemano un valor razonable para las tasas (como ocurre con las
monedas fuertes y estables, donde se considera razonable un interés puro del 6 al 8%
anual).
En nuestra jurisprudencia se encuentran principalmente dos tasas de referencia:
a) La tasa pasiva que desde el 1/4/91 publica el BCRA, para el uso de la justicia a
los fines previstos del antiguo art. 622 del Código Civil (comunicado N° 14.290
BCRA). Es una tasa baja, que surge de considerar lo que pagan los bancos a sus
depositantes (de allí que sea pasiva). Es por ello que se suele adicionar un porcentaje
mensual a los fines de cubrir vía indirecta los efectos inflacionarios. Por ejemplo en
Córdoba, desde el año 2002 se ha fijado un adicional del 2% mensual no acumulativo.14
b) La tasa activa que publica el Banco de la Nación Argentina en sus operaciones
de descuento de documentos a treinta días. En este caso se trata de una tasa que el
Banco cobra a sus clientes que piden financiamiento a través del descuento de
documentos.15
Reiteramos, las partes pueden acordar libremente sus intereses moratorios y
punitorios a manera de cláusula penal, pero si el acuerdo supera significativamente estas
14
El precedente es de la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia de la provincia de Córdoba,
integrada por Luis Enrique Rubio, Hugo Alfredo Lafranconi y Aída Lucía Teresa Tarditti, en los autos
"Hernandez Juan Carlos C/ Matriceria Austral S.A. - Demanda - Rec. De Casacion", aunque ha sido
ratificado con posterioridad en varios pronunciamientos.
15
Un ensayo de cómo estas tasas impactan en un capital en un período determinado puede realizarse
en el sitio web www.justiciacordoba.gob.ar, en la pestaña servicios – planilla de cálculos judiciales.
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
excepción (de orden sustancial) el incumplimiento del actor (por ejemplo, invocaba que
no entregaba la cosa porque el comprador no le pagó el precio). El Juez, si hacía lugar a
la excepción, rechazaba la demanda, autorizando al demandado a no cumplir con su
obligación hasta tanto el actor cumpliera con la suya. De todas maneras, con
posterioridad si el actor cumplía con su obligación (realizaba el pago), podía reclamar
nuevamente en otro juicio que el vendedor efectuara la entrega.
El CCCN la regula de la siguiente manera
La posibilidad de utilizar esta figura por vía de acción es una novedad. Aquí una
parte solicitaría al Juez que declare que se reúnen las condiciones para suspender su
propia prestación, sin necesidad de esperar a que la otra lo demande judicialmente para
ello. Se busca de esa manera tener mayor seguridad en que la conducta elegida es
conforme a derecho, y no depender de la acción de la contraria para poder invocar esa
facultad.
Características
Señala Mosset Iturraspe (1978:368) que se trata de una medida de autodefensa
privada, con cierto carácter coercitivo, tendiente a salvaguardar el equilibrio
contractual.17
Cuando se interpone como excepción, lo es de carácter sustancial o de derecho
sustantivo o de fondo, lo que la distingue de las excepciones de orden procesal (cuya
regulación es competencia de las Provincias por ser una facultad no delegada, por
ejemplo la de incompetencia, o litis pendencia).
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También lo son el derecho de retención, y la denominada excepción de caducidad. Otro caso es la
tutela preventiva del 1032 del CCCN.
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Es además una defensa dilatoria (en sentido sustancial, no procesal), y no hace cosa
juzgada definitiva, ya que admitida la excepción, siempre le queda la posibilidad al
actor de cumplir con su prestación, y luego volver a reclamar en un nuevo juicio el
cumplimiento. Es que el derecho del actor subsiste, pero se le opone otro derecho que lo
torna total o parcialmente ineficaz.
Con relación a la carga de la prueba, normalmente la oposición como excepción
implica una inversión dentro del proceso, ya que es el actor quien debe probar que él
cumplió con su parte. Pero si la excepción es por incumplimiento parcial, funciona al
revés.
Requisitos
El CC velezano no traía una enumeración de los requisitos para que funcionara la
figura, y tampoco lo hace el CCCN. Sin embargo, la mayoría de la doctrina ha señalado
los siguientes:
a) Se aplica en contratos bilaterales y es un efecto propio de esta clase, ya que
requiere de prestaciones recíprocas;
b) Las obligaciones de actor y demandado deben ser de cumplimiento simultáneo.
Si las prestaciones de una de las partes están sujetas a un plazo o condición suspensiva,
no tiene obligación de cumplirla de manera simultánea para exigir el cumplimiento de la
otra. El temor fundado de que la prestación del contrario se vea incumplida habilitará en
todo caso la aplicación de la tutela preventiva (1032), pero no la suspensión del art.
1031.
c) Que el actor (si se opone vía excepción) o el demandado (si se opone por vía de
acción), hayan dejado de cumplir total o parcialmente sus obligaciones, ya que ello
justifica la dilación. El incumplimiento debe ser grave, caso contrario debo cumplir con
mi obligación igual y, en todo caso, retener parte de mi prestación. Por ejemplo, si el
constructor me entregó una obra valuada en $1.000.000, con defectos que requieren
$5.000 para su reparación (incumplimiento), no puedo suspender el pago total hasta que
los defectos no se subsanen. La proporción del incumplimiento es ínfima con relación al
total de lo que debo pagar. En ese caso, el deber de buena fe me impone abonar el
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monto, previa retención de los $5.000 que cueste la reparación. Qué se considera grave
es una cuestión sujeta al arbitrio judicial.
d) Que quien pretende suspender la prestación a su vez no pueda imputársele
incumplimiento.
e) Al tratarse de prestaciones simultáneas, es posible que una parte, al exigir el
cumplimiento de la otra, ofrezca a su vez en el mismo reclamo cumplir con la suya,
porque todavía no lo hizo. Ese ofrecimiento debe ser idóneo, porque su ausencia habilita
a la suspensión. De allí que el art. 1031 prescriba “…hasta que la otra cumpla u ofrezca
cumplir”.
Ello llevó a la discusión sobre qué debe considerarse “ofrecimiento” para cumplir:
a) si el mismo debía estar expreso o bastaba presumirlo a partir del reclamo; b) si dicho
ofrecimiento debía ser en forma cierta, real y efectiva, variando según el objeto de dar
hacer o no hacer; c) si en las obligaciones de dar se requiere o no consignación. Señala
MOSSET ITURRASPE (1978:372) que la jurisprudencia se ha mostrado vacilante
acerca de los caracteres de este ofrecimiento, receptándose las pautas previamente
mencionadas.
TUTELA PREVENTIVA
Esta figura admite otro supuesto de suspensión de los efectos del contrato, cuando
una parte ha sufrido un menoscabo significativo en su aptitud para cumplir, o se
encuentra en estado de insolvencia.18 Es una medida de tutela preventiva del crédito, que
actúa frente a la amenaza de daño, para evitar un perjuicio mayor.
18
En este último caso se la denomina “excepción de caducidad de plazo”, donde el demandado por
cumplimiento por un actor fallido, cuya obligación tenía plazo, resiste la pretensión invocando que dicho
plazo caducó a partir del estado de insolvencia.
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Derecho privado III – Notas de cátedra unidad 5
CLÁUSULA RESOLUTORIA
5. Cláusula resolutoria. Concepto. Clases. Requisitos para su funcionamiento.
Efectos.
Ver el comentario de HERNÁNDEZ, CARLOS A. (2015). Código Civil y
Comercial de la Nación comentado. Tomo VI. Director: Ricardo Luis Lorenzetti.
Coordinadores: Miguel F. De Lorenzo y Pablo Lorenzetti. Editorial Rubinzal Culzoni,
Santa Fe. Pp. 203 – 214.
Tener presente que el CCCN introduce algunas modificaciones importantes,
producto de lo que ya venían interpretando los jueces en sus fallos.
En el art. 1086 se recepta la cláusula resolutoria expresa o pacto comisorio expreso
en términos similares al régimen anterior, aclarándose que requiere para su ejercicio
comunicación fehaciente (carta documento, acta notarial, etc.)
En los arts. 1087 a 1089 se regula el pacto comisorio tácito, que se lo denomina
cláusula resolutoria implícita. La nueva redacción elimina algunas discusiones en
cuanto a la interpretación del antiguo 1204 del CC derogado, en particular la necesidad
de que el emplazamiento indique que debe incluirse el apercibimiento de resolución si
ese es el efecto buscado, caso contrario se tomará como una intimación a cumplir.
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REVISIÓN CONTRACTUAL
Veremos a continuación dos institutos donde la ley, además de la declaración de
ineficacia (estructural en la lesión, resolución en la imprevisión), habilita a las partes a
reclamar un reajuste o modificación de las prestaciones, con el objeto de mantener vivo
el negocio, aunque con otras condiciones, que se asocian a la búsqueda de un nuevo
equilibrio.
1) Teoría de la imprevisión
Para este tema ver PIZARRO, Ramón D. La teoría de la imprevisión en el nuevo
Código Civil y Comercial de la Nación. Sup. Esp. Nuevo Código Civil y Comercial de
la Nación. Contratos 2015 (febrero), 25/02/2015, 273.
Con relación al régimen anterior, debemos destacar que se recepta la teoría de la
imprevisión con una nueva redacción (1091), que puede significar cambios de
importancia. El afectado puede pedir tanto la resolución (total o parcial) como la
adecuación. El reclamo puede ser extrajudicial o judicial. La nueva redacción no
excluye como lo hacía la anterior el caso de mora del deudor. Se incorpora a los terceros
a quienes se les ha conferido derechos u obligaciones. Ya no se hace mención a la
posibilidad de la contraparte de ofrecer el reajuste frente al pedido de resolución
(aunque puede interpretarse que este subsiste según los principios generales).
2) Lesión
El tema puede verse del material actualizado del Derecho privado I.
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Bibliografía
ALTERINI, Atilio A. (2002). Seña, pacto comisorio y compraventa de mueble. En Revista de
Responsabilidad Civil y Seguros (RCyS), Editorial La Ley. Año 2002, 1198.
BORDA, Guillermo A. (1995). Manual de contratos. 17 edición. Perrot. Buenos Aires.
COMPIANI, María Fabiana. La seña en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. En
Código Civil y Comercial de la Nación. Contratos. Suplemento especial. La Ley, febrero
2015, pp. 183-190.
HERNÁNDEZ, Carlos (2015). Código Civil y Comercial de la Nación comentado. Tomo VI.
Director: Ricardo Luis Lorenzetti. Coordinadores: Miguel F. De Lorenzo y Pablo
Lorenzetti. Editorial Rubinzal Culzoni, Santa Fe.
LORENZETTI, Ricardo. (2004). Tratado de los Contratos. Parte General. Editorial Rubinzal
Culzoni. Santa Fe.
MESSINEO, Francesco. (1955). Manual de Derecho Civil y Comercial, T. IV, traducción de S.
Sentís Menelendo. EJEA, Bs. As.
MOSSET ITURRASPE, Jorge. (1978). Contratos. Editorial Ediar. Buenos Aires.
MUCHART, MARÍA ALEJANDRA (2015). Honorarios del corredor inmobiliario. Su pérdida
por frustración de contrato. En Revista Jurisprudencia Argentina 2015-II-280. Editorial
Abeledo Perrot. Cita Online: AR/DOC/4785/2015.
PIZARRO, Ramón Daniel. La teoría de la imprevisión en el nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación. Sup. Esp. Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.
Contratos 2015 (febrero), 25/02/2015, 273.
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