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Desde el principio de los tiempos, el desarrollo del ser humano se ha visto condicionado por el medio
natural. Para Rodríguez y Quintana (2019), los seres humanos desean conocer y comprender a la
naturaleza, principalmente porque de ello depende su supervivencia.
Sin embargo, esta relación entre el medio natural y el ser humano no
es solo utilitaria; el espacio territorial será fundamental para su
desarrollo social, cultural, económico, político y religioso, de la tierra
que aun persistía en la región.
Antes de la Colonia las comunidades originarias de nuestro territorio
concebían la tierra como propiedad comunitaria, es decir, no
practicaban la tenencia individual de la tierra. “La tierra era de toda
la comunidad”, por tanto, todas y todos los miembros de la comunidad tenían acceso los recursos que
les proveía la naturaleza, y la extracción de recursos se realizaba de forma equilibrada. Con la llegada de
los españoles, la ti erra y el territorio fueron privatizados a través de diversos mecanismos: encomienda,
repartimiento, reducción.
La situación no cambiaría con la fundación de la República, pues se continuaría con la política de
expropiación que, valiéndose de estrategias tales como subastas públicas o apropiaciones estatales,
despojarían a los pueblos indígenas originarios de sus tierras, que pasaron a manos de los sectores
oligarcas de ese periodo para pagar las deudas de la República naciente. La tierra fue privatizada a
través del régimen hacendatario, que dominará gran parte de nuestra historia; se establecieron
latifundios en las ti erras altas y en las ti erras bajas, y la ti
erra pasó a ser propiedad de unos pocos. La gran mayoría,
para acceder a los recursos que esta provee, tuvo que
realizar trabajo servil.
Esta realidad histórica de nuestro país demandó nuevas
políticas de tenencia de tierras para reivindicar nuestro
derecho a un espacio territorial que nos permita
desarrollarnos como seres humanos.
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RECOPILACION: PROF. GONZALO CHUQUIMIA CONDE
1. EL DERECHO A LA TIERRA
En la actualidad el derecho de las y los bolivianos a la tierra está considerado en nuestra ley máxima,
que establece que: “El Estado reconoce, protege y garantiza la propiedad individual y comunitaria o
colectiva de la tierra, en tanto cumpla una función social o una función económica social, según
corresponda” (art. 393). Con este artículo, la CPE reconoce el derecho que tenemos todas y todos de
tener acceso a la tierra.
Para garantizar acceso a la tierra, el Estado dotará de tierras
fiscales, en función a sus necesidades, a indígena originario
campesinos, comunidades interculturales originarias,
afrobolivianos y comunidades campesinas que no las posean o
que las posean insuficientemente. Al mismo tiempo, para
evitar el latifundio y el surcofundio, “El Estado regulará el
mercado de tierras, evitando la acumulación en superficies
mayores a las reconocidas por la ley, así como su división en
superficies menores a la establecida para la pequeña propiedad” (art. 393). Para salvaguardar el derecho
a la tierra, el Estado establece que está debe cumplir una función económica social, es decir, el “uso
sustentable de la tierra en el desarrollo de actividades productivas” (art. 397). Cualquier actividad
productiva debe partir del cuidado de la tierra y de los recursos renovables que de ella emanan. La
función social es el “aprovechamiento sustentable de la tierra por parte de pueblos y comunidades
indígena originario campesinos” (art. 397). De modo que la extracción y el aprovechamiento de los
recursos naturales renovables debe promover su recuperación, para no sobreexplotarla. Ante el
incumplimiento de la función económica social o ante la tenencia latifundista de la tierra, esta pasará a
manos del pueblo boliviano.
2. DIFERENCIAS ENTRE “TIERRA” Y “TERRITORIO” DESDE LA CONCEPCIÓN DE LOS PUEBLOS
ORIGINARIOS
2.1. ¿Qué es la tierra para los pueblos indígena originarios?
Para los pueblos indígena originarios, la Pachamama o Para los indígenas originarios de tierras bajas, la Madre
Madre Tierra es la principal deidad del mundo andino, Tierra es el monte. El dios que creó a la Madre Tierra
pues es la que les brinda enseñanzas, alimento y también creó a los seres espirituales (los dueños del
abrigo. En su vida diaria, los pueblos indígenas de monte) que cuidan a los animales y a las plantas. Por
tierras altas, que principalmente se dedican a la ello, la comunidad humana sabe que cada animal o
agricultura y a la crianza de animales, aprendieron a árbol tiene un dueño al que debe pedir permiso para
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RECOPILACION: PROF. GONZALO CHUQUIMIA CONDE
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RECOPILACION: PROF. GONZALO CHUQUIMIA CONDE
Se basa en el art. 31 de la CPE, que afirma que: “las naciones y pueblos indígena originarios en peligro de
extinción, en situación de aislamiento voluntario y no contactados, serán protegidos y respetados en sus
formas de vida individual y colectiva.
Las naciones y pueblos indígenas en aislamiento y no contactados gozan del derecho a mantenerse en
esa condición, a la delimitación y consolidación legal del territorio que ocupan y habitan.” Para cumplir
con lo que establece la CPE se crea dicha ley, con el objetivo de garantizar a los pueblos su sobrevivencia
Física y cultural cuando esta esté amenazada, y puedan gozar de las tierras donde habitan.
La importancia de esta ley radica en que, en muchas partes del mundo,
algunos gobiernos y empresas exterminaron pueblos indígenas enteros,
o maltrataron y asesinaron a otros, para desalojaros de su territorio y
apropiarse de las riquezas naturales que existían en el mismo.
Las explotaciones mineras provocan reiteradas violaciones a los
derechos de los pueblos, pues vulneran su autonomía y, por lo general,
violentan el derecho a la consulta reconocida en el Plan de Desarrollo
Nacional y en el Convenio 169 de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) sobre derechos de los pueblos indígenas y tribales en
países independientes (Valladares de la Cruz, 2017).
La Ley 450 respalda a los pueblos indígenas originarios campesinos, para
que se desarrollen con prioridad y respaldo del Estado en sus territorios, salvaguardando su identidad
cultural. Obedeciendo esa ley es que, por ejemplo, se debe proteger el Territorio Indígena y Parque
Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS).
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