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ESCUELA SUPERIOR DE MAESTROS

“MCAL. ANDRES DE SANTA CRUZ Y CALAHUMANA”

MATERIA: EDUCACION POPULAR COMUNITARIA

DOCENTE: LIC. EUSTAQUIO CONDORI MAMANI

ESTUDIANTE: MAURICIO CLEMENTE SALOMA

AÑO DE FORMACION: PRIMERO

SISTEMA: ANUALIZADO

PARALELO: “A”

LAPAZ-BOLIVIA

2021
CODIGO DE EDUCACION 1955

En el campo educativo el Código de la Educación Boliviana constituyó el ordenamiento


jurídico más sólido de toda la historia de la educación de Bolivia con un enorme impacto
político que mantuvo durante décadas su amplia aceptación popular y aún ahora funciona
como una bandera principal en las luchas del magisterio sindicalizado como paradigma de
los deberes del Estado respecto a la educación nacional

Su vigencia normativa se mantuvo desde su aprobación, pero perdió consistencia tanto


por su aplicación parcial y sesgada, como por la introducción de cambios superficiales y
contradictorios en las disposiciones educativas asumidas por los gobiernos de Barrientos y
Banzer, en 1969 y 1972, respectivamente. Contradictoriamente, en gran medida, las bases
de la educación nacional propugnadas por el Código han sido incorporadas en la actual
Ley de Reforma Educativa, presentando una situación confusa al mantener la visión del
nacionalismo revolucionario en un país con economía de mercado y políticas neoliberales.

Es importante reconocer que, casi desde su promulgación, no se aplicó la mayor parte de


las disposiciones contenidas en el Código, impidiendo que los fines, normas y estructura
se plasmen en la realidad con los alcances esperados inicialmente. Claro ejemplo de esta
situación es la educación técnica que, a pesar de los diversos esfuerzos por impulsarla,
sigue siendo una modalidad minoritaria en el país.
Sin embargo, no pueden desconocerse logros significativos en la ampliación de la
cobertura, en los diversos ciclos educativos, por parte de poblaciones anteriormente
marginadas, especialmente las del área rural, aunque hasta este fin de siglo no se ha
logrado garantizar a todos los niños bolivianos la conclusión de la educación primaria
obligatoria, por lo menos.

Esto se debe en parte a que la Escuela Única estuvo más referida a la igualdad de
oportunidades de acceso a la educación, pero no así a la igualdad de oportunidades en la
atención educativa. Paulatinamente, el desarrollo del sistema educativo boliviano lleva a
una distinción cada vez más aguda entre la educación urbana y la educación rural, con
claras discriminaciones en desmedro de la educación en el campo, donde la mayor parte
de la oferta educativa ha estado reducida a los tres primeros grados de educación
primaria.

El acceso no fue suficiente, pues, por la baja calidad, la falta de pertinencia, limitaciones
económicas todavía vigentes, y otras causas, la deserción educativa llega a que sólo
alrededor de cinco de cada cien estudiantes del área rural cursen del primero de primaria
al último curso del bachillerato. Esta masiva deserción provoca que, aunque la tasa actual
de analfabetismo absoluto se ha reducido al 19%, dentro de los parámetros del
analfabetismo funcional, uno de cada dos bolivianos no sabe leer y escribir actualmente.

El énfasis de la educación fiscal estuvo dirigido principalmente a la extensión de la


matrícula escolar, descuidando en gran medida la calidad de la educación impartida. Los
primeros impulsos para transformar curricular y metodológicamente el proceso educativo
en la perspectiva de una escuela activa, científica y nacional, se truncaron especialmente a
partir de la caída del M.N.R mientras la educación se sumergía en la rutina y en una
práctica cada vez más tradicional y obsoleta, con rasgos autoritarios, memorísticos y
repetitivos, alejada de la realidad nacional y desvinculada de la vida cotidiana individual y
social de los bolivianos.
ALFABETIZACION YO SI PUEDO

sí puedo que tuvo el propósito de reducir la tasa de analfabetismo de en la


población joven y adulta mayor de 15 años, en este proceso se ha desarrollado una gran
movilización social y han participado instituciones, organizaciones sociales, políticas y de
Entre el 2006 y el 2008, se ha desarrollado el Programa Nacional de Post-alfabetización Yo
la sociedad, logrando alfabetizar a  personas mayores de 15 años, las que se constituyen
en población potencial para la post-alfabetización.
Uno de los logros sociales más importantes del gobierno del Presidente Evo Morales Ayma
es la erradicación del analfabetismo en el Estado Plurinacional de Bolivia. La tasa de
analfabetismo, entre el año 2001 y 2017, se ha reducido del 13,3% al 2,5% con la
implementación de los Programas de Alfabetización desde el 2006 y Post-alfabetización
del 2009. Estos programas son mandatos constitucionales y sociales.

La tasa de analfabetismo del 2,5% es la más baja de la historia de Bolivia, indicador que le
ubica por encima de la mayoría de los países de Sudamérica, y cumple ampliamente los
acuerdos internacionales.

Entre el periodo 2006 y 2017 se alfabetizaron a más de un millón de personas, de las


cuales el 74% son mujeres. La alfabetización en Bolivia contribuye a la igualdad de género
y la erradicación de la extrema pobreza, así como a generar capacidades productivas y el
ejercicio de los derechos ciudadanos.

Desde el 2006 se promueven políticas y estrategias sociales que garantizan el derecho a la


educación básica de todas y todos, dejando atrás aquellos periodos de exclusión e
inclusive castigos que cerraban oportunidades para la lectura y escritura de la mayoría de
la población.
LA CUADRILLA

 para los centros poblados indígenas fueron los primeros mecanismos


pedagógicos de alfabetización en castellano, la enseñanza de cuatro operaciones
en aritmética y las nociones de la religión cristiana.
Para cumplir su misión, los educadores debían recorrer constantemente con su
cartilla civilizadora un circuito determinado de lugares o centros poblados por
indígenas dando lecciones periódicas. Es decir, un mismo maestro tenía que
desempeñar el cargo en dos comunidades separadas por distancias de cinco o
seis kilómetros, alternando su labor por periodos de quince días en cada una. El
objetivo era facilitar a los indígenas que no podían recorrer distancias
considerables para asistir a las escuelas que ofrecían una instrucción elemental.
El gobierno estaba convencido de que esta misión era difícil y penosa, pero
consideraba que era la única vía para no dejar a los indígenas abandonados a su
tradicional ignorancia. Resultaba molestosa para los maestros de llevar pizarrillas
y pequeños silabarios ilustrados que repartían gratuitamente entre los indígenas.
Los alfabetizadores, como hemos dicho, debían enseñar los rudimentos de la
lectura y escritura, y algunas lecciones prácticas de moral y religión. No sabemos
cuántos maestros ambulantes participaron en aquella tarea considerada tan
importante para la historia de la educación boliviana ni los frutos que se esperaban
de ella para satisfacer al Estado.

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