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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE NICARAGUA.

UNAN-LEON

FACULTAD: Ciencia y Tecnología.


CARERRA: Ciencias Actuariales y Financieras.

ELABORADO POR: Pamela Pinell.


Meyda Soza.
Germán Rojas.
Damaris Otero.
Maykeling Herrera

DOCENTE: Roberto Novoa.

¨A la libertad por la universidad¨


Rentas
y
seguros
Clasificación rentas.
Existen multitud de rentas y numerosas clasificaciones atendiendo a diferentes
criterios, mostraremos algunas de estas clasificaciones:

1. Atendiendo al vencimiento de los términos:


o Pospagables: son aquellas rentas en la que los vencimientos de los capitales
(cobros o pagos) están asociados o se realizan al final de cada periodo.
(Ejemplo: la nómina que cobra un trabajador. EL salario del mes de enero
por ejemplo se suele recibir los últimos días del mismo mes de enero o
primer del mes siguiente.
o Prepagables: los vencimientos de los términos (cobros o pagos) están
asociados al inicio del intervalo (extremo inferior de cada intervalo).
Ejemplo: Pago de alquiler de una vivienda, normalmente el pago del mes de
abril se suele satisfacer entre el día 1 y 5 del mes de abril.
2. Atendiendo a la duración:
o Rentas temporales: son aquellas rentas que tienen una duración
determinada, finita. Ejemplo: préstamo hipotecario con vencimiento 20
años.
o Rentas perpetuas: son aquellas rentas que cuentan con un número infinito
de términos. Ejemplo: algunas emisiones de deuda se realizan a perpetuidad.
3. Atendiendo al tipo de interés:
o Rentas de interés constante: son aquellas en las que el tipo de interés
permanece sin variación durante la vida de la renta. Ejemplo: préstamo
personal a tipo de interés fijo.
o Rentas de interés variable: son aquellas en las que el tipo de interés cambia
a lo largo de la vida de la renta. Ejemplo: préstamo hipotecario a tipo de
interés variable.
4. Atendiendo a la certeza o seguridad de los términos:
o Rentas ciertas: son aquellas en las que los capitales a lo largo del tiempo se
conocen de forma cierta o segura de antemano. Ejemplo: En una imposición
a plazo fijo que paga intereses trimestralmente. Conocemos de antemano la
liquidación trimestral que recibiremos hasta su vencimiento.
o Rentas aleatorias: también se denominan estocásticas y son aquellas en las
que los flujos de capitales son inciertos. Es decir, algunos de los elementos
dependen de un fenómeno aleatorio (no cierto). Ejemplo: El cobro de
dividendo que pagan las empresas a sus accionistas.
5. Atendiendo a la periodicidad de los vencimientos:
o Rentas sin fraccionar: son aquellas en la que la cuantía de los términos se
produce en cada intervalo. Este tipo de rentas coinciden con la base temporal
del tipo de interés.
o Rentas fraccionadas: son aquellas en las que los intervalos se han dividido
en subintervalos de misma duración y la cuantía nominal del mismo es
dividida en un número determinado de cuantías iguales, asignando cada una
de ellas a cada uno de los subintervalos. En otras palabras, cuando hablamos
de rentas fraccionadas nos referimos a rentas que se reparten en
subintervalos de una determinada duración (Por ejemplo, cada año se
subdivide en m intervalos de tiempo, en 12 meses).
6. Atendiendo a la cuantía de los términos:
o Rentas constantes: aquellas rentas donde todos los términos son iguales.
C1=C2=C3=… Cn. Ejemplo: préstamo personal a tipo fijo donde todas las
cuotas hasta su vencimiento son iguales. Un caso particular de este tipo de
renta es el que se denomina renta constante unitaria; en este caso la
cuantía de cada uno de los términos es igual a uno.
o Rentas variables: aquellas rentas donde los términos no son iguales (todas
las que no son rentas constantes). Dentro de esta clasificación vamos a
destacar dos tipos por su importancia, explicadas a continuación.

Las rentas variables se dividen en:

1. Progresión aritmética: cuando los términos de la renta varían siguiendo un


esquema de progresión aritmética. Recordamos que Cn = Cn-1 + d. En la realidad
no hay muchos casos donde se pueda ver este tipo de esquema. Por ejemplo, podría
ser una persona que aporta todos los años a su plan de pensiones una cantidad (x) y
que cada año a esa cantidad le suma un importe constante
2. Progresión geométrica: cuando los términos de la renta varían siguiendo un
esquema de progresión geométrica. Si recordáis Cn = Cn-1 * r. Un ejemplo de este
tipo de renta, podría ser, un alquiler donde cada año el importe del mismo aumente
en un 2%. Estaríamos ante el caso de una renta variable de progresión geométrica,
donde r sería igual a 0,02 (r=0,02).
Existen tres modalidades de rentas vitalicias:
 Modalidad de capital cedido

 Modalidad de rentas constantes o capital reservado

 Modalidad mixta
En la primera de ellas, el ahorrador se compromete a mantener el seguro hasta su
fallecimiento y, por tanto, no existe opción de rescate. Además, en caso de fallecimiento no
se recupera el capital. A cambio, percibirá esa renta vitalicia. En la modalidad de rentas
constantes o capital reservado, el ahorrador puede cancelar el seguro cuando lo crea
conveniente, obteniendo el valor de mercado de dicho producto. También, a diferencia del
caso anterior, en caso de fallecimiento del titular, los beneficiarios obtendrán el 100% de la
prima aportada. Por lógica, la renta que se obtiene en este caso es menor que en el caso
anterior.

Por último, la modalidad mixta es una combinación de las dos anteriores. El ahorrador
cede parte de la aportación a la aseguradora. En este caso, será posible el rescate en
cualquier momento, pero el valor de rescate será el valor de mercado, limitado al capital de
fallecimiento. Esto es, en caso de fallecimiento, los beneficiarios sólo obtendrán un
porcentaje de la aportación realizada que, además, irá decreciendo a medida que transcurran
los años desde que se contrató.

¿A quién interesan los seguros de rentas vitalicias?

Este producto interesa, sobre todo, a personas que deseen planificar su

futuro a largo plazo. Es imprescindible que el ahorrador disponga de un

capital elevado para poder abonar una prima única elevada y que así las

rentas sean lo más altas posibles. Su principal ventaja es que el capital

está administrado por la aseguradora, por lo que el ahorrador deja de

preocuparse por un dinero que se convierte en una renta mensual

garantizada. Otra de las ventajas de este seguro es la posibilidad de

que sea heredable por el cónyuge en las mismas condiciones. Esto es, en

caso de fallecimiento, las rentas vitalicias pasan al cónyuge y, si falleciera

éste, los herederos pueden recuperar la inversión.


¿Cómo se clasifican las rentas vitalicias?

Las rentas vitalicias se pueden clasificar en función de la forma en que se cobran y también
si permiten o no el rescate de la cantidad de dinero aportada como prima inicial.

Según la forma de recibir la renta vitalicia tendremos:

 Renta vitalicia diferida: cliente y aseguradora acuerdan una fecha en que el


primero empezará a cobrar la renta, habitualmente al llegar la edad de jubilación.
 Renta vitalicia inmediata: el asegurado puede reclamar el cobro de la renta
vitalicia en el momento en que lo desee.

Estos porcentajes permanecerán constantes


durante toda la vigencia de la renta vitalicia, con
la excepción de Navarra, en donde rige un
La tributación de los seguros de renta vitalicia
sistema fiscal diferente. En esta comunidad
Los seguros de renta vitalicia tienen un tratamiento fiscal autónoma el porcentaje se irá actualizando según
particular. Así, solo tributará en el IRPF un porcentaje de la el asegurado vaya cumpliendo años.
renta vitalicia percibida y este dependerá de la edad del
asegurado en el momento de contratar este producto. La tributación efectiva a la hora de presentar la
declaración de la Renta dependerá de las
De esta forma, para quien haya contratado el seguro de renta circunstancias personales del contribuyente, del
vitalicia con: importe de la renta vitalicia que percibe
anualmente y de otros rendimientos que integren
Menos de 40 años, tributará por el 40% de la renta percibida. su base imponible del ahorro.

 Entre 40 y 49 años, por el 35%.  ¿Cuándo es conveniente contratar


 Entre 55 y 59 años, tributará por el 28% de la renta un seguro de renta vitalicia?
percibida.
 Entre 60 y 65 años, por el 24%. El seguro de renta vitalicia está especialmente
 Entre 66 y 69 años, por el 20%. aconsejado para quienes estén cerca de jubilarse
 Y con más de 70 años al contratar el seguro, por el o ya estén jubilados y hayan acumulado un
8%. cierto patrimonio. Este producto facilita
convertir ese capital en una renta fija y periódica
que aumente su poder adquisitivo durante los
años que le queden hasta su fallecimiento.
Ventajas de las rentas vitalicias para el asegurado

Algunos de los beneficios de contratar un producto de renta vitalicia son los siguientes:

 Seguridad: las rentas vitalicias garantizan un ingreso constante y periódico para


quien lo contrata en una etapa de su vida, la jubilación, en la que ya no suele
percibir ingresos por trabajo, y sabiendo, además, que ese ingreso va a durar hasta el
momento de su fallecimiento.
 Como complemento a la pensión: es un ingreso extra y fijo que complementa a la
pensión de jubilación que pueda percibirse.
 Sus ventajas fiscales: cuanto mayor sea la edad a la hora de contratar la renta
vitalicia, más ventajosa será su fiscalidad, pues se tributa solo por un porcentaje de
la renta percibida (menor cuanto más edad tenga el beneficiario).
 Para planificar la herencia: al tratarse de un seguro, las rentas vitalicias permiten
designar un beneficiario en caso de fallecimiento, que no tiene por qué coincidir con
los herederos forzosos.
CLASIFICACIÓN DE SEGUROS

Las entidades aseguradoras disponen de una grandísima variedad de seguros a disposición


de sus clientes, podríamos decir que existen tantos seguros como peligros a cubrir. 

De manera muy general, podemos clasificar los seguros en tres grandes tipos: seguros
personales, seguros de daños o patrimoniales, y finalmente, seguros de prestación de
servicios. 

Distintos tipos de seguros


En cuanto a los seguros personales, podemos hablar en primer lugar de los seguros de
vida, pero a su vez, necesitamos dividirlos en tres categorías: seguros de fallecimiento, por
el que los beneficiarios que se designen reciben una cantidad contratada cuando el
asegurado fallece; seguros de supervivencia, más conocidos quizá como seguros de
ahorro, por los que el asegurado percibirá una cantidad estipulada al final del plazo de
vigencia del seguro; y, por último, los seguros mixtos, en los que se combinan los dos tipos
anteriores: si se produce el fallecimiento del asegurado los beneficiarios reciben la cantidad
estipulada, y si se llega al término de la vigencia es el asegurado quien recibe una cantidad. 
Encontramos después los seguros de salud, por los que la entidad aseguradora queda
comprometida al pago de los gastos médicos, clínicos, de hospitalización o incluso
farmacéuticos de su asegurado y beneficiarios, si existen. 
Finalmente, los seguros personales de accidente en su alcance de  dependencia garantizan
el pago de una indemnización en forma de renta, de capital o de prestación de un servicio
en el caso en el que el asegurado llegase a encontrarse en una situación de limitación física,
psíquica o intelectual que le impidiera valerse por sí mismo. 
Hablando ahora de los seguros de daños o seguros patrimoniales, son conocidos por
todos los seguros de coche, seguros de moto, o seguros de hogar, en los que se aseguran
pertenencias del tomador del seguro contra diferentes riesgos, como pueden ser accidentes
de distinto tipo, robos, incendios e incluso actos de carácter vandálico en ocasiones. 

Hay una gran variedad de seguros diferentes según el tipo de


coberturas que ofrecen

Quizá son menos conocidos los seguros patrimoniales, en particular los que cubren posibles
pérdidas patrimoniales por eventos no esperados. Incluimos aquí los seguros agrarios, o los
seguros de pérdidas pecuniarias de diversos tipos, cuyas indemnizaciones buscan que no se
produzca una pérdida alarmante del rendimiento dinerario de una empresa tras un siniestro.
También debemos incluir en este apartado los seguros de crédito ante posibles impagos, o
los seguros de caución, que indemnizan al asegurado ante el incumplimiento de las
obligaciones contractuales por parte del tomador. 
Y una categoría más dentro de los seguros de daños son los seguros de responsabilidad
civil, que prevén la indemnización por los daños ocasionados a terceros por cualquier
siniestro producido por el tomador, como una gotera en casa, o un incendio. 
Finalmente, hay que hablar de los seguros de prestación de servicios. Y dentro de esta
categoría, debemos hablar de los seguros de defensa jurídica, por la que el asegurado verá
cubiertos los gastos derivados de sus litigios, y de los seguros de asistencia en viaje, que de
manera habitual cubren la asistencia sanitaria o los desplazamientos a un hospital cuando
nos encontramos de viaje, entre otros siniestros.
Por último, en esta categoría se encuentran incluidos también los seguros de decesos,
encargados de proporcionar todo lo necesario para que ni familiares ni amigos de un
fallecido hayan de encargarse de los costes de los elementos asociados a la defunción y la
despedida última a un asegurado.
Bibliografia

Autores Varios U. de la Sabana. Seguros Temas Esenciales. Ecoe 


Ediciones.
Ambrose, M.L. y Kulik, C.T. (1999). “Old Friends, New Faces: Motivation Research in the
1990s”, Journal of Management. vol. 25 (3). pp. 231-292.
Bach, David (2002). Finanzas Familiares. Barcelona: Editorial Amat.
Baca C., Guillermo. El Seguro de responsabilidad civil. Seguros Colmena.
Berman, Karen; Knight, Joe y Case, John (2006). Financial Intelligence. 
Boston: Harvard Business School Press. pp. 13-15.
Bustamante, Gabriel. Hablemos de Seguros. Grupo Alvear-Imprehol 
S.A.C. 
Calzada Conde, Ma. Ángeles. El Seguro de Responsabilidad Civil. Editorial 
Aranzadi.

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