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Primera parte; Acercamiento.

Identificación y problematización de la cuestión comunitaria


Unidad 1: Campo de la Psicología Comunitaria
 Surgimiento de la Psicología Comunitaria en Latinoamérica y Argentina como respuesta a los
procesos sociohistóricos de nuestros pueblos. Historias, prácticas y desarrollos conceptuales en Ψ
Comunitaria.
 Paradigma, principios y supuestos básicos de la Psicología Comunitaria.
 Estado de la Psicología Comunitaria en América latina y el Caribe.

Ficha de Cátedra Estrategias de Intervención Comunitaria, 03/2016


La historia de la ψ Comunitaria en Córdoba, en el contexto latinoamericano.
Primer registro “oficial” de la denominación “Psicología Comunitaria”.
La Psicología Comunitaria surge oficialmente en Estados Unidos en Swampsctt-Boston- en 1965
“Conferencia sobre la Educación de Psicólogos para la Salud Mental Comunitaria" que fue
realizada en el marco de la discusión de los problemas de adiestramiento de los profesionales del
área de la salud Mental. En este encuentro, se reflejaron las tres fuentes principales que, en este
contexto, dan origen a la disciplina:
La insatisfacción respecto a las respuestas dadas por la Psicología Clínica a los problemas de
Salud Mental (inaccesibilidad a los servicios, reducción a lo individual, no incorporación de lo
social-ambiental, planteos curativos);
el interés por el desarrollo de una psicología profesional o aplicada (en respuesta a las
necesidades post II Guerra Mundial)
los eventos sociales de la década del 70 (movimiento por los derechos civiles de la población
negra y el estudiantil en contra de la Guerra de Vietnam).
En el informe de esta reunión es que se usa por primera vez, como señala-M. Montero (1984), el
término “Psicología Comunitaria:’ (Parra, 1995).
Puede reconocerse la presencia de distintos modelos conceptuales en La Psicología Comunitaria
estadounidense: el de la salud Mental Comunitaria o Psicología Clínica Comunitarias, el marco
Organizacional o Sistémico; el Modelo de Acción o Cambio Social; el Modelo Ecológico y el Modelo
de la Psicología Comunitaria Conductista (Parra, 1995).
Todas estas experiencias de los distintos países los equipos comparten la preocupación por las
personas en situación de pobreza, opresión e injusticia.
La relación con el Estado, el espacio, la vida pública, desde una posición de apoyo o confrontación,
está siempre presente en los trabajos en Psicología Comunitaria. Se destaca, la situación en
periodos de Estados dictatoriales, en donde esta fue considerada “subversiva”. Esta “condición”
dificultó, interrumpió y/o arrasó con el surgimiento y/o desarrollo de la disciplina. Aun así, en
vigencia de la democracia, esta puede dificultar o facilitar el desarrollo de trabajos comunitarios.
Por otro lado, algunos equipos se comprometen con programas gubernamentales, lo que puede
generar clientelismo político, pérdida de criticidad o problemas diversos ante políticas públicas o
programas que no se respaldan.
El origen de la Psicología Comunitaria-Latinoamericana tiene que ver con (Parra, 2008):
- El contexto sociopolítico: la dinámica política en nuestros pueblos había cambiado en ese
entonces de contenido hacia contenidos más revolucionarios.
- La crisis del paradigma de la Psicología Social tradicional. Así, si bien se habla de la Psicología
Comunitaria como de una de las ramas más recientes de la Psicología, "no puede dejar de
indicarse su basamento psicosocial, así como el uso que la misma hace de procedimientos,
técnicas, instrumentos y métodos provenientes de la Psicología Social" (Montero, 1984)

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- La fuerte orientación hacia la aplicabilidad de la disciplina;
- El énfasis puesto en los aspectos ideológicos respecto a la práctica científica.
- La crisis de otros paradigmas como el de la Psicología Individual. Las principales críticas que se
hacen a dichos paradigmas son: la ausencia de un marco conceptual integrado; la fragmentación
del objeto de estudio y la falta de historicidad; el aislamiento relativo de la ψ de las otras ciencias
sociales; el énfasis individualista y psicologizante; la falta de reconocimiento de la especificidad de
los fenómenos sociales en términos de espacio y tiempo; el énfasis excesivo en el método de
investigación experimental; la falta de pertinencia de la disciplina a los problemas sociales; y la
falta de validez transcultural en los datos o teoría psicosociales.
Marcela Parra (2008) afirma que existen dentro de la Psicología Comunitaria Latinoamericana,
diferentes paradigmas; la Psicología Transcultural, ψ Social Aplicada, la ψ Social para el Desarrollo
Social y Económico, ψ Social Comunitaria, la Psicología Comunitaria, la Psicocomunidad, entre
otros.
Montero y Serrano García (2011), atendiendo la indagación realizada sobre la situación de la PC en
América Latina, identifican aspectos relevantes a visibilizar:
 Variedad de orígenes: desde lo institucional, lo académico, lo comunal.
 Las intervenciones tienen como condición el ser participativa: usando métodos participativos
como: 1) IAP 2) entrevistas participativas 3) como herramienta el grupo.
 La identidad del psicólogo comunitario se la definía como Agentes de cambio social; con
compromiso político y ético, críticos; fomentan la desideologización y concientización de la
opresión e injusticia.
 Herramientas conceptuales que se usan son: participación, autogestión, fortalecimiento
comunitario,
La Psicología Comunitaria en Argentina.
En Argentina, no hay una fecha fundacional. En los años cincuenta la Psicología también cambia de
posición, de una práctica de laboratorio a inserción social, concreta, abierta a la vida cotidiana,
buscando lo social en lo individual. Sumado a los acontecimientos sociales que en los 60 y70 se
vivieron en América Latina, con las dictaduras y los movimientos que se gestaron a nivel social,
también exigieron a la psicología adentrarse en la vida de las comunidades de manera
comprometida y participativa. Surge en esos años la PC pero con un recorrido acotado a algunas
experiencias y con poco desarrollo teórico. Dentro del campo disciplinar, se desarrolló al margen
de las otras áreas, básicamente la clínica. Su recorrido estuvo más ligado al campo de la salud.
En el marco de las prácticas Institucionales, sin ser nombradas como PC, se registran las
contribuciones de las universidades nacionales que fueron creando las bases para una lenta
legitimación como ámbito de incumbencia de lo/as psicólogos/as.
Los principios conceptuales y metodológicos se basaron en el fortalecimiento de capacidades,
autonomía de la población en la toma de decisiones y en el fortalecimiento como actor social y
político.
En la Argentina se encuentran ciertos obstáculos en el desarrollo de la PC, entre ellos:
 la utilización ambigua del concepto comunidad,
 el oportunismo que puede transformar a la PC en un discurso progresista vaciado de los
principios que le dieron origen,
 los márgenes estrechos de la demanda laboral en una sociedad de relaciones fugaces
 las limitaciones al fortalecimiento a la población como consecuencia de políticas clientelares.
 Otros obstáculos a tener en cuenta fueron, las sucesivas dictaduras, influencia del modelo
médico clínico y el perfil de la formación sesgada por la visión y práctica clínica.

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En relación a la formación se sumaron o convergieron en las primeras experiencias
 la psicología sistémica herramienta imprescindible para el diseño del trabajo en redes
 el construccionismo social generando un salto epistemológico que cambio la manera de
posicionarse ante los procesos colectivos y produjo un modelo de análisis y de intervención
llamados sistemas conversacionales, colaborativos (Fuks, 2011).
Reconocemos además, como aportes fundamentales a la conformación de nuestra área, antes de
la dictadura militar del 76 desde:
 el psicoanálisis crítico y comprometido con la realidad social, desde el campo de lo grupal e
institucional. Podemos mencionar a Bleger (visibilización de la comunidad) y Pichón Riviere
(experiencias con grupos operativos), Armando Bauleo, Baremblit (en el campo grupal e
institucional).
 el sanitarismo y las experiencias en el ámbito público-estatal (hospitales, centros de salud) de
la época.
 el trabajo territorial y experiencias militantes.
 Educación Popular y las experiencias en alfabetización ligadas al trabajo comunitario-territorial.
En el marco de la Universidad Nacional Argentina se observan algunas facultades de Psicología que
han incorporado la materia (con nombre propio o bajo la denominación de “EIC” o asociada a
otros campos: el caso de Mar del Plata “Psicología Comunitaria e institucional”). Las propuestas se
originan a partir de la vuelta de la democracia. Hoy la constitución de Programas académicos que
incluyen a la Psicología Comunitaria esta en avance.
Las propuestas de postgrado universitario, en algunas provincias, por mucho tiempo ha sido la
única instancia de formación en Psicología Comunitaria junto con la articulación de actividades
extensionistas, de relevancia y perdurabilidad en el tiempo.
Ha sido fundamental la incorporación de la PC en propuestas no universitarias, ligadas a
Ministerios de Salud y/o Direcciones de Salud Mental.
La Psicología Comunitaria en Córdoba.
La presente ficha, marca un corte temporal en la historización de la Psicología Comunitaria: el año
1984, año de la apertura democrática en el país.
Identificación de Momentos
Desde la apertura democrática hasta la actualidad, se produjeron cambios, retrocesos, marcas,
que indican momentos. Estos se encuentran ligados a los procesos políticos, a las políticas
públicas, a los diferentes gobiernos, al estado de la disciplina Psicología y la relación piscología-
comunidad, al estado de la PC en variados ámbitos, entre otros aspectos:
Momento años 1984-89. Señala el término de la dictadura y comienzo de la democracia. Raúl
Alfonsín (UCR Unión Cívica Radical- Línea Renovación y Cambio) fue el presidente en este periodo.
En Córdoba, Angeloz, era el Gobernador (UCR- de diferente corriente interna).
Para el campo de la Psicología, de la salud mental y de lo comunitario fue un momento de
expansión y de proyectos, en consonancia con lineamientos nacionales en salud mental. Surge la
dirección de Salud Mental, a cuya política le interesaba “el hacer”, la incorporación de lo clínico,
pero fundamentalmente de lo social, de lo comunitario, de lo sanitario, lo grupal y lo institucional.
Es el periodo de incorporación de los/as psicólogos/as a distintas instituciones del Estado, de
formulación de lineamientos de salud mental y creación de centros con equipos interdiscíplinarios,
y la incorporación de espacios de formación y prácticas comunitarias. Se exige al Estado que
garantice el derecho a la salud mental de la población y en especial de los menos favorecidos y
más afectados en el periodo dictatorial.

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Las ONGs inician un trabajo muy importante para la etapa. En la Academia, se formula el Plan 86,
en dónde, como materia electiva permanente se propone Estrategias de Intervención
Comunitaria.
También en este periodo se promulga la Ley Provincial del Ejercicio de lo/as Psicóiogo/as.
Momento años 1989-90 hasta el 2001. Las comunidades populares organizan actividades para
abaratar costos (compras comunitarias), se multiplican las ollas populares, las copas de leche. Se
realiza la "Marcha del Hambre”.
Creación de políticas sociales focalizadas (cambiándose el paradigma) que buscaban
calmar/desactivar a la población y desestructurar la organización comunitaria que se fue
generando en los barrios (plan jefes y jefas de hogar), una expansión de políticas sociales
clientelares y asistenciales con anclaje en los territorios que provocan tensión con las experiencias
y capacidades de las organizaciones políticas territoriales y comunitarias. El saldo: privatización,
flexibilidad y precarización laboral. Desempleo y represión.
En la Academia, por primera vez se dicta la materia “Estrategias de intervención Comunitaria”, que
luego se estabiliza como tal.
Momento años 2001-2002. Este corto periodo de la Alianza implico recortes y ninguna atención
real a las problemáticas sociales y de salud mental de la población. La precariedad y el malestar
poblacional aumentaban dramáticamente. En el 2001, observamos por un lado una visibilización
de las experiencias con iniciativa comunitaria para responder a la difícil situación económica que
atravesaba el país, a la vez otras que iniciaban cortes de ruta, piquetes y piqueteros -los
desocupados- trueque, asambleas, etc, las manifestaciones y protestas crecían. Fueron
brutalmente reprimidas, con muertos, entre ellos, muchos jóvenes. Esta circunstancia (estallido
del 2001) produjo movimientos novedosos. En Córdoba, uno de ellos fue “Encuentro de Miradas y
Voces", con carácter intersectorial, interinstitucional e interdisciplinario. Las y los psicólogos
tuvieron allí una presencia muy importante.
Momento años 2003-2015. En la provincia y en la ciudad, la salud y la salud mental no se
presentaron como prioritarias. Lo comunitario y lo poblacional solo tenía una entidad real en los
discursos, aunque se incorporaron a nivel municipal psicólogos repitiendo el modelo médico y
para tareas asistenciales, aunque la relación con los centros de salud era muy asimétrica (15
psicólogos para 100 centros de salud). Los perfiles de tarea y profesión se diluyen (sobre todo en
la gestión Mestre como intendente). Se observa un deterioro de la asistencia pública. Lo
biomédico (modelo medico hegemónico), en la práctica, asignación de recursos y jerarquías
disciplinares, se imponen.
A nivel nacional, se producen algunos giros, uno de ellos es la producción de leyes, entre ellas las
leyes de salud mental, del paciente, de los usuarios, otras más de ampliación de derechos y se
retomó la propuesta de la desmanicomializacíon. Otro de los giros fue la creación de centros de
formación y acción en ámbitos comunitarios (precarizados) por ejemplo el Programa Médicos
Comunitarios
En Córdoba, se destaca la Mesa de Salud Mental (con participación de diversas instituciones y
profesionales del medio, así también usuarios de los servicios de salud mental), que trabajó
arduamente a lo largo de dos años en pos de una propuesta de ley (tomada en algunos aspectos
en la que finalmente se legisla). Y la producción de propuestas alternativas de atención
(autogestionadas) así como un trabajó en pos de la desmanicomializacion. La defensa de los
derechos de pacientes así como las denuncias por la mala atención, tratos penosos o destrato son
también acciones que se inician en este periodo y continúan en el presente.
Los actores

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Estado Provincial y su relación con el Estado Nacional.
Junto con la apertura democrática se propone en el ámbito de la salud mental y desde los
lineamientos nacionales -con anclaje en el Estado provincial-, reparar-reconstruir. el tejido social
dañado en la dictadura militar.
Se pone foco en las políticas y en los trabajadores de salud mental (énfasis en la capacitación); y
en los espacios o sectores que presentan mayor vulnerabilidad y se los percibe como de mayor o
más alto riesgo social. Así también se afirma en una imposibilidad de abordar problemáticas desde
lo asistencial-individual y en el espacio del consultorio como única estrategia. Es por ello que se
empieza a pensar en la construcción de estrategias de abordaje comunitario.
Es así que enfáticamente se proponen políticas de salud mental activas, con un importante
acompañamiento en el orden presupuestario, apertura de espacios y creación de cargos, que
posibilitan las primeras experiencias realizadas en clave comunitaria: se hace necesario citar aquí
la constitución de los llamados Equipos de Atención Comunitaria, la creación de la Residencia
Interdisciplinaria en Salud Mental (con actuación en el primer año en la comunidad, en el segundo
en hospitales monovalentes y el tercero en hospitales generales). Se habilita, invita y promueve, a
los equipos que salgan de los consultorios, que reorienten la asistencia individual a lo preventivo,
promocional y grupal-colectivo, que las disciplinas se conecten conformando intervenciones
interdisciplinarias. Se propone y se promueve una ideología de trabajo que da el marco a las
primeras prácticas comunitarias dependientes de Estado.
Estado Provincial. Equipos de Atención Comunitaria (EAC).
LOS EAC, equipos de salud mental de los hospitales de APS o centros de salud surgen en el año
1984, tienen protagonismo en los aportes y participación en los nuevos lineamientos de salud
mentad que incluye el trabajo comunitario. Su misión era atender la problemática de la salud
mental de la población que incluye los tres niveles de prevención aunque el énfasis esta puesto en
el primer nivel con equipos interdisciplinarios.
Los servicios ofrecidos, por el área, incluían: 1) acciones de acompañamiento y asesoramiento
para el aprovechamiento de recursos, 2) acciones tendientes a la movilización y organización para
la salud. 3) servicios de fortalecimiento a la trama social. 4) acciones de acompañamiento y
esclarecimiento en situaciones de conflicto individual, familiares, grupal y poblacional. 5) servicios
de información y comunicación a la población.
La metodología de trabajo es la metodología de acción-reflexión
Las acciones y recorridos de los EAC a sido dispar en el transcurso del tiempo; estrechamente
ligado a las políticas públicas y al contexto socio-político.
Hasta el año 1998 hay 10 EAC, ahora bien, la mayor cantidad de EAC no implica mayor expansión o
profundización del trabajo comunitario, ni un mayor desarrollo del campo de la Psicología
Comunitaria.
Subsiste el retraimiento a los consultorios y una vuelta a políticas tradicionales, y a las prácticas
asistenciales. Algunos plantean que se perdió la mística, más allá del rédito personal, era más allá
de tener un trabajo. Antes era “logré entrar para hacer esto que quiero hacer”, ahora “conseguí
un trabajo”.
Estas prácticas con participación de psicólogo/as nunca fueron identificadas, llamadas o pensadas
desde y como psicología comunitaria. Hoy podemos decir que mucho de lo que hacían aquellos
psicólogos y psicólogas referenciaba al campo de la psicología comunitaria. Eran reconocidas como
prácticas que respondían a la psicología sanitaria, por estar insertas e incluidas en centros de salud
y depender de la Dirección de Salud Mental.

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1988 se avanza en programas de. “contención del paciente” sobre las acciones de prevención y
promoción, aparece lo clínico y el paciente.
En el año 1994 se crea la Dirección de Prestaciones Integrales de donde dependen actualmente
EAC. Desde ese año se retoma (en el año 84 ya se habían implementado acciones en esa dirección)
un proyecto de desmanicomialización. Con los cambios de gobiernos caen los proyectos.
Aun, cuando las condiciones no son las más facilitadoras para el trabajo comunitario desde los
lineamientos y políticas públicas, se continuó con las actividades y talleres grupales, hasta hoy.
La participación comunitaria se modifica a mediados de los 90, con Ramón Mestre como
gobernador (suspende contratos, algunos se van y no se cubren cargos, entre otros). Cambia la
política. Varios efectores pasan a ser municipalizados, con destino en los Centros de Atención
Primaria de Salud. Se trabajaba en comunidad pero “no tanto”, se busca en todo caso, articular lo
clínico con lo comunitario. En el 2001 hubo un repliegue, casi todos los equipos se abocaron a la
asistencia. Una demanda que crece aceleradamente y dese las políticas sanitarias se instala la
importancia a dar respuesta a esta demanda asistencial. Hace unos años algunos equipos se están
volviendo a replantearnos la necesidad de un cambio en las formas de intervención. Se visualiza
que el interés por lo comunitario, es desde abajo, desde los equipos, pesando el trabajo
comunitario, como una deuda.  
Estado Municipal
Los centros de salud municipales que utilizan la estrategia de atención primaria en salud no
cuentan en ese momento con un lugar protagonice en el desarrollo de experiencia claramente
desde el trabajo comunitario y la presencia de psicólogos es absolutamente minoritaria. La salud
mental de las poblaciones no está mirada ni son tenidas en cuenta por las políticas sanitarias
municipales. Y desde la política en salud, aun cuando digan utilizar la Estrategia de Atención
Primaria se encuentra poco desarrollada en su primer nivel de atención. Antes y ahora.
Dentro del ámbito municipal con el pasaje de profesionales del campo de salud de la provincia
entre ellos psicólogos, enfermeros y trabajadores sociales, se empezó a debatir e incluir dentro del
ámbito de la APS, el trabajo territorial y poner en cuestión el modelo medico hegemónico y se
resaltó el saber de las otras disciplinas y como resultado de ello se constituyeron los EZI (equipos
interdisciplinarios zonales), dando impulso al Trabajo Comunitario.
En la academia. Facultad de Psicología-UNC
Algunos aspectos fueron incluidos en el apartado “Identificación de momentos” y “La Psicología
Comunitaria en Argentina”. Nos detendremos aquí en dos experiencias en el marco de la Facultad
de Psicología; las experiencias de la Cátedra “Estrategias de intervención Comunitaria” y la de la
“Practicas Pre-Profesionales-Contexto Social Comunitario”.
 Cátedra “Estrategias de Intervención Comunitaria”.
En el año 1986, ya en democracia, se diseña un nuevo Plan de Estudios. Es aquí donde se incluye
como Materia Electiva Permanente, Ínter área, de carácter anual la materia “Estrategias de
Intervención Comunitaria”. Desde su inclusión en la academia no es nombrada entonces según las
denominaciones existentes en América Latina en la época: Psicología Social Comunitario o
Psicología Comunitaria,
Recién en el sino 1991 y solo por dos años la materia es dictada (en marco de la Psicología
Comunitaria), por el Lic. Sebastián Bertucelli. Luego en el año 1995 se dicta un Seminario
específico a cargo de las Lic. Inés Díaz, Silvia Plaza y Maite Rodigou de carácter cuatrimestral que
intenta llevar a la academia el recorrido de prácticas en los espacios comunitarios populares.

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Se constituye en una materia electiva permanente de duración anual a partir del año 1997
ocupando el lugar asignado en el Plan de estudios.
En el año 1998 se inicia el Programa de Prácticas Comunitarias, con inserción en diferentes lugares
de la Ciudad de Córdoba y desde el año 2002 se extiende a experiencias campesinas en el norte de
Córdoba, que dos años después se abandona por cuestiones presupuestarias.
En nuestro trabajo en las comunidades se incluyen distintos grupos etarios: niños, jóvenes,
adultos, adultos mayores; trabajo con mujeres; en relación con instituciones estatales
(dispensarios, escuelas), ONG's, o directamente con organizaciones comunitarias.
Estas prácticas (anuales) tienen como modalidad la presencia semanal en los espacios
comunitarios con un dispositivo que las sostiene (supervisión, talleres colectivos vivenciales,
marco teórico-práctico) y que fueron construyendo la postura de la cátedra.
El objetivo de estas prácticas desde la PC es el encuentro con el otro y el trabajo en los procesos
comunitarios en poblaciones en situaciones de vulnerabilidad, con un compromiso ético-político
de aportar a la construcción de transformaciones de estas condiciones en lucha por la dignidad de
las personas que allí viven.
Como cátedra se plantearon los siguientes objetivos relacionados a la comunidad, actor que se
incorpora al espacio académico, así como para los estudiantes.
 Promover, dentro del ámbito de la Facultad de Psicología y junto a otras cátedras de la misma,
líneas de actividades de articulación a las comunidades y a los trabajadores comunitarios, que
contemple las siguientes funciones:
o a) de, planificación asesoramiento, intervenciones puntuales, acompañamiento;
o b) evaluación de necesidades sociales, elaboración de proyectos y seguimiento de los mismos;
o c) capacitación a través de cursos, jornadas, talleres, intercambio de experiencias;
o d) de investigación.
 Propiciar actividades de articulación, encuentros y comunicación entre distintas personas,
grupos, organizaciones, sectores que compartan los objetivos y haceres del Trabajo Comunitario y
la Psicología Comunitaria, a través de encuentros, jornadas, etc.,
 Acompañar a las comunidades y/u organizaciones comunitarias en su búsqueda y manifestación
dé mejor calidad de vida y bienestar psicológico.
Para poder construir el proceso de aprendizaje de los estudiantes se propusieron los siguientes
objetivos.
o Orientar y transmitir núcleos conceptuales y técnico-instrumentales para la problematización y
la construcción de estrategias de intervención comunitarias en contextos adversos;
o Facilitar una lectura crítica y una actitud investigativa permanentes,
o Acompañar a los estudiantes en el cuestionamiento y/o replanteo del rol del psicólogo/a y del
psicólogo/a en comunidad ante la realidad que nos atraviesa.
La Psicología Comunitaria dejo de ser un área de vacancia para afirmarse como campo, Aun así en
la Facultad de Psicología-UNC se permitió (por el carácter de obligatoriedad) que la delimitación
del campo de la Psicología Comunitaria fuera tramitado por Psicología Sanitaria (incluido en su
programa), de modo inconsulto y aún está en duda su inclusión (EJC) en la carga obligatoria del
cursado de la carrera.
 Las prácticas pre-profesionales (PPP): contexto social comunitario
En el año 2007 se realiza una modificación en el Plan de Estudios, con la incorporación de un Área
de Practicas Pre Profesionales con miras a mejorar y diversificar el egreso. Se discriminan distintos
ámbitos que se los llaman contextos (jurídico, clínico- sanitario, educativo, organizacional y social-

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comunitario). Interesa destacar aquí el contexto social-comunitario que se incorpora como un área
de abordaje de la Psicología.
Esta modalidad de egreso en el ámbito comunitario exigió debatir criterios de selección de
alumnos con un perfil que permitiera trabajar con las poblaciones de más alto riesgo social. Así
también para la realización de convenios que incluye necesariamente a las organizaciones de base
y comunidades, y no solo con las instituciones estatales y ONGs.
A esta instancia de formación de grado acceden por año 40 alumnos/as que realizan sus prácticas
en diferentes espacios comunitarios, con o sin experiencias previas ligadas al voluntariado.
En muy pocas asignaturas de la carrera se enseña a trabajar en equipo por lo que en muchos casos
los espacios de supervisión, dispositivo ofrecido a cada equipo de trabajo de manera semanal para
repensar la práctica, planificar, evaluar, etc; opera como un soporte de los conflictos grupales y las
tensiones entre los miembros donde se entrelazan cuestiones personales, diferentes sentimientos
que despierta el trabajo con personas que viven en condiciones de pobreza y lecturas diferentes
de los procesos comunitarios. En los últimos años se han implementado supervisiones colectivas
que involucran a equipos que trabajan una misma temática o con un mismo grupo poblacional
donde está presente todo el equipo docente y se intenta abrir otras discusiones y otros modos de
pensar donde convergen distintas formas de supervisión de cada docente.
Otra dificultad encontrada son las cuestiones vinculadas a las lógicas de la investigación en
contraposición a las de intervención, La formación de grado de los estudiantes está fuertemente
ligada a la experiencia de la investigación y en el marco de la práctica deben formular hipótesis de
acción y objetivos de intervención, donde se propone otra forma de producir conocimientos
donde opera el involucramiento en las situaciones y un hacer — pensar en constante
interrogación sobre la propia práctica.
La escritura de la práctica es algo que acompaña todo el proceso de trabajo, en general no es una
habilidad desarrollada en la formación de grado.
Por último, cabe destacar el acompañamiento que se realiza en el proceso de aprendizaje a los/as
estudiantes en territorio, estrategia que ha permitido un acercamiento mayor a la realidad y traer
al espacio de supervisión aspectos, situaciones, vivencias que no suelen ser enunciados como
problemáticas o recursos a trabajar por los estudiantes.
Otras instancias en lo académico
A partir de que se fue desarrollando en el ámbito académico el dictado de la cátedra de Estrategia
de Intervención Comunitaria y abriéndose este campo de trabajo de la psicología que se
constituyó en una opción de práctica profesional de parte de los psicólogos que se fueron
recibiendo en estos años es que surgen el dictado de cursos de extensión universitaria, cursos de
posgrados acerca de numerosos aspectos de la Psicología comunitaria.
Además se formó parte de la Maestría de intervención psicosocial, dictando el curso de
Intervención discriminando la posición de la PC.
CONCLUSIONES.
La PC nace en respuesta a las poblaciones más desfavorecidas por un lado y por otro como
alternativa a la psicología clínica y a la psicología social tradicional que no ofrecía las estrategias
adecuadas para responder a los sucesos sociales que ocurrían en América Latina.
Fue creciendo en razón de los movimientos poblacionales y desde la práctica para ir adentrándose
al campo de lo académico. La población a la que va dirigida, la práctica y el uso de la IAP genero la
construcción de conocimiento, y ponen en cuestión los saberes académicos y exige la construcción

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de nuevas categorías de análisis para intervenir y de estrategias metodológicas para abordar las
problemáticas comunitarias.
El surgimiento de la PC, tiene características comunes en América Latina, Argentina y Córdoba.
En las reconstrucciones históricas de la configuración del campo de la psicología comunitaria llama
la atención la fuerte relación entre contexto socio-histórico, estado y desarrollo disciplinario. Por
lo tanto la construcción de este rol de los profesionales e intelectuales del campo de la psicología
comunitaria.
Podernos afirmar que aún no se ha logrado una presencia fuerte, institucionalizada ni la total
legitimación del rol del psicólogo comunitario; por un lado por la situación ya comentada de la
materia en la institución y por el otro por representaciones y estereotipos sobre la psicología, el
psicólogo/a y el ámbito de lo clínico como la psicología, manteniendo una impronta que marca la
formación académica.

QUINTAL de FRIETAS. MARTA: Prácticas en comunidad y psicología


comunitaria. En Psicología Social Comunitaria”.
La sociedad brasilera y la psicología. Década de los 60 y 80
A mediados de la década de los 80 la aproximación de la psicología a la población desfavorecida
aumenta; la psicología y sus profesionales comenzaron a abrir nuevos y diferentes espacios de
actuación tales como barrios de la periferia, áreas marginales (favelas), casas de vecindad
(conventillos), puestos de salud, instituciones ligadas a los menores y a la familia, asociaciones de
barrios y sindicatos.
Así como nuevos espacios pasaron a ser delineados, se percibió la necesidad de establecer
referencias para esa práctica que empezaba a darse y en este cuadro es que empezamos a oír la
denominación psicología de la comunidad o psicología en la comunidad y aun una psicología
comunitaria.
Durante toda la década de los ochenta la actuación de los psicólogos en la comunidad, como la de
otros profesionales, se sustentó claramente sobre el pilar de la participación política y de
solidaridad con la situación concreta, vivida por la población en general. En un momento político e
histórico en el que el estado ocupaba una posición de confrontación en relación con las
necesidades básicas de la mayoría de su pueblo.
La relación psicológica y el contexto social- insuficiencias teórico - metodológicas
A fines de los 80, diversas regiones del país, en la administración pública, en los servicios de salud
y educación, se crean espacios para una acción del psicólogo, institucionalmente reconocida. Este
profesional, puede ahora trabajar junto a los sectores desfavorecidos ya no más de forma
voluntaria, no remunerada y no valorada institucionalmente.
Prácticas de los psicólogos en las comunidades. Revelaciones producidas
Si la práctica del psicólogo en la comunidad apunta a una relación que deba establecer con la
población o con sectores de población, las concepciones que tengan sobre lo que es problemático
o sobre qué esferas de su trabajo debería incidir, van a definir la naturaleza de su práctica. Las
concepciones que posee sobre cuáles son así determinantes de los problemas de la población van
a imprimir una dirección a su trabajo y ella puede situarse en un continum entre el creer que los
problemas, dificultades y obstáculos enfrentados por la población (objetos de su intervención),
tiene un origen psicológico, hasta la creencia en que el origen está en los determinantes sociales,
políticos y económicos.

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 Primera práctica: considera que los orígenes de los problemas vividos por la población son
psicológicos, los instrumentos utilizados por los profesionales provienen de la psicología clínica y
psicodinámica. Se centra en asuntos como neurosis, psicosis, histeria y problemas de relaciones
personales y familiares, que están presentes en los más diversos miembros de la comunidad y que
pueden dificultar el desarrollo del proceso comunitario. Quien recibe los objetivos del trabajo es
un psicólogo y quien es sujeto del conocimiento a ser producido es el psicólogo. Utilizan técnicas e
instrumentos tradicionales para el tratamiento de problemas psicológicos como psicoterapia,
diagnóstico y test de personalidad.
 Segunda práctica: en los trabajos desarrollados en la comunidad el psicólogo participa de las
discusiones, manifestaciones y movilizaciones que hace la población en función de sus
reivindicaciones básicas; los problemas vividos por las personas son considerados como derivados
de los factores económicos, políticos y sociales. El trabajo del psicólogo se transforma más en un
trabajo que debe ser realizado en poblaciones menos privilegiadas, debiendo contribuir a que la
población aprenda a manifestarse, organizarse y hacer reivindicaciones ligadas a las condiciones
reales de vida. Algunas técnicas están ligadas a la dinámica de grupos, dado que puede facilitar
procesos de comunicación interpersonal y de organización popular. El origen de los problemas es
social, los instrumentos utilizados provienen de la dinámica de grupo y otros campos, quien recibe
los objetivos del trabajo y quien es sujeto del conocimiento a ser producido es la población.
 Tercera práctica: en los problemas que la población enfrenta los psicólogos consideran los
aspectos subjetivos que contribuyen a que tales determinaciones tengan una incidencia, la
realidad concreta de la vida de las personas se hace responsable de sus procesos psicosociales,
presentando repercusiones diferentes que pueden generar dificultades y problemas en su vida
cotidiana. La acción del psicólogo se da objetivando la discusión y resolución de problemas en un
proceso de participación con la población y contribuye a comprender los fenómenos psicosociales
tales como la apatía social, la falta de organización y movilización sociales, el individualismo y la
falta de solidaridad. Los orígenes de los problemas vividos por la población son sociales, los
instrumentos utilizados por profesionales de la psicología de la dinámica de grupos, creación de
nuevos instrumentos, quien recibe los objetivos del trabajo es el psicólogo y quien es sujeto del
conocimiento producido es el psicólogo y población.
 Cuarta práctica: los psicólogos analizan la realidad vivida por las comunidades determinada por
las condiciones sociales, económicas y políticas; cuando desarrollan su trabajo atribuyen causas
psíquicas a las dificultades enfrentadas por la comunidad, llegando a considerar la falta de
organización y de movilización, el desencanto político, las posiciones fatalistas y de impotencia
frente a los acontecimientos sociales, como indicadores de rasgos o tendencias internas, ya
existentes en la estructura psíquica de las personas. Critican el carácter elitista y clasista de la
psicología, especialmente en relación con las poblaciones pobres; coloca al psicólogo en un papel
de intermediario entre la población, con sus problemas y características y las instituciones a las
cuales la población dirige sus intervenciones. El origen de los problemas vividos por la población es
psicológico, los instrumentos utilizados por los profesionales provienen de la psicología clínica,
psicoanálisis, ningún instrumento y ningún conocimiento es producido.
Significado de las prácticas en comunidad. Ayudas para la construcción de una psicología
comunitaria
Se toma en cuenta dos ejes: especificidad profesional versus determinación socioeconómica de los
fenómenos, la práctica desarrollada en comunidad se puede situar en los planos derivados del
cruce de esos ejes.
 Posición de defensa de la especificidad profesional y creencia en la determinación psicológica: en
la primera práctica, los profesionales crean para la psicología comunitaria una posibilidad de

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actuación, caracterizándose por prácticas tradicionales provenientes de otras áreas de la
psicología: la psicología clínica y su postura se centró en identificar los aspectos ligados a la
dinámica interna de los individuos; el profesional asume el papel del que sabe y debe decidir el
camino a ser recorrido, la población es colocada en el papel de receptora tanto de las
intervenciones promovidas y de las técnicas utilizadas como de las producciones teóricas
derivadas; la psicología se define como disciplina neutra y no comprometida con los conflictos
sociales y atribuye un carácter neutral a los problemas.
 Posición de no defensa de la especificidad profesional v creencia en la determinación
sociohistórica: los problemas vividos por la población son socioeconómicos y políticos, no hay un
compromiso para avanzar hacia una psicología como ciencia y práctica profesional. El énfasis está
en fortalecer las formas de organización y participación de los sectores en la construcción de su
propio proceso histórico. Los profesionales de la segunda práctica terminan haciendo caso omiso
de los compromisos con la propia profesión. Se trata de una posición empirista que no contribuye
a la integración psicológica - comunidad.
 Posición de defensa de la especificidad profesional y creencia en la determinación sociohistórica:
corresponde a los profesionales de la tercera práctica donde la preocupación consistía en
promover una síntesis integradora de las dos prácticas anteriores; los problemas individuales son
frutos de condiciones sociales, reflejándose en cada individuo de modo particular y contribuyendo
un avance o retroceso en el aspecto social del cual participa. En dicha intervención, el psicólogo
participa junto con la población, la población se convierte en sujeto de ese saber popular que será
elevado e incorporado a un saber científico. Se plantea una relación dialéctica entre el psicólogo y
la comunidad, el objeto de investigación pasa a ser la propia realidad vivida, la cotidianeidad de las
personas, mediatizada por las relaciones que establecen y por la acción de la ideología día a día. El
psicólogo se convierte en un catalizador del proceso de formación de conciencia crítica en las
personas, respecto de sí mismas y de la comunidad.
 Posición de no defensa de la especificidad profesional v creencia en la determinación psicológica:
se refiere a la cuarta práctica que implica el uso de técnicas terapéuticas, siendo criticadas por el
propio profesional, quien denuncia su carácter elitista y clasificatorio; estos profesionales divulgan
la posición de comprometerse con los menos
favorecidos, pero no permiten la participación
de éstos en el desarrollo del trabajo., no
plantean una identidad para su profesión y no
producen ningún tipo de conocimiento que
pueda contribuir a su campo; no se muestran
capaces de encontrar otros referentes
metodológicos y teóricos y acaban utilizando
los mismos caminos que critican.
Consideraciones finales: ¿Qué identidad está siendo construida?
Podemos hablar de diferentes relaciones que se establecen entre la psicología y la comunidad:
 La primera práctica: el psicólogo se aproxima a la población, se inserta en su contexto y
desarrolla estrategias para diagnosticar los problemas vividos tratándolos de resolverlos o
disminuirlos, en una perspectiva psicológica o individual, considera los problemas derivados de las
estructuras internas de los individuos. La psicología tiene su identidad preservada y fortalecida,
aunque descalifica las determinaciones sociales e históricos presentes en las relaciones
establecidos.
 Segunda práctica: la intervención del psicólogo está orientado por sus compromisos políticos y, a

11
veces partidarios, desarrollando trabajos dirigidos a la organización, movilización y reivindicación
de las poblaciones desfavorecidas y considerando sus problemas como frutos histórico - sociales,
se trata de una psicología de carácter político militante, de la comunidad.
 Tercera práctica: el psicólogo se compromete y se alia a las reivindicaciones de los sectores
populares, conociendo los problemas y dificultades enfrentadas por la comunidad, teniendo
determinaciones socio históricas y produciendo reflejos particulares, específicos y subjetivos a los
miembros de la población, el énfasis del trabajo recae en el compromiso y análisis de las
influencias que la ideología dominante tiene sobre la esfera psicológica.
 Cuarta práctica: el psicólogo no plantea una identidad para su profesión y no producen ningún
tipo de conocimiento que pueda contribuir a su campo. A partir de los mediados de los 80 y en los
90, ha habido un gran nexo entre la psicología y la comunidad a través de trabajos realizados en
puestos de salud, en instituciones penitenciarias o de reeducación social, para menores y jóvenes,
en delegaciones de mujeres, en barrios marginales y obreros; estos trabajos considerados como
psicología comunitaria, se caracterizan por la adopción de modelos y estrategias de la psicología
clínica, con un reduccionismo evidente, donde se insertaron en las comunidades de acuerdo con
las características de la segunda práctica.

MONTERO. MARITZA: Introducción a la psicología Comunitaria. Ca 3: El


paradigma de la psi comunitaria y su fundamentación ética y relacional
Sobre modelos y paradigmas
La psicología comunitaria surge al mismo tiempo del llamado nuevo paradigma relativista
cuántico, ella es una manifestación de ese paradigma que se venía gestando desde fines del siglo
XIX y que pasa a ocupar un lugar relevante a partir de los 80 del siglo XX. La psicología comunitaria
nace marcada por los signos de la complejidad, el holismo y la ambigüedad. Este nuevo campo
que la psicología construye a través de la praxis, en la que actúa desde la crítica no solo del statu
quo teórico y metodológico, sino además de la concepción del ser humano y de su rol en la
producción del conocimiento.
El paradigma de la construcción y la transformación crítica, se lo menciona en función de su
inserción científico - geográfica como psicología social comunitaria latinoamericana.
La noción de paradigma
Por paradigma se entiende a un modelo o modo de conocer, que incluye una concepción del
individuo o sujeto cognoscente, una concepción del mundo en que éste vive y de las relaciones
entre ambos; esto supone un conjunto sistemático de ideas y de prácticas que rigen las
interpretaciones acerca de la actividad humana, acerca de las producciones, de sus génesis y de
sus efectos sobre las personas y la sociedad y que señalan los modos preferentes de hacer para
conocerlos.
El paradigma de la construcción y la transformación crítica
El paradigma construido por los psicólogos que trabajan con comunidades y que han venido
labrando un modelo de producción de conocimientos, se expresa en cinco dimensiones:
 Dimensión ontológica: concierne a la naturaleza y definición del sujeto cognoscente; la
naturaleza de la relación entre investigadores externos (psicólogos) y las personas que forman
parte de la comunidad (sujetos de la investigación) es un aspecto fundamental de este paradigma.
La psicología comunitaria trabaja con actores sociales que se tratan de seres activos, que
construyen realidades y que protagonizan la vida cotidiana. Un actor social se trata de alguien que
posee conocimientos y que continuamente los produce; es alguien que piensa, actúa y crea, cuyo

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conocimiento popular debe ser tenido en cuenta. El sujeto de conocimiento es un sujeto que
critica, actúa y reflexiona desde la propia realidad que construye, a partir del discurso y de las
acciones. Los miembros de una comunidad tienen derecho de tomar decisiones sobre aquellos
asuntos que les conciernen, al igual que tienen el compromiso de llevarlas a cabo.
 Dimensión epistemológica: relación entre sujetos cognoscentes y objetos de conocimiento,
marcada por la complejidad y el carácter relacional. Sujeto y objeto son considerados parte de una
misma dimensión en una relación de mutua influencia; el sujeto construye la realidad, que a su vez
lo transforma, lo limita y lo impulsa. Ambos están siendo construidos continuamente, en un
proceso dinámico, en un constante movimiento que no sólo es dialéctico y analéctico (tesis,
antítesis y síntesis). La relación entre psicólogos comunitarios y otros actores sociales implica una
relación sujeto - sujeto / objeto, pues hay un doble sujeto cognoscente; la psicología habla de
agentes externos y agentes internos en el trabajo comunitario y plantea una relación dialógica,
horizontal, de unión de conocimiento científico y conocimiento popular y de devolución
sistemática del conocimiento científico producido a las comunidades, a la vez que de entrega del
conocimiento popular construido a los agentes externos, ya que unos y otros han participado en
su construcción. El rol de los psicólogos comunitarios es la de catalizadores de transformaciones
sociales.
 Dimensión metodológica: modos empleados para producir el conocimiento, que en psicología
comunitario son participativos, si bien no excluye otras vías. La investigación - acción en su
expresión participativa (IAP), tomada del campo de la sociología y de la educación popular,
enriqueciéndola con aspectos provenientes de aquellos métodos ligados a la psicología tradicional,
de carácter dinámico y colectivo. Se busca construir una metodología dialógica, dinámica y
transformadora que incorpore a la comunidad a su “autoestudio”; se amplía la dialéctica
convirtiéndola en analéctica, logrando una forma de intervención y de estudio que responde a los
intereses de la gente a la cual se suponen destinados sus beneficios.
 Dimensión ética: remite a la definición del Otro y a su inclusión en la relación de producción de
conocimiento, al respeto de ese otro y a su participación en la autoría y la propiedad del
conocimiento producido. Tiene como objetivo principal la relación del Otro en términos de
igualdad y respeto, en psicología comunitaria implica reconocer la existencia independiente de la
comunidad como forma de grupo y de sus miembros en su singularidad, en su carácter de dueño
de una historia construida por ellos, anteriores a la intervención comunitaria y posteriores a ella.
La concepción ética pasa por el carácter incluyente del trabajo comunitario, en la cual se busca
integrar, respetando las diferencias individuales, en lugar de excluir o de apartar. En el campo
comunitario se habla de una ética de la relación, que supone una expresión de la rectitud que va
más allá del derecho a la afirmación del propio interés, para pasar a considerar el interés común
por encima del individual.
 Dimensión política: se refiere al carácter y la finalidad del conocimiento producido, como
también al ámbito de aplicación y sus efectos sociales y a la posibilidad que todo ente tiene de
expresarse y hacer oír su voz en el espacio público. El carácter y la finalidad del conocimiento
producido, así como el ámbito de aplicación y sus efectos sociales, configuran el carácter político
de la acción comunitaria. La política se refiere a la esfera pública, al ámbito de la ciudadanía y a
cómo nos relacionamos con otras personas. La psicología comunitaria propone una participación
cuyo carácter político se muestra en función desalienante, movilizadora de la conciencia y
socializadora, que puede tener la praxis llevada a cabo.
La moral es el conjunto de prescripciones y normas culturales a través de las cuales se expresa la
ética, cuyo cumplimiento se exhorta a seguir en una época y en una sociedad o en una cultura
determinada. La ética se refiere al sustrato sobre el cual se fundamenta las prácticas deseables y

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deseadas y consideradas como buenas en cada cultura (moral) y a partir de la cual se regula el
comportamiento juzgado como óptimo para cada profesional (deontología); ética y moral van
junta, la primera influye en la segunda, pero no son términos intercambiables. La deontología es
el conjunto de reglas a seguir para observar una conducta moralmente intachable, pero no
necesaria y completamente ética; los códigos de ética profesional se trata de conjuntos de
disposiciones que rigen el modo como debe desempeñarse una profesión específica a la que se
refiere en relación con otras personas con las cuales se tratará y son un conjunto de reglas de
conducta pertenecientes a un orden moral que cae en el campo aplicado, de la deontología o
teoría de los deberes.
Una perspectiva holista de los paradigmas
Las cinco dimensiones de un paradigma deben verse en forma integradora.
Resumen
Un paradigma es un modo de producción y organización del conocimiento y un modo de
comprender el mundo y a los seres humanos; tal modelo ha surgido en una psicología de la acción
para la transformación, en la cual investigadores y sujetos están del mismo lado en relación al
estudio, ambos forman la misma situación.
Estructura del paradigma de la construcción y la transformación critica
Dimensión Ambito Preguntas características
Ontológica El sujeto (activo) del conocimiento o ser del ¿Cómo definen a la comunidad los
conocimiento, agente externo como interno. propios miembros? ¿Cuáles son sus
El ser del objeto que es conocido o lo que problemas, deseos, recursos? ¿Qué
son las cosas, la realidad es construida y saben las personas de la comunidad
transformada por los seres humanos. sobre su situación?
Epistemológic Relación entre sujetos cognoscentes ¿Cuál es la naturaleza de la relación
a (psicólogos y personas de la comunidad) y la entre ambos agentes de cambio y la
comunidad, sus intereses y problemas; la comunidad, sus intereses y sus
construcción del conocimiento por parte de problemas?
los agentes externos e internos, intercambio
de saberes.
Metodológica Los modos de producción del conocimiento, ¿Qué se debe hacer y cómo, para
introducción de métodos participativos, producir conocimiento? ¿Cómo
biográficos y cualitativos centrados en la producir formas de intervención y de
búsqueda de sentido, en la solución de evaluación que respondan a las
problemas y en la transformación de características de cada comunidad?
circunstancias específicas
Etica Juicio de apreciación aplicada a la distinción ¿Quiénes son los participantes
entre el bien y el mal. La concepción del otro provenientes de la comunidad?
y su lugar en la producción y en la acción del ¿Quiénes son los agentes externos?
conocimiento. Reflexividad. ¿Cuáles son sus intereses? ¿Cuál es el
lugar de los agentes internos en la
producción del conocimiento?
Política Organización de la comunidad de acuerdo ¿Hay formas de exclusión en la
con sus intereses, objetivos y procesos. comunidad? ¿Para quién es el
Problematización, concientización, conocimiento? ¿Cuáles son los efectos

14
desideologización. Respeto de derechos y del conocimiento? ¿Son conscientes las
cumplimientos de deberes. personas interesadas en la comunidad
de sus derechos y deberes como
ciudadanos y para la comunidad?

LIC SILVIA PLAZA: Campo de la Psicología Comunitaria


Introducción
Abordar el campo de la Psicología Comunitaria implica:
 El complejo objeto - método - rol
 El complejo conceptual que la sostiene
 Los procesos de intervención en los procesos comunitarios
Presentar el campo de la Psicología Comunitaria a través de dos aspectos:
 desde el complejo objeto, método y rol, el qué, cómo y el que/como hacer, poniendo énfasis en
el objeto
 el abordaje desde el complejo conceptual que la sostiene que se refiere a cuatro conceptos:
espacio, necesidades, participación y afectividad.
El objeto construido son los procesos comunitarios y alude a los sujetos involucrados en dichos
procesos, anclados en la diversidad, en la dinámica del conflicto.
La modalidad o método es desde la investigación acción participativa y participante.
Un quehacer (un rol) implica una función, papel a desempeñar, acciones a realizar (prescriptas y
no previstas). Los contextos comunitarios interpelan nuestra acción.
Procesos comunitarios: objeto de la psicología Comunitaria
Proponemos a los procesos comunitarios como foco de atención de la psicología comunitaria. En
la idea de proceso confluyen la idea de movimiento: hacia delante y hacia atrás y las maneras de
actuar, de proceder.
En los procesos es posible incluir las trayectorias de sujetos, grupos, organizaciones; lo que
precede, lo que deviene y lo que acontece. Se alude a una pluralidad de procesos en situación, que
refieren a transformaciones cualitativas y cambios, desplazamientos, movimientos que acontecen.
El adjetivo comunitario se refiere a lo compartido, donde predomina la interacción social y lazos
comunes, se refiere a una cualidad social y psicológica genérica, mientras que la comunidad es un
sustantivo que se refiere a la localidad geográfica compartida. La vecindad geográfica no produce
por sí misma comunidades.
Es necesario distinguir entre procesos comunitarios y procesos en comunidad; los procesos en
comunidad aluden a procesos en un espacio geográfico localizado, aluden a cualquier proceso,
algo que sucede en un territorio determinado.
Maritza Montero refiere a procesos psicosociales comunitarios a la habituación, familiarización,
desideologización, Problematización, naturalización y desnaturalización, concientización y
conversión.
Una manera de aproximación al campo de la Psicología Comunitaria, es a través de la enunciación
de su objeto, de su método y de su hacer (rol). Se propone como objeto los "procesos
comunitarios"; este es el foco de atención. Hace referencia a dos términos: procesos y
comunitario. Por "procesos" refieren tanto a lo previsible desde su trayectoria histórica con
posibilidad de abordarlo como desarrollo de algo que ya está; se entiende solo como desarrollo de
algo que ya está, nuestra intervención seria solo acompañar que algo que exista, en su misma

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dinámica de progreso se actualice. Lo comunitario alude a comunidad, aquello que es común o
compartido y existe dos líneas de significación de lo compartido:
1) como localización geográfica/territorial, un espacio delimitado donde la gente habita (la
comunidad);
2) como significaciones, el universo simbólico, una manera de nombrar/se, un mundo de
relaciones que se construye en la interacción (lo comunitario).
La Psicología Comunitaria se ocupa entonces de los procesos comunitarios, y no solo de procesos
en la comunidad (que solo hace referencia al espacio geográfico). Desde esta perspectiva no es
suficiente para desarrollar trabajo comunitario la sola instalación de un equipo en un territorio.
Hay núcleos conceptuales que sostienen al objeto: el espacio desde la perspectiva de la psicología
del lugar; las necesidades desde la perspectiva de la lucha por la interpretación de las necesidades
y la participación - directa y real- desde la perspectiva del sentido político de la participación.
María Clemencia Castro propone dos aproximaciones sobre los procesos comunitarios: un
abordaje externo y otro interno, nos interesa el último ya que se define la orientación a privilegiar
los intereses externos o internos de la comunidad y a su proceso; se trata de un proceso interno
referido a su propia dinámica, el propósito central es la promoción de la comunidad, lo que
importa es dinamizar para la autogestión de sus propias vidas.
Estos procesos comunitarios se dinamizan en las relaciones que los sujetos establecen, producen,
construyen reproducen en el encuentro con el otro; encuentro que implica reconocimiento /
desconocimiento del otro, en búsqueda de afectos, de conocimiento.
El contexto se hace texto en la comunidad y en el texto de la comunidad se lee el contexto.
La característica de popular da un carácter de posición diferencial: en relación a un contexto que
se nombra a través de dos signos - procesos: marginalidad y fragmentación y en relación a sus
condiciones concretas de existencia.
Complejo Conceptual
 Espacio: en el sentido de condición de despliegue de vida y de vida relacional. Alude a la
localización territorial, que hace referencia al espacio físico y social identificable y reconocida por
los sujetos; es el lugar donde “se vive”, se crean y recrean relaciones. El espacio tiene una doble
perspectiva: como localización geográfica (condición objetiva) y como representación (condición
subjetiva).
 Necesidades: Pichón Riviere concibe al sujeto como sujeto de necesidades; la necesidad es el
motor para la acción. Federico Amillas distingue entre las necesidades colectivas (aquellas que
afectan por igual al conjunto de pobladores y que sólo pueden ser atendidas por las características
objetivas que adquiere su satisfacción; la unidad espacial es el barrio y el canal organizativo más
común es la organización vecinal y la estrategia es la reivindicación; se subdividen en necesidades
básicas -estabilidad en el terreno, agua potable, luz eléctrica, desagüe- y necesidades
complementarías - reconocimiento del asentamiento, vialidad, transporte, limpieza- y las
necesidades comunes son aquellas que afectan a un sector mayoritario de la población, pero cuya
satisfacción ha recaído tradicionalmente en el esfuerzo individual o familiar; se subdividen en
necesidades de subsistencia -empleo, ingreso, alimentación, salud, vivienda- y las necesidades de
integración social -educación, cuidado y formación de los niños, recreación, formación sexual,
opresión de género-.
 Participación: es un motor potencial de cambio social e implica la toma de conciencia colectiva
y el compromiso individual de las personas. Es un principio en la psicología Comunitaria, facilitar y
generar participación, la circulación y manifestación de la palabra de cada uno, es tarea del
psicólogo comunitario. Es voluntaria, intencional, comprometida; se busca ser parte y con otros,

16
porque se desea modificar una situación; la finalidad de la participación es la transformación de la
acción social de la comunidad, en una acción plenamente comunitaria y sentimiento de
pertenencia como sustrato sobre el que se asienta y se hace posible dicha participación.
 Afectividad: La indiferencia y la supuesta neutralidad no comprometida no conducen a una
transformación social. El sentido de comunidad es el sentimiento de que cada uno es parte de una
red de relaciones de apoyo mutuo, en las que se puede confiar, el sentimiento de pertenecer a
una colectividad mayor. La afectividad interviene en el desarrollo del sentido de comunidad.

BARRAULT. OMAR: Psicología Comunitaria y Espacios de encuentro. Una


lectura desde la subjetividad
La psicología comunitaria además de trabajar desde los procesos comunitarios que devienen y se
construyen en las comunidades, asienta su trabajo en la construcción de espacios de encuentro.
Subjetividad y producción de subjetividad
Se entiende a la subjetividad como una configuración, un topos, que hace a los sujetos en un
lugar; en donde están imbricados prácticas, pensamientos y sentimientos; la subjetividad hace a
los sujetos, es una construcción, una configuración desde un lugar histórico - social; según
Galende, no existe una subjetividad que no pueda aislarse de la cultura y la vida social.
Según Pezzola, en la transformación de la subjetividad está en juego la existencia.
La noción de producción de subjetividad engloba las acciones y las practicas, un nudo de múltiples
inscripciones deseantes, históricas, políticas, económicas, simbólicas, psíquicas, sexuales, etc.
La noción del vínculo
Se habla de vínculo como una construcción de una relación, un encuentro con el otro; esto nos
posiciona en una ética del respeto por el otro en su diferencia, en su alteridad, en su
absolutamente otro. El otro puede ser pensado en relación a lo colectivo.
También en los vínculos se da un proceso de sostenimiento subjetivo, de sostén de
apuntalamiento que en parte se puede pensar como partícipe de apoyos sociales o como
apuntalamiento múltiple del sujeto.
Encontrase con otros en lo comunitario
Se coincide con Rodigou que el encuentro con el otro deviene en noción básica en el trabajo
comunitario, es la base indispensable para construir la acción, para construir proyectos, utopía,
una consideración ética de respeto hacia el otro.
El atravesar en lo comunitario
La dispersión de prácticas institucionales y de políticas sociales hace cobrar importancia en lo
social, lo comunitario, la apertura de resquicios de posibilidades de un campo para la experiencia.
Hablamos así de prácticas, prácticas políticas en un sentido de experimentación; es en el hacer, el
vivenciar, atravesar y transitar por un campo de sentimientos, prácticas y pensamientos en el que
la subjetividad puede transitar la experimentación.
Espacios de encuentro: dos sentidos posibles
En un sentido general refiere a la vivencia del encuentro, la posibilidad de reconocimiento de lo
múltiple, lo ajeno, la posibilidad de hacer lugar, de construir pertenencia, espacio de encuentro en
una perspectiva de cambio social emancipadora.
En un sentido estricto se refiere a un dispositivo de trabajo en psicología comunitaria, espacios de
existencia, de posibilidad de encuentro, de transformación y sostenimiento múltiple de la

17
subjetividad.
En uno u otro sentido, implica el reconocimiento de sujetos como existentes en su alteridad y
diferencia.
Los espacios de encuentro, tanto en su sentido general como específico, refieren al desafío
constante de construir con otros / as; el permanente camino de hacer con otros un modo de
pensar, hacer y sentir que se base en la búsqueda de espacios “para cualquiera” no sólo para
algunos.
Es necesario plantear la importancia de repensar, resignificar nuestras preferencias sociales,
nuestros encuentros con otros y su implicancia en los modos de subjetivización actuales en las
comunidades de las cuales participamos y en especial en los espacios de encuentro.

BARRAULT OMAR: Vida Intensa y Psicología Comunitaria


El modo de pensar - hacer la transformación de condiciones de vida se imbrica en el nudo de las
relaciones comunitarias; poder pensar las relaciones comunitarias implica reconocer signos
contextúales que condicionan estas visibilidades.
La situación social de los barrios nos dice que están atravesadas por fuertes desigualdades
económico - social, apareciendo como espacio naturalizado y vidas precarizadas, con condiciones
sociales restringidas; desolación, fuertes crisis institucionales y condiciones desanimantes que
genera tristeza e impotencia.
Desde la Psicología Comunitaria se trabaja con colectivos humanos difíciles de asir, definir; se
busca trabajar con procesos comunitarios.
Cuando trabajamos en barrios se intenta desenmascarar los esquema académicos que han
impactado en nosotros como también las lógicas hegemónicas que modelan nuestras
subjetividades; el transitar por esta experiencia implica reconocer que todos los hombres y
mujeres son iguales, que el modo de transitar una experiencia de transformación colectiva en la
vida de los vecinos no está prefijada y que la lógica de sometimiento es un sentido sostenido
socialmente y factible de reproducirse en cada vínculo social.
En los procesos comunitarios en las comunidades o barrios se producen innumerables acciones
para sostener una vida posible; se producen tensiones entre desafiar el orden imperante y la
creación de nuevos mundos posibles.
En contextos de adversidad, de políticas públicas de constante anulación de lo otro, sostener una
vida vivible no es menor.
Entre los aspectos de la vida intensa se destacan:
> Movilidad, cambios, ires y venires continuos.
> La incerteza del camino transitado
> El juego de la consideración ética en su faz radical
> El instante justo
> La irreductible necesariedad del otro / a como co - sostenimiento, co - vivir.
El pensar en el trabajo desde la psicología comunitaria con sectores en condiciones de pobreza
requiere la apertura a la construcción colectiva en condiciones adversas, en un modo que aporte a
vidas vivibles, a vidas intensas que perseveran en una lógica de igualdad, que implica la apertura
de modos comunitarios no prefijados, desafiantes en su imprevisibilidad.

Montenegro, M., Rodríguez, A. & Pujol, J. (2014). La Psicología Social


Comunitaria ante los cambios en la sociedad contemporánea: De la

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reificación de lo común a la articulación de las diferencias.
Las dificultades de una Psicología Social Comunitaria inherentemente transformadora
Nos encontramos ante un pensamiento único que produce un continuo proceso de crisis que
legitima el capitalismo y agrava las desigualdades sociales. A las formas de sometimiento más
atroces se les añaden otras más sutiles ejercidas a través de las nuevas tecnologías. La captura de
las posibilidades de acción colectiva acarrea consecuencias negativas para el desarrollo de una
Psicología Social Comunitaria (PSC) transformadora de nuestra realidad social y política, una
inquietud compartida con profesionales e investigadores de otras disciplinas de las ciencias
sociales con las que desarrollamos nuestras prácticas de investigación-acción.
Las dificultades, desesperanzas e incertidumbres respecto de la posibilidad de generar cambios
que redunden en mayores niveles de igualdad y justicia social pueden tener distintas lecturas.
> La construcción de valores e intereses comunes sobre los que se construye y promueve la PSC y
que constituyen la base para una acción colectiva, se dificultan por la profundización de los
procesos de fragmentación y desvinculación social.
> La apropiación capitalista y pérdida de potencial crítico de los principales conceptos de la PSC
(comunidad, problematización, participación, autogestión, fortalecimiento, etc.), que deriva en
prácticas con efectos contrarios a los perseguidos.
No podemos pensar los avatares que la PSC ha sufrido sin relacionarlos con los cambios sociales
acontecidos en las últimas décadas y con su impacto en las relaciones sociales y en las condiciones
de posibilidad para incidir en ellas. Se hace necesario, en este contexto, revisar algunas de sus
categorías conceptuales y estrategias metodológicas, a la vez que reflexionar críticamente sobre
los efectos de nuestra práctica interventora.
La fragmentación y disolución post-fordista de la comunidad
La progresiva implantación del post-fordismo, economía del conocimiento o capitalismo cognitivo
supone una mutación del capitalismo que interactúa intensamente con los procesos de creación
de identidad, a la vez que se dirige a la conquista de la esfera cultural, la cual había permanecido
relativamente autónoma, lo que se produce en un contexto en el que se intensifican, a nivel
global, los efectos relacionales del capitalismo, llevando a la fragilización y fragmentación de las
relaciones comunitarias. La interrelación entre la esfera económica y la cultural debilita los pilares
básicos sobre los que se asienta la PSC: sujetos con sentimiento de comunidad anclados en un
espacio e identidad común y susceptibles de ofrecer su tiempo y esfuerzo para mejorar la
comunidad.
La mutación del sujeto de la intervención comunitaria
El individuo post-fordista se ve sometido a fuertes exigencias de autonomía, siendo responsable
de su biografía, identidad y futuro, a través de un proyecto reflexivo y autónomo. Este proceso
transcurre en el marco de una crisis del lazo social y un debilitamiento de soportes sociales. La
inclusión social es comprendida como un proceso de carácter individual, adaptativo y en soledad,
en donde se ponen en juego las propias capacidades para el aprovechamiento de las
oportunidades que ofrece el contexto social.
Los excluidos han sustituido en nuestros discursos a los oprimidos, a los dominados y a los
explotados de otros tiempos. No es casual: si hay oprimidos, hay opresores, si hay dominados, hay
dominadores y si hay explotados, hay explotadores. En cambio, a los excluidos parecen oponerse
los incluidos, como destinos resultantes de caminos paralelos, aparentemente sin conexión,
ocultándose, de ese modo, la relación dialéctica entre ambos términos y las relaciones de poder
que producen la exclusión.

19
A propósito de estos procesos de exclusión-inclusión social, el escenario de las políticas sociales y,
en particular el de las políticas focalizadas, se ha constituido en un ámbito frecuente para la
inserción de los/as psicólogas comunitarias, lo que nos exige interrogarnos sobre las
características del sujeto que estas políticas contribuyen a construir.
La instrumentalización y desterritorialización de la ‘comunidad’
Las acciones comunitarias toman como delimitador el criterio geográfico, en base al alcance de las
relaciones cotidianas de las personas participantes, por lo que se intensifica la acción en aquellos
espacios donde confluyen la mayor parte de relaciones. Esta aproximación tiende a vincular la
noción de comunidad con el espacio físico y el territorio. Si bien varias autoras de la PSC coinciden
en que el componente subjetivo (sentido de comunidad) es central frente al geográfico; la práctica
comunitaria tiende a superponer ambos aspectos.
Partiendo de la diferenciación clásica que realiza Ferdinand Tönnies (2011) entre Gemeinschaft
(comunidad) y Gesellschaft (asociación), las nuevas mutaciones del capitalismo transforman la
comunidad en formas de asociación. Mientras que las reglas comunitarias se basan en formas de
reconocimiento y tradición, la asociación conlleva la racionalización y operacionalizacón de las
reglas relacionales. La expansión del capitalismo global, en su vertiente económica y cultural,
reescribe la comunidad en términos de identidades susceptibles de ser mercantilizadas y
constitutivas de factores temporales de cohesión social. La racionalización de la comunidad la
transforma en capital social y económico, un recurso más objetivado en términos de costes y
beneficios e instrumentalizado para la consecución de objetivos individualizados.
En este sentido, las formas de agregación geográfica están dejando paso, potenciadas por el
desarrollo de los medios de comunicación digital, a comunidades culturales basadas en
características identitarias y grupales, que no necesariamente comparten un espacio común.
Teniendo en cuenta las tendencias de lo que se ha dado en llamar supermodernidad, nos
encontramos frente a una profunda transformación de los elementos básicos que configuran la
comunidad: tiempo, espacio e individuo. Los eventos significativos, situados culturalmente, que
constituyen el sustrato histórico que conforma la comunidad son sustituidos por una abundante y
constante producción de presente, donde la historia es reconstruida constantemente bajo
premisas presentistas. El espacio es progresivamente transformado en un no-lugar (avenidas
comerciales, establecimientos de comida rápida, hoteles, centros comerciales, etc.), espacios de
tránsito que han perdido todo contacto con la historia social y económica de la geografía que
ocupan, donde el sujeto que lo transita se disocia del entramado geográfico que habita. La
dessignificación temporal y espacial de la comunidad sitúa al sujeto en el centro de la producción
de significado, un significado que debe articular sin las coordenadas históricas y espaciales que
configuran la comunidad, llevando a una producción narcisista del yo que se desvincula material y
emocionalmente de un entorno que, a su vez, lo construye publicitariamente como centro de la
experiencia del presente.
En el espacio urbano tiene lugar un interjuego entre distintos intereses en pugna. La intervención
estatal, asegurando las condiciones de la producción y reproducción de la fuerza de trabajo,
contribuye a esa segregación socioespacial y a la distribución y división en el espacio, de los
diferentes grupos sociales.
La función integradora que tenía el barrio, hasta hace unas décadas atrás, ha desaparecido. El
barrio proporcionaba referencias básicas para la construcción de un “nosotros”, de una
sociabilidad más amplia que la familiar y más densa y estable que la impuesta por la sociedad.
Por su parte, los sectores de más alto poder adquisitivo han construido en nuestras ciudades
barrios countries, también llamados barrios privados o barrios cerrados, espacios privatizados con

20
seguridad particular y acceso restringido. Este fenómeno altera el valor de cambio de la tierra, de
modo que se producen beneficios desproporcionados para algunos grupos y una disminución de
oportunidades para otros, como consecuencia de la especulación. Emergen así los ganadores y los
perdedores del modelo, a los que refiere Maristella Svampa (2000).
La heterogeneidad adquiere un carácter conflictivo, la diversidad es difícilmente tolerada y entre
los distintos grupos se generan procesos de mutua discriminación y estigmatización, que hacen
que se incremente la insatisfacción residencial y la desconfianza a lo desconocido. Los espacios de
circulación son cada vez más restringidos y prima el aislamiento sobre el deseo de encuentro.
Si el construir un mismo espacio deja de generar las relaciones históricas que constituyen la
comunidad, nos encontramos con comunidades que trascienden los límites geográficos y, al
mismo tiempo, la praxis comunitaria que se desarrolla en los espacios cotidianos de convivencia,
enfrenta nuevos desafíos.
La despolitización y formalización de la participación
La participación es otro de los pilares sobre los que se asienta la PSC, esta ha de permitir expresar
las problemáticas que atraviesa la comunidad y elaborar, conjuntamente, formas de abordar y
solucionar las mismas en tanto que las personas que participan deben estar directamente
implicadas en el diseño e implementación de las políticas.
El “presupuesto participativo” (mecanismo o proceso por el cual la población define o contribuye a
definir el destino de todo o una parte de los recursos públicos) es quizá uno de las formas más
conocidas de participación ciudadana tanto por su trascendencia institucional como por su
influencia internacional. Vemos que, si bien la participación constituye un elemento clave en el
desarrollo de una sociedad democrática, el post-fordismo la ha transformado en un elemento
central en la producción y consumo de mercancías, a la vez que el liberalismo la ha incorporado
como elemento fundamental en la gestión poblacional.
El desarrollo de una participación promovida desde los aparatos gubernamentales o empresariales
promueven participaciones interesadas que llevan a liderazgos burocratizados orientados a los
agentes y evaluadores externos, en tanto que, consciente o inconscientemente, hay una
contraprestación de capital social o económico hacia las personas que facilitan y legitiman la
participación. La participación se convierte, de este modo, en un requisito tecnocrático y
burocrático (cuando no político-partidario) que sirve a los intereses de la intervención más que a
los de la comunidad. Los y las informantes “clave”, que deberían servir para facilitar la
participación en el proyecto comunitario, se convierten en delegados de las políticas en el
territorio. La misma territorialización de las políticas ha llevado a la formalización y captura estatal
de formas espontáneas e informales de participación y al debilitamiento de su potencial
transformador.
La liquidez de la amalgama deshace las comunidades del capitalismo tardío
La subjetividad post-fordista, en el seno de una comunidad fragmentada, hace difícil el desarrollo
de una participación implicada con la comunidad. Las redes sociales se desmiembran y la vida se
transforma en un proyecto personal en la que se es responsable individualmente de los éxitos y
fracasos. “Los poderes globales están abocados al desmantelamiento de esas redes, en nombre de
una mayor y constante fluidez, que es la fuente principal de su fuerza y garantía de su
invencibilidad” (Bauman, 2000/2004, p. 19). Desaparecen los aspectos constitutivos de la
comunidad (compartir una historia, cultura, intereses, espacio, temporalidades, relaciones
habituales, presencia o cotidianidad) y son sustituidos por la identidad, el sentido de pertenencia o
la vinculación emocional, aspectos que exceden los límites del espacio geográfico.
La PSC requiere de un sujeto activo con el potencial de solucionar los problemas de la comunidad,

21
a partir de pensar críticamente su realidad, de organizarse y articular respuestas colectivas y
creativas ante situaciones de adversidad. Se trata de un sujeto, en cierta medida, opuesto al
protagonismo del fenómeno NIMBY (reacción que se produce entre determinados ciudadanos que
se organizan para enfrentarse a los riesgos que supone la instalación en su entorno inmediato de
ciertas actividades o instalaciones que son percibidas como peligrosas).
De lo común a lo diverso: Apuntes para la comunidad rizomática
Las nuevas formas de gobernanza usan la liquidez de la amalgama comunitaria para desarrollar
intervenciones que realizan un uso estratégico de la diferencia para llevar a cabo proyectos
supuestamente participativos y comunitarios en, por ejemplo, lo que se ha venido en llamar
“modelo Barcelona” (Capel, 2005). Intervenciones que definen un nosotros institucional
conformado por las personas que comparten un espacio urbano aglutinadas bajo el paraguas de la
mejora de la calidad de vida, dibujando una nueva historia compartida que se aleja de la propia
para llegar a un futuro mejor de destellos neoliberales. Se trata de una construcción de futuro que
sirve a los propósitos de unas comunidades que se constituyen en oposición a aquellas que no
comparten el proyecto de salvación mesiánico. Una adecuada composición de los intereses de los
distintos fragmentos comunitarios permite elaborar una asociación estratégica en la que, por
ejemplo, comerciantes, propietarios de pisos, nuevos vecinos y familias recién llegadas puedan
alzarse en contraposición a ―los otros‖: inmigrantes, personas mayores, e inquilinos. Todo ello
bajo el significante ―queremos un barrio digno‖.
Fomentar la fractura social entre vecinos deseables e indeseables permite la implantación de
políticas neoliberales que, al fin y al cabo, son ciertamente presentadas como deseadas por la
“comunidad”, pero que en realidad se alinean con algunas de las comunidades que habitan ese
espacio. El desafío para la PSC consiste en desarrollar intervenciones sociales en un contexto de
alta movilidad geográfica y diversidad identitaria sin potenciar procesos de exclusión social sobre
la base de distintos ejes de segmentación social identitarios y/o socioeconómicos.
El concepto de comunidad de PSC naturaliza la noción de entendimiento mutuo propio de la vida
comunal pre-capitalista, tendiendo a una concepción homogeneizadora e idealizada de
comunidad.
Necesitamos, en su lugar, una forma de comprender la comunidad que pueda recoger los
procesos de complejidad y diversidad que imprimen las actuales formas de producción y gestión
poblacional. Quizás la metáfora del rizoma (Deleuze & Guattari, 2004) nos pueda permitir pensar
la comunidad, en términos de sistema complejo, en un grupo heterogéneo de elementos
semiótico-materiales interrelacionados en asociaciones que no son ni jerárquicas ni horizontales y
que no tienen un elemento organizador común. La comunidad, desde este esquema, formaría
parte de un rizoma más amplio, de una red compleja de interrelaciones entre elementos híbridos.
Dar importancia a la interrelación, más que a los nodos, permite situar al evento como el aspecto
central de la acción comunitaria. No se trata, desde esta perspectiva, de identificar aquellos
agentes centrales de la comunidad, en tanto que nos situaría en la identificación de nodos. Se
trata de identificar y promover, en su lugar, eventos que articulan tanto nodos como formas de
relación. Similar a las redes neuronales (Lawrence & Luedeking, 1994), los ―eventos
comunitarios‖ articularían nodos y relaciones de características dispares, pudiendo conectar
distintas geografías, historias, identidades y emociones. Podemos aterrizar esta aproximación en
lo que se ha dado en llamar single-issue movements (Olofsson, 2013), que podríamos expresarlos
como ―eventos comunitarios‖ articulados alrededor de un significante vacío (Laclau & Mouffe,
1987). La participación deja de convertirse en una dimensión moral de la intervención: aquello que
sería deseable en la comunidad. Tampoco constituye un formalismo que justifica la implantación
de una determinada intervención institucional. En tanto que el espacio comunitario es

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heterogéneo y está atravesado por múltiples eventos, cada evento articula cierto grupo de nodos
y relaciones, por lo que la participación constituye un elemento que caracteriza a los eventos, pero
que ni lo legitima ni le da valor. Es necesario que los eventos que circulan por el espacio
comunitario articulen distintos nodos y relaciones y que puedan incorporar las distintas redes o
comunidades que componen el espacio comunitario, independientemente de la dimensión
numérica por la que podamos cuantificar la participación.
Pensar la comunidad en términos de conexión de diferencias en lugar de agrupaciones de
comunalidades nos permite conceptualizar los espacios en que intervenimos como
intrínsecamente diaspóricos, con una tensión constante entre los espacios identitarios que nos
constituyen, potencialmente diversos geográficamente y los lugares físicos que habitamos,
inherentemente interseccionales. En lugar del principio de identidad que rige en la forma
homogeneizante en el que se busca generar un nosotras como tronco articulador de la
arborescencia de la comunidad, los eventos comunitarios permiten articular epistemologías de la
diferencia donde, a modo de una epistemología diaspórica (Collymore, 2012), elementos en
principio contrapuestos se articulan en la conformación de una acción común sin que ello suponga
renunciar a los elementos diferenciadores que los constituyen y mucho menos, a la conflictividad
que esos elementos puedan implicar. Así, la acción comunitaria nos permite pensar una
comunidad sin lo común.
En resumen, se trata de potenciar eventos que atraviesen el espacio comunitario, a través de la
articulación de diferencias donde el conjunto de ellos incorpore a diferentes habitantes del lugar
independientemente de la representatividad de cada uno de los eventos. A diferencia de las
intervenciones sectorizadas, en las que se segmenta el espacio de intervención en grupos
homogéneos en los que se interviene diferencialmente, se trata de pensar la intervención como
articulación de diferencias, potenciando aquellas actividades transversales que permitan articular
grupos sin subsumirlos a una entidad supragrupal.
Conclusiones
Es imprescindible un análisis de las transformaciones sociales derivadas de la hegemonía del
modelo de sociedad neoliberal dentro de los proyectos de equidad y justicia social propuestos
desde la PSC en un contexto de debilitamiento de los vínculos sociales y la fragmentación de la
comunidad. Fenómenos como la segregación urbana en la que hay una estratificación de zonas
residenciales a partir de las diferencias de capacidad adquisitiva de la población; las formas de
discriminación de grupos sociales entendidos como “indeseables” en diferentes contextos; los
procesos en los que se culpabiliza y responsabiliza a las personas por sus condiciones de vida, en
términos de problemas de inclusión individuales; o las maneras en las que identidades
sectorializadas se imponen frente a la búsqueda de lo “común” como elemento de cohesión social,
son procesos que aparecen con fuerza en los contextos de intervención comunitaria en la
actualidad.
La dificultad de generación de iniciativas de acción colectiva se hace patente, pues es
precisamente la falta de intereses comunes y sentido de comunidad lo que dificulta la tarea de
crear el sustento sobre el cual los proyectos comunitarios se han sostenido tradicionalmente.
Las respuestas desde las políticas sociales y procesos de intervención social tienden a la
focalización en la definición de las problemáticas sociales, contribuyendo a construir un sujeto
carente, receptor pasivo de las intervenciones diseñadas fuera de su contexto cotidiano. Aunado a
esto, algunas de las intervenciones llamadas participativas sirven como aparatos de captura del
potencial movilizador de la acción colectiva, generando procesos de burocratización y tecnificación
en los ámbitos locales.

23
El campo de la PSC se ha apoyado en la noción de comunidad para el desarrollo de su praxis
transformadora. Aunque se asume la heterogeneidad interna de la misma, se repara poco en los
procesos de rechazo y estigmatización presentes en los contextos de trabajo y se propone que los
propios procesos comunitarios son la respuesta para la generación de vínculos de solidaridad
(Barrault, 2007). Sin menoscabo de la capacidad que tienen los procesos de investigación-acción
para la construcción de lazos de trabajo y afectivos en los contextos en los que se realizan,
persisten en la actualidad dificultades para implantar estrategias de intervención social
socialmente transformadoras. En este sentido, es preciso ensayar propuestas teóricas y
metodológicas que nos permitan interpretar el espacio de trabajo, aportar a la construcción de la
política pública e implementar proyectos en los que se pueda desarrollar el horizonte ético-
político de transformación propio de la subdisciplina. Se trata de emprender la tarea de revisión
de los conceptos y metodologías de la PSC sobre la base de operar con un horizonte de valores
que sin duda supone ir a contracorriente de los procesos sociales descritos.
Es necesario, en primer lugar, aguzar la mirada sobre las maneras en las que se dan procesos de
discriminación y estigmatización de ciertos colectivos en los contextos específicos de trabajo y
analizar qué discursos y prácticas contribuyen a mantener las relaciones de poder que sostienen
dichos procesos. Esto es, generar herramientas de observación y análisis que permitan identificar
cómo los procesos de estigmatización más amplios —como por ejemplo racismo, sexismo,
clasismo, etc. — se concretan en los lugares de trabajo de la PSC.
En segundo lugar, debemos ser sensibles a las formas en que el diseño de las políticas sociales y
procesos de intervención pueden contribuir —o no— a la segmentarización de la población a
partir de intervenciones sectorializadas que definen ciertos colectivos como problemáticos o
indeseables frente a otros definidos como deseables en contextos determinados. Desde las
herramientas críticas de la PSC se trata de contribuir a visibilizar los efectos perversos de algunos
procesos de intervención y aunar esfuerzos hacia la transformación de las relaciones de poder que
éstos puedan estar manteniendo.
Finalmente, ensayar propuestas teóricas y metodológicas que puedan recoger la complejidad y
diversidad de las formas actuales de gestión poblacional. La metáfora del rizoma podría ser una
fuente de inspiración para la PSC, en tanto refiere a una red de relaciones entre elementos
híbridos que se centra en la tensión semejanza-diferencia entre los diferentes nodos de la red. En
este sentido, se buscaría promover procesos de acción colectiva basados en la articulación de
diferencias en torno a eventos concretos que puedan articular nodos y formas de relación,
asumiendo la diversidad y dispersión y en los que se puedan incorporar diferentes redes que
componen el espacio de trabajo comunitario. Todo esto sobre la base de los principios
inspiradores de la Psicología Social Comunitaria referidos a la necesidad de generar cambios para
lograr mayores niveles de igualdad y justicia social en los contextos comunitarios en los que
desarrollamos nuestra labor.

Pautassi, L (): Modulo 1. Clase 3. Enfoque de derechos y Políticas


sociales: interrelaciones necesarias-
1) Enfoque de Derechos: aproximación conceptual
Un derecho es una pretensión justificada jurídicamente, que hablita a una persona a hacer o no
hacer algo y a la vez puede reclamar a terceros que hagan o no hagan algo.
Existe una norma jurídica que otorga a una persona una expectativa positiva (de acción) y una
negativa (de omisión) creando al mismo tiempo sobre otros sujetos obligaciones y deberes
correlativos.

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Entre las características constitutivas de un derecho es la justiciabilidad o exigibilidad judicial y
supone una garantía de cumplimiento de las obligaciones que se desprenden del derecho del que
se trate.
Existen dos tipos de derechos:
> Los derechos individuales o de primera generación: se refieren a derechos a expresar las ideas
propias, profesar una religión, comerciar, ejercer el derecho a voto. En este grupo se incluyen los
derechos civiles y políticos.
> Los derechos económicos, sociales y culturales o Segunda Generación: derecho a la Educación,
derecho a recibir una alimentación adecuada, derecho a un trabajo en condiciones dignas,
derecho a la salud.
Los Derechos Sociales se diferencian de los Derechos Civiles y Políticos por el carácter de
obligaciones negativas de estos últimos, mientras que los Derechos Sociales implicarían el
nacimiento de las obligaciones positivas.
Existen tres formas en que un Estado puede satisfacer (positivamente) un derecho social:
 Determinados derechos fijan la obligación del Estado de establecer mecanismos de
regulación: sin la cual, el ejercicio de los derechos no tiene sentido, el Estado instituye el marco
normativo para el desenvolvimiento de determinadas actividades.
 La obligación exige que la regulación establecida por el Estado restrinja oponga límites a las
facultades de las personas privadas o les imponga obligaciones.
 El Estado debe cumplir con su obligación proveyendo servicios a la población, ya sea en forma
exclusiva o a través de cobertura mixta.
Otorgar derechos implica reconocer un campo de poder para sus titulares, reconociendo que
limita el margen de acción de los sujetos obligados, entre ellos el Estado; el empoderamiento
(empowement) define en sentido amplio aquellas acciones que el obligado puede y las que no
puede hacer.
Incorporar el enfoque de derechos explícita un reconocimiento de una relación directa que existe
entre el derecho, el empoderamiento de sus titulares, es decir los ciudadanos, las obligaciones
correlativas y las garantías, todo lo cual conjuga en una potencialidad que puede actuar como
forma de garantizar situaciones que tiendan a la equidad en el marco de situaciones sociales
marcadamente desiguales como las que se han perpetuado en América Latina, el punto tal que en
la actualidad es el continente más desigual del mundo.
2) Enfoque de Derechos y Titularidad de Derechos- Primera Condición.
El enfoque de derecho se nutre de un importante corpus de principios, reglas y estándares que
componen el ámbito de los derechos humanos, desarrollado en el marco de las diversas instancias
e instituciones que integran el Sistema Internacional de Derechos Humanos.
Los Derechos humanos no son pensados en la actualidad como un límite a la opresión y al
despotismo, sino también como un programa que puede guiar u orientar las políticas públicas de
los Estados y Contribuir al fortalecimiento de las instituciones democráticas. Se puede decir que se
ha ganado claridad al establecer las obligaciones positivas de los Estados, que a los efectos de los
sistemas de políticas sociales, implican un avance importantísimo.
Para hacer operativo el enfoque de derechos humanos, en términos de estrategias de desarrollo,
todas las políticas e instituciones que tienen por finalidad impulsar acciones y políticas en su
dirección, deben basarse explícitamente en las normas y principios establecidos en el derecho
internacional de los derechos humanos.
Todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están

25
relacionados entre sí; la comunidad internacional debe tratar los derechos humanos en forma
global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso.
Se está reconociendo la responsabilidad de los Estados en la promoción del amplio conjunto que
integran los derechos humanos, basados en el principio de igualdad.
No se trata sólo de personas con necesidades, que reciben beneficios asistenciales o prestaciones
fruto de la discrecionalidad política, sino que se trata de considerar a todos como titulares de
derechos que tienen el poder jurídico y social de exigir del Estado ciertos comportamientos.
En el lenguaje de América Latina, se busca que no se siga promoviendo la inclusión de
beneficiarios en programas focalizados, sino considerar a personas titulares de derecho con acceso
a un sistema de seguridad social o al menos a políticas sociales de corte universal.
A pesar de que el lenguaje de los derechos tiene de por sí valor ético y político y puede servir para
fortalecer las demandas sociales frente a situaciones de inequidad, sus implicancias concretas en
términos de política social de garantía de derechos no se consideran adecuadamente.
3) El riesgo puede ser la utilización de una retórica de los derechos que luego no logre satisfacer
las mínimas que éste concepto puede legítimamente ocasionar, provocando en los hechos una
pérdida de confianza por parte de la población en general. Participación Política y social: La
segunda condición
La participación política requerida en un marco de un proceso democrático no se limita
únicamente a contar con un sistema institucionalizado de elecciones periódicas y limpias, requiere
fundamentalmente la posibilidad de poder ejercer algunos otros derechos que actúan como una
condición previa para que un proceso democrático se desempeñe con cierta regularidad, tales
como el derecho a la asociación, a la reunión, la libertad sindical, la libertad de expresión y el
derecho de acceder a información. La posibilidad de ejercer estos derechos habilita la
potencialidad de aquellos que se encuentran transitando una situación de pobreza, de incidir en
los procesos políticos y en la orientación de las decisiones de gobierno, pero estará a su vez
condicionado o limitado por el grado en el que pueden ejercer sus derechos económicos, sociales
y culturales.
Para muchos grupos de la población, que transitan por una situación de vulnerabilidad, no existen
canales y vías de participación previstas, con excepción del ejercicio del derecho al voto. Los
programas y políticas ciegas al género actúan en la misma dirección.
El principio de participación en toda su extensión, resulta clave en las estrategias y políticas de
desarrollo y resulta un método para identificar necesidades y prioridades a nivel local o
comunitario.
Paradójicamente, el campo de las políticas sociales no suele advertir la importancia de los sistemas
y políticas de acceso a la justicia y a mecanismos de reclamos de derechos, como componentes
esenciales para mejorar la participación social, la transparencia, fiscalización y la efectividad de las
propias políticas.
La degradación de los derechos laborales y el debilitamiento de las estructuras sindicales tuvo un
impacto directo en el desmantelamiento de redes sociales que favorecían la tutela de los
derechos.
En la conjunción de empoderamiento con participación se puede tender el primer puente entre
perspectiva de derechos y estrategias de desarrollo
4) Interrelaciones entre derechos sociales y Políticas públicas
Incorporar una perspectiva de derechos en los contextos nacionales apunta al fortalecimiento de

26
la institucionalidad democrática en los Estados.
La imposición de obligaciones positivas a los Estados realizada por los órganos del Sistema
Internacional de Derechos Humanos, es precedida por lo general del examen, bajo estándares
jurídicos, de las políticas implementadas, o del comportamiento omisivo del Estado que ha
provocado o favorecido una violación de los derechos.
Es fundamental que cada Estado, en el momento de diseñar, formular o implementar una política
social considere la obligación que tiene de garantizar el contenido mínimo de los derechos
económicos, sociales y culturales.
La perspectiva de los derechos en la formulación e implementación de una estrategia de desarrollo
no consiste en expresiones de buena voluntad política, sino claramente es un sistema integral y
estructurado que opera en términos de dar efectividad a las medidas comprometidas por los
Estados y que además fija estándares específicos que son aplicables a los sistemas internos de
cada uno de los países de América Latina.
5) Alcances y desafíos de la aplicación del enfoque
El enfoque de derechos demanda intensas reformas en el marco de las políticas sociales
(particularmente las económicas y sociales) actualmente vigentes. No se trata de pensar en una
idea de borrón y cuenta nueva, sino precisamente el enfoque promueve una revisión de políticas
inconexas y discriminatorias aplicadas en los últimos treinta años en la región; evaluando si las
mismas son compatibles con el marco de derechos que propone el enfoque aquí desarrollado.

Rodríguez, A (2009) “Aportes de la Psicología Comunitaria al campo de las


Políticas Públicas Sociales. El caso de Uruguay”
Algunos fundamentos para comprender la importancia de la Psicología y de la Psicología
Comunitaria en el campo de las Políticas Públicas Sociales.
La inclusión de nuestra disciplina en este escenario supone en primer lugar, jerarquizar el carácter
político de las prácticas psicológicas en el sentido de considerar que la acción técnica está
inevitablemente cargada de intencionalidad y de sentido político e ideológico.
Es bien sabido que la Psicología Comunitaria es concebida como una Psicología esencialmente
política ya que su finalidad es el cambio social entendido como alteración de las relaciones de
poder mediante la participación activa de los sujetos en el espacio público.
En trabajos anteriores hemos planteado que el abordaje psicológico de las Políticas Públicas se
ubicaría en la interfase entre la Psicología Comunitaria y la Psicología Política. La Psicología Política
busca revertir los procesos de privatización de lo público, o sea, los procesos que transforman
asuntos de interés colectivo en problemas de carácter individual, favoreciendo procesos de
exclusión y estigmatización social.
Esta consideración adquiere especial relevancia en un ámbito donde la definición de los problemas
a abordar por parte de la Política Pública es producto de una construcción social que pone de
manifiesto los consensos sociales y los valores compartidos en cada momento socio-histórico
respecto del grado de tolerancia a la desigualdad e injusticia social que una sociedad democrática
alcanza (Fleury, 2002).
Partiendo de la base de que el modo de producción de la materialidad produce subjetividad, es
imprescindible comprender los impactos psicosociales de dicha materialidad e intervenir para
generar transformaciones en la subjetividad que garanticen la sustentabilidad de los cambios que
se pretendan producir.

27
La integración de la Psicología en el campo de las Políticas Públicas supone concebir este
escenario no cómo contexto en la intervención, sino como texto que produce discursos, que
organiza recursos, que atribuye lugares, que construye identidades, en definitiva, como dice Víctor
Giorgi (2003) se trata de considerarlas como verdaderas “Políticas de Subjetividad” ya que
contribuyen a la constitución de! sujeto como tal.
Incorporar la Psicología al escenario de las Políticas Públicas supone también integrar la dimensión
afectiva de los fenómenos como dimensión ético-política, el lenguaje de las emociones y su papel
ideológico que es habitualmente negado o subvalorado con relación a otros códigos y lenguajes
dominantes. Supone incluir la dimensión corporal de los sujetos en su carácter biológico, social y
subjetivo.
Implica también generar espacios de enunciación para las personas, de modo que su voz tenga
una “entrada calificada” en el diseño e implementación de las Políticas Públicas. Requiere
jerarquizar no sólo los resultados de las Políticas, sino también habilitar procesos (Rodríguez,
2006) que permitan construir nuevos sentidos, nuevas narrativas, problematizar prácticas y
discursos fuertemente arraigados y naturalizados que sostienen la exclusión psico-social (Pérez
Fernández, 2008) y las resistencias a la integración..
Partiendo entonces de los enunciados anteriores, podríamos identificar el aporte de la Psicología
Comunitaria a las Políticas Públicas en los siguientes aspectos:
-En el conocimiento y análisis de las subjetividades que se producen a partir del accionar de las
Políticas y el grado en que las mismas guardan coherencia con la producción discursiva y las
intenciones de transformación
-En la comprensión de los factores psicosociales presentes en el proceso, desde el diseño hasta la
implementación de las Políticas.
-En la comprensión del correlato subjetivo de las distintas dimensiones vinculadas a los procesos
de integración social: el mundo del trabajo (por ej. los impactos psicosociales de la desocupación)
y la educación (por ej. su lugar simbólico en la vida de las personas); la vivienda y los fenómenos
subjetivos ligados al habitar; la accesibilidad psicológica a los servicios sociales y de salud; los
aspectos subjetivos implicados en el fortalecimiento y la construcción de redes sociales, entre
otros.
-En el análisis de los procesos psicosociales que conducen a la construcción de los sujetos en su
cotidianeidad (habituación y naturalización) y la intervención sobre los mismos (desnaturalización
y problematización) con el objetivo de producir transformaciones subjetivas (Montero, 2004),
debilitando identidades sociales negativas y fortalecimiento identidades sociales positivas.
-En el conocimiento de la producción de subjetividad involucrada en los procesos de exclusión-
inclusión social
-En la recuperación del sujeto y de su afectividad en los análisis económicos y políticos, develando
los sentidos político-ideológicos de emociones tales como el miedo, la vergüenza y la culpa y
generando dispositivos de intervención que habiliten la construcción de nuevas narrativas.
-En la comprensión e integración de la dimensión de género en los procesos de intervención, de
fundamental importancia para Políticas que pretendan profundizar en las relaciones democráticas
entre los ciudadanos.
-En el develamiento del carácter de los procesos participativos involucrados en los programas
socio-comunitarios y las herramientas metodológicas y técnicas para la producción de procesos
participativos genuinos.

28
-En el análisis e intervención en el particular escenario que se ha generado en las últimas décadas
a partir de la asociación entre Estado y Sociedad Civil para la ejecución de Políticas Públicas
Sociales.
-En la comprensión del papel de los Movimientos Sociales que también forman parte del campo
de las Políticas Públicas.
-En el conocimiento y la intervención en el campo de las coordinaciones interinstitucionales.
-Y en el estudio del carácter del vínculo entre operadores y destinatarios de las Políticas y la
intervención en ese plano favoreciendo procesos de reflexión sobre las prácticas y el análisis de la
implicación.
Algunas tensiones presentes en la relación de las Políticas Públicas Sociales y la Psicología
Comunitaria
Al incursionar en el campo de las Políticas Públicas Sociales desde la Psicología Comunitaria nos
hemos encontrado con una serie de tensiones que han motivado calurosas discusiones
académicas y que consideramos fundamentales a la hora de delimitar nuestro posicionamiento
como docentes universitarios frente a este campo de conocimiento e intervención.
Una de las primeras tensiones que identificamos es la frecuente idea de que hablar de subjetividad
en Políticas Sociales supone hablar de la “mentalidad de los pobres”. Frecuentemente, las otras
disciplinas piden a la Psicología las claves para “llegar mejor a la gente”, las herramientas para
comprender la psiquis de personas inmersas en una cultura que se les presenta como extraña y de
difícil comprensión. Creemos que se trata de comprender qué subjetividades (en plural) se
producen en el escenario social actual, cómo incide en ellas el accionar de las Políticas y qué
denuncian los llamados “excluidos sociales”.
Reconocernos en el ejercicio del poder que nos confiere el saber académico y los riesgos que eso
conlleva. En otro trabajo decíamos respecto a las categorizaciones que la Psicología ha construido
“Caracterizaciones del mundo científico, pues, que también pueden operar como herramienta de
exclusión y disciplinamiento, más que de aproximación, encuentro y transformación”
El riesgo de que la Psicología Comunitaria quede atrapada en la institucionalidad de las Políticas
Sociales, siendo funcional a ellas según las particulares coyunturas políticas que viva el país.
Sabemos que la contradicción entre Políticas Públicas y Psicología Comunitaria no es más que una
contradicción aparente. Suele suceder que si decimos Política Pública, rápidamente decimos
Estado, y si decimos Estado decimos control, decimos imposición (de forma más o menos
autoritaria) de consensos sociales, de significados, de sentidos, de tendencias. Y si decimos
Psicología Comunitaria, decimos cambio social, decimos alteración de las relaciones de poder,
decimos movimientos espontáneos e impredecibles, decimos participación no normatizada, ni
tutelada, decimos singularidad. Así, frecuentemente nos ha resultado contradictorio hablar de
participación en el marco de las Políticas Públicas Sociales y en ese sentido nos hemos preguntado:
¿Es el punto de origen (Estado o Sociedad Civil) el que determina el carácter transformador o no
de los procesos participativos?
El papel de la Universidad en la relación entre Políticas Públicas Sociales y Psicología
Comunitaria
En el plano de la Enseñanza, es de fundamental importancia la introducción de la cuestión de las
Políticas Públicas en la formación de los psicólogos: psicólogos que sepan pensar y operar desde y
en este marco, que puedan analizarlo críticamente y orientar su práctica en una dirección
intencionada, libre de ingenuidad o supuesta neutralidad técnica. Pero también, psicólogos que se
piensen como ciudadanos, como sujetos políticos, capaces de aproximarse a este tema desde su

29
propia cotidianeidad.
Hablar de la relación entre Políticas Públicas Sociales desde la Universidad de la República, desde
una Universidad que es pública, claro está que no es ingenuo. Entendemos que la misma tiene un
papel decisivo en la producción de conocimientos que permitan diseñar y elaborar Políticas con
relación a los distintos problemas de nuestra sociedad. El compromiso social que la caracteriza sin
embargo, no significa pérdida de autonomía y de actitud crítica en su producción académica. En tal
sentido, se hace necesario discriminar roles, funciones y cometidos, desde el lugar que sea que se
ocupe, a sabiendas de que la producción académica necesariamente ha de servir a la práctica
misma y que ésta ha de ser la materia prima de aquella (Rodríguez, 2006)

Rodríguez, P. (2009) “Psicología Clínica Comunitaria: algunas


implicancias teóricas y técnicas”.
Introducción
La psicología clínica comunitaria es una especialidad de reciente formulación y práctica. Sin
embargo, su historia se remonta a una larga tradición de problemas e intereses dentro del marco
de la psicología académica y la práctica profesional. Algunos de esos dilemas son en la práctica,
algunos de los dilemas más antiguos y complicados de la psicología
Lo desconcertante, lo retador, es que la sola postulación de una aproximación clínica comunitaria
implica, por su sola denominación, un acto de enunciación y reconocimiento de al menos dos de
las perspectivas firmemente enraizadas en la tradición psicológica como lo son la psicología clínica
de tradición médica y la psicología comunitaria o social comunitaria y, en consecuencia, tal
enunciación trae consigo una inevitable actualización de dichos problemas en el caso concreto de
la especialidad.
Las presiones generadoras de la perspectiva clínica comunitaria
Parece existir un claro consenso sobre las condiciones que hicieron factible la proposición de una
perspectiva clínica comunitaria: esas condiciones son (y han sido) las difíciles condiciones de vida a
las que se ven expuestos amplios sectores de nuestras poblaciones.
En efecto, no existe ninguna sorpresa en el surgimiento de una propuesta como la psicología
clínica comunitaria en el contexto de la América Latina. Al contrario, es absolutamente
comprensible y en cierta forma alentador que ocurriera. En nuestros países una clínica psicológica
medianamente razonable debe estar en la capacidad de realizar algunas preguntas básicas sobre
su propia existencia, sus objetivos y su posicionamiento político, ético y social ante tan
abrumadoras condiciones de inequidad, tanto como una psicología comunitaria comprometida
con el bienestar de las personas y comunidades, se ve en la necesidad de encontrar alternativas de
intervención no demasiado lejanas de las experiencias de la clínica canónica.
Los primeros pasos
Es en el marco del contexto anglosajón donde, desde hace ya algunas décadas se habla de una
psicología, clínica con énfasis comunitario, nacida en parte por las presiones ejercidas por los
movimientos civiles y los programas sociales. En cierta forma, la noción de una psicología clínica
comunitaria puede ser rastreada desde el nacimiento de la psicología comunitaria
norteamericana, registrado en 1965, en la conferencia de Swampscott, Masachusett.
Poco más de treinta años después son precisamente fenómenos como "la inestabilidad económica
y social por la cual atraviesa la mayoría de nuestra población”, aunado al incremento de la
demanda especializada en salud mental en las comunidades de menos recursos, algunos de los

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factores decisivos que alientan la formulación de un movimiento de psicología clínica comunitaria
en Venezuela, de un modo si se quiere análogo a la experiencia norteamericana
Organizando la discusión
Advertimos que si bien la denominación clínica comunitaria tiene, desde hace algún tiempo, un
lugar ganado en los espacios académicos, al tiempo que deja colarse tanto con su nombre y
apellido así como en metáfora en temas de revistas y manuales de psicología aplicada, su
delimitación conceptual no se presenta jamás como una tarea sencilla; por el contrario, de un
modo casi inevitable termina por alentar consideraciones que, si bien se muestran agudas y
valiosas, en el fondo se dejan ver como elusivas; de forma tal que el acto de nombrar y definir,
cede lugar al gesto aproximado y parcial de señalar un lugar de forma desconcertante, vaga e
inciertamente.
Desde luego, cuando la tarea actual es, precisamente, ensayar una aproximación, señalar el
carácter elusivo de tal concepto, resulta, no sólo una posición de razonable prudencia, sino
además, y sobre todo, nos anima a tomar algunas previsiones. La más importante es, quizá,
esbozar una serie de consideraciones preliminares que validen, o al menos soporten, el marco
general en el que podemos entender el estado actual de desarrollo de la psicología clínica
comunitaria. Ese es, precisamente, el objetivo del apartado siguiente.
Lo clínico y lo comunitario:
¿Ampliación, síntesis o prótesis?
Estamos hablando de una psicología clínica comunitaria y no de una psicología comunitaria clínica,
son 2 áreas autónomas que nacen de manera independiente en lugares, tiempos y condiciones
diferentes, animadas por paradigmas comprometidos con visiones históricas divergentes.
La psicología clínica comunitaria implica dos posibilidades de formulación con múltiples
implicaciones. La primera de ellas, la más ambiciosa y creativa, sugerirá que la psicología clínica
comunitaria constituye un marco de conocimiento que implica la formulación de una propuesta
independiente y autónoma de sus antecesores. La segunda de ellas es que la psicología clínica
comunitaria se conforme con proponer una interacción armoniosa de métodos y técnicas de
origen clínico y comunitario, pero sin que ello exija la formulación de un modelo alternativo sino,
antes bien, una suerte de fusión tecnológica destinada a resolver problemas concretos.
Lo clínico comunitario: ¿consultorio o campo abierto?
Las consideraciones alarmantes de la salud mental en casi todo el mundo, parece animar las voces
de cada vez más psicólogos a "trasladar las funciones de esta profesión desde el escritorio y el
consultorio a la comunidad". Tal iniciativa, si bien parece tener la evidente ventaja de incrementar
el potencial de servicios psicológicos, parece trasladar un entusiasmo hacia la fundación de un
enfoque clínico comunitario no del todo realista, no parece responder a algo mucho más allá de
un cambio físico, por lo que atribuirle una nueva condición paradigmática podría resultar
exagerado y riesgoso. Aun así este cambio a campo abierto parece ser un hecho tan llamativo que
fácilmente podría animar (y así parece que lo hace) la buena voluntad de señalar al nuevo espacio
dentro de la comunidad como el nuevo espacio clínico comunitario; de este modo, termina por
atribuírsele a lo que es en principio, una variación geográfica estratégica, un estatus paradigmático
ad hoc que termina por sostenerse, precariamente, sobre la dudosa base de esta geografía.
La fragilidad de este modo de delimitar la clínica comunitaria se hace todavía más patente cuando,
viendo las cosas desde este ángulo, se recuerda que los contextos de intervención obedecen al
marco donde se encuentra ubicado el objeto de estudio de la disciplina, no así a la inversa.
Lo clínico comunitario: ¿Dónde está el objeto?

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El objeto de la clínica comunitaria parece dividirse, entre la persona como unidad y la comunidad
como unidad. Esta doble arista de lo individual y lo comunitario, si bien podría sostenerse como la
resultante de un amplio espectro de interés -a fin de cuentas los objetos de estudio no exigen
exclusividad-, parece ser, sin embargo, un problema en el presente, en la medida en que en
principio podría tomarse a cada unidad como una representación isomórfica de uno u otro saber
psicológico.
Podríamos decir que una clínica comunitaria que en realidad aspire a un estatus de disciplina está
exigida a superar la clásica dicotomía de la unidad personal o comunitaria pues éstas, en rigor, ya
existen y se pueden responder desde los anteojos de la disciplina clínica y comunitaria.
Naturalmente, siempre se podrá elegir entender al individuo desde la comunidad o en la
comunidad o con la comunidad, pero esta opción -vale la pena repetirlo- no es una nueva
disciplina. Es clínica con énfasis comunitario o es psicología comunitaria con énfasis clínico. Es
decir: no es psicología clínica comunitaria.
Lo clínico comunitario: las implicaciones de la técnica
Todo enfoque aplicado está en continua confrontación con las bondades y maleficios de sus
estrategias de intervención. Esta confrontación al ser trasladada al espacio de interés clínico
comunitario se revela con muchos más interrogantes:
1. Sobre la especificidad de las condiciones de salud mental. Problemas como el de las
manifestaciones diferenciales de los síntomas y las patologías psicológicas.
2. Los frecuentes hallazgos de la práctica clínica comunitaria, donde criterios heredados del
esquema de funcionamiento psicodinámico comienzan a presentar nuevas interrogantes. Por ej
noción de encuadre, sufre bajo las nuevas condiciones de aplicación comunitaria interrogantes
novedosos: dificultades para asistir a sesiones planeadas, que van desde la ausencia real de
recursos para pagar el transporte hasta situaciones familiares de diversa índole.
3. Una situación análoga ocurre con variables intrapsíquicas como es el caso del concepto
psicodinámico de resistencia, tal como lo ilustra la práctica cotidiana cuando una persona que
habita en lugares de muy bajo nivel económico falta a la cita establecida por no tener como pagar
los diferentes transportes. ¿Sería válido pensar aquí en una resistencia?
4. Los compromisos metodológicos en los que toman parte las posturas cualitativas y
cuantitativas, ambas posturas parecen exigir su correspondiente protagonismo, no siempre
conciliable en la práctica.
Es, de este modo, como incluso en el aspecto técnico, la nueva psicología clínica comunitaria se
topa con la dificultad y el compromiso de razonar la escogencia de aportes precedentes, que si
bien se presentan como valiosos y estimulantes, prontamente comienzan a mostrar
contradicciones paradigmáticas pues, a fin de cuentas, refieren a paradigmas independientes.
A manera de conclusión: Hacia una construcción tentativa de las posibles formulaciones de la
clínica comunitaria
Creemos, tentativamente, son las cuatro grandes polaridades que un modelo de psicología clínica
comunitaria debería estar en capacidad de superar. Estas son:
1. El carácter dual e independiente de las dos áreas del conocimiento que dan lugar a la noción de
una clínica comunitaria: el saber clínico y el saber comunitario que se presentan como campos de
conocimiento autónomos.
2. El carácter espurio del lugar de la acción (consultorio- espacios de la comunidad), donde el
análisis revela que el paso del consultorio a la comunidad es un paso físico y no conceptual, de
modo que es válido inferir que el lugar no especifica al enfoque.

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3. El carácter conflictivo de un objeto de conocimiento que exige superar las categorías persona-
comunidad.
4. El problema de las implicaciones teóricas de un enfoque que partiendo de premisas previas no
comparte, sin embargo, el mismo ámbito de estudio, por lo que las operaciones técnicas derivadas
de enfoques precedentes se topan, en este nuevo terreno, con una nueva serie de retos y
contrastaciones.
En los cuatro ejes se presenta, un problema central entre las diferentes dicotomías: la existencia
de al menos dos dimensiones o conjuntos subyacentes que, de forma tácita, organizan la
discusión. Estos dos conjuntos son:
a) El grado de originalidad versus el grado de integración de la propuesta.
b) El grado de proposición formal versus el grado de proposición tecnológica. La primera de esas
opciones puede verse resumida en la tabla 1.
Una clínica comunitaria integrativa Una clínica comunitaria generativa
Implica la fusión de las miradas provenientes Implica un paso más allá de la fusión de contenidos
de la psicología clínica y la psicología provenientes de las tradiciones clínicas y comunitarias.
comunitaria, que convergen dentro de un La propuesta resultante es una apuesta autónoma e
esquema basado en la clínica psicológica y la independiente que se deslinda de la clínica tradicional
psicología comunitaria como disciplinas así como de la psicología comunitaria.
independientes En consecuencia, no existe la necesidad de "resolver”
La diversidad de las dos posiciones se un conflicto de posiciones, pues en realidad la apuesta
"resuelve" en la medida en que las soluciones epistemológica se Ha deslindado de sus antecedentes
son pragmáticas y no necesariamente implican y ha generado una narrativa autónoma.
compromisos epistemológicos.
Las dos vertientes que se derivan de entender la clínica comunitaria como una tecnología versus
entender la clínica comunitaria como una propuesta teórica más amplia que, además de la
resolución de problemas de salud mental, apuesta por una reflexión más sutil sobre el
conocimiento psicológico
Una clínica comunitaria vista desde la perspectiva Una clínica comunitaria vista desde la perspectiva
pragmática y tecnológica de generación de conocimientos
Los problemas del enfoque no son conceptuales El enfoque incluye una reflexión epistemológica
en sí mismos, sino pragmáticos. Pueden haber o más fina sobre supuestos de realidad, de ciencia,
no inconsistencias epistemológicas, pues en de hombre, ética y producción de conocimiento.
realidad lo que importa es la resolución de Tales reflexiones implican un objetivo relevante
problemas prácticos. en sí mismo, más allá de la práctica.
Como se desprende de ambos conjuntos, cada visión tendrá como consecuencia una apuesta
específica y resolverá los problemas básicos de una manera que, en cierta forma, está fijada en su
propia propuesta epistemológica, teórica y metodológica.
Así, el reconocimiento de estas dos dimensiones, podría ser de utilidad para plantear un esquema
en el que la clínica comunitaria puede entenderse más libremente por el modo en que tomamos
partido por tales dimensiones subyacentes.
Pensamos que la ventaja de asumir tal clasificación radica en que, al operar de esta forma,
estamos abriendo la posibilidad de una práctica psicológica social, ética y políticamente relevante,
al tiempo que estamos permitiendo que tal práctica ocurra en diferentes niveles de complejidad,
elaboración y compromiso con la intervención.

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Unidad 2: Contextos Comunitarios
Contextos comunitarios actuales. Argentina en Latinoamérica.
La problemática de la marginalidad, fragmentariedad y exclusión.
Problemáticas y emergencias sociales.
Relaciones entre las posiciones del Estado, las ONGs, los Movimientos Sociales. Las minorías
activas. Contextos y subjetividad.

BARRAULT. OMAR: Lectura de la realidad en psicología Comunitaria.


Sujeto y realidad
Presentación de los principios teóricos - epistemológicos
Cuando se habla de encuentro con el otro se refiere a otra persona, diferente, distinta y similar en
algún sentido, pero para poder acercamos y hacer acciones en conjunto, comprender qué es lo
que le pasa y qué nos pasa a nosotros con otros, necesitamos reflexionar sobre lo que pensamos,
hacemos y sentimos en ese hacer con otros; es la pregunta (Freire) generadora de inquietudes, la
palabra como problema que se conquista al modo de Bachelard. Este encontrarse pasa en la vida
cotidiana y participa de la realidad que vivimos; no solo se está definiendo las características de
cómo leen la realidad sino también lógicas formas de pensamiento, formas de entender que
orientan nuestras acciones y que implican presupuestos epistemológicos que sostienen esta
teoría.
Hablamos de lectura de la realidad como esa forma de leer lo que pasa alrededor, en el contexto
en el que vivimos y como una herramienta, como un medio, que nos permite pensar lo que pasa,
es lo que se refiere a lecturas detenidas y reflexivas según niveles, dimensiones o aspectos que nos
permiten aproximamos a la realidad con algún esquema de lectura. Para el análisis de la realidad
se toman en cuenta dimensiones de análisis como lo económico, ideológico, el poder y la cultura y
su relación específica con una estructura (conjunto de elementos solidarios entre sí, que se
encuentran interrelacionados como un todo, es un cierto estado de la relación de fuerzas entre los
agentes social determinada) y en una coyuntura particular (la manera de visualizar la estructura en
un momento).
Se puede pensar en los aspectos que implican esta lectura:
 La realidad como construcción social: se trata de una mediación simbólica en nuestro
relacionamiento con las cosas y los otros. Siempre hacemos lecturas e interpretaciones a través de
nuestros pensamientos y de esta manera participamos de la definición de lo que está esta realidad
es. En cada momento histórico encontramos distintas formas de entender, leer e interpretar el
mundo, el trabajo, de valorar, etc. No se habla de una realidad homogénea y armónica.
 La realidad como conflictiva: Como sujetos existimos en una multiplicidad de relaciones
donde el otro nos confronta con la diversidad y lo conflictivo de estas relaciones; se entiende al
conflicto como una dinámica esencial (modelo de conflicto) a diferencia de otros (modelo del
consenso) en donde el centro de interés es el orden. Pensar en el conflicto supone la existencia de
una apropiación - distribución diferente y desigual de los capitales, donde se ubican a diferentes
actores sociales en diferentes posiciones respecto de la tenencia de estos capitales lo que genera
lucha de interés en relación a estos capitales que se administran, se buscan disponer y sostener.
 La realidad como proceso: la idea de proceso alude a la historia como eje a considerar de esta
realidad y, en especial, a las transformaciones que acontecen en esa historia.
 La realidad como dinámica: somos nosotros mismos los que cambiamos esta realidad.

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 La realidad y la intervención de los sujetos: implica una definición de sujetos activos, creativos,
productores de su propia existencia. Aludimos a un sujeto implicado en sus formas de pensar y
decir, sentir y actuar, hablamos de sujetos sociales, en sus condiciones concretas de existencia,
emergentes de una trama relacional, no hay UN sujeto, como sujeto aislado, sino diversidad de
personas. Somos socializados en esta relación con otros.
 La realidad es compleja: lo trabajado hasta aquí da cuenta de la multiplicidad de elementos,
dimensiones que coexisten y las cuales hay que tener en cuenta para comprender la realidad y dar
cuenta de lo que acontece en un determinado lugar. Cuando hablamos de problemáticas, en las
comunidades ya no alcanza pensar en causa y efectos; lo complejo de nuestros contextos y las
particularidades de las situaciones exceden el pensamiento rígido, mecánico de la causalidad.
Algunos elementos del contexto
La lectura de la realidad es una herramienta que nos permitirá pensar críticamente acerca del
contexto actual.
El corrimiento del Estado de sus funciones y deberes en relación a garantizar la salud, la educación
y el empleo con la consecuente reducción de los recursos destinados a estas áreas y frente a este
modelo que incluye por definición la informalidad laboral, el desempleo, la desprotección y
consecuentemente la pobreza, se consideran algunos signos para reflexionar de manera crítica
sobre este proceso:
 La fragmentación social
 Los procesos de marginalización, donde Castell reconoce tres zonas en las que cada uno de
nosotros podríamos estar: Se puede plantear las siguientes zonas:
1. Zona de integración: se caracteriza por el trabajo estable y fuerte inscripción relacional.
2. Zona de vulnerabilidad: trabajo precario y fragilidad de los soportes relacionales.
3. Zona de marginalidad: que se prefiere llamar zona de desafiliación, doble desenganche,
con ausencia de trabajo y asilamiento relacional.
 Lo singular de este proceso es que va excluyendo a los ya integrados, encontrándonos con la
complejidad de la pobreza, se habla de heterogeneidad de la pobreza.
 La flexibilidad de las relaciones laborales y la desocupación masiva y prolongada rompe
solidaridades, desocializa y aísla al individuo recluyéndolo en sus grupos próximos.
 La proletarización económica social, la brecha entre los que más tienen y los que tienen menos
se acrecienta cada vez más.
 La preocupación central gira en torno a “medir” la cantidad de pobres.
 El malestar generalizado respecto de la propia situación y del futuro posible.
 En lo político, la forma hegemónica del siglo pasado y éste, es la de los partidos; podemos pensar
cierta vulnerabilidad política respecto de la autonomía del hacer colectivo
En estos contextos, los movimientos sociales existen como aquello que rompe con la repetición
colectiva y buscan una mayor igualdad. En las comunidades encontramos movimientos, prácticas,
acciones y sentidos que van a contrapelo de las prácticas sociales hegemónicas.

Ase, Iván (2009) “Algunas reflexiones sobre el ‘retorno del estado’: un


nuevo estado para más democracia”. Córdoba, Argentina.
Introducción
Asistimos, en la actualidad, a un fuerte proceso de deslegitimización pública del paradigma político
económico que hegemonizó los procesos de reforma económica y estatal en el mundo, en los

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últimos treinta años.
La crisis del neoliberalismo se inició en América Latina al comienzo del nuevo siglo con la explosión
de la convertibilidad Argentina, pero tiene su punto culminante en los países más desarrollados, a
fines del 2007, con el estallido de la burbuja especulativo de hipotecas “sub prime” que ha
alterado el normal funcionamiento de los mercados financieros globales con su impacto en la
economía real de los países más ricos. Este proceso ha permitido el retomo del Estado, algunos
designan este proceso como la caída del muro de wall Street, para otros es la crisis del capitalismo
norteamericano que estaba caracterizado por ideas de privatización, achicamiento del estado y
desregulación de los mercados.
El paradigma de la ortodoxia económica no sólo es el responsable de la actual crisis económica
mundial, sino también de las crisis financieras recurrentes en los países emergentes que aplicaron
sus políticas en la década de los 90.
La salida a esta crisis se logra mediante la intervención del Estado; la tensión entre lo privado e
intervencionismo estatal, entre privatización y estatización se instala nuevamente en los
escenarios políticos y académicos.
Para reivindicar el rol del estado en nuestra sociedad se reflexiona lo siguiente:
o Un Estado para el mercado: los mismos Organismos Financieros internacionales comienzan a
plantear la necesidad de rehabilitar al Estado.
o El retorno de la burocracia: a finales de los 90, empieza a producirse una cierta revalorización
de la burocracia como modelo de organización estatal más adecuado para los estados
latinoamericanos.
o Del mercado global a la inseguridad global: la construcción estatal en los países menos
desarrollados ha estado sujeto a imperativos contradictorios y acelerados en los que se les exige el
cumplimiento de altos estándares internacionales tales como el de democracia, estado de
derecho, respeto a los derechos humanos y buena gobernancia, los cuales requieren condiciones
de robustez estatal: al mismo tiempo se les imponen programas de reestructuración que implican
una disminución en el tamaño del estado, una desregulación de las actividades económicas y un
ejercicio compartido de la gobernancia con instancias subnacionales y supranacionales. La falla
estatal se ha constituido en un rasgo estructural del sistema internacional contemporáneo.
o Un Estado para la democracia: el cambio del papel del Estado en los sectores sociales v
económicos es otra tendencia estructural: la actuación del Estado debe orientarse
primordialmente hacia el área social, asegurando la universalidad de los servicios de salud
educación y hacia la creación de instrumentos que ayuden a promover el desarrollo económico,
garantizando las condiciones macroeconómicas favorables a la inversión privada y el aumento de
la competitividad sistemática del país mediante políticas más sólidas en los sectores de ciencia y
tecnología y del comercio exterior. La reconstrucción del Estado es entendida a partir de una
profunda transformación de la lógica de vinculación entre Estado y Actores sectoriales.
o Un Estado de Derechos: el enfoque de derechos en el campo de las políticas públicas aparece
como un paradigma que apunta a dejar de considerar a las personas como población con
necesidades que deben ser asistidas por una consideración de las personas como sujetos con
derechos a demandar determinadas prestaciones y conductas; se trata de sujetos titulares de
derechos que obligan al Estado, donde las políticas que se llevan a cabo son obligaciones jurídicas
impuestas por los tratados de los derechos humanos. Los derechos humanos son pensados en la
actualidad como un programa que puede guiar y orientar las políticas públicas de los Estados y
contribuir al fortalecimiento de las instituciones democráticas. El enfoque de los derechos en el
campo de las políticas públicas permite tender puentes entre dos campos tradicionalmente no
conectados entre si: el campo de los derechos humanos con el de las políticas sociales.

36
o Neointervenciones: entre la regulación y la sustitución: la crisis ha posibilitado observar un nivel
de intervencionismo estatal en la economía; los gobiernos en la emergencia se han visto obligados
a recuperar algunas de las “antiguas” ideas económicas keynesianas para evitar la profundización
de la debacle. Neokeynesianismo, neointervencionismo, neodesarrollismo son las adjetivaciones
para calificar este tipo de políticas de salvataje. Medidas de política económica que oscilan entre
meras regulaciones de los mercados hasta la sustitución de los mismos como reasignadores
encientes de costos y beneficios. Se sigue postulando al mercado como principal fuente
generadora de progreso y riqueza para los países y las personas.
A modo de conclusión provisoria
La crisis del paradigma neoliberal en América Latina, sumado a la crisis financiera internacional
provocada por la aplicación de políticas vinculadas a aquel, ha provocado el debate sobre el rol del
Estado que se centra en un regreso que implicaría un mayor grado de intervencionismo estatal en
la economía con el fin de evitar la recurrencia de las crisis y sus consecuencias en la población.
Se busca recuperar la idea de reconstruir el Estado; un estado fuerte para la democracia, que
implica abrir la gestión pública a la participación ciudadana, participación a través de las
organizaciones de la sociedad; se busca democratizar la administración pública.

PLAZA. SILVIA- DIAZ: Discusiones en torno a la categoría de exclusión v


de lo construido en común desde la Psicología Comunitaria
La Psicología Comunitaria, desde el paradigma emergente, realiza una opción: trabaja con aquellos
afectados y / o atravesados por el problema de la injusticia y la desigualdad social (aquellos que
viven en situación de pobreza, de vulnerabilidad, en condiciones adversas).
Una nominación hegemónica que es tomada por diversos actores sociales y políticos para dar
cuenta de la situación de injusticia social es la de exclusión; la exclusión hoy es un fenómeno social
y una cuestión política, económicamente mala, socialmente corrosiva y políticamente explosiva.
Hablar de exclusión requiere conocer sus procesos sociales, y estos procesos vienen marcados por
una desigualdad social en cuanto a insuficiencia de recursos básicos, la fragmentación social y
desarraigo con la consiguiente vulnerabilidad del tejido social y la destrucción personal
Desde una perspectiva crítica se cuestiona el paradigma de la exclusión; el paradigma de la
Exclusión opera en desplazamientos con efectos ideológicos que ubica a los sujetos en una afuera
inexistente y en una ilusión de la inclusión. La noción de exclusión social señala la condición de
sujetos excluidos de manera pasiva, se define por privación y resta al sujeto potencia.
Se propone la potencia de la y en la acción con otros “acción colectiva” y lo construido en común;
en esto hay una afirmación política, de igualdad. Se postula que la vivencia de transitar en la
construcción de lo común marca, deja huellas.
Desde la psicología Comunitaria hablamos de estrategias múltiples, de hacer lugar a los diferentes
modos de transitar las experiencias de construir en común, diferentes maneras de hacer lugar a
nuevas estrategias en contextos dispares, difusos y turbulentos como los que hoy en día nos toca
andar.
Esto implica la visión de estrategias múltiples que intervengan en las condiciones sociales, es decir,
en el trabajo en las condiciones de despliegue de vida de las personas y grupos.

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GUTIERREZ ALICIA 'Pobre como siempre...estrategias de reproducción
social en la pobreza. Capítulo 1: Pobreza, marginalidad. Estrategias. Las
discusiones teóricas del análisis
El capitalismo trae consigo la miseria de los trabajadores. Los fenómenos de exclusión de la
pobreza urbana constituyen uno de los problemas sociales fundamentales de América Latina.
El análisis de la pobreza urbana de América Latina
> Acerca de la noción de pobreza: la pobreza es una categoría descriptiva, remite a ciertas
carencias de bienes y servicios mínimos que determinada sociedad considera como indispensable
para todos los miembros. La pobreza, en las diferentes etapas históricas, corresponde a diferentes
realidades que obligan a medirla con parámetros diferentes; se trata de un concepto relativo y
relacional que implica la existencia de otros que son ricos. Es un estado social y un invento de la
civilización, se liga a desigualdad. Apelando a la categoría pobreza, podemos describir las
condiciones de existencia de ciertos grupos sociales definidos como pobres según ciertos
indicadores.
> La perspectiva de la marginalidad: se trata de un fenómeno que compromete a los individuos
como tales y analizan el problema en su naturaleza psicológica y psicosocial; también implica la
existencia de colectivos considerados como marginales, desde una mirada antropológica y/o
sociológica.
> De la marginalidad a las estrategias: se la analiza a través de los mecanismos de reproducción
de las unidades familiares;
 Estrategias de existencia: son el conjunto de actividades desarrolladas por los sectores
populares para obtener la reproducción ampliada, en la medida en que supone la combinación de
varios elementos que trascienden las formas capitalistas de reproducción de fuerza de trabajo;
toma en cuenta factores de tipo macro - estructural y micro estructural, enlazados a través de la
noción de agregado familiar o unidad doméstica.
 Estrategias adaptativas: es el conjunto de procedimientos, patrones en la selección y
utilización de recursos en la elección de alternativas, que una determinada unidad social pone de
manifiesto a lo largo de un proceso de satisfacer sus necesidades básicas y hacer frente a las
presiones del medio.
 Estrategias de sobrevivencia: prácticas implementadas por grupos familiares que ocupan las
posiciones más bajas del espacio social.
Las unidades familiares movilizan y organizan sus recursos para el logro de ciertos objetivos
referidos a la unidad o a sus miembros y las estrategias familiares son la reconstitución de la lógica
subyacente en todos estos hechos; la noción de estrategias familiares es el nexo entre la
organización social de la reproducción de los agentes sociales y las unidades familiares
responsables de dicha reproducción.
Las redes de intercambio recíproco de bienes y servicios constituyen estrategias de solidaridad
basadas en expectativas de intercambio entre sí, donde hay un acuerdo tácito de reciprocidad
colectiva; la reciprocidad depende de factores tales como cercanía física, confianza e igualdad de
carencias entre los contrayentes de la relación; los bienes y servicios que se intercambian son de
naturaleza diferente, por ejemplo asistencia laboral, préstamos, servicios.
Si se sostiene que los pobres no están al margen de la sociedad sino que forman parte de ella,
ocupando las posiciones dominadas del sistema, no pueden estudiarse sus estrategias de manera
aislada sino intentando analizar las relaciones que ellas mantienen con los sectores dominantes; es
importante la construcción de estrategias de reproducción que sea susceptible de ser extendido a

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todos los grupos sociales y que no se limite a abarcar sólo a las maneras de vivir de los sectores
populares.

LO VUOLO-BARBIETO - PAUTASSI - RODRIGUEZ: La pobreza de la política


contra la pobreza. Cap10: la pobreza...de la política contra la pobreza
Pobreza y necesidades humanas
La pobreza puede entenderse como una forma de vida caracterizada por el acceso insuficiente a
ciertos elementos imprescindibles para el bienestar humano, esta carencia depende de elementos
objetivos que se explican por el ambiente social en el cual las personas desarrollan su vida.
El concepto de pobreza se vincula directamente con el de bienestar; son pobres aquellas personas
obligadas a funcionar socialmente sin poder acceder en el tiempo y forma a las satisfacciones de
las necesidades consideradas básicas para la existencia en condiciones humanas.
Las personas que funcionan como pobres sobreviven en condiciones “no humanas” y los daños
producidos por la pobreza son irreparables.
Una política efectiva contra la pobreza no puede discriminar entre los propios pobres sino que
debe asumir la segregación social que manifiesta la pobreza.
El indicador más habitual es el que mide la pobreza por línea de ingreso, el ingreso es una
aproximación a la medida de los recursos que las personas controlan para demandar bienes y
servicio en el mercado. Las políticas de pobreza no se encierran exclusivamente en los programas
aislados que acotan su radio de acción a la focalización de ciertos grupos específicos pre —
identificados como pobres.
Argentina como prototipo de la pobreza de la política contra la pobreza
En América Latina y en Argentina se observa distintas visiones sobre el problema que determinan
los modos de regulación estática de la pobreza; el modo de regulación que prevalece es asistencial
- represivo, donde se ve a la pobreza como un peligro social y político para la gobernabilidad del
sistema. En la actualidad este modo de regulación está fuertemente influido por las visiones
tecnoliberales (donde sostiene que la solución al problema llegará a largo plazo como resultado
del crecimiento económico, del empleo y los microemprendimientos que revalorizan los activos
económicos de los pobres, consideran a la pobreza como una situación transitoria y excepcional
en una sociedad destinada a prosperar económicamente y descarta que la solución venga de una
modificación de la política económica) y caritativas (valoriza la solidaridad moral como ética
personal de los donantes y promueve la fraternidad entre los propios pobres alentándolos a una
autoorganización económica).
Las políticas “contra” la pobreza son meras técnicas de gestión útiles para la imposición de un
modelo social que descarga a los costos del funcionamiento social sobre los grupos subordinados
de la población, favoreciendo así la reproducción de la pobreza y la marginalidad social.
La pobreza como emergente de la cuestión social y de la precariedad laboral
Hay que asumir el problema de la pobreza como un emergente de la cuestión social, esta noción
alude a las dificultades que exhiben las sociedades para sostener la inserción social de toda
ciudadanía y la cohesión del conjunto de la sociedad.
Son los cambios en la relación de trabajo y la precariedad laboral lo que ha alterado las
posibilidades de inserción social de las personas y la cohesión de la sociedad.

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Una política efectiva contra la pobreza debería abordar el problema como materia de interés
público y generalizable, identificando las distintas expresiones de la pobreza y las diferentes
formas en que la relación laboral se vincula con las formas de inserción social de las personas.
El empleo se vuelve incapaz de garantizar el acceso de las personas a uno de los derechos
imprescindible para evitar la pobreza y reducir la vulnerabilidad social: el derecho a un ingreso
básico y los programas asistenciales son muy ineficaces para atender estos problemas.
El tema de la pobreza se inscribe en una discusión más amplia sobre la falta de racionalidad y la
injusticia del tipo de sociedad que se está imponiendo.
La búsqueda de espacios para aprender a vivir de otro modo
La construcción de una red de seguridad en los ingresos basada en la noción de ingreso ciudadano
parece como una institución necesaria contra la pobreza promoviendo la inserción social de toda
la ciudadanía y la cohesión social; este tipo de red requiere la incorporación de un nuevo sistema
de conceptos y valores tales como:
o Sistema fiscal integrado en lugar de desintegrado
o Universalidad y homogeneidad del sistema fiscal tributario.
o Prevención universal en lugar de reparación focalizada de la pobreza.
o Ciudadanía en lugar de registro de contribuciones.
o Estado de necesidad en lugar de estado laboral.
o Personas en lugar de jefes de hogar.
Las políticas económicas que se vienen aplicando en la Argentina y en la mayoría de los países
latinoamericanos no son coherentes con estos nuevos conceptos y alimentan los modos estáticos
de regulación de la pobreza y se caracterizan por buscar la eficiencia económica mediante la
agudización de los conflictos entre los agentes económicos y la exclusión de gran parte de la
población del circuito de producción.
El objetivo de la política económica es:
*** Promover la libertad de todos los ciudadanos para elegir en el mercado de empleo la
ocupación que más satisface a sus capacidades creativas.
*** Evitar un intolerable contraste entre riqueza y pobreza.
*** Orientar el uso de los recursos productivos con el objetivo de promover el mayor estándar
promedio de vida para toda la población.
La pobreza es un problema económico; se trata de abrir espacios que vayan ampliando los
márgenes de maniobra de las políticas públicas: cambios graduales pero que establezcan mía clara
reversión de las tendencias.

MURILLO SUSANA: Naturalización de la pobreza y la desigualdad.


Efectos políticos y subjetivos de las estrategias del Banco Mundial
A modo de introducción
Desigualdad y pobreza son significantes que pueblan el lenguaje del sentido común; su uso por
parte de consumidores, teóricos sociales y funcionarios tienen efectos en las políticas sociales y en
los sujetos individuales y colectivos.
El objetivo de este texto es analizar algunas transformaciones discursivas que, desde la teoría
social y desde los documentos de los organismos internacionales, desde hace varios años han
naturalizado a estos significantes presentándolos como parte de la estructura ontológica del
existente humano. El trabajo se centra en los documentos producidos por los organismos como el
Banco Mundial, así como en las estrategias de políticas sociales aplicadas efectivamente desde los

40
Estados y en algunos casos reclamadas por la sociedad civil.
Se parte de la hipótesis que la diada conceptual (pobreza y desigualdad) es parte de una estrategia
discursiva que resuelve con nuevas tácticas el viejo síntoma de la desigualdad intrínseca a las
relaciones sociales capitalistas, que suele ser denominado cuestión social y, la segunda conjetura
es que esa estrategia discusiva ha constituido a la pobreza como un dispositivo de intervención
sobre la fuerza de trabajo a nivel internacional.
El objetivo de este trabajo consiste en analizar la producción discursiva del Banco Mundial para
América latina, tal como ella discurre en sus documentos entre los años 1997 y 2004; el análisis de
las estrategias discursivas de los organismos internacionales de crédito cobra importancia en tanto
se toma nota de la influencia en las prácticas políticas, científicos sociales, comunicadores y
pensadores comunes.
La “producción de pobreza”
Las estrategias discursivas dominantes tienden a normalizar el pensamiento naturalizando la
desigualdad como parte de la estructura ontológica del ser humano, concepto que se articula con
la idea de que la pobreza es una evidencia incuestionable.
La pobreza inevitable y necesaria
Existen múltiples dimensiones para referimos a la pobreza como carencia de libertades
fundamentales de acción para influir en asuntos que afectan a los pobres; el déficit de alimentos,
vivienda, servicios de educación y salud; alude a la vulnerabilidad a las enfermedades, reveses
económicos y desastres naturales; implica un tratamiento vejatorio por parte de un Estado
aquejado de corrupción; la vivencia del sufrimiento y la percepción de que la situación es
inmodificable.
La estrategia discursiva que ontologisa la pobreza sostiene que el factor fundamental que acarrea
la pobreza es la desigualdad: la desigualdad alude a diversas posibilidades de acceso a los bienes,
servicios y de ser reconocido y escuchado; un mínimo de desigualdad es inherente y necesario
para la condición humana y sólo su exceso constituye su riesgo.
La legitimación filosófica de la desigualdad
La interpelación a asumir la desigualdad y su compañera, la pobreza, como naturales alcanza su
más alto grado de abstracción en la filosofía. La justicia como equidad supone una distribución
equitativa de los bienes.
Razones para luchar contra la pobreza
El BM colocó a la pobreza como causa de la necesidad de transformar las políticas de los países en
desarrollo; la hipótesis de trabajo consiste en que el núcleo de la lucha radica en controlar el
riesgo social, al tiempo de monitorear y delimitar los márgenes de acción de la política pública
nacional de los países en desarrollo. Razones para luchar contra la pobreza y desigualdad:
 Son pasto para la violencia, generan un síndrome de ilegalidad;
 hace que enormes masas de población no accedan a los mercados por falta de ingresos;
 la pobreza es una preocupación de los organismos internacionales que intentan planificar los
procesos sociales a futuro
 afectan el orden.
Las políticas sociales del buen gobierno
La supresión de la igualdad como parte constitutiva de la ontología humana y la asunción de la
pobreza y la desigualdad como estructuras Ínsitas a su constitución, llevan a elaborar la
interpelación a conformar un nuevo pacto social que a través de un “buen gobierno”, debería

41
posibilitar la complejidad y la integración de las políticas basadas en un flexible pragmatismo, lo
que implica una resignificación del papel del Estado supervisado por organismos internacionales.
El sujeto del “buen gobierno” es un conjunto de expertos y “hombres clave” que distribuyen en
diversos niveles la conducción del Estado y de organizaciones no gubernamentales.
Los miembros del buen gobierno mantienen fuertes lazos con el establishment internacional.
El nuevo rol de la sociedad civil
La propuesta actual es una información flexible que se retroalimente a partir de la voz de los
pobres y de la comunidad, en general, también, de las clases medias. El BM interpela a escuchar a
los que “no tienen voz” y a partir de ello a “hacer transformaciones de abajo hacia arriba, a partir
de iniciativas impulsadas por la comunidad e iniciativas desde la cima hacia abajo. El BM plantea
un triálogo, es decir la emergencia de miembros de la sociedad civil del nuevo pacto social
La pobreza como dispositivo de intervención sobre la fuerza de trabajo
Se construye un discurso en donde la pobreza es inevitable y necesaria; la pobreza es construida
como producto de una voluntad individual, personal, como fracasadores o perdedores.
La doble dimensión del dispositivo de la pobreza: la población y la subjetividad
El dispositivo pobreza tiene dos dimensiones:
> De carácter biopolítico. que afecta a la población en su totalidad, y a los pobres como foco de
políticas sociales; entre las medidas adoptadas por los organismos internacionales se hallan:
 planificación familiar a fin de bajar la tasa de natalidad de los pobres,
 planificación de la educación, poniendo el acento en la educación básica, puesto que la
educación superior es considerada privilegio de la clase media;
 la regulación de las migraciones de la mano de obra a nivel internacional;
 servicios básicos de salud para las clases pobres y privatizar todo servicio que puede ser pagado
 accountability social (rendición de cuentas) impulsando los reclamos de la sociedad civil como
grupos de ciudadanos que se reúnen para reclamar por problemas puntuales.
> De tipo anatomopolítico, se refiere a los efectos subjetivos de tal política: se puede evidenciar
una angustia social que se expresa en forma de un incontrolable consumo de mercancías,
violencia, suicidios, la destrucción del lazo social y la destrucción subjetiva.

CASTEL ROBERT: La dinámica de los procesos de marginalización. De la


vulnerabilidad a la exclusión
Se trata de intentar captar la marginalización como un proceso de comprender la situación de
estos individuos como el desenlace de una dinámica de exclusión que se manifiesta antes que se
produzca esos efectos completamente desocializantes.
La marginalidad profunda se presenta al final de un recorrido, está alimentada por
desregulaciones que afectan a individuos que no son exactamente marginales sino que están en
fenómenos de marginalidad y exclusión.
Pobreza, deficiencia y dinámica de la marginalización
1. La aproximación en términos de pobreza: La indigencia económica está en la base de la mayoría
y en todas las situaciones de marginalidad. Hay una pobreza integrada.
2. La aproximación clasificatoria de las categorías de dependientes : La lógica de los servicios
sociales procede a partir del recorte de poblaciones blanco haciéndose un esfuerzo para afectarlas
de medios específicos que permitan hacerse cargo de ellas, se moviliza para ella recursos y

42
especialistas y se definen instituciones especiales a partir de constatar que cada una plantea un
problema específico. Goffinan llama relación de servicio para poner una correspondencia a estos
blancos poblacionales con competencias profesionales e instituciones profesionales; este abordaje
permitió el desarrollo de servicios sociales que presenta dos inconvenientes: implica un carácter
estigmatizante, lo que ha llevado a formas sutiles y científicamente legitimadas de exclusión.
Las cuatro zonas
Propongo ubicar las situaciones marginales al final de un doble proceso: de desenganche en
relación al trabajo y en relación a la inserción - relacional.
Se puede plantear las siguientes zonas:
1. Zona de integración, se caracteriza por el trabajo estable y fuerte inscripción relacional.
2. Zona de vulnerabilidad: trabajo precario y fragilidad de los soportes relaciónales.
3. Zona de marginalidad: que se prefiere llamar zona de desafiliación, con ausencia de trabajo y
aislamiento relacional, cuyo personaje es el vagabundo y su tratamiento es distinto al del inválido,
éste no puede trabajar por razones físicas (discapacidad, enfermedad), por su edad (niños,
ancianos) por que se encuentra en una situación familiar crítica. El vagabundo que es capaz de
trabajar es expulsado de las redes familiares de sostén, de la protección de la proximidad y es
rechazado y estigmatizado.
4. Zona de asistencia: se refiere al tratamiento de la indigencia inválida. El indigente incapaz de
trabajar mal que bien es asistido, ya sea directamente por la comunidad (limosnas) o a través de
formas institucionalizadas.
El factor pobreza, sin negar su importancia decisiva no es exclusivamente determinante; existen
tres situaciones que aparecen cualitativamente diferentes: la pobreza integrada (pobreza
trabajadora), la indigencia integrada (obtiene ayuda sobre la base de su inserción comunitaria) y la
indigencia desafiliada, marginalizada o excluida.
La zona de vulnerabilidad es un espacio social de inestabilidad, de turbulencias, poblado de
individuos precarios.
Asistencia generalizada y marginalidad residual
Cuando a fines del siglo XIX los principales estados europeos imponen el derecho a la ayuda, la
asistencia hace un progreso garantizando prestaciones uniformes y legalmente exigibles; pero las
categorías de beneficiarios eran muy restringidas y recortan las antiguas clasificaciones de
indigencias asistida sobre la base de incapacidad para trabajar: ancianos, discapacitados, enfermos
incurables.
La generalización de los seguros representó la solución al problema que planteaba la indigencia no
discapacitada.
En los años 1970 en los países industrializados europeos, se fundaba una concepción de la
marginalidad residual: derecho a la asistencia y ayuda social para las principales categorías
dependientes, seguros ligados al trabajo para la mayoría de los demás, garantizaban una
cobertura máxima contra la pobreza y las incertidumbres de la existencia social.
Pueden distinguirse dos formas de marginalidad:
• la marginalidad libre, caracterizada por su distancia en relación al trabajo regular, pero también
en relación a las formas organizadas de la protección próxima representada por la asistencia,
• los marginales propiamente dichos, a los que se puede calificar como fuera de estatus.
La reactivación de la vulnerabilidad

43
En relación al trabajo, la vulnerabilidad parecía estabilizada por la generalización de una situación
salarial sólida. Esta situación se deterioró en los últimos quince años, donde no se trata solo de
desocupación, sino de precariedad del trabajo y es acompañada por un deterioro de los soportes
sociales relaciónales que aseguran una protección próxima, aumentando los riesgos de
deslizamiento de la vulnerabilidad a la desafiliación, es decir, el acoplamiento pérdida de trabajo
aislamiento relacional.
Marginalidad y prácticas de inserción
Al lado de las formas tradicionales de marginalización, aparecen otras nuevas más recientes del
aparato productivo, de la fragilización de la estructura familiar y de la crisis de la cultura de la
pobreza. Lo ideal es negociar con las personas marginadas un compromiso para llenar un vacío
social.
Existe un proceso de descenso que va de la integración a la exclusión, pasando por la
vulnerabilidad y se concibe a la inserción como una estrategia para remontar ésta pendiente,
reconstruyendo soportes relaciónales y ocupacionales.

BERRA - ALDERETE- PLAZA- BARRAULT: La Vulnerabilidad Política: una


Nueva dimensión en salud mental
Introducción
Es conocido que los sectores populares se mueven cotidianamente intercambiando favores
recíprocos en redes, con familiares, vecinos, amigos; sin embargo, las redes sociales también se
debilitan.
El concepto de vulnerabilidad se refiere a las dificultades de las personas o un grupo para resistir o
hacer frente a una determinada amenaza o problema; la vulnerabilidad es un elemento para
entender tanto las condiciones objetivas de indefensión, en que se encuentran los sectores
subordinados de la sociedad, como la percepción subjetiva de inseguridad derivada de la
modificación radical de las reglas de juego económico social.
Castell propone ubicar a las situaciones de marginalidad al final de un doble proceso:
desengancharse en relación al trabajo y en relación a la inserción relacional, con una zona de
vulnerabilidad caracterizada por el trabajo precario y la fragilidad de los soportes relaciónales.
Se distinguen los siguientes tipos de vulnerabilidad:
> Vulnerabilidad material económica: se expresa por la falta de ingresos para satisfacer
necesidades, en la falta de resguardo adecuado, en las limitaciones para protegerse de
enfermedades, el no acceso a los servicios de educación y salud, en una nutrición deficiente.
> Vulnerabilidad social: hace referencia a la calidad de las relaciones con los otros y el estado de
situación de las personas en su territorio, inseguridad en lo local, relaciones deterioradas,
restringidas y limitadas.
> Vulnerabilidad psíquica: dificultad en la elaboración de las situaciones de sufrimiento, implica un
incremento de vulnerabilidad somática en un intento de defensa frente al dolor psíquico.
> Vulnerabilidad política institucional: inicialmente determinada por la obsolescencia y rigidez de
las instituciones, con deficiente respuesta a la situación actual, procesos de decisión de gobiernos
paternalistas con enfoques sectoriales que imponen el poder por coerción. La vulnerabilidad
política es la incapacidad de pensar los imposibles, la presencia del miedo y la incertezas de
utopías, las condiciones de indefensión en que se encuentran los sectores sociales y su percepción
subjetiva de fragilidad, inseguridad e impotencia. Los elementos que definen la vulnerabilidad

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política son discursos, prácticas y sentimientos en relación a ejercicio de la política como
representación delegada, la gestión de lo individual y lo colectivo pero no del orden de la igualdad,
la limitación en las condiciones de ejercicio de la organización colectiva sobre el eje de la
autonomía y el miedo como motor y límite de las acciones políticas.
Conclusiones
Cuanto mayor es la vulnerabilidad política mayor es el malestar psicológico; existe un mayor
malestar y sentimiento de miedo en las mujeres que en los varones.
La preocupación por el futuro es el problema más relevante, siguiendo la falta de trabajo y las
dificultades económicas; ha existido un aumento en el malestar psicológico y los modos de
afrontamientos negativos (depresión, conformismo y disgusto con la familia).
En el contexto sociopolítico actual la vulnerabilidad política es acompañada por sentimiento de
desolación / no existencia / no asignación, indignidad aprendida, con alteración de sentimientos
de pertenencia a los vínculos.

Muro, Barrault, Plaza, Díaz (2016) Ficha: “Prácticas políticas comunitarias y


signos de contexto. Discusiones y posibles ejes de lectura del campo
comunitario”.
En contextos complejos como los que trabaja la PC, se hace imprescindible repensar cómo
estamos leyendo las realidades de las comunidades. Pone en juego el posicionamiento político en
consonancia con elementos que nos permiten tensionar, cuestionar, y a fin de cuentas, leer el
contexto, nos ayuda a valorar las intervenciones que vamos pensando- haciendo.
Desde el año 2006, nos interesó cómo los sujetos significaban sus prácticas, cuáles eran sus
condiciones de posibilidad para un hacer político que tienda a la autonomía y la creación.
Algunas condiciones actuales del campo comunitario:
1) PRÁCTICAS POLÍTICAS: La política de lo construido es planteada como “NO- POLÍTICA” que se
sitúa en la acción vecinal, en las micro acciones. Un SUBGRUPO; Montero considera que la
Participación Comunitaria es un proceso organizado, colectivo, libre, incluyente. Tiene un efecto
político (forma ciudadanía) y un efecto amplio de carácter socializador y otro específico, de
carácter educativo, informal y de modo alternativo de acción política. Proponemos nombrar a este
sentido de política “PARTICIPACIÓN POLÍTICA COMUNITARIA”.
2) POLÍTICA DE LO CONSTRUIDO EN COMÚN: Lo que ancla en otros sentidos de la política que
personas, grupos y organizaciones hoy sostienen, hacen y denuncian. Es un hacer en común que
distingue 2 prácticas de construcción en común, una de ellas implica el reconocimiento de su
hacer como político o no. Una hipótesis aproximación a la denominación “ACCIÓN CON VECINOS”,
“POLÍTICA SOCIAL” que ancla en el territorio, en lo local, vecinos que participan de semejantes
condiciones de existencia, en lo común. Se observan “ganas”, “deseo”, “disfrute”, que no es
posible capturar ni controlar.
● Se identifican espacios restringidos que significan satisfacción, se refieren a la participación.
PARTICIPAR, SENTIRSE PARTE, “Sentimiento de pertenencia” a algo: un grupo, el barrio; producir
“SENTIDO DE COMUNIDAD” construyendo algo en común, sentimiento de bienestar, alegría,
utilidad social, sentido de solidaridad.
Partidos políticos: pérdida de la Confianza Pública:
Puede considerarse el sentido hegemónico, que considera a la política puesta en los políticos-
partidos/ gobierno, y da cuenta de la profunda crisis del sistema representacional, y de la
profunda brecha entre partidos políticos y base social.

45
Como efectos se observan: la manipulación de los más débiles, la exacerbación del clientelismo en
dichos sectores, y la atonía que se advierte en la participación política, más allá del acto de
intervenir en los comicios. Se trata de las personas a las que les dan bolsones, comida, planes, a
cambio de una acción que se pretende que aporte a relegitimar la representación política.
Estrategias de Sobrevivencia:
Prácticas implementadas por grupos familiares que ocupan las posiciones más bajas del espacio
social. Arguello (1981) los define: “Conjunto de acciones económicas, sociales, culturales y
demográficas que realizan los estratos poblacionales que no poseen medios de producción
suficientes, ni se incorporan plenamente al mercado de trabajo, por lo que NO obtienen de las
mismas sus ingresos regulares, para mantener su existencia en el nivel socialmente determinado,
dadas las insuficiencias estructurales del estilo de desarrollo predominante. Estas estrategias se
caracterizan como individualistas (las familias funcionan como unidad individual)
Se observan dos tipos de prácticas:
■ La Mentira Obligada: Orientada a quitar o aumentar rasgos que permitan el acceso a algún bien
necesario (pj: conseguir un trabajo, agregar competencias y/o experiencias).
■ La Mentira Escondida: Orientada a generar consenso y delegación que permita el acceso a algún
bien necesario (pj: gestión y recepción de recursos para un comedor que se desvían al uso
personal o militar en un partido para conseguir algo- casa/remedios/planes.
Condiciones de Vida
Los problemas se encuentran anclados en necesidades comunes:
Se destacan 3 grupos de problemas: La situación económica y la falta de trabajo (y las
competencias requeridas) / La inseguridad/La violencia (en diferentes niveles, actores y espacios.)
Agnes Heller: observa que en las clases subalternas la posesión se manifiesta como necesidad de
reducir los deseos a meras necesidades vitales o de reproducción. “Las necesidades necesarias” se
sobrevivencia, conservación y reproducción (El alimento, el vestido, la vivienda, son las que hoy
están en juego en estas poblaciones).
Federico Amillas: las llama “Necesidades comunes”, necesidades de subsistencia y de integración
social, ha recaído tradicionalmente en el esfuerzo individual o familiar, tipificando la situación de
pobreza urbana.
Condiciones precarias de existencia- vidas precarizadas y la descalificación social:
La exposición de manera permanente a la precarización de las condiciones de vida, implica
impacto y afectaciones en cuerpos, pensamientos y sentimientos, produciendo limitaciones en sus
relaciones con los otros, en sus capacidades lingüísticas, en su potencia de pensamiento.
Transformar esta situación, implica acciones sostenidas y procesos sociales a largo plazo, por eso
hablamos de “Vidas precarizadas”.
Algunos impactos en la Subjetividad
Es posible pensar actualmente en términos de Vulnerabilidad Política: incapacidad del
sostenimiento de una condición de vida; elementos que definen la vulnerabilidad, tienen que ver
con los discursos, prácticas y sentimientos en relación al ejercicio de la política como individual o
colectivo.
Desesperanza y Falta de Libertad: los sentimientos están orientados a la desesperanza. Ante el
problema económico y a la falta de trabajo encontramos dañada la autoestima, depresión,
angustia, miedo, “me acuesto y no sé qué hacer…”. Bleichmar (2005) destaca que es un signo de
malestar, lo llama “malestar sobrante”.
Modos Participantes:

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En los territorios persisten maneras de encontrarse para resolver las necesidades y problemáticas
que enfrentan cotidianamente las personas. Los procesos de participación política comunitaria
están inscriptos en un contexto social.
Juntarse con Otros: la juntada implica afectación mutua en un quehacer colectivo. Las
características del espacio y el tiempo, en que “la juntada” se evoca o se concreta, determinan
atributos diferenciales: estables, duradera, transitoria.
Posibilita otro tipo de “Mirada” y una oportunidad de cambio y transformación: los ejes
■ Forma organizativa: asociada a los objetivos de resolución de algún problema, remite a espacios
y tiempos de estabilidad y durabilidad. Empieza la necesidad de juntarse y hacer algo…/ nos
hemos estado juntando con otras organizaciones, así por temas muy específicos.
■ Espacio de Acción- Producción política: responde a la necesidad de transformación y defensa de
sus derechos, es un espacio de acción, permite planificar acciones con el otro y reflexionar.
■ Como encuentro: refiere a objetivos en general de festejo. En donde el sentimiento de alegría se
destaca. Este encuentro ancla en lo “casi efímero”, en lo “episódico”.
Reflexiones Finales
Líneas de significación sobre lo político:
■ Lo político se identifica con los partidos políticos. Connotación negativa, en la representación de
la política y de los partidos políticos.
■ Desempoderamiento en la gente.
■ Lo político asociado a lo pragmático utilitario.
■ Persisten formas alternativas de acción política de la participación comunitaria.

Parra, Marcela Alejandra 2011 “Características actuales de la


movilización social en América Latina”
Resumen
La primera década del S XXI (2000-2010) registra una nueva configuración de los procesos de
movilización social que se vienen desarrollando en los diversos países de América Latina. Se trata
de cualidades que presentan tendencias nuevas que desafían la comprensión y conceptualización
de las ciencias sociales de hoy.
Se propone reflexionar acerca de algunas de las características principales de los procesos actuales
de movilización social desde el diálogo con algunos autores referentes a la temática, la articulación
establecida con algunas experiencias de lucha desarrolladas en Argentina a partir de la crisis del
2001 y el diálogo con la sociedad civil movilizada en torno al conflicto en Chiapas y al movimiento
zapatista.
Introducción
Luchamos por construir un mundo más justo, más solidario y más humano, donde las relaciones
sociales no estén regidas por una lógica instrumental, sino por una lógica de la afectación y de la
búsqueda del bien común. Luchamos contra el capitalismo deshumanizante y su lógica
mercantilista de explotación unos hombres por otros, luchamos por construir un mundo donde
quepan muchos mundos. En ese sentido, y sin pretender alcanzar una mirada totalizadora del
proceso de movilización social en nuestros países, nos proponemos a reflexionar acerca de
algunas de las características principales de dicho proceso desde el diálogo con algunos autores
referentes.
Aumento de la conflictividad social durante la década del 90 como contrapartida de la
implementación de las políticas neoliberales
Nuestra región estuvo caracterizada, durante la segunda mitad de los 90, por un incremento de la
protesta social orientada al cuestionamiento del modelo neoliberal y por la afirmación de
movimientos sociales de significación nacional. Este incremento expresa la doble crisis que
cuestiona al régimen neoliberal: la crisis económica de carácter recesivo que parece extenderse a

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nivel regional e internacional y la crisis de la legitimidad que dicho régimen neoliberal pareció
conquistar aún de manera inestable en la primera mitad de la década. Como hitos iniciales de este
ciclo, podemos mencionar: el levantamiento zapatista de inicios de 1994, la “Guerra del agua”
cochabambina y las luchas del movimiento cocalero en el Chapare boliviano; los levantamientos
indígenas de 1996 y 2000 impulsados por la CONAIE en Ecuador que culminaron con la caída de los
respectivos gobiernos, la emergencia y extensión del Movimiento de Trabajadores Desocupados
en Argentina; las iniciativas de ocupaciones de tierras masivas de carácter nacional del
Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) en Brasil; las movilizaciones campesinas en Paraguay
y su rol en la caída del presidente Cubas Grau, las protestas y experiencias de los Frentes Cívicos
regionales en Perú que signaran el fin del régimen de Fujimori, etc.
Los movimientos en América Latina han tenido características diferenciales respecto a aquellos
producidos en países centrales. El proceso de lucha de un país dependiente era irreductible a los
procesos de lucha que se registran en los países centrales, aún cuando los mismos fueran
protagonizados por los pobres, los oprimidos o las juventudes contestatarias.
Tendencias actuales de los procesos de movilización en América Latina
Dichos movimientos sociales se ubican en oposición radical al neoliberalismo y al estado mínimo
siendo que esta oposición es mayor y más clara que en épocas anteriores. Varios autores han
reflexionado sobre las particularidades que los actuales procesos de movilización social adquieren
en nuestro continente. Dichas características, atravesarán a los nuevos movimientos sociales por
encima de sus diferencias nacionales y sectoriales, abarcando movimientos indígenas como el
zapatismo; movimientos territoriales urbanos como las organizaciones piqueteras en Argentina, la
Fejuve en Bolivia, los Sin Techo en Brasil. Estas tendencias desafían la comprensión y
conceptualización de las ciencias sociales de hoy.
Fragmentación de las formas de protesta y articulaciones incipientes
La fragmentación d las formas de protesta señala la dificultad de imaginar un “todos juntos” a la
vez que indica que la construcción de nuevas perspectivas de emancipación social es aún muy
tenue. El aspecto positivo de esta fragmentación sería el fin de un cierto vanguardismo de clase
que caracterizó históricamente al movimiento obrero. El aspecto negativo referiría a los
obstáculos que impiden discernir los lineamientos de un movimiento conjunto en el seno de la
conflictividad, y al hecho de que dicha fragmentación estaría enmarcada es un proceso de
restructuración capitalista que mina las bases de la organización y presencia política de la clase
trabajadora.
Territorialización de las formas de lucha y resignificación de antiguos espacios
En la actualidad, tanto para los movimientos urbanos como para los rurales, el territorio se ha
transformado en un espacio de resistencia, resignificación y creación de nuevas relaciones
sociales, a la vez que se ha constituido en un nuevo locus de poder y de confrontación en tanto el
centro de la conflictividad se ha trasladado de lo nacional a lo local. En nuestro caso, dicha
territorialidad se refleja en las asambleas barriales, los nodos de trueque y los movimientos de
desocupados, anclados en el espacio territorial de los barrios. Esta territorialización no resta
importancia a los movimientos nacionales, sino que señala que son los movimientos locales lo que
exacerban la confrontación y la resistencia. El significado que adquiere el territorio en la
actualidad sólo puede comprenderse en el marco de la transformación del mundo del trabajo. El
barrio se ha perfilado como el elemento principal de la inscripción social de una masa creciente de
individuos y familias que no pueden definir su estatus social ni organizar la reproducción de su
vida cotidiana exclusivamente a partir de los frutos de su trabajo.
Nueva relación entre los movimientos sociales, las instituciones y los partidos desde la búsqueda
de autonomía

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Otra de las características actuales de los movimientos sociales es la búsqueda de autonomía
tanto de los Estados como de los partidos políticos, en las experiencias en las cuales no
articulamos, aparecía asociada al rechazo de ciertas maneras de “hacer política. En este sentido, a
diferencias de lo que ocurría hace algunas décadas, actualmente los comuneros, los cocaleros, los
campesinos sin tierra, los piqueteros argentinos, los desocupados urbanos, etc; están trabajando
de forma consciente para construir su autonomía material y simbólica. Dicha autonomía no sólo
como un eje organizativo, sino también como un planteo estratégico que remite tanto a la
autodeterminación- entendida en términos de dotarse de la propia ley- como a la construcción de
un horizonte más utópico, de un mundo alternativo.
Revalorización de la cultura y afirmación de la identidad.
El hecho de que grandes grupos sociales queden fuera de los derechos ciudadanos parece
contribuir a que se busque construir otro mundo posible sin perder las particularidades propias.
Los nuevos movimientos sociales tocan dos aspectos fundamentales: la revalorización de la
persona (calidad de vida, autosuficiencia y valorización cultural de tradiciones populares) y el
ataque directo al corazón del capitalismo (lucha contra el consumo, movilización contra el
industrialismo salvaje y el complejo económico- militar, etc).
La generación de espacios de educación y la capacidad de formar intelectuales propios.
Los movimientos están tomando en sus manos la educación y la formación de sus dirigentes, con
criterios pedagógicos propios a menudo inspirados en la educación popular, quedando atrás el
tiempo en el que intelectuales ajenos al movimiento hablaban en su nombre.
La construcción de un nuevo papel de las mujeres.
En la actualidad, mujeres indígenas, campesinas, piqueteras, etc, se desempeñan como diputadas,
comandantes y dirigentes sociales y políticas ocupando lugares destacados en sus organizaciones,
lo que es la parte visible de un fenómeno mucho más profundo: el establecimiento de nuevas
relaciones entre los géneros dentro de las organizaciones sociales y territoriales que emergieron
de la reestructuración de las últimas décadas.
Restructuración de la organización del trabajo y la relación con la naturaleza.
En los movimientos actuales, se tiende a visualizar la tierra, las fábricas y los asentamientos como
espacios en los que se puede producir sin patrones ni capataces y donde se pueden promover
relaciones horizontales con escasa división del trabajo. Estos espacios se asentarían en nuevas
relaciones técnicas de producción que buscan cuidar el medioambiente y no generar alienación.
Continuidades y discontinuidades en los formatos y los sentidos de la acción colectiva
Las formas de acción instrumentales de antaño, cuyo mejor ejemplo es la huelga, tienden
actualmente a ser sustituidas por formas autoafirmativas a través de las cuales los nuevos actores
se hacen visibles y reafirman sus rasgos y señas de identidad. Como por ejemplo los piqueteros,
quienes sienten que en el único lugar donde la policía los respeta es en el corte de ruta, o las
Madres de Plaza de Mayo, quienes han tomado su nombre del espacio público del cual se
apropiaron hace 25 años. Dichos movimientos adoptan una forma de acción directa no
convencional y disruptiva con una poderosa capacidad destituyente, como herramienta de lucha
generalizada. Esta primacía de la acción no institucional pone de manifiesto la crisis y el
agotamiento de las mediaciones institucionales (partidos, sindicatos, etc) y aparece como la única
herramienta eficaz de aquellos que no tienen poder frente a los que tienen poder, en el actual
contexto de gran asimetría. Dicha acción directa no desemboca necesariamente en una acción
instituyente.
El desarrollo de formas asamblearias de organización
La acción colectiva no institucional se ha encaminado al desarrollo de formas de democracia
directa y la emergencia de nuevas estructuras de participación, que tienen un fuerte carácter

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asambleario se refleja en la tendencia a crear estructuras flexibles, no jerárquicas, proclives al
horizontalismo y a la profundización de la democracia. Esta forma asamblearia implica nuevas
formas de relacionarse, de tomar decisiones, de construir un espacio colectivo:
Compromisos militantes intermitentes
Desde una de las asambleas barriales de Córdoba nos señalaban la diferencia en las formas de
participación que encontraban entre los “viejos militantes” y la gente que nunca antes había
tenido una experiencia de participación política. Si bien esta forma de militancia intermitente
puede entenderse en términos de una falta de compromiso, probablemente sea más prometedor
pensarla como la modalidad posible en la actualidad de ejercer ciertas militancias.
Una visión más amplia de las relaciones de poder
Con la aparición de los nuevos movimientos sociales, algunas de las certezas que estaban
relativamente claras en la lucha política de los movimientos revolucionarios, y también en la clase
obrera- como la noción del partido como organización especializada y hecha para el tránsito
revolucionario y para captar el poder- se comienzan a transformar. Dichos movimientos no
reclaman el poder ni tampoco adscriben a la conformación de partidos centralizados, jerárquicos y
“profesionales” sino que se sitúan al margen de lo que la izquierda denomina poder. Así, más que
enfatizar las nuevas miradas respecto al poder y descartar las más clásicas, podríamos hablar de la
ampliación de las maneras de entender el ejercicio del poder en los nuevos movimientos sociales.
Articulaciones que se configuran a modo de redes sociales.
Estas redes en formación permiten a los movimientos sociales contar con la solidaridad económica
y flujo de información alternativa que ayudan a consolidar acciones. Es una etapa caracterizada
por las violaciones salvajes de los derechos humanos, las redes articuladas entre los movimientos
liberadores de los países industrializados y los dependientes operan como foro internacional y, en
ocasiones, de resguardo. Las luchas de estos movimientos no son excluyentes, sino que son
expresión de la pluralidad y la diversidad de las oposiciones a los procesos de expropiación que
llevan a cabo las fuerzas transnacionales, al aumento de la desigualdad y la fragmentación social
que está alterando negativamente la estructura social, a los patrones económicos y las
instituciones políticas dominantes en situación de crisis larvada o abierta. Dicha solidaridad es, de
algún modo, resultado de las múltiples actividades que los obreros han ido realizando al recorrer
distintos países del mundo: entrevistas en radios de Barcelona y Estocolmo, charlas en
organizaciones y universidades de distintos lugares (Roma, Barcelona, Madrid, Estocolmo, etc).
La emergencia de coordinaciones, en el plano regional o internacional, entre distintos
movimientos y organizaciones nacionales.
Espacios de coordinación y foros sociales que se han dado a partir de 1999 y que apuntan a la
potenciación y convergencia de diferentes luchas contra la globalización neoliberal. Estas nuevas
experiencias tiñen de manera profunda y singular la práctica de los movimientos sociales e
implican una situación de continuidad pero a la vez de ruptura con las pasadas tradiciones de
solidaridad y articulación sociopolítica a nivel mundial que habían cristalizado, entre otras formas,
en las bautizadas y sucesivas internacionales desde fines del Siglo XIX. Desde las experiencias con
las que nos hemos articulado, si bien no han sido muchas las organizaciones que nos hayan
relatado la participación en estos espacios, sí podemos mencionar la participación de los obreros
de FaSinPat y también la experiencia zapatista de haber organizado en su propio territorio uno de
estos encuentros internacionales.
Reflexiones finales
Como dijimos inicialmente, la década que va de 2000 a 2010 registra una nueva configuración de
los procesos de movilización social en América Latina que tiene sus inicios en el aumento de la
conflictividad social producido durante la década de los 90 como contrapartida de la

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implementación de las políticas neoliberales. En función de producir un conocimiento situado,
hemos intentado poner en diálogo cada una de estas características enunciadas por diferentes
estudiosos del tema con las experiencias de movilización social con las que nos hemos venido
articulando. Dichas experiencias han retroalimentado, confirmado o puesto en tensión estas
conceptualizaciones siempre provisorias generando, quizás, más que afirmaciones, algunas
preguntas, dudas e interrogantes acerca de cuáles son las maneras en que las acciones colectivas
se van configurando actualmente en nuestros países.

ZIBECHI. RAÚL: Los movimientos sociales latinoamericanos: tendencias v


desafíos
Los movimientos sociales de nuestro continente están transitando por nuevos caminos, que
separan tanto del viejo movimiento sindical como de los nuevos movimientos de los países
centrales; a la vez, comienzan a construir un nuevo mundo entre las brechas que han abierto en el
modelo de la dominación.
Tres grandes corrientes políticas - sociales nacidas en esta región, conforman el armazón ético y
cultural de los grandes movimientos: las comunidades eclesiales de base vinculadas a la teología
de la liberación, la insurgencia indígena portadora de una cosmovisión distinta de la occidental y el
guevarismo inspirador de la militancia revolucionaria.
Hasta 1970, la acción social giraba en tomo a las demandas de los derechos a los estados, al
establecimiento de alianzas con otros sectores sociales y partidos políticos y al desarrollo de
planes de lucha para modificar la relación de las fuerzas a escala nacional; la acción social
perseguía el acceso al estado para modificar las relaciones de propiedad y este objetivo justificaba
las formas estadocéntricas de organización, asentadas en el centralismo, la división entre
dirigentes y dirigidos y la disposición piramidal de la estructura de los movimientos.
Tendencias actuales
Hacia finales de los 70 fueron ganando fuerza otras líneas de acción que reflejaban los profundos
cambios introducidos por el neoliberalismo en la vida cotidiana de los sectores populares; los
movimientos más significativos (Sin Tierra y seringueiros en Brasil, indígenas ecuatorianos,
guerreros del agua, neozapatistas y cocaleros bolivianos y desocupados argentinos), pese a las
diferencias espaciales y temporales que caracteriza su desarrollo, poseen rasgos comunes, ya que
responde a problemáticas que atraviesan a todos los actores sociales del continente y forman
parte de una misma familia de movimientos sociales y populares. Buena parte de estas
características comunes derivan de la territoríalización de los movimientos, o sea de su arraigo en
espacios físico recuperados o conquistados a través de largas luchas.
Entre los rasgos comunes se citan:
 El arraigo territorial
 La autonomía tanto de los estados como la de los partidos políticos, fundada sobre la
creciente capacidad de los movimientos para asegurar la subsistencia de sus seguidores.
 Trabajan por la revalorización de la cultura y la afirmación de la identidad de los pueblos y
sectores sociales.
 La capacidad para formar a sus propios intelectuales.
 Están tomando en sus manos la educación y la formación de sus dirigentes, con criterios
pedagógicos propios, a menudo inspirados en la educación popular.
 El nuevo papel de las mujeres.
 La organización del trabajo y la relación con la naturaleza.
 Las formas tradicionales de antaño, como las huelgas, tienden a ser sustituidas por formas
autoafirmativas, a través de las cuales los nuevos actores se hacen visibles y reafirman sus rasgos y

51
señas de identidad.
Nuevos desafíos
La articulación de los movimientos más allá de las localidades y regiones plantea problemas aún
no resuelto. Establecer formas de coordinación abarcativas y permanentes supone ingresar en el
terreno de la representación, lo que coloca a los movimientos ante problemas de difícil solución
en el estadio actual de las luchas sociales.

MOSCOVICI. SERGIO: Psicología de las Minorías Activas. Introducción


A pesar de la coerción, los grupos y los individuos no sólo son capaces de oponer resistencia, sino
que llegan a crear nuevas formas de ver el mundo; la lucha entre las fuerzas conformistas y las
fuerzas innovadoras no pierde su atractivo y el juego de estas fuerzas puede explicarse por causas
económicas, históricas y sociales.
La psicología de la influencia social ha sido una psicología de la mayoría y de la autoridad que
supuestamente representa; esta psicología se ha interesado por los fenómenos de conformidad,
que implica sumisión a las normas de grupo y obediencia a mandatos, donde la mayor parte de las
resistencias al control social es visto como una desviación a las normas.
Ha llegado la hora de cambiar de orientación, de buscar una psicología de la influencia social que
sea también una psicología de las minorías, consideradas como fuentes de innovación y cambio
social; la multiplicación de movimientos por ahora periféricos, llevan consigo prácticas y proyectos
originales de transformación de relaciones sociales.
Según el funcionalismo, el comportamiento del individuo y del grupo tiene por función asegurar su
inserción en el sistema o en el ambiente social, la realidad se describe como algo uniforme y las
normas se aplican a todos por igual; la desviación es entendida como un fracaso en la inserción
dentro del sistema y la normalidad representa un grado de adaptación al sistema, un equilibrio
con el medio social y una estrecha coordinación entre ambos.
El modelo genético sustituye al funcionalista, donde normal y desviante es definido en relación al
tiempo, al espacio y a su situación particular en la sociedad, donde la adaptación al sistema y
medio ambiente social por parte de los individuos y de los grupos es la contrapartida de la
adaptación a los individuos y a los grupos por parte del sistema o del medio social.
Hablar de minoría se refiere a aquellos que, por transgresión de la norma o sea por incapacidad
para conformarse a ella, son objeto de tutela o marginación. La influencia social actúa para
conservar o modificar esta organización social, bien sea en favor de su parte mayoritaria, bien a
favor de su parte minoritaria, para hacer prevalecer el punto de vista de una u otra
La innovación tiene valor imperativo en la sociedad, con el mismo derecho que la conformidad. La
innovación presupone un conflicto cuya solución depende tanto de las fuerzas de cambio como de
las fuerzas de control.
Se puede diferenciar al modelo funcionalista del modelo genético:
 Modelo funcionalista: considera la realidad social como dada, subraya la dependencia del
individuo al grupo y su reacción frente a éste; estudia los fenómenos desde el punto de vista del
equilibrio, individuos y grupos buscan adaptarse e hizo posible la psicología social.
 Modelo genético: considera a la realidad como construida, subraya la interdependencia de los
individuos y los grupos y la interacción en el seno del grupo; estudia los fenómenos desde el punto
de vista del conflicto, hace énfasis en el crecimiento, buscan y tienden a variar su condición y
transformarse a sí misma, por ejemplo: las minorías desviantes se convierten en minoras activas;
introduce un punto de vista crítico e invita a explorar la realidad, considerando un espectro más

52
extenso de individuos, con inclusión de los menos favorecidos, los menos visibles.

Kessler G. (2014) Reflexiones finales. En Controversias sobre desigualdad


Argentina 2003-2013. Ed FCE. Bs As.
En este libro presentamos tendencias contrapuestas de igualdad y desigualdad en los años
transcurridos desde 2003 hasta 2013, A partir de preguntamos en qué dimensiones y con qué
intensidad la sociedad argentina era hoy más o menos desigual que en el pasado reciente,
indagamos el mercado de trabajo; la distribución del ingreso, la situación de la salud, la educación
y la vivienda; los territorios y la concentración geográfica; la infraestructura; la cuestión rural y la
seguridad. Ilustramos con indicadores y datos los distintos procesos y problemas, procurando
elucidar las claves de los debates y de las posiciones encontradas.
En términos generales, podríamos decir que las políticas de "reregulación” de las relaciones
laborales y la de extensión de coberturas, en las que participaron sobre todo el Ministerio de
Trabajo, la Administración Nacional de la Seguridad Social (anses) y el Ministerio de Desarrollo
Social, gravitaron en la disminución de la desigualdad en relación con los ingresos y en la extensión
de las distintas coberturas. En educación, observamos un rol importante de la cartera nacional en
el objetivo de normalización del sistema a comienzos del periodo con una serie de leyes y
medidas, en el aumento del presupuesto educativo, en mejoras de los salarios docentes, en mayor
número de escuelas y, en conjunto con la anses, en el Programa Conectar Igualdad. Otras
iniciativas tendientes a la inclusión, como el Plan Fines, también han sido intentos de disminuir la
desigualdad. En cuanto a las disparidades de calidad y de presupuestos provinciales, hay debates y
ciertas iniciativas cuyas consecuencias quizás si vean en el futuro, pero no existen todavía resultar
positivos incontestables.
En salud, el tema central ha sido el gran aumento de la cobertura, la perdurabilidad de ciertas
políticas de distribución de medicamentos y el Plan Nacer inscripto en una tradición de planes
maternos-infantiles. Pero la vocación reformista nos parece menor que en las áreas recién
mencionadas; las políticas en pos de la reducción de la mortalidad por enfermedades no
transmisibles y enfermedades vinculadas a la pobreza, y la relación entre el gasto y los resultados
en salud de la población no contentan a los expertos. En vivienda y hábitat, hubo mejoras en gene-
ral en las condiciones de hábitat pero mantenimiento de las desigualdades relativas. Se registran
iniciativas interesantes como el Plan Federal de Viviendas o el Programa Procrear, pero
combinadas con una falta de políticas sobre suelos y carencias de larga data, a las que se suma un
incremento general del precio de las tierras y las viviendas. Tales iniciativas, entonces, no parecen
haber tenido todavía Un alto impacto en la disminución de las desigualdades y, sobre todo, en una
mejora importante en la situación de los barrios precarios. En infraestructura, un tema clave, si
bien se han señalado obras en todos los frentes, los niveles de concreción y la eficacia del gasto
son un interrogante; y también aquí se conjugan décadas de falta de obras necesarias con una
demanda creciente. Por otro lado, las políticas de subsidios, en particular a los transportes y, en
cierta medida, a la energía, sin duda fueron necesarias y equitativas en sus inicios; pero desde
hace algunos años, sea porque benefician a quienes no los precisan, por las desigualdades entre
las provincias o zonas o por el desbalance con la inversión necesaria, han perdido gran parte de su
sesgo progresivo.
En la cuestión rural y en relación con la expansión sojera, si bien los impuestos tienen efecto
progresivo, hay un amplio debate sobre impactos regresivos debido a la expulsión de moradores
de sus tierras (en particular, de pueblos originarios), a la afectación del medio ambiente, a la
disminución del margen de maniobra de los productores frente a las empresas y a la creciente
disminución del trabajo rural, si bien se trata de un proceso de larga data. Otras voces, es preciso
señalar, subrayan el lugar central del sector en la innovación productiva y en la generación

53
directa, y sobre todo, indirecta, del empleo. En tal sentido, no hemos advertido grandes políticas
que intentaran compensar estas situaciones negativas, con excepción de la ya mencionada ley de
trabajo rural y las iniciativas de agencias del Estado como el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (inta), dirigidas a la agricultura familiar. Ha habido una ley para limitar la propiedad
extranjera de la tierra, pero esto no tiene impacto en la concentración en manos locales. La
persistencia de las brechas de desarrollo testimonia también la necesidad de más política para
tender a la equidad territorial. Una iniciativa novedosa, el Plan Estratégico Territorial, está todavía
en sus comienzos de implementación, pero, de concretarse, podría ser un intento de
planificación y ordenamiento del territorio tendiente a una mayor equidad espacial. En se-
guridad urbana, hubo poca actividad reformista y escasos cambios que hayan impactado en una
mayor igualdad. Pueden señalarse intentos de disminuir la violencia policial; una tendencia a no
ceder, al menos en el nivel nacional, a una demagogia punitiva; y ciertas medidas e iniciativas
interesantes, pero con reducido alcance y duración, y con algunos signos preocupantes de
medidas y propuestas que significan giros punitivos.
Visto en conjunto, parece que la fortaleza de la época fue la inclusión, mediante la extensión de
coberturas y la disminución o el freno de las tendencias al incremento de la desigualdad desde
mediados de los años setenta. Por supuesto que antes de nuestro período de interés hubo algunos
años de paréntesis y recuperación parcial, pero con tal volatilidad y escasa duración que no
lograron marcar una tendencia contrapuesta. Las debilidades fueron distintas facetas de las
condiciones de vida relacionadas con bienes y servicios colectivos, las políticas ligadas a la tierra,
las políticas de seguridad, la poca eficacia del gasto. Más en general, todo lo que no tracciona el
mercado de trabajo parece haber tenido menos impacto en la disminución de desigualdades.
Decíamos que íbamos a brindar nuestro propio juicio general, de carácter holístico, trayendo para
ello las otras dimensiones no trabajadas porque no había en ellas tendencias contrapuestas, sino
claros signos de mayor igualitarismo. Nos parece entonces que, más allá de todos los contraluces
señalados (y de, sin duda, muchos otros), vista en general, la sociedad es menos desigual. En
forma evidente, respecto al comienzo de nuestro período de estudio y también (aunque en la
comparación con un año específico ciertos indicadores no marquen grandes diferencias) respecto
de los años noventa, puesto que el signo general de las tendencias ha sido en su mayoría
contrapuesto al de dicha década. Además, en muchos temas consideramos que el país es menos
desigual en comparación con el pasado. Nos referimos a décadas previas, aun a aquellas que en el
imaginario social aparecen como los años dorados de la integración social, pero que, por ejemplo,
a la hora de considerar la obtención de reivindicaciones puntuales de ciertos grupos —en cuanto a
la extensión de derechos de ciertas minorías o de los migrantes internacionales, o a una mayor
igualdad de género—, hay un claro balance favorable para nuestro tiempo. Una marca de nuestra
época es también la creciente visibilidad de múltiples desigualdades entre grupos y territorios, que
si bien no se han resuelto, estaban hasta ahora en un grado de exclusión extrema por hallarse
fuera de toda consideración pública. Este juicio general de mayor igualdad no ignora ninguna de
las señaladas tendencias de signo contrario, ni tampoco todas las críticas; los cuestionamientos y
los balances que puedan hacerse al evaluar temáticas no tratadas en este libro y al adoptar un
punto de mira diferente al que hemos elegido para examinar el período.
Para finalizar, y esto va más allá de la mirada sobre la acción del Estado o de un gobierno,
pensamos que Argentina es hoy menos desigual porque la igualdad está instalada, como una
demanda creciente de gran parte de la sociedad, omnipresente en el lenguaje de las
reivindicaciones y en la lente con la que se miran, evalúan y critican distintas situaciones y
políticas. La igualdad como promesa, lo sabemos, es siempre frágil; es una noción exigente y rara
vez —o solo en forma temporaria al conseguirse ciertos logros— puede verse satisfecha. No es
propiedad exclusiva de nadie, es terreno de disputas; pero, en tanto motor de luchas y fuente de

54
descontento, es un plafón para nuevas reivindicaciones y mayor igualdad futura. La búsqueda de
la igualdad ha vuelto a ser legitimada, en una amplia gama de temas, como un profundo impulso
de luchas, logros y descontentos, y ha unido reivindicaciones distintas tales como mejoras
salariales o promulgación del matrimonio igualitario.
Nos parece importante multiplicar las deliberaciones sobre cada tema, porque perduran núcleos
de exclusión profundos, persisten peores condiciones de vida para importantes franjas de la
población, hay desigualdad en las capacidades, en las oportunidades futuras y en los riesgos. A su
vez, si algo podemos aprender de nuestra historia, es que casi nada de lo obtenido es seguro; todo
o casi todo es frágil y volátil. Todavía es pronto para saber si este período será apenas un
paréntesis entre un ciclo largo de aumento de las desigualdades o el comienzo de otro nuevo, con
todos sus contraluces, pero de signo inverso. Depende de una variedad de factores, de
posibilidades y restricciones externas, por supuesto; pero también en gran medida de nuestras
acciones, de la política y de ciertos consensos. Consensos entre sectores progresistas, para usar un
término laxo pero que no perdió del todo sentido, sobre aquello que se debe preservar, sobre las
prioridades, sobre lo que debe ser cambiado o exigido en cada ciclo político; un consenso fruto de
profundos debates. Aportar a tales controversias y, por supuesto, al conocimiento de nuestro
tiempo, uno de los cometidos de la sociología, son los dos objetivos centrales a los que este libro
quiso contribuir.

Lo Vuolo, R. Nota de opinión “Argentina: otra vez en los mismos


problemas”, Clarín, 03 de septiembre de 2015
Pasadas más de tres décadas del fin de la última dictadura militar, la economía argentina sigue
mostrando muchos de sus históricos problemas estructurales. Entre los más relevantes: 1)
concentrada especialización productiva e inserción económica internacional basadas en recursos
primarios; 2) profundas diferencias de productividad entre sectores, empresas y regiones; 3)
patrones de consumo desiguales y dependientes de importaciones; 4) escasez de divisas para
atender compromisos comerciales y financieros; 5) estructura tributaria regresiva que, pese a la
creciente recaudación, es insuficiente para financiar los gastos públicos comprometidos; 6) mayor
concentración económica (y de la riqueza] junto con mayor extranjerización de las empresas
líderes; 7) altas ganancias de actividades rentísticas (muchas vinculadas a la actividad del Estado).
Estas deficiencias se corresponden con problemas sociales también perdurables. Entre los más
relevantes: 1} alto empleo precario y bajas remuneraciones para la mayoría de quienes tienen
empleo; 2) distribución muy regresiva del ingreso y de la riqueza; 3) sistema de protección social
con acceso diferencial a los servicios y beneficios (peores para quienes están peor); 4) muy altos
niveles de pobreza por ingresos que mejoran en las fases de crecimiento económico pero vuelven
a elevarse cuando la economía se frena por la permanencia de sus causas estructurales.
En la actual campaña electoral no se observan debates sobre las causas estructurales de estos
problemas. En parte, la explicación es que se piensa que estos problemas se van a resolver cuando
se retome el crecimiento, el buen "clima de negocios", mejores precios relativos, etc. La historia
muestra que este modo de pensar es equivocado. En las últimas tres décadas pocos países
cambiaron tan bruscamente sus políticas económicas y pese a ello en poco tiempo se enfrentaron
nuevamente con los mismos problemas estructurales. Tanto en la convertibilidad como en la
postconvertibilidad se repitieron ciclos económicos de recuperación temporal pero ambas
experiencias terminaron con recesión, fuerte restricción de divisas, déficit fiscal muy alto, corridas
contra el peso, presiones inflacionarias, etc.
Muchos de los señalados problemas estructurales se han ido ampliando con el paso del tiempo.
Por ejemplo, el sector industrial está cada vez más concentrado y lejos de la frontera tecnológica
internacional, pese a la aplicación de mecanismos de promoción industrial, de acuerdos

55
comerciales, de tipo de cambio favorable por mucho tiempo y de barreras a la entrada de
productos importados, A las históricas carencias y obsolescencias de infraestructura básica se
suma hoy la escasa oferta energética; la explotación de recursos naturales se ha acelerado con
técnicas muy cuestionables y de la mano de capitales multinacionales en acuerdos cuyo
"secretismo" genera escozor. La obra pública es más bien un espacio donde se hacen negocios
(capitalizando grupos económicos afines al poder en cualquiera de sus jurisdicciones) pero no sirve
como instrumento para el desarrollo integrado del sistema económico. La pretensión de subsanar
las fallas estructurales con subsidios a la producción y el consumo de servicios públicos no
resuelve nada y genera problemas adicionales.
La restricción externa, la escasez de divisas y la fuga de capitales siguen marcando el ritmo
financiero, pese al fuerte aumento de las exportaciones, canjes y default de la deuda pública,
controles de cambios, blanqueos impositivos interminables, préstamos internacionales, etc. El
gasto público dirigido al consumo muestras débiles efectos expansivos, porque la demanda se
filtra crecientemente hacia las importaciones, mientras la menor rentabilidad de los bienes
transables compromete la inversión y, por lo tanto, la innovación y el progreso técnico necesarios
para una inserción internacional diferente.
En este contexto, las mejoras distributivas se vuelven difíciles de sostener. Por ejemplo, pese a la
ampliación de cobertura de algunas políticas sociales, los accesos a servicios esenciales siguen
fragmentados, condicionados e incluso muchos grupos de población siguen sin cobertura. La
pobreza y los niveles de informalidad laboral otra vez se ubican en niveles cercanos a los
registrados a comienzos de la década del noventa. El empleo privado hace tiempo no crece y el
crecimiento del empleo público no es parte de una política orgánica sino más bien actúa como
refugio laboral vinculado a prebendas partidarias.
Los ejemplos podrían continuar para demostrar que el contaste entre las políticas aplicadas
durante la convertibilidad y durante la post-convertibilidad oculta lo más relevante. Más bien se
trata de reflexionar, hasta donde lo permite la ausencia de datos estadísticos confiables, sobre los
problemas que han permanecido pese a esas diferentes políticas. Argentina reclama cambiar los
términos bipolares del debate económico y social, preguntarse por qué seguimos envueltos en
ciclos que se repiten, por qué políticas diferentes engordan problemas similares. De lo contrario,
gane quien gane la contienda electoral, seguiremos repitiendo ciclos económicos frustrantes.

Svampa, M. Entrevista “Mirada de un final de ciclo”. Agencia Andar, 18


de diciembre de 2015
Pasadas más de 3 décadas del fin de la dictadura militar, la economía argentina tiene problemas
estructurales. Los más relevantes:
 Concentrada especialización productiva e inserción económica internacional.
 Profundas diferencias de productividad entre sectores, empresas y regiones.
 Patrones de consumo desiguales.
 Escasez de divisas para compromisos comerciales y financieros.
 Estructura tributaria regresiva.
 Mayor concentración económica/ mayor extranjerización de las empresas líderes.
 Altas ganancias de actividades rentísticas.
Deficiencias Sociales:
 Alto empleo precario y bajas remuneraciones
 Distribución regresiva del ingreso y de la riqueza
 Sistema de distribución social con acceso diferencial a los servicios

Observatorio del Derecho Social-CTA Autónoma “Despidos, suspensiones

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y represión como dato distintivo del plan de ajuste. Marzo 2016.
La política laboral del gobierno de Mauricio Macri ha incluido, desde sus primeros días, un fuerte
ataque sobre los puestos de trabajo y desde entonces hemos asistido a un shock de despidos
liderado por el sector público, sin que por ello las empresas del sector privado se hayan quedado
detrás.
Inicialmente el Gobierno Nacional buscó presentar este ataque como parte de un proceso de
modernización estatal, afirmando que gran parte de las desvinculaciones afectaban a trabajadores
que no cumplían con sus obligaciones laborales. Esta argumentación comenzó paulatinamente a
perder centralidad por la constatación de que los despidos en el sector público alcanzaban no solo
a trabajadores del Estado Nacional, sino también a los provinciales y municipales, sin importar la
fuerza política a cargo de la administración de cada distrito; en segundo lugar, por la existencia de
miles de casos de trabajadores que desmienten una y otra vez aquella afirmación; finalmente, por
el hecho de que el Gobierno Nacional ha comenzado a impulsar el cierre o desarticulación total de
áreas estatales, despidiendo a los trabajadores que en ellas se desempeñaban.
Desde el Observatorio del Derecho Social de ¡a Central de Trabajadores de la Argentina (CTA —
Autónoma) hemos impulsado un relevamiento de los despidos y las amenazas efectivas de
despido que se han producido en el sector público y en el privado desde el mes de diciembre. Allí
destacamos que este shock de despidos está directamente vinculado con el objetivo de los
empleadores, y en particular del Gobierno Nacional, de debilitar al conjunto del movimiento
obrero para implementar el programa de ajuste que ya está en curso, cabe destacar que se trata
de despidos y amenazas colectivos, que han sido denunciados por las organizaciones sindicales o
por los propios trabajadores, por lo que tampoco están relevadas las pérdidas de puestos de
trabajo que no llegan a difundirse públicamente y que, por distintas razones, encuentran mayores
obstáculos para ser resistidas sindicalmente.
En el sector privado las grandes empresas también utilizaron la actual coyuntura para impulsar
suspensiones colectivas, medida que también posee efectos disciplinadores sobre el conjunto de
los trabajadores. Las suspensiones se han concentrado en la Industria petrolera, la automotriz, la
autopartista y la siderurgia. Cabe destacar que se trata de sectores que poseen gran capacidad de
adaptación a las fluctuaciones de la demanda, y que en estos casos inmediatamente han
trasladado a los trabajadores los costos de los cambios en la coyuntura económica.
El avance sobre los puestos de trabajo se dio a la par de un salto cualitativo en la respuesta
represiva por parte del Estado. Este mecanismo de respuesta estatal experimentó un crecimiento
cualitativo a través del impulso, por parte del Gobierno Nacional en el ámbito del Consejo de
Seguridad Interior, del “Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad en Manifestaciones
Públicas". Dicho protocolo Implicó una generalización de la decisión estatal de avanzar contra la
resistencia de los trabajadores, y de los sectores populares en general, a las políticas de ajuste por
medio de la utilización de las fuerzas de seguridad.
El intento del Gobierno Nacional de contener los reclamos, de los trabajadores no impidió que se
realizaran masivas movilizaciones en todo el país, en el marco del paro nacional organizado por
ATE. Por otra parte, en el marco de las negociaciones salariales de los trabajadores de la educación
la amenaza de medidas de fuerza generalizadas provocaron que el Gobierno Nacional aceptara
fijar un incremento del salario mínimo docente del 40%. A nivel provincial el porcentaje de
incremento fue sustancialmente inferior, e incluso en muchas jurisdicciones todavía no se
encuentran en conflicto, pero ello no impidió que en casi la totalidad de los casos los aumentos
otorgados fueran superiores al techo salarial que intentó imponer el Gobierno Nacional.

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La estrategia de disciplinamiento del Gobierno Nacional no solo incluyó despidos, suspensiones y
represión de la protesta social, sino también modificaciones en el impuesto a las ganancias y en el
sistema de asignaciones familiares que intentaron operar como incentivo para limitar los reclamos
salariales. Sin embargo, una vez conocida la letra chica de estas modificaciones puede afirmarse
que el impacto de dichas reformas no solo fue mucho más modesto que el anunciado por las
autoridades gubernamentales, sino que miles de trabajadores de ingresos medios que hasta
entonces no estaban comprendidos en el impuesto a las ganancias, pasaron a sufrir descuentos en
sus haberes mensuales.
Las líneas que anteceden permiten empezar a visualizar los principales rasgos del sistema de
relaciones laborales tal como se ha venido configurando en los tres primeros meses de gestión del
nuevo gobierno. Por un lado, el shock de despidos y suspensiones, tanto en el sector público como
en el sector privado, constituye un elemento central del plan económico - social en curso, en tanto
es utilizado como herramienta para debilitar la reacción colectiva del conjunto de los trabajadores.
Por el otro, esta situación es complementada con un avance de la utilización de Ia fuerza pública
contra los trabajadores que se manifiestan activamente en defensa de sus derechos.
El protocolo de Macri prohíbe el legítimo derecho a protestar
El Ministerio de Seguridad del Gobierno Nacional de Mauricio Macri emitió, el 17/02/2016, una
Resolución denominada "Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado en
Manifestaciones Públicas" que contiene alarmantes lineamientos políticos de cercenamiento de
las libertades públicas, entre ellas las del derecho de peticionar, manifestarse a las autoridades, de
informar y ser informado, a la libertad de expresión y no ser criminalizado por su ejercicio
independientemente del reclamo.
El "Protocolo" otorga mayores facultades a las fuerzas de seguridad para reprimir las
manifestaciones públicas que afecten la circulación y "tipifica" penalizando sin más la conducta de
manifestarse en las calles y/o rutas y restringe ilegítima e inconstitucionalmente, al punto de
declarar ilegales a toda manifestación que afecte la circulación.
Al mismo tiempo ordena a las fuerzas de seguridad a reprimir, detener y criminalizar a quienes
ejerzan su derecho a protestar en la vía pública. Les otorga amplias y discrecionales poderes para
llevar adelante la represión, sin imponerles ningún límite al uso de la violencia. Es más, delega en
las propias fuerzas de seguridad la potestad de dictar protocolos específicos sobre los operativos,
el uso de la fuerza y de armas no letales.
A su vez se las clasifica entre programadas y espontaneas denominando a las primeras como las
que son ejercidas cuando las autoridades tomen conocimiento de manera anticipada, por
cualquier medio.
Determina como ámbito de aplicación del mismo todas las fuerzas de seguridad del país, tanto
federales como provinciales deben "acatar" la resolución, cuando él Gobierno Nacional no tiene
autoridad sobre las fuerzas de seguridad provinciales.
En cuanto al procedimiento, desarrollado en el Capítulo II determina que "se establecerá un
espacio de negociación para que cese el corte y se dará aviso a la justicia", que según la Ministra
de Seguridad será de 5 a 10 minutos. La "negociación” se prevé solamente para que cese el corte y
no para resolver el problema que sufren los manifestantes.
Que de continuar la manifestación se da por terminada la negociación, el Jefe del Operativo
ordenará a los manifestantes ("por altoparlantes, megáfonos o a viva voz" "por medio de frases
cortas y claras”) que deben retirarse y ubicarse donde se ordene, y que en caso de no cumplir la
orden estarán cometiendo el delito del art. 194 del Código Penal. Resulta claro que ni siquiera
existirá "negociación", sino que será un ultimátum.

58
Si los manifestantes no cumplen la orden, deben ordenar nuevamente que se retiren bajo
apercibimiento de disolver la manifestación y realizar detenciones. Acto seguido comenzará la
represión.
Aquí el protocolo establece que se procederá conforme lo establecido para los delitos de
flagrancia. La flagrancia es incorporada en el "Protocolo" para evadir la intervención del Poder
Judicial, ya que la ley establece para los casos de flagrancia que no deben esperar orden judicial
para actuar.
Una vez liberada la vía de circulación habla de establecer una instancia de negociación con el líder
o representante del grupo de manifestantes, debiendo dejar constancia de todo en un acta
firmada por los presentes, sin realizar ninguna precisión al respecto.
Prohíbe a los medios, periodistas y fotógrafos moverse libremente por los lugares donde se
desarrolla la protesta y/o la represión.
En ningún momento el Protocolo ni siquiera menciona el deber de garantizar la integridad física, la
salud ni la vida de los manifestantes u otras personas.
Esta decisión del Poder Ejecutivo Nacional lejos de abordar el conflicto cosifica la manifestación (la
protesta), la vacía de contenidos y le da una respuesta unívoca y represiva, ocultando, al menos,
tres cosas:
a) La legitimidad de los reclamos.
b) La legitimidad de manifestarse en la escena pública en defensa de esos derechos.
c) La responsabilidad del Estado en la resolución de los problemas sociales que se expresan a
través de la manifestación en la escena pública.
La protesta social es el primer derecho en democracia. El ciudadano ha delegado en el Estado la
toma de decisiones, el control de los recursos económicos, el uso de la violencia otorgando el
monopolio de la fuerza en el Estado. Ante estas delegaciones lo mínimo que el pueblo tiene
derecho y puede hacer es preservar su derecho de criticar a aquellos en los que hemos delegado
todo. Mucho de lo más importante de nuestras vidas está en manos de otros.
Los derechos se conquistan y se defienden con lucha y movilización. Ningún derecho de los que
hoy formalmente se encuentran reconocidos fue otorgado por el poder. Por el contrario, todos y
cada uno de ellos fue arrancado al poder luego de durísimas luchas. Basta recordar la conquista de
las 8 horas de trabajo, el voto secreto y universal, la lucha contra la dictadura genocida, por sólo
citar tres ejemplos.
El "Protocolo" se enmarca dentro de una política general que entrelaza control social, vigilancia y
represión. La implementación del sistema SIBIOS, la instalación de cámaras indiscriminadamente,
la realización de tareas de inteligencia sobre militantes sociales, políticos, ambientales y religiosos,
la criminalización de la protesta (más de 5000 procesados por ejercer sus derechos), e! asesinato
de militantes sociales (31 ¡militantes sociales asesinados entre 2003 y 2015), la negativa a abrir los
archivos de la dictadura, involucrar a las fuerzas armadas en tareas de seguridad interior
(declaración de emergencia en seguridad), las desapariciones de Julio López, Luciano Arruga y
Daniel Solano (por sólo mencionar tres de los casos más conocidos), la sanción de la ley
antiterrorista, la militarización de los barrios populares, y la creación de las policías locales, son
hechos que se presentan como desconectados pero se encuentran íntimamente relacionados y
son parte de una política general deliberada contra el campo popular, configurando gravísimas
violaciones a los derechos humanos del pueblo argentino.
La protesta social es el primero de los derechos de los pueblos: sin lucha social ni movilización
popular no hay posibilidad alguna de conquistar el acceso a los derechos formalmente
proclamados, defender los amenazados o conquistar nuevos derechos.

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Equipo de Practicas Problemáticas Ambientales (2016) “Revisión sobre
problemáticas socioambientales. Relación con la Psicología Comunitaria
● AMBIENTE: nos referimos a una noción integral y subjetiva. Definido como una realidad
intersubjetiva que las personas construyen en su interacción social, que se expresa en el conjunto
de significaciones que ellas elaboran a través de la comunicación y de otras prácticas. El ESPACIO
FÍSICO es significado, sentido por los vecinos como propio, como algo compartido. Plaza (2007)
afirma “es el territorio comunitario, donde se construye un sentido psicológico del lugar”. Plantea
separar la noción de COMUNIDAD como estrictamente ligada a un territorio, ya que asume que la
vecindad geográfica no produce por sí misma comunidad.
● COMUNIDAD Y AMBIENTE: construcciones sociales cuyas significaciones se elaboran en la
interacción social y se encuentran imbricados en un contexto particular.
La PC destaca la importancia de trabajar desde las necesidades sentidas, entre las cuales pueden
estar las problemáticas ambientales (o no), ya que son los miembros de la comunidad los actores
centrales para la detección de los problemas y sus significaciones, se vuelven fundamentales para
la elaboración de diferentes estrategias de intervención. BERROETA (2007) afirma que los
entornos comunitarios dan lugar a prácticas ambientales, “es el escenario barrial, comunal, de la
vida cotidiana, donde los sujetos despliegan sus comportamientos en relación con el medio
ambiente, la comunidad es el espacio fundamental para la promoción de acciones pro-
ambientales, favorecen procesos de concientización a favor del cuidado ambiental.
ANÁLISIS DE COYUNTURA: PROBLEMÁTICAS SOCIO- AMBIENTALES EN CÓRDOBA 2014
 USO DE AGROQUÍMICOS: Desde hace unos 20 años impera una agricultura de monocultivos,
una agricultura química, un paquete tecnológico que incluye siembra directa, semillas transgénicas
y aplicación de agrotóxicos, cultivos transgénicos, uso de herbicidas como el glifosato. Impacto en
la salud humana, si bien en las poblaciones de pueblos fumigados, la manifestación de intoxicación
aguda son la demanda cotidiana. Problemas respiratorios, dermatitis crónica, son más frecuentes
las depresiones y los trastornos inmunitario.
➔ EL CASO DE Bº ITUZAINGÓ ANEXO: Zona de la ciudad de Córdoba caracterizada por la presencia
de un número elevado de vecinos enfermos de causa ambiental. A fines del 2001, un grupo de
madres comienzan a preocuparse por la salud del barrio al advertir la frecuencia inusual de
mujeres con pañuelos en la cabeza y niños con barbijos. En junio de 2002 la Municipalidad solicitó
a Agricultura Provincial la vigilancia de las aplicaciones de agroquímicos instándolos prohibir
aeroaplicaciones. En el año 2004, se realizan denuncias por parte de los vecinos, a campo de Parra,
por el uso de agroquímicos con equipo terrestre (mosquito). Otro vecino en el año 2007, vuelve a
denunciar, y en año 2012, comienza el juicio imputando a Edgardo Parra por el delito previsto en
el artículo 55 de la Ley 24.051 de residuos peligrosos.
➔ INSTALACIÓN DE LA PLANTA MONSANTO EN MALVINAS ARGENTINAS: Monsanto es la mayor
empresa proveedora de productos para la agricultura, produce el herbicida Glisofato, además son
productores de semillas genéticamente modificadas. Malvinas Argentinas es una ciudad de 14000
habitantes, situada al noroeste de Córdoba y a 10km de Bº Ituzaingó. Las acciones para impedir la
construcción de la planta de Monsanto, pasando por diversas instancias judiciales, todas en vano.
AGUAS: SITUACIÓN CANAL MAESTRO SUR Y NORTE Y REDES CLOACALES: Al no estar en uso, el
canal maestro sur se encuentra en las peores condiciones. Acumulación de agua estancada
(lluvias), desagües de todo tipo y diques de basura. La Municipalidad reconoce que el estado del
canal sur es desastroso, pero culpa a la provincia. Vecinos de Bº Comercial dicen: “es un foco de
infección tremendo, hay botellas plásticas, cada vez se junta más basura y agua estancadas”. Otra
problemática que afecta a la ciudad, es el desborde cloacal, relacionado con el crecimiento de la
ciudad y la falta de planificación urbanística.

60
BASURA: Los residuos indican el NO aprovechamiento de algunos recursos y ponen en riesgo la
capacidad natural para “metabolizar” los desechos y se vuelven elementos contaminantes.
 Rellenos sanitarios y basurales a cielo abierto.
 Posibles riesgos para la salud de los sujetos y el ambiente.
 CASO BOUWER: Según la fundación cordobesa FUNAM (Fundación para la defensa del
ambiente), Bouwer es uno de los lugares más contaminados del país. Los vecinos solicitan la
erradicación de:
■ Planta de fundición de plomo (1984-2005) su cierre fue por la manifestación sintomatológica de
enfermedades asociadas a la actividad que se detectara en los habitantes.
■ Depósito judicial de vehículos, dejan metales pesados, aceites, plásticos, combustibles y otros
residuos que contaminan el aire y el suelo.
■ Planta de almacenamiento de residuos peligrosos: posibilidad de incendio a gran escala y
posible exposición.
■ Pulverización con plaguicidas en cultivos.
■ Horno incinerador de residuos patógenos: funcionó hasta el año 2008. Sin embargo, en el año
2010 el horno debe descargar compuestos orgánicos persistentes, metales pesados y olores que
los vecinos advierten.
■ Fosa para descarga de residuos industriales líquidos de Renault.
■ Vertedero de residuos sólidos urbanos: consiguió su cierre el 1 de abril de 2010, el denominado
“vertedero controlado” recibía 80000 toneladas de residuos. A lo largo de intensos reclamos y
manifestaciones en el espacio público, ante organismos oficiales (municipalidad, provincia)
denuncian en los medios de comunicación y presentaciones a la justicia.
INDUSTRIAS
 CASO DE DIOXITEK S.A Procesamiento de Uranio en Bº Alta Córdoba
 CASO “PORTA HERMANOS S.A” producción de Bioetanol en Bº Camino a San Antonio

Unidad III: PROCESOS COMUNITARIOS. COMPLEJO CONCEPTUAL


Silvia Plaza Procesos Comunitarios y herramientas en la intervención
territorial-comunitaria
Introducción.
¿Qué implica intervenir? ¿Cómo, en dónde, con quiénes? ¿Con qué herramientas contamos?
Abordaremos la intervención territorial. Para ello sostenemos la perspectiva que esta intervención
se realiza en el marco de lo que denominamos "procesos comunitarios". En un territorio real, social
y simbólico; lugar de encuentro de personas, grupos y organizaciones, donde transcurre la vida
comunitaria. En esa vida comunitaria nos disponemos a acercarnos e intervenir. El punto de
partida es reconocer a los sujetos involucrados en dichos procesos y que se encuentran anclados en
la complejidad de la diversidad, en la dinámica del conflicto. Apartarnos de esto implica pensar
una comunidad en donde lo que circula es lo común -en tanto homogéneo- anulando así la
complejidad de lo diverso e invisibilizando los conflictos.
La intervención territorial se comprende y trabaja en el marco de la investigación- acción-
participante y participativa, y de procesos de problematización. Implica e interpela la posición del
"equipo interventor" instituyéndose en un campo de permanente reflexión. La Posición
comunitaria y producción colectiva del conocimiento es en donde hace nudo la relación
comunitaria que desde esta perspectiva "hace" a la actividad de extensión.
Procesos comunitarios.
Para abordar los procesos comunitarios se hace necesario pensar determinadas maneras de

61
aproximación y acción, un "método" base de toda acción, la IAPyP involucra a un sujeto
participante en todo el proceso, actor y protagonista en la producción del conocimiento y otorga
un lugar importante al investigador-interventor.
Un quehacer implica una función, un papel a desempeñar, acciones que pueden ser prescriptas,
desempeñadas o actuadas y posibles u otras no previstas. Pueden ser ejercidas en situación o por
fuera del contexto de la acción. Puede incluir componentes subjetivos o abstraerse de ellos.
Los contextos comunitarios interpelan nuestra acción, nos presentan situaciones nuevas, nos
hacen otras preguntas. La realidad y los otros intervienen en la construcción del quehacer.
Instituyen, transforman, reproducen o conservan prácticas.
Este campo construido (y en construcción) con el foco en los procesos comunitarios, con el eje y
abordado a través de la participación (lAPyP), y con un quehacer en situación y con otros; necesita
ampliar la comprensión de los mismos a través de un complejo conceptual para facilitar la
intervención.
Hay dos términos que por su importancia, es necesario despejar: Procesos y Comunitario.
Acerca de los procesos
Según el Diccionario Etimológico remite a la idea de ir adelante (derivado del latín procederé:
proceder) según una trayectoria que no es potencial o preexistente sino como lectura posterior,
como reconstrucción de lo acontecido y a la vez construcción de ese sentido.
Barrault-Vazquez intentan dilucidar el concepto de "proceso", en tensión con el de "evolución" y
con lo "dinámico". Proceso se diferencia de "evolución" en cuanto ésta se refiere al desarrollo, con
un sentido preestablecido y de alguna forma gradual y ordenado, como una potencialidad que se
actualiza en el aquí y ahora. Y se asemeja a lo "dinámico" en su sentido general y como cualidad:
"como todo lo que se refiere al movimiento y aún al devenir". Estos movimientos se alejan de
considerar la comunidad y sus procesos como un sistema cerrado, isomorfo o incluso un
organismo.
Teniendo en cuenta las diferencias y semejanzas planteadas, nos interesa detenernos en su sentido
etimológico: precedere=proceder.
Se refiere a dos sentidos más que a "ir adelante":
o Procedencia nos remite a origen; ¿de dónde viene o deviene?
o Procedimiento refiere a formas, comportamientos; a maneras de actuar, a conjunto de
acciones.
o El "ir adelante" al movimiento.
Así, en la idea de proceso confluye la idea de movimiento: hacia delante y hacia atrás, y a maneras
de actuar, de proceder.
En los procesos, entonces, es posible incluir:
a) las trayectorias de sujetos, grupos, organizaciones (en un movimiento de de-reconstrucción de
esa trayectoria). Lo anterior, lo que precede, el origen, las matrices, la historia,
b) Lo que aún no es, lo que deviene pero que la condición de posibilidad está en de donde viene.
c) lo que aún no es ni es posible capturar en ese "ir hacia atrás" o "ir hacia delante". No es posible
nombrar. Lo que acontece como acontecimiento.
Estos procesos se dan "en situación", atravesada por espacio y tiempo, que le otorga un ritmo
propio y singular. Aspectos objetivos y subjetivos se juegan tanto en el espacio como en el tiempo.
El tiempo del calendario, del reloj aun en su arbitrariedad nos ordena en un tiempo objetivo. El
tiempo vivido, la temporalidad nos sitúa en un tiempo subjetivo. El espacio como localidad

62
geográfica, la medición, las distancias nos sitúan en un espacio objetivo. El sentido otorgado a ese
espacio nos señala la cualidad subjetiva del espacio.
Acerca de lo comunitario.
La variedad de definiciones sobre comunidad es inmensa, teniendo una multiplicidad de
significaciones y connotaciones. Señalaremos algunas:
1) El término comunidad denota la cualidad de lo común o compartido: de lo que une, "unidad en
lo común". Una idea, un territorio, una historia, una enfermedad, un rasgo. Esta manera de
conceptuar comunidad deviene también la idea de homogeneidad, de igualdad, de consenso. Con
un esfuerzo de inclusión en lo común, de adaptación según lo compartido, del mantenimiento y/o
conservación de aquello que iguala, que ordena, que disciplina. Este esfuerzo puede asociarse
también con la exclusión de lo diferente, con la minimización de la variedad, con la anulación o
subsidiariedad del conflicto. Lo común como lo dado. Responde a una aproximación conceptual
clásica de comunidad. Hoy interpelada como único sentido de comunidad.
2) Lo compartido, y según lo que se comparta, se ubicarán las distintas concepciones de
comunidad. Por un lado el reconocimiento de esta pluralidad hizo que se examinaran definiciones
de comunidad encontrando tres áreas de acuerdo coincidentes: una localidad compartida,
relaciones y lazos comunes e interacción social- Bernard ha trazado una distinción entre
comunidad: uso adjetivo del término “comunitario" -prácticamente equivalente a compartido- (en
donde predominaría la interacción social y lazos comunes. Se refiere a una cualidad social y
psicológica genérica) y la comunidad: uso substantivo del concepto (predominaría la localidad
geográfica compartida -territorialidad- Concepto específico y geográficamente anclado).
3) Klein (1968) subraya factores relaciónales y psicológicos, ubicando a la comunidad como fuente
de sentido e identidad (cultural y psicológica), pero excluye los ligados a la comunidad, lo que hace
que se asuma que la vecindad geográfica no produce por si misma comunidad. Mariane Krause
Jacob (2001) propone definir Comunidad, incluyendo tres elementos: Pertenencia (entendida desde
la subjetividad como "sentirse parte de" e "identificado con"); Interrelación (comunicación,
interdependencia e influencia mutua entre sus miembros); Cultura común (existencia de
significados compartidos).
4) La idea de "comunidad ideal" o de "comunidad real". Una cosa es reconocer el vínculo con otros
como necesidad humana y otra, muy diferente, es definir las características que debiera tener ese
vínculo. Trabajamos con comunidades reales, imperfectas. Si, señala Jacob, es posible identificar
características asociadas al buen funcionamiento de una comunidad o comunidad saludable,
distinguiéndolo de lo ideal en la comunidad.
Por lo tanto, la primera cuestión es hacer visible a los múltiples otros, miradas y voces, lo igual y lo
diferente. Lo común-compartido se construye, desde y con lo múltiple. En la definición de
comunidad debemos atender en una aproximación inicial "la unidad en lo común" y "lo diferente
en lo compartido", facilitando la dinámica del conflicto y formas resolutivas y de abordaje que
atiendan la co-existencia de "lo uno, lo/el otro y lo múltiple".
La segunda cuestión "lo compartido"; y según el uso -adjetivo o sustantivo-; implica abrir distintas
líneas de significación, en donde lo que se pone en tensión es la localización geográfica o mundo
simbólico.
Una tercera cuestión afirma la existencia de comunidades reales e imperfectas.
Procesos Comunitarios.
Retomando ahora los dos términos "procesos comunitarios", se hace necesario atender a la
distinción entre "procesos comunitarios" y "procesos en la comunidad" que alude a procesos en un

63
espacio geográfico localizado y estos procesos pueden ser "cualquier proceso". Algo que sucede
está ocurriendo en un territorio determinado.
La dimensión psicosocial es fundamental. Maritza Montero refiere a "Procesos psicosociales
comunitarios", incluyendo aquí los "fenómenos psicosociales propiamente comunitarios:
habituación, familiarización, problematización, desideologización, naturalización y
desnaturalización, concientización y conversión". "Los procesos psicosociales influyen en las
relaciones sociales de las personas y a la vez están influidos por las circunstancias sociales y que
suponen subprocesos de carácter cognoscitivo, emotivo, motivacional que tienen consecuencias
conductuales".
"Procesos comunitarios" implica una forma específica de intervención: la intervención comunitaria.
Hablar de procesos comunitarios incluye una historia del lugar presente en este proceso,
interacciones, ciertas modalidades de relación y de hacer entre sujetos, grupos, organizaciones que
hacen a este proceso; representaciones, percepciones y significaciones respecto del otro y del
mismo espacio habitado.
Estos procesos comunitarios se dinamizan en las relaciones -en la relación- que los sujetos -
protagonistas de estos procesos, establecen, producen, construyen, reproducen.
La puesta en tensión de estas relaciones se traduce en el encuentro con el otro. En los procesos
comunitarios y en sus procesos de intervención se juega el encuentro/desencuentro con el otro.
Encuentro que implica reconocimiento/ desconocimiento del otro; en búsqueda de efectos de
conocimiento. Así es que en este encuentro se activa tanto la percepción-significación que el uno
tiene de si mismo en relación al otro; más lo que este uno percibe y significa del otro; más lo que
este uno supone que el otro percibe y significa del uno.
Estos procesos comunitarios que tienen como soporte material el espacio de la comunidad, están
atravesados por un contexto social e histórico, por los procesos sociopolíticos. "El contexto se hace
texto en la comunidad", y en el texto de la comunidad se lee el contexto. Además, el contexto
particular-sectorial atraviesa de la misma forma el territorio comunitario. Por tanto no hablamos
de procesos comunitarios aislados, parcializados, fragmentados. Hablamos de procesos sujetados,
atravesados, en conflicto o no, manifiesto o latente, con sus contextos.
En síntesis, y en relación a procesos comunitarios localizados en un sector particular, la
característica de popular da un carácter de posición diferencial:
o en relación a un contexto, que se nombra a partir de dos signos-procesos a considera los
procesos de desafiliación/fragmentación social, precarización de las vidas ordinarias, procesos de
desolación y sufrimiento psíquico; y los procesos de marginalidad (neomarginalidad) en sus
movimientos de expulsión-exclusión/inclusión-integración (en relación al mundo del trabajo).
o en relación a condiciones concretas de existencia, que en relación con los sujetos, producen
determinada calidad de vida -y relacional- incorporando historia e internalizando realidad, y junto
con ellos formas y procesos organizativos, así también sus sentidos -sentidos construidos desde la
historia, desde un contexto particular/coyuntural, desde la relación de intersubjetividad-
o en relación a los procesos de producción y construcción de identidad/es, que ligado a lo
anterior, implica fundación de espacios-territorios, otorgándoles cualidades particulares.
Ligado a una mayor comprensión de los procesos comunitarios se presenta a continuación un
complejo conceptual, que incluye los conceptos de: Espacio, Necesidades, Participación,
Afectividad, Memoria. 
Espacio

64
Entre el contexto social productor de sentido y los procesos comunitarios, mediatizan condiciones
concretas de existencia. Ubicamos allí al ESPACIO en el sentido de condición de despliegue de vida
y de vida relacional.
El espacio alude a la localización territorial, que hace referencia al espacio físico (soporte material)
y social identificable y reconocible por los sujetos (y por lo cual también son identificados y
reconocidos por otros). Es el lugar donde "se vive", que se percibe como algo propio y común,
donde se crean y re-crean las relaciones, valores, costumbres, motivaciones, identidades,
representaciones y prácticas, denominado comúnmente como el barrio, la villa o la manzana.
Este espacio, barrios, villas, asentamientos, habitados por los "sectores populares" en los sectores,
llamados sectores urbano-marginales, pobres, empobrecidos, vulnerables, precarizados, carentes,
entre otros. Aquel resto, que deviene por la producción capitalista. No son excluidos del sistema,
este lo produce. Y también produce el desplazamiento de las causas por los efectos y la
consideración ideologizada de la necesidad e inevitalidad de la pobreza se llaman a la vez "urbano
marginales". Las comunidades habitan esta configuración de lo "urbano marginal". Si nos
detenemos a observar la distribución urbana, es fácil ver cómo se reproducen en ella los patrones
socio-económicos de inclusión-exclusión del sistema.
A la vez los sujetos son habitados por los espacios; a través de mecanismos de internalización y
significación de los mismos. Constituyen entonces un lugar, que define la propia posición en
relación a un contexto. Lo que se encuentra objetivado se significa de modo singular. El espacio
objetivo se transforma en lugar a través del sentido psicológico dado
Necesidades.
Cada sociedad tiene un sistema de necesidades en cuyo interior se comprenden las necesidades
particulares, por lo tanto la creación y la satisfacción de esas necesidades constituye un proceso
histórico. Las necesidades son al mismo tiempo personales y sociales. Y tienen diferentes
manifestaciones según las clases sociales.
Heller presenta un sistema de necesidades compuesto por: necesidades necesarias (de
sobrevivencia y de auto conservación), y necesidades necesarias propiamente dichas (servicios-
normatividad según el "progreso"). Postula que la sociedad de clases reproduce las necesidades
necesarias (alienadas). Hay un tipo de necesidades no alienadas, que llama "radicales", que
también se desarrollan en el capitalismo pero no pueden ser satisfechas en él. Motiva que los
habitantes, para satisfacerlas, produzcan una formación social distinta, cuyo sistema de
necesidades se diferenciará del precedente -cualitativamente-. Estas necesidades radicales no se
satisfacen, sino que se despliegan.
Pichón Riviere concibe al sujeto como sujeto de Necesidades. La necesidad como motor para la
acción, necesidad significada y significada por otros. La necesidad impulsa al sujeto a buscar su
satisfacción en el mundo exterior; en el mundo exterior se encuentra con otros que significan y
devuelven al sujeto la necesidad significada.
Se conoce una necesidad a través de práctica de acción (gestos, llantos, sonrisa, etc.) y de prácticas
del discurso. El sujeto enuncia, dice, nombra su necesidad.
Fraser (1991) es quien destaca que los discursos políticos refieren a las necesidades de las
personas. El tema de las necesidades funciona como un medio para formular y debatir los
reclamos políticos.
Federico Arnillas, distingue Necesidades Colectivas y Comunes.
Colectivas son aquellas que afectan por igual al conjunto de pobladores y que sólo pueden ser
atendidas por las características objetivas que adquiere su satisfacción, de manera simultánea

65
para toda la población. A su vez se subdividen en necesidades básicas (por ejemplo, si
consideramos una situación urbana, estabilidad en el terreno, luz eléctrica, agua potable,
desagües); y necesidades complementarias (reconocimiento del asentamiento, titulación, vialidad,
transporte, limpieza).
Comunes son aquellas que afectan a un sector mayoritario de la población pero cuya satisfacción
ha recaído tradicionalmente en el esfuerzo individual o familiar. No tienen referente espacial
inmediato, pero es el barrio el terreno concreto. A nivel organizativo, se encuentran comedores,
vasos de leche, grupos juveniles, etc. A su vez se subdividen en necesidades de subsistencia
(empleo-ingreso, alimentación, salud, vivienda); y necesidades de integración social (educación,
cuidado y formación de los niños, recreación, formación sexual, etc)
Participación.
Es un motor potencial de cambio social y, al mismo tiempo, implica la toma de conciencia colectiva
y el compromiso individual de las personas.
Bajo la mención de participación pueden introducirse desde las más variadas formas de
manipulación, de consulta, de divulgación de información, hasta la delegación de poder en grupos
y el completo control comunitario.
Se busca ser parte y con otros porque se desea modificar una situación, relación, etc. Se desea el
cambio, participar en los procesos de cambio. Desde esta perspectiva, la participación comunitaria
es participación política. Montero (2006) propone pensar a la participación comunitaria como un
proceso organizado, colectivo, libre, incluyente, en el cual hay una variedad de actores, de
actividades y de grados de compromiso, que está orientada por valor es \ objetivos compartidos,
en cuya consecución se producen transformaciones cénit iotas ias e individuales. 
El concepto de participación dentro del ámbito de la extensión universitaria remite a un
protagonismo directo de los ciudadanos con un alto grado de implicación y motivación en las
distintas actuaciones llevadas a cabo por la comunidad (Martín, 1988).
Los grupos y las personas atraviesan distintos estados y roles participativos que van desde: la
ausencia de comportamiento participativo, la participación instrumental (cuando dicha conducta
depende de una dinámica impuesta desde el exterior de la comunidad), la participación
contestataria (el colectivo se moviliza ante un problema, pero responsabiliza a agentes externos de
la situación), la participación reivindicativa (se plantean distintas soluciones también externas para
superar el problema), hasta la participación proyectada, en la que la comunidad se organiza en
torno a un proyecto común, con unas acciones concretas a desarrollar.
Para Sirvent (1985) los condicionamientos de los procesos participativos tienen que ver con: 1) el
origen de los procesos participativos (incide en sus características, ritmo y producto). 2) las
Condiciones institucionales macro-micro y 3) las Condiciones psicosociales. Aquí hay que detectar
mecanismos facilitadores o inhibidores de los procesos de Participación Real. En 1. Contexto
sociopolítico (el contexto, la historia, la cultura determinan factores que inhiben o no Participación
Real); 2. Estructuras institucionales (reflejan en mayor o menor grado contradicciones a nivel
global); 3. Aspectos psicosociales de los grupos e individuos comprometidos (las relaciones de
poder de estructuras autoritarias se reproducen en las prácticas culturales, las necesidades
subjetivas y las representaciones sociales de los grupos subordinados -una de las barreras más
difíciles-). 
Dificultades en la participación según Montero:
- Relación agentes externos e internos en la labor psicosocial comunitaria. Diversos actores con
diversos saberes. Dificultades referidas a! compromiso y al conocimiento que puede manejarse
en comunidad.

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- Conocimiento de miembros de la comunidad que provienen de costumbres y tradiciones que
pueden entrar en contradicción con los cambios necesarios para la comunidad (aquellos referidos
a lo peligroso, exclusión, maltrato, mantenimiento de la ignorancia).
- La participación de las personas no está aislada de las prácticas comunes imperantes y, por lo
tanto, influidas por tendencias políticas y religiosas entre otras.
- La diversidad de afiliaciones políticas de la comunidad o agentes externos puede ser otra causa
de problemas.
- Otra fuente de dificultades puede ser las alianzas que los agentes externos hagan con ciertos
sectores de la comunidad, que de alguna manera signifique la exclusión de otros grupos (el
riesgo que esto implica es tanto el clientelismo como el asistencialismo y el activismo político).
- Ciertas prácticas en las cuales se proponen formas de acción predeterminadas de manera
inconsulta por organizaciones ajenas a las comunidades no pueden considerarse como
participación comunitaria.
Sirvent (1985) diferencia participación real de participación simbólica. La participación real ocurre
cuando los miembros de una institución o grupo a través de sus acciones ejercen poder en todos
los procesos de la vida institucional: en la toma de decisiones en diferentes niveles, tanto en la
política general como en la determinación de metas, estrategias y alternativas específicas de
acción, en la implementación de las decisiones, y en la evaluación permanente. La Participación
Simbólica asume dos connotaciones: 1) al referirse a acciones a través de las cuales no se ejerce, o
se ejerce en grado mínimo una influencia a nivel de la política y del funcionamiento institucional; 2)
el generar, en los individuos y grupos comprometidos, la ilusión de ejercer un poder inexistente.
La participación real supone modificaciones en la estructura de concentración del poder.
Se enfatiza, entonces, la importancia de evaluar la naturaleza real o simbólica de los procesos
participativos, las condiciones facilitadoras o inhibidoras de dichos procesos y sus productos
mediatos o inmediatos. Atendiendo puntos críticos tales como: ¿Quién participa? ¿Cómo? ¿A
través de qué mecanismos? ¿En qué área de la vida institucional o del proyecto de trabajo?
Afectividad.
El trabajo comunitario, necesariamente debe tomar en cuenta la dimensión afectiva de y en los
procesos comunitarios. Montero (2004) -quien nos orienta en este apartado- apunta lo que Heller
(1980) decía: actuar, pensar, sentir y percibir constituyen un proceso unificado.
Por otro lado, Chavis y Wandersman (1990), propusieron y evidenciaron empíricamente, que el
sentimiento de comunidad funciona como un catalizador para la participación en las diversas
modalidades de transformación comunitaria del entorno urbano: desarrollo comunitario,
construcción de comunidad y organización comunitaria.
La afectividad interviene en el desarrollo del sentido de comunidad y en la construcción colectiva
de otra noción que incluye la anterior: la identidad comunitaria. Los afectos están absolutamente
presentes en cada acción comunitaria, en cada encuentro de acción con otros, en la protesta, en
los procesos de cambio, en la organización comunitaria.
Acerca del Proyecto de Intervención como Hipótesis de Acción.
Un proyecto anticipa, prepara y ordena intencionalidades, acciones y modalidades. Las organiza
en un tiempo y en un espacio, otorgándoles un ritmo para resolver una situación inicial que es
leída de tal forma que exige acciones que la modifiquen en algún aspecto.
Para la formulación de un proyecto contamos con diversas propuestas; éstos son formatos que
orientan y organizan la traducción de una idea, de manera ordenada, en una propuesta de acción.
Ahora bien, no es lo mismo la formulación de un proyecto de intervención que el proceso de

67
construcción de un proyecto de intervención.
El proceso de construcción refiere a acciones situadas, en un lugar, en un tiempo y con personas
concretas (que ya no se piensan como destinatarios en la formulación sino como partícipes en la
construcción del proyecto). Se define no ya como una preparación de la acción sino en la acción
con otros y en situación. Y que apela a procesos de reflexión y problematización.
Siguiendo a S. Martinic (1987) hay tres categorías a tener en cuenta en la formulación de un
proyecto (entendido como una hipótesis de acción): lectura de la realidad, objetivos y estrategias
metodológicas.
o Lectura de la realidad refiere a lecturas detenidas y reflexivas según niveles, dimensiones o
aspectos que nos permiten aproximarnos a la realidad con algún esquema/clave de lectura. Se
realizan en relación a algo (podría ser esta primera inquietud que provoca la búsqueda), sobre
alguien (grupos, personas, organizaciones); y en esta búsqueda vamos construyendo y definiendo
el problema o complejo de problemas del que se ocupa u ocupará este proyecto. Esta realidad
interpretada permite distinguir los problemas relevantes e identificar los problemas a enfrentar. Al
mismo tiempo, nos permite reconocer también los recursos (de los sujetos, de los grupos, de las
organizaciones) que se utilizan y aquellos que podrían ser utilizados.
Esta lectura de la realidad se hace a través de la explicitación de constataciones e interpretaciones
que el equipo tenga sobre esta realidad. Constataciones en tanto "son afirmaciones que se asumen
como obvias y que forman parte del sentido común del equipo", e interpretaciones en tanto
"fundamentan las explicaciones y relaciones constituyendo el particular sesgo del equipo para
comprender la realidad", y transformándose estas últimas en objeto de conocimiento.
Esta lectura de la realidad constituye la primera lectura. Es contextual, ubica, amplía y justifica el
complejo de problemas. Responde a qué preocupa ¿Quiénes están involucrados? ¿En dónde
acontece? ¿Cuáles son las estrategias utilizadas para afrontar los problemas? ¿Con qué otros
recursos cuentan?
o Los Objetivos, por su parte, apuntan a la intencionalidad de la acción, del proyecto. A través de
los objetivos aproximamos propuestas/respuestas a la situación caracterizada en la lectura de la
realidad. Los objetivos son propositivos e indican la orientación del cambio. A partir de su
formulación se propone la construcción de una realidad distinta a la caracterizada inicialmente.
Los objetivos deben ser claros, precisos y factibles (deben estar de acuerdo con los recursos
disponibles). Fijan qué se espera lograr al finalizar el proyecto de intervención.
o Las estrategias metodológicas refieren al cómo, a las formas, a las modalidades propuestas
para lograr lo que el proyecto propone (a través de sus objetivos), La/s estrategia/s aluden a un
conjunto de acciones ordenadas, conscientes e intencionales. Implican, entonces, la planificación y
realización de actividades y tareas de manera sistemática, secuencial y articulada, valiéndose de
diversas herramientas. Sin embargo, una estrategia no es sólo un conjunto de actividades y tareas,
sino que supone, además, considerar cuáles son los ejes que lo atraviesan y ordenan y cuáles son
los principios y supuestos que lo promueven o motorizan. Para conformar la estrategia también
debemos considerar cuáles podrían ser los obstáculos y facilitadores con los que podríamos
encontrarnos en el proceso. En este sentido, es importante que la estrategia sea flexible, dando
lugar a lo nuevo e inesperado que pueda suscitarse a lo largo de la intervención.
Dijimos que un proyecto podía ser pensado como hipótesis de acción. Lo que permite construirla es
la relación y articulación entre los conceptos de problema a enfrentar, intencionalidad y proceso.

Comunidad y Psicología Comunitaria. En Manual de Psicología


Comunitaria, Un enfoque integrado. Alpidio Sánchez Vidal 2007

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La comunidad es el sujeto y destino de la psicología comunitaria, que se distingue precisamente de
otras áreas psicológicas por su cualidad de “comunitaria”. Necesitamos un conocimiento teórico y
práctico que permita responder a la cuestión ¿Cuáles son los significados y el papel de la
comunidad y lo comunitario en PC?
1. Evolución histórica: modernidad, globalización y comunidad
En general, uno tiene la impresión de que la comunidad ha sido víctima de la modernidad y de las
grandes turbulencias sociales (capitalismo, industrialismo, urbanización) e intelectuales
(individualismo, secularización, utilitarismo, razón) que lo acompañan a lo largo del siglo XIX y que
dividen y polarizan a los analistas.
● Modernización, industrialización y declive de la comunidad
Uno de los fenómenos centrales destacados como efecto de la industrialización y sus
acompañantes
sociales e intelectuales es la erosión de la solidaridad comunitaria y los deletereos efectos sociales
(desintegración e inestabilidad social, debilitamiento de los grupos primarios y redes de apoyo) y
psicológicos (anomia, desarraigo, impersonalidad, falta de sentido vital) que la acompaña. Y como
vamos a ver, se prolonga hasta nuestros días de “globalización”, capitalismo “informacional”, y
posmodernismo en forma de conflicto entre “lo local” y “lo global” o entre liberalismo y
comunitarismo.
PERÍODO Cambios sociales/comunitarios Fenómenos históricos
Modernidad Individualismo y autonomía Capitalismo
(Renacimiento a Declive funcional del lugar Industrialización
siglo XIX) Debilitamiento de la comunidad Urbanización
Búsqueda de comunidad Revolución Francesa
Utilitarismo Luchas obreras
Secularización
Ilustración y racionalidad
Burocracias centralizadas
Liberalismo
Socialismo y movimientos obreros
Posmodernidad Homogeneización cultural Predominio de los servicios
globalización Aumento de la desigualdad Nuevas tecnologías
Neoliberalismo y “Estado mínimo” Hundimiento del socialismo
“Flexibilidad” laboral Globalización económica
Exclusión social Exaltación del “mercado”
Hiperindividualismo (capitalismo “informacional”)
Consumismo Imperialismo estadounidense
Conformismo social
Movimiento antiglobalización
Comunitarismo y propuestas híbridas.
● Búsqueda de Comunidad
La constatación de la pérdida de comunidad y la venenosa estela de deshumanización,
marginación, anomia, soledad y fragilidad personal que la ruptura de la “ecología social” deja tras
sí han generado una intensa búsqueda de comunidad. En el origen de la PC estadounidense
constituyendo, según Sarason, su base ideológico como modelo alternativo de relación social
distanciado tanto del atomismo individualista como de la homogeneización global. En momentos
de transición social o d excesivo dominio de fuerzas deshumanizadoras como la tecnología o la
burocracia, las comunas han desempeñado un importante papel en la reorientación personal,
renovación social y lucha por la igualdad. La búsqueda de comunidad es un “termómetro” del
rechazo de un orden que somete a sus miembros, y de la consecuente necesidad de buscar formas
de vida más humanas y apropiadas a las necesidades básicas de las personas.

69
● Globalización, posmodernidad y localidad
Así como en la segunda parte del siglo XIX se forjó la era industrial moderna, a fines del XX
habríamos entrado en una nueva era, que, según el aspecto destacado, se ha llamado
postindustrial, capitalismo “informacional”, posmoderna, ultramoderna o modernidad reflexiva o
tardía. Una de las dimensiones más destacadas de esta nueva constelación social es la
globalización: la ampliación a nivel mundial de ciertos procesos económicos y culturales,
acompañados de un supuesto aumento en la interdependencia e integración mundial de países y
actores sociales.
2. Conceptos de Comunidad
Revisaremos los diversos conceptos y definiciones de la comunidad y lo comunitario, que han
tomado a menudo la forma de dicotomías o polaridades. “Continuo” de comunidad. Dado que
“comunidad” y “comunitario” hacen referencia a algo común o compartido, su significado final
dependerá de la cantidad y cualidad de lo que se comparta, en base a esto podemos proponer un
“continuo de comunidad” a lo largo del cual podemos situar.
Comunidad y asociación. Una de las distinciones más esclarecedoras de lo comunitario es la que,
trazó el sociólogo alemán Fernando Tonnies (1947) entre comunidad y asociación como formas
polares de organización social.
Comunidad Asociación
Tipo agrupación primaria: para estar con los otros (el otro es un fin secundaria: por interés (el otro
en sí mismo) es medio para un fin)
origen afectivo, experimental construida deliberadamente en
base a intereses compartidos
Carácter cálida, natural: nace del contacto social y el fría, contractual, racional,
sentimiento psicológico interesada

3. Una nueva síntesis: La comunidad como tejido relacional


Toca ahora reafirmar la comunidad como centro del quehacer teórico y práctico de la PC
rechazando tanto los intentos impropios del campo de construir una PC sin comunidad como los
externos de desarrollar, sin vínculos personales o territoriales
Definiciones de Comunidad
Fuente Definición
Diccionarios Calidad de lo común o compartido. Grupo social que comparte características o intereses y es
Vox y Webster percibido, o se percibe a sí mismo, como distinto del conjunto de la sociedad. Grupo social
radicado en una localidad específica, con gobierno e historia común
Hillery (1955) Localidad compartida, donde existe interacción social y relaciones y lazos comunes.
Bernard (1973) La comunidad: localidad geográfica singular. Comunidad simbólica: incluye lazos emocionales,
intimidad personal, compromiso moral, cohesión social y continuidad temporal
Sanders (1966) Sistema organizado territorialmente con un patrón de asentamiento en que existe una red
efectiva de comunicación y la gente- que comparte instalaciones y servicios- desarrolla una
identificación psicológica con el símbolo del lugar (el nombre)
Klein (1968) Conjunto de interacciones pautadas en un dominio de individuos que tratan de conseguir
seguridad e integridad física y apoyo en tiempos de estrés y de alcanzar individualidad y
significado a lo largo de la vida.
Warren (1972) Combinación de unidades sociales que desempeñan las funciones sociales principales con
relevancia local

4. Funciones y Tipos
En su amplio análisis de la comunidad, Warren y Sanders (1966) han descrito las funciones y tareas
que realiza la comunidad, funciones sociales con relevancia local. Las funciones (producción y
distribución de bienes, socialización, control social, participación, apoyo social).
Funciones Descripción

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Producción, distribución, consumo De bienes y servicios a través de las tiendas, mercado del barrio, etc
Socialización Transmite conocimientos, valores y normas sociales mediante grupos
y estructuras locales: grupo de iguales, parroquia, etc
Control social Asigna recompensas y sanciones para que personas se comporten
conforme a valores y pautas establecidas a través de la familia, el
grupo de iguales, la escuela o el trabajo
Participación En la actividad social mediante actividades y reuniones formales e
informales de asociaciones y grupos en centros comunitarios
Apoyo social Formal (servicios comunitarios) e informal (familia, amigos,
vecinos...etc) en situaciones y épocas de estrés
Reclutamiento nuevos miembros Por nacimiento inmigración
Comunicación Física (transporte) y simbólica para tomar decisiones y formar opinión
Diferenciación y asignación de División del trabajo y de papeles especializados al servicio de la
estatus comunidad asignando el status social que corresponda
Asignación de prestigio Jerarquizando personas según el grado en que encarnan los valores
centrales de la comunidad y diferenciandolas en clases sociales.
Asignación de poder
Movilidad social
Integración y ajuste social
5. Comunidad y Sociedad
Otra forma de aclarar la noción de comunidad es compararla con la sociedad en su conjunto,
examinemos la relación y diferencias entre comunidad y sociedad en cuatro apartados:
Nivel: se entiende que lo comunitario es un nivel inferior al social, porque la comunidad es una
parte de la sociedad (formada por multitud de comunidades).
Tips de agrupación social: diferencias entre “agrupaciones comunitarias” y “asociativas”.
Importancia de la territorialidad: aunque reducida por el peso de la movilidad geográfica y social,
y las comunicaciones.
Mediación, cercanía social y concreción institucional: se puede concebir a la comunidad como un
sistema mediador entre individuos concretos y singulares y sociedad abstracta. La comunidad
conecta a personas y sociedad ayudando a satisfacer necesidades y demandas mutuas. En general,
la comunidad “concreta” encarna las instituciones sociales en el ámbito local, como suele decirse,
es el más próximo a los ciudadanos.
6. Las Dimensiones básicas de la comunidad
La comunidad tiene 3 ejes básicos + un cuarto anexado: comunidad territorial o geográfica,
comunidad psicosocial, comunidad sociocultural, comunidad política.
Dimensión (tipo Descripción Aspectos psicosociales
de comunidad)
TERRITORIAL Lugar donde la gente vive junta Vecindario Arraigo territorial
PSICOSOCIAL Vínculos psicológicos y relaciones sociales Pertenencia, vecindad, vinculación,
(horizontales y verticales) entre personas y grupos interdependencia, mutualidad
SOCIOCULTURAL Cultura (socialización), historia y experiencia Valores, significados, visiones de
compartida futuro, proyecto de comunidad
POLÍTICA Poder compartido para alcanzar objetivos comunes Empoderamiento

Dimensiones de la comunidad y del desarrollo comunitario.


Dimensión comunidad Acción derivada
Territorio Desarrollo físico-urbanístico del enclave comunitario
relaciones Desarrollo y conexión social: desarrollar “tejido social” (redes sociales
y apoyo social)
cultura común Desarrollo cultural (significados compartidos)
poder colectivo Asociación y organización comunitaria en base a interés y fines comunes (y

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vecindad y vinculación social)

Estructura de la Comunidad
1.Entorno natural, geografía y clima, recursos (energía, agua, vegetación) y parques.
2. Entorno construido. Edificios y otras estructuras (tipos y calidad). Polución.
3. Características de la población. Edad, sexo, estado matrimonial, densidad, salario, estado salud,
etc. Ajuste persona- entorno. Sentimiento de comunidad: redes sociales.
4. Sistemas sociales. Políticos: legislativos, ejecutivos, judiciales / Económico: empleo,
paro/Medios de comunicación: periódicos, revistas, televisión, radio. / Servicios sociales: centros
comunitarios de salud mental./ Centros educativos/ Transporte/ Atención
médica/Establecimientos penitenciarios y correccionales/ Instituciones religiosas/ Instalaciones
recreativas.
Análisis- evaluación integrada de la comunidad
1. Territorio y Vida social
Observación distribuida por zonas y por bloques horarios: mañana, tarde, noche. Paseo por la
comunidad con atención flotante; recoger impresiones generales.
a) Territorio y entorno construido:
❖ Aspecto: trama urbana, calles, densidad y altura edificios, espacios abiertos, etc.
❖ Calles y circulación: vehículos, aspecto de la gente, fachadas, tipos de negocios, edificios y
espacios singulares.
❖ Casas: disposición, construcción, habitaciones, decoración, signos, carteles.
❖ Signos/ carteles externos: en paredes, fachadas, quioscos, pancartas, carteles de identificación
con la comunidad, en coches, adornos y decoración.
❖ Forma de vida/ ritmo vital: rápido, relajado, zonas de tránsito, zonas de reunión y descanso.
b) Vida Social:
❖ Lugares de encuentro: calles, plazas, mercados, tiendas, cafés, bares, etc.
❖ Tipología personas que se reúnen: composición de los grupos, sexo, edad, aspecto.
❖ Horarios y actividades sociales: grupos de madres tras dejar a los niños en la escuela, mayores
jugando a petanca, “drogatas”, ejecutivos en hora de almuerzo.
❖ Temas de conversación (si se pueden captar)
❖ “índices” de vida social: número de conocidos que se encuentra una persona “media” en un
trayecto típico, encuentros, saludos en la calle.
2. Datos de Archivo
Se encuentran en la biblioteca del barrio, archivo histórico, ayuntamiento, revistas vecinales,
publicaciones de instituciones, etc.
❖ Periódicos/ revistas del barrio: temas básicos, puntos de vista, gente que escribe publicaciones,
folletos, otros.
❖ Biblioteca local
❖ Revistas y publicaciones: libros de descripción del barrio, estudios existentes, historia y
tradiciones. etc.
❖ Revistas- publicaciones de las instituciones locales.
3. Entrevistas (conversación)
❖ Figuras/ líderes locales formales e informales.
❖ Asociaciones de vecinos
❖ Maestro (director) de la escuela local.
❖ Cura/ párroco
❖ Asociaciones sectoriales existentes

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❖ Profesionales de centros locales

KRAUSE JACOB: Hacia una redefinición del concepto de comunidad. En


Revista de Psicología. Volumen X. Na 2.
Uno de los problemas actuales de la psicología comunitaria es la definición de comunidad;
tradicionalmente la psicología comunitaria se ha inspirado en un concepto de comunidad ligado a
la noción de territorio, en el sentido de localidad geográfica: en la actualidad, se va desvaneciendo
la noción de territorio físico de las comunidades, estableciéndose redes y agrupaciones de
personas que no comparten una ubicación geográfica común, algunas de las cuales ni siquiera
tienen contacto cara a cara; ante esta realidad, cabe plantearse la necesidad de una redefinición
del concepto de comunidad, que incluyera algunos elementos que permitan distinguir una
comunidad de otro tipo de asociación humana
Se propone un concepto de comunidad caracterizado por la inclusión de tres elementos:
o Pertenencia: entendida desde la subjetividad como sentirse parte de, identificado con.
o Interrelación: comunicación, interdependencia e influencia mutua de sus miembros.
o Cultura común: la existencia de significados compartidos.

COREA, C.; DE LA ALDEA, E.; LEWKOWICZ, I. (2003). Art. “la comunidad,


entre lo público y lo privado”. Disponible en internet.
Entre lo público y lo privado, se refiere a la transición que la comunidad está transitando, desde
una situación regulada por la instancia de lo público hacia otra hegemonización por la de lo
privado.
La comunidad no es una realidad efectiva para los habitantes de las situaciones comunitarias sino
un objeto de estudio y abordaje para las instancias socialmente establecidas para aislarlas.
La comunidad es el modo de enfocar las políticas, la comunidad es el nombre abstracto de
diversas jurisdicciones administrativas y no coincide con agrupamientos sociales efectivos.
El término comunidad se vacía de sentido en ausencia de políticas comunitarias surgidas de las
comunidades mismas. La significación comunidad sufre transformaciones drásticas entre una
situación histórica y otra.
La supuesta comunidad nacional ya no sustenta las operaciones estatales, el ciudadano ha sido
desplazado por la figura de consumidor.
Existe dos tipos de mediaciones: por un lado, los consumidores instituidos que son evaluados por
sus preferencias y, por otro, los excluidos y expulsados según sus particulares carencias. Lo social
medido no es otra cosa que el encuestado consumidor estadísticamente multiplicado.
La comunidad efectiva es un hacer -y sobre todo un hacer-se. Es hacerse en posición subjetiva; es
hacerse de una posición subjetiva. La comunidad efectiva nunca es "la" comunidad sino siempre
"esta" comunidad.

Agnew, J.: “Una alternativa teórica acerca del lugar y de la política”.


¿Qué es el lugar?
El concepto de lugar es entendido como un contexto para las relaciones sociales que han sufrido
en particular las consecuencias de su asimilación, en el discurso sociológico, al concepto de
comunidad.

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El énfasis en la contextualizad de la acción como noción central de la definición de lugar,
caracteriza desde hace mucho a la microsociología. En la vida cotidiana nos encontramos con
mundos sociales, dominados por la perspectiva de distintos grupos de referencia, proporcionan los
límites para el aprendizaje y la interpretación sociales.
En los países industrializados, la división social y espacial del trabajo tiene lugar en un macro nivel
dentro de un sistema de lugares al tiempo que tiene un componente local.
El lugar siempre involucra una apropiación y transformación del espacio y naturaleza que son
inseparables de la sociedad en tiempo y espacio.
El lugar tiene significación social no sólo como la localización de “locales” importantes; también es
un asiento del sentimiento o estructuras de afinidad. La identificación con el lugar contribuye con
otro aspecto al significado de lugar, un lugar o “territorio” en su diferenciación con respecto a
otros lugares puede convertirse en un “objeto” de identidad para un “sujeto”. Por lo tanto, en el
concepto de lugar adoptado aquí se observan tres elementos principales entretejidos
En el concepto de lugar adopta tres elementos principales:
 El locale: son los ámbitos en que se constituyen las relaciones sociales (pueden ser informales o
institucionales).
 La localización: es el área geográfica que abarca los marcos para la interacción social definidos
por los procesos sociales y económicos que operan en una escala más amplia.
 El sentido del lugar: es la estructura de afinidad local.
Por ende, el lugar se refiere a áreas discretas si bien elásticas en las que están localizados los
ámbitos para la constitución de las relaciones sociales y con las que los individuos pueden
identificarse.
Las formas más fuertes de unión aún siguen siendo locales. En muchas partes del mundo, cuando
se les pregunta a los individuos de donde vienen, o donde se formaron, o a donde pertenecen,
responden en forma de referencia local. Las experiencias comunes engendradas por las fuerzas de
la “nacionalización” y la “globalización” siguen siendo mediadas por fuerzas locales. En
consecuencias la política “local” ya no se refiere tan sólo a las cuestiones locales. Pero todas las
cuestiones, cualquiera sea su fuente o su grado de generalidad, son significativas o importantes
solo en el contexto de las perspectivas derivadas de la vida cotidiana.
Razones para adoptar la perspectiva del lugar
La estructuración de las relaciones sociales en la vida cotidiana contiene muchos elementos
similares entre lugares /relaciones de clase, relaciones gubernamentales centrales - locales, etc.).
El acento está puesto en identificar los principales elementos que hacen a la definición del lugar
(locales, localización y sentido del lugar) y fundarlos en la teoría estructuracionista. Se define al
lugar como el contexto geográfico o localidad en que la agencia interpela a la estructura social. La
conducta política se entiende como el producto de la agencia tal como la estructuran los contextos
sociales históricamente constituidos en que los individuos viven su vida, sus lugares.

FRASER. NANCY. La lucha por las necesidades. Esbozo de una teoría crítica
socialista feminista de la cultura política del capitalismo tardío
El objetivo de la investigación no son las necesidades sino el discurso sobre las necesidades; se
entiende a la política de las necesidades como perteneciente a la distribución de satisfactores, el
asunto es la política de la interpretación de las necesidades. El enfoque se centra en el discurso y
su interpretación, poniendo de manifiesto el contexto y el debate en tomo a las demandas sobre
las necesidades.

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Las demandas sobre las necesidades tienen una estructura relacional, implícita o explícitamente.
Cuando se habla de políticas de interpretación de necesidades se pone atención en el significado
de las demandas en controvertidas redes de relaciones condicionadas. Toman la interpretación de
las necesidades de las personas como dada y no como problema, asumen que no importa quien
interpreta la necesidad en cuestión, dan por sentado las formas socialmente aceptadas por el
discurso público disponible.
La política de las necesidades comprende tres momentos, diferentes analíticamente pero
interrelacionados en la práctica:
1. La lucha por establecer o negar el estatuto político de una necesidad dada, la lucha para validar
la necesidad como un asunto que legitima preocupación política.
2. Lucha sobre la interpretación de la necesidad, lucha por el poder de definirla y determinar con
qué satisfacerla.
3. Lucha por asegurar o impedir la disposición correspondiente.
¿Qué son los medios socio culturales de interpretación y comunicación?
Nos centramos en la política de interpretación de las necesidades requiere de un modelo del
discurso social; el modelo pone en primer plano el carácter multivalente y debatido del discurso
sobre las necesidades, el hecho de que en las sociedades con estado de bienestar encontramos en
competencia una gran diversidad de formas de hablar sobre las necesidades de las personas. El
modelo teoriza los medios socioculturales de interpretación y comunicación y es un conjunto
específico, cultural e histórico, de recursos discursivos disponibles para los miembros de una
colectividad social dada, enfrentados con sus demandas. Entre estos recursos se encuentran:
 Los lenguajes oficialmente reconocidos con los que se puede argumentar la demanda.
 Los términos disponibles para ejemplificar concretamente las demandas en estos discursos.
 Los paradigmas de argumentación aceptados autorizados para juzgar las demandas en conflicto.
 Las convenciones narrativas disponibles para constituir las historias individuales y colectivas.
 Los modos de subjetivación.
¿Qué se entiende por politización?
Algo es político cuando es debatido a lo largo de un amplio rango de territorios distintos y de
públicos diferentes; en este sentido, lo político o politizado, contrasta con lo que es debatido sólo
en lo público y con aquello que es debatido sólo por públicos especializados, encerrados y
segmentados.
¿Por qué la familia y la economía son enclaves despolitizadores?
La familia y la economía oficial son los principales enclaves despolitizadores que las necesidades
deben rebasar para convertirse en políticas, en el sentido de discurso de las sociedades capitalistas
y dominadas por lo masculino; el surgimiento en estas sociedades de un lenguaje de necesidades
como tema político, es la otra cara de la creciente permeabilidad de las familias y economía oficial
y de su creciente incapacidad para despolitizar ciertos temas; estas necesidades politizadas en las
sociedades capitalistas desarrolladas son necesidades escurridas o fugitivas, que se han fugado de
los enclaves discursivos construidos en y alrededor de las familias y economía oficial.
¿Qué son las necesidades “escurridas” o “fugitivas"? las necesidades fugitivas son una especie de
exceso en relación con las instituciones domésticas y economías modernas y normativas;
inicialmente llevan las marcas de dichas instituciones y permanecen incrustadas en cadenas
convencionales de relaciones condicionadas.
¿Cómo caracteriza a lo social y como lo articula con su tratamiento del discurso de las
necesidades, en especial a las necesidades fugitivas?
Las necesidades fugitivas entran en territorio social relativamente nuevo e históricamente
específico, Hannah llamó a este territorio lo social, para señalar su falta de coincidencia con la

75
familia, la economía oficial y el estado; como el lugar donde se confronta el discurso sobre las
necesidades fugitivas; lo social es un territorio de conflicto entre interpretaciones rivales de
necesidades incrustadas en cadenas rivales de relaciones condicionadas.
Lo social es un lugar de cambio para el encuentro con los competidores heterogéneos asociados
con una amplia gama de diferentes públicos.
Lo social es un lugar donde las necesidades fugitivas, exitosamente politizadas, se traducen en
demandas para la acción gubernamental. Las interpretaciones en competencia sobre las
necesidades se transforman en concepciones pragmáticas opuestas; las alianzas rivales se
constituyen alrededor de propuestas políticas rivales y los grupos desigualmente dotados
compiten para armar la agenda política formal.
Describa los tres grandes discursos sobre las necesidades para las sociedades capitalistas
desarrolladas
Hay tres grandes tipos de discursos sobre las necesidades en las sociedades capitalistas
desarrolladas:
1. Las formas opositoras del discurso que surgen cuando las necesidades se politizan desde abajo y
contribuye a la cristalización de nuevas identidades sociales por parte de los grupos subordinados.
2. Los discursos de reprivatización que aparecen como respuesta a los primeros.
3. Los discursos de expertos sobre las necesidades, que vinculan a los movimientos populares con
el Estado.
¿Qué se entiende por discurso de expertos?
Estos pueden ser mejor comprendidos en el contexto de resolución de problemas, construcción de
instituciones y formación profesional de clase. Es la polémica interacción de estos tres tipos de
discursos sobre las necesidades lo que estructura la política de necesidades en las sociedades
capitalistas tardía.
Son los medios para traducir las necesidades fugitivas suficientemente politizadas en objetos de
una potencial intervención estatal; incluyen discursos de las ciencias sociales generados en las
universidades y grupos de expertos.
Tienden a ser restringidos a públicos especializados, se relacionan con la formación profesional de
clase; por su papel de puente, tiende a ser administrativa y consiste en una serie de operaciones
de reescritura que traduce las necesidades politizadas en necesidades administrativas. Los
discursos de los expertos tienden a ser despolitizadores.
Elementos relevantes para evaluar distintas interpretaciones de las necesidades humanas
Decir que las necesidades se construyen culturalmente y se interpretan discursivamente no quiere
decir que cualquier interpretación se tan buena que cualquiera; es necesario subrayar la
importancia de una explicación de justificación interpretativa.
Además, en la justificación de las interpretaciones, las consideraciones sobre las consecuencias
son relevantes, esto significa que hay que comparar los resultados distributivos alternativos de las
interpretaciones rivales.
Justificar algunas interpretaciones de las necesidades sociales como mejores que otras involucra
equilibrar consideraciones de procedimiento y de consecuencias; implica equilibrar entre
democracia e igualdad.

RODIGOU. MAITE: Reflexiones acerca de los discursos y prácticas de


participación en psicología comunitaria y en la psicología política
El concepto de participación es insistente en los trabajos comunitarios. Cuando se instalaron los
trabajos de Desarrollo de Comunidad, en los años 50, impulsados por la ONU y la CEPAL, el interés
fue desarrollar procesos de capacitación para que los sectores marginales se integren a la
sociedad. La participación era la condición para la integración de estos sectores y tenía un carácter

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instrumental, pragmático, pasivo. Los intereses y programas partían de los gobiernos y de las
estructuras internacionales; se busca integrar a la población, especialmente a la rural
La teoría de la marginalidad, a mediados de los 60, definiría a estos sectores como marginales; el
marginal es el desviado, inadaptado, que está fuera del sistema; es el carente y así la sociedad se
dividía entre participante y marginal.
Ugalde realizará una crítica sustancial a la teoría de la marginalidad que presentaba a los pobres
como incapaces de organizarse y a sus valores tradicionales como limitantes para el desarrollo del
país.
Paulo Freire, desde la perspectiva de la concientización y de la pedagogía del oprimido, aportará a
este cambio, con las tareas de alfabetización de alumnos, está asociado a la teología de la
liberación, buscando la participación activa en los procesos de liberación de los pueblos,
construyendo una nueva práctica religiosa.
Desde la psicología comunitaria se ubica este concepto como uno de los básicos de este campo,
caracterizado por los siguientes aspectos:
 La participación social de las personas ya se da cuando nosotros ingresamos, hay un plus de
participación cuando se inicia un nuevo proyecto colectivo.
 La participación relevante es la que remite a la empowerment: potenciación y desarrollo de
personas.
 Se participa con otros.
 La participación se organiza.
 Hay unos fines, unos intereses, unas necesidades que conducen a la acción y la participación.
 La participación implica inclusión
 La participación tiene carácter de construida.
Hay factores que obstaculiza la participación: para Montero, los factores externos son los sistemas
políticos autoritarios y represivos, situaciones traumáticas, sistemas culturales (género, clase,
condiciones económicas) y los factores internos son el aprendizaje social de la pasividad, baja
expectativa de éxito, alta expectativa de fracaso, desconocimiento de cómo actuar, autoimagen
grupal negativa.
Según Martín González, la participación aparece como meta, requisito, modelo y estrategia.
Nuestra intervención
Los psicólogos comunitarios somos los que ingresamos en una comunidad, donde los sujetos han
construido una historia y un lugar, han desarrollado acciones, han fracasado en sus intentos y se
han regocijado de sus logros; debemos pensar en un trabajo que se inicia, se desarrolla con sus
avatares durante un tiempo y en algún momento nos retiramos.
Algunas de nuestras tareas son:
 Posibilitar nuevas relaciones, de confianza, de no censura.
 Facilitar espacios no jerárquicos que habilitan a la reflexión y el examen de experiencias.
 Evaluar con la gente permanentemente el proceso de trabajo comunitario que se está haciendo.
 Potenciar espacios que facilitan la crítica.
 Posibilitar la comunicación con otros grupos o comunidades.
 Recuperar la importancia de los espacios lúdicos.
 Posibilitar la experiencia de la toma de decisiones, del afrontamiento del conflicto.
Uno de los trabajos que se debe recuperar son las formas de participación de los sujetos en la vida
cotidiana, redimensionando su valor político.

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En los espacios comunitarios en los cuales trabajamos, Arendt nos habla de una asociación en los
márgenes del mundo público, de una asociación en la trinchera, es decir en situación de defensa
resistencia.
La vida cotidiana ofrece múltiples posibilidades de construir participación, también debemos estar
atento al encierro comunal, a cierto desentendimiento de otros ámbitos, de otros sectores, de
problemáticas que trascienden estas fronteras comunitarias.
Montero dimensión la participación comunitaria como participación política, ya que la
participación se incluye desde la perspectiva de la acción política Los movimientos comunitarios se
visualizan como vía de desarrollo de la sociedad civil, ya que implica el control del entorno y las
circunstancias de la vida, desarrollo de las relaciones de poder no asimétricas, formas de acción
alternativas, concientización, desnaturalización, adquisición de beligerancia social.
A la luz del paradigma emergente sobre la acción política y las teorías sobre los movimientos
sociales, podemos pensar en cómo se van construyendo los sujetos en nuevas identidades, en
nuevas prácticas, que van haciendo nuevas realidades.
Montero sostiene que participar es comprometerse, o sea, las acciones de las personas, que al
tomar conciencia de su pertenencia a la sociedad y su mundo de su tiempo, renuncia a una
posición de espectador.

Tellez Martinez, E. Art. “Los sentimientos Una Versión Psicosocial. Entre


sentir y pensar esta la cultura”.
Resumen
En el tema de los sentimientos hay dos posturas; una de ellas es orgánica o naturalista, descansa
sobre argumentos de la biología y psicología individualista, las cuales destacan el carácter
fisiológico y genético de las emociones humanas y cuyo punto de vista es que preexisten a la
cultura y tienen un carácter histórico; por otro lado, la tendencia constructivista o cultural atañe a
la construcción social de las formas y contenidos específicos de tales sentimientos así como
definidos cultural e históricamente y de los cuales provienen los patrones o modelos roles y las
expectativas de acuerdo con estos, desde esta última perspectiva se habla de la afectividad
colectividad.
Introducción
Se trata de ver cómo la cultura interfiere en nuestro sentir; los sentimientos son una construcción
colectiva y nacieron del mismo modo que la cultura; la realidad psíquica radica en la colectividad.
Los sentimientos son formas sociales de conocimiento que alimentan estados afectivos más o
menos identificables por los hombres de un mismo grupo.
El término cultura se lo entiende como un espacio vital de relaciones simbólicas en donde se
construye el sentido de vida y la realidad personal y social.
Razón y pasión son términos prejuzgados; el pensar ha sido concebido como la actividad de ser
consciente o de tener conocimiento de lo que se hace; ser consciente puede ser la capacidad de
percibir las sensaciones o las alteraciones al propio organismo pero también la capacidad de
emocionarse.
Conclusiones
Los afectos atraviesan todas nuestras acciones psíquicas, sociales, públicas o privadas, reales,
simbólicas e imaginarias.

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Los sentimientos se piensan y es algo que no se define con palabras, tiene la forma de recuerdo;
se piensa que cada persona siente de manera distinta las cosas.
Los sentimientos es algo que nace desde adentro de nuestro ser y el pensamiento es algo que
sentimos en nuestro interior.
Para pensar, primero es necesario sentir y para decir algo hay que pensarlo.
El sentir deriva en un estado meditativo con el pensamiento.
El sentir y el pensar son dos funciones de una misma estructura. La vida es sentir y pensar.

“Memorias colectivas y comunidad. La experiencia del terror en la trama


comunitaria” Chena Marina, Caminada Rosetti; Maria Paz; Plaza S. 2015
Introducción
trabajo que se desarrolla por el equipo de “Memoria Colectiva” de la cátedra de Intervención
comunitaria durante el año 2013-2014
Objetivos
 Conocer las marcas que produjo el efecto de terror ejercido por la última dictadura militar en la
vida cotidiana.
 Reconstruir la memoria colectiva barrial en relación a la experiencia vivida.
 Aportar a la producción teórica- metodológica desde la psicología comunitaria en relación.
Metodología
 trabajo exploratorio
Marco teórico
Recuperamos el concepto de “Praxis política de la narración personal” de Langellier, quien
sostiene: “Todas las narraciones personales tienen una función política, ya que originan una
determina manera de ver el mundo, contar narraciones personales puede legitimar significados
dominantes o resistir significados dominantes en una transformación de significados.”
La dictadura militar pretendió borrar/desaparecer no sólo la existencia física de militantes y
familiares en la intención de acabar con el proyecto político que representaban.
Se instituyó una ruptura con el pasado, instalando la versión de la “Sociedad inocente” VS. “Los
subversivos” o “terroristas”.
Desde la Psic. Comun. recuperar la voz “de los de abajo” te transcurren en la invisibilidad.
Señala Torres Carrillo (2005): “En la historia oficial, los sectores subalternos o no aparecen
(Popular Negada), o cuando lo hacen, son individuos o colectivos sin rostro y sin voz (Popular
Representado) en los acontecimientos donde es indudable su presencia, son presentados como
masa…”

Unidad IV
1) Investigación - Acción Participativa.
Montero, Maritza (2006). Cap. 5. “La investigación acción participativa:
orígenes, definición y fundamentación epistemológica y teórica”.
Un modelo metodológico "hecho en América latina"
La IAP es fruto de un proceso de construcción de un modelo metodológico, epistemológico y ético
en América latina, y forma parte del paradigma, de orden universal, que iniciaba en los 60 su
influencia en las ciencias sociales, y al cual este modelo contribuye y da soporte empírico. Es un
modelo original puesto que, si bien la primera parte de su nombre -investigación-acción- viene del

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campo anglosajón, lo que se desarrolló en la segunda mitad del siglo XX no fue un trasplante, ni un
ensamblaje in situ, sino que está marcado con el sello de la ciencia social crítica que se había
originado en nuestro continente, y a la que ya en los años ochenta del siglo pasado, se unen la
psicología social y en particular la psicología social comunitaria. El origen del término investigación-
acción participativa se atribuye a Marja- Liisa Swantz, quien lo usó en 1970 en un informe producido
en Tanzania en relación con un proyecto que incorporó el conocimiento proveniente de miembros
de la comunidad participante y cobra reconocimiento a partir del Simposio Mundial celebrado en
Cartagena, Colombia, en 1977
Factores que influyeron en el surgimiento de la investigación-acción y, posteriormente, de la
investigación-acción participativa
 La insatisfacción con respecto a los modos de producir conocimiento y al conocimiento
producido y a su capacidad de explicación y de transformación de la sociedad en la cual se aplica,
un aspecto propio de la ciencia, de sus métodos y de su ontología:
 El surgimiento de una corriente crítica dentro de las ciencias sociales, en particular en la
educación popular y en la llamada "sociología militante" o "crítica", factor importante para
América latina.
El factor acción en la investigación
Dos ideas de Lewin me parecen paradigmáticas de esta posición:
• La mejor manera de conocer y estudiar una cosa es tratando de cambiarla. El quién decide
cuáles son esos cambios será el ingrediente fundamental de lo que luego se conocerá como
investigación-acción participativa; además, la pregunta se refiere al problema epistemológico:
quién produce conocimiento, es decir, quiénes son sujetos cognoscentes.
• No hay nada más práctico que una buena teoría. podría considerarse como una versión
aplicada de la noción de praxis, con la cual está emparentada por la necesidad de unir teoría y
práctica. Esa unión, debida a la influencia marxiana, será uno de los ejes que marcarán al
movimiento crítico de las ciencias sociales en América latina durante los años sesenta y setenta, el
cual no incluía la separación entre el hacer y el pensar sobre el hacer.
Cuadro N° 1. Factores influyentes en el surgimiento de la investigación- acción
• Insatisfacción y crítica respecto de la investigación social existente hasta los años cincuenta y
sesenta del siglo XX.
• Necesidad de hacer una psicología más eficaz y ágil, capaz de producir transformaciones
sociales.
• Necesidad de transformar situaciones sociales consideradas negativas.
• Necesidad de superar la brecha entre investigación y acción derivada de ella.
• Necesidad de superar la brecha entre teoría y práctica.
• Acercarse al objeto de investigación. Superar la distancia entre investigadores y "sujetos" de la
investigación.
• Ir más allá de los diagnósticos.
• Necesidad de incorporar a las personas afectadas por el problema de investigación, a fin de
poder delimitar dicho problema y sus correspondientes objetivos.
De la investigación-acción a la investigación-acción participativa
Cómo se hizo activa la investigación social
Lewin deseaba salvar la brecha entre investigación social e intervención social, o como explica su
viuda, Gertrude Weiss, en el prólogo al libro póstumo "teoría y realidad debían ser conectadas".
Esta forma de investigación debería tener un enfoque integrado de las ciencias sociales a fin de

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poder comprender las diferentes facetas de los problemas estudiados. Esa integración se llevaría a
cabo mediante la cooperación de diversas disciplinas en el proceso de investigación. El proceso de
planificación de tal procedimiento de investigación suponía para Lewin "una espiral de pasos que
compone el círculo de planificación, acción y búsqueda de datos acerca del resultado de la acción".
Los aportes lewinianos al campo metodológico concretados en la investigación-acción plantean un
modelo de fases cíclicas o de vaivén, en el cual el investigador, a partir de una idea del problema y de
los objetivos a alcanzar en su investigación, recolecta en el campo información centrada en esos
objetivos; retorna a su oficina para examinarla y discutirla, corrigiendo tanto la idea general como
los objetivos mismos. Decide entonces la forma de actuar en ese campo y la inicia; luego vuelve a
examinar de la misma manera los datos obtenidos, y así sucesivamente. Se introduce así la
flexibilidad en la investigación, la cual es diseñada y rediseñada varias veces mediante un
intercambio de ideas y una reevaluación de los problemas, necesidades y condiciones de los
grupos estudiados, así como un replanteamiento a partir de la práctica de las tareas a realizar y de
los datos a recolectar. Se produce también lo que se podría llamar una circulación de aprendizajes, ya
que las personas involucradas en el proceso de investigación aprenden unos de otros, no sólo en
la práctica sino también en el continuo examen de los datos obtenidos. Igualmente, al estrechar el
contacto práctico con el objeto de conocimiento se transforma la comprensión que tienen los
investigadores del mismo, se transforma el plan de investigación y también el objeto investigado.
Al producir conocimiento y evaluarlo inmediatamente, todo puede cambiar. Tal concepción de la
relación de producción de conocimiento prefiguró los aspectos que más de veinte años después
serían objeto de debate y temas básicos para la estructuración del paradigma relativista y el del
movimiento construccionista en las ciencias sociales.
Cómo se hizo participativa la investigación social
El deseo de incorporar a las personas afectadas por un problema en la investigación sobre el
mismo se va a concretar en un contexto diferente a aquel donde Lewin formuló la idea.
Aproximadamente diez años después de su muerte, en Colombia, un sociólogo (Orlando Fals
Borda) inició un proceso de investigación activo y participativo con campesinos de un vecindario
rural o "vereda" llamado Saucío, en la región de Cundinamarca. Allí decidió, junto con algunos
habitantes de la comunidad, iniciar un proceso de transformación social y el estudio de dicha
transformación, de los transformadores y del proceso mismo de llevarla a cabo. Los principios que
sustentaron la experiencia se convirtieron en la base práxica para muchos trabajos realizados en
toda América latina.
Esos principios se desprenden de las dos características básicas de este modelo de investigación: la
acción y la participación. Ellos son:
• El principio de la catálisis social. fue definido por Fals Borda como [el] proceso de cambios que se
desarrollan por virtud de la presencia real de portadores de cultura (agente externo) activos en
medio de un grupo, y cuya función es de constante vigilancia para asegurarse de que las nuevas
prácticas se continúen sin necesidad de estímulo, de que no se cometan errores y de que las
necesidades latentes se conviertan en necesidades manifiestas, por la formación de nuevos
hábitos.
• El principio de la autonomía del grupo. supone el control, dirección y decisión de las acciones por
parte de personas de la comunidad, así como la orientación democrática de esas tareas con la par-
ticipación tanto a través de la acción como de las opiniones de los miembros de la comunidad.
• El principio de las prioridades, el cual radica en la capacidad de las comunidades para definir sus
necesidades y decidir la prioridad de los problemas que serán atacados en la intervención.
Nuevamente esto supone oír la voz de las personas de la comunidad y aceptar sus decisiones.

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• El principio de las realizaciones. Este principio reside en el hecho de que no son el fin último a
obtener las obras materiales, sino "el desarrollo de la conciencia de la unión, la cooperación y el
espíritu de servicio" (Fals Borda), que se manifiesta en las realizaciones concretas que pasan a ser
logros producidos por la puesta en práctica de esas cualidades cívicas.
• El principio de los estímulos. Todo logro debe ser celebrado mediante estímulos materiales y no
materiales. Esos estímulos están ligados a las mismas realizaciones. Para los psicólogos este
principio recuerda los aportes de diversas teorías psicológicas, entre las cuales se encuentra el
conductismo, que ya nos indicaba a mediados del siglo pasado que la satisfacción derivada del
logro de una meta es en sí una forma de gratificación (recordemos la noción de "operante"), al
igual que los cumplidos que recibimos por haberla alcanzado.
Qué es la investigación-acción participativa (IAP)
En 1980 Fals Borda consideraba que las características definitorias de la IAP eran las siguientes:
• Ser un nuevo paradigma del conocimiento.
• Devolver la información al pueblo, en el lenguaje y forma cultural en que tuvo origen. Por este
motivo, no sólo se producen informes técnicos y artículos científicos, sino que los primeros se
devuelven en forma prioritaria a las comunidades con las cuales se hizo el trabajo.
• Popularizar las técnicas de investigación incorporando a las personas de las comunidades en la
práctica de las mismas.
• Integrar la información como "base del intelectual orgánico". Esta característica muestra la
influencia gramsciana en Fals Borda, a la vez que indica cómo el conocimiento producido junto con
las comunidades enriquece a los agentes externos.
• Mantener un esfuerzo consciente en el ritmo de acción-reflexión del trabajo, lo cual muestra la
condición participativa y activa del mismo.
• Reconocer a la ciencia como parte del diario quehacer de la población, ya que el saber popular
es incluido en la IAP.
• Aprender a escuchar, lo cual es reflejo del carácter dialógico de la IAP.
La definición de investigación-acción participativa
¿Cómo se ha definido la IAP? Presentaré algunas de las definiciones mas difundidas, para analizar
luego su alcance, sus puntos de encuentro y sus diferencias.
Budd Hall en 1975: proceso dialéctico y dialógico cuya meta es la liberación del potencial creativo
y la movilización de recursos y problemas. Agregando además que es un proceso de investigación
que forma parte de una experiencia educativa total que sirve para identificar las necesidades de
una comunidad, para concientizar y para generar y aumentar el compromiso de la comunidad.
Fals Borda en 1985 la definía como el proceso que incluye simultáneamente la alfabetización, la
investigación científica y la acción política, y que considera el análisis crítico, el diagnóstico de
situaciones y la práctica, como fuentes de conocimiento, a la vez que construye el poder del
pueblo. Pero considera que la IAP no es exclusivamente ninguno de esos aspectos por separado,
pues ellos son "fases, no necesariamente consecutivas que pueden combinarse en una meto-
dología dentro de un proceso vivencial (Fals Borda, 1985: 125).
Girardi (1997: 2) dice que se trata de la "investigación en la que el objeto es al mismo tiempo
sujeto o protagonista. Es, en una palabra, una autoinvestigación". Y ese sujeto puede ser tanto un
individuo como un colectivo.
Kemmis y McTaggart (1987) la definen como una "forma de indagación introspectiva colectiva
emprendida por participantes en situaciones sociales con el objeto de mejorar la racionalidad y la
justicia de sus prácticas sociales o educativas, así como su comprensión de esas prácticas y de las
situaciones en que éstas tienen lugar"

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Características de la investigación-acción participativa
Las características de la IAP son las siguientes:
• El carácter participativo. La participación es un procedimiento metodológico que no puede llevarse
a cabo sin la presencia y colaboración de las personas cuya situación se busca transformar, porque
ellas mismas han juzgado necesaria la transformación y forman parte de ese proceso.
• El carácter ético, pues la IAP exige el respeto y reconocimiento del otro.
• El carácter transformador, busca modificar situaciones sociales juzgadas por los participantes como
injustas y opresoras.
• El carácter reflexivo, derivado de mantener un continuo examen y una evaluación sobre lo que se
hace, para transformar así la teoría en práctica y la práctica en teoría, generando praxis. En tal
sentido es también crítica.
• El carácter concientizador, el cual busca movilizar la conciencia crítica y transformadora de los
participantes y se produce en el proceso de acción-reflexión- acción.
• El carácter dialógico que está en la base de la reflexión y participación, y que exige además la
presencia de una multiplicidad de voces y acciones confluyendo hacia un mismo fin.
• El carácter dialéctico y aún analéctico, en el sentido de que los transformadores modifican la
situación y al hacerlo se transforman a sí mismos.
• El carácter educativo, que se desprende de lo anterior, ya que esos nuevos actores sociales
aprenden formas de acción y enseñan otras propias de su cultura.
• El carácter crítico, que somete a juicio lo que se presenta como dado y esencial y que permite, en
los procesos de reflexión, aprendizaje y responsabilidad social, reconocer y rechazar las formas de
opresión, desigualdad, injusticia, minusvalía y, en general, las causas que hacen negativa las
condiciones de vida.
• El carácter socialmente transformador, que ha convertido a la IAP en el método por excelencia de la
psicología comunitaria y que explica su amplio uso en América latina.
• El carácter colectivo, ya que la IAP es participativa y se orienta a la transformación social. No se
trata de acciones llevadas a cabo en conciliábulos.
• Y por esas mismas razones tiene carácter político, puesto que al producir transformaciones y al
incorporar nuevos actores sociales responsables de ellas, hay un proceso de formación de
sociedad civil. En tal sentido puede ser un instrumento democratizador
Bases paradigmáticas de la investigación-acción participativa
Aspectos ontológicos
La IAP parte de una concepción dinámica y dialéctica de la realidad, entendiéndola como una
construcción de cada día. La realidad existe porque es construida, reconstruida y destruida de
innumerables formas cada día; por lo tanto un sujeto cognoscente es todo ser que en su relación
con el mundo que lo rodea y al cual pertenece, produce y reproduce conocimiento, además de ser
actor de ese proceso. Y al hacerlo construye realidad y es construido por la realidad que construye.
Se trata de un ser que sólo existe en relaciones
Aspectos epistemológicos
La relación entre sujeto que conoce y objeto que es conocido adquiere una característica dinámica
en la cual el vínculo entre sujetos que investigan a otros sujetos cuya situación o problemas son
considerados como objetos a conocer no supone que la acción de producción del conocimiento se
genera y emana de un solo polo de la relación: el de los investigadores. Por el contrario, y ello es la
base de su carácter participativo, se parte de la consideración de que tanto el investigador como
investigados son productores de conocimiento. Se trata entonces de una doble producción de
saber.
Aspectos éticos

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Al incorporar nuevos actores sociales al proceso de producción de conocimiento se está
incluyendo la diversidad, se está ampliando el rango de la categoría investigadora y se está
modificando el papel, las atribuciones y la ocupación de los psicólogos comunitarios. Y de acuerdo
con las características de la relación que se ha descrito en el apartado anterior, esto supone una
posición ética básica para poder llevar a cabo investigaciones activas participativas. Esa posición
de orden ético se basa en el respeto del otro. Nada de lo anteriormente dicho puede darse si no
existe ese respeto básico mutuo entre agentes externos e internos.
Aspectos políticos
La IAP es esencialmente política, dimensión claramente expresada en su carácter participativo y
sustentada en los aspectos ontológicos y epistemológicos. Y es política en el más amplio sentido
del término, se trata de incorporar al pueblo (en todas sus dimensiones) al espacio público de la
transformación social. Y al hacerlo busca el fortalecimiento de las capacidades que tienen esas
personas y el desarrollo de otras que podrían no estar presentes, catalizando al mismo tiempo un
proceso colectivo de concientización sobre esa tarea y su significado.
Resumen
La IAP es un método ética y socialmente comprometido, que busca no sólo producir un saber sino
transformar una situación. Por ello ha elegido ser un medio en América latina para lograr la
liberación, igualdad e inclusión social de las mayorías menesterosas. Y por ese compromiso de
carácter político, su origen metodológico derivado de la investigación-acción lewiniana adquiere la
condición de participación que establecerá la distinción fundamental entre ambos métodos y
marcará su estructura paradigmática. En resumen, los principios que caracterizan a la IAP son:
• Totalidad. Es decir, la perspectiva holista en el enfoque de los fenómenos sociales.
• Complejidad. Se manifiesta en la pluralidad de saberes y de actores sociales comprometidos, de
realidades, de vías y soluciones posibles y de articulaciones.
• Proximidad. Cercanía y relación de igualdad en la diversidad con las personas de la comunidad.
• Concepción monista de la realidad. No hay separación entre la realidad y el conocimiento de la
misma. Lo investigado y sus investigadores forman parte del mismo mundo.
• Carácter dialógico de la relación entre investigadores externos e internos.
• Utilización y producción de múltiples saberes (saber popular y saber científico).
• Carácter político de la IAP.
• Historicidad del conocimiento y de la situación en la que se trabaja.
Desde la posición que estas condiciones trazan es posible investigar activa y participativamente
para generar transformaciones, no porque tengan un mágico efecto de cambio, sino por el efecto
movilizador de la conciencia unido al efecto energizante de la acción y al efecto educador de su
condición participativa.
2) ¿De qué hablamos cuando nombramos intervención?.

Plaza Silvia (2015) “Intervención comunitaria: despeje de una tensión


contradictoria”.
Intervenir implica interrumpir un proceso, irrumpir en una situación, interferir en una relación o
dinámica dada. Significa un "venir entre" ¿"entre qué"? ¿"entre quiénes"?
Es posible intervenir: desde afuera y desde arriba, desde adentro y desde arriba, desde abajo y
desde afuera, desde abajo y desde adentro; y todas aquellas relaciones posibles de realizar,
caracterizan la direccionalidad de la intervención.
Frecuentemente la intervención estatal, se realiza desde afuera y desde arriba, a través de lo que
conocemos como programas. Afirma una relación jerárquica y desigual tanto del poder como del
saber. A esta manera de actuar no sólo la encontramos en las intervenciones estatales sino

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también en diversas organizaciones: comunitarias, asociaciones civiles, organizaciones no
gubernamentales.
En el campo de la intervención y desde la psicología, se reconocen: la intervención individual, la
intervención social y la intervención comunitaria.
La intervención comunitaria resuelve la tensión manifiesta en la mera intervención y su carácter de
interrupción externa y jerárquica; unidireccional. Que se articula con la propuesta de Clemencia
Castro, cuando afirma que en toda acción hay una orientación que se traduce en distintos
abordajes y señala ciertas dimensiones que presentan diferente dinámica según el tipo de
orientación que prime. De estas dimensiones, priorizamos: definición de comunidad y carácter de
la participación.
Nos interesa el abordaje interno, ya que aquí se define la orientación a privilegiar a intereses
externos o internos de la comunidad y a su proceso. Se trata de un proceso interno referido a su
propia dinámica de comunidad que se reconoce como tal. El propósito central es la promoción y el
desarrollo de la comunidad. Lo que importa es dinamizarla para la autogestión de sus propias
vidas.
"Intervención Comunitaria”. Lo comunitario aporta algo fundamental, único; que es la
participación
Así, y aún "viniendo de afuera", es lo que posibilita interpelar posiciones jerárquicas y transformar
la primera ecuación "desde arriba y desde afuera" en "desde afuera, desde abajo y desde
adentro".
Dijimos que la intervención, o mejor dicho, los procesos de intervención, tienen como marco
referencial-conceptual los procesos comunitarios y como marco metodológico, la investigación
acción. Aludimos, también, a dos conceptos centrales: comunidad y participación. En este complejo
se juegan las tensiones y posiciones de y en la intervención.
En el cuadro que sigue se muestra este complejo y las tensiones. La comunidad tomada como
objeto, es observada e intervenida desde afuera. La posición, entonces, se denomina enfoque,
abordaje, perspectiva comunitaria. Cuando la mirada es a la interioridad de la comunidad, y ésta
es considerada sujeto, estamos construyendo una posición comunitaria.
Enfoque Comunitario Posición Comunitaria
Desde arriba y desde afuera Desde adentro y desde abajo
Intervención
Relación Jerárquica Saber Relación Horizontal Diversidad de
Externo Objeto de políticas Abordaje Interno Sujeto de políticas
Exterioridad Interioridad
Aquella Comunidad Esta comunidad
Definida por rasgos Su propia dinámica la define
Comunidad
Homoqénea-Ideal Heterogénea-Real
Armonía-Unidad Conflicto-Diversidad
Lo común como dado Lo común construido
Restringida Transformadora
Estado Proceso
Participación
Diriqida-Condicionada Libre-Protaqónica
Síntoma Problemas de fondo
Lo anterior se amplía un poco más en el siguiente cuadro que muestra, sintéticamente, las
principales características de un abordaje comunitario restrictivo y las de un abordaje comunitario
transformador (Alfaro (2010) que toma los desarrollos de la uruguaya Alicia Rodríguez);
Concepción restrictiva de abordaje comunitario Concepción transformadora de abordaje
comunitario

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Interviene en el entorno inmediato de los Interviene en la relación de los sujetos con su
individuos, como modo de producir cambios en entorno inmediato, incluyendo la
<1; con prescindencia del cuestionamiento de los problematización y desnaturalización de los
factores estructurales que producen factores estructurales que producen
desigualdades sociales. desigualdades sociales.
El fortalecimiento entendido sólo en términos de El fortalecimiento entendido en términos
autovaloración, autoestima, visualización y individuales y colectivos y persigue la
desarrollo de potencialidades para el logro de la alteración de las relaciones de poder
superación como personas. estableadas. La finalidad es la de la
autodeterminación en la búsqueda de
Jerarquiza la función de sostén, ayuda mutua e mayores nivelesdederedes
La perspectiva igualdad
sociales es entendida
información de las redes sociales. en su carácter cuestionador de los paradigmas
jerárquicos de relación hegemónicos
Trabajo en redes entendido como la coordinación La relación entre organizaciones locales
interinstitucional para atender las necesidades incluye la coordinación de recursos pero la
de la población. No hay un provecto en común y trasciende para llevar adelante proyectos
la comunidad se ubica como beneficiaria, por comunes que incluyen a la población
fuera de esa red. involucrada
Autogestión como resolución de los problemas Promueve la conciencia y el ejercicio de los
mediante el empleo de recursos propios. Se derechos frente a los organismos responsables
cubren las deficiencias de los organismos del abordaje de los problemas de la población,
responsables y se generan servicios de pobres cuestionando las matrices internalizadas con
para pobres relación a ellos.
La participación como colaboración, retribución La participación como la intencionalidad de
de servicios, o involucramiento en actividades aumentar los grados de incidencia de la
planificadas desde el equipo que gestiona el población en los Programas y en la toma de
Proyecto decisiones. El proyecto como oportunidad
para el ejercicio del derecho a participar,
como modelo a ser transferido a otros
Los beneficiarios directos e indirectos ámbitos
Los sujetos con los cuales se trabaja
(comunidad) son concebidos como destinatarios directamente y la comunidad de la que
de las acciones. Pueden adoptar un rol activo, forman parte se consideran actores con los
pero su alcance es controlado y limitado desde el cuales se establece una relación horizontal y
equipo que gestiona el provecto de diálogo, en donde el conflicto es inherente
No se analiza el papel del servicio en e< barrio ni El proyecto y su equipo analizan en forma
el vínculo que se construye con la comunidad. El permanente su lugar en la comunidad y el tipo
equipo no se piensa a sí mismo y su implicación de vínculo que establecen, partiendo de un
en la relación con la población. Adopta una lugar de no neutralidad, de intencionalidad y
posición ingenua expuesta al establecimiento de de vigilancia ética y respecto a sus acciones.
alianzas y al reforzarmiento de relaciones de
dominación
No hay que perder de vista una pregunta fundamental ¿Por qué intervenir?
Intervención en procesos comunitarios.
Interesa aquí puntualizar los momentos conocidos en los procesos comunitarios desde la
perspectiva de la intervención. La vida comunitaria es y es siendo. Más allá de nuestra presencia e
intervención. Las comunidades tienen historia, trayectorias, saberes, resuelven y viven sin nuestra
intervención. Esta manera de abordar, según momentos, es un esquema propuesto de lectura de

86
un proceso.
El momento de ingreso o entrada
El modo en que lo hagamos es fundamental y marcará la intervención y la relación comunitaria. En
general, entramos con alguien y dejamos que ese o esos alguien/es nos lleven. Nos dejamos llevar
a un territorio comunitario desconocido por el equipo y en el que el equipo, a su vez, no es
conocido por esta trama relacional-comunitaria. Nos proponemos inicialmente, entonces, conocer
y hacernos conocer. Recorremos el territorio. Educamos la mirada, la observación, la escucha, la
palabra, la pregunta. Visitamos organizaciones, instituciones. Visitamos a las familias, nos
detenemos en una esquina, un almacén, una plaza a conversar con la gente. Vamos allí a donde la
gente está, se junta, camina, transita, vive su cotidianidad. Analizamos el contenido de las
conversaciones, armamos mapas de relaciones según nos van indicando personas, grupos,
organizaciones. Diseñamos un plan de ingreso. Nos acompañamos con una guía de temas y
preguntas. Buscamos un contexto de confianza y establecer relaciones de confianza.
En este momento las herramientas claves son: el diagnóstico comunitario participativo, las visitas
domiciliarias e institucionales, la cartografía, la entrevista o encuentro callejero, la conversación, el
reconocimiento territorial, la asamblea, entre otros.
Momento de desarrollo o despliegue:
Está relacionado más que con el tiempo objetivo, con un registro compartido de un pasaje para
hacer foco en lo que nos ocupará un tiempo. Aquello que se priorizó de modo colectivo que es algo
de resolución colectiva. Se facilita su sostenimiento haciendo uso, además de muchas de las
herramientas o técnicas señaladas anteriormente, de acciones organizadas y planificadas. Mucho
dependerá el qué y el quienes, en la elección del repertorio de técnicas y acciones.
Momento de la despedida.
Cada comunidad es singular. Nuestra intervención orientará distintas acciones según la dinámica
de los distintos grupos que habitan el territorio. Los hay más permeables, los hay más rígidos y
nuestra intervención será pertinente a la situación.
Podemos entrar a través de un grupo, de una organización, de una institución. Podemos trabajar
con un grupo. Pero la intervención comunitaria-territorial, entra y sale, busca comunicar,
relacionar. Se mueve, atenta a la dinámica comunitaria.
En este proceso se construye un proyecto de intervención comunitaria. Lo proponemos como
hipótesis de acción.

SANCHEZ VIDAL. A: Manual de Psicología Comunitaria: un enfogue


integrado. Capítulo 7: Intervención comunitaria concepto, supuestos,
técnica y estrategia
Introducción: psicología Comunitaria e intervención
Actuar, intervenir, es la tarea central de la psicología comunitaria
La intervención social y su estructura
La intervención social es una acción para cambiar una situación que se considera intolerable o muy
alejada del ideal humano de funcionamiento social, por la que ha de ser modificada. Hay que
destacar el carácter externo (se actúa desde afuera), intencionado (desde intenciones o valores
ligados a los fines de la acción), la autoridad que la fundamenta, la búsqueda de cambios sociales y
la pérdida ocasional del sistema colectivo social de su capacidad de autogobernarse.
Los componentes de la intervención social son: el destinatario (a quién, o qué va destinada), sus
fines y objetivos (qué pretende), el contenido técnico (acciones para alcanzar los objetivos), estilo
interventivo (forma de actuar y de relacionarse con el destinatario) y base científica.

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La intervención comunitaria es una variante de la intervención social cuyo destinatario es la
comunidad social o territorial, que tiene objetivos de desarrollo humano social y prevención y un
estilo de trabajo global e igualitario basado en el cambio social desde abajo, con la participación,
autogestión y activación social como contenidos técnicos básicos.
Cuestiones previas: contradicciones, legitimidad, autoridad, intencionalidad, racionalidad
La aplicación del modelo interventivo a la acción comunitaria plantea varias cuestiones o
principios:
 la contradicción entre los fines de autonomía y desarrollos perseguidos y los medios (intervención
externa) usados, salvable si la intervención incluye el fomento de recursos y la participación social
y respeta los valores y fines de la comunidad.
 La legitimidad de interferir en la vida social y personal exige asegurarse de la necesidad de actuar
contemplando las capacidades existentes y trabajar con la doble perspectiva de resolver
problemas y desarrollar recursos para afrontarlos.
 La autoridad exigible a la intervención social es triple: política (mandato democrático), técnica
(conocimientos y habilidades) y moral (ligada a la violación de valores éticos básicos).
 El abuso de la intencionalidad positiva tiene riesgos a contrarrestar mostrando buenos
resultados y controlando las intenciones latentes (intereses egoístas propios y ajenos).
 La racionalidad científica - técnica es cuestionada por sus efectos secundarios indeseados y por
la potencia de otras lógicas (la política) que han de ser tenidas en cuenta.
Supuestos metodológicos e ideológicos
Asunciones y supuestos de la intervención comunitaria son:
 intervencionismo medio (y estado de bienestar como marco social deseable),
 nivel social medio de actuación, participación y democracia política,
 un concepto amplio que incluya el desarrollo de recursos y la cooperación con la comunidad;
 la compatibilidad de los valores básicos de comunidad e interventor,
 la existencia de autoridad política y técnica.
Estructura funcional y social de la intervención comunitaria
Socialmente, conviene diferenciar un nivel central, impersonal, en que se marcan las directrices
políticas y técnicas globales, y uno local, personalizado, que se traduce a prácticas y acciones
concretas en la comunidad x.
Actores básicos en la intervención comunitaria son:
> El político: que define las directrices globales e impulsa la acción.
> El practicante: que llena de contenido técnico y estratégico esas directrices (diseñando,
ejecutando y evaluando las acciones).
> La comunidad: sujeto y destinatario de la acción, corresponsable en la determinación de los
objetivos y participante activo en todo proceso. El clima y momento social y político y los medios
de masas son influjos poderosos.
Técnica: contenido v funciones
La técnica de los grupos nominales es un método flexible para diseñar un programa comunitario
reuniendo a los tres actores básicos (o sus representantes) en cinco etapas:
 Exploración de problemas, a cargo de la comunidad o destinatario del programa.
 Exploración de conocimientos de experto para identificar aspectos críticos de las soluciones y
los recursos precisos para hacerlos realidad.
 Definición de prioridades negociando el ajuste de problemas, soluciones y recursos que los
políticos y patrocinadores pueden aportar.
 Diseño técnico del programa y retomo de lo diseñado a los actores básicos y ajuste respecto a

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los problemas, soluciones y medios disponibles.
Desarrollo: negociación tripartita y estrategia consensuada
La intervención comunitaria se compone de tres aspectos complementarios, que requiere de un
abordaje diferenciado:
> Técnica, la metodología de diseño, evaluación y ejecución usada para conseguir los resultados
esperados.
> Estrategia: el camino para hacer realidad el diseño técnico conectándolo con la realidad
comunitaria y concreta y teniendo en cuenta los medios con que se cuenta.
> Las dimensiones valorativas: políticas y éticas, que guían y controlan la intervención y conducta
del interventor, desde criterios de valor morales y políticos.
Caplan propone una estrategia a medio plazo basada en el consenso de la comunidad y sus líderes
en el marco de una relación de confianza con ellos. Consta de cuatro etapas:
 Comienzo de la actividad, recogida progresiva de información y evaluación de necesidades y
soluciones que incluya el parecer de la comunidad.
 Aproximaciones sucesivas a la elaboración de un programa flexible en base a principios a la vez
respetuosos con la voluntad de la comunidad y sus actores principales y técnicamente eficaz.
 Establecimiento de reputación del interventor ganándose la confianza de la comunidad y
mostrando su competencia profesional.
 Mantenimiento del programa para asegurar su continuidad comunitaria
Proceso: la intervención comunitaria como cambio planificado
El proceso planificado de la intervención comunitaria consta de cinco etapas:
 Definición del tema de interés en que se ha de identificar también el destinatario y tener en
cuenta el origen de la intervención.
 Evaluación inicial del problemas, motivación y recurso, paralela a la entrada a la comunidad
 Negociación del contrato, diseño y planificación de la intervención, marcando objetivos
(consensuados con la comunidad), estableciendo el contenido de las acciones, identificando
los medios precisos y trazando un calendario.
 Realización de las acciones, menos previsible y ligada a aspectos estratégicos, que deben
incluir mecanismos de seguimiento para introducir cambios y ajuste en el proceso.
 Evaluación de resultados (y seguimiento) tras terminar la intervención.
Estrategia interventiva
Aspectos estratégicos claves, paralelos a los técnicos citados, son:
 Viabilidad técnica del abordaje del tema de interés
 Viabilidad y motivación social
 Acceso a la comunidad o población desde afuera
 Obtención de los medios necesarios para llevar a cabo el programa.
 Superación de resistencias a partir de las razones que la motivan
 Mantenimiento del programa y su personal para asegurar su continuidad cuando la acción
interventiva formal cese.

CASTRO CLEMENCIA: La psicología, los procesos comunitarios y la


interdisciplinariedad. Universidad de Guadalajara
Procesos comunitarios. Abordajes
La comunidad es entendida como un conjunto amplio de personas que poseen rasgos comunes;

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los criterios utilizados son las circunstancias o características permanentes u ocasionales, por
ejemplo: lugar de residencia, ubicación geográfica, condiciones socioeconómicas, sexo, edad,
ocupación, problemáticas particulares. La comunidad es definida con criterios arbitrarios, los que
se determinan por necesidades o requerimientos ajenos a la dinámica misma de la colectividad.
Entre los propósitos se citan el mejoramiento de las condiciones de un grupo, a partir de la
resolución de problemas particulares que permitan aliviar situaciones o acomodar a las personas a
condiciones de vida mejoradas.
En los trabajos comunitarios promovidos por agentes externos o en los cuales ellos participan,
pueden encontrarse diferentes intereses, como son: presentación de servicios, asesoría,
investigación, realización de prácticas académicas, promoción de la comunidad, impulso de una
institución, un grupo político, un programa, unas ideas, un credo.
También entre los miembros de una comunidad encontramos diversos intereses, compartidos o
no.
En el trabajo comunitario se pueden identificar dos tipos de intereses orientadores:
 El predominio que tengan en las prácticas, los intereses propios de los agentes externos.
 El privilegio que se dé a la comunidad y a su proceso, esto podría denominarse interés interno.
Abordajes en el trabajo comunitario
 Abordaje externo: El desarrollo comunitario es identificado con el desarrollo de un programa
y se compromete a la población con los planes y programas de acción previstos; se habla de una
metodología participativa caracterizada por cuatro etapas: investigación diagnóstica, el diseño de
la intervención, la puesta en práctica de la propuesta y la evaluación. Los agentes externos pueden
ser personas independientes, fuera de la comunidad, pero con frecuencia se trata de otras
vinculadas a instituciones que trabajan en representación de estos. La participación de la
comunidad queda restringida, consiste en ser usuario o beneficiario de los programas o colaborar
en la ejecución de algunas tareas, una participación restringida, lo que ocurre es un simulacro de
participación, los llamados líderes sirven como mediadores o impulsores de los programas entre
las instituciones y la comunidad. Las iniciativas son externas a la comunidad, obedecen a
estrategias, políticas e intereses de ese grupo. Este abordaje encuentra sus dificultades en la
limitada colaboración de la comunidad. El énfasis en metodología activas y participativas encubren
pretensiones y alcances reales.
 Abordaje interno: considera a la comunidad con un proceso interno, con una propia dinámica,
reconoce que sus miembros van forjando su propia identidad de intereses y pueden expresar un
poder colectivo que se traduzca en una unidad de acción. El propósito central de este abordaje es
la promoción de la comunidad, se trata de contribuir a la generación de procesos educativos y
organizativos al interior de las comunidades que hagan posible su participación activa y plena en la
reflexión sobre su situación, sus necesidades y problemas, en la formulación de propuestas y
ejecución de acciones, para la transformación social. Lo que interesa es dinamizar la capacidad de
la comunidad para asumir colectivamente y de manera autónoma. Consciente, reflexiva y crítica el
curso de su propio destino. Utiliza metodología que buscan promover la participación activa tanto
en el estudio y la comprensión de sus problemáticas, como en la planeación de las propuestas de
acción, su ejecución, la evaluación de los resultados y la reflexión y elaboración sobre el proceso
perseguido. Se trata de promover la participación colectiva y organizada de toda la comunidad a
través de un líder. La participación tiene una función educativa y organizativa. La transformación
de la comunidad va más allá de su propia transformación, involucra a toda la sociedad.
En la práctica de los trabajos comunitarios no siempre es posible distinguir tan nítidamente uno u
otro abordaje.

90
Interdisciplinariedad
Los trabajos sobre interdisciplinariedad se ubican en el contexto de la búsqueda de vínculos,
encuentros y cooperación entre dos o más disciplinas.
La multidisciplinatiedad se refiere a que cada especialista de distinta disciplina trabajan juntos
conservando su especialidad, plantea una relación que puede estar dada por aportes o préstamos
de métodos y conocimientos de una disciplina a otra, por la subordinación de una sobre la otra o
por la suma de conocimientos enunciados a partir de una y otra disciplina.
Una modalidad de interdisciplinariedad lo constituye un grupo de personas de diferentes
especialistas, donde por separado realizan una intervención, atendiendo a criterios disciplinarios.
La transdiciplina implica una construcción de una teoría general que abarque diferentes
disciplinas, un ejemplo sería el materialismo dialéctico y un método universal de análisis, para la
constitución de una ciencia integradora.
Conclusiones
Se busca la contribución del psicólogo al desarrollo comunitario, entendido como el desarrollo de
procesos tanto organizativos como educativos que se apoyen en formas de participación activa de
las comunidades, en una perspectiva democrática y de autogestión.
Se abre dos niveles posibles y complementarios de participación del psicólogo y la psicología:
 Contribuye al enriquecimiento de la dinámica de los procesos comunitarios, al análisis y
comprensión de los desarrollos y dificultades, el estudio y apoyo de transformaciones individuales,
grupales y colectivas, que van teniendo lugar a lo largo del proceso.
 La vinculación del psicólogo a aspectos particulares del proceso, al abordaje de temas
específicos de interés para estos y al desarrollo de programas propuesto en forma conjunta con la
comunidad.
El psicólogo permite la comprensión de asuntos comunitarios tales como: las formas de
organización, los tipos de participación y los obstáculos para ésta, las interacciones a nivel
individual, grupal o colectivo, las formas de liderazgo.
Otra contribución es la articulación entre lo individual y lo colectivo.
Una contribución adicional tiene que ver con los agentes externos ligados a los trabajos
comunitarios, a través de la comprensión de la dinámica de los equipos de trabajo, sus nexos, sus
interacciones con la comunidad.
Se considera pertinente la vinculación del psicólogo a la vida cotidiana de la comunidad, así como
el desarrollo de proyectos comunitarios. Requiere asumir a los individuos como sujetos activos
capaces de participar en su propia transformación.
La psicología aporta el estudio en intervención de los problemas y procesos sociales que
involucran a amplios sectores de la población.

RODRIGUEZ. A.: De la promoción de Salud Mental a la Producción de


salud. La concepción de lo comunitario en la Implementación de
Proyectos sociales.
Introducción
Enrique Saforcada sostiene que el pensamiento médico científico que tiene origen entre los siglos
XVI y XVII fue tributario de concepciones y prácticas en salud que hoy ubicamos dentro de una
perspectiva individual restrictiva, centrada en la enfermedad y en el individuo con prescindencia

91
del contexto en el que éste se desenvuelve; la psicología hereda este paradigma, transformando el
biologisismo en psicologismo e inaugurando un modelo centrado en la clínica y en lo patológico.
A mediados del siglo XIX se consolida en el campo de la Medicina la Medicina Social que incorpora
a la explicación de la enfermedad la influencia del ambiente; tiene origen un modelo social
expansivo que tendrá su correlato con un enfoque comunitario dentro de la psicología, en el cual
el ser humano es concebido como inseparable de las circunstancias sociales, económicas y
culturales; esta perspectiva conduce a la necesidad de comprender e intervenir en el entorno de
los individuos, en los subsistemas que lo componen y en la relación entre los mismos.
Se transita de un modelo individual a uno ecosistémico, del abordaje de la enfermedad como
estado, a la consideración del fenómeno salud enfermedad como proceso y de la atención
exclusiva de lo patológico a su prevención y a la promoción de la salud. En el área de lo mental se
realiza un camino en la misma dirección.
La salud mental y, particularmente los psicólogos, enfrentan el desafío de transitar desde un
abordaje en el ámbito institucional (hospitalario o educativo), centrado en el individuo y en su
enfermedad, hacia el desarrollo de una intervención en el ámbito comunitario de los sujetos y
centrados en la promoción de la salud.
La Psicología Comunitaria ligada en su origen a esta noción, jerarquizó la intervención den la vida
cotidiana de las comunidades con el propósito de incidir favorablemente en el desarrollo y en los
sujetos que la integran.
En el caso de Latinoamérica, las condiciones socio políticas del continente hicieron que para la
Psicología Comunitaria que emerge en los años 70 fuera inevitable la consideración de la
influenpia del ambiente inmediato en la calidad de vida de los sujetos, sino también de la de los
factores estructurales macro económicos y sociales, determinantes de las condiciones de pobreza
y exclusión que sectores mayoritarios de la población han venido sufriendo décadas atrás.
Desarrollo
Principales características de un abordaje comunitario restrictivo y las de un abordaje
comunitario transformador.
Concepción restrictiva de abordaje comunitario Concepción transformadora de abordaje
comunitario
Interviene en el entorno inmediato de los Interviene en la relación de los sujetos con su
individuos como modo de producir cambios en entorno inmediato, incluyendo la
él, con prescindencia del cuestionamiento de problematización y desnaturalización de los
los factores estructurales que producen factores estructurales que producen las
desigualdades sociales. desigualdades sociales.
El fortalecimiento entendido sólo en los El fortalecimiento entendido en términos
términos de autovaloración, autoestima, individuales y colectivos y persigue la
visualización y desarrollo de potencialidades alteración de las relaciones de poder
para el logro de la superación de las personas. establecidas. La finalidad es la
autodeterminación en la búsqueda de
mayores niveles de igualdad
Jerarquiza la función del sostén, ayuda mutua e La perspectiva de las redes sociales es
información de las redes sociales entendida en su carácter cuestionador de los
paradigmas jerárquicos, de relación
hegemónicos.
Trabajo en redes entendido como la La relación entre organizaciones locales
coordinación inteiinstitucional para atender a incluye la coordinación de recursos pero la

92
las necesidades de la población. No hay un trasciende para llevar adelante proyectos
proyecto en común y la comunidad se ubica comunes que incluyen a la población
como beneficiaría, por fuera de esa red. involucrada.
Autogestión como resolución de los problemas Promueve la conciencia y el ejercicio de los
mediante el empleo de recursos propios; se derechos frente a los organismos
cubren las deficiencias de los organismos responsables del abordaje de los problemas
responsables y se generan servicios de pobres de la población, cuestionando las matrices
para pobres. internalizadas con relación a ellos.
La participación como colaboración, retribución La participación como la intencionalidad de
de servicios o involucramiento en actividades aumentar los grados de incidencia de la
planificadas desde el equipo que gestiona el población en los programas y en la toma de
proyecto. decisiones. El proyecto como oportunidad
para el ejercicio del derecho a participar
como modelo a ser transferido a otros
ámbitos.
Los beneficiarios directos o indirectos (la Los sujetos en los cuales se trabaja
comunidad) son concebidos como destinatarios directamente y la comunidad de la que
de acciones. Pueden adoptar un rol activo, pero forman parte se consideran actores con los
su alcance es controlado y limitado desde el cuales se establece una relación horizontal y
equipo que gestiona el proyecto. de diálogo, en donde el conflicto es
inherente.
No se analiza el papel del servicio en el barrio ni El proyecto y el equipo analizan la forma
en vinculo que se construye con la comunidad. permanente su lugar en la comunidad y el
El equipo no se piensa a sí mismo y su tipo de vínculo que establecen, partiendo de
implicación en la relación con la población. un lugar de no neutralidad, de
Adopta una posición ingenua expuesta al intencionalidad y de vigilancia ética respecto
establecimiento de alianzas y el reforzamiento a sus acciones.
de relaciones de dominación.
Se prescinde de un análisis del marco político Se analiza el marco político institucional
institucional desde el cual se interviene, lo que desde el cual se trabaja, tomando conciencia
redunda en una actitud ingenua, de las múltiples determinaciones y
frecuentemente voluntaria y con el riesgo de racionalidades en juego, lo que permite
producir una práctica alienada. discriminar lo personal de lo organizacional y
operar con mayores niveles de autonomía.
Conclusión
Pariendo del cuestionamiento a la noción de Salud Mental desde los paradigmas científicos
actuales que operan en el campo de las ciencias de la salud y que admiten la complejidad de los
fenómenos sociales (entre ellos los procesos de salud enfermedad) se ha intentado ubicar la
relación de la Psicología Comunitaria con esta noción.
La psicología Comunitaria que se desarrolla en varios países de América latina concibe que las
condiciones concretas de existencia de los sujetos y las comunidades son productos de los
componentes socio económicos estructurales que caracterizan al continente y en este marco es
donde se producen determinadas subjetividades que favorecen la permanencia o la
transformación de dichas condiciones.
Las políticas sociales, dirigidas a los sectores más vulnerados en sus derechos, se constituyen, a
través de la implementación de Proyectos Sociales, en un instrumento que puede incidir en estas
tendencias de permanencia o de cambio.

93
El desafío para los equipos profesionales es el de establecer relaciones en donde, a la vez que se
ofrecen espacios para la respuesta a las necesidades fundamentales y para el sostén afectivo que
dignifiquen a las personas y que la restituyan un lugar como sujetos de derecho, logre romper con
los riesgos de una mutua dependencia y favorecer procesos de genuina autonomía y
autodeterminación.

MONTERO MARITZA: Hacer para transformar. Capítulo 8: La


problematización: procedimientos
La problematización en el trabajo comunitario
En el trabajo comunitario se presenta la necesidad y la oportunidad de problematizar en todas las
fases de la intervención o de la investigación, así como en todas las expresiones del quehacer
comunitario.
El concepto de problematización
Origen del concepto
El origen de Problematización fue creado como parte del proceso de generar una educación
liberadora, a inicios de la segunda mitad del siglo XX por el educador Paulo Freire, quien tuvo la
idea de combatir la ecuación repetidora y desmovilizante, que él llamaba bancaria, haciendo un
símil con la función de la institución hospitalaria con la cual se deposita dinero.
La educación es una forma de opresión, a la cual Freire opone una educación que problematiza y
libera y por problematización se entendía la generación de una conciencia de la conciencia, un
proceso que inicia el acto gnoseológico.
Definición del concepto de problematización
En la ψ comunitaria problematizar es generar situaciones en las cuales las personas se ven
forzadas a revisar sus acciones u opiniones acerca de los hechos de su vida diaria vistos como
normales, convertidos por tal razón en habituales o percibidos como inevitables al considerarlos
naturales.
Problematizar es una estrategia para desarrollar la conciencia crítica, la problematización
sensibiliza, desnaturaliza, establece las bases cognitivas y afectivas para producir una motivación
de cambio. De esta manera se rompe con lo que Freire llamó domesticación de la mente y de la
acción.
Objeto y sujetos de la problematización
El objeto de la problematización es la circunstancia, el hecho o el tipo de saber que mediatiza o
que lleva a expresiones estereotipadas que perpetuaran una situación. Los sujetos de la
problematización son dos: las personas con las cuales trabajamos en proyectos de intervención o
de investigación comunitaria y los investigadores que participan en el proceso. La
problematización es un proceso total, en un diálogo entre los agentes externos e internos con la
cual se construye la transformación de la conciencia y es en ese diálogo donde se muestran las
naturalizaciones y donde es necesario aplicar la estrategia y técnicas de Problematización.
Bases del proceso problematizador
Algunas de las instancias clave y particularidades de la problematización son: la escucha, el
diálogo, cuidar la manera de participar en ese diálogo, la comunicación, se requiere la humildad y
el respeto por el otro, la crítica, el desarrollo de la conciencia en situaciones reales existentes, el
carácter reflexivo, la conciencia posible que lleva a la transformación.

94
Relación entre la noción de problematización y la tendencia crítica de las ciencias sociales
Noción de problematización Psicología crítica
Fundamento Denuncia social. Participación social. Denuncia social.
s y objetivos Incorporación de nuevos actores sociales a Categorías sociales oprimidas como
la praxis. Rotación de los roles entre todos sujetos como sujetos actores
los participantes de la investigación sociales. Reconocimiento de la
considerados como actores sociales, diversidad
constructores de la realidad. Desarrollo de Presencia de la categoría
la conciencia social. Presencia de la “ideología”. Praxis psicológica para
categoría Ideología” e inicio de procesos la transformación individual y
desideologizadores. Carácter dialógico. social. Revisión de conceptos y
Aplicación de principios de fortalecimiento procedimientos psicológicos
de los participantes en la investigación. desligados de las necesidades de
Carácter político del proceso los sujetos de estudio.
problematizador. Desarrollo de la Fortalecimiento de las categorías
ciudadanía. Incorporación de conocimiento sociales oprimidas o excluidas.
popular. Redefinición de la noción de Desarrollo de legitimidad social en
poder dominante en las relaciones entre la ciencia. Crítica y denuncia del
investigadores e investigados. Compromiso ejercicio del poder en la ciencia y
con la transformación social. Praxis: unión en las relaciones sociales.
teoría y práctica basada en la reflexión. Transformación social.
Holismo, dinamismo y complejidad. Transformaciones de las ciencias
Libertad y liberación. sociales.
Principales Educación popular. Marx y Engels. Fenomenología. Marx, Engels y
influencias Fenomenología. Sociología crítica. autores marcianos. Ciencia social
teóricas crítica. Escuela de Frankfurt
Métodos Crítica y rechazo de métodos tradicionales. Crítica de los métodos
Desarrollo de nuevos métodos cuantitativos tradicionales.
participativos. Investigación - acción Preferencia por métodos
participativa. cualitativos tanto tradicionales
como novedosos.
El proceso de problematización en acción
La primera función del proceso problematizador comienza cuando la pregunta o acción
problematizadora produce un efecto disparador. Se moviliza así el campo cognoscitivo y se inicia
un proceso que desnaturaliza, desideologiza y concientiza. Contribuye a transformar las
situaciones negativas o limitantes de la acción de las personas y grupos comunitarios, a la vez que
se genera una perspectiva crítica. Un proceso de problematización va acompañado de la
información necesaria sobre los aspectos normativos.
Algunos procedimientos problematizadores
La Problematización debe ser hecha en función de las condiciones de la comunidad con la que se
trabaja. Como agentes externos es necesario mantener una constante actitud crítica sobre nuestra
propia práctica y esto significa una reflexión sobre lo que hacemos, para quién lo hacemos y
quienes son los beneficiarios del proceso.
Análisis de construcciones artesanales o de representaciones pictóricas de la comunidad: es posible
diseñar situaciones proyectivas, en las cuales a través de juegos, ejercicios, dibujos o relatos, las
personas de una comunidad o de un grupo organizado dentro de ella expresen sentimientos,
conocimientos recibidos y construidos por cada una de ellas acerca de su comunidad.

95
Procedimientos problematizadores grupales: el efecto de problematizar
simultáneamente en un número relativamente elevado de personas o por lo menos significativo
en cuanto a la diversidad de la comunidad y de los roles que sus miembros desempeñan dentro de
ella.
La reunión de discusión reflexión colectiva y crítica: se pueden plantear preguntas y problemas
cuya forma y contenido lleva a la desnaturalización y desideologización que son fundamentales en
el proceso de concientización. La dinámica de grupos y la psicología social suministran suficiente
información.
Las preguntas problematizadora de cierre: la pregunta de cierre en realidad abre un nuevo pero
breve espacio reflexivo.
La pregunta problematizadora como acto concientizador
La pregunta problematizadora se puede usar en cualquier momento durante el trabajo, las
técnicas que anteceden deben ser complementadas con una discusión reflexiva.
El carácter crítico de la pregunta problematizadora se expresa en su libertad, no tiene una
estructura predeterminada y es en el diálogo donde surgirá la oportunidad de hacer esas
preguntas. Una primera condición es que confronta a la persona con el saber que ha recibido
hasta la verificación de la inadecuación de lo que se sabe para responder; no es contenciosa, no
descalifica lo dicho, no busca generar una contraposición de opiniones, sino una reflexión en la
persona problematizada.
Algunas preguntas problematizadoras para examinar críticamente el trabajo psicológico
comunitario
La problematización debería empezar “por casa” y está relacionada con el rigor metodológico
cualitativo: la validez ecológica, el reflejo de la comunidad o grupo, en su diversidad y
características, a través de las personas con las cuales trabajamos y la confianza.

Cap.3 “La familiarización con la comunidad”.


El lugar de la familiarización en el trabajo psicológico comunitario.
El trabajo psicosocial suele iniciarse como familiarización en el cual los investigadores externos
inician su conocimiento de la comunidad a la vez que los miembros de ésta comienzan a
relacionarse con esas personas que vienen de afuera, ya sea de un centro académico o de una
institución pública o privada. Es entonces un proceso en 2 sentidos: de afuera hacia dentro y
desde la comunidad hacia afuera.
La familiarización permite la sensibilización de los investigadores respecto de la comunidad y sus
problemas, constituyendo así un paso necesario para garantizar la confianza en el proceso
conocido como detección o identificación de necesidades, el cual suele constituir un aspecto clave
para dar comienzo en sentido estricto a la acción comunitaria.
Que es la familiarización?
La familiarización es un proceso de carácter socio-cognoscitivo en el cual los agentes externos e
internos inician o profundizan su conocimiento mutuo captando y aprendiendo aspectos de la
cultura de cada grupo, a la vez que encuentran puntos de referencia comunes, evalúan los
intereses que mueven a cada grupo, desarrollan formas de comunicación, descubren
peculiaridades lingüísticas y comienzan a desarrollar un proyecto compartido. La mejor manera de
iniciar un proceso de familiarización con una comunidad es dejando de lado los estereotipos y
prejuicios tanto negativos como positivos.

96
El proceso de familiarización
Antes de entrar a una comunidad es necesario informarse de la manera más completa posible
sobre ella a través de datos demográficos o datos históricos. Si se trata de una comunidad
asentada en un lugar específico, que se relaciona con su existencia como grupo social, es
conveniente recorrer ese territorio, haciendo una observación libre y anotando las primeras
segundas y terceras impresiones que surjan en esas visitas.
La familiarización en comunidades caracterizadas de manera preferencial por redes de
relaciones.
Si se trata de comunidades en las cuales es más importante la red de relaciones que existen entre
las personas que participan de una cultura y de una historia común que la pertenencia a un
territorio, hay que buscar información sobre esas relaciones, y de ser posible contactar
informantes clave que compartan tu visión y relatos de la comunidad con los agentes externos.
Generalmente la manera más segura y certera de lograr acceso y contacto es a través de
miembros clave de esas redes, que pueden abrir las puertas, facilitando la relación de
investigación o de intervención.
Requisitos de la familiarización
El carácter mutuo de la familiarización es imprescindible. Las personas de la comunidad también
deben saber quiénes son los forasteros y por qué están allí, puesto que muchas de ellas trabajaran
con esos extraños. Asimismo deben tener la libertad de preguntar, de verificar la información, de
informarse sobre ellos, igual que los psicólogos y psicólogas comunitarias. Se suele plantear la
necesidad de saber quién es ese otro investigador; dando a entender que también los miembros
de la comunidad tienen necesidad de saber quiénes son y de los cuales poco o nada se sabe.
La aceptación buscada surge en la interacción, y las dudas y temores deben ser ventilados y
aclarados desde el inicio. Solo así se supera esa etapa de rodeos y comunicación, descubren
peculiaridades lingüísticas y comienzan a desarrollar un proyecto compartido. La mejor manera de
iniciar el proceso es dejando de lado los estereotipos y prejuicios tanto negativos como positivos.
Condiciones para la familiarización:
El comportamiento de los agentes externos debe ser entonces franco, amable, firme, sin
subterfugios. Se debe evitar una relación distante, fría, de carácter únicamente técnico y es
preciso tratar de lograr una interacción basada en la confianza, que sea alegre, vital y respetuosa,
de tal manera que produzca a su vez respuestas igualmente respetuosas y vivaces.
Un modo de facilitar la familiarización es detectar grupos organizados dentro de ella, así como
informantes considerados clave por su vinculación y tipo de relación con la comunidad, y a través
de ellos ir conociendo a otras personas pertenecientes a la misma. Uno de los errores más
perjudiciales es que los agentes externos sean percibidos como pertenecientes a la tendencia
política o religiosa de una cierta parte de la población de una comunidad.
Posicionamiento ético
Las psicólogas y psicólogos debemos escuchar a todos, pero a la vez debemos tener una línea
definida que guie nuestra conducta. Y eso supone una posición ética tanto con respecto a nuestros
equipos y colaboradores como con respecto a la comunidad como colectivo y a cada uno de sus
miembros individualmente, circunloquios y de falsas apariencias, pasando a lo que se llamó el
fondo del escenario, en el cual ya no se necesita representar un papel. Y para ello se necesita
confianza y respeto, que permiten relajarse y expresar con libertad las propias opiniones y
sentimientos.

97
3) Construcción de estrategias de intervención comunitaria.

SCHÓN. DONALD: Reflexión en la acción


La reflexión acción surge frente a casos fuera de lo común, el profesional competente se permite
sentirse confundido, desconcertado frente a la situación que se le parece única e incierta y ante la
sorpresa vuelve el pensamiento sobre la acción y sobre el saber implícito en su conducta, donde
hace consciente sus interpretaciones, las critica, re - estructura y las encarna en una nueva
situación.
Él sentido común reconoce la categoría del know - how y ese saber cómo está en la acción.
La vida diaria de un profesional depende de un conocimiento en la acción es tácito; la reflexión
sobre el conocimiento en la acción se produce en Un momento que se está actuando, cuando se
presenta un fenómeno que llama la atención.
La reflexión tiende a enfocar interactivamente los resultados de la acción, la acción misma y el
conocimiento intuitivo implícito en la acción.

PLAZA -BLANES-ZAMORA: Acerca del proyecto de Intervención.


Hipótesis de acción
Un proyecto anticipa, prepara y ordena intencionalidades, acciones y modalidades para resolver
una situación inicial leída de tal forma que exige una acción en un tiempo y un espacio que la
modifique.
No es lo mismo la formulación de un proyecto de intervención que un proceso de construcción de
un proyecto de intervención, acciones que un equipo realiza como preparación para la acción.
Para la formulación de un proyecto contamos con variadas propuestas para realizarlo, formatos
que orientan y organizan la traducción de una idea en acción; el proceso de construcción se refiere
a acciones situadas, alude a procesos de reflexión en la acción con otros.
Un proyecto puede ser pensado como una hipótesis de acción y esta hipótesis se construye en
relación con la realidad concreta.
Martinic considera tres categorías a tener en cuenta en la formulación de un proyecto (una
hipótesis de acción):
 Una lectura de la realidad: se refiere a lecturas detenidas y reflexivas según niveles,
dimensiones o aspectos que nos importa aproximamos a la realidad con algún esquema de
lectura. Las lecturas se realizan sobre alguien, sobre sujetos, grupos, personas, directamente
relacionados con el problema. La lectura es contextual y justifica el complejo de problema.
 Los objetivos: apuntan a la intencionalidad de la acción, del proyecto, a través de ellos
aproximamos propuestas respuestas a la situación caracterizada en la lectura de la realidad. Los
objetivos son proposititos.
 Las estrategias metodológicas: se refieren al cómo, a las formas, a las modalidades
propuestas para lograr lo que el proyecto propone; aluden a un conjunto de acción, conscientes e
intencionales.
Un proyecto podía ser pensado como hipótesis de acción, lo que permite construirla es la relación
y articulación entre los conceptos del problema a enfrentar, intencionalidad y proceso.

98
UTOPIA

La realidad 1, sería la realidad inicial que marca la problematización y definición del problema
(problemas relevantes - problema a enfrentar). La realidad2 supone, frente a la ausencia de alguna
intervención, la reproducción de la misma situación; la posibilidad de alterar este curso
reproductivo está dado por los objetivos de los proyectos, que intervienen a través de los
procesos; estos procesos, a través de una línea de cambio, tiende hacia la realidad3, pero ésta,
aun no es la realidad de un mundo distinto y posible (utopía) si no solo una realidad que puede
construirse a través de la acción de este proyecto.
Avanzando en la formulación de un provecto
 Título: tema central
 Fundamentación: problema, desde dónde, por qué, para qué.
 Objetivos: generales y específicos
 Estrategias metodológicas: modalidad de intervención: facilitadoras, obstaculizadores.
 Planificación: organizador espacio temporal, identifica etapas o momentos.
 Plan de acción: centrado en una unidad de acción.
 Evaluación: actividad que permite observar logros y dificultades. Evaluación ex antes, durante
y ex post.

4) Herramientas
“Consideraciones sobre las implicancias de las experiencias de
reconocimiento territorial” Ficha de cátedra. Barrault, Fara, López
Fleming, Muro, Mora, Suarez, Vizueta 2015
La llegada a un lugar desconocido supone, muchas veces, des/cubrimiento, distintas preguntas, un
encuentro con otros/as.
Entonces, la llegada a un territorio, comenzar a recorrerlo, y el conocimiento de los pobladores no
implica solamente la puesta en marcha de múltiples herramientas teóricas adquiridas, en libros,
aulas, auditorios; ni tampoco sólo la activación de presupuestos sobre el lugar que tenemos, sino
que conlleva una mirada a las sensaciones que nos movilizan, el registro de estas sensaciones/
sentimientos movilizados, la reflexión sobre las representaciones que circulan sobre ese lugar, el
contraste de las expectativas previas, y la apertura para poder incluir todos estos aspectos en el
trabajo en territorio, en el encuentro con el otro.
Re-conocer un barrio, es reconocer un territorio, un lugar. Se trata de concebirlo en la densidad de
los procesos comunitarios y sus múltiples elementos conjugados, la trama relacional en la que nos
insertamos, en qué proceso comunitario participamos, cómo entendemos los inicios de una

99
intervención, el momento de ingreso o de las herramientas utilizadas, como el diagnóstico
comunitario por ejemplo.
Una manera de entender el tránsito por los territorios es lo que nombramos, en sentido amplio,
Reconocimiento Territorial. De manera inicial, podemos afirmar que refiere a una primera
aproximación a un determinado lugar de la ciudad, desde una perspectiva diferente de una mirada
cotidiana, pensando el quehacer comunitario. Entendemos que un reconocimiento territorial
puede conllevar, dadas ciertas condiciones, lo que se puede denominar un “reconocimiento
barrial”.
Sobre espacio geográfico, territorio y barrio
El espacio geográfico es una unidad espacial conformada por un conjunto de atributos, hechos y
procesos no considerados de manera aislada. Incluye los conceptos de localización, distancia,
movilidad y organización espacial. La convergencia de la geografía y las ciencias sociales generaron
una perspectiva integral, para considerarlo un producto social (espacio, físico, mental y social). Se
caracteriza, por ser concreto, observable, localizable, complejo, variable, multidimensional,
medible y cartografiable. Es además, un producto histórico, por cuanto existe desde que aparece
el hombre como ser social y se configura como hecho histórico y cultural, como producto social
organizado y como sistema de relaciones y de interacciones, que se modifica en el tiempo.
El territorio podría ser pensado como un “área geográfica que sirve de hábitat a un grupo humano
y que por tanto, se transforma en la interacción con la comunidad a la vez que configura la
estructura, organización y funcionamiento de ese grupo social”. Para entender cada territorio será
necesario, conocer y entender cada medio geográfico, sus sistemas de objetos y sus sistemas de
acciones más significativos, sus principales acontecimientos en proceso en tiempo y espacio y la
articulación entre lo local, la meso y lo global que entreteje el poder en cada territorio, todas ellas
encarnadas por actores públicos, privados y ciudadanos que en sus aconteceres producen
cooperación y conflicto.
El barrio puede ser pensado en ejes que se relacionan con distancias al centro urbano, como parte
de un todo y las relaciones primarias frecuentes y no institucionales- espontáneas. El barrio
aparece como realidad tangible y material, y como parte del imaginario, como práctica y como
representación, como valor cultural, identidad colectiva, especificidad espacial, polo de disyunción
ideológica, y sede social de las más variadas relaciones y dinámicas.
Teniendo en cuenta las distintas consideraciones sobre barrio y territorio, podemos decir que el
espacio en donde las personas desarrollan su vida comunitaria reviste de dos sentidos: como
localización geográfica- condición objetiva- y como representación- condición subjetiva- Los
sujetos
habitan un espacio concreto, definido, objetivo, como por ejemplo: el barrio donde viven, el lugar
donde trabajan, su cuarto, las distancias, cerca- lejos, vividas en su cotidianeidad, las
demarcaciones adentro- afuera, arriba- abajo.
¿Cómo llegamos? La subjetividad implicada.
El pensar cómo llegamos a los territorios, y sus distintas nominaciones posibles (barrios, villas,
asentamientos, comunas, pueblos, etc) es una cuestión de suma importancia.
Nuestra subjetividad deviene de una historia y una cultura pero también se hace en cada
situación, es por esto que además de su aspecto constituido, también contiene un aspecto
constituyente. Por lo tanto, el sujeto no sólo es sujeto de las relaciones sino que es inventor,
productor de subjetividad.
Algunos elementos para tener en cuenta durante el tránsito por los territorios
M Montero alude a los elementos fundamentales para la aproximación y trabajo en un territorio.

100
La autora define a la familiarización, “como un proceso en el cual los investigadores externos
inician su conocimiento de la comunidad, a la vez que los miembros de éstas, comienzan a
relacionarse con
esas personas que vienen de afuera”. Contiene un carácter socio cognitivo, los agentes externos
inician un conocimiento mutuo, aprehendiendo aspectos de la cultura de cada grupo, se evalúan
intereses, formas de comunicación, peculiaridades lingüísticas, lo cual permitiría el desarrollo de
un proyecto compartido.
En relación a la experiencia de reconocimiento puede existir el miedo o la ansiedad de estar
realizando una “visita turística” por el barrio. El temor a la imposición, el no ser recibidos,
reconocidos, miedo al rechazo, el no saber qué hacer, qué preguntar, qué decir, la incomodidad de
parar a alguien y preguntarle.
El agente externo trae consigo prejuicios negativos y positivos. Los negativos pueden generar
conductas temerosas o aprehendidas haciendo que los miembros de la comunidad perciban algún
modo de segregación, descalificación o etiquetamiento. Los positivos se relacionan con la creencia
de que todo es “color de rosas”, lo cual impide captar lo que sucede en la comunidad, las formas
de relacionarse, los diferentes estilos de vida, generando omisiones y errores. Es por esto, que la
autora propone caminar con una sana actitud crítica, dejando de lado ambos tipos de prejuicios.
¿Qué Experimentamos?
El tránsito por los territorios nos implica en sentimientos, acciones y pensamientos. La relación
compleja entre estos aspectos se pone en tensión en el andar por terrenos conocidos-
desconocidos, en las construcciones de relaciones, y en el establecimiento de acciones en
conjunto con la gente. Los aspectos culturas, corporales y afectivos están profundamente
imbricados. En relación a esto, Scribano (2008) sostiene que para conocer los patrones de
dominación vigentes en una sociedad determinada hay que analizar cuáles son las distancias que
esa misma sociedad impone sobre sus cuerpos, de qué manera los marca, y de qué modo se hallan
disponibles sus energías sociales.
Cabe ubicar una experiencia de aproximación a un territorio como una experiencia que propone
una dislocación de esquemas cognitivos- afectivos, sus narraciones y visiones encarnadas que
permiten conocer, desnaturalizar y aprender desde el contacto con espacios y personas. La
dimensión corporal y la sensibilidad son entonces inherentes a un proceso de conocimiento de
territorios en los cuales se juega la inmediatez más que la reflexividad.
Es por esto que la llegada a un lugar nos reavivará registros de lo conocido y despertará en cada
sentido una sensación nueva, que es importante captarla, ya que no se asocia a nuestra
cotidianeidad.
El encuentro con otros nos pone en movimiento. En este movimiento existe la posibilidad de que
los afectos surjan. Desde la academia existe una fuerte impronta condenatoria de los afectos del
“profesional”. Por lo contrario, desde nuestro campo sostenemos que la afectividad, como
concepto importante en trabajo comunitario, “interviene en el desarrollo del sentido de
comunidad y en la construcción colectiva de otra noción que incluye la anterior: la identidad
comunitaria” (Montero).

“Diagnóstico comunitario participativo” Ficha de cátedra. Díaz Inés 2007


Cuando hablamos de diagnóstico desde la PC y en el campo de la investigación acción, es la
búsqueda de información sistematizada acerca de la comunidad, tendientes a elaborar estrategias
para intervenir, suele ser una puerta de entrada para empezar el trabajo en un lugar.
Partimos de la existencia de problemáticas en las comunidades, además, cuando llegamos a un
lugar debemos saber que la comunidad tiene su historia, por lo cual no solo debemos conocer las
necesidades, problemáticas sino los recursos con que la gente cuenta.

101
La información debe abarcar datos cuantitativos como cualitativos (aspectos culturales, historia), y
debe ser leída en el contexto de producción de esa comunidad, se indaga la forma de ser
particular que cada comunidad tiene.
PARTICIPATIVO: hace referencia a los actores involucrados en el proceso y la relación que se
establece entre ellos. Aquí se basa en la construcción colectiva de conocimiento y estrategias con
la comunidad, priorización de problemáticas y toma de decisiones para continuar con el trabajo
comunitario. Para que este proceso sea posible es necesario dar lugar a la circulación de la
palabra, distintos saberes y discursos.
COMUNITARIO: es un espacio no solo geográfico- territorial sino un espacio donde se producen
relaciones, se comparte una cultura y una identidad. La comunidad como parte activa, participa en
procesos de autoconocimiento y constructora de estrategias de acuerdo a su experiencia y a las
necesidades por ellos vividos.
En este momento empezamos a definir este encuadre, el equipo comienza a preguntarse:
dónde?...cómo?...cuándo? Intervenir, estas preguntas son parte de la dimensión ética de la
intervención. Tener discutido como equipo, si debemos abordar lo que aparece como urgente o
poder hacer una mirada de lo importante, y con qué criterios definimos esto.
Metodológicamente usamos la PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA: es una serie de pasos que
realizamos entre todos (comunidad, grupos, instituciones, etc, involucrados) y que nos permite
lograr los objetivos que nos propusimos para solucionar algún problema común con los recursos
con que contamos, reflexionando juntos podemos encontrar soluciones y alternativas dándonos la
posibilidad de ser y sentirnos protagonistas del proceso. Dimensión metodológica, que cuestiona y
permite un proceso de desconstrucción- reconstrucción, la elaboración de un lugar diferente de
nuestro saber y de nuestra posición de poder como técnicos, al igual que el saber y poder
comunitario.
El diagnóstico se inscribe dentro de un proceso con entrada, desarrollo y cierre.
1er momento: se inicia el contacto, se transmite a la comunidad los objetivos y se establece un
encuadre en formas, tiempos de trabajo. Comenzamos con la recolección de datos, intentamos las
primeras aproximaciones de lectura de la realidad. Para esta etapa se pueden usar distintos
instrumentos de recolección de datos como entrevistas abiertas, a líderes, por red de relaciones,
observación en espacios organizativos, etc.
Esta modalidad de red también permitió visualizar redes de parentesco y redistribución de la
población en el ámbito de lo geográfico. Cabe aclarar que cuando nos referimos a sujeto, puede
ser
individual, social y/o comunitario.
En este momento deben estar definidas conceptualmente algunas categorías que se irán
redefiniendo o agregando nuevas, que aparecerán en el discurso de la comunidad.
Según Heredia algunos sentidos a indagar pueden ser:
● Historia e identidad de la comunidad: la historia oral, las representaciones alojadas en la
memoria colectiva que constituyen la identidad.
● Identidad: cómo me perciben y me autopercibo con quienes compartimos signos, valores, una
forma de estar en el mundo.
● Su realidad social y económica: “de qué viven”, “donde se recrean”, “donde se reúnen”, “en qué
trabajan”, etc.
● Metodología de resolución de problemas, destrezas para resolver situaciones prácticas,
estrategias de afrontamiento, tanto desde lo individual y lo colectivo.
● Sistemas de creencias y de valores, etc.
● Necesidades y recursos: cuando trabajamos nos encontramos con un Otro, desde nuestra
perspectiva, es un sujeto activo no solo con necesidades sino con recursos y posibilidades, cuando
hablamos de necesidades no nos referimos a carencias sino a aquellas que sirven de motor para la

102
acción. Recursos, no solo nos referimos a los recursos financieros o materiales, sino que tomamos
a MacNiff la denominación de recursos no convencionales, que son aquellas que a diferencia de
las anteriores, cuando se usan se reproducen y estos serían la solidaridad, cooperación, identidad,
etc.
Mientras se avanza en el proceso de recolección de datos se puede ir haciendo actividades en
comunidad en relación a demandas o deseos que pueden ir apareciendo.
2do Momento es el Desarrollo: es el momento de realizar acciones comunitarias y asambleas para
la discusión de los datos que se han recogido. Es el momento de trabajo y sistematización de la
información. Para sistematizar se deben organizar los datos, reelaborar las categorías y poder
operacionalizarlas, para usarlas lo mejor posible y facilitar también las discusiones con las
comunidades; podemos comenzar hacer una lectura aproximada o las primeras interpretaciones
para definir problemáticas. Cuando analizamos los problemas, es importante hablar de las causas,
donde tiene su origen, en qué situación. Durante todo el proceso, al ser una investigación
participativa, vamos acompañando a la gente en acciones que nos permitirán establecer con ellos
vínculos diferentes y nos permitan conocernos. Estas acciones tendrán relación con eventos
comunitarios, necesidades individuales, etc.
3er Momento de la Devolución y cierre: compartimos la información y nuestras conclusiones con
la comunidad. Se pueden utilizar diversas técnicas que faciliten la comunicación, ya que en el
momento de la devolución se presentan los problemas enunciados por ellos, realizamos la
priorización de estos, y la búsqueda de las primeras estrategias para continuar trabajando. Para
realizar la priorización y construcción de estrategias colectivas, fijamos en ese espacio algunos
criterios para hacerlo, pj: la cantidad de veces que esta problemática aparece, que sea posible,
según los recursos, realizar acciones para resolverla, que responda a las necesidades enunciadas
por ellos mismos, que aparezca el deseo de hacerlo, que no generen frustración en la población,
que produzca sentimientos gratos el realizar las estrategias que se elijan.
Elegir los problemas significa tomar decisiones, elegir una opción. Se pueden utilizar numerosas
técnicas de animación y el uso de distintos disparadores, pj: títeres, imágenes, etc.
Podemos para elegir problemas, hacernos algunas de estas preguntas:
➢ ¿A cuántos vecinos beneficia la solución de este problema?
➢ ¿cuál está más a nuestro alcance para resolver?
➢ ¿Por dónde convendría comenzar primero?
➢ ¿Qué se puede postergar y qué sería urgente?
➢ ¿qué generaría mayor trabajo comunitario, participación?
Una de las técnicas, es la “construcción de un caso paradigmático” con el uso de títeres, obras de
teatro, etc. Se suele poner un interlocutor en el público que problematice o cuestione las
conclusiones que se presentan, lo que suele llevar a la aparezcan distintas posiciones y se
reflexione sobre el tema.
Durante todo el proceso es bueno ir haciendo evaluaciones, pues es un proceso de mutuo
conocimiento, pero al finalizar la devolución, se evalúa todo, desde los objetivos planteados, como
la gente se sintió, si se sintieron partícipes, y por supuesto, si las conclusiones responden a las
prioridades de la mayoría de la comunidad.
El inicio del encuentro con el Otro, y todo el proceso de diagnóstico se convierten en un desafío
permanente, uno conoce otra realidad donde el dolor social se entremezcla con la fortaleza de los
sujetos comunitarios, lo que hace que se fortalezca permanente el compromiso que se asume, lo
que exige esfuerzos importantes en relación al tiempo que se dedica, la reflexión constante de lo
hecho, indagación del sustento teórico en relación a las experiencias.
Este primer encuentro permite acercarse a la complejidad de los sectores que viven en estado de
vulnerabilidad, a desmitificar la pobreza reconociendo los saberes y sentires de sujetos vivos, que

103
abren su espacio cotidiano para transmitirlo, sus opiniones, sentimientos que en el vínculo sirve
para transformar y transformarnos mutuamente.
El cierre se realiza después de la devolución donde se hace un nuevo contrato de trabajo con la
gente es decir, como continuamos, sin haber olvidado de agradecer todo lo aprendido en este
proceso.
Se puede diferenciar claramente la devolución del cierre. A partir de esto el diagnóstico quedó
cerrado y se abre un nuevo espacio de trabajo en orden a lo priorizado y la elaboración de un
nuevo acuerdo con la comunidad.

“Diagnósticos comunitarios y participación local. El diagnóstico


comunitario de la Zona Ponent de Tarragona” Joel Martí 2003
En el año 2000 se llevó a cabo en tres barrios de la periferia de Tarragona un plan de desarrollo
comunitario, con alta presencia de vivienda social, un total de 17.000 habitantes, conocido como
al Zona Ponent, popularmente “Los Barrios”.
Se ha trabajado con las asociaciones y grupos vecinales, y con los servicios. Durante el 2003-2004
se realizó un diagnóstico comunitario, con el objetivo de consensuar entre los sectores implicados
(ciudadanía, servicios y administraciones) una visión de barrio (de sus características y recursos, de
sus necesidades y potencialidades), que permitiese definir las líneas de actuación del plan
comunitario a medio plazo.
1) ¿Para qué es un diagnóstico?
El diagnóstico participativo, es ante todo, una acción política, porque queremos producir
determinados efectos en determinadas direcciones. Estas direcciones pueden ser diversas, y los
diagnósticos son instrumentos de transformación social local.
Desempeña dos papeles, por una parte, pone encima de la mesa los temas que hay que debatir
para poder transformar lo que se pretende transformar, por otra, pone a los actores en
condiciones de hacerlo. Lo primero que tenemos que saber es en qué podemos ponernos de
acuerdo; un diagnóstico busca compartir visiones sobre la realidad cotidiana entre los distintos
actores de una comunidad local y producir consensos desde la reflexión colectiva.
De poco sirven...los Diagnósticos autocomplacientes (se dedican a exaltar lo bien que se vive, a
pesar de las penurias) y los Diagnósticos destructivos (derivan de un criticismo estéril que se ahoga
en su propia crítica).
Estos discursos pueden aportan mucho a los diagnósticos por su capacidad de crítica radical y de
movilización, pero no son suficientes si pretendemos ir más allá del poner de manifiesto. Debemos
ser capaces de plantear qué respuestas podemos ofrecer desde la comunidad, no solo como yoes
(individuos) o nosotros (colectivos).
A partir de los planteamientos, se manifiestan dos alternativas:
Posición pragmático- reformista: es el discurso que sostiene que “los grandes dados ya están
tirados”, es decir, al planteamiento de que la realidad en la que nos hallamos inmersos viene
determinada por procesos más amplios, lo máximo que se puede aspirar es a identificar las
necesidades más manifiestas.
Posición constructivo- transformadoras: desde esta perspectiva se plantea que, aunque somos
conscientes de que nuestro contexto inmediato se halla cada vez más determinado por decisiones
globales, no solemos poner encima de la mesa las respuestas que se pueden ofrecer desde las
prácticas cotidianas locales a las distintas problemáticas que se plantean.

104
Para ello es fundamental que, desde una posición crítica, pero al mismo tiempo constructiva, se
analicen los recursos, las potencialidades y las oportunidades que tiene la comunidad para actuar
con la mirada puesta en procesos a medio o largo plazo, abordar pequeños temas y pequeños
cambios, que permitan abrir el campo de acción a fines de transformación más amplios.
Los Diagnósticos deben ser PARTICIPATIVOS. No se trata solo de incorporar a la comunidad como
sujeto de conocimiento, sino de vincular el sujeto de conocimiento con el sujeto de acción, es
decir, el proceso de producción de conocimiento convierte a los actores en protagonistas de un
proyecto transformador, puesto que, desde el momento en que la comunidad participa en la
definición y en el conocimiento de su realidad cotidiana, se están construyendo nuevas formas de
actuar y de relacionarse. Tres aspectos fundamentales:
El autoaprendizaje / la implicación progresiva/ la construcción de relaciones sociales.
Es fundamental que los diagnósticos aborden esa doble dimensión participativa: incorporar el
conocimiento práctico y construir puentes y sinergias entre este y el conocimiento teórico, y
movilizar a los actores para que sean ellos mismos los protagonistas de las prácticas
transformadoras.
El diagnóstico local participativo como un proceso de autoanálisis de una comunidad local que
permite a los actores construir relaciones y propuestas integrales sobre determinados temas que
den una respuesta, a las necesidades y oportunidades de dicha comunidad, y que se conviertan en
el punto de partida para desarrollar prácticas transformadoras desde el ámbito local.
2) Los objetivos del diagnóstico de la Zona Ponent
Dos niveles de objetivos a los que dar respuesta: de producto (los contenidos o información
producida, y que se refieren al diagnóstico como resultado final que pone encima de la mesa un
conocimiento necesario para la continuidad del proceso) y de proceso (sobre la forma como
producimos esa información y las relaciones sociales que construimos a lo largo de esa
producción).
Las especificidades de la delimitación territorial fueron un aspecto concreto, que hubo que
considerar en el diseño del proceso.
3) La organización del trabajo con los actores
Fundamentándose en la tradición metodológica de la investigación- acción participativo, el diseño
del diagnóstico debía considerar, junto con la producción de un conocimiento sistemático, la
participación y la organización de la comunidad.
Tres principios:
● Consolidar el papel del Equipo Comunitario. En este punto, la universidad debía desempeñar un
papel de asesoramiento y coordinación, pero siempre sobre la base de que quien debía
protagonizar el contacto con los actores era el propio equipo.
● Aprovechar y fortalecer los espacios y las relaciones existentes.
● El diseño debía diferenciar entre espacios para el debate técnico y el debate ciudadano.
4) Las fases
Todo proceso participativo, y entre ellos el diagnóstico, debe contar con un plan de trabajo previo,
con la definición de una estrategia para alcanzar los objetivos propuestos. Este diseño puede ser
sensible a las resistencias que puedan surgir, así como a las oportunidades. En este caso, se diseñó
un plan que se puede esquematizar:
Actores Dimensión referencial Dimensión reflexiva (¿cómo Dimensión perfomativa
(¿qué es lo que hay?) lo vemos?) (¿qué podemos hacer?)
Ciudadanía no ➢ Datos estadísticos Grupos de discusión (perfiles Talleres de barrio
organizada específicos) Fichas en (consensos ciudadanos)

105
secundarios centros educativos (niños y
➢ Entrevistas adolescentes) Talleres de
➢ Estudio barrio (consensos iudadanos)
Bases asociativas Documental Entrevistas grupales Reuniones de los grupos
(grupos pre existentes) comunitarios
Talleres de barrio talleres de barrio
(consensos ciudadanos) (consensos ciudadanos)
Representantes Entrevistas Reuniones de los núcleos
asociativos Talleres de barrio talleres de barrio
y líderes (consensos ciudadanos) (consensos ciudadanos)
informales
Servicios Talleres de comité técnico Talleres de comité técnico
públicos Reuniones de los núcleos Reuniones de los núcleos
Administraciones Interlocución con el Interlocución con el
ayuntamiento ayuntamiento
1era fase (tres meses) Definición del proyecto y diagnóstico previo.
Etapa organizativa y exploratoria
2da Fase (tres meses) Trabajo de Campo
Se ponen en juego técnicas cualitativas y participativas para producir los discursos en los niveles
ciudadanos, técnico y político. Contribuir a generar cierto movimiento en el conjunto de barrio y
fortalecer los sectores ya organizados.
3era Fase (tres meses) Debate social sobre los resultados y definición de líneas.
El análisis correspondió a un trabajo interno destinado a ordenar toda la información disponible y
redactar un informe provisional de diagnóstico.
4ta Fase (dos meses) Cierre, difusión y programación
El cierre del proceso avanzó en tres líneas paralelas: El diagnóstico como producto / la difusión/
programación a corto y medio plazo
5) Reflexión general: algunas virtudes y miserias de los diagnósticos comunitarios.
Los diagnósticos generan un conocimiento del que no se disponía, no se limita a recoger la
realidad como es y como se ve, sino que, al profundizar en ella, provoca una reflexión en los
actores que lo hace avanzar.
Los diagnósticos deben poner a los actores en “condiciones de avanzar”. Relacionarse con los
otros de una forma distinta, es una de las cuestiones centrales de los procesos comunitarios, y las
metodologías participativas. Fortalecer todo ello para promover lo que cada cual, desde su
posición, quiera, sepa y pueda aportar. El saber y el poder son dimensiones claramente abordables
desde un diagnóstico participativo; en cuanto al querer, dependerá de si se ha entendido, se ha
sabido explicar o, sencillamente, se quiere entender, o no, lo que es el desarrollo comunitario.

FEINMANN. JOSÉ PABLO: Filosofía de la Asamblea popular. En ¿Qué son


las Asambleas populares?
El concepto de asamblea deriva del ejercicio de la democracia directa. Ante el deficiente
funcionamiento de las estructuras representativas de la democracia (representación legislativa,
judicial, ejecutiva, parlamentaria) el pueblo se nuclea en asamblea y desde allí ejerce la
democracia sin mediaciones.
El pueblo denuncia que la política representativa ha advenido en oligarquía política, que se
caracteriza por representarse a sí misma y a los grupos financieros y no al pueblo.
Una vez que los representados advierten que no son representados tienen dos caminos; no hacer

106
nada o constituir asambleas de ejercicio directo de la democracia.
La asamblea parece responder una situación de irrepresentatividad, acudir a la asamblea es acudir
en busca de “otros” que son “otros” porque son subjetividades libres pero forman parte de un
nosotros.
Ir a la asamblea es ejercer el movimiento inicial de negación. El asambleísmo es policlasista, no es
obrera.

MARTINEZ GARCÍA - OTROS: Prevención y promoción en ψ comunitaria


Introducción
Dentro del marco de la ψ comunitaria se hace necesario reflexionar sobre dos conceptos: la
prevención y la promoción que constituyen los ejes cartesianos de la intervención social
comunitaria.
Prevención: Se trata de una perspectiva tradicional, hace referencia a la enfermedad o problema
social, la finalidad es el status quo, conservar el nivel de salud y bienestar; los objetivos son
impedir la aparición, desarrollo o secuelas de enfermedades o problemas sociales específicos, se
dirigen a grupos en riesgos, las intervenciones se realizan a través de profesionales, de los
sistemas de salud o servicios sociales como recursos.
Promoción: Se trata de una perspectiva actual, que apunta a la salud y el bienestar social, los
objetivos apuntan a aumentar la salud y bienestar general y en aspectos concretos, aborda a la
comunidad en su conjunto, sus intervenciones se realizan en forma conjunta profesionales y
miembros de la comunidad, a través de los sistemas de salud, servicios sociales y los de la
comunidad.
Programa de Educación para la Salud
Objetivos
 Promover un sentido de responsabilidad, respecto a la salud del individuo.
 Estimular estilos de vida sanos y presentar una gama realista de opciones sanas.
 Capacitar al alumno para realizar sus posibilidades físicas, psicológicas y sociales y para
mejorar su propio conocimiento y autoestima.
 Proporcionar y desarrollar capacidades y habilidades (hacer elecciones, tomar decisiones,
afrontar tensiones, manejar situaciones conflictivas relacionadas con la salud).
 Proporcionar una base de conocimiento y habilidades para manejar la información
relacionadas con la salud, por ejemplo, obtenerla, interpretarla y usarla.
Objetivos para la propia escuela
 Proporcionar un ambiente sano respecto, por ejemplo a nutrición, higiene, edificios y
terrenos, seguridad.
 Proporcionar medios para el ejercicio y recreación y promover actividades recreativas.
 Proporcionar un ambiente social positivo.
 Apoyar el plan de estudios de Educación para la salud.
Conceptos básicos
 Apoyo social: asistencia disponible a las personas y los grupos dentro de sus comunidades y
que pueden servirles de ayuda tanto para desarrollar capacidades de afrontar problemas como
elemento amortiguador de los sucesos vitales negativos.
 Atención primaria de la salud: asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías
sencillos, científicamente fundados y socialmente aceptables, a un coste que la comunidad pueda
soportar.
 Autoayuda: aquellas medidas llevadas a cabo por profesionales para promover, mantener o

107
restaurar el estado de salud o bienestar de una comunidad determinada.
 Capacidad de afrontamiento: habilidades cognitivas y físicas y los recursos disponibles
utilizados por los individuos para hacer frente a los problemas de la vida diaria.
 Conducta de riesgo: forma específica de comportamiento de la cual se conoce la relación con
una mayor susceptibilidad a padecer una enfermedad o un problema social específico.
 Desarrollo comunitario', en promoción de salud, el proceso por el cual se hace participar a
una comunidad en la identificación y el refuerzo de aquellos aspectos de la vida cotidiana, la
cultura y la actividad política que promueve la salud.
 Factor de riesgo: incluye el nivel económico, social o biológico, la conducta y otros estados
conocidos por estar asociados o ser causa de aumento de la susceptibilidad a una enfermedad o
problema social específico.
 Medicalización: proceso que trata las funciones corporales normales o las cuestiones sociales
como problemas que requieren una solución médica.
 Participación comunitaria: el grado de participación activa e informada de los individuos, de
los grupos y de la comunidad, en la gestión de su propia salud y bienestar, con el objeto de lograr
cierta autonomía, bien informada, sobre la gestión de la salud y bienestar individual y comunal
 Salud: capacidad para realizar el propio potencial personal y responder positivamente a los
retos del ambiente. Se considera un recurso para la vida, es un concepto positivo que hace
hincapié en los recursos personales, sociales y en las capacidades físicas.

Bronfman M: Como se vive y se muere. Familia, redes sociales v muerte


infantil Capítulo IV: Presencia v ausencia de redes sociales
El papel de las redes sociales o redes de intercambio es de fundamental importancia para el
estudio de la mortalidad infantil en las familias de escasos recursos; las redes son la única
posibilidad de ayuda con que pueden contar y el único soporte para aligerar las pesadas cargas de
la vida cotidiana.
La noción de redes es aplicable a fenómenos muy diversos, que abarcan desde una serie de
interacciones espontáneas que pueden ser descritas en un momento dado y que aparecen en un
cierto contexto definido por la presencia de prácticas más o menos formalizadas, hasta el intento
de organizar estas interacciones de un modo más formal, trazándoles una frontera o límite,
poniéndoles un nuevo nombre y un nuevo nivel de complejidad.
Se define a las redes sociales como una interacción entre iguales, por oposición a las relaciones
que se dan en un sistema de organización jerárquico piramidal.
El establecimiento de redes se debe a diversas circunstancias culturales, uno de ellos es el
parentesco, personas unidas por lazos de sangre.
Los bienes y servicios intercambiados en la red pueden ser de información, asistencia laboral,
tiempo y espacio dados como servicios (comida, alojamiento), convivencia social y apoyo moral,
ayuda extraordinaria (bodas, períodos de crisis, muertes, accidentes).
El grado de conectividad de una red trata de determinar los factores que unen a sus integrantes y
que le permiten un mejor intercambio de reciprocidad. Los principales factores que explicarlas
diferencias de conectividad entre las redes son el desempeño de los roles conyugales, lazos
económicos entre los miembros de la red, tipo de vecindario, la oportunidad de establecer
relaciones, movilidad espacial y social, los rasgos de personalidad.
La red social debe entenderse como un entramado de intercambios sociales no formales entre
individuos y / o grupos, cuya finalidad es solidaria (prestar ayuda, servir de soporte moral) y se
basa en una variada gama de vínculos (parentesco y culturales); dependen de un cierto grado de

108
disposición de quien se comporta solidariamente.
Dos elementos centrales definen a la red social: la estructura (densidad de la red, la conectividad y
porosidad de la red) y el funcionamiento (lazo social, accesibilidad de la red, tipo de intercambio).
El establecimiento y mantenimiento de redes de apoyo se convierte en una acción clave para las
familias con escasos recursos, no sólo para resolver problemas cotidianos sino también para
contar con un reaseguro en momentos excepcionales o de emergencia tales como:
 Debilidad o ruptura de las redes de parentesco a partir de la unión de la pareja
 Ruptura de la red familiar de la mujer y permanencia de la red familiar del Varón.
 Familias que otorgan ayuda pero sin reciprocidad
 Comportamientos que la familia de origen juzga como inadecuadas para la convivencia
familiar.
 Dinámica familiar conflictiva
 Inestabilidad laboral
 Falta de cohesión e identificación en el barrio o la colonia.
 Discontinuidad en las relaciones familiares, extra familiares y también con las instancias
formales.
 Lugar de residencia

RUIZ BOTERO: La Sistematización de prácticas ¿Qué es la sistematización?


La sistematización es un proceso de recuperación, tematización y apropiación de una práctica
formativa determinada, que el relacionar sistémica e históricamente sus componentes teórico -
prácticos, permite a los sujetos comprender y explicar los contextos, sentido, fundamentos, lógicas
y aspectos problemáticas que presenta la experiencia, con el fin de transformar y cualificar la
comprensión, experimentación y expresión de las propuestas educativas de carácter comunitario.
Las diferentes formas de asumir la sistematización son como:
> Recuperación de la experiencia en la práctica
> Producción de conocimiento
> Forma de empoderar los sujetos sociales de la práctica
> Investigación social.
Una sistematización es escribir o describir una práctica, recopilar una información sobre una
práctica, ordenar una información cronológicamente, elaborar un informe síntesis de una práctica
sobre lo que se hizo, enunciar los problemas o aciertos de una práctica y la evaluación de una
práctica.
Según Alfredo Ghiso, la sistematización de prácticas surge en América Latina en los años 70 en
contextos de crisis de los sectores populares y de fragmentación de iniciativas sociales, donde no
está resuelto el problema de la relación teoría práctica.
Existe cuatro acuerdos en la sistematización: a toda sistematización le antecede una práctica; todo
sujeto es sujeto de conocimiento y posee saberes acumulados que enriquece la práctica; el
proceso de sistematización es un proceso de interlocución entre sujetos; en un proceso de
sistematización interesa tanto el proceso como productor.
La sistematización tiene dos fuentes teóricas sobre la que se apoyan la construcción de
conocimientos son:
> Materialismo histórico: por ser las prácticas sociales pensamiento histórico, pensar la práctica
en su devenir, en la Historia. Este develar depende de los elementos históricos y contextúales que
intencionan y orientan las prácticas sociales.

109
> La Teoría general de los Sistemas: las organizaciones sociales con perspectiva sistémica desde
orientaciones de sistemas abiertos que tienen en si mismo detonadores; la realidad social como
sistema, es lo social visto como proceso. El hacer evidente un sistema, develar lo que organiza y da
sentido e identidad a la práctica.
¿Para qué se sistematiza?
La sistematización como un proceso de producción de conocimiento a partir de la práctica tiene su
utilidad en tanto cualifica el conocimiento que tengo de la practica, (genera conocimiento),
cualifica la propia práctica (en tanto reinforma permite vivenciarla mejor y mejorar sus resultados)
y empodera a los sujetos que realizan la sistematización.
Según Jara, plantea tres aportes que realiza la sistematización a las prácticas: 1) tener una
comprensión más profunda de la experiencia, 2) Compartir con otros prácticas similares las
enseñanzas surgidas de la experiencia y 3) Aportar a la reflexión teórica conocimientos surgidos de
prácticas sociales concretas.
¿Quiénes sistematizan las prácticas?
Existen tres modalidades de sistematización según los sujetos que la realizan:
> Personas que participan o participaron de la práctica, quienes se formulan preguntas y están
interesados en comprender y mejorar la práctica.
> Un equipo de sujetos que participaron de la práctica con personas externas que asesoran,
apoyan o facilitan el proceso.
> Unas personas externas contratadas o interesadas en sistematizar una práctica concreta,
quienes vivenciaron la práctica actúan como informantes y puede apoyar los contactos con
personas claves para la reconstrucción de la práctica.
¿Cuáles son los enfoques de la sistematización?
Estos enfoques constituyen los respaldos epistemológicos de la sistematización:
> Holístico dialéctico: la experiencia hace parte de la práctica social e histórica, dinámica,
compleja.
> Dialógico e interactivo: experiencias como espacio de interacción, comunicación y relación.
> Deconstructivo: la sistematización como una intervención que permite entrar en la voz, en la
autoconciencia institucional y los imaginarios.
> Reflexividad y construcción de la experiencia humana: la sistematización se vincula a la resolución
de problemas permitiendo hacer frentes a desafíos del contexto.
> Hermenéutica: la sistematización es una labor interpretativa de los sujetos de la práctica.
> Histórico hermenéutico:
¿Cómo es el proceso de sistematización?
Una práctica se sistematiza durante el proceso de desarrollo o una vez finalizada; el proceso
metodológico de las prácticas tiene algunas de estas secuencias:
 Describirlas
 Problematizarlas
 Traducirlas
 Interpretarlas
 Comprenderlas
 Proponer acciones
 Actuar

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¿Cuál es el objeto de sistematización que se sistematiza?
Nos referimos con sistematización de prácticas tanto de intervención o de investigación. Desde el
Taller permanente del Perú, las prácticas son entendidas como actividad intencionada y acciones
de sujetos, con diversas vivencias, la persona parte de una situación sobre la cual esta
interviniendo y que está conociendo.
Entre los componentes de una práctica se encuentran los sujetos, contextos, intencionalidad,
referentes políticos, conceptuales y culturales, los contenidos de información que circulan y los
resultados o productos que producen las prácticas.
ASOCIACIÓN DE PROYECTOS COMUNITARIOS: Territorio v cartografía social
El territorio es un espacio cultural, donde se conjuga hombre y naturaleza, con diversidad y
multiplicidad de etnias y pueblos, culturas, conocimientos, saberes y prácticas, en continua
interrelación.
La cartografía social es una herramienta metodológica de gran ayuda para el análisis del entorno;
es un acercamiento de la comunidad a su espacio geográfico, socioeconómico, histórico —
cultural.
Se pueden elaborar mapas del pasado, presente y futuro, vitales para un desarrollo participativo.
La cartografía social permite conocer una realidad con participación comunitaria, reafirma la
pertenencia a un territorio y despierta un interés por la solución de los problemas.
Hay que partir del territorio para reafirmar la pertenencia de la comunidad y encontrar un punto
de vista para interpretar las opciones del desarrollo, que las instituciones ofrecen. La cartografía
social nos ayuda a ese propósito de conocer mejor el barrio y dar mayor sentido de pertenencia a
sus habitantes por el espacio que ocupan, que viven.
Los mapas del pasado permiten reconocer los cambios que han tenido el contexto y rescatar la
memoria colectiva de los habitantes; los mapas del presente permiten mirar la situación actual de
la localidad y los mapas del futuro o mapas de sueño es lo que queremos de cómo sea nuestro
barrio.
En otra etapa hay que elaborar mapas temáticos que permiten un mayor conocimiento del
entorno (según los temas y los tiempos que se vayan a trabajar): mapas administrativos e
infraestructura!, mapa ecológico - económico, mapa de red de relaciones, mapa de conflictos.
Cartografía social para la investigación participativa
La metodología tiene los fundamentos conceptuales de la investigación - acción - participativa,
basados en el territorio como elemento fundamental de la metodología.
En la investigación de la cartografía social, la comunidad es partícipe de la investigación, aporta sus
saberes y experiencias al tiempo que recibe de las demás.
La participación se entiende como un proceso permanente de construcción social alrededor de
conocimientos, experiencias y propuestas de transformaciones para el desarrollo; la participación
debe ser activa, organizada, eficiente y decisiva; debe darse en un marco de diálogo de saberes,
planeado en la estrategia.
La acción significa que el conocimiento de una realidad permite actuar sobre ella, y en gran
medida la validez de éste se origina y se puede comprobar en la acción.
La sistematización es entendida como la simple recopilación de datos de la experiencia que apunta
a su ordenamiento, a encontrar las relaciones entre ellos y a descubrir la coherencia interna de

111
los,procesós instaurados en la práctica. G la sistematización es una construcción de conóbimiento.
La cartografía social parte de Reconocer en la investigación que el conocimiento es
esencialmente un producto social y se construye en un proceso de relación.
¿Cómo construimos nuestros mapas?
El mapa da una idea de quiénes somos, qué tenemos, qué hemos perdido y qué queremos; es una
construcción colectiva donde la mayor ganancia es la recuperación y transmisión de saberes sobre
el territorio de una comunidad u organización.
> Mapa administrativo e infraestructural: se dibujará el territorio de las organizaciones, definiendo
las divisiones políticas y / o administrativas, caminos y carreteras, ríos y quebradas, iglesias,
organizaciones comunitarias, instituciones, infraestructura de educación, salud, telefonía, lugares
de referencia, etc.
> Mapa económico ecológico: recolección de información sobre las prácticas productoras (cultivos,
espacios menores, pastos, caza, pesca) y un inventario de los recursos naturales con lo que
contamos.
> Mapa de red de relaciones: podremos ver dónde nos movemos, con quién nos relacionamos,
tradiciones sobre el territorio; esta parte es muy descriptiva, así que se necesita exactitud en la
ubicación de los sitios.
> Mapa de conflictos: muestra tos conflictos que se presentan en nuestro territorio a distinto
nivel: población - población, población - Estado, Población - capital, población - naturaleza.
¿Qué son los proyectos?
Son actividades, proceso o acciones concretas que tenemos que hacer para que el mapa del futuro
sea una realidad.
Los proyectos identificados en el mapa del futuro se pueden clasificar en las siguientes formas:
qué es posible, qué es urgente y qué es importante.
Concluyendo
Los mapas sociales o cartografías son una herramienta vital para el conocimiento comunitario de
su propia realidad. La comunidad estará en libertad de decidir con quién comparten o restringen la
información y su uso en la elaboración y gestión de proyectos.

CARDOSO. NELSON: La Comunicación desde una perspectiva de comunicación


comunitaria
La comunicación comunitaria nace bajo un sesgo liberador.
Nuestro mirador: la comunicación comunitaria
Una definición de comunicación comunitaria es producto de una verdadera praxis, un cruce de
prácticas y experiencias latinoamericanas con ciertas reflexiones teóricas. Praxis, producto de un
largo proceso de síntesis cultural, social, circunstancial, comunicacional y político, donde han
confluido un conjunto significativo de aportes, teorías o miradas, experiencias, referentes desde el
Marxismo, Escuela de Frankfúrt, Estudios Culturales, Teoría de la Dependencia, Estudios de la
Recepción, Teoría de la Liberación, Paulo Freire, radios y medios alternativos.
Hablar de comunicación comunitaria es referirse a una reciente historia de cruces teóricos con
experiencias práctica en América Latina, a partir de una mirada crítica y alternativa a la noción
tradicional dominante sobre la comunicación, generada en contraposición a un modelo
comunicacional hegemónico, autoritario y represivo, perpetuado sobre el orden jerárquico, de
explotación, control ideológico para mantener sistemas sociales desiguales e injustos.

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¿Qué entendemos por comunicación?
> Dimensión comunicativa: el paradigma clásico y hegemónico acerca del campo de la
comunicación (propio de la modernidad), reduce el fenómeno de la comunicación meramente a
un aspecto tecnológico: la comunicación = medios de comunicación. Para Humberto Maturana, la
comunicación expresa una relación en el nivel del lenguaje entre decir - hacer - sentir, la
comunicación exige que se pongan en juego las palabras y sus significados pero asociadas a los
sentimientos que se generan en el encuentro con las personas, sentimientos que le debe dar al
lenguaje una intencionalidad en la que reside la riqueza de las interacciones comunicativas.
Lenguaje y comunicación comunitaria son dos productos prácticamente indivisibles, dos caras de
una misma moneda; el lenguaje es el productor de sentido y es a partir de los intercambios
comunicativos que se producen, transmiten y negocian significados, saberes y puntos de vistas. En
los barrios, en el campo, en las organizaciones, en las ciudades, las experiencias comunicativas
comunitarias son espacios de encuentros.
> Dimensión político cultural: la comunicación comunitaria tiene sus raíces en las radios
educativas, católicas y mineras de América Latina, la Educación Popular y la Teología dé la
Liberación; todas ellas iniciativas defensoras de los intereses de las clases trabajadoras y
amplificadoras de sus voces; estas experiencias tuvieron un rol central en la educación y formación
de los habitantes: los sectores populares tomaron conciencia de las razones estructúrales de su
pobreza y explotación; se constituyeron como medios al servicio de la alfabetización, campañas
sociales, de salud, de promoción del desarrollo. Vivimos inmerso en una cultura de la
fragmentación, una encrucijada cultural que prioriza el sálvese quien pueda. Desde un punto de
vista político cultural, las experiencias de comunicación comunitaria en América Latina nacen
como verdaderas iniciativas contra hegemónicas, a contra pelo de la industria cultural al servicio
de un orden social injusto, explotador y excluyente. La comunicación comunitaria es para otra
industria cultural.
En síntesis...
Entendemos a la comunicación como un fenómeno, antes que mediático y tecnológico,
antropológico, social y humano. Los procesos de comunicación circulan ininterrumpidamente en
múltiples escenarios cotidianamente: en la calle, en las instituciones, en los hogares, en los
medios, en los barrios.
La comunicación humana es un complejo proceso de interacción, intercambio, encuentro,
participación, producción de sentido, creación, común — unión - comunidad, democratización y
derecho humano.
La comunicación no puede ser vista como algo separado de lo cultural y lo político, como algo
incontaminado.
Las experiencias en comunicación comunitaria surgían como rasgo de la promoción de procesos
de comunicación participativa, dialógica y alternativa, en el sentido de que avalan y permiten la
expresión de otras voces más allá de los dominantes.
Se trata de cómo los procesos de comunicación pueden estar al servicio de la liberación de los
oprimidos y no favoreciendo procesos de dominación, explotación y exclusión.

Unidad V

113
Perdomo. Gloria: El investigador comunitario: cientifico imparcial o
gestor de cambio social?
Es posible identificar algunos perfiles más característicos de nuestros estudios en el ámbito
comunitario, bajo las siguientes denominaciones:
 El investigador se hace activista: se caracteriza por su activismo incesante, inmediatista, sin
mayores espacios para una reflexión atenta acerca de los procesos grupales que se generan en
ellos; no tiene fácil cabida el interés por el conocimiento o el aprendizaje. Quien quiere investigar
debe comenzar por convencer a los activistas vecinales acerca de las ventajas que la indagación
teórica podría reportar. Los estudios sobre comunidad son diseñados con un estilo participativo,
teniendo en cuenta las metas vigentes en la situación social que analizan. Uno de los problemas es
que el investigador se ve fácilmente involucrado en una dinámica de trabajo absorbente, en la que
un asunto resuelto plantea nuevos problemas o inquietudes que hay que atender muy pronto.
Otra dificultad reside en que el investigador asume una postura positivista transformándose en un
lugar de cierto saber que solo es propiedad de algunos pocos.
 El investigador como especialista: la investigación comunitaria se asume como un estudio de la
comunidad que realiza el profesional (o equipo de profesionales), capacitado o experto en asuntos
organizativos, políticos, grupales, entre otros vinculados a experiencias de índole comunitaria. La
investigación se presenta como una actividad objetiva, imparcial, que es capaz de reconocer
(desde el punto de vista externo) las limitaciones, fallas o los alcances de la realidad que estudia. El
investigador decide en cada caso como si será un observador a distancia o tendrá algún grado de
participación en la situación social de la que analiza, pero lo que diferencia su postura es su
consideración de los métodos de estudio como instrumentos neutros en manos del técnico
rigurosamente entrenado en su elaboración, aplicación y análisis. Los objetivos de la investigación
están orientados hacia fines académicos.
 El investigador se convierte en pueblo: se trata de una variante del investigador activista, donde
el activismo aparece expresado como una elección de postura ideológica, el fundamento a priori
del trabajo es la defensa irrenunciable de los intereses del pueblo, por lo que su único criterio de
verdad parece ser lo que es propio a las clases populares. Vestir o hablar en el comportamiento
cotidiano de la población que estudia Se identifica con los problemas y las necesidades de las
clases trabajadores, la investigación está orientada por una postura materialista y los propósitos
son los de favorecer la posición del quehacer político, se trata de una investigación para la
comunidad o sobre ella y no con ella. El investigador primero es militante y después se acerca a la
investigación como un medio para intervenir en determinado proceso social Esta investigación se
denomina populista. Al investigador que quiere ser la voz del pueblo debe exigirle su aporte
educativo.
 El concientizador de la comunidad: es contrario a la postura de Paulo Freire donde se busca un
espacio de reflexión, el examen de la experiencia y el intercambio de opinión; todo lo contrario, se
trata de una práctica de invasión cultural a las comunidades particularmente las de menores
recursos económicos. Hay una renuncia a procurar un acercamiento o encuentro con las creencias,
valores y prácticas de la población, calificando de autogestión a experiencias grupales en los que la
participación se manipula y se dirige hacia los objetivos previamente establecidos por el
facilitador. En este modelo la práctica de la investigación comunitaria es una farsa.
La responsabilidad social del investigador comunitario
No se puede asumir la investigación comunitaria como práctica turística o como un paso en la
realización de una tesis de grado en la que solo se requiere a los habitantes del vecindario como

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fuente de información.
Conocer la comunidad supone no sólo ser sensible a sus expresiones, se trata también de un
proceso interactivo que relaciona al individuo o grupo que investiga con la población a la que
aspira conocer.
El resultado del trabajo es un conocimiento en perspectivas, socialmente situado y cuyos límites
de objetividad se establecen a partir de la explicitación inicial de los supuestos teóricos y el
contexto histórico desde el cual se reporta la investigación.
El investigador no sólo explicita su epistemología, sino que también clarifica su opción política
acerca de la ciencia y del mundo en que vive.
Se propone que el proceso de investigación sea una experiencia de autogestión comunitaria cada
vez más participativa, más formativa para quienes participan en ella y mucho más honesta como
ejercicio intelectual.
Una tarea imperiosa es el diseño de estrategias de investigación que favorezcan los máximos
niveles de participación en todos los pasos del proceso científico (no sólo en el momento de
aplicar las encuestas).
El investigador le toca cumplir con su responsabilidad de proponer una experiencia educativa que
propicie la sociogestión del conocimiento y de la acción comunitaria por la población con la cual
trabaja. El investigador le toca ser una analista del proceso comunitario en el que participa, ser un
pedagogo de la metodología al servicio de las necesidades comunitarias. El investigador participa
en un proceso de mutuo aprendizaje en el que procura el punto de vista del hombre común acerca
de la realidad cotidiana, a la vez que lo capacita acerca de sus supuestos, objetivos y métodos de
investigación.

SÁNCHEZ. EUCLIDES: La psicología social comunitaria: repensando la


disciplina desde la comunidad
Introducción
En la psicología social se propone como alternativa la teoría crítica y el constructivismo social.
Psicología Social Comunitaria ¿sólo de comunidades urbanas pobres?
La labor del psicólogo social o comunitario se parece un poco al del trabajador social. La psicología
social comunitaria podría abrir su campo de actuación hacia el estudio de problemática social en
otros niveles de la sociedad como lo son los estratos medios.
La comunidad rural y la comunidad indígena, por otra parte, pocas veces forma parte de las
investigaciones de la psicología social comunitaria.
Abrirse hacia otras comunidades puede tener efectos interesantes en el desarrollo de la Psicología
Social Comunitaria: por una parte ampliaría la escala social de actuación al promover el cambio de
condiciones sociales que afectan a los grupos de diferentes niveles socioeconómicos y culturas y,
por otra, al extender el objeto de acción, crea las condiciones para que las teorizaciones que se
construyan sean conceptualizaciones sobre un objeto de mayor complejidad y diversidad del que
hasta ahora está tomando en cuenta.
La detección de las necesidades en la comunidad ¿Cuáles necesidades?
Una etapa importante del trabajo del psicólogo social comunitario en la comunidad es la
identificación de las necesidades; fase en la cual se recoge información sobre la problemática que
enfrenta el grupo, que luego sirve de base para la planificación de los siguientes pasos que

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componen el proceso de intervención en la comunidad.
La identificación de las necesidades tiene el riesgo de que pueda focalizarse en dificultades que
por su saliencia o urgencia, sobre todo en comunidades pobres, pueden ocultar otras de igual
importancia.
La importancia de las necesidades variará en función del contexto particular.
Otro aspecto importante es la distinción entre necesidades normativas y las sentidas; las primeras
se refieren a las que establece el psicólogo u otro experto y las segundas a las que son definidas
por la gente misma. La calificación de una necesidad como sentida por la comunidad no está
vinculada necesariamente con la importancia social que a primera vista puede atribuirse.
Wicker y Sommer proponen el modelo de investigador residente en la comunidad según la cual la
residencia del psicólogo en el contexto comunitario permitirá que su labor de investigación
científica y de intervención se adecué a las características del colectivo.
Para Moreno la labor del psicólogo social comunitario se la concibe dentro de un contexto de
participación en la comunidad, proceso que conlleva involucramiento, implicancia del psicólogo en
la vida comunitaria.
La participación comunitaria son acciones, acciones de influencia en la toma de decisiones y es
también reflexión sobre la participación misma en la que se involucra la comunidad y el
investigador.
La vinculación del psicólogo social comunitario y la comunidad ¿Un vínculo temporal o continuo?
Se destaca el deseo que se manifiesta por la extensión de la relación del psicólogo social
comunitario, más allá de la finalización de un proyecto en que ambos se involucran, aun cuando se
acepta que la involucración no tenga intensidad original. Esta expectativa contrasta con la actitud
tradicional de la psicología aplicada, en el cual el vínculo del psicólogo con él cliente o usuario
concluye con la finalización de la demanda de servicio que motivó el contacto entre ambas.
El interés en el mantenimiento del vínculo tiene varios motivos:
 La continuidad es vista como expresión de pertenencia del psicólogo a la comunidad que se
crea o desarrolla durante el trabajo
 La continuidad constituye una especie de garantía de accesibilidad de la comunidad al
psicólogo social comunitario.
 El afecto, la amistad que se crea.
Rol del psicólogo social comunitario ¿Facilitador de qué?
Es notable el rechazo a una actuación profesional del psicólogo a través de la cual se limite a la
acción de la gente en la solución de sus problemas.
El psicólogo social comunitario es concebido como alguien que mediante su mediación facilita el
abordaje de los problemas. El psicólogo es un facilitador de:
 De observación para entender el contexto de la comunidad.
 Proveedor de instrumentos o herramientas que promuevan la gestión de la comunidad.
 Conceptualizador de las experiencias de las personas.
 Propiciador de la comunicación entre los participantes
 Interrogador problematizador prudente de las situaciones
El conocimiento de la ψ social comunitaria ¿Complemento del conocimiento de la gente?
El conocimiento de la psicología social comunitaria debe adaptarse al contexto de estudio en
función de las experiencias o vivencias de las personas. La relación entre conocimiento científico
con el conocimiento del sentido común es de complementariedad.

116
Conocimiento producido ¿Autoría de quién?
El trabajo de la comunidad es un trabajo colectivo y la autoría es colectiva, es decir, de la
comunidad.
En la psicología social comunitaria, el participante tiene un papel importante en la producción del
conocimiento, aportando experiencias sobre las cuales se basan las reflexiones de la disciplina,
interviene en conceptos que resultan de su propio trabajo intelectual; estamos frente a una tarea
d coproducción que demanda reconsiderar la noción tradicional de un solo autor.
La comunidad debe decidir previamente con el psicólogo social comunitario la forma de autoría de
los productos.
A modo de cierre
 La necesidad de complejizar el objeto de estudio de la psicología social comunitaria tanto a
través de la incorporación de otra clase de comunidades en sus indagaciones, como la atención a
aquellas necesidades de la comunidad que son menos evidentes, que conduce a la producción de
teorizaciones de mayor sofisticación de lo que hasta ahora se ha elaborado en la psicología social
comunitaria.
 La vinculación de la psicología social comunitaria con la comunidad debe ser definida en
términos de continuidad para garantizar el seguimiento de los procesos desarrollados y el
mantenimiento de los nexos construidos.
 La especificación de las dimensiones de facilitación de la comunidad por el psicólogo social
comunitario servirá para entender su papel de facilitador y para hacer más eficiente su
capacitación.
 Se debe continuar el debate sobre la relación entre conocimiento de la psicología social
comunitaria y el conocimiento de los integrantes de la comunidad.
 El reconocimiento de las contribuciones de la comunidad a los productos de conocimiento es
un asunto ético que no se debe soslayar.

Plaza -Rodigou: Características del trabajo comunitario y el quehacer


del psicólogo comunitario en la ciudad de Córdoba. Argentina
Introducción
Las reconstrucciones históricas de la configuración del campo de la psicología comunitaria han
llamado la atención acerca de la relación entre el contexto socio histórico, Estado y el desarrollo
disciplinario y el rol d los profesionales e intelectuales.
Este campo en Latinoamérica se puede distinguir dos grandes líneas:
 La integración de los sectores marginales: a partir del acceso de servicios estatales y al mundo
del trabajo.
 La participación de los sectores excluidos: en la construcción de sus formas de vida.
Se pueden reconocer abordajes disciplinarios que se refieren a las ciencias de la salud o al campo
de las ciencias sociales y en tensión con las dos líneas descriptas. En nuestro contexto nacional, la
psicología comunitaria ha sufrido un retraso como práctica teórica y empírica, en comparación con
lo ocurrido en otros países latinoamericanos; se señalan como obstáculo central para este
desarrollo una vida política institucional signada por dictaduras militares y el sesgo profundo que
sobre la práctica del psicólogo produjo la impronta masiva del psicoanálisis. Luego de la última
dictadura, se reanudan trabajos comunitarios que habían sido interrumpidos como práctica social
de esta.
Antecedentes
Se han destacado distintos modelos de intervención, a partir de una serie de aspectos: problema
abordado, estrategias de intervención, diseño de intervención, procedimientos de abordaje,

117
puesta en práctica de intervenciones, evaluación y rol del psicólogo.
Entre las características que debe poseer el psicólogo es tolerancia frente a la adversidad, trabajar
con recursos variados y cambiantes, comprometerse con los riesgos.
Marco teórico
El Estado ha tenido un gran protagonismo en el trabajo comunitario, ya que la mayoría de las
intervenciones parte de él o en el proceso logran que el Estado destine recursos; un caso claro es
la actual relación del Estado con la financiación de programas que son diseñados por él y
ejecutados por las ONGs.
El sector público (área salud, salud mental) es impactado en este nuevo orden, con políticas que se
dirigen a la restricción y privatización y / o terciarización y / o gerenciamiento de los servicios
públicos, con disminución del presupuesto, implementación de políticas focalizadas, reorientación
de la política hacia lo biomédico, incidiendo en las condiciones y en los haceres en el campo
social / comunitario.
Metodología
El diseño de la investigación se planteó como un estudio descriptivo, incluyendo en su tratamiento
aspectos cualitativos y cuantitativos. La población objeto de la investigación fueron los equipos de
trabajos comunitarios y los criterios de inclusión se refieren a aquellos equipos que hacen trabajo
comunitario y en la ciudad de Córdoba. La muestra estaba conformada por equipos de salud
estatales, de distintas jurisdicciones, ONGs autodenominadas “promoción social”, “Desarrollo
comunitario”, de “Educación popular” y la Universidad pública, a través de Cátedras de distintas
facultades / escuelas de la UNC que realizan actividades de extensión.
Se utilizó como instrumento de recolección de datos una entrevista semiestructurada,
administrada en forma personal y en el lugar de trabajo de los entrevistados, realizada en dos
sesiones.
Conclusiones
Hablar del quehacer del psicólogo comunitario remite a pensar un campo de conocimiento y de
intervención en la realidad, ya que ambos, quehacer y campo son construidos mutuamente en el
interjuego con las demandas socio históricas.
Los resultados de la investigación coinciden en señalar fuertemente el contexto actual del trabajo
comunitario, trabajo que se reinicia, luego de la dictadura militar, dentro de una ideología de la
participación promulgada desde distintos sectores de la sociedad y particularmente desde el
Estado; sin alcanzar a construirse con fuerza ni en los sectores poblacionales ni en los distintos
equipos profesionales, se ha debilitado y se ha ausentado en la actualidad.
La participación figura solamente en lo nominal y los trabajadores comunitarios se han refugiado
en el ámbito institucional. Aquí nos encontramos con un psicólogo comunitario desde la
perspectiva de la psicología de la comunidad y no como psicólogo comunitario.
Uno de los desafíos que se nos presenta es repensar nuestro quehacer desde el interrogante ¿Qué
hacer? Remitiéndonos en tanto interrogante de la acción, a la ética y a la intencionalidad de
nuestro trabajo. Qué hacer que debe ser compartido con otros compañeros de camino.
Otro desafío es pensar los lugares de formación del psicólogo comunitario y, en este sentido, el
ámbito universitario es el primero y brinda una matriz fundante para la intervención de este
psicólogo.
Otro núcleo de resistencia a una concepción de la psicología comunitaria es la que apunta a
acompañar y favorecer procesos organizativos comunitarios, que permitan a los sujetos
apropiarse del conocimiento y del poder históricamente expropiado; es decir, una psicología
comunitaria que ingrese explícitamente una opción política.

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Sanchez Vidal. Alpidio: Manual de Psicología Comunitaria. Capítulo 10:
El Papel Psicológico - comunitario: contenido funcional y desempeño
A pesar de ser un campo eminentemente práctico, la Psicología Comunitaria ha prestado poca
atención al papel psicológico comunitario, atención que, además de limitada, ha tenido un
carácter pragmático y ateórico.
El papel como puente psicosocial entre teoría y praxis
El papel práctico es un conjunto integrado de respuestas a las demandas funcionales que aborda
el practicante. Además de ese catálogo de funciones (lo que hace el practicante), el papel es
núcleo de la identidad social (lo que es), algo tan importante para el desempeño del papel. El
conjunto de funciones forma el conocimiento técnico del papel, que incluye, además, las
condiciones y proceso de desempeño en un contexto social concreto.
Al sintetizar los aspectos teóricos y metodológicos aplicables, el papel tiende un puente entre
teoría y praxis y es una bisagra psicosocial que articula lo que se hace (función social) y lo que es
(identidad psicológica), la vocación personal y las necesidades sociales.
Características diferenciales
Puede ser visto como un referente social y fuente de valor personal, como expresión de una
relación contractual con la sociedad y los clientes que conllevan importantes responsabilidades
éticas y como referencia última para la formación del practicante.
Contenido: ingredientes
A diferencia de los papeles individuales tradicionales, el papel psico- comunitario está aún en
construcción y es más complejo y diverso por la mayor heterogeneidad de casos y situaciones
afrontados, que exigen un enfoque más generalista y flexible por un lado y más indirecto al buscar
facilitar el cambio de los otros colaborando con ellos y tratando de activarlas socialmente
ejerciendo así, formas más indirectas de influencia social.
Tareas y papeles en la solución de conflictos
Las funciones generales del cambio social son cuatro:
 Desarrollo personal y social
 Solución del conflicto social
 Fomento de la justicia distributiva
 Paliación del sufrimiento personal
Al ejercer estas funciones, el practicante puede adoptar tres formas de relación genéricas:
o Experta o clientelar
o De colaboración con el cliente
o De abogacía social respecto a él / ella.
Propuesta sintética: componentes básicos del papel socio- comunitario
Pueden resumirse en siete componentes o funciones:
 Análisis de situaciones y sistemas sociales desde el punto de vista de un tema o problema
específico y evaluación de éste.
 Diseño y organización de programas de cambio social según la evaluación inicial.
 Educación de y consulta con, comunidades y colectivos sociales.
 Negociación, mediación y relación con los grupos y personas sociales clave.
 Abogacía social de los más indefensos.
 Organización comunitaria de aquellos grupos con poder y recursos potenciales para defender

119
sus intereses con ayuda externa.
 El desarrollo de recursos humanos y comunitarios.
Las tres últimas funciones son las más específicamente comunitarias, siendo el resto más
genéricamente sociales.
Contenidos psicosociales
Aspectos más psicosociales del papel socio-comunitario son:
> La dinamización y activación social.
> El desarrollo humano (como concepto global y en algunos de sus determinantes).
> La inducción de la conciencia de que el cambio es posible.
> La inducción del poder personal para llevar ese cambio.
> La racionalización de procesos de socialización.
> El diseño y realización (multidisciplinar) de programas de instituciones pensadas para satisfacer
aspiraciones humanas y corregir problemas colectivos.
> La modulación de valores sociales con el mismo fin y el diseño de modelos sociales de
comportamiento para colectivos con déficit de valor y significado.
Desempeño de rol: condicionantes y conflictos
El desempeño del papel psico-comunitario y su contenido, se define desde las polaridades de
antiprofesionalismo, resistencias internas y externas a su introducción, frente a otros papeles
establecidos, tensión entre papel mandado (prescripto) y real (descriptivo) y entre saber científico
y técnico y poder y prestigio social del gremio de pertenencia.
Se han comenzado a identificar los factores relevantes para el desempeño del papel práctico en:
 La dinámica del cambio social (objetivos perseguidos, proceso y contexto).
 El contexto comunitario (normas culturales, necesidades colectivas, etc.).
 Los aspectos organizativos del trabajo (tradiciones, complejidad organizativa, etc.
 Las características personales del practicante: personalidad, formación, percepción,
orientación valorativa, capacidad de relación).
El conflicto del rol apenas ha sido estudiado en el campo comunitario. Cuatro alternativas
emergentes de solución son:
> Seleccionar un papel posible frente al resto.
> Alcanzar un compromiso entre las expectativas de los diversos grupos
> Retirarse de la situación conflictiva
> Interiorizar el conflicto
Estas dos últimas opciones son técnica y éticamente cuestionables.

“La dimensión ética en el trabajo con grupos y comunidades” Dobles


Oropeza 2004
El trabajo que se desarrolla desde la Psicología con comunidades y grupos es la realidad de
América Latina y otros países pobres del mundo. Más bien, el trabajo con grupos y comunidades
se desarrolla en escenarios conflictivos, con intereses sociales contrapuestos e ideologizaciones.
América Latina del nuevo milenio sigue siendo un territorio de grandes contrastes; es un territorio
de crecientes exclusiones, de pobreza estructural agudizada y de ejercicios muy cuestionables del
poder en función de los intereses de grupos minoritarios. No es casual, en la era de la
“democratización decretada” que se den tantas muestras de incredulidad, escepticismo e
indiferencia de los pobladores ante las instituciones político- electorales.
Aunque muchos psicólogos/as la expectativa de trabajar con sectores populares (hacer “psicología
de pobres”, se ha dicho despectivamente) será a lo sumo un episodio pasajero y molesto en la

120
experiencia de formación universitaria, y se hallarán mucho más cómodos en el reparto de
intimidades filtradas socialmente.
En la actualidad es interesante prestar atención a lo que parece ser la configuración de nuevos
sujetos sociales; está por verse si la psicología tiene algo que ofrecer y aportar en este ciclo de
resistencia contra el neoliberalismo “deshumanizante”, es una tarea urgente discutir la
imbricación entre los proyectos micros en que pueden estar involucrados quienes trabajan en
psicología y los proyectos macros que se dirimen en políticas públicas, sobre todo cuando se trata
de estados que tienen mayor inspiración y vocación popular.
En el caso de la Psicología, ¿a qué concepciones pueden responder las acciones de los
psicólogos/as?
1. La atribución de responsabilidad por el problema y,
2. La atribución de responsabilidad por la solución del problema.
Así se distinguen 4 modelos:
1) Modelo médico por excelencia (deshumanizar a los sujetos, los cosifican)
2) Modelo moral, donde se considera que los pobres quieren serlo, y la única manera de salir de la
pobreza sería “esforzarse”, “trabajar” sin considerar las condiciones estructurales en que se dan
los fenómenos.
3) Modelo del iluminismo. Se presenta como un paradigma, donde los expertos iluminan,
enriquecen a los sujetos transmitiendoles información a los pobres, por ej técnicas empresariales.
4) Modelo responsable, donde la gente es responsable de las soluciones a sus problemas, pero no
de los mismos. Así se evitaría la estigmatización y se movilizaría a la gente como elemento crucial
en el logro de cambios.
Maritza Montero consideraba a mediados de los 80 el panorama de la Psicología Social
Comunitaria latinoamericana con los siguientes rasgos:
1. Posee una perspectiva holística sobre los problemas.
2. Rechazo del modelo médico
3. Énfasis en el cambio social
4. El cambio individual y social como meta
5. Cambio social acompañado de la producción de saber, juntando el saber científico y el saber
popular.
6. Fomento de procesos de empoderamiento y creaciones de redes.
7. Concibe a los pobladores como “actores sociales” y no como “sujetos de investigación”
8. Los psicólogos como agentes externos, catalizadores del cambio.
9. Una perspectiva ecológica
10. La investigación como forma de intervención y la intervención como forma de organización
11. Tiene carácter político, generación de normas, distribución de y sus colaboradores han
caracterizado la relación entre etc.
Las tareas de una psicología comprometida radicarían más bien en buscar las vías, con los
pobladores, para “potenciar las virtudes populares” Maritza Montero sentencia de que a fin de
cuentas un criterio ineludible de éxito de intervenciones comunitarias radica en que los
investigadores se vuelvan prescindibles.
¿Cuál es el papel del agente externo? si partimos de que la investigación participativa, como
conjunción de teoría- práctica y disolvente de relaciones preestablecidas de poder según el saber
es una herramienta válida para avanzar en procesos colectivos de transformación de la realidad,
hay que considerar la siguiente advertencia: “de que investigación participativa implica ante todo
producción de saber, un saber eso si derivado de la praxis. El psicólogo- investigador no puede
diluirse pretendiendo que es un poblador “más” ignorando su propio bagaje, sino que tiene que
convertirse en interlocutor dialógico de quienes deben transformar su propia realidad. En esta
interacción se irán definiendo nuevas modalidades de aprehensión de la realidad y de actuaciones

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colectivas. Tampoco puede, por el otro lado, convertirse en el “vocero” de los desposeídos,
porque esto atenta también contra la autonomía que se desea promover.
Por último, debemos prestar atención a la forma en que se insertan los profesionales en la
situación grupal o comunal; es decir, la relación entre la forma de inserción y la situación
preexistente en el grupo o la comunidad.
Siguiendo a Prilletensky, es que los psicólogos/as deben explicitar, en sus propuestas de inserción,
con sus agentes e interlocutores, y que con sus condiciones necesarias, propuestas de
redistribución de recursos y de mayor equidad. No basta, entonces, con consideraciones acerca de
lograr mayor autonomía y participación, si no se aborda también el espinoso tema, ignorado casi
por completo por psicología, de procurar mayor equidad social en las intervenciones psicosociales.

Gezmet y Sánchez Oagun (2014)➔ La vinculación universidad- sociedad.


Modelos de extensión y características de las interacciones
Estamos en condiciones de afirmar, a partir del desarrollo de la evolución histórica crítica de la
extensión universitaria que hemos realizado, que podemos distinguir en cada momento histórico
distintas concepciones de extensión, las que implican relaciones diferentes de la universidad con la
sociedad, sus organizaciones e instituciones, así como diferentes valoraciones en torno a la
universidad, al saber y a la relación que se establece entre ésta y los diferentes sectores de la
sociedad involucrados.
❖ MODELO TRADICIONAL O DE DIVULGACIÓN:
Este modelo puede identificarse desde el inicio de la función de extensión como misión social de la
universidad, reconociendo la influencia positivista, presente como modelo hegemónico hasta la
década `60. Gonzalez y Gonzalez describe al modelo tradicional como aquel en que la extensión,
desde una universidad iluminista “es fuente de conocimiento y saberes, y desde este lugar se
vincula con algunos sectores con su carácter más bien de dador a receptor y de manera
especialmente unidireccional. Relación del saber institucionalizado dirigiéndose a quien no lo
posee”.
❖ MODELO CONCIENTIZADOR: emana de las ideas de la izquierda latinoamericana, enriquecidas
por el pensamiento de Paulo Freire. Claramente, en las universidades argentinas pueden
identificarse, en un período muy corto que va desde mediados de la década `60 hasta principios de
la década `70. Si bien no podemos afirmar que haya sido un modelo hegemónico, en nuestra
universidad por lo menos, es importante incluirlo porque a partir de él se realizan críticas al
modelo anterior, y además, porque es la fuente epistemológica que permite pensar en lo que hoy
denominamos relación dialógica entre la universidad y la sociedad. Freire introduce la dimensión
política de la educación, entendiendo al acto educativo como transformador y liberador,
“concientizarse significa un despertar la conciencia, un cambio de mentalidad que implica
comprender realista y correctamente la ubicación de uno en la naturaleza y en la sociedad; la
capacidad de analizar críticamente sus causas y consecuencias y establecer comparaciones con
otras situaciones y posibilidades; y una acción eficaz y transformadora” (Sena 2004).
❖ MODELO ECONOMISTA O EMPRESARIAL: En la década `80, y a partir de las indicaciones
propuestas por la Organización Mundial del Comercio, como veíamos en el proceso de
institucionalización de la Extensión Universitaria, la educación en general y la educación superior
en particular, comienza a ser un bien de cambio, una mercancía, y por lo tanto se puede comprar y
vender. Gonzalez y Gonzalez (2003) explican que el rol que les compete a las universidades en este
modelo es el de “soporte científico y técnico del sector productivo y el saber se organiza en
función de la rentabilidad económica, y de la oferta direccionada de la universidad hacia el
mercado, en la que ésta se convierte en una estación de servicio y la extensión se orienta a la
transferencia tecnológica.
❖ MODELO DE DESARROLLO INTEGRAL: Este modelo por Gonzalez y Gonzalez (2003) se inscribe

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en los debates actuales de la extensión universitaria, por lo tanto aquí sólo anticiparemos cómo
definen estos autores al modelo: “La extensión desde una universidad democrática, crítica y
creativa, que parte del concepto de la democratización del saber y asume la función social de
contribuir a la mayor y mejor calidad de vida de la sociedad, desde un diálogo interactivo y
multidireccional con los diferentes actores involucrados en la relación.

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