Está en la página 1de 18

"FAZZITO, Danilo y Otr. c/OLANDA, Juan A.

y Otros s/Resolución de Contrato-


Medida Cautelar" - CAMARA DE APELACION EN LO CIVIL, COMERCIAL Y DE
GARANTIAS EN LO PENAL DE NECOCHEA (Buenos Aires) - 19/11/2002

En la ciudad de Necochea, a los 19 días del mes de noviembre de dos mil dos, reunida
la Excma. Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y de Garantías en lo Penal, a
efectos de dictar sentencia en los autos caratulados: "FAZZITO, Danilo y Otr.
c/OLANDA, Juan A. y Otros s/Resolución de Contrato-Medida Cautelar" habiéndose
practicado oportunamente el sorteo prescripto por los arts. 168 de la Constitución de la
Provincia y 263 del Código Procesal Civil y Comercial, resultó del mismo que el orden
de votación debía ser el siguiente: Señores Jueces Doctores Jorge Horacio Costa,
Hugo Alejandro Locio, y Humberto Armando Garate.//-

El tribunal resolvió plantear y votar las siguientes:

CUESTIONES

1ª. ¿Es justa la sentencia de fs. 692/699?


2ª. ¿Qué pronunciamiento corresponde?

A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA EL SEÑOR JUEZ DOCTOR COSTA DIJO:

A fs. 692/699, el señor Juez en lo Civil y Comercial, a cargo del Juzgado Nº 1 del
fuero, rechazó la demanda de resolución de contrato y medida cautelar promovida por
Danilo Héctor Fazzito y Cristóbal Yalungo contra Juan Alberto Olanda, Eduardo
Antonio Olanda y Juana Isabel Romero.-
Impuso las costas a los actores vencidos y difirió la regulación de los honorarios.-
Para así decidir, el magistrado consideró las reglas a tener en cuenta para que la
resolución del contrato fundada en el incumplimiento de la otra parte prospere.-
Y así tuvo presente, según surge del decisorio, que para que funcione el pacto
comisorio expreso o implícito, la parte cumplidora debe probar o demostrar que el
incumplimiento no le es imputable, lo que se logra demostrando entre otros requisitos
que el incumplimiento se debe a dolo o culpa del otro contratante.-
Que estando a cargo de los actores la prueba del incumplimiento de los demandados y
apoyándose la misma en el cuaderno de prueba de su parte, la interpretación que de
la confesional de los demandados Sra. de Romero y Juan Alberto Olanda efectúan, no
() se condice con las respuestas efectuadas, así como tampoco surge de las
constancias de fs. 451 y 472, la pretendida acreditación de los actores respecto a que
hubo de parte de los demandados cumplimiento tardío de la deuda que tenía Frypesca
SRL con el Banco de la Nación Argentina con posterioridad a la fecha en que se había
resuelto el contrato (16-11-95)).-
Que ello no es así conforme a doctrina y a jurisprudencia que invoca y que sostiene
que aún abonada la deuda fuera de término (considera probado el pago de autos el
28-12-95) (fs. 159) la situación de mora desaparece cuando se demanda la resolución,
es decir que mientras subsista la mora es posible el cumplimiento tardío, pues el
deudor conserva su derecho a cumplir y liberarse de la obligación (art. 505 CC),
poniendo fin el acreedor a ese derecho cuando pone en funcionamiento el mecanismo
resolutorio, como en el trámite, a través de la vía judicial, conservando en ese caso los
demandados el derecho de purgar la mora hasta la notificación de la demanda por
resolución.-
Considera asimismo el a quo probado los pagos aplicados a la cancelación de las
deudas de Frypesca con el Banco Nación, hipoteca naval y refinanciación préstamo
personal según surge del informe pericial de autos destacando el pago de $ 40.000 el
28-12-95.-
Resalta asimismo la carencia de libros de comercio por parte de los actores lo que a
juicio del sentenciante incide en su contra, así como el hecho de no enervar la
viabilidad de la presentación de Alberto Olanda, la no comparencia de Eduardo Olanda
y Juana Romero a contestar la demanda y/o a constituir domicilio legal (fs. 230/1).-
Finalmente considera el a quo que, estando la acción constreñida a la resolución
contractual con fundamento en el incumplimiento de la cláusula segunda del contrato y
habiéndose trabado la litis sobre dicho ítem, cualquier ulterior reclamo que exceda
dicho marco y no encuentre andamiaje en un nuevo hecho aceptado procesalmente,
no puede prosperar.-
Por lo que acreditado en autos que se abonó la deuda que FYPESCA SRL, tenía con
el Banco de la Nación Argentina, y analizada la prueba rendida de acuerdo a las reglas
de la sana crítica, dispone el rechazo de la demanda promovida por resolución de
contrato.-
Contra dicho pronunciamiento los actores interpusieron recurso de apelación a fs. 700,
expresando sus agravios a fs. 715/729, siendo contestados los mismos por los
demandados a fs. 734/739 vta.-
Asimismo los demandados interpusieron recurso de apelación a fs. 705, el que
concedido libremente a fs. 706, fue posteriormente desistido a fs. 732.-
Se agravian los actores por la interpretación, a su juicio errónea que efectúa el a quo
de la situación fáctica alegada en la demanda para dar por resuelto el contrato motivo
de esta litis.-
Resaltan que a fs. 71 vta., expresaron que solicitaron la resolución del contrato de
cesión de cuotas sociales de acuerdo a lo convenido en la cláusula cuarta del mismo y
por 1)- No haber dado cumplimiento los demandados con el pago de la deuda que
tenía Fypesca con el Banco de la Nación Argentina que tomaron a su exclusivo cargo
en la cláusula 2da. Y 2)-Por no haber abonado las cuotas pactadas en la cláusula 3ª
con vencimientos los días 21 de abril, 21 de julio y 21 de octubre de 1995.-
Que en las cartas documentos de fechas 16 y 21 de noviembre de 1995, se alega el
incumplimiento de ambas cláusulas.-
Que de ello se desprende que la resolución del contrato se pide por incumplimiento no
sólo de la cláusula 2da. sino también de la tercera del contrato.-
En segundo lugar los apelantes se agravian de que en el decisorio se da por cumplida
la obligación prevista en la cláusula segunda del contrato ya que expresa que los
accionados abonaron la deuda que Fypesca tenía con el Banco de la Nación.-
Advierten sobre el particular que la deuda que poseía la firma Fypesca con dicho
Banco estaba compuesta por una hipoteca naval de U$S 40.000 y un crédito personal
de U$S 10.000 y que si bien se acredita que se abonó la hipoteca (fs. 458), la
situación del crédito personal es distinta, en cuanto del monto originario de U$S
10.072, con el informe pericial de fs. 545 se acredita que las cuotas segunda a
decimocuarta inclusive se abonaron tardíamente, con posterioridad a que los actores
hicieran saber su voluntad resolutoria el 16 y 21 de diciembre de 1995.-
Alegan que las cuotas 2ª a 4ta. fueron abonadas el día 14-12-95 y las cuotas 5ª a 14ª.
inclusive, se abonaron el 23-02-96 (fs. 545).-
Reconocen que si bien el estado de mora no constituye impedimento para que el
deudor pueda hacer una consignación válida, es menester no sólo que sea completa
con sus accesorios, sino que la obligación subsista, es decir que en el interín, el
acreedor no haya fundado en el incumplimiento su derecho a resolver el contrato,
jugando este derecho a favor de la parte cumplidora, no pudiendo en este caso
remediar el deudor las consecuencias de la mora con el cumplimiento tardío, según
jurisprudencia que invoca el recurrente en apoyo de su postura.-
Reitera que los pagos precitados fueron efectuados extemporáneamente, cuando ya
habían hecho conocer los actores su voluntad de resolver el contrato, por ello
consideran contrario a derecho el fallo recurrido y contrario a la jurisprudencia y
doctrina imperante en la materia.-
Además se quejan de que el sentenciante omitió considerar los pagos adeudados por
los demandados y a los cuales se habían obligado en la cláusula tercera del contrato.-
Es decir, según sostienen, que a la fecha en que los actores les comunicaron a los
demandados su voluntad resolutoria del contrato, estos adeudaban además de las
cuotas vencidas el 21 de abril, 21 de julio y 21 de octubre de 1995 de U$S 3000, cada
una, el crédito personal que Fypesca tenía con el Banco de la Nación Argentina, a que
se obligaron en la cláusula 2da.-
Alegan que en la cláusula cuarta se pactó la mora automática para el caso de
incumplimiento.-
Que en cuanto a la actitud de los demandados estos no demostraron que la mora no
les era imputable, no depositaron tampoco al contestar la demanda, las cuotas
adeudadas ni ofrecieron abonarlas.-
Afirman que la pretensión resolutoria no ha sido abusiva en cuanto sólo se ha abonado
el 32 % del monto de la operación al tiempo de la comunicación resolutoria.-
El tercer agravio de los actores se refiere a la ponderación de los medios de prueba
realizada por el a quo, sobre todo respecto de la prueba pericial, en relación a los
pagos efectuados por los demandados, reiterando en cierto modo lo ya esgrimido en
agravios anteriores.-
En este ítem atribuyen error al juzgador al no haber interpretado correctamente el
escrito de demanda y la forma como se llega a la resolución del contrato.-
Que del escrito de demanda se desprende que la resolución del contrato de cesión de
cuotas sociales se solicitó de acuerdo a lo convenido en la cláusula 4ta. del contrato.-
Y que ello ha sido por no haber cumplido los demandados el pago de la deuda que
FYPESCA tenía con el Banco de la Nación Argentina, Sucursal Villa Díaz Vélez de
esta ciudad según lo convenido en la cláusula 2da. y no haber los accionados
abonado las cuotas pactadas en la cláusula 3ª. del contrato, con vencimientos los días
21 de abril, 21 de julio y 21 de octubre de 1995 (según fs. 71/vta.).-
Que si bien se abonaron las trece cuotas del crédito personal ello lo hicieron
tardíamente y encontrándose en mora después de recibir las comunicaciones del 16 y
21 de noviembre de 1995 (fs. 31 y 32).-
Que el a quo aplicando correctamente la pericia contable, de acuerdo a lo peticionado
en el escrito de demanda, debió llegar indefectiblemente a la resolución del contrato.-
En el cuarto agravio, los apelantes critican de la sentencia, el que en ella se consigne
que la carencia de registros contables de los actores incida en su contra.-
Sostienen que ello no es así por cuanto 1) Los pagos correspondientes a las
obligaciones asumidas en la cláusula 2da. del contrato fueron acreditados por el
informe pericial contable, siendo ineficaces los correspondientes a las cuotas 2da a
14ª. del crédito personal por haberse efectuado luego de la resolución del contrato.-
2)En relación a los pagos señalados en cláusula anterior, los actores no tenían
constancias pues se efectuaron a través de transferencias en el Banco de la Nación
Argentina;; 3)Con relación a los otros pagos a que hace mención la accionada, fueron
desconocidos la documentación que acompañó la misma y 4to.) Con relación a los
libros contables y documentación de los actores no era posible se hallen en su poder,
por cuanto había mediado una cesión de cuotas sociales a favor de la demandada,
quién según cláusula 6ta. del contrato, tenía a partir de ello la administración,
representación legal y uso de la firma social.-Ha ce referencia al tema de la fuerza
probatoria de los libros de comercio tratada por el a quo concluyendo con citas
doctrinarias, sobre la posibilidad de prescindir de este medio de prueba cuando
ninguna de las dos partes en litigio, lleva contabilidad de sus operaciones
comerciales.-
En quinto y último agravio, se ofende de que el a quo invocando las reglas de la sana
crítica llegue a la conclusión de que la demanda debe ser rechazada, cuando en sí ha
valorado a juicio de la parte, arbitrariamente la prueba producida en la litis, habiendo
incurrido en absurdo, a cuyo efecto efectúa un análisis de las circunstancias que a su
juicio prueban el incumplimiento en término de parte de los demandados de las
obligaciones contractuales, reiterando las observaciones ya señaladas en agravios
anteriores.-
Expresadas de esta manera las cuestiones traídas en tratamiento a este tribunal, cabe
admitir en relación al primer agravio expuesto, que la razón está de parte de los
recurrentes en cuanto a que, ciertamente el señor Juez de grado ha omitido referirse
en la sentencia a la resolución del contrato por incumplimiento de los demandados de
las obligaciones estipuladas en la cláusula tercera del contrato de fs. 25/27 vta.-
Si bien en el texto del decisorio constan algunas alusiones respecto a la existencia de
esta cláusula, la misma no ha sido materia de tratamiento por el Juzgador ni ha
constituido lo allí convenido sustento y fundamento alguno de la decisión hoy
recurrida, lo que no obsta, que por imperio de lo dispuesto en el art. 272 y 273 del
CPC. y siendo cuestión articulada oportunamente en la instancia inferior (fs. 71 vta.
punto 2), doc. de fs. 192 y fs. 197 vta., este tema sea objeto de consideración en esta
Alzada.-
Respecto de los demás agravios, específicamente los referidos al segundo y tercero,
encuentra el suscripto absoluta identidad en cuanto en los mismos se reiteran los
fundamentos que los sustentan y que pueden reducirse a dos cuestiones, sobre las
que basa el recurrente su crítica a la sentencia de grado, a saber:
Primero que a juicio de los recurrentes, el a quo rechaza la demanda de resolución de
contrato partiendo de una premisa equivocada, sosteniendo erróneamente que los
demandados abonaron la deuda que FYPESCA SRL tenía con el Banco de la Nación
Argentina, Suc. Díaz Vélez de Necochea, cuando en realidad, comprendiendo esta
deuda dos obligaciones estipuladas en la cláusula segunda del contrato de fs. 25/27
vta., hipoteca naval y crédito personal, sólo la primera fue abonada en término,
habiéndose pagado la segunda cuando los demandados ya estaban constituidos en
mora, por lo que el pago fue tardío y en consecuencia ineficaz.-
La segunda cuestión que sustenta la crítica expresada en el segundo y tercer agravio,
con alguna variante, se refiere a que el a quo omitió considerar los pagos adeudados
por los demandados a que se obligaron en la cláusula tercera del convenio referido,
siendo que también se había solicitado la resolución en la demanda de acuerdo a lo
convenido en la cláusula cuarta, por el incumplimiento de las obligaciones estipuladas
en la citada cláusula tercera.-
Cabe observar que los recurrentes a fs. 720 vta., consideran comprendidas a las
obligaciones especificadas en las cláusulas 2da. y 3ra., en lo dispuesto en la cláusula
cuarta, en cuanto a la mora automática y la resolución ipso iure del contrato en caso
de incumplimiento de las mismas.-
Ahora bien, entrando a dilucidar las cuestiones planteadas, con respecto a la primera,
y descartando que la deuda por hipoteca naval había sido saldada por los
demandados, circunstancia reconocida por los actores, corresponde determinar si en
relación a la obligación de cancelar el crédito personal con el Banco de la Nación (2da.
obligación, cláusula 2da), los deudores se hallaban incursos en mora como para
habilitar la resolución del contrato promovida.-
Al respecto se tiene en cuenta que, de acuerdo a lo estipulado en la segunda parte de
la cláusula 2da. del contrato de autos, los adquirentes, sólo,"... se obligan a proponer
el pago de la suma de DOLARES ESTADOUNIDENSES DIEZ MIL (u$s 10.000.-) que
los cedentes de FYPESCA S.R.L. tenían en crédito personal con la Institución
crediticia..." estableciendo que "En caso de que no concurrieran al lugar y en la fecha
indicada, asumirán todas las consecuencias que su incumplimiento acarree...".-
De los términos del contrato consignados, no surge que se haya pactado para el caso
de incumplimiento, mora automática alguna, como pretenden los actores basándose
en lo estipulado en la cláusula cuarta del referido contrato, la que de acuerdo a
términos expresos sólo es aplicable al caso de incumplimiento de las obligaciones
asumidas en la cláusula tercera.-
Atento ello, la obligación pactada referida al crédito personal con el Banco de la
Nación, no tiene plazo de cumplimiento cierto y habiéndose obligado los demandados
"a proponer el pago" de la suma de 10.000 U$S dólares al Banco, surge claro de estos
términos que al no haberse estipulado plazo alguno de cumplimiento, queda
comprendida dicha obligación en las previstas en el 2do. apartado del art. 509 del CC
que establece que "si el plazo no estuviere expresamente convenido, pero resultare
tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación el acreedor deberá
interpelar al deudor para constituirlo en mora".-
Es decir que en el supuesto de obligaciones sometidas a plazo tácito como la
analizada, en donde la modalidad del plazo no está fijada por las partes pero que
surge de la misma naturaleza del compromiso (art. 509 2do. párr. CC) (conf. SCBA,
29-05-73, DJBA v. 99, p.242 cit. Trigo Represas " Derecho de las obligaciones" tº 1, p.
272), se impone el requisito de la interpelación previa al deudor para que se configure
el estado de mora, siendo ello indispensable en el caso de pacto comisorio implícito
para que la resolución del contrato pueda acontecer (conf. CCom., Sala B, ED 66-628)
cit. Llambías Cód. p. 207).-
Ahora bien en estos casos el requerimiento que se debe hacer al deudor para
constituirlo en mora debe comprender la concesión de un plazo prudencial para la
ejecución de la obligación (conf. Llambías "Obligaciones, v. I, p. 132 y ss.).-
Ello está implícito en el principio de la buena fe que debe presidir las relaciones entre
las partes (doctrina art. 1198, primer párrafo CC) (conf. Trigo Represas ob. cit. p.
248/249) (fallo B950122 requisitos).-
No habiendo sido efectuadas las notificaciones a los deudores a fs. 31 y 34, referidas
sólo a lo estipulado en la cláusula segunda, de acuerdo a aquella exigencia, no
pueden considerarse fehacientes dichos comunicados para constituir en mora a los
mismos.-
Ahora bien, no obstante ello y no habiéndose pactado en forma expresa la resolución
del contrato para el supuesto de incumplimiento de las obligaciones estipuladas en
esta cláusula segunda, específicamente la referida al crédito personal con el Banco
asumida por los demandados, corresponde que la parte cumplidora ponga en ejercicio
la facultad de resolución implícita que le acuerdan los arts. 1204 del CC y 216 del Cód.
Com., debiendo en este caso cumplir con la previa intimación acordando un plazo no
inferior a quince días, salvo que los usos y costumbres o un pacto expreso
establecieren uno menor (conf. disposiciones legales cit. y Vítolo "Contratos
Comerciales", p. 163/164).-
Entonces la resolución del contrato en estos términos, se produce por la inejecución
de las obligaciones por parte del deudor, dentro del plazo de gracia previsto por el 216
del C. Com., -o en el caso el art. 1204 CC de idéntico tenor, por la sola voluntad del
acreedor, siendo tal el sentido de la frase empleada por el legislador cuando dispone
que quedarán resueltas sin más las obligaciones emergentes del contrato (conf. Autor
y ob. cit, p. 163).-
De acuerdo a lo expuesto, y no habiéndose cumplido con esta exigencia de
otorgamiento del plazo de gracia en las comunicaciones enviadas por el acreedor a fs.
31 y 34, las que también podrían haber cumplido el rol de constitución en mora de
acuerdo a doctrina (conf. Llambías, Cód. Civ. Com. tº III-A, p. 194; Belluscio Cód. Civ.
Tº V, p. 1006, Ap. 9)) (arts. 1204 CC y 216 C. Com.), resultan dichos comunicados
ineficaces para considerar resuelto el convenio por incumplimiento parcial de las
obligaciones estipuladas en la cláusula segunda de marras, y en consecuencia, carece
de fundamento la atribución de cumplimiento tardío que los acreedores adjudican a los
pagos efectuados por los deudores, con posterioridad a la fecha de remisión de los
mismos, según constancias obrantes a fs. 181/191 e informe del perito a fs. 545.-
Por lo que, en lo que a este aspecto se refiere, permanece incólume la sentencia en
cuanto al rechazo de la demanda, aunque el sentenciante se haya sustentado en otro
motivo, como ha sido el considerar, cumplido en término las obligaciones contraídas
en la cláusula segunda del convenio de fs. 25/27 vta., en relación sólo a la hipoteca
naval contraída con el Banco de la Nación.-
En lo referido a la segunda cuestión planteada por los recurrentes, si bien encuentra el
suscripto correcta la observación de los mismos respecto a que el a quo omitió
considerar en la sentencia, el incumplimiento de los pagos a que se obligaron los
deudores en la cláusula tercera, tal cual se adelantó precedentemente, no comparte el
opinante el criterio que sustentan de que el incumplimiento de las obligaciones
contraídas en la cláusula segunda origina en virtud de lo pactado en la cláusula cuarta,
la mora automática y consecuente resolución ipso iure del contrato por aquella causa.-
Por el contrario, quedaron excluidas de dicha estipulación como ya se consignó, las
consecuencias del eventual incumplimiento que sobreviniere con respecto a las
obligaciones (hipoteca naval y crédito personal) pactadas en la cláusula segunda, para
lo cual sólo se convino que en caso de incumplimiento, los incumplidores, "asumirán
todas las consecuencias que su incumplimiento acarree" (cl. 2ª), sin referencia alguna
a lo estipulado en la cláusula cuarta.-
Sentado ello, corresponde referirse a las omisiones de la sentencia de grado, tal cual
señalan los recurrentes, en relación al incumplimiento de las obligaciones contraídas
en la cláusula tercera (fs. 25/27 vta.) (art. 272/273 CPC).-
Respecto de éstas, referidas a cuotas convenidas por el saldo de precio del contrato
(U$S 75.330.-) con plazo de vencimiento cierto (fs. 25/27 vta.) se pactó que el
incumplimiento de las mismas originará la mora automática al vencimiento de cada
una de ellas, vale decir, que como en el convenio se consigna, el solo vencimiento
producirá ipso iure la exigibilidad de la obligación, estipulándose que para la eventual
falta de pago de tres cuotas consecutivas, los adquirentes perderán el plazo que se les
otorga por el contrato, quedando lo abonado como indemnización para los
vendedores, pudiendo estos optar, entre exigir el cumplimiento íntegro del saldo
impago por la vía judicial o requerir la devolución de las cuotas sociales transferidas
recuperando los vendedores la propiedad de las mismas, a lo que se une, el reintegro
de la propiedad del buque pesquero "Sur I", debiendo reconocer asimismo los
adquirentes, a favor de los vendedores, la tasa activa que cobre el Banco de la Nación
Argentina por el tiempo que dure el incumplimiento.-
Como puede apreciarse, lo consignado en esta última cláusula consiste en un pacto
comisorio expreso implicando ello que el cumplidor tiene opción para extinguirlo por
medio de una declaración unilateral de voluntad en caso de que la otra no cumpla con
las obligaciones a su cargo, (arts. 1203 y 1204 del CC) (conf. Ramella "La resolución
por incumplimiento", p. 2-3) cit. por Belluscio, Cód. Civ., Tº 5 p. 978).-
Ahora bien, de autos surge que los demandados no han cumplido al momento de
promoción de la demanda, con el pago de tres cuotas trimestrales y consecutivas con
vencimiento el 21 de abril, 21 de julio, y 21 de octubre de 1995 convenidas en la
cláusula tercera del contrato, y tal cual en esta se consigna (fs. 71 vta.).-
En razón de ello y de acuerdo a la convenido en la mentada cláusula cuarta, en esta
situación sí queda operada la resolución del contrato de pleno derecho surtiendo
efectos desde que la parte interesada, en el caso los cedentes comuniquen a la
incumplidora, en forma fehaciente su voluntad de resolver y con las consecuencias allí
previstas.-
En ese sentido, los cedentes promovieron la presente demanda en vez de utilizar el
mecanismo resolutorio extrajudicial como requisito de previa comunicación fehaciente
de su voluntad de resolver al deudor, no existiendo impedimento alguno para que
hayan encarado como lo han hecho, la presente acción judicial, aunque los efectos de
la sentencia se retrotraigan a la fecha de la promoción de la acción de resolución,
constituyendo la propia demanda la declaración resolutoria prevista en el art. 1204,
3er. párrafo del CC (conf. Halperín, Farina, Cámara, Fontanarrosa. Ramella, Morello,
Miquel) (Morello, Halperín, Cámara, Mosset Iturraspe, López de Zavalía Ramella,
Míquel) (cit. por. Llambías Cód. cit., tº III-A, Pág. 199).-
Por lo que, retomando el tema del incumplimiento de la cláusula tercera, queda por
analizar si se había operado la mora por incumplimiento del pago de las referidas
cuotas allí convenidas.-
Según lo consignado por los demandados, las cuotas con vencimiento 21-04-94, 21-
07-94 y 21-10-94 de la referida cláusula, se encontraban pagas al momento de
promoción de la demanda, lo que ya habían alegado en la carta documento del 24-11-
95 obrante a fs. 192/193, que fue enviada en contestación a la remitida por los actores
el 16-11-95 cuando comunican su voluntad de resolver el contrato.-
Dicho pago, no reconocido por los actores, (posiciones 3ª y 2ª, de fs. 565, 566 vta.) fue
efectuado, según los demandados, con el adelanto a cuenta de pagos futuros de
cuotas por el importe de Pesos Trece mil trescientos ($ 13.300.-) que remitieron lo
accionados desde Rawson (Chubut) en fecha 07/06/94, mediante transferencia del
Banco de la Nación Argentina, suc. local, como lo acreditan con constancia de fs. 148
e informe perito contable (fs. 557/558), y que inadvertidamente, según alegan, no
incluyeron en los instrumentos de fs. 18/19 y fs. 25/27 vta.).-
Afirman asimismo los demandados en la contestación de demanda a fs. 201 vta. y
202, aunque ello no está acreditado en autos, que hubo tratativas verbales con los
actores tendientes a reconocer el pago de la citada suma de $ 13.300.-, siendo dicha
aseveración reiterada en la contestación de la expresión de agravios a fs. 736, lo que
es refrendado, como ya se consignó, en carta documento remitida por los
demandados al actor a fs. 192/193.-
Ahora bien, del texto del comprobante obrante a fs. 148, surge que el importe
transferido de $ 13.300 se imputa al "Pago del documento de Fypesca S.A.", por lo
que cabe entender en principio, que el citado valor era destinado a abonar parte del
crédito personal que contrajeron originariamente los actores con el Banco Nación y no
para el pago de las obligaciones estipuladas en la cláusula 3ª., del convenio de fs.
25/27 vta.-
Por otra parte, a la fecha de la transferencia de aquél importe de $ 13.300.-, 07-06-94
(fs. 148), aún no se había suscripto el convenio mencionado de fecha 27 de diciembre
de 1994, en donde los demandados asumían la citada obligación de pago en cuotas
estipulada en cláusula tercera.-
Cabe tener presente al respecto que siendo que la transferencia efectuada lo ha sido
por el deudor (Sra. de Romero) (fs. 148) es a éste a quién le corresponde en primer
lugar imputar el pago al tiempo de hacerlo (art. 773 CC), careciendo luego de esa
oportunidad de esa facultad de imputación, porque ante su silencio el pago habría sido
aplicado a la obligación indicada por el acreedor.-
Por tanto no podrá aquél renovar unilateralmente una obligación ya extinguida para
afectar al mismo pago el cumplimiento de otra obligación pendiente, salvo el
consentimiento de parte (conf. Llambías Cód. Com., Tº III-A, p. 702 (5).-
Según consta en el texto del comprobante de fs. 148, de fecha 07-06-94, y como ya se
expresó, el pago de $ 13.300.- fue imputado a "pago de la deuda de FYPESCA SA."
por lo que no cabe otra conclusión que admitir, que dicho importe está referido a
deuda contraída por los actores con el Banco de la Nación, asumidas por los
demandados en sus tratativas con los actores, ya sea por la venta del buque Sur I, o
por la cesión de cuotas sociales, según luego se analizará, pero de ninguna manera
cabe atribuir según el texto literal del comprobante, dicho pago a las obligaciones que
luego se pactaron en cláusula tercera del contrato de fs. 25/27 vta.-
Las circunstancias mencionadas llevan necesariamente a concluir que no se ha
comprobado en autos el pago de las tres primeras cuotas con plazo cierto de
vencimiento convenido en la cláusula tercera del convenio de fs. 25/27 vta., con
vencimiento el 21 de abril, 21 de julio y 21 de octubre de 1995 y cuyo importe es de
U$S 3.000 cada una, por lo que en razón de lo pactado en la cláusula cuarta del
precitado instrumento la resolución del contrato deviene necesaria.-
Más me apresuro a expresar que la facultad de invocar el incumplimiento del
contratante para obtener la resolución del contrato, por esta causal puede ser materia
de un ejercicio irregular y que en ese sentido la ley no ampara el ejercicio abusivo de
los derechos (art. 1071 del CC).-
En efecto, la doctrina de nuestro Superior Tribunal y demás tribunales inferiores, han
aceptado que para que proceda la resolución debe mediar un incumplimiento de cierta
gravedad, habiendo disidencias, con relación al criterio para juzgar la gravedad (conf.
SCBA, Ac. 30136, DJBA, tº 121, p. 309).-
El Alto Tribunal Provincial, ha considerado desde antiguo y conforme a una copiosa
jurisprudencia, que el pacto comisorio es ilícito cada vez que su aplicación puede
importar un abuso de derecho por parte del vendedor o un enriquecimiento ilícito a
costa del adquirente, situación que se ofrece en el caso de que éste haya pagado la
mayor parte del precio (SCBA, nov. 1981, ED, tº 41, p. 336).-
No se ha considerado así resolutorio el incumplimiento "insignificante en relación con
la importancia y el objeto de la convención" (conf. CNCiv., Sala D, LL, 1978-D-635),
debiendo ser calificado en relación a las circunstancias del caso, haciéndose la
interpretación sobre la base del principio de conservación del contrato (conf. SCBA,
23-06-81, ED 99-779).-
La exigencia de que el incumplimiento sea grave basada en el principio de
conservación del contrato se funda también en el abuso del derecho, y se configura
cuando se persigue una resolución carente de toda justificación ética (conf. CNCom.,
Sala A, 15-03-77, LL, 1977-D-684, sum. 34.329-S), pues la facultad de resolver las
obligaciones debe interpretarse con sentido, racional, lógico y moral (CNCiv., Sala D,
27-07-78, LL, 1978-D-635).-
Teniendo en cuenta esos principios y lo estipulado en los arts. 1071 y 1198 del CC en
donde expresamente se reprime el ejercicio abusivo de los derechos y se subordinan
al principio de buena fe todas las vicisitudes del contrato, luego de un detenido
examen de los antecedentes del presente caso, considero que debe estimarse abusivo
el ejercicio del pacto comisorio respecto del contrato de autos y sólo por la única
causal que sería procedente, hallarse en mora el deudor al momento de la demanda,
en el pago de las tres cuotas trimestrales y consecutivas pactadas en la cláusula
tercera del contrato, por el importe de U$S 3000 cada una, importando en total U$S
9.000.-
Tengo presente para arribar a dicha conclusión, además de las pautas mencionadas,
los valores abonados por los demandados en virtud de lo pactado en el contrato o
convenio de fs. 25/27 vta. de cesión de cuotas sociales, que en su verdadera
naturaleza, cabe interpretar por la vía presuncional y reglas de la sana crítica, era un
contrato de compraventa del buque SUR I, matrícula 6199 por el importe de U$S
180.000 (fs. 147, 149, convenio de fs. 18/19, cl. 4ta. y convenio fs. 25/27 vta.) como
alegan los demandados, habiendo sido cambiado el objeto mediante una simulación
lícita por inconvenientes surgidos en las tratativas originarias (existencia de una
hipoteca naval).-
Pues bien, en este instrumento, en lo que respecta a las obligaciones contraídas en
las cláusulas dos y tres (convenio fs. 25/27vta.), consistiendo las mismas en el pago
de la hipoteca que Fypesca tenía con el Banco de la Nación por U$S 40.000, la que se
canceló en término (fs. 159) como lo reconocen los acreedores y consigna el informe
pericial fs. 557/58), y en una deuda personal de U$S 10.000, de Fypesca SRL, que los
cesionarios debían refinanciar con el Banco de la Nación, proponiendo el pago y
hacerse cargo de la misma, dicha obligación también se cumplimentó a través de la
solicitud y doc. 274 (fs. 160).-
Se efectuó el pago de la primera cuota el 25-01-95, importe $ 797,46.- (fs. 173) doc.
desconocido por la contraria, ratificado por el informe pericial (fs. 557/58) ) y el pago
de las demás, cuotas (informe pericial cit.), en fechas 14/12/95, cuotas 2, 3 y 4 importe
total $ 2549,91.- y cuotas de 5 a 14, importes que suman un total con las anteriores de
$ 11.840,09.- canceladas al 23-02-96 (inf. pericial cit. fs. 557/58) (recibos fs. 181/191)
con lo cual quedó acreditado todo el pago del crédito personal originario de $ 10.172.-
(cl. 2da. fs. 25/27 vta.).-
A ello cabe agregar, como abonado por los actores, los importes de $ 10.000.- y $
30.000.- por la operación que originariamente ha sido de compraventa del buque "Sur
I", matrícula 6199, lo que surge incuestionable tal cual se aseveró y, atento el
contenido de la instrumentos pasados por ante oficial público y no redarguídos de
falsedad (art. 993 CC) por los vendedores, actores en autos, y que obran a fs. 147 y
149 y 151) y demás datos que surgen del trámite que evidencian la real operación de
compraventa del buque SUR I, entre las partes (fs. 476, 477 y 477 vta. preguntas 4ta.)
que efectúa la actora a los testigos propuestos Larraburu, Gómez y Ruso, que si bien
no pueden ser tomadas con el alcance previsto en el art. 409 2do. párrafo del CPC
para la prueba confesional, bien puede la aceptación implícita del hecho, tener el valor
de un indicio (Devis Echandía, Teoría General de la prueba judicial tº 1, p. 605).-
La concurrencia de estas circunstancias obrantes en autos y otras como el empleo de
las expresiones "adquirentes" (claúsula 2da. convenio de cesión de cuotas sociales)
fs. 25/27, a fs. 26 vta. cl. 4ta. y 27 vta. cl. 8ª.), expresión "parte compradora" a fs. 26 y
26 vta., cl. 3ª, fs. 27 cl. 5ta. y expresión " parte vendedora", "vendedores", (cl. 4ta. fs.
26 vta. y cl. 8ª. fs. 27 vta.), la conexión entre estas evidencias y las demás señaladas
anteriormente, genera en el suscripto suficiente grado de certeza y no de mera
probabilidad acerca de la existencia del contrato de compraventa que vinculó a las
partes originariamente y su relación con el convenio de cesión de cuotas sociales,
razón por la cual, se consideran los valores entregados por los demandados de autos
a cuenta del mismo contrato.-Por lo que siguiendo esta línea de interpretación,
corresponde computar, además de los importes ya consignados como entregados por
los demandados a los actores, las sumas de $ 1420.- y $ 1100.-, deuda de Fypesca
SRL con Sr. Oca y Petrones, cancelada por los accionados y reconocida por actores
en (cláusula 7ª. Convenio fs. 18/19).-
Se debe agregar asimismo el pago por los demandados al Banco Nación del importe
de $ 9.000.- por deuda en mora de los accionantes, el 24-09-94 (fs. 158), ratificado por
inf. pericial (fs. 557/78).-
Esto es en suma lo que, acreditado en autos fehacientemente corresponde considerar
como abonado por los demandados a favor de los actores por la operación de
compraventa que transformada en cesión de cuotas sociales, hoy se pretende
resolver, importando el valor total abonado, la suma de $ 104.157.-, lo que equivale al
57,86 % del importe total de la operación sobre el valor convenido de la cesión o
compraventa de $ 180.000.- (fs. 18/19 vta. cláusula 4ta.; fs. 147 y 149).-
A estas consideraciones cabe agregar la circunstancia de que los demandados, han
mantenido el buque en buen estado, (informe de Prefectura Naval Argentina (fs. 80 de
enero 17 de 1996) dando cuenta sobre el buen estado general de mantenimiento, (no
le faltan al buque)"...cuidados en las permanentes recorridas que realiza el personal
de la Subprefectura en funciones de guardia...", "el Sr. Juan Olanda acude en forma
diaria efectuando tareas de mantenimiento y reparaciones menores"), informando
asimismo que éste habría obtenido un crédito otorgado por el Banco de la Provincia de
Chubut para la puesta a punto del buque para emprender actividad plena.-
En suma, estos aspectos y los demás señalados con referencia a la conducta de los
demandados y al cumplimiento de las obligaciones contraídas en el contrato de autos,
me llevan a tener en cuenta además que de acuerdo a criterio ya decidido en la
jurisprudencia, "La facultad de invocar el incumplimiento del contratante, no puede ser
materia de un ejercicio irregular. La aplicación del art. 1071 del CC no exige un análisis
lógico formal, sino una valoración de conductas y resultados acaecidos en la vida real
(conf. CC0101 LP 213073 RSD-246-92 S 3-11-1992-JUBA sum. B100297), así como:
Que dicha facultad de resolución "...no debe ejercerse en forma abusiva ya sea por la
sanción de una falta leve, cuando se ha pagado un parte importante del precio y
cuando, adquirido, (en el caso, un lote de terreno) se le han incorporado mejoras de
cierto valor. Debe oponerse a ello, la regla moral al derecho de quién esgrime la "lex
comissoria" de modo antifuncional, violando "standars jurídicos" como la buena fe, la
moral, las buenas costumbres y el ejercicio normal de los derechos" (conf. CC0101 MP
86970 RSD 346-93 S 23-9-1993, JUBA B1350440).-
Refrenda mi convicción a favor del rechazo de la resolución del contrato de autos, no
solo las circunstancias analizadas sino también, la probabilidad de que la suma de $
13.300.- abonada el 07-06-94 (fs. 148) a los actores, aunque en el recibo constara otro
destino, haya sido atribuída por las partes al pago de deuda futura, y en consecuencia
podría haber sido adjudicada al pago de las tres cuotas primeras con vencimiento
cierto correspondientes a la cláusula tercera, tal cual expresaron los demandados en
el documento de fs. 192/193, y que esto era posible atento que en ninguna parte del
convenio figura la suma señalada como obligación de pago contraída a favor de los
actores, pero que de todos modos es innegable que dicho valor ingresó al patrimonio
de los mismos (inf. pericial fs. 557/58) (art. 384 CPC) "Las presunciones y las reglas
de la sana crítica" (Morello, Códigos Proc. Tº V-A, p. 314, ap. 6).-
Que respecto de ello se hallaban en tratativas los demandados con los actores para
que se las reconocieran.-
Que ese objetivo no fue logrado y no obstante los deudores insisten en imputar ese
valor al pago de dichas cuotas, aunque sin el amparo de la ley, según se vió
precedentemente por no haberse efectuado la adjudicación en la oportunidad de la
transferencia (art. 773 y ss. CC) (fs. 148).-
Que dicha valor atribuido a deudas futuras no es válida sin la anuencia de los actores
según se analizó y por tal razón no pudieron adjudicar los demandados el pago de los
$ 13.000.- a esas obligaciones de la cláusula tercera, como era su pretensión, según
lo manifiestan a los actores en carta documento de fecha 24 noviembre de 1995 (fs.
192 y 193) remitida a los mismos en oportunidad de la interpelación que aquellos les
efectúan de fs. 31, 32 y 34 en fechas 16 y 21 de noviembre de 1995), desconocidas
por los demandados, pero no cuestionadas por redargución de falsedad alguna, por
los actores, sin perjuicio de mencionar que en dicho comunicado, los demandados se
resistían a abonar las cuotas reclamadas por el crédito personal (cl. 2da.) por no serles
entregada la documentación del buque, tal cual lo pactado en cláusula 7ª convenio fs.
25/27 vta.).-
Que estas circunstancias de todos modos no demuestran, en relación con los
demandados, una actitud negligente para con sus obligaciones referidas a la cláusula
3ª., sino por el contrario su voluntad de cumplimiento a través del pago efectuado con
anticipación que de todos modos, no tenía destino fijado en el contrato.-
Viene al caso recordar lo que sobre este tema ha sostenido nuestro Superior Tribunal
en cuanto a que " no cualquier incumplimiento puede servir de base para poner en
funcionamiento el pacto comisorio que destruya el contrato. Debe tratarse de un
incumplimiento resolutorio. Para decidir pues el debido terreno es preciso encarar la
conducta que las partes han observado luego de nacida la relación negocial..." "...para
apreciar la conducta del deudor es menester efectuar un juicio de valor sobre el deber
el que se juzgará al propio tiempo con la manera como el interés del acreedor se
entiende que debe ser satisfecho. Hay que preguntarse en que medida se ha infringido
u observado el deber jurídico que le incumbía al obligado. Ya los autores alemanes
hacían una distinción al señalar que en la debida interpretación del equilibrio en el
cumplimiento de un contrato muchas actitudes de las partes en verdad no son "de no
prestación sino de prestación defectuosa", lo que no necesariamente implicará un
incumplimiento apto para resolver. No hay que olvidar la regla de la conservación del
contrato cuando todavía sirva para alcanzar el fin propuesto por las partes. Por eso es
que las conductas deben ser interpretadas en relación a lo que puede ser un
verdadero incumplimiento resolutorio. Para apreciar la conducta del deudor, es preciso
tener muy presente el principio de la buena fe, aunque el art. 1204 no lo califique ni
tampoco el art. 216 del Cód. de Comercio, para optar por la resolución del contrato
debe mediar un incumplimiento de cierta gravedad" (conf. SCBA, Ac. 30.136, DJBA, Tº
121, p. 309).-
Finalmente considero, las consecuencias desproporcionadas que la resolución
acarrearía a los demandados (cláusula cuarta del contrato) lo que implicaría perder
todo lo abonado, devolver la propiedad del buque y de las cuotas sociales, amén de la
tasa de interés pactada, lo que significaría por sólo la falta de pago en término de U$S
9000, se opere un uso abusivo del ejercicio del derecho que le corresponde a los
actores según el contrato, siendo contrario a la moral, la buena fe, las costumbres que
ese monto quede en beneficio del vendedor, además de la restitución del objeto
contractual. Al respecto se ha sostenido que, "...la resolución de un contrato en caso
de incumplimiento del comprador, por falta de pago en término, debe ser tenido por un
derecho abusivamente ejercido, afectando la moral, cuando la resolución tenga por
consecuencia apropiarse el vendedor de mas del 50 % del valor convenido..." (conf.
Cám. 1a Civ. y Com. Tuc.; JA 1982-I-391).-
Si bien es cierto que el pacto comisorio no es en sí mismo ni ilícito ni inmoral, por
cuanto su finalidad es otorgar protección a aquél de los contratantes de buena fe que
cumple con sus obligaciones convenidas, frente a quién no lo hace quebrando así el
equilibrio del contrato (conf. CNCiv., Sala D, ED, 73-353), puede configurarse un
ejercicio abusivo cuando medie un perjuicio anormal, excesivo, extraordinario, una
inexplicable y notoria injusticia repugnante al sentimiento moral, haciendo posible en el
caso que el juez niegue su apoyo a quién esgrime el pacto comisorio en su beneficio
(conf. CNCiv., Sala D, ED 74-241).-
Consistiendo el abuso del derecho en el ejercicio de una atribución legal contrariando
los dictados de la buena fe o desviándola del fin para el cual ha sido reconocida (conf.
Cám. Civ., Sala A, LL 101-635 y ED 20-612), se ha considerado configurada dicha
situación cuando el acreedor que puede elegir dos o más vías para hacer efectivo el
crédito, opta por la más onerosa para el deudor (CCIV., Sala A, ED-9-221), sin
beneficio para él (conf. Cám. Civ. Sala A, 24-12-63, JA, 1964-V-188;; Cám. Civ., Sala
B 07-12-66, LL, 125-553) (Salas) siendo que el incumplimiento es mínimo con relación
a la importancia del contrato.-
En autos los actores podrían haber optado por el cumplimiento de las obligaciones tal
cual los facultaba la cláusula cuarta del convenio de fs. 25/27 vta., teniendo derecho a
reclamar el interés de la tasa activa que cobre el Banco de la Nación en todo el tiempo
que dure el incumplimiento, como resarcimiento, según lo allí pactado , y de esta
forma continuar vigente el contrato.-
Reitero, no puede aquí reconocerse el incumplimiento propiamente resolutorio si se
tiene presente los principios de moral y buena fe que ha guiado a la doctrina y a la
jurisprudencia para fijar los verdaderos límites dentro de los cuales debe ser ejercida la
facultad resolutoria.-
Lo que queda expuesto lo considero suficiente sin entrar a profundizar en otras
cuestiones que ha querido plantear el recurrente para propiciar el rechazo del recurso
interpuesto por la actora, salvo breve referencia, respecto de lo consignado en el
cuarto agravio, en donde el recurrente se ofende de la incidencia que en su contra
halla el Juez en la sentencia por no llevar el actor, libros de comercio.-
Al respecto cabe considerar que ninguna de las partes ha ofrecido sus libros como
prueba, debiéndose en ese caso resolver la causa conforme a los principios de la ley
sustancial y a las reglas de la sana crítica, mediante el análisis integral de sus
constancias y de las posiciones asumidas en la litis (conf. CSTucumán, Sala en lo Civil
y Penal, abril 17-2000, ED, 192-111), por lo que cabe admitir el agravio.-
En lo demás, la queja aquí expuesta, no es ni más ni menos que una reiteración de los
conceptos ya vertidos por el recurrente en cuanto a que los pagos referidos a las
cuotas 2da. a 14 ta. del crédito personal (fs. 25/27 vta.) son ineficaces por haber sido
efectuados después que se había resuelto el contrato, cuestiones que ya han sido
consideradas en el tratamiento de los agravios anteriores.-
Reitera el recurrente en el quinto agravio las observaciones consignadas
anteriormente, cuestionando el criterio expresado por el a quo en la sentencia respecto
a que no hay cumplimiento tardío de las obligaciones de los demandados con el Banco
de la Nación y sustentando en estas premisas, el rechazo de la demanda
considerando que con ello, el Sentenciante ha valorado arbitrariamente la prueba
producida e incurrido en absurdo, habiendo infringido las reglas de la sana crítica.-
Al respecto ya se ha considerado en el tratamiento del primer agravio y demás temas
del recurso, las omisiones que se han encontrado en el fallo recurrido, respecto a que
no se ha tenido presente que el reclamo se halla referido también al incumplimiento de
la cláusula tercera del contrato y sus particularidades por parte de los demandados,
todo lo cual es subsanable por este tribunal en virtud de que quedan sometidas
implícitamente al Tribunal de Alzada las cuestiones materia de la litis, en que ya sea
por una omisión o por haber hecho lugar a un argumento o defensa excluyente el Juez
originario no las hubiese examinado (art. 273 CPC) (conf. SCBA, DJBA, tº 117-p. 52).-
Por las consideraciones expuestas, a la cuestión planteada voto por la AFIRMATIVA.-

A la misma cuestión planteada el señor juez Doctor Locio votó en igual sentido por
análogos fundamentos.-

A la misma cuestión planteada el señor juez Doctor Garate votó en igual sentido por
análogos fundamentos.-

A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA EL SEÑOR JUEZ DOCTOR COSTA DIJO:


Corresponde confirmar la sentencia de fs. 692/699, con costas de alzada a cargo de
los apelantes vencidos (art. 68 CPC). Difiriéndose la regulación de honorarios para su
oportunidad (art. 31 ley 8904).-
ASI LO VOTO.-

A la misma cuestión planteada el señor juez Doctor Locio votó en igual sentido por los
mismos fundamentos.-

A la misma cuestión planteada el señor juez Doctor Garate votó en igual sentido por
los mismos fundamentos.-
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente:

SENTENCIA

Necochea, 19 de noviembre de 2002.-


VISTOS Y CONSIDERANDO: Por los fundamentos expuestos en el precedente
acuerdo, se confirma la sentencia de fs. 692/699. Costas de alzada a cargo de los
apelantes vencidos (art. 68 CPC). Difiérese la regulación de honorarios para su
oportunidad (art. 31 ley 8904). Notifíquese personalmente o por cédula (art. 135 CPC).
Devuélvase.//-

Copyright © elDial.com - editorial albrematica


Citar: elDial.com AA1887

También podría gustarte