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INST.

MARIANO MORENO

4TO A -B-C-D-
2023

:
ALUMNO

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DOCENTE: MARIANA MUÑOZ

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Cuento de Pinocho

Había una vez, un viejo carpintero de nombre Gepetto, que


como no tenía familia, decidió hacerse un muñeco de madera
para no sentirse solo y triste nunca más.

“¡Qué obra tan hermosa he creado! Le llamaré Pinocho” –


exclamó el anciano con gran alegría mientras le daba los últimos retoques. Desde ese
entonces, Gepetto pasaba las horas contemplando su bella obra, y deseaba que aquel
niño de madera, pudiera moverse y hablar como todos los niños.

Tal fue la intensidad de su deseo, que una noche apareció en la


ventana de su cuarto el Hada de los Imposibles. “Como eres un
hombre de noble corazón, te concederé lo que pides y daré vida a
Pinocho” – dijo el hada mágica y agitó su varita sobre el muñeco de
madera. Al momento, la figura cobró vida y sacudió los brazos y la
cabeza.

– ¡Papá, papá! – mencionó con voz melodiosa despertando a Gepetto.

– ¿Quién anda ahí?

– Soy yo, papá. Soy Pinocho. ¿No me reconoces? – dijo el niño acercándose al anciano.

Cuando logró reconocerle, Gepetto lo cargó en sus brazos y se puso a bailar de tanta
emoción. “¡Mi hijo, mi querido hijo!”, gritaba jubiloso el anciano.

Los próximos días, fueron pura alegría en la casa del carpintero. Como todos los
niños, Pinocho debía alistarse para asistir a la escuela, estudiar y jugar con sus
amigos, así que el anciano vendió su abrigo para comprarle una cartera con libros y
lápices de colores.

El primer día de colegio, Pinocho asistió acompañado de un grillo para aconsejarlo y


guiarlo por el buen camino. Sin embargo, como sucede con todos los niños,
este prefería jugar y divertirse antes que asistir a las clases, y a pesar de las
advertencias del grillo, el niño travieso decidió ir al teatro, a disfrutar de una
función de títeres.

Al verle, el dueño del teatro quedó encantado con Pinocho: “¡Maravilloso! Nunca había
visto un títere que se moviera y hablara por sí mismo. Sin dudas, haré una fortuna
con él” – y decidió quedárselo. Este aceptó la invitación de aquel hombre ambicioso,
y pensó que con el dinero ganado podría comprarle un nuevo abrigo a su padre.

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Durante el resto del día, Pinocho actúo en el teatro como un títere más, y al caer la
tarde decidió regresar a casa con Gepetto. Sin embargo, el dueño malo no quería que
el niño se fuera, por lo que lo encerró en una caja junto a las otras marionetas. Tanto
fue el llanto de Pinocho, que al final no tuvo más remedio que dejarle ir, no sin antes
obsequiarle unas pocas monedas.

Cuando regresaba a casa, se topó con dos astutos bribones que querían quitarle sus
monedas. Como era un niño inocente y sano, los ladrones le engañaron, haciéndole
creer que si enterraba su dinero, encontraría al día siguiente un árbol lleno de
monedas, todas para él.

El grillo trató de alertarle sobre semejante timo, pero Pinocho no hizo caso a su
amigo y enterró las monedas. Luego, los terribles vividores esperaron a que el niño
se marchara, desenterraron el dinero y se lo llevaron muertos de risa.

Al llegar a casa, Pinocho descubrió que Gepetto no se encontraba, y empezó a


sentirse tan solo, que rompió en llantos. Inmediatamente, apareció el Hada de los
Imposibles para consolar al triste niño. “No llores Pinocho, tu padre se ha ido al mar
a buscarte”.

Y tan pronto supo aquello, Pinocho partió a buscar a


Gepetto, pero por el camino tropezó con un grupo de niños:

– ¿A dónde se dirigen? – preguntó Pinocho

– Vamos al País de los Dulces y los Juguetes – respondió uno


de ellos – Ven con nosotros, podrás divertirte sin parar.

– No lo hagas, Pinocho – le dijo el grillo – Debemos


encontrarnos con tu padre, que se ha ido solo y triste a buscarte.

– Tienes razón, grillo, pero sólo estaremos un rato. Luego le buscaré sin falta.

Y así se fue Pinocho acompañado de aquellos niños al País de los Dulces y los Juguetes.
Al llegar, quedó tan maravillado con aquel lugar que se olvidó de salir a buscar al
pobre de Gepetto. Saltaba y reía Pinocho rodeado de juguetes, y tan feliz era, que
no notó cuando empezó a convertirse en un burro.

Sus orejas crecieron y se hicieron muy largas, su piel se tornó oscura y hasta le salió
una colita peluda que se movía mientras caminaba. Cuando se dio cuenta, comenzó a
llorar de tristeza, y el Hada de los Imposibles volvió para ayudarle y devolverlo a su
forma de niño.

– Ya eres nuevamente un niño bello, Pinocho, pero recuerda que debes estudiar y ser
bueno.

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– Oh sí, señora hada, a mí me encanta estudiar – dijo Pinocho y al instante, le quedó
crecida la nariz.

– Tampoco debes decir mentiras, querido Pinocho.

– No, para nada, nunca he dicho una mentira – pero la nariz le creció un poco más –
¡Y siempre me porto muy bien!

Pero al decir aquello la nariz le creció tanto, que apenas podía sostenerla con su
cabeza. Con lágrimas en los ojos, Pinocho se disculpó con el Hada y le prometió que
jamás volvería a decir mentiras, por lo que su nariz volvió a ser pequeña. Entonces,
él y el grillo decidieron salir a buscar a Gepetto. Sin embargo, cuando llegaron al
mar, descubrieron que el anciano había sido tragado por una enorme ballena.

Enseguida, se lanzó al agua, y después de mucho nadar, se encontró frente a frente


con la temible ballena. “Por favor, señora ballena, devuélvame a mi padre”. Pero el
animal no le hizo caso, y se tragó a Pinocho también. Al llegar al estómago, se
encontró con el viejo Gepetto y quedaron abrazados un largo rato.

– Tenemos que salir cuanto antes, Pinocho – exclamó Gepetto

– Hagamos una fogata papá. El humo hará estornudar a la ballena y podremos escapar.

Y así fue como Pinocho y su padre quedaron a salvo de la ballena, pues estornudó tan
fuerte que los lanzó fuera del vientre y lograron escapar a tierra firme. Cuando
llegaron a casa, este se arrepintió por haber desobedecido a su padre, y desde
entonces no faltó nunca a clases, y fue tan bueno y disciplinado, que el Hada de los
Imposibles decidió convertirlo en un niño de carne y hueso, para alegría de su padre,
el viejo Gepetto, y del propio Pinocho.

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ÍNDICE
El gato con botas 2
Juanito y las habichuelas magicas 4
El traje nuevo del Emperador 5
Cuento de Pinocho 7
Amor en la biblioteca 10
Y un valsecito a la luna 11
Himno a los pájaros 11
A la mancha 12
¿Quién va a cantar? 12
La cigarra y la hormiga 13
La liebre y la tortuga 14
El caballo y el jabalí 15
La zorra y la cigüeña 16
Leyenda de la yerba mate 17
Las aventuras de Robin Hood 17
El rey Ricardo 19
Las termas de Copahue 21
No me animo 25
Las aventuras de chico guantes 26
Yo, Matías 30
Nació el primer koala 31
Noticias 32
El Batman solidario 33
El cafetero que perdió herramientas 33
De cartas y colecciones 34
Carta a Olivia 35
Carta al director 36
Carta de Miguel 37
Correo electrónico 38
Ensalada de frutas 39
Receta para un pastel de ciruela 39
¿Cómo cultivar girasoles en casa? 40
INDICE 42

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