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Este documento presenta una introducción a la antropología filosófica. Se define como el estudio del ser humano desde una perspectiva filosófica para entender qué significa ser humano. Examina al ser humano como un sujeto personal y en su totalidad. También explora las preguntas sobre si el ser humano es un individuo orientado al mundo o un ser en comunión con los demás. Finalmente, discute cómo la antropología filosófica puede ayudar a comprender problemas sociales contemporáneos como el aborto y la eutanasia.
Este documento presenta una introducción a la antropología filosófica. Se define como el estudio del ser humano desde una perspectiva filosófica para entender qué significa ser humano. Examina al ser humano como un sujeto personal y en su totalidad. También explora las preguntas sobre si el ser humano es un individuo orientado al mundo o un ser en comunión con los demás. Finalmente, discute cómo la antropología filosófica puede ayudar a comprender problemas sociales contemporáneos como el aborto y la eutanasia.
Este documento presenta una introducción a la antropología filosófica. Se define como el estudio del ser humano desde una perspectiva filosófica para entender qué significa ser humano. Examina al ser humano como un sujeto personal y en su totalidad. También explora las preguntas sobre si el ser humano es un individuo orientado al mundo o un ser en comunión con los demás. Finalmente, discute cómo la antropología filosófica puede ayudar a comprender problemas sociales contemporáneos como el aborto y la eutanasia.
Se puede llamar antropología filosófica a todo intento de asumir la problemática específica del hombre. Se trata de intentos que pretenden aclarar, según una reflexión metódica filosófica, el gran interrogante que el hombre se plantea a sí mismo: ¿qué significa ser hombre? Es la disciplina que toma al hombre como objeto de su investigación, en el intento de aclarar y de establecer en cierto modo su ser, esto es, los aspectos fundamentales de su esencia o naturaleza. Podría decirse también que la antropología filosófica estudia al hombre desde el punto de vista del hombre, para enunciar en qué consiste el misterio de “ser hombre”.
La antropología filosófica estudia al hombre como sujeto personal y en su globalidad.
Esto quiere decir que el hombre se presenta como unidad original, de la que todos en cierto modo tienen conciencia y que se expresa precisamente en el interrogante: ¿Quién soy yo? ¿Qué significa “ser hombre”?
En la actualidad, existe una problemática antropológica que es de preocupación y se
expresa en la interrogante de: ¿el hombre es un ser individual orientado en primer lugar hacia el mundo, en el que también hay otros hombres? O bien, ¿es ante todo un ser en comunión con otras personas en el mundo? Según la respuesta a estas interrogantes, la antropología puede ser distinta; una que esté polarizada en torno a una conciencia individual y autosuficiente, orientada en primer lugar hacia el conocimiento objetivo y el dominio del mundo material mediante la ciencia y la técnica, corre el riesgo constante de no poder ya reconocer las dimensiones personales, éticas y religiosas del hombre. El individuo es visto a la luz de cierta totalidad y es sacrificado a ella. En cambio, una antropología que concede la primacía a la comunión inmediata con el otro hombre en el mundo rechaza la autosuficiencia y se siente totalmente polarizada por la responsabilidad frente al otro y por la necesidad de realizarse en comunión con él. Aquí el conocimiento y el dominio del mundo están sometidos al reconocimiento del hombre por parte del hombre.
La importancia de la antropología filosófica en la actualidad significa que el hombre
pueda poner en duda su existencia y pueda proponer la búsqueda de conocer a qué se debe su existencia, qué significa el hecho de ser hombre. Bajo esta explicación, el hombre puede dar un concepto de que el significado mismo de ser hombre es ser con los demás, vivir en comunidad. El objeto de estudio de la antropología filosófica es todo ente vivo, se trata de un intento por explicar lo humano; en este punto podemos pensar que la antropología filosófica aún encuentra su vigencia en las sociedades actuales, en el intento por comprender qué abarca lo humano, hasta qué punto se puede hablar de vida, qué determina que un ente tenga vida o no, cuáles son las limitaciones actuales en determinar el inicio de la vida. Esto puede ser evidenciado en problemáticas sociales contemporáneas que nos atraviesan en la actualidad como lo son, la legitimidad del aborto, de la eutanasia, de la fertilización in vitro, el genoma humano y la clonación. Dichas problemáticas son objeto de fuertes debates en la actualidad, y la polarización de opiniones y posturas puede dar lugar a la reflexión de algunos aspectos planteados con anterioridad: ¿Qué significa el hecho de ser hombre? Pero por otro lado, ¿Desde qué puntos de vista puede darse una explicación convincente? La antropología filosófica puede resultar una herramienta de gran peso en la reflexión de éstos contenidos, ya que ofrece la posibilidad de plantear de forma metódica, interrogantes que representan la inquietud de la existencia humana.
Los interrogantes sobre la esencia del hombre y sobre el significado de su existencia no
nacen de una curiosidad científica; por el contrario, los problemas antropológicos se imponen por sí mismos, se presentan a la existencia y se plantean su propio peso. No es el hombre quien provoca sus problemas en principio, es el hombre quien se hace problemático debido a la vida y condición que vive. La existencia, al hacerse problemática requiere tomar posiciones.
La problemática antropológica se asoma a la vida concreta de diversas formas. Pueden
entenderse en términos de admiración y maravilla, frustración y desilusión, experiencia de lo negativo.
La reflexión acerca del hombre y sus dimensiones puede darse en términos de
admiración y maravilla frente a él mismo y el universo que lo rodea, la contemplación y el asombro de descubrir la existencia humana y todo lo que ella acarrea, la admiración está orientada hacia el reconocimiento de la grandeza y del misterio que hay en el hombre, independientemente de la obra humana y anterior a ella. Esta maravilla adopta en cierto modo una actitud contemplativa, muy escasa en la actualidad. Las sociedades industriales están atravesadas por avances científicos y tecnológicos constantes que avanzan a pasos agigantados, dando como resultado a hombres cada vez menos maravillados, cada vez menos contemplativos de la existencia humana, ya que cada vez se pierde aún más el asombro.
Por otro lado, la frustración y la desilusión pueden llevar al hombre a detenerse a
interrogarse sobre su existencia y la de los demás. Los hombres modernos transcurren su rutina diaria de forma cronometrada, en pocas situaciones tienen tiempo de reflexionar sobre el significado principal de la propia existencia, ya que la vida contemporánea es superficial y masificada, muchas veces no permite la dispersión. Cuando el hombre se encuentra frente a una desdicha, en tiempos actuales podría significar una pérdida emocional de gran impacto, un accidente o incluso el perder un empleo, cuando el choque de realidad impacta en él, puede detenerse a reflexionar acerca de su existencia y plantearse “¿Quién soy yo?”.
La experiencia de lo negativo también puede llevar al hombre a interrogarse sobre sí. El
hombre contemporáneo vive alienado, como número en medio de una gran masa impersonal, que lo explota sin considerar sus problemas personales; vive orquestado por valores engañosos que reemplazan los verdaderos problemas. En algún punto, todo este conjunto de valores engañosos deja de ofrecer satisfacción dejando como resultado el vacío y la nada, muy apreciables en las sociedades actuales; el vacío quizá se haya convertido en una característica de los hombres contemporáneos. El hombre no vive solamente de la economía, de la política y de tensiones sociales, la experiencia del vacío y de la nada pueden entenderse como un modo negativo de protesta y resistencia de una sociedad que ahoga al hombre en sus aspiraciones más profundas y personales. Claramente se puede apreciar la experiencia de lo negativo hoy, hombres que hacen lo imposible por satisfacer necesidades materiales, necesidades de reconocimiento y poder, hasta llegar al punto en que esos “logros” obtenidos no significan nada, y por el contrario, dejan como resultado un vacío abismal en él.