Está en la página 1de 2

 

REFLEXIÓN  SOBRE EL SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO


La educación se concibe como un proceso fundamental para el desarrollo integral de las personas
que conforman familias, comunidades, pueblos y naciones. Es mediante la educación que se
modela la conducta y se fijan los valores esenciales de la cultura, idiosincrasia, política y economía
que los países y sus instituciones gubernamentales establecen como patrones acordes para su
progreso.
En Venezuela se observan rasgos más definidos acerca del propósito que la legislación venezolana
establece para la educación; entre ellos, desarrollar la personalidad, en sentido de identificar y
promover los talentos individuales de cada ser humano, a fin de armonizarlos con el crecimiento
colectivo de la sociedad, mediante el proceso educativo que conlleva a la integración de los ejes
curriculares y programas de contenido educativo, con la meta de contribuir al desarrollo nacional.
Evidentemente, se observa que el perfil de la persona que se pretende formar, apunta a conformar
una sociedad cuya base fundamental sea la familia y la valorización del trabajo. Aquí se da el lugar
esencial a la familia, pues allí es donde se inicia y complementa verdaderamente el sistema
educativo, si se tienen familias bien formadas, con valores nobles como la honestidad, la confianza,
la sensatez, buena comunicación, entre otros, también se tendrán buenos profesionales, obreros,
maestros, militares, técnicos, artistas, deportistas, entre otros.
Observamos que la educación también se plantea formar un individuo que posea características de
relevancia universal o mundial, como es fomentar las relaciones pacificas entre las naciones, la
conservación del medio ambiente, el cuidado de los recursos naturales no renovables. Además, fijar
la visión geopolítica de integración regional con los países vecinos a quienes también llamamos
países hermanos, buscando establecer vínculos de empatía y solidaridad que conlleven al progreso
mutuo.
El sistema educativo venezolano está conformado por niveles y modalidades; en los niveles
hallamos, educación inicial, primaria o básica, media-diversificada-profesional y la educación
superior. Entre las modalidades que se ofrecen encontramos, educación especial, educación de
adultos, educación a distancia, entre otros.
En cada una de estas fases, se encuentran los actores educativos, entiéndase por: estudiantes,
profesores, maestros, directivos, administradores, personal de mantenimiento e infraestructura,
también los padres y representantes, todos ellos componen el proceso educativo, son los
responsables de dinamizarlo y contribuir al logro de los objetivos que se plantean alcanzar con la
educación en Venezuela. Estos actores son importantes, la ausencia de alguno de ellos afecta por
ende al resto de los actores y deprime el proceso educativo. Es el docente, profesor, maestro o
facilitador, en quien recae la responsabilidad de conducir los procesos de enseñanza y aprendizaje
de manera que los contenidos que debe transmitir sean captados en su mayor proporción por el
estudiantado, esto va a depender del talento y la debida capacitación que se tenga para dispensar
los conocimientos de modo que pueda cubrir las áreas fundamentales del proceso educativo,
tocantes a los aspectos: cognoscitivos, emotivos o emocionales, y psicomotrices.
Por consiguiente, en la actualidad el sistema educativo venezolano se plantea, “la municipalización
de la educación” en la fase de estudios superiores, con la meta de promover la especialización
técnica y profesional, que permita atender los ejes de desarrollo diseñados por las políticas del
estado Venezolano. Entre estas áreas tenemos, la educación ambiental, la comunicación social,
asistencia médica y la formación de docentes capaces de comunicar una enseñanza acorde con la
realidad y las necesidades autenticas de nuestro pueblo.
Venezuela se perfila para ser un país cuyas oportunidades de estudio en sus diversas fases, sean
amplias y variadas de modo que se pueda brindar asistencia educativa a todos los niveles de la
población, garantizando una formación cabal y precisa que forme un ciudadano consciente de los
valores patrios, de la riqueza cultural y más aún de la importancia de preservar la integridad de
núcleo familiar. Más que un docente eficiente que solamente maneje las corrientes teóricas de la
educación, se requiere de un docente sensible atento al bienestar integral del grupo que le
corresponde educar, ofreciendo una aplicación satisfactoria de los contenidos educacionales, de
modo que sean aprendidos con eficacia.
María Fernández

También podría gustarte