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registro nº 198

En la ciudad de La Plata, a los 19 días del mes de octubre de dos mil seis, reunidos en

acuerdo ordinario los señores jueces de la Excma. Cámara Segunda de Apelación en lo

Civil y Comercial, Sala Tercera, doctores Blas Enrique Billordo y María Cristina Mendivil,

para pronunciar sentencia en los autos caratulados: "DURO JORGE MARIANO C/ZIN-

GARO AUTOMOTORES SA Y OTROS S/RECLAMO CONTRA ACTOS DE PARTICU-

LARES" (causa nº 107.050), se procedió a practicar la desinsaculación prescripta por

los arts. 168 de la Constitución Provincial, 263 y 266 del Código Procesal Civil y Comer-

cial, resultando de ella que debía votar en primer término el doctor Billordo.

LA EXCMA. CAMARA RESOLVIO PLANTEAR LAS SIGUIENTES CUESTIONES:

1ra. ¿ Se encuentra ajustado a derecho el decisorio dictado a fs. 416/449?

2da. ¿ Que pronunciamiento corresponde dictar?

A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA EL DR. BILLORDO DIJO:

I) En ese pronunciamiento el Sr. Juez "aquo" desestimó en "todas sus partes" la

demanda entablada por el actor planteada contra "Z. A. S.A" y el "B. R. de L.P. S.A";

desestimó también la excepción de defecto legal opuesta por el demandado; impuso las

costas a la accionante, salvo las devengadas por esa excepción que se imponen a la

codemandada que la opuso y postergó la regulación de honorarios hasta que quede fir-

me la sentencia.-

Contra esa forma de decidir apelan los accionantes a fs. 450, haciendo lo propio

a fs. 454 el demandado.-

A fs. 459/474 obra el memorial de agravios de los accionantes y a fs. 480/48 el

de la restante recurrente.-
A fs. 488/490 va la réplica del demandado constando a fs. 492/499 la de "B. R. d

L. P. S.A" y a fs. 500/503 la de los actores.-

Finalmente a fs. 512/515 obra dictamen del Sr. Fiscal de Cámaras en los térmi-

nos del art. 52 de la ley 24.240.-

En síntesis meramente enunciativa que concreto a fin de la valoración de aque -

llas pormenorizaciones que pudieran tener gravitación en este continente recursivo, han

expresado los accionantes su disconformismo con lo decidido señalando en la farrago -

sa pieza de fundamentación, que la publicidad que se cuestiona en este trámite resultó

engañosa y abusiva, que esta se debe integrar al contrato relacionado con ella, que se

ha ignorado lo dispuesto por los arts. 7º y 8º de la ley 24.240 y las reglas de interpreta -

ción de la publicidad comercial, que se advierten numerosos y gruesos errores en la in -

formación vertida y que no se mencionó nunca "el importe del adicional bonificable"

(sic), que el actor ha cancelado puntualmente las 36 cuotas que se obligó a pagar abo-

nando el saldo de su obligación que no se consideró oblada, que el precio anunciado

en el aviso del automóvil que adquirió al demandado mediante financiación de un crédi-

to prendario que contrajo con el "B. R. d L. P. S.A." consistió en una entrega de $ 7.395

y 36 cuotas de $ 285 o sea $ 16.683, que lo ofertado y aceptado por él fue pagar "al

día" las cuotas u obligaciones mensuales asumidas sin cancelarlas anticipadamente

para gozar de la bonificación del 30%, que no aparecieron publicadas las demás condi-

ciones que pretendía hacer cumplir el Banco al consumidor y que tienen la misma enti-

dad e importancia que las dos únicas condiciones enunciadas en la publicación y que

harían decaer "la bonificación", tal como lo era la cláusula incorporada como "1 A." en el

contrato de crédito prendario que suscribió con el Banco codemandado en cuanto no

debía incurrir en mora o atraso alguno en cualquiera de los productos que hubiera con-
tratado con esta entidad, lo cual entiende configuró un engaño al que se indujo a los

destinatarios de la publicidad del plan "cuotitas" en tanto lo ofertado y aceptado por el

consumidor consistía para obtener la bonificación ofrecida, en pagar al día cada una de

las cuotas u obligaciones mensuales asumidas sin cancelarlas anticipadamente para

gozar esa bonificación del 30%. También sostienen en esa pieza que existe responsabi-

lidad solidaria del demandado en los términos del art. 40 de la ley 24.240, pues está

probado que éste publicó "la oferta", los asesoro sobre las condiciones de financiación y

compra del automóvil a través de un empleado, quien confeccionó el presupuesto de su

puño y letra e hizo firmar todos los formularios y la documentación bancaria incluyendo

el contrato de prenda con registro, informó sobre la financiación y entregó el automotor,

es decir que ambas empresas -la concesionaria y el banco- formaron parte de la "cade -

na o red de comercialización del producto", cuestiona la apreciación efectuada por el

sentenciante de la precedente etapa respecto a la prueba confesional rendida por ellos

y la valoración de la condición de contratantes expertos que les adjudica contraponien -

do a ello, según lo referencian, la protección que brinda de los derechos del consumidor

la ley 24.240, que advierten que ha mediado error de interpretación en la cronología de

los hechos pues recién luego de 35 meses de firmado el contrato que cuestionan tuvie-

ron una copia de él lo cual evidentemente no posibilitó que pudieran pedir la revisión de

cláusulas abusivas en el tramo del cumplimiento normal de la obligación, que procedie-

ron a cerrar sus cuentas en el B. R. ante la falta de respuesta que medió por parte de

esta entidad luego que formularan denuncia ante la Oficina Municipal de Defensa del

Consumidor, que el contrato suscripto tiene cláusulas predispuestas incumpliéndose

así con las previsiones de los arts. 4 y 37 de la ley 24.240, pues las condiciones introdu -

cidas de no registrar atrasos o mora en "otros productos del banco" son obligaciones
ajenas a la operatoria en la cual fueron previstas y extrañas al contrato y aún cuando

hayan sido leidas nunca pudieron saber en realidad cuales podían ser "los productos" a

los que se refería el condicionamiento de la bonificación, siendo esta cláusula violatoria

de la buena fe negocial, pues en la "ocasión" no contrataron ningún "producto" y no fue -

ron debidamente asesorados por el vendedor del automóvil en el momento de ofrecer el

plan, de esas especiales circunstancias determinantes para su cumplimiento, no pu-

diendo imaginar que "un atraso" en el pago de sus tarjetas de crédito "anteriores" que

"casualmente " le representaba la pérdida de la bonificación en el precio del automóvil

adquirido, que el propio banco "acusa" de mal asesoramiento al codemandado ante las

autoridades administrativas que intervinieron en la denuncia que efectuó, que las 36

cuotas pactadas fueron abonadas en término, que nunca trataron con la entidad banca-

ria, que no se ha interpretado debidamente la prueba, que el único "producto contrata -

do" era el vehículo vendido en las condiciones que le ofreció el vendedor según su de-

claración testimonial que obra en autos, que "el banco" según la prueba confesional

rendida por su representante desconoció que se les haya entregado copia del contrato

prendario, que el representante del codemandado reconoció que las condiciones de

venta son las que formulara el vendedor, que es erróneo sostener que la pérdida de "la

bonificación" no hace más gravosa la obligación pues el pago del saldo del precio solo

estaba representado por el pago de "36 cuotitas" y condicionada esa bonificación a su

cancelación en término. Puntualizan en otras y extensas pormenorizaciones que se han

reiterado en el memorial la "existencia" de una relación de consumo, que desconocieron

mediaran cláusulas que extendían sus obligaciones hacia el pago de servicios ajenos al

contrato; detallan sus reclamos indemnizatorios, cuestionan la imposición de costas que

pesa sobre sus personas, aluden a la decisión recaída con relación a éstas mismas
cuestiones ante el Juzgado de Faltas Nº2 del Municipio Platense, requiriendo finalmente

se haga lugar a las "cuestiones planteadas".-

Por su parte la codemandada "B. R. d L. P. S.A" cuestiona la imposición de cos-

tas que se estableció en el pronunciamiento de la instancia precedente respecto a la

"excepción de defecto legal" pues entiende que medió un allanamiento a ella por parte

de los accionantes por lo cual corresponde que éstos las carguen.-

II) Conforme al tenor de los agravios que vienen a esta alzada, cabe conceptuali-

zar en primer término que el art. 7º de la ley 24.240 dispone la eficacia vinculante para

el oferente de toda oferta dirigida al público y por su parte en el art. 8º del mismo plexo

normativo se prevé que el contendido de la publicidad integra el contrato celebrado con

el consumidor.-

Por ello es que, los contratos obligan no sólo a lo expresamente pactado, sino a

todas las consecuencias -queridas o no- que, según la naturaleza del negocio sean

conforme a la buena fe, al uso y a las normas imperativas, por lo que cabe superar la vi -

sión documentalista del contrato e incluso la visión voluntarista, y por tanto el contrato

no es sólo un acto de la autonomía de la voluntad, es decir no es ya esa la única fuente

normativa de las obligaciones que de él derivan (arts. 1137, 1198 del C.Civil; arts. 7º y

8º ley 24.240; Cfr. Belluscio "Código Civil Anotado..." tº 8º pág. 894/895).-

Debiendo particularizarse entonces en ese derrotero que, las precisiones formu-

ladas en la publicidad obligan al oferente, es decir que todo cuanto se exprese en la pu-

blicidad sobre la naturaleza, características del bien y condiciones de la contratación in-

tegran el contenido del contrato, lo cual no implica que los mensajes publicitarios deban

contener tales precisiones pues la ley no puede imponer una exigencia de objetividad

en toda publicidad pero sí se exige veracidad, y asimismo ha de valorarse que cuando


en una oferta se hubieren incluido precisiones contradictorias se estará siempre a las

más favorable al consumidor o usuario (arts. 1137, 1198 del C.Civil; 218 del C.Comer-

cio; arts. 7º y 8º de la ley 24.240; Cfr. Belluscio ob. citada pág. 894/895).-

Con esa clara preceptiva, valorando que el cometido de la ley 24.240 en su nor-

mativa es corrector, complementario e integrador para estos supuestos, más no sustitu-

tivo de la regulación general contenida en la restante legislación civil y comercial (Cfr.

Farina "Defensa del Consumidor y del Usuario" págs. 22/23 Nº 15; Cfr. esta Sala causa

106.208 RSD; 58/06), deben evaluarse los elementos sustanciales y vinculantes que

componen a la contratación en análisis (arts. 34 inc. 4º, 163 inc. 6º, 33, 354, 496 del

CPCC; art. 1198 del C.Civil; art. 218 del C.Comercio).-

Conforme a los reconocimientos que surgen de las absoluciones de posiciones

de los representantes de los codemandados, que corren a fs. 278/278 vta. y fs. 281/281

vta. y el escrito de réplica de ese Banco de fs.194/199, esas instituciones se hallaban

vinculadas a los fines de la comercialización de automotores "Okm." mediante el otorga-

miento de créditos prendarios, admitiendo también la firma automotor que "se promocio -

naban esas operaciones en forma periodística, designándose "al plan" como "cuotitas",

lo cual también consta en el contrato de crédito prendario que corre a fs. 37/39 que fue

concertado, habiéndose relacionado los accionantes con esta firma de compra-venta de

automotores y ese banco a través de uno de esos planes (arts. 330, 354, 415, 421 del

CPCC; art 450 y sgtes. del C.Comercio; decreto ley 15.348/46).-

De ahí entonces, ha de verse que, conforme a la publicidad de "esa operatoria",

la cual como se decía responde a una actividad "conjunta" de "enajenación" de bienes y

servicios , pues por un lado el codemandado vende un automóvil "Okm." y la entidad fi -

nanciera otorga un crédito para abonar parcialmente su precio en la mayor parte, con el
consiguiente lucro que genera para esas entidades la captación del cliente por la adqui -

sición y el financiamiento de su precio se anunciaba la negociación -en forma textual:

"Escort Cross, con aire acondicionado, saldo en 36 cuotas de $ 258 , tomamos Bono

Plan Canje, financiación exclusiva B. R.. Precios en dólares estadounidenses 16.683,

TNA 14%, sujeto al cumplimiento en término de todas sus obligaciones y a que no se

efectúen cancelaciones anticipadas. Un adicional bonificable, de acuerdo a cumplimien-

to de pago con el Banco" (art. 450 y sgtes.del C. de Comercio; arts. 21 y 24 ley 21.526,

decreto ley 15.348/46; arts. 7º y 8º ley 24.240; arts. 902, 918, 919 del C.Civil; art. 354

del CPCC; reconocimiento de ese aviso a fs. 194 vta. y 213 en las réplicas de los code-

mandados).-

Se advierte sin hesitación entonces, porque resulta de la sumatoria de la entrega

de U$S 7.395 y el saldo de "36 cuotas de $ 258" y porque está explicitado en ese aviso

que el precio para la adquisición conforme a las modalidades de la contratación anun -

ciadas alcanzaba a dólares 16.683; exponiéndose así un precio menor al "de lista" que

trepaba a U$S 17.790, según el aviso, no constando allí -en ningún tramo- que existían

a más de esas condiciones anunciadas "otras" para lograr ese "diferenciado" precio me-

nor (art. 218 del C.Comercio, art. 1198 del C.Civil; arts. 7º y 8º ley 24.240).-

Y así se lo sostiene, sin perjuicio de señalar como antes se lo decía, que si bien

los mensajes publicitarios no deben contener necesariamente previsiones sobre la con-

tratación, lo cierto es que éste las contenía y por lo tanto quedó de tal modo signada

con esos contenidos la oferta que se volcara públicamente respecto a la venta de ese

bien -automotor- y servicio oneroso- crédito bancario- pues no puede desligarse ese

precio de las condiciones de financiación ofrecidas, en tanto directamente se lo "involu -

craba" en el cumplimiento de ésta, detallándose sólo explícitamente que estaba sujeto


el mismo al cumplimiento en término de "todas sus obligaciones y a que no se efectua-

ran cancelaciones anticipadas", más no se especificaba que no debían mediar incumpli-

mientos o ausencia de morosidad para aquellas personas que tuvieran "otras negocia-

ciones" con ese banco y que ello significaría incremento del precio "obtenido" al "au-

mentarse" el valor del capital financiado en U$S 2.982 (arts. 7º y 8º ley 24.240, contrato

prendario a fs. 37 vta.; avisos agregados a fs. 145 vta. en copia).-

Y ello se lo destaca, pues como reza el contrato de crédito prendario de fs.

37/39 en la cláusula "1A" de su anexo "Crédito Prendario -Plan Cuotitas- Continuación

del Contrato de Prenda con Registro", se especificó que para hacerse acreedor a la "bo-

nificación" que determinaba finalmente el precio de U$S 16.683, a más de esas condi -

ciones previstas en la oferta debía el contratante -adquirente- deudor prendario, "no ha -

ber incurrido en mora o atrasarse en alguno de los productos que hubiera contratado

con el Banco", lo cual no constaba como se vio como condición de la oferta publicitaria -

mente difundida. Y tampoco fue especificado en el "presupuesto" o explicitación escrita

del precio que formuló el vendedor de la empresa automotriz, cuando lo hizo personal-

mente con el actor, según consta en el formulario impreso que va a fs. 100, reconocido

por éste último como por él confeccionado en los términos manuscritos que contiene

(testimonio de fs. 407, arts. 1137, 1198 del C.Civil; art. 456 del CPCC).-

Por otra parte, en la reconocida presentación que efectuó la apoderada del B. R.

d L. P. S.A. ante la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor, el 11 de Marzo de

año 2004 en razón de la denuncia que a raíz de estos mismos hechos fue planteada

en esa sede administrativa calificó al "plan" como de "premios y castigos", señalando

que debía premiarse con una "bonificación" del monto del préstamo a quién cumple con

todas las obligaciones en término con el Banco acreedor y se castiga con la pérdida del
premio a quién no lo hace, diciendo también que el contrato prendario fue firmado en la

concesionaria demandada quien intervino en la operación del crédito ( testimonio de fs.

288 de la mencionada y escrito agregado a fs. 113; art. 456 del CPCC; art. 1012 del C. -

Civil).-

Conforme con lo que se viene reseñando, resulta que tanto la empresa de venta

de automotores como el banco demandado, publicitaban masivamente "una operatoria"

o "plan" para la adquisición de automotores "O km.", entre ellos el del accionante, que

no traducía finalmente en forma clara y precisa las condiciones del mismo -calificado

por la representante de la entidad bancaria como de "premios y castigos"- pues no apa-

rece definido en esa publicidad con todas sus características, ya que sólo se preveen

allí especialmente y en forma explícita como condición del precio de venta, el no atraso

de las 36 cuotas y que su pago debía hacerse sin anticiparlo, las que confrontan con la

referida cláusula "1A" del contrato prendario relacionado donde "se incorpora" también

como condición la falta de atraso o morosidad de "otros productos" del banco.-

En esos términos, ante esa "dualidad que resulta de las estipulaciones que han

de considerarse como integrantes de la contratación, por un lado la oferta publicitaria

masiva y la escrita suministrada por la concesionaria demandada en la cual se detalló la

operación y por otro el "crédito prendario", que ofrece en definitiva condiciones disímiles

para "la obtención" del precio del vehículo, elemento que evidentemente es determinan-

te para la adquisición, pues ante vehículos "O km." que normalmente son iguales o simi-

lares en sus cualidad uno menor así aparece como relevante, por lo cual han de primar

las que sean más favorables al consumidor o usuario, ha de carecer de operatividad o

eficacia la cláusula "1 A." del contrato prendario referenciado (arts. 7º y 8º ley 24.240;
Cfr. Belluscio "Código Civil Anotado..." tº 8º pág. 895 y 928/929 con las citas de Loren-

zetti y Gabriel Stiglitz al pie de las mismas).-

Y a ello no obsta la mayor instrucción o calificación social que tenga el adquiren-

te o que pudiera haber mediado la lectura acabada y aún entrega del contrato prendario

en cuestión en el acto de concertarse la operación, pues lo cierto es que no medió un

acto o actividad por parte de "quiénes ofrecían" esa contratación para esclarecer debi-

damente los términos de las distintas y equivocas estipulaciones que resultan de esa

"integración" del pacto, traducida por la oferta publicitaria, "el presupuesto" de la opera -

toria y el crédito prendario en cuestión que sumaba condiciones, pues en definitiva quié-

nes formularon esas cláusulas de tal forma, debieron conforme a los principios de bue -

na fe y lealtad que deben presidir a las contrataciones esclarecer esos "equívocos", cir-

cunstancia que no está acreditada la hayan llevada a cabo en el modo y forma que im-

ponían, esto es señalar como lo pretenden que también tenía eficacia la cláusula "1 A"

inserta en el contrato prendario, que agrega otras condiciones referidas a negociacio-

nes ajenas a la propia compra del auto que con anterioridad no se explicitaron y que

"afectan" decididamente sobre un elemento sustancial del contrato como es su precio

(arts. 1137, 1198 del C.Civil; arts. 4, 36, 37 ley 24.240).-

En orden a ello debe valorarse que, cuando se comercializan cosas o presten

servicios, es obligatorio para quiénes lleven a cabo esas actividades de mercado, sumi-

nistrar la información veraz detallada, eficaz y suficiente sobre las caracterizaciones es-

enciales de esas prestaciones (art. 4º ley 24.240).-

Se consagra así el derecho subjetivo del consumidor o usuario a ser debidamen -

te informado sobre la naturaleza y demás características de los bienes como también

servicios que adquiere, lo cual constituye un derecho esencial, ya que la mayoría de los
consumidores carece de los conocimientos necesarios para poder juzgar por adelanta-

do las características intrínsecas de los productos o servicios, sus cualidades o defec-

tos, y conocer los riesgos de uso o consumo y las medidas a adoptar para evitarlas.

Siendo la finalidad que persigue el deber de información que al contratar el consumidor

haya formado su consentimiento reflexivamente, pues no puede dejar de tenerse en

mira que a la hora de contratar el consumidor con el comerciante la posición jurídica de

éste es claramente privilegiada respecto de aquel en razón de sus conocimientos relati-

vos a la materia sobre la que versa el contrato, y por lo que la única manera de equili -

brar las posiciones es el acabado suministro de esa información (Cfr. Belluscio "Código

Civil Anotado" tº 8º pág. 887 Nº4; esta Sala causa 106.208 RSD. 58/06).-

Por lo tanto, demandada la nulidad de la cláusula "1 A" último párrafo de la Con-

tinuación del Contrato de Prenda con Registro "Crédito Prendario Plan cuotitas" (fs. 39)

en cuanto allí se prevé como condición del precio del automóvil y del mantenimiento de

la significación del capital prestado "no haber incurrido en mora o atraso alguno en cual-

quiera de los productos que hubiera contratado con el Banco, lo cual como se decía se

constituyó en una cláusula que no fue incluida en la oferta publicitaria ni en los "presu-

puestos" formulados por la firma automotriz, ni está probado que insertada en el acuer-

do de financiación haya sido debidamente explicado su alcance frente a las otras esti-

pulaciones, siendo que podría importar en definitiva incrementar el precio del automóvil

al "aumentar" el capital prestado; teniendo en cuenta que ha sido admitido que los ac-

cionantes abonaran en tiempo y forma las 36 cuotas pactadas "y anunciadas", corres -

ponde propiciar establecer la ineficacia frente a los actores de esa cláusula dando por

cancelado el crédito prendario que ocupa a este proceso (arts. 4, 7, 8, 36, 37 ley

24.240; arts. 260, 261 del CPCC).-


Esa ineficacia que se propicia decidir no alcanza a las restantes cláusulas del

contrato prendario, referenciadas en el escrito de inicio como números. 7, 11 incs. b, c,

y f; número 17 2do. párrafo, pues rechazada la nulidad que se propuso respecto de

ellas por el Sr. Juez "a quo", no fueron motivo de agravio al formularse la apelación

(arts. 260, 261 del CPCC; memorial de fs.459/479).-

Y los referidos a la "competencia" (cláusula 29 del contrato prendario de fs.

37/39) no traducen los disconformismos planteados por ser mera acotación "coloquial y

polemista", al señalarse que "la postura del a quo" es de indiferencia absoluta al Dere-

cho del Consumidor y la transcripción anodina de una resolución administrativa, la críti-

ca, eficaz y abastecida en fundamentos de hecho y derecho que permitan desandar las

precisas, concretas y detalladas pormenorizaciones que desde distintos ordenes en ese

sentido efectivizó el Sr. Juez "a quo" (arts. 260, 261 del CPCC; memorial de agravios a

fs. 461 vta. acápite "a 1", del decisorio apelado especialmente a fs. 435/436).-

III) Los Daños y Perjuicios.

En el escrito de inicio la actora denunció la existencia de daño "material y moral",

trayendo definiciones de éste último sin precisar su monto ni cual es la concreta afecta-

ción patrimonial que sufre, reseñando a renglón seguido que "la pauta básica" sobre la

que ha de partir la indemnización del daño moral es el valor de tasación en el mercado

automotriz del vehículo objeto de la prenda, teniendo en cuenta que este es de $

20.000 considerando que porta un equipo de "G.N.C". También dicen que diariamente

asumen el riesgo de robo del automotor, lo cual implicará que para que cubra el sinies-

tro la Compañía Aseguradora supeditará el pago de la indemnización a la disponibilidad

jurídica del mismo que permanece gravado injustamente (escrito de inicio a fs. 156/157

vta., acápite VIII; arts. 34 inc. 4º, 163 inc. 6º, 330, 496 del CPCC).-
A fs. 211 la codemandada planteó excepción "de defecto legal" pormenorizando

que la actora "intenta" describir el daño ocasionado, acumulando una serie de reclamos

entre los que se halla el deber de información, la partición de los bienes gananciales, el

impedimento de venta del automotor, su desvalorización, devolución de tarjetas de cré-

dito del B. R. y cierre de cuenta corriente, imposibilidad de obtener créditos y hasta la

de cobrar la indemnización en el supuesto que tuviera un siniestro con el rodado, sin

precisar el monto o cuantía de lo que se reclama ni siquiera en forma aproximada (escri-

to de réplica a fs. 212/217).-

Al darse traslado de esa presentación, según el auto firme de fs. 235/235 vta., el

accionante puntualizó que sus reclamos indemnizatorios obedecen a la imposibilidad de

vender el automóvil, que la "pauta básica" para la que se ha de partir para la determina-

ción del daño es el valor de ese vehículo en el mercado, que enfrentan diariamente el

riesgo del robo del automotor con la consiguiente imposibilidad de no cobrar el seguro

por la indisponibilidad de un bien gravado, que media la imposibilidad de obtener finan-

ciamiento bancario debido a un informe "del Veraz" de un grado incumplimiento "tres"

en el mes de Febrero de 2004; y en el capítulo del daño moral sostienen que el actor es

empleado de la Justicia Federal con 20 años de antigüedad, recibe injustas intimacio-

nes, padece las tribulaciones de deambular tratando de demostrar su inocencia en

sede administrativa y judicial exponiendo su imagen a la consideración pública de su

comportamiento de fiel cumplidor y además la situación le impide transferir el dominio

del bien a terceros para liquidar el "bien registrable de carácter ganancial de la sociedad

conyugal disuelta por sentencia firme" (escrito de fs. 240/245 especialmente a fs.

241/241 vta.).-
En esos andariveles y a los fines de establecer los alcances del reclamo indem -

nizatorio cabe precisar que, conforme a las normas de los artículos 10 bis de la ley

24.240 según el texto agregado por la ley 24.787 y 40 del mismo plexo legal, correspon-

de según la pretensión ejercitada de acuerdo con la norma del art. 505 del C.Civil anali -

zar la procedencia y eventual cuantía de esos requerimientos, debiendo tenerse pre-

sente que cuando está en juego la responsabilidad civil como en este caso, el hecho

que se considere aplicable un estatuto especial no provoca -por regla y salvo excepción

legalmente establecida- el desplazamiento del régimen genérico del C.Civil (SCBA Ac.

90.501 del 9-11-2005).-

Con ese piso de marcha merituo que, ya sea que se demande en virtud de res -

ponsabilidad que derive desde el orden contractual o extracontractual, corresponde la

carga de la prueba de la relación causal respecto del hecho o actos que se dicen produ -

cidores de daño a quien lo invoca y reclama (art. 375 del CPCC; arts. 505, 901, 906 del

C.Civil; arts. 10 bis y 40 ley 24.240).-

Conforme con ello las pretensiones que se ejercitan respecto a la "devolución de

tarjetas de crédito y débito y pago anticipado de saldo financiado y cancelación anticipa-

da de crédito personal" son improcedentes, habida cuenta que la decisión de esos cie-

rres y cancelaciones como lo referencian los propios accionantes obedeció a sus deci-

siones propias según la misiva agregada a fs. 117, y lo que sostienen en su escrito de

inicio a fs. 146 vta. y 154 vta. acápite "b 3", no exponiéndose así ni advirtiéndose rela-

ción directa con el "thema" de esta controversia, pues las eventualidades propias de

esas negociaciones y la sostenida "pérdida de confianza" que alegan los aquejó y los

determinó a esas actitudes, no pueden endilgarse en los canones de acciones antijurídi-

cas imputables a la institución bancaria ni tampoco menos aún al codemandado quién


respecto a esas contrataciones se constituye en un tercero ajeno a esos avatares y re-

laciones jurídicas (arts. 505, 901, 906, 1111, 1137, 1161, 1197, 1198, 1199 del C.Civil).-

Los reclamos indemnizatorios que se ejercitan respecto a la "Partición del bien

ganancial Truncada", no aparecen tampoco abastecidos con el ingrediente de causali-

dad que pueda ser asignada a los demandados ni surge acreditada la concreta efectivi-

zación de esos perjuicios, pues si bien se acompañó con el escrito de inicio una senten-

cia de "Divorcio Vincular", por la causal objetiva de separación de hecho que correspon -

de a los cónyuges accionantes fechada el 12 de Abril de 2004, y que se dispuso en la

sentencia en copias simples acompañadas, la "Disolución de la Sociedad Conyugal", en

los términos del art. 1306 del C.Civil, no aparece denunciado en esa sentencia el auto-

móvil en cuestión como "integrante" de los bienes que eventualmente correspondían li-

quidar, ni se ha probado tramitación procesal o incidental o de otro modo de esa liquida-

ción, que hayan viabilizado los accionantes, advirtiéndose así, que "no está acreditado"

el daño, pues éste es meramente hipotético o eventual conforme a las particularidades

señaladas, por lo cual no debe ser motivo de reparación (art. 375 del CPCC; arts. 505,

519, 520, 901, 906, 1306, 1313 del C.Civil; art. 9 decreto ley 15.348/46).-

De igual modo debe decirse la improcedencia del reclamo que se trae con rela-

ción a la "imposibilidad de vender el automotor" , pues más allá que no se ha probado

en el proceso que los accionantes hayan encaminado sus "procederes" en ese "fac-

tum", que no han invocado la condición de comerciantes que lucren con operatorias de

compra-venta de vehículos, lo cierto es que tampoco han precisado donde radica el de-

mérito en tanto conservan en su patrimonio del bien, ya que la mera indisponibilidad ju-

rídica del mismo no puede ser considerado como la pérdida de alguna "chance" , pues

ésta se constituye en un daño actual resarcible cuando implica una probabilidad sufi-
ciente de beneficio económico que resulta frustrada por culpa del responsable, pero en

cambio constituye un daño eventual cuando "la chance" representa una posibilidad ge -

nérica y vaga (arts. 505, 519 del C.Civil; art. 9 ley 12.962; esta Sala causa B- 82.318

RSD. 24/96 y 86.274 RSD. 228/97 confirmada por la SCBA en Ac. 70.470 del 16-3-99).-

Es decir que, no se ha señalado ni probado concretamente ese daño que se in -

voca, el cual en todo caso podría apreciarse en la confrontación de valores de enajena-

ción que hubieran de tenerse en cuenta en distintas oportunidades temporales en que

se hubieran registrado disvalores con real y efectiva incidencia económica , circunstan-

cias como se expuso no alegadas ni acreditadas en la contienda (art. 375 del CPCC;

arts. 505, 519 del C.Civil).-

Lo propio cabe sostener con relación a la "Imposibilidad de obtener créditos en

otras entidades financieras", pues aún cuando los accionantes han incorporado a fs.

237/238 un informe denominado "Veraz Personal", donde consta asentado un antece -

dente de morosidad que denota se corresponde con la deuda del crédito prendario que

ocupa el trámite y que la institución bancaria codemandada sostiene impaga, lo cierto

es que en la lectura de ese registro se han asentado otras 8 situaciones que se valoran

según allí consta como "perjudiciales" a la calificación de los reclamantes, no pudiendo

entonces aseverarse que "la anotación" en cuestión sea determinante para esa denega-

toria que sostienen los aqueja, sin perjuicio de señalar que tampoco han acreditado que

alguna institución a la cual hayan concurrido a solicitar la obtención de esos créditos los

hayan rechazado por ese antecedente ni tampoco por esa información ya sea en su

apreciación parcial o total (arts. 163 inc. 5º, 375, 384, 389, 402 del CPCC; arts. 505,

519, 901, 906 del C.Civil; Cfr. esta Sala causa 106.029 RSD. 56/2006).-
Con relación al "Daño Moral", la reclamación se asienta según los accionantes,

conforme a los términos de su escrito de demanda a fs. 155, "... a través de la estima -

ción objetiva que hará el Juez de las presuntas modificaciones espirituales que afecten

el equilibrio emocional de la víctima... que el actor es empleado de la Justicia Federal

con 20 años de antigüedad... recibe injustas intimaciones y padece las tribulaciones de

deambular tratando de demostrar infructuosamente su inocencia en sede administrativa

y ahora judicial exponiendo su imagen a la consideración pública de su comportamiento

de fiel cumplidor... que la imputación de una deuda injustamente reclamada ha ocasio-

nado serios padecimientos e incertidumbre sobre nuestro pasado presente y futuro co-

mercial, hoy afectado por el hecho abusivo denunciado en esta demanda, frustrando

posibilidades económicas de acceso al crédito..." (escrito de demanda a fs. 155/155 vta;

arts. 34 inc. 4º, 163 inc. 6º, 260, 261, 330, 496 del CPCC).-

En esos andariveles cabe precisar, como se ha entendido en precedentes de

esta Sala que, como principio, puede afirmarse que el daño moral debe ser debidamen -

te acreditado aunque, en casos excepcionales y de manera especial en el ámbito extra-

contractual, es posible presumir su existencia hasta tanto se pruebe lo contrario, en-

contrando su explicación esto último, en que el daño se prueba con una presunción que

encuentra como indicio el propio hecho antijurídico -"res ipsa loquitur"-, en que en cier-

tos ilícitos -no todos- dañan a la persona -daños personales- causando un perjuicio en

su cuerpo o en su psique, en la salud o en la integridad física, o afectan el honor, la li-

bertad de movimiento, etc., siendo estos ataques o agresiones los que permiten inferir

el sufrimiento moral.- Más, cuando lo dañado son bienes materiales, cosas muebles o

inmuebles, o las relaciones jurídicas reales o creditorias o intelectuales, no es dable in-

ferir o deducir el sufrimiento moral, de allí que debe probarse acabadamente el menos -
cabo espiritual (ver MOSSET ITURRASPE, J., "Responsabilidad por Daños-Daño mo-

ral", Ed.Rubinzal-Culzoni, 199, tºV pp. 239/240 nº3 y pp. 240/241, nº4; esta Sala causa

97.331 Reg. Sent. 122/02). Asimismo ha de precisarse que en los supuestos de "daño

moral directo", que es aquel que deriva del atentado contra un bien extrapatrimonial,

como los derechos personalísimos (honor, intimidad, etc.) o los atributos del sujeto

(nombre, estado familiar, etc.) o la muerte de una persona con relación al vínculo exis -

tente con sus hijos, es posible tenerlos por acreditados por la prueba de indicios o "pre-

sunciones hominis", esto es acreditado el hecho indiciario por vías directas se infiere el

daño moral del afectado, pues en estos supuestos surge con suficiente grado de certi-

dumbre, conforme a lo que ordinariamente sucede de acuerdo al curso normal de las

cosas, la conexión causal entre el hecho indicador y el indicado -en este caso el daño

moral- (conf. BUERES HIGHTON, "Código Civil...", tº3-A, p.177, parág.7, com.art.1078;

conf.PIZARRO, R.D., "Daño moral-Prevención, reparación, punición", Ed. Hammurabi,

pp.564/566). Más, en los supuestos de "daño moral indirecto", que se configura cuando

el menoscabo a un bien patrimonial a su vez lesiona un derecho espiritual ligado a su

preservación (interés de afección), es resarcible sólo cuando existe una relación espiri-

tual entre la persona y el objeto, distinta y autónoma del interés económico que repre-

senta el objeto, de allí que a pesar de que casi todo daño patrimonial apareja inconve -

nientes y molestias, no se configura siempre un daño moral, pues el interés de afección

es recaudo insoslayable para su resarcibilidad (conf. BUERES HIGHTON, "Código Ci-

vil...", tº3-A pp.177/178, com. art. 1078, con cita de Zavala de González) y el mismo

debe ser debidamente acreditado ya que la relación que existe entre el hecho indicativo

-daño patrimonial- y el hecho indicado -daño moral- no fluye nítidamente (ver PIZARRO,
R.D., Ob.cit., p.566; arts. 375 C.P.C.C.; 499, 522 Código Civil; esta Sala causa 97.331

Reg. Sent. 122/02; esta Sala causa 106.029 RSD. 56/06).

Conforme con ello, merituando que ha quedado reconocida la intimación que

cursara el "B. R. d L. P. S.A", donde se reclamara indebidamente como quedó porme-

norizado antes, segmentos que sostuvo impagos del crédito prendario que ocupa a esta

contienda, lo cual es razonable entender que produce aflicción espiritual (intimación

que corre a fs. 10, reconocida en su autenticidad en los respondes de fs. 194/199 y

211/217), que esa imputación de morosidad obligó a la tramitación de este litigio con la

consiguiente carga de angustia y zozobra que habitualmente produce, que no se ha

acreditado que el accionante o su esposa hayan sufrido descrédito social o familiar en

razón de esa situación, que la condición de empleado judicial no constituye una posi-

ción definitoria a los fines de estimar la procedencia o entidad de lesiones de orden es -

piritual cuando se ha debido "litigar" para definir y establecer una relación jurídico-eco-

nómica y sus consecuencias desde el orden patrimonial, propicio a mi distinguida cole-

ga de Sala establecer por la partida una indemnización de $ 1.500 para cada uno de los

litigantes accionantes (arts. 163 inc. 5º, 165 del CPCC; arts. 505, 522 del C.Civil).-

Esas sumas devengan intereses a la tasa de depósito que abona el Banco de la

Provincia de Buenos Aires en sus operaciones a treinta días desde el 10 de Octubre de

2003, en que medió intimación por parte del "B. R. d L. P. S.A" al pago de las sumas

que indebidamente se reclamaban por los accionantes y hasta el pago efectivo, tenien-

do en cuenta que en esa fecha inicial se concretó hacia los mencionados el reclamo

que generó esos deméritos (arts. 505, 509, 522, 622 del C.Civil, textos y doctrinas).-

IV) A tenor de lo que se viene decidiendo, corresponde establecer la responsabi-

lidad concurrente "in solidum" de los demandados, teniendo en cuenta la caracterizada


índole de la negociación conjunta que levaban a cabo frente a los actores y que suscitó

el reclamo de los saldos que se dijeron impagos, por lo cual la condena que ha de dic-

tarse se ha de hacer efectiva respecto a la indemnización por "Daño Moral" establecida

respecto a ambos coaccionados; y la efectivización de la declarada cancelación total

del crédito prendario alcanza sólo al B. R. d L. P. S.A., quién deberá a su costa en el

término de diez días de consentido este decisorio llevar a cabo todas las tramitaciones

necesarias a fin del levamiento de la anotación prendaria que pesa sobre el automotor

adquirido y también de cualquier informe a registros de deudores que a consecuencia

de ello conste sobre los accionantes (art. 40 ley 22.420; art. 699 y sgtes. del C. Civil Be-

lluscio "Código Civil Anotado" tº 3º pág. 304 y tº 8 pág. 934 nº 4).

V) El recurso del codemandado.

Si bien esta apelante referencia los párrafos que virtió el Sr. Juez "a quo" para

rechazar el planteo de la excepción de defecto legal en el modo de proponer la deman -

da, enderezado según lo dice este recurrente, a los fines de poder realizar el cuestiona -

miento del "quantum indemnizatorio" del reclamo que por éste concepto efectivizarán

los accionantes, lo cierto es que se ha desentendido de refutarlos en cuanto apreciaba

el sentenciante de la precedente etapa que la excepcionante ha realizado su responde

tratando todos los argumentos traidos por la actora e inclusive realizado toda su cons-

trucción defensiva conforme al principio de eventualidad procesal y en ese sentido se

aprecia que efectivamente esta demandada en el capítulo VI de su réplica ejercitó tales

cuestionamientos, explicitando que solo la acción por incumplimiento contractual origina

responsabilidades por el reclamado débito de la cuota "37" (escrito de réplica de fs. 216,

memorial de agravios de fs. 482/483).-


Más si bien ello es así lo cierto es que magüer esas apreciaciones, no puede

desconocerse que los accionantes indicaron atendiendo a ese planteo, la cuantía del

rubro "Imposibilidad de obtener financiamiento bancario", precisando que ascendía a $

2.760 mensuales y a los $ 1.430,94 que fueron intimados a pagar por su deuda en

cuenta corriente (escrito de fs. 240/244, especialmente a fs. 242).-

Por otra parte cabe merituar que, como lo señala la recurrente, y aún cuando

ello quedara "consentido" en el proceso en virtud de la preclusión que operó en el trámi-

te, no se le dio traslado de esa presentación, lo cual así se imponía a fin de no vulnerar

la garantía de la defensa en juicio, en tanto pese a que se trataba de un proceso suma-

rísimo el Sr. Juez "a quo" transitó la vía incidental a fin de dar continente a esta excep-

ción según la resolución de fs. 235 (art. 18 C.N.; arts. 337, 352 inc. 4º, 496 del C.P.C.,

texto y doctrina, esta Cámara Sala 1a. causa B-85.906 reg. sent. 171/97).-

Y así se lo ha destacado, pues no puede desconocerse que los accionantes res-

pecto de ese rubro por el cual reclamaron en su demanda (fs. 155 acápite "b-4") no ha-

bían señalado su "quantum" y ello lo enmendaron en esa réplica, definiendo cuantitati -

vamente su entidad, proceder que transita en "la corrección" que deviene de planteos

de estos ordenes (arts. 345 inc. 5º y 352 inc. 4º del C.P.C.).-

De consuno con esas señaladas particularidades, de donde resulta que en defi-

nitiva conforme a las expuestas razones, han mediado vencimientos "parciales y recí-

procos" respecto de esa planteada "excepción de defecto legal", corresponde imponer

las costas de la misma por su orden, lo cual así propicio se decida (arts. 68, 69, 71,

260, 261 del C.P.C.).-

VI) Las costas de la Instancia precedente.


Habida cuenta que en los tramos que han sido motivo de agravios en esta alza -

da la accionante ha resultado sustancialmente vencedora, y que no los ha vertido res-

pecto a pretensiones desestimadas (nulidad de cláusulas nº 7, 11, 17 2do. párrafo y 29,

escrito de inicio a fs. 140/141 vta. decisorio apelado a fs. 442/447 vta. considerando

VIII), solo las costas por los tramos que prospera la demanda han de ser impuestas a

los accionados vencidos (arts. 68, 69, 71, 274 del C.P.C.).-

Y a ello no obsta la preceptiva del art. 25 de la ley Provincial 13.133, pues si

bien allí se ha establecido que las costas han de imponerse evaluando la proporcionali-

dad del monto de la pretensión y los costos del proceso con la capacidad económica de

las partes, lo cierto es que conforme a la merituación que se hiciera precedentemente y

aún cuando ello resulte de las normas rectoras del ordenamiento procesal (art. 68 y

sgts. del C.P.C.), advierto que lo que se propicia decidir, consulta a esos principios ya

que media un debido ajuste con la entidad de las pretensiones ejercitadas al segmen-

tarse tal imposición y no se avizora que las que deben cargar los accionantes desbor -

den de algún modo su capacidad económica ya que no han promovido beneficio de liti-

gar con carta de pobreza (arts. 68, 69, 71, 78 del C.P.C.).-

VII) Las costas de alzada se imponen por su orden en los distintos recursos,

pues han mediado vencimientos parciales y recíprocos que me persuaden a propiciar

esa decisión (arts. 69, 71 del C.P.C.).-

Por las expuestas razones, doy mi voto por la NEGATIVA.

Por los mismos fundamentos la doctora Mendivil votó en igual sentido.

A LA SEGUNDA CUESTION PROPUESTA, EL DOCTOR BILLORDO DIJO:

Logrado el necesario acuerdo de opiniones al votar y decidir la cuestión que an -

tecede, corresponde I) Modificar y Revocar parcialmente el apelado decisorio de fs.


416/449 y consecuentemente II) Declarar totalmente abonado el crédito prendario que

ocupa a este proceso y en consecuencia deberá la codemandada llevar a cabo a su

costo en el término de diez días de consentido este decisorio la tramitación de la cance-

lación de la anotación prendaria respectiva y de cualquier informe en registros de deu-

dores que a consecuencia de ello conste en las personas de los accionantes III) Fijar

como indemnización por Daño Moral la suma de $ 1.500 a favor de cada uno de los de

los actores, a la cual son condenados a abonar la mencionada institución bancaria y al

codemandado, con más los intereses a la tasa de depósito que abona el Banco de la

Pcia. de Bs. As. en sus operaciones de treinta días, desde el 10 de octubre de 2003 y

hasta el pago efectivo. IV) Las costas del rechazo de la excepción de defecto legal

planteada por el codemandado se deben imponer por su orden V) Las costas de la pre-

cedente etapa respecto a los tramos de la demanda que prospera deben ser cargadas

por los accionados vencidos VI) Las costas de los respectivos recursos se imponen por

su orden, difiriéndose la regulación de honorarios hasta que medie la de la precedente

etapa (arts. 23, 31 y 51 ley 8904/77).-

ASI LO VOTO.

En un todo la doctora Mendivil adhirió al voto que antecede, con lo que se dio

por terminado el acuerdo dictándose por el tribunal la siguiente:

SENTENCIA

La Plata, 19 de octubre de 2006.

AUTOS Y VISTOS: CONSIDERANDO:

En el precedente acuerdo ha quedado establecido que la apelada sentencia no

es justa (arts. 18 C.N.; 505, 519, 520, 522, 901, 902, 906, 918, 919, 1137, 1161, 1197,

1198, 1199, 1306, 1313 del C.Civil; 34 inc. 4º, 68, 69, 71, 163 inc.6º, 165, 260, 261,
330, 337, 354, 352 inc. 4º, 415, 421, 493 del CPCC; arts. 218. 450 C.Comercio; arts. 4º,

7º, 8º, 10 bis, 36, 37, 40 ley 24.240; arts. 21, 24 ley 21.523; arts. 23, 31, 51 dec. ley

8904; doctrina y jurisprudencia citadas).-

POR ELLO: corresponde I) Modificar y Revocar parcialmente el apelado deciso-

rio de fs. 416/449 y consecuentemente II) Declarar totalmente abonado el crédito pren-

dario que ocupa a este proceso y en consecuencia deberá la codemandada llevar a

cabo a su costo en el término de diez días de consentido este decisorio la tramitación

de la cancelación de la anotación prendaria respectiva y de cualquier informe en regis-

tros de deudores que a consecuencia de ello conste en las personas de los accionantes

III) Fijar como indemnización por Daño Moral la suma de $ 1.500 a favor de cada uno

de los actores, a la cual son condenados a abonar la mencionada institución bancaria y

el demandado, con más los intereses a la tasa de depósito que abona el Banco de la

Pcia. de Bs. As. en sus operaciones de treinta días, desde el 10 de octubre de 2003 y

hasta el pago efectivo. IV) Las costas del rechazo de la excepción de defecto legal

planteada por el demandado se deben imponer por su orden V) Las costas de la prece -

dente etapa respecto a los tramos de la demanda que prospera deben ser cargadas por

los accionados vencidos VI) Las costas de los respectivos recursos se imponen por su

orden, difiriéndose la regulación de honorarios hasta que medie la de la precedente eta-

pa (arts. 23, 31 y 51 ley 8904/77). Reg. Not. Dev.-

FUENTE: www.scba.gov.ar

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