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a) Imperfecciones derivadas del mercado político.

Nada hace suponer que si los individuos operan


en el sector privado guiados por finalidades egoístas tratando de maximizar su nivel de bienestar,
cuando operen en el sector público vayan a olvidar estos comportamientos y actúen de forma
altruista y desinteresada, en busca del bien común. Frente a los políticos se encuentran, por el
lado de la demanda, los electores, que también pretenden que el sistema político sirva para sus
propios fines, y dado que los recursos son escasos, no todos consiguen su meta, produciéndose así
situaciones de discriminación entre individuos o grupos organizados. En consecuencia, para que el
mercado político reflejara adecuadamente las preferencias del electorado, los electores deberían
estar perfectamente informados y tener seguridad de que obtendrán lo realmente prometido por
la parte oferente; es decir, por los políticos.

b) Ineficiencias en la producción de bienes públicos y sociales. Cuando el sector público se


propone suministrar determinados bienes y servicios a los ciudadanos (producción de bienes
básicos o fabricación de productos industriales para lograr el desarrollo o la autonomía frente a
otros países; construcción de viviendas; etc.), suele enfrentarse —como mínimo— con tres
problemas. El primero es que siempre resulta muy difícil definir el tipo y la cantidad de
bienes/servicios que deberá suministrar, por lo que suelen producirse desajustes; el segundo es el
aumento de la burocracia y del número de empleados dependientes del sector público que
normalmente acompaña este tipo de iniciativas; y el tercero, que el sector público —y en concreto
el funcionariado— no siempre está bien preparado para gestionar eficazmente las empresas
públicas, y además, al no tener como objetivo conseguir beneficios, con frecuencia se producen
despilfarros y excesos en costes no directamente productivos ni necesarios. En definitiva, no faltan
ejemplos en los que los bienes y servicios públicos se producen realmente a costes muy elevados
para la sociedad y con claras ineficiencias.

c) Dificultades en el control de los monopolios naturales, ya que —en la práctica— es muy difícil
conocer cuál es el coste marginal de los servicios que prestan, para poder determinar
adecuadamente unos precios políticos o unas subvenciones. Cuando se trata de empresas
públicas, los intereses de los burócratas suelen primar a la hora de determinar los precios, de
forma que la Administración, en lugar de defender los intereses de los usuarios, se termina
convirtiendo en abogada de las propuestas de sus propias empresas.

d) Existencia de internalidades, frente a las externalidades generadas en el sector privado. Estas


últimas significan costes y/o beneficios indirectos que no se tenían en cuenta por parte de ciertos
agentes económicos en la toma de decisiones privadas; las internalidades, por el contrario,
suponen que algunos costes y/o beneficios privados son asumidos en la toma de decisiones
públicas.

e) Existencia de externalidades asumidas por los poderes públicos como consecuencia de las
actividades de grupos de presión organizados, que tratan de conseguir y —a veces— con éxito que

los órganos ejecutivos o legislativos apoyen resoluciones que les benefician y de las que no se
conocen los efectos externos que pueden tener para el resto de la sociedad o para determinados
grupos sociales.

f) Ignorancia de los costes reales con los cuales se está operando en la Administración o en los
organismos y empresas dependientes de ella debido a la inexistencia de competencia y del riesgo
de quiebra. Por este motivo es lógico pensar que, a largo plazo, se vaya produciendo un proceso
de aumento de los costes con que operan los diversos departamentos de la Administración.

CAUSAS DEL DESEMPLEO

 La primera causa está dada por las políticas gubernamentales en favor de quienes están
buscando empleo. Cuando el tiempo que tardan los trabajadores en encontrar el trabajo
que mejor se ajusta a sus gustos y a sus cualificaciones se excede de cierto margen, entra a
funcionar el seguro de desempleo que es un programa público que aunque protege la
renta de los trabajadores, aumenta la cantidad de desempleo friccional.
 La segunda causa por la que una economía siempre tiene algún nivel de paro es la
legislación sobre el salario mínimo. Esta legislación, al obligar a pagar a los trabajadores no
cualificados y sin experiencia un salario superior al de equilibrio, eleva la cantidad ofrecida
de trabajo y reduce la demandada. El exceso de trabajo resultante representa desempleo.
 La tercera causa es el poder de mercado de los sindicatos. Cuando éstos consiguen en los
sectores sindicalizados unos salarios superiores a los de equilibrio, crean un exceso de
trabajo.
 La cuarta causa la sugiere la teoría de los salarios de eficiencia. Según esta teoría, a las
empresas les resulta rentable pagar unos salarios superiores a los de equilibrio. Unos
elevados salarios pueden mejorar la salud de los trabajadores, reducir su rotación, mejorar
su calidad y aumentar su esfuerzo.

Otras causas a considerar son:

 La introducción de nuevas tecnologías que desplazan la labor de los trabajadores.


Generalmente porque representan un costo menor y/o una ganancia en la productividad.
Por ejemplo, cuando una máquina robótica puede realizar la misma cantidad de trabajo
que un empleado, pero en menos tiempo y con menos fallos.
 Una insuficiente o deficiente formación de la población económicamente activa. En
ocasiones el mercado laboral demanda fuerza de trabajo en áreas para las cuales las
personas no están preparadas, por ejemplo, en sociedades en las cuales las tasas de
deserción escolar son demasiado altas o el caso actual en el que se requieren personas
con conocimientos en ciencias de la computación tales como inteligencia artificial o redes
neuronales, pero aún las instituciones de educación técnica y superior no adecúan su
currículum para este fin.
 Un bajo crecimiento económico en contraste con un alto crecimiento en la población
económicamente activa también lleva a la generación de una brecha entre el número de
personas buscando emplearse y el número de posiciones a ocupar, esto tiene que ver
directamente con el ciclo económico.
Tipos de desempleo

Se mencionan cuatro tipos básicos de desempleo en la teoría económica laboral, a saber:

 Desempleo clásico. Es el desempleo coyuntural causado por un nivel de salarios reales


excesivo en relación con la productividad marginal de los trabajadores, lo cual disuade su
contratación.
 Desempleo keynesiano. Desempleo resultado de una insuficiencia de la demanda efectiva
de bienes y servicios que hace ociosa (por invendible) la producción adicional que podrían
aportar los trabajadores en el desempleo, lo cual disuade, asimismo, claramente, su
contratación.
 Desempleo friccional. Desempleo normal en cualquier economía, surgido de las fricciones
en el proceso de toma de contacto entre trabajadores y empresas (trabajadores en
tránsito entre dos puestos de trabajo, que buscan un empleo mejor, o trabajadores que se
incorporan a la población activa en busca de su primer empleo).
 Desempleo estructural. Desempleo originado por las diferencias entre las cualificaciones o
localización de la oferta de trabajo y las cualificaciones o localización requeridas por los
empleadores de la misma, esto es, las empresas, para llenar los puestos vacantes.

Además de los anteriores tipos básicos se tienen:

 Desempleo natural. Es el que surge de las fricciones normales y del cambio estructural
cuando no hay desempleo cíclico, es decir, cuando todo el desempleo es por fricción y
estructural.
 Desempleo estacional. Es el caso de actividades en las que durante un periodo del año se
incrementa la demanda laboral y en otro cae sustancialmente, por ejemplo, el turismo,
durante el verano se requieren más empleados en hoteles, restaurantes y centros de
entretenimiento, mientras que en invierno el número de empleados cae drásticamente.
 Desempleo cíclico. Es causado por el estancamiento y reducción de la producción,
consecuencia de la modificación de la demanda, generalmente se presenta en etapas
recesivas del ciclo económico.
 Desempleo encubierto. Un trabajador se encuentra en desempleo encubierto si la renta
que obtiene por su nuevo empleo es menor que la renta que percibía en su empleo
anterior. Es de dos clases: (a) cuando se reduce el número de horas trabajadas y (b)
cuando la tasa de salario real, o el precio unitario del trabajo, es relativamente más bajo.
 Desempleo institucional. Cuando existe un impedimento de carácter legal para laborar.
 Desempleo oculto. Es el que se compone de personas desempleadas que se han
desalentado en su búsqueda laboral y a quienes se clasifica en las mediciones como
inactivos.
 Desempleo voluntario: formado por gente que no está dispuesta a trabajar al salario
vigente.
 Desempleo involuntario: formado por gente que aun estando dispuestos a trabajar al
salario vigente no encuentran un puesto de trabajo disponible.

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