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Julio Argentino Roca (1843-1914) - Fragmento

Autor: Felipe Pigna

Al asumir Avellaneda la presidencia (1874), designó como ministro de


Guerra y Marina a Adolfo Alsina. Pero al producirse su muerte, Roca fue
designado ministro de Guerra y Marina en su reemplazo.

Roca propondrá desde el ministerio un cambio radical de la política


seguida con los pueblos originarios por su antecesor. Su plan consistía en
una ofensiva final a cargo de un poderoso ejército equipado con los
últimos adelantos de la industria militar. La campaña fue un verdadero
genocidio que dejó un saldo de miles de muertos y más de 14 mil
prisioneros. Lo importante para Roca y su campaña política no eran las
víctimas, que ni siquiera eran consideradas como tales por la sociedad de
la época, sino las millones de hectáreas "recuperadas" a los habitantes
originarios y su consecuente prestigio político militar.

Roca volvió de la campaña con el título de "Conquistador del Desierto" y


sus clásicos enemigos reconocieron que la acción del general tucumano
los beneficiaba enormemente. Roca aprovechó magistralmente esta
circunstancia y logró imponer su candidatura a la presidencia por el
Partido Autonomista Nacional. Con la ayuda de Juárez Celman en el
interior y Carlos Pellegrini en Buenos Aires, fue consolidando su
posición hasta lograr imponerse en las elecciones del 11 de abril de 1880.

El 13 de junio de 1880 el colegio electoral le dio el triunfo a Roca quien


asumió la presidencia en octubre bajo el sugestivo lema de "Paz y
Administración".

Roca se rodeó de figuras de gran prestigio intelectual y político a las que


luego se las conocería como miembros de la "generación del 80". En ella
se destacan personalidades de distinta edad y formación como Paul
Groussac, Miguel Cané, Eduardo Wilde, Carlos Pellegrini, Luis Sáenz
Peña y Joaquín V. González.

La idea de progreso en el campo social y la fe en los avances del


capitalismo industrial generaban una visión optimista del futuro humano.

Esta visión, propia del positivismo, requería la eliminación de los


obstáculos que, para los hombres del '80, eran principalmente la tradición
tanto indígena como hispánica y la falta de educación al estilo europeo.
Bajo el impulso de los hombres del ’80, Roca impulsará la sanción de las
llamadas "Leyes Laicas", que transformarán en estatales una serie de
funciones vitales que, hasta entonces, estaban en manos de la Iglesia.

Se creó el Registro Civil que llevó por primera vez un control estatal de
nacimientos, casamientos y defunciones, y le permitió al Estado manejar
sus propios padrones electorales y dejar de depender de la Iglesia para la
realización de los comicios.

Por iniciativa de Sarmiento, en su función de director general del Consejo


Nacional de Educación, el gobierno sancionó en 1884 la Ley 1420, que
establecía la enseñanza primaria gratuita, obligatoria y laica para todos
los habitantes del país.

Se multiplicaron entonces las escuelas estatales ocupando en la mayoría


de los casos el lugar de las escuelas parroquiales y de órdenes religiosas.
Esto desató una dura polémica que llevó a que la puja con la Iglesia se
tensara de tal manera que se llegó en 1884 a la ruptura de relaciones con
el Vaticano.

La Argentina se integró al mercado mundial como compradora de


manufacturas y proveedora de materias primas.

Ante la falta de inversores locales, todas las tareas de infraestructura


debían ser encaradas por el Estado. Así lo anuncia el presidente Roca en
un discurso ante el Congreso: "Mi opinión es que el comercio sabe mejor
que el gobierno lo que a él le conviene; la verdadera política consiste,
pues en dejarle la más amplia libertad. El estado debe limitarse a
establecer las vías de comunicación y a levantar bien alto el crédito
público en el exterior."

A pesar de su declamada actitud liberal, Roca y su gente no ven al estado


como un simple árbitro o guardián del orden público. Le asignan un
papel central en la formación de empresas privadas nacionales y en la
instalación de compañías extranjeras. El estado nacional se constituyó en
un verdadero desarrollador de la economía argentina porque, entre otras
cosas, creó un sector de contratistas del estado. La mayoría de las obras
públicas se hicieron con contratistas privados pero financiadas por el
estado nacional.

Durante el gobierno de Roca, aumentaron notablemente las inversiones


británicas en ferrocarriles, frigoríficos, bancos y tierras.

http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/r/roca.php

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