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ESPACIOS DE PODER
Traducción:
Julia Varela y Femando Alvarez-Uría
LAS EDICIONES DE
1P ¿ m i'f if c i-
1
g a n zl9 1 2
“Genealogía del poder”, colección dirigida por
Julia Varela y Fernando Alvarez-Uría
Diseño cubierta:
R oberto Turégano
© de la presente edición
Las Ediciones de La Piqueta
Seseña, 59 - Madrid—24
I.S.B.N.: 84-7443-034-8
Dep. légal: M-749-1981
Imprime: Técnicas GRáficas, S.L.
Las Matas, 5. Madrid-29
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g a n zl9 1 2
IN D IC E
Págs.
Julia V A R E L A
LA GUBERNAMENTALIDAD (•)
M ich el F O U C A U LT
-9 -
Michel Foucauit
10
En consecuencia
el Estado, en su supervivencia y en sus límites, no puede entenderse
más que a partir de las tácticas generales de la gubernamentalidad.
Podemos, pues, de modo general y por tanto todavía aproximati-
vo, reconstruir de este modo las grandes formas y las grandes eco
nomías del poder en Occidente. En principio, el Estado de justicia,
nacido en una territorialidad de tipo feudal, correspondería a una
sociedad de la ley —costumbres o leyes escritas— que implicaba
todo un juego recíproco de litigios; en segundo lugar, el Estado
administrativo nacido en una territorialidad de fronterasen los siglos
X V -X V I correspondería a una sociedad de reglamentos y discipli
nas, y finalmente un Estado de gobierno que no se define esencial
mente por la territorialidad, por la superficie ocupada, sino por la
masa de la población, su volumen, su densidad y ciertamente su
territorio sobre el que la población se asienta pero que ya no es más
que un componente. Este Estado de gobierno que se centra espe
cialmente sobre la población y que se refiere y utiliza como instru
mento el saber económico, corresponde a una sociedad controlada
por los dispositivos de seguridad.
' En las próximas lecciones intentaremos mostrar cómo la guber
namentalidad nace, por un lado, a partir de un modelo arcaico que
ha sido el de la pastoral cristiana; de otro, apoyándose sobre una
técnica diplomático-militar que ha sido puesta a punto en Europa
con la paz de Westfalia, y en fin , cómo ha podido cobrar las dimen
siones que actualmente posee gracias a una serie de instrumentos
particulares cuya formación es contemporánea al arte de gobierno
y que llamamos, en el viejo sentido del término —el de los siglos
X V II y X V I I I - policía. L a p a jg jjj^ J^ h u e v a s té c n ic a s ^
co-militares. v en fin la ¿oficia pienso oue han sido ios tr<* mpñ;
to jj^ ^ jy a ü ú ^ jJ fiJ g s c u a je y ^ to T O d id o ^ jro d u c y jjj^ fe n o m j^
fundamental la.historia de Occidente que es la gubernamentaii-
zación del Estado.
ESPACIO CERRADO, TRABAJO Y
MORALIZACION (*)
Génesis y transformaciones paralelas de la
prisión y del manicomio
Jacques DONZELOT
- 27-
Jacques Donzelot
28.
4
Los crímenes contra las personas y los crímenes contra la propiedad van a
"deslizarse" del primer sistema hacia el segundo a finales del siglo X V III.
5 M. FOUCAULT: Histoire de la folie. Pión, 1961 (Trad. castellana en Fon
do de Cultura Económica).
Jacques Donzeto t
u
tenían ya una alianza sellada con el mundo del internamiento reli
gioso.
Recordemos las significaciones del gran encierro de 1656. En su
versión laica (los hospitales generales con su administración burgue-
sal), al igual que en su versión religiosa (San Vicente de P a u l...), el
internamiento refuerza la gran ruptura entre, de una parte, la vida
mundana con sus bullicios y sus desórdenes, y de o tra, la vida
descansada y ordenada de los que están, fuera del mundo, próxi
mos a Dios por la observancia común, en un lugar cerrado y protegi
do, de los principios de la religión, aunque sea según un modelo
autoritario y con una población rechazada y condenada por la
sociedad. " E l encierro, escribe M. Foucault, oculta a la vez una
metafísica de la ciudad y una política de la religión, se plantea
como un esfuerzo de síntesis tiránica entre esa distancia que sepa
ra el Jardín de Dios y las ciudades que los hombres, expulsados del
paraíso, han levantado con sus m anos"6 .
La obligación del trabajo establecida en el internamiento desde
su aparición hay que interpretarla en relación con este fundamento
religioso. En un decreto de 1612, María de Medicis insiste sobre su
importancia: "L o s pobres encerrados en los hospitales deben ser
tratados y alimentados lo más austeramente posible, y con el fin de
no mantenerlos en la ociosidad serán empleados en moler el trigo
en molinos de mano, cortar mieses, fabricar cerveza, preparar ce
mento y realizar otras obras penosas, después de lo cual darán al
final del d ía cuenta del trabajo que hicieron bajo pena de ser casti
gados por los maestros"7.
Este trabajo debe por supuesto servir para cubrir los gastos de su
subsistencia, sin embargo, no se trata de suprimir la asistencia carita
tiva. Las parroquias pagan tasas destinadas a mantener las casas de
trabajo en Inglaterra. En Francia, los hospitales generales y los
prioratos se establecen según el principio de fundaciones caritati
vas. La preocupación principal no es, pues, suprimir la caridad, del
mismo modo que tampoco se espera que la aplicación al trabajo
solucione el problema de la miseria.
No se da, pues, tanto una valoración del trabajo como práctica
salvífica para el hombre en la tierra cuanto una condena moral y
religiosa del no-trabajo. El espectáculo de la ociosidad, el vagabun
deo y la mendicidad es rechazado: y en este rechazo es más fácil
entonces encontrar una dimensión religiosa que un razonamiento
económico: existe una rebelión contra Dios, y en consecuencia
contra el rey, cuando uno no se inclina ante la exigencia de un
9
Ibid.
Espacio cerrado
35
Regeneración y adaptación
24 UEM O N T 6 Y, o p . c.
Espacio cerrado
43
El trabajo terapéutico
cesos h a b ía n he cho ab an do nar la vid a rea L-V u elva -ae ncon trar ta láv_
CDmun. Se acabó la e to ru e s ^ n n a rta J a J m a q jn a ririn los arrebatos
famasas v ló?*8wriüS utversos oe_ e x a lta c ió n d e lira n te . Un tra h ^ jo
rn n tta n to u retfuiar cam o ia la cadena viciosa de las ideas v som ete
g jjio m b r e a las im p osicion es necesarias de la vida social.
La Moralización
34
Consúltense sus numerosas protestas en el diario L atelier contra la manu
factura, monasterio y prisión.
3 5 Sobre este punto ver: Ph. ARIES: L ’enfantet la vie familiale sous l'Ancien
Régime; Ed. Pión, París, 1961. y.
Espacio cerrado
51
-5 3
M
ORGANIGRAMAS SUCESIVOS
1848 1920
1 N A (V e r s a lle s) c e rra d o en 1 N A : R e sta u ra d a e n P a r ís en 1 8 7 6 ; otorga
1852. d e sd e 1 8 9 2 un d ip lo m a d e In g e n iero a g ró n o
m o.
E s c u e la s n a c io n a le s d e a g r ic u ltu r a : G r lg n o n ,
R e n n e s , M o n tp e llle r: d ip lo m a d e In g e n iero
a g ríc o la d e sd e 1 9 1 8 .
E s c u e la n a c io n a l d e h o rtic u ltu r a ( 1 8 7 3 )
E s c u e la n a c io n a l d e in d u stria s a g ríc o la s
\ (1 8 9 3 )
E n s e ñ a n z a p riva d a c a t ó lic a : E s c u e la d e a g ri
c u ltu ra d e A n g e rs ( 1 8 9 9 ) , In s t it u to a g ríc o la
de B e a u v a ls ( 1 8 5 4 )
E s c u e la fe m e n in a C o e tlo g o n ( 1 9 2 3 )
DE LA ENSEÑANZA AGRICOLA
1970
E i e u d a i s u p e rio re s n a c io n a le s a g ro n ó m ic a s (E N S A ), e n tre las que está
el I N A (“ p rlm u s Inter p a r e s " ), las a n tig u as e scu e la s n acio n ale s y la
e scu e la d e In d u stria s agri'colas.
E n s e ñ a n z a su p e rio r
In s t it u to n a c io n a l de fo r m a c ió n d e los p ro fe so re s de e n se ñ a n za a g ríc o la
(D ljo n ).
E s c u e la s n a c io n a le s de In g en iero s d e la b o r ( E N I T A ) , A n g e rs, B e a u v a ls,
L llle , I T P A .
E s c u e la s u p e rio r n a c io n a l fe m e n in a de a g ro n o m ía (C o e tlo g o n ).
E s c u e la n a c io n a l fe m e n in a de a g ro n o m ía (T o u lo u s e ).
C la se s d e té c n ic o s s u p e rio re s d e los in stitu to s agri'colas ( B T S A )
E n s e ñ a n z a m e d ia
D ip lo m a de t é c n ic o a g r íc o la o p c ió n g eneral ( B T A G )
D ip lo m a d e c ie n c ia s a g ro n ó m ic a s (B a c h ille r a t o D )
C o le g io s a g r íc o la s ( c ic lo c o r to ; n iñ o s o n iñ a s) pre p aran p a ra el d ip lo m a *0 m
d e en teña nza p ro fe s io n a l a g ríc o la ( B E P A ) nS
C e n t r o s de fo r m a c ió n p ro fe sio n a l a g ríc o la para Jó venes ( C E P A J ) que O) Dá
pre p aran p a ra el d ip lo m a de a p re n d iz a je a g ríc o la ( B A A )
c 0)
f
C e n tr o s de a p re n d iz a je p riv a d o s (e n se ñ a n z a a g ríc o la o del hogar)
C a s a s f a m ilia re s ru ra le s (fu n d a d a s en 1 9 3 6 ; n iñ o s o n iñ a s) en se ñ an za
a lte rn a n te (8 d ía s en la escu elas 15 d ía s en Ift e x p lo ta c ió n fa m ilia r) que 3-1
p re p aran para el BAA, y, en 4 . ° a ñ o para el B E P A 8 3
y
C u r s o s p o s t- e sc o la r e s p ro fe s io n a le s a g ríc o la s del hogar a g ríc o la s .
§’ ^
CU
i
3
- s ■
56 Claude Grignon
indígena" capaz de entender el lenguaje del técnico o del consejero vo de los. vvitipe c° nferid°s por la clase dominante a través de su
y de someterse a sus razones, predispuesto a servir de interlocutor y pr° pi° miedo a la clase es pertinente preguntarse si el diS
de intermediario entre las "masas" campesinas y los agentes de curso que s|rve al campesino para tomar conciencia de su estado y
encuadramiento del campesinado. Elitista por necesidad, ¿no tien d e sus |ntereses y al campesinado para tomar conciencia de sí miS
de la enseñanza agrícola completa a superponer, es decir a sustituir mo y para (íxpeesecse por medio de sus portavoces, no corre el
los principios tradicionales e indígenas de división del campesinado, rieago de conduc|r a |os campesinos y al campesinado a pensarse en
principios económicos -grandes/pequeños propietarios— o simbóli S - n es dec'r edn o p o s ^ ^ a las clases popularas urbapet d
cos -buenas/malas casas— por un principio de jeraquización entre obrero o a| emp|eado, y a inorar las divergencias y los antagon is-
campesinos instruidos e ignorantes o retrasados, según el cual el mos que oponen entre üi a| peqocno propietario rural, a los grandas
"mejor” campesino sería, en cierta medida, el campesino más cer explotadores y a |a c|ase dominante, en resume n, a equivocante de
cano a los "señores" de la ciudad, el menos "apaisanado"? . Aper advei-sario. De todas formas no es solamente a los futuros campesi
trechados tras una competencia tanto más rara cuanto que la casi nos, n| |nc|uso a |os hijo<¡ de los agricultores, a los que la escuela
totalidad de los campesinos continúa siendo "analfabeta" en mate propone y reenv|a e| mode|o idealizado de las virtudes campesinas
ria agronómica, los miembros de la élite indígena, sin duda por Ut i|izando e| tema de la vuelta al campo, la oposición entce las
falta de concurrencia, tienden a tener el monopolio de la comunica vi rtiLicles de |a tierra y |os infortunios de la ciudad, entre la tierra y
ción con el exterior, a ocupar los puestos reservados para los repre elcfirtaso , entre e| agricu|tor y el obrero, la esoc i11 (primaria
sentantes de la "profesión" en los organismos paritarios, a consti obten|do o c ™ resu|tado constituir la “ moral campesina" en tsrnto
tuir poco a poco los cuadros indígenas del sindicalismo campesino, que mora| dom.nante para uso del conjunto de las clases pop ulartü
en suma, a convertirse en los portavoces del campesinado. A d e los hijos salidos de las clases obreras urbanas
Convertidos en cierta medida a las ideas nuevas, al "progreso", A| ensenar .a |as c|ases popuiares urbanas cómo se puede ser campe-
-convencidos de la necesidad de someter la agricultura a las necesi ^ s |n serlo, a1 hacer del campesino ideal el ideap dO o b t a s o T o
dades de la "racionalidad" económica, los miembros de la élite
flt í í a|o Sudoipofra|ftunciód la tscuela hacer que cada in dividuo pre-
indígena podrían ser igualmente los guardianes de la "moral campe ¡nt0a lo qu0 l0 falta, ts decir sus virtudes personales en vez de los
sina", los depositarios y conservadores de : ■ "virtudes rurales" |ntrE;0teeShCde-tSLJlClaSt ? 'sfrazados en carencias y en vicios c olectivos?
engendradas por el peligro obrero y adjudicabas por medio de la . Esta hlStoria s^ lal no tendría sin duda interés si no r¡stuviese
escuela al campesinado. Testimonio de ello, la preocupación de los ° : ,mntna:cii-al comparativo de los sucesivos mecanismos efe
dirigentes actuales del sindicalismo agrícola o del MRJC por conci ^ 7 ! ^ liS¡SSid0o| contribuyese a dar cuenta de su transforma-
liar los valores y las instituciones tradicionales —el trabajo, la fami cion: E| ana hse, de |a rec|ente evolución de la escuela rural y de la
lia, la explotación familiar— con las necesidades de la "apertura" al aíóSn ^
1vanuZn atgr|cofla pondrla qulzos en evidencia una ^ ¿ ^ 3 -
"mundo moderno". El discurso "doble" en cierta medida que la ?0e,dV a transformación del campo de acción y de las institucio-
ascuela primaria hace al campesinado —lucha contra la ignorancia, nasck encuadram|ento de| campesinado caracterizadas, para decir-
los prejuicios, la rutina, pero también la celebración de las virtudes
C0onbrfervaecfa|eo,ntees, a ^ ^ C ”1^ o g ^ v a de agentes emparentados
del campesino ideal—, la acción de integración lógica pero además laen..crsavssenps de -la pt ? ueña bur¡ uesi'a ascendente (miembros de
la de inculcación moral a la que ha estado sometido el campesinado des " ¡ e s e pd °febS,oneS' , ^ n ^ o r e s o posentadores deocnsejos.
por mediación de la escuela rural, han tenido posiblemente por efec de servíc|os, de_ b,enes de consumo), y por la caída correlativa de
to asimilar progresivamente la realidad al modelo, "imprimir en el !0pSeqgemeSbtradiciOnaleS (maestro, cura, etc. ). emparentados con la
alma del indígena" lo que en principio era una especie de artefacto PlPeaqclJenaf bn:gneSla represiva” y que utilizafc>an técnicas de mani-
ideal —dando por descontado que la acción de la escuela debe en pulacionj undadas en |a imposición más o meno s «autoritaria efe las
parte su éxito a las condiciones objetivas que encontró, y concreta normas. Desde que la escuela ha finalizado la conquista de las zonas
mente a la relación entre bases económicas y estructuras morfológi rura|es emprend|da a fina|es de| slgio pasado, ha per did o lo que
cas favorables (pequeña propiedad campesina, efecto moralizador ! .tepeí:ficid>d dc la vacue1* rural, ec ha "dearura lirado
del espacio rural)8 *. Dado que el ideal moral propuesto al campe Va aUe:P3lCanlZaU0 , ; consecuencia de |a desruralización del campo
sinado conserva, por decirlo así, la traza de susorígenes, es el negati- cao msomilacion de la escuela rural a1 modelo de la escu ela urbarTa
do otros la supresión de la9'clases termi nales y
8 Cf. P. Champagne, "L'espace social villageois" (de próxima aparición}.
- d i dceert;dicado de. estud|os, la desaparición progresiva de las e-toco
as de a|dea, y mas tarde de |as de ios pueblos, el (desarrollo de los
CRONOLOGIA SUMARIA
82
P O L IT IC A
E V O L U C IO N D E L A A G R IC U L T U R A A G R IC O L A
1850
164 1 66 11,1 Licencia de caza
50 76 11,4
1860 Q. <0 _
-O ® 0 Sociedad de los agriculto
O t! • 74 10,7 res de Francia (aristócrata
1870 y conservadora)
E * a
P Unión central de los sindi
10,9 catos agrícolas (rué d'Athé-
1880 g nes).
i; caída de los pre
75
9 0 1870 = 30 f.
1895 = 1 8 f.
1890
0 b "gran tasa Méline"; protec
.9 « cionismo.
01 Ley Méline sobre el crédito
10 T6
.2 c 92 13,2 agrícola
W)— Primeros elementos del Có
w 3
1900 i o a digo rural
v it í
43 87 Federación nacional de la 1
mutualidad y de la coope
15,8
c r is is
1910 main)
C °l )
Direcciones provinciales de
agricultura.
1920 üd 78
ED
Fuentes — Annuaire siatismiue de la Fianee, París, PUF, 1961.
P. Barral, Les agiariens franpais de Méline a Pisaní. París, A. Colín, 1968
R. Chatelain. I agr ¡culture francaise et h form ation Prolessionelle, París,
Sirey, 1963.
DE LA ENSEÑANZA AGRICOLA
83
EN S E Ñ A N Z A | H IS T O R IA H IS T O R IA P O L IT IC A
A G R IC O L A | ESC O LA R V S O C IA L'
octubre
1848 'In stitu to Nacional revolución de 1848; jorna
agronómico cerrado das de febrero, represión
a partir de 1852. de junio___________
escuelas regionales Ley Falloux golpe de Estado del 2 de
granjas-escuelas diciembre
enseñanza ‘'especial"
guerra iranco alemana
O
Fuentes: I.N.S.E.E., cersos generales de la población, 1962, 1968, mues-
treo al 1/20, y Ministerio Je Agricultura, dirección de la enseñanza.
PRELIM INARES PARA UNA GENEALOGIA DE LAS
FORMAS DE DISCIPLINA EN E L PROCESO
CAPITALISTA D EL TRABAJO (*)
Jea n P aul d e G A U D E M A R
1 0 Respecto a este tema puede verse el número especial del Mouvement So
cial. oct.-diciembre 1976, consagrado al nacimiento de la clase obrera y en el
que se contienen monografías de manufacturas.
11 K. MARX, op. c., p. 50
12 K. M A R X .op . c.. p. 57
13 K; N IA R X .op. c„ p. 71,
Jean Paul de Gaudemar
92
a yar unta y ta
17
H. BRAVERM AN : Travail et capitalismo monopolista. Ed. Maapena.jQpí
Eco. et Socialismo. París, 1976, p. 62. ■-.<
18
K. M ARX: op. c., p. 106. Este texto va seguido de notas con i
tomados por Marx de los reglamentos da la? ’ icas ingleses
Para una genealogía de las formas de disciplina 95
Esto recuerda sin duda la frase con que concluye Marx m ás'
adelante: “ ¿Se equivoca Fourier cuando llama a las fábricas presi
dios atenuados?"19. Nada más cierto históricamente que estas
realidades evocadas por Marx de las primeras fábricas carcelarias en
sentido estricto, próximas a los presidios20, que después sufren
mejoras progresivas como atestiguan con frecuencia las fábricas
construidas en la actualidad.
Podemos de todos modos preguntarnos, cien años más tarde,
sobre cuestiones que Marx difícilm ente podía plantearse, sobre el
futuro que el capitalismo ha reservado a esos "presidios atenuados"
y que constituye nuestro presente; sobre la forma en que se ha rea
lizado o no la tendencia "puramente tecnológica" de la división y
de la disciplina del trabajo.
Los hechos en sí mismos están claramente establecidos: en l í
neas generales, las condiciones de trabajo en las fábricas, desde la
época de M arx, han mejorado, y el nivel de mecanización se ha
ciertamente elevado. Por el contrario, lo que no está muy claro es
la forma en que se ha realizado esta transformación, ni la incidencia
que ha tenido en la disciplina del trabajo:
1- El propósito de Marx es ambiguo cuando señala en una
anotación que "las mejoras que se van introduciendo en la maqui
naria imponen hasta cierto punto una "mejor construcción de los
edificios frágiles, que redunda indirectamente en beneficio de los
obreros"20. ¿Las fábricas modernas, a veces limpias, aireadas,
espaciosas (al menos en ciertos sectores de la producción), donde
reinan condiciones de trabajo correctas (no me refiero al ritmo de
trabajo sino al ambiente circundante inmediato), habrían pues surgi
do de una dinámica interna ai m aqum ism o? ¿Y esta dinám ica
tendería en cuanto tal a suprimir el lado puramente disciplinario de
las condiciones de trabajo, los aspectos no productivos de la disci
plina, para conservar solamente la sumisión al mecanismo objetivo
de las técnicas de producción? Curiosa reflexión la de M arx, del
que más bien se hubiese esperado la: idea de que en el origen de
estas mejoras están las reacciones colectivas de los trabajadores.
23
Cf. por ejemplo en las manufacturas textiles, la desaparición de los
niños "tiradores" en los años 1830 a continuación de la invención del "tira
dor mecánico", o de las mujeres "pinceladoras" en los años 1800-1820 cuan
do el descubrimiento de nuevos colores de aplicación hace inútil su trabajo.
Cf. P. CASPARD: La fabrique au village. En Le Mouvement Social, op. c.
34 K. M ARX: op. c „ tom o 2, p. 110.
35 E.P. THOMPSON: o p .c .,p . 594.
26 *
Cf. sobre este punto las importantes observaciones de C. CASTORIADIS
sobra al tema "L a bourgeoitie se fait commebourgeoisie", en: L'expárieoce
do diouvement ouvrier,'1 0 /1 8 /tom o 1, ps. 46 y ss.
Jean Paul de Gaudemar
ley del valor sin comprender ni analizar las condiciones en las que
se manifiesta, las condiciones que tendencialmente crea, pero que
de rechazo la constituyen.
II
9 R. CESSIEUX: op. c „ p. 53
49 R. CESSIEUX: op. c., p. 63
50 C. PALLOIX: op. c., p. 171
51 C. PALLOIX: op. c „ p. 182
Para una genealogía de las formas de disciplina
107
III
vos70 pero el tratamiento de los datos resulta d ifíc il; también exis
te sobre todo una superabundante literatura oficial que florece, so
bre todo en la mitad del siglo X IX , sobre la condición obrera y la
'cuestión social"71 7
. Conjunto importante y d ifícil de manejar del
2
que se puede, con precaución, exhumar no sólo la constitución pro
gresiva de la empresa a partir de un principio panóptico, sino también
la emergencia de los otros modos disciplinarios evocados a título de
hipótesis7 2 .
84
La "Démocratie Social” fue por otra parte el título de una revista de cor
ta duración publicada de 1909 a 1911 c o ^ órgano pol ítico del grupo Briand
que comprendía entre otros a A. Thomas.
Cf. M. REBERIOUX: La République Radicale? 1989-1914. Seuil, points/
2 Sobre este punto se espera con impaciencia la aparición de la obra prome Histoire, 1975, ps. 141-142.
tida por M. PERROT cuya tesis "Les ouvriers en gréve 1871-1890”, 2 vols.
Mouton, 1974, constituye ya una contribución muy importante. 115 El papel de A. THOMAS será sobre todo importante durante la primera
S3 , guerra mundial: Sub-Secretario de Estado para el Armamento hasta 1917,
Intento proporcionar un marco teórico para el análisis de este fenómeno: juega un p^ape político y económico importante. *
J.P. de GAUDEMAR: Mobilité du travail et accumulation du capital. Maspe- Cf. la recopilación colectiva "1914-1918, L'autre front''. Cahier núm. 2
ro, Col. Economie et Socialisme, 1976. del Mouvement Social. Les Editions Ouvriéres, 1977.
II
L A E S C U E L A O B L I G A T O R I A Y L A IN V E N C IO N
D E L A I N F A N C IA A N O R M A L (*)
Fruncirte MUEL
- 123 -
Francine MuéI
124
Asistencia de la infancia
9
Rapport de Pelleport-Buréte, Congres de Bordeaux, 1903.
10 Discours de Casimir Périer au Congrés de prévention sociale, Milán, 1906.
(*) El Patronato de la infancia y de la adolescencia fue fundado en 1890 por
un filántropo abogado parisino. M.H. Rollet, que, en 1920, desempeña las
funciones de juez en el tribunal de niños de París. Su carrera es significativa
respecto al proceso de institucionalización que, desde finales del siglo X IX ,
delim ita en el dominio jurídico y penitenciario un "m ercadode la infancia":
ley sobre la destitución paterna (julio 1889); ley sobre la instrucción ob li
gatoria de los delitos cometidos por menores (abril 1980), antes devueltos a
sus familiares en el espacio de 48 horas; ley instaurando el i'egimen de liber
tad provisional y de libertad vigilada (julio 1912). En 1891, los miembros
del Patronato, jóvenes abogados en su mayoría —que en esta ocasión confían
la presidencia de su sociedad a un magistrado ilustre, M. Quesnay de Beaure-
paire, procurador general en la corte de París, crean un Comité para la defen
sa de los niños llevados a los tribunales que tiene por misión "el estudio, la
discusión y la recomendación de las mejoras a introducir en el régimen legal
Francine Mué/
128
La seguridad
ls L'enfant, 1891.
16 A. Binet et Th. Simón, op. c.
17
Dr. G. Paul-Boncour et Dr. J. Philippe, Les anomalies mentales chez les
écoliers, París, Alean, 1905.
La escuela obligatoria
131
33
P. Boudieu et J.C. Passeron, La reproduction, París, Ed. de M inuit, 1970,
p. 125, 128, 129. (Traducción, castellano, Ed. Laia).
34
Itard, Esquirol, Ferrus, Falret, Voisin, Seguin y sobre todo Bourneville,
médico entonces de Bícetre, el más prestigioso prom otor de las clases espe
ciales.
4S
Informe de la Comisión especial para la creación de escuelas para los
niños anormales, Buletin de la Société pédagogique des directeurs et di
rectrices d'écoles publiques de París.
46 G. Baguer, comunicación al II Congreso de educación social, Bordeaux,
1907.
47
Dr. V. Abadie. "Recensement des enfants anormaux des écoles publiques
de garpons de la ville de Bordeaux". Anuales de l'Alliance d'hygiéne sociale,
6, 1907; Recensement des enfants anormaux des écoles publiques de filies,
Bordeaux, imprimiere de l'avenir de la mutualité, 1,908.
48 Lacoste, "Observation d'une classe d'anormaux" Revue pédagogique,
1922.
Francine MuéI
140
Robert CASTEL
- 143 -
fíobert Castel
144
3 Erving GOFFMAN: Asiles, Trad. frap., Ed. de M inuit, París, 1968, trad.
castellana, Ed. Am orrortu. Buenos Aires, 1973.
4
Paúl BALVET: "Asile et hópital psychiatrique: l'experience d'un établis-
sement rural" Congreso de alienistas y de neurólogos franceses. Masson
1943.
Georges DAUMEZON y Philippe KOECHLIN: "L a Psychothérapie insti-
tutionneile francaise contemporaine" Ana'is Portugueses de Psiquiatría, 4 (4 ),
diciembre 1952.
Génesis y ambigüedades
149
la ventaja del enfermo con el bien general" (Déla législation relativaaux alie-
nét et aux enfants assistés, Berger —Levrault, Paris 1833, T. II, pg. 316) (So
bre la institucionalización del manicomio en 1838 y la política de salud men
tal en el s. X IX puede consultarse la obrada Robert CASTEL: E l orden psi
quiátrico publicada en esta misma colección de Ed. de la Piqueta). Los psi
quiatras que en la actualidad se sorprenden de su suerte por haber encontra
do amigos en el ministerio son tan ingenuos como este honorable parlamen
tario.
10 H. DUCHENE: "Les Services psychiatriques publiques extra-hospitaliers"
Congrés de psychiatrie et de neurología de langue franpaise de Tours, Masson
1959.
1 1 Existen evidentemente otras razones, entre las que hay que situar en p ri
mer lugar la penuria de medios financieros y humanos y el bloqueo de las bu
rocracias administrativas. Pero esto no es una razón para olvidar el peso de
las tradiciones propias del medio psiquiátrico en sí mismo.
Génesis y ambigüedades
153
rencia institucional, e tc.—, que iba a suponer una gran atracción para
un número creciente de jóvenes psiquiatras del "cuerpo".
-P e ro lo que puede parecer un accidente histórico es de hecho
el síntoma de una característica importante de la psiquiatría fran
cesa. Y a he subrayado que el momento de reforma de la postguerra
había estado motivado tanto por una voluntad política como médi
ca (o mejor, para señalar el núcleo de la ambigüedad, sobre el que
será preciso volver, por una voluntad que se pensaba a la vez e
indisociablemente política y médica). Esta preocupación política
del ala dinámica de la psiquiatría es una particularidad del medio
francés que no se encuentra en las estadísticas pero que implica
diferencias reales muy importantes en relación al medio anglosajón
por ejemplo, en donde el desnivel es mucho más neto entre los
profesionales que plantean el problema psiquiátrico en términos
esencialmente técnicos (eficacia, racionalidad, rentabilidad) y las
diferentes variedades de "alternative psychiatry" o de antipsiquia
tría en franca ruptura con el sistema. Digamos para abreviar que la
mayor parte de psiquiatras franceses que no se contentaron con
perpetuar el statu quo o con seguir las modas tienen mala concien
ciar Se plantean una serie de cuestiones —que parecerán ingenuas a
- la mentalidad positivista— sobre la significación de su trabajo en un
contexto social más amplio, sobre sus finalidades objetivas en tér
minos de reajuste a las normas sociales dominantes, ^obre su partici
pación en el control social, etc.
A estos escrúpulos el psicoanálisis —y particularmente esta es
cuela lacaniana que desarrolla una ideología de la no adaptación,
del descubrimiento de la verdad inconsciente del sujeto, e t c ...-
parece haber aportado una solución. Muchos psiquiatras de entre
los más imaginativos y audaces consideraron que una referencia
purista a las categorías del discurso inconsciente bastaba para cam
biar el sentido objetivo de la práctica psiquiátrica, haciendo una
actividad liberadora congruente con una opción política radical. Yo
creo que en gran medida se trata de una ilusión. Sin embargo esto
no es razón para negar que marca diferencias importantes con
lo que pasa en otras partes. En los Estados Unidos, por ejemplo, no
faltan instituciones psiquiátricas dirigidas por psicoanalistas. Es so
bre todo el caso de aquellas instituciones m. caras, puesto que la
formación psicoanalítica es, para la carrera, un modo de triunfar
que escogen los psiquiatras más brillantes y más ambiciosos. Pero
con frecuencia en dichas instituciones se hace cualquier cosa —
behaviour m odificaron, transactional analysis, fam ily therapy,
e tc — con excpeción de psicoanálisis. En Francia tampoco es sufi
ciente que un jefe de servicio, e incluso todo el equipo terapéutico,
sea de orientación psicoanalítica para qué la institución funcione al
modo psicoanalítico. Como en todas partes, el psicoanálisis cambia
las racionalizaciones de las prácticas más que las prácticas mismas.
Génesis y ambigüedades
157
17
Véase el numero especial de la Information Psychiatrique de 1973. bajo
la dirección de Lucien BONNAFE: "Dossier Corbeil: por une psychiatrie
differenta", que reúne al mismo tiempo antiguos textos de Bonnafé.
18 J,. HOCHMANN: Pour une psychiatrie communautaire, Ed. du Seuil,
1970.
Roben Castel
160
20
Ver fíd t» e t form etion du penonnel m firm ie r psychiatrique. Rapport
d'Assistence presenté au Congrés de psychiatrie et neurologie de langue fran-
paiia d'Auxerre, Matson Ed., París 1974.
fíobert Coste)
U SL
<4¿n ¡d o sco n el nombre de "control comunitario", ha supuesto a llí
dha influencia decisiva pera la evolución de la medicina mental en
, efcOMao de « to s diez últimos años particularmente, en concreto, y
M r-at por casualidad, entre los grupos étnicos politizados},. Las
relacionas de fuerza pueden sin embargo cambiar ya que una politi-
' '«tadtosector, al dwplarar el bastión médico-administrativo, al seo
«M iarlo-en múltiples instituciones e integrar nuevos agentes y nue-
yfKtaliados, to vuelve frágil.