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Ansiedad como estado en estudiantes universitarios.

Desde las primeras décadas de este siglo, la ansiedad ha ocupado un lugar


importante en la literatura psicológica, por lo que muchos investigadores han
dedicado su tiempo a profundizar el tema a través de diversos estudios, en distintos
sujetos, ambientes y escenarios; haciendo empleo de métodos científicos que han
perdurado y desarrollado con el transcurso de los años. Entre tales investigaciones,
que han realizados grandes aportes respecto a la ansiedad y formas de
manifestaciones especialmente en el campo educativo han de mencionarse:

Estudios realizados por Pérez, Castro, Rico y Castro en el 2011, en la


Universidad de Granada, a través del uso de la subescala de ansiedad de Fennema-
Sherman, una escala tipo Likert, usualmente utilizada en la encuesta mediante
cuestionarios con ítems de elección múltiple, se analizaron los niveles de ansiedad en
matemáticas que presentaban alumnos universitarios de primer curso, tanto de manera
global como en función del género y las ramas de conocimiento. Globalmente los
sujetos presentaron una ansiedad inferior al valor neutro. Las mujeres presentaron una
ansiedad significativamente mayor que los hombres. También fueron significativas
las diferencias entre ramas de conocimiento, siendo los alumnos de titulaciones
técnicas los que menor ansiedad presentaban, y los de las carreras sanitarias quienes
registraron los valores más altos.

Igualmente, en la investigación realizada por Grandis en el 2009, en la


Universidad de Córdoba, en Alumnos regulares cursantes de primero a quinto año de
la Universidad Nacional de Río Cuarto en el 2009, a través de la construcción y uso
del Cuestionario de Ansiedad Frente a los Exámenes Universitarios, se pudo
evidenciar cómo se presenta la ansiedad en los estudiantes ante una situación de un
examen, donde los datos arrojados por el instrumento indicaron que los niveles de
ansiedad y su estructura interna responde a la constitución tridimensional de la
ansiedad frente a tal situación. A su vez se observaron mayores niveles de ansiedad
en las hembras que los varones, hecho que se atribuyo fundamentalmente a las
alteraciones genéticas, interferencias cognitivas y dominancia cerebral del alumnado.
Cabe destacar que la alta puntuación obtenida de los análisis de consistencias interna
de cada escala que comprendió el instrumento y de un análisis multivariado se
observó que todas las preguntas que conforman el cuestionario, son regresoras de
cada uno de los factores que a su vez lo conforman. Finalmente, las medidas de
confiabilidad obtenidas y las fuentes de evidencias recolectadas, permitieron afirmar
que el Cuestionario de Ansiedad Frente a los Exámenes en Estudiantes
Universitarios (CAFEU ) es una herramienta que se muestra sensible para detectar
distintos niveles de ansiedad frente a los exámenes, y que su estructura interna
responde a la constitución tridimensional de la ansiedad, por ello se consideró un
instrumento importante para facilitaría la intervención en prevención ante niveles de
ansiedad primario y secundarios presentes en situación de evaluación.

Por su parte, estudios como el de Álvarez, Aguilar y Lorenzo en el 2012


permitieron determinar hasta qué punto hay manifestaciones de síntomas de ansiedad
ante los exámenes en los estudiantes universitarios a través del uso del Inventario de
Estrés Académico (I.E.A.). Para conocer la relación de la ansiedad respecto a variables
personales académicas los investigadores plantearon 6 sub objetivos y de acuerdo al
primer objetivo referente al conocimiento de la situación de los estudiantes y sus
niveles de ansiedad ante los exámenes , los datos arrojados de los análisis y del
cuestionario en uso quien presentó un índice de consistencia de α = .82, indicaron que
existen diferencias en el tipo de manifestaciones de ansiedad ante los exámenes por
parte de los estudiantes, esto en base a que permitió deducir que en cuanto a las
manifestaciones de tipo cognitivo: un 25% las presenta en un nivel preocupante y un
10% a nivel muy preocupante, que en las manifestaciones de tipo fisiológico un 17%
las presenta en un nivel preocupante y un 6% en un nivel muy preocupante que las
manifestaciones de ansiedad de tipo motórico un 13% las presenta en un nivel
preocupante y un 4% en un nivel muy preocupante. A su vez, los resultados del
ANOVA indicaron que existen diferencias entre hombres y mujeres en sus
manifestaciones de ansiedad, presentando las mujeres manifestaciones de ansiedad por
encima de los hombres de forma significativa, hechos que pretende observarse en la
presente investigación.

Actualmente, la mayoría de las personas han experimentado ansiedad en algún


momento de su vida, respuesta emocional a la cual se le atribuyen diversas
definiciones por distintos autores que han logrado ampliar a través del tiempo. Así se
tiene a Bulbena (1985) y Ayuso (1988) expresan que: “Tradicionalmente el término
ansiedad ha sido definido como una emoción compleja difusa y desagradable que se
expresa por un sentimiento de tensión emocional y va acompañada de un importante
cortejo somático (cp. Casado, 1994, p. 9).

Se destaca el aporte que presenta Spielberger (1980) señalando que “la


ansiedad es una reacción emocional desagradable producida por un estímulo externo,
que es considerado por el individuo como amenazador, produciendo cambios
fisiológicos y conductuales en el sujeto”.

Por su parte ampliando esta definición Bulbena, Casquero, De Santiago, et al.


(2013) expresan la ansiedad como una anticipación de un daño o desgracia futuros,
acompañada de un sentimiento de disforia (desagradable) y/o de síntomas somáticos
de tensión, cuyo objetivo del daño anticipado puede ser interno o externo; tomándolo
como una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la
persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza. Es
importante destacar que la ansiedad es habitual ante determinadas situaciones
usualmente estresantes, pero que permite a la adaptación ante estas situaciones que
resultan adversas.

Siendo así como lo plantea Riveros, Hernández y Rivera (2007) consideran


que la ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que le permite a las personas
estar alerta ante sucesos comprometidos y adversos, de esta manera cumple con una
función biológica-adaptativa en específico por su componente de anticipación, este
componente contribuye que ante una situación realmente peligrosa, el organismo
pueda reaccionar de una manera adecuada y superar así dicha situación amenazante.
La ansiedad puede manifestarse de diferentes maneras en cada persona, esto
dependerá de una series de factores que van desde la edad, información genética,
circunstancias en la que viva; siendo más vulnerable o susceptible un factor que otro.

En otras palabras la ansiedad puede convertirse en desadaptativa cuando se


activa frente a un estímulo de peligro irreal o injustificado preocupándose por cosas
que es improbable que sucedan o que si ocurren son mucho más manejables y menos
dramáticas de lo que aquellas piensan. Es muy importante resaltar que la ansiedad
patológica es una manifestación mucho más intensa y frecuente que la de ansiedad
normal, y el límite entre ambas está dado por la diferencia cuantitativa en su
expresión (Fernández, Martínez y Domínguez, 2004). Esta ansiedad patológica se
logra a considerar de esta manera cuando ésta supera ciertos niveles de intensidad o
supera la capacidad de adaptación del individuo, ocasionando malestares
significativos con síntomas que afectan tanto en los aspectos físicos, psicológicos y
conductuales.

En otro orden de ideas, la ansiedad puede impedir alcanzar los objetivos o


metas propuestas tales como: estudiar, salir bien en un examen y aprobar una
asignatura, por cuento estos individuos tienden a preocuparse excesivamente por su
competencia o la calidad de su actuación en el ámbito escolar, incluso cuando no son
evaluados. En el caso de la presente investigación, la ansiedad ante los exámenes se
define como una predisposición a experimentar elevada preocupación y activación
fisiológica ante situaciones de evaluación (Sarason y Mandler, 1952).

De igual forma los síntomas de ansiedad tales como el nerviosismo, la


preocupación o la angustia se pueden presentar a nivel subclínico, sin llegar a mostrar
todos los criterios exigidos para el diagnóstico de un cuadro psicopatológico. Estos
síntomas también son bastante frecuentes entre estudiantes universitarios (Balanza,
Morales Moreno y Guerrero, 2009; Fonseca-Pedrero, Paino, Lemos-Giráldez y
Muñiz, 2010)

Por otra parte la ansiedad ante los exámenes puede considerarse como un
rasgo de personalidad o como un estado. En este sentido, Spielberger y Díaz-
Guerrero (1975) enuncian que: “La Ansiedad-Estado (A-Estado) es concebida como
una condición o estado emocional transitorio del organismo humano, que se
caracteriza por sentimiento de tensión y aprensión subjetivas conscientemente
percibido, y por un aumento de la actividad del sistema nervioso autónomo. Los
estados de ansiedad pueden variar en intensidad y fluctuar a través del tiempo” (p.1).
Asimismo plantearon “La Ansiedad-Rasgos (A-Rasgo) la cual se refiere a las
diferencias individuales, relativamente estables, en la propensión a la ansiedad, es
decir, a las diferencias entre las personas en la tendencia a responder a situación
percibidas como amenazantes con elevaciones en la intensidad de ansiedad como
estado” (p.1).

En referencia a lo mencionado anteriormente existen personas que


generalmente son más propensas a la ansiedad (temor) en las situaciones de examen,
en este caso esa ansiedad ante el examen se conceptualiza como un rasgo de
personalidad específico frente a esa situación (Bauermeister, 1989). Autores como
Spielberger (1980) refiere que, “otras personas perciben la situación de examen como
potencialmente amenazante por el hecho de que fallar en ella puede interferir con
alcanzar metas importantes, y esto les genera un estado de ansiedad que una vez
pasado el mismo desaparece, pudiendo estar presente sólo en aquellos exámenes que
el sujeto percibe como muy difíciles”.

Según Bautista González (2011) indica que cuando se presenta la ansiedad en


estudiantes universitarios se puede ver afectado su rendimiento escolar e incluso su
salud y puede ponerse de manifiesto antes, durante y/o después del examen en tres
áreas: A nivel físico, de comportamiento y psicológico. Es importante destacar que la
ansiedad se mide a través de una evaluación en la cual se utilice una escala de
medición. Así lo ratifica la SEAS (Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad
y el Estrés.) lo cual refieren que Con el propósito de medir o evaluar la ansiedad se
han construido muchos instrumentos de uso profesional cuyas propiedades
psicométricas (confiabilidad, validez, entre otras.) han sido bien estudiadas y
comprobadas. Entre los test para medir ansiedad se pueden mencionar: ISRA
(Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad), el IDARE (Inventario de
Ansiedad Rasgo-Estado), Inventario de Ansiedad de Beck, cuestionario GADI, entre
otros.

Es importante tomar en cuenta que antes de diseñar un instrumento con el cual


se pretenda medir la ansiedad, hay que tener bien en claro las delimitaciones de dicho
constructo, en que situaciones se desea medir y tener bien claros cuales son los
atributos que permitan dar los indicios necesarios para poder percibir la ansiedad. Por
lo tanto, la ansiedad es una reacción emocional desagradable producida por un
estímulo externo, que es considerado por el individuo como amenazador,
produciendo cambios fisiológicos y conductuales en el sujeto (Spielberger ,1980). La
ansiedad Puede darse como reacción a eventos cotidianos, teniendo un efecto
temporal y limitado sobre el funcionamiento biopsicosocial.

La ansiedad es un mecanismo funcional y adaptativo, que tiene como fin la


preparación del organismo para satisfacer las demandas que le hace el medio, lo cual
indica que no es un fenómeno unitario, sino que se manifiesta de manera similar a
otras emociones generando así tres sistemas de respuestas o dimensiones que permite
percibir los indicios de ansiedad tales como:

Subjetivo-Cognitiva: Esta dimensión tiene que ver con la propia experiencia


interna, e incluye un espectro de variables relacionadas con la percepción y
evaluación subjetiva de los estímulos y estados asociados con la ansiedad (Baeza,
Balaguer, Belchi, Coronas, y Guillamón, 2008). Resulta interesante destacar que se
le concede a esta dimensión la función de percibir y evaluar los estímulos y/o las
manifestaciones ansiosas para su valoración y consecuente búsqueda de respuesta. Es
decir que la apreciación subjetiva de las otras dimensiones es lo que permite que
determinada persona pueda saber que hay una alteración ansiosa.

Indicadores

A esta dimensión pertenecen las experiencias de miedo, pánico, alarma,


inquietud, agobio, sensación de amenaza y peligro, inseguridad, incertidumbre,
dificultades de atención, concentración y memoria; preocupación excesiva,
expectativas negativas, tendencia a recordar sobretodo cosas desagradables,
obsesiones, y pensamientos intrusivos de tipo catastrófico , sobrevalorar pequeños
detalles desfavorables, interpretaciones inadecuadas, susceptibilidad (Belloch, Sandin
y Ramos, 1995).

Fisiológico-Somática: la ansiedad se acompaña invariablemente de cambios y


activación fisiológica de tipo externo e interno. Estas alteraciones son percibidas
subjetivamente de forma desagradable y ayudan a conformar el estado subjetivo de
ansiedad (Belloch, Sandin y Ramos, 1995).

Indicadores

Externos: sudoración, dilatación pupilar, temblor, tensión muscular, palidez facial,


cansancio, entre otros

Internos: aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio, descenso de la salivación,


taquicardia, opresión en el pecho, molestias digestivas, náuseas, vómitos, hormigueo,
sensación de mareo, entre otros. (Baeza, Balaguer, Belchi, Coronas M, y Guillamón,
2008).

Motor-Conductual: Trata de los cambios observables de conducta que


incluyen la expresión facial, movimientos y posturas corporales, aunque
principalmente se refiere a las respuestas de evitación y escape de la situación
generadora de ansiedad (Belloch, Sandin y Ramos, 1995).
Indicadores

Estado de alerta e hipervigilancia, torpeza problema de coordinación,


impulsividad, inquietud motora, dificultad para estarse quieto o en reposo. Con
respecto a los cambios en la expresión y lenguaje corporal se tienen: posturas
cerradas, rigidez, movimientos torpes de manos y brazos, tensión en las mandíbulas,
cambios de voz o tartamudeo, expresión facial de asombro, duda. (Baeza, Balaguer,
Belchi, Coronas M, y Guillamón, 2008).

Finalmente la presente investigación tiene como objetivo la elaboración de un


instrumento que permita medir la ansiedad como estado, que puedan presentar los
estudiantes de Psicología del I, II y III Semestre de la Universidad Centrocidental
Lisandro Alvarado (UCLA). Entendiéndose que se desean percibir todos aquellos
indicadores de ansiedad en los estudiantes y que estos generen las respuestas que
permitan identificar la presencia o ausencia de ansiedad como estado.

Este instrumento se pretende correlacionar con el Inventario de Estado-Rasgo de


Ansiedad (IDARE), el cual fue construido por Spielberger, Gorsuch, y Lushene
(1970) con el propósito de ofrecer una escala relativamente breve, confiable y válida
para medir rasgos y estados de ansiedad.
Tabla de Especificaciones.

Medición de Ansiedad como Estado.

Dimensiones Tipo de (+/–)


Ítem
Ítem Subjetivo- Fisiológico- Motor-
Escala + -
Cognitiva Somática Conductual
Likert
1 x x –
2 × x +
3 x x +
4 × x +
5 × x +
6 × x +
7 × x +
8 × x –
9 × x +
10 × x –
11 × x –
12 × x +
13 × x –
14 × x +
15 × x –
16 × x –
17 × x +
18 × x +
19 × x +
20 × x +
% 35
25% 40% 35% 65%
%
100% 100% 100%
Banco de Ítems

Ítem Proposiciones.

1  Sientes que estas relajado.


 Sientes calma.
 Te sientes con inquietud por no poder tomar decisiones
rápidamente.
2
 Te sientes preocupado por ser indeciso.

3  Sientes que tu voz se quiebra al hablar.


 Sientes que Tartamudeo.

4  Sientes alteración del ritmo cardiaco.


 Sientes aceleración de tu pulso cardiaco.
5  Sientes rígido tu cuerpo.
 Sientes tensión en tu cuerpo.

6  Tienes la sensación de mareo.


 Tienes la sensación de vértigo

7  Sientes que tus movimientos son torpes.


 Sientes torpeza al realizar algún movimiento.

8  Te sientes alegre.
 Te sientes contento.

9  Sientes que respiras con dificultad.


 Sientes problemas para respirar.
10  Sientes que realizas movimientos sin problemas.
 Sientes que tus movimientos son coordinados.

11  Sientes seguridad de ti
 Sientes confianza en ti mismo.

12  Sientes Nauseas.
 Sientes ganas de vomitar.
13  Sientes tu rostro relajado.
 Sientes tu rostro libre de tensión.

14  Te cuesta concentrarte.
 Te desconcentras con facilidad.

15  Te sientes enérgico.
 Te sientes lleno de vida.

16  Sientes seguridad al hablar


 Sientes que hablas con fluidez

17  Sientes sudoración en las manos.


 Sientes que tus manos están sudadas.

18  Sientes temor de no poder lograr vencer un obstáculo.


 Sientes miedo de no poder lograr vencer un obstáculo

19  Sientes cansancio muscular.


 Sientes fatiga muscular.

20  Sientes dificultad para mantenerte quieto.


 Sientes que no puedes dejar de moverte.

Nota: Las que se presentan en cursiva son las seleccionadas para el instrumento.
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