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NUESTRO MAS SINCERO AGRADECIMIENTO
Por su entusiasmo y estim ulante aporte, a los señores estudiantes cíe medicina:
Fotógrafos: Antonio Gordón Washington Banda
Andrés Luna Vaiverde
Y demás personas que de una u otra forma han participado con nosotros.
CUADRO No. I
y que el médico no siempre conoce el ver co, según le enseñará la Semiología y la Clí
dadero significado de la term inología popu- nica.
^ A l a r que usa el' enfermo. Es por tanto indis-
Sin embargo, a manera de ejemplo,
^ ^ p e n s a b íe que el médico formule sus pregun
nosotros resaltaremos.algunos detalles:
tas en form a clara y empleando el léxico más
sencillo posible, de manera tal, que el enfer La edad perm ite orientar la atención hacia-"
mo com prenda con precisión la pregunta. las enfermedades más propias de la niñez y
jam juventud (Sarampión, Varicela, Paperas, He-
W'rr ]Por otra parte, el médico no debe contentar
se con la respuesta que le da el enfermo si patitis, etc.); de la edad adulta (Litiasis bi
ella no satisface plenamente el objetivo que liar, Litiasis Renal, Artritis reumatoidea, etc.);
persigue la pregunta. Mil .veces sucede que el de la vejez (La Arterioesclerosis, los tu
estudiante pregunta una cosa y el enfermo mores malignos', ~étc.Ji El ~séxo masculi
contesta otra, y así, equivocadamente, se no adolece más frecuentem ente de Dia
"I a anota en el formulario de la Historia. betes Meílátus, de la enfermedad úlcera-
É ) péptica, “(1,""6 ,"8 , 9) de las enfermeda-
% El cuadro No. 1, recomienda una for-
des coronarias; (10, 11) el sexo femeiuño es
ma de aprender a interrogar. mas freciiéntem ente afe ct ado"dé~Hipérten-
0 sion Árteriál~Esencial,' Hipértiroidismó' ’ (4)
Infecciones de las vías Urinarias. (2, 5, 7 ,9 ).
^ P^TESDEJLA_ANAM^ÍESI¡S^ W-JDatos
m
La profesión es causa frecuente de enferm e
^ de_íiliación dei enfermo. 2.— Motivo de
consulta. 3 . - “ Enfermedad, actual.'4 . —..Re- dad : el calambre del telegrafista; el cólico
irir visión -de Sistemas. , 5.-- Historia ..Pasada. saturnino de los pintores y obreros que rti?>
^ 6 . - Historia Familiar. 7 — Historia Social.' nejan plom o; ios dolores de la columna dorso
lumbar de los choferes; las enfermedad e:; cím
Como ya hemos dicho antes, el orden
las vías respiratorias, de las personas que tra
^ propuesto es sólo una sugerencia. No impor
bajan a la intem perie; los desgarres museula-
ta tanto el orden, cuanto que la anamnesis
m res o rotura de los meniscos, de los' fuTbolis-
sea com pleta.
tas; las afecciones coronarias en los médicos
m Con el objeto de facilitar el aprendiza por la tensiónem ocionaí, etc. E ÍIu g ard e na-
» je, nosotros, a más de enumerar lo que hay cim iento. Dero sobre todo el de residencia,
que preguntar, señalaremos el cómo hay que nos orienta hacia algunas afecciones: los pa-
hacerlo, usando la term inología popular más cientes_que viven en la costa y oriente están
0 usada .en el Ecuador. Con este m otivo, reco expuestos a las parasitosis in te s ti n ^ (Asca
mendamos a los alumnos aprender mejor el ridiasis, Anquilostomiasis, amebiasis, paludis
9
significado del léxico popular, las frases idio- m o); las que viven en zonas donde los alimen
$ máticas que se usan, las costumbres locales
tos no contienen suficiente yodo, sufren más
* que para comunicarse se acostumbran típica frecuentem ente de Bocio; los que viven sobre
m ente en nuestro pueblo. los 3.000 metros del nivel-del mar están más
t
propensos a las enfermedades Cardiopulmo-
* 1 - DATOS DE FILIACION?- El cuadro nares. El estado civil puede definir la pre
1 No. 2-1, señala lo que hay que' preguntar y sentación de trastornos psicosomáticos como
cómo hacerlo. Pretende, a más de identificar en las solteronas y en la viudez masculina o
* al paciente, recoger inform ación que ya pue
fem enina; las enfermedades venéreas en losjf1
i de tener significativo valor para el diagnósti- solteros, etc.
a
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: ^ Á M N E S IS DE LOS DATOS DE F I D ^ O ] ^
(1) Es de observación.
(2) Es de observación.
(3) En el caso de las mujeres es preferible hacer esta pregunta refiriéndose a los
hijos: Cuántos hijos tiene? , porque si antes nos hubiera contestado que es
soltera, ahora nos resulta más difícil preguntarle cuántos hijos tiene.
* La respuesta que más frecuentem ente 4.— Graves ^Disease—1972. S econd F . R aym ond,
K eatin, Jr., M em orial S ym posiun, A pril 14
I se escucha está ligada con el dolor y suele an d 15, 1972. Mayo C linic Proceedings,
ser de este estilo: “Vengo porque me duele N ovem ber and D ecem ber, 1 9 7 2 , p.p. 803 —
1 la cabeza” . “Vengo porque me duele la boca 995.
l del estómago y tengo vóm ito” . “ Vengo 5.-^ H ardin, G.K.M ., and R onal, A .R.: A co n
tro lled S tu d y o f antim icrobial prophilaxis
| porque me duele el pscho y se me pasa a la
of recu rren t U rinary in fectio n in w om en.
espalda, pero también estoy encendido en New Eng. J. M ed., 291: 597 — 601, 1974.
' calentura, sudo mucho y tengo tos” . “ Ven- 6.— Ivy, A.C.: The P roblem o f P ectic Ulcer.
i go porque anoche tuve un terrible cólico en J.A .M .A. 132: 10 5 3 —1 0 5 9 ,1 9 4 6
este costado derecho, que me obligó a acos 7.— Kass, E.H ., and B ro m fitt, W.: Sim posium
tarme, y se me iba hasta la paleta y el hom o n P yelonephritis, Chicago, University of
Chicago Press, 1977
bro, me dió escalofrío y vomité verde va
8.— M eade, T.W., Arie, T;HJD., Breviis, M., et al :
rias veces, y hoy de mañana me doy cuenta R e cen t history of ischaem ic heart disease
que he amanecido con los ojos amarillos y and duodenal ulcer in doctors. B rit. M ed.
estoy orinando como agua de canela” . J., 3: 701—704, 1968
9 .— M endeloff, A .L ., and D u n n , J.P .: V ital and
En fin, los ejemplos pueden m ultipli h ealth Assoc., C am bridge, H arvard Univ.
carse, pero la mejor manera de que el estu- Press, 1971
, diante adquiera su propia experiencia es ha 10.— S piekerm an, R .E ., Brandenburg, J.T ., A chor,
ciendo él mismo la pregunta a varios pacien R.W .P. y Edw ards, J.E .: E spectrun o f
tes; y como a partir de este m om ento empie coronary h eart desease in a com m unity o f
30 .0 0 0 . A clinicopathologic study. C ircu
za a escuchar términos populares que deman latio n , 25: 57, 1962
dan la traducción técnica, remitimos al estu 1 1 .- W hite, N .K ., Edw ards, J.E . y D ry, T. J.
diante a los cuadros de la Revisión de Siste C irculatiion, 1: 6 4 5 ,1 9 5 0
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CAPITULO 3 dolor, éste suele ser el que más interesa al
enfermo, entonces se puede empezar por él.
EL DOLOR.— Nos decidimos estudiar la
ENFERMEDAD ACTUAL Y DOLOR anamnesis del dolor en este m om ento por va
rias razones: 1.—Porque es el síntom a más
3 . - ENFERMEDAD A C T U A L .- Es la par consultado; (6) 2 . - Porque el dominio de su
te de la Historia Clínica que efectivamente técnica es más laborioso; y 3.—Porque de su
recoge las molestias del paciente desde el análisis se puede obtener conclusiones muy
inicio de la enfermedad hasta este instante, valiosas para el diagnóstico de muchas enfer
pero con un criterio técnico y con la inter medades. Además nos.parece m uy conve
vención directa del médico. Es decir: si en niente que desde m uy temprano el estudian
el Motivo de Consulta dejábamos que el pa te encuentre elementos motivadores para se
ciente hablará todo lo que quisiera, ahora es guir adelante. Por esta razón 'es que en rela
el médico el que dirige el interrogatorio. Se ción a este síntom a vamos a estudiar no sola
necesita por tanto el conocimiento correcto m ente el qué y el cómo preguntar, sino tam
de la Fisiopatología y de la Semiología de bién el para qué preguntar relacionado con
todos los síntom as o signos que se hubieran los dolores más frecuentes.
presentado en el Motivo de Consulta. Como
El cuadro No. 3-2,nos señala el qué y
al inicio del proceso de aprendizaje de la
cómo preguntar, pero desde ya es necesario
anamnesis esto es imposible, puesto que se re
advertir que no siempre se encuentra mucho
quiere cursar todo el ciclo de Semiología, es
sentido al uso de algunas preguntas en el es
conveniente hacer sólo unas pocas preguntas
tudio de un dolor determinado; sin embargo,
que son iguales para casi todos los síntom as.
como antes de analizar, primero hay que pre
(Preguntas aplicables a todos los síntom as).
guntar, es que hay que estar capacitado para
Cuadro No. 3-1. Pero como el síntom a más
hacerlo de cualquier dolor. El Cuadro II, le
consultado es el dolor, haremos inm ediata
recomienda com o aprender sobre el dolor.
mente después un estudio especial sobre este,
con el objeto de que el estudiante se familia
rice desde ahora con él. La anamnesis espe ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE
cial de los demás síntom as se la estudiará en LA ANAMNESIS DEL D O L O R .- PARA
los capítulos correspondientes a cada aparato QUE PREGUNTAR.— Seguiremos para el
efecto el mismo orden propuesto en el cua
o Sistema.
dro.
En térm inos generales diremos que si la
Cuando en el Motivo de Consulta, son
pregunta no está dirigida a obtener datos ú ti
varios los síntom as y signos enunciados, el es
les para el diagnóstico no debe hacerse pues
tudiante se ve en el dilema de no saber por
to que más bien confunde. Por esto es, que
cual de ellos empezar la anamnesis de la
sólo la experiencia le permitirá al estudiante
enfermedad actual. La recomendación es
seleccionar adecuadam ente las preguntas de
hacerlo por el más im portante, pero, para
acuerdo con el caso.
discernir cual es, se necesita más conocimien
tos y más experiencia que ya los adquirirá un 1 . - FECHA APARENTE DE COMIENZO.- Ca
poco más tarde. Hasta tanto es bueno saber, si todos los pacientes se refieren al dolor que
que se puede em pezar por el que más impor están sufriendo en el momento de la consulta
tancia le da el paciente. Como cuando hay o que les m olestó poco tiempo atrás. Esto es
9 www.medibooksnica.net63.net —9 —
9
I CUADRO No. 3-1
2.— Fecha real de comienzo 2.— Nunca antes tuvo este dolor?
4.— Causa aparente 4.— Cuál cree que fue la causa para
que apareciera este dolor?
continúa..
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...viene V
i/V
o
m 14. - Relació n con la de posición. 14.— Cuando hace la deposición qué le
pasa al dolor?
m
m 15.— Relación con las actitudes o_ de 15.— Hay alguna posición en que le
cúbitos alivie o aum ente el dolor?
C U A D R O No. II
4
3.— METODOLOGIA: A más de lo recomendado en el Cuadro I, se debe:
i
— Analizar los datos obtenidos a la lu z de los contenidos. t
sin dolor, el paciente se descuida (y alguna sus últimos incidentes como el causante d e £ |
vez el médico también), y deja que su enfer su dolor o enfermedad. Algunas o casio n es^
medad progrese hasta que quizá ya no sea tienen razón, pero otras no. El análisis de ■
tratable. esto le com pete al médico, pero en todo ca-41
so, esta inform ación es conveniente o b te n e r-^
Creemos oportuno mencionar aquí que
la. A sí por ejemplo: la ingesta de comidas
no es recomendable, y alguna vez puede ser
grasas, unas horas antes" de la hipocondralgia™
un grave error, aliviar el dolor rápidamente
derecha, orienta iiacia una colecistopatía
sin antes haberse formado una idea orienta
(19)^a epigastralgia del ulcus gástricos/puede^
dora sobre la causa, especialmente cuando
desencadenarse después de la ingesta d ^ ^
se trata de los dolores abdominales, pues su
comidas m uy condimentadas (ají, p im ie n ta ^
alivio precoz puede esconder una evolución
ajo), o de frutas cítricas (limón, naranja^g
grave de la enfermedad, razón por la cual el
mandarina, piña, etc), o de bebidas alcohó
médico se ve más exigido para plantear una
hipótesis diagnóstica en un tiem po más licas, o de café o té (10) o de simples sobre"
cargas emocionales; el dolor precordial de la
corto.
angina de pecho suele aparecer luego de ei
4.— CAUSA APARENTE: Las personas tie fuerzos físicos, o comidas abundantes,
nen una tendencia natural a acusar a uno de emociones intensas; (7) la lumbalgia del cc
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- 13 -
co.renal (cólico nefrítico) puede presentar
Ü£GÍOM -a ■REGIOM
se después de ejercicios físicos violentos co IWPRACLAVI i SUPRACLAVICU-
no saltar, correr, o de viajar a caballo o .en CULAR ' LA"R.
bicicleta; (21) es m uy frecuente que la ja
queca o Hemicránea aparezca en íos días de
P A a m enstruación ó se desencadene después de
■REG10AT ■
Jgftsmociones violentas; (8, 14, 31) muchos do- M AM ARI 5
lores" de cabeza son atribuidos por el pa-
^ P c ie n te al trabajo intelectual excesivo o a los
B ^desajustes emocionales; el dolor de las arti-
^^ cu lacio n es frecuentem ente es atribuido al
^ ^ f r ío .
En muchos de los casos anotados hay
B ^ u n a justificación fisiopatológica m uy clara
^ ^ q u e el estudiante l a conocerá más tarde,
- pero en otros no la hay puesto que son sim-
p ü p le s creencias de los enfermos. Tam bién es Fig. 3-1A 1.— L ínea m edioesternal. 2.— L í
n ea esternal o paraesternal. 3.— L í
Pj^nécesario saber que en muchos casos no hay
n ea clavicular. 5.— L ínea de la
A-^una causa aparente claramente relacionada sexta costilla.
^ p o r el enfermo.
9
&
I
I
I
I
*
>
I
I
I
>
>
) Fig. 3-3 Irrad iació n del d o lo r en la neuralgia
in terco stal y del ciático: A y B res-
I p ectivam ente
>
^ son las llamadas neuralgias, como las inter
costales, del ciático, del trigémino, etc.
Dolor referido: es aquel que el enfermo lo
) siente superficial o profundam ente, pero
^ a distancia de su lugar de origen. General
mente nace en órganos profundos y se mani-
^ fiesta en la superficie del cuerpo inervada
) por el mismo dermatoma, es decir, que ha
< seguido las vías de la organización segmen
taria (Zonas de.yead, Fig. 3-4).
^ En el estudio especial de la Semiotec-
í nia de cada aparato o sistema, el lector
^ encontrará un pormenorizado análisis de la
inervación de dicho órgano y las zonas del
^ dolor referido que le corresponde. Sin em
b a r g o , y am anera de ejemplo, por el momen-
^'to, véase la Fig. 3-5, que señala las áreas del
dolor referido de algunos árganos. Cabe ano- Fig. 3-4 Z onas de Head. A: V ista a n te
\ tar eso sí, que el sitio del dolor que locali- rior. B: V ista posterior.
>■
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-16
I
| 7 .- 'TÜPO DE DOLOÉ: Se refiere a la forma
^ como "siente el paciente el dolor. Es una
" sensación personal que algunas veces está Fig. 3-7 D olor cólico
^ ligado a la causa que lo origina. Puede ser en
I puñalada o punzada, como el de la Neumo Este dolor que se llama así porque es
nía; con sensación de pesantez, como en al- / muy característico del colon, debido a las
I gunas dispepsias gástricas o intestinales ( “ co- contracciones violentas de sus fibras con dila
^ mo, que le siento al estómago pesado”); tipo taciones supraestenóticas de sus paredes,
. ardor, cojno en las gastritis hipersecretantes, (Mackensie — Jones) Fig. 3-8, puede ori
" (“me arde la boca del estómago”); en forma ginarse no solamente en él, sino además en
} de opresión o gravativo, como en las cefaleas cualquier otra viscera hueca: vesícula y
| emocionales o en algunas precordialgias de vías biliares (cólico hepático o biliar); pelvis
.■•■'origen coronario. ( “Me duele cabeza co- renal y ureteres (cólico nefrítico); útero
^ m o que me aplastan”), (“Me duele el pecho (cólico menstrual); intestino (cólico intesti
| ¿o que me ajustan con la m ano”); expan nal); etc. Suele aliviarse con los antiespasmó-
sivo, como en algunas cefaleas por edema ce dicos. Pero, un detalle que debemos tener
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lajantes. Los de origen vascular, se alivian les post-traumáticas,el dolor inicial puede ya
con medicamentos vasoactivos. La angina de haber desaparecido y, sin embargo, la hemo
pecho calma con coronariodilatadores. El rragia interna puede poner en peligro la vida
dolor del ulcus gástrico calma con los antiá del paciente.
cidos y los anticolinérgicos. Por otra parte, si al momento de la en
17.— EVOLUCION.- La mayoría de veces la trevista el dolor se ha vuelto más intenso,
evolución de la enfermedad corre paralela con puede significar que la enfermedad que lo
la del dolor, es decir, si la enfermedad se agra causa se agrava.
va, el dolor se alarga y se intensifica;m ientras
En todo caso, es el estado actual del do
que si la enfermedad mejora, el dolor se acor
lor, el que define la conducta terapéutica
ta y disminuye de intensidad. Sin em
correspondiente, en la cual, el médico debe
bargo, el alivio del dolor no siempre signi
ser ágil, pero prudente.
fica mejoría de la enfermedad, por ejemplo,
en la apendicitis aguda perforada, el dolor ALGUNOS EJEMPLOS DE LOS RESULTA
espontáneo puede aliviarse y aún desapare DOS DE LA ANAMNESIS DEL D O L O R .-
cer, (24) pero la enfermedad es ahora una EJERCICIOS.— Al térm ino de la anamnesis
peritonitis. El cambio que puede sufrir un del dolor, el estudiante puede encontrarse
dolor cólico a continuo, ya hemos dicho con unos resultados como los que a continua
antes, significa que la causa de la enfermedad ción se indican: i
está invadiendo a las paredes del órgano en EJEMPLO No. 1.— Una mujer de 30 añ o s,f
fermo. En la úlcera gastroduodenal los cam casada, con dos hijos, dice: “En la noche de ^
bios en el tipo de dolor o en el horario o en ayer me dió un terrible dolor aquí, en el
la periodicidad, casi siempre traducen una costado derecho, debajo de las costillas; que ^
complicación en la evolución, (28) (perfora me correspondía a la boca del estómago, a la ^
ción, hemorragias, estenosis, instalación de parte baja de la espalda y a la paleta derecha; ¿
un Ca.); claro que en un buen porcentaje la sumamente intenso, y, aunque ya parecía ^
hemorragia, por ejemplo, puede presentarse que me pasaba, sin embargo, otra vez me venía |
aún sin dolor ninguno. (20) con más fuerza. Claro que hace tres años cuan-^
do estuve embarazada de mi primer hijo, ya me
1 8 .- ESTADO ACTUAL- Interesa por de dió el cólico por primera vez, y otra vez cu an -í
más al enfermo y al médico, pero si su do estuve de vacaciones, hace unos 8 meses. |
análisis no es correcto puede ser motivo de Siempre me ha venido después que he comi-^
equivocaciones. Ante todo, téngase presente do fritada, pero esta vez no com í nada, o só-^
otra vez, que la ausencia de dolor no siempre lo que sea una taza de chocolate que to m é |
significa m ejoría de la enfermedad. en la merienda. Vomité verde toda la no-^
Así: en el estado de peritonitis secun che, pero me siguió el dolor hasta que una
daria a la perforación de una viscera hueca, “ enfermera” que vive en la casa, me puso una A
el dolor abdom inal espontáneo puede ya no inyección en la vena que no se como se lla -|
existir. En el Infarto de miocardio, el dolor maba; con eso me alivié, pero todavía le
precordial puede haberse ya aliviado y, sin tengo “tiernito” a este costado. Hoy d e"
embargo, los trastornos hemodinámicos o mañana que fu i al baño vi que la orina esta-^j
arrítmicos continuar hasta el fallecimiento del ba como agua de canela, y mi marido mé;'dí-¿
paciente. En la embolia pulmonar puede su ce que mis ojos están medio amarillos, aun
ceder algo semejante. En las roturas viscera que yo no les noto nada. Pero fue te rrib le I
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ti)
^ D r . , y hasta me parecía que, cuando me acos- me recetó unos jarabes blancos, como leche,
^ t a b a del lado izquierdo, algo como pesado y otros medicamentos, con los cuales, des
£ s e me venía del un costado al otro” . pués de unas dos semanas de tratam iento, me
^ E je rc ic io No. 1.— Ahora, trate de probarse alivié y no me volvió más hasta hace quince
sí mismo contestando el siguiente c u e s t i días. Creo que fue a raí¿ de unas “copas”
o n a r io : que tuve que beber. Hoy día ya me decidí
a consultarle porque ya no le soporto” .
j p l . l : Están las respuestas a todas las pre-
^ g u n ta s de la anamnesis del dolor? Si faltan, Ejercicio No. 2.— Ahora conteste a las si
cuáles son? guientes preguntas:
^ 1.2: Ud. hubiera hecho otras preguntas más? 2.1: Se ha hecho toda la anamnesis del do
& Cuáles? lor? Falta algo?
P 1.3: Puede traducir toda la terminología po- 2.2: Puede traducir a la terminología técni
^ p u la r usada, a la term inología técnica? Si ya ca? Hágalo.
puede, escríbala. 2.3: Qué hipótesis sobre el origen del dolor
^ 1 .4 : Aventúrese con una o más hipótesis tiene?
sobre el origen del dolor. Si aun no puede, RECOMENDACIONES PARA ANALIZAR
a pase a las secciones especiales, donde se es EL DOLOR V ISC E R A L .- Si Ud. ya se ha
tudia el dolor y luego vuelva aquí nueva- probado que es capaz de hacer una buena
H mente. anamnesis, y ya ha estudiado la descripción
$ EJEMPLO No. 2 .- Un hom bre de 35 años, de los dolores viscerales en los respectivos
gi empresario, dé educación superior, nos cuexi- capítulos, entonces ya está en condiciones de
_ ta lo siguiente: analizar la anamnesis que ha hecho.
& Para esto, es muy conveniente empezar
“ Vengo Dr., porque desde hace unos
^ 1 5 días, tengo un dolor en la boca del es- con el sitio del dolor, pero en unidad de acto
^ tómago, que, aunque no es muy intenso, sin se debe tom ar en cuenta también a la irra
_ embargo, me preocupa porque se presenta diación y al tipo de dolor. El cuadro No.
^ todos los días en la mañana, cuando ya estoy 3-3, se refieré a la clasificación de los dolores
^ en mi trabajo que es duro y lleno de preocu- viscerales más frecuentes, de acuerdo con el
^ paciones. Algunas ocasiones me parece que sitio. Para el estudio de las cefaleas dedica
se me pasa a la espalda, pero a la columna, mos un capítulo aparte.
^ cerca de la cintura. Al mismo tiempo me da ALGUNAS CONSIDERACIONES AL CUA
^ un ardor y a veces siento como que me DRO No. 3-3
^ su b e una bola de fuego, por el pecho ha-
^ c ia la boca. Unas veces que puedo to- 1.— De ninguna manera es un cuadro com
^ m a r leche, me alivia, y silno, tengo que co- pleto, pero sí es práctico puesto que ayuda a
^ m e r algo; pero el otro día que, no teniendo una orientación rápida.
otra cosa, tuve que tom ar un vaso de jugo de 2 — Se habrá notado que algunos dolores
inaranja, fue peor, porque me ardió y me do- están constando en diversos sitios. Es que
) lió más, y hasta me hizo vomitar con lo que así lo hacen según el mom ento de. su evo
^ m e alivié. Hace diez años, cuando estaba lución. Lo más típico es lo de la apendicitis
9 para graduarme en la Universidad, ya me dió que empieza siendo una epigastralgia y luego
| algo parecido, y el médico que me atendió se convierte en una iliacalgia derecha. (24)
-
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24-
3.— Nótese una vez más, que el sitio del aguda; si.es. en m ujer.con hijos,,debe hacer
dolor corresponde en la mayoría de casos, a pensar en colé cis topa tía o en anexopatía;
la proyección que la viscera hace en la pared. si se produce en mujer no virgen, pero sin hi
jos, debe hacer pensar en anexopatía; si afec
ta a un hombre, hay que pensar primero en
4.— Sin embargo de lo anterior, debe to
ulcus gastroduodenal y luego en colecís'tó-
marse muy en cuenta, que algunas veces el
sitio de mayor intensidad corresponde al lu patía” .
gar de la irradiación o referencia del dolor. 6.— Si luego de haber localizado el sitio del
Por ejemplo, los antes mencionados dolores dolor, Ud., analiza la irradiación del mismo,
pleurales; los cólicos menstruales que duelen observará como el círculo de las posibilidades
más en la región sacra; las colecistopatías sobre el origen del dolor se estrecha; y si
que duelen más en el epigastrio. ahora analiza el tipo de dolor verá que se
5.— Las epigastralgias por tener que ver co n ' estrecha más aún. Luego debe tomar en cuen
tantas visceras, según nos demuestra la cons ta todos los demás elementos encontrados
titución del plexo solar, pág. No. 555 , son en la anamnesis y al final comprobará que
muy inespecíficas puesto que sólo nos ha Ud. sí ha podido llegar a conclusiones
blan de que un órgano que tiene contacto útiles.
directo o indirecto con él, está enfermo. De 7.— Anótese que, alguna vez, el paciente
todas maneras, las señaladas en el cuadro son puede sufrir de dos dolores a la vez; enton
muy frecuentes. ces hay que tener más cuidado para diferen
Desde un punto de vista práctico, la ciar el uno del otro, respecto de todas y cada
regla de O rtner sigue siendo útil, y clice lo una de sus características. En estos casos es
siguiente: “ La" epigastralgía en mujer vir necesario solicitar al paciente el máximo d e (
gen, debe hacer sospechar en ayendicitis colaboiación para poder hacerlo bien.
«
CUADRO No. 3-3
i
LOS DOLORES VISCERALES MAS FRECUENTES DE ACUERDO C^N^EÍ^SÍTÍO
i
^ 29.— Waters, W.E.: H eadache an d blood pressure .Es im portante tener presente que en
b in the com m unity. Brit. Med., J., 1: 142, este momento de la Historia se debe recoger
W 1971
nueva sintomatología y no los nombres de
^ 30.— Wolff, H.G.: Headache and other Pain.
k New Y ork, O xford University Press, 1963
enfermedades sufridas anteriormente, puesto
9 que ellas pertenecen a la Historia Pasada.
31.— Wolff, H.C.: Personality factors and reac-
| tions of subjects w ith migraine. Arch. Neu- Por todo lo que antecede es que se
roL Psychiat., 37: 895, 1937
recomienda empezar esta larga lista de pre
' 32.— Ziegler, D.K.: Cefalalgia de tensión. Clínicas guntas, con una m uy general, como la si
| Med. de N orte América, V ol 3/1978, p.p.
’ 510—520, 1978 guiente: “Durante el tiempo de esta enfer
> medad, qué otras molestias ha tenido? Si la
respuesta es positiva, es decir, si se informa
* CAPITULO 4 de nueva sintomatología, entonces debe ha
> cerse la anamnesis propia de ese síntoma;
pero, si la respuesta es negativa, entonces el
* REVISION DE SISTEMAS médico debe preguntar ordenadamente sobre
la posible existencia de molestias que afec
) 3 . - REVISION DE SISTEMAS.- Tiene ten a todos y cada uno de los órganos o sis
. como finalidad reconocer en el enfermo una temas, deteniéndose a precisar la anamnesis
patología adicional que no afloró ni en el del síntoma que hubiere sido descubierto.
\ Motivo de Consulta ni en la Enfermedad Cuando el estudiante no tiene una idea
^ Actual. clara sobre lo que hay qué preguntar ni sobre
^ Varias son las causas por las cuales m u cómo calificar la calidad de la respues
cha sintomatología puede quedar oculta: ta obtenida, entonces es fácilmente con
^ ya sea porque el paciente no le da importan- fundido por el enfermo y llevado de re
I cia o lo olvida o simplemente no desea decir greso a la Enfermedad Actual o trasla
lo espontáneamente. Pero si se toma en dado a la Historia Pasada o Familiar o
^ cuenta que el enfermo es uno solo y que a donde el paciente guste. Claro que
►mientras no haya sido aliviado de todos sus ésto lo hace sin querer, pero si el estudiante
I males, sigue enfermo, entonces se compren no conduce delicada y ordenadamente el in
de por qué el médico tiene la obligación terrogatorio, al final tendrá una increíble
* de tratar de extraer de su paciente toda la mezcla de información, difícil de analizar.
i información posible. Se puede empezar por cualquier apara
(1 Algunas ocasiones es útil para comple to o sistema, pero más im portante que em
tar los datos de la propia enfermedad actual. pezar por uno u otro aparato es saber que la
Revisión de Sistemas tiene que ser completa.
Dentro de la historia del enfermo abar-
No vaya a suceder que hoy diagnosticamos
1 ca un período de tiempo variable; pero, sin
bien una Neum onía, pero dejamos en el ca
f que haya para ésto un acuerdo general, es
mino sin reconocerlo, a un Ca. de estómago
recomendable limitarse al tiempo de dura
que al mismo paciente aún no le ha dolido.
ción de la enfermedad actual. Es decir, si la
^ fecha real-de-comienzo es de hace ocho días, Aun^que en todo momento, según ya
entonces la Revisión de Sistemas se limita hemos dicho, debemos utilizar el lenguaje del
' a ese tiempo; si es de tres meses, entonces enfermo, sin embargo, este es el momento en
será de tres meses; etc. que el estudiante se ve exigido a traducir con
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precisión todo el lenguaje técnico al popular Hay unos pocos síntomas generales que
y viceversa, con el fin de que exista una cla pueden presentarse no importa cual sea el
ra comprensión entre el médico y el paciente. órgano afectado, por eso los señalamos en un
Por ésto es que nosotros, una vez más, pasa cuadro aparte, No. 4-1. No se olvide que la
mos a describir lo que hay qué preguntar y anamnesis especial de cada síntoma la encon
cómo hay que hacerlo, en los cuadros siguien trará en cada capítulo.
tes.
REVISION DE SISTEMAS %
i PREGUNTAS GENERALES
1 .- Durante el tiempo de esta enfermedad, qué otras molestias ha tenido?
2 . - C--
Dolor
- ,• 2 .- Ha tenido algún dolor?
REVISION DE SISTEMAS
l o ^ RESPIRATORIO
2o. LCmCULATORIp
2.5: Dolor de; esfuerzo en las piernas. 2.5. Al caminar, siente dolor en las
piernas?
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REVISION DE SISTEMAS
3.1: BOCA
3.2: ESOFAGO
7*
continúa.
www.medibooksnica.net63.net -3 1
3.7: BAZO
REVISION DE SISTEMAS
...viene
4.4: rMAMAS^
REVISION DE SISTEMAS
5.- SISTEMAS ENDOCRINO, NERVIOSO Y LOCOMOTOR
5.1: ENDOCRINO
..viene
5.2: ^NERVJOSO
5.3: LOCOMOTOR,
REVISION DE SISTEMAS
6.2: FARINGE^
O : .LARINGE
5 .2 .-
desde ahora la razón que existe para recoger ras, en el púber o adulto, puede originar uc
dicha información: ¿ -Orquitis con raros casos de esterilidad.!
(15, 25) Una hepatitis viral sufrida haá
(J/ L a rubeola sufrida por una mujer du
años y no bien curada, puede ser la caí
rante .los dos primeros meses de embarazo,
de una cirrosis hepática actual. (4, 35, 36)a
puede dar origen a la “embriopatia rubeo
lar” , (7 ,1 2 , 23) que tiene diversas manifesta i S Una ulcera péptica anterior, puede e
ciones, desde^el aborto hasta las malforma plicar la obstrucción gástrica actual. Una
ciones congénitas como la catarata congéni- sentería amebiana de hace varios meses p
_/ta, la sordera, algunas malformaciones cardía de explicar el abceso hepático de hoy. (5,(
cas, retraso en el desarrollo funcional y or La glomérulo nefritis sufrida a los 8
gánico del fe to '- La difteria, puede ser orici. ños de edad, puede explicar la Insuficiencü
gen de cardiopatías. (2, 18, 37). Las pape- renal a los 15 años. La administración ({
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-39 -
5.1 : «K T O R ÍA PASADA P ^ T ^ Ó G Í C A i
QUE PREGUNTAR
-guando al estudiar las enfermedades encon 11.— Doll, R., Jones, F .A ., and P ygott, F .: E ffect
of sm oking on th e p roduction an d m ainte
t r a r á más razones de útil aplicación. nance of gastric and duodenal ulcers. L an
cet, I: 657—6 6 2 ,1 9 5 8 .
m . - Claro que cuando ya tenga una im-
(^»resión diagnóstica, el interrogatorio de es- 12.— Greeg, N.M .: Congenital C ataract follow ing
Germ an m easler in th e m other. T ransophthal.
y ^ a parte debe centrarse más en los aparatos Soc. A u s tra l, 3: 35, 1941.
- o sistemas que más interesen al caso. 13.— H am m ond, E.C., and K om , D.: Sm oking
and death rates: R ep o rt on fortyfoin: m onths
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21. — physicians'D esk R eferance to P harm aceuti
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CAPITULO 6
25.— jteed , D., Brown, G., Mérick, R., Sever, J.,
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George Island, Alaska. J.A.M .A., 199: 113,
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HISTORIA FÁMÍLjgR Y SOCJAL
26 — R obbins, S.L. Patología estructural y funcio
nal. Interam ericana, México, cap. 22, p.p.
951, 1977. 6 . - HISTORIA FAMILIAR Y SOCIAL . -
Salhanic, H.A., Kipmis, D.M., and Vande Tiene por objeto recoger información so
27 —
■yyxele, R.L. (eds.): Metabolic efífccts of bre la Historiá patológica :de la familia y
ganadal H orm ones a n ± OontracepM v j
sobrs' él aínbientc. socio.económiccTen que1
¿es. New Y ork, Plenum P re«, I9CV
se sitúa el paciente. Según analizarem os^^
2 8 .-Siras, E.A.H., D anforth, E., Jr., Hor„o.u, F..S.,
B ray, G.A ., G lennon, J.S., and Salans, L.B.: a su tiempo, observaremos como de las J
E n d o c rin e and M etaholic effects of experi conclusiones que se obtengan saldrá v a - ^ ^
m ental obesity in. m an. R eceiitP rog. Horm . liosa información para explicar muchas co
Res.. 29: 457, 1973.
sas de la enfermedad actual, para definir
29 — S leisenger, M.H.: Apendicitis aguda (Inclu
yendo el abdom en Agudo). E n Cécil Loeb. sobre la aplióabilidad de determinadas con
“Tratado de Medicina Interna. Interam etica-
ductas terapéuticas, y aun para ajustar de
pa, M éxico, 14a. ed.. Cap. 653, p.p. 1516—
1521, 1977. terminados pronósticos. ,
30.— S p ritz , N.:
T rastornos Nerviosos en la dia Esta es una parte del interrogatorio ’-2
betes sacarina. Clínicas Médicas de N orte— en el que la intención del médico puede
américa. Vol. 4/197.8, P.p. 8 0 7 -8 1 7 , 1978.
estar muy dirigida a extraer del pacienta
31 — Terris, M.: Epidemiology of cirrhosis of
sólo la información necesaria para el caso,
the liver: national m ortality data. A m er. J.
public H ealth, 57: 2076, 1967. concreto que tiene entre manos, es decir,
se supone que ya ha habido un p ro c e s o ^ !
32.— Thom as, C.B. y M urphy, E.A.: Observations
on som e possible percursors of essential de análisis previo sobre los datos anterior- m
hypertension and coronary artery disease.
VJ. Com parison of th e circulatory reactivity
mente obtenidos y ha... elaborado alguna^^s
to th e cold pressor test and to the sm oking hipótesis, aunque sea muy preliminar, so
test. Ann. Int. Med., 50: 970, 1959. bre la enfermedad; por eso es que ,ur
U.S. Surgeon General's Advisory C om m ittee pregunta general muy valiosa puede s e r ’--
on sm oking and Health. Sm oking and Algún familiar suyo ha tenido la enferme
H alth. R ep o rt. Goverm ent Printing Office,
W ashington, 1964. dad que Ud. tien e?. Sin embargo, ei
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panu ch o s casos no es posible establecer es- cterial (-10, 17), la cardiopatía -isquémica,
r u > tan directamente y el médico tiene (19, 20) (angina despecho,-’infarto-de^mio-
preguntar concretamente sobre algunas cardio), eJ^Ca., y el ulcus gástrico (5, 12 ,
^M ifermedades. Por otra parte, cierto es 14), la- litiasis' biliar" (’4 , 1 1 ),:los -acciden
i^ T jue interesa« más las enfermedades de los tes cerebrovasculares*(hemorragia cerebral ,
JPRmiliares en primero y segundo grado de trombosis cerebral)*, la—gota (18) y.^la
onsanguinidad, pero para muchas enfer fiebre-, reumática^ (13). Hemos menciona
CUADRO No. 6 -1
6 APt ì t ó R; .Y SOCIAL
6.1: AOTECEDENTES PATOLOGICOS FAMILIARES
Qué preguntar
6.1.1: Son sanos sus padres, herma 6.1.3.4: Urinario
nos, abuelos, tíos, primos, es a) Glomérulonefritis.
posa e hijos? . Si alguno de b) Pielonefritis.
ellos ha fallecido, hay que c) Litiasis Urinaria.
preguntar de qué murió? . d) Riñón Poliquístico.
6.1.2: Alguno de sus familiares ha 6.1.3.5: Aparato Genital
tenido la enfermedad que Ud. a) Sífilis de los padres.
tiene? . b) Fibromas uterinos en la
6.1.3: Alguno de sus familiares ha madre.
estado enfermo de: 6.1.3.6: A parato Ocular
6.1.3.1: Respiratorio a) Miopía —Presbicia.
Tuberculosis (Tratado b) Ceguera a colores.
a)
en ex. LEA? ). c) Embriopías.
b) Ca. Broncógeno. d) Colobomas.
Asma—Alergias. e) Queratocono.
c)
6.1.3.2: Circulatorio 6.1.3.7: Endocrino
Infecciones maternas: ^a) .. .Diabetes Mellitus.
a)
(Rubeola, Gripe). b) Ca. de Tiroides.
Drogas durante el emba c) Edad de la madre al na
b)
razo o lactancia. cer el hijo.
c) ' Hormonas sexuales o fo- 6.1.3.8: Nervioso
liculínicas. a) Accidentes cerebrovas-
d) . Rx. Durante el 1er. tri culares:
mestre de embarazo. (Trombosis, embolia ce
e) Cardiopatia isquémica rebral).
(A ngina de pecho - b) Ateroesclerosis Cerebral
Infarto de Miocardio). c) Epilepsia esencial.
f) Hipertensión Arterial. d) Ataxia cerebelosa here
6.1.3.3: Digestivo ditaria.
Ca. e) Jaqueca.
a)
Ulcus. 0 Afecciones psiquiátricas
b)
Litiasis biliar. hereditarias.
c)
6.1.3.9: A parato Locom otor
a) G o ta .
b) Poliartritis Crónica.
c) Fiebre Reumática.
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-45 -
6 . - ¿; Í ^ T O R I A F I L I A R Y S O O A L j
4
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-47 -
^ j l o constarán los datos útiles para el diag 8.—' Friedm an, A.P.: Jaqueca. Clínicas Médicas
n ó stic o . Pero esto supone ya una selección de Norteam érica, Vol 3 /1978, p.p. 497—509.
1978.
9 luz de la Fisiopatologia y de la Semiolo
9.— Goldstein. S., Podolsky, S .5 Factores ge
g í a , lo cual irá aprendiendo a lo largo del néticos en la diabetes sacarina. Clínicas Mé
^período lectivo correspondiente. dicas de N orteam érica, VoL 4/1978, p.p.
655—671, 1978.
Es Ud. ya capaz de hacer una buena
10.— H am ilton, M., Pickering, G.W. y Col.: Clin.
(Anamnesis en base a los objetivos propues- Se., 13: 273, 1954.
j^ is en el “Plan para el aprendizaje de la
11.— Jackson, C.E., and Gay, B.C.: Inheritance
Anamnesis” , de la pág. No. 4 ? . of gallblaadder disease. Surgery, 46: 8 5 3 -
8 5 7 ,1 9 5 9 .
Si aun no es capaz, entonces regrese
É) la parte que le hace falta y perfecciónela ; 12.—• Jensen, K.G.: Peptic ulcer: Genetic and
epidemiological aspects based on tw in stu
k cada vez que quiera evaluarse así mismo,
9íágalo en relación a los objetivos.
dies. Copenhagen, Munksf&ard Forlog, 1972
13.— Krause, R .M .:’ Fiebre R eum ática, Cécil y
L oeb. T ratado de M edicina Interna. Inter-
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Davis, p. 717, 1962. Chicago. Y ear Book Medical Publishers. 1971
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-48 -
CUADRO m
4.— . Recursos:
4.1: Personas sanas dispuestas a dejarse examinar.
4.2: Enfermos portadores de la patología en cuestión.
4.3: Equipo médico necesario para cada caso.
4.4: Elementos audiovisuales.
4.5: Bibliografía.
continúa..,
www.medibooksnica.net63.net -49 -
.viene
CUADRO IV
1.— Objetivos: Luego del estudio, el alumno deberá ser capaz de:
Ü
1.1: Enumerar lo que hay qué examinar en el pulso.
m
1.2: Palpar los latidos en las arterias superficiales del cuerpo. i
«
i
www.medibooksnica.net63.net 51 -
(3, 11, 15); igual que en la ^ te n o sisjrm tra l 9 — G uyton, A.C.: T ratado de Fisiología Médica.
(5). Tam bién se. .pajpan^^uJso^am plios,..en Interam ericana, Madrid. 5a. ed. cap. 19,
p.p. 240, 1977.
todos los caso s_d e eretisrno c ^ d io y a sc u la r^ J^ ^ ^
Moe, G.K. y M éndez, R .: C irculation, 4:
como en ja..lüpertensión arterial sistólica, en 729, 1951.
eL hipertiroidism o, en k^anem ia y . en las il — R obinson, B.: The carotid pulse. I. Diag
emociones. Djsmijiudon.es notables se o b se r-^ , nosis of aortic stenosis by external recording.
van en el shock, en las Jiipovolemias. Brit. H eart J., 25: 5 1 ,1 9 6 3 .
12 — R obins, S.L.: Patología estructural y fun
Características de-la pared arterial: lo cional. Interam ericana, México l a . Ed.
más frecuente dentro de la patología es 3a. reim presión, cap. 15, p.p. 568, 1977.
observar una ..pared arterial dura, sinuosa e 13.— Segatore, L., y Poli Gianangelo. Diccio
irregular . en -la -arteribesclerosis (12) y en nario m édico T eide. p.p. 1046, 1976.
lajúpertensión. arterial esendal, que muchas 14 — Vassalle, M., Karis, J., y H offm an, B.F.:
veces van asociadas; en algunas ocasiones, la T oxic effects of ouabain on P urkinje fibers
and ventriculare m uscle fibers. A m .J. Phy
dureza del pulso depende más del aumento siol, 203: 433, 1962.
de la T.A. que de las características de la 15 — Weissler, A.M., Peeler, R.G ., y R oehl, W.H.,
pared. (1,4). Jr.: R elationships betw een left ventricular
ejection tim e, stro k e volume, and heart rate
Muchos otros cambios de las caracte in norm al individuals and patiens w ith Cax-
rísticas del pulso, iremos conociéndoles a lo diovascualr disease. Am. H eart J., 62:
367, 1961.
largo del texto.
BIBLIOGRAFIA CAPITULO 8
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1832. DEFINICION: La Fisiología nos dice que
3— Epstein, E.J., Oriley, J.M ., R aferty, E.B., la Tensión Arterial es la consecuencia, de la
Humphries," J.O . y Ross, R .S.: Cineradio- fuerza ejercida, por la sangre cóntrá cualquier
graphic studies o f th e early sistolic click in
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4— Finkielm an, S., Worcel, M. y Agrest, A.: Hg., ello significa que la fu erza. ejercida
Hem odynam ic pattern s in esential h iperten bastaría para elevar una columna standar de
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mercurio a 50 mm.; si la presión fuera de
Friedberg, Ch.K.: E nferm edades del cora
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100 m.m. Hg., bastaría para elevar la colum
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Friedberg, Ch.K.: E nferm edades del cora FACTORES QUE DETERMINAN LA J .A .:
zón. Interam ericana, M éxico. Tercera, ed.
p.p. 494, 1969. Es1" indispensable tenerlos presentes para
7 — Friedberg, Ch.K.: E nferm edades del cora poder explicar su comportamiento fisiológi
zón. Interam ericana, M éxico. Tercera ed., co y sus modificaciones fisiopatológicas.
p.p. 443, 1969.
• | Sabemos por la Fisiología, que la T. A.
Friedberg, Ch.K.: E nferm edades del cora
zón. Interam ericana, México. Tercera ed. es^eí producto .del Gasto Cardíaco por la Re
p.p. 448, 1969. sistencia Periférica: ^
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- 54-
CUADRO V
4.— Recursos:
4.1: Tensiómetro.
4.2: Fonendoscopio.
4.3: Personas sanas y enfermas.
4.4: Bibliografía.
^ T . A . = G C x R .P .
cardíaco es el producto, del volumen,sis161ico
Pues bien, todo lo que haga variar .por la frecuencia cardíaca (GC — V S x FC),V
cualquiera de los factores del segundo miem entonces se comprenderá que el corazón, es
bro de la ecuación, modificará las cifras de la uno de los responsables fundamentales. Por
T.A. Si se tiene en cuenta que el .gasto. otra parte, en la resistencia periféricajnter-
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m
P ^ p nen diversos factores, corno: el estado de cen subir especialmente la^sistólica. (2) Es
•nstrjpcióa-p dilatación .-de -los ^yasos .arte- más baja~en~Ta mañana, antes de levantarse";
les,ylel grosory...elasticidad^^ efTel decúbito dorsal y en el reposo en gene
ppy.Q Íurnen, sangu meo.- c irc u la n te ^ Ja j/isco- ral." Sube de_10 a 2Q4n,m..j3gT," en 'la ’po
‘^ ¿ l a d .d e la-’sangre. t En consecuencia, cuan- s ición se n ta a a y 'de. .pie, Las variaciones fi
tomamos la T.A., estamos efectuando un siológicas de la diastólica suelen seguir de
l l a m e n que se constituye en una especie manera más o menos proporcional a la sistó
síntesis del estado funcional del aparato lica, de manera que la T.A. diferencial
■^cardiovascular, puesto que la T.A. máxima mantiene también variaciones escasas.
^ r o s habla de la intervención del corazón, y " Moos (6), sostiene que mientras el
g £ T.A. mínima nos refleja el estado de la frío hace bajar la T. A. el calor la hace subir.
^ ^sisten cia periférica.
• Una forma de demostrar la influenci
^D U E EXAMINAR: Para tomar la T.A., el de las cargas emocionales sobre la tensión
^ S é d ic o debe tener la suficiente información
arterial es sometiéndole al examinado a un
P ^ ó ric a sobre el significado de las cifras de
estimulo psicògeno, por ejemplo, anuncián
T.A. y de sus variaciones fisiológicas y pa-
dole de pronto que se le va a poner una
' tológicas, con el objeto de que pueda dife-
inyección. Naturalmente, el control de la
l® nciarlas unas de otras y evitar de esta ma
T.A. se hará antes y después del estímulo,
l e r a falsas interpretaciones que puedan lle-
incluso 3 - 5 y 10 minutos después. El re
^r a conclusiones equivocadas.
sultado constatable es que luego del estí
■éai La Ti..A^onna.l.:T^Q'...ewste..un,acu mulo la cifra sube más o menos unos 30 mm
kneral.sob re .las .-.cifras „normales rderla .T. .A.de Hg., y si se demora más de 10 minutos
)i éf adulto,, pero desde un punto de vista en volver a la cifra basai, se puede conside-
ráctico es b u en Q ^n erJa^ifraS v d e^lO /S O rar que el paciente es un hiperreactor (9).
orno...normales, y que todo lo que está
P ó c im a de 140/90 .y a es patológico, en los 1 Los estudios de Naugthton, han per
^ iñ o s . suele encontrarse, te'ñsíóh6k.árteriales mitido establecer una relación directa entre
níás^bajas, pero ya a los 12_.años alcanzan el esfuerzo físico y el aumento de la T.A.;
r t b del adulto. La regla antigua de" que la en efecto, afirma que por cada unidad me
gff.Á. normal de una persona es igual a tabòlica (MET), en la prueba de esfuerzo
JTOO + su edad, debe desecharse, pues muchas graduada, debe subir la sistólica en 15 mm.
p e rs o n a s normales, aún de más de 70 años, de Hg., pero que no debe subir la diastólica.
^ e n e n tensiones inferiores a 140/90. En caso de que la sistólica subiera más de. lo
anotad o to.subiera la diastólica .setrataría de,
Las tensiones registradas en los dos
S razos o las dos piernas suelen ser iguales
itre los miembros simétricos o las diferen
uñ.,|lip^rr^j|ij5p„i;ea9tivo. es decir, dej^n can
didato a sgr, ,u.n tóp^xt§íiso-dj|ÍBiíivo. Debe
tenerse presente que luego de unos 10 mi
c i a s no deben sobrepasar de 20 m.m. Hg.,
nutos de realizado el esfuerzo, la T.A., pue
ja a r a la sistólica y 10 m.m. Hg., para la dias-
de bajar a cifras inferiores a las registradas
lólica (3). En los -m iem bros ..inferiores
antes de él; por ejemplo:
A jelen,-^ser ligeramente más alta,, que en
Presión basai: 120/90;
^ p s superiores, pero debido alegroso r;.de-las
Presión después de 4 Mets. de carga: 180/90;
artés^biaridas."
Presión después de 10 minutos de reposo:
Las-emociones „y. eLjesfuerzp.:físico:-ha- 11.0/70.
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En todo caso, se debe establecer que de dimensiones standarizadas para el uso e:
la T.A., de una persona jamás es fija y que adultos y niños; mientras que para la toma
está variando en todo momento. De hecho, en los miembros inferiores de los adulto
en el momento del examen médico, por se recomiendan que sean de dimensiones ma
efecto de la emoción, puede ser más a lta , yores. (Ver cuadro No. 8-1). Antes había
por lo que debe registrarse al comienzo y fin mos anotado que el grosor de las partes^
de la Consulta Médica. blandas que cubren a la arteria pueden ha-j
Las causas que modifican patológica cer subir falsamente la cifra de la T.A., por,
mente la T.A., serán estudiadas en el aparato ésto es que en las personas obesas debe u s a r - ^
se un brazalete más ancho y largo (5, 7, 8).®S
Cardiovascular.
Los miembros superiores e inferiores in f íl- ^
trados con edema dan cifras más altas. ■
COMO EXAMINAR: Según las recomenda El brazalete se colocará de tal manera®!
ciones de la American Heart Association, la que la porción que s;e infla cubra perfecta-^g
T.A. debe ser examinada preferiblemente ménte a la arteria sobre la que se va a r e a - ^
en condiciones basales, es decir: en ayunas, lizar la medición y luego debe ser bien s u je to ^
antes, de levantarse y, naturalm ente, en de por la porción de tela que no se infla
cúbito dorsal. Si este no es el caso, se pue El acoplamiento al miembro del. p a c ie n te ^
de tom ar en posición sentada y de pie, debe ser correcto, sin prendas de vestir in
pero siempre luego de un período de reposo termedias, y no debe hacer arrugas. Cuando®!
emocional y físico. Las Figs. Nros. 8-1, se va a tomar en el brazo se debe colocar so-£g
nos relevan de"*describir verbalmente la po bre la arteria humeral, pero a unos cuatro
sición del paciente y del médico para tomar centímetros por encima del pliegue de$®
la T.A. codo. Para el miembro inferior se puede co-^jjS
Los tensiómetros de mercurio y los locar sobre el tercio inferior del muslo o d e ^
aneroides vienen acoplados a un brazalete la pierna Fig. No. 8-2. ®
que ¿se oye francos, pero débiles latidos arte TONOS FÜE.RTES
¡; 11;i;;; SOPLOS
riales; en la fase 2, los ruidos son más. inten- üliíili:
sos; en la fase 37lós ruidos pueden semejarse
a soplos o estar substituidos por un silencio; Fig. 8-3 Escala de K o ro tk o ff O i
en la fase 4, los ruidos de latido vuelven a
corresponden a la cuarta fase. Este cam bio® !
ser intensos; y finalmente la fase_5: se.inicia
se lo debe tener en cuenta puesto que m u - ^ p
cuando los ruidos disminuyen francamente
chos estudiantes suelen confundirlo con e l _ .1
de- intensidad, pero se puede seguir oyéndo
silencio final de la escala de Korotkoff, y ^ v !
los ‘d urante un corto tiempo en que desapa
marcar la T.A. diastólica muy arriba.
recen.
Con el objeto de volver más audibles los(
La T.A. sistólica se marca al comienzo
fenómenos acústicos de la escala de Korotkoff^,
de la fase 1, y la diastólica al final de la
se aconseja realizar las siguientes maniobras:
quinta. (Steele).
1.— Elevar el_brazo en el que se va a tomar1
En la insuficiencia aórtica, en que los
la presión arterial. Poner el brazalete del{
latidos pueden oirse hasta cero, es. convenien
tensiómetro.
te marcar la diastólica al m om ento en que
se inicia y termina la quinta fase, por ejem 2.— Insuflar rápidamente (lo más pronto
plo 160/60 — 0. Algo semejante puede ser que se pueda) hasta una cifra que se estime
necesario en la Persistencia del Conducto que es superior a la presión arterial del su-1
Arterioso (PCA), Hipertiroidismo, fiebre y jeto en estudio.- (
embarazo en que aumenta la velocidad cir 3.— Una vez insuflado el mango, se ordena¡
culatoria y la volemia. al pacléñte~que abra y cierre los dedos de la
En algunas personas la tercera fase mano del miembro examinado. Debe hacer
puede no presentarse como soplos sino como los movimientos haciendo un poco de fuerza,
latidos, lo cual no es motivo de dificultad 4.— Se baja el brazo a nivel del corazón y
para la interpretación correcta; mas otras se toma la presión arterial con el método aus'^j
ocasiones puede no oirse absolutamente cultatorio, desinsuflando el mango con lenti
ningún ruido, es decir, hay un silencio, para tud. Se puede aumentar la velocidad de la
luego de él reaparecer los latidos que ya descompresión, si la frecuencia es elevada
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(taquicardia). Se desinsuflará con mayor len 2.— Se vacía de sangre la extremidad que
titud, si la frecuencia es baja (bradicardia) o queda libre por debajo del manguito, desde
si hay arritmias con déficit del pulso. la punta de los dedos hacia arriba, mediante
METODO PALPATORIO: Sirve únicamente pa una venda elástica.
ra el registro de la T.A. sistòlica. Es muy 3.— Se insufla el mango por sobre la cifra
útil en los casos en que por cualquier razón de presión que se estima.
no es posible utilizar el estetoscopio, pero 4.— Se libera el vendaje de la extremidad,
no es posible con ella determinar la T.A. la cual queda pálida por estar exangüe.
diastoli ca.
5.— Se va soltando la presión y se observa
La técnica de colocación del brazalete el cambio de color. Cuando hay un cambio
del tensiómetro es la misma que para el neto del pálido al rosado o rojo, se trata de
método auscultatorio, y una vez palpada la la cifra que hay que tomar en cuenta como
arteria, se insufla lo más posible, de tal ma Presión Media. La velocidad a la que se debe
nera que desaparece el latido arterial; luego desinsuflar, el manguito es de 5 mm. por se
se va dejando escapar el aire lentamente, has gundo.
ta que en un momento determinado se vuel
Este m étodo exige por lo menos dos
ve a sentir los latidos; en este instante se re
observadores: uno para ejecutar las manio
gistra la T.A. sistòlica.
bras, el otro para observar el cambio de
Ordinariamente el método auscultato coloración.
rio permite la detección de la T.A. sistòlica
unos 10 a 15 m.m. Hg., antes que el palpa- OTROS METODOS.- El método directo que
iodo; sin embargo, cuando ei caso es inverso, se realiza puncionando una arteria y conec
se debe marca: la cifra de !;■ T.A. sistòlica en tando la aguja o el cate'ter que la substituye
lo que determina el método palpatorio. al manómetro de Hamilton, o al Estrain
Gauge, permite la medición exacta de la
De paso recordemos que la T.A. dife
T.A., pero su uso no es para la clínica si
rencial es aquella que se encuentra restando
no para los estudios hemodinámicos especia
la mínima de la máxima. Aumenta porque
les, razón por la que nosotros sólo lo men
sube sólo la máxima o porque baja sólo
cionamos. Pero sí nos detenemos para decir
la mínima o porque sucede ambas cosas a la
que, aparte de perm itir la medición de la
vez. Se acorta cuando baja solo la máxima,
T.A. sistòlica, diastólica y diferencial, sirve
cuando sube sólo la mínima, y cuando suce
fundamentalmente para el control de la T.A.
de ambas cosas, según veremos más adelante.
media, que no debe ser confundida con la
anterior. Sucede, que durante un ciclo car
díaco, la T.A. está variando permanentemen
METODO VISUAL- (Del cambio de color).
te; pues bien, la T.A. media, es justamente
Este es un método que tiene vigencia para
la media de todas las tensiones arteriales
tomar la presión en lactantes y en general en
habidas durante un ciclo cardíaco. La Fig.
niños de corta edad en los que se dificulta
No. 8-4, nos muestra las curvas de la T.A.
la toma de presión por otros métodos:
media. Depende del grado de la resistencia
1.— Se pone el manguito en una de las periférica y ésta a su vez del estado de las
extremidades, cerca de la muñeca, si es el arterias especialmente, razón por la cual al
miembro superior; cerca del tobillo, si es el producirse u n estado de constricción arte
miembro inferior. rial sube la T.A. Me., y la diferencial, mien-
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6 0 -
CUADRO VI
3 .- Metodología y Actividades.—
3.1: Repetir varias veces lo que es y cuales son los factores que intervienen
en la temperatura corporal.
3.2: Repetir varias veces los factores que intervienen en la producción de
la Hipertermia.
3.3: Hacer la anamnesis de la fiebre a los pacientes.
3.4: Tomar la temperatura a varias personas sanas y enfermas.
3.5: Anotar la temperatura en las hojas correspondientes del expediente
ch'nico.
3.6: Analizar e interpretar diferentes curvas térmicas.
4 .- Recursos.—
4.1: Personas sanas.
4.2: Enfermos febriles.
4.3: Termómetros bucales y rectales, y medios de desinfección.
4.4: Bibliografía.
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I#
^ ^ . 5 : .Intestino, que elimina .calor, con-las vasodilatación periférica.lo cual permite que
eces fecales. llegue ^mayor .cantidad de „sangre a la piel y
Ä ~ REGULACION.— Pero el equilibrio en- ésta^jletermine .eliminación de calor por Jos
| 0 r e la producción y la elim inación se hace mecanismos antes anotados. De allí que en
■ g ra c ia s a diversos mecanism os que tam bién estas circunstancias, la piel se muestra calien
'^ o s vamos a enumerar. te, . rubicunda, húmeda _ y . sudorosa. Los
^ Ante todo tengamos en cuenta que si pulmones aumentan la veritÜación(que hace
£ l a producción superara a la eliminación, la que se pierda mayor cantidad de agua.
^ te m p e ra tu ra subiría por encima de lo nor Cuando hay. disminución^.de,...caJor jo
mal; si la eliminación fuera mayor que la exposición^al_ frío,, (14) se produce en cam
¡^producción, la temperatura corporal descen- bio, vasoconsiriccióriperiférica intensa lo qu.e
^ d e r í a . Ambas circunstancias son capaces de hace disminuir el flujo sanguíneo por la piel
producir trastornos funcionales y orgánicos. para e n tar j a pérdida.. Esto explicá'qúe~eñ
® 3 . 1 : Sistema Nervioso Centra l : , (8) A n i- estas circunstancias, la piel esté^ fría, pálida
£ v e l del jii p otálam o. según Myers, se encuen- seca, y aun pueda presentar por la acción
^ t r a él termostato del organismo, compuesto simpática erección de los ;vellos__corp9rales.
por el centro del calor y el centro del frío. Además disminuye la ventilación pulmonar.,
A -----------•
El centro del calor, estimula la genera- QUE EXAMINAR.— Obviamente, la tem pe
jp c ió n del calorase activa al disminuir el calor ratura.corporal,en los lugares accesibles co
gjco rp o ral, y. restringe la acción de los factores mo son: la,boca, el recto y las axilas más
temodifusórésT'"El centro del frío, que esti- frecuentemente; ocasionalmente en larvagina,
™ m uía la pérdida del calor, se activa al aumen- el conducto auditivo externo, el pliegue in
£ t a r la cantidad de calor corporal y deprime guinal y la piel.. De este examen se podrá
^ la termogénesis. determinar si se trata de una temperatura
normal o anormal.
^ 3.2: Sistema Nervioso Neurovegetativo: (7)
™ Las órdenes impartidas por los centros son TEMPERATURA N O R M A L - El cuadro No.
transmitidas a los órganos efectores por él 9-l; nos señala las cifras medias de las tem pe
Sistema Nervioso Neurovegetativo, que ac raturas más usadas.
tuando sobre los mecanismos difusores de Como puede observarse, las tem pera
termina el comportamiento regulador, así: turas normales más altas suelen registrarse a
Cuando hay exceso _de calor, produce la tarde, pero también después del ejercicio
i
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-6 4 -
ÉE
físico,(5, 12) de la digestión, de las emocio naturalm ente las producidas por la s ^ b a c íe - -^
nes intensas, del trabajo de parto, durante la rias en las_fiebres sépticas; algunos a le rg e n o H i
segunda m itad del ciclo menstrual. En los de, naturaleza proteica'. " g ||
niños es algo más alta que en los adultos, A gent^,b^.ctenanps: producen \*¡m
y en éstos que en los viejos. Nótese además fiebre séptica. Actúan de dos maneras: 1 ^ ^
que, entre la axila y el recto hay 0,5°C.de una consiste en la liberación de un p irogene^!
diferencia aproximadamente y que en la bo exógeno, de naturaleza lipopqlisacárida, t e r f l j
ca es m ayor que en la axila, pero menos que mostable, pi.roduce..fiebre.poco tiem po--des-^
en el recto. ~ -y pués de inyectado y estimula directam ente™
.A,-> ' r '
L-a-temperatura en el pliegue inguinal el termostato, elevándolo. La segunda fo r4 J(
es más o menos igual que en la axila; la de la ma de actuar consiste en que el mismo pire-^y
vagina isuele ~serde~~38°G^es decir, más alta tógeno actúa sobre los leucocitos polinuclea-^^
que en el recto. Se considera que la .del f o n - . res y las células agredidas por las bacteria^lü
do del-conducto auditivo externo.?s la más y libera de ellos el^piretógenoréñdógeno q ue£g
estable. La de la piel varia de acuerdo con es termolábil y que también estimula a l ^
la región. En todo caso, como ninguna de és term ostato, pero más tardíamente que lo q u e^ n
tas es de frecuente aplicación, nosotros sola hace el piretógeno exogeno. (1) *
mente las nombramos. HIPERTERMIA SIMPLE: No se debe a una h i- £ j
HIPERTERMIA.— Se UamaHipertermia^a J o perestimulación de los centros hipotalám icos,^^
do aum ento de la tem peratura corporal que sino a Ja acción, de agentes, externos, como e l ^ |
supera .las •cifras-normales-, y.puede ser pro calor y .la-humedad, que "impiden que se p o n -f^
ducida-por la Fiebre-o por- causas...externas gan enjuego ios factores dispeísores de lapiel^g|
que jiete_rmina.n Ja Hipertermia Simple. especialmente. EKexceso ,de humedad par-
FIEBRE-.— Cuando el .termostato_que nor ticularmente impide la s_udoración.yjíetermi-w
malmente permanece regulado_a.370£ , como na el aumento deí calor en^el interior d e l^ j
término medió, es estimulado anormalmente, c u e rp o .(7 )/.... ^
desplaza su punto^de. r e g u la c ió n u n .nivel SINTOMAS Y SIGNOS DE LA FIE B R E .- En el "
más alto, produciéndosela fiebre, (4, 7). Es proceso evolutivo de la fiebre suele descu-^^
decir, la fiebre propiamente dicha es la con brirse tres períodos: L — El del escalofrío; ^
secuencia-de .una..agresión,sufrida, por eí Sis- 2.—jgl febril propiamente dicho; y
tema .Ngryios.o,.Cen tral a íiiYgl jyj^talám ico, defervescencia. Estos detalles son dignos d e ^
actuando como agresores diversos agentes tomarlos muy ¿n cuenta, porque el estudian-
piretógenos fisico§A.químicos, y .bacteria ips te suele pensar equivocadamente que la fiebre
que a continuación vamos a enumerar (13): es sólo el aumento de la temperatura re g istra -^
Agentes,fisicps:_ Cualquier cuerpo que da por el term ómetro, pero vamos a ver a “
sea capaz de comprimir el hipotálamo a ni continuación cómo es capaz de producir Por® |
vel de los centros termorreguladores es ca- sí misma abundante sintomatología que se^jj
paz de producir fiebre, por ejemplo, las he- ¡j superpone a la de la enfermedad causal.
morragias o los tumores. O 1 .- Período de escalofrío: Al elevarse el™
Agentes:químicos: por ejemplo, subs- termostato por cualquier causa se p r o d u c e ^
tancias producidas en los tejidos quemados una falsa necesidad de guardar calor, con
como polipéptidos,'aminobases; el-C IN a ^a l^ ^ ,0113! centro del calor envía sus órdenes p o r ^
gunos antibióticos y otras substancias (11), y v*a simpática, produciendo marcada vaso-
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constricción de las arteriolas periféricas, lo derada),v-o más, entonces pueden ser nu
que impide dispersión,del.calor, paraliza la merosos y graves. A j a fiebre d e .3 9 ° C ^
sudoración, la piel se vuelve fría, seca, erec 40,°Gp sé •Uama r-‘áltá”,; e
ción de los pelos „del .cuerpo, intensa sensa de más de 41°C (6).
ción de frío y temblor muscular, todo lo
.La sintomatologia de este período se la
' cual pretende aumentar la producción y rete-
puede encontrar en casi todos los sistemas o
¡ner el calor, con lo que se consigue aumen
aparatos del cuerpo, así: la^piel suele estar
tar la temperatura corporal.
seca, caliente, algunas veces rubicunda es
El ejemplo más típico de estas mani pecialmente en las ^mejillas. Las mucosas
festaciones lo vemos en .el Paludismo, lo cual están secas y el enfermo suele quejarse de
ha permitido que, popularmente, se le conoz sed. Algunas ocasiones se presenta Herpes
ca como “los fríos” . labial, como en las fiebres por la neum onía
En este primer período, la fiebre pue neumocócica.
de subir bruscamente o lentamente de acuer f ¿En el.aparato cardiovascular_se_cons-
do a la etiología de la misma, según veremos tata-^un aumento de los latidos^ cardíacos
al estudiar algunas curvas térmicas. yJ.eJjm.lso. en una proporción de más o me
2.— Período Febril Propiamente Dicho.— nos 10 latidos por cada grado de tempera
Una vez que el ascenso ha terminado, la fie t i l a que aumenta. Fig.No. 9-1. Sin embargo,
bre se mantiene en un acmé que puede du en la Fiebre.’Tifoidea, tan frecuente en nues
rar días, semanas o meses de acuerdo con la tro medio, los latidos que aumentan son
causa que además determina el nivel al que menos numerosos, lo que produce una bra
puede subir. • Cuando la fiebre es leve, dicardia relativa, por ejemplo, a una tempera
3.82jC.«='~'-38,50G,- lo s síntomas pueden ser tura d e ‘39°C; puede corresponder un>; fre
escasos; pero si sube a ^92C---.(^ehré^irioi - cuencia de 80 latidos por minuto. Como au-
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menta la. velocidad circulatoria y por tanto exposiciones-al-frió y congelamientosven al-
la turbulencia dentro del corazón, pueden gunas hemorragias^ en algunas intoxicaciones
aparecer soplos que, en todo caso, no indican alcohólicas puede,..haber hipotermia,-rya sea -
daño del corazón. por la mala producción o exceso de elimina- n
ción.
En. .el -aparato -respiratorio se . observa •v
M aum ento. de la frecuencia.respiratoria^ y el Se considera hipotermia^c,uañdó la” *
/ digestivo suele producir anorexia. temperatura baja dé 369C, y de acuerdo con
En el rSistéma_ Nervioso, pueden pro el nivel de descenso puede ser:m oderadao t
ducirse los síntomas más espectaculares, profunda. En todo caso, cualquier descenso,
sobre todo en los niños y en los ancianos y menor que-.-28.Q-Gj debe ser considerado-eríti-
cuando la fiebre es alta. Así. pueden presen- >co y demanda cuidados especiales. '1
j / tarastados de,-delirio, sueño.jintjanquiló“-ce-
CQMQ..EXAMINAR: El control_simpie de la
_yfalea, obnubilación (3) o.exitación .mental y
tem peratura. exige.Ja._ colocación adecuada *
convulsiones, (10).
del^-terjnómetro; pero la ñebr¿_ y la^lúpo- f¡
En las fiebres prolongadas, debido al termia demandan además la anamnesis.
aumento del catabolismo, de la anorexia,
ANAMNESIS: Por ser un hecho constatable,
y de la mala digestión de los alimentos,
la anamnesis puede ocupar un segundo plano, ^
puede haber notables bajas de peso.
pero cuando la fiebre es el motivo de cónsul-
Los., .riñones producen, .poca,¡cantidad ta o el único síntom a que describe el pacien
de...orina,, muy concentrada^ y de densidad te, entonces es indispensable recoger su his- ^
elevada, si están sanos, y ¿un en algunos casos toria por el interrogatorio. i
el examen elemental y microscópico puede
La m ayoría de veces basta para ei efecto (
revelar ligeras albuminuria y hematuria. la anamnesis aplicable a cualquier síntoma.
3.— Período de Defervescencia o Diaforesis.- Tal vez convendría añadir una pregunta rela
^ L a caída de la fiebre puede hacerse brusca- cionada con el comportamiento horario de la (
' mente, en crisis, es decir, en pocas horas; de fiebre: ¿A- qué hora del día es más_altgja ^
la mañana a la tarde puede bajar a niveles nor -temperatura? .
males o subnormales, pero a costa de una TECNICA: Se describirá únicamente para la
gran sudoración que puede empapar hasta tom a en la boca, la axila y el recto, para las i
la ropa de cama. En el Paludismo, en las que se emplea el termómetro clínico de mer- |
supuraciones, en la Tb. pulmonar y en el uso curio, Fig. No. 9-2, en el cual el calor dilata
de los antitérmicos suele ser característico. el metal líquido y permite que la columna ^
Aunque al bajar la fiebre la mayoría de los ascienda, lo cual es medido gracias a la esca- (
enfermos suele sentirse bien, sin embargo, la graduada que se encuentra señalada en las .
muchos semienten asténicos, sedfent.os y pue- paredes de cristal. Como sólo son termóme
den emitir abundante orina. tros de máxima, la graduación va desde los (
Otras ocasiones, la fiebre cae lentamen 35°C, hasta los 42°C., en la mayoría de los ^
te, en lisis, que dura varios días, mientras el modelos que se encuentra en el comercio.
paciente va sintiéndose progresivamente me La columna de mercurio suele ser visi-
J
jor. ble como una fina cinta que se dibuja en la ^
HIPOTERMIA.- En los estados de choque, arista que constituyen, por un lado, la pared ^
en el Mixedema, en las-hipoglicemias-, en las que tiene marcados los números; y por otro,
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i
quisitos antes anotados hace que los resulta
dos sean poco confiables. El defecto más
frecuente que observamos es que el pa
ciente habla mientras está con el termóme
tro. No debe hacerlo, y debe permanecer
con la boca cerrada un tiempo mínimo de
<~2 minutos, pero no más de cinco, porque no
es necesario.
La boca es un buen sitio para los
controles frecuentes en pacientes que cola
boran conscientemente; pero no debe usarse
en los niños muy pequeños ni en las personas
inconscientes ni en los deshidratados ni en
ningún enfermo que no colabore.
Fig. 9-2 T erm óm etros de m ercurio. A: B ucal
B: rectal JL ajxü^es un buen lugar para tomar la
temperatura en los niños, pero exige que la
la pared que señala la escala dividida en gra madre o persona que lo cuida mantenga el
dos centígrados y en milímetros. brazo bien adosado al tórax, Fig. No. 9-3,
Antes de usar el termómetro debe ser con el objeto de que impida la penetración
bien desinfectado, para lo cual recomenda de aire en el hueco axilar. En las personas
mos cualquiera de las siguientes medidas: mayores exige además alguna humedad para
lavado con agua fría y jabón; desinfección que el calor se distribuya uniformemente.
cuidadosa con alcohol; y desinfección con En los niños y adultos m uy delgados es poco
solución de yodo en agua al 1 — 0,5°/o. confiable porque el hueco axilar no es her
En los hospitales o el consultorio es aconse mético.
jable mantenerlos, luego de haberlos lavado EKrecto es el mejor lugar para los niños
con agua y jabón, en la solución antes men y todos aquellas personas en que ni la boca
cionada o en alcohol. Debe- tenerse presen ni la axila permiten un buen control; sin em
te, que el riesgo de contagio de una infec bargo, requiere la lubricación previa del
ción siempre es probable si no se ha tenido termómetro con vaselina o una crema, y la
cuidado de desinfectar bien los termómetros. penetración suave por el ano, previa apertura
del surco interglúteo de manera tal que el ano
Un requisito indispensable, previo a la quede perfectamente visible. Fig. 9-4. Una
colocación del termómetro, es la constata
vez introducido el termómetro, la madre de
ción de que su columna de mercurio se
be sujetarlo, cerrando el pliegue interglúteo
encuentre por debajo de 35°C., de lo con como demuestra la Fig. 9-5, y manteniéndo
trario los resultados pueden ser falsos.
lo así por -2 . - ^ ’5 -minutos. Luego se lo
Para tomar la temperatura_bucal se de extrae cuidadosamente, se lo limpia bien y se
be asegurar-previamente -que el paciente pue procede a la lectura. Las personas mayores
de: respirar _por. la nariz, que tiene la lengua pueden introducirse ellas mismas, pero, en
q y mucosas húmedas y que puede mantener las que por cualquier razón no lo pueden
la boca cerrada sosteniendo al termómetro en hacer, entonces debe hacerlo el médico o la
el sitio que lo deja el médico, es decir, deba enfermera, de acuerdo con la técnica arriba
jo de la lengua. Cualquier falta en los re descrita.
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- 6 8 -
4 .~ Número de veces que ingiere ali 4 .- Cuántas veces y a qué hora ingie
mentos en el día. re alimentos?
•
m
! e L BIOTIPO MORFOLOGICO O
R e s t a d o c o n s t it u c io n a l
PLIEGO: 4
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bres, hay buen desarrollo j j e m ta ly .piloso.
En las mujeres la menstruación es precoz.
Psicológicamente son .ciclptjmicgs^ .m uy a--
fectivos y ¿Iternaú entre la alegría fácil y la
depresión; son reaíi^asj.yiyen.rnás.y.m ejor
el. presente, sin mucha preocupación por el
futuro, y son grandes ;-Cpmedores. Destacan
en algunos deportes como la lucha y alza--
miento .de pesas...
Son propensos a la.diabetes mellitus, a
la gota; a la hipertensión arterial^Ja^cardipes-
cjerosis y sus consecuencias; a algunas enfer-
-medades crónicas pulmonares...
ASTENICO O LEPTOSOMATICO: Fig. 11-3.
A ltos,. m uy delgados, cuello .largo, tórax es
trecho, abdom en y pelvis tam b ién estrechos,
brazos y-piernas largas; -facies alargada y pá^
lida-,-corazón en gota, m úsculos delgados.
Su arquetipo es don Quijote. Psicoló
gicamente son esquizotímicos, asténicos; son
idealistas, menos apegados a las cosas m ate
riales, tienen tendencia:a.la depresión, pero
pueden ser. también impulsivos. -
Son propensos a las viscero;ptosis,
las-Jiernias, la tuberculosis pulmonar.,
DISPLASICO: Fig. 11-4. Son aquellos que
no-pertenecen -a ninguno. de Jos anteriores.
Su-imorfologia sale completamente de.-lo
normal. Kretschmer, mismo reconoce a
las siguientes variedades: i . — Hipoplásicos
o.r infantiles; 2.— G ig^te^E.unucoides;~y
3.—'Eunucóides obes os. - Fig. 11-4 Estado constitucional displásico
S**
JfgspECCION-yp ty O
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jP A L P A C IÓ lj
1iM P -
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d hígado, el traube y el intestino producen cuando ellos contienen más aire que lo nor
sonidos tan distintos que hacen fácil su iden-. mal, como en el Enfisema Pulmonar.
Ificación. Nosotros creemos que la única forma
Los sonidos básicos son: de identificar a todos y cada uno de estos
íí claro^ÁjrfSipánico?) sonidos es oyéndolos, antes que leyendo:
SONIDO MATE¿) Es el„,gue .ge encuentra al cualquier descripción; de manera que, vaya
percutir los músculos .o sobre una viscera ma el estudiante a percutir en las zonas indica
tea o hueca, pero llena de líquido; El~ejem- das y se satisfará; pero tenga en cuenta que
ío más típico es el que se da en plena masa sólo podrá sentirse plenamente satisfecho,
epática, y se caracteriza por ser de intcnsi- cuando reconozca dichos ruidos como lo ha
ad débil, tono alto y duración breve. ce con la voz de una persona conocida, de
quien sabe que está en un lugar determinado
¡jjNIDO CLARo T\ Se lo llama también sonoro
con sólo, oírla.
es el que caracteriza a Ios-pulmones, lo.,
que ha servido para hablar d e j a sonoridad COMO PERCUTIR: Aunque desde que
ulmonar normal. Se trata de. un ruido de Auenbrugger, en 1761, aplicó la percu
fuerte, .resonante, de. t ono bajo sión para el examen médico se han ido su
ríe duración larga.. Percútase en un am cediendo diversos métodos percutorios, sin
b ien te cerrado y de buena acústica y se apre embargo, en la actualidad sólo se usan dos:
ciará aun a distancia las características ano el dígito — digital de Gerhardt, (1, 3) y
nadas. Nótese que este ruido se ha pro- el directo del propio Auenbrugger.
aducido en una...viscera .de- gran.„masa, pero Pero antes de describir estos métodos
íque también contieiig aire. ■. conviene que anotemos que para obtener
buenos resultados debe percutirse en un am
^^gONlDO. Tgt’PANICQ: \ Es el sonido típico biente de silencio, poniendo al paciente en la
-•Hie' la ..cavidad abdominal, se origina en las posición adecuada para cada viscera, (La per
j j /ísceras huecas que están llenas de aire, como cusión de cada viscera se describe en el ca
^el intestino" v ía camara aérea del estómago. pítulo correspondiente); empleando correcta
e caracteriza por ser muy intenso, de tono mente las técnicas generales que vamos a des
ás.alto,que el claro y de duración larga. cribir y tomando en cuenta que la percusión
£ En el área de superposición de las tiene que hacerse con golpes suaves que
^visceras puede, encontrarse ruidos-.de -ca- provoquen la vibración solamente de las es
racterísticas intermedias coino son-: el.soni- tructuras cercanas al sitio de la percusión; de
Hq. sub-maTeTjQué se observa en elrtórax, en lo contrario, si la percusión es demasiado
ifojs .sitios de interposiciórT'del pulrrión'con el fuerte, las vibraciones pueden provenir de
lugado. Sus características son una mezcla órganos lejanos que podrían dar sonidos pa
tie la sonoridad-pulmonar y de Ja matitez rásitos y deformar el sonido que debe ob
^epática. Igual sonido se encuentra en las tenerse. Fig. 12-5.
áreas de superposición entre el corazón y-las Percusión D ígito—D igital—| Fig. 12-6. Es la
lengüetas pulmonares. más usada y se procede de la siguiente ma
I Se habla también de la hipersonoridad ; nera: El dedo medio de la mano izquierda
¡es decir, de un ruido.fuerte, detono.más.ba- (dedo píesnñetro)se aplica suavemente~sóbre
j¡o,-y de mayor duración que el sonido claro» la zona que ,se va a percutir, mientras que el
de:.los-pulmones, y que puede encontrarse'" dedo medio de la mano derecha,- flexionado
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CAPITULO 13
ACTITUDESJif DECUBITOS _
Fig. 14-5 Ictericia. A: Esclerótica. B: Piel Fig. 14-6 Manchas melánicas. A: Liquen
del abdom en. C: Palmas de las plano m elánino (C ortesía del Prof.
manos amarillas. Dr. Holguer G arzón) B: Enferm e
dad de Addison.
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-92-
Decúbito dorsal: Es la posición en la que la
personase ¿ñcúentrá acostada sobre su espal
da. Voluntariamente no es tolerado por
mucho tiempo ni siquiera durante el sueño.
Las -personas -con-hernias -del-hiato rápida-,
mente sufren'de molestias esofágicas por el
reflujo del contenido .gástrico (1)* debido a
que aumenta el ángulo gastrovesofagico-y se
transmite ' más Ja;-:presión - intraabdominal
Fig. No. 13-2.
crecimiento de las cámaras derechas, pueden toleran, pero sí- 'en /cámbio Jos-'-enfisema-
no tolerar el decúbito lateral derecho. tbsós, a los queja-presión intraabdominal les
Decúbito^ventral: Es aquel en el que se en ayuda en ja éspiración. Varios ejemplos más
cuentra una persona cuando se acuesta boca pondremos sobre los decúbitos en los capí
abajo. Puede ser considerado fisiológico por tulos que lo ameriten, pero haciendo notar
las mismas razones que se dieron para el la su correlación fisiopatológica con la Semio-
teral derecho. Los enfermos cardíacos-no Jo lógica.
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LAMINA I I I
Fig. 14-1, 2, 3, 4: Lám. II. Fig. 14-5A, B y C: Lám. II. Fig. 14-6A y B: Lám. II. Fig. 14-7 Lám. III
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La palidez segmentaria debe ser motivo 4e roce (cuello, cintura, codos, rodillas); en la
de especiál análisis: en esencia significa di boca, la lengua y los carrillos .en Jo s que, se
ficultad segmentaria de la circulación pe presenta como manchas de color café, obs
riférica, como se ve en las obstrucciones curo; los pezones, la línea alba y los geni
arteriales (Trombosis) de las piernas por ejem tales externos;-las líneas de la palma de las
plo. En estos casos, a la palidez se "suma :manos.':
la-frialdad del miembro1 y la^ausencia_del
Por hoy sólo mencionaremos además
pulso arterial de la “arteria rcpmpriMne'hda.
a las hiperpigmentaciones en la cara, como el
En la enfermedad de Raynaud,“ se...presen
cloasma del embarazó’y de -algunas hepatopa
ta una palidez de dedos --de- manos y i pies
rtías e -insuficiencia ováricas. Otras hiper-
que va seguida de cianosis-
pigmentaciones por metales son m uy raras
1.2: LA-RUBÍCUÑDE-Z. También es_un fenó en nuestro medio. Las p a n c h a s azuladas en
meno -vas ciííS ^ b 'h e m ático que .puede-ser los ^sitios de la inyección de hierro adminis-'
localizado o generalizado. La vasodila- trado iparenteralmente son en cambio fre
tación periférica que permite mayor añujo cuentes.
de sangre a la piel explica el fenómeno. El
1.6: DESPIGMENTACIONES.- No deben
excesivo calor ambiental, la fiebre, el ejerci-
ser confundidos^coñ*T¥~palidez. El albinismo
cio, los “colores que suben a la cara”,por reac
es -la despigméntacion total deJa.piel, cabe lio,
c i o n e s emocionales,-las' -“llamaradas de .ca-
cejas, pestañas. y. vellos del cuerpo, del iris
P lor” de la menopausia, son unas pocas de las
y de la coroides de los ojos. El vitÍligo, \ 1
P causas más frecuentes de rubicundez transito
demuestra manchas leuco dérmicas disp u cs-^
ria.
tas simétricamente, que pueden progresar has
&
Muchas intoxicaciones o reacciones ta despigmentar amplias extensiones.
3 alérgicas producen rubicundez-generalizada
^ o..segmentaria. En las poligiobulinas, coino^ m W E R A T U R A ^ Se .examina ;cc;i
-el dorso de los dedos de la mano, Fig 14-8,
en la primaria de Vaquez — Osler, es lo ^ /
comparando siempre en los lados simétricos
^ más típico.
del enfermo. También pueden usarse los
^ 1.3: LA CIANOSIS' supone u n ^aum ento-de termómetros dérmicos, pero en la clínica
£ la cantidad, de hem oglobina reducida.,de .la,< basta lo antes anotado. Con este procedi
sangre, y por ten er que ver con el-funcio- miento se pueden apreciar variaciones cuali
9 namiento.. de los aparatos .Cardiovascular-y tativas del calor, es decir, los aumentos y dis
pulm onar especialm ente, la estudiarem os en minuciones.
^ ellos.
r»
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-97 -
mente que “le ha cogido el alimento”). En al
gunos trastornos circulatorios como: en el
|9 ;shock, en el que suele ser frío y en la in-
suficiencia cardiaca. En algunas afecciones
_ como la fiebre reumática y la Tb. pulmonar,
™ en las que suele ser nocturno; y no pode
mos dejar de indicar a las causas psicogenas o
emocionales, de las cuales, las que afectan a
^ las manos y pies pueden convertirse en autén-
^ ticos problemas de timidez y desajuste social.
^ W ih id ro sis: La causa más frecuente de-piel
a seca':..es-rla:“deshidfátación;-- pero además al
gunas dermatopatías como la esclerodermia
^ y la ictiosis. El mixedemause acompaña de
Fig. 14-9 E xam en de la elasticidad de la
piel seca, igual que.;algunas-colagenópatías
piel
_ como las Dermatomiositis y el síndrome de
™ Sjogren; A y
9 Bromhidrosis.— El'sudor •'proveniente-dé las y laxa. Algo semejante puede verse en per
H glándulas t ecririas ^no^ aportan ;para rel^olor. sonas que han sufrido de grandes ascitis o
LasrapocrinasTpueden ser-emimtprio|de-algu: tumoíes abdominales. También es muy laxa
t nos "condimentos alimenticios;¿y;f de-algunos
en los emaciados.
9 medicamentos. ■_ Las variaciones raciales del
Suele ser tensa la piel infiltrada por
|jj) olor del sudor deben ser tomados como
edema o enfisema subcutáneo, además pue
normales; la: dependiente,, de la contamina-
de tener una apariencia fina y brillante.
9 ción bacteriana produce mal olor, igual que
£ la que es producto del desaseo. En la clínica v ^ -E s gniesa. y rígida en el mixedema, en
importa el olor urémico del sudor de los en el Cushing y.la acromegalia.
i fermos con uremia, que suele acompañar al
5 . - LESIONES CUTANEAS DE CAUSAS
P aliento de igual característica. INTERNAS:
i 4 ELASTICIDA D .-*--S e «¿examina -pin-
5.1 JACULA, es una mancha de la piel
P zando. entre, . dos - dedos ■un .vpliegue- de^piel que ni se eleva ni se deprime del nivel de la
P Fig. 14-9. Normalmente, en los niños y jó- piel. Entre éstas tenemos a:
venes es sumamente elástica pues, luego del El„eritem a, que puede s^r generalizado o
* pinzamiento, .vuelve inmediatamente a su circunscrito y que se caracteriza por.seríele
£ condición normal." Conforme se avanza en color rojizo, producto. de la .congestión vas
^ edad va perdiendo poco a poco su elastici- cular y que desaparece aL-presionáríó,"lo
9 dad hasta que en los viejos pierde su grosor, cual se evidencia más al hacerlo con una
^ se hace más transparente, especialmente en placa de vidrio. Podemos dest.acar,al eritema
H' las zonas descubiertas, se pliega fácilmente de ¡las. emociones; de los .rozamientos y p r e
v y su poca elasticidad determina que se des- sione?. sobre, la piel; al dermografísm o^pjoiy
" pliegue lentamente. En las mujeres que han que se ve en elliipertiroidismo, Fig. 14-10, y
^ tenido hijos, la piel del abdomen demuestra, que se lo busca haciendo unas rayas sobre la
^ a más de los viviceps, una piel poco elástica espalda con un objeto romo, se espera unos
Fie. 14-10. Lám. I II
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98-
segundos y entonces aparecen las lineas tra
zadas de un color rojo que demora m ucho en
desaparecer; también se las ve en algunas
neuropatías. Los eritemas de muchas enfer
medades que afectan a la-niñez, como el sa\ ^ \
rampión, la escarlatina^ la rubéola,-la varice-v -^
la, y otras que afectan también a los adultos
como la fiebre-tifoidea y. la erisipela. Fig.^_y
14-11. Mencionamos también a los de las
alergias e intoxicaciones. Muchos otros
eritemas los conoceremos en otros capítulos.
Manchas hemorrágicas: Equimosis y Pete-
quias: Las primeras, que pueden~ser secun
darias a traumatismos o a trastornos de la Fig. 14-14E N ódulos. E nferm edad de V on Ro-
coagulación, suponen ruptura vascular y fuga^J cklighousen
de la sangre al intersticio; su color varía de A
5.3 ^VESICULAS: bolsitas que asientan en
acuerdo con el paso de los días y la degrada la: epidermis, llenas de liquidó sbroso-que
ción de la hemoglobina, desde el azul-mo.radp cuando se infecta se convierte en pus y ü a a
hasta el amarillento; ocupan una superficie la ^formación el nombre de pústula. Fig.
amplia y pueden distribuirse en variadas zo 14-15. En la medicina general interesa las de
nas-del cuerpo Fig. 14-12. Las petequias, la varicela, que son el siguiente paso de las
Fig. 14-13, propias de las púrpuras, son manchas eritematosas con las que se inicia la
m anchitasjojizas, de forma redondeada que, erupción cutánea de la enfermedad. En la
igual que las equimosis,'no. desaparecen con vacuna de la viruela es típico que el eritema
la presión, son del tamaño de lentejas o más del sitio de la vacuna, se convierta luego en
pequeñas como de la cabeza de un alfiler, sue vesícula, más tarde en pústula y por fin en
len presentarse eii grupos a. veces m uy nume costra, que al1caer deja una cicatriz indele
rosos y asientan en diversas partes del cuerpo, ble. Mencionaremos también a las vesículas
pero se las ve con más frecuencia en el abdo^/ del herpes simple, que asientan sobre todo al
men y miembros inferiores; son microhemo rededor de la boca, en los labios y comisuras,
rragias, producto de trastornos capilares y pero alguna vez también al rededor del ano
plaquétarios, pero también de los trastornos y genitales. Fig. 19-4. El-herpes de las
de la coagulación. enfermedades febriles también asienta al re
5.2: PAPULAS: Son sólidas, del tamaño dedor de la boca. El más característico es el
de una'lentejaro*arveja, sobresalen en la piel de la neumonía neumocócica. E l herpes
y son patológicas. Pueden verse en la sífilis, zoster, en cambio, produce vesículas que
lepra, tuberculosis. Fig. 14-14.«, asientan a lo largo de los nervios periféricos,
evolucionan a pústulas, luego a costras que
Debe diferenciarse de los nódulos cuando caen dejan cicatrices indelebles; son
qua-S-on elevaciones de tejido duro loca infecciosas, producen fiebre e intensos dolo
lizado en la dermis o en el tejido celular res de la zona afectada. Fig. 14-17. Sólo
subcutáneo. Pueden estar .provocados'por por su frecuencia mencionamos a las vesículas
procesos inflamatorios o tumorales. de las quemaduras de la piel y de los roces
Fig. 14D - Fig. 14E. frecuentes de la misma.
IA 11. . r. Lám . V. Fie. .14-1 7A y B : Lám.
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- ^.4: ..PUSTULAS.- Llamamos la atención piel o a las capas más profundas. Una de las
fpi^obre las del .acné .que asientan sobre todo más frecuentes es la úlcera varicosá. Fig. 14-19,
gljf^n. la cara-y :espaldáy pueden ser responsa- que asienta en la mitad inferior de la pierna,
¿ ¿ ¡ le s de importantes cambios psicológicos, única o varias, la mayoría de veces unilateral,
P ^ío b re todo en los jóvenes. de bordes festoneados, y rojizos .y que pueden
S ^ . 5 : ..NODULOS: Sonjonriaciones-patológi* estar rodeados de una zona más amplia de
■É^as de la .piel, de consistencia-sólida y de un piel cianótica. Se ve en las piernas con várices
¿jtóamaño variable-entre 0,3 y 3rcentímetros de: muy evidentes o no, pero que en todo caso,
^m ám etro ,-, son redondeados u ovalados-y en el examen, demuestran severo daño en el
P erd u lariam en te lisos. Por hoy sólo mencio-,, retorno venoso.
iz a r e m o s a los de la fiebre.'Téümática, quley Otras úlceras frecuentes son las d e ;
pn raros, subcutáneos, duros, inconstantes decúbito o escaras, Fig. 14-20, que asientan
que asientan en las superficies de extensión en Ja_.regioñ. ¿"acro^oxijge^.glútea, y .-rara,vez
las articulaciones y sobre los huesos pla en la escapular y en los talones.' Se ve en los
jé e o s . También mencionaremos a los nodulos enfermos muy debilitados y encamados largo
^ a e l eritema nudoso, que asientan bajo el eri- tiempo en decúbitos más o menos fijos.
PÜbma correspondiente, son duros, muy dolo- Muchas otras causas, como las infeccio
jg^isos, de tamaño variable, asientan sobre to- nes, traumatismos, trastornos neurológicos,
la cresta tibial, dorso del pie y cara exter- y el cáncer de la piel pueden producir úlceras,
í^ ^ a de los antebrazos, pero puede encontrarse pero las enunciadas más arriba son las más
jj^ m b ié n sobre los muslos; su etiología^es frecuentes.
^ m ú ltip le, y no nos corresponde revisarla
^ fq u í.
yl^/Las lesioneshasta aquí descritas, es de-
| ^ i r , a las máculas, pápulas, vesículas, pús
t u l a s y nodulos- pertenecen;al grupo .de las
llamadas lesiones .primarias de. la . piel; tam- ,
El&én pertenecen a éstas los tumores dérmicos!'
-ESTRIAS: Fig. 14-18. Son-el-produc-
de la hiperdistensión.^e Ja-piel co n ju p ta:
Fig. 14-20 Ulceras de decúbito
^ r a de sus fibras~eiásticas. Las más típicas son
® 9 s del embarazo que asientan en la parte ba-
6.— PEL O :5: Como todos observamos, los
jgjj| del abdomen. Muy semejantes son las de
niños, sin relación con su sexo, tienen el
ascitis y de los quistes gigantes de ovarios.
pelo del cuero cabelludo, pestañas y cejas.
^ B n el síndrome de Cushing, asientan en la
En la pubertad, también en ambos sexos,
l i a r t e baja del abdomen y muslos, y son de se presentan los pelos de las axilas, del pubis
g r a ta r amoratado. En los anasarcas pueden
en su disposición triangular,y un poco en las
fv erse además en el abdomen y miembros in-
extremidades superiores e inferiores. Pero
É&riores, en las regiones glúteas, lumbar y en el hombre, conforme van subiendo los
m n en los senos. Los obesos también pue niveles androgénicos, van también aparecien
d e n presentarlas en las zonas más distendidas. do los pelos de la barba, bigote, de la pro
£ ^ .7 : ULCERAS.— Son pérdidas circunscrip longación umbilical del pelo pubiano y peri
t a s de substancia que puede afectar sólo a la neal hasta cubrir los bordes del ano, y los
9 Fig. 14-18: Lám. V. Fig. 14-19: Lám. V y VII. *
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-10 0 -
de otras regiones como los del pecho, espal
da y de los miembros, aumentando los que
antes ya existían. Estas observaciones lleva
ron a Garn y Rook, a clasificar el pelo en:
“no sexuado” , al de la infancia; “ambisexua-
do” , al que es común para el .hombre y . la
mujer; y “sexuado”, al que es exclusivamente
del hombre. Cabe notar que la implatación
frontal del pelo en el hombre es convexa ha
cia adelante, y en la mujer es cóncava (Mara-
ñón). Fig. No. 14-21.
SEGUNDA PARTE
EXAMEN DE
CABEZA Y CUELLO
LA CEFALALGIA
I
i
I
I
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- 102 —
CAPITULO 15
LA CEFALALGIA X
CAPITULO 16
EXAMEN EN CONJUNTO - EL
CUERO CABELLUDO - LA
FRENTE
Fig. 16-1 Posición de la cabeza en la menin- ~
Demanda de todos los tiempos clásicos gitís. ®
del examen médico, es decir, de la inspección,
palpación, percusión y auscultación, aunque
estas dos últimas tengan un uso restringido
a determinados hechos que los anotaremos
a su tiempo..
Para su estudio dividiremos el examen
de la cabeza en dos tiempos: Uno para el
examen en conjunto, y otro para el examen
por regiones.
EXAMEN DE LA CABEZA EN CONJUNTG.-
Tornaremos en cuenta a los siguientes fac
tores : lo..Posición; 2o ..Volumen y form a;
.y 3o.3íovirriiemos, El pelo de la cabeza y
cara ya fue estudiado anteriormente.
1.— POSICION: La cabeza "puede estar in
clinada hacia atrás.corno.en las meningitis,
Fig. 16-1. En estos casos, típicamente, se
acompaña de rigidez .de la nuca, lo cual Fig. 16-2 Rigidez de la nuca. Paciente ™
con meningitis Tb. ^
impide la flexión de la cabeza hacia adelante,
de manera tal que, cuando la mano del
examinador colocada en la nuca del paciente
intenta flexionar la cabeza del enfermo, éste
no lo hace y se puede casi sentar al paciente
como en una sola pieza.. Fig. 16-2; si ésto
se acompaña al mismo tiempo de flexión de
en conjunto -el.
de las meningitis. Fig. 16-3 O pistó tonos
En el tétanos, la rigidez de la nuca puede
ser parte de la posición de opistdtonos; Las inclinaciones estables hacia adelan- 4
Fig. 16-3, que por contracción notable de los te tienen, que ver más' con las afecciones &
músculos paravertebrales puede determinar de la columna cervical en las que puede h a -^
que la columna vertebral haga una curva de ber disminución de los espacios intervertebra-1
concavidad posterior. les y aun fusión de las vértebras, Fig. 16-4. ^
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^ X as cicatrices viciosas de las quemaduras de \Sn.^eLta.qultismQ^rb megalocefalia tie
| £ i piel del cuello pueden fijar la cabeza en ne..... una . Fig. 16-8, por
P ^ n a inclinación hacia adelante. ensanchamiento de los huesos frontal y pa
Las inclinaciones hacia los costados rietales. Cuando se fusionan precozmente
^ s o n típicas de las tortícolis por contractura los huesos craneales ^SMostosi^l, especial
¡(jlolorosa de los músculos de un lado del cue mente los parietales entre sí, se produce un
lo, „especialmente del esternocleidomastoi- cráneo deformado com o una torre (P^goBér;.
Zeo. falia). Fig. 16-9.
C A P IT U L O 17
*
E X A M E N D E L O S O JO S
páipado inferió.'.-, : Del náipano 4do,siV,. Fig. 17-14. Sobre las conjuntivas páli-
superior. das de las anemias ya hemos hablado en otra -J¡
parte y no volveremos a repetir. ™
posición presionando con el pulgai las pes
La humedad: Normalmente las c o n ju n tiv a s^
tañas contra la piel que queda detrás de
están lubricadas por las lágrimas que circulan
ellas.
desde el ángulo superoextemo del ojo, e n ^ j
QUE EXAMINAR: Pondremos atención en el donde se encuentra la glándula lagrimal, hasta™
color, la humedad y la lisura. Normalmente, el ángulo internó en donde se encuentran los £ |
sabemos, es de color rosado la que cubre orificios y conductos lacrimonasales que con-
a la cara interna de los párpados; está hu ducen las lágrimas a las fosas nasales para ^
medecida por las lágrimas lo que facilita tam su expulsión. El exceso de lágrimas se ve en
bién su desplazamiento sobre la conjuntiva el llanto y en muchas inflamaciones con-^jjj
que cubre a la esclerótica; ambas son Usas y juntivales y corneales, pero su aparente-Jj
brillantes. La patología modifica estas j.f exceso de producción se ve en las obstruc-“
características; así: ^ 'ciones del conducto lacrimonasal, q u e im p i-^ l
El color: Se .yuelvenjojas .qa.la§ifipjijuntivitls» deh la salida a las fosas nasales, y se fuga p o r ^
Fig. 17-11, es decir, en las inflamaciones-de los ángulos de la hendidura palpebral. L a ^ j
la conjuntiva, que pueden ser motivo además hiposecreción o la falta total de lágrimas,
de escosor .conjuntival, ardor, eventualmente puede verse en lo
dolor, sensación de cuerpo extraño, parpa cual determina la sequedad de las con
deo, kgrim eq y aun presencia de secreciones- juntivas; la xeroftalmia que también pro-
Fig. 1 7 -1 1 , 1 7 -1 2 : L ám . V I. Fig. 17-14: Lám . VII.
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LAMINA V I I
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duce sequedad puede determinar ulceraciones para ir.a desaguar en las venas de la escleróti-'
de la córnea (19); lo que puede Observarse ^ ca, en la unión en que los espacios de F on
también en. la parálisis de Bell, pór evapora tana, se unen al conducto de Schlemm. La
ción y pérdida excesiva de lágrimas que im presión intraocular.producida normalmente,
pide la lubricación adecuada de la córnea. vana entre ^ ^ ^ 5 ¿mmuife mercurio: consi
Las conjuntivitis producen hipersecre- derándose como hip.qtenso. al.oiQjqiie.registta
ción de líquidos patológicos; por ejemplo, menossded.Oanmíígs; e hipeEtenso.-o-glaueo-
matp,so-akque:vregistraípresiones:5desmás/¿í¿e
las que son de etiología bacteriana producen
secreción purulenta, en la cual por cultivo o 3^rmm^Hgv?
a tinción pueden ser reconocidas las bacterias Cómo Examinar: Varios son los métodos
causantes; las afecciones virales o alérgicas especializados para medir la tensión ocular,
sólo producen una secreción serosa y casi como la tonom etría por depresión, que
nunca se acompañan de adenomégalia satéli usa el tonóm etro de Schiotz; la tonom etría
te, en cambio sí las bacterianas, atacando por aplanamiento, que usa el tonóm etro de
especialmente a los ganglios preauriculares Goldmann; y actualmente la tonom etría sin
dellado afectado. contacto, que aplana la córnea mediante una
corriente de aire (9 ,1 8 ). Todos son procedi
La lisura: Es requisito indispensable para,
mientos al alcance de los especialistas en of
el normal desplazamiento palpebral. En las
talmología, pero en la clínica general el
conjuntivitis pueden haber, como secuela,
procedimiento manual, que aunque no es
adherencias jconjuntivales que deforman los
cuantitativo, por lo menos permite el re
párpados, impiden sus movimientos y oclu
conocimiento cualitativo suficiente para las
yen los conductos lagrimales. En las per
aplicaciones clínicas que más tarde anotare
sonas mayores y de edad avanzada, suele
mos. El procedimiento consiste en hacer
presentarse un repliegue membranoso, de
cerrar los ojos al enfermo, luego con los pul
forma triangular, de base hacia el ángulo in
pejos de los dedos índice y medio se ejerce
terno del ojo, que asienta sobre la conjuntiva
una ligera presión con uno y otro dedo alter
bulbar, y con vértice que se exitende hacia
nadamente; de esta manera, el examinador
la córnea y que puede invadirla hasta cubrirla
sentirá en sus dedos una sensación de reni
totalmente, se llama ptérigian, Fig. 17-15; es^
tencia que refleja la tensión ocular. Luego
de,color amarillento, yasculaxizadfD, y cuando,
de examinar a varias personas normales, el
se-inflama puede volverse rojo.
estudiante se quedará con una sensación pal-
3 . - EL GLOBO OCULAR EN CON patoria propia de dicha condición y le será
JUNTO.— Reconoceremos la tensión ocular, fácil reconocer los cambios cualitativos de
la situación y los movimientos oculares. hipertensión o hipotensión ocular. Obvia
lEISBIQNypfflL AR: Depende fundamental mente que el reconocimiento de la hiperten
sión debe ser motivo de una inmediata refe
mente de la cantidad de humor acuoso que
se encuentra en el ojo. Como sabemos, este rencia al oftalmólogo para que precise la me
dida y la causa.
líquido se secreta a través de los vasos de la
superficie interna de los procesos ciliares; En la práctica general de la medicina,
pasa bañando al cristalino y cara posterior la causa más frecuente de hipertensión ocu
del iris; y, por la pupila, pasa a la cámara lar suele ser el glaucoma crónico y primario
anterior del ojo; sale luego por el ángulo con ángulo abierto que, evolucionando sin
iridocorneaU por los espacios de Fontana, tratamiento, puede conducir a la ceguera de-
Fig. 17-5: L ám . V II,
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- 120-
fmitiva. Todo trastornó de la visión, espe
cialmente el relacionado con la disminu
ción del campo visual, dolor ocular y aumen
to de la tensión del ojo, debe hacer pensar en
5 -ay« - Vfe •*-
glaucoma, y, el médico general debe remitir jr
inmediatamente al especialista.
^ ^ a h ip o to m a es menos grave por si mis
ma y suele ser signo . que acompaña al
^ shock, al coma diabético, a diversos cuadros
de deshidratación importante, al'uso de diu
réticos especialmente a los bloqueantes ;de
la anhidrasa carbónica, ,y a los que contie
nen acetazolamida.
SITUACION: Tiene que ver con el lugar
que ocupa el ojo en relación con la cavidad
orbitaria y con sus propios ejes; vertical, hori
zontal y oblicuos. Por la simple inspección
puede examinarse el exoftalmus, en oftalm us,\\ <
y-los estrabismos.
Exqftajfous: Fig. 17-16. Significa que el ojo
está proyectado hacia adelante, “ tiene los
ojos saltones” , suele afirmar el neófito.
La inspección de frente deja ver unos ojos
grandes, con la hendidura palpebral muy No debe confundirse con la buftlamía, ojosJ
abierta, de modo que, tanto el párpado su de'buey,' debido..al aumento de.la tensión
perior como el inferior dejan al descubier ocular del glaucoma congènito.
t o una franja de esclerótica (Sigñosrííde
Enofíalmía: Fig. 17-18. Significa que los 1
'D a ly iim p je y J ^ J ^ ^ P Ü é í» . respectivamente),
ojos están situados muy dentro de la órbita, (
debido a que los párpados están retraídos.
“tiene los ojos hundidos” . Suele verse en
Una visión de perfil de la cara del paciente
los pacientes muy deshidratados y en aque- ’
deja ver que el polo anterior de la córnea su
líos que han sufrido fracturas de los huesos |
pera la mitad de la altura del dorso de la
de la órbita con desplazamiento posterior del
nariz en su porción ósea.
ojo. Se puede tener una falsa impresión de
La causa más frecuente de e; enoftalmus en los casos que la hendidura (
alteración es el Jiipertiroidismo.,en .su.varie- palpebral se estrecha, por ejemplo, en la t
dad..,de ..Graves, en la cual la oftalmopatía ptosis palpebral de la miastenia, y en la con
se debe a un trastorno autoinmunitario espe-y ( tracción voluntaria de los párpados por ^
cífico del órgano, en el cual, antígenos de los ° ^.inflamación conjuntival y luz muy intensa. ^
músculos oculares o tejido lagrimal o conec Cjil epicanto, que es un repliegue membranoso
tivo de la órbita, son los blancos de células que, cubriendo el ángulo interno del ojo cae
autosensibilizadas T, B, o K (21). Otras desde el párpado superior al inferior, Fig.
causas son las neoplasias orbitarias, enferme-, 17-19, puede estrechar la hendidura palpebral
dades granulomatosas, infecciones orbitarias. y dar la impresión de enoftalmía.
JJ www.medibooksnica.net63.net - 121 -
I
MOVIMIENTOS OCULARES- Cómo exami^—
nar: Se pide al paciente que mantenga la ca
beza fija, o el médico puede sostener del
mentón la cabeza del paciente, Fig. 17-21,
impidiendo que la mueva mientras se realiza
el examen; luego se coloca frente a la mira
da del paciente, pero por lo menos a 30 cen
Fig. 17-18 E n o ftalm ía tím etros de distancia de sus ojos, un objeto
que le sea fácilmente visible, por ejemplo,
un lápiz; se le ordena entonces que le siga
con la mirada, mientras el médico desplaza
el objeto hacia un lado, después a otro;
luego hacia arriba y abajo; y por último obli
cuamente. Fig. 17-22. Mientras se realiza
esto, el médico va observando cuidadosamen
te si los movimientos son simétricos, con
tinuos, completos hasta los respectivos ex
tremos, y deteniendo en ellos el objeto que
mira el paciente, observa si los ojos son capa
ces de detenerce por unos instantes o tienden
a regresar a su sitio natural. Se te r m in a *1
examen, acercando el objeto hacia la régión
interciliar del paciente, para observar el
grado de convergencia de los ojos.
Los trastornos más frecuentes de la
motilidad ocular tienen que ver con las afec
ciones de los músculos externos del ojo y los
nervios correspondientes, por ejemplo, los
estrabismos y las parálisis o paresias. Así:
Fig. 17-20 Estrabism o en lá páráhsis -del'-motop'oculaf ^óm un, ya he
b mos dicho, el ojo está desviado hacia afuera
y no podrá realizar prácticamente ningún
.fetrabismós: Uno o ambos ojos pueden es ^m ovim iento; en la p arálM s^ l^ 'o fó r& fcü lar
p ia r desviados hacia adentro, afuera, arriba, externo; el ojo está desviado hacia adentro
pabajo. Fig. 17-20. La inspección inicia el y no podrá moverse hacia afuera.
examen que en' un buen número de veces
^ es suficiente, y el examen de los movimientos Cuando después de haber llegado con,el
£ oculares confirma la asimetría de los mismos movimiento a uno de los extremos y soste
aun la imposibilidad de un movimiento niendo ahí la mirada, se''observa que los
™normal al lado opuesto de la desviación. ojos hacen movimientos de temblor como
^ Aparte del profundo trastorno estéti— ^'cjue quieren regresar a su sitio natural, se
| co que produce •, puede haber dolores ocula- '>habla de¿nistagmus, cuyo valor semiológico
» res, cefalalgias'y trastornos de la visión co lo mencionaremos en el examen del Sis
mo la.diplopia (Visión doble)., ^ ^ / tem a nervioso Central.
I W
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122-
i
4.— LA ESCLEROTICA:
4
Desde el punto _
de vista clínico nos interesa el color amarillo™
que, como antes hemos anotado, de pende, d e ^
la impregnación de bilirrubina (ictericia) j ^
los individuos de raza negra y :: los ancianos^
pueden también tener una coloración ama-41
rillenta,-pero es por acumulo graso. En la^j
enfermedad de Lobstein y Eddoves, las escle-
^ róticas son <de.color-azul debido a que son^l
sus capas muy delgadas y transparentan el^¡
color de la uvea; suele, acompañarse de
fragilidad de los huesos y sordera; es de o r i®
^ e n congènito. £
Fig. 17-21 Posición del m édico y paciente
para el exam en de los m ovim ien La. esclerótica normal es una capa^|
tos oculares. muy poco elástica que resiste la te n sió n ^
intraocular y permite la conservación de la™
morfología del ojo, pero cuando se adelgaza®
mucho o la tensión ocular sube d em asiad o ^
puede permitir la hernia de la coroides
dando lugar al.estafiloma' <•
La inflamación de esta capa se llama®
escleritis; afecta a ambos ojos y se m a n i^
fiesta como manchas rojo-violáceas que
asientan cerca de la córnea o en otras regio®
nes; pueden curar sin dejar huellas o producñ^|
cicatrices que suponen un debilitamiento fo -_
cal de la esclerótica, lo cual favorece la™
^ hernias antes mencionadas. L a .^ í4 ¿!y y ^ i®
¿ m atoideayla ppHar teritis..no dqsa (8, 10), p u e ^ |
^ den ^roducii-,escleritis. Cuando la inflama
ción afecta: sólora las capas superficiales m
habta de episcleritis, cuya variedad caracte^J
rizada por nodulos circunscritos, acompaña ^
la arteritis craneal, causa de cefalalgias. ^
EXAMEN DE LA PUPILA
P T X 2 -
* * ■&' < ?
r > r*" , <
-••• F Z D T N > :
* «fT'l.f ?-.. .
J¡ ¿= 'í?
T X H Z N P
s* s P H U N T D
V. N P x r . F . H /
_í„ .. . . _ . .. .......
* ^
*.> 'r ::: SYMsot chast for to mtr>
.V>4? Fig. 17-44 O ptotipo de Casanovas
"¿Vívii Ni f)OS
ojos, que el estudiante las aprenderá en la 4.— C ohen, B.M.:. Digitalis poisoning and its
treatm en t. New E ngland J. Med., 246, 225
'cátedra de oftalmología. — 2 3 0 ; 254 — 259. 1952.
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6.— Collier, L.H ., Duke — Elder, S., and Jones,
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cu ltu red virus. P art II. B rit J. O phth 44:
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Fig. 17-46 V isión tu b u lar en el glaucoma review. Arch. O phth 83: 738 — 61, 1S71.
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— 132 —
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12.— Mac Faui, P.A.i Visual prognosis after solar LA NARIZ Y
retin o p athy . .Brit J. O phth 63: 534-41,1969
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New Y ork, Academic Press, Inc., 1963.
14.— Neigs. J.W.: A cute Carbon m onoxide poiso 4 . - NARIZ Y SENOS PARANASALE
ning. A n analysis of one hundred five cases.
A.M.A. Arch. Indust. Hyg. Occup. M ed., 6: Como fen todos los casos, su examen médi
3 4 4 ,1 9 5 2 . incluye la anamnesis y el examen Físico^
15.— R obertson, D.M., H ollenhorst, R.W., and 4.1: ANAMNESIS: Sólo haremoshincaj
Callaham, J.A .: O cu lai M anifestations of
digitalis to xicity. Arch (Dphth 76: 640 — 5 , en los síntomas, puesto que la técnica pj
1966. interrogar los otros datos de la HistoriS
16 — Scrimshaw, W.S., T aylpi, C.E., and G ordon, Clínica ya fue expuesta en la primera p a r ^
J.E .: Interactions of N u trition and Infec
de este libro. Por otra parte nosotros c o n a |
tion* World H ealth O Rganization. Mono
graph Series No. 57, Geneve, W orld H ealth deramos a la nariz y fosas nasales como
Organization, 1968. todo.
17.— SchlaegeL, T .F ., Jr.: The Uvea. A nnual re \\feiem pre debe tomarse en cuenta
view. A rch O phth 85: 524 — 35, 1971.
doló la obstrucción de las fosas nasales, 1
18.- Sor-enso.. P.N.: Acta O phthalm ol, 64: 513,
secreciones, <la epistaxis y los trastornos de J
1 9 .- D.G., Jr.: Corneal ulcers. Survey
olfaciónr.
O ph th 3: 203 — 15, 1958 El cuadro No. 18-presum e el qué y
2 0 .— Withering, W.: With practical rem arks on cómo preguntar.
dropsy and o th er diseases, C.G.J.- y J . Ro—
binson, Londres, 1785. Reim preso en Medi ALGUNAS CONSIDERACIONES AL CU_
cal Classics, 2, 305 — 4 43. 1937 DRO No. 18-1
1.— EL DOLOR: Tiene que ver con el ori
nado eÍT los senos paranasales y ya ha sido s
ficientemente estudiado a propósito de
LIBROS CONSULTADOS anamnesis general del dolor y de las cefala'
gias, de manera que no insistiremos más.
|§ ¡ |r -
£Kír;-.
i m -j
safe?--
H en d id u ra F acial L abio l e p o r i n o
o b lic u a B ilateral
i
CAPITULO 19
EXAMEN DE LA BOCA
m
9
*
Fi: L9-1 T écnica de exam en de los labios Fig. 19-3 Faiálisis facial: Posición laterali-
zada de la boca
&
j H ñaniañoj En la_raza negra esfrecuente que jj El cáncer de labio suele afectar a personas^ 1
los labios sean grandes ¡(Mactoqueilia); pero "Fígv i9-57“éñ ' las que se manifiesía
§ pueden estar patológicamente aumentados 'com o*una tttóefa~indolora7'^dwa,--de-T€Eeeir -
¡, de. volumen en el edema generalizado, y es "« sen tiJlen tü . Jbá^SF.-del labio en su primeraf ^
pecíficamente en el edema angioneurótico.^ nfenifesí ación“'en forma de chancro, pue
Kfoigilitis: 'S Como dijimos antes, so n jo s pro-, de verse también como una úlcera, poco
^ cesos inflamatorios denlos labios de diversa o nada dolorosa, dura, localizada especial
^ etiología., La forma simple es una descama mente en el labio superior, que demora en
ción epitelial como puede verse en las fiebres, curar, pero afectando especialmente a perso
deshidratación, en las personas que se muer nas jóvenes. •
den los labios frecuentemente. El Herpes^ MUCOSA DE LOS CARRILLOS Y ENCIAS»-
simple, vulgarmente llamado.. “fuegos* Fig. ........ ... El procedimiento es sen
COMO EXAMINAR:
m : es una erupción vesicular que se ins cillo, sólo se ücquiere de un baja lenguas y
tala en los labios y sus alrededores, duele y una lámpara de bolsillo para proceder a la
en pocos días evoluciona a costras que luego inspección. Solicitando al paciente que man
de caer no dejan cicatriz; se lo ve acompañan tenga la boca abierta, se descubre bien los
do a procesoTTebriles de diversa etiología. carrillos ayudados por el baja lenguas, de
Fie. 19-4 y 5: Lám . X .
www.medibooksnica.net63.net "IB
- 142-
acuerdo a como señala la Fig. 19-7. Cuando
alguna vez se desee palpar, hay que hacerlo
con guantes estériles para mutua protección
del médico y del. paciente. Primero puede
examinarse los carrillos y luego las encías. Si
se quiere examinar la cara posterior de las en
cías se puede hacer ayudado con un espejo,
Fig. 19-8, o directamente. Cuando se desea
examinar solamente la cara anterior de las Fig.
encías, puede hacerse con la boca cerrada,
pero separando las mejillas o a su turno los
labios, como señala la Fig. 19-9.
Normalmente la mucosa de los carrillos
es rosada, lisa, brillante, y deslizable sobre los
planos en que se apoya, y deja ver con clari
dad, a la altura del segundo molar superior,
el orificio de salida del conducto de Stenon,
que resuma saliva.
Patológicamente puede observarse al
gunas alteraciones en el color y aspecto. Por
ejemplo: Puede estar pálida en las anemias; Fig. 19-8 Exam en de la cara posterior de las
O am arilla eri la ictericia; con manchas"''api encías.
zarradas en la etvfe rme da d ' "'de-'-Addí son,
Fig. 19-10; con manchas purpúricas so
bre un fondo pálido en las discracias san
guíneas. Además, en ellas pueden asen-
., vtar diversas erupciones como las manchas
^jyde ^Có^lik'f qué preludian -iá'-érupción^sa--
ja m p io n o sa ^ y son de color blanco-azula
das, rodeadas de un halo rojizo, agrupadas
en número variable. De hecho, varias de las
enfermedades de la infancia, como la Rubéo
la, Varicela, Escarlatina, pueden presentar
una erupción en las mucosas' antes que se
demuestre el exantema propio de estas enfer F ig . 1 9-9 Exam en de la cara anterior de las
medades. encías.
Fig. 1 9-20A : L á m . X .
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Humedad: Sabemos que normalmente es
» húmeda por la presencia de la saliva, lo que
£ l e da además un aspecto brillante; pero
I* patológicamente, más que el exceso de hu-
' medad lo que nos interesa es la sequedad de
^ la lengua. En estas condiciones se presenta
0 pequeña, opaca, áspera; al tocarla con el de-
do se constata su sequedad. Se presenta en
™ las deshidrataciones de cualquier etiología,
D pero su valor suele ser hipertrofiado por el
^ estudiante, puesto que califica de deshidrata-
^ ción a todo caso de lengua seca, sin tener
P en consideración que vasta la respiración
Fig. 19-21 Macroglosia
q bucal para resecarla.
üáái&éxS&likt
Fig. 19-30 E xam en de la boca en u n niño
--
.......... G. SUBLTN&UAL
6. PAROTIDA.
Fig. 19-32 Paladar hendido G .SUBM AX1LAH
CAPITULO 20
LARINGE
Angrist, A.A.: Pathogenesis o f bacterial
endocarditis. J.A .M .A., 183: 249, 1963.
6 . - F A R IN G E Y L A R IN G E : La fre
cuencia y potencial gravedad de las enferme
Clarkson, B.D.: A cute m yelocytic leukem ia
in adults. Cancer, 30: 1 5 7 2 ,1 9 7 2 dades faríngeas nos obliga a que hagamos un
Di S an t Agnese, P.A., and Talam o, R.C.'': cuidadoso estudio de esta región, cuyo exa
Pathogenesis and physiopathology of Cystic men, recomendamos desde ya, no puede de
fibrosis o f th e pancreas. New Eng. J. M ed., jar de hacerse en ningún paciente, especial
277: 1287, 1344, 1399, 1967
m ente en niños y jóvenes. También debe
Ellison, R .R .: A cute m yelocytic leukem ia.
ponerse hincapié en la anamnesis y en el exa
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Eras, P., G olstein, M.J., ar.d Sherlock, P.:
Candida in fectio n o f th e gastrointestinal
presentar dolor, disfagia, trastornos ib na to
tract. Medicine, 5 1: 367, 1972. rios, trastornos respiratorios, tos y hemo
Gliefcman, I., and Lew itus, M,: Hiperplasia rragias locales. La técnica de la anam
o f th e gingiva associated w ith D ilantin nesis corresponde a la general propues
(S odiun D iphenil H ydantoinate) terapy. J.
ta para cualquier síntoma por lo que no
Am er. D ent. ASS., 28: 1 9 9 ,1 9 4 1 .
insistiremos, pero sí tu>?. qued -,remos un tan
H utsfield, D.C.: Genital strains of herpes
sim plex virus. B rit. J. V ener Dis., 43: -i-8, to en hacei algunas considerac:'.oues prácticas
1967. sobre elios.
Josey, W.E., N ahm ias, A.-I., Naib, Z.M. e t al.: DOLOR: Muchas veces constituye el motivo
G enital herpes sim plex infection in the fem a
de consulta; la queja suele expresarse como:
le. Am er, J . O bstet Gynec., 96: 4 9 3 ,1 9 6 6 .
“tengo dolor de ia garganta” ; sin embargo, el
K irkpatrick, C.K., Rich, R .R ., and B ecett,
J.E .: C hronic m ucocutaneous cancandidiasis. franco dolor espontáneo puede empezar sien
In tern , Med., 74: 955, 1971. do una sensación de sequedad o carraspeo o
Mangos, J.A ., an d Me Sherry, N.R.: So ardor o sensación de cuerpo extraño o de
dium tran sp o rt: inhibitory factor in Sw eat constricción, es decir, diferentes parestesias
of p atients w ith cystic fibrosis. Science,
158: 135, 1967.
antes del dolor. Frecuentemente este dolor
está acompañado de dificultad para la deglu
M ehta, F. et al.: Oral cancer and precance-
rous conditions in India. Bombay, T ata ción de los sólidos y aun de los líquidos; pe
Press L im ited, 1371. ro otras veces el dolor sólo se manifiesta el
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—152 —
i
momento de la deglución, es decir, hay una
4
verdadera disfagia. Casi siempre traduce un
proceso inflamatorio, de origen infeccioso
que asienta en la faringe, en las amígdalas o
en el velo del paladar o sus pilares.
Cuando la causa asienta en una de las
amígdalas, el dolor es sentido en el lado co
rrespondiente y , si el proceso evoluciona a un
absceso periamigdalino, puede invadir a todas
las regiones vecinas. Si asienta en las vecin
dades del orificio de la trompa de Eustaquio,
puede causar dolor de oído especialmente
en los niños.
APARATO AUDITIVO
ANAMNESIS
■>i-»lc4r'i-*r
Fig. 35-2 Cianosis central
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- 166-
Fig. 22-9 Facies tetánica. Observación del Fig. 22-12 Facies parkinsoniana
Prof. Dr. Jorge Sánchez.
Observación del Prof. Dr. Luis Alm eida.
Facies del Síndrome de Cushing, Fig. 22-6: nodulos que asientan en las cejas, pómulos y"
Es la cara de luna llena, redondeada, rubicun otras regiones de la cara. La cola de las(
da con tinte cianótico; puede haber implanta cejas puede haber desaparecido.
ción masculinoide del cabello. Facies tetánica. Fig. 22-9': La contracción
Facies alcohólica, ojos brillantes, con va de los maseteros impiden la apertura de la^
sos pequeños dilatados sobre el dorso de boca, mientras que la de los risorios produ-l
la nariz y pómulos, piel rubicunda. cen la risa sardónica.
Facies Leonina, Fig. 22-8: Es propia de la Facies Gravidica, Fig. 22-10: Como existe,
Lepra. Se debe a la presencia de múltiples retención tisular de líquidos, la cara se abulta^
Fig. 22-6 y 10: Lám . X II.
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gggn poco, especialmente los labios; pero lo CAPITtfibO* 23
l^rnás característico es el cloasma gravidico,
decir, las manchas de color café con
jrffcche, que se distribuyen desde el dorso de la ¡¡¡EXAMEN DEL CUELLO \
^ í a r i z hacia la periferie, abarcando los pómu-
P f c s , las mejillas y la frénte; alguna vez todo Encrucijada de estructuras pertene
g A rostro. En el caso del hijo esperado, la ex- cientes a múltiples sistemas o aparatos, es de
Í ^ r e s ió n es de serena felicidad. vivo interés su examen prolijo. En efecto,
^ ¿ a c ie s mongoloide, Fig. 22-11: Desde un como nos señala la Fig. 23-1, en él se encuen
^ ? rá n e o pequeño se desprende una cara con bo- tran partes importantes de los aparatos car
pequeña, lengua saliente, ojos pocos expre- diovascular, respiratorio, digestivo, endocri
igíifvos y epicanto en los párpados, lo que en no, linfático, muscular, óseo y nervioso; por
^ x m ju n to le da un aspecto achinado. Se debe tanto su patología es muy variada, y el
f ^ l la trisomia del par 21. médico para examinarlo, debe tener en cuen
ta toda su composición para no dejar pasai
@Hacies parkinsoniana, Fig. 22-12: Es inexpre
detalles que pueden ser importantes.
s i v a , con piel brillante y cremosa, y a veces
on fuga de la saliva por las comisuras labia- Nosotros enfocaremos su estudio en
dos tiempos: 1.— Su examen en conjunto,
y 2.—Examen por separado de todas y cada
/
/ Ca RT íL á QO
il TIROIDES
YUGULAR i NT.
GLANDULA
TiRQiDES
PNEU8S06AST
\\\ \~ CO \ZQ.
%
TRAQUEA.__ _
Fig. 23-1 E structura esquem ática del cuello.
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- 168 -
una de sus estructuras. Las técnicas generales
de examen son las clásicas, es decir, inspec
ción, palpación, percusión y auscultación.
EXAMEN DEL CUELLO EN CONJUNTO:
1.— Forma: En los pícnicos suele ser grue
so y corto, Fig. 23-2, mientras que en los
longilíneos es más delgado y largo; Fig. 23-3;
sin embargo, también puede ser corto en los
raros casos de agenesia de una o.más vérte
bras cervicales.
Oliver
ÍP La palpación suave sobre la superficie 3.— Corrigan, D.J. E dinburgh M.J., 37: 225,1832.
• de un bocio hipertiroideo puede demostrar 4.— Deane, N ., Ziff, M. y Sm ith, H.W.: J*.
Clin, Invest., 31: 2 0 0 ,1 9 5 2 .
■ la existencia de un thrill (14).
A 5.— De G root, L .J.: Tiroides, In Cecil—Loeb:
f Percusión: No tiene mucho significado prác T ratado de Medicina Interna, 9a. E d., Cap.
t i c o , sin embargo, en el bocio retroesternal, 5.— De G root, L.J.: Tiroides, In Cecil—Loeb:
g^ la percusión sobre el mango del esternón pue- T ratado de Medicina Interna, 9a. E d., Cap.
^ d e dar un sonido mate, lo que normalmente 836, p.p. 2028, Interam ericana, México, 1977
TERCERA PARTE
- APARATO RESPIRATORIO
Dr. Wilson Peñafiel
- GLANDULAS MAMARIAS
Dr. Wilson Peñafiel
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8.— Friedberg, C.K.: Enferm edades del Corazón. a localized disease process. Am J. Med. Sei.,
«
Interam ericana, México, 3a. ed., cap. 23, 254: 866, 1967. £
p.p. 1005, 1069.
13.— Lom bardo, T.A., Eisenberg, S. y Col.: Cir-
y.— Friedberg, C.K.: Enferm edades del C orazóa culation, 3: 2 6 0 ,1 9 5 1 . ™
Interam ericana, Mexico, 3az. ed., cap. 29,
14.— Maran6n, G.: M anual de Diagnostico E tio- ^
p .p . 1030, 1969.
logico. Espasa Calpe, Madrid, 7a. Ed., p.p. ^
10.— Friedberg, C.K.: E nferm edades del Corazón. 497, 1962. "M
Interam ericana, México, 3a. ed., cap. 29,
p.p. 448, 1969. 1 5 — Paddu, V.: Am. H eart J., 41: 708, 1951.
11.— In tern atio n al Sym posium on H o d g k in 'sD i- 16.— Spann, J.F ., Jr., M ason, D.T., and Zeliz, R.: ^
sease. N.C.I. M onograph No. 36, May, 1973. R ecent advances in the understanding of con- ™
gestive heart failure. M odern Cone. Cardio— gb
12.— K ent, D.C.: T uberculous lynphadenitis: N ot vase. Dis., 39: 73, 1970. ™
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- 179-
CAPITULO 24 tas variantes semiológicas propias. En cuan
to a los signos, adquiere especial valor la aus
cultación, sin restar valor a los datos recogi
APARATO RESPIRATORIO dos en la inspección, palpación y percusión
del área precordial.
INTRODUCCION Como ha sido norma en nuestro texto,
los síntomas y los signos se irán analizando
En la caja torácica, encontramos dos a través de cuadros didácticos que señalan el
aparatos básicos dentro de la economía: el qué y cómo interrogai’ de los primeros y el
Aparato Respiratorio y el Aparato Cardio qué y cómo examinar de los segundos, luego
vascular. En esta parte de nuestro texto ini se expondrán los exámenes complementarios
ciamos el estudio del Aparato Respiratorio más útiles que se ponen en práctica en
compuesto fundamentalmente por tres por nuestro medio y finalmente los síndromes
ciones anatómicas: las vías aéreas, los pul más frecuentes.
mones y las pleuras, que fisiológicamente
cumplen con el importante papel de la he-
matosis a través de sus funciones ventilato-
rias y de difusión de los gases.
La patología de este Aparato Respira
torio., se expresa de una manera general por
CAPITULO 25
pocos síntomas y signos, considerándose por
este motivo, de fácil aprendizaje. Así por
por ejemplo, la tos, la expectoración, el do
ANAMNESIS DE SINTOMAS Y SIG
lor torácico, y la disnea, son síntomas co NOS
munmente observables en la mayoría de en
tidades respiratorias, de ahí la importancia Al Aparato Respiratorio se lo explora
de recogerlos correctamente a través de un a través de síntomas y signos.
buen interrogatorio, que nos servirá luego Iniciaremos por los Síntom as y son los
para conformar los síndromes y finalmente siguientes: tos, expectoración, dolor toráci
ser analizados por la clínica. co, disnea, hemoptisis, cianosis y vómica.
En lo que a examen físico se refiere, El cuadro 25-1, expone el qué y cómo
es en el tórax donde se pone en práctica en preguntar de la tos y expectoración.
forma perfecta los cuatro procedimientos
CONSIDERACIONES AL CUADRO 2 5 -1 .-
clásicos de la exploración: inspección, pal
pación, percusión y auscultación. 1.— TOS.- La tos es un síntom a muy
frecuente en las enfermedades del aparato
Es generalmente en este segmento cor
respiratorio; se caracteriza por la producción
poral en donde el estudiante aprende princi
de uno o varios movimientos espiratorios
palmente a percutir y a auscultar. Debido a
bruscos y violentos, con la glotis estrechada.
la proyección posterior de los pulmones es
Esencialmente es un acto reflejo, aunque en
que éstos métodos exploratorios se los cum
ocasiones puede producirse voluntariamente
ple con facilidad en tórax posterior.
y cuya finalidad es la de eliminar secrecio
En relación con el Aparato Cardiovas nes y exudados bronco-alveolares hacia el
cular, los síntomas son los mismos, con cier exterior.
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- 180-
Este reflejo tusígeno, tiene como pun seca, cuando falta la expulsión de las secre
to de partida zonas sensitivas de la mucosa ciones o éstas son m uy viscosas que el pa
respiratoria tales como: laringe, cuerdas vo ciente no puede movilizarlas. Cuando la tos
cales, bifurcación de la tráquea, hoja parietal es húmeda, va acompáfíada siempre de cier
de la pleura, base de la lengua y partes latera tos ruidos producto de la movilización de las
les de la faringe. (3) De estas porciones, secreciones que pueden o no ser expectora
se transmite la excitación por vía del neu das. Cuando el paciente logra expulsarlas,
mogástrico hacia el bulbo, de donde el estí denominamos tos productiva.
mulo parte por vía centrífuga a los músculos 1.1.— Intensidad y 1.2.— Frecuencia. '
respiratorios que intervienen en el fenómeno
En procesos respiratorios agudos, la tos
de la tos (17). La Fig. 25-1 grafica este arco
suele ser un síntom a intenso y frecuente, que *
reflejo. produce gran molestia al paciente hasta
La tos puede presentarse bajo dos for tal punto que le ocasiona dolor torácico de i
mas: seca y húmeda. Se dice que la tos es origen muscular. Ejemplos: traqueo—
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- 181 -
m
»
►
m
m
m
9
m Fig. 25-1 Arco reflejo de la tos.
m
m bronquitis, neumonías, bronconeumonías, broncopulmonares tales como la bronquitis
crónica, el enfisema pulmonar obstructivo
m pleuresías; en estas últimas la tos siempre
es seca, carácter semiológico importante que crónico, la tuberculosis pulmonar, etc. la tos
hay que tomarlo en cuenta. Otro ejemplo tiene muchos años de evolución, con perío
de tos frecuente e intensa, es la tos convul dos de remisión y exacerbación. En cambio,
siva auintosa de la tosferina.* en padecimientos agudos, como las neum o
nías, bronconeumonías, infarto pulm onar,
1.3.-H o ra r io .- El bronquítico crónico pre
etc. la tos es un acontecimiento de pocos
senta accesos tusígenos en las primeras horas
días de evo'lución.
de la mañana y en las últimas de la tarde;
este horario se cumple también en el enfi- 3.— Forma de comienzo: Difiere en los
sematoso, aunque con menos intensidad. (11) padecimientos broncopulmonares agudos y
1.4.—Humedad.— Dijimos ya que la tos es crónicos. En los primeros, la tos es de
9 húmeda cuando se le escucha al paciente aparición brusca y en los segundos, es in
movilizar secreciones que las puede expulsar sidiosa.
P
o no. Estas características las analizaremos 4.— Causa aparente: En los procesos in
m mejor al hablar de la expectoración. fecciosas agudos de vías respiratorias altas o
m Vamos a retornar por un momento a bajas, tales como laringitis, traqueitis, bron
lo expuesto en el Cuadro No. 3-1 referente quitis, etc. la causa aparente de la aparición
a la anamnesis aplicable a cualquier síntoma, de la tos suele ser generalmente un cam
para ir analizando a propósito del síntoma bio brusco de tem peratura o un enfriamien
m tos. to; en cambio en los padecimientos crónicos
como la bronquitis crónica y el enfisema, es
m 1 .- y 2.— Fecha aparente y fecha real de
comienzo: Es im portante conocer si el pa la iniciación de ciertos hábitos como el ta
ciente es un tosedor de mucho tiempo o si baquismo.
este síntoma es de reciente aparición. Por 5.— Síntomas acompañantes.— La tos por
lo general en los padecimientos crónicos lo general, va acompañada de síntomas tales
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- 182 -
como: expectoración, dolor torácico, dis 2.1.—Cantidad.— Es siempre importante
nea, hemoptisis, etc. que serán analizados en recomendar que el paciente recoja el material
este mismo capítulo; sin embargo, vale la expectorado en recipientes adecuados y si es
pena mencionar que en ocasiones la tos pue posible graduados, con el objeto de conocer
de llevar al vómito (tos emetizante), como la cantidad en 24 horas. En los procesos
se observa en la tosferina, en la que el niño agudos como en las bronquitis y neumonías,
después del acceso paroxístico termina vo la expectoración es escasa al comienzo y lue
mitando. Se explica por la compresión gás go abundante en el período de remisión de la
trica determinada por las contracciones brus enfermedad (1 1 ,1 ).
cas del diafragma en cada acceso tusígeno.
En cambio en padecimientos crónicos
(16).
como la tuberculosis, bronquitis crónica,
6 . - y 7.— Evolución y relación con los me enfisema, la expectoración es constante du
dicamentos: en los padecimientos crónicos, rante la mayor parte del tiempo, en cantida
es necesario hacer hincapié en los cambios des pequeñas o moderadas.
que presenta la tos por efecto de la medica S e' observa abundante expectoración
ción utilizada. Es común encontrar que el pa en caso de cavidades pulmonares y dilatacio
ciente ha usado y abusado de los expecto nes bronquiales, tales como: cavernas tuber
rantes, por ejemplo; lo mismo ocurre con los culosas, abscesos pulmonares, bronquiecta-
antibióticos que en forma empírica el pa sias; se observa también abundante expec
ciente se automedica con grave perjuicio toración en el edema agudo pulmonar, en
para su salud. ciertas bronconeumonías graves como la es-
8.— Estado actual: Después de haber hecho tafilocóccica y en la producida por el bacilo
un análisis del síntom a tos desde su inicio, de Frienlander (8).
nos interesa conocer su estado actual, espe
cialmente orientado a conocer cuál deberá 2.2: Color.— Macroscópicamente, por el
ser la terapéutica a utilizarse. color y aspecto de la expectoración, se dis
tinguen cuatro principales tipos: mucosa,
purulenta, serosa y sanguinolenta.
2 . - EXPECTORACION.— Se denomina así
a la expulsión hacia el exterior, por medio de La expectoración mucosa es transpa
la tos, de secreciones contenidas en el apara rente de aspecto blanquecino. Es por lo ge
to respiratorio. Los elementos que contie neral producto de las secreciones de las glán
nen este material son de distinta naturaleza dulas mucosas del aparato bronquial, de cau
y procedencia: secreciones de la mucosa del sa inflamatoria. Es característico de las
aparato respiratorio, como faringe, laringe, traqueobronquitis agudas en su fase inicial
tráquea y bronquios; exudados y trasudados y tam bién de la bronquitis crónica; se ob
de origen alveolar; restos de tejidos inflama serva tam bién en la fase final de la tosferina.
dos, líquidos provenientes de colecciones La expectoración purulenta o muco pu
purulentas torácicas y extratorácicas que.se rulenta, es opaca de color amarillo o amari
abren a las vías respiratorias; sangre, proce llo-verdoso y está constituido esencialmente
dente de cualquier área bronco-pulmonar por elementos del pus. El esputo purulento
en la cual se ha producido lesión vascular. se observa, en casos de colecciones supura
Cuando el paciente expectora, es ne das que se abren a los bronquios como:
cesario tomar en cuenta lo siguiente: abscesos pulmonares, quistes pulmonares in
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fectados, cavernas tuberculosas etc. (9). que posee una inervación vegetativa y espi
La expectoración serosa, se presenta nal, dan origen al dolor torácico (4). En
como un líquido de aspecto espumoso, ocasiones, sin embargo, en procesos que no
de color amarillo o rosado, muy abundante llegan a afectar la pleura parietal o las pa
y es característico del edema agudo de pul redes torácicas, se produce dolor, que se
explica a través del reflejo viscerosensitivo
món (5).
o visceromotor (17). Mackensie explica de
La expectoración sanguinolenta será la siguiente manera este reflejo: “El estímu
analizada cuando hablemos de hem optisis.. lo proveniente del pulmón afectado, es con
2.3: Olor: La expectoración puede adqui ducido a través de las fibras simpáticas afe
rir un olor particular muy desagradable, en rentes hasta el segrtiento medular correspon
casos de supuraciones pulmonares y bron- diente. Las excitaciones producidas en estas
quiectasias infectadas, especialmente cuando células, son conducidas por las vías medula
aparecen procesos de putrefacción debidos res comunes del dolor hasta los centros su
a gérmenes anaerobios (9, 10). En casos de periores, tálamo y corteza cerebral y de allí
gangrena pulmonar, la fetidez alcanza un gra la sensación dolorosa será referida a la zona
do extraordinario. cutánea correspondiente” . Este tipo de do
2.4: Viscosidad.— La viscosidad aumen lor resultante del reflejo viscerosensitivo, por
tada del esputo se lo reconoce porque se lo general no alcanzan la intensidad del do
adhiere fuertemente a las paredes del reci lor de pleura parietal o de pared torácica;
piente y el paciente tiene siempre enorme son sordos, difusos, acompañados de sensa
dificultad en expulsarlo; es debido al alto ción de hormigueo (17).
contenido en albúmina y fibrina. Es carac De una manera general, podemos de
terístico del bronquítico crónico. cir que se distinguen tres tipos de dolor
2.5: Horario: El preguntar si el paciente en las afecciones pleur o pulmonares: 1.— El
expectora en mayor cantidad a determinadas dolor somático, cuando participa la pleura
horas, es siempre im portante, ya que en pa parietal y el sistema de nervios espinales;
decimientos como las bronquiectasias y los 2.— El dolor visceral, cuando el proceso se
abscesos pulmonares, las secreciones se acu localiza en el pulmón y el dolor es resultado
mulan durante el día y la expectoración del reflejo viscerosensitivo y 3.— Dolor mix
aumenta en las últimas horas de la tarde; to o somatovisceral.
lo propio sucede en la noche y el paciente En lo que se refiere al dolor localizado,
expectora más en las primeras horas de la referido e irradiado, no insistiremos por
mañana. cuanto se explicó en el capítulo correspon
3 .- D OLOR- diente a la semiología especial del síntoma
dolor; sin embargo, es necesario manifestar
Para el qué y cómo preguntar remitirse
que, tratándose del dolor referido del.tórax,
al Cuadro No. 3-2.
éste puede estar en el tórax o fuera de él. Así,
CONSIDERACIONES SOBRE EL DOLOR en la pleuresía diafragmática, por ejemplo,
TORACICO.— Es conocido por todos que aparece dolor referido en el cuello y hom
el pulmón y la pleura visceral, por tener una bro correspondiente (Fig. 25-2) debido a que
inervación exclusivamente vegetativa (simpá el estímulo proveniente de la porción del
tico y neumogástrico) no produce dolor; en diafragma inervada por el frénico, es condu
cambio, la pleura parietal y la caja torácica cido por éste a la médula (3er. y 4to. segmen-
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- 184 -
Se lo denomina también “ dolor en puñalada” ^
por lo expresivo del término. La localización
es variada, tanto en tórax anterior como (§
en tórax posterior. Este dolor es caracterís- ^
tico de los síndromes de condensación (neu- ™
monías, bronconeumonías, infarto pulmonar, H
etc.) y de las pleuresías, hasta tal punto, m
que con la sola descripción del paciente ya }
se piensa en dichas posibilidades. También se t
presenta en el neumotorax espontáneo. ^
El dolor torácico sordo, poco intenso, ^
es propio de los padecimientos agudos en re
misión o crónicos de larga evolución. Ü
ANAMNESIS DE LA DISNEA
por las variaciones tensionales del CO2 , y el guíneo (acidemia) que provoca una excita-^
O2 de la sangre (6). El aumento delCCb, de ción del centro respiratorio dando como
termina un aum ento de hidrogeniones y por resultado respiraciones más profundas y rápi
consiguiente una disminución del pH san das. Al contrario, cuando la tensión de
*
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baja, el pH sanguíneo se desvia hacia
la alcalinidad, el centro respiratorio se esti
m u la menos- y las respiraciones tienden a
i hacerse menos profundas y frecuentes, que
pueden llegar al apnea.
Otro factor químico, se refiere a la dis
minución de la tensión de O2 a nivel del cen
tro respiratorio, que determina un aumento
de la excitabilidad de dicho centro.
En condiciones normales, es decir,
cuando existe un equilibrio entre la regula
ción nerviosa y la química, la respiración re
sulta un acto inconsciente. Por el contrario,
cuando se establece el desequilibrio, los Fig. 25-4 Paciente en ortopnea.
movimientos respiratorios se alteran en fre
cuencia y profundidad, la respiración se vuel nea intensa; el paciente adopta una posición
ve dificultosa, molesta, estableciéndose de es especial: sentado en su cama, inmoviliza
ta manera la disnea. la cabeza y fija los brazos para favorecer el
movimiento de los músculos auxiliares de la
1 Disnea de esfuerzo.- Es aquella por la respiración. (Fig. 25-4). Es característico
cual el esfuerzo pone de manifiesto la in más bien de los padecimientos cardíacos.
suficiencia respiratoria; constituye la pri
m e ^ manifestación habitual y es un síntoma 4.— Disnea Paroxística.— a) Disnea paroxís-
de mucho valor en la patología torácica. tica nocturna.— Sobreviene en forma brusca,
De acuerdo al tipo de esfuerzo realizado, es despertando al paciente y alcanzando rápida
muy didáctica la clasificación en disnea de m ente gran intensidad; se levanta, abre las
grandes, medianos y pequeños esfuerzos. ventanas, con gran “ sed de aire” . Por lo
De una manera general, podemos de general la crisis dura poco tiempo y el pa
cir que, el tipo de disnea está en relación ciente se recupera totalmente.
inversa a la superficie pulmonar funcional b) Disnea paroxística del asma bronquial.-
mente abatida (17); asi por ejemplo, la dis La instalación de la disnea también es súbita,
nea será de pequeños esfuerzos frente a una la inspiración es brusca como en sacudidas,
neumonía extensa o un proceso bronconeu- seguida de una espiración difícil, prolongada.
mónico difuso; una disnea de grandes es La facies es angustiosa, observándose aleteo
fuerzos aparece por ejemplo en neumonía
rítm ico de la nariz. El tórax aparece disten
segmentaria, atelectasias laminares, etc.
dido, rígido, casi inmóvil, apreciándose los
2 . - Disnea de decúbito,- Es la que apare ronquidos y sibilancias a distancia.
ce cuando el paciente descansa en su cama.
5.— Disnea inspiratoria.— Esta disnea es
Está en relación con padecimientos bronco-
propia de la estenosis de las vías aéreas su
pulmonares agudos, graves, tales como neu
periores. La inspiración es difícil y prolon
monías difusas, derrames pleurales extensos,
gada, poniendo en juego los músculos inspi
infarto pulmonar, bronquitis capilar, etc. radores auxiliares. Es propio de las laringo-
3.— Ortopnea.— Aparece en casos de dís- traqueitis agudas y muy especialmente del
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denominado crap diftérico (17). La disnea
inspiratoria, da lugar al fenómeno denomina
do tirájé, que no es sino la depresión de las
partes blandas a nivel de las fosas supraesíer-
nal, supraclavicular, espacios intercostales y
hueco epigástrico, en,cada inspiración, de
bido a que el esfuerzo inspiratorio intenso
provoca un gran vacío torácico que no se
neutraliza con la entrada insuficiente de aire.
(Fig. 25-5). Provoca además, un ruido caracte
rístico denominado cor naje, por haberse
comparado al ruido que produce soplando
un cuerno.
6.— Disnea espiratoria.— El paciente hace
esfuerzos intensos por expulsar el aire con Fig. 25-5 Tiraje intercostal.
tenido en su tórax, que adopta la forma de
un tonel, debido al sobreinflamiento pulm o obstructivo crónico (11).
nar.' Su facies es característica y se la ha de 5 .- HEMOPTISIS.—
nominado del “ soplador rosado” ; el ejemplo El cuadro 25-3 establece el interrogato
típico lo constituye el enfisema pulmonar rio sobre la hemoptisis.
Fo. 25-3
ANAMNESIS DE LA HEMOPTISIS
Hemoptisis: Hematemesis:
1 .- Sangre procedente del A. Res 1 .- Sangre procedente del A. Digesti
piratorio. vo.
3 .- Sangre roja, aireada, espumosa. 3.— Sangre obscura con resto de ali
mentos.
INTERROGATORIO DE LA VOMICA
REGIONES TOPOGRAFICAS: (1 ,2 )
Las líneas anteriormente descritas li
mitan en tórax anterior, posterior y lateral,
las siguientes zonas topográficas:
Tórax anterior: (Fig. 26-3)
En cada hemitórax, se identifican las
siguientes regiones:
— Supraclavicular
Fig. 26-5 Tórax lateral: línea verticales y ho
— Infraclavicular rizontales:
Verticales: 1.- Axilar anterior;
— Mamaria 2.- A xilar m edia; 3.- Axilar posterior.
— Hipocondrio Horizontales: 4.- Prolongación de la
6ta. costal: 5.- Prolongación del
— Esternal : Región media y única. reborde costal.
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— Escapular ferior. El pulmón izquierdo, más pequeño
— Infraescapular (20°/o menos que el derecho) tiene 8 seg
mentos: cuatro para el lóbulo superior y
Tórax lateral: (Fig. 26-5)
cuatro para el inferior.
— Axilar
El cuadro 26-1 y la Fig. 26-7 estable
— Infraaxilar
cen la nomenclatura y numeración acepta
Recuento Anatóm ico.— El pulmón derecho das (2) de los diferentes segmentos pulmona
está formado por un lóbulo superior, uno res y su proyección topográfica en el tórax.
medio y uno inferior. El pulmón izquierdo
está dividido en un lóbulo superior y uno in En lo referente a las cisuras y a la pro
ferior. Cada lóbulo se divide en dos o más yección de los fondos de saco, la Fig. 26-8 lo
segmentos que reciben divisiones del árbol establece en forma gráfica.
bronquial, de la arteria y de la vena pulmo Recuento Fisiológico.-- La función del pul
nar. Así, el pulmón derecho se divide en m ón fundamentalmente se divide en cuatro
10 segmentos, tres de los cuales forman el etapas: 1.) La ventilación pulmonar, que
lóbulo superior, dos el medio y cinco el in significa h. entrada y salida de aire entre la
SEGMENTOS PULMONARES
198-
atmósfera y los alvéolos pulmonares; 2) La
difusión del oxígeno y bioxido de carbono
entre alvéolos y sangre; 3) Transporte de
oxígeno y bioxido de carbono en la sangre
y líquidos corporales a las células, y vicever
sa; y 4) Regulación de la ventilación y de
otros aspectos de la respiración.
El hablar sobre cada uno de estos aspec
tos de la función pulmonar rebasa los pro
pósitos de nuestro texto, razón por la cual
remitimos al lector a los libros de Fisiología
Respiratoria. Fifi. 26-6 Técnica jwua cosatax costillas.
BIBLIOGRAFIA
m
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-204-
Pott, osteomalacia. La deformación xifoes-
coliótica, ocasiona cambios posturales en el
corazón y grandes vasos, perturbaciones fun
cionales respiratorias, predisponiendo al enfi
sema pulmonar y a la insuficiencia cardiaca.
Deformaciones unilaterales.—
Las deformaciones hemitorácicas o uni
laterales pueden deberse a abombamientos o
retracciones extendidas a una mitad del
tórax.
2.— Edema de Pared: Se reconoce reali Fig. 28-2 E nfisem a subcutáneo. Neumoto-*
rax traum ático. _
zando dígito-presión en el área afectada y
observando la huella que queda, fenómeno
que recibe el nombre de “fovea” .
Se observa en casos de compresión venosa in-
tratorácica y en casos de edema generalizado
o anasarca.
3.— Enfisema subcutáneo: Se aprecia rea-"
lizando una palpación suave con los pul
pejos de los dedos en el sitio afectado, dando
la sensación d e palpar trocitos de hielo. Es
característica -&n casos de neumotorax trau
mático, cuando el aire ha penetrado también Fig. 28-3 Ganglio de Virchow
al tejido celular subcutáneo, además de pro
ducir colapso pulmonar. (Fig. 28-2). ción costal que en los de respiración cos¡
4 .— Exploración de cadenas ganglionares: toabdominal. Alcanza siempre idéntica am
Se las debe buscar en regiones supraclavicula- plitud en regiones torácicas simétricas.
res, en cuello, axilas y partes laterales del tó La expansión torácica se investiga e;i
rax. La presencia de adenopatías en estas los vértices y en las bases fundamentalmente^
regiones hacen pensar en la posibilidad de puede realizarse en tórax anterior y en tó
carcinoma pulmonar (1); en ocasiones puede rax posterior.
encontrarse el denominado Ganglio de Vir
Expansión de los vértices pulmonare
chow (Fig. 28-3), situado detrás del án (Fig. 28-4 A y B). Tórax posterior: El p¡
gulo formado por la clavícula y el haz del ciente de pie o sentado en un taburete, pró^
músculo esternocleidomastoidéo, en la región curando mantener los hombros flácidoé!
supraclavicular izquierda. Es generalmente El examinador se coloca por detrás colc|
un ganglio único, duro, muy doloroso y que cando las manos sobre los respectivos honv
se lo relaciona con el cáncer gástrico. bros de tal suerte que los pulgares miren h2
EXPANSION R E S P IR A T O R IA - La expan cia atrás sobre las fosas supraespinosaíjj
sión torácica tiene variaciones en condicio Tórax anterior: los dedos juntos haci-
nes normales; asi por ejemplo en los indivi adelante, pasando sobre las clavículas que ji
duos entrenados la expansión es más amplia cruzan, con la punta de los dedos sobre I1
que en sujetos de vida sedentaria; asimismo, parte media del hueco infraclavicular. En ea
es más acentuado en individuos de respira* tas circunstancias solicitamos al paciente quif
vC
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lg. 28-4 E xpansión do vértices (m aniobra Fig. 28-5 E xpansión de bases (m aniobra da
de R u alt): A: Tórax posterior; R ualt); A: T órax posterior; B: T ó
B: T órax anterior. rax anterior.
DEFINICION.— La percusión del tórax, es un cas (3). Asimismo, sirve para delimitar los
^procedimiento de exploración que consiste contornos de los órganos y fijar límites entre
&en la aplicación de una serie de golpes sobre regiones normales y patológicas.
su superficie, con el objeto de obtener soni SONIDOS OBTENIDOS AL PERCUTIR EL
dos que tendrán diferente variación de acuer- TORAX.- El cuadro 29-1 resume las carac
! do al contenido torácico, tanto en condicio- terísticas acústicas de los sonidos o btenidos
.nes normales como en condiciones patológi cuando se percute el tó ra x , ta n to en condi-
Intensidad +++ + 4- 4- 4- 4- 4-
» I Ay * <
Tono
1 T i
Duración _j_ -j_ _i_ + 4- 4-4-4-
i
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-2 1 4
4.— Recursos:— *
4.1: Personas sanas.
4.2: .Enfermos con patología adecuada.
i
*
ciones normales como patológicas. el pulmón, cada uno dentro de su pro— £
Si se percute una área correspondiente Pia f l u e n c i a ; 1* zona puesta en vibración t
a pulmón aereado, como por ejemplo en la tiene la foima de una semiesfera(Fig.29-lA), 1
región subclavicular o a nivel de las bases en ^ su Pr0 fundiclad depende de la intensidad Q
tórax posterior, se obtiene un sonido de in- 8°lpe> ^ue en ^ürma aproximada es de 6 *
tensidad alta, tono bajo y duración protón- centímetros a partir de la superficie torácica. ^
gada, que se denomina SoniSo Claro o Sonó- Cuando se Percute directamente sobre b s u - J
ridad Pulmonar. (1,2). Por efecto del gol- Perficie °.sea <?*■ 2!W B> la penetración de |
pe percutorio, se pondrán en vibración en *a O ra c ió n es menor. i
forma sucesiva: los dedos, la pared costal y La vibración del pulmón, depende de j
i
F www.medibooksnica.net63.net -215 -
CAPITULO 30
CUADRO No. IX
PLAN PARA EL APRENDIZAJE DE LA AUSCULTACION DEL TORAX
2 .- CONTENIDOS:
2.1: Corresponde a qué auscultar y cómo hacerlo. Ejemplos para cada caso.
3 .- METODOLOGIA Y ACTIVIDADES:
3.1: Repetición verbal del qué auscultar y cómo hacerlo.
3.2: Auscultar en personas sanas.
3.3: Auscultar en enfermos con patología respiratoria.
3.4: Describir la patología encontrada.
3.5: Analizar los signos patológicos encontrados.
4 .- RECURSOS:
4.1: Personas sanas
4.2: Enfermos con patología adecuada.
4.3: Estetoscopio.
CONSIDERACIONES AL CUADRO 3 0 -2 .-
IEsta clasificación sencilla, tiene la ventaja de
que lo hace en función al mecanismo fisio-
patogénico de producción. Haremos el es Fig. 30-7 R equisitos de una cavidad pulm o
tudio de cada uno de ellos. nar para producir soplo tubárico.
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-226-
CLASIFICACION DE LOS
ESTERTORES 0 RALES
■ Roncus
Secos:
Sibilancias
Crepitantes
Estertores secos: roncus y sibilancias.— Los Estertores crepitantes: son ruidos muy finos,
Roncus o ronquidos, sen estertores sono homogéneos que se oyen al final de la inspi
ros, que ocupan los dos tiempos de la res ración y que se ha comparado al ruido que
piración; tienen una tonalidad grave y como produce una esponja húmeda que se la com
su nombre lo indica se asemejan a un “ ron prime cerca del oído (2 ,4 ).
quido” . Son intensos y muchas veces se los Se producen por el despegamiento de
oye a distancia, sin necesidad de estetos las paredes alveolares y la movilización de.
copio; el paciente los identifica con mucha pequeñas cantidades de exudados. Es carac
facilidad al explicamos; “me ronca el pecho, terístico del primer período de la neumonía,
doctor” . Se originan en bronquios grue es decir, de la fase de congestión, y en el
sos (4). inicio del edema agudo pulmonar. (2,4).
Las Sibilancias, son ruidos de tonali Este tipo de estertores, pueden escu
dad alta, comparables a un silbido “ o al charse en sujetos sin patología pulmonar que
piar de los pájaros” . Igual que los roncus, han permanecido en cama por mucho tiem
se los identifica con facilidad. Se originan po; se oye siempre en bases pulmonares y se
en bronquios de pequeño calibre y se oyen deben probablemente al desplegamiento de
en los dos tiempos de la respiración (4). áreas colapsadas.
Tanto los roncus como las sibilancias, Estertores subcrepitantes.— Son semejantes
traducen oostrucción parcial de la luz bron a los anteriores, pero más gruesos y de tono
quial, provocada por la presencia de secre más bajo. Se oyen, mejor al final de la ins
ciones adheridas a las paredes bronquiales o piración. Se los ha comparado a la crepita
debido a un espasmo de la musculatura
bronquial y edema de la mucosa, como su
cede en el asma bronquial y en las bronqui
ción que produce la sal al ser calentada en un
recipiente (2, 4). Son debidos a la movili
zación de exudados en los bronquiolos.
i
tis asmatiformes, considerados como ruidos Es característico de las bronquitis, perío—
$ www.medibooksnica.net63.net -227 -
do de resolución de la neumonía, broñco- Suele ser m uy intenso, audible a veces
neumonía, edema agudo de pulmón, etc. a distancia. Se perciben en los dos tiempos
Estertores de burbujeo.— Se denominan respiratorios y no desaparecen con la tos.
también estertores húmedos y son ruidos En ocasiones es difícil identificar, pudiendo
confundirse con estertores húmedos o ron-
discontinuos, comparables a los ruidos de
cus.
burbujeo del agua jabonosa (2, 4). Se oyen
en las dos fases de la respiración, no son fi Siempre que se identifiquen frotes ^
jos, es decir, que están constantemente modi pleurales, significará procesos inflamatorios
ficándose de acuerdo a la amplitud res de pleura agudos o crónicos. Generalmente
piratoria o a los golpes de tos. cuando se instala el derrame, el frote desa
Los estertores húmedos, según el tama parece, debido a la separación de las dos ho
ño de la burbuja, se clasifican en gruesos, jas pleurales y pueden reaparecer cuando el
medianos y pequeños. Los estertores de exudado se ha reabsorbido.
gruesas burbujas nacen en los bronquios grue La Fig. 30-9, grafica los simbolismos
sos y en cavidades pulmonares de cierto volu que se sugiere para representar los ruidos
men; los estertores de burbujas medianas, patológicos: estertores secos, húmedos y fro
se originan en bronquios de mediano cali te pleural.
bre y los finos en bronquios de pequeño
calibre. Indican la presencia de sustancias
líquidas o semilíquidas de diversa naturale
za en los bronquios o en cavidades anorma
les del pulmón: cavernas, bronqiúectasias.
BIBLIOGRAFIA
1.— M athe G., R ichet G.— Sem iología Médica
y P ropedéutica Clínica, lerr.. edición, Parte
Novena, Cap. II, Pág. 592. E ditorial JIMS,
Barcelona, 1969. EXAMEN RADIOLOGICO.—
2.— Padilla T. y Cossio P.— E xploración Física El examen radiológico del aparato res
del T órax. Sem iología del A parato R espira piratorio, es considerado un procedimiento
to rio , 6ta. edición, Cap. 5, Pág. 142, E d ito
de gran valor, del cual no puede prescindirse
rial “ El A T eneo” , Buenos Aires, 1 9 5 7 .'
a riesgo de cometer muchos errores en el
3.— R u th W.E.— E xam en físico del tó rax , p ul
m ones y sistem a pulm onar. Propedéutica diagnóstico (3). Muchas veces es el único
M édica de Major, Delp. Manning, Cap. 8 , examen que da datos precisos sobre lesiones
Pág. 154, E d itorial Interam ericana, M éxico , pulmonares que debido a su pequeño volu
1977.
men o por su situación profunda, escapan a
4.— Sur os J.— Sem iología Médica y T écnica
E xploratoria, 3 era edición, Parte Especial :
los otros procedimientos de exploración. Es
A parato R espiratorio, Pág. 148, E ditorial to tampoco significa que el estudio radiológi
Salvat, Barcelona, 1964. co solucione por si solo los problemas diag
nósticos del aparato respiratorio (3).
CAPITULO 31
El estudio radiológico del tórax, puede
obtenerse por dos métodos:
|LEXAMENES COMPLEMENTARIOS
a) La radioscopia, o sea, la visualización
Los exámenes complementarios útiles mediante pantalla fluoroscópica, y
* y básicos en la exploración del aparato respi b) La radiografía, o sea, mediante la fija
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ción de las imágenes en la película sensible.
Ambos procedimientos tienen sus ven
tajas y se complementan. La fluoroscopia
permite observar los movimientos respirato
rios y la actividad bronco-pulmonar. así co
mo también los movimientos diafragmáticos.
La radiografía, permite en cambio ver deta
lles finos que escapan al examen radioscòpi
co, y por otra parte, la película radiográfica
constituye un valioso documento que permi
te el análisis evolutivo de las lesiones.
El tórax puede ser explorado radioscò
pica o radiográficamente, en diversas posi
ciones, es decir, utilizando los rayos desde
diferentes incidencias. Las más utilizadas,
son las siguientes:
1.— Postero-anterior (P—A)
2.— Lateral (L)
3 - Oblicua anterior derecha
(O.A.D.)
Ocasionales.
4 .- Oblicua anterior izquier
da (O.A.I.)
A este tipo de radiografía se lo ha de
nominado “ Radiografía standar de tórax” y
es como comunmente se solicita en los
pedidos. Es importante señalar que en forma,
Fig. 31-1 R adiografías norm ales de tó rax en
rutinaria deben pedirse por lo menos en las incidencias póstero-anterior (A) y
dos incidencias: Postero-anterior (P.A.) y lateral (B).
Lateral (L).
Técnica para recoger la muestra: Para lor para el estudio. En caso de requerir
el examen directo, es necesario darle al pa muestra para cultivo, el recipiente en que se
ciente un recipiente adecuado de boca an recoja la muestra debe ser estéril.
cha para que en él recolecte la muestra; es En otras ocasiones el paciente ha deja
conveniente que lo haga inmediatamente des do de expectorar, dificultándose la recolec
pués de un acceso de tos; en muchas ocasio ción de la muestra. En estas circunstancias
nes el paciente recoge saliva que no tiene va se recurre al lavado gástrico, ya que el pa-
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cíente deglute las secreciones. Se emplea es 2.— Investigación de hongos:
te recurso principalmente en la investigación 2.1.— Examen dire cto.
i de bacilo de K och(2). 2 .2 .- Cultivo.
En el Cuadro 31-3 se expone los prin
cipales exámenes que deben realizarse en el 3.— Investigación de parásitos:
esputo :
3.1.— Examen directo.
II- CONTENIDO:
Comprende el conocerlas indicaciones de la toracentesis, el dónde realizar y el
cómo hacerlo.
I I I .- METODOLOGIA Y ACTIVIDADES:
3.1.— Repetir verbalmente las indicaciones de la toracentesis.
3.2.— Reconocer y comprobar que el equipo esté completo y en perfecto
estado de funcionamiento.
3.3.— Ejecutar la toracentesis.
3.4.— Formular correctamente el pedido de laboratorio.
3 .5 .- Analizar e interpretar los datos de laboratorio.
IY .- RECURSOS:
4 .1 .- Pacientes con padecimientos pleurales.
4.2.— Equipo e instrumental necesario. _______ _ _ _ _ _____
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- ¿ ib -
3 .- TORACENTESIS.—
La toracentesis, denominada también
punción pleural o pleurotoracentesis, es el
procedimiento clínico-quirúrgico por el cual
se introduce en la cavidad pleural una aguja
o una sonda para extraer contenido líquido
o contenido gaseoso (derrame pleural o
neumotorax, respectivamente).
El procedimiento más corriente en una
sala de clínica, es realizar la toracentesis con
aguja para extraer líquido pleural.
Equipo:— Un equipo completo de toracente Fig. 31-13 E quipo de toracentesis.
«
PotttnSr
BIBLIOGRAFIA «
1,.— Celis A.— A parato R espiratorio: Patología,
' Clínica y T erapéutica, 9na. edición, Cap. 8,
Pág. 151-167. E ditorial Méndez O teo, Mé
:
xico, 1980.
2.— Hinshaw H.C.— E nferm edades del Tórax,
j
Diagnóstico de la Tuberculosis, Cap. 27,
Pág. 510, 3era. edición. Editorial Interam eri
cana, México, 1970.
3.— Padilla T. y Cossio P.— Sem iología del Apa
rato R espiratorio. Exam en radiológico, 6ta.
edición. Cap. 6, Pág. 161-164. E ditorial “ El
At-raeo” , Buenos Airea, 1957.
Fig. 31-16 G am m agrafía Pulm onar. 4.— Sqatre k»F.— F undam entos de R a d io lo g ía,
á
le ra , edición, Cap. 4, Pág. 46-63, Editorial
C ortesía del P rof. Dr. E dgar R entería. Interam ericana, México, 1972.
CAPITULO 32
6 - TOMOGRAFIA AXIAL COMPUTARIZADA
Un examen radiológico actual
mente en boga, que permite ver las estructuras
SINDROMES RESPIRATORIOS
torácicas a través de cortes transversales.
7 - ESPIROMETRIA - Es el trazado grá 1 .- Síndrome bronquial
fico de la actividad pulmonar respiratoria
2 .- Síndromes pulmonares:
que permite además conocer los volúmenes
y capacidades pulmonares. La Fig. 31-17 2 .1 .- Síndrome de condensación
esquematiza un trazo espirométrico normal. 2 .2 .- Síndrome cavitario
2 .3 .- Síndrome tumoral
2 .4 .- Síndrome vascular
3 .- Síndrome pleural:
3 .1 .- Ocupación hídrica
3 .2 .- Ocupación gaseosa
Fig. 31-17 Espirometría normal.
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SINDROME BRONQUIAL
i 2 .- Standar de tórax
Bronquitis aguda 3 .- Broncografía
Bronquitis crónica
Bronquiectasias
Asma bronquial
SINDROMES PULMONARES :
1.- S ÍNDROME IÍJS CONDENSACION :
Síntomas: Signos:
Dolor torácico Expansión i
Disnea Frémito t
Fiebre Matidez EXAMENES COMPLEMENTARIOS:
Tos productiva Murmullo vesic.l 1 .- Bacteriológico de esputo:
Soplo.tubárico — Coloración Gram
Pectoriloquia
— Coloración Ziehl
- Cultivo
3 .- Gammagrafia pulmonar
Neumonía
4 .- Angiografía pulmonar
Bronconeumonía
Atelectasia
Infarto Pulmonar
Fibrosis Pulmonar
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2 - SINDROME CAVITARIO:
EXAMENES COMPLEMENTARIOS
1.— Bacteriológico de esputo
i-
3 . - . SINDROME TUMORAL:
>
>
I SINDROME PLEURAL J
) 1 .- OCUPACION HIDRICA: \
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-244-
2 - OCUPACION GASEOSA:
EXAMENES COMPLEMENTARIOS
1 Standar de Tórax
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CAPITULO 33
INTRODUCCION
DISNEA
Para la definición y cuadro de la
anamnesis nos remitimos a lo dicho en la
Semiotecnia del aparato respitatorio.
1.— Tenemos que tom ar en cuenta que la dis
nea por causa cardiovascular es similar a la oca
sionada por enfermedades del aparato respira
torio y por lo tanto la recolección del síntoma
está ya descrita. Sin embargo, el concepto
fisiopatológico varía, y por ello recordare
mos primero, los espacios estructurales que
en conjunto hacen el pulmón: Fig. 33-3.
BRONQUIOS - ALVEOLOS - VASOS - IN
TERSTICIOS: (5).
Pues bien, en las cardiopatías, la es
tructura inicialmente afectada y que dará la ( + +), a tres cruces ( + + 4), a cuatro
disnea por repletam iento y ocupación par cruces; o regresiva, si ha habido mejora
cial de otros espacios, es la Vascular. Este m iento de la función: de cuatro cruces
punto no podem os perder de vista, pues los + + 3 a tres cruces (í + + j,o a dos cruces *),
diferentes grados de disnea estarán directa a una cruz ( + ). Por ello es valioso, no so
mente ligados a lo señalado y no a la can lo cuantificar el síntom a sino determinar
tidad parcelar de pulmón que ha enfermado. la evolución. (Ver cuadro general de la anam
Ejemplo de causa vascular: nesis, aplicable a cualquier'síntoma).
1.— La tos en relación con el es 1.— Cuando realiza esfuerzos (meno
fuerzo. res, medianos o mayores), le
sobreviene tos?
3 .- Cantidad 3 .- Es abundante?
si hay o no esta relación. Esto se ve, por 6.— Golden, J.: A spectos Clínicos de la Sífilis y
de la C ardiopatía Sifilítica. Cardioangiolo
ejemplo, al inicio de la insuficiencia cardía gía de Luisada, tom o III. 544, Salvat,
ca. Barcelona, 1960.
CIANOSIS CARDIOGENICA
4.— Crisis hipóxicas (colapsos cianó— 4.1 Después de esfuerzos (lactar, co
ticos). rrer) o de llanto, suele quedarse,
sin respiración? ; se pone mora
do y aún a veces negro?
4.2 Ha perdido el conocimiento a con
secuencia de esas crisis?
4.3 Ha tenido convulsiones conjunta
mente con las crisis?
4.4 Con qué frecuencia se repiten?
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LAMINA X I I I
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presencia de cianosis central, por la facies
vultuosa (5, 9). Fig. 35-1, el aspecto pletò
rico y por el aumento de hemoglobina, he-
m atocrito y húmero de glóbulos rojos, me
diante una simple biom etria hemática.
2.— La cianosis central (1) se origina por
defectos a nivel de bomba cardiaca o a nivel
del circuito menor (circulación pulmonar).
Afecta a todo el organismo y aparece en don
de la piel y mucosas son más transparentes.
De allí que en orden a establecer el
tiempo de aparecimiento, se anotan repre
i
guntas cortas sobre los lugares donde pudie
ra haberse notado el síntoma (labios, nariz,
orejas,'dedos). Ejemplo de cianosis central:
cualquier enfermedad congènita cianòtica,
Fig. 35-5 Posición en “ cuclillas” .
así: F.ig. 35-2. La Atresia Tricuspídea.
3.— La cianosis se llama periférica (6)
cuando es localizada y seccional; así, en la
Tromboflebitis de la Femoral derecha, apare
cerá principalmente a nivel del miembro in
ciones coxofemorales, se comprimen las ve
nas y disminuye su aflujo hacia la Cava in
ferior. Es un recurso espontáneo del cia
2
nòtico para evitar la crisis hipóxica. El mé
ferior derecho.
dico la imitará cuando se declare esta crisis
4.— En la llamada “ cola de la cianosis” esta y comprimirá los miembros inferiores sobre
pasa a ser más signo que síntoma, pero su el abdomen del cianòtico. Fig. No. 35-5.
conocimiento lo exponemos aquí por razo 4.3. Las crisis hipóxicas (2, 3, 19) son
nes de unidad de criterio y porque en cuan temibles porque pueden conducir a la dece-
to el paciente ha notado los dedos hipo- rebración o a esfacelos y su probable con
cráticós y la posición obligada, nos lo refiere, secuencia, los abscesos cerebrales (27). Este
convirtiendo el signo en síntoma. temible acceso, en orden de posibilidad y
4.1. Los dedos en palillo de tambor y las facilidades, se combatirá con Oxígeno, respi «i *
uñas en vidrio de reloj reciben el nombre de ración boca a boca y presión de los miem
dedos hipocráticos, (5, 14, 18) o también: bros inferiores sobre el abdomen. Se pre
acropaquias (14, 18) Fig. 35-3. Esta condi vendrán con sedantes para evitar sobrecar
ción se establece en la cianosis crónica, gas emocionales o de llanto, especialmente
aunque también existen las “acropaquias en la primera infancia.
blancas” (5), es decir sin cianosis, en la
Endocarditis Bacteriana (14, 15) y en el
5.— La cianosis puede originarse por:
5.1. Enfermedad congènita con cortocircui
:
cáncer bronquial (14,15). Fig. 3 5 4 .
to venoarterial. Ejemplo: Tetralogía de
4.2. La posición en cuclillas (14) es prác Fallot, Atresia Tricuspídea; o en afección
ticamente el secuestro de sangre venosa, po congènita pulmonar con mezcla de sangre
co oxigenada, en los miembros inferiores, arterial y venosa, como sucede en la fístula
pues a nivel de las corvas y de las articula- arterioveno'sa pulmonar y Bronquiectasias
Fig, 35-1 y 2: Lám. X II. Fig. 35-3 y 4: Lám . X III.
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™ congénitas. Figs. 35-6A, 35-6B, 35-6C.
^ 5.2. Enfermedad cardiaca congènita con
£ cortocircuito arterio venoso inicial, al que se
^ agrega una hipertensión arterial pulmonar
“ severa, que invierte el cortocircuito. Con
0 esto queremos decir que el paciente primi-
p tivamente no fue cianòtico, pero que con el
tiempo se va volviendo cianòtico, por el in-
í cremento paulatino de la presión pulmonar
^ creada por el ventrículo derecho, la cual, con
el tiempo llega a ser significativamente ma-
™yor que la presión creada por el ventrículo
^izquierdo. El flujo sanguíneo siempre va
^ desde el lugar de mayor al de menor presión.
Fig. 35-6A T etralogía de F allot
Ejemplo: comunicación interventricular que
-IT -,
} se vuelve hipertensa.
} 5.3. Enfermedad pulmonar aguda o crónica
^ que condiciona un déficit tal de ventilación,
difusión y perfusión de gases, que no se hace
9 una hematosis satisfactoria, quedando hemo
g lo b in a sin oxigenar y por lo tanto elevando
la tasa de hemoglobina reducida en más de
™5 gramos. (16). Ejemplos: Enfisema P u l-
^ m o n ar y su consecuencia: Corpulmonale
crónico; Neumonía bilateral y Corazón Pul
monar Agudo.
Fig. 3&-6B A tresia Tricuspfdea
PALPITACIONES
píos: Taquicardia sinusal por una emoción; 4.— Si el comienzo es brusco y el fin, igual
fibrilación auricular con frecuencia rápida; mente brusco, en palpitaciones más o menos
o bradicardia sinusal de un deportista; (2,4,5, largas, se trata de Taquicardia Paroxística.
¿0). Fibrilación auricular con frecuencia (7, 9, 14). Este es un diagnóstico que usual
lenta (2 ,4 , 20). Fig. 37-2. mente se hace en base a la anamnesis, puesto
3.— Si la sensación es esporádica, ocasional, que los episodios de taquicardia paroxística
puede tratarse de extrasístoles aislados, fre raramente son constatados por el médico, ya
cuentemente de poca significación, puesto que cuando el paciente va por la consulta,
que pueden presentarse en personas sanas, frecuentemente el ritmo ya se ha normali
(2, 4, 5, 13, 18, 20) aunque, naturalmente, zado. (Fig. 37-4).
también en los cardiópatas. Si es reiterada la
palpitación, cobra mayor importancia para el 5 . - En relación a las preguntas generales
paciente, aunque la significación clínica pue de la anamnesis aplicable a cualquier sínto
de no variar. Si es permanente, ya es más ma: Cuadro No. 3-1.
significativa y amerita un estudio cardioló 5.1. Las preguntas pertinentes a la. seña
gico completo. Fig. 37-3. lización de fechas y referentes a como el pa-
será por disminución del aporte sanguíneo 6.— Goldberger, E.:- U nipolar Lead E lectrocar
diography. 109-121, L EA Febiger, Phila
al cerebro. Este conjunto de síntomas de delphia, 1947.
injuria cerebral que llega a veces a las con
7.— K atz, L.: E lectrocardiography. S eco n d ed .
vulsiones de tipo epileptiforme, se encuadra 625-720, LEA, Febiger, Philadelphia, 1946.
dentro del síndrome de Stoks - Adams. (9, 8.— Londe, S.: Causas de hipertensión en gente
19). joven: Clínicas Pediátricas de N.A., 155-165,
1978.
5.4. La evolución depende del curso de la
9-— Lipm an, B. y Massie, E .: E lectrocardiogra
enfermedad subyacente y de la terapéutica fía Clínica, 327-355, E ditorial Interam erica
instituida. na, México, 1967.
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10.— Manrique Izq u ieta, J.: La conciencia de las En cardiología, el dolor referido hace
células, 55-60. Im p ren ta de la Universidad,
Guayaquil, 1954. relación a los segmentos medulares D2 y D5.
(2 ,9 ,2 0 ).
11.— M anrique Izquieta, J.: Clínica Cardiológica.
178-183. Im p ren ta de la Universidad, Gua— La técnica de la anamnesis del dolor
yaquil, 1949.
cardiogénico es la misma que la del cua
12.— Master, A .; Moser, M.; Jaffe, H.: Cardiac
dro No. 3-2.
Emergencias an d H eart Failure, 11-28, LEA-
Febiger, Philadelphia, 1952. CONSIDERACIONES AL CUADRO No. 3-2
13.— Mera, W.: Tem as de Electrocardiografía. DE ANAMNESIS GENERAL DEL DOLOR.-
111-130, Talleres Offygraba, Quito, 1980.
14.— Palacios, A.: Fibrilación Auricular Paroxís
1 y 2.— Fecha aparente y real de comien
tica. Cardioversión con m arcapaso intraeso- zo.— Es importante fijarlas, puesto que de
fágico; T ribuna Médica. Tomo III, No. 8, ellas dependerá la clasificación que vamos a i
1979.
hacer con prospección a pronóstico y trata
15.— Pardee, H.: Clinical aspects of the electro- miento (3, 4). (Parámetros que no vamos a
cardogram . Second printig, Third ed. 244-
252. Paúl B. H oeber, In c., L ondon, 1941. ver aquí, pero que tenemos que intuirlos).
16.— Polanco, J.: La clínica y la electrocardio 3.— Intensidad.— Aunque hay variantes
grafía. Segunda edición. 104-126, Editorial individuales, puesto que aún hay infartos sin (
C ultural, H abana, Cuba, 1944.
dolor, esta calificación se procura cuantificar
17.— Salgado, M.: M anual de Electrocardiografía.
127-172, Casa de la Cultura Ecuatoriana, de una a cuatro cruces ( + a + + + + ). Las 1
Q uito, 1960. cuatro cruces ( + + + + ) significarán un do- ,
18.— Sánchez, S. e t aL: El tiem po de adm inis lor muy intenso, probablemente insopor
tració n I.V. de Quinidina como factor deter table. (3 ,1 3 ,1 4 , 21). 1
m in an te de sus acciones ele ct ro fisiológicas
auriculares. A rch. Inst. Cardiol, M ssi— 4.— Causa aporcníe.— En las crisis de a n - '
co 5 0 -1 ,1 9 8 0 . gor se reconoce como causa, al esfuerzo, a la {
19.— S odi Pallares, D.: E lectrocardiografía Clíni comida o a la emoción. En el infarto, mu
ca. 322-324, In stitu to N acional de Cardio
chas veces, este antecedente puede faltar. '
logía, M éxico, 1968.
(3, 7). En las pericarditis cuentan las infec
20.— W hite, P.: Enferm edades del Corazón.
1.002-1.003, “ E l A teneo” , Buenos Aires, ciones, (7, 14) los traumatismos; en el
1954. Aneurisma Disecante, (18) los traumatismos,
21.— Zelenin, V.: E l Tem ple del Corazón, 99-102, la Sf. (16).
Ediciones en lenguas extranjeras, Moscú,
1959. 5.— S itio .- El paciente, comunmente, se
llevará la mano al pecho y señalará el Es
ternón, o en general, el precordio. Fig. 38-2A
Con frecuencia el d o lo r. es retrocsternal.
En el Aneurisma disecante el dolor caminará,
CAPITULO 38
siguiendo el trayecto disecado (16,18).
6.— Irradiación.— Esta se hace comun
DOLOR CARDIOGENICO mente a hombro, brazo antebrazo y borde
cubital de los dedos izquierdos; a veces es a
En principio, nos remitimos a lo dicho ambos hombros, a ambas muñecas, a la nuca,
de este síntoma en el capítulo del aparato a la mandíbula, al cuello. Rara vez se hace <
respiratorio, especialmente en lo que se refie al tórax posterior, hacia la región escapular
re al dolor víscerosensitivo. (1,2,5,6,9,17,20;. izquierda. Así mismo es rara, pero no tanto,
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I
CUADRO No. 38-1
ì
I CLASIFICACION DE LAS CARDIOPATIAS ISQUEMICAS DE
BATLLE Y BERTOLASI
Grado I
grado II Con infarto
|A) Estable previo o sin in
grado III
farto previo
grado IV
Con capacidad
B) De reciente co Con infarto previo física conserva
mienzo. da o con capa
Sin infarto previo cidad física dis
minuida.
I
Angina de C) Tipo Prinzmetal
Pecho
Progresiva Con Infarto
D) Inestable Regresiva previo o sin in
Síndrome intermedio farto previo.
II 1
Isquemia
Aguda
Persistente
III
Infarto Agudo
de Miocardio.
«
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Cuadro No. 38 - 2
CLASIFICACION DE ANGINA DE
\
^ rioesclerótica coronaria incipiente. vio Laríngeo inferior, entre el Ductus per-
I
I
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-268-
sistente y la Pulmonar proscidente, por ejem
plo; (4,5,6) o por deterioro de la función,
provocada por el éxtasis venoso de la in
suficiencia cardíaca congestiva, como acon
tece con las digestiones difíciles (3, 7, 8),
las flatulencias, diarreas. Por igual proce
so congestivo a nivel hepático, a más de un
dolor más o menos sordo pueden sobrevenir
otros síntomas dispépticos (8). Eventual
mente puede haber un dolor abdominal lan
cinante e insoportable dependiente de trom-
boembolia de alguna arteria importante,
(7 ,1 1 ,1 3 ) como por ejemplo la Mesentérica.
Estos émbolos pueden venir desde corazón
por desprendimiento de coágulos recién for Fig. 39-1 C orazón gigante (F u e n te de em
mados o trom bos ya constituidos y despren bolias).
didos a nivel de aurícula o de ventrículo
izquierdos (7 ,1 3 , 14).
La causa productora del Shock puede Fi*. 40*2 Orifica del Shock
3) Facies
3.1 Mitrotricuspídea 3.1 La facies es perfilada, con ciano
sis labial y de los lóbulos de las
orejas; con “ chapetas - malares”
entre rosadas, amarillentas y cia-
nóticas. Fig. No. 41-1.
3.2 Vultuosa 3.2 Facies pletórica, roja tendiendo
a cianótica. Fig. No. 41-2
3.3 Aórtica 3.3 Pálida, cérea; a veces con movi
miento sincrónico con el pulso.
Fig. No. 41-3.
3.4 Cianòtica 3.4 Morada, con labios y lóbulos au
riculares marcadamente azulinos.
Fig. No. 41-4
3.5 Hipertiroidea 3.5 Con Exoftalmus. (ojos - hermo
sos). Fig. No. 41-5.
3.6 Mixedematosa 3.6 Cara fofa, de luna llena.
Este eritema no sólo cubre la región lares, puede matizar su color. (Con chapetas
malar sino que se une con el del otro lado, malares por ejemplo).
I^ 3 .3 .
pasando por el dorso de la nariz.
La palidez del aórtico (4, 5) es llama
3.4. La facies cianótica (4, 5) t
dible y puede demostrarse con diferentes
tiva, aunque si hay otros componentes valvu- tonos azules; desde los menos visibles, hasta
1-1. Lám. X III. Fig. 41-2, 3 y 4: Lárn. X IV .
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5.— Palpación de frémito carotideo. 5.— Se palpa con los pulpejos del
(Thrill). índice y del medio y se trata de
sentir ese estremecimiento pecu
liar que se parece a la sensación
de palpar el lomo de un gato
cuando ronronea (estremecimien
to catáreo).
CAPITULO 43
INSPECCION
INSPECCION
4.— Red venosa colateral. 4.— Si hay red venosa en esclavina por
dificultad de vaciamiento en la ve
na Cava superior.
c o rte sía del Prof. Dr. Raúl Endara C rotesia del Prof. Dr. Edgar Ochoa.
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Signo de Broadbent: (10) se observa
retracción sistòlica dorsal én 11 y 12ava cos
tillas izquierdas' y a veces, también derechas.
Significa que existen bridás’ pericardio-
diafragmáticas (fig. 44—5),
Signo de Wenckebach (10): Se observa
que en la inspiración forzada, el Esternón no
se desplaza o mas bien, se deprime ligera
mente. Significa que existe Pericarditis adhe
Fig. 43-4 T órax de zapatero.
siva o Paquipleuntis extensa (Fig. 44-5).
2.5 Los tórax deformados por Xifoescolio- conjuntamente con la palpación, pero no po
sis, Xifosis, Escoliosis; cual más, cual menos, demos dejar de nombrarlo en la inspección,
siempre tienen trastornos broncopulmonares aunque en muchas personas, especialmente
con zonas de atelectasia y de enfisema com en los obesos, no es visible, sin que esto se
pensatorio; es decir, con parcelas de pulmón tome como anormalidad.
poco aereadas y otras, insufladas. Esto dará
lugar a afecciones crónicas de origen toracó-
BIBLIOGRAFIA
geno, tributarias del Corazón Pulmonar Cró
nico. (4, 5).
1.— Carral, R.: Sem iología Cardio /oscular.
Además, los desnivelamientos del he- 251-255, Interam ericana, 1964.
mitórax izquierdo, sean totales o por sectores, 2.— Cossio, P.: BibUoteca de Semiologia: A pa
insinuarán, crecimientos globales o solamen rato Circulatorio. Q uinta edición. 124-150.
te del ventrículo derecho, si la elevación está E l Ateneo, Buenos Aires, 1949.
cerca del Esternón, por ejemplo. 3.— De la T orre y Asanza, G.: Lecciones de Se
miología. Tom o I. Prim era edición. 69-72,
Miscelánea —El latido apexiano va a ser visto Im prenta de la Universidad, Q uito, 1950.
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4.— De la T o n e, A. y Asanza, G.: L ecciones de
^ Sem iología. T om o I. Prim era edición,
55-58, Im prenta de la Universidad, Q uito,
f 1950.
JS.— Espino Vela, J.: In tro d u cció n a la Cardio
logia. Novena edición. 592-5S3, M éndez
^ Oteo, México, 1979.
i6.— Espino Vela, J.: In tro d u cción a la Cardio-
* logia. Novena edición, 113, Méndez O teo,
j México, 1979.
7.— Friedberg, Ch.: E nferm edades del Corazón.
^ 7, El A teneo, Buenos Aires, 1963.
^8.— Friedberg, Ch.: E nferm edades del C orazón.
751, E l A teneo, Buenos Aires, 1963.
J9.— Jaccoud, S.: Patología In terna, Tom o I I .
Fig. 44-1A Palpación de latidos y frém itos
65-77, Bailly-Bailliere e hijos, Madrid, 1897.
con la cara palm ar de los dedos.
È CAPITULO 44
PRECORDIO
1 .- Latido apexiano
1.1 Localización 1.1 Inspección frontal y tangencial;
Fig. 44-1A y 44-1B. palpación en decúbito dorsal y en
la posición de Pachón, con la
parte palmar de los dedos o con el
talón de la mano.
1.2 Movilización 1.2 Palpando sucesivamente, la. re
gión de la punta, en decúbito
dorsal, en decúbito de Pachón y
estimando la distancia que sepa
ra los dos sitios.
1.3 Amplitud. 1.3 Estimando el impulso y palpán
dolo.
ápex en la linea medioclavicular, a nivel ápex (1, 2, 6). En los casos en los que no’
del 5to. espacio intercostal, anotaremos: se lo ve ni se lo palpa, se insiste ordenando^
4 -5 . al paciente que se ponga en decúbito lateral,
izquierdo (de Pachón), posición en la cual, el
Si adoptamos este método de loca corazón está más cerca de la pared costal.!
lización, podemos describir la posición del 1.1.2 Cuando el ápex es invisible e impalpa-J
ápex o de cualquier latido o estremecimien
ble hay que detectarlo mediante la per-3
to, muy rápida y fácilmente.
cusión, tanto* en la posición dorsal comoi
1.1.1 A veces no se ve pero si palpa el en la lateral izquierda.
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•SIGNO DE DRESSLER.— Latido en balacúi 3.— Hay que buscar los estremecimientos
o en báscula. Se observa desde los pies del catáreos (Thrill) en todo el precordio y *
•enfermo en decúbito supino. Sucede que se ubicarlos en uno de los focos clásicos de {
añade al latido apexiano, la propulsión es auscultación: de base (Aórtico y Pulmonar); .
ternal por la expansión sistòlica del hígado de punta (Mitral y Tricuspídeo) y Mesocar- *
en la Insuficiencia Tricuspide ai dio. Este mapeo se guiará, persiguiendo las Á
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Es conveniente localizarlos en: 1.— El
precordio y 2.— en el ciclo cardíaco. Para
su ubicación en el precordio se recurrirá a
los focos de auscultación; para determinar si
son sistólicos o diastólicos se palpará simul
táneamente el pulso.
Una vez que tenemos estas dos locali
zaciones, las correlacionamos y elucubra
mos sobre el PARA QUE hacemos esto, con al
gunos ejemplos: Si palpamos un frémito sis
tòlico en el foco aórtico y aún, más clara
mente, en el cuello y en horquilla esternal,
es casi seguro que se trata de una Estenosis
ì Aórtica, porque el flujo sanguíneo pasa por
ì un orificio estrechado, desde el ventrículo
Fig. 44-8 Latido aórtico. izquierdo hacia la Aorta.
Así mismo, si se palpa en sístole y en
diastole, pero a nivel de foco pulmonar y aún
un poco hacia fuera, es procedente pensar en
Persistencia del Conducto Arterio venoso.
Si se palpa en Mesocardio, probable
mente es sistòlico y corresponde a una Co
municación Interventrjculajr. (2 ,4 ).
Si el frémito es sistòlico pero se ap re
cia solamente en el foco pulmonar, es lícito
pensar en una Estenosis Pulmonar. (2).
En el foco Mitrai es más raro el estre
mecimiento en cualquiera de los dos momen
I tos del ciclo. Si se palpa en sístole, corres
I Fig. 44-9 Latido Pulm onar. ponderá a una Insuficiencia Mitrai;(1 ,2 ,3 ,4 );
si es diastóüco, dependerá de una Estenosis
áreas de irradiación de los “soplos” pal Mitrai. Para ayudarnos en la apreciación,
pables, es decir, las áreas de auscultación. tendremos en cuenta que en la Insuficiencia
1 Asi pues, los frémitos, se aprecian co- Mitrai, el ventrículo izquierdo está dilatado
i mo vibraciones palpables y traducen la exis- porque soporta una sobrecarga diastólica o
( tencia de un soplo, que da la sensación táctil de volumen. Por lo tanto tendremos 2 ele
de cosquilleo, como cuando se pasa la mano mentos de apoyo: 1) Apex desviado hacia
f por los lomos de un gato satisfecho que ron abajo y afuera; 2) latido en cúpula. De igual
ronea (2). Esta sensación táctil y auditiva se manera, tomemos en cuenta que en la Este
p ro d u c e cuando el flujo sanguíneo forma nosis Mitrai, (1, 2, 3 4) el ventrículo iz
i torbellinos al pasar por un orificio patológi quierdo no está crecido, pero el ventrículo
co, generalmente más estrecho o cuando re derecho si está sobrecargado con sobrecarga
fluye por una válvula insuficiente. sistòlica, pues el obstáculo a nivel de válvula
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-286-
Mitral, aumenta las'resistencias pulmonares 2.— Carral, R .: Sem iología cardiovascular Ota.
que deberán ser vencidas por el ventrículo ed. 256-262, E ditorial Inter am ericana, S. 17.,'
México, 1963.
derecho. En consecuencia, se buscará el
3.— Cossio, P.: A parato circulatorio: Biblioteca
apoyo de dos elementos: 1) ápex poco visi de Sem iología 5ta. ed. 130-143, “El A teneo” ,H H
ble por dentro de la linea medio clavicular; y Buenos Aires, 1949.
2) latido de ventrículo derecho. 4.— Espino Vela, J.: Introducción a la c a r d io lo - ^ ^
gía 3ra. ed. 108-111, Méndez O teo, M éxico,ttÉ |
Es bueno saber que no siempre encon 1969. T S If
traremos todo lo que buscamos, pero el he
5.— F ishleder,‘B.: E xploración cardiovascular y^M j
cho de pensar en la fisio patología y al hacerlo, fenom ecacardiografía clínica - 33, La Prensa4M|¡
buscar los signos con los que se expresa, nos Médica Mexicana. México, 1966.
volverá metódicos y probablemente, nos lle 6.— Jaccoud, S.: T ratado de P atología I n te m a .^ |B
vará al encuentro de todas las manifestacio Tom o 2do. — IV edición, X tirada. 85, Ed.
De Bailly Bailliere e hijos, Madrid, 1897. S m
nes patológicas posibles.
En el foco tricuspídeo es sumamente
raro palpar frémito. Si los hubiere, y si CAPITULO 45
son sistólicos, se tratará de Insuficiencia Tri-
cuspídea. Si el estremecimiento es diastóli-
co, se tratará de Estenosis Tricuspídea. PERCUSION ^
Los FROTES PERICARDICOS (2,3) tam q
bién podrían ocasionar sensación palpable INTRODUCCION.— En un país latino ^gg
de frémito. Son sistólicos y diastólicos y americano, precisamente como el nuestro, M
se producen a nivel de las serosas deslustra donde se ha concentrado la prestación de s a -™
das, mientras estén en contacto y se froten lud en las grandes ciudades; es preciso no^pjj
al compás de los movimientos cardíacos. Ppr desaprovechar este método natural que n a d a ^ g
estas condiciones enunciadas, ocuparán los cuesta, para extraerle el máximo provecho.™
dos momentos del ciclo y tienen además, el El dicente aprenderá, contrastando sus p r o - ^ |
carácter de ser fugaces. Los frotes pleurales pias apreciaciones mediante la percusión ( 1 ) ^ |
y pleuropericárdicos tendrán relación con las y los exámenes radiológicos que pueda rea-
fases de la respiración y guardarán estrecha lizar con este objeto.
relación con el cuadro clínico. También son Para efectuarla, es preferible seguir la (N
fugaces. técnica de amortiguamiento (1, 3, 4, 5), m i
Respecto a la palpación del tórax, en donde el dedo plexímetro es el índice de la ^ 3
cuanto se refiere al aparato respiratorio, mano izquierda, y el percutor es el índice w |
remitimos al lector a la parte pertinente de derecho, que pega el golpe seco con la su- JB
la semiotecnia del aparato respiratorio,. que perficie palmar y queda un rato, amortiguan-
por otro lado, da signos en el tórax posterior, do el golpe, antes de levantarlo. Fig. No. 45-1. V
principalmente. La percusión es radial y comienza de ™
fuera a adentro, es decir desde el hemi-^Jj!
BIBLIOGRAFIA tórax derecho, de la sonoridad pulmonar a
la submatitez de la aurícula derecha y 1|
1.— A sanza, G. y De la Torre, A.— Lecciones de
desembocadura de las venas Cavas; luego,"
Sem iología, to m o III, prim era edición. 12-16,
Im p ren ta de la Universidad, Quito, Ecuador, en segunda instancia, se percute de dentro a
1950. afuera, es decir saliendo desde los grandes
www.medibooksnica.net63.net -287-
PERCUSION CARDIACA
Qué Examinar Cómo Examinar
Apex: si no es visible ni palpable, 1.— Se percute de fuera hacia dentro,
se delimitará mediante percusión. comenzando desde la región Axi
lar. Se señalará el punto de cam
bio entre la sonoridad pulmonar
y la submatitez cardíaca. Así
mismo, en forma radial y de fue
ra hacia dentro, pero también
de abajo hacia arriba, se percutirá
desde el timpanismo del espacio
de Traube hasta la submatitez
de la punta del corazón. De
esta manera se refrendará el pun
to anterior donde se entrecrucen
las señales.
2 .- Límite hepato pulmonar. 2.— La percusión se hace en el he-
mitórax derecho, de acuerdo con
la técnica ya conocida.
La señal se pondrá en el punto de
cambio entre la sonoridad pul
monar y la matitez hepática.
3.— Delincación de la parte diafrag- 3.— Se traza una línea que una el
mática de la silueta. extremo izquierdo del límite he-
pato-pulmonar y el ápex.
4.— Delimitación del borde derecho 4 — Se percute desde la derecha del
de la silueta cardíaica. Esternón, por sobre él hacia la
izquierda, comenzando en el se
gundo espacio intercostal y seña
lando los puntos de cambio en
tre la sonoridad del pulmón dere
cho y la submatitez de los gran
des vasos y corazón.
5.— Delimitación del borde izquierdo 5.— Se percute de dentro hacia fuera,
de la silueta cardíaca. es decir desde la submatitez hacia
la sonoridad del pulmón izquier
do. Así mismo, la secuencia de la
percusión y el señalamiento de los
puntos de cambio, se hace desde
arriba, a nivel de 2do. espacio in
tercostal y se termina en el ápex.
6.— Esquematización de la silueta car 6.— Se unen todos los puntos señala
díaca total sobre el precordio. dos anteriormente, con una línea
continua.
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BIBLIOGRAFIA una dirección que imita la del conducto audi
tivo externo. Esto es para que se adapte b ie n ;
el aparato a los pabellones auriculares del
examinador. El extremo que entra en con
A uenbrugger, L.: Invenfrum N ovum , Per-
cussione T horacis Huxnani. V ienna, 1761. tacto con el paciente tiene dos posibilidades
¡* Traducido al Inglés p o r Jo h n F orbes en de uso, generalmente: Uno, con la cápsula de
1824. membrana (más ancha y con frecuencia ex
Carral, R.: Sem iología Cardiovascular. Quin traplana; otro, con la campana o estetosco
ta edición. 256-262, E ditorial Interam erica-
na, México, 1964. pio cuya parte final es redondeada y coapta
directamente con la piel del sujeto examina
.3 .- Cossio, P.: Biblioteca de Sem iología: A pa
rato C irculatorio, 150-157, E l A teneo, Bue do. Con la de membrana se escucha mejor
nos Aires, 1949. los fenómenos acústicos de tono alto y de
De la T orre, A. y Asanza G.: L ecciones de frecuencia elevada, (1, 3, 4) como por ejem
Sem iología. T om o I. Prim era edición. plo, el soplo diastólico de la Insuficiencia
75-87. Im p ren ta de la Universidad, Q uito,
1950. Aórtica. Fig. No. 46-1. Con la campana se
E spino Vela, J.: Introducción a la Cardio
escucha mejor los ruidos de tono bajo y de
logía. Novena edición, 115-116, M éndez baja frecuencia, (1, 3, 4) como los ruidos
O teo, México, 1979. cardíacos (1, 5, 10) o el ritmo de Duroziez,
6 — G u ttm an: Bem erkungen líb e r Herz percu- por ejemplo. (Estenosis Mitral), Fig. No. 46-2
ssion: Berlin-KHn. 'Wochen., 1877.
©CAPITULO 46
f AUSCULTACION CARDIACA
fe
~ GENERALIDADES: Este método de examen
r exige un implemento, que es el fonendosco-
& pió, el cual desde su inventor: Laennec, sirve
^ p a ra la auscultación mediata (8, 9). Si no
hubiere a la mano este instrumento, 'se
$ puede efectuar la auscultación, directamente,
Fig. 46-1 Fonocardiogram a de Insuficiencia
acercando el oído al paciente, hasta la parte A órtica.
í que va a ser examinada, pañuelo de por me-
™dio para evitar el contacto de piel con
Es conveniente tom ar en cuenta algu
l^piel, simplemente por razones de higiene.
nas recomendaciones para efectuar mejor la
* También hay el estetoscopio de tilo o de
recolección de los signos auscultatorios.
^netal, que se utiliza para auscultar los rui-
P ’dos fetales. El fonendoscopio ideal es aquel 1.— Tomar en cuenta las líneas de referen
| que no es ni largo ni corto (60 centímetros cia (6) en el precordio: Ver Fig. No. 44-2A y
aproximadamente). Los auriculares tienen 44-2B.
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-2 9 0
m
.. H íf ' R1-
ffZehñ.
darse en apnea por breves momentos. Hay OIR MEJOR LOS FOCOS DE PUNTA:
que poner mucha atención en la ausculta 1.^- La posición decúbito lateral izquierdo 1
ción de los primeros latidos y caer en cuenta aproxima más el ápex hacia el precordio, pro- (f
si se incrementa la intensidad. Si se in curando con ello mayor cercanía del foco ^
crementa la intensidad, el foco de origen es mitral con el oído del examinador. Si esta
el Tricúspideo, así el fenómeno acústico auscultación se la hace en apnea postesfuerzo
se oiga cerca del ápex. Esta maniobra se y postespiración, se agregan condiciones de
repetirá hasta que quede clara la verdadera aumento de flujo y de fuerza de contracción
auscultación. Fig. No. 46-8. al nivel del defecto, con lo cual crecen en
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Fig. 46-8 Maniobra de Rivero Carvallo en Cortesia del Dr. Wilson P ancho.
fonocardiogram a.
:
Se habla de Estenosis cuando la válvula 1964.
éstrecha opone un obstáculo a la salida de la
3.— Espino Vela, J.: Introducción a la Cardio
sangre de su cavidad natural. Se llama Insu logía. Novena edición. 116-128, Méndez
ficiencia cuando las compuertas valvulares, O teo, México, 1979.
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-294-
4.— Fishleder, B.: E xploración Cardiovascular coinciden, si no exactamente, con variantes ^
y F onom ecanocardiografía Clínica. 16-19,
de milisegundos, los movimientos valvulares %
E ditorial F o u r nier, M éxico, 1966.
y la graficación de los ruidos cardiacos. Ade-
5— Fishleder, B.: E xploración cardiovascular y
F onom ecanocardiografía Clínica. 136-148, más, hay autores como Fishleder, que, con
E ditorial F o u ra ier, M éxico, 1966. abundante bibliografía sostienen el criterio de ®
6.— Fishleder, B.: E xploración Cardiovascular la génesis valvular. (1, 2, 5, 6, 7, 9). ^
y F onom ecanocardiografía Clínica. 33-34, j
E ditorial F o u rn ier, M éxico, 1966. Los elementos del ciclo cardíaco serán @j
7.— Fishleder, B.: E xploración Cardiovascular y
expuestos esquemáticamente a continuación: í
F onom ecanocardiografía Clínica. 35-41, BREVE RECUENTO FISIOLOGICO. T
E d itorial F o u rn ier, M éxico, 1966.
Vienen esquemas con sus respectivos
8.— Laennec, R .T .H .: De la auscultación m édia
te ou traité d u diagnostic des m aladies de
pie de figura: 47-1 a 47-5.
poum ons e t d u coeur, fondé principalm ent Establecido así el “esqueleto” de la
su r ce nouveau m o y en d exploration. Bro-
sson et chaudé, Paris 2 nd . éd., 1826. auscultación cardíaca, ordenamos los con- -J
9.— Laennec, R .: L a A uscultación M ediata. D o
ceptos en el cuadro No. 47-1. ™
cum entos inéditos, Masson et Cié E diteurs,
1926.
10.— Luisada, A.: R uidos y Pulsos com o ayudas
para el diagnóstico cardíaco, Clínicas Médicas
de N orteam érica, VoL 1. 4 -3 0 ,1 9 8 0 .
i
C A P IT U L O 4 7
A U S C U L T A C IO N DEL CORAZON
Fig. 47-1 Ciclo cardíaco con sus ruidos y ®
silencios. ^
NORM AL.
Rl R2 ___ R3 R¿ R1
l/ffji, 6R n% !r\ S tiatx ~ %c/°
C O M P O N E N T E A O R TICO
C IE R R E
T R IC U S P ID E O APERTURAS
V IB R A C IO N E S D E LO S
/ G R A N D E S V A SO S
/ APERTURAS
COM PONENTE P U LM O N A R
R EM A N EN , D E P U LM O N A R
T E AURI _
D E A O R TA Fig. 47-4A E lem entos del segundo ruido, (to
CU LAR.
dos).
BIBLIOGRAFIA
CUADRO No. X
1 .- OBJETIVOS.—
2 .- CONTENIDOS.—
Corresponden al qué examinar, cómo examinar y para qué examinar, constan
tes en este texto.
3 .- METODOLOGIA Y ACTIVIDADES.—
3.1: Repetir varias veces las características de todos los ruidos y silencios
normales del corazón.
3.4: Repulir varias veces los cambios fisiológicos y patológicos de los ruidos
cardíacos.
4 .- RECURSOS.—
1.— Humanos.
4 ,1 : Personas sanas, que pueden ser los mismos compañeros.
4.2: Personas enfermas. (Todos los casos posibles).
2.— Materiales.
2.1: Fonendoscopio biauricular de campana y membrana.
2.2: Discos o cassets con las grabaciones pertinentes.
2.3: Bibliografía.
5 .- EVALUACION-
ARRITMIAS PASIVAS
2.— Bloqueo aurículo ven incular com 1.2 Por lo común, la bradicardia es
pleto. (Síndrome de Adams Sto m uy notoria y podría, eventual
kes-Morgagni). ¡Cuidado! m ente, acompañarse de pérdida
Arritmia de importancia vital. del conocimiento y aún, de con
vulsiones. Fig. No. 48-2
ARRITMIAS ACTIVAS
Qué Examinar Cómo Examinar
'r r \Vv/!
í- ; í ::■!
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I
-jKj ^KiiSiLv- 1 '1
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Fig. 48-9 Secuencia de la generación de u n a Fibnlación vem ncular.
i
Cortesía del Profesor Dr. F em ando Hidalgo O. *
constituyen signo de intoxicación digitàlica; i
portancia clínica y el hecho de que se los
más aún, si existen otros puntos de apoyo,
encuentre, amerita reportar al especialista pa
como: anorexia, náusea, vómito, xantopsia
ra que realice un estudio más a fondo.
(visión amarilla). I
2.— Particular relieve tienen los extrasísto
les en salvas, (2, 11, 13) es decir cuando se
4.—'~^La taquicardia paroxística s u p ra v e n i
t r ic u la r (3, 6) puede ser inocua, presentarse
oye como disparos en ráfaga. Tal condición
en personas sanas o estar ligada a patologia^
siempre es de interés cardiológico. Se impo
extracardíaca (hernia hiatal, úlcera duodenal,
ne el E.C.G.
3.— Los extrasístoles bigeminados (11,13)
colecistopatía, por ejemplo). Conviene inves
tigar también si hay síndrome de Wolf Parkin-
i
i
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son White. Indudablemente se impone un cantidad suficiente o simplemente late in va
estudio electrocardiográfico. Las maniobras cuo, es decir sin sangre.
(Ppara tratar las taquicardias paroxísticas su- Por lo anteriorm ente expuesto, se in
praventriculares están descritas anteriormen fiere que en los cardiópatas con arritmia hay
tAe - que tomar el pulso central en un minuto com
5.—\-La fíbrilación auricular es muy fre pleto.
cuente en las cardiopatías crónicas, especial
mente en las reumáticas. De las valvulopatías
reumáticas, las Estenosis Mitrales son las más BIBLIOGRAFIA
proclives a manifestarla. Indudablemente es
ta arritmia agrava cualquier proceso patoló
1.— Briller, S.A.: A rritm ias Cardíacas: T ratado
gico preexistente, desencadena insuficiencia de Medicina In tern a de Cécü-Loeb.: 1 ,1 1 5 ,
cardíaca en los corazones que están al borde Nueva E ditorial Interam ericana, 1972,
de tenerla; favorece la formación de coágu 2.— Carral, R .: S em iología Cardiovascular. Quin
los, su desprendimiento, las tromboembolias ta edición. 75. E ditorial Interam ericana.
México, Í9 6 4 .
y sus tremendas secuelas.
3.— Coírn, A. Ë. and F raser, F. R .: Paroxysm al
6.— ‘'' Ante la Fibrilación Ventricular (4, 7) y Tachycardia and th e effect of stim ulation
el Paro Cardíaco, (5) la conducta médica de of the vagus nerves b y pressure, V. 93,
Heart, 1913.
be ser de acción inmediata en menos de tres
minutos, puesto que puede sobrevenir la des- 4.— Josephson, M. E. y H orow itz, L. N .: Ta
quicardia ventricular recurrente: enfoque
cerebración o la muerte. Como esta arritmia electrofisiológico. Clínicas Médicas de N or
puede intercurrir el momento menos pensa team érica, V oi 1, 51-68, 1979.
do, las maniobras pertinentes deben ser de 5.— Kouw enhoven, W. B.: Ju d e , J. R . y K nicker
conocimiento y difusión popular. Su des bocker: Closed chest cardiac massage,
J.A.M .A., 173: 1.064, 1960.
cripción se hace al final de esta sección.
6.— Lipm an, B. y Massie, E .: E lectrocardiogra
fía Clínica. 327-356, E ditorial Interam eri
FRECUENCIA:
cana, México, 1967.
La toma de la frecuencia ya se ha he
7.— M árquez, J .; Esteve, J .J .; V era, A.; L ongo,
cho cuando se inició el examen físico con A. y de A rtaza, M.: F ib rilació n Ventricular:
los “signos vitales” y el pulso entre ellos. Revista E spañola de C ardiología. VoL 33:
No. 5 475. 488, 1980.
Pero cuando hay arritmias activas, especial
mente cuando hay Fibrilación Auricular, ex- 8.— R ubín, A.: S ignificación clínica de los rui
dos de la presión sanguínea. Medical services
trasistolia reiterada, por ejemplo; puede ha digest. Vol. 1. N o. 6: 17, 1972.
ber también Déficit del Pulso, (8 ,9 ) es decir 9.— R agan C. an d B ordley, J.: The Accurancy
que la frecuencia del pulso periférico sea of clinical m eassurem ents o f arterial blood
menor que la frecuencia central, tomada con pressure w ith a n o te th e auscultatory. 69:
504, Bulletin H opkins H osp., 1941.
el fonendoscopio sobre elprecordio. Tal con
10.— Resnik, W. H. y H arrison, T. R .: A rritm ias:
dición acontece porque no pasan todos los
Medicina In tern a de H arrison, 1.404-1.406,
latidos cardíacos a las arterias periféricas y La prensa Médica M exicana, 1965.
esto es así, porque si el extrasístole o algunos 11.— Sam pson, J. J.; A lberlon, E . C. and Kondo,
t de los sístoles apresurados de la F.A. acortan B.: “ The effect o n m an of Potassium admi
el diástole precedente, el ventrículo izquier nistration in relation to digitalis glycosides,
w ith special reference to b lo o d serum pota
do ha recibido m uy poco flujo o nada de flu ssium, th e electrocardiogram and ectopic
jo, motivo por el cual, tampoco expulsa la beats. XXVI: 1 64, A m erican H eart J., 1943.
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-304-
T j
«í
12.— S cham roth, L.: Principies goberaing 2: 1 A . I.C.L = Insuficiencia cardíaca iz
V. b lo ck w lth interference disso d a tion. Bri* , quierda.
tiah H eart J., 31: 980, 1069.
13.— W hite, P. D.: E nferm edades del Corazón. I.C.C. Insuficiencia cardíaca con • i
C uarta edición. 867, 938, 9 4 9 , 962. El gestiva
A teneo, B uenos Aires, 1964.
H.A. = Hipertensión Arterial • <
_ 7,
I.A.M. = Infarto agudo de m io c a rd io ^
C A P IT U L O 4 9
I.Cor.C. = Insuficiencia coronaria cró «
nica (angina de pecho)
A|
S IM B O L O G IA E S Q U E M A S B A S IC O S E.M. = Estenosis Mitral m
w
E.A. = Estenosis aórtica
Y A B R E V IA T U R A S jk
9
I.A. = Insuficiencia aórtica égk
En este capítulo exponemos a la con V
D.L.M. = Doble lesión mitral
Mi
sideración del lector, los símbolos y esque
M.A. Mitro aórtico
mas que consideramos básicos para com
prender mejor y expresar con rapidez los = Doble lesión aórtica é
D.L.A.
recogidos desde la anamnesis hasta el examen M.T. = Mitro tricúspidea i
i
físico. Se incluyen también algunos concep
Tricuspidización = Insuficiencia tricúspídea f |
tos y cifras físiopatológicas fundamentales;
órgano-funcional (3, 4, 5, 6, 7, 10) que g
como, por ejemplo, las presiones y oxime-
constituye la confirmación de unal.C.C. den- j-
trías intracavitarias (2, 3 ,9 ,1 2 ).
tro de la historia natural de cualquier car- *
En lo que respecta a la auscultación, tí io palia. ^
nos 'perm itim os -ser reiterativos y aún, a
manera de descripción analítica y progresiva, Moralización = insuficiencia mitrai ór- ^
insinuamos pasar del esquema del ciclo gano funcional (3 ,4 ,5 ,6 ,7 ,1 0 ) que sobreviene %
cardíaco y de cada uno de sus elementos como confirmación de la insuficiencia cardia- ^
con sus variantes patológicas, a la simbología ca izquierda (I.C.I.) en el curso de cualquier ,
que utilizaremos más adelante para interpre cardiopatia que afecte al V.I. flj
tar gráficamente lo que hemos escuchado en
V .I. = Ventrículo izquierdo i
el precordio del paciente examinado. Así
es como del esquema fundamental podría A. I. Aurícula izquierda 4
mos llegar a la correcta imitación e interpre V. D. = Ventrículo derecho é
tación del Fonocardiograma. Se recomienda
A. D. = Aurícula derecha é
revisar desde el capítulo 46 y seguir hasta el
51 para conceptuar a cabalidad la ruta de V. P. = Vena pulmonar
4
aprendizaje que hemos utilizado. C. P. V. = Capilar pulmonar venoso è
SIGNOS CONVENCIONALES A. P. = Arteria pulmonar
à
1 .- SIMBOLOGIA A, P. I. Arteria pulmonar izquierda
= i
Fig. No. 49-1A y 49-1B. A. P. D. = Arteria pulmonar derecha
2 .- ABREVIATURAS P .C .A . = Persistencia de conducto i
I.C. = Insuficiencia cardíaca arteriovenoso
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o M UJER O = SOPLO de + a — »= D E C R E C IE N T E P R O G R E S IV O
Jr- t =
S IB IL A N C IA S AUMENTO L A T ID O
w o- R O N C U S Y S IB IL A N C IA S
4- = D IS M IN U C IO N
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C. I. A. Comunicación interauricu
lar SOPLO
C. I. V. Comunicación intraventri- PROTO
SISTO LICO
cular
E .P . Estenosis pulmonar SO PLO
MESO
Co. Ao. Coartación aórtica S IS T O L IC O .
3 - ESTUDIO HEMODINAMICO, PRESIONES SOPLO
Y OXIMETRIAS (2, 8 ,9 ,1 2 ) . TELE
SISTO LICO
Para englobar las presiones SO PLO
dentro del cuadro. (En Au HOLO
rículas y C.P.V., solamente S IS TO L IC O
se anotará la presión me SO PLO
dia). H O LO
S IS T O L IC O
Para englobar la oximetría
O dentro del círculo, expresa
das en volúmenes de 02.
EN D IA M A N TE
«*-
TA TA L-
RRUFFüT FO C O M E S O C A R P IO
ESTENOSIS AORTICA
/ u w - 0
/ ]f Mareo
I Pulso,
J Parvo
I I . Síncope por
INSUFICIENCIA AORTICA. j j esfuerzo
i Precordlalgla
DISNEA
C A P IT U L O 50 INTRODUCCION.
Desde el capítulo 46 hemos tratado
de enseñar objetivamente el método ausculta-
S E C U E N C IA D E LA AU SCU LTA torio y seguiremos haciéndolo hasta el capí-
tulo 51, tomando en consideración su trascen- ^
C IO N C A R D IA C A dencia en el proceso del aprendizaje de la j
(un tercio inicial); meso (tercio m edio);'tele (la peculiaridad del sonido, expresada a veces
(tercio final). Si está ocupado todo el silen con nombres típicos que singularizan ciertas
cio, será “holo” . Además podrá haber otras patologías); Irradiación (para circunscribirla
¡j^ variantes, si la duración se extiende en más se requiere perseguir el fenómeno acústico
A de un tercio. Fig. 50-2C. por todo el precordio y aún por todo el
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— 312 —
tórax, si fuera necesario). En la periferia de
las áreas de irradiación (9), la intensidad es Intensidad-* *~r-
4
menor, pero el timbre, se conserva.
2.5: El segundo ruido (R2) igual que R l,
pero con mayor proyección clínica, se iden
tificará si está normal, aumentado, disminui
do, único, desdoblado. Fig. 50-2E.
Fig. 50-2D — < .
2.6: Hay que vigilar la pureza del silencio Ejemplo de intensidad
diástolico. 50-2F. ( 1/4 a 4/4). fono (alto o bajo)j
2.7 : Si encontramos el silencio ocupado con e irrad¡acion(--------►).
ruidos sobreañadidos, igual que en los fe
nómenos sistólicos, estamos obligados a iden
tificarlos dentro de los parámetros: inten
sidad, tono, timbre e irradiación, además de (t)
haberlos ubicado en el o los tercios del diàs U n ico (N ) R ¿
Aumentado RA
tole que han ocupado. En el caso de que
ocupen todo el silencio, serán holodiastóli-
cos. Fig. 50-2G.
Desdoblado
If Ü)
Disminuido
■—y—»
R
2.7.2: En cuanto a los ruidos que no son
R*
soplos y que se escuchan dentro del diàstole,
Fig. 50-2E R2 con sus variantes.
tenemos: El Chasquido Mitral (Ch M); R3 y
R4. El Chasquido de abertura Mitral se oye
dentro del contexto del “Ritmo de Duroziez” ,
que define a la Estenosis Mitral, separado del
componente aórtico del segundo ruido por
0,06 a 0,10 de segundo (3, 5, 7 ,1 2 ), aun
que puede ser un poco más, un poco menos,
■f
de acuerdo a la menor o mayor gravedad de
la estrechez. Sirve mucho el Fonomecano- Fig. 50-2F Silencio diastólico
cardiograma tomado simultaneamente, pues
el punto 0 (M) del mecanocardiograma
(5, 7, 10) coincide exactamente con el chas R.
quido de abertura Mitrai. Si se oye R2 des
doblado en foco Mitral, probablemente se
trata de CH M. Fig. 50-2H.
El tercer ruido (R3) se encuentra den Meso ' TÍ
tro de los ritmos a tres tiempos. Coincide y
corresponde con la fase de llenado rápido
ventricular. El examinador debe señalar si
es izquierdo o derecho, de acuerdo al foco H0 I o
donde se lo escuche. Puede no ser patológi R,
co (2, 4, 6, 7, 13) en niños y jóvenes a la Fig. 50-2G Soplos proto-m eso, tele y holo
edad del servicio militar. diastólicos.
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ferentes orígenes, será todo el'conjunto de
la auscultación lo que nos ayudará a iden
tificarlos y describirlos. Asi pues* serán los
ruidos cardíacos; la intensidad, tono, tim bre
e irradiación de los fenómenos acústicos pa
S IS T O L E D I A S T O L E • tológicos los que definan nuestro critério.
Fig. 50-2H C hM — R 3 — R 4. Proponemos, también, que no hable
mos de “soplo” sino de auscultación.
En el fonocardiograma R3 aparece al
rededor de los 0,15 S. del componente aórti Es importante conocer que no todo so
co del segundo ruido, conformando el galope plo significa que existe cardiopatí?. (2, 4, 6,
protodiastólico. 7, 13) y que existen cardiopatías que no se
manifiestan con soplos. Bajo este respecto,
El cuarto ruido (R4), puede invo
manifestamos que hay soplos accidentales -
lucrarse dentro del llamado galope teledias-
funcionales y orgánicos. Los soplos acci
tólico. Coincide con el sístole auricular.
dentales (7) son soplos.inocentes o “corazo
El oído humano, rara vez capta este ruido,
nes sanos con soplo”. Son frecuentes las
pero el fonocardiograma lo identifica cuan
equivocaciones con los jóvenes que se califi
do existe.
can para la conscripción o que por cualquier
COMENTARIOS FINALES: circunstancia van a entrar en instituciones
1 — El practicante debe habituarse a hacer .militares.' Algunos de ellos presentan “ el so
auscultaciones completas. Así se form ará' plo, del recluta”, que es netamente accidental.
dentro de una misma escuela, hablará el mis Quizá una de las características que hay que
mo idioma, corregirá sus errores, tendrá la tornar muy en cuenta es de que aparecen y
satisfacción de volverse cada vez, más diestro, desaparecen. De allí que pueden presentar
notará los cambios auscultatorios en la evo se situaciones de controversia ya que un pro
lución del mismo paciente. Esta práctica no fesional “oyó el soplo” y otro puede decir:
es patrimonio del especialista; todo lo con ¿Qué soplo? . Ambos oyeron su verdad, pe
trario, debe ser uno de los objetivos en la ro jugó su papel truculento la fugacidad del
formación clínica del médico general. En soplo accidental.
un país en desarrollo como el nuestro, esta
destreza solo necesita práctica y un fonen 2.— Los soplos funcionales dependen gene
doscopio. ralmente de la disfunción que se establece en
una válvula que no tiene daño orgánico, pero
La auscultación es una destreza suscep
que sufrió la dilatación de su anillo, con lo
tible de afinarse con la práctica y de irse per
cual quedó insuficiente. O puede ser que se
diendo con el ocio. De igual forma insisti
incrementó tanto el flujo en una cámara, que
mos en que es conveniente para el aprendi
al pasar el exceso de volumen por el orificio
zaje, graficar todo lo que se auscultó, pa
de una válvula normal, ésta -presenta una es
ra que esto se convierta en una acción ne
trechez relativa. Es lo que acontece con cual
cesaria y de rutina.
quiera de las causas que originan insuficien
Cuando los soplos son sistólicos y cia cardíaca izquierda y que primitivamente
también diastólicos no escapan al análisis no dan “ soplo” , pero que, cuando la elonga
que se propone.en la secuencia de ausculta ción del anillo de la Mitra!, producida a su
ción. Cuando hay soplos simultáneos de di vez por la "gran dilatación del ventrículo iz
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quierdo, deja insuficiente el cierre de los
velos valvulares, permite la regurgitación o
reflujo hacia aurícula izquierda, originando el
soplo sistólico órgano funcional. A este fe
nómeno fisiopatológico lo llamamos Mitra-
Iización. Así es como la Hipertensión Arte
rial se puede mitralizar; en igual forma, una
miocárdiopatía que afecte principalmente a
ventrículo izquierdo.
Se llamará Tricuspidización, cuando
la válvula Tricúspide primitivamente suficien
te se vuelve insuficiente por la dilatación del
ventrículo derecho, el cual, al elongar el ani
llo valvular lo deja tan amplio que los velos
de la Tricúspide no cierran herméticamente
durante el sístole y permiten la regurgitación
hacia aurícula derecha, originando el soplo
holosistólico órgano-funcional. Este fenóme
no fisiopatológico complica las lesiones pul
monares e izquierdas que incrementan las
resistencias pulmonares hasta tal punto que
hacen claudicar el ventrículo derecho y
así da inicio a la I. C. C. Por ejemplo,
la Estenosis Mitral, la Insuficiencia Mi
tra!, la Insuficiencia Aórtica, están en ca
pacidad de tricuspidizarse. La hipertensión
arterial sistémica primero se moralizará y
luego se tricuspidizará. Fig. No. 50-3.
Como se habrá notado, estos términos
se refieren al momento del proceso patoló R IV E R O
gico en el cual una afección cardíaca inicial CAR VA LLO +
mente compensada, se descompensa. Cuan * EN FOCO TRICUSPIDEO J jj
do la descompensación de lugar a la I.C.I.,
se puede calificar de mitralización cuando Fig. 50-3 C orazón de H ipertensión arterial: 0 |
la válvula Mitral sin estar inicialmente enfer A: sin soplos, B: M itraüzado y
C: tricuiipidizado. ^P¡
ma, queda insuficiente por efecto de la dila
tación de su anillo. En parecida forma, se Un ejemplo de soplo funcional por es
llamará tricuspidización al momento del pro trechez relativa condicionada por aumento
ceso en el cual se instaure la I.C.C. dentro de flujo o de volumen, es el de la Comuni
de la historia natural de una enfermedad en cación Interauricular, donde el cortocircuito
la que no estaba participando la válvula izquierda derecha que se establece a nivel^. *
Tricúspide, pero que comienza a hacerlo, por auricular incrementa el volumen de sangre' |
haber quedado insuficiente al elongarse su que manejan las cámaras derechas, con lo
anillo de implantación. cual se forza el paso por las sigmoideas pul-
'f www.medibooksnica.net63.net -3 1 5 -
¿* monares que resultan relativamente estre-
W chas ante el aum ento de flujo. Fig. No. 50-4.
Nótese que el soplo no nace en el ori
Í ficio de la C.I.A., sino en la pulmonar, por
el torbellino formado a ese nivel.
W 3.1: Timbre
Además hay ciertos acuerdos tácitos en
| “En olla de vapor” — “musical” — “ ás- el léxico cardiológico. Así, cuando se descri
I pero” - “ en pío de Gaviota” - “en diaman be “soplo en barra” , prácticamente se está
te” — “en banda” — “en maquinaria” o hablando del soplo sistólico, rudo intensidad
^ “ en locomotora” — “ aspirativo” — “rum or” (3 ,4 ), creciente-decreciente, irradiado en Ba
} o “ retumbo” con “refuerzo presistólico” — rra (tanto a derecha como a izquierda), que
. “ creciente” — “ decreciente” — “ soplito mi- caracteriza a la C.I.V.
serable” (Dr. Carlos Oleas) (11).
3.2 Irradiación.
C A P IT U L O 51
PROYECCIONES DE LA AUSCULTACION
A LA NOSOLOGIA. (PARA QUE EXAMI 11#
NAR? ). à iE É # S B É lÉ S
A manera de descripción de la auscul
tación correspondiente a las principales pa
tologías cardíacas, ejemplificaremos cada ca
so, procurando asimilar, comparar y ex
poner su esquematización.
Así, por ejemplo: con mayor intensi
dad se oye en FOCO AORTICO: Fig. 51-1.
También se oye igual auscultación en
mesocardio y en foco mitral. Surge la pre
gunta: ¿dónde se origina el soplo?
Respuesta:
1,— Donde está la mayor intensidad = Fo
co Aórtico. 51-1 Estenosis Aórtica (E. Ao).
www.medibooksnica.net63.net -319 -
2.— Tono bajo, timbre “ expulsivo” en dia
mante, “raspante” . = Foco de base.
3.— Irradiación: a cuello y a punta princi
palmente. = El hecho Üe que se oiga en
cuello, (3 ,4 , 5) dirige el criterio hacia el foco
aórtico. Si fuera de origen Mitral o Meso-
cárdico , no se irradiaría a cuello.
En conclusión, la auscultación corres Flg. 61-2 Insuficiencia Mitral.
ponde al Foco Aórtico. Cortesía del Dr. Miguel Veloz Von
Reckow.
Otro ejemplo: Se oye en FOCO MURAL:
Fig. 51-2. foco Mitral y foco Tricúspideo.
Se oye igual, aunque cada vez con me 2.— Tono y timbre similares a las caracte
nor intensidad, en foco Tricúspideo, en rísticas de insuficiencia Mitral y Tricuspídea.
Mesocardio y aún en focos de base. En el 3.— Irradiación: poco irradiado a axila.
esquema ya está señalado que la principal
Hasta aquí seguiremos con la duda de
irradiación se hace hacia axila y espalda.
si se origina esta auscultación en F.M. o en
Aunque este soplo sistólico se oye en F.T.
todo el precordio y aún en la espalda, corres
Qué hacemos? : hacemos la maniobra
ponde a foco Mitral, porque:
de Rivero Carvallo (3), la cual se nos informa
1 La intensidad es mayor en ese foco. que es positiva. Por lo tanto el foco de ori
2.— El timbre en “olla de vapor” (3, 6) y gen es el FOCO TRICUSPIDEO y la irradia
la forma en “banda” (3, 6) es típica de la in ción principal es el foco Mitral. Al comien
suficiencia de una válvula aurículo-ventricu- zo dijimos: en punta, en el “llamado foco
lar. Mitral” . Esto se justifica porque cuando hay
3.— Irradiación: Si bien se irradia a todo el dextrorotación muy im portante, el foco
precordio, sin embargo más lo hace hacia Mitral suele estar rechazado hacia atrás y su
axila izquierda, lo cual es así en la Insuficien lugar ser ocupado por la proyección del foco
cia Mitral, pues el torbellino de la regurgita Tricúspideo. Fig. 51-3.
ción se dirige hacia arriba y hacia atrás. Ade Más Ejemplos:
más R1 está disminuido o desaparecido, as En MESOCARDIO se escucha: Fig. 51-4
pecto que es propio de la I.M.
R1 s S s A2P2 ooo R1 a todo lo ancho
Otro ejemplo: Dónde se origina el soplo? de la franja de proyección del mesocardio.
En punta, en el llamado “ Foco Mitral” , Inclusive se oye a la derecha del Esternón,
(2) oímos: R1 disminuido de intensidad, (irradiado en barra) (3, 6). También se oye
soplo holosistólico en banda, tono alto, tim en punta y en los focos de la base.
bre en olla de vapor, irradiado a mesocardio Por qué señalamos el origen en Meso
por el borde esternal izquierdo. Se oye con cardio?
igual intensidad en el apéndice Xifoides, Respuesta:
^se irradia poco a axila. La maniobra de Rive-
1.— La intensidad mayor está en 3o. y 4o.
ro Carvallo es+. Analicemos la auscultación:
espacio intercostal, derecha e izquierda del
1.— La intensidad, al parecer, es igual en Esternón.
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Fig. 51-3 Insuficiencia T ricuspídea (I.T.) C o rtesía del Dr. Wilson Pancho.
i||li * m : : : :
Fig. 51-7 Insuficiencia A órtica (I.Ao).
Fig. 51-6 C.I.A. (C om unicación Interauricular)
o pulmonar y su causa será: hipertensión 5.— Luisada, A.: R uidos y pulsos como ayudas
para el diagnóstico cardíaco: Clínicas Médi- B
de uno de los circuitos. cas de N orteam érica. Vol 1: 3—1 0 ,1 9 8 0 . ÉSm
2 .- Si el primer ruido está aumentado de 6.— Oleas, C.: Referencia a su trabajo en el hos- 4 ^ «
intensidad, debemos sospechar en principio, pital Carlos A ndrade M arín, Q uito, 1972.
de Estenosis Mitra! y debemos buscar el rit
mo propio de la lesión. C A P IT U L O 52
3.— Si el primer ruido está disminuido, bus
caremos la auscultación de Insuficiencia Mi-
tral o Insuficiencia Tricuspídea o ambas. E X A M E N E S C O M P L E M E N T A R IO S t¡
Si el segundo ruido está desdoblado
Fijamente, busquemos algún fenómeno aus- LABORATORIO
i
culíatorio adicional en focos-de base y meso-
cardio, principalmente, en foco pulmonar. Los exámenes de laboratorio llamados i
Nótese que un retardo en el cierre de las de rutina son indispensables en nuestro
sigmoideas pulmonares puede deberse a un medio.
bloqueo de la rama derecha del haz de His o Así: el examen copr o parasitario nos
a demora de vaciamiento del ventrículo dere podrá demostrar parasitosis. Especialmente i
cho por aumento de flujo (C.I.A. —C.I.V.). importante será la comprobación de parásitos
Recordemos que si el segundo ruido está hematófagos, singularmente, la ameba histo-
desdoblado solamente durante la fase inspira- lítica y el anquilostoma duodenal (25), pues,
toria, se trata de desdoblamiento fisiológico. a más del deterioro nutricional en general,
Si el segundo ruido está desdoblado solamen pueden ser los causantes de severas anemias,
te en la fase espiratoria, se trata de: “ desdo que en la historia clínica podrían haber dado
blamiento paradógico” y corresponde a un sintomatología cardíaca, como soplos funcio
retraso en el cierre de las válvulas sigmoideas nales y en las radiografías de tórax podrían §
aórticas, cosa que acontece en el bloqueo de demostrar cardiomegalia.
la rama izquierda del haz de His y en Es El Hematocrito y la Hemoglobina esta
tenosis Aórtica. rán aumentados en el Corazón pulmonar cró
nico (8)
B IB L IO G R A F IA
En la Fiebre reumática encontraremos f
datos de anemia hipocrómica ligera: (12)
1.— Arias V.A.: Normas y diagramas para 10 —11 grms, de Hb.; leucocitosis con neu-
presentar u n caso cardiológico. 9, Im pren trofilia discretas; eritrosedimentación aumen
ta de la F acu ltad de Jurisprudencia, Univer
tada. (Ej.: 9.000 leucocitos con 7 8 °/o d^;
2.—
sidad C entral, Q uito, 1972.
Espino Vela, J.: Introducción a la Cardio
neutrófilos — 30 mm de eritrosedimenta i
logía. Novena edición. 116—128, Méndez ción). Todos estos datos constituyen signos c
O teo, M éxico, 1979. menores de F.R.
a
www.medibooksnica.net63.net -323 -
Un elemental y microscópico de orina grosa la elevación de Colesterol y triglicéri
podrá darnos datos preciosos sobre estados dos en sangre si hay H.D.L. en cantidad su
orgánicos importantes para el riñón, corazón, ficiente para asegurar el buen transporte.
vasos arteriales. Así la hematuria, albumi (Cuadro de clasificación de Fredrickson. (15)
nuria, cilindruria nos harán pensar én Glome- En el curso de una cardiopatía des
rulomefritis, que a su vez es causa de Hiper compensada se vuelven indispensables los
tensión arterial, la cual sobrecarga sistólica- controles periódicos de los electrolitos, espe
mente al ventrículo izquierdo, constituyen cialmente Na y K, pues la elevación del sodio
do por tanto causa de cardiopatía. La piu (140 meq. °/o) es contraproducente y tanto
ría y bacteriuria podrán integrar un cuadro el descenso como la elevación del Potasio
hipertensivo. (3 ,4 , 35). (3 a 5 meq.) son peligrosos (ver valores nor
La I.C.C. se acompaña de albuminuria males).
leve.
El monitoreo de las drogas cardioacti-
La Diabetes (39) puede ser detectada
vas es recomendable durante el tratamiento
por la glucosuria y cetonuria. Sabemos que
tanto la Diabetes Mellitus como la hiperten con digitálicos y bloqueadores Beta, puesto
sión arterial son factores de riesgo coronario que puede ayudar a elegir la dosis terapéutica
y arterial en general. óptima y nunca llegar a la intoxicación.
Por lo expuesto, para completar nues Las reacciones serológicas son indispen
tra historia clínica del enfermo cardiovascular sables ante una auscultación de insuficiencia
pediremos biom etría hemática, eritrosedi- Aórtica (34), puesto que una de las etiologías,
mentación, elemental y microscópico de aunque no la más frecuente, es la Sf.
orina y coproparasitarios seriados. Entre las pruebas (13) que debemos
pedir cuando se sospecha Estreptococia a
En personas que pasan de la cuarta dé Estreptoco Beta hem olítico tipo A, es el
cada de la vida, serán también exámenes de frotis faríngeo para cultivo de la bacteria
rutina los que se conocen como química san (13). .Además, si sospechamos F.R. se pedirá:
guínea, cuyo pedido se detallará: En sangre: Asto (13) hasta (150U . Todd - es normal)
glucosa, úrea, creatinina, ácido úrico, coles- PCR (debe ser negativa; la positividad se
terol y triglicéridos. Resaltamos la impor califica en cruces); Mucoproteínas (2,56 mg
tancia del perfil lipídico, cuya ejecución en °/o a 4 mg °/o ); antidesoxiribonucleasa B.
nuestro medio es prohibitiva por lo costosa Respecto a la antidesoxiribonucleasa sa
pero que en alguna forma podríamos suplir bemos que permanece mucho más tiem
con los datos de colesterol y triglicéridos. po que las antiestreptolisinas 0, motivo
La hipercoloresterolemia y la hipertri- por el que se pide esta prueba cuando existe
glicidemia son factores de riesgo arterial en sistomatología de Corea Menor o de Si-
general y coronario en especial. (3, 4, 5, 6, denham, puesto que esta es una mani
festación tardía de F.R.
15,20, 34).
Ultimamente se ha sostenido que la Cuando se sospecha de IAM, se pedirá:
presencia de H.D.L. (proteínas de alta densi (23) Fosfocreatinquinasa (15): normal hasta
dad) en más de 30 mi. gms. °/o, protege por 50 mu / mi. (Fracción MB > 10 —U/ L ) ,
mejor transporte de los lípidos, a las arterias. Deshidrogenasa láctica (DHL) 120 a 240
De esta manera, se afirma que no es tan peli mu / mi. Transaminasa glutámico Oxala-
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-324-
cética: hasta 12 m.u. / mi.
Si se quiere vigilar la evolución de un
I.A.M. se perseguirá los cambios con una so
la prueba. En nuestro medio aconsejamos no
precisamente como diagnóstico, pero si co
mo seguimiento, la eritrosedimentadón, cu
ya progesiva disminución hasta llegar a ci
fras normales nos hablará de la mejoría y
curación del proceso inflamatorio.
Si la historia clínica nos hace sospechar
de una enfermedad del colágeno diferente
Fig. 52-2 Tripanosom a Cruzi ^
de la Fiebre Reumática, de la cual ya habla
mos, pediremos pruebas que nos auxilien E num eram os las reacciones serológicas y
para afinar el diagnóstico. Así, tomaremos otras pruebas diagnósticas con bibliografía para in-
teresar al lector en el tem a: Reacción de fijación gá
en cuenta: Látex (Células L.E., en exámenes A l com plem ento (Guerreiro Machado). (11) R.F. ”
seriados. Anticuerpos antinucleares. Dosifi C,— Reacción de inm unofluorescencia: R.I.F.
cación de complemento (C3-C4) (27). (11-17). Reacción de Hemoaglutinación: R.II.A.
<17). A nticuerpos E ndocardio, vasos, intersticios: A
Si la historia clínica nos hace sospechar E V .I. (17).
de Endocarditis Bacteriana, se pedirá: He- §
mocultivos seriados (14, 40) (muestras cada ma Megista, Carrionis, etc.) nacido en el cria- —
2 horas dentro de las primeras 24 horas). dero del laboratorio y por lo tanto sin con-
taminación, al paciente presuntamente enfer- (§
Si se sospecha de Enfermedad de mo con enfermedad de Chagas. Después de ^
Chagas (Tripanosomiasis Americana), se pe un tiempo prudencial que cubra el ciclo evo
dirá la prueba serológica de Guerreiro Ma lutivo del Tripanosoma Cruzi (Fig. 52-2) en S
chado (1 1 ,1 7 , 27, 30) en exámenes seriados, el intestino del parásito, se lo sacrifica y se ^
mínimo 3. Esta prueba tiene falsos positivos estudia el contenido intestinal del mismo pa- ^
y falsos negativos. Actualmente, aquí necesi ra investigar la presencia de esa forma de ^
tamos remitir la muestra con una microhisto- leishmania. Fig. No. 52-3. 4
ria que justifique el pedido, al laboratorio Iz-
quieta Pérez, desde donde envían a Guaya Si se sospecha de Toxoplasmosis (21),
quil, ciudad en la cual efectúan el examen u- se pedirá la prueba de anticuerpo fluorecente
na vez que han reunido la suficiente cantidad indirecto (IFA) o la prueba del azul de Meti-
de pedidos que amerite el gasto del reactivo. leño. También la prueba de fijación del ®
Por este hecho creemos que no se ha popu complemento (CF) puede resultar de interés Q
larizado su uso en el medio médico, a pesar en las etapas tardías de la enfermedad. Se —
de que intuimos la frecuencia muy respetable puede recurrir, así mismo a la cutireacción t
de esta enfermedad en el país. Precisamente que es una prueba de tipo tuberculínico que 4
por ello creemos que a más de facilitar la se hace positiva después de haber pasado al- a
prueba de Guerreiro Machado, también se de gunos meses de iniciada la infección.
be utilizar y tener naturalmente medios para Si se sospecha de miocardiopatía c a -(\_
verificar la prueba del Xenodiagnóstico, que rencial por disminución de proteínas, es ^
consiste en hacer picar con un chincho mandatorio pedir dosificación de proteínas ^
rro transmisor (Vinchuca) Fig. 52-1 (Triato- en sangre (parciales y totales).
Fig. b'¿-l y 3: Lám . X IV . ®
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0
Ü rayos X guio cardiofrénico derecho.
Fig. 52-6 RX P.A. de \m paciente con coar- Fig. 52-11A RX P.A. de Pericarditis con form a
ta d ó n aórtica. ,,(*e garrafa” .
Fig. 52-9 RX P.A. de un pacíante con “ Co- Fig 5 2 - l lB RX P.A. de P ericarditis con m a
ratón de Buey”. gen de “vasija de b arro ” .
ig. 52-10 RX P.A. de u n paciente con “ Co- 52-11C RX P.A. de Pericarditis con ima-
razón del h ospital Eugenio Espejo” gen “ tien d a de cam paña” .
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CUADRO No. 52-1 2 - Oblicua-anterior-derecha (OAD)
Fig. 52-16.
SECUENCIA DE LECTURA DE LAS
2.1: Con contraste esofágico
TELERADIOGRAFIAS (1)
2.2: Aorta
1.— Póstero anterior (PA) Fig. 52-15
2.3: Pulmonar
1.1: Generalidades
2.4: Aurícula izquierda
1.2: Campos pulmonares
2.5: Aurícula derecha
1.3: Hilios
2.6: Ventrículo derecho
1.4: Tamaño del corazón (Car-
diomegalia 0—4) 3 .- Oblicua-anterior-izquierda (OAI)
1.5: Silueta: Fig. 52-17.
Fig. 62-15 Lectura de la teleradiografía P.A. Fig. 52-18 L ectura de la teleradíografí* L .I.
movimiento y la secuencia del proceso expul práctica médica, cuanto para la docencia
sivo y de regurgitación. En el caso de la In Si la auscultación es un método que en c a í
suficiencia Aórtica, se observa como la subs diología hace diagnóstico y muchas vecej
tancia de contraste regurgita durante el diàs pronóstico, cuando es refrendada o correg
tole hacia V.I. En los defectos septales: da, nos confiere más seguridad y nos enseñad
CIV, CIA, y fistulares como en la PCA, Esencialmente los dispositivos e imple
se ve como pasa un chorro contrastado y mentos para hacer este estudio constan de:<
caracolea, yendo desde la cámara o vaso de
mayor presión al de menor presión. Aparato de tres canales o más. En
caso m ínim o, considero que debe tomars«
Consideraciones a los exámenes radio simultáneamente E.C.G. Fono y alternada
lógicos especializados: mente otra curva que puede ser: Apexcai1
1.— Constituyen un importante comple diograma, Carotidograma o Flebograma.
mento del Estudio Hemodinámico, que es El fonocardiograma nos dará el dej
una técnica agresiva, cruenta, que requiere -talle milimétrico de la auscultación.
toctos los pasos que se dan para cirugía
(pre, per y postoperatorio); equipos de ten- El electrocardiograma será el hito eléc
siometría y oximetría, además de RX, cine trico que nos servirá de referencia exacta pal
y video; equipo humano compuesto por ra correlacionar en función de tiempo el apa
hemodmamista y ayudante con ropa este recimiento de los fenómenos acústicos, lo s^ l
rilizada, técnico de RX y ayudante séptico. cuales son dependientes de la m ecán icP ||
Además, a veces se necesita anestesia general cardíaca. Fig. 52-2.7A. ^ j|
con todo lo que esto significa en equipo hu El apexcardiograma grafica los móvil
mano y en implementación. mientos de expansión y retracción del mio^
cardio a nivel de punts, y sus curvas se co^
2.— Por lo expuesto anteriormente se caerá rrelacionan con exactitud cronométrica cor
en cuenta que es un examen costoso en las otras simultáneas. Fig. 52-27A.
tiempo y dinero y que por lo tanto debe ser El carotidograma por si solo puede
pedido por el especialista solamente en casos ser diagnóstico por la morfología y el retarder
que ameriten. o la modificación de los accidentes de si
3.— Sin embargo, una vez hecho, la com curva. A sí es como la Estenosis Aórtica tiei
prensión de los resultados está al alcance de ne una cresta o cúspide quebrada (Cresta de]}
la preparación del médico general y aún más, gallo) y sufre un retardo coincidente con el
constituyen un precioso medio visual para la retardo de la expulsión del flujo sanguíneo
docencia, a fin de que el estudiante correla a través de la estrechez. Fig. 52-27B y D.
cione, la fisiopatologia de cada caso con la Así mismo, la Insuficiencia Aórtica tie
semiotecnia y la clínica. Posteriormente en ne su típica curva puntiforme, con su ex*
su ejercicio profesional estará en capacidad
pulsión rápida y potente, fiel expresión dej(
de diagnosticar con una buena historia clíni
pulso Céler o en martillo de agua. Así mis
ca, teleradiografías y electrocardiograma. mo su rama descendente no tiene la onda*
Otros exámenes complementarios: dícrota que corresponde al cierre de lad
FOiNOiVIECANOCARDIOGRAFIA (19,24). Es sigmoideas.
una técnica no invasiva que debe ser utilizada El flebograma o mejor el yugulograma
mucho más en nuestro medio, tanto para la grafica el pulso venoso y por si solo iden*
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RADIOISOTOPOS (18,35).
La implementación es costosa y el m é
dico que la practica e interpreta, prácticamen
te, hace una subespecialidad para mantener la
cual, necesita un volumen de pedidos que
amerite su dedicación. Se puede seguir la
secuencia circulatoria de los radioisótopos
marcados, en las cavidades cardíacas y perse
guir su “viaje” por los defectos septales, for
mando parte de los cortocircuitos arteriove- Fig. 52-28 A Ecocardiogram a: Módulo M (Válvu
la Mitral normal) Cortesía de los
nosos o venoarteriales. Mide el tamaño del Dres. René Bustam ante y Fem ando £
infarto. Inclusive los cálculos de presiones Villavicencio.
con todas sus implicaciones diagnósticas se
pueden establecer mediante computadora.
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Estenosis Mitral . Arriba en el bidi- Imagen bidim ensional que m uestra En esta visión de 4 cámaras, nótese
nsional se aprecian los bordes una vegetación calcificada en las en la región apical del ventrículo
lesos rodeando un orificio estre- cúspides de las válvulas aórticas izquierdo un trom bo (T).
ado (+ ). proscidiendo • hacia el ventrículo
izquierdo.
^cámaras 4" salida de la A orta: se Se ve una Persistencia del Conducto Hipertensión Arterial pulm onar: Véa-
P una CIV Perim em branosa Sub Arteriovenoso (PCA) en su desembo- se en el m odo M (Abajo) la horizon-
ártica. cadura aórtica. talización y la ausencia de onda A
(auricular).
Fig. 52-28 K Registro apical con D oppler conti Actualmente se ha avanzado mucho en
nuo en insuficiencia M itral: Sístole, negati la técnica aplicada a este examen y así tene
vo (abajo) con velocidad de pico del flujo de
3.73 m /seg. El flujo positivo (arriba) corres
mos la electrocardiografía telemétrica, (4)
ponde al llenado ventricular izquierdo. mediante la cual se puede tomar este examen
Las Figuras: B, C, D, E, F, G, H, son cortesía del a distancia. Solamente para darnos cuenta
Dr. Hugo Aucancela.
de las implicaciones prácticas citaremos los
Las Figuras: I, J, K, son cortesía del Dr. Iván Velasco
controles electrocardiográficos a los astro
nautas, los electrocardiogramas transmitidos
C A P IT U L O 53
y consultados por teléfono (Fig. 53-2), los
electrocardiógrafos telemétricos (Fig. 53-3)
que permiten vigilar el corazón por horas
COM O TO M A R UN E L E C T R O C A R
mientras el individuo realiza sus actividades
D IO G R A M A .
habituales, la prueba graduada de esfuerzo,
que permite reproducir las condiciones de
ELECTROCARDIOGRAMA
consumo de oxígeno por parte de la miofi-
brilla a fin de extraer el cálculo de su capa
Waller (6) en 1.887 hizo el primer re
cidad funcional y de su capacidad funcional
gistro gráfico de las corrientes de acción del
límite. El monitoreo constante
corazón. Sin embargo .fue Einthoven, (2) en
durante los actos quirúrgicos y después d
1903 quien desarrolló la electrocardiografía
ellos en la sala de recuperación o en la sal
clinica. (V. Fatorrusso) (3).
de cuidados intensivos.
El electrocardiograma es un examen
gráfico mediante el cual se inscribe la co NORMAS PARA TOMAR UN ELECTRO
rriente eléctrica generada en el corazón, CARDIOGRAMA BASAL.
permitiendo analizar de dónde viene por 1.— El paciente debe estar en decúbito su
dónde va y hacia dónde llega, así como tam pino habitualmente; pero si tiene decúbit-
bién la integridad y funcionamiento de las obligado, por ortopnea, por ejemplo, puedq
células. tomarse en la posición que más convenga,
Es decir que nos resulta importante pa anotando el particular al reverso del E.C.G.
ra estudiar el ritmo (formación y conducción 2.— El aparato, colocado en una mesa
del estímulo); crecimiento de las paredes objeto donde esté seguro y a nivel, deb
musculares o dilatación de las mismas; conectarse con la corriente de la red y para
trastornos metabólicos, sufrimiento de la fi ello se coloca el cable apropiado tanto ene, ^
bra miocàrdica, trastornos coronarios, tras electrocardiógrafo como en el tomacorriente'
tornos iónicos (Ca—Na—K—Mg); posición Fig. 53-5. Se prende con el botón que hace
y rotaciones (5), (7). de interruptor.
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-,v:
f< ->
.. „ '* i 1/
©fll p
Ü0?;
Fig. 53-2 E lectrocardiogram a p o r teléfono.
19
^ ^ 3 — Se colocan los electrodos en las partes
musculadas de arabos antebrazos y ambas
Mffi piernas. Para establecer un mejor contacto
se limpia la piel con alcohol, presionando un Fig. 53-3 Electrocardiógrafo telem étrico.
C ortesía del Dr. A lfonso Cruz.
^ p o c o al refregar la epidermis. También se hu-
l^ lm e d e c e el electrodo. Se aplica el elástico que
mantendrá fijo el electrodo sin que quede
,r
i.
flojo ni apretado. Fig. 53-6.
4 — Se colocan los cables del aparato hacia
el paciente, conectando el cabo distal en el
a¡& aparato y cada uno de los lulos que salen de
la central de Wilson a los respectivos electro-
dos que ya están colocados: RA = brazo de-
H ^rech o . LA = brazo izquierdo. RL = pier-
¡g^ na derecha. LL = pierna izquierda. C = pa-
ra las precordiales (queda libre hasta ser uti- Fig. 53-5 Secuencia (1, 2) de la tom a del
lizado). Fig. 53-7. E. C. G.
m
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COMPLEJO ORS: ^ yy
SEGMENTO S T :
Al mismo nivel de
J\ - A
Desnivel positivo. Desnivel negativo
la linea isoeléctrica. n
n
ONDA T «
Redondeada
sin muesca.
Fig.
'“osltiva acumi-
53-13
nada
Negativa acu-
minada.
Variables de los com plejos auiicu-
lares, ventriculares y de repolari
zación.
Aplanoda
i ?
«i
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¡»
La Linea Isoeléctrica es la linea donde 4.— Hijashijima, I.: R eferencia a su carta infor
P ^ e centró la aguja inscriptora y es precisamen- m ativa sobre T elem etría: C om unicación é-
lectrocardiográfica telefónica entre Vilca-
^ 0 te la línea donde nace el trazado, sea para bam ba - Q uito y T okyo, 1981.
^ ^ a rrib a o para abajo de la misma (3). 5.— S odi Pallares, D.; M edrano, G.; Bisteni, A. y
Toda inscripción hacia arriba de la línea Ponce de León, J.: E lectrocardiografía Clí
nica. 12, 58, 69, 133, 206, 249, 2 74, 305,
^ is o e lé c tric a es electropositiva. 378, In stitu to N acional de C ardiología, Mé
xico, 1968.
Toda inscripción por debajo de la línea
6.— Waller, A. D .: On th e electrom otive changes
|j £ s o eléctrica es electronegativa.
connected w ith the b e a t of th e m am m alian
JffQ La onda auricular es la onda P con la heart, and o f the hum an h eart in particular.
Phylosopbical transactios of the R oyal Socie
j ^ ^ u e se inicia el trazado normal y cuya ex- ty , Series B, 180, 169, 194, 1.889.
^^plicación y lectura constan más adelante.
P® Luego de la onda P y del segmento
P ^ R o PQ, se inicia el complejo ventricular, CAPITULO 54
i ^ ^ l cual si comienza con una deflexión negati-
se denomina q; la primera deflexión posi-
l ^ i v a que sigue a q se llama R; si hay una se- NOMENCLATURA DEL
H fgunda deflexión negativa se llama S. En caso
^ _ d e que después de la segunda deflexión ne- ELECTROCARDIOGRAMA
i ^ a t i v a , haya otra positiva, esta se llama R ’
R prima) y si después de esta hay una poste-
R ^ ^ i o r negatividad, esta se llamará S’.
t^ E jem p lo s: Fig. 53-12.
En este capítulo vamos a extractar el
conocimiento de las bases eléctricas y la
graficación de las' ondas electro car diográ-
ficas Cuadro No. 54-1.
Y así puede haber un sinnúmero de
¡^com binaciones, algunas de las cuales se ex- CONSIDERACIONES AL CUADRO No. 5 4 1
■Qjponen en el esquema que a continuación se 1. Los términos despolarización y repo-
inserta (1, 5). Fig. 53-13. larizaciór, se refieren a los momentos eléc
tricos que vive la célula cardiaca. El prime
ro, despolarización es la respuesta de la cé
C U A D R O No. 54-1
QR del QRS.
10.— Período refracta 10.— Midiendo durante 0,03 S.
rio auricular relativo. la parte que corresponde
a S del complejo QRS.o
su equivalente en otras
morfologías de QRS.
continúa..
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..viene
ew&ctaoco
Se recomienda estudiar estas generali
dades básicas en la parte correspondiente
de un texto de Electrocardiofisiología para
ampliar conocimientos.
» 2. El intervalo PR engloba a la onda P y
al segmento PR que es isoeléctrico. Repre
senta la conducción del estímulo por las
aurículas y por el nodulo de la unión aurí-
Tfiiopo. y / culo ventricular y el tronco del haz de His.
Fig. 54-3A Electrofisiología y E.C.G. 3. El intervalo QT representa el sístole
eléctrico ventricular y por lo tanto reviste
una gran importancia. Tiene mucho que
polarización. Esta última fase es isoeléc ver con los iones K y Ca. De esta manera,
trica y va del final de la onda T hasta el por ejemplo, se sabe que una hipocalcemia
próximo complejo auricular (onda P). da un alargamiento del QT por alargamiento
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De.S.= (2RS
R E R = S T .-T
F.E.C — LÍNEA t $oevtc.T r Ica
REPOIARIZa>C\OM
D&SPOI>fc'Z*clOM
64-3B E lectroquím ica y E.C.G.
EFnF^-13
ti
t i
«i
t¡
t í
t i
Fig. ' 54-4 V ariantes por cam bios iónicos
t¡
del segmento ST y no por la onda T. Lo
taria absoluta; y en la fase refractaria relativa
solamente responde a los estímulos supra- ti
contrario en la hipopotasemia, donde el alar
gamiento del QT se d'ebe a una mayor am
umbrales, es decir a estímulos de magnitud ti
muy grande. Este es un punto que hay que
plitud y al aplanamiento de la onda T. tomarlo muy en cuenta para las arritmias,
Fig. 54-4. pues un estímulo supraumbral que caiga en
4. La medición de la duración de los el período refractario relativo de las aurí
complejos, segmentos e intervalos tiene mu culas, produce Fibrilación Auricular y ese
cho que- ver con la frecuencia, es decir con mismo estímulo de gran magnitud, si cae
el número de latidos en la unidad de tiempo. en la fase refractaria relativa de los ventrí
Especialmente los intervalos PR y QT deben culos, produce Fibrilación Ventricular.
ser valorados con relación a la frecuencia, Fig. 54-6A yB .
y por ello sus cifras normales correlativas 6. Las deducciones clínicas electrocardio-
vienen en tablas que pueden ser consulta gráficas que corresponden al parámetro de
das. Fig. 54-5. lectura llamado: conducción, (3) se leen
5. Cuando el corazón está en su período esencialmente en las deflecciones que van1
de trabajo no recibe estímulos y si los re de P a QRS inclusive. En tanto que el
cibe, no responde a ellos en la fase refrac- parámetro: repolarización (2-3-5) se analiza
-rr www.medibooksnica.net63.net -3 4 5
i*
o
11 = 136
II
i* 1 2 = 125 13 = 115 1 4 = 107
*
m 15 = 100 16 = 93 17 = 88 18 = 83 19 = 78
xw
L
20 = 75 21 = 7 1 22 = 68
& 23 = 65 24 ^ 62
25 = 60 26 = 58 27 = 55 28 = 53 29 = 51
PBr'ioDOa.tFRA«-TA-
ftio atuwwo
T
E stim u lo en fase refractaria rela 64-6B E stim ulo en fase refractaria rela
tiva auricular = Fibrilación auri tiva ventricular = Fibrilación ven
cular. tricular.
en ST y T, inscripciones que solamente ten fectos de conducción está en la arritmias
drán manifestaciones secundarias de defec pasivas, La proyección clínica de los de
tos de conducción y que por lo tanto en fectos de repolarización está en los síndro
5 la práctica nos sirven con exclusividad para
el estudio de lo que ya está dicho: repola
mes de insuficiencia coronaria. La proyec
ción clínica de la fase refractaria relativa
rización. La proyección clínica de los de- sea auricular o ventricular y de la fase exci-
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-3 4 6 -
table está en las “arritmias activas” . Este
“Para Qué” de la electrocardiografía se verá
claramente, más adelante, cuando hablemos
de los síndromes.
B IB L IO G R A F IA
m
Vector de pequeña magnitud: Fig. 55-1A
Vector de gran magnitud: Fig. 55-1B ™
C A P IT U L O 55 , De arriba a abajo y derecha a
izquierda:
Ü
Fig. 55-1C ^
V E C T O R E S E L E C T R IC O S De abajo arriba y de izquierda
a derecha: Fig. 55-1D t
O R IG IN A D O S E N E L C O R A Z O N 2. Planos en donde se proyectan los vec4
tores:
1. GENERALIDADES
2.1 Plano Frontal: %
1.1 (1-6-9-10) El vector se representa con Posibilidades de desviación del eje:
una flecha, que lleva la positividad en la 2.1.1. Horizontalización Fig. 55-2A
punta y la negatividad en la cola. Fig. 55-1. 2.1.2. Verticalización Fig. 55-2B f j |
La longitud del vector es proporcional a 2.1.3. Desviación a la
su magnitud. La numeración (1-2-3) corres izquierda Fig. 55-2C
ponde al orden de aparecimiento en fun 2.1.4. Desviación a la
ción del tiempo. derecha Fig. 55-2D
Además de la magnitud y del orden de 2.2. Plano Horizontal.
aparecimiento, la flecha vectorial nos indica Posibilidades de rotación del eje:
dirección y sentido. Así las representacio Dextrorotación Fig. 5 5-3A
nes de estas diversas calidades se compren donde la parte derecha del corazón i n v a d e ^ !
den con facilidad: los terrenos de la izquierda; la derecha se^^ f
www.medibooksnica.net63.net -3 4 7
AYR 4 AVI
AVR- 4 Aa MR - 4 AVL
queda delante con mas relación precordial De lo que antecede, se puede concluir:
y la izquierda se va hacia atrás, donde se 1. En la nomenclatura usual se llama
oculta, a veces. desviación del eje cuando esta se produce en
el plano frontal y rotación, cuando se hace
Levorotación: Fig. 55-3B
en el plano horizontal y Sagital (2-7-9).
La izquierda invade los terrenos de la
2. La rotación “ punta adelante” acom
parte derecha, dando como resultado que la
paña frecuentemente a la levorotación y la
izquierda queda a la izquierda y hacia ade
“ punta atrás” , a la dextrorotación.
lante con mayor relación precordial y la
derecha retrocede y se oculta a veces, si 3. La dextrorotación es un signo aleato
tuación en la cual hay que buscar sus vec rio de predominio ventricular derecho.
tores en hemitórax derecho (V4R). 4. La levorotación es un signo aleatorio
2.3. Plano Sagital: de predominio ventricular izquierdo.
Posibilidades de rotación: El profesor podrá indicar los planos y
2.3.1. Punta hacia a delante Fig. 55-4A sus respectivos ejes sobre los cuales giran,
2.3.2. Punta hacia atrás Fig. 55-4B con un esferográflco y un papel, donde el
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D5 Di I >3
Fig. 5B-3A Dextrorotación Fig. 55-3B Lcvorotaoión
6
T
Fig. 55-10A Triángulo de E inthoven con m áxi Fig. 55-10C Triángulo de Einthoven con la i
m a -f- y m áxim a — derivaciones estándares Bipolares
y monopolares y sus signos eléc
VR - © © 4- VL tricos.
Si un miembro no se compara con nada,
lleva la ( + ) consigo mismo y por lo tan
to es ( + ) lo que está cerca y.... ( — ) lo que
se aleja. Como sabemos, las derivaciones
monopolares, al partir de su propio ángulo
y llegar a la mitad de la derivación estándar
donde terminan, pasan por el centro del
triángulo, que es precisamente donde se
entrecruzan. Fig. 55-10C.
I
El triángulo se engloba dentro de una
I circunferencia, que como sabemos tiene
» Fig. 55-10B Triángulo de Einthoven con las 360°, distribuidos como indica la figura
derivaciones Bipolares estándares No. 55-8. De esta manera, el eje del cora
I y sus signos eléctricos. zón o de cualquiera de sus momentos eléc
I Las derivaciones estándares surgen de la tricos (E.C.G.) surge del centro del triángu
comparación de dos miembros, de tal ma lo de Einthoven y apunta hacia determinado
I
nera que en el triángulo de Einthoven, cada sector de la esfera graduada, con lo cual
» ángulo está representado por un miembro: tenemos que puede expresarse en grados,
P la I es la comparación entre VR y VL. pues simplemente se prolongará la punta
del yector hasta la circunferencia.
la II es la comparación entre VR y VF
»
la III es la comparación entre VL y VF. Para proyectar el eje desde el centro
» del triángulo de Einthoven a cada una de
Para explicar la polaridad de las mo-
nopolares, es decir de aquellas que son pro las derivaciones se establecen las perpendi
pias de cada miembro y no surgen de la culares que van desde los extremos del eje
i
comparación, tenemos que tomar en cuenta hacia cada una de las mismas. Las figuras
» la siguiente afirmación: 5 5 -1 1 nos demuestran las desviaciones del eje.
ft
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~9o'
VF
Fig. 55-11C Eje desviado a la derecha.
»1»
i
Fig. 55-16C Desviado a la derecha.
TEORÍA. VECTORIAL
El estimulo pasa de aurículas a ven
trículos por el nodulo de la unión auríco-
loventricular (Aschoff Tawara) y luego por
el tronco del haz de His y sus ramas.
Fig. 55-17. Fig. 55-17 A paratos, cardionector y tiem pos
del viaje del estím ulo.
Acontece que el estímulo llega con
0,01 S. de anticipación, por la rama iz V.D. Por lo expuesto se nota que se ori
quierda al tercio medio del tabique inter ginan dos vectores simultáneos y de sentido
ventricular, desde donde “viaja” hacia la y dirección opuesta: 2D y 21.
derecha y hacia abajo, dependiendo esta Como estos vectores se producen al
dirección de la rotación del corazón, y llega mismo tiempo, “ganará” el de mayor mag
al subendocardio derecho del septum, ori nitud; es decir en cásos normales, el vector
ginando el vector 1. Este vector es pequeño 2 I, al que simplemente se le restará la mag
en magnitud, pero se deja ver porque en nitud del 2D, que obra en dirección con
función de tiempo, es el primero en apare traria. Por lo tanto el vector 2 final será
cer. Fig. 55-18. con dirección y sentido idéntico al 2 1.
Vector 2.- Sigue el estímulo por las
vías normales y activa de endocardio a epi Vector 3.- Finalmente se estimularán
cardio a ambas masas ventriculares. En esta las partes posterobasales de ambos ventrí
parte recordemos que el ventrículo izquier culos y el tercio superior del tabique inter
do tiene unas 10 veces mayor masa que el ventricular, con lo cual se formará un ter-
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fv /% ñ . V :* s \
t, ;V - f ^ í - - / . . "‘4 t p
¡U-
■ i r
ii
i
v, i Graficación desde el p u n to de
vista V 6
Fig. 55-20 Graficación de los vectores ven-
triculares desde el p u n to de vista De esto se infiere que de los vectores
V 1, en función de tiem po.
normales, saldrán las deflexiones normales
en las derivaciones precordiales.
cero y último vector que también es pequeño Recordemos que:
como el vector I, pero con dirección hacia
1. El vector lleva la positividad en la
arriba y a la derecha (apuntando hacia el
punta y la negatividad en la cola.
hombro derecho (VR).
2. Cada vector tiene una magnitud que
En conjunto, puestos los tres vecto
se expresa en voltaje durante el trazado
res finales en su sitio quedarán como indica
electro cartográfico.
la Figura No. 55-19.
3. La “ derivación” es el punto de vista
Esta teoría vectorial nos sirve m uy
del observador, el cual verá la punta o la
bien para interpretar la proyección electro-
cola del vector, según el lugar en el cual
cardiográfica en el plano horizontal, el cual
se encuentre.
es visto claramente por las derivaciones pre
cordiales: VI y V2; derechas; V3 y V4: Ejemplo de los momentos en la ins
de punta o de transición y V5 y V6 : deri cripción del-QRS desde V I: vistos por se
vaciones izquierdas. Fig. 55-19. parado. Fig. 55-20.
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Reunión de los momentos 1—2 y 3, CAPITULO 56
vistos en continuidad, hasta que termine la
excitación y vuelva al 0 eléctrico, es decir
a la línea isoeléctrica.
Punto de vista desde V6. Momentos
separados: SECUENCIA DE LA LECTURA DEL E.C.G.
‘SOBRECARGAS VENTRICULARES ’
2.— Extrasístoles
continúa.
'3 =
4.— Fibrilaciones
“ ARRITMIAS PASIVAS
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368
5 .- Bloqueo de rama
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;4//&Cs S IN D R O M E S C A R D IA C O S
¡M g M AS F R E C U E N TE S
(Hipertensión Arterial y Shock se describieron
èn ei Capítulo 40).
SINDROMES CORONARIOS
INSUFICIENCIA CORONARIA CRONICA
Podríamos llamar a este, síndrome An
gina de Pecho (4, 5, 16, 31) o con cualquiera
de las acepciones que le corresponda de
acuerdo a los criterios de la clasificación de
Batlle y Bertolasi que expusimos cuando ha
blamos de precordialgia en la anamnesis del
sistema cardiocirculatorio.
^ Fig. 58-8 V e c to re s d e B lo q u eo c o m p le to
de ra m a iz q u ie rd a
m Se afirma que el dolor “ anginoso” es
^ r e s desde ángulos diametralmente opuestos, un lujo para el que tiene enfermedad corona
7 * se grabará bien el porqué de tan peculiares ria, puesto que la mayor parte de las veces,
B deflexiones en el bloqueo de rama derecha. la insuficiente irrigación miocàrdica se expre
I ^ F i g . 58-6. sa con muerte súbita o con I.A.M. (debutan
^ 6. Bloqueo de rama izquierda: Como la con infarto). A sí mismo, en otras veces el
™ rama izquierda no conduce, el estímulo va dolor puede no ser típico (tal como se des
solamente por la rama derecha, producien cribió anteriormente), sino con característi
do en el corazón, pequeños vectores hacia cas diferentes; pues en ocasiones puede no
^ l a derecha, que no se verán en el ECG, ser muy intenso, o irradiarse a epigastrio e
™ porque la magnitud de los vectores de blo hipocondrios. Otras veces, simplemente no
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hay dolor; pero existen otras expresiones de pocondrío derecho, planteando diagnóstico^
malestar precordial, como opresión, angustia, diferencial con un cólico de vías biliares. En*®
ansias de m uerte, disnea, palpitaciones, lipo contadas ocasiones el I.A.M. no se p rese n ta^
timias. Sin embargo cualquiera que fuere la con dolor, pero si con otras manifestaciones. ^
manifestación o el conjunto de manifestacio
nes y naturalmente el dolor “ anginoso” Además del dolor, el cuadro sindromá-^
típico; encuadran dentro de este síndrome, tico puede complementarse con: (4, 5 ,9 , 31)(
fe
si tienen relación con el esfuerzo, con emo Opresión precordial ^
ciones o con comida copiosa. El examen que Angustia (ansias de m uerte) astenia y adina-
se impone es el electrocardiograma, pero si mia. ™
no es tomado en el momento preciso, puede
Palidez
salir como patente normal. Sin embargo la
Prueba de Esfuerzo Graduada (Ergometria), Sudoración fría $1
(7, 23, 25, 26, 28) puede reproducir las con Febrícula (aparece posteriormente). £|
diciones necesarias para que aparezca el do
Pueden aparecer otros síntomas d e -^ |
lor o para identificar mediante el electrocar
pendientes del cuadro de shock. ^
diograma el déficit metabòlico del miocardio
(Desnivelamiento de ST). Así mismo pueden aparecer cu a lq u ie r^
tipo de arritmias que serán “sentidas” por™
Si se identifica el síndrome mediante el paciente en forma de palpitaciones, p ara -^ |
E.C.G., el próximo paso puede ser la cine- das, frenadas, vuelcos, etc. ^
coronariografía. (3, 8, 11, 24, 30). Deci
Puede también sumarse, como c o m p li-^
mos “puede ser” , porque esta técnica tiene
cación, un cuadro de I.C.I., I.C.C. o p en c ar™
sus indicaciones y contraindicaciones que
ditis.
debe discernir el especialista.
El practicante, ante la posibilidad
INSUFICIENCIA CORONARIA AGUDA (I.A.M.).
un diagnóstico de infarto, buscará confirm a-^j
Este es un cuadro comunmente dra ción en los exámenes complementarios, pues
mático, tanto por el dolor precordial “típ i el síndrome se complementa con los siguien^jj
co” como por la brusquedad del episodio tes datos:
y las complicaciones que pueden sobrevenir. _ .i
Leucocitosis con neutrofilia
El dolor típico suele aparecer sin rela Eritrosedimentación aumentada
ción con esfuerzo, emoción o comida. Fre Transaminasa Glutámico Oxalacética elevada
cuentemente sobreviene de noche; a veces, (19)
durante el sueño, viendo la televisión, asis Deshidrogenasa láctica elevada (LDH^ mayo
tiendo a un espectáculo. La duración es otro que LDH2 = I.A.M.) (19).
parámetro que lo diferencia; pues es induda CJP.K. elevada, (fracción MB t = I.A.M.) (19]
blemente más largo que el dolor “anginoso” , El E.C.G. detecta el infarto y persigue si
aunque las características de intensidad, pue evolución siquiera en un 80°/o de los casos,
den ser las mismas. constituyéndose en un examen indispensable.
El dolor puede no ser típico y Simular El seguimiento de la evolución de'
un dolor pancreático con epigastralgia irradia infarto se puede hacer además del E.C.G.I
da en cinturón, puede doler solamente en el con alguna de las enzimas o con algunas de(
hipocondrio izquierdo o solamente en el hi- ellas. .
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lü Creemos que si el diagnóstico está
^ s e n t a d o , perfectam ente podem os seguir el
^ c u a d r o del tratam iento y curación con un
exam en fácil y barato, que es la eritrosedi-
£ mentación.
a C obra interés para la rehabilitación, la
prueba graduada de esfuerzo (ergom etría) y
¡& en orden a tratam iento quirúrgico: la cine-
HERNIA DIAFRAGMATICA
p
_ í — Síntomas
P
1.1: Ardor retroestemal, precordialgia que
® simula o produce angor.
$ 2 — Signos
^ 2 .1 : Inspección: abombamiento del hemi-
^ tórax izquierdo, si es muy grande.
1^ 2 .2 : Palpación: Desaparición del frémito
vocal.
&2.3: Percusión: timpa.nismo.
0 río para satisfacer las necesidades circula- prescribirá tonicardiacos y siempre, medidas
^ tonas, tiene relación con el aumento de la higiénico—dietéticas. Ejemplos:
■ actividad simpática, a su vez, en dependen-
El hipertiroidismo, la hipertensión arterial,
0 cia de la liberación de catecolaminas cardia-
deberán ser tratados antes de que prodúzcan
^ cas y periféricas. En la Insuficiencia Car
I.C. Si ya causaron descompensación cardia
diaca Crónica, se produce una denervación
ca, también deberán tratarse. Si la Insuficien
jt con disminución de la Noradrenalina Intra-
cia Cardiaca se debe a valvulopatia, habrá
0 cardiaca y por lo tanto con abatimiento de
que tomar la decisión quirúrgica antes de
_ la contractilidad, la velocidad y grado de
que los mecanismos de compensación fraca
™ relajación ventricular (44). No así la frecuen-
sen y el miocardio se deteriore. El tratamien
0 cia que se mantiene elevada a favor de las
to sindromático de la I.C. deberá hacerlo el
^ catecolaminas circulantes, provenientes de
médico general y para ello podrá utilizar
^ los nervios periféricos y de la médula supra-
diuréticos y/o vasodilatador venoso para
0 rrenal. Recordamos que al efecto acelera-
bajar principalmente la precarga; cardiotò
0 dor se agrega el vasoconstrictor, que aumen
ta la postcarga. nico para mejorar la función contráctil,
antirrítmico apropiado para tratar las arrit
^ Si se conocen los procesos de Precarga y los mias que hubiere o lograr una frecuencia,
0 de la teoría Retrógrada, podemos inscribirlos adecuada, por lo menos; si necesita bajar
^ en los sucesos de los mecanismos compensa la postcarga utilizará también un vasodila
torios de Dilatación e Hipertrofia Excéntri- tador arteriolar.
9 ca. De igual manera, los procesos de la Post-
£ carga y los de la teoría Anterógrada, inciden QUE PASA CUANDO LAS ENFERMEDADES
en los mecanismos compensatorios de Hiper- QUE TRASTORNAN EL EQUILIBRIO FUNCIO
™ trofia Concéntrica y aleatoriamente, de Dila- NAL DEL CORAZON CONSUMEN SU RESERVA?
£ tación. La Simpaticotonia es un mecanismo
^ que actúa precozmente, cualquiera que fuere 1.— Si aumenta la Postcarga en forma
™ la causa; aunque fatalmente, al final se anula aguda, como sucede, en la Estenosis Aórtica
0 por “Denervación” . Andando el tiempo y Congènita Severa (ventrículo izquierdo),
^ por los nexos de correlación entre los meca luego de nacer, así como en la Trombo-
nismos, éstos se mixtifican, se agotan y embolia Pulmonar Masiva (ventrículo dere
0 fracasan, si persiste la causa que originó cho), el corazón desfallece y no tiene tiempo
^ el proceso. de utilizar sus mecanismos de compensa
^ El médico en acción oportuna, podrá preve ción. Cuando la afección que aumenta la
nir o eliminar la causa, tratando, así, en su postcarga es crónica, entran en juego los pro
9 cuna y de la mejor manera, la I.C. Si no se cesos de ayuda, aunque éstos llevarán a la
^ puede tratar la causa o ya no es oportuno ha- fibra miocàrdica a un deterioro progresivo.
ceño, el médico deberá establecer cuales son
2.— Teoría Retrógrada.— Ante una barrera
" l o s mecanismos compensatorios puestos en
cardiaca orgánica (ej. Estenosis Mitrai),
^ ju eg o y de qué manera bajará las cargas exce
o funcional (ej. agotamiento de la función
s i v a s , sea la precarga o la postcarga o ambas;
ventricular izquierda por Hipertensión Arte
^controlará la frecuencia y en general, el rit-
J m o , en orden a lograr un régimen económico rial sistèmica); se forma un mecanismo de
Represa, al no poder expulsar la bomba la
^ para el metabolismo cardiaco; eventualmente
fracción de eyección adecuada, deja un volu-
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men sistòlico final aumentado que incide 3 - Teoría Ante lograda.- Sea que el pro
a lo largo del diàstole en un volumen diastó- ceso se inicie en el ventrículo izquierdo o
lico aumentado y determina que la aurícu que éste sufra el deterioro de sus funciones
la no pueda vaciar todo su contenido en un sistólicas por bajo gasto, la disminución del
ventrículo lleno, originando un remanso que volumen de expulsión y la caída de la pre
seguirá “ aguas arriba” por venas, vénulas y sión es detectada por los sensores de las ar
capilares venosos pulmonares, repletándolos, terias renales, ocasionando una vasocons
haciendo que ocupen espacios intersticiales y tricción que disminuye el flujo renal desde
elevando la presión hidrostática a términos un 25o/o (normal) hasta un 8 o aún un 5o/o
que igualan y después superan a la presión y baja también la presión en los vasos re
centrípeta, condicionando la salida de nales aferentes. Este cambio más o menos
líquido y aún de elementos figurados intra- brusco, “ despierta” a las células yuxtaglome-
vasculares a intersticios y a los alveolos rulares productoras de Renina (42), substan
(Edema Agudo de Pulmón). Lo descrito cia que se vierte al torrente sanguíneo,
explica el encharcamiento de los pulmones donde se une al angiotensinógeno para for
en la Insuficiencia Cardiaca Izquierda. Si la mar un decapéptido inerte, que es la An-
represa se forma sólo a nivel de corazón
giotensina I, la cual es degradada a dife
derecho, el encharcamiento repercute en
rentes niveles, pero especialmente, en pul
todo el sistema, menos en los pulmones, por
plétora en el territorio de las venas cavas y mones, por medio de la enzima Conversora
consiguiente elevación progresiva de la de la Angiotensina I, en Angiotensina II. Es
presión hidrostática sistèmica. Igualmente si ta misma enzima metaboliza y disminuye
la I.C.I. elevó las resistencias pulmonares la vida útil de la Bradicinina, que es vasodi
venosas y exigió del ventrículo derecho una latadora. La Angiotensina II es el más pode- ,
mayor presión para vencerlas, este ventrículo roso-vasoconstrictor que produce el organis
puede desfallecer, volverse incompetente y mo humano, acción mediante la cual,
entrar en I.C.C. He aquí una insuficiencia aumenta las resistencias periféricas ( +Post-
cardiaca derecha causada por insuficiencia carga), eleva la presión arterial y exige un ,
cardiaca izquierda. Al abatirse la función incremento de la ContractiEdad. Además,
ventricular derecha, disminuirá la sintomato la Angiotensina II estimula la producción
logia producida por la plétora pulmonar y
de Aldosterona a nivel Suprarrenal, la misma 1
comenzarán a aparecer los signos dependien
que retiene Sodio, que es ávido de H 20, ,
tes de la plétora venosa sistèmica. La misma
motivo por el cual aumenta la Volemia
represa que al aumentar el volumen de las
cámaras cardiacas las dilata, elonga sus fibras (4- P.recarga).
(
y por las leyes de Starling, (39), fortifica su Creo que al explicar suscintamente
contracción, lleva finalmente a esta estructu los mecanismos Retrógrado y Anterógrado *
ra al agotamiento de su reserva y al consi de la I. C. y los principales parámetros de |
guiente fracaso, el mismo que determina la función ventricular: Precarga, Postcarga
disminución de la fracción de eyección e
y Contractilidad y Frecuencia, formamos un
inicia el proceso Anterógrado. La falla
círculo secuencial, que más que un círculo^
contráctil que determina la disminución del
volumen de expulsión, moviliza los meca repetitivo, constituye una curva voluta que \
nismos homeostáticos para redistribuir el forma espirales cada vez más alejadas de la
flujo y utilizarlo mejor. función normal. Fig. No. 59-1 y 59-2.
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U V HE S TA R U N Q RADIO DE LA CAVIOAO
VENTRICULAR.
VOLEMtA TENSION t5E LA PARED
FUER2f\
C O N TR A C TILID A D
F R E C U E N C IA
FRACCION DE EVF.CC.lON
FR.ACC.10N DE ACO!VfAMie.NTO
PRESION ARTERIAL
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rS J AnjjícViilíIíld 2L
>Állovlfcfc»A.
B IB L IO G R A F IA
c ic a triz a d a . naud.
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palidez, a veces cianosis distal, sudoración, Juan de Dios, la mano de una niña de 9 años,
en ocasiones, dedos duros, secos y aún ulce se ponía progresivamente blanca, desde la
rados. Fig. 62-4. punta de los dedos hasta la muñeca, como
Pues bien, cuando se sospecha de este si alguien exprimiera la sangre de la mano,
síndrome y está la mano pálida, se la intro hasta dejarla sin ella.
duce en agua caliente, donde se puede apre Recordemos que a la inversa del Ray
ciar como va recobrando su color normal. naud, en la Eritromelalgia se produce dolor
( 8 , 10). intenso por vasodilatación distal brusca y
En una ocasión vimos como, durante la sostenida, motivo por el que el paciente se
consulta externa del antiguo Hospital San alivia metiendo la extremidad en agua fría.
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2 .- TERMOGRAFIA: (2 , 6, 14) Es un
método fotográfico con película sensible a
los rayos infrarrojos, m ediante el cual se pue
de tom ar una fotografía a colores, correspon
diente a determinada emanación de calor,
que está en directa relación con la circulación
arterial.
Como se puede caer en cuenta, la lec
tura de una termografía es fácil e indica fiel
mente cual es o son los vasos afectados.
3 .- ARTERIOGRAFIA : (1 ,5 ,1 3 ) Fig.
No. 62-5.
Mediante punción arterial se puede
canalizar un catéter cuya punta llegue Fig. 62-5. A rteriografía dem ostrando tro m
al sitio problema, o antes de él. En el m o bosis.
mento apropiado el técnico dispara la subs C ortesía del Dr. F ernando Naranjo.
tancia de contraste. Mediante este recurso se 4.— Buerger L.: The circulatory D isturbances of
pueden captar, así como también por medio th e extrem ities, W. B. Saunders Co., Phila
delphia—L ondon, 1924.
de cine y video, el o los obstáculos que se
5.— Cedeño Cabanilla F .: Angiografía: E stu
oponen al progreso del flujo arterial; el o los
dios angiográfícos abdom inales y Periféricos
trombos que están en la luz del vaso. realizados en el D epartaraente de R ad ió le
g)'f. del hospital “ Luis V entaza” : A nales da
4.— Otros métodos que constituyen parte M edicina y Cirugía 3 1 o —3 1 5 , 1 9 7 0 ,
importante del laboratorio vascular moderno G uayaquil.
(1 2 ,1 3 ) son: 6.— F ranke, H.W.: Nuestro Mundo en la T erm o-
im agen: “ In fo rm a” . 103: 13—19, C.II.
— Sistema Doppier, (auxiliar de auscul Boehringer Sonhn, Ingelheim am R heim .
tación).
7.— H om ans J.: Circulatory Diseases o f the
— Fonocardiografia. extrem ites, th e MacmiUen Com pany New
— Angiodinografía. Y ork, 1939.
— Angiografía por Resonancia Magnética. 8.— Jim énez D íaz, C. y de Rábago, P.: T ratado
— Carotidograma. de la P ráctica Médica, tom o 1, II p arte .
— Ergometria. 421—4 3 7 , E ditorial Paz Montalvo, 1963.
9.— L eriche F .: Throm boses Arterielles. Physio
logie P athologique et traitem ent Chirurgical,
M asson & Cie., Editeurs. Paris, 1946.
10.— M artorell, F .: Angiologia. 2da. ed. 20,
B IB L IO G R A F IA 37, 39, 68, 69, Salvat, Mallorca, 1972.
11.— M artorelli F .: Angiologia. 2da. ed. 19,
1.— A rias V .A .: Tesis D octoral: C irugía del Salvat, M allorca, 1972.
dolor. 67, Inst. G. Militar, Quito, 1953. 12.— Raines, J. y T raad, E.: V aloración no Inva-
2.— A nónim o: “ T erm ografía” : G aceta Sanita sora de las Enferm edades Vasculares Perifé
ria, año XXVII, No. 4, 187—188, 1973. ricas: Clínicas Médicas de N orteam érica.
2: 279—2 99, 1980.
3.— Boskis, B.; Lerm an J.;P ero sio , A. y S cattini
M.C.: M anual de E rgom etría y R ehabilita 13.— V iam onte, M. Jr.: Imagenología: Rassegna.
ción en cardiología. Pág. 89, ed. científico- 2: 4, 1980.
Técnicas am ericanas, Buenos Aires, 1974. 1 4 — W ood, H .E.: Radiology, 84: 270, 1965.
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C A P IT U L O 6 3 Vamos a exponer la sintomatología en
_ ____ los cuadros 63-1,63-2, y 63-3.
IN S U F IC IE N C IA V E N O S A P E R I F E
R IC A .
4 .- i
Aumento de la temperatura local 4 .- Palpando con el dorso de los de
dos de la mano o refrendando con i
termómetro de piel.
i
(
4 .- Pigmentación 4 .- Se observa.
6. - Ulceras. 6. - Se observa.
7 .- Eczemas 7 .- Se observa.
1 .6 : Trombosis Subclavia *
1.7: Embolias 3.— Mixto
1 .8: Trombosis intra- *
3.1 Enfermedad de
vascular disemina
Buerger (Trom- i
da.
boangeítis Oblite €
1.9: Sangrados. rante).
Nervios y Humores
i
3.2: Fístulas arteriove-
fl
1 .10: Síndrome de Ray nosas (congénitas-
naud (o enferme- . traumá ticas). $
dad).
3.3 Síndrome de Kli
1.1 1 : Eritromelalgia ppel Trenaunay. 4
1.12 : Sabañones
I
1.13: Ulceras criogené-
«
ticas
«
1.14: Livedo Reticularis
1.15: Robo de la sub a
clavia. 0
0
inerviosos, humorales y factores químicos de 2 — Las estructuras que conforman estos^jj
autocontrol a nivel capilar (Substancias vaso- sistemas son esencialmente: paredes de los-J
activas). En cambio el árbol recolector veno vasos y contenido sanguíneo (7). En las ar™
so es muy sensible a los estancamientos, pues terias tenemos que tom ar en cuenta al sisteflj
no está hecho ni para vencer resistencias ni ma nervioso, que en determinados m om ento»!
para crear o mantener presiones (7, 9). o estados puede convertir a las arterias en v er-;
Fig. 64-1 y 64-2 daderos nervios (1, 8). (Síndrome de R ay®
. Fig. 6 4 -2 : L á tn . X V I.
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festaciones se hacen cuando se “rompen’1’
los vasos arteriales. Este estudio se hará en
los capítulos de anemias, los cuales se reco
9
mienda revisar.
3
5.— Se puede afirmar que todas las enfer
m medades sin excepción son psicosomáticas
y si ese terreno pisamos, tenemos que con
? venir en que las “afecciones m ixtas” podrían
m ser mucho más de las que ponemos en el cua
dro. Sin embargo, aunque tenem os que to
mar muy en cuenta al componente nervioso,
creemos que se pueden hacer las diferencia
ciones que hemos propuesto, dando la ubica
ción de la enfermedad de acuerdo al sector
principalmente afectado.
Fig. 64-1 Várices
B IB L IO G R A F IA
¡B p is
¡#¡f
LIEGO: 13
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-408 -
Finalmente, deberá completarse la ex-' cuadrante supero-externo de la mama y en la
ploración, • examinando la cavidad axilar zona subareolar. La masa tumoral es dura,
adyacente y la fosa supraclavicular, con el poco dolorosa, no tiene contornos netos, con
objeto de investigar adenopatías. signos de fijación a la aponeurosis pectoral.
Como se podrá observar, la maniobra Entre los tumores pequeños, poten
palpatoria de la glándula mamaria, tiene co cialmente malignos, se describe al Papiloma
mo objetivo primordial el encontrar masa Intracanalicular (alcanzan de 2-4 mm). En
palpable. Cuando la presencia de este tumor forma característica producen secreción araa-
es evidente, es necesario distinguir las carac rillo-sanguinolenta;se sitúan en la región cen
terísticas de benignidad o malignidad. Entre tral subareolar de la mama. Tanto la secre- ^
los primeros, uno de los más frecuentes es el ción como el tumor, tienen remisiones y _
fibroadenoma mamario que afecta predo exacerbaciones cíclicas, lo que constituye ™
minantemente a mujeres jóvenes; pueden una característica del papiloma intracana-^
encontrarse una o varias masas lisas, redon licular. (2). ^
deadas, de consistencia semejante al caucho, Finalmente, dentro de los procesos ^
de 1 a 5 cmts. de diámetro. Tienen límites infecciosos, tenemos a los abscesos mama-
precisos y no están fijas al tejido mamario rios que ocurren con frecuencia durante la %
circundante. lactancia y pueden ser subcutáneos, intra-^j|
Generalmente se descubren en forma mamarios o retromamarios. Los signos clá- ;
“accidental” en chequeos médicos generales. sicos son: dolor, calor, eritema y tumor. 4j
Algunos fibroadenomas pueden alcanzar EXAMENES COMPLEMENTARIOS.- E lf j
grandes tamaños como los denominados cuadro 65-2, expone los exámenes com ple-^|
“ cystosarcoma phyllodes” que aparecen en mentarios más útiles:
mujeres de mayor edad; son asimismo, m ó
viles, redondeados. No aparecen signos de
CUADRO No. 65-2
retracción y a pesar de considerarse benignos,
pueden dar metástasis en el 10-15 por ciento EXAMENES COMPLEMENTARIOS,
de casos (3).
GLANDULA MAMARIA
Otro tumor benigno un poco más fre
cuente es el quiste mamario o enfermedad 1 .- Mamografía (radiografía glándu
quística mamaria; aparecen entre los 30 y 40 la mamaria)
años; los quistes pueden ser únicos o múlti 2.- Tomografía y Xerografía.
rS
ples y las características palpatorias son muy 3 .- Ecograma
semejantes a lo descrito en los fibroadeno
mas (3). 4 .- Biopsia
5 .- Citología de secreciones w
Entre los malignos, el carcinoma ma
mario, es el cáncer más común y las esta 6. - Cultivo de secreciones
dísticas señalan que es la causa más común
de muerte entre mujeres entre 35 y 50 años
(4). Aparecen generalmente después de la CONSIDERACIONES AL CUADRO 6 5 -2 .-J
menopausea; existe secreción del pezón, Como se puede observar, los estu d io ^
retracción, dolor y presencia de masa tumo- radiológicos son los más importantes, espe-^
ral. Se presenta con más frecuencia en el cialmente si nos encontramos frente a ur|
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-409 -
^ p ro c e s o tumoral de mama; el simple estudio ble, especialmente si tiene datos que le sugie
^ d e una placa de mama en incidencia lateral ren malignidad. La biopsia de ganglios saté
^ ( F ig . 65-2), ya nos puede revelar algunas lites se lo emplea con más frecuencia y per
^características de un tumor en cuanto a ta mite conocer la estirpe histológica del tumor
maño, profundidad, límites, etc. El ultra- antes de la cirugía radical. Con este mismo
9 sonido se emplea cada vez con mayor fre- objetivo se realiza el estudio citológico de las
A cuencia, por ser un estudio 110 agresivo y que secreciones.
^ e n manos entrenadas, dan datos significati-
El estudio bacteriológico a través de
™ vos sobre las características de una masa tu-
tinciones directas o de cultivo tienen mucha
0 moral.
importancia en los procesos infecciosos pri
9 La biopsia transoperatoria es la que el mario o secundarios y no hace falta comen
p cirujano prefiere para ser lo más radical posi- tarios.
•
CUADRO No. 65-3
i
1 .- SINDROME INFLAMATORIO:
i
SINTOMATOLOGIA: PRODUCIDOS POR:
I
— Dolor — Mastitis
»
— Tumor — Celulitis 1
£
— Calor — Absceso mamario
— Rubor
I
2.- SINDRO VIE TUMORAL:
Benigno: Maligno:
1 Piel de aspecto normal. 1.— Retracción de piel (hoyuelos)
2.— Pezón de aspecto normal 2.— Retracción del pezón, erosión y
secreción.
3 .- Palpación: 3 .- Palpación:
3 .1 .- Tumor circunscrito 3 .1 .- Tumor difuso.
3 .2 .- Consistencia blanda 3 .2 .- Consistencia dura, leñosa.
3 .3 .- Muy doloroso 3 .3 .- Poco doloroso.
3 .4 .- Móvil 3 .4 .- Fija a los planos subya
centes.
3 .5 .- Rx: caracteres benignos 3 .5 .- Caracteres de malignidad
3 .6 .- Biopsia: Fibroadenoma, 3 .6 .- Biopsia: carcinoma ma
enfermedad quística, abs mario, 0 enfermedad de
ceso. Paget.
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CUARTA PARTE
C O N S ID E R A C IO N E S G E N E R A L E S :
Como sabemos, el abdomen es una gran cavi
dad que contiene en su interior la más variada
cantidad de visceras pertenecientes a diver
sos aparatos y sistemas: digestivo, renal,
endocrino, vascular, etc. Se encuentra limi
tado hacia arriba por el músculo diafragma
Fig. 66-1 Lím ites externos de la cavidad
que lo separa del tórax; por abajo, por el es
abdominaL
trecho superior que lo separa artificialmente
D iv is ió n to p o g r á f ic a d e l a b d o m e n .
de la cavidad pélvica, con la cual en realidad C a ra a n te r io r .
se continúa para constituir una sola, la cavi
dad abdominopélvica; por detrás está la
columna lumbar y los músculos lumbares;
por los lados y toda la porción anterior,
costal, y otra inferior que une las espinas
se encuentran los músculos abdominales
ilíacas anterosuperiores. Las verticales son_
transversos, oblicuos y rectos anteriores.
la continuación en el abdomen de las medio-
Estos límites internos no corresponden claviculares que, bordeando el extremo ex
a los que desde la superficie se puede detec terno de los rectos anteriores del abdomen,
tar. En efecto, el límite superior está cons van a terminar en la parte media del pliegue
tituido por todo el reborde costal y el apén inguinal correspondiente. De esta manera se
dice xifoides; mientras que el inferior está dibujan, en la parte media, el epigastrio, el
constituido por las crestas ilíacas, los plie mesogastrio y el hipogastrio; a cada lado, el
gues inguinales y el borde superior del pubis. hipocondrio cubierto por las costillas, el
La proyección del límite interior y superior flanco o vacío y la fosa ih'aca.
en la pared costal está dada por una línea La pared posterior, Fig. 66-3, suele
que partiendo de la base del apéndice xifoi dividirse en regiones mediante una línea
des termina a la altura de la séptima vérte superior que bordea el arco costal y otra in
bra dorsal Fig. 66-1. ferior que sigue las crestas ilíacas y borde
TOPOGRAFIA ABDOMINAL. Fig. 66-1, superior del sacro. Las verticales son dos que
Con el objeto de facilitar el estudio del abdo parten del extremo Ubre de las 12 as. costi
men y su contenido, se acostumbra a dividir llas y se extienden hasta las crestas ilíacas,
las paredes abdominales.en regiones, por me y una que sigue a las apófisis espinosas de la
dio de líneas convencionales horizontales y columna lumbar. Así se obtiene cuatro re
verticales. Así, en la pared anterior se descri giones: dos lumbares internas o renales, y
ben dos líneas horizontales: una superior dos lumbares externas que se continúan ha
* que bordea a la parte más inferior del arco cia adelante con los flancos.
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-412-
1 .- EPIGASTRIO: 2. - MESOGASTRIO:
1.1: Hígado: lóbulo izquierdo 2.1: Estómago: Parte inferior
y parte del derecho. del cuerpo.
1.2: Estómago: Parte del cuer 2.2: Duodeno: Parte de la 2a.,
po, antro y canal pilórico. 3 a. y 4a. porciones.
1.3: Duodeno: Bulbo y parte 2.3: Yeyuno Ileon: Muchas -
de la segunda porción asas.
1.4: Vesícula biliar. 2.4: Transverso: 1/3 medio.
1.5: Páncreas: Parte de la cabe 2.5: Páncreas: Parte inferior de
za y cuerpo. la cabeza.
1.6: Grandes v^os: Aorta y ca 2.6: Pelvis renales y parte supe
va inferior. rior de ureteres.
1.7: Plexo celíaco. 2.7: Mesenterio.
iP
ticos,Ja_pieip.uede_e5tari£deinaí.osa, de aspec
to de Q.isíiaia_dc__LQii\Qja, es docir, gmesa_v
coa los poros distendidos, y que ?1 presión;.,
la cor? el dedo, deja fobea, Fig. 67-16.
También puede descubrirse en la pared
abdominal cicatrices operatorias, que son el
recuerdo visible de pasadas intervenciones
quirúrgicas. Fig. 67-17.
COLECIS-gECTOMIA
. *
RARA e ED IA J
APEN
TOPÍÍA
QUE EXAMINAR
6. - Puntos dolorosos
_ __ _________ ___
una descripción más detallada a lo largo del Para su examen el enfermo debe estar
texto. en decúbito dorsal, sereno y con su mente
dirigida hacia otra cosa que el médico deli
CONSIDERACIONES AL CUADRO No. beradamente le orienta con preguntas o
68-1: COMO EXAMINAR.— conversaciones; esto tiene por objeto evitar
1.— TENSION ABDOMINAL: Es la resisten que el paciente contraiga voluntariamente los
cia que ofrece el abdomen a dejarse deprimir músculos abdominales, lo cual da una falsa
por la mano del examinador, y es la resultan impresión de hipertonía patológica. Por su (
te de la interacción de dos fuerzas que se parte, el médico, debe colocar sus manos
oponen: una, interior,- de tipo expansivo y de plano sobre el abdomen, a cada lado de la (
que depende de las visceras; y otra, exterior, línea media y con sus dedos dirigidos hacia <
que mantiene a los órganos dentro de la ca arriba, Fig. 68-1 . Una vez examinado un si
vidad y que proviene de la pared abdominal. tio debe hacerlo en otro, hasta tener la cer
En consecuencia, las variaciones de la tensión teza de haberlo hecho en toda la superficie]
abdominal dependerán de las que a su vez de la pared abdominal. La maniobra propia-’j
sufran las estructuras del continente o del mente dicha, que reconoce el grado de ten
contenido o de ambos al mismo tiempo. sión abdominal, es muy sencilla, pues consis-1
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visceral que en forma refleja determinan
contracturas localizadas en el área dermató-
mica que le corresponde. Suele ser perma
nente, es decir, ya se encontraba antes del
examen, persiste durante él y después del
mismo. Ejemplos típicos de esta forma de
El procedimiento es el siguiente: El
enfermo está acostado en decúbito dolsal;
el médico situado a la derecha del enfermo
con su mano homónima de plano sobre el
abdomen del paciente, pero de manera tal que
su dedo pulgar corra paralelo al borde exter
no del recto anterior apuntando con su falan
ge distal hacia la vesícula. Fig. 68-22. Se
recomienda iniciar el examen con la punta del
dedo pulgar situada a la altura de la horizon
tal que pasa'por el ombligo, por si acaso la
vesícula fuera péndula y hubiera descendido.
Luego se presiona un poco la mano hacia la
cavidad abdominal, de modo que el pulgar se
hunda un tanto y quede colocado en un pla
no tan profundo como está la vesícula.
Así preparada la maniobra, se pide al enfer
mo que inspire, momento en el cual, el m édi
co, sin disminuir la presión sobre la pared,
impulsa su mano hacia arriba, al encuentro de
la vesícula que está descendiendo por efecto
de la inspiración. Si la respuesta es positiva,
es decir, si se produce dolor o detención
brusca de la respiración o náusea, o tos se da
por terminado el examen. Pero si es negativa
entonces se sube la mano un poco más para
reiniciar todo el proceso, y así hasta llegar
Fig. 68-21 Puntos dolorosos del abdom en. con el dedo pulgar hasta el reborde costal,
La explicación en el texto. en el punto en que se cruza con el bor-
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-432-
to lymhar-. El primero, (5), se encuentra en
la intersección de la columna lumbar con el
borde inferior de la décima segunda costi
lla. El segundo, (6), se encuentra en la inter
sección del borde externo de los músculos
lumbares con el reborde costal. Ambos co
rresponden a la salida del XII nervio intercos
tal, del agujero de conjunción y la rama per
forante posterior del mismo. Se los busca
presionando sobre ellos, perpendicularmente
a la pared posterior del abdomen. Suelen
acompañarse de dolor a la puño percusión
Fig. 68-22 M aniobra de M urphy de Murphy, que se hace suavemente sobre la
zona lumbar. Son positivos en diversos
procesos inflamatorios e infecciosos de los
de extemo del recto anterior del abdomen.
riñones. Hay otros, pero son de menor valor
La mayoría de veces en que esta manio semiológico.
bra da resultados positivos, la vesícula biliar
se encuentra enferma; otras ocasiones son .Los. puntos.doloxQiQS.„ureleral£s., tam
falsos positivos o pueden corresponder a a'fec- bién de un valor relativo, son: el urateial'
ciones que dependen más bien del hígado o superior o pelyiiireteral (7), situados en la
afecciones pleuropulmonaxes ele base derecha. horizontal-que-pasa.por el ombligo, en el mo
Obviamente, como para todos los casos mento que corta el borde externo de los
del examen de los puntos dolorosos, hay recios; el uretexaljuatlio (8), se encuentra en
que descartar las afecciones dolorosas de el yanto en que se cortan las líneas biilíaca
los tegumentos de la pared. con la perpendicular que parte de la unión
del tercio interno con los dos tercios ex
Ap.endkjilar.e.s. — Para los casos de sospecha
de apendicitis aguda se debe examinar los-pu». ternos del arco inguinal; el ureteral inferior,
tos de-Mc—Rumgyi.y el de Lanz. que son los que corresponde al sitio de desembocadura
clásicos y más utilizados. El primero se en del uréter en la vejiga, se lo busca por tacto
cuentra según la descripción americana, en la rectal o vaginal, y al tocarlo puede despertar
unión_deLtercio.externo_con.eiJ.excia.niedip el deseo de orinar.
de_unaJínea_qiie_unfiJa_espinailíacajanterp- Vesical: Se lo encuentra en la línea media
superioxxmLelj^mbiigo. (3); según los france inmediatamente por encima del pubis y pue
ses, el punto qúeda exactamente en Igjcoitad de despertar el deseo de orinar, (10). Fre
-desdicha-línea. El punto~de_Lanz,-se- encuen- cuentemente positivo en las cistitis,
tra en la unión fl[eLterj:ip,de!re.choxon.elleicxo Punto de rpnfpno-—Se encuentra situado a
medip_de_una.JíneaJiQxizQntalj^ue_..une_las
unos dos .centímetros por fu era v p_or.-deba-
dos espinas iliacas anterosuperiores entre sí jo d e l ombligo,, en ,el.lado derecho (11). Re
(4). El examen del apéndice’ requiere de quiere de una maniobra especial para su reco- <
otros procedimientos complementarios que nocimiento, en efecto: el enfermo debe es- ,
se estudian en el capítulo correspondiente. tar de pie frente al médico que permanece f
Renales-y-Ureterales: En el abdomen poste sentado y con sus manos colocadas como *
rior se encuentran el r.n stn v e rte b ra l y p,1 m s - indica la Fig. 68-23, pero cuidando que los |
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dajieJ_sigim ielpinzamientQ del flanrn
cho, fPiulachsl Fig. 68-24, que sólo se lo
puede realizar en los casos de enfermedad
del ovario, pero no del apéndice. También
^ e s útil para los Gases-de anexitis la realiza-
-^ción.-^df1—la . m an io b ra de fíonigmam^ Fig.
68-25, que consiste en presionar el hipogas
trio, con los dedos de la mano dispuestos
en forma de gancho, por encima del pubis,
circunstancia que provocará dolnurradiado
hacia la cara interna de los muslos.
A U S C U L T A C IO N D E L A B D O M E N
Es un examen útil si se sabe emplearlo; Con
el enfermo acostado y aplicando el fonen
doscopio con alguna presión sobre el abdo
men, se puede escuchar ruidos hidroaereos
llamados borborigmos, que traducen el movi
miento del contenido intestinal impulsado
por las contracciones peristálticas del intes
tino. Muchas veces estos ruidos son tan in
tensos que se oyen a distancia sin la ayuda
de ningún instrumento.
Fig. 69-8 Percusión en posición genupectoral.
Su desaprición es altamente significa- M atitez al rededor del ombligo
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-438 -
tiva para la clínica: traduce casi siempre un
íleo paralítico de cualquier etiología; semio-
lógicamente se lo llama silencio abdominal
y siempre es un signo de preocupación. Co
mo suele ser consecuencia de la dilatación
importante de segmentos o de la totalidad
'del tubo digestivo intraabdominal, permi
te que pasivamente se situé en las partes ba
jas el contenido líquido y en las altas el ga
seoso. Fig. 69-9; ésto da origen a dos signos
auscultatorios no muy constantes, pero, sí
definitorios de íleo, y que son: el primero,
estudiado por Walsch, que se produce por el
desprendimiento del gas disuelto en el líqui
do intestinal y que se parece al ruido que se
escucha cuando se desprende el gas del
agua gaseosa; y el segundo, que se parece al Fifi. 69-9 A: Disposición del liquido y los ^
caer de una gota de agua sobre una masa gases en una asa dilatada .
i
líquida y que se produce porque efectiva
mente de la pared superior de una asa dilata
da cualquiera, se desprenden una o más gotas El trabajo m otriz gástrico no suele
de líquido intestinal que caen sobre el que producir ruidos, salvo alguna ocasión en
se encuentra estancado en la pared inferior. que está lleno de alimentos y es estimula
do por pequeños golpes percutorios sobre el
El aumento de los ruidos o la apari epigastrio; pero, patológicamente, puede pre
ción patológica de los mismos se puede sentarse el chapoteo en ayunas,'signo valioso
encontrar en diversos casos, por ejemplo: de éstasis gástrico, frecuente en la obstruc
en todos los casos de e n tero co litisq u e ción pilóricá en la fase de distensión y que
producen, entre otras cosas, un tránsito in traduce la dificultad o imposibilidad de va
testinal acelerado; en las obstrucciones in ciamiento de su contenido en el duodeno.;
completas, durante la fase dé lucha del seg Se lo busca poniendo las manos de plano so
mento ubicado sobre la obstrucción que bre el abdom en como indica la Fig. 69-10,
pretende vencerlo, y cuando de hecho lo presionando con movimientos rápidos, alter
hace, los gases y líquidos circulan con gran nadamente con la una mano y luego con la
producción de ruidos; en los cólicos intesti otra; el estómago normal, en ayunas no pro
nales de cualquier etiología, durante el duce ruidos, pero el obstruido que contiene
acmé doloroso, lo cual de paso ayuda a di alimentos aún de la viscera, produce los rui
ferenciar el origen del cólico, puesto que los dos de chapoteo. También se los puede
extraintestinales no producen ruidos; según buscar con el paciente de pie, al cual tomán
Martínez Fornes, cuando hay una hemorragia dole desde las crestas ilíacas, Fig. 69-11, se
digestiva, si hay aumento de los ruidos es que le sacude transversalmente; en estas circuns
se ha hecho dentro del tubo digestivo, si tancias los líquidos, libres en el estómago
hay disminución o desaparición, es extrain- flácido, se mueven de un lado a otro produ
testinal. ciendo ruidos. Para la búsqueda del cha-
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Fig. 69-10 Técnica para buscar el chapoteo en Fig. 69-11 Técnica para buscar el chapoteo en
^ ayunas con el paciente acostado. ayunas con el paciente de pie
*
* poteo en ayunas no es indispensable el uso
del fonendoscopio, basta el examen directo,
Ü acercando el oído.
Alguna vez, cuando hay ligeros derra-
| mes ascíticos, poniendo el fonendoscopio
en las fosas ilíacas, se puede- oir los latidos
^ aórticos y aún cardíacos. En la estenosis
| de la arteria renal, aplicando el fonendosco-
. pió sobre la zona renal o sobre el flanco co-
* rrespondiente a la altura de la zona de pro-
^ yección de la arteria, puede oirse un soplo Fig. 69-12 A uscultación de la onda ascítica
^ sistólico. ( 1)
^ En los casos de ascitis, la onda ascítica
puede ser también auscultada, (Lian y Odi-
\ net); para ello, en lugar de poner la mano más alto y tim bre casi metálico, mientras
^ izquierda sobre el abdomen, se pone el fo que el segundo es menos intenso, de tono
nendoscopio, Fig. 69-12, que percibe dos rui- bajo y timbre algodonado.
^ dos producidos por la percusión: el primero Del examen del abdomen en conjunto
} que corresponde al golpe percutor, y el se se desprende que la ascitis presenta signos
gundo a la llegada de la onda ascítica. Con en todos y cada uno de los tiempos clásicos
p e í objeto de hacer más sensible la diferen- del examen físico, razón por la cual, y por
) cia de los ruidos entre sí es recomendable la importancia que tiene, resumimos en el
^ percutir con la uña, con lo cual el primer rui Cuadro No. 69-1, todos los signos de este
do suele ser de intensidad mayor, de tono síndrome.
> -
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i
CUADRO No. 69-1
i
EXAMEN DEL ABDOMEN ASCITICO
i
1 Inspección 1.1: Abombamiento difuso. i
1.2: Ombligo prominente. i
1.3: Flancos caídos (Abdomen de ba «
tracio).
i
1.4: Re d veno sa superficial.
I
2.— Palpación. 2.1: Renitencia
i
3.— Percusión. 3.1: Matitez en media luna. i
3.2: Signo del desnivel. <
3.3: Onda ascítica. i
4 .— Auscultación 4.1: Percepción de los dos ruidos. i
5.— Comprobación. 5.1: Paracentesis. i
t
i
í
B IB L IO G R A F IA m os puesto que su práctica dem anda u n ni
vel de entrenam iento superior al del princi
piante, y direm os únicam ente que es un pro
1.— Moser, R .J . y Caldwell, J.R .: A bdom inal cedim iento que perm ite ver, por m edio de
m urm urs, and aid in th e diagnosis o f renal u n tu b o óptico, el peritoneoscopio, (laparos-
artery disease in hypertensi6n. A nn. In t. copio) el in terio r de la cavidad abdom inal,
Med., 56: 4 7 6 ,1 9 6 2 .
exam inar su contenido, fotografiarlo, tom ar
biopsias para exámenes m icroscópicos y aun
realizar ligeras intervenciones quirúrgicas co
C A P IT U L O 7 0 m o la ligadura de las tro m p as de Falopio.
RADIOGRAFIAS SIMPLES DE ABDOMEN: De
ben tom arse en las posiciones de pie, an tero
EXAM EN ES C O M P L E M E N T A R IO S posterior y lateral y en decúbito dorsal.
D E L A B D O M E N E N C O N JU N T O N orm alm ente se reconocen las sombras ^
del hígado en el hipocondrio derecho y lá del |
Para el exam en del abdom en en con
bazo en el hipocondrio izquierdo; las som- .
junto son útiles las radiografías simples de
bras renales pueden verse si no hay muchosfí®
abdom en, el ecogram a, la tom ografia axial
com putarizada (TAC), la paracentesis para gases en el intestin o , igual que las sombras $
los casos de ascitis y la peritoneoscopia o la de los músculos psoas ilíacos; la cámara aérea *
paroscopia. A esta últim a sólo la m ención a del estómago es fácilm ente reconocible, igual
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^ } u e las dilataciones gaseosas del intestino
grueso. Fig. 70-1.
A
v Patológicamente son m uy útiles para
0 el diagnóstico de diversos casos, como:
£ ile o paralítico, Fig. 70-2; abdomen agudo,
Fig. 70-3; absceso subfrénico, Fig. 70-4;
^oclusión intestinal,Fig. 70-5; y otros.
CUADRO No. XI .
PLAN PARA EL APRENDIZAJE DE LA PARACENTESIS
1.— Objetivos: Al térm ino del proceso de enseñanza aprendizaje, el estudiante
debe ser capaz de:
1.1: R epetir ordenadam ente el qué hacer y el cóm o hacer la paracentesis.
1.2: Hacer la paracentesis.
1.3: H acer un análisis macroscópico del líquido ascítico.
1.4: Form ular correctam ente el pedido para el examen del líquido ascítico
en el laboratorio.
1.5: Interpretar correctam ente los resultados de laboratorio.
2 .— C ontenidos: C orresponden al qué hacer, al cóm o hacer, y al para qué hacerlo
o sea su valor diagnóstico, que constan en este tex to .
3.— Actividades:
3.1: R epetir varias veces el qué hacer y el cómo hacerlo.
3.2: R econocer el instrum ental necesario.
3.3: H acer la paracentesis a varios pacientes.
3.4: Exam inar m acroscópicam ente varios tipos diferentes de líquido ascítico.
3.5: Form ular correctam ente varios pedidos.
3.6: A nalizar diversos informes de laboratorio sobre líquido ascítico.
4.— Recursos:
4.1: Humanos.
4.1.1: Enferm os ascíticos.
4.1.2: Un ayudante o auxiliar de enferm ería.
4.2: Materiales:
4.2.1: Para punción diagnóstica:
— G uantes estériles.
— D esinfectante, gasa y pinza estériles.
— Campos estériles.
— Jeringuilla de 20cc. y aguja larga No. 18.
— Tubos de ensayo o frasquitos para recolección de la m uestra,
m arcados con esparadrapo que contienen todos los datos de
identificación del paciente.
— Form ulario para el pedido de laboratorio.
4.2.2: Para punción terapéutica:
— T odo lo anterior de 4.2.1 más
— Anestésico local.
— B isturí.
— T rocar de punción con m andryl.
— Manguera de desagüe con llave de graduación del goteo.
— Frasco recolector.
;ftBE?fìS, UUH._ o ; - 3 / s / g i
m C A P IT U L O 71
m Fig. 70-10 E cografía de la ascitis.
o: Aun E X A M EN F IS IC O D E L C O N T E N ID O
que no es la intención primera de este texto A B D O M IN A L
G iacer el análisis semiológico, sin em bargo,
j^ jo r ser que en muchos casos su examen pue-
GENERALIDADES: Sin embargo de que
gjde ser m uy orientador, vamos a poner algu
en el interior de la cavidad abdominal se
n o s ejemplos; asjcátisJLuiimmlí^ai-. sxnda.- encuentran las visceras de los más variados
^ d o ab undanífLeii JirrfocilQs..y cultivo positivo
aparatos y sistemas, es costumbre realizar
||p a ra bacilo de R o ch an un 20°/o (1, 5) de ca
su examen físico a continuación del torácico
sos. Ascitis neoplásica: JúyiM nuímlaíiEO,
y abdominal en general por comodidad, y
^ emorràgico. con células malignas y aumento
a pesar de que, en segundo tiempo, pudiera
^de las proteínas (3). Ascitis de h Tnsuficien-
volverse sobre las visceras de un determinado
, r.ia C ardíaca: es Ufl pie tr a s u d a r^ con el
sistema de manera más prolija.
^aspecto y color de orina, proteínas menos de
£ 3 gr. °/o (4). Ascitis q viles a: lecbfísa^on Para que los objetivos del examen vis
^ g o tas de grasa visiblesj coagulan con facilidad ceral se cumplan, hoy más que nunca es ne
y contenido graso de 3gr. °/o o más (2 ) . cesario tener en cuenta las recomendaciones
l>Ascitis qniliformfi: lechosa, contiene co les- hechas en los capítulos que tratan de las ge
uterina y no coagula. neralidades del examen físico y del abdomen
en conjunto, especialmente aquellos que tie
nen que ver con la palpación, puesto que es
te es un tiempo de significativo valor. Si se
» B IB L IO G R A F IA tiene en cuenta además, que las estructuras
interiores deben ser reconocidas a través de
la pared abdominal, se comprenderá que,
Des Pres, R.M .: T uberculosis-extrapulm o- así como el sentido del tacto debe ser bien
nar. In Cécil — Loeb: T ratado de Medicina
Interna. 14a. E d., Cap. 229, p.p. 478. In desarrollado, las técnicas recomendadas para
teram ericana. M éxico, 1977. el examen médico deben ser correctamente
Farreras, P. y R ozm an, C.: Medicina In te r realizadas; de lo contrario, el examen puede
na. 8a. E d., p .p . 302,- Tom o I. E ditoria] ser molestoso para el paciente e inútil para
Marfn. S.A., Barcelona, 1972.
el diagnóstico.
& PLIEGO: 14
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EXAMEN FISICO DEL CONTENIDO AB «
DOMINAL DEL TUBO DIGESTIVO.— i
EXAMEN FISICO DEL ESTOMAGO Y DUODENO: c
En general, los resultados que se obtienen
son escasos, y de hecho, en condiciones nor
i
males prácticamente son negativos los inten «
tos del examen físico. Patológicamente
I
ofrece algunos datos, pero son los procedi
mientos diagnósticos de gabinete, como la c
radiografía y la endoscopia, los que mejor in i
formación ofrecen. Sin embargo, siempre
es indispensable tener una buena orientación
Fig. 71-1 Palpación del estómago €
clínica previa antes de pasar a realizar cual I
quier otro tipo de exámenes, para lo cual de las dos manos una sola línea horizontal. ^
el examen físico también ayuda. Nótese que en estas condiciones, los únicos M
dedos que palpan son los enunciados, mien-"
Inspección; El estómago, es capaz_de causar
tras que los índices y pulgares permanecen {
^ abombamientos-del epigastrio por inm ola
libres. Así preparada la maniobra y ejer-¿
ciendo ligera presión con todos los dedos,
ría de ellos; y por_mef.eorismo gást.ricajn-
se deslizan hacia abajo, hasta llegar al hipo- 4
tenso (3). En los casos de obstrucción ..pi-
lójj£a, durante la fase-daiucha, pueden verse
perceptible se siente entonces que los dedos ^
los ipoyimientos. peristálticas que partiendo
descienderi._como_-dje_iina_grada. que corres- ^
del epigastrio se dirigen hacia abajo y la dere
ponde a dicha curvatura. Con el objeto de ^
cha, hasta el sitio en que se proyecta el pílo-
facilitar la maniobra se recomienda: prime- .
ro (Kussmaul). También puede js£L_caiisa
ro, que el deslizamiento se haga sobre la "
v\de_depiesioiies_£pigástu6as, como en las_p£r-
línea media puesto que la columna lumbar (
^ f nrar.ionfts del e stó m a g o en que los músculos
hace como una base de sustentación aunque ^
epigástricos se contraen intensamente, lo
sea lejana; y segundo, que dicho desliza-
cual es Confirmado por la palpación.
miento se realice el momeníQ^de-ía-esptffl- ^
Palpación: Aún suponiendo que las paredes
cinn_en que el estómago se encuentra subien- ^
del epigastrio no ofrecieran ninguna patolo
do, después de haber descendido durante la 4
gía, sus resultados también son pobres pues
inspiración. En un intento dfi-palpax-eLpálo-
to que en condiciones normales prácticamen
ro puede hacerse la maniobra antes descrita, ^
te es negativa, y patológicamente sus resulta
pero deslizando los dedos sobre una línea (
dos son engañosos. En todo caso, siguiendo
que desciende por la parte media del recto
a quienes practican la palpación para el reco
anterior derecho. Al encontrarse con el an
nocimiento de la curvatura m ayor, se debe
tro o el píloro se lo detecta como un cilindro *
colocar las palmas de las manos sobre el
de consistencia que varía constantemente ,
epigastrio del enfermo acostado y tranquilo,
igual que su diámetro y que se encuentra
como indica la Fig. 71-1; es decir, dirigidas
recostado en dirección transversa y dirigido^
oblicuamente la una contra la otra, de tal
hacia la derecha. 1
manera que los dedos medios se topen
entre sí, y formen con los anulares y meñique Esta misma maniobra permite el reco-
i www.medibooksnica.net63.net - 447 -
P nocimiento ocasional de los tumores gástri-
^ eos, especialmente los de la cara anterior y
^ curvatura mayor (13). La mayoría de veces
P no son palpables, y cuando ya lo son casi
^ siempre han dado metástasis a otras par-
tes. Cuando son palpables se los puede re-
W conocer como dolorosos o indoloros, duros,
0 fijos o móviles, lisos o abollados; cilindricos
o irregulares.
En los casos de ptosis-gástrica, j n j o s
^ que ^ íim M 3 Jiiie n to ^ e ^ io 5 =rnems^Yuehíe
0 hipets&n.sible ,„al, plexcL^solaj;, produciendo/.
/O .
dolor, se utiliza, para confirmar este hecho(^y
w la maniobra de Glénard. que consiste en lo
P siguiente: el médico se coloca detrás del en-
^ fermo que permanece de pie, y lo abraza des
de atrás colocando las manos en la parte
P baja del mesogastrio, como nos indica la Fig.
£ 71-2. En estas condiciones, manteniendo Fig. 71-2 M aniobra jae.-Uienard- para el exa-
« una presión sobre el abdomen, se ejerce una
" acción como para llevar hacia arriba a las
P visceras del abdomen, con lo cual disminuye
^ la tracción de los mesos y el dolor disminu
ye; si ahora se suelta de golpe el abdomen, el
^ dolor reaparece al volver el tironeamiento
j} de los mesos.
i
bligo a la espina ilíaca anterosuperior derecha; i
esto puede hacerse tanto con el paciente en
decúbito dorsal como lateral izquierdo, pero Fig. 71-9 Palpación d el ciego
I
con la pierna derecha flexionada. Fig. 71-9.
El procedimiento permite reconocer primero I
el borde interno, cuando la mano derecha del Fig. 71-8, antes descritas. También se puede |
examinador que ha venido desplazándose palpar con las dos manos siguiendo el mismo i
desde adent.ro, siente de golpe como si subie procedimiento que con la una. Fig. 7I-9a. ^
ra una grada, luego continúa sobre la cara Con el objeto de volver más sensible I
anterior del órgano y cuando llega al borde la determinación del ciego móvil, se puede ^
externo, siente como que bajara esa grada; palpar primero en decúbito dorsal y luego en J
en este momento, Glénard, aconseja empu lateral izquierdo, con lo cual el órgano se "
jar el ciego con la cara dorsal de los dedos acerca a la línea media, pero no la sobrepasa. |
hacia adentro para medir su desplazamiento, Además se lo puede empujar hacia arriba y 1
y luego volver por el mismo camino en una se comprobará lo que se acerca al reborde ■
maniobra de deslizamiento, pero en sentido costal derecho. Á
inverso, con lo cual se volverá a palpar el El ciega normal suele ser de forma de^j
órgano. Cuando se palpa con una sola mano un cilindro un tanto más voluminoso en su j
se puede aprovechar de las maniobras de la extremo inferior; de consistencia variable de
www.medibooksnica.net63.net -451 -
a veces dolorosa. y casi siempre, fija por adhe
rencias a los planos vecinos. (13)
EXAMEN FISICO DEL COLON: Lo más impor
tante es la palpación, pero recuérdese que en
el examen físico del abdomen en conjunto
ya hemos hablado de los abombamientos,
del timpanismo y de los ruidos hidroaéreos
a los que puede dar lugar.
Ulceras de decúbito
TACTO RECTAL
B IB L IO G R A F IA C A P IT O L O 7 2
E X A M E N F IS IC O D E L H IG A D O Y «
1.— Almy, T.P.: Experimental studies on the
irritable colon. Amer. J. Med., 10: 60, 1951. L A V E S IC U L A B IL IA R É
2.— Banks, P.A.: Acute pancreatitis. Gastroen é
terology, 61: 382, 1971. EXAMEN FISICO DEL HIGADO: A u n q u e ^
3.— Dunn, A.D., and Thompson, W.: The la palpación es el más importante, sin em -®
Carbondioxide and oxigen content of sto
mach gas in normal persons. Arch. Inter.
bargo, siempre diremos algo respecto de lo s^ j
Med., 32: 1 ,1 9 2 3 . otros tiempos del examen físico.
4.— Geokas, M.C., van Lancker, J.L., Kadell, INSPECCION: Tiene que ver m as con los
B.M., and Machleder, H.I.: Acute pancrea
titis (U.C.L.A. Conference). Ann. Intern. signos generales que las h ep ato p a tías pueden ^
Med., 76: 105, 1972. •esdar, com o la ictericia, red venosa abdom inal. ^
5.— Guthe, T.: Sífilis. In Cécil—Loeb: Trata ^ pigm entaciones . de - la piel,- equim osis, etc., ^
do de Medicina Interna, cap. 246. Intera que nosotros las estudiarem os en el capítulo
mericana, México, 1977.
dedicado al hígado. Localm ente la inspec- $
6.— Hunt, S.M., Kincheloe, B.W., and Schreier, ción es pobre y quizá valga la pena m encio- ^
P.C.: Tuboovarian abscess in pregnancy.
Obstet. Gynec., 43: 5 7 ,1 9 7 4 . n a r al abom bam iento .del hipocondrio de re-
7.— Mickal, A ., Sellman, A.H., and Beebe, J.L.: cho que puede versé :en^¿s~hepatom egalias ®
Ruptured tubo —ovarian abscess. Amer. im portantes. ^
J. Obstet. Gynec., 100: 432, 1968.
8.— Nabel, W.A., and Lucas, W.E.: Management PALPACION: Ofrece la oportunidad de r e - f
of tubo — ovarian abscess. Obstet. Gynec., coger la mayor cantidad de datos útiles para g
32: 382, 1968 el diagnóstico, y además permite que de una
9.— Novak, E.R., Jones, G.: S., Jones, H.W.: vez se busque la vesícula biliar. A propósito
Tratado de Ginecologia. Interamericana,
Mexico, 9a. ed., p.p. 233, 1977
de este órgano es necesario precisar des
de ya que sus afecciones infecciosas agudas
10.— Robbins, S.L.: Patologia estructural y
funcional Interamericana, México, Cap. 30, (Colecistitis), pueden provocar hijy.rftst.q-
p.p. 1343, 1975 s i£ _ x a itá n e a ^ u h í^ igual que
11.— Robbins, S.L.: Patologia estructural y fun cofttia^tuxa-musailar de la misma región que
cional. Interamericana, México, Cap. 21. pueden, impedir la palpación del hígado (5,
p.p. 946, 1975.
13). La palpación de los espacios intercos
12.— Robbins, S.L.: Patología estructural y fun
cional. Interamericana, México, Cap. 21, tales con la técnica ya conocida es normal
p.p. 938, 1975 mente indolora, pero en los abscesos hepáti
13.— Sherlock-. P., Erlich, A.N., and Winawer, cos del lóbulo derecho puede descubrirse
S.J.: Diagnosis o f gastrointestinal cancer: dolor - en la zona en la que„ se proyecta el
Current status and recent progress. Gastro
absceso (7,10).
enterology, 63: 672, 1972
14.— Snape, W.J., Jr., Carlson, G.M., Cohen, S.: Qué palpar: Como siempre, es indispensable
Colonis m yoelectric activity in the irritable tener un orden de lo que se va a reconocer
bowel syndrome. Gastroenterology, 70:
con el objeto de no dejar escapar ningún de-
3 2 6 ,1 9 7 6 .
talle. Para el efecto recomendamos el siguien
3 8.— Swenson, O.: Hirschsprung's disease (agan-
glionic megacolon). New Eng. J. Med., 260: te orden, tanto para su superficie como para
9 7 2 ,1 9 5 9 su borde: tamaño, forma, movilidad respira-
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toria, consistencia, sensibilidad, regularidad.
Cómo palpar: Existen varips métodos,
pero el éxito de cualquiera que se emplee
consiste en procurar una buena coordina
ción entre la maniobra que realiza el exami
nador y la respiración del paciente. En efec
to, si se tiene en cuenta que el hígado está
en íntimo contacto con el diafragma se com
prenderá que, en el momento de 4a inspira
ción, descenderá y se volverá por tanto más
accesible a la mano del médico que aprove
chará para reconocer las características antes
indicadas. Aunque vamos a describir varias Fig. 72-1 Palpación del hígado: Colocación
técnicas, nosotros recomendamos que, por el de la mano para palpar hígados
grandes
momento, el estudiante se familiarice con
una o dos, para que las domine y obtenga
buenos resultados del procedimiento; más
tarde podrá practicar con las demás.
Algunas ocasiones, cuando el hígado es
grande y la pared del abdomen es flácida,
se puede palpar el órgano con sólo colocar
la mano de plano sobre la región subcostal
derecha, con los pulpejos de los dedos dirigi
dos hacia la línea media del enfermo acosta
do, Fig. 72-1, para sentir como al momento
de la inspiración se desliza hacia abajo el
hígado agrandado; sin embargo, la mayoría
de veces se requiere de una técnica mejor
elaborada para conseguir buenos resultados.
Fig. 72-2 Palpación del Hígado: Método de
Ttmggp-h
Método de Bmgsctír^Fig. 72-2. El enfermo
acostado, con la cabeza descansando en una
rada la maniobra, pide al paciente que inspire
almohada; el médico sentado a la derecha
profundamente, mom ento en el cual el mé
del paciente, pero frente a él, coloca su-mano
dico impulsa suavemente su mano hacia arri
derecha de plano debajo del-reborde-costal
ba, sin dejar de presionar la pared abdominal,
de modo que el borde cubital se encuentre
para dar el encuentro al hígado que está des
a la altura del ombligo o más abajo si consi
cendiendo. Si en el primer intento no se
dera necesario; luego con dicho borde ejerce
palpa nada, hay que subir unos centímetros
una ligera presión hacia el interior del abdo
la mano y volver a repetir todo el procedi
men con lo cual logra colocar la línea de
palpación de su mano, compuesta por el bor miento, y así una y o tra vez hasta dar con la
de cubital de la palma, el dedo meñique y el viscera. «?
pulpejo del anular, a la profundidad del pla Método de _MathieuV^Fig. 72-3. Con el en
no en que se encuentra el hígado; así prepa- fermo cómodamente acostado en decúbito
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—462 —
dorsal, el médico se sienta a su derecha, pero
ahora con el frente hacia los pies del pacien
te. Sus dos manos juntas, unidas por el bor
de radial de sus dedos índices y con todos
los dedos ligeramente flexioriados, las coloca
en el flanco derecho del paciente, pcuuMiajo
del ombligo y ejerce en ese sitio una ligera
presión hacia la profundidad del abdomen.
Pide al paciente que inspire mientras el mé
dico impulsa sus manos hacia arriba, al en
cuentro del hígado que desciende; si no lo Fig. 72-3 Palpación del hitado: M étodo de
encuentra debe colocar sus manos más arriba Mathieu
y repetir la maniobra las veces que sean ne
cesarias.
^M étodo de Devoto. Fig. 72-4. Ahora el en
fermo puede estar sentado en la cama o pues
to de pie. El médico se sitúa detrás del pa
ciente y pide al enfermo que se arrime cómo
damente en él; lo abraza desde a tr a V a J a_a.liii-
ra jda-laxintuia y coloca sus manos dispues
tas en gancho debajo del reborde costal del
paciente; hunde sus dedos en el abdomen y le
pide que inspire, momento que aprovecha el
médico para impulsar sus manos hacia arriba,
al encuentro del hígado.
-4 6 4
CUADRO No. 72-1
NORM AL N N N N LISO
Hígado en insuficiencia car .
díaca congestiva derecha. Normal o Dura, pero Doloroso
+ a + ++ + N disminuido depresible + LISO
(1,3).
> Dolorosa
Hepatitis viral aguda (2,12).
+ a + + N N Blanda + + + LISA
=res que comprometen a la vesícula. 7.— Knight, R.: Amibiasis. En Cécil — Loeb,
Tratado de Medicina Interna Interamericana,
M éxico. 14a. ed., cap. 279, p.p. 583, 1977.
i
8— Lin, T.Y.: Primary cancer of the liver? .
Scand. J. Gastroent. Suppl, 6: 223, 1970. «
9.— Popper, H., and Orr, W.: Current concepts
a
o f cirrhosis. Scand. J. Gastroent., suppL,
6: 2 0 3 ,1 9 7 0 . a
10.— Steigmann, F., Shlaes, W.H.: Tratamiento
de la Amibiasis. Clinic Med. N.A. 1/64: i
1 5 9 ,1 9 6 4 .
e
11.— Stone, W.D., et al.: The natural history of
cirrhosis. Experience with an unselected
group of patients. Quart. J. Med., 37:
«
1 1 9 ,1 9 6 8 . $
12.— Vital, S.B.V., Thomas, W., Jr., and Clowdus, £
Jw psr
B.F.: Acute viral hepatitis. Course and
Fig. 72-10 Maniobra de Pron.. incidence of progression to chronic hepatitis f t
Am . J. Med. 55: 757, 1973.
13.— Way, L.W.: Colecistitis aguda. En Cécil ^
J
Gall, E.A.: Primary and metastatic carci
noma of the liver: relationship to hepatic tante.
cirrhosis. Arch. Path., 70: 2 26, 1960 b.
Goldstein, F.: Fisiopatologia de las enfer
INSPECCION: Sólo es útil en las .grandes, es- j
medades de la vesícula biliar. En Sodeman, -plenomegalias. -en las que produce un abom- d
W.A. Fisiopatologia clínica. Interamericana, b.ami.ento del hipocondrio izquierdo que pue
México. 5a. ed., cap. 29, p.p. 781, 1978.
de invadir incluso el flanco izquierdo y los
Hall, E.M., et aL: Portal cirrhosis: Clinical lados izquierdos del epigastrio y mesogastrioi
and pathologic review of 782 cases from
16.600 necropsies. Amer. J. Path., 29: Fig. 73-1, más evidentes durante la inspira- ék
9 9 3 ,1 9 5 3 . cion. m
www.medibooksnica.net63.net -467
>
Congestivas + + + Conservada Desciende Suave + 0 _ Lisa Redondeada
Cirrosis >
Conservada Desciende Normal o dura — Lisa Cortante
Hepática + + +
www.medibooksnica.net63.net -471 -
trica de las pancreatitis agudas, por el íleo
paralítico producido en el estómago o en el
colon-transverso, aunque muchos autores lo
niegan y más bien recalcan que su ausencia
tiene valor diagnóstico.
Area. de hiperestesia cutánea de K atsch.
Fig. 73-6, que corresponde a los derma-
tom asjzq m eidos - d£:la¿_c¿Óhas ^ y 8~:rle:
H ead^en las pancreatitis • agudas ^ c r ó n i
cas. y que se extiende pn-homiVínturón des-
de el epigastrio hasta las X - XTT rastillas.
Puntos dolorosos o zonas dolorosas: Mu
chos periumbilicales han sido descritos, pero
nosotros creemos que no tienen mayor im Fig. 73-6 Area de hiperestesia cutánea de Katsch
portancia. Fig. 73-7. Só lo Jo s g r a n d e s tu
mores pancreáticos .pueden_seL_recono.cidos
como m asas duras e irregulares si son por Ca.
(1, 2, 5), o fluctuantes v blandos si son por
quistes o seudoquisteá: que no se desplazan
lateralmente. l o cual les diferencia de los
tumores mesentéricos, aunque verticalmente
con los movimientos respiratorios pueden
movilizarse unos pocos centím etros. Si están
en contacto con la aorta pueden estar impul
sados por latidos. %
Ni la percusión ni la auscultación tie Fig. 73-7 Puntos y ?onas dolorosas eu las afec
nen mayor importancia. ciones pancreáticas
CAPITULO 74
E X A M E N F IS IC O D E :
- A P A R A T O U R IN A R IO
- M U S C U L O S PSO A S Y
- A O R T A A B D O M IN A L
PALPACION DEL R IÑ O N
> Inmóvil si el
Cáncer + a + + Deformado tumor es muy Dura + + Irregular, Nodular
(3, 5,10, 12) grande
No hay des
Ptosis renal Normal Normal censo ínspí— Normal Normal o + Liso
ratorio *
Inmóvil si
Procesos Variable Normal + + + + Liso
hay adheren
Inflamatorios
cias
* Si el riñón es flotante puede caer hasta la línea media y durante el acto palpa torio se lo puede devolver a su sitio si no hay adhe
rencias que lo fijen.
www.medibooksnica.net63.net -477-
URETERES: A pesar de que algunos auto-
I res describen algunos puntos dolorosos urete-
^ rales, sin em bargo, nosotros creem os que no
tienen verdadero significado patológico. A-
^ demás el exam en clásico es prácticam ente ne-
) gativo, razón por la cual ya no insistimos
^ más.
v Fjir.A — Inspección: Normalmente no
* ofrece mayor significado especialmente si
) está en estado de evacuación, pero en los
I casos de obstrucción uretral, se^distiende ,y
puede—dar~oin_abx)mbamientcujmpoxtaiite
I erUa-patte-media-del-hipogastrio. Fig. 74-9. Fig. 74-9 Abombamiento inpogástrico por
vejiga anormalmente llena
I Palpación: Antes ya mencionamos el punto
| vesical y no volveremos a insistir. Cuando
está distendida se la puede palpar como una
^ masa lisa, redondeada. elásiica-y„dQÍQ£Q¿a.
) Para el efecto se puede colocar las manos so-
. bre el abdomen como indica la Fig. 74-10, es
“ decir, apoyadas sobre su borde cubital a la
| altura del ombligo y paralelas a lo que se
t supone es el borde superior de la vejiga, y
desde allí, presionando ligeramente el abdo-
I men se desciende hasta toparse con los bor-
| des superior y lateral de la vejiga.
Los_gan gli os in t ra ab d omin ale s no miaje s 9.— Kass, E .H ., and Brumfitt, W.: Symposium
on Pyelonephritis. Chicago, University of
tampoco son reconocibles porlos tiempos clá Chicago Press, 1977.
sicos del examen físico. Los ganglios tumora
10.— Klapproth, H.H.: Wilms' tumor: a report
les dan sign os.de.tum o r in traab dominai. o f 45 cases and anlysis of 1351. J. U ro l. ,
98: 566, 1959.
S E M IO T E C N IA DEL A PA RATO
D IG E S T IV O
Debemos señalar que si bien todo
el examen del aparato digestivo es im
portante, sin embargo, la anamnesis es un
tiempo que destaca nítidamente sobre el
examen físico, pudiendo en muchos ca
sos ser suficiente para el diagnóstico, con
lo cual los exámenes complementarios, co
mo casi siempre, sirven soló para confirmar
la impresión clínica.
La boca, primera porción del aparato
digestivo, ya ha sido motivo de nuestro
estudio en el capítulo del examen de la ca F ig . 7 5 -1 El esófago en el mediastino
beza, por lo que no insistiremos más. Ini
ciaremos por tanto el estudio semiotécnico
ALGUNAS CONSIDERACIONES AL CU A -.
por el esófago.
DRONo. 75-1.— 1.— Siendo la princi
pal función del esófago la de conducir los ali-^
mentos hacia el estómago es natural que si
principal síntom a sea la Disfagia. es decir,'
la diiÍcultad..aLpas.o.._de. los. .alim.en.tps. Tam-'
C A P IT U L O 75 bién es natural que la dificultad sea primero
a los sólidos, de más difícil conducción; lue
go a los líquidos y finalmente a ambos,
E S O F A G O : Como nos recuerda la Fig. cuando la causa que obstruye la luz tambiér
75-1, el esófago es un tubo que se extiende lo va haciendo popo a poco como es el caso|
desde la faringe hasta el estómago, y está en de los tumores malignos esofágicos. Fig. 75-2
cargado de propulsar los alimentos que des que conforme aumentan de tamaño dism inuí
cienden desde la boca. Para su estudio clíni yen más el calibre del esófago. Igual puede
co se acude fundamentalmente a la anamne suceder si una estructura vecina al esófago,
sis y a los exámenes complementarios, pues crece y comprime progresivamente el órgano,
to que el examen físico, por estar situado Fig. 75-3.
profundamente en el mediastino posterior, La...disfagia brusca, es. decir, la interné
es prácticamente imposible. pestiva o b s f n i r . r . i ó n esofágica puede deberse^
ANAMNESIS: Es fundamental. Tiene que a la ingestión de un holo alimenticio muy*
ser completa, cuidadosa y bien dirigida pues grande o de n n m i f i r p o extraño que no proJ
to que de su análisis se pueden desprender eresa hacia el estómago: en estos casos el
conclusiones básicas para el diagnóstico, antecedente inmediato es suficiente para el^
en el cual, los exámenes complementarios no diagnóstico. En otras ocasiones se debe
hacen más que confirmar las sospechas. El espasmos, (1, 5) Fig. 75-4, de su musculatura
cuadro No. 75-1, nos indica el qué y el cómo en cuyo caso, y siguiendo el orden de laj
preguntar. anamnesis de cualquier síntoma, puede ser
www.medibooksnica.net63.net -4 8 1 -
NOTA: No olvidarse que a estas preguntas deben añadirse, para cada síntoma, to
das las aplicables a cualquier síntoma, del cuadro No. 3-1.
reconocida como de un comienzo real anti- más intensa que otras, algunas incluso en for-
guo, de aparición brusca, desencadenada ma paradojal. es decir, sí a los líquidos, pero
¡■por causas emocionales o sin .causa a p a re n te ^ / no a los sólidos: puede aliviarse m n psicnte-
| en personas psicópatas o pa r rnalcmifir razón rapia, sedación-medicamentosa-y-antiespas-
| banal: de evolución muy variable; unas veces módicos.
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Fig. 75-4 Espasmo esofágico. (Anillo eso Fig. 75-5 Acalasia: Nótese el cierre del car-^
fágico inferior) dias
Cortesía del Prof. Dr. Germán Abdo. (
Cortesía del Prof. Dr. Germán Abdo.
i
En la acalasia, Fig. 75-5, es decir, en el ) J ErUasxa,sna.dp..físt.ula p,sn,fagn traqueal, (
cierre del cardias por falta total o disminu (2, 16), o bronquial. Fig. 75-6, casi siempre ¿
ción de las neuronas del plexo de Auerbach, de naturaleza tum oral. la tos puede ser u iy
en el cardias y vestíbulo esofágico (3, 11,15), síntoma acompañante importante, al pasar\
la disfagia puede llegar a ser total. los alimentos__del.esófago a la tráquea. |
i
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2.— Sobre la odinofagia .sólo indicaremos
lo más im portante: No es muy constante, y
de hecho puede &9~ existir a pesar de que
la enfermedad, especialmeníe-eLCa. pudiera
estar muy avanzado (18). El enfermo la per
cibe-en posición retroesternal a veces seña
lando con mucha precisión el sitio; se irradia
a la porción alta de la columna dorsal y cue
llo, Fig. 75-7; y puede acompañar a cualquier
tipo de proceso tnmoral.o inflamatorio ann-
que en este último caso puede ser de. tjpn ^
arriar, como en el reflujo-castrocsof¿gico y
I
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^ C A P I T U L O 76 Piloro
curva 1 mayor
© ESTO M A G O Y DUODENO Fig. 76-1 Estómago
8 .- Relación con el dolor epigástrico 8 .- Una vez que vomitó, que' le pasó
al dolor?
contracción del diafragma y de los músculos ferie, desde otros segmentos del cerebro
abdominales mientras permanece abierto el directamente a través de la sangre, lo c u a P
cardias y cerrado el píloro, y no menciona permite reconocer una amplia gama de sitio^j
mos a las contracciones antiperistálticas del que pueden ser punto de partida de los es^j
estómago en primer lugar, porque no parecen tímulos del vóm ito, pero eso no nos corres-,
ser necesarias para que se expulse el conte ponde a nosotros precisarlo sino a la fisiopafl!
nido del estómago (24). tología, razón por la cual nos limitaremos*
Por otra parte, si nos atenemos a la por hoy a analizar el vómito de origen g ásS
Fig. 76-6, comprenderemos, que el centro del trico sobre todo, por ser el que más frecuen®?
vómito puede ser estimulado desde la peri- temente lo origina, no sin antes dejar sentad«^
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que, en forma refleja, casi no hay viscera semejante. El color rojo, si no es por alimen-
igestiva que deje de producirlo, por lo que tos. bebidas o medicam entos, es por sangre
anamnesis debe siempre procurar definir fresca que aún no ha sido digerida.
el origen del vómito.
HEMATEMESIS: La presencia de sangre en
^ 1 . — La mayoría de los vómitos contienen el vómito es de extrema importancia para el
^originalm ente alimentos mal digeridos y diagnóstico y el futuro del paciente, y, aun
^fá cilm en te reconocibles, y no constituyen que su estudio será ampliado en el capítulo
por si mismos un elemento semiológico de las hemorragias digestivas, sin embargo,
^ im p o rta n te ; cuando se ha terminado su hoy haremos unas cuantas consideraciones
^ e x p u lsió n puede luego eliminarse el jugo semiotécnicas importantes para su individua
^ g á stric o o bilis. Cuando contienen es- lización: a), es la expulsión de sangre de
^ p ec ialm en te, moco hay que pensar -en las glutida? . Con frecuencia la sangre proce
^ gastritis. dente de las vías respiratorias o digestivas
g j)2.— El color es más orientador. Si qs ama- altas, como de una epistaxis, de una extrac
a r i l l o es porque contiene iugQ_gástrico. propio ción dentaria o flmigdalectomía que conti
de las gastritis hipersecretantes y enferme - ^ endan sangrando después del acto quirúrgico,
® dad ulceropeptica. El verdoso es porque c o n ^ T y de várices esofágicas que se rompen, pue
£ tiene_±úlis__y se observa en las colecistopatíás: de ser expulsada como hematemesis; ésto nos
pero ^i es pertinaz hay_que tener presente aclara los antecedentes y el examen físico.
™ a „las oclusiones intestinales altas: (27) el b) La sangre expulsada por la boca pro
f e cfrfé obscuro como pozo de café debe su- cede del aparato digestivo (hematemesis") o
gerir siempre la.presencia de sangre,. hema.: del respiratorio ('hemoptisis')? . Esta diferen
temesis, que ya ha sufrido los efectos diges- ciación es básica pues orienta rápidamente
^ tiv o s del jugo gástrico; claro quo.algunm.ali- hacia la posible viscera enferma; claro que
mentos, como la remolacha, el chocolate, debe tenerse presente que si una hemoptisis
el yino, mortiños o medicamentos colmo el se ha deglutido, luego puede ser expulsada
® carbón, bismutos, etc. pueden dar un color como hematemesis. El cuadro No. 76-2/ios
*
CUADRO No. 76-2
& Hematemesis Hemoptisis
m
1 .- Viene con vómito 1 .- Viene con tos
i
2 .- Es sangre rojo-obscura o café 2 .- Es sangre roja rutilante
obscura (Poso de café)
' 3 .- Puede-estar mezclada con alimen 3 .- Está mezclada con aire, por eso
tos. es espumosa
m 4 .- Va seguida de esputos sanguino
4 .- Va seguida de melenas
(cola de la hematemesis) lentos (cola dé la hemoptisis)
Fig. 76-14A Ulceras de la curvatura menor. Fig. 76-14C Ulcera del cuerpo. Imagen en sus
pensión.
4 . - .,_E.STiMAGJimiIARLE:
4.1: Epigastraleia. tipo retortijón, sin
horario ni periodicidad y relacionado con
los estados de stress emocional.
4.2: .Náusea __y._j¿Qmilo. pueden no
existir o ser de comportamiento irregular.
4.3: Se acompaña frecuentemente de
acidismo v ardor epigástrico.
4.4: Radiografía: de hiperquinesia e
hipertonía.
4.5: Curva de acidez: Puede estar
acompañada de hipersecreción clorhídrica.
4.6: Gastroscopia: No demuestra pa
tología orgánica.
4.7: Biopsia: innecesaria; en todo ca
so es normal o puede demostrar aumento del
número de células.
B IB L IO G R A F IA
Fig. 76-17 Síndrome pilórico.— A: Fase de 3.— Bruch, H.: Anorexia Nervosa. Int. Psychiat. (
lucha. B: Fase de dilatación. Clin., 7: 3, 1970
i
Cortesía del Prof. Dr. Germán Abdo 4 .— Cooke, A.R.: Drugs and peptic ulceration.
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ble y de comportamiento variable de acuerdo Saunders’ Co., p.p. 642—656, 1973. ^
con la etiología. 5.— Edwards, D.A.W., et al.: Symposium on .
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3.6: Gastroscopia: Confirma el sitio Gut, 14: 2 3 3 ,1 9 7 3 ^
de la obstrucción: El gastroscopio no puede 6.— - Farreras, P., y Rozman, C.: Medicina Inter
pasar al duodeno. na. Ed, Marin, Barcelona. Cap. 1, 1972. j
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ramericana, México, 14a. ed., cap. 643, p.p.
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cap. 50, p.p. 671 1976. 27.— Miller, L.D., Mackie, J.A., and Rhodes, J.C.:
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Harvey, A., Johns, R.J., Owens, A.H., Jr., intestinal obstruction. Surg. Clin. N. Amer.,
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I 1978. 28.— Nemiah, J.C.: Anorexia Nervosa. Medicine,
> 1 5 - Harvey, A., Johns, R.J., Owens, A.H., Jr., 29: 225, 1950.
and Ross, R.S. Tratado de Medicina Inter 29.— Orellana, J.F.: Sem iología del aparato di
na, México, Cap. 56, p.p. 545. 1978. gestivo, Edit. Casa de la Cultura Ecuatoria
na. Quito, p.p. 255, 1955
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adults: A clinical and radiological study 1973.
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- 506 -
2.— Fecha real de comienzo:
Los procesos rxnn ir.m m m o : TLJ&-
C A P IT U L O 7 7 ' ^testina], obstrucciones incom pletas, enteritis
I o ileitis regionalf parasitosis., intestinal, _coli-
|tis _cr6nicar-tuniQr.es, pueden tener un origen
Y E Y U N O IL E O N - C O L O N -
3.— Intensidad:
A P E N D IC E En su forma típica suele ser de intgí^
sitiad creciente hg_sta llegar a un clima?}
YEYUNO ILEON Y COLON: Tratamos de en el cual el paciente puede quejarse mucho
estos dos segmentos intestinales al mismo ’
y adquirir act-itudes^atiálaicas como la de la
tiempo, porque especialmente sus síntomas
Fig. 77-1, permanecer así unos minutos para
son m uy parecidos y en la práctica pueden
luego decrecer progresivamente hasta llegar
resultar difícilés de distinguir. Por otra par
a desaparecer, lo cual a muchas personas
te, muchas de la^ii&Drnedades que tienen
les da la impresión de que ya desapareció
su asiento inicial en el 4$^linp_,delga.(|o
definitivamente, pero luego de unos instan
aígdtan máSgtajdg al^gmesp dando Un solo tes vuelve a repetirse el acceso.
cuadro clínico; sin embargo, la inversa es-
más difícil, ya que
afectare,-sol©.
Las enferme_dades_infecciosas. tox icáis
y...aiitgi£as que afectan al intestino delgad<|¡
(enteritis), pueden afectar sim ultáneam ente
al colon (enterocolitis) Ty si participa al m iíf
mo tiempo el estómago produce la_gastigjf¡
ent erp.coJilis.
En esta oportunidad nos ocuparemos
- del dolor, la diarrea, el estreñimiento, las Fig. 77-1 Dolor cólico: Actitud antiálgica
melenas, el meteorismo y las características t
físicas de las heces.
A.— Causa aparente:
DOLOR: La técnica de la anamnesis no tie A lo que ’ más frecuentemente suele
ne ninguna característica especial, y el cua acusar el paciente como la causa que lo
d r o No. 3-2, cubre suficientemente todas sus • desencadena, es la ingesta dejljjinentos. pero
exigencias, razón por la cual nos detendre-, también a la t qtp a .d e.. rn ed iraman J a los
mos más bien en hacer algunas, considera
ciones, siguiendo el orden propuesto en el 5.— y 6.— Sitio e irradiación del dolor:
mencionado cuadro ya tan conocido: Precisar el sitio en el cual nace el do
1.— Fecha aparente de comienzo: lor puede ser muy difícil, pero la queja suele!
En los rnariros. flfiriof el,j;tii.QÍQ.„sije- ser como que le duele la “barriga o los va-|
le5?sgj;-^e5!gen£e, como en las enlerQCQjiÜ^ cíos” , es decir, j
agudas de cualquier etiología, lo mismo que y a veces todn él abd^m^n-, especialmente"
en las de cualquier cuando se irradia a lo largo del intestino¡|
origen. entonces el paciente suele .decir que “ el dolor^
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I
le camina”. Algunas ocasiones se irradia ha dena -dplpj en el podría
cia la .j?9j [ u n j i |a J ^ ^ . hablarse de un horario; pero es u n d a to ines-
7.— Tipo de dolor: pecífíco y puede no haber a pesar de que el
El dolor es típicamente cólico¿como paciente sufra de una enfermedad intestinal
grave. No tiene periodicidad. Además el pa
'r.gj.?rnhlgjQ' retortijón, pero cuando la causa
i avade la pared intestinal, especialmente el ciente suele ser frecuentemente inapetente.
pfiritrtnfto- visfiftral o si hay una perforación. 12 — Rebciónj^uLeLvám lto:
el dolor sft-viidYa.l1PQntjnn^ y de intensidad A pesar de ser un síntoma acompañan
.v^iiajble: desde aquel que puede hacer sho- te m uy frecuente del dolor, sin embargo, en
cai»al_pacienie hasta aquel que puede^alimr- la .mayoría eje. .veces no es m uy específico
se to ta lm en te. lo cual, naturalmente, no es para el diagnóstico, excepto. riiando.eiLfe.ca-
indicación de que el cuadro ha mejorado, si loidc* lo cual traduce una obstrucción_inr
no todo lo contrario. tesíinaLalíau N ° calma _.el .dolor: lo cual es
una característica diferencial con el de origen
8.— Síntomas acompañantes:
gástrico.
Dependen mucho de la causa, pero
13.— Relación con la micción:
los más frecuentes suelen ser la náuseg y el
Rara~yez, los cuadros disentéricos pue
vómiip, participe o no el estómago en el
proceso; también lo son la di^rrga^ej-.est.re.-: den acompañarse de disuria, pero en todo
ñjmipntnJ el ^p.nasmn-y caso, la micción propiamente dicha no modi-
hemorragias y la ^-^fthrfi. Como de estos -fica las características del dolor.
síntomas hablaremos dentro de este mismo 14.— Relación con la deposición:
capítulo, por el momento nos inhibimos de Frecuentemente la deposición o la ex
hacerlo. pulsión de gases alivia._el„dolor, pero otras
9.— Relación con las comidas: veces es el dolor el que d s h . jaljidivjti
Cuando los procesos-son agudos, en ge de fe caí orio.-qu.e..p;i£ile_Djiq estar acompaña
neral la ingesfe-dfcalknen tos-suele: a g r^ a£| I do de la expulsióji_de.gases-0--heces; lo cual
dc^ o r^ o , alguno de los síntom as_a m m p a - es frecuente observar en las enterocolitis de
ifentes: en los cuadros _cróflicqs;el comporta cualquier etiología (21). En los procesos se-
miento puede ser variable. Sin embargo, miobstructivos, el- dolor coincide con el es
hay algunos casos de relación directa cpmo fuerzo del segmento-.supraest.enótico para
son: la ingesta-de-aljmentesaQ3dc0%-0 de vencer el obstáculo; logrado esto, el paciente,
aquellos para los cuales el paciente tiene a la vez que puede oir los ruidos hidroaéreos
.alergia jntesti^al. En los -n/ñosx 1p relación producto de la circulación de los mismos,
de ingesta de alm sni,os.contaminadas y el puede expulsar gases o heces y aliviarse al
d g ^ r, más todos los síntomas acompañantes mismo tiempo del dolor, el cual se volverá a
antes anotados es tan frecuente, que constitu repetir én accesos intermitentes.
yen parte de uno de los más grandes proble Consideramos oportuno mencionar a-
mas sociales de nuestro medio como son las quí al llamado síndrome- de Kóeniñg. (14) C
-ídiaseas. La ingesta de- bebidas j j m faófcas producido precisamente en los procesos
se.miah,stmclü¿Qs y caiajct£uzada..poL-el-do-
, 10.— y 11.— Horario y periodicidad: lor descrito, dilatación^,inlestinal-^upaxa&$.-
Si por efecto del reflejo gastrgentéricp , tenóíica., intensas contraccione^_nerislálticas,
' la.repleciónjgástrica por la ingesta desenca muchas, veces visibles en.la41ared-abiiom i1l.al,
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-5 0 8 -
sintomas que terminan con la obstrucción, hacer unas cuantas preguntas más que se re
que a su vez produce los ruidos intestinales; sumen en el cuadro No. 77-1. Obviamente
esta secuencia de síntomas se produce en que el estudio de laboratorio de las heces
paroxismos una y otra vez, algunos de los fecales, es indispensable lo cual lo haremos
cuales pueden producir eliminación fecal. un poco más tarde.
En las obstrucciones completas el do-
CONSIDERACIONES AL CUADRO No.
...lor no va seguido de la expulsión de gases
77-1: 1.— En vista de que el enfermo sue
ni heces, aunque durante la fase de lucha las
le llamar diarrea a muchos cambios en las
contracciones supraestenóticas fueran muy
características físicas de la deposición, lo
intensas. Durante' la fase .de-dilatación .el
primero que debe hacer el médico, si no tie
ne la oportunidad de examinar directamente
el material evacuado, es asegurarse de que
produce entonces el silencio abdominal. Es
efectivamente es diarrea de lo que habla el
conveniente tener e n . cuenta que en las
enfermo, para lo cual debe hacer énfasis en
obstrucciones altas, durante un tiempo pue
la consistencia líquida y en el número de de
de haber eliminación de los gases y heces que
posiciones, aunque este segundo elemento
estaban ocupando el segmento infraestenóti-
sea menos importante. Como una causa va
co (2). En las obstrucciones bajas la reten
liosa para que se produzca dianea es el tran
ción es precoz (2).
sito intestinal acelerado, es natural que la
15.— Relación con los decúbitos: absorción de líquidos sea pobre, por lo cual
Muchos dolores intestinales pueden la deposición debe ser siempre líquida-y ade
calmar con el decúbito dorsal o ventral. más de peso, más alto que el diario (4, 16).
El simple aum ento del número de deposicio
16.— Relación con los medicamentos: nes no es suficiente, pues muchas personas
Típicamente el cólico intestinal se ali
evacúan su intestino más de una vez al día,
via con los antiespasmódims- pero, según simplemente porque en la primera ocasión
ya hemos dicho en otra parte, no hay que no expulsaron todo el contenido intestinal.
administrarlos mientras no se tenga una idea
clara sobre su causa. 2 .- Como la consistencia es líquida, lo pri
mero que cambia, por tanto, es su forma. En
17.— Evolución y estado actual: dependen consecuencia, el aum ento del número de de
mucho de la causa. Llamamos la atención posiciones, pero, con heces bien formadas,
sobre el hecho de que en las.obstrucciones y
no es diarrea.
perforaciones a una fase de dolor cólico pue
de seguir una de dolor continuo. '^N'En-el síndrnmp disentérico, que lo es
tudiaremos más tarde, las evacuaciones pue
DIARREA.— Se habla de diarrea cuando den contener simplemente sangre.-mocoso
la deposición es de substancias líquidas que baba, y hasta restos de mucosa-recial, lo cual
han circulado muy rápido por el intestino. no faculta para denominar diarrea. Los indi
Aunque se trata de un signo propia viduos que sufren de estreñimiento crónico,
mente dicho, sin embargo, debe hacerse so después de la evacuación intestinal pueden
bre ella una anamnesis muy prolija, puesto quedar con deposiciones líquidas, pero que
que no pocas veces aporta con datos valiosos contienen al mismo tiempo escíbalos; ésto
para el diagnóstico. Aparte de la anamnesis tampoco es diarrea; se debe simplemente a
aplicable a cualquier síntoma, es necesario la irritación mucosa por las heces muy secas.
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"
CUADRO N o. 77-1
ANAMNESIS DE LA DIARREA
Qué preguntar Cómo preguntar
1 - Efectivamente es diarrea? l.-r- Cómo es la deposición?. Cómo
- son las orinas mayores? . Cómo
es el campo grande?
1.1: Consistencia 1.1: Es muy líquida?
1.2: Número 1.2: Cuántas veces al día hizo la
deposición?
3.— La mayoría de veces las heces son bien El estreñimiento de .presentación b rus- £
formadas, duras, pero a veces pétreas y de ^ (s u sp e n sió n de la eliminación de gases y
color obscuro, mas hay que tener en cuenta heces) debe ponemos siempre sobre la pista
que en algunos casos de estreñimiento cró de una oclusión intestinal como hemos dicho
nico, la irritación de la mucosa produce hi- antes. Hoy sólo añadiremos que mientras
persecreción que puede dar origen a deposi más baja es la obstrucción intestinal, más
ciones -líquidas. precpz^.s J a .
En estos casos sólo el examen coproló de.gases. No debemos olvidar tampoco que
gico que demuestra sobredigestión, según en los casos de ílm ^ataJítico, la falta de m o /f
veremos más tarde, confirma el diagnóstico. tilid ad—intestinal _ deiermin a—la—suspensión
La anamnesis general también aporta brusi»li_<Lla_eliniij^
con datos de interés, así: en los estreñimien Los sfntomas que más frecuentemente
tos crónicos, la_.ffic.ha.Jlfi -Comienzo-piiMe acompañan al estreñimiento son: sensación
remontarse a la infancia .como en el ni£ga(jf de..plenitud intestinal y rectal; camhios de
rnlnn rnppp.njtn Hft Hirsrhpnmfl (6,' 11); O caráater: dolor intestinal.
desde la juventud, en que por no responder
Los laxantes, purgantes y lavados in
oportunamente al reflejo defecatorio se em
testinales facilitan la expulsión fecal, pero
bota, lo cual produce un trastorno en el
no curan la causa, dando lugar a la repetición
hábito defecatorio (17); m enor fecha de co
del cuadro y facilitando la formación de
mienzo pueden tener los casos de reposo
hábitos para la administración de estos
prolongado en cama, cambios dietéticos
productos, sin los cuales muchas personas
con disminución de los alimentos que dejan
no pueden realmente aliviar su intestino.
residuos estimulantes, suspensión de los
laxantes en los habituados a ellos; afecciones Por todo lo dicho es necesario tener
orgánicas del intestino grueso, recto o ano en cuenta que, para llegar a formarse una
que producen obstrucción crónica; el cáncer idea clara sobre la causa, es necesario reali
de intestino; y muchos otros más. zar un examen completo del paciente.
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METEORISMO.— Al hablar de los abomba
mientos abdominales ya nos referimos a él
con considerable extensión. Hoy sólo aña
diremos, que la técnica de su anamnesis no
ofrece mayor dificultad y que es suficiente
con la aplicable a cualquier síntoma.
Sin embargo, como frecuentemente el
paciente consulta porque tiene “exceso de
gases” , que le producen abombamiento ab
dominal y expulsión exagerada de ellos por
boca y ano, es conveniente añadir una pre
gunta sobre los alimentos que ingiere, puesto
que muchos, por contener gases o facilitar
los procesos de fermentación, son producto
res de meteorismo gástrico e intestinal respec-
en lasjcirr^s.,Jii_.ab.sjDi.cÍQiule_gase5_e¿íá^li-
' fi cuitada, j o cual abo_mba .el„abdomeji. Es
Fig. 77-2 Diferentes direcciones del apéndice
to dió origen a que los semiólogos antiguos
dijeran a propósito de esta enfermedad que <
“ detrás de los vientos vienen las lluvias” Como en todos los casos, nos referire-^
dando a entender que al meteorismo sigue L mos a los síntomas, signos y exámenes com-^
ascitis tan .frecuente en estos casos. plementarios. "
ANAMNESIS.- Los síntomas más importan-^
APENDICE VERM ICULAR.- Su semiotec- tes y frecuentes encontrados en la apendici-^
nia está ligada fundamentalmente a su pato tis aguda son: dolor, anorexia, náusea y vó-j
logía más frecuente que es la apendicitis mito, estreñimiento o diarrea y fiebre. "
aguda, causa de la mayoría de todas las in
tervenciones quirúrgicas abdominales en las La técnica de su anamnesis no ofrece^
ninguna dificultad y está regida por las nor-^
personas cuya edad.varía entre 5 y 40 años,
y es culpable de un gran número del llamado mas de la anamnesis general que hemos ve-¿
nido aplicando, tanto para el dolor cuan
abdomen agudo. Su diagnóstico, la mayoría
to para los otros síntomas; además, prácti-í
de las veces sencillo, suele ser en ocasiones
camente todos los síntomas constituyen e l|
complejo, debido a que puede presentar una
grupo que acompaña al dolor y su historia
sintomatología engañosa relacionada sobre
se remonta a la fecha de comienzo de él,"
todo con su tamaño y dirección variables,
que casi siempre es de pocas horas atrás^
Fig. 77-2, a pesar de que su punto de implan
(12—48). En consecuencia pasamos directa-1
tación en el ciego siempre sea el mismo; tam
mente a hacer algunas consideraciones im
bién varía mucho su forma de presentación,
portantes sobre el dolor. í
evolución y cortejo de síntomas acompañan
tes. Todo esto hace que desde ahora, el CONSIDERACIONES SOBRE EL DOLORI
estudiante asuma un profundo sentido de res APENDICULAR. - |
ponsabilidad para el dominio del examen 1.—y 2.— El dolor de la apendicitis aguda,
médico del paciente con apendicitis aguda. la mayoría de veces tiene una fecha real -y-i
i
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aparente de comienzo de muy poca duración,
puesto que su evolución aguda obliga a que el
enfermo busque al médico rápidamente.
3 — Su intensidad es variable, desde aque
llos vagamente perceptibles hasta los suma-
■mente violentos, pero en general son de in
tensidad mediana, que llevan a buscar rápida
mente alivio sintomático.
4.— No tiene una causa aparente reconoci
da como típica, y de hecho muchos casos
son denunciados por el paciente como que se
inició sin culpa alguna.
5 — El sitio del dolor, Fig. 77-3, suele ser
del más vivo interés. Contrariamente a lo
que podría esperarse, el mayor número de ve
ces se inicia provocando una epigastralgia
(10) o una rnesogastralgia alta (A), que
posteriormente emigra hacia j a fosa ilíaca
derecha (B), en la cual, en otros casos, puede
aparecer desde el principio. En todo caso, el
^ sitio clásico suele ser la fosa ilíaca derecha.
í
6 .- Con suma frecuencia se irradia hacia el
" lado derecho de los genitales externos, la cara
interna del muslo del mismo lado y el periné
(C). Pero cuando es larga y se dirige trans
versalmente puede irradiarse al hipogastrio
(D), si tiene una dirección ascendente, puede
ir hacia la región subcostal derecha (E), y si
es retrocecal, el dolor puede dirigirse hacia la
Fig. 77-3 Sitio del dolor apendicular en su eta
región lumbar derecha. Todo esto puede dar
pa inicial y en su etapa posterior. Zo
lugar a confusiones con afecciones vesicales, nas de irradiación más frecuentes.
más si se acompaña de disuria; con patología
vesicular (colecistitis); o con trastornos rena de ardor. Engañosamente, luego de unas ho
les (pielonefritis) respectivamente. Rara vez, ras de evolución, el enfermo suele acusar ali
cuando el apéndice asienta en el lado izquier vio, pero esto, puede significar perforación
do, el dolor puede asentar en la fosa ilíaca de la viscera (18).
o flanco izquierdos. 8.— Los síntomas acompañantes juegan un
7.— El dolor suele ser continuo con exa papel importante en el diagnóstico. En efec-/
cerbaciones, aunque inicialmente, pero por to, la anorexia. la náusea v el vómito, en es-'
’ un.período corto, puede ser de tipo retorti te orden, suelen acompañar casi siempre y
jón. Algunas ocasiones los pacientes lo des presentarse luego del dolor. El vómito no es
criben como una sensación de presión y otras constante, pero de...presentarse.no-alivia .el
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— 514 —
dolor. El „estreñimiento y la disminución de médico, el paciente se encontrará en un esta
la expulsión de gases es lo más frecuente, do que depende de la evolución anatomopa-
pero la diarrea también puede presentarse tológica del proceso. Pero en todo caso, des
ocasionalmente (10). La fiebre, de intensi de el primer instante el médico debe ponerse
dad variable, se presenta casi siempre, pero sobre la pista, para evitar el m uy grave error
debe tenerse en cuenta que, en relación al de menospreciar el cuadro y dejarlo que
dolor, su hora de presentación es posterior y evolucione hacia la perforación y la forrria-
no debe esperarse que ella aparezca para con N^ción de un plastrón que traduce la existencia
firmar la apendicitis. Al tom ar simultánea de una peritonitis lo c a liz a d a o la invasión
mente la temperatura bucal y rectal o axilar infecciosa a toda la cavidad, dando lugar a
y rectal, se encontrará en un buen número de la.form ación de una peritonitis generaliza
veces una disociación en benefìcio de la rec da. «
tal, en la que es más alta.
EXAMEN FISICO: En el examen regional del
Queremos recalcar que el orden más
abdomen nos hemos referido prácticamente
frecuente de presentación de los síntomas
a cómo examinar y encontrar todos los sig
^ es: dolor, anorexia, náusea y vómito, fiebre.
nos de la apendicitis aguda. Ahora sólo
Suele -haber hiperpirexia en los casos los reunimos para verlos en conjunto, y son:
de perforación con peritonitis localizada o Hiperestesia cutánea, especialmente si hay
generalizada. plastrón, en cuyo c.aso puede haber también
9 a la 14.— No tiene ninguna relación con un abombamiento de la fosa ilíaca derecha.
los alimentos, ni horario, ni periodicidad, y E untos^anendiculams dolorosos, especial
el vómito no lo calma. Las deposiciones no m ente el_Mg^JB.u.mev. S.igao-áe-Hlnmberg^
10 modifican. ppsitivo, si ya hay irritación - peritoneal.
HipeitOBÍa-o resistencia .de los mmculos-de-
15.— Relación con los decúbitos: La ma rcp.h.os. • Ta.dto-xecíaJ. con signo
yoría de veces el paciente se ve obligado a de-J)o u g lasT positivo. .Maniobras del, psoas
encamarse y alguna vez puede tom ar una dolorosas. R.iiidn.<i4i idr na éreos-d k mini iid ns,
^ actitud antiálgica flexionando la pierna dere pero si hav diarrea pueden estar qnrnentado^-
cha sobre la pelvis. S i' va hay -plastrón se lo puede palpar en lá
16.— Los analgésicos y antiespasmódicos fosa ilíaca derecha. El pulsoj-adiaLacelerado,.
pueden aliviarlo, lo que, una vez más debe puede volverse, filiforme y másjcápLdo cuan
ser recordado, para no cometer el error de do ya se pjerfoia.e.1 apéniücg.
administrar dichos medicamentos sin antes EXAMENES COMPLEMENTARIOS: El más im
haberse formado una idea correcta sobre la portante es el recuento leucocitário que sue-
situación. ■■le estar aumentado, con aumento ..de los po-
1 7 .- T.a apendicitis -gguda evoluciona en un limorfonucleares y con desviación hacia la iz- 1
lapso de 48 horas, a veces antes, bacia la per- , quierda. Los demás datos de la sangre, orina ,
foración, momento en el que; puede aliviarse y heces tienen un valor secundario para el
el dolor provocando confusión en el enfer diagnóstico. 1
mo y el médico. Claro que otras veces, al~ Radiografías.— Normalmente, el apéndice^
perforarse, el dolor puede hacerse más in sólo es visible cuando se la contrasta Fig. j
tenso. 77-4, pero ante la sospecha de apendicitis
18.— Al momento del encuentro con el aguda, sólo debe acudirse a la radiografía
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* la sombra, del psoas,-aparecer.signos de íleo 7.— G reenberger, N., and G ryboski, J.D .: Aller
gic disorders o f th e intestine and eosinophi
paralítico, etc., Fig. 77-5. lic gastroenteritis. I n Sleisenger, M.H., and
& F o rd tran , J.S .: (eds): G astrointestinal di
sease. Philadelphia, W.B. Saunders Coxupu
ny, p.p . 1066—1082, 1073.
7.— H arvey, A., R .J., Owens, A.H. Jr., Ross,
& BIBLIOGRAFÍA R .S.: T ratado de M edicina In tern a. Inters-
m exicana, M éxico, 19a. ed., Cap. 71 p.p.
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3.— Chauddhary, N .A ., and T ruelove, S.C.: Hu*
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Colitis and patients w ith th e irritable colon phie des colons. Jahrb. K inderh, 27: 1,1888
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an d hyperactivity. L ancet, 2: 900—903,
1972. 13.— Iverson, F., Dow nie, R .H ., Paul, C., and
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Drum m ey, G.D., Benson, J.A ., Jr., and Jo
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26 4 : 85, 1961. 24: 545—554. 1973.
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—516 —
14.— M athé, G., R ichet, G.: Sem iología m édica y ^TENESMO: Es el-deseo frecuente e inútil
propedéutica clinica, p.p. 4 27. E d ito rial ^ d e defecar, se presenta en accesos que ter-
JIM S. Barcelona, p.p. 427, 1969.
minan muchas veces sin expulsión ninguna o
15.— Matseshe, J.W., Phillips, S.F.: D iarrea C ró
nica: E nfoque práctico. Clin. Med. N o rt.
insignificante; puede-estar precedido o no,de
Am. p.p. 145—1 5 9 ,1 /1 9 7 8 . un dolor Retortijón que se extiende desde la
16.— Phillips, S.F.: Diarrhea: A current review fosa ilíaca izquierda hacia abajo.
o f the pathophisiology. G astroenterology,
63: 495, 1972.
PUJO: Es la sensación de contracción per?
manente o interm itente, pero dolorosa del
17.— Robbins, S.L.: Patología E stru ctu ral y
Funcional., Interam ericana, M éxico, p .p . 921, ano; el dolor puede irradiarse a todo el peri-
1975. ne.' 1
18.— Sleisenger, M.H.: A pendicitis Aguda. En
Ninguno de los dos ofrece dificultad <
Cécil—Loeb.: T ratado de M edicina In tern a.
Interam ericana, México. 14a. ed., cap. 653., para la anamnesis, puesto que con la aplica- ,
p.p. 1517. 1977. ble a cualquier síntoma es suficiente.
19.— Snape, W .J., Carlson, G.M., M atarazzo, S.A.,
El cjom promiso „anfírectal de las afec
et a l: Evidence th a t abnorm al m yoelectri-
cal activity produces colonic m o to r dysfunc ciones, colónicas o entéricas es frecuente, por 1
tio n in th e irritable boweU syndrom e. Gas lo cual estos síntomas pueden ser simplemen- <
troenterology, 72: 383 — 387, 1977.
te una manifestación más del cuadro de fon
20.— Strum , E.B., and Spiro, H.M. Chronic pan do; por ejemplo: de laa-.áisenterías_anighia-
creatitis Ann. Intern. Med., 74: 264, 1971.
nas, causadas por la ameJiaJústolítica en su <
21.— W atson, D.W., S orIemars, W.A., Jr.: In te sti
no delgado: F unción M otora norm al. En
estado de trofozoito.; de la«dis4i ^ r i a Í 3.asilar,
Sodem an, W.A. Jr., Sodcm an, W.A.: Fisio causada por salmonellas, shigclas o escheri-
patologia clínica, Interam ericana, M éxico. cha coli; de ,1a rectocolitis hemorrágica, etc. *
5a. ed.. Cap. 26, p.p. 703, 1978.
Pero otras ocasiones, el tenesmo y pujo pue- ¿
22.— W einstein, L., and W einstein, A .J.: T?^e den corresponder a afecciones localizadas en
Pathophysiology and patho an atom y o f reac
tions to antim icrobial agents. Adv. In tern . eLrecto; de tipo tumoral (5, 10), como p o r '
Med., 19: 109—134, 1974. ejemplo: eL_cáncer_del_recto, los pólipos, (
los fecalomas, los tumores linfáticos. A ve
ces son los órganos vecinos los causantes
del tenesmo, como las pelviperitonitis. anexi- (
tis, tumores vecinos que invaden al recto. ,
C A P IT U L O 78
Un conjunto común de síntomas que (
suele acompañar al tenesmo y pujo, son las
SIG M A R E C T O Y- A N O evacuaciones anormales compuestas .por mo-
co, sangre y baba, predoiriiriaíndo uno u otro |
Tanto porque muchas veces estos tres según la naturaleza. Algunas veces acom- 1
segmentos del tubo digestivo reaccionan al pañan a . las heces. fecales, pero otras, no,
unísono frente a una patología determinada, siendo ellos los únicos componentes de la f
cuanto porque diversos procedimientos seme evacuación. De ahí la necesidad de pregun- 4
jantes de diagnóstico se utilizan para exami tar siempre las características de las heces.
narlos, es que los estudiamos al mismo tiem Este grupo de.síntomas compuesto de tenes-«
po. Consideraremos en esta ocasión al mo, pujo, moco, sangre y baba en la deposi- i
tenesmo, pujo, dolor anorectal, prurito anal '^ción constituyen eksíndrom edisentérico tan |
y melenas-hemorragias digestivas. característico (7); en los casos de naturaleza
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infecciosa se suma la fiebre.
dolor anorectal.- La técnica de su
anamnesis es la misma que la de cualquier
dolor, razón por la cual no repetiremos.
Hoy nos limitaremos a hacer algunas con
sideraciones sobre los aspectos más sobresa
lientes de este síntoma:
El sitio donde nace puede ser,s.uperfi-
cial_o_pmfundo. El primero es propio de las ¡^ ,
hemorroides externas y físnras_anales; el. se
gundo se observa en los abscesos-anorectales
o procesos supurados de la pelvis. Fig. 78-1 Irradiaciones del dolor ano rectal.
por análisis químicos u otros de laboratorio. teriores que deben realizarse inmediatamen
En estos casos hablamos de .hemorragia te. Con este objeto hemos preparado el
oculta-que produce a su vez sangre oculta en cuadro No. 78-1, que nos permite recoger
las heces. una buena cantidad de información, aparte
Cuando el enfermo se queja de melenas naturalmente de la anamnesis de cualquier
y no es posible constatar por uno mismo la síntoma.
veracidad del dato, se pasa a depender exclu CONSIDERACIONES AL CUADRO No.
sivamente de la anamnesis, razón por la cual, 78-1: 1.— Ya hemos dicho que las mele
ésta debe ser lo más prolija con el objeto de nas pueden ser negras o rojas (Enterorragias)
establecer no solamente la realidad, sino tam dependiendo de la altura a la que se encuen
bién otras características muy útiles para las tra el sitio de la hemorragia. Sin embargo, al
conductas diagnósticas y terapéuticas pos guna ocasión, a pesar de que el sangrado
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fuera alto, si el tránsito intestinal es muy dios, que los expondremos más tarde cuando
^ rá p id o la deposición puede ser de color hablemos de “ como actuar frente a un
^ r o jo . ' Pero la confusión más frecuente sangrado digestivo” .
A suele darse cuando el paciente se queja de
Las características de las melenas nos
™ haber hecho las deposiciones “obscuras”, y
pueden ayudar a sospechar la altura de la he
^ el estudiante las califica automáticamente de
morragia: ya hemos dicho que cuando son
í* melenas. Son muchas las-causas que pueden
negras-es porque proceden del tracto diges
dar deposiciones de color negro. co m o ^.
tivo alto. Cuando se originan en el intes
^ cu a n d o el paciente ha estado i ngiriendo
tino y si tienen tiempo suficiente, debido a
^ m e d icamentos con.hierro, bismuto o .carbón; los movimientos de mezcla del delgado, pero
o cuando se ha alimentado con sangre de
también de los de propulsión en él y en el
^ a nimales. conchas o moras, uvas, vinos tintos, colon alto, la sangre puede estar íntimam ente
^ e tc . Pero en ningún_caso_son_p.egajasas2_ni
mezclada con las heces, no así cuando pro
atieíi®lholox_nauseabjLindo. Cuando la duda cede del sigma, recto o ano. En efecto,
es razonable, la única forma de salir de ella cuando es el recto el causante, la sangre sue
^ e s tomando una muestra de la siguiente le cubrir a la deposición o entremezclarse con
^deposición y mandándole a examinar. No ella por segmentos; en cambio cuando es el
olvidarse que el examen del dedo de guante ano, la sangre puede expulsarse indepen
"luego del tacto rectal puede ayudar al exa dientemente de la deposición o precederla
minen tanto directo como de laboratorio. inmediatamente. En estos últimos casos el
examen físico, descrito en otra parte, facili
^ 2.— • Sobre el volumen debe tom arse en
ta inmediatam ente el diagnóstico.
^ cuenta que el paciente tiene tendencia a
».exagerar su cantidad y, por tanto, la anam
nesis tiene sólo un valor relativo. Para que De los datos extraídos por la anamne
} la .deposición tome unx.oloxiie,ar_o_bastan de sis aplicable a cualquier síntoma podemos
| S d a 100 cc.jde..hemorragia, (4) cuando es obtener valiosas conclusiones para el diag
de color rojo puede ser más fácilmente men- nóstico de la etiología de la enfermedad que
^ surable, pero si está mezclada con heces lí- causa la hemorragia, pero no siendo esa la
) quidas su apreciación es subjetiva. Por otra intención de este texto sino más bien de los
. parte, es un dato de gran valor práctico, pues- de clínica, sólo nos limitaremos a comentar
™to que si es muy abundante puede compro- algunos detalles importantes sobre los sínto
) meter la vida del paciente. Además debe to- mas acompañantes; así: las hemorragias-de
pequeño volumen pueden no causar ninguna
) marse en cuenta que la presencia de melenas
mQlestj.a., siendo el paciente el primero en
k no nos indica ni que la hemorragia sigue to-
sorprenderse por la observación de las depo
*davía ni que ya se ha detenido, sólo nos
siciones con sangre o de las hematemesis
) indica que en el tracto digestivo se pro-
que pueden estar juntas; pero un buen nú
| dujo una hemorragia. De hecho, algunas ve mero de veces-se-,acompañan-de-.palidez de .
ces sucede que a pesar de que el paciente piel y mucosas, .astenia, angustia,..algunaj¿ez \ /
^ sigue haciendo melenas, sin embargo, la he- lipotimiasr taquicardia, hipótensióruaiíerial,
^morragia ya se ha detenido. y enJas_m.uy_violentas^signos-de-shGck-fei-
) Por todo lo que antecede podremos povolémico-y-muer-te. En los casos de san
comprender que el diagnóstico del volumen grado crónico microscópico con sangre ocul
tenemos que hacerlo acudiendo a otros me ta en las heces, el único signo puede ser la
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palidez notable de piel y mucosas ÍSobre el les, en esta emergencia, dependen básicamen
.síndrome anémico agudo y crónico, véase el te del volumen de sangre perdido. Lastimo
capítulo dedicado a la sangre). Todavía más, samente, como ya hemos dicho antes, la
algunas veces esta sintomatología aguda pue medición de los volúmenes de la hemate-
de adelantarse a la presentación de las he- mesis y melenas no nos dan una buena idea
matemesis y melenas, simplemente porque de la cantidad de sangre extravasada, enton
la sangre ha permanecido más tiempo en el ces tenemos que recurrir a algunos procedi
interior del tracto digestivo, en cuyo caso el mientos indirectos como:
diagnóstico de hemorragia digestiva se con 1.1: Control seriado de la presión arterial
funde con el de la hemorragia interna que es y el pulso. ( 1 1 ) con la frecuencia que sea ne
estudiado en otra parte. Por fin, téngase cesaria de acuerdo con el estado del paciente,
presente que a estos síntomas se añaden los y mientras éste se encuentre en decúbito dor-
de la enfermedad de fondo con los que no
debe confundirse. s.eJia_per'didoJiasta_unJ20_por_liD0_delj¿Qlu-
COMO ACTUAR FRENTE A UN SANGRA m e n , circulante, ^cuando .juna^persona,_antes
DO DIGESTIVO nonnotensa,-dem uestra_ahora una pensión
Con mucha frecuencia el estudiante arterial, in£erioi_a 1 0 0 , y un pulso-superior ^
no sabe que hacer cuando se encuentra con a_L0Q_por_minuío; en estas condiciones, la
un caso de hemorragia digestiva, y se limita hipotensión postural, haciéndole sentar al í
a tom ar medidas superficiales que ni son paciente, por ejemplo, demuestra caídas^
útiles para el diagnóstico ni par?, el trata tensionales superiores a. 10 mm de Hg. §i
miento, dejando escapar así valio.-or iui¿m- el piilso._§e, acelera ^iLniás. jieJlO Ja íid o s^ o r ®
tos que alguna vez pueden ser vitaies. Nues minuto, ..también _nosJndica,.que_el volunten |
tra intención no es exponer las conductas perdido,bordea por.Jo.m enosJos.l .OOO^c.c. *
terapéuticas, puesto que eso corresponde a (6). En un control seriado de estos pará
otros libros, pero sí las diagnósticas que metros, si la hemorragia continúa suele en- 4
mil veces em ite el principiante. contrarse curvas como las de la Fig. 7 8 -3 ,^
en la que se observa que mientras la del
En la etapa diagnóstica nosotros cree
mos que es fundamental proceder a estable x>ulso_s.ub.e^Ja_de laT .A ..b aia. Claro que n o "
siempre estos datos se comportan así, pues^
cer tres hechos, en forma simultánea o
al ponerse rápidamente en acción los m eca-j
sucesiva, indispensables para el buen cuida
nismos compensadores, como el de la renina-
do del enfermo, a saber: L —-Diagnóstico
angiotensina-aldosterona, el de la horm ona^
del estado .g eneral y del volumen .perdido;
antidiurética, la esplenocontracción, etc.,^
2.— Diagnóstico de la altura de la hemorra
pueden modificarse, pero en todo caso son s
gia; y 3 . - DiagnósticoudeJa_causa^(Etiolo-
de gran ayuda y de fácil realización. Ij
gía). El cuadro No. 78-2, nos resume lo que
debemos hacer frente a un sangrado digesti 1.2: El control seriado de la P.V.C. ( 1 ,2 ,9),%
vo. es indispensable para formarse una idea clara^
sobre las necesidades de líquidos. Si está "*
CONSIDERACIONES AL CUADRO No. muy baja, el aporte debe aumentar. Obvia-t
78-2: 1.— Diagnóstico del estado gene mente que ésto demanda el uso adecuado^
ral y del volumen perdido: Lo que primero de la técnica y del material; pero cuandc
debe hacerse naturalmente es establecer las por cualquier razón no es posible hacerlo,]
condiciones generales del enfermo, las cua lo menos que debe efectuarse es la canali-l
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(*) Se supone que la anamnesis y el examen físico completos deben hacerse, pero
t respetando las condiciones del paciente.
I
| zación de una buena vena que, aunque ya también continúa; pero al ppnerse en marcha
k no la usará para medición de la P.V.C., será los mecanismos compensadores, estos datos
" indispensable en cambio para las medidas pueden resultamos equívocos. Sin embargo,
&terapéuticas. si en un paciente previamente normal, se
encuentra una hemoglobina inferior a 1 1
| l . 3 : Control seriado, cada hora o cada 4
gramos por 100 mi. y un nitrógeno ureico
I horas por ejemplo, del hematocrito, hemo
en sangre superior a 40 mg. por 100 mi., se
globina y nitrógeno ureico (6 ,1 1 ): Como
puede aceptar que el volúmen de la pérdida
fcpuede esperarse, los dos primeros bajarán de
es superior a un litro (6). También ayuda
j[sus cifras normales tanto más cuanto más
el recuento de glóbulos rojos que estará bajo.
abundante sea la hemorragia, y continuarán
progresivamente bajando si la hemorragia 1.4: La tipificación del grupo sanguíneo es
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VAKICfc'S E50FA&ICAS WERMIA Kig. 78-2 Causas frecuentes de sangrado di-
•TAWVESOWelCA ■^i, , , gestivo. ^
Hernia del hiato
Í
Ulcus TeurrRANTE indispensable para la administración de la^
DtL ESTOMAGO
sangre con fines terapéuticos inmediatos, t
1.5: La colocación.d.e.juna. sonda nasogástri-l
ca es indispensable para, extraer J a sangre que^
IíLCIK KJOÍENAL pudiera haber en el estómago, medir su vo-,
50 *¿ BETCbAS U.S VttWÜ lumen y controlar si continúa el sangrado."
■RRA6IRS\_ftkSTRICA5
1/A51VAS Claro que el no encontrar sangre no in d ic^
necesariamente que la hemorragia se haya^
detenido, pues ésta puede estar originada
más abajo. También sirve para realizar lava^
dos gástricos con agua helada. |
1.6: Una idea más precisa sobre el volumei^
perdido y el circulante nos daría el estudio
con Cromo radioactivo, pero este es un p ro í
cedimiento no accesible a nuestros medio$|
comunes de laboratorio.
2.— Diagnóstico de la altura: Claro que
cuando es posible realizar la historia clínica^
esta ya nos puede orientar sobre la altur^
del sangrado, pero de todas maneras es nece
sario acudir a algunos procedimientos que
pueden ayudamos, como son:
im
H'
120
N%
105
COLITIS
HCMORR.AC.ICA
TCR RADIACIONES 90
/
^PROCTITIS 75 /
UEMORRACIC ^
?0R RADIACIONES
60
70 60 90 lO O x w i'4
.HEMORROIDES Fig. 78-3 Curvas de la T.A. y el pulso quee ss*i
cruzan en un sangrado digestiv^
*4 MELENA severo.
i
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g*La endoscopia, la radiología con bario, la realizarse a la cabecera del enfermo y como
arteriografía y la centellografía con eritroci- no es una técnica invasorapuede repetirse. La
& tos marcados con 99m Te. o con coloide de
gran desventaja es que, por lo menos en las
^ azufre y 99m Te.
unidades operativas de nuestro Ministerio
^ 2.1: La endoscopia del tubo digestivo, espe- de Salud, aun no puede utilizarse por falta
_ cialmente del segmento esofagogastroduode-
de los respectivos medios.
^ nal puede hacerse incluso en el momento
^ mismo del sangrado. Cuando el paciente ya
a ha dejado de sangrar su utilidad sigue siendo 3.— Diagnóstico etiológico: Rebasa las
buena aunque mejora sensiblemente si se aso- intenciones de este texto, por lo que nos
^ cia con un estudio radiológico con contraste remitimos a los libros de clínica. Como
p baritado, especialmente para la zona del fon ilustración ver la Fig. 78-2.
do gástrico que es de difícil valoración por la
5 endoscopia. ( 12)
6 EXAMENES COMPLEMENTARIOS
w 2.2: La radiología con bario no es recomen-
& dable en el momento de un sangrado severo, PARA INTESTINO,
^ pero sigue siendo útil para el momento en
RECTO Y ANO.
que el paciente ya se ha estabilizado y ha de-
& jado de sangrar, especialmente si se comple- Nos referiremos a los más importantes:
m enta con el estudio endoscópico. Para los coprológica,-^adÍQlógicD>_ejQdOiLCQpiCQ_y.Ja
sangrados de colon sigue siendo un procedi- biíipsia.
” miento aconsejable. EXAMEN COPROLOGICO.- El exam en com ún
de las heces fecales requiere de simples m e
^ 2.3: La arteriografía celíaca o mesentérica,
didas para la tom a de la m uestra: no-debe
P según la clínica oriente hacia la altura del
estar^m ezclad a_ co n la ^ o rin a ^ y -d e b e -se r
| sangrado, es un procedimiento cada vez más recQgid^en_Juna_^caja..que_._pue.da_.cerrarse
aconsejado puesto que, con técnicas de infu herm éticam ente. El exam en en el labora
sión y de embolia, hasta puede resultar tera torio debe hacerse lo más p ro n to posible,
péutica. Sin embargo, hay que tener en cuen m ientras la m uestra aún se encuentra fresca.
ta que, para que de resultados positivos, re
Su intención es estudiar sus características
quiere de una velocidad m ínima de sangrado
m acro y microscópicas, quím icas y la pre
de 0,5 cc por minuto para demostrar que su
sencia de agentes patógenos com o parásitos
origen es arterial o capilar (13)
y bacterias no saprofitas. N ingún examen
2.4: La centellografía es el procedimiento del aparato digestivo puede prescindir del de
que ofrece más garantías de certeza del sitio las heces fecales. Aunque al hablar de la
del sangrado. Puede utilizarse glóbulos rojos diarrea y el estreñim iento ya m encionam os
marcados con 99m Te. o coloide de azufre y algunas características, sin em bargo, ahora
qqm Te. Cuando se utiliza este último los vamos a precisar algunos detalles más que
resultados falsos positivos son muy pocos y consideram os im portantes.
su sensibilidad permite descubrir hemorra 1.— Examen macroscópico.— Tanto para
gias de hasta 0,05 cc por m inuto (14), y éste como para el microscópico y el químico,
determinar si su origen es arterial, capilar o algunos autores recomiendan el uso de una
venoso. Tiene la ventaja de que puede comida especial (Dieta de Schm idt-Stras-
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524 -
burger), compuesta por 100 gramos de pro grano5_ejiteros, etc., son más a b u n d a n ^
teínas, 100 gramos de grasas y 200 g. de hi m n tra ria m e n te a lo que son cuando la ingés-®
dratos de carbono. Sin embargo, en la prác ta.es predominantemente cárnea. £
tica común y corriente no es indispensable, 1.5: pH.— Normalmente varía entre Ji^ L y ^
Se debe poner atención en: 2.1 se vuelviLásida-finJas dispepsias de fe rm p.n-
1.1: Forma y consistencia: Normalmente tación_cojm.Q-_enJas _diarreas .cecales, o más™
es._sólid.a y recuerda la forma de la luz in alcalina-Como_en las colitis.
testinal; si contiene algo más de líquidos pue
de adquirir la forma al pasar por el ano y ser 2 .— Examen microscópico.— Nos revela lo ^ j
acintada; obviamente en la diarrea es amor- efectos de la digestión sobre los alim entos^
la . En .el-estreñimiento^-pueden_aparecer y la presencia de elementos normales o pa™
los_fisCÍhalos, que son aglomeraciones redon-
tológicos existentes en el intestino. Así: $
.^deadasjdsJiex&s.j'nuy^ssxas. Cuando conlie-
nen_sangre_digerida o. grasaíLpuedeu-sex»pas 2.1: Hidratos, de carb o n o : Entre éstos es-^j
tosas, tán la celulosa y los almidones. La primera**
si procede de la corteza de los vegetales n o ^
-4.2: Catar.: El color normal puede modifi tiene importancia porque es normal; pero s í$
carse por muchas razones: la presencia, de demuestra celulosa digerible, como la de l a ^ j
.sangre, como ya hemos dicho, puede darle a
células de patata, significa que no tuvieron .
las heces un color negro _n_rojn según que la tiempo de digerirse en el colon por tránsito™
sangre proceda_deLtracto.digestfoQ^ltQjcÜ3a.- acelerado. El mismo significado tiene la£j
j a respectivamente. Pueden ser blan£as_Q-gri- presencia de los segundos, si su cantidad e s ^
sácaas, muy decoloradas {acolia), en las abundante. ™
^ictericias-ohstrurli.vas; algunas ocasiones la ,* 41
toma de an tiácidos o de sulfato de bario 2.2: Grasas: Entre e_stas debemos m encio™
para los exámenes del tubo digestivo tam nar a los ácidos grasos, jabones y g ra sa ^ í
bién pueden d ar_h ec&s.dgspigmeníadas. Pue- neutras. Los dos primeros indican un d é f i «
den s e i ^ & . :Jni1jL0 bSc.umSx IiJaS-dieíai 4 ue cit de bilis en el intestino, mientras que
contienen abundante carne; mientras que si las grasas neutras, que interesan sólo si soifi?
contienen.muchosJiidiato.s.de_caxh.onQríuilas) abundantes, se observan en la insuficienciqjjj
.granos, pueden ser amarillas; también lo son pancreática, en la que dan la esteatorrea. ^
2.3: Las-proteínas están representadas por
Antes de sacar conclusiones, jamás deberá las fibras musculares y el tejido conjuntivo®!
olvidarse de averiguar al paciente sobre los Las primeras interesan si están mal digerida^p
alimentos o medicamentos que hubiera to o formando grupos, lo cual indica déficit p a n ^ J
mado en los días anteriores. creático o un tránsito en el intestino delgadt^^
1.3: ELolor suigéneris normal puede variar muy acelerado. I .a-presencia de tejido con^B
apútrido.xuando-.aumenlan.losJenómenos-de untivo puede verse en las hipoclorhidria ^ J
putrefacción, mientras que se vuelve pene- por mala acción de la pepsina. ™
t r-ante^n Jas fermentaciones. 2.4: Moco.: También visible macroscópica*
1.4: Cantidad.— Ya nos hemos referido al m ente, es propio de los síndromes-disentéj
xicos.
respecto a propósito de las diarreas y estre
ñimientos. H oy sólo añadiremos que en las 2.5: Glóbulos^rojos: Truecan hemorragia
dietas con residuos por ingesta _dg_xexduias, digestiva.
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1 2.6: Leucocitos: Si son abundantes indican circula en el tiempo medio de 3 horas, pero
" infección intestinal. a las 6—8 horas ya debe haberse vaciado ín
tegramente en el ciego. Las asas del vevuno
^ 2.7: Flo¿aJ£&d¿£ila: Es normal, pero si es
| muy abundante—puexle-íraducir un tránsito ocupan la porción superior izquierda del
abdomen, mientras que eUlaón.lo hace en el
intestinal acelerado.
segmento inferior derecho. En conjunto sue
3.— Examen químico.— Con él se pueden len presentar el aspecto de “ pelos de-plumas” 6
" descubrir diversas substancias de interés, Fig. 78-4. EUleón-terminal desemb©Ga. en la
) así: cara-interna-riel ckgo dando una forma sin
gular de “pico de a.ve’’.
k 3.1: Sangre: sirve para descubrir la sangre
"oculta de la que hemos hablado en otra parte.
) Ahora sólo añadiremos, que, para que tenga
valor diagnóstico, se debe tomar alguna pre
caución como: «no_xomcx=iame_ims_días
^antes^.estar-seguro_de_que^m.hajLLsangrado
|e n la orofaringe ni en el ano.
|3 .2 : Pigmentos.biliares: Alguna ocasión es
necesario cuantificar la cantidad de esterco-
^bilina, como en las ictericias progresivas
^(Ca. de cabeza de páncreas), para confirmar
^la disminución también progresiva de estas
^substancias. Las4 ieces.43ueden^x)oiteiie£,en
^cambio bilis—taiaL.ciiaudQ—hay—a ruindante
k eliminación, por ejemplo, en las -ictericias Fig. 78-4 R adiografía del yeyuno—ileón
hemolíticas, si el hígado está sano.
^ Muchas otras substancias se puede hus
El intestino grueso puede estudiarse
mear con la intención dirigida a precisar algún
con placas simples de abdomen, en las cua
|trasto rn o m uy concreto (síndromes de mala
les los gases que contiene permiten su visuali-
absorción), pero ésto lo irá conociendo el es
zación, Fig. 78-5; o con sulfato de bario
tu d ia n te más tarde.
ingerido o administrado en forma de enema;
^ 4 .— Examen parasitario: Indispensable en Fig. 78-6; también se lo puede hacer con
^nuestro medio. Nosotros aquí simplemente doble contraste, es decir insuflando con aire
lo recordamos, pues los estudiantes lo verán la luz intestinal, a más del bario.
"c o n amplitud en la cátedra de Parasitología.
Cuando es ingerido y se realiza el es
|Y, tudio de todo el tránsito intestinal, se des
^ 5 .— Examen bacteriológico: (Coproculti- cubre que a las 6—8 horas, ha progresado has
^vo): útil para los cuadros de naturaleza in ta el ángulo hepático; entre las 10 —12 horas
fe c c io s a , la mayoría de las cuales producen ocupa todo el transverso y el ángulo espléni-
^diarrea. co; entre las 18 — 24 horas se la encuentra
^EXAMEN RADIOLOGICO.- El yeyuno-ileón es en el descendente, sigma y recto, Fig. 78-7.
^ estudiado por radioscopia y radiología, previa Cuando se administra el bario por enema,
la ingesta de comida baritada. Normalmente (colon con enema de bario), se debe estudiar
P l ie g o : 16
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- 526-
Fig. 78-8 Colón evacuado luego de un ene Fig. 78-9 A.— Rechazo del m arco colónico
m a de bario. y del asa term inal del ileón por
quiste gigante del ovario.
2.- SINDROME^ñBSmUi;^^
2.1: A veces antecedentes de iler
^mnk.o. ;
2.2: -JR.etención.de-gases^'-he ces; pre
coz en obstrucciones bajas. *
2.3: Vómitos precoces y frecuente^
en obstrucciones altas.
«
2.4: JD.plor.es.abdominales -deJtipa_có^
lico al comienzo, para volverse rápidamente
continuos.
2.5: J^aU eslado^ejiexal^pxecoz jz m
obstruccionen .altas. JDs^draJacióiL^Lpiied^j
Fig. 78-9B R echazo del colon derecho por
quiste de ovario del m ism o lado. habeohock.
C ortesía d el Prof. Dr. G erm án Abdo.
so si la obstrucción es baia. o segmentaridflS
sLfiS^ÜS.
2.7:■ Movimientos peristálticas v isib le ^
en la fase de lucha.
e
2.8:_.DolQr^abdomiaal„difuss a la pal®
pación, pero más intenso en el sitio de la obs^j
trucción y si hay compromiso peritoneal. ^
fP
2*9j_Signo_de»Blumberg,.pQsiliKD si ya
hay compromiso peritoneal. ™
2. IjOjJüm panism ojsu pr.ae.stenóJÍQO. til
2.1 l;.„A um entodelQ sjiiido5 in te s
les durante la fase de lucha. 0
2 A 2 i Silencio aM oniinaLen la .fas
distensión. J
Fig. 78-10 R ectosigm oideoscopia: ubicación
del endoscopio. 2.13: El tacto rectal puede señalar, s¡n
la obstrucción está a ese nivel, la masa paW
reos coincidiendo con el climax del dolor, pable. 0
y luego disminución de ambos. 2.14: Radiografía simple de abdomen áá
1.7: Rx. simple de abdomen Fig. 78-13. O
1.8: Radiografía contrastada del in 2.15: Radiografía contrastada señala e ^
testino sitio de la detención. ™
m
y
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€
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4
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Fig. 78-15 S índrom e disentérico por tum or. Fig. 78-17 T um or de colon. C olon con ene-^p
Colon con enema de bario, Ca. in-: ma de bario. Ca. del ciego.
filtrativo del recto .
Cortesía del Prof. Dr. G erm án A bdo C ortesía del ProfL Dr. G erm án A bdo. ^
C A P IT U L O 7 9
B IB L IO G R A F IA
H IG A D O V E S IC U L A Y
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r ... ■;■■■■
í.-s h
-••• * 'V .
BILIRRUBINA E ICTERICIA
Fisiología Fisiopatologia Clasificación
(4, 13,18,27) (1,2,10,12,28,34,45)
1 Destrucción de los 1.— Aumento del nú 1 Ictericia hemolíti-
hematíes en Hem y Glo- mero de hematíes des ca. Aumento de la bi
bina. Transformación truidos —Hemolisis. lirrubina no conjugada.
del Hem en biliverdina
y ésta en bilirrubina no
conjugada o indirecta.
2.— Transporte de la 2.— Falta de transpor 2.— En el recién naci
bilirrubina no conjugada te por hipoproteinemia do. Ictericia por sulfas.
unida a la albúmina plas o por competencia en la Aumento de la no con
mática, hacia el hepato- unión. jugada.
cito.
3.— Ruptura de la u- 3.— Mala captación 3.— Ictericia parenqui-
nión biliriubina/albúmi- por daño transitorio de matosa post hepatítica.
na y pinocitosis por las la membrana celular. Aumento de la no con
vellosidades del polo vas jugada.
cular del hepatocito.
4.— Introducción de la 4.— Mala conjugación 4.— Ictericia parcnqui-
bilirrubina en la célula, por déficit o por inilibi rratosa. Aumento de la
unión con la proteína do r; del sistema glucu- ;io conjugada. Enferme
“Y” y conjugación con rorúltransferasa. dades de Gilbert, Cri-
el ácido glucurónico. gler—Najjar, Lucey—
Driscoll, Gardner y A-
rías.
5.— Transporte activo 5.— Déficit del sistema 5.— Ictericia parénqui-
hacia el polo biliar y de transporte o de la matosa, pero con au
excreción por emiosito- emiositosis de la bilirru- mento de la conjugada
sis hacia el capilar biliar. na conjugada al capilar - o directa.
biliar. Dubin—Jhonson, Rotor.
6.— Flujo de la Bilirru 6 .- Colestasis intrahe- 6.— Ictericia obstruc
bina conjugada por los pática por obstrucción tiva intrahepática. Au
canales biliares intrahe- o destrucción de los ca mento de la conjugada
páticos hacia los extra- nalículos biliares intra- o directa.
hepáticos. hepáticos.
7.— Circulación extra- 7.— Obstrucción de los 7.— Ictericia obstructi
hepática y vaciamiento hepáticos, hepático co va extrahepática. Au
en el duodeno de la bi mún y colédoco a cual mento de la conjugada
lirrubina. quier nivel. o directa.
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palidez de. la piej y mumsas-propias-de-la acolia v coluriq: además la impregnación en x
anem ia, lo que puede producir una confusión l^=pieLde-los-pigment.os. .biliares puede dar &
inicial con la ictericia, puesto que la piel to origeiL_=a—p n n iís, y_la_hipem stinmiación
ma al mismo tiempo el color a m arillo de b -vagal a bradi.cardia, todo ésto junto al dolor
icimcia_y_el-pálidn, dando en conjunto la ya conocido. L as^etericias-Jiem díticas
pueden acompañarse d e-fkbre, t]emng1nhi-
de los semiólogos antiguos. En estos casos, nuria y todo el cortejo sintomático de la
en lugar de la coluria, suele haber hemoglo anemia (véase anemia).
binuria que le da a la orina un color hema- 7.— La evolución varía con la naturaleza
túrico. de la enfermedad: en la hepatitis viral aguda
4 .- En ocasiones la causa aparente es de- puede durar pocos días o pocas semanas y
tectable. como elxólicQ biliac que le precede luego desaparecer, pero si la enfermedad
el contacto con enfermos de._hepatitis.viral evoluciona a sus variedades crónica persis
tente o crónica activa, puede volver a apare
te¡_d£-la_ingesía de algún tóxico o VRnf.no cer semanas o meses más tarde (7 ,2 0 , 30, 43).
(diablillos); la ingesta_xrónica_ de alcohol; Hay que tener en cuenta que si la h e p a titis
pero otras ocasiones no es posihle. d e te rm i Yiial^guda_da™ Q rigerL^^Q ksta& is=in ii5 -
nar una causa; así sucede en el Ca. b iliar crj/ hepática, puede aparecer adem ás_r.n1iiria
de_xaheza_d£_páncre.as, en algunas cirrosis v En^las^obstrucciones^del-cfllédoux! por cál
en la misma b&paliíis. _y.iral-aguda cuyo pró culos, puede darse el fenómeno curioso que
dromos puede pasar desapercibido. si- se- reabre 4a4 u2^deLconducto«la «ictericia
disromxiyfí.,0 desaparece., t ambién lo hacen
5.— Los síntom as acompañantes son de 'vi
la acolia y la coluria, pero si vuelve a obs
vo interés aunque algunas ocasiones pueden
truirse, estos signos vuelven a presentarse
no presentarse. Así: En laJhspalitis^viial
(cálculo en válvula) Fig. 79-11. En todo
.aguda, aparte de lajasífliia,-anorexia,^náusea y
y vómito.. &
y doJnr.,,contigua en el hipocondrio derecho.
caso este comportamiento es típico de las rrosis hepática, litiasis del colédoco en que la
obstrucciones litiásicas, lo cual constituye causa puede continuar presente y la enfer
un importante carácter diferencial con las medad su evolución nociva a pesar de que
ob.siiuc£ip.n.eOuroQr.ales_d.elcDlédQco_o_deJa ya no haya ictericia.
cabeza ...del .páncreas,...en_-_queJa .ictericia_es EXAMENES COMPLEMENTARIOS PARA
progresivamente más in tensa (jclm cia-pro- LA VESICULA Y VIAS BILIARES: 1 So
ffresiva) (46), igual que la arnlia y la rnlnria. bre los exámenes de sangre, orina y heces ya
En las colangitis, casi siempre s p . r n n darías los hemos mencionado a propósito de las
a las obstrucciones deLcolédoco. laJcífirida colestasis y no volveremos a repetir. Sólo
también puede ser intermitente, igual que la añadiremos que en las colecistitis agudas sue
hepatalgia, náusea,. vómito,-astenia-y-fiehxe le haber leucocitosis- con desviación a la
que suelen acompañarles. En las ictericias izquierda.
JiemalílLOas, si _eLMgaÁü_eslá_sano., puede
2 - EXAMEN RADIOLOGICO.- 2 .1 : Las ra
desaparecer relativamente pronto, pero do lo
diografías simples de abdomen pueden de
hace si la hemolisis es continua o intermiten-
mostrar la existencia de cálculos con sufi
te_aJapsosjd.eJienipo_CQiíQS (48).
ciente calcio para volverse opacos; Fig. 79-12,
la vesícula coraliforme, Fig. 79-13, y el aire
8.— Relación con los medicamentos: E axl
en las vías biliares, Fig. 79-14.
_adjiÜo^o„e^síejjji_me.dicameiiío específico
parajcntarJaicterida; es la conducta terapéu
tica dirigida a curar la enfermedad de fondo
la que da resultados positivos; sin embargo,
ejiJoa.niño.s.rej:icjijiacido:^la,exposiciüD_aJñ
lu;/„solar_í)„ajQsj;ayj3SjjJt.niYj(üeJ^s_íL3a\da.a
jVíQjsiHr.JaJ.c.tsdcia^.cLrfidéxL-iiaddo, p.u-
lular si se agrava.
4 .9 : .Síndrojm e_de_.encefalQjpalía_bapáíica
si-.evoluciona.maL
4.10: Ulcus gastroduodenal ocasional.
4.11: Síndrome de mala absorción.
4.1 2iüiperglicem ia.
4.13: Asociación._con_cán.aei_p.dij'.¡.LÍyo._.ds
hígado.
4.14: Exámenes de'funcionamiento hepático:
Pueden ser todos positivos dependiendo de
la etiología.
4.15: Biopsia hepática característica.
5 - -HffiEMmsinLN-EÜBXkL: Supone la di
ficultad al vaciamiento de la sangre del siste
ma porta en la vena cava inferior, por obs
táculo supra, intra o prehepático.
5.1: EsplenomegaBa muy constante.
5.2: Redes venosasj5ub.cuíánsas.jab.domÍD.a-
les. Fig. 79-20.
5.3: Ascitis.
5.4: Hemorragias digestiva?: Hematemesis
y melenas.poxjQJ.p.tiira jl£_yári-Ce,s_eAojagica$.
5.5: Hemorroides.
5.6: .Síndrome de encefalopatía hepática
por derivaciones porto-cavas que soslayan el
hígado. Fig. 79-21.
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5.7: Facilidad para la septicem ia colibacilar.
5.8: Radiografia esofágica„CQD_^áric£S. Fig.
79-22.
5.9: Esofagoscopia confirma várices esofági
cas;
5.10: Estudio hemodinámico de la circula
ción portal.
5.10.1 : Esplenoportografía Fig. 79-23.
5.10.2: Medida de la presión intraesplénica.
Normal: 7—12 milímetros Hg. Aumenta so
bre 16 mm. Hg. en la hipertensión. Fig. 79-23 H ipertensión portal: E splenopor
tografía.
5.10.3: Presión de la porta por catéter a
través de la vena umbilical, es igual a presión
en una vena hepática.
7.9: V esícula, difícilm ente palpable por el 5.— Bloomer, J.R ., Berk, P.D., Howe, R .B ., and
Berlin, N.I.: In terp retatio n o f plasm a bili-
dplac. rrubin levels based on studies w ith radio
active bilirrubin. J.A.M .A., 218: 2 1 6 ,1 9 7 1
7.10: Re.ciiento„leucMtaiLQ^uin£jiíadxLi^m
desvia ción_haciala izquier.da. 6.— Bourke, E ., Milne, M.D., and S tokes, G.S.:
Mechanism of renal excretion o f urobilino
7.11: Rx. de la vesícula con o sin cálculos, gen. Brit. M ed. J., 2: 1510, 1965.
excluida o no. 7.— Boyer, J.L .: Chronic hepatitis — a perspccti- I
ve on clasification and determ inants of pro-
8 .- CtiLELIJXáSXS: nosis. G astroenterology, 70: 1161 — 1171,
1971.
8.1: Dolor característico descrito.
8.— B rody, D.H., Leichtex, L.: Pruebas de depu- *
8.2: Niusea-y.vómiío. ración de la función hepática. Clin. Med. <
N.A. 3 /1979 p.p. 619.
8.3: Eifiiixe. ocasional. Puede no haber.
9.— Cooksley, W .G.E.: A naphylaxis to brom sul- *
8.4: Ictericia, sólo si hay ohsíruccióiLjiel phalein. M ed. J. A ustr., 2: 257 — 258,
colé doco.xoii_acolia y coluria. 1971. <
10.— Crigler, J .F ., Jr. and Najjar, V.A.: Congeni- {
8.5: Signos abdominales subcostales dere tal fam ilial nonhem olytic jaundice w it Ker-
chos menos evidentes que en la colecistitis. nicterus. Pediatrics, 10: 1 6 9 ,1 9 5 2 . (
26.— K aplan, M.M.: Alkaline phosphatase. New 42.— S choenfield, L .J.: S ulfobrom ophthalein
Eng. J. Med., 286: 200, 1972. transport and m etabolism . G astroenterolo
gy, 48: 530, 1965.
27- Leevy, C.M., Sm ith, F., Longuerville, J., et
aL: Indocyanine green clearance as a te st for 43.— SummerskilL, W.H.J.: Chronic hepatitis —
hepatic function. Evaluación by dischroma- 1975. E ditorial. Amer. J. Dig., Dis., 20:
tic ear desitom etry. J.A.M .A., 200: 2 3 6 —: 1087 — 1090, 1975.
240, 1967. 44.— Way, L.W.: Cálculos asintom áticos. E n Cé
<0 28 . Levi, A .J., G atm aitan, Z., and -Arias, I.M .: cil—Loeb. T ratado de Medicina Interna. In
teram ericana, México. 14a. ed.. Cap. 6 8 2 .
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I u p tak e o f bilirubin, sulphobrom ophthalein 45.— Wolhofl, A .E ., Cohen, L.E., and Arias, I.M .:
I
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- 554 -
Inheritance of the Dubin—Jo h nson sydrom e.
New Eng., J. Med., 288: 1 1 3 ,1 9 7 3 . • »VENA CAVA INFERIOR
COLEDOCO
46.— Wollaeger, E.E., and Gross, J.B.: Com plete
obstruction of the extra-hapatic biliary tract
due to carcinoma as determ ined by the fecal
Urobilinogen test: Incidence and effect on
serum bilirubin concentration. Medicine, 45:
529, 1966.
47.— Wrobleski, F.: The clinical significance of
transaminase activities o f serum . A m et.
J. Med., 27: 9 1 1 ,1 9 5 9 .
4 8 — Young, L,.E.: T rastom os hem oliticos. En ANGULO ÎE
Cécil—Loeb. T ratado de M edicina Interna.
TREIT2
14a, Ed. Cap. 739. p.p. 1706. Interam erica
na, México. 14a. ed., Cap. 739, p.p. 1706.
1977.
MFSENTERICOS
Segunda SUPEWOKES
"PORCION DEL
DUODENO
C A P IT U L O 80
Fig. 80-1 E l páncreas y sus relaciones más i
im portantes
PANCREAS
DOLOR.- (8 ,1 4 ) . Es el síntoma caracterís
tico de las pancreatitis agudas y crónicas,
Viscera profundamente situada en la
de las litiasis y de algunos tumores; pero,
cavidad retroperitoneal, Fig. 80-1, es capaz
por su frecuencia el más importante es el
de producir una patología im portante por su
de las primeras.
frecuencia y gravedad, y relacionada con sus
estructuras histológicas y funcionales. En La técnica de su anamnesis es la misma
que la de cualquier dolor, del cuadro No. 3-2,
ias.ulina .v. glucagón. define una línea de en razón por la cual pasamos directamente a rea
tidades patológicas que serán estudiadas en lizar algunas consideraciones sobre el mismo.
la endocrinología, pero cabe mencionar des 1 — y 2.— El momento real de su comien
de ya a la más descollante que es la zo suele ser de pocas horas atrás en las pan
diabetes mellitus. Su fnnrinn RYomna creatitis agudas, puesto que el enfermo suele
definida por la producción de enzimas di acudir al médico rápidamente. Pero en las
gestivas (Amilasas. Lipasas—y. Proteasas). es pancreatitis crónicas residivantes y en las
capaz de determinar otra línea de entidades litiasis del conducto de Wirsung, la historia
patológicas, en la que se destaca la pancrea- de dolor puede remontarse a semanas o me
tiíis_aguda. Nosotros orientamos nuestro ses atrás. En el cáncer del órgano la inicia
estudio a la sintomatologi'a que la función ción del dolor no corre paralela a la presen
exócrina del páncreas puede originar y que tación del tumor, el cual puede haberse
es extraible por la anamnesis, el examen presentado desde algún tiempo atrás ( 10).
físico y los exámenes complementarios. 3 . - Su intensidad puede.variar desde aque
ANAMNESIS.— Nos referiremos al dolor, llos que apenas son percibidos y que pueden
diarrea, hemorragias, pérdida de peso e icte pasar por alio tanto el paciente como -el
ricia. médico, sin reparar en que se trata de una
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^ pancreatitis aguda edematosa leve, hasta
) aquellos que son terribles y más'frecuentes
fc en la misma pancreatitis aguda, sobre todo si
pasa de edematosa a hemorrágica o necrótica.
4 . - Causa aparente: El paciente puede
quejarse de haber tenido una comida muy
abundante hace pocas horas, o haber bebido
erónicam ente-iieor ( 12 , 18, 2 1 ), o sufrido
un traumatismo direcícL.eji_eLabdjQmerLaItQ;
pero la mayoría de autores está de acuerdo
en que estas causas realmente sólo coadyuban
en la presencia del dolor de la pancreatitis
aguda sobre todo en las personas que previa
mente han estado adoleciendo de patología
biliar, especialmente de litiasis de la vesícula
y colédoco (5).
5.— Por efecto de su inervación y relaciones
metaméricas, Fig. 80-2, el sitio predilecto
es el epigástriq, en casi todos los casos de
afecciones pancreáticas; pero en eLCa. puede
^ asentar en la regiónJLumb;^t^lta_a^dQis.aLbí,-
s ja, haciendo confundir con una afección de
la columna vertebral.
& ■
puede aparecer fle.hre, síntomas -respirato rio s 12.— Relación con gl^vómito.— Lo mencio
como tos,,dolor,y derrame pleural izquierdo. namos, no porque el dolor se modifique con
Ictericia con predominio de la bilirrubina el vómito, sino más bien para destacar su
directa, especialmente si hay litiasis biliar. abundancia,,y frecuencia, lo cual contribuye
Equimosis subcutánea abdominal y perium.- al desequilibrio hidroelectrolítico.
bjlical que puede ser una manifestación de
los trastornos de la coagulación que pueden 13.— y 14.— Aunque el examen de la o.rina^
dar hemojragias—digestivas,—urinarias, -intr-a-- y heces son importantes para el conocimien-™
p .e ritm ^ e 5_£LÍn±capleurales. Sin embargo, to de la patología pancreática según veremos(
algunas ocasiones puede pasar que el dolor más tarde, sin embargo, con el dolor mismo^
ya desaparece y la sintomatologia anunciada no tiene ninguna relación.
se presenta y evoluciona independientemen 15.— El decúbito dorsal suele_aumen tarlo,^
te. en cambio .el lateral, con Jas piernas fiexiçmaj
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das y-la^posición-sentada -pueden...aliviarlo PERDIDA DE PESO.- Intensp v muv freciie.ry.
algo. te en el Ca. de páncreas. Se acompaña de
16.— Muchas ocasiones, los analgésicos.más astenia notable.
potentes (Meperidina) no.Jo .alivian-.- Los d o -. ICTERICIA.- Ya hemos dicho que en las
lores espásticos de la litiasis pueden aliviarse pancreatitis agudas acompañadas de litiasis
con antiespasmódicos. En el Ca., los analgé del cojédoco, pueden ser frecuentes; pero
sicos pueden ser eficaces durante un buen también cuando hay edema de Ja^glándula,
tiempo. debido a la ^compresión que .pu.ed.e-.obstruir
17.— La evolución del dolor está influencia aí colédoconque transcurre por la cabeza.
da por la terapéutica en la pancreatitis aguda, También en los _accesos dolorosos de_pan- .
y su alivio puede conseguirse, la mayoría de creatitis agudas puede haber ir.teric.ip. Pero ^
veces, en pocas horas o pocos días si no hay lo que sí debemos tener en cuenta es que
mayores complicaciones; pero si hay fuga en ..fodn.^_£stn.s casos ps rp.vPTsihlp, igual que
de jugo pancreático a la cavidad peritoneal, la coluria y 1a.aco1ia.qiie pueden acompañar
el dolor puede extenderse al abdomen y du la, puesto que de una u otra forma el colé
rar mucho más tiempo. En„eLcáncer. el do- doco se reabre. Esto no sucede en el Ca.//'.
lor puede. ser.. .muy ,.violento ..especialmente de ..cabeza, de páncreas que involucra el
si hay.metástasis^aJa&je.sti^cturas vecinas. doco y a que..la ictericia se vuelve p r o g r e s é
cada vez más-intensa. igual que la a eolia y
DIARREA — Es la consecuencia de un |ras- coluria. La obstrucción es tal que ni aún el
^ torno j3ifusq.,y severo del páncreas, por ejem- sondaje duodenal logra conseguir algo de
| pío, de las pnr^rf;qtitis crónicas, en las que , bilis.
^ el déficit de produccióniide lipa sa- -irapideí'J/ EXAMEN FISICO Ya lo hemos referido
suficientemente en el examen del abdomen;
casos las deposiciones son abnndantp..^ de ahora sólo deseamos recalcar que los signos
olor a manteca: rancia, aspecto' de pomada- abdominales pueden ser pobres en relación a
puede verse gotas de grasa cubriendo a lq. la magnitud del cuadro de pancreatitis aguda:
deposición, v el papel hjgjéaicfl^piieilejiresen- Es además el momento para recordar
tar lin aspectn aceitosn. que los quistes-a seudo quistes...del páncreas
La .intolerancia.intestinal al exceso-de pueden evolucionar, largos,.períodos sin cau-
ácido clorhídrico observable en el síndrome, % /sar mqlestiasJiasta que, en un momento de-
de Zollinger — Ellison. puede dar nrigpn a terminado, pueden aflorar, .como^.un abom-
copiosas {farreas (9). ' baroien.tp_epigástriqo. .g. ^esjg»gástri9p , reni-
u ru A O D irx io v ~ i a ' ■ tente, relatiyamente...po.co,doloroso .~o-indo-
HEMORRAGIAS:— Ya señaladas a proposi- . \. " - - - - - f
to del dolor, son la consecuencia de la f e - lor<*’ p0CÜ moyiMe: * df Plazable' P” 3
V t m m h i g í m y , producto de «. ~ . u - g T ™V° diagnostico se requ.ere de los examenes
ción d e V itam inaK . pero sobre todo del ¿ ?. ( / / comP^ementar^os-
ño de los factores proteicas-deJa -coagjil^i- EXAMENES COMPLEMENTARIOS.- io n
por la presencia de eimtnas^toleolaticas muy variados y todos importantes en su de
en p.l •torrente -circdlatoriQ (8). Se_vp.rt en bido momento. Esto quiere decir que pre
las panerpatític también en elX a—de viamente al pedido habrá que formarse un
buen criterio clínico. Haremos mención de
colédoco los exámenes más específicos.
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- 558 -
1- SANGRE: 1.1: Amilasa, indispensa proporción:
ble en la pan¿Efiáíiiis_aguda, en la que se ele
va sobre Ins 3(10 unidades Somogyi, aunque C a m , /C c r - r A g ¿ Í 3 S a Qrina .P a tin a plasma ^ÍQQ
también lo hace en varias otras afecciones Amilasa plasma Creatinina en orina
intra y extra abdominales (19, 20). Se eleva Normalmente es de 2,3; ~ 1 por cien
a las 2 4 -4 8 horas. to. En la pancreatitis aguda, esta relación 1
1.2: Lipasa: (17) Se., ele va a 1asJZ2.-=9j5JiQ- puede ser de 6.6; _+ 0,3 por ciento. Sirve (
ras. Tiene valor diagnóstico si sube de 2.0 mi. como control de la evolución, pues descien
de Na C)H,N/100. Tampoco es m uy especí de al mejorar el cuadro (1 3 ,1 6 , 27). 1
fica, pero siempre es valiosa para la pancrea 4.— HECES: En la pancreatitis crónica ; la *
titis aguda. excreción de grasa .supsra lnsJ7-g^diarios, y (
1.3: Glucosa: ( 4 . 25) Se eleva discretamen de Nitrógeno supera los 2,5g. diarios.
te en la pancreatitis aguda; pero en la cró 5 - ELECTROCARDIOGRAMA: (22) Al- ^
nica puede ser permanente. gunas ocasiones se detectan ^cambios-de tipo ^
1.4: Calcemia.— Baia en.la.pancmatitis-agu- isquémico con depresiones del S—T einver- (
da, al cabo de 3—5 días de iniciado el cuadro. siones de la T, en la pancreatitis aguda. El
Si disminuye de 7m g°/o, tiene mal pronósti QI...puede..alargarse,si.hay trastornos meta—
co (8). bélicos, por.hipopotasem ia o hipocalcemia. (
1.5: E ü i^ p ;_ D ism in u y e^eoJajmiicKalitis 6 - JESTUDIQS RADIOLOGICOS, son nu- (
aguda. merosos y algunos muy valiosos.
1.6 : PaufoasJhfipátícas^de cp leliiiasis, positU
vas si hay
1.7: Arninopeptidasa de Leueina, 5-Nucleo-
tidasa y fosfatasa alcalina: en el Ca. de pán
creas si hay metástasis al hígado u obstruc
ción tumoral del colédoco (14).
venosa, demuestra el sitio de la obstrucción. AKidi, U .J., find Haaga, J.R .: C o m p u ted ^}
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C A P IT U L O 81
A N A T O M IA Y F IS IO L O G IA DE
R IÑ O N Y V IA S U R IN A R IA S .
ANATOMIA
££sieal,
£ Precisamente este nivel que se de
n o m in a Trígono de T.ietand, tiene que ser
"ornado muy en cuenta por los urólogos
g u an d o hacen_£islosc.opia_y=tra ía iu le =lo.cali- Fig. 81-3 Trígono de Lietaud
^ a r los orificios ureterales (4). Fig. 81-3. Los plexos venosos de la región son de temer
cuando se efectúa cirugía pélvica (17).
^ La vejiga tienq.cuatro capas-tisulares:
iSerosa, muscular, submucosa y mucosa. Esta La inervación proviene de los segmen
p ítim a es bastante suelta y por ello, cuando tos sacros y aún de los lumbares a través del
0 0 hay m ucha orina, forma pliegues, a excep plexo Hipogástrico. De allí que la sensi
ción del trígono de Lietaud, donde está fija bilidad vesical tenga en ocasiones su expre
™ tiene apariencia lisa. (4, 16). . sión en lumb algias y pueda confundirse con
^ La forma varía si está llena o vacía y dolores del recto (2). Los reflejos de la
rtpnbién de acuerdo a la edad y al sexo. micción siguen una secuencia en cadena y tie
Xuando está llena es redondeada y por ello nen sus analizadores a diferentes niveles des
™ la inspección y a la palpación, cuando se la de el Hipotálamo hasta la médula sacra.
¡Encuentra, se habla de “globo vesical” . Su En el hombre, la Próstata constituye
paridad oscila en el adulto alrededor de una glándula que está incluida dentro de las
« s-300_c.c. Su vasculatúra es m uy rica.
® L lEG O : 17
vías urinarias, pues rodea a la parte superior
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-5 6 6 -
de la uretra, especialmente por detrás y por
los lados. Esta glándula se encuentra dentro
de una celda fibrosa y es lugar de reunión de
parte de las vías espermáticas que están en
trayecto desde los testículos hasta la uretra
prostática, las vesículas seminales o recep
táculos de esperma y los propios hacinos
prostáticos. Fig. 81-4.
La-Uretra^-en-fiL hombre_.ad.ultQj;iene
una longitud de más, o menos líLc.entímetros
y desde el cuello vesical hasta el m eato hace
2 curvas; tiene dilataciones y estrecheces que
le dan un.cahbre-fisiológico que_ya.d.eJos_?_a
.Jo s J2_milímetXDS. Según desde el punto de
Vista desde el cual se la describa se la ha Fig. 81-4 E structura anatóm ica de la prós
tata.
dividido en algunos segmentos. Vamos a re
ferirnos a la anatomía descriptiva que reco V E S IC U IA S RECTO
s e m í w a .- ro w o o
noce: 1.— Uietra_prj3stática,_2,^_IIre.tra L6S Í E Í ACO
Tubulo co ntorneo
Fig. 81-6 Meato urinario fem enino en la disfai
vulva ^ ^ 'íJ k T ú b u lo conto rn e ad o proKÍmal
•* A rteriola e fe re n te
JISFRON*.
/ CAPSULA.
ijaTfeRL&ou ' «.BSM
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5?* t’sivVj WMÍl
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ItA ¿Áú:neKoq. mm
V R 6TEA
A«.íjl
Fig. 81-7 Visión in terio r de los riñones (cor Fig. 81-9 Histología renal: L a N efrons-
te transversal).
corpúsculo de Malpighi, es decir al glomérulo El túbulo proximal se contornea y se
® con su cápsula de Bov/man, reflejándose en si continúa con la rama descendente del Asa
0 misma para conformar el primer espacio re de Henle, asa que se incurva en la parte más
c o l e c t o r del ultrafiltrado y luego sin solución inferior del sistema y avanza hacia la corteza
^ d e continuidad, seguir con el túbulo con superficial, convirtiéndose en la rama ascen
t o r n e a d o proximal. El glomérulo mismo no dente. Luego viene el túbulo contorneado
^ e s sino un apelotonamiento de capilares distal más corto que el proximal y que de
provenientes de la arteria aferente y que lue- semboca en los túbulos colectores, que luego
go en progresivo aumento de calibre, termi llegarán a los cálices.
14.— Puede haber sensación -de-pujo“-y de- 2.— La oliguria en una persona sana puede
P .<¡encadenarse-el-dolor-al.ha.£gi.Ja-deposición. sobrevenir cuando ha habidojudoración pro
fusa, como acontece al permanecer mucho
P l 5 . — El reposo en camajDuede.contribuir al tiempo en un bafío. sanana o (.turcoto en con
^alivio momentáneo. diciones similares en clima cálido,., o por
p i ó . — La medicación analgésica ,.y ..antiespas- exceso de esfuerzo, físico. Descartadas estas
módica puede ayudar.a evitar el dolor. posibilidades hay que sopesar su expresión
patológica, correlacionándola con otros sín
^ 1 7 .— 18.— Dependerá del tratamiento opor-
P tu n o y especializado, el cual muchas veces tomas.y signos, especialmente con eLedema.,
hiper o hipotensión.arterial.
^ tiene que ser quirúrgico.
3.— La polaquiuria puede estar asociada a
^APRECIACIONES PRACTICAS SOBRE EL
estados de nerviosismo o tensión emocional.
DOLOR UROLOGICO. ( 1 ,2 ,9 ,1 0 ) .
Así sucede en los momentos previos a los
1.— El dolor lumbar puede confundirse con exámenes estudiantiles, en los momentos dé
Pías lumbalgias por neuritis,, radiculitis ..o pro- angustia, anteriores a una pelea. Conocido es
g|ccsos medulares, dependientes de afecciones el dicho vulgar: “se orinó de miedo” . Des
d e ja columna-clorsolumbar. La irradiación cartadas estas variables, se constituye en sín
^hacia fosas iliacas y su correlación con sínio- tom a de alguna enfermedad urológica o renal,
^m as urinarios harán que nuestro criterio se como por ejemplo en el adenoma-prostatico
^defina. y en. la cistitis.
^ 2 .— El dolor renal o pélvico puede-ser-re- 4 — La nicturia tiene mayor individualidad
^producido o provocado medjanlejajiuñoper- patológica; pues cuando existe, es seguro que
f u s i ó n . (5 ,9 ). está cursando una enfermedad nefrológica
§ * - El dolor perineal e liipogástrico es in o cardíaca.
s id io s o y guarda relación con procesos obs 5.—‘ La anuria es, de hecho, un síntoma
tr u c tiv o s o inflamatorios de las vías urinarias de .gravedad y el médico debe actuar rápida
in fe rio re s. mente. Sin embargo de que la confusión
El cólico ureteral es uno de los más puede ser grosera, hay que nombrarla en este
^ n ten so s que se han descrito. El paciente instante: la retención,jarinariaporobstáculo
que lo soporta no halla posición adecuada; en las vías, no es anuria verdadera.
f t e queja y se mueve. (Da botes), hay si'nto- 6 .— La^enuresis, comunmente, pertenece a
g n a s urinarios concomitantes. cuadros psicopáticos, psiquiátricos. o neuro?
0 Los otros síntomas urinarios vamos a lógicos.
estudiar mediante los cuadros No. 82-1 y
f%2-2. CONSIDERACIONES AL CUADRO No. 82-2
1.— La incontinencia es muy frecuente,en
% ONSIDERACIONES AL CUADRO No. 82-1
las_mujeres_multíparas. Algunos prostatectq-
* En estado de salud, la poliuria puede mizados quedan con insuficiencia temporal o
»
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574-
4.— Nicturia. (Número de micciones 4.— Orina más veces de noche que de
y cantidad de orina aumentadas, día? , en mayor cantidad? Si hay
durante la noche). duda, anote el número de veces
que orina y la cantidad de la mis
ma desde las 8 a.m. a 8 p.m. el día
y durante la noche de 8 p.m. a 8
a.m.
Nota: Se comprende que a estas preguntas hay que añadir las aplicables a cualquier
síntoma, que constan en el cuadro 3-1.
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1
CUADRO No. 82-2
Nota Se comprende que a estas preguntas hay que añadir las aplicables a cualquier
síntoma del cuadro 3-1.
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- 576 -
permanente por daño yatrogénico del_e.s.fín- B IB L IO G R A F IA
terj¿esical. En los casos de coma.y de insul
to apoplético, se produce incontinencia y de
1.— Amén Palma, A.: Litiasis Urinaria. Tri
igual manera en otras enfermedades neuro buna Médica. Tomo III, No. 27—32, 1979.
logi cas. 2.— Bazceló, P.: Resultados del tratam iento Mé
2.— 3.— y 4.— La disuria ( 4 , 6, 7, 8) es uno dico en la Litiasis R en al Anales de la. Fun
dación Puigvert. Vol. 4. No. 4: 251—257,
de los síntoma^,m.ás importantes. Probable 1974.
mente constituye el motivo de la consulta en 3.— Bartrina, J.: Tratado de Urología Clínica
muchos casos. La forma en la que el pacien y Quirúrgica, 116—124, Espasa Calpe, Ma
te la refiere es variada y aveces muy peculiar. drid, 1954.
Dentro del concepto de este síntoma se pue 4.— Burnett, Ch.H. y Welt, L.G.: .Trastornos de
la Función Renal. Medicina Interna de Ha-
de incluir Urgencia, tenesmo, goteo al final
rrison. 176—177, Ed. Foum ier, 1965.
de la micción, ardor, dolor y en suma toda
5.— De la Torre, A.: Semiología-Renal y Urina
manifestación sentida por la persona enferma ria. IV tomo. Segunda edición. 106—108,
comò.una dificultad para orinar. Sin embar Ed. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito,
go de lo expuesto, creemos conveniente pre 1955.
guntar por cada una de estas expresiones 6.— Fiumaia, N.: Diagnóstico y tratam iento de
la Gonorrea. Clínicas Médicas de Norteamé
patológicas. La disuria constituye en el va rica. 1.107—1.111, Septiembre, 1972.
rón joven, el más frecuente v precoz sínto- 7.— Iíandsfield, H. H.: Gonorrhea and Non—
| ma de la Blenorragia (6 , 7). En la mujer-ja. gonorrheal urethritis. The Medical Cl-inics
es, deJa-nretritisy dstitis.(4, 5). EnJa_me.fi- of North America. 932—933, Septiember.
tnd dfíLvarón.habra que pensar, en primer,lu 1978.
8.— Ring, A.: Uretritis no específicas. Clínicas
gar, siL una,.afeff^ Médicas de Norteamérica. 1.195—1.197,
Septiembre, 1972.
5.— 6 .— 7 —8 .—y 9.— Estos síntomas com 9.— Padilla, T.: Semiología del Riñón, del Bazc
plementan con los anteriores los síndromes y de la Sangre. Cuarta edición. 59—67,
urológicos que se originan por obstáculo.s,£n El Ateneno, Buenos Aires, 1950.
la salida de la orina. Uno de los más comu 10.— Zech, P. y Labeewn, M.: Litiasis Renal en e1
adulto. Tribuna Médica. Tomo III. No. 7:
nes e importantes es el prostático.
3—13, 1979.
10.— La continuidad del chorro puede ser
interrumpida intermitentemente por la^mi
CA PIT U L O 83
gración de un cálculo que tapa y destapa su
cesivamente, la vía urinaria.
Hipertrofia prostática.
/
Crecimiento y ptosis renales. Fig. 83-2 Percusión dsl ¿lobo vesical..
dios ciudadanos pedimos el examen de orina mió una coluria como colofón de una historiaj
elemental y microscópico, para que lo haga ^ k o b ^ t m ^ i o j L - b i l i a r . ( 1 , 3 , 6 , 8 ) . 1
á
el laboratorista, no es menos cierto que 2 - El^xlLot-amouiacal ,y a ello se^
anduviéramos más rápido en el camino de la llama: “sui generis” . especialmente percibi-f
clínica y de la terapéutica si nos empeñára do si la orina ha sido guardada. Cuando el^
mos en que el estudiante y por lo tanto el olor es pungente, acre o pútrido, es un moti
médico general, lo hagan. Por lo pronto y vo para investigar más a fondo, mediante los4
por lo menos, creemos que lo exigible es el exámenes que se pedirán con ese objeto. ^
examen macroscópico de orina al pie de la
cama del paciente. Cuando las manifesta 3.— Si la orina no es transparente, tendre-^
ciones son evidentes, sumaríamos estos datos mos que observar si hay sedimento, el cual^
a los extraídos en la historia clínica. Así por aparecerá con más evidencia si se deja repo
ejemplo mediante la observación del color, sar la orina. Es obvio que el examen micros-^
constataríamos una hematuria^solitaria y por
) lo.,tan to silenciosa que-üQsJiaría-pensar-en
cópico de la orina descubrirá su composición^
así com o la prueba de Addis, nos guiará en el
!
uruCa,-jda=riñÓJJh(2) o desvías .urinarias. O si- diagnóstico. (Ver más adelante).
Fig. 8 3-3: L&m. X V I I .
I www.medibooksnica.net63.net - 579 -
2.— Se inicia con el paciente en ayunas a 1.1: Retención de líquidos como aconteca»
las 7 A.M., previo vaciamiento de la vejiga en la I.C.C. o en la insuficiencia renal avanza
mediante una micción forzada. da y en las hipertensiones portales. ^
3.— Se le hace tomar 1.500 c.c. de agua 1.2: Absorción insuficiente del agua: v d jl
(te, limonada). m ito, diarrea, obstrucciones intestinales.
4.— Se recogen seis muestras;las cuatro pri 2.— Si alguna de las muestras de orina es ir ^ |
meras cada media hora y las dos últimas, suficiente se la reúne con la próxima y se
cada hora. anota el particular. ^
5.— Se mide volumen y densidad de cada 3.— El volumen excretado en las 4 horéfl
una de las muestras. debe ser por lo menos el 90°/o de lo ingerifcj
6 .— Se suman todos los volúmenes. do: 1.350 c.c. J
EXAMEN ELEMENTAL
que hay que tomar la muestra de la mitad nada. Por esta razón es buena práctica, el
^ de la micción y en forma directa, en el fras- día del examen de.orina, recoger la muestra
| co (3, 5). en el servicio del laboratorio donde se va a
| 3.5: Si se va a examinar la orina de la mujer efectuar, y obtener la seguridad de que se
hay que tener en cuenta dos contraindicacio- haga el examen en un lapso no mayor de 6
? nes; horas.
^ 3.5.1: Menstruación.
4 .— El frío o la prolongación del tiempo de
3.5.2: Secreciones que contaminen la vulva. permanencia de la orina en el recipiente, la
3.6: Para obviar esta contingencia si es pueden enturbiar.
indispensable examinar la orina, con la debi 5.— A la simple inspección se puede obser
da asepsia, se puede cateterizar la vejiga para var la cuantía del sedimento, especialmente
sacar directamente la muestra, o mejor me los extremos, es decir si hay o no hay. De
diante punción suprapúbica. (2, 3, 9). todas maneras, se estudiará después al mi
O croscopio.
3.7: El examen de orina debe ser hecho sin
demora (3,7), es decir, que la muestra no de 6 .— La relación ácido-base varía durante el
be permanecer mucho tiempo sin ser exami día, de acuerdo a las comidas, a la ingesta de
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agua, a la concentración o dilución de la albuminuria (1, 3, 8) pudiera ser o rtó static^y
orina. Cuando 110 hay esta variación normal, por esfuerzo físico, por frío, por h ip o x e m i^
existe una rigidez renal y entonces se llama a nivel de arteria renal. Por lo tanto h J H
a esta fijeza del PH: Isoidria (4). bría que descartar estas posibilidades p a r ^ |
Enumeramos el contenido del examen éntonces, sí, investigar más, en orden-a d e s ^
químico de la orina, en el cuadro 85-1B. cubrir una enfermedad renal. ™
La enfermedad glomerular con cam"
CUADRO No. 85-1B bios mínimos, cuyo mecanismo fisiopatoló^j
gico pudo conocerse gracias al m ic ro sc o p io
DATOS QUIMICOS FUNDAMENTALES electrónico, es la afección más frecuente e ™
EN EL EXAMEN DE ORINA la infancia y la que condiciona, por e s £ |
concepto, la mayor parte de los s ín d r o m e ^
1. - Glucosa
nefróticos a edad temprana. Son: la mem
2. - Albúmina brana basal y los podocitos, los que intervie®i
3 .- Acetona nen en los cambios glomerulares que p e r £ |
4 .- Hemoglobina m iten la filtración de las proteínas de b a jo ^
peso molecuar: Albúmina y T ra n sferrin a.^
5- Bilirrubina Así es como se considera que en estos casos^l
6. - Urobilina hay una pérdida selectiva de proteínas por l a ^
7 .- Urobilinógeno orina. Si esta pérdida es de más de cinco
gramos, sobreviene el Síndrome N efróticojí!
8. - Indol pues habrá hipoproteinemia y consecuente-^p
9 .- Escatol mente, edema. Esta afección, por la causa
10. - Indicali anotada, responde muy bien a los c o r tic o s ^
teroides. £j
11. - Creati nina
Las otras enfermedades tributarias d e lf)
12. - Acido Diacético
Síndrome Nefrótico y que pierden p ro te ín a s ^
1 3 .- Proteína de Bence Jones. totales, es decir, sin selección, pueden ser d e ^
1 4 .- Melanina tratamiento más difícil. Entre las formas in -^ l
flamatorias, tenemos a la G lom erulonefritis^
1 5 .- Porfìrina
Postestreptocócica; entre las mecánicas: la
1 6 .- Nitritos Trombosis de la Vena renal; entre las t ó x i - t
cas: la Enfermedad del suero; entre l a s f |
misceláneas: Toxemia del embarazo, A m ilo i-^
dosis y Glomerulonefritis diabética. ™
CONSIDERACIONES AL CUADRO 85-1B
2.— El aparecimiento de acetona ( 1, 3, 8) t
1 .- El examen químico es realmente im
nos pondrá sobreaviso, sobre todo si se trata £
portante para darnos una idea general de la
de un diabético. El coma está cerca, la aci- ^
economía orgánica. La glucosuria (12) será
dosis en marcha. w
la luz que guiará un diagnóstico y aún el tra
tamiento en el coma diabético; nos avisará 3.— La hemoglobinuria está en relación c o r ^
que comienza una Diabetes Mellitus, y su la Hemoglobinemia, condición sobreviniente 0 )
paulatina desaparición nos informará que a la destrucción de glóbulos rojos, como £
vamos bien en el manejo del paciente. La acontece en ciertas anemias hemolíticas,
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- afecciones valvulares-aórticas, especialmente 10.— La Melanina ( 8 ) aparece en la orina y
en las calcificadas o en las prótesis valvula la pigmenta cuando hay Melanosarcoma o
res. eventualmente en enfermedades con gran des
gaste físico. (Kolmer).
4 .— La presencia de Bilirrubina (3,8) en la
orina debe hacemos pensar en ictericias de 11.— La Porfirina (12) está presente en la
cualquier origen. Cuando la Bilirrubina ex orina en la Porfinuria congènita y en muchas
cede del umbral de 1.6 mg. x 100 c.c. co enfermedades tales como el Hodkin ( 8 , 12),
mienza a presentarse en la orina. Al agitar anemias hemolíticas y aún en el alcoholismo
la orina puede observarse espuma de color agudo.
amarillento. 1 2 .- Los N itritos ( 8) son cualitativamente
5.— El urobilinógeno (1, 8 ,1 0 ) aumenta en evidenciados en la orina cuando hay infec
la I.C., Mononucleosis infecciosa; pero dismi ciones bacterianas que los producen. Por lo
nuye en las ictericias obstructivas. tanto Bacteriuria con Nitrituria es una duple-
6 .— La presencia de Indol, Escatol e Indicán ta que indica infección segura en las vías uri
( 8) se correlaciona con procesos de putre narias.
facción de proteínas intestinales, dependien Los principales elementos del sedimen
tes de excesos en la dieta con un aumento del to urinario encontraremos en el cuadro
consumo de proteínas; o de infecciones, co No. 85-2.
mo la Fiebre Tifoidea, por ejemplo.
CONSIDERACIONES AL CUADRO No. 85:2
7.— La Creatinina (12) aumenta en la orina 1.— La cristaluria puede manifestarse con
cuando hay procesos consuntivos, catabolis aumento de alguno o de algunos de los mi
mo aum entado, esfuerzo físico agotador. nerales térreos o alcalinotérreos que por in
En cambio disminuye cuando hay insuficien gesta o eliminación interna salgan por el
cia renal. emuntorio renal. Así mismo, los diférentes
8.— El ácido Diacético o acetil-acético, así ácidos orgánicos como el oxálico y el úrico
como el ácido beta hidroxibutírico constitu salen en calidad de tales o más bien, confor
yen con la acetona, los llamados cuerpos mando sales como son los uratos y oxalatos.
cetónicos y su presencia indica la exagerada En igual forma, lo hacen, el ácido fosfórico y
acumulación de los mismos. los fosfatos.
Lo im portante de la cristaluria es la
9.— La presencia de proteína de Bence Jo
precipitación en las vías urinarias y la confor
nes ( 1, 6 , 8) implica la presunción de que
mación de cálculos ( 1, 8), sea por la poca
haya Mieloma Múltiple, el cual en un 50°/o,
solubilidad de los compuesto o por reten
la produce. Algunos autores distinguen en
ción urinaria a diferentes niveles. Tenemos
tre falsa y genuina proteína de Bence Jones
también que tomar en cuenta a las substan
( 8) (Kolmer—55) y sugieren que la falsa pue
de indicar infección en vías urinarias. En to cias medicamentosas que cristalizan fácilmen
te; tal es el caso de las Sulfas (cual m ás,
do caso esta proteína de bajo peso molecular
constituida por cadenas ligeras de inmuno- cual menos).
^ globulina (Cecil), traspasa el epitelio glome 2.— Las células de descamación epitelial
rular fácilmente y puede originarse además no constituyen un dato patológico a menos
cuando hay intensa afectación de la médula que su cantidad (Ver fórmula de Addis) (3)
ó se a(l). (Bacells)-30). o su estructura degenerada así lo indiquen.
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ria y cilindruria, todas estas pasajeras. A este
conjunto de signos ordinarios de esfuerzo se
CUADRO No. 85-2
ha denominado: “ Seudonefritis atlética” ( 8).
“EXAMEN MICROSCOPICO (Kolmer). De acuerdo a la edad, la hematu
DEL SEDIMENTO” ria microscópica nos puede sugerir diferentes
entidades nosológicas:
1 Cristales.
5—10 años Cistitis
2.— Células epiteliales.
11—40 años Nefritis (Pielonefritis—Glome-
3.— Leucocitos. ruloneritis).
4.— Piocitos. 41—60 años Ca. de vejiga, Uréter o en el
5.— Hematíes. hombre exclusivamente: Ca.
de Próstata.
6 .— Otras células.
5.—. Otras células. Nos referimos a que se
7.— Cilindros:
puede hacer citología para evidenciar el ori
7.1: Hialinos. gen de la exfoliación exagerada o establecer
7.2: Epiteliales la presencia de células neoplásicas. (Papani
colaou).
7.3: Granulosos
7.4: Hemáticos .6 .— Los cilindros son acúmulos de albúmi
na (hialinos) a los que eventualmente se
7.5: Céreos
agregan células o restos celulares'(epiteliales);
8 .— Microorganismos. o, granulos del citoplasma de las células
8.1: Hongos. deshechas (granulosos); o.erjtrocitos (hemá
ticos); o con células grasosas, producto de la
8.2: Bacterias.
degeneración grasa (céreos o grasos).
8.3: Parásitos.
La presencia de cilindros hialinos, si
es escasa u ocasional no tiene importancia. (
S í la tiene, si hay abundancia de los mismos
3.— Los leucocitos en poca cantidad no in y presencia de los otros ya enumerados. Ver
dican infección; fórmula de Addis. i
4.— Pero si su cantidad es mayor (Ver fór 7.— Bacterias. (3, 5, 9) Este es un punto i
mula de Addis) (3) constituyen la Piuría, controvertible en el examen microscópico de
(4, 8 , 12) que nos informa de una infección. orinas, pues cuando la muestra no ha sido
Si la orina es francamente purulenta, es pro recogida con la asepcia debida (ya descrita) o I
bable que se haya abierto un absceso en las existen contaminaciones de cualquier género ^
vías urinarias; y, la presencia de Hematíes (menstruación, secreciones), no nos brinda
en este examen es un indicador de Hematu la seguridad diagnóstica que necesitamos en" (
ria. (1, 3, 8). Si se descarta la contamina este aspecto. Además, tenemos que evitar el ^
ción, estamos obligados a indicar la causa de margen de error de laboratorio. De estas du
esta anomalía. Tenemos que tom ar en cuen das y de la probabilidad de falla humana ha^-j
ta que el ejercicio fuerte, como el fútbol, nacido el pedido del examen seriado de orí-
por ejemplo, puede producir hematurias mi na, donde a fuerza de repetir el examen 3 —5
croscópicas y aún acompañarse de proteinu veces, creemos en la idoneidad del resultado. ’
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■g._ Los hongos (1, 8, 9) al igual que las 2— Bagley, R. y Litle, P.: B rit, Med. J., 1:
2 9 3 ,1 9 6 9 .
©bacterias, deben ser debidamente reconoci
d o s en el exam en de orina. 3.— Brady, L .H .;Salladay, J.R . y Arxnbruster, K.:
Análisis de orina y sedim ento urinario. C lí
jñk9. - Parásitos (1, 8). No es habitual en nicas Médicas de N orteam érica. 243—265
E nero, 1971.
nuestro medio encontrarlos, pero sabemos 'de
P casos en Venezuela. Si se han encontrado 4.— De la Torre, A.: Sem iología R enal y U rina—
ria. IV tom o. Segunda edición. 63—64,
a parásitos de origen intestinal es seguro que Ed. Casa de la Cultura E cuatoriana, Q uito,
[T hubo contaminación en la muestra. 1955.
B
Los parásitos propios de las vías urina- 5.— G adeholt, H.: A cta Med. Scandinav., 183:
49, 1968.
P rias y del riñón son: Echinococcus granulosus
£ (Quiste hidatídico); microfilirias de la Wu- 6.— Jacobson, B. M. y Milner, L. R .: D etec—
tion of urinary Bence Jones p ro tein , Am. J.
a cheria Bancrofti; huevos del gusano del riñón Clin. Path. 14: 138, 1944.
" (Diocytophyma renale y Schistosoma hem a- 7.— Kolm er, J.: Diagnóstico C línico p o r los
P tobium). Exám enes de L aboratorio. T ercera edición.
66, Interam ericana S.A. M éxico, 1963.
lU rocultivo
8.— Kolm er, J.: Diagnóstico C línico por los
^ Una vez que el médico se orientó con Exám enes de L aboratorio. T ercera edición.
44—74, Interam ericana, S..A., M éxico, 1963.
- el examen microscópico del sedimento y en-
"c o n tró hongos o bacterias tiene que pedir 9— Litle, P.J.: L ancet, 1: 1 .1 4 9 ,1 9 6 2 .
& cultivo de la orina y antibiograma, si amerita 10.— Luetscher, J.A ., Jr.; Piel C.F. y Curtis, R .
N.: The nefrotic Syndrom e, J. C hronic Dis.,
el resultado. Si la orina no tiene bacterias, 1, 442, 1.955.
pero la historia clínica nos sugiere tuberculo-
11.— Oliver, G.: L ondon, 1.885. (Uso d-.: U.-.:u;
^ sis renal, pediremos seriados de orina inves de papel para exam en de orina).
tig a n d o Bacilo de Koch. Si persiste la duda, 12.— Pillay, V.: Pruebas clínicas da la t'unclón
se pedirá cultivo para investigar B.K. y aún renal. Clínicas Médicas c’ e Nortcajnéiic.í..
™se puede efectuar la prueba de inoculación al 231—240, Enero de 1971.
Niños
Cilindros hialinos 1.000 0 12.000
Hematíes 15.000 0 130.000
Células epiteliales 320.000 9.000 2.800.000
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na de los niños da normalmente un número tino decrecimiento de las cifras, hasta bajar
mayor de cilindros, pero un número menor más aún que las tasas normales.
de leucocitos, eritrocitos y células epiteliales. EL EXAMEN DE SANGRE EN LAS PRUEBAS
2.— Las cifras que anotamos en la fórmula RENALES
han sido redondeadas, pues las que constan 1 La biometría hemática y el contaje glo
en los libros de diferentes autores, varían bular nos servirán para refrendar muchas su
levemente y tal parece que en un contco gerencias clínicas. Tal es el caso de la anemia
estimativo no se pueden dar guarismos exac ferropriva en la Glomerulonefritis, la fórmula
tos. Es más, recomendamos con Jiménez leucocitoria desviada a la izquierda en las
Díaz ( 6), las siguientes cifras promediales infecciones.
para guardarlas en la memoria:
2.— La dosificación de proteínas parciales
Cilindros: 5.000 (24) y totales nos informará de una hipoal-
Eritrocitos: 200.000 buminemia, hecho que sobreviene luego de
Leucocitos: 400.000 la pertinaz proteosuria.
De todas maneras, las cifras que cons 3.— De la química sanguínea (23) extrae
tan en el cuadro No. 86-1 constituyen una remos valiosos datos, sea positivos o negati
referencia de consulta, especialmente, en lo vos, que guiarán el criterio sobre el estado
que se refiere al mínimo y al máximo. de las funciones renales. Entre estos sobresa
SIGNIFICACION CLINICA DE LA FORMULA len los dosajes de Urea, Creatinina, Nitróge
DE ADDIS (7, 8). no total no proteico, Colesterol, Cloro, So
Nefritis Apa.]'!: Aumento casi exclusivo de dio y Potasio. Merecen especial relieve la
creatinina, el colesterol y los electrolitos.
hematíes, aunque también va a haber aumen
La creatinina, porque la retención de la mis
to de cilindros hemáticos, granulosos y célu
las epiteliales renales. ma nos informa de la pérdida o disminución
importante de la filtración renal. El coleste
Nefritis Crónica: No existe o se ha reducido rol, porque éste sube así como suben todos
la microhematuria. Si hay aumento de los los lípidos, especialmente en el síndrome
cilindros y células epiteliales anchas en los Nefrótico. Mientras el Na. y el Cl. bajan en
casos avanzados. las “nefritis que pierden sal” , el K. sube por
Nefritis Latente: (En período de mejoría). falta de excreción a nivel tubular.
Persiste el aumento de los eritrocitos aunque
PRUEBAS FUNCIONALES
la m ejoría clínica es evidente y el simple exa
men del sedimento es normal. En realidad, las pruebas de Dilución y
Concentración (7, 12) son también pruebas
Síndrom e Nefrótico: No hay aumento de
funcionales, pero hemos preferido referirnos
hematíes; en cambio si lo hay, de cilindros de
a ellas como exámenes que hemos llamado
todos los tipos y aún hay acúmulos de grasa “ al pie de la cama del paciente” , por el poco
birrefringente. instrumental que se requiere y porque es el
Pielonefritis.— Abundan los leucocitos. médico practicante de la medicina general
Cuando los procesos renales avanzan el que tiene que realizarlas y no el laborato—
hacia la esclerosis, el sedimento disminuye rista.
notablem ente y si se ha hecho seguimiento Bien; además, describiremos brevemen
mediante esta prueba, observaremos el paula te las pruebas funcionales que se hacen
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habitualmentc en nuestros laboratorios y que tancia que reviste esta prueba radica en el
cubren la necesidad exploratoria del clínico. hecho de que disminuye francamente en la
Glomerulonefritis crónica, pero no en la
1.— Prueba de la depuración de la Creati
aguda. ’
na-endógena (23). Esencialmente es una
prueba de la filtración glómerular por cuan 5.— Reacción Xantoproteica. (7). Sirve
to se elimina en casi su totalidad por el glo- para detectar la existencia de ácidos aromá
mérulo. La pequeña proporción que se eli ticos (Fenol, Cresol, Indol) en la sangre. Se
mina por excreción tubular es despreciable mide en unidades Becher, las cuales no deben
y si se quiere^se la puede bloquear con el pasar de 25.
ácido paraaminohipúrico. Así mismo, como la anterior prueba es
Las cifras normales de la depuración significativa para la diferenciación entre in
de la creatinina endógena oscilan en los suficiencia renal crónica, dependiente de
términos medios de 140 ml/min. para hom Glomerulonefritis crónica o Esclerosis renal,
bres y 135 ml./min. para mujeres. Un valor donde se presentan cifras elevadas de uni
por debajo de 80 ml./min. en hombres y por dad Becher; no así en la Glomerulonefritis
debajo de 60 ml./min. en mujeres, se consi aguda, en la que los valores son normales, es
dera francamente anormal. decir menores a 25 unidades Becher.
Por igual, pueden servirnos de prueba 6 .— Prueba de la Fenolsulfonftaleína.
de la filtración glómerular, el aclaramiento (7 ,1 8 ,2 3 ).
de la inulina, del hiposulfito de Sodio y del
Es una prueba grosera de eliminación,
Manitol. Habitualmente nuestros laborato
poro que eventualmente puede realizársela
rios no las hacen. a nivel de consultorio, con el colorímetro de
2.— Prueba para determinar la secreción Dunning. E a éste, la cifra normal debe ser
tubular máxima. Se mide con la depura más de 33°/o del colorante inyectado.
ción o aclaramiento del pataaminohipura- (Kolmer y Bacells).
to sódico. Cifras normales: 70 a 80 mg. Existen muchas otras pruebas que se
por minuto. hacen en la orina y que constituyen pruebas
3.— Prueba para determinar la reabsorción para medir funciones de otros sistemas o
tubular máxima. de otros órganos. Así tenemos entre otras:
í
B arcelona, 1961.
Bacells, A.: La Clínica y el L aboratorio. análisis de L aboratorio. T ercera edición.
Tercera edición. 213—2 1 8 , E d. Manuel 66, 144—150, Interam ericana, S.A., México,
M arín, 1961. 1963. 4
r www.medibooksnica.net63.net - 595 -
1 9 — Küm m ell, H.: Enferm edades de la vejiga sión arterial; pielonefrít inn cuando aparezca
) urinaria. T ratado de M edicina Clínica de
Ja-in fección^urinana.
W. Ebstein, Tom o III: 533—614, Barcelona,
^ José Espasa, 1891.
■STNDROMF, NF.FROTTm^
I 20.— Lewy, J.E .; Boineau, F. G. y R othm an, J.P.:
Nefrosonografi'a. Jo u rn al o f Pediatrics, vol.
| 8: 195. T ribuna Médica, tom o II, No. 11: Hipaalbuminemia
21—22, 1978. E.dem^
^ 21.— L ytle, J.D .: The A ddis sedim ent count in H ip ercole s t erolemia..
norm al children, J. Clin. Investigation, 12:
1 8 7 ,1 9 3 3 . Cualquiera que fuere la causa, si se en
I 22.— N itze—L ehrbuch des cystoskopie. 1877. cuentran juntos y solitarios estos cuatro com
| 23.— Pillay, V.: Pruebas clínicas de la función ponentes, se trata del síndrome nefrótico.
renal. Clínicas Médicas de N orteam érica.
| 231—240, E nero, 1971.
24.— Rennie, I.D.: Proteinuria. Clínicas Médicas imUEimEM£IAJB£IáAL (4)
| de N orteam érica, 213—226, Enero, 1971.
Podríamos considerar:
25.— R obins, S.L.: T ratado de Patología. Terce
ra edición. 894. 950, ed. Interam ericana 1.— ínsyild£iiciaJ!.eiiaLAguia. (3)
, México, 1968.
2 .- Insuficiencia Renal Crónica. (9 ,1 1 , 13)
26.— Rubiano Vinueza, J. y Torres Serna, C.:
I R o tu ra espontánea de vejiga. Tom o V, La Insuficiencia renal Aguda, a su vez
No. 12: 31, 1980. admite división topográfica y clínica en:
27.— Stew art, B .H .;D ustan, H.P.; Kisex, W.S., e ta l:
i. C orrelation of angiography and natural bis
1.1: InMiíid£n^ia^uda_pxeji:ejial.
to ry in evaluation of p atients v,*ith reno* 1.2 : _tnsu£cimcia„aguda j m a l.
I vascular hipertensión. J. Uro’., 104 :
231—233, 1970. 1.3: Insuficien (iíL3^JJik-P-Qaí-ie.n 3í.
23.— S toopen, M.; Kinvora, K. y Batois de S. V.: Insuficiencia Aguda prerrenal.
Diagnóstico p o r m edio de ultrasonido. T ri
b una Médica, T om o V I, N o. 10: 3 -^t, 1980. Es debida a hipovolem ia, que disminxv
29.— Teplieck—Haskin: Litiasis. Diagnóstico ra- ye la-piegjón de. filtración. Se presenta en
dilógico. Segunda edición. 658—661, Nue h em orragiaa._prO-Cesos de-deshidrfltar.inn o de
va editorial Interam ericana, México, 1972.
p é rdida_de .plasma y en los,SJiocks de cual
30.— V iam onte, M. Jr.: Im agenología. Rassegna.
quier origen.
2: 4, 1980.
31.— Zech, P. y Labeuw, M.: Litiasis renal en el Hay colapsDjárculaíaüo, hemoconcen-
adulto. T ribuna Médica. Tom o III, No. 7: tiaci.ói>, j^tejjsióxL_de_^SiiilÍQ y .agua a_niv.el
2—13, 1979.
JSüñJ, Ja_ori.na^s_jnu.y_c on cen tta da y por lo
general no hay. sp.riimp.ntn El Nitrógeno
C A P IT U L O 8 7 ureico y la_Iiiea, si bien al comienzo no
suben, luego se_£levan. Si el déficit circula
torio no se repone, puede sobrevenir la
SINDROMES Y D E S T R E Z A S lesión renal.
Insuficiencia-R«nal Aguda,
En esencia tenemos solamente el SI3-
^ DROME.-NEERDXICO (5), pero pudiéramos a-
trevernos a proponer que se agregue un sín fxona.
drome nefrítico cuando predomine en el Puede sobrevenir por diferentes causas,
CUadrO clínico la h^juptnriq y la hi_p£j±an- algunas de las cu\les vamos a nombrar:
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- 596 -
1.1: Procesos renales terminales: ..Olnmé- tanto .aXLuria, que a veces alterna con poliuria
rulonefritis aguda. Piclonefritis. masiva^ (Se destapa). Se averiguará el ante
1. 2 : Xaponamientp, pQLpxe.cipilaráñn de cedente de cólicos renales. El tratamiento es
Uratos,_f!aIcio, _proteínas„del_Mie.lo.ma. y de emergente y si por alguna razón se prolonga
ünlfas. este estado de cosas, sobrevendrá fatalmente
la verdadera insuficiencia renal.
1.3: Depósito-de -Hemoglobina JVfiüglo-
bina. INSUFICIENCIA RENAL CRONICA (9, 11).
1.4: _lsjquemia_imindajia_a_cjrc_ulaciójn La nobleza del riñón mantiene un es
jenaLdeüciente. tatus funcional tolerable cuando la capacidad
1.5: j^cción. tóxica jde^ciextas-drogas, co
mo : Kanamlcina, Quinina. Sullas, Gentami- si la pérdidaJlega al 9 7 % y al 9 9 ° /o. aún
¿dna; de ciertos venenos, como: Mercurio, puede permitir un cierto tipo de vida bastan
te restringido.
lenglicol,- Bismuto; medios de contraste y Acontece que los mecanismos homeos-
toxinas por mordedura de culebra. táticos y la posibilidad de suplir defectos
La orina nos dá el diagnóstico, pues el funcionales acredita la hipótesis de la “Ne-
sedimento es rico en células tubulares, ci frona intacta” , mediante la cual se sostiene
lindros granulosos, hematíes y leucocitos. que la función se mantiene a favor de ne-
El proceso se inicia con oliguria que luego fronas sobrevivientes. (Cecil).
puede pasar a un “ despeño diureico” . El Ni Susci afámente nos refererimos, a conti
trógeno ureico, la urer> y la creatinina suben y nuación, a la diversidad de síntomas que
sobreviene acidosis metabòlica. pueden apruecer en más o en menos, durante
No escapará al lector la importancia vi el largo proceso de la insuficiencia renal
tal que tiene el diagnóstico acertado para crónica.
imponer un tratam iento oportuno. La fase
2. 1:__RigjL— Prurito,-.melanodermia^-epider-
oligúrica, puede durar una-dos semanas; igual
jnis..seca,_esc^mosg,Jbxiiei^.emejite_infexlar
mente, la fase poliúrica puede durar una o
da, con procesos exantematosos y eritema-
dos semanas, después de lo cual se inicia la
tpsojs. Fig. 87-1.
fase de recuperación, donde solamente persis
te la nicturia y la poliuria en m enor escala. 2.2: XuJbjqudigesím).: Boca seca, sabor me-
táhco,_-olor _a=.orinas^_jiáuseas_ .y—vóm ito;
En esta fase, la filtración renal se reali
eveníualmeá.te._diarreas, hem at emesis. mele-
za en un 70 u 80°/o y si las cosas marchan
nas.
bien, en el lapso de dos años puede haber una
recuperación ad-integrum. 2.3: .Nutrición: La.dfí.sn.uiriciári produce en
los—niños—el jietenim ie n to _.deL desarrollo.
Insuficiencia aguda Postrenal. (2, 3).
Hay-cahellcLS eco-disperso y sin brillo.
Es debida a la ohstruc£iójo_deJas_yias
2.4: .Sislm a.-endocrino: La pnhertad se
.urinarias.
Sobreviene casi exclusivamente por retrasa; laJiíbido-yJa-potencia-dism inuyen,
.afe£CÍo.n£s_urológicas, especialmente: tum or la,.ovuIación. se suspende.yi.en la mujer..puede
sob revenir-am enorrea sp.r.iinriariq.
j¿era,.ügadura-deJos_uréleres. Es un tapona- 2.5: .Cardiovascular: -Hipertensión arterial
miento_de_las_jvj as -urinarias; habrá por lo en _más _de.,.80g/o-deJos-pacientes. Edema
Fig. 87-1: Lám. X V II.
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sistèmico ..que. Tenesmo Pérdida de la fu e r-
W aeii 0ticii_ylJapfiiijlieiite._deJaJ.CX, Edema Coluria ma- za ^ c^orro urinario
^A^glld-0_T1^_Pulm ón p o r..L -C ..I. Pericarditis croscópica Goteo a] fínal dg ^
pQH_doloiJL[ií£ns.o, ...frote y eventualmente,
taponamiento. Aunque no es admitida Globo vesical de + micción,
unánimemente, se habla de una miocarditis a + + 4- 4- Próstata aumentada,
urèmica. Pueden haber trastornos de la con dura, dolorosa.
ducción y arritmias activas.
EXAMENES AL PIE DE LA CAMA DEL
2.6: Anemia: SiempreJiay~anemia. (Dismi- PACIENTE:
P nución de la Eritropoyetina) ( 8).
Prueba de los tres vasos
2.7: N e u ro p a tí a - p e r i férica : sensación de
Prueba de la Dilución.
hormigueja_y„quemadura. en las extremida
des ,Jaipoe^sia-aiiM _esia^£iidmteJhipoix£.- Prueba de la Concentración.
flexLa-.arreIle.xia. Examem complementario! indispen
2.8: Miopatías: marcha anormal, debilL- sable : elemental y microscópico de orinas.
dad_tuusculaiLjmaniiìesta, atrofia -ligera* Ca-
lamhres._Saltos_musculares,-hipo. EXAMENES COMPLEMENTARIOS IMPORTAN
TES: (1 ,6 ,1 0 ).
2.9: Otros: Eaíiga_física,y_meuiaL_Xfliir
^ vulsiones._‘10josj:oj.Qs” . Biomctría hemática y los siguientes
I UREMIA..-- (1 1 ,1 3 ). Es un término que se exámenes de sangre:
| diluye entre las descripciones de la insufi Urea
ciencia renal; pero que lo vamos a definir Creatinina
como la-e±apaj£xminal. de la misma y que se
contiene en la siguiente sintomatologia: Colesterol
náusea, vòmito, cefalea^é-r-tigor-somnolen- Electrolitos
cia, coma, convulsiones, olor urinoso_del a- Pruebas funcionales.-
Depuración de la Creatinina ( Filtración
Pre domina alguna de las siguientes for
endógena glomerular)
mas de presentación: cerebral, gastrointes
tinal y respiratoria. Depuración del Paraminohi- 1. (Flujo Plas-
purato sódico mático renal).
C A P IT U L O 88
Evidentemente es el testículo, el órga
no que comanda el proceso de la formación
del varón. Si bien al comienzo están dentro
A PA RA TO G E N IT A L M A S C U L IN O
del abdomen, su destino final es el escroto
INTRODUCCION al que baja, en algunos casos, en la vida fe
tal misma y en los más tardíos, hasta los 15
años. Su forma es. ovalada, juiíis alrededor
Las características propias del varón
se deben a un juego de factores que se inician de UD-cm. y ,p£sa. un_gramo ¿djnacer. En
cambio, en e lid id lo tiene de 3 a 5 cm. y pg-
en los cromosomas, con el sucesivo aporte
del mensaje genético y el cumplimiento del sa alrededor de los _25_guns. El tamaño de
mismo en el largo proceso de la conforma los testículos no está en relación directa con
ción del genotipo. El aparato de Wolff pros su capacidad hormonal y reproductora ( 12).
pera, mientras el de Müller se atrofia; la zona Fig. 88-2.
cortical casi desaparece y se conforma en ELfalo o pene es el otro órgano sexual
testículo a favor de la zona medular ( 2). masculino que define al varón. Está íntima
Fig. 88-1 mente ligado a la parte terminal de las vías
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urinarias, la uretra, que como sabemos, tan-
® to sirve para expulsar orina como para
E y a c u la r semen (13). La-orin a yjene desde ja
vejiga.^ pl desde los testículos-pasan-
f t l o por su estación en las vesículas seminales
ph asta la nretra.prostática. donde desembocan
^ T ns caracteres sexuales—secundarios
^ q u e complementan la imagen del sexo mascu
l i n o serán nombrados en el cuadro que viene
^m ás adelante. Entre ellos la £lándula_nrostá-
tica, merece especial mención anatómica por V&fcünONTANOH
P ía importancia de los procesos patológicos MEATO
^ e n los que es protagonista o toma parte.
aStfWTO'
TV»BULO5
Esta es de fbnna-triangular con un pico
iinferior y una base superior. Sirve en alguna Fig. 88-3 Trayecto prostático de la vía se
m inífera.
Pform a, de sostén a la vejiga., en la parte co-
.6 6 « - 1 6 1 ^ 8 6 4 .ÍH T E R V 7 ÍC IO
prrespondiente al esfínter, donde nace la ure- C tL.fcfe
Para ordenar la exposición de los ca En una ocasión, en la consulta exterm ajl
del h o sp ital de la ciudad de Loja, llegaron los“
racteres sexuales vamos a consignar el Cua padres de “ una” paciente, y, “ ella” to d a en-4B
dro No. 88-1. Fig. 88-5. vuelta en pañolón de cabeza a pies.
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IH
2.— El principal método del examen físico
será la inspección. Para examinar la voz será
I necesario oírla y para la próstata será indis
I
! pensable palparla (Tacto rectal).
3 — Los caracteres primarios son esenciales
para la función sexual y por lo tanto, nunca
faltan en el varón, definido como tal.
m 1.3.3: Es dolorosa?
rrea quizá puede definirse como una incon 3.— Cabill, J.F . Jr.; Hill, S.R: y T hom , G.W.:
tinencia _dp. la esperma, lá cual aalc~en los E nferm edades de los Testículos. Medicinal
Interna de Harrison, tercera edición. 666,
momentos más. imprevistos y talvez precisa- Ed. F orunier, México, 1965. I
4.— C hristm ann, F.E.; O ttolenghi, C.E.; Raffo, |
de angustia o de l¿nsión.,neDd.osa (5). Las J.M. y V on Grolman, G.: Técnica Quirúr
enfermedades prostáticas, especialmente, las gica. S ex ta edición. 569—579, El A teneo, (
Buenos Aires, 1946.
inflamatorias tienen manifestaciones relacio
5.— De la T orre, A.: Sem iología Renal y Urina- ^
nadas con la contracción de las vesículas se- ría. Segunda edición. 303—305, Casa de la ,
minales/ que se volvería dolorosa. C ultura Ecuatoriana, 1955.
Hay ciertos medicamentos como la 6.— F innerty, F.A. Jr.: Consideraciones críticas {
en el tratam iento de la H ipertensión Arterial:
Guaneíidina, por ejemplo, que puedeiLjjrQ- C onceptos Modernos sobre E nferm edades (
d u c ir tr a s t o r n o s p.p la evaculación ( 6 , 8). Cardiovasculares. VoL XLII, No. 8: 45—48,
11111 {
4 . - La esterilidad, a la inversa de lo ante
7.— H andsfield, H.H.: G onorrhea and Nongono- (
riormente revisado, no tiene nada que ver
cocal urethritis. The Medical Clinics of N orth
con la esfera mental. Siempre hay causa America. 925—928, S eptem ber, 1978. |
orgánica que hay que buscarla cuidadosa 8.— Nies, A.: Clinical Farm acology of antihy- ,
mente, hasta la misma constitución cromosó- pertensive Drugs. The Medical Clinics of *
N o rth Am érica, 675—695, May, 1977. ^
mica de la persona portadora del problema.
Naturalmente antes de llegar a estudiar el 9.— P etersdorf, R. y Bennet, J. Jr.: Parotiditis.
M edicina In tern a de Harrison. Tercera edi- ^
cariotipo, se habrá investigado en el pasado ción. 1.180, Ed. Fournier, M éxico, 1965.
patológico, las enfermedades que pudieron Í
10.— T estut, L.: Tratado de A natom ía Topográ
haber causado el deterioro-de las células se- fica. Séptim a edición, 558—590, Salvat, á
niiníferas. Barcelona, 1947.
11.— Thorek, M.: Técnica Quirúrgica Moderna.^
Entre las enfermedades, tenemos, por Segunda edición. Tom o IV. 3.220—3.225, ,
ejemplo, la. Parotiditis (9) cuyos virus pue 3.230—3.255, Salvat, Barcelona, 1953. '
//
den producir Orquitis.; la Blenorragia nrónir.a(
que_pradujQ- Orquitis y Epidimit.is (7), los
tumnr.es, la Criptorqnidía no tratada a tiem C A P IT U L O 9 0
po (4, 11). Los defectos uretrales del tipo
Epispadias o Hinospadías (2,4,10,11), des
vían la dirección del flujo del semen y pue S IG N O S D E L A P A R A T O S E X U A L «
den invalidar el valor procreador del acto M A S C U L IN O |
sexual.
A continuación exponemos la sintoma- ^
tología dependiente del examen físico en el £
B IB L IO G R A F IA Cuadro 90-1. ^
»
»
I
I
I
Fig. 90-5 Epispadias
B IB L IO G R A F IA
^ lobular, pueden perderse en las prostatitis Es una maniobra que sirve para:
I y abscesos. 1 Obt e ne r secreción prostática á fin de
I 3.— La consistencia renitente puede vol- ¿ fe ctu an ex am en cilnhacteriológico.
^ verse dura y aún leñosa, dato con el cual se 2.— Como tratamiento en las Prostatitis (2)
debe sospechar de tumor maligno (carcino- (Bartrina)
L
y
ma)> La maniobra se realiza mediante mo
14 Usualmente no hay mayor sensibilidad. vimientos del dedo índice introducido en el
Si esta se exacerba y la palpación se vuelve recto, en el sentido y con la secuencia que
dolorosa, es muy probable que haya un pro- indica la Fig, No. 91-4.
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— 614 —
1.— Bacells-Gorina, A.: La Clínica y el Labora Por lo tanto la persona afectada tiene
torio. Tercera edición. 238, M anuel M arín &, 4? cromosomas, puesto que hay un cromoso-
Barcelona, 1961.
m aJL deum
2.— Bartrina Thomas, J.M. y B artrina Calvo, J.M.:
Tratado de Urología Clínica y Quirúrgica. JE1JjejqflJjpo j&jnasailin.Q y las caracte
124—125, Espasa Calpe, Madrid, 1954. rísticas clínicas son:
3.— Cabill, J.F. Jr.; Hill, S.R. Jr. y T h o m , G.W.: 1.— Tipo som ático F.iiniicnide.
Enferm edades de los testículos. M edicina
Interna de Harrison. 666, La Prensa Médica 2.— Ginecomastia.
Mexicana, 1965.
4.— Diem, K.: Tablas Científicas. Sexta edición.
616—619, J.R. Geigy S.A., Bacilea, Suiza, 4 - ^ z o o s p e ro m
1965.
5.— Ferguson Sm ith, M.A.: K aryotipe-phenoty-
5.—‘ Cromatina + en el 80 °/o de los casos.
pe correlations in gonadal dysgenesis and Fig. 92-2.
their bearing on th e pathogenesis of m alfor
m ations. J. Med. Genet., 2: 1 42, 1965.
6.— G itter, A. y Heilmeyer, L.: Pruebas F uncio VARON—CON—CARIOXIPQ: X Y Y.
nales Clínicas. 433—435, El A teneo, Buenos fóURERMACHO). (2, 3).
Aires, 1960.
7.— Grumbach, M.: Gonadas y T estículo: T ra Tienen comunmente:
tad o de Medicina Interna de Cecil—Loeb.
3.881—1.901, Interam ericana, M éxico, 137?.
1• - JM aiurajnás.fJi'.v?,da.
8.— Kolinor J.: Diagnóstico clínico por Jos a.uá- 2 .~ A sm
lisis do Lab orn torio. Terceia edición. 2£ií>—
272, Kditorial Interamcricana., S.A., 1963. 3 .-
9.— Moore, K .L.: T he sex chrom atin. Phila 4 .- fíip.QgQaiidLinj.a,
delphia, W.B., Saunders Com pany, 1966.
Aunque hay muchos que tienen ten
10.— Shaw, M.W.: Citogenética. T ratad o de Me
dicina Interna de Cécil—Loeb. Treceava edi
dencias criminales y de hecho han cometido
ción. 17—20, Nueva Editorial Interam ericana agresiones, también existe un porcentaje me
1972. nor que no tiene este tipo de manifestacio
11.— Stolz, E.: P ortfolio Sexually T ransm itted nes en forma evidente.
diseases. 9C. H. Boehringer S ohn Ingelheim
am Rheim, 1977. SINDROME DE TESTICULOS FEMINI-
.ZANXES (5).
Llamado también: Seudohermafrotis-
mo masculino familiar.
C A P ÍT U L O 9 2
El cariotipo.es de 46: X Y
ELfenotipi)_e^_dejaujkr.
S IN D R O M E S
G E N IT A L E S M A S C U L IN O S
Entre los trastornos de origen genético ñas.como cualquier hombre normal; pero los
tenemos muchas variantes patológicas, de en órganos periféricos no responden a la testos-
tre las cuales vamos a describir someramente í&mnajaLeiüajüda_feí al .ni .eiüa..exímuterina-
las principales: El resultado es:
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_participación el Hipotálamo.
3 .- Proce^os_patpj.Qgicos.liipQiisariQS-
4 .— rPro.C-6s_os. pato lógicos suprarrenales (T n -
m ores fem inizantes, síndrom e suprarrenoge-
n itaD.
5.— Mixedema (algunos casosl
6. - P o r ingestión de estrógenos. —
PRECOCIDAD SEXUAL. (5).
Signos. de_pubertad.precoz. con cambio
de voz, salida de vello etc.
años.
Estos sujetos suelen ser de
xa, pues así mismo hay
1-QS-cartilagos de crecimiento.
Pueda sobrevenir por las más diversas Es la inflamación del testículo. Cuan
causas. Entre ellas, las más notorias: do sólo está comprometido el Epidídimo, se
llama Epidimitis y cuando lo están tanto el
1.— Por desnutrición. Testículo como el Epidídimo, se trata de
2,— Procesos cerebrales en los qne tiene O.rquiepi dimitid
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-6 1 6 -
E1 proceso agudo estará determinado
clásicamente por: Fig. 92-6.
jD o Iq x
C a lo r
Ruhor
Im n o r
_Lß.s_.p.r.ncfi,sn.s r.nánir.Q.^, como los de
origen sifilítica darán una consistencia dura
a los testículos, a ‘tal punto que se los h'á
llamado: cp “ hola de billar” . Fig. 92-6 Orquitis.
Los más variados agentes infecciosos y C ortesía del Prof. Dr. José Duran Lucio.
aún parasitario^ pueden ser los causantes. temprano, la ginecomastia,. En el niño habrá
Nombremos algunos: precocidad sexual aunque no haya esperma
togénesis;
Gonnr.nca
Espiroqueta de Schaudin Los trastornos de la Libido (apetito
Bacilo de^Kach. sexual) y las perversiones sexuales son, esen
Brucellas. cialmente, materia de clínica psiquiátrica
Filarlas
Billharsias B IB L IO G R A F IA
NE0PLASIA5 ( 5 ,6 ,9 ).
1.— Becker, S.W. y O berm ayer, M .E.: Derm a
Los tumores neoplásicos son raros. tología y Sifilologfa Modernas. 806, Salvat,
1.945.
Podemos dividirlos en:
2.— C ourt Brown, W.M.; Harden, D.G.; Jacobs,
1 Germinativos, de los cuales los más fre P.A.; M aclean, N. y M antle, D.J.: A bnorm a
lities of th e sex chrom osom es com plem ent in
cuentes son: Seminomas y tumores em hrio- m an. M edical Researche Council, Special
parios. R eport series No. 305, L ondon, H.M., Sta
tionery office, 1964.
2.— No germinativos, entre los cuales el de
3.— Court Brown, W.M.: Males w ith and XYY
más relevancia es el de .Telillas Intersficjalg<¡. sex chrom osom e com plem ent, J. Med. Ge
■En general el síndrome neoplásico se net., 5: 341, 1968.
caracteriza_p.or.:_ Crecimiento indoloro de I05 4.— Drucker, W.D.; Blanc, W.A.; R ow land, L.P.
y G rum bach, M.: A Clinical and pathologic
' testículos o de iinn de p.lln.^ study w ith a com parison with the K linefelter
1.— Los-sem innm as son de crecimiento len- syndrom e. J. Clin. E ndocr., 23: 59, 1963.
t a y dan m,etastasis a los ganglios aórticos e 5.— Grum bach, M.: Gonadas y testículos. Tra
tado de Medicina Interna de Cecil—Loeb.
ilíacos. Son sensibles a la radioterapia. Treceava edición, II Tomo, 1.881—1901,
Interam ericana, México, 1972.
2 .- Lc&JLumoie.s.eaibriQ-Qiuias son de cre
cimiento fápido, invaden precozm ente los 6.— Jacobs, E. M.: C om bination Chem otera—
py of m etastatic testicular germinal cell tu
cordones-espermáticos y dan meiásia$&_pie7 mors and so ft part sarcomas-cancer, 25:
3 2 4 ,1 9 7 0 .
3 - Loi. tumores de células intersticiales 7— Landind, B.H.; WeUs, T.R. y Wang, C.I.:
A bnorm ality of the opididim is and vas de
son generalmente, henignos y sobrevienen a ferens in cystic fibrosis. Arch. Path., Chica
cualquier edad..^ Puede haber, como signo go, 88: 569, 1960.
www.medibooksnica.net63.net -617-
8.- Paulsen, C.A.; G ordon, D.L.; Carpenter, Progr. H orm one Res., 24: 321, 1968.
R.W.; G andy, H.M. y D rucker, W.D.: Kline- 9.— Weidner, J. y K örner, F.: Tum ores malignos
felter’s syndrom e and its variants: A hor y benignos del testículo: T ribuna Médica.
m onal a n d chrom osom al study. R ecent Tomo V, No. 7: 1—11, 1980.
i
» A P A R A T O G E N IT A L F E M E N IN O
§
I
i
^ C A P IT U L O 9 3
Por estas razones, nosotros vamos a
I N T R O D U C C IO N dar un enfoque útil para el estudiante que
se inicia en el conocimiento de la patología,
I dejando para las cátedras de gíneco-obste-
^ Generalidades.— Un significativo por tricia la profundización de los temas.
c e n ta je de la consulta en medicina general, Como en todos los casos, su estu
" e s requerida por la patología ginecológica; dio requiere del interrogatorio, del examen
) e s sencilla en su mayoría de veces, y por físico y de los exámenes complementarios,
* lo tanto al alcance de todo médico. Un recalcando eso sí, que el examen físico tie
porcentaje m enor, más toda la cirugía del ne en esta sección una especial impartan cia
I aparato genital y lo referente a esterilidad 7>Gi' la que hemos creído conveniente i po
infertilidad es campo exclusivo del gine ner en la Fíg. 93-1 y 93-2 una visión ge-
cólogo. ner;sl de los genitales externos e internos.
Himen
Periné
ANAMNESIS DE LA MENSTRUACION
¡
que lo explique se habla de prurito esencial, sensibilidad consciente; darán por tanto sen
y puede verse en pacientes con cargas saciones de dolor localizado; mientras que
psicopáticas. En las m_ujexes_adiillas, acom- el resto de la vagina, todo el útero, las
|.p am _ frecuentemente a la diabetes mellitus: trompas, los ovarios, los anexos y el pe
^m ientras que en otras de cualquier edad, ritoneo pelviano reciben inervación del sis
I incluso en las .niñas, puede acompañar a tema nervioso neurovegetativo y por tanto
el mecanismo de sus dolores es referido a
| liquen_esclemsa,ieucopIaquia, etc. ( 2). través de la segmentación metamèrica de la
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-624 -
médula, hacia las zonas cutáneas de Head. pr.okp^_JileiixL9 jtnáM[iie_dpJí2i_&iieleJiaí)£r
Obsérvese además que la inervación vagal una „sensación de p eso que „desciende hacia
del útero, se hace a través del nervio el p erin é: en este caso el m enor esfuerzo
pélvico que procede de los segmentos sa o el pujo dem uestran a la simple inspec
cros; que el plexo ovárico, procedente del ción la salida del útero.
ganglio mesentérico, se origina en los seg
mentos DIO, D i 1 y D12. 4.- CAUSA APARENTE.- El acto sexual do
loroso por desproporción genital o maniobras
La anamnesis del dolor ginecológico
demasiado bruscas pueden ser causa de do
no requiere de otra técnica que no sea la
lor vaginal. .La-dispaieunk, o. coito doloro-
misma que la de cualquier dolor, excepto
so, puede tener como causa una lesión
porque es bueno añadir uhas preguntas que
argánica_genital o, lo que esvmás_freLCuente,
lo relacionan con el ciclo menstrual:
atribuirse a causas—psicágenas como falta
En qué día del mes se le presenta el dolor? .
de. afecto v rechazo al esposo, tem o r al
a mitad del mes? , días antes de la regla,
embarazo, etc. (3). La presencia de la mens
durante la menstruación o después de ella?
truación o el permanecer mucho tiempo de
Las comentaremos en el número 19.
pie, pueden originar el dolor de las .xetrapa-
sicLones. (re lm y e rsiá n ._ o ^ ± n ^ uterir
CONSIDERACIONES ACERCA DEL DO
üas. (12). Algunas hipogastralgias pueden
LOR GINECOLOGICO:
estar causadas por razones psicógenas rela
cionadas con el sexo, pueden ser las mismas
1.- FECHA APARENTE DE COMIENZO.- En
que motivan la dispareunia u otras como
los cuadms_iag.udos como en la tn rción del
prejuicios contra la actividad sexual, sexo
pedículo de un tum or o quiste ovárico, r.up-
reprimido, etc.; pero aunque son relativa
mente frecuentes, sin embargo, siempre de
aneiülis.agud.as_áeLdolQr-p.u.ede_lenfir_sñJo_po-
ben ser motivo de un examen genital com
pleto para descartar cualquier alteración
orgánica.
2.- FECHA REAL DE COMIENZO.- En las a-
nexitis.crónicas oLdolor puede durar ya varias 5.- SITIO DEL DOLOR.- Las afecciones vul-
semanas-ja. rafafis, y cuando se reagudizan vares y del tercio inferior de la vagina, suelen
pueden dar síntomas de anexitis. aguda. producir dolores localizados y son de fácil
Las_salpingitis.Jfljs_lrastornos de la posición identificación; pueden presentarse en las
del útero (Retroyersiones), el dolor puede vulvovaginitis, pero especialmente, en los
abscesos de las glándulas de B arthohhode
3.- INTENSIDAD— Los cuadros agudos antes Skene. Las afecciones u terinas suelen pmdlL-
mencionados suelen producir dolores muv cir hipogastralgias, mientras que de las trom
iiiiensQS, especialmente la ruptura del em pas u ovarios .s uelen dar iliacalgias-en el lado
barazo extrauterino; mientras que los cua correspondiente. El dolor muchas veces es
dros subagudos y clónicos suelen dar un tan intenso que la paciente no puede delimi
dolor de mediana intensidad; pero se debe tar con precisión el punto exacto de locali
recalcar que el Ca. uterino, especialmente zación. En consecuencia el sitio del dolorfl
del cuello, puede cursar durante mucho puede tener un valor relativo especialmente
tiempo sin dolor alguno, para empezar a en las afecciones uterinas según vamos a ver
doler sólo cuando ya hay metástasis; en el a continuación.
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6.- IRRADIACION.- Lo m ás característico es rinas se acompañan a veces de trastornos
* que eüjíilQ r uterino se irradie hacia .la región menstruales, y a veces, estas retroversiones
i ^[m hosacra. y el ováricohacia la dorsal b aja, pueden ser causa de esterilidad debido a que
correspondiendo a las m etám eras analizadas el cuello del útero se encuentra dirigido ha
en la inervación. En efecto, en las retroposi- cia retropubis y no localizado hacia coxis
1 ciones del útero, en los tumores posteriores como es lo normal.
del m ism o cuando éstos son m uy volum ino
9 - 10 - 11 y 12.— No suele relacionarse
sos, al com prim ir al plexosacro irradia el
con los alimentos, no tiene horario ni pe-
dolor hacia la región lum bosacra; igual en las
rioridad.
endom etriosis y en procesos inflam atorios
adherenciales que fijan al útero hacia atrás; 13.- RELACION CON LA MICCION.- Aunque
la lumbagia_pu£d.e_ser^LprimejL_síntamá_de son m uy frecuentes los trastornos urinarios
_un Ca. de .cuello con me_tásíasis.aJQ<Lgangli£)S en las ginecopatías, sin embargo, con el dolor
üíac.o^rLj:uyjaj:asQ_piLe¿eJrxajdiaisñ^.dejiiás genital propiamente dicho no tiene una rela
ai.oJargajieJa_cara..p£LStexiox_de_la-exíremi,- ción directa.
ri?d inferior, correspondiente por r.om prom i- 14.- Igual decimos de su relación con la
so de las raíces del n ervio ciático. deposición a excepción de aquellos casos
7.- TIPO DE DOLOR.- Las contracciones es- en que exista tumoraciones que ejerci
pásticas de las trom pas y del ú tero pue ten presión directa sobre colon o recto.
den producir dolores cólicos com o el de 15.- RELACION CON LAS ACTITUDES Y DE
nom inado “ cálÍ£Q_jm.eiisimal” pero cuan CUBITOS.- En términos generales, puede
do se trata de procesos que involucran decirse que los dolores.-genitales se ali-
a las paredes de estas visceras o de los vian con el reposo en _cama. mientras que
ovarios, como los tum ores benignos o malig la_actitud de pie agrava el del prolapso
nos y sus metástasis, el dx)loi_.es__cx)iLtiiiu_Q, ggüital; la. deambulación incrementa ,el de las
muchas-yeces-le.Yfi, pero tam bién con inter anejsiíis,.
m itencias ssyeras.
8.- SINTOMAS ACOMPAÑANTES.- En los ca 16.- RELACION CON LOS MEDICAMENTOS.—
sos de t orción daJ__ped ían la --d e _ u n _ tu - Los dolores de tipo .cólicp como el de la
mo r_o-_quiste,_o.y.áiic.Q, üL dolax se acom menstruación calman con los antiespasmódi-
paña rápidamente de náusea-, vómito., .ta gqs mientras que los dolores de origen infla
quicardia y a veces-fiebxe; el examen génito- matorio o tumoral se alivian con los.jjn^lgé.si-
abdominal descubre el tumor. Eo_gjLgmhai3 r cos.
zo„Jubárico._roto., de.bido_a—la_hemorxa.- 17.- EVOLUCION.— Los dolores de o rigen,tu i
gia interna pueden aparecer rápidam ente m acal sólo se alivian definitivam ente con
signos de anem ia -aguda, y m ás tarde de
k^xtixpacióii_del_tim iQ f. Los ocasionados
sh ock h ipovolémico-; puede haber hem o por teJxa^gxsióii. se rintensifican.-durante-_el
rragia genital y naturalm ente sign.0-s=d£^ahr- p.erío.do_jaigjisjtrjigl; se alivian_coDJ.a_mena-
¿Qmen_agudo. En las anexitiV— agudas. pausia al iniciarse la involución uterina.
aparece fiebi^-laucocitosis^ y al tacto va
ginal se encuentra los anexos engrosados 18.- EL ESTADO ACTUAL.- Depende de la
y sensibles, el estado general es bueno a dife
evolución.
rencia de los casos anteriores. Los do 19.- RELACION CON EL CICLO MENSTRUAL.-
lores que acarrean las retro versiones u te Algunas mujeres suelen sufrir dolores pélvicos,
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-6 2 6 -
i
CUADRO No. 94-3
i
ANAMNESIS DEL ACTO SEXUAL
i
C A P IT U L O 95
E X A M E N F IS IC O
Fig 95-1 Posición para exam en ginecológico
¿ I f l j f e í
^ Jjllf^ l
'F ig . 9 5 -1 2 C h a n c r o s if ilític o
F ig . 9 5 -1 4 L e u c o d e r m ia
OVAL LABIADO
F ig . 9 5 -2 0 C a r ú n c u la s h im e n e a le s
F ig . 9 5 -2 8 E s p e jo v a g in a l c o l o c a d o
Fig. 9 5 -3 0 T a c to V aginal.
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mano izquierda e introduce suavemente los CONSIDERACIONES AL CUADRO No.
^dedos índice y medio de la mano derecha 95-3.— En el momento en que se ha intro
^previamente (enguantados y lubricados) ducido los dedos índice y medio de la mano
«Con la mano derecha se efectuará el tacto derecha, corresponde buscar la consistencia
^mientras que con la izquierda se hará la de la vagina para lo cual debemos tratar de
E xploración abdominal, tratando de tomar girar los mismos y determinar si las paredes
^ n t r e las dos manos los órganos que se desee son elásticas fácilmente distensibles o, si al
^estudiar. Fig. 95-30. El cuadro No. 95-3 contrario éstas se palpan como sí tocáramos
in d ic a el qué y el cómo examinar mediante la superficie de una lámina de cartón. Esto
psl tacto vaginal. puede presentarse en casos de procesos fi-
3. Cuerpo uterino
3.1 Forma 3.1 Con maniobra bimanual
3.2 Volumen 3.2 >
5
3.3 Situación 3.3 Buscando laterizaciones
3.4 Posición 3.4 Con maniobra bimanual
determinando la distan
cia del cuerpo con rela
ción al sacro y al pubis
3.5 Movilidad 3.5 Mediante tacto bimanual
haciendo movimientos
anteroposteriores y late
rales
3.6 Consistencia 3.6 Mediante presión bima
nual
3.7 Regularidad 3.7 Recorriendo la superfi
cie con la mano abdominal
4. Anexos (Trompas y ovarios) 4. Mediante examen bimanual diri
giendo las manos hacia el lado
correspondiente
4.1 Tamaño 4.1 Apreciando el volumen y
comparando con dimen
siones anatómicas.
4.2 Consistencia 4.2 Maniobra bimanual tra -
tando de recorrer la su
perficie y presionando
suavemente
4.3 Movilidad 4.3 Buscando el desplaza -
miento fácil
4.4 Dolor 4.4 Valorar si el examen
provoca dolores en qué
momento y en qué sitio
5. Tacto Rectal 5. De acuerdo técnica descrita
brosos locales a nivel de canal vaginal. carse a la paciente que no existe la dificul^J
tad orgánica que ella piensa adolecer). ^
El explorador deberá también conocer
previamente la longitud de sus dedos para Mientras se efectúa el tacto debem os^
poder efectuar una buena valoración en apreciar con los pulpejos de los dedos si se®
cuanto se refiere a la profundidad de la encuentran masas palpables y determinar e 0
vagina y así mismo, se determinará el grosor sitio exacto de su localización las misma&j
de los dedos exploradores pudiendo de ésta que pueden estar con más frecuencia u b í^
forma comparar con el diámetro vaginal. cadas a nivel de fondos de saco o c a r a ^
(Así, en los casos de vaginismo podrá expli laterales (en caso de presencia de q u istes)^
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-6 4 1
Pasamos a explorar mediante el tacto, puede estar alterado en especial cuando el
^ el cérvix recordando que en una paciente útero es miomatoso. Además los mismos
0 no gestante, •el tamaño de éste es pequeño tumores o procesos adherenciales coexisten-
y su consistencia es similar a que si nos tes pueden estar llevando al útero hacia una
0 tocamos la punta de la nariz (cartílago nasal); lateralización forzada o alterando su posi
9 en cambio al palpar el cérvix de una paciente ción pudiendo a veces como en los casos de
a gestante encontraremos su mayor dimen- las endometriosis encontrarse al útero en
* sión y la consistencia blanda similar a que si retroversion la misma que puede- ser fija o
0 nos tocásemos los labios de la boca. El móvil. En esta circunstancia debe determi
P contorno cervical de una paciente que ha narse con precisión si se trata en efecto de
~ tenido hijos será anfractuoso, irregular debi- una retroversion fija o móvil ya que ésto
™ do a desgarros comisurales ocasionados por tiene relación directa con cuadros de conges
P traumatismos de parto. En cambio el cérvix tión pélvica, dispareunia y no pocas veces
^ de una nulípara será determinado por otras con problemas de esterilidad o infertilidad.
características como la regularidad del ori-
Trataremos por lo mismo de desplazar
f) ficio cervical externo. al útero y apreciar si esta movilidad se efec
túa fácilmente o en forma forzada.
Cuando existen tumoraciones o pro-
™ cesos adherenciales que llevan al cuerpo del
La consistencia uterina es de impor
p u te ro hacia la concavidad del sacro, el cérvix
tancia para tratar de determinar o descartar
~ s e encontrará al efectuar el tacto, dirigido
la posibilidad de una gestación en la que el
®hacia la retropubis. Por otro Jado., en
útero se encuentra reblandecido. Una vez
Acasos de procesos inflamatorios o neoplá-
terminada la exploración del cuerpo uterino
psicos, que traccionan los parametrios ha
dirigiremos nuestras manos hacia los anexos
cia uno de los lados se le encontrará al
tratando de efectuar una pinza bimanual
% cérvix desplazado hacia las paredes óseas de
para entre ella intentar palpar a la trompa
l la pelvis. Es im portante determinar si
y al ovario correspondiente. La palpación
~ e l orificio cervical está permeable al de-
de la trompa normal es muy difícil pero si
®do índice teniendo ésto más importancia
^ e n la paciente obstétrica; lógicamente ésto ésta está alterada en su consistencia y ta
^ s e debe hacer en forma muy suave. maño debido a que su luz está ocupada
como en el caso de un piosalpinx (contenido
Todo lo mencionado antes puede des-
purulento en trompa) entonces se podrá
" p e rta r dolor en la paciente, así, ante la
fácilmente palparla. Los ovarios normales
^presencia de anexitis, el dolor será mayor
se hace a veces difícil palparlos, pero ante
^ a l desplazar al cérvix hacia el lado contra-
presencia de quistes la situación cambia; en
^ lateral y mucho más intenso será cuando
estos casos es importante determinar la con
^existe un embarazo ectópico, ya que la sim-
sistencia para diferenciar si se trata de un
j^ple movilización producirá un dolor agudo
tum or sólido o de un tum or con contenido
^ e n la paciente.
líquido. El desplazamiento de los anexos
Trataremos de determinar la forma en casos de que no exista patología es bas
l^lásica descrita como de pera invertida del tante fácil y no ocasiona dolor, pero ante la
^cuerpo uterino mediante la exploración bi- presencia de adherenciales, la movilidad prác
^rnanual y a su vez encontrar aumento de ticamente es nula y el dolor se aunará a
^tam año regularidad en su superficie. Esto este tipo de maniobra.
1
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-6 4 2 -
El tacto rectal debe ser un comple
mento del tacto vaginal básicamente cuando CUADRO No. 96-1
B
pensamos que existe procesos adherenciales PROCEDIMIENTOS UTILIZADOS EN m
inflamatorios o neoplásicos que estén al GINECOLOGIA
terando los parametrios. O puede sustituir
al tacto vaginal en los casos de pacientes 1.- Exploración del contenido vagi w
vírgenes a las que no se les puede efectuar nal
2.- Colpositología: funcional y neo- B
el tacto vaginal.
plásica
BIBLIOGRAFIA 3.- Investigación de moco cervical
4.- Colposcopia y colpomicroscopía
1 .— B e n s o n R a l p h C. H is to r ia C lín ic a y E x 5.- Biopsia de cérvix m
p lo r a c ió n G in e c o ló g ic a . M a n u a l d e G in e
c o lo g ía y O b s t e tr i c ia , p p . 5 0 3 - 5 1 9 . E l M a 6.- Biopsia de endometrio
n u a l M o d e r n o . M é x ic o 1 9 6 9 . 7.- Curva de temperatura basai
2 .— L ó p e z V ille g a s J o r g e . L a c e r a c ió n P e rin e a l, 8.- Punción de Douglas
R e l a ja c ió n d e l I n t r o i t o , C is to y R e c to c e le . 9.- Laparoscopia
C u rs o s d e G ín e c o O b s t e tr i c ia p p . 2 4 3 - 2 5 3 .
I. M . S . S. 1 9 7 4 , M é x ic o , D . F . 10.- Insuflación tubaria
11.- Histerosalpingografía y gineco-
3 .— N o v a k E d m u n d , S c e g a r J o n e s G e o rg e a n n a .
J o n e s H o w a r d J r . H is to r ia C lín ic a , e x a m e n grafía m
fís ic o e in t e r v e n c i o n e s o p e r a t o r ia s e n g in e 12.- Urografía excretora
c o lo g ía . p p . 9 2 - 1 1 5 . N u e v a E d i to r ia l I n te r -
a m e r ic a n a , 1 9 7 1 . 13.- Titulaciones hormonales ÉÉ
14.- Punción abdominal ¡¡
4 .— O s e g u e r a P a lo m a r J o s é ., Z a v a la M a r tín e z
E z e q u ie L P r o p e d é u t i c a G in e c o ló g ic a . E le 15.- H isterom etna (m
m e n t o s d e G in e c o lo g ía y O b s t e tr i c ia T o m o
IL p p . 6 4 0 - 6 5 4 . A s o c ia c i ó n d e M éd ic o s .... .. .. .. _ ... _ J S |
H .G . 0 .3 . M é x ic o D .F . 1 9 7 6 .
F ig . 9 6 -5 T é c n ic a p a r a m e d i r la fila n c ia d e l
m o c o c e rv ic a l
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^ p o m ic ro sc o p ía tiene el mismo fundamento
i^ q u e el anterior solamente que da un aumen-
■ pto mayor de hasta 200 diámetros. (Uso del
^ esp ecialista).
BIOPSIA DE CERVIX.— Consiste en
íj^tom ar un fragmento de tejido para estudiár-
Ép^elo al microscopio. Una vez apreciada la
¡Wesión sospechosa, se la extraerá mediante
^ p in z a s especiales (sacabocados) Fig. 96-8;
jíbolocándose el material en formol al 10°/o,
■•identificando o rotulando el frasco con el
? nombre de la paciente, la fecha, el origen F ig. 9 6 -8 P in z a p a r a b io p s ia d e c é rv ix
™ del material, previo al envío a estudio histo-
|f^>atológico. Si la lesión es sospechosa de
^m alignidad, puede efectuarse la prueba de
j^Schiller que consiste en recubrir previa a la
(®biopsia la zona con Lugol apreciándose que
F ig . 9 6 -9 C u r e t a p a r a b io p s ia d e e n d o m e tr i o
j^ a s zonas francamente sospechosas no captan sin haber ingerido alimentos, antes de cual
£ e l yodo. Esto se explica porque las zonas quier ejercicio físico y empleando siempre
^ j u e se encuentran invadidas por cáncer, no el mismo termómetro. Fig. 96-10. (4).
l^pontienen glicógeno que en cambio, sí po-
8 . - PUNCION DE DOUGLAS: Consiste en
¿-.seen las células normales. El procedimiento
introducir una aguja en el fondo de sa
™ e efectúa con la paciente en posición gine
co posterior vaginal, y aspirar con una
c o ló g ic a y colocada el espejo vaginal. La
jeringuilla con el fin de comprobar la po
^aplicación de la solución yodurada se la efec-
sible existencia de colecciones líquidas (san
rtúa con un isopo. (1).
gre, pus, líquido serohemático, etc.) y la
. - LA BIOPSIA DE ENDOMETRIO.— Proce naturaleza de las mismas. Es de gran va
dimiento que se efectúa con la finalidad de lor en el diágnotisco de embarazo ectópico
E x tr a e r fragmentos de endometrio para su roto. Para este examen la paciente deberá
^ s t u d i o funcional. Se utiliza una cánula estar colocada en posición ginecológica y
"c o rta n te que existe en varios tipos como la con un espejo vaginal, se fraccionará el cérvix
®de Nóvale o la de Randall. Fig. 96-9. Este hacia la pared anterior de la vagina mediante
¡^examen se efectúa en época premenstrual una pinza tirabalas a fin de facilitar el pro
^ c o n el objeto de determinar si hubo o no cedimiento.
Una vez identificados los ligamentos
^ovulación ya que de haber se nos reportará
úterosacros y a un centímetro aproximada
|£ a presencia de un endometrio secretor.
mente por debajo del cérvix y en medio de
% ¡- CURVA DE TEMPERATURA BASAL.- los ligamentos antes mencionados se puncio-
^ P o r la influencia progesterónica, la tempe na con una aguja de calibre regular y a través
ratura de una mujer normal (que ovule) en de ésta se aspira con una jeringuilla. Si no
j^ a segunda fase del ciclo, sufre un as se obtiene material no es concluyente como
censo. Esto se trata de determinar con para descartar la patología sospechosa ya
la temperatura basal que es aquella que se que por ejemplo en un embarazo ectópico
" o r n a siempre a la misma hora de la mañana que no se ha roto la punción será negativa.
^ P L IE G O : 19
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-6 4 6 -
F ig . 9 6 -1 0 E s q u e m a d e la t e m p e r a t u r a b a s a i
F ig . 9 6 -1 3 A p a r a to p a r a e f e c t u a r in s u f la c ió n
t u b a r ia
F ig . 9 6 -1 6 U r o g r a f ía
3 .— N o v a k E d m u n d . S eeg a r J o n e s G e o rg e a n n a .
J o n e s H o w a r d J r . C a r c in o m a d e l C u e llo ,
p p 2 4 3 - 2 8 5 . N u e v a E d i to r ia l I n te r a m e r i c ana^
„1971
R o s c o e L . W a ll J r . F a c t o r e s d e I n f e c u n - ^
d id a d y s u d ia g n ó s tic o p p 7 7 9 - 9 0 5 . C lí
n ic a s O b s t é tr i c a s d e N o r te a m é r ic a . D ic .f |
1 9 6 9 E d i to r ia l I n te r a m e r i c a n a . M é x ic o
CUADRO N o-.*»
continúa
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4 .— Recursos.-
4.1: Humanos
4.1.1: Una ayudante.
4.1.2: Mujeres sanas y con pa tologia.
4.2: Materiales
4.2.1: Mesa ginecológica.
4.2.2: Lámpara auxiliar.
4.2.3: Instrumental estéril: campos, espejo vaginal, aplicadores,
laminillas de vidrio, espátula, fijador, formularios para pedidos
de exámenes.
I
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ella tiene ya 22 años deberemos primera ñan a la amenorrea, así, si la paciente nos
mente descartar una amenorrea por causa relata que además de la falta de menstrua
i genética para pasar luego a analizar una po ción presentanáusea,_V-ómitQ-V-crecimiento
sible causa anatómica. abdominal, enfocaremos nuestro diagnóstico
En cambio, si la paciente nos informa hacia el embarazo.
que menstruaba normalmente pero que se Si en cambio nos cuenta que nn mens
le suspendió la regla hace dos períodos, de trua desde su último parto el mismo que
bemos interrogar sobre antecedentes de re fue hace tres años y que además nota caída
laciones sexuales por la posibilidad de una deLvello,._pérdida_de_peso; teniendo como
gestación. Si no existen antecedentes de antecedente sangrado^considerable —en-—el
vida sexual activa, cabe insistir con la pa posípatío, se hace imprescindible investigar
ciente si este síntoma se presentó por pri sobre una causaJiipofisaria.como sucede en
mera vez o si ya tuvo episodios anteriores; eLsúidromejde Sheehan.
pues en mujeres jóvenes (adolescentes) pue
Ciertos jtnedicamentüs_43ueden_pxodik
de suceder debido a la falta de madurez del
dr-,una suspensión lem p o ral o definitiva de
sistema endocrino o a patología concomi
la menstruación, como por ejemplo ciertos
tante como en el síndrome de ovario po-
productos hormonales administrados por vía
liquistica. parenteral. De allí la importancia de inte
rrogar el antecedente de su administración.
Es importante que recabemos sobre la
(5,6),
forma de comienzo; así por ejemplo, si la
paciente nos cuenta que las menstruaciones Luego de preguntar en forma ordenada
pre.vias_aJa_amenorrea-eran_escasas_5i_dismi- sobre los acápites del cuadro 3.1 nos intere
nuían en forma progresiva? acompañándose sa saber el estado actual indagando el cómo
además de deteriQra(jo_estado.. general, ten se siente en ese momento pues eso podría
dremos que indagar sobre una patología sis- aclaramos la etiología del síntom a en estu
dio. Por ejemplo, en la amenorrea produci
témica como la tuberculosis, con localiza
da por un tumor—hipofisario, la instaura
ción genital o una causajpjitriciojial* Ante
la sospecha de que exista un facto r sixtá, ción de otros jsíniomas comp__cefalea__A
mico, que lo desencadene, insistiremos en alteraciones_jisua]es_es _lenía y sólo se pre
indagar sobre la sintomatología acompañan senta la suspensión del sangrado menstrual;
te; por ejemplo tos, péídida-de-pffiív en los pero si ya están presentes las alteraciones
casos-de_tuberc.ulosis_o..alteracÍQnes-digesti- consecutivas al crecimiento tumoral será más
vas cuando se sospecha el o rigen m itricio n al, fácil para nosotros llegar al origen del pro
ceso patológico.
Si no existe una patología evidente
que pueda ser la causa desencadenante, con
viene interrogar sobre la causa aparente que BIBLIOGRAFIA
pudo desencadenar el síntoma, así por ejem 1 .— B e n so n R a lp h C. A m e n o rre a . M a n u a l de
plo, si la paciente fue sometida a^curetajes G in e c o lo g ía y O b s t e t r i c i a S e g u n d a E d ic ió n ,
p p 7 1 6 - 7 1 9 . E l m a n u a l M o d e r n o . M é x ic o
repetidos- puede ser ése el factor desencade 1969
nante de la amenorrea por haberse produci
do.Ja_dejstruccián_deJa_capaJ>asal. imposibi 2 .— G in s b u rg J . S c a d d in g G . H a v ard C . W.
P r im a r y A m e n o r r h o e a . T h e A m b ig o u s N o n -
lita ndQja_pj_o.liferación_deLendometri£^ Se E n t i t y . B r it is h M e d ic a l J o u r n a l 2 ( 6 0 7 8 )
debe insistir sobre los síntomas que acompa 3 2 -5 2 J u lio 7 7
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-6 5 2 -
3 .— K e lle r P a u l J . T r a s t o r n o s h o r m o n a le s e n suprarrenal) en pequeñas cantidades. Ocurre
g in e c o lo g ía . S u d ia g n ó s tic o y t r a t a m i e n t o . la conversión periférica de ésta, (primordial
p p 1 0 5 - 1 2 9 . E d ic io n e s R o c h e , B a s ile a S u iz a ,
1979
mente) en la grasa a estrona, pero esta con
tribución de estrógenos normalmente es muy
4 .— N o v a k E d m u n d R .— S e e g a r J o n e s G e o rg e a n - pequeña para prevenir o aliviar los síntomas
n a - J o n e s H o w a r d W. J r . T r a ta d o d e G in e
de la postmenopausia. (1,2,5) Es impor
c o lo g ía p p 6 5 6 - 6 9 4 . N u e v a E d i to r ia l I n
te r a m e r i c a n a . M é x ic o 1 9 7 1 tante anotar que las mujeres con inestabili
dad emocional manifestada antes de la me
5 .— R if k i n , I .C .S .: A m e n o r r h o e a F o llo w in g U se
nopausia tienden a sufrir más durante este
o f O r a l C o n tr a c e p ti v e s . A m e r ic a n J o u r n a l
O b s t e tr i c s G y n e c o lo g y 1 1 3 ,4 2 0 ( 1 9 7 2 ) período que aquellas con siquismo bien equi
librado. Aunque las alteraciones pueden pre
6 .— S h e a r m a n , R . P .: In v e s tig a tio n a n d T r e a t-
sentarse en conjunto o aisladas y sin tiempo
m e n t o f a m e n o r r h o e a d e v e lo p in g a f t e r t r e a t
m e n t w ith o r a l c o n tr a c e p tiv e s . L a n c e t, delimitado para definir el criterio terapéuti
1 ;3 2 5 ,1968 co y con fines didácticos, conviene separar
7 .— W e n tz A C , J o n e s G S. P ro g n o s is in P r im a r y
las manifestaciones en premenopáusicas y
A m e n o rrh o e a . F e rtility -S te rility 29 (6 ) postmenopáusicos.
6 1 4 -2 1 J u n io 1 9 7 8
EXAMEN DE LA MENOPAUSICA:
ANAMNESIS DE LA MENOPAUSIA
Qué preguntar Cómo preguntar
1.— Alteraciones menstruales 1 .- Son reglas normales?
2,— Síntomas circulatorios
2.1 Bochornos 2.1 Le vienen calores a la
cara?
2.2 Sudoración nocturna 2.2 Suda en la noche?
2.3 Palpitaciones 2.3 Siente como que se le
sale el corazón?
2.4 Disnea 2.4 Siente que se ahoga?
3.— Síntomas Psíquicos
3.1 Insomnio 3.1 Duerme bien?
3.2 Inestabilidad emocional 3.2 Llora con facilidad?
3.3 Alteraciones de la libido 3.3 Su deseo sexual, es
igual que antes?
4.— Síntomas Orgánicos
4.1 Artralgias 4.1 Le duele las coyunturas?
4.2 Prurito genital 4.2 Tiene comezón en las
partes?
4.3 Pérdida del cabello 4.3 Se le cae el pelo?
EXAMEN FISICO
Qué examinar Cómo examinar
1 . - Piel 1 .- Observación
1.1 Aspecto
1.2 Elasticidad
2.— Genitales externos 2 .- Observación
3 . - Genitales internos 3 .- Según técnica descrita
EXAMENES COMPLEMENTARIOS
1.— Osteoporosis 1 .- Rx. columna dorsal
2 . - Citología vaginal 2 .- Según técnica
3.— Biopsia de endometrio 3 .- Según técnica
EXAMEN FISICO
Qué examinar Cómo examinar
1.— Facies 1.— Observación
(cloasma gravídico)
2.— Mamas
2.1 Color, red venosa, tamaño 2.1 Observación
2.2 Turgencia 2.2 Observación
2.3 Presencia de calostro 2.3 Expresión
3 .- Abdomen
3.1 Color, volumen 3.1 Observación
3.2 Altura de fondo uterino 3.2 Midiendo con cinta
métrica
3.3 Ruidos fetales 3.3 Auscultando con
Dopler o con corneta
^ s e m a n a s d e g e s ta c ió n
®ploradora por atrás del pubis.
0 Se entiende por situación fetal la re-
elación entre el eje longitudinal del feto y el
^ e je longitudinal de la madre por lo que pue-
®ae haber una situación longitudinal, trans
v e r s a u oblicua.
P Se entiende por presentación aquella
p p arte del feto que se encuentra en contacto
con el estrecho superior de la pelvis materna
Ppudiendo ser, por lo tanto, cefálica, pélvica,
^ d e hombros, etc.
p La posición es la relación que existe F ig . 9 9 -8 A p a r a to d e u lt r a s o n id o ( D o p le r )
F ig . 9 9 -1 0 B o r r a m ie n to y d il a ta c ió n c e rv ic a l
QUINTA PARTE
*!
En los procesos inflamatorios ag u d o r^j
tadas se han enrojecido.
sean mono-articulares o poli-articulares, eL ^
4.— EDEMA.— Al edema lo podemos con
edema es siempre caliente; en cambio e i ^ .
siderar com o un síntom a y como un signo.
los procesos que han pasado a la c r o n o ^ l
Como síntom a nos remitimos al Cuadro 3-1,
cidad o por lesiones degenerativas, el e d e m ^ ^
correspondiente al interrogatorio aplicable a
es frío. El carácter renitente de la tu m e fa c -^
cualquier síntom a y como signo al Cuadro
ción habla siempre a favor de la presencié®!
100-3.
CONSIDERACIONES AL CUADRO 100-3 de derrame intraarticular. £ jj
EDEMA ARTICULAR
2 .- Impotencia funcional:
2.1: Rigidez articular. 2.1: Ha observado qué sus articulacio
nes amanecen rígidas o tiesas?
2.2: Movimiento articular pasivo. 2.2: Puede mover su articulación en
ferma, con ayuda?
2.3: Movimiento articular activo. 2.3: Puede mover la articulación en
ferma, sin ayuda?
2.4: Crujidos articulares 2.4: Al realizar los movimientos ar
ticulares ha oído ruidos?
F ig . 1 0 0 -1 E je m p lo d e d e f o r m a c ió n a r t i c u l a r
p o r a r t r iti s d e r o d illa .
das, sea en forma pasiva (con ayuda) o en
forma activa (sin ayuda). En los procesos
inflamatorios agudos, el dolor que siente el
paciente al tratar de movilizar su articulación
F ie . 1 0 0 -2 E je m p lo d e a n q u ilo s is d e c a d e r a .
es lo que determina la impotencia funcional.
La movilidad articular pasiva está res
tringida en casi todas las afecciones inflama
torias o degenerativas; también lo encontra
mos en los traumatismos articulares con
lesiones de los diferentes elementos anató
micos que dañan la arquitectura articular
(musculares, ligamentosas, capsular, óseos,
etc.). Los ejemplos más frecuentes son los
esguinces, luxaciones y fracturas que serán F ig . 1 0 0 -3 T é c n ic a p a l p a to r i a p a r a i n v e s t i g a c i
descritos al hablar de los síndromes articu c ru jid o a r t ic u l a r d e r o d illa .
i.— W e rn e r M .: A rtro s is . D e C o m p e n d io d e
R e u m a to l o g ia . P ág. 2 1 4 —2 3 9 . B a r c e lo n a ,
1965.
CAPITULO 101 -i
1
COLUMNAWERTEBRAL/
F ig . 1 0 1 -7 M o v im ie n to s d e c o l u m n a d o rs o -
lu m b a r : A ) F le x i ó n ; B) E x t e n
s ió n ; C ) F l e x i ó n la te r a l ; D ) R o ta
c ió n .
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-6 7 0 -
1 .- «C olum na cervical:
1.1: Movimiento de flexión 45° 1.1: Haciendo que el paciente incline
la cabeza hacia abajo. Fig.
101-10A.
1.2: Movimiento de extensión 4 5 ° 1.2: Haciendo que el paciente extien
da la cabeza hacia atrás Fig. 101-10B
1.3: Movimiento de flexión lateral 45° 1.3: Haciendo que el paciente incline
la cabeza hacia un lado, tratando
de pegar la oreja hacia el hombro.
Fig. 10M 0C .
1.4: Movimiento de rotación 60° 1.4: Haciendo que el paciente gire su
cabeza hacíala derecha o izquier
da. Fig. 101-1OD.
2 .- Columna doisojurnbar;
2.1: Movimiento de flexión. 2.1: El paciente de pie y manteniendo
sus rodillas rectas, se le invita a
que intente tocar los dedos de
sus pies, con sus manos. Fig.
101-7 A.
2.2: Movimiento de extensión. 2.2: Con el paciente de pie, se le invita
a que se incline hacia atrás apo
yándose en la mano del explora
dor. Fig. 101-7B.
2.3: Movimiento de flexión lateral. 2.3: -El paciente de pie, desliza su ma
no (izquierda o derecha) hacia
abajo, siguiendo por la superficie
de la respectiva pierna. Fig.
101-7C.
2.4: Movimiento de rotación. 2.4: Con el paciente sentado en un
taburete se solicita que rote la ca
beza y los hombros hacia un lado
primero y luego hacia el otro,
hasta alcanzar el máximo movi—
miento. Fig. 101-7D.
p www.medibooksnica.net63.net -6 7 1 -
9
CONSIDERACIONES AL CUADRO 101-1
La columna cervical, en condiciones
normales, presenta una curvatura hacia ade
lante o Iordótica, que en condiciones pato
lógicas, puede aplanarse. En la exploración
de la columna cervical, es importante que el
paciente realice una serie de movimientos
tales como: flexión hacia adelante, flexión
lateral, extensión y rotación. Los movimien
tos de flexión generalmente alcanzan un
máximo de 45°, en cambio que el movimien
to de rotación llega hasta los 60°, como in
dican las figuras No. 101-10. Los m ovi
mientos de flexión se realizan entre el occi
pucio y la primera vértebra cervical, en cam
bio, el movimiento de rotación se realiza
entre la lera, y 2da. vértebras cervicales.
Fig. 1 0 2 -2 M o v im ie n to s d e l h o m b r o : A ) A b
d u c c ió n ; B) A d u c c ió n ; C ) F le x i ó n ;
D ) E x t e n s ió n ; E ) R o t a c i ó n I n t e r
n a ; F ) R o ta c ió n e x t e m a .
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-6 7 5
rig. 1 0 2 -3 M o v im ie n to a r t ic u l a c ió n g le n o —
h u m e ra l p u ra.
F ig . 1 0 2 -6 M o v im ie n to s d el c o d o : A ) F le x ió n ;
B) E x t e n s ió n ; C) P r o n a c ió n ; D ) S u
p in a c ió n .
www.medibooksnica.net63.net - 677-
La articulación del codo muchas veces M E T A C A R PI A N OS.
® s asiento de nodulos reumatoideos y de to
ctos gotos'os, que se los descubre si se desliza
^1 pulgar por el olécranon y el borde proxi-
mal subcutáneo del cubito.
ARTICULACION DE LA MUÑECA.-
f e g . 102-9. El Cuadro 102-3 explica el qué y
fccómo examinar.
CONSIDERACIONES AL CUADRO 102-3
?
Es importante señalar que la articu
lació n radiocubital inferior no forma parte de
^la articulación de la muñeca ya que está se
parada de ella por un fibrocartílago triangu
la r (4). Los movimientos de la articulación
Me la muñeca propiamente dicha son: exten
sió n o dorsiflexión, flexión palmar, abduc- F ig . 1 0 2 -9 E s q u e m a a r t i c u l a c i ó n d e la m u ñ e c a
1.3: Desviación radial 20° (abducción) 1.3: Con la articulación del codo
fiexionada y con la palma de la
mano hacia abajo al mismo nivel
del antebrazo, se solicita al pa
ciente que realice un movimiento
de separación hacia afuera. Fig.
102-10C.
F ig. 1 0 2 -1 6 D edos en “ h u so ” d e la A r tr it is
R e u m a to i d e .
í T r a t a d o d e M e d ic in a I n t e r n a d e H a r r is o n
T .R ., 3 e r a . e d ic ió n , S e c c ió n 9 , C a p . 1 5 1 ,
p. 1 0 3 5 —1 0 4 0 . P re n s a M é d ic a M e x ic a n a ,
I»
f
1969.
2 .— B ilk a P . J .: S ig n o s fís ic o s d e la A r t r i t i s R e u -
m a t o i d e . C lín ic a s d e N o r te a m é r ic a , M a y o ,
» 1 9 6 8 , p . 4 9 3 —5 02.
3 .— C h r is ti a n C h .L .: E n f e r m e d a d e s d e la s A r
F ig . 1 0 2 -2 2 N ó d u lo s d e B o u c h a rd . tic u la c io n e s . D e T r a ta d o d e M e d ic in a I n t e r
n a d e C é c il—L o e b , B e e s o n —M c D e r m o t t, 1 4
C o r te s í a d e l P r o f . D r. R a ú l V e g a S . e d i c ió n , T o m o I, P a r te V I , C a p s. 9 8 y 1 0 0 ,
p . 1 8 8 — 1 9 4 . E d i to r ia l I n te r a m e r i c a n a , M éx .
^ b ac teria n a subaguda (1). 1978.
• Finalmente señalaremos los dedos en 4 .— M a jo r , D e lp M .H ., M a n n in g R .T .: D o r s o y
|0palillo de tambor o dedos liipocráticos que e x tre m id a d e s . P r o p e d é u t ic a M é d ic a , 8 v a.
e d i c ió n . C a p . 1 4 , p . 3 0 0 —3 0 2 . E d i to r ia l
^ tie n e n una im portante y variada significa- I n t e r a m e r i c a n a , M é x ic o , 1 9 7 7 .
; ción clínica.
5 .— M o lí W e m e r .: A r t r i t i s R e u m a to i d e . A r tr o -
Son dedos con la extremidad distal sis. D e c o m p e n d io d e R e u m a to l o g ía , P a r te
E s p e c ia l, p . 1 2 5 — 1 6 2 ; 2 1 4 —2 3 9 . E d i to r ia l
•e n sa n c h a d a , Fig. 102-23, debido a una T o r a y , B a r c e lo n a , 1 9 6 5 .
^ h ip e rtro fia de las partes blandas, incluyendo
6 .— P a d illa T ., C o s sio P . : S e m io lo g ía G e n e ra !,
í la uña que aparece convexa.,con apariencia 7 m a , e d i c ió n , C ap . X V I , p . 2 6 8 —2 8 3 . E d i
• d e “vidrio de reloj” . Se ignora su-‘patogenia to r i a l E l A te n e o , B u e n o s A ir e s 190".
¡J^xacta, pero lo que si es evidente que se pro- 7 — Y/:>.rren E .W ., T h o m G .W .: G o ta . D e T r a t a
^ d u c e dilatación capilar y éstasis sanguíneo, d o d e M e d ic in a I n t e r n a d e H a r r is o n T .R .,
3 e r a . e d i c ió n , S e c c ió n 3, C a p . 9 2 , p . 7 5 0 —
^ p o r lo que generalmente se presentan fríos y 7 6 4 . P r e n s a M é d ic a M e x ic a n a , 1 9 6 9 .
®cianóticos (6).
£ Los dedos hipocráticos invitan a pen
c a r en muchas enfermedades, entre las que
podemos anotar las siguientes: afecciones CAPITULO 103 !
(^pulmonares: enfisema pulmonar obstructivo
^ c ró n ic o , Ca. pulmonar, bronquiectasias, es-
clero-enfisema pulmonar; padecimientos car- EXAMEN DE MIEMBRO INFERIOR
™ díacos; defectos congénitos, atresia de la pul-
^ m o n a r, endocarditis bacteriana subaguda, etc. ARTICULACION DE LA CADERA.-
Fig. 103-1 . El Cuadro 103-1, indica el que
• y cómo examinar.
F ig . 1 0 3 -2 M o v im ie n to s de la ca d era:
A ) F l e x i ó n ; B ) E x t e n s ió n ; C ) A b
d u c c ió n ; . D ) A d u c c i ó n ; E ) R o t a
c ió n I n te rn a ; F ) R o ta c ió n e x te rn a
«
i
niobra siguiente consiste en flexionar muslos
y rodillas en ángulo de 9 0 ° y hacer presión
hacia abajo contra la mesa de exploración i
En la luxación unilateral, la
cadera afectada queda situada más abajo, el %
muslo parece más corto y las rodillas no i
están al mismo nivel; al hacer la tracción de
la pierna hacia adelante, puede oirse un chas
quido cuando la cabeza del femur salta el i
borde posterior del acetabulum (signo de I
Ortolani) (4). Por último debe separarse los
i
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2.5: Maniobra para examinar lesiones 2.5: Con la pierna previamente flexio
de meniscos. nada, se realiza maniobras de ex
tensión y rotación externa de la
rodilla, lo que produce intenso
dolor y escape del menisco roto.
Fig. 103-9F.
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-6 8 6 -
F ig. 1 0 3 -9 M o v im ie n to s de la r o d illa :
A ) F le x i ó n ; B ) E x t e n s ió n ; C ) D e
te c c ió n d e d e r r a m e s in o v ia l; D ) y
E) E x p l o r a c ió n d e la in e s t a b il id a d
m
d e la ro d illa ; F ) y G ) M a n io b ra s
m
p a r a e x a m in a r le s i ó n d e m e n is c o s .
*
CONSIDERACIONES AL CUADRO 103-2 cia de la articulación, especialmente de la ca^j
Por su situación superficial, la articu vidad sinovial, con su prolongación supraro
lación de la rodilla se presta a una. explora tüliana, de la línea del espacio articular p rin ^
ción mucho más precisa que la de la cadera. cipal y de los ligamentos. Fig. 103-8 .
Es necesario un buen conocimiento de los En cierto sentido, en esta articulación|
puntos anatómicos superficiales de referen- hay dos compartimientos: la articulación
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^ principal y la fémoro-rotuliana. La explora
c i ó n física puede revelar que uno de los dos
0 compartimientos sufre con mayor intensidad
• un proceso patológico determinado. Las
lesiones fémoro-rotulianas pueden producir
P d o lo r agudo durante la extensión activa de la
£ rodilla, que aumenta de intensidad si se
ejerce presión sobre la rótula durante el mo-
"vim iento. Fig. 103-10A . También se pue-
0 d e provocar dolor y crepitación fémoro-
^ro tu lian a haciendo deslizar la rótula de un
^ la d o a otro sobre los cóndilos femorales.
| Fig. 103-10B .
£ La exploración completa de la articu
l a c i ó n de la rodilla implica el examen de to
das sus caras, incluso la posterior, tanto en
Aposición de pie como en decúbito. La ins-
ppección, comparando siempre con la rodilla
'o p u e sta , revelará la presencia de cualquier
"hin ch azó n , que puede ser debida a la disten-
^ sión de la articulación por derrame, en cuyo
« c a so se aprecia una tumefacción en forma
*^de herradura, que desde la bolsa suprarotulia-
p n a se extiende hacia abajo a ambos lados de
^ l a rótula, ocupando las depresiones a uno y a F ig . 1 0 3 -1 0 L e s io n e s f e m o r o - r o tu la a n a s : A ) E -
otro lado del ligamento rotuliano. Es mejor je r c ie n d o p r e s ió n s o b r e la r ó t u l a ;
B ) D e s liz a n d o la r ó t u l a d e u n la d o
»recu rrir a maniobras palpatorias para identifi
a o tr o .
c a r la naturaleza de la hinchazón. En la
f t artropatía inflamatoria puede haber tume
en los adolescentes. Se denomina Enferme
f a c c i ó n edematosa de la sinovial con presen
dad de Osgood Schlatter o epifisitis tibial t
c i a de líquido o sin él. Para establecer con
anterior (1).
^ e x a c titu d la presencia o no del derrame
> sinovial se procede a la maniobra explicada Las deformaciones de las rodillas en
» e n el Cuadro 103-2 y graficada en la genuvarum (piernas en paréntesis) Fig. 103-13
^ F ig . 103-9C. o de genu valgum (piernas en X), Fig. 103-14,
Dado que la rótula se palpa fácilmente, son fácilmente observables a la inspección de
» n o es difícil advertir fracturas con desplaza- las rodillas en extensión completa. Las defor
gpniento. Las luxaciones de la rótula se diag midades unilaterales, pueden depender de
nostican fácilmente por la posición anormal lesiones epifisarias.
™del hueso y el gran dolor que presenta a la La rodilla es asiento frecuente de le
palpación. siones debidas a actividades deportivas. Co
StulianoElensitioel tubérculo
de la inserción del tendón ro
anterior de la tibia,
rno los cartílagos semilunares o meniscos
están unidos a la capsula articular a lo largo
'con frecuencia presenta dolor y tumefacción de la línea articular, el dolor a la palpación
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-6 8 8 -
3 . - ARTICULACION . DEL TOBILLO Y/
PIE y Fig. i 03-15.
La articulación del tobillo, igual que la
articulación de la muñeca, es una articulación
compuesta y dá lugar a amplios movimientos;
sin embargo, se considera que los movimien
tos del tobillo solo ocurren en un solo plano,
es decir, en flexión y extensión, ya que los
movimientos de rotación interna y externa
F ig . 1 0 3 -1 3 RodilU* « n M n u -v & ru m . del pie ocurren en las articulaciones subas-
tragalinas (3, 4). Fig. 103-16D y 103-16E .
El movimiento de flexión o flexión
plantar es de 50° y se investiga con la rodilla
en flexión; la posición cero es aquella en la
cual la planta del pie forma ángulo recto con
la pierna, Fig. 103-16A . Se inyita al pacien
te a llevar la punta de los dedos hacia abajo,
tal como lo demuestra la Fig. 103-16B.
El movimiento de extensión o dorsi-
flexión, es de 20° y se lo efectúa invitando al
paciente a que lleve la punta de los dedos
hacia arriba. Fig. 103-16C .
F ig 1 0 3 -1 4 R o d il la s e n g e n u -v a lg u .n .
La limitación de la flexión del pie de
a lo largo de esta línea sugiere lesión cíe me
pende casi siempre de contracturas o dismi-
nisco, tal como lo demuestra la Fig. 103-9G.
La incapacidad para colocar en extensión y
flexión completas la rodilla y la maniobra de
rotación extem a y extensión, Fig. 103-9F ,
son signos inequívocos de lesión de menisco,
(4).
La inestabilidad o aumento anormal
del arco de movimiento de la rodilla indica
desgarre de alguno de los ligamentos (4).
La exploración de la inestabilidad de la rodi
lla se realiza tal como se indica en el numeral
2.4 del Cuadro 103-2 y como se grafica en
la Fig. 103-9D y 103-9E.
Diremos finalmente que estas pruebas
de laxitud siempre deben realizarse como
rutina; la desviación lateral de la rodilla es
tá limitada por los ligamentos laterales y el
deslizamiento antero-posterior por los cruza F ig . 1 0 3 -1 5 E s q u e m a d e a r t ic u l a c ió n d e l to b i
dos. llo y p ie .
www.medibooksnica.net63.net - 689
P o lu c ió n de longitud del tendón de Aquiles
1 * 3 ,4 ).
¡P ^ La pérdida de los movimientos de la
^ a rtic u la c ió n subastragalina, aparece en las
^ ^ f racturas del calcáneo con destrucción de las
P üu p erficies articulares (2).
1j|j» Los tumores pequeños y duros en el
|j ^ o r s o del pie y del tobillo suelen ser ganglio-
r n e s semejantes a los que aparecen en la articu-
P ía c ió n de la muñeca.
Los esguinces de tobillo son lesiones
^ ¿recuentes que producen tumefacción local
equimosis. Las luxaciones y las fracturas,
P®on lesiones más graves que originan grandes
^deform aciones del tobillo. Deben sospechar
l e de fracturas sin desplazamiento del tobillo
™ n caso de haber dolor local a la palpación
^ ^ e las estructuras óseas; dado que los extre-
jgjTios distales de la tibia y del peroné son
S u b c u tá n e o s, la exploración física permite el
d ia g n ó s tic o exacto en la mayor parte de los
F ig . 1 0 3 -1 6 M o v im ie n to s d e la a r t ic u l a c ió n d el
graso s. Las fracturas del calcáneo producen
to b i llo : A) P o s i c ió n c e ro ;
acortamiento y ensanchamiento del talón B ) F le x i ó n p la n ta r ; C ) E x t e n s ió n
% 4). o d o r s if le x ió n ; D ) R o t a c i ó n i n t e r
n a ; E ) R o ta c ió n e x t e r n a .
En el examen del pie, en primer térm i
c o observaremos las deformaciones que pue
den ocurrir por causas óseas, ligamentosas o
^musculares, ya sean congénitas o adquiridas
•
J ^ ie zambo congènito clásico.— l¿/
¿ ju e se caracteriza por: aducción de la por
c i ó n anterior del pie, rotación interna o in
F ig . 1 0 3 -2 1 P ie e q u in o F ig . 1 0 3 -2 2
m ersión del pie, acortamiento del tendón de
P ie v a r u s
¿Aquiles y rotación interna de la tibia.
JPie equino.— Fig. 103-21, se apoya sobre ^
punta del pie con el talón levantado.
^ i e varus.— Fig. 103-22, con apoyo sobre la O
^ a r te externa de la planta del pie, cuya pun
gía está dirigida hacia adentro.
e vaigus.— Fig. 103-23 , con apoyo sobre I!
Fig. 1 0 3 -2 4 Pie p la n o
*Ta parte interna de la planta del pie, cuya
» u n ta se dirige hacia afuera. Fig. 1 0 3 -2 3 Pie valgus
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-6 9 0 -
La desaparición del arco o concavidad CONSIDERACIONES AL CUADRO 104-1
interna del pie, que hace que toda la planta
ap o y e.. al - suelo, se denomina pie.- plano Una vez que hemos terminado
(Fig. 103-24). Resulta del achatamiento del exploración de las articulaciones tanto deT’f
arco longitudinal del pie, por el peso del miembro superior como del inferior, p a s a rP S
cuerpo; cuando se acentúa se hace doloroso, mos a realizar el examen físico de los d i í Q |
pudiendo provocar dolores en las piernas, rentes grupos musculares de los m ie m b ro ^ g
muslos y cintura, por cansancio muscular. valiéndonos siempre de la inspección y p a H |
Finalmente diremos que la prominen pación combinadas. (H
cia de la cabeza del 1er metatarsiano que se (f Indicaremos de una manera general,
denomina vulgarmente juanete .que se com-v~'? que debe observarse y lo que debe e x p lo ra r^ *
plica generalmente por defectos de calzado en los diferentes grupos musculares:
y que posteriormente puede desarrollar una
1.— La disminución de la masa muscular’
buisitis crónica.
hipotrofia puede guardar relación con la fal^fH
de uso o ser el resultado de en ferm ed ^j«
neuromuscular, como en el caso de la p o l i ^ j
BIBLIOGRAFIA mielitis, neuropatías periféricas, lesiones
1 .— B a m e s H .V .í M e d ic in a d e a d o le s c e n te s .
la médula espinal etc. (1, 2). Esta
D e T r a t a d o d e M e d ic in a I n t e r n a d e H a rv e y , potrofia muscular, puede ser también co
J o h n s , O w e n 3 , R o s s , 1 9 e d i c ió n , S e c c ió n 1 9 , secuencia de enfermedad primaria de I
C a p . 1 6 2 , p . 1 5 4 9 —1 5 6 5 . E d i to r ia l I n te r a -
ruericansL, M é x ic o , 1 9 7 8 .
músculos, como ocurre en las distrofi;
musculares y en la m iotonía. La p
2 .— C u r r e y H .L .F .: E x a m e n C lín ic o d e l S is te m a
L o c o m o t o r . D e R e u n i a to l o g ía d e M ic h a e l pación del músculo brinda noción ad¡
M a s ó n y H .L .F . C u rre y , A p é n d ic e A , p . 3 0 5 — cuada del tono y del grado de atrofi^fcj
3 2 8 . E d i t o r i a l L a b o r , B a r c e lo n a , 1 9 7 4 .
Fig. 104-2;se puede también proceder a m flg j
3 .— M a th e G ., R i c h e t G .: S e m io lo g ía d e las dir la circunferencia de la pantorrilla, m u sl^ ^
a r tic u l a c io n e s . D e S e m io lo g ía M é d ic a y P ro
p e d é u t i c a C lín ic a , P a r t e X I I , C a p . II I , antebrazo, brazo, etc. y compararlas con
p . 1 1 0 4 —1 1 2 8 . E d i to r ia l J IM S , B a rc e lo n a , medidas del miembro contralateral.Fig. lO 4-0¡
1968.
4 .— P e l t i e r L .F .: D o rso y e x tre m id a d e s. De 2.— Existen pruebas musculares que v alí®
P r o p e d é u t i c a M é d ic a d e M a jo r, D e lp , M a-
ran la fuerza y función de los músculos; s u «
n n in g , 8 v a . e d ic ió n . C a p . 1 4 , p . 3 0 8 —3 2 0 .
E d i t o r i a l I n te r a m e r i c a n a , M é x ic o , 1 9 7 7 . len calificarse en escala de 0 a 5 (1, 2). D g ^
finitivamente es el electromiograma el e x ^
men que brinda datos diagnósticos más ex a ® |
‘ os. *
3.— Cuando un músculo ha experimentac
desprendimiento de su inserción, la contra?
CAPITULO 104 ción produce masa muscular anormal.
Un ejemplo frecuente sucede en £ |
EXAMEN DE LOS MUSCULOS bíceps, por desgarro de la porción larga d^jj
músculo en la corredera bicipital.
El Cuadro 104-1, expone el qué y cómo 4.— Los desgarros musculares, además
é
examinar. dolor, hipertonía e impotencia fu n cio n e^
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-6 9 1! -
!'ig. 104-1 Medición del volumen muscular. Fig. 104-2 Investigación del tono muscular.
I^JINDROMES ARTICULARES
1 .- Síndrome traumático:
1.1 Esguince.
1.2 Luxación.
1.3 Fractura.
SINDROME TRAUMATICO
Exámenes complementarios:
Rx: Edema de partes blandas
(Fig. 106-1)
Signos:
— Calor
— Tumefacción
— Equimosis
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-6 9 6 -
Síntomas:
— Dolor ( ++ )
— Impotencia funcional Exámenes complementarios:
Rx: Edema de partes blandas
y alteración en la posi
ción de superficies ar
ticulares. (Fig. 106-2).
Signos:
— Calor
— Gran tumefacción
— Equimosis
Síntomas:
- Dolor (+ + + )
— Impotencia funcional
Exámenes complementarios:
Rx: Edema de partes blandas
y solución de continui
Signos: dad ósea. (Fig. 106-3).
— Calor
— Gran deform ación
— Equimosis
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■SINDROME INFLAMATORIO: ARTRITIS
»
I SINDROME DEGENERATIVO: OSTEOARTROSIS
>
í
>
>
i
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- 698 - >
CA PITU LO 107 CAPITULO 108
SISTEM A EN D O C R IN O G LA N D U L A TIR O ID E S
8- Gabinete: 8 .- Gabinete:
8.1: Captación de 1 ^ 1 mayor 8.1: Captación del 1131 menor
del 50°/o en las 24 horas. del20°/o en las 24 horas.
8.2: Gammagrafía hipercaptan- 8.2: Gammagrafía hipocaptan—
te. te.
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- 706 -
hipotiròidismo. También agregaremos el síndrome tu-
2.2: Gammagrafía tiroidea: moraL dependiente casi siempre de tumores
malignos (carcinoma tiroideo! que por lo
Permite determinar topográficamente general se acompaña de hipofunción glan
las zonas de normofunción, hiperfunción e dular ízonas frías en la gammagrafía) y de
hipofunción. Se emplea también como adenopatía satélite.
radioisótopo al Tc^^. Fig. 108-5.
2.3: Estudio radiológico
La radiografía de cuello y la standar
de tórax, permite observar la imagen de los
bocios, especialmente si están calcificados.
La radiografía de tórax, facilita la lo
calización del bocio intratoràcico. Fig. 108-6
BIBLIOGRAFIA
CAPITULO 109
JPARATIRQIDES
<
\
CUADRO No. 109-1
(
SINTOMAS DE LA GLANDULA PARATIROIDES I
Qué Preguntar Cómo Preguntar
Datos Generales:
1.— Tensión arterial:
1.1: Hipertensión CONSIDERACIONES AL CUADRO 109-2
Entre los signos, los trastornos de la
2.— Piel y fáneras:
pial y fáneras tales como la piel seca v nigo,-
2.1: Piel seca, escamosa sa.40S-.cab,el[QS_fin0S. acom pañados de ?1op£-
2.2: Piel pigmentada cia~y_las_uñas_£rágiles y_estriadas> caracte
rizan la hipsfundóiLp.aratixDidña (1, 3, 4).
2.3: Uñas frágiles
Los signos óseos, como dolores lócali-
2.4: Infección de uñas por hon
zados.en_h ilesos 1a rgaylas,ríiaj£toras-.y. turna-
gos (monilias)
raciones_óseas, y la desmineralización difusa
2.5: Caída del cabello observable a los Rayos X, son características
de la-hiper£inción paratiroidea (1, 3, 4).
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Dentro del
Wde-Mpoparatiíoidismo, la llamada hipeiexcita- CUADRO No. 109-3
frfrilijfori neuromuscular. traducido por crisis.
^ de jteiania,_cmstilii)Le„eI^igaQ_^uj¿n_paxa(^ EXAMENES COMPLEMENTARIOS
el diagnóstico, y depende directamente de la
Ihipocalcemia iónica (1, 3, 4). 1.— Sangre:
1.1: Determinación de calcio sé
^ínteres aJa^xtreinidad. rico.
0 y„ sobre. Jo_do_d
1.2: Determinación de fósforo
jto de la denominada ‘lina
inorgánico sérico.
Trnnsseaii” Fig. 109-2 . LasxrisisjDiQlji-
1.3: Determinación de fosfatasa
j) raramente doloroso en el mismo territorio alcalina.
. distal; va también acompañado de hipoeste-
2 .— Orina.
sia táctil v de trastornos de , la ^sensibilidad
Itprofunda. 3.— Rayos X
^ En los intervalos de los accjSS0S,paiQXLS-
4.— Electromiografía.
^ tiqos. se ponen de manifiesto signos_de_Jil-
p^xexciíab.ilidadj Sigan-dp. Chyostefe» que se 5.— Electroencefalografía
^ lo investiga por la percusión con el dedo o
¡¡c o n martillo de reflejos sobre la rama tempo- 6.— Electrocardiografía.
„ rofacial dei nervio facial, en el p..yiü.Q~raMl9 [
* de la línea. que.,ya ,rdg.la .noinfeiira-iabial al
| lóbulo de la ore.ja. Consiste en una conirac-
^ ción muscular breve del fascículo superior
del orbicular de los labios y del bucinador:
^ no -se-obser^a-en-su]etos-narmales y sLeulos ^
Fig. 109-2 Mano con tetania.
| (1, 3, 4). Fig. 109-3. W
1Signo_de~T.roussean: es el desencadenamien-
^to del acceso tetánico por la colocación de
un torniquete en la raíz del brazo. Es pre-
i ferible utilizar el manguito de un tensióme-
tro, Fig. 109-4 , insuflando hasta colocar la
columna de mercurio unos 5 nun por encima
1 de la tensión máxima y mantenerla por 10
minutos. '.parestesias„y.-e1-.acceso apare-
cen-durante-los-minutos-jqne_sigueri-jd£s.piLés Fig. 109-3 Signo de Chvosteck.
de-haber-quitado-el-manguito (6).
CONSIDERACIONES AL CUADRO 109-3 malesjran.de., 9.„ a. .11. mgs. o„.d.e-iL5_a,.5.5
1.— Sangre: La determinación de la cal ce mEq./L (2). Una hipercalcemia sostenida
rnía es el principal tiempo de la exploración hace pensar siempre en un hiperparatiroidis-
funcional de la paratiroides. Las cifras nor- mo primario. Existen otros estudios adicio-
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-712 -
maciones de columna, fracturas espontáneas,
las calcinosis, etc. En el hipoparatiroidismo,
en cambio, se observan las hiperostosis
generalizadas o localizadas.
4.— La electromiografía, tiene particular
importancia en el síndrome neuromuscular
del hipoparatiroidismo. El electro diagnóstico
de estimulación demuestra una disminución
del umbral de excitación de los nervios mo
tores (6) (Signo de Erb).
5.— La electroencefalografía dá signos que
Fig. 109-4 Signo de Trousseau.
son inconstantes y poco específicos; apare
cen cuando existen crisis convulsivas de teta
nales que permiten evaluar las acciones de la nia, que van desapareciendo al corregir la hi-
hormona paratiroidea, como por ejemplo pocalcemia.
aquella que produce un aumento del aclara- 6.— Los signos electrocardiográficos hacen
miento de fosfato y disminución de la resor referencia al grado de hipocalcemia, es decir,
ción tubular de fosfato. alargamiento de QT y Onda T anormalmente
1.2: La determinación del fósforo sérico simétrica, puntiaguda negativa o positiva.
inorgánico o fosfatemia, tiene importancia
diagnóstica y se lo solicita conjuntamente
SINDROMES
con la calcemia. Es característico la hipo-
fosfatemia con hipercalcemia en el ldper- Hiperparatiroidismo: *
paratirniriismo primario_Los-y&Lof.es-i:omn-
les,delÜQSfaroinorgánic.CLvan_deJ3-a_4iLmgs. —Cólico renal, calculosis renal. :
por 1OQ...ejci_e.Ladult.a,_si&ado-más-elevados — Ulcera péptica, refractaria tratamiento,
en el niño, cuyos valores van -de.4..a_5-mgs.
pxDxlQD. (2). — Mala tolerancia á los alcalinos.
_ Fosfatasa alcalina alta. 3.— Bem stein D.S., Goldfien A., Thom G.W.
Enfermedades de las glándulas paratiroides.
— HipoexcitabiHdad muscular al estí De Tratado de Medicina Interna de Harrison
mulo. T.R., 3era. edición. Parte IV, Sección 2,
Cap. 67, p. 596—605. Prensa Médica Mexi
_ Nefrocalcinosis. cana. 1969.
EFECTOS DE LA ALDOSTERONA
Aldosterona
Resorción renal de ’----------------- ■Aumenta la eliminación
sodio aumentada renal de potasio
/ \ I
Resorción Hiponatremia Resorción Secreción de Hipopotasemia
de agua ligera ^ de anión hidrógeno
Polidipsia Alcalosis
...I
Parálisis muscular
i
Aumento del volumen de líquido
extracelular
1
Aumento del volumen sanguíneo
Pohurea
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—716 —
Los glucocorticoides, como hemos se
ñalado, intervienen en el metabolismo de los CAPAS :
hidratos de carbono, grasas y proteínas. El 1) Glomerular =
95°/o de esta actividad lo tiene el cortisol
plasmático, denominado también hidrocor- m in er alo co rtj
tisona; intervienen en menor proporción la
coides
corticosterona y también la cortisona. Su
efecto sobre el metabolismo de los hidratos 2) Fascicutar y
de carbono, se sintetizan en lo siguiente: (3)
a) aumento de la gluconeogénesis; b) aumen 3) Reticular =
to del glucógeno hepático; c) disminución de
glucocorticoides
la utilización de glucosa por las células y d)
y andrógenos
aumento de la concentración de la glucemia
(diabetes suprarrenal).
4 ) Medula =
El efecto del cortisol sobre el meta adrenalina y
bolismo de las proteínas, es el siguiente: (3) noradrenalina
a) disminución del contenido celular de
proteínas; b) aumento de las proteínas Fig. 110-5 Relación entre capas histológicas
hepáticas y plasmáticas; c) aumento de los de suprarrenales y producción hor-
monaL
aminoácidos sanguíneos y d) disminución del
transporte de aminoácidos a través de mem la disminución de hormonas cotticosuprarre-
branas celulares extrahepáticas y aumento nales o hiposuprarrenalismo y el aumento o
del transporte en el hígado. hipersuprarrenalismo. La primera tiene su
Efecto del cortisol sobre el metabolis expresión en la Enfermedad de Addison y
mo graso: movilización de aminoácidos, con la segunda en la Enfermedad de Cushing.
aumento de la concentración de ácidos gra
sos no esterificados en el plasma. ENFERMEDAD DE ADDISON
Finalmente, diremos que la médula su Síntomas y signos.— La mayor parte de los
prarrenal está en relación funcional directa síntomas y signos, dependen del déficit de
con el sistema nervioso simpático y secreta aldosterona y de cortisol.
dos hormonas: la adrenalina y la norodre-
nalina en respuesta al estímulo simpático. Los síntomas son los siguientes: aste
La Fig. 110-5, sintetiza en forma gráfica la nia, pérdida de peso, anorexia, náusea, vómi
secreción de hormonas de corteza y de mé to, dolor abdominal, síncope postural y
dula suprarrenal, en relación a las diversas estado de shock.
zonas anatomo-histológicas de producción. En lo referente a la técnica de la
De sus relaciones fisiológicas con la anamnesis de estos síntomas ya han sido
hipófisis, hablaremos en el capítulo corres tratados, razón por la cual no vamos a insistir.
pondiente. En cuanto a los signos, los sintetizamos
ANOMALIAS DE LA SECRECION en el Cuadro 110-2
CORTICOSUPRARRENAL CONSIDERACIONES A LOS SINTOMAS Y
SIGNOS DE LA ENF. DE ADDISON —
Vamos a estudiar en forma sucesiva Como señalamos en el resumen fisioló-
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conservar el sodio y 2) la excreción renal
CUADRO No. 110-2 alterada de potasio y iones H. (1 ,2 , 4).
La incapacidad para conservar el sodio,
ENFERMEDAD DE ADDISON produce en forma sucesiva los siguientes he
Signos: chos ñsiopatológicos: Disminución del líqui
do extracelular, hipovolemia, hipotensión
1 .- Datos Generales: arterial, síncope postural, estado de shock;
1.1: Enflaquecimiento por otra parte, produce disminución del flujo
sanguíneo renal con azoemia prerrenal; todo
1.2: Pigmentación generalizada de la lo cual lleva a pérdida de peso y a una marca
piel.
da astenia.
1.3: Hipotensión arterial.
La excreción renal alterada de potasio,
1.4: Pulso débil. lleva a la hiperkalemia, asistolia cardíaca y
acidosis metabòlica, debido a la suspensión
2 .- Cabeza: de intercambio de iones H por iones Na. (3).
2.1: Facies de rasgos perfilados, pig El déficit de cortisol, trae como conse
mentados . cuencia la incapacidad de conservar una gli-
2.2: Boca: hiperpigmentación de mu cemia normal en el intervalo de las comidas
cosas orales: labios, encías, len porque ya no se sintetiza la glucosa suficien
gua, carrillos. te por gluconeogénesis. Además la falta de
cortisol disminuye la liberación de proteí
3 .- Tórax: nas y grasas de los tejidos, con lo cual ¡>e
deprimen muchas otras funciones meíabólí-
3.1: Tórax asténico. cas del organismo. Este entorpecimiento de
3.2: Ruidos cardíacos disminuidos de liberación de energía en ausencia de cortisol
intensidad. es talvéz uno de los efectos más perjudiciales
3.3: Hiperpigmentación de pezón y de la ausencia de los glucocorticoides. El
aréola. déficit de cortisol hace que el addisoniano
tenga menor respuesta a los estados de “stress”
4 .- Abdomen: y se torne muy lábil ante los traumas y
estados de alarma (3).
4.1: Pigmentación de la piel en sitios
de roce: cintura, ombligo, línea Especial mención merece el considerar
alba. que el signo básico del paciente addisoniano,
sea la pigmentación que presenta en toda su
5 .- Extremidades: piel. Este depósito de melanina no siempre
es uniforme y muchas veces aparece en los si
5.1: Pigmentación en sitio de roce de
tios de roce: cintura, codos, labios y muco
articulaciones.
sas orales, pezón y aréola, etc. Fig. 14-6 (lá
5.2: Hiporeflexia osteo-tendinosa. minas a color). A este fenómeno se le ha
dado la siguiente explicación fisiopatológica;
es conocido que la adenohipófisis al ser
gico, el déficit de aldosterona, produce dos estimulada en forma apropiada, produce
hechos importantes: 1) la incapacidad para gran cantidad de hormona estimulante de
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-7 1 8 -
melanocitos, que a su vez aumenta la activi
dad de los melanocitos de la piel. Se cree que CUADRO No. 110-3
la falta de producción de los glucocorticoides
haría que la hipófisis anterior produjera can SIGNOS DE LA ENFERMEDAD
tidades excesivas de hormona estimulante de DE CUSHING
los melanocitos lo que explicaría la hiperpig-
mentación (1, 2, 3, 6). Además la falta de 1.— Datos Generales:
secreción del cortisol por la corteza suprarre 1.1: Obesidad.
nal significa enorme producción de hormona 1.2: Rubicundez difusa de tegumentos.
adrenocorticotropa (ACTH) por la adenohi-
pófisis que tiene efecto estimulante de los 1.3: Hipertensión arterial.
melanocitos.
2.— Cabeza: Cara:
2.1: Facies de luna llena (pletórica,
ENFERMEDAD DE CUSHING
' rubicunda).
Es un estado de hipersuprarrenalismo,
2.2: Presencia de vello fino y barba
debido a un exceso de cortisol. Las causas
en mujeres (hirsutismo).
que llevan a este estado de superproducción
de cortisol, son las siguientes: (1, 2, 3, 5, 7).
3.— Cuello:
1.— Neoplasias suprarrenales que secreten
3.1: Gran aumento de adiposidad en
cortisol en forma autónoma.
cuello (cuello de toro).
2.— Producción exagerada cte ACTH por la
hipófisis. 4.— Tórax:
3.— Secreción ectópica de ACTH por neo- 4.1: Tórax grueso, adiposo.
plasias de diversos órganos como tumores de
4.2: Giba de búfalo.
pulmón, por ejemplo.
4.— Cushing yatrogénico (administración 5.— Abdomen:
crónica de corticoesteroides).
5.1: Globoso, con presencia de estrías
Se producen además aumento impor purpúricas.
tante de aldosterona y de hormonas sexuales
suprarrenales, especialmente andrógenos. 6.— Genitales:
SINTOMAS Y SIGNOS.- Con excepción de 6.1: En la mujer: crecimiento del
ciertos transtomos psíquicos (estados de clítoris.
excitación, confusión, delirio) los síntomas
son escasos y más bien son los signos los que 7.— Extremidades:
predominan.
7.1: Miembros inferiores adelgazados
El Cuadro 110-3 nos resume los sig con presencia de vello aumenta
nos importantes de la Enfermedad de do en las mujeres (hirsutismo).
Cushing:
CONSIDERACIONES AL CUADRO 110-3
En la enfermedad de Cushing se produ- aldosterona que lleva a un aumento de líqui-
ce retención de sodio por exceso de secreción do extracelular y por consiguiente al edema,
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especialmente de la cara, cuello y tronco HIPERALDOSTERONISMO PRIMARIO O SIN
Fig. 22-6 . Las alteraciones de equilibrio de DROME DE CONN.-
electrolitos lleva a un aumento del gasto
Se presentan todos los síntomas, debi
cardiaco y posteriormente a la hipertensión
dos al exceso de producción de aldosterona.
arterial. Por otra parte, el aumento en la pro
ducción de glucocorticoides, eleva la tasa de La secuencia rfisiopatológica, es la si
glucemia en cifras que pueden ir de 140 a guiente: aumento del líquido extracelular,
200 mgs. °/o produciéndose la denominada hipertensión arterial, hipopotasemia, alcalosis
“ diabetes suprarrenal” (3, 5). ligera y cierta tendencia a la hipematremia.
En la enfermedad de Cushing, los efec (7).
tos de los glucocorticoides sobre la catabolia De tal manera que los signos clínicos
en las proteínas suele ser intenso, con lo que que identifican al Aldosteronismo Primario
se disminuye considerablemente las proteínas son los señalados en el Cuadro 110-4.
celulares; las fibras colágenas del tejido
celular subcutáneo disminuyen y dicho teji
do se desgarra fácilmente, dando lugar a las
denominadas estrías purpúricas (3, 5)
CUADRO No. 110-4
En el niño:
— Pseudopubertad precoz.
— Hirsutismo.
— Hipertrofia clitoris en la niña.
— Aceleración del crecimiento pondo-estatural.
PLIEGO: 21
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SINDROME DE IIIPERFUNCION
MEDULA SUPRARRENAL:
FE0CR0M0CIT0MA:
— Cefalea.
— Dolor torácico.
— Hipertensión arterial paroxistica.
— Taquicardia.
— Palidez.
— Midrlasis.
'Fig. 110-6 Hipertrofia de clitoris
Laboratorio:
— Aumento de la excreción urinaria
SINDROME DE HIPEKALDOSTERO- de las catecolaminas y sus metabolitos:
NISMO PRIMARIO (SIND. DE CONN) Catecolaminas libres: > 0.1 mgs. en
— Paresias musculares paroxísticas. 24 horas.
HIPOFISIS
9 Desde el punto de vista de sus relado- de tinción inmunológicas, producen las seis
^ nes, la hipófisis se relaciona: por arriba, con
hormonas prehipofisarias que ya señalaremos
el suelo del tercer ventrículo del cual está más adelante; de estas cinco clases de células,
® separada por un techo fibroso, la tienda
dos corresponden a las acidófilas y tres a las
^ hipofisaria perforada por el tallo pituitario;
basófilas. Estudios demostrados con micros
•g. el quiasma óptico se encuentra situado in-
copía electrónica han señalado que la mayor
” mediatamente por delante del tallo pituitario.
parte de las células clasificadas como cromó
^ Por abajo, con el seño esfenoidal y late—
fobas contienen gránulos secretorios y otras
^ raímente, con el seno cavernoso. Fig. 111-1.
características estructurales finas que permi
Histológicamente considerado, Fig. ten identificarse como tipos celulares espe
w No. 111-2, en la adenohipófisis se han descri- cíficos (3).
9 to tres tipos principales de células: las La parte más anterior de la adenohi
p) cromófobas, las acidófilas y las basófilas. pófisis qué se extiende hacia arriba y hacia
Estudios actualizados demuestran que existen adelante, rodeando el tallo hipofisario y la
cinco tipos diferentes de las denominadas superficie inferior del hipotálamo, se deno
» células cromófilas (3) que mediante técnicas mina parts. tuberalis.
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-7 2 6 -
E1 tallo, es la porción que conecta la serotonina. Estas neuronas aminérgicas in
hipófisis con el hipotálamo y contiene tres tervienen en la regulación de las neuronas '
componentes funcionales: glandular, vascu tuberohipofisarias y también están relaciona- ^
lar y neural. El glandular, está constituido das con el control neurohormonal de secre
por la porción tuberal de la hipófisis anterior, ción de prolactina. Finalmente, en la emi- *
que rodea al tallo así como a la base del nencia media se encuentran ciertas células i
hipotálamo. Sus secreciones no tienen ma ependimarias especializadas, que se llaman
yor importancia. El componente vascular, tanicitos, que se extienden desde la luz del
tiene importancia crítica para la transferen 3er. ventrículo hasta la parte más externa de (
cia de las hormonas hipotalámicas hacia la la eminencia media. Su significado funcional j
adenohipófisis. Las arterias del tallo, así es poco claro, pero parece que intervienen en
como las de la base del hipotálamo, nacen el transporte de hormonas hipotalámicas ^
de las ramas de la carótida en el sifón esfenoi- desde el tercer ventrículos hasta la hipófisis. |
dal. Dentro del tallo superior y la eminencia La neurohipófisis, está casi totalmente |
media hipotalámica, las arterias se dividen en constituida por células de tipo neurològico,
penachos capilares que establecen contactos denominados “pituicitos” , que actúan co-^
con terminaciones nerviosas de las neuronas mo elementos de sosten para gran número de^
hipotalámicas peptidérgicas a las cuales in fibras nerviosas terminales que nacen en los
cumbe la síntesis de las hormonas de li núcleos supraópticos y paraventriculares deP
beración. El componente neural, está consti hipotálamo. Estos haces, pasan a la neuro-|
tuido por las fibras amielínicas de los haces hipófisis siguiendo el tallo hipofisario. ^
supraóptico—hipofisario y paraventrículo—
Desde el punto de vista fisiológico, la.
hipofisario que nacen en los correspondientes
adenohipófisis, produce seis tipos de hormo
núcleos hipotalámicos y terminan en el lóbu
nas diferentes: (3) |
lo neural.
1 La hormona del Crecimiento o Soma—{
La eminencia media, es una estructura totropina (STH) que estimula el crecimientO|
anatómica que constituye la proyección cen y también tiene intensos efectos metabólicos.
tral del tuber cinereum. Histológicamente
2.— La Prolactina, estimulante principal de^
es similar a la región alta del tallo, encon
la lactancia, |
trándose en su espacio intersticial las termi
naciones nerviosas de las neuronas tubero- 3.— La Adrenocorticotropina (ACTH), hor-|
hipofisarias y algunas neurohipofisarias. La mona trófica para las células de la cortezag
eminencia media es la vía final para el con suprarrenal productoras de glucocorticoides.
trol neurohumoral de la hipófisis anterior.
4.— La hormona Tirotropina (TSH) o esti-^
Recientes estudios inmunohistoquímicos han
mulante del tiroides, hormona trófica para
demostrado que muchos nervios que contie
glándula tiroides. |
nen neurofisina (la proteína portadora de la
neurohipófisis) terminan en capilares del 5.— La hormona estimulante de los Folícu-g
plexo portal primario y que sangre obtenida los (FSH) que estimula el crecimiento folicu
del tallo hipofisario contienen cantidades lar en el ovario y la espermatogénesis en e í
importantes de vasopresina. En la eminencia testículo. ^
media se han identificado además, termina 6.— La hormona Luteinizante (LH) o esti^
ciones neuronales que contienen: unas mulante de las células intersticiales que
dopamina, otras noradrenalina y también tienen a su cargo la ovulación y la produci
I
C
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tinción de hormona por el cuerpo amarillo del dor de hormona estimulante de los folículos)
^ovario, así como la estimulación de las LRH.
células intersticiales o de Leydig en el tes- 6.— Factor liberador de prolactina (P.R.F.)
• tíc u lo .
7.— Factor liberador de MSH. (M.R.F.)
® Al conjunto de LH y FSH, se les deno-
^m ina gonodotropinas. Contra estos factores liberadores, se
describen los siguientes inhibidores:
•Ok La neurohipófísis, produce dos hormo
nas: 1) la hormona antidiurética (ADH) 1.— Factor inhibidor de prolactina (P.I.F.)
®que controla la eliminación de agua por la 2.— Factor inhibidor de la hormona de
^orina y ayuda a modificar la concentración crecimiento o somatostatina
^ d e agua en todos los tejidos de la economía; 3.— Factor inhibidor de la liberación de
2) La Oxitocina, que tiene un efecto sobre MSH. (M.S.H.I.F.)
£ la fertilización del huevo, ayuda en el trans
Con esta revisión anatomo-fisiológica
p o r t e de la leche materna y en el proceso del
vamos a estudiar los síndromes de insuficien
^parto.
cia antehipofisaria y el de hiperfunción ante-
hipofisaria.
H Casi toda la secreción de la hipófisis es
^controlada por señales nerviosas trasmitidas
"desde el hipotálamo, siguiendo el tallo hipo-
^fisario. La secreción de la adenohipófisis está
INSUFICIENCIA DE HIPOFISIS
Regulada por sustancias neurosecretorias pro ANTERIOR
ducidas en el propio hipotálamo y que pasan
9 ^ la glándula por vasos sanguíneos pequeños Es diferente según se establezca en el
^denominados vasos hipotalamohipofisarios; sujeto adulio o en el sujeto en crecimiento
estas sustancias neurosecretorias actúan so- y en maduración sexual.
^ 3 re las células glandulares y modifican su INSUFICIENCIA ANTEHIPOFISARIA DEL
(Secreción, es decir, controlan la liberación de ADULTO, INSUFICIENCIA GLOBAL O
Jiormonas adenohipofisarias. A estas hormo- PANHIPOPITUITARISMO.
* as de origen hipotalámico, se les ha dado el
h o m bre de “ factores de liberación” (3). La insuficiencia prehipofisaria del adul
to, puede ser bien tolerada durante mucho
£ Ultimamente se han descrito diez fac tiempo y pasar desapercibida (6), sus sínto
to re s de liberación e inhibición hipofisotró- mas y signos son menos característicos que
sficos y son los siguientes: los del mixedema o la Enfermedad de
Factor liberador de ACTH (factor Addison, por ejemplo.
liberador de corticotrofina) C.R.F. Vamos a revisar sus síntomas y signos
Factor liberador de TSH (factor libera importantes. El Cuadro 111-1 recoge los
d o r de tirotrofina") T.R.F. síntomas y signos, cuya técnica de interro
TJ.— Factor liberador de STH (factor libera gatorio ya ha sido visto en otra parte del tex
d o r de somatotrofina) S.R.F. to.
Factor liberador de LH (factor libera CONSIDERACIONES AL CUADRO 111-1
d o r de hormona luteinizante) LRH.
El hipopituitarismo es el resultado de
Factor liberador de FSH (factor libera- la destrucción de la hipófisis anterior; se ha
l
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-7 2 8 -
2.— Cabeza:
2.1: Cabello: grueso, de implantación
baja.
2.2: Cara: Fig. 111-4
2.2.1:Aumento del relieve de los arcos
superciliares pómulos y mentón,
(prognatismo)
2.2.2:Cejas espesas, pobladas.
2.2.3: Hipertrofia de la nariz aplastada
Fig. 111-3 Adenoma hipofisario. R x.d e crá en su base, ensanchada en su ex
neo. tremidad inferior, con ventanas
existe un aumento de la condrogénesis y de abiertas.
la osteogénesis (6). La condrogénesis se
2.2.4: Hipertrofia de párpados, orejas y
manifiesta especialmente por la hipertrofia
labios.
de los cartílagos costales y la artritis acrome-
gálica; y la osteogénesis por engrosamiento 2.2.5: Lengua engrosada y ensanchada.
de ciertas porciones del esqueleto tales como 2.2.6: Articulación dentaria modificada:
el macizo facial y las extremidades. dientes inferiores separados con
El Cuadro i i ] -2 resume los síntomas los incisivos en un plano más an
y signos de la acromegalia: terior que los superiores.
— Pico acromegálico, o relieve de las cli- raro resultante de cualquier proceso que
noides del tubérculo esfenoidal. lesione el sistema neurohipofisario, que dá
como resultado una disminución de la hor
— Extrem idades distales de las falanges h i
mona antidiurética (ADH). Los casos idio-
pertrofiadas. Im agen en “copa de árb o l” .
páticos constituyen la mayoría, aunque pue
den tener caracter familiar; otras causas son
— Columna: xifosis y descalcificación; sig los traumatismos de cabeza (accidentales o
nos de espondilo-artrosis neuroquirúrgicos) y las neoplasias primarias o
metastásicas, (granulona eosinófilos, cáncer
POSTHDPOFISIS de mama, etc.) (1 ,4 ,6 ).
SINTOMAS - Fundamentalmente en la dia
La hipófisis posterior, no es sino un betes insípida, se encuentran dos síntomas
lugar de reserva de secreción hormonal pro la poliurea y la polidipsia.
ducida por los núcleos suprao'pticos y para L a poliurea, es siempre superior a los
ventriculares del hipotálamo anterior, y trans 3 litros y por término medio de 4 a 8 litros
portada por un proceso de secreción neuro- en las 24 horas. La densidad de la orina es
nal. Como anteriormente expusimos, son dos baja (1.001—1.005) lo mismo que su osmo-
octopéptidos los que se han aislado del lóbu laridad (100-200 mOsm/L). Las pruebas de
lo posterior y que por otra parte, han podido función renal, son siempre normales.
ser obtenidos por síntesis: la vasopresina y
la occitocina (1,4, 6). La polidipsia es irresistible y la canti
dad de agua que ingiere el sujeto es igual o
A la primera, se le conoce con el nom comparable a la cantidad de orina en las
bre de vasopresina de la arginina u hormona 24 horas, de tal manera que en ningún mo
:a ti diurética (ADH), que es liberada en res mento se produce deshidratación. La quími
puesta a estímulos osmóticos: un aumento ca sanguínea es normal y los electrolitos séri
en 1?. concentración de solutos, especialmente cos, especialmente C1 y Na son normales o
de CINa en el plasma o en el líquido extra- ligeramente elevados.
celular, sirve de estímulo para liberación de
la ADH por la neurohipófisis (1, 4, 6). La Aparte de la poliurea y polidipsia, no
hormona al circular hacia el riñón, ejerce su encuentra ningún otro síntoma o signo,
acción sobre el epitelio de los túbulos vol siendo su estado general bueno.
viéndola más permeable al agua, aumentado
EXAMENES COMPLEMENTARIOS UTILES EN
su reabsorción, y por tanto disminuyendo el
EL SINDROME DE INSUFICIENCIA POSTHIPO-
volumen de orina. Existen además factores
FISARIA (DIABETES INSIPIDA):
que pueden alterar la liberación de ADH ta
les como agentes farmacológicos; acetilcoli- Orina: — Osmolaridad inferior a la del plas
na, nicotina, morfina, etc. (1, 4, 6). ma. '
El otro octapéptidc, la occitocina, pre — Volumen de orina en 24 horas aumentada
senta en cambio vina acción sobre las fibras (4.000 - 6.000 mi.) (
musculares lisas uterinas e intestinales. — Prueba de la supresión de agua: Negativa
INSUFICIENCIA POSTHIPOFISARIA (prueba de sed).
DIABETES INSIPIDA — Prueba de infusión de solución hiper
La diabetes insípida, es un trastorno tónica de CLNa: Negativa. (
www.medibooksnica.net63.net - 733 ~
Prueba de inyección de extracto poshipo- gestivas y que fueron ya analizadas en el ca
^ fisario : Positiva. pítulo correspondiente y secreción endocrina
Rx: Cráneo en búsqueda de tumor ultra que es al momento lo que nos interesa. Des
.craneal. de este punto de vista, el páncreas produce
jé
dos hormonas: la insulina y el glucagon que
m
BIBLIOGRAFIA tiene que ver con el metabolismo de los hi
dratos de carbono, lípidos y proteínas.
ThomásW.B.: Hipófisis anterior. Fisiología
m - y Fisiopatologia. De Fisiopatologia Clinica RECUENTO ANATOMICO-FISIOLOGICO.- El
m de William Sodeman Jr. y William Sodem an.
Cap. 32, Sección IV, p. 826—831. Editorial
páncreas endocrino está constituido funda
m Interamericana, México 1978. mentalmente por los islotes de Langerhans,
Cécil—Loeb, Besson, ! McDermott. : Evalua que contiene dos tipos principales de células:
ción de la función de la hipófisis anterior. las alfa y las beta que se distinguen por su
De tratado de Medicina Interna de Cécil— morfología y características tintóreas Fig.
m Loeb, 14 edición. Tomo II, Parte XVIII,
Cap. 829, p. 1994—2013. Editorial Intera 112-1—. Las células beta son las producto
m
mericana, México 1977. ras de insulina y las alfa del glucagon (1,2,3).
3.— Calvin E., Kilman Kovacs, Horvath E. : Ana células! ^ALFA BETA
tom ia funcional del hipotàlamo endocrino y
la hipófisis. De Clfnicas de Norteamérica,
Voi. 2, 1978, p. 237—257.
4— Leaf Alexander.: Hipófisis posterior. De
Tratado de Medicina Interna de Cécil—Loeb,
14 edición. Tomo II, Parte XVIII, Cap. 833,
p. 2023—2016, Editorial Interamericana
México, 1977.
5.— Major, Delp M.N., Manning R.T.: Hipófisis.
Propedéutica Médica, 8 edición. Cap. 15,
p. 3 2 8 —3 30. Editorial Interamericana, Mé
xico, 1977.
m CUADRO 112-1
m DIABETES SACARINA
m
SINTOMAS:
m
Qué preguntar Cómo preguntar
*
m 1 .- Polidipsia 1.— Tiene sed intensa? Qué cantidad
de agua bebe en las 24 horas?
m
m 2 .- Poliurea 2.— Orina mucho: Indique aproxima
damente que cantidad orina en las
m 24 horas.
m
3 .- Polifagia 3 .— Tiene mucha hambre?
»
m
*
cuando la filtración glomerular rebasa la
capacidad de reabsorción tubular de la glu CUADRO No. 112-2
cosa, ésta pasa a la orina, determinando
lo que se denomina gíucosuría que a su vez SINTOMAS Y SIGNOS DEL SINDROME
produce un aumento de la diuresis por efec HIPOGLUCEMICO :
to osmótico de la glucosa en los túbulos re 1 .- Cefalea
nales, que significa pérdida obligada de algu
nos electrolitos del líquido extracelular. Por 2 .- Palpitaciones
tanto, el efecto global es pérdida del líquido 3 .- Sensación de hambre (a veces
extracelular, que a su vez causa deshidrata- dolorosa)
ción de los líquidos intracelulares; es decir, 4 .- Estado de confusión mental
deshidratación intra y extracelular (5, 8).
5 .- Asrmesia transitoria
La polifagia del diabético, es muy rela
tiva y muchas veces se observa más bien lo 6 .- Estado de coma
contrario: hiporexia, adelgazamiento, aste 7 .- Palidez cutánea
nia, y es explicable por la mala utilización de 8 .- Sudoración profusa (diaforesis)
la glucosa, por el organismo.
9 .- Hormigueo de extremidades
Las fases agudas de la diabetes (cetoa-
cidosis y coma diabético) así como las com 1 0 .- Crisis convulsivas: generalizadas
plicaciones crónicas de la diabetes (microari- o localizadas.
giopatía, neuritis, retinopatía, etc.), son ca 1 1 .- Trastornos oculares: diplopia
pítulos que corresponden a la Clínica y reba
1 2 .- Trastornos en el lenguaje
san los propósitos de nuestro texto.
1 3 .- Parálisis: monoplejia, hemiplejía
SINDROME HIPOGLICEMICO.— Se deno
mina síndrome hipoglicémico a las manifes-
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-736 -
taciones provocadas por el excesivo deseen- extremidades, palpitaciones, eretismo car
do de la tasa de glucosa y que fundamental díaco y sensación de hambre, dolorosa,^
mente son producidas por dos causas: angustiosa. ^
1.— Hipoglucémicas insulínicas, debido a Las manifestaciones neurológicas y psi-|
tratamientos mal llevados. quiátricas de la hipoglicemia, son debidas a
2.— Hipoglucemias debidas a insuficiencia la repercusión electiva de la caída de glucosa^
hormonal antehipofisaria: insuficiencia cor- sanguínea sobre ,el metabolismo del tejido^
nervioso central. .
tico suprarrenal; insuficiencia hepática; insu- 1
linoma secretante de insulina, etc. En el Cuadro 112-3, tratamos de resu-.
El cuadro 112-2 sintetizan los síntomas mir las diferencias semiológicas entre ,los^
y signos del síndrome hipoglucémico: síndromes de hiperglucemia e hipoglucemia,!
teniendo en cuenta también los exámenes*
CONSIDERACIONES AL CUADRO 112-2 complementarios más útiles.
La mayor parte de las manifestaciones
descritas se suceden cuando la cifra de gluce
mia plasmática es menor de 50 mgs. °/o; sin
embargo, no hay relación o paralelismo
entre las cifras de hipoglucemia y la inten
sidad de los síntomas y signos.
Casi siempre una hipoglicemia se inicia c '-J'í 'Si ■rr' ’ r:.':
con .trastornos vasomotores tales como pali § 30 6 0 .3 0 120 lS o 180 210 240 2?0 SOt>
GONADAS
CUADRO 114-1
cas del esqueleto por grasa (médula ósea trada en los últimos años, aceptándose en 1
amarilla). En la vida adulta, una vez que se actualidad que esta regulación depende d
ha completado el desarrollo físico, la médula una hormona, la eritropoyetina que estimul
ósea hematopoyética queda localizada en la médula hematopoyética en forma cons
los huesos del cráneo, en las vértebras, costi tante. (6-7)
llas, esternón e ilíacos, tercios próximos del Sobre la eritropoyetina, los siguiente
húmero y del fémur. A pesar de esta reduc hechos han sido probados (1):
ción, su peso equivale entre 3.5°/o y 6°/o 1.— Es elaborada aunque no exclusivame
del peso corporal. (9) te por el riñón y necesita siempre ser_act»_.
ORIGEN DE LOS ELEMENTOS SANGUINEOS : vada por una globulina proveniente d
Existen numerosos criterios y opiniones so hígado.
bre el origen y desarrollo de las células san 2.— Su producción es desencadenada o re
guíneas que se forman en la médula ósea, pe gida en cierta" forma, por la hipoxia.
ro es razonable aceptar que todas provienen 3.— Su estructura química'corresponde a
de una célula retículo-endotelial especializa una glicoproteína.
da, hematopoyética multipotencial en el sen Factores que intervienen en la eritro
tido de que puede dar lugar a elementos de poyesis: La eritropoyesis, tiene como finali
la serie eritrocítica, como a los de la granu - dad la síntesis de la hemoglobina, que por
locítica y a los megacariocitos. (7-5). El sus propiedades químicas es capaz de trans
Cuadro 114-2 resume las etapas de madura portar cien veces más oxígeno que el que pu
ción sucesiva y la Fig. 114-1 las expresa en diera ir disuelto en el plasma. (1) La hemo
forma gráfica. globina está constituida por la globina (es
La existencia de sustancias regulado una histona constituida por dos cadenas de
ras de la eritropoyesis sostenida desde prin polipéptidos) y el heme que es una protopor-
cipios de siglo, ha sido ampliamente demos firina ferrosa. La primera equivale al 96°/o y
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1 J..
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E ritro b la sto
B a s o filo P ro m ie lo c ito
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ir it r o b l a s t o M -ielocito M ie lo c ito M ie lo c ito M e g a c a r io c if o
Po lic ro m a tic o E o s in o f ilo N e u tr o filo B a so filo '
I J ^ I
O
R e tic u lo c ito No Segmentado No Segmentado No Segmentado
Eosinofilo Neutrofilo Basofilo
i I I
o
E ritro cito Segmentado S e g m e n ta d o Segm entados Plaquetas
Eosinofilo Neutrofilo B a so filo
Fig. 114-1
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segunda al 4°/o. (1) El peso molecular de 1) Aquellos linfocitos que reciben al final de
hemoglobina normal del adulto es de la vida fetal y durante los primeros años de
§¿^8.000. Para que la síntesis de la hemoglo- vida la influencia del timo, razón por la cual
ina se reaüce correctamente, es indispensa- se les denomina “Linfocitos T” y que se en
le la existencia de diversas sustancias, tales cuentran en la sangre circulante, linfa, pul
||^ o m o : aminoácidos, hierro, principios antia- pa blanca del bazo y áreas paracorticales de
t némicos (cianocobalamina, ácido fólico), áci- los ganglios linfáticos. De ellos depende el
^0Lo ascórbico y otras, sustancias como el co- fenómeno de la hipersensibilidad retardada
t j ^ r e , cobalto, etc. o inmunidad celular. (1) 2) Los linfocitos
jj j ^ Catabolismo de la hemoglobina: La que caen bajo la influencia del tejido linfáti
^sobrevida del eritrocito es de 120 días como co que tapiza el intestino y que se conocen
^prom edio. (9) Al cabo de ese tiempo se des- con el nombre de “Linfocitos B” , por esti
haio la acción del sistema reticuloendo- marse que este tejido es el equivalente de la
¡^^ elial, por fragmentación, hemolisis o fago Bolsa de Fabricio de las aves. Estos son me
c i t o s i s . La Hb se transforma en verdihemo- nos móviles que los Linfocitos T y se locali
IH^lobina (biliverdina-globina); posteriormente zan principalmente en los ganglios linfáticos
| ^ e _separa el hierro y la globina de la biliverdi- y en la pulpa roja del bazo. De ellos derivan
na y .ésta se transforma en bilirrubina, que es las células plasmáticas que tiene a su cargo
A lom ada por la celdilla hepática y excretada la síntesis de los anticuerpos, considerándo
j|0)or la bilis. El hierro v la globina son utili- se por este motivo, que los Linfocitos B dan
^ z a d o s nuevamente en el metabolismo de una origen a la inmunidad humoral. (1)
^ n u ev a hemoglobina. (1-9)
EL SISTEMA RET1CULOEND O TE LI.A T,.- Los
Itt
LEUCOPOYESIS.- Es un proceso que se lleva elementos principales de este sistema son:
cabo con gran actividad. Se estima que la los macro fagos, las células reticulares del b?.~
^gpobrevida de los neutrófilos no excede de zo,_de Jos gangjios y áe_ la mé_dula ósea, las
^ x i n c o días, de los cuales sólo pasa 10 horas células de Kuffer del hígado, las células ad
^ ^ n la sangre circulante. (2) venticias de los vasos, las células intersticia
les del útero, la microglia, etc. Esta multipli
No se conocen todavía cuáles son los
cidad de localizaciones de los elementos del
(j^necanismos de regulación de la leucopoyesis;
sistema reticuloendotelial, ha hecho que no
^ o e ro se estima que son indispensables sus-
se tenga una imagen clara sobre él.
^tancias como los aminoácidos, ácido fólico,
^^ianocobalamina, vitaminas como la ribofla- Las propiedades fundamentales de es
^ v in a . La jlgstrucción de los leucocitos se tos elementos reticuloendoteliales son las
piensa también que se realiza en el sistema siguientes (4): a) Pueden ser fijos o móviles;
^ r e t i culoendotelial del bazo, ganglios linfati- b) Fagocitan partículas extrañas de tamaño
^ c o s^pjilm o ne^.;^e_eixrel2--pnLJa^ÍYaJ_or_i- relativamente grandes; c) Almacenan sustan
^ n a y exudados inflamatorios. (8) cias coloidales, lípidos, colorantes, etc. d)
Participan en los procesos inflamatorios:
^LOS LINFOCITOS.— En los. últimos años se
w han dado mucha importancia a las funcio- producción de células gigantes, formación
de granulomas, e) Elaboran anticuerpos y
£ n e s inmunitarias del sistema linfático. La
f) Toman parte en el metabolismo de las
^célula que da origen también es de estirpe re-
^ticuloendotelial y se encuentra en la médula proteínas, de los lípidos y de los glúcidos.
• ó s e a . Se los ha clasificado en dos grupos: El elemento celular representativo de
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-7 4 6 -
este sistema constituye el monocito, siendo 4.— Doan C. A. “The retículo endothelial ^
system ”. A Symposium of the blood, pag.Á I
sus etapas previas las de monoblasto, pro- 167. University of Wisconsin Press.
monocito y'monocito. Fig. 114-2. dison, 1941.
En suma podemos expresar que, las cé 5.— Erslev A.J. “Physiologie control of red ce
lulas que dan origen a las series eritrocítica, production”. Blood. The Journal of He-'
matology. VoL 10. Pág. 954, 1955.—
granulocítica, de megacariocitos de la médu
6.— “Erythropoietin”. Leading articles. British
la ósea, asi como de los linfocitos, no son Medical Journal. VoL I, Pag. 2 6 3 , 1972.—
sino células reticuloendoteliales especializa 7.— Guyton Arthur C. Tratado de FisiologfaÉfc
das y que la hematopoyesis en general, pue Médica. 5ta. Edición.— Sangre: globulos
de ser tomada como otra actividad de este rojos, anemia y policitcmia. Parte XI, Cap. 5,^H
gran sistema del reticuloendoteÜo. Participa Pág. 56—63. Editorial Interamericana, Mé- _
xico 1977.
también como ya hemos visto en la destruc
8— Guyton Arthur C. Tratado de Fisiología^h
ción vde estos elementos, ya sea por fagoci Médica. 5ta. Edición.— Resistencia d e l ^
tosis, por sensibilización o por acción de Cuerpo a la infección. Sistema R e tic u lo ^ |
anticuerpos. endoteliaL Leucocitos. Inflamación. Parte
II, Cap. 6. Pág. 66—69.— Editorial Intera-^|[
mericana, México. 1977
Mathe G., Richet G. Semiología Médica y A ^^
Propedéutica Clínica, lera. Edición. Parteóte
m o n o b l a s t ’o Primera, Cap. I, Pág. 3—22. Editorial JIMS, ■
Barcelona, 1969.—
CUADRO 116-3
ne 15 gms de Hb por ciento, con un Hema- inmensa mayoría de casos a deficiencias del
tocrito de 50 por ciento. La fórmula seria: principio antianémico o ácido fólico. (6)
Hemoglobina en gms°/o = 15 x 100 _ Dentro de este grupo de anemias ma
Hematocrito = 50 crocíticas, se describen dos variedades: la
N^jAnemia Perniciosa y la Anemia por defi
Este resultado se expresa en porcenta ciencia de Folatos.
je, por corresponder a una concentración.
El Cuadro 116-4 resume la patogenia,
Los valores normales varían entre 30°/o —
los síntomas — signos y principales datos de
37°/o (normocromía) (1). Cuando los valo laboratorio, de estos dos tipos de anemia. *
res se encuentran por debajo de 30°/o, signi
fica hipocromía. CONSIDERACIONES AL CUADRO 116-4
El Cuadro 116-3 resume los valores del La semiotécnica de los síntomas y los
V.G.M. y de la C.M.Hb.G. en las distintas- signos anotados, es ya conocida razón por la
variedades de anemia: cual pasamos por alto.
FRECUENCIA DE LAS ANEMIAS EN NUESTRO En lo que se relaciona con la patoge
MEDIO.- La anemia es un cuadro hemato- nia, la hipótesis original de Castle implicaba
lógico m uy frecuente que puede aparecer la existencia de dos sustancias, llamados fac-
como padecimiento único o asociado a otras res extríosim e intrím irn que al combi
entidades. En nuestro medio está ligado narse originarían el principio antianémico.
siempre a los estados de desnutrición y para El primero de ellos se encontraba presente
sitosis. Por este motivo, vamos a realizar una en alimentos como las carnes rojas, hígado,
breve revisión de las anemias: macrocíticas, leche, huevo, es decir, relacionado con las
normocíticas normocrómicas y las hipo- proteínas animales y al complejo vitamínico
crómicas. B. El factor intrínsico, sería secretado por el
ANEMIAS MACROCITICAS.- Se estómago. El principio antianémico, decía
denominan anemias macrocíticas, aquellas- Castle se constituiría al combinarse los dos
en las cuales el eritrocito tiene un volumen factores, el mismo que se absorbería por el
medio mayor que el normal ( > 103 u^). intestino y se almacenaría en el hígado, de
Este tipo de anemia corresponde siempre a donde pasaría a la médula ósea para ser utili
una médula megaloblástica y se deben en la zado en la producción celular. (3)
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CUADRO 1 1 6 4
CUADRO 116-5
transferrina libre cuyos valores oscilan nor na In tern a de Harvey, Johns, Owens, Ross, _
p. 1603 - 1611. E ditorial Interam ericana,^
malmente entre 250 y 410 microgramos. (4)
M éxico 1978.
En este tipo de anemias, la capacidad de fi
5.— E lm er B. Brown. Anemias hipocrómicas. (
jación del suero para el hierro es alta. De T ratado de M edicina Interna de Cecil-i
Loeb Beeson-M ac D erm ott, 14 Edición, T o-' A
ANEMIAS NORMOCITICAS NORM O- m o II, Parte XVI, Cap. 737, p. 1 6 9 6 -1 7 0 6 ,4
CROMICAS E ditorial Interam ericana, México, 1978.
6.— H erbert Victor. Anemias m egaloblásticas.^
Como hemos explicado anteriormente, D e T ratado de Medicina Interna de Cecil-^
las anemias macrocíticas megaloblásticas tie L oeb, B eeson-M acD erm ott, 14 Edición, T o -*
ne como origen la deficiencia o carencia del m o II, Parte XVI, Cap. 731 p. 1 671-1861.*
E ditorial Interam ericana, México 1978. ™
^principio antianémico o folatos, las anemias
hipocrómicas, obedecen ordinariamente a 7.— M oore C.V. “ The im portance of n u tritio n a l^
factors in the pathogenesis of iron deficiency ^
deficiencia de hierro; no sucede asi con las anem ia” . A m erican Journal of C lin ic a l
anemias normocíticas normocrómicas que N u tritio n . VoL 3, p. 3, 1955. _
obedecen a causas y mecanismos diversos: 8.— Saks M.S. “ Som e aspects of iron m etabolism”.'
unas veces hay destrucción de eritrocitos o A nnals ’ of In tern al Medicine. VoL 4 2 ,^
pérdida considerable de ellos, y en otras oca p. 458, 1955.
4
volumen del eritrocito o de la concentración
media de hemoglobina. Precisamente a esta ANEMIAS HEMOLITICAS
diversidad de causas, se explica que este tipo
de anemia sea una de las más frecuentes. En A1 describir la hematopoyesis, quedó^
el Cuadro 116-2 referente a la clasificación v i •
v señalado que en condiciones normales la viddí
3
J media del eritrocito es de 120 días. Como
morfológica de las anemias, se detallan las
natural, la destrucción diaria de hematíes e s j
variedades más importantes de este tipo de
equivalente en magnitud a su producción en™
anemia y no lo vamos a repetir por ahora.
la médula ósea. Cálculos realizados han de^j
mostrado que ésta cantidad es de 100 mili-^
gramos por kilo de peso corporal, lo que sig-i
BIBLIOGRAFIA
niñea 0.14 gramos por 100 centímetros cú4|
bicos de sangre. (2) Cuando la destrucciór^j
1.— Báez V illasenor J. Clasificación y caracte
rísticas generales de las anemias. H em ato diaria del eritrocito es mayor, entonces se di- ü
logía Clínica, 6ta. edición. Cap. III, p. 31-52, ce que hay hiperhemólisis o un estado he^jj
E d itorial M endez O teo, México 1978.
molítico. La existencia de hiperhemólisis nqQj
2.— Brain M.C. A nem ias.— De T ratado de Me siempre entraña que exista anemia, porqueJ
dicina In te rn a de Cecil-Loeb-Beeson Mac
D erm o tt, 1 4 Edición, Tom o li, Parte XVI, si la capacidad de reacción o compensaciór^j
T-ap. 730, p. 1666-1671, E ditorial Inter- de la médula está intacta, la producción dd
am ericana, M éxico 1978. eritrocitos puede aumentar hasta 8 veces, (4)
3.— Castle W.B. “ Present status of th e etiology lo que quiere decir que mientras la hemolisis^
of pernicious anem ia” . Annals of In tern al
no tenga un incremento que sea superior
M edicine, VoL 34, p. 1093, 1951.
esa capacidad funcional de la eritropoyesisi
4.— Conn R.B. Valores norm ales de L aborato
rio. Escuela de Medicina Jo h n s Hopkins no habrá anemia. En este caso se dice que e y
Baltim ore. Apéndice de T ratado de Medici- estado hem olítico está compensado. Si p o ír
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el contrario, la hemolisis es 8 veces superior tas enzimas denominadas transferasas. La
a lo normal (la vida media del eritrocito dis bilirrubina así conjugada, es hidrosoluble y
minuye a 15 días), aparece anemia y se con dá una reacción directa con la reacción de
sidera un estado hem olítico descompensa Van den Bergh. (1) Esta bilirrubina es eli
do. (4) minada en la bilis, hacia el intestino y al lle
gar al colon la flora la reduce, transformán
También se dijo en páginas anteriores,
dola en urobilinógeno. De éste, una parte es
que al destruirse el eritrocito la hemoglobina
excretado por las heces fecales y otra se ab
se transforma primeramente en verdihemo-
sorbe y por la circulación porta regresa al
globina (biliverdinaglobina) de la cual se sepa
hígado, para ser nuevamente excretada por
ra el hierro que asociándose a la transferrina
la bilis, estableciéndose asi un ciclo. Una
llega a la médula ósea o a los sitios de alma
porción m ínima del urobilinógeno que se
cenamiento, Por su parte, la globina también
absorbe en el colon permanece en la circula
se desliga para ser utilizada de nueva cuenta,
ción y es excretada por el riñón. La cantidad
al igual que el hierro, en la síntesis de la he
de bilirrubina no conjugada que normal
moglobina. Al quedar aislada la biliverdina
mente se encuentra en la sangre no debe
se reducé a bilirrubina, que asociada a las al
sobrepasar a 1 miligramo por 100 cc (1) y
búminas del plasma llegan al hígado. Esta bi
la del urobilinógeno fecal varía entre 40 y
lirrubina que no es hidrosoluble, recibe el ca
280 miligramos diarios y la del urinario, es
lificativo de no conjugada y dá una respuesta
inferiora 3.5 miligramos diarios. (1)
indirecta con la reacción de Van den Bergh.
(1) En el hígado es conjugada con el ácido Toda esta secuencia fisiológica está
glucorónico, con sulfatos y otras sustancias, graflcado en la Fig. 117-1.
para lo cual es necesario el concurso de cier
Porta
CAUSAS DE LOS ESTADOS HEMOLITI— vas entidades, porque hablar de cada una de
COS.— El trastorno hemolítico se define ellas, rebasa los propósitos de nuestro texto.
i
CAUSAS DE LA ANEMIA HEMOLÍTICA
1 .- TRASTORNOS HEMOLITICOS CONGENITOS:
a) Defectos de mem brana
b) Defectos enzimáticos
— V ía de E m bden—M eyerhof
— Derivación de hexosa m onofosfato
c) Defectos de la hem oglobina
— Estructurales (hem oglobinopatías)
— Sintéticos (talasemia)
d) Otros
2 .- TRASTORNOS HEMOLITICOS ADQUIRIDOS:
a) Hemólisis p o r secuestro (hiperesplenism o)
b) Trastornos hem olíticos inm unitarios
— A loinm unitarios
— A utoinm unitarios
— Por fármacos
c) Hemoglobinuria p aroxística n o cturna
d) Debidos a tóxicos y anom alías m etabólicas
e) Debidos a parásitos eritrocíticos (paludism o)
f) Debidos a traum atism os de eritrocitos
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CUADRO 117-2
SINTOMAS-SIGNOS: LABORATORIO:
3.— Lynch E.C., Mckenchme J.C ., A lfrey C.P. Academy of Sciences. Series II, VoL 18,
“Brucellosis w ith pancytopenia”. Annals p. 233, 1956.
of Internal Medicine V o i 69, p. 319, 1968.
5.— R ubin E., G ottlieb C., Vogel P. “Syndrom e
4.— R eznikoff P., Wells M. “Toxic effects of hepatitis and aplastic anem ia” , Am erican
therapeutics agents upon the hem atopoyectic Journal of Medicine. VoL 45, p. 319,
system ”. Transactions o f the New Y ork 1968.
/
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762-
t SINTOMAS Y SIGNOS:
- Cefalea + + o—
»
— Disnea 4- +
i
— Mareos, vértigos + + o —
9 — Dolor precordial + + o —
i — Facies pletòrica + + +
» — Cianosis + +++
- Hipertensión + +o —
i
— Hepatomegaüa -f H
~o—
i — Esplenomegalia -1- No existe
úk
9 — Dedos hipocráticos No existe +•
{-
— Trombosis Frecuente Raro
— Hipersensibilidad ósea ++ ' No existe
— Ulcera péptica ++ No presenta
LABORATORIO:
— Magnitud de la poli
citemia: +++ + +
— Leucocitosis y
trombocitosis Frecuente Ausente
— Hiperplasia medular Global Serie eritrocítica
— Saturación 0 2 en san
gre arterial: Normal Normal o baja
— Fosfatasa alcalina (leuco) Elevada Normal
— Vitamina B 12 sérica: Elevada Normal
trocitarios, aumentando también los valores sos broncopulmonares difusos y graves. Ej.
de hematocrito y hemoglobina corpuscular y la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar
| media. 2.— Policitemia secundarias a proce- difuso obstructivo crónico, la fíbrosis inters-
^ PLIEGO: 22
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/e>4 -
ticial difusa, etc. La causa: hematosis inco ran micrófagos porque tienen la propiedad
rrecta. 3 . - Policitemia secundaria a proce de fagocitar y digerir-partículas m uy pequft
sos cardíacos que pueden ser congénitos y ñas y aún' bacterias. Tienen que ver en g
adquiridos; su causa: saturación arterial in - y desaparición de la fibrina de los procesos i
s u f ic ie n t e de oxígeno, es decir, hipoxemia. flamatorios y de los productos de destrii^
4 — Eritrocitosis asociada con obesidad: es ción de tejidos, cuando se producen necrosi^
frecuente, debido a que son pacientes con Para estos fines, las células cuentan con e
hipoventilación. 5.— Eritrocitosis en rela zimas.
ción con agentes químicos, como por ejem 2.— Granulocitos eosinófilos: Se conside;
plo las anilinas y ciertos medicamentos co que son capaces de desintegrar y destruir
mo las sulfonamidas, que transforman la he '-^sustancias como las toxinas endógenas
moglobina en metahemoglobina con pérdida exógenas. (5)
de la capacidad de combinarse con el oxí 3.— Basófilos: se admiten que estas célu
geno. ^transportan heparina, histamina y pías
En cuanto a las manifestaciones clí n a . (6)
'.
nicas y los datos de laboratorio, el Cuadro 4 .— Monocitos: Su actividad principal es
tipo macrofágico, ya que son capaces de fj^
119-1 es harto explicativo y no volveremos
^ e o c ita r partículas de cierto tamaño, como
a insistir.
^protozoarios, por ejemplo. Participan activé
mente en la formación de células gigante
B IB L IO G R A F IA (5) .
5.— Linfocitos: dan lugar a la liberación
1 .— Báez Villasenor J. Clínica Hematológica, anticuerpos, al igual que sucede con las c ^ |
6ta. edición. Las Policitemias, Cap. XI, lulas plasmáticas. (Ver Cap. 114)
p. 167-177; Editorial Mendez Oteo, México
1978.
De todo esto, podemos deducir que
los leucocitos tienen funciones de d e fe n il
2.— H uff R .L .; Lawrence J-.H.; Siri W.E. ;
Wasserman L.R.; Henness T.G. “E ffect of contra todo lo que es extraño al organisr
change in altitude on hem atopoyetic activity” . Los neutrófilos, eosinófilos y basófilos la
Medicine. VoL 30, p. 1 9 7 ,1 9 5 1 .
E je r c e n a través de fagocitosis; los linfocito^
3. _ Jones N .F .; Payne R.W.; H yde R .D .; Price y las células plasmáticas, produciendo an£|jj
T.M. “R enal polycythem ia”. L ancet.,
VoL I, p. 2 99. 1960. cuerpos. Por estas razones, se dice que lo|^
4.— Lawrence J.H . “Polycythem ia. Physiology,
primeros integran el sistema fagocítico j p
diagnosis and treatm en t based on 303 cases”. los segundos, el sistema inmunocítico.
Grume and S tratto n , New York and London,
1955. Contajé y fórmula leucocitaria.- La m ay^Í!
parte de autores señalan como cifras n o r m ^
C A P IT U L O 120 les de leucocitos a cifras variables que van
de 5.000 a 10.000 por mm^. Por debajo
¿& .0 0 0 se considera leucopenia y por arribfl||
S E R IE B L A N C A O L E U C O C IT A R IA de 10.000, leucocitosis. Es necesario re c o i^
dar que en condiciones fisiológicas, c o m ^
Vamos a revisar de una manera rápida por ejemplo después del ejercicio, puedQj
las funciones de cada uno de los elementos aparecer leucocitosis im portante; por otKhl
que componen la fórmula leucocitaria: parte, se ha visto que el l l ° / o de sujetos
1 — Granulocitos neutrófìlos: Se conside- aparentemente normales, cursan con leucifll
m
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®fitosis relativa. (1) menos y que se refiere al grado de madura
^ Por esto es que se recomienda frente ción de los granulocitos en una fórmula
j | una leucocitosis o leucopenia, repetir la leucocitaria.
acuenta y hacerlo en condiciones lo más cer La Fig. 120-1 esquematiza en forma
cana posible a las basales. didáctica cuales son las condiciones norm a
a
TORMULA LEUCOCITARIA- Se dividen en les en un hemograma y en qué casos se con
lío s grupos: granulocitos y agranulocitos, sidera una desviación a la izquierda o hacia
Riendo los porcentajes y cifras medias las la derecha. De una manera general se expre
.siguientes (1): sa que en condiciones normales aparecen en
Granulocitos: sangre periférica elementos inmaduros, como
Neutrófilos: 50 - 70°/o (60°/o) los no segmentados o en cayado y entre los
elementos maduros, los segmentados de 2,3
Eosinófilos: - 3°/o ( 2°/o
y 4 núcleos. Cuando la fórmula está “ des
Basófilos: - 1°/o ( l °/o ) viada hacia la izquierda” , aparecen en la cir
*b) Agranulocitos: culación formas jóvenes como los mieloci-
— Linfocitos: eX& - 4©°/o (28°o) tos y metamielocitos y la “desviación hacia
la derecha” significa la presencia de elemen
Monocitos: 3 - 10°/o ( 70/ 0)
tos viejos, con mayor lobulación del núcleo.
™ Es necesario también señalar dentro
Es importante hacer notar que, de or
p ie l grupo de los granulocitos el grado de
dinario, tanto las leucocitosis como las leu-
-»maduración, asi se deberá indicar los seg-
coperiias, son el resultado del aumento o dis
®nientados (4 5 °/o -6 5 °/o ), los no segmenta
minución de los elementos que se encuentran
d o s o en cayado (2 °/o - 7°/o) y los meta-
en mayor proporción. Ásí, siempre que hay
apnielocitos (0°/o - 3°/o). A propósito de és
leucocitosis, hay neutrofilia y siempre q u e:
to, indicaremos que existe una expresión
existe leucopenia, ésta se debe a disminu
»rauy familiarizada entre médicos y estudian
ción de los granulocitos. Esta regla, sin
t e s relacionada con la “desviación hacia la
embargo, tiene sus excepciones como por
^zquierda o hacia la derecha en el hemogra-
ejemplo en la Mononucleosis Infecciosa, en
3 de Schilling” , que actualmente se utiliza
la que aparece leucocitosis sin neutrofilia.
a
Elementos Inmaduros El ementos Maduros
d es y i a c i ó n a la derecha
Fig. 120-1.— Condiciones norm ales de u n hemograma y las desviaciones de la fórm ula leuco
citaria.
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- 766 -
El Cuadro 120-1 A , expone a manera AGRANULOCITOSIS.— El Cuadro 120-1-r "*
de ejemplos, las entidades más frecuentes resume en forma didáctica la etiología, pato™
que dan lugar a neutrofilia, leucopenia, genia, síntom as y signos, datos de labórate^
linfocitosis, monocitosis, eosinofilia y ba- rio en sangre periférica y en médula de_.
sofilia. las agranulocitosis. ^
De la misma m anera como se procedio CONSIDERACIONES AL CUADRO 120-1-1$
con la serie roja, vamos a realizar una revi La agranulocitosis es un cuadro c lín i^
sión semioíógica de las anormalidades, cuan co inespecífico, grave, caracterizado por pos-^
titativas de la serie blanca, es decir, de la tración profunda, fiebre elevada, faringo^l
disminución o leucopenia-agranulocitosis y amigdalitis, leucopenia y agranulocitosis se^¡
del aumento: reacciones leucemoides y leu veras, con ausencia de otras manifestaciones^
cemias. hematológicas como anemia y trombocito™
CUADRO 120—1—A
GRANULOCITOPENIA.- AGRANULOCITOSIS / /
penia, provocada por sustancias químicas mias agudas, infecciones, artritis reuma-
empleadas como medicamentos y también toidea, entre otras.
por causas físicas, como los Rx.
El contaje de leucocitos puede ser me
Las reacciones neutropénicas por idio nor de 1.000/mm3 con disminución de los
sincrasia a los medicamentos pueden deberse neutrófilos más allá del lOo/o. Los eritro
a descenso de la producción o aumento de citos y las plaquetas son normales en sangre
destrucción. La clorpromacina y compues periférica, diferenciándose en ésto de las
tos afínes, constituye el ejemplo clásico de aplasias ya estudiadas.
granulocitopenia por descenso de produc
Referente a los síntomas y signos, lo
ción y la aminopirina, ejemplo de aumento
de destrucción de los neutrófilos, pues pue primero que impresiona en el paciente es
de actuar como hapteno y conducir a la for su grave estado de postración, fiebre alta,
mación de anticuerpos contra neutrófilos. disfagia, odinofagia; el dolor alcanza hasta
el cuello y toda la cavidad bucal, en la que
Las granulocitopenias asociadas a en ‘\L se observa ulceraciones de mucosas y amíg
fermedades, son observables en las leuce dalas, cubiertas de un exudado grisáceo.
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-7 6 8 -
I
CLASIFICACION DE LOí5 LINFOMAS NO HODGKIN
i
CLASIFICACION DE N.C.I.: CLASIFICACION DE RAPPAPORT:
>
Grado Bajo:
Célula linfocítica pequeña Linfocítico difuso, bien diferenciado.
Folicular, célula pequeña dividida Linfocítico nodular, mal diferenciado
Folicular, células pequeñas Linfocítico—histiocítico nodular y mixto.
divididas y grandes mixtas.
Grado Intermedio:
Folicular, célula grande Histiocítico nodular
> Difuso, célula pequeña dividida Linfocítico difuso, mal diferenciado
Difuso, células pequeñas Linfocítico—histiocítico difuso y mixto.
► divididas y grandes mixtas.
Difuso, de células grandes. Histiocítico difuso.
)
Grado Alto:
Difuso, célula grande (inmunoblástico). Histiocítico difuso.
Células pequeñas no divididas
(Burkitt y no Burkitt). Difuso no diferenciado
Linfoblástico (contorneado y no
contorneado).
CUADRO 123-1
CUADRO 123-2
CUADRO 123-3
Substancias plaquetarias
FACTORES PLASMATICOS fPROTROMBINA
VIII IX XI XII.
FACTOR V II TROMBINA
Substancias tromboplas [ T ib r in o g e n ò ~|
tínicas tisulares. [fa c to r x7Tí]- > FIBRINA^SOLUBLE
i
f ib r in a in s o l u b l i
Fig. 123.3.— Esquem a abreviado de la coagulación. Las sustancias presentes norm alm ente
en el plasma se encuentran encerradas en cuadriláteros. Los pasos mayores
se rep resen tan con flechas gruesas. La form ación de trom boplastina en la
que intervienen sustancias plaquetarias (cuadrilátero superior) se considera
Intrínsica y aquella que depende de sustancias tisulares (cuadrilátero inferior)
se llam a extrfnsica.
CUADRO 123-5
HEMOFILIA CLASICA:
ETIOPATOGENIA: SINTOMAS-SIGNOS: LABORATORIOS:
Deficiencia funcional del Hemorragias: — Anemia variable
Factor VIII o Globulina — Subcutáneas (hemato — Tiempo de coagula
Antihemofílica. mas) ción prolongado.
— Intraarticulares — Tiempo parcial de
Trastorno estrictamen (Hemartrosis). tromboplastina pro
te hereditario, atribuible — Epistaxis longado.
— Hematurias — Deficiencia del Fac
a un gen recesivo unido
— Retroperitoneal
al cromosoma X tor VIII en el plasma.
— Tubo digestivo.
SEXTA PARTE
EXAMEN DEL
SISTEMA NERVIOSO
CUADRO 123-6
o
Eosinófilos o
0
cT 1
o~
0
o
Basófilos 1
o
tornos sólo los mencionamos po r cuanto son d iso rd ers” . O x fo rd . Black W ell Scientific
P ublications. 1 9 6 6 .—
raros en nuestro medio, la sintom atología es
H O U G IE C.; G L O V ER H.M. “T he hem o-
igual a la Hemofilia Clásica y su estudio en
ph ilio il sta te s” . A rchives of In te rn a l Medici
detalle corresponde a la Clínica H em atoló- ne. VoL 1 0 3 , p. 2 3 9 , 1959.—
gica.— H JO R T P .F .; H A R K E R L .A .; D A V IE E.W.;
FIC H C.A. “ H em ostasis M anual”. Univer
sity o f W ashington 1 9 6 8 .—
B I B L I O G R A F I A
M A RCUS R .L. “ P latelet fu n c tio n ” . New
E ngland Jo ru n a l M edicine. VoL 280,
1.— A STER R .H . “ T h ro m b o c y to p e n ia due to p. 1 2 1 3 -1 2 7 8 . 1 9 6 9 .—
enhaced p la te le t d e stru c tio n ” . I n W illiams g. NACHM AN R .L. T ra n sto m o s hem orrágicos:
W. B en tler E ., E rlev H. and R u n d les R . tra sto rn o s de la hem ostasia prim aria. E n
H em ato lo g y , N ew Y o rk , M cGraw -Hill-Book T ratad o d e M edicina In te rn a de Cecil-loeb,
C om pany. 1 9 7 2 ; Chap. 1 39, p. 1 1 3 1 .— B eeson-M cD erm ott, 1 4 edición. T om o II,
2.— BA EZ V IL L A S E Ñ O R J . C línica H em atoló- P arte XVI, S ección 14, p. 1 8 4 4 -1 8 5 4 , E di
gica, Las en ferm ed ad es hem orrágicas fre to ria l Interam erican a, M éxico 1978.
cuentes. Cap. X V II, p. 319. E d ito ria l M en- 9 . PER LM A N L.; F O X T.A. “ H em orrhagic
. dez O teo , M éxico 1 9 7 8 .— . d iath eses” . A n analysis o f 3 5 5 autopsy
3.— BA LD IN I M. “ Id io p atie th ro m b o c y to p e re p o rts ” . A rchives o f In te rn a l M edicine.
nic p u rp u ra ” . N ew E ngland J o u rn a l of Me VoL 6 8 , p. 112, 1 9 4 1 .—
dicine. VoL 274, p. 1 2 4 5 ,1 9 6 6 .— lc STA F A N N I M.; D A M ESH EK W. “ The he
4.— BIGGS R .; M A C FA R L A N E R . G. “T r a t - m orrhagic d iso rd ers”. G rune and S tra tto n .
m e n t o f hem o p h ilia a n d o th e rs coagulation New Y o rk and L o n d o n . 1 9 5 5 .—
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gicas. frecuentes, de las cuales, una buena
( CAPITULO 124
parte constituyen verdaderas emergencias
médicas.
i
- g e n e r a l id a d e s _______ _ Por todo lo que antecede, salta a la vis
ta que el estudiante, desde ya, debe familia
-F A C IE S rizarse con las técnicas de un examen neuro
lògico com pleto, aunque la razón de ser de
_ A C T IT U D los cambios patológicos que encuentre los
tenga que conocer un poco más tarde, cuan
- M ARCHA do estudie la Fisiopatologia, la Semiología y
la Clínica neurológicas.
A unque la atención médica a un pa
Con el objeto de que sea para el estu
ciente del sistema nervioso requiere en m u
diante m uy comprensible y de fácil asimila
chos casos de conocimientos y entrenam ien
ción la descripción que vamos a hacer, liga
tos avanzados, sin embargo, en la gran m ayo
remos estrechamente la anatomo-físiología
ría de casos, especialmente los agudos, el
indispensable con la semiotecnia correspon
profesional que primero atiende al enfermo
diente; de esta manera podrá inclusive ex
es el médico general; quien, luego de un exa
traer sus propias conclusiones sobre la pato
men cuidadoso, debe realizar algunas accio
logía y com probar por si mismo que el exa
nes que pueden significar el éxito con la
men del sistema nervioso es bastante menos
recuperación del enfermo, o el fracaso con
complicado de lo que podría parecem os a
su fallecimiento o la instalación de una le
primera vista.
sión definitiva que puede incapacitarlo para
siempre. Igual que para todos los sistemás, el
examen médico del sistema nervioso debe
Las acciones que se ve obligado a reali contemplar los siguientes tiempos: anam ne
zar el médico general pueden sintetizarse en sis; examen físico y exámenes com plem enta
las siguientes: 1 .— Establecimiento de un rios. Sin embargo, aunque ésto es así, debi
diagnóstico preliminar; 2 — Aplicación de do a que en cada una de sus funciones se
medidas terapéuticas de urgencia, tendien pueden producir trastornos subjetivos (Sín
tes a m antener con vida al paciente, a evitar tomas) y objetivos (Signos), nosotros seguire
que la afección progrese, y a evitar eventua mos dicho orden clásico, pero en relación a
les complicaciones en otros sistemas que pu cada una de ellas, no.sin antes dejar sentado
dieran com prom eterse como consecuencia que la técnica de la anamnesis de los num ero
de la afección neurologica inicial; y 3 .— Bús sos síntomas a los que da origen el sistema
queda oportuna del servicio de la especiali nervioso, responde a la misma aplicada a
dad correspondiente para q u e .e l enfermo cualquier síntom a del cuadro No. 3-1. Por
reciba la atención definitiva. lo demás, en el cuadro No. 4-5 de la revi
Como puede verse, no es fácil la tarea sión de sistemas ya hemos aprendido el qué
del médico general en este campo, y su in y el cómo preguntar de algunos síntomas.
tervención se inicia con el establecimiento de En consecuencia, vamos a pasar direc
un diagnóstico preliminar que no por ello de tamente el examen general del enfermo neu
be ser m uy superficial, sino al contrario, lo rològico que, aunque algo ha sido adelanta
más exacto posible en las afecciones neuroló- do en la primera parte de este libro a propó
F ig . 1 3 5 -4 , 5, 6 : L á m . X I X .
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-78S -
sito del examen general del paciente, ahora
vamos a completar y precisar algunos deta
lles más.
FACIES: En algunas afecciones son tan tí
picas que su sola observación ya permite
una buena sospecha diagnóstica. A continua
ción vamos a describir algunas frecuentes y
de m ayor caracterización.
mientras no hay
los movimientos bruscos puede no notarse
ningún cambio patológico; pero si apare
cen, entonces pueden verse muecas de to
do orden con contracciones musculares que
afectan indistintamente a cualquier lado
de la cara; en cambio, en la corea m ayor o de
H untington, las contracciones pueden afectar
a un solo lado y acompañarse de movimien
tos de succión, semejantes a los de la corea Fig. 124-5 Facies en la enferm edad de
senil ( 10) P arkinson ^
0
9 www.medibooksnica.net63.net -789-
abiertos dejan escapar la saliva por una de las
comisuras, y la cara en conjunto tiene el as
pecto como si se le hubiera cubierto de po
mada-.
JEn.e],tétanos, se produce la contractu-
ra de -los músculos de la cara, que le dan en
conjunto el doble aspecto de dolor y de risa
sardónica.
En. los tum ores cerebrales, sobre todo
si se acompaña de síndrom e de hipertensión
endocraneal, puede verse que los vasos su Fig. 124-9 H idrocefalia
perficiales son dilatados, el aspecto de la ca
ra es indiferente, apático dando la impresión
de entorpecim iento intelectual. Cuando
más que un tum or se trata de un abs
ceso, la facies es profundam ente dolorosa
y de enojo con todo lo que le rodea.
$
$
»
»
»
»
»
»
i
Fig. 124-17 E n ferm ed ad de Parkinson.
^ Paciente en actitu d de pie
EXAMEN DE LA MARCHA
Qué examinar Cómo examinar *
1.— Ritmo 1.— Ordenándole que camine
1 .1 : Normal y esbelto
1.2: Lento y torpe
2.— Dirección 2.— Ordenándole que camine hacia
un punto fijo
2.1 : Rectilínea y firme
2.2: Titubeante
3.— Mirada 3.— Simple inspección
3.1: Adelante
3.2: A media altura
3.3: Al piso
4.— Base de sustentación 4.— Simple inspección
4.1: Más amplia
4.2: Más estrecha
5.— Piernas 5.— Observando al enfermo tanto de
frente como de perfil
5. L : M'jcrutüQ de- 1os movimien
tos articulares
5.2: Asienta primero la punta
o el talón
6.— Brazos 6.— Observando al enfermo tan lo de
• frente como de perfil
6.1: Movimientos normales de
péndulo
6.2: Permanecen pegados o se
parados del cuerpo
6.3: Tienen movimientos inten
cionados o sin finalidad al
guna
7.— Marcha con ojos cerrados 7.— Ordenándole que camine con los
ojos cerrados. Es aconsejable que
una persona acompañe al enfermo,
pero sin tocarle
8.— Detención brusca 8.— Ordenándole que se detenga
9.— Giro y media vuelta,primero ■ 9.— Ordenándole que de media vuelta
al un lado y luego al otro
C A P IT U L O 125
M O T IL ID A D V O L U N T A R IA
go, el exam en médico debe ser completo, ra central, los músculos afectados suelen ser
porque sólo en es^s condiciones se puede múltiples, según veremos más adelante, ra- (
extraer conclusiones de valor; es decir, de zón por la cual, más que el examen de los (
be empezarse con la anamnesis y conti músculos, interesa el de todo un segmento,
nuarse con el examen físico. por ejemplo, de todo un brazo, más que del <
músculo bíceps, porque interesa más la fun- |
ANAMNESIS.- Los trastornos de la moti- ción del miembro que de un músculo en si.
lidad se manifiestan al exterior más como En cambio en las lesiones de la neurona
signos antes que como síntom as, lo que quiere periférica o de los nervios periféricos, los (
decir que son hechos constatables por el músculos afectados pueden ser pocos y hasta ^
médico a través del examen físico. Sin uno sólo, por tanto el examen en este caso
embargo, lá anamnesis de los mismos debe debe ser minucioso. (
ser hecha, puesto que la recolección de la
5.— Cuando al mismo tiem po se desea exa- {
inform ación tiene significado para el re
m inar la fuerza muscular, se puede realizar ^
conocimiento de la etiología, la evolución
los mismos movimientos, pero contra una
y el pronóstico de la enfermedad.
fuerza que ejerce el exam inador; por ejem- (
Los trastornos de la m otilidad volun pío, se opone a la flexión del brazo sobre el |
taria aparte de la actitud y de la marcha antebrazo. Cuando se trata de medir la
que ya hemos estudiado antes, se reflejan fuerza que se ejerce en la m ano, se puede "
por dos hechos básicos que son: la parálisis usar el dinam óm etro, aunque en la clínica (
y las paresias, es decir, por la imposibilidad basta con pedirle al paciente que ajuste con
o sólo la dificultad, respectivamente, para su m ano la mano del médico, el cual se for- *
la realización de los movimientos. Su anam mará una idea subjetiva de la fuerza del en- ^
nesis no difiere de la de cualquier síntom a, fermo. En los casos en que hay paresia de ^
del cuadro No. 3-1, pero su análisis lo ha la m ano o se sospecha de antemano una pér
remos un poco más tarde cuando ya las dida de la fuerza, se puede utilizar también í
reconozcamos con el examen físico. la prueba del tensióm etro, Fig. 125-2, que ^
Los cuadros Nos. 125-1, nos señalan co ya ha sido descrita en otra parte. Y, -
%
mo realizar el examen de los movimientos vo 6.— El exam en siempre debe ser simétrico
luntarios, pero antes de pasar a ellos, convie para reconocer las diferencias. ®
ne tener en cuenta unos cuantos hechos:
i
1.— En términos generales, los movimien
tos voluntarios deben ser realizados por el
paciente a una orden dada por el médico.
2 .— El examen debe ser sistemático, repa
rando en el tipo de movimiento y en los
músculos y nervios que intervienen en él.
3.— El paciente debe estar con la m enor
cantidad de ropa posible, o por lo menos el
segmento del cuerpo que de manera especial
se está examinando debe estar bien descu
bierto.
4.— En las afecciones de la neurona m oto
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CUADRO No. 125-3.a
6.3: Interóseos
6.3.1: Interóseos 6.3.1: Sepárelos 6.3.1: Cubital i
dorsales dedos Fig. 125-20.
6.3.2: Interóseos 6.3.2: Junte los 6.3.2: Cubital
palmares dedos y flexióne- •'
los en la raíz. Fig.
125-21.
continúa.
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- 808 -
...viene
7.5: Rotadores 7.5: Gire las pier 7.5 : Ramas de los plexos
externos del mus nas hacia afuera lum bar y sacro
lo: Piramidal, Ob Fig. 125-27a.
turadores externos,
Géminos superior
e inferior
Fig. 125-26 Exam en de los adduotores. Fig. 125-27 Examen de los abductores
Fi*. 125-27,a. Exam en de los rotadores externos Fig. 125-27,b. Exam en de los rotadores interno
Fig. 1 2 5 -2 7 ,c. Examen del cuádriceps Fig. 125-27,f. Exam en de los extensores del pie
con la motilidad voluntaria, Fig. 125-34, Cómo puede verse, los movimientos
como son: El área 6 de Brodman; el área voluntarios de la mitad del cuerpo tienen
8 de Brodman u óculo-m otora, situada en una distribución en una amplia zona de la
la segunda circunvolución frontal; el área corteza del hemisferio cerebral del lado
suplementaria m otora. En el hemisferio opuesto; lo cual explica que, para que se'
izquierdo, en el pie de la tercera circun produjera la parálisis de todo un lado
volución frontal se encuentra el centro del del cuerpo, haría falta una lesión m uy am
lenguaje articulado o centro de Broca. plia de la corteza, contrariamente a lo
que sucede si la lesión afecta a la cápsula
ii'tcr en la cual, todas las fibras de la
vía piramidal se encuentran reunidas en
un pequeño espacio.
Por todo lo que antecede, se puede
comprender que las parálisis o paresias ori
ginadas en la corteza, afectan más bien a
pequeños grupos musculares del lado opues
ta
LA NEURONA MOTORA PERIFERICA Y LAS
PARALISIS FLACIDAS: Ya dijimos anterior
mente que la vía piramidal está constituida
por dos neuronas: Una central originada
Fig. 125-34 Otros centros de la m otilidad vo en las células de Betz, y otra periférica,
luntaria. originada en las astas anteriores de la médula,
de las cuales salen las raíces anteriores
Conviene anotar que la representación que dan origen a su vez a las libras mo
cortical de la motilidad voluntaria en la toras de los nervios periféricos.
circunvolución prerolándica se asemeja a También dijimos, que las astas ante
la del cuerpo invertido, cuya representa riores, las raíces anteriores y las fibras m o
ción grosera se encuentra en la Fig. 125-35. toras de los nervios periféricos eran la única
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vía por la cual podían transm itirse todos
B IB L IO G R A F IA
^ los impulsos nerviosos procedentes tanto
i de la vía piramidal voluntaria, com o de la
extrapiramidal o involuntaria y de todos
1 .~ Asanuma, H.: Recent developm ents in the
^ los elementos que intervienen en el tono study o f the columnar arrangement o f
I muscular. neurons within the m otor cortex. PhysioL
Rev., 55: 1 4 3 ,1 9 7 5 .
)
2.— Brooks, V.B., and Stoney, S.D., Jr.: Motor
En consecuencia, una lesión de la mechanisms: the role of the pyramidal
neurona motriz periférica o de sus estruc- system in m otor control. Ann. Rev. PhysioL,
) turas subsecuentes interrum pirá todo tipo 33: 337, 1971.
| de movimiento (Parálisis), pero además sus 3.— Evarts, E. V. : Brain mechanisms in
movement. ScL Amer., 229: 96, 1973.
penderá la llegada de los impulsos nerviosos
^ que mantienen el tono muscular (Véase 4.— Granit, R.: The basis of Motor ControL
New York, Academic Press, Inc. 1970.
i tono muscular), dejándoles flácidos, sin fuer
5.— Guyton, A.C.— Tratado de F isiologia Me-
zas y con rápida tendencia a la atrofia. dica. Interamericana, Barcelona, 5ta. ed.
^ Más •adelante, en el estudio de las parálisis, Cap. 53, pp. 709, 1977.
f seremos más precisos. 6 .— Testut, L., Latarjet, A.— Tratado de Ana-
tom ia Humana. Salvat Editores S.A., Bar
i celona. 9na. ed., cap. 3, pp. 197-356,
1979.
ticales)
Fig. 126-1 Corteza cerebral extrapíraxnidal 2.1: El tálamo óptico en sus núcleos m e-¿
diales, a pesar de ser un núcleo relacionado
íntim am ente con la sensibilidad. (14,22). 4!
portantem ente com prom etida con el siste 2.2: El cuerpo estriado, considerado com o4!
ma extrapiramidal; así: el nivel más im portante del sistema. E stá^
1.1: En la zona prem otora se reconocen compuesto por el núcleo caudado y el nú
las áreas 4-6-8-9 y 10 de Brodman; cleo lenticular. En este último se en cuentra"
el putamen y el globus pallidus. ^jj
1.2: El área 2 de la circunvolución parie
tal ascendente, según Brodal yLassek, a pe Es necesario hacer notar aquí, q u e ^ |
sar de ser fundam entalm ente sensitiva; desde el punto de vista embriológico, el nú-_
cleo caudado y el putamen proceden d e P
1.3: Diversas áreas de los lóbulos occipi
telencéfalo y están constituidos por células^
tales y temporales; y
grandes y pequeñas. (3 ). En conjunto to - ^
1.4: Las áreas supresoras 25,45,185 y 245 man el nombre de Neo-striatun o striatun ■
de Brodman, cuya estimulación inhibe las simplemente. En cambio, el globus p a llid u s^
respuestas motoras. llamado también paleo-striatun, procede dejjj
2 . - LOS CENTROS E X TR A PIR A M ID A LE S. diencéfalo y está compuesto sólo por c é lu -,
(Subcorticales 7,12,13,23,24,32): Fig. 126-2. las grandes. (15,26,30). W
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2.3: Centros hipotalámicos: Están consti
tuidos por el núcleo rojo, que también con
tiene células grandes y células pequeñas;
(25,31) el locus niger, rico en melanina y
hierro; y el cuerpo de Luys.
2.4: Otros centros: Se considera que tam
bién forman parte del sistema, al núcleo de
Darkschewitsch, al núcleo de Deiters y al
núcleo de Cajal y al núcleo amigdalino.
3 . - VIAS EXTRAPIRAMIDALES.— (21) Fig.
126-3. Lejos de nuestra intención describir
a todas ellas; sólo lo haremos con las más
im portantes con el fin de que el estudiante
repare una vez más en la complejidad de
estas conexiones:
€
4
I
4
ANAMNESIS DE LA EPILEPSIA
CRISIS GENERALIZADAS TONICOCLONICAS
Qué preguntar Cómo preguntar
1 .- Herencia de los ataques 1 .— En su familia hay alguna persona
que sufra de ataques?
2.- Aura 2 .~ Ud. sabe de alguna manera que ya
le van a venir los ataques? Qué es
lo que siente?
3 .- Estado de la conciencia 3 .- Pierde el conocimiento cuando le
durante el ataque viene el ataque?
4 .- Caída y probables heridas 4.—- Se cae cuando le viene el ataque?
Se ha herido o golpeado?
5 .- Mordedura de la lengua 5.— Se ha mordido la lengua?
6. - Tipo de convulsiones 6.— Cómo, eran las contracciones? Có
mo era el ataque?
7 .- Estado crepuscular 7 .— Al despertarse, sintió algo?
8. - Memoria del ataque 8.— Ud. sí se acuerda que le dió el
ataque?
9 .- Horario del ataque 9.— A qué hora del día o de la noche
le da los ataques?
1 0 . - Frecuencia 1 0 .- Cada qué tiempo le da los ataques?
1 1 .— Número 1 1 .— Cada vez, le da un solo ataque o
le da varios seguidos?
________
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recibe del paciente, pero sobre todo de fami El aura tiene especial interés para tra
liares o amigos que han presenciado los ata tar de identificar el sitio de origen del foco
ques. Por lo que antecede se conluye, que principal y tiene una forma de presentación
el médico debe ser capaz de reconocer la muy variada, así, puede ser:
naturaleza de la enfermedad de su paciente 2.1: Psíquica: com o cambios de carácter,
por cualquiera de las dos circustancias, es llanto fácil, miedo inexplicable;
decir, por el examen físico o por el interro
2.2: Sensorial: que puede percibirse en
gatorio respectivamente.
cualquiera de los sentidos: ruidos, objetos,
Anamnesis. Aparte de las preguntas aplica olores, sabores, etc., todos realmente inexis
bles a cualquier síntom a del cuadro No. 3-1, tentes;
que hoy cobra especial importancia, pregun 2.3: Sensitiva: percepción de frío o calor
taremos sobre la herencia de los ataques, el que recorre todo el cuerpo, parestesias;
aura, el estado de la conciencia durante el
2¡4: Secretoria: como sudor, sialorrea;
ataque, si hubo caída o no del paciente, si
sufrió heridas al caer, qué tipo de contrac 2.5: Motora: temblor, espasmo, contrac
ciones eran, cuál era el estado al despertar ciones en alguno de los miembros.
(estado crepuscular), la memoria del ataque, 3.— Estado de la conciencia durante el
horario y frecuencia de los ataques. El cua ataque: Una característica básica de las
dro No. 127-2, nos indica el qué y el cómo crisis tonicoclónicas generalizadas es la ,
preguntar. pérdida de la conciencia que dura todo el
tiempo, desde la caída hasta el estado ere- 1
puscular previo a la recuperación plena de ¡
la conciencia.
CONSIDERACIONES AL CUADRO 127-2
En las ausencias, la pérdida de la conciencia
1.— Herencia: Un aspecto particularmente puede ser de segundos, durante los cual.es i
im portante de la epilepsia esencial es su ca el paciente fija la mirada y se produce mi- {
rácter hereditario, autosómico, recesivo driasis, para luego volver en sí y continuar
pudiendo encontrarse la enfermedad en va con lo que estaba haciendo o diciendo, como
rios miembros de una misma familia (3). De si nada hubiera pasado. Pueden repetirse mu- (
hecho, cuando los dos progenitores son epi chas veces en el día. ^
lépticos, hay muchas más probabilidades de La fuga es una forma peculiar de pérdida de
que los hijos también lo sean. la conciencia, pues, mientras dura, el pacien- '
- te puede caminar, salir de su casa, realizar i
algunas acciones y de pronto despertarse ^
causando sorpresa en el propio paciente que
2.— Aura: Es la percepción de algún males no sabe lo que ha pasado. í
tar que siente el enfermo al iniciarse el ata
VyEn las crisis psicomotoras de Gibbs, el en- i
que. Cuando se presenta con alguna anterio
fermo inconciente delira, se muestra ansioso ^
ridad, el enfermo alcanza a tom ar precaucio
y sufre de temblores, movimientos de suc
nes como sentarse, acostarse, retirarse de un
ción, crisis de risa, etc. ^
lugar peligroso, etc., pero otras ocasiones no
le da tiem po y el enfermo cae sin conoci . 4.— Caída y probables heridas.— En e l l
miento, como fulminado. gran mal, al perder el conocimiento, el enfer- 1
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mo cae violentamente emitiendo un grito, y 9.— Horario.— No es que los ataques ten
puede sufrir heridas graves o no de acuerdo gan una hora especial para su presentación,
a las circunstancias, lo que hace de esta en pero sí es de resaltar que pueden presentarse
fe rm e d ad una situación peligrosa para e l pa aun durante la noche, en pleno sueño, de lo
ciente que no deberá exponerse a ambientes cual el paciente se da cuenta al otro día por
riesgosos p o r la posibilidad de hacerse m u que se ha mordido la lengua o se ha orinado
cho daño adicional. En todo caso, el pacien o hecho la deposición.
te queda en el suelo con la pupilas dilatadas 10.— Frecuencia.— Es muy variable; lo mis
y con signo de Babinsky, bilateral. mo puede ser que se presente cada semana
5 .— Mordedura de lengua.— Es muy típico como cada mes (coincidiendo con la mens
de esta enfermedad que el paciente se queje truación en las mujeres) ( 1) como cada año o
de heridas sangrantes de la lengua y carrillos, cada varios años. Lo que sí es im portante es
producto de la prehensión de los mismo en que sirve como dato referencia! para la tera
tre sus dientes durante la fase convulsiva. péutica, pues en general con el tratam iento
Muchas veces el enfermo sabe que ha sufrido los ataques van haciéndose cada vez más ra
de ataques cuando constata la lesión de la ros; y, cuando la epilepsia es de la variedad
lengua. sintom ática o secundaria, el tratam iento espe
6.— Tipo de convulsiones.— A los pocos cífico lo hace desaparecer. En cambio, en la
segundos de la caída se inicia una fase de form a esencial, la suspensión del tratam iento
contracciones tónicas en todo el cuerpo, puede provocar la reaparición frecuente de
durante la cual, el enfermo, con los puños los ataques y aun desencadenar un Status
cerrados se ve agitado por un ligero temblor. epilepticus(19).
El paciente está en apnea y puede comenzar 11.— Número.— Lo más frecuente es que el
la cianosis. Inmediatamente después se ataque sea uno solo; pero no son raros los
inician las convulsiones clónicas que agitan casos en que pueden ser varios en forma
todo el cuerpo del enferm o; duran pocos subintrante. Cuando son muchos y muy se
minutos, durante los cuales expulsa espuma guidos, se dice que el paciente ha entrado en
por la boca y puede emitir orina y heces status epilepticus, durante el cual está hiper-
fecales, dejándole en un profundo sueño que tenso, con fiebre, respiración difícil, relaja
puede durar m inutos u horas. ción de los esfínteres, y puede dejar como
7.— Estado crepuscular.— Si el paciente n o ° secuela daños irreparables del cerebro:
recupera la conciencia inmediatamente des Otras consideraciones a propósito de la anam
pués del ataque, puede permanecer durante' nesis: De la anamnesis general de los sínto
un tiempo variable en un estado post ictal,.- mas podemos extraer algunas conclusiones,
caracterizado por fatiga, cefalea, confusión, por ejemplo: Aunque la fecha aparente de
algún trastorno sensorial y a veces hasta pa comienzo fuera reciente, hay que tener en
resias. cuenta que la fecha real puede remontarse a
8. - Memoria del ataque — O tro dato m uy la infancia, especialmente en relación a la
característico es la amnesia del ataque, el en epilepsia esencial. Sin embargo, el estable
fermo no recuerda nada de lo sucedido, ex cimiento de la edad del enfermo en la que
cepto del aura. La falta de este síntom a, es presentó el primer ataque puede tener valor
decir, el recuerdo del ataque, pone en duda para el reconocimiento de la probable causa.,
la naturaleza epiléptica de las convulsiones. Así, en el recién nacido, la causa más fre
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cuente tiene que ver con traumatismos cra ciones tónico - clónicas durante las cuales
neales durante el parto; en la primera infan el enfermo hecha espuma p o r la boca de
cia, las enfermedades eruptivas, la simple color rojizo si hay herida de la lengua o ca
dentición, las meningitis; en la segunda in rrillos por mordeduras; expulsión de heces y
fancia, la epilepsia esencial puede ya tener su orina; midriasis y Babinsky bilateral; apnea y
inicio, o los vermes intestinales ser su causa; a veces cianosis. Todo ésto es tan evidente
en la edad adulta, puede iniciarse la epilep que su diagnóstico presuntivo es fácil.
sia, pero además el alcoholismo, los tumores
La forma de confirm ar que las convul
cerebrales, intoxicaciones de cualquier tipo
siones son de origen epiléptico es realizan
tanto exógenas como endógenas, las cardio-
do un estudio neurològico com pleto,muchos
patías del tipo de Stokes-Adams, y la esteno
de los exámenes complementarios útiles en
sis aórtica, el lupus eritematoso; en los viejos,
el estudio del sistema nervioso que más
la hipertensión arterial, arterioclerosis y ure
tarde los conoceremos, y dentro de éstos,
mia, suelen ser la causas más frecuentes de
el electroencefalograma (EEG).
epilepsia secundaria; y a cualquier edad, los
traumatismos craneales.
La forma de comienzo, siempre busca Epilepsia parcial o Jacksoniana.— (18). Son
en las crisis tonicoclonicas generalizadas, los que afectan a un segmento del cuerpo,
puede algunas ocasiones tener en período sin pérdida del conocimiento, aunque alguna
previo de accesos de ausencias,pero en vez las convulsiones pueden generalizarse.
muchos pacientes pueden alternar estas dos
formas de epilepsia. Las convulsiones segmentarias pueden
iniciarse en la cara, un brazo o una pierna,
La medicación específica antiepilépti con la característica de que suelen empezar
ca mitiga la enfermedad y puede mantenerla en la porción distai del miembro para luego
sin convulsiones durante años, pero la sus ir ascendiendo. Esto permite que en alguna
pensión o el cambio brusco de medicamento, ocasión, al comprimir oportunam ente el
pueden reactivar los ataques. miembro en su porción distai se logre evitar
La evolución de la enfermedad se refiere tan que las convulsiones progresen.
to al ataque tonicoclonico generalizado Las convulsiones son tipo tónico—cló
cuanto a la enfermedad en sí. nicas y siempre están precedidas de aura.
Muchos pacientes pueden cursar, entre Se la considera como producida por
los ataques epilépticos, con un com porta
una irritación focal de un centro m otor cor
miento normal, pero otros pueden sufrir
tical.
problemas emocionales y una conducta neu
rótica de inadaptación, defectos de la fun
Otras variedades de crisis.— De acuerdo con
ción intelectual y verdaderas psicosis con
manifestaciones esquizofrénicas que compe la clasificación de Gastaut, que antes hemos
ten al campo de la psiquiatría. señalado, son muy variadas las formas de
presentaciones de las crisis epilépticas. Noso
EXAMEN FISICO: Por todo lo que hemos tros hemos descrito ya las formas de presen
dicho, ya podemos concluir que durante el tación más frecuentes, sin embargo, vamos a
ataque se pueden percibir los siguientes sig hacer una rápida descripción de algunas otras
nos: Grito epiléptico; pérdida de la concien por ser algo comunes, a pesar de que éste no
cia; caída brusca y posibles heridas; contrac es el objetivo principal de este texto.
www.medibooksnica.net63.net - 833 ~
^Crisis mioclónicas.— Ya hemos hablado de rarlas causas más frecuentes: factores genéti
^ellas y no vamos a repetir; sólo añadiremos cos (herencia); enfermedades del parto y
►que son más frecuente en los niños. asfixia del recién nacido; enfermedades
infecciosas, bacterianas y virales ¡enfermeda
>
^Crisis parciales con sintomatologia elemen des parasitarias (cisticercosis); fiebre, intoxi
tal.— Pueden em pezar en form a local sin caciones por monóxido de carbono, insecti
*trastornos de la conciencia. También pueden cidas órgano fosforados, saturnismo; alcohol;
*hacerlo como las crisis jacksonianas ya descri supresión brusca de medicamentos anticon-
bas, o con síntomas sensoriales osom atosen- vulsivantes; posvacunación infantil; embara
>soriales, es decir, con parestesias o trastornos zo, pero no por sí mismo, sino por eclamp
t visuales o auditivos o sensaciones especiales sia; traum atismos craneales; trastornos circu
en el estómago y abdomen o con mezclas de latorios que afectan al cerebro; trastornos
1 todas ellas, metabólicos, como: deficiencia de piridoxi-
i na o de vitamina B6, diarrea en los niños por
Estas crisis parciales pueden generali
el desequilibrio hidroelectrolítico debido
zarse; son llamadas crisis parciales secunda-
al efecto tóxico de las bacterias causantes;
>riamente generalizadas.
hipocalcemia, hipoglicemias, uremia, fenilec-
tonuria;. malformaciones congénitas del
Crisis parciales con sintomatologia comple
cerebro; el frío en los niños prematuros; el
ja.— Pueden acompañarse de trastornos de
prem enstruo; tumores cerebrales; y otras.
la conciencia. Entre éstas destacamos a las
1 crisis del lóbulo temporal, entre las que se
encuentran las crisis psicomotrices de Gibbs, -J>
y las fugas que antes hemos señalado. Se
destacan en ellas el com portam iento auto C A P IT U L O N o . 1 2 8
mático con realización a veces de actos com
plejos de los cuales después el paciente no
guarda ningún recuerdo. TO N O M U SCU LA R
ideas delirantes, alucinaciones, pensamientos el control del tono muscular, así es en efec
forzados, fenómeno de lo ya visto (déjá vu). to, pero hoy vamos a ver que su m anteni
Durante las intercrisis pueden ser com pleta m iento en condiciones normales es el pro
ducto de la intervención de diversas estruc
mente normales.
turas nerviosas que mantienen en delicado
equilibrio de semi-tensión al músculo en
Etiología.— Finalmente, y con el objeto de
reposo.
“redondear” el capítulo, vamos a enume-
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— OOH —
RECUENTO ANATOMO—FISIOLOGICO.—
(4, 5, 7, 8,9 ) Fundamentalmente el tono es
una función refleja que se realiza a nivel me
dular especialmente. La estructura anatómi
ca que se encarga de esta función está com
puesta por, Fig. 128-1^ una vía aferente
constituida por los nervios sensitivos, unos
centros situados en la médula, y una vía efe
rente constituida por la neurona m otriz peri
férica.
Los estímulos que ponen en movimiento
este acto reflejo nacen en los mismos mús
culos, es decir, son propioceptivos, y pueden
ser de estiramiento pasivo, llamado reflejo
miotático, de mayor significación en los
músculos extensores; de tacto, de presión y
laberínticos.
Los receptores de los estímulos son los hu
sos neuromusculares y los órganos de Gol-
gi. (6) Estos últimos se encuentran situados
en las uniones de los músculos con sus ten
dones, de donde viajan los estímulos hacia la
m otoneurona alfa, a través de las fibras Ib.,
que conducen menos rápido que los la .; su
intervención es menos eficaz que la de los
husos y actúa inhibiendo el reflejo m iotático.
Estimulan Inhiben
1.— Núcleo de Deiters 1.— Corteza Cerebral
2 — Centros hipotalámicos y dien- 2.— Vermis cerebelosos
cefálicos
3.— Hemisferios cerebelosos 3 .- Núcleo rojo
4 .- Cuerpo estriado
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f e ' V
i
CONSIDERACIONES AL CUADRO Noi
128-2.— HIPERTONIA: Hemos venido dicien^
do que tanto las lesiones del sistema pirami
Fig. 128-2 Músculos hipertónicos dal como del extrapiramidal producen au
m ento del tono muscular, sin embargo, su
la realización de los movim ientos pasivos, características son un tan to diferentes, asr(
los cuales no llegan a ser de la am plitud nor Cuando la lesión es del sistema piramidal,
mal. Fig. 128-2. la hipertonía es parte del síndrome ya estu-'
diado con el nombre de piramidalismo, y s
En la hipotonía y más aun en la atonía, caracteriza por afectar a los músculos distales
los músculos se pierden debajo de la piel, y si de los miembros, respetando la cara; desapa
el paciente está acostado se observa como rece en reposo, pero aum enta al
"los miembros flácidos se hunden en la cama. un acto voluntario. Al contrario, cuando
La palpación los encuentra blandos, no elás
la lesión es de la vía extrapiramidal, la con-
ticos como en condiciones normales, y los
tractura predomina en la cara, cuello y<
movimientos pasivos que pueden realizarse
músculos proximales de los miembros tant
con las articulaciones a las que pertenecen
flexores como extensores, desapareciendo al
alcanzan una extensión m ayor, Fig. 128-3.
realizar movimientos voluntarios y aparecien-
A la h ipotonía y ato n ía suele asociarse fre
.. do en reposo, y dando lugar a la aparición del*
cuentemente una notable pérdida de la fuer
¿Asigno de Negro, o de la rueda dentada, que
za muscular.
consiste en com probar que, al realizar un m o
Recuérdese una vez más que antes de vimiento pasivo, éste se hace a saltos por la'
estudiar a los músculos, hay que tener una oposición que ofrecen los músculos corres-(
idea de cual es el estado de los huesos, arti pondientes. Este signo se hace más evidente
culaciones y nervios correspondientes. Ade con la m aniobra de F ord, que consiste en so-1
más, al realizar los movimientos pasivos de licitar al paciente que haga puño, con fuerza,i
be orientarse la atención del enfermo en otra en el lado contrario al que se va a examinar,
dirección, con el objeto de que, voluntaria Fig. 128-4.
mente, no oponga resistencia ni ejecute el
Resulta obvio comprender que habrá
movimiento activamente.
hipertonía siempre que hay una lesión de los
El cuadro No. 128-2, sintetiza lo ex centros inhibidores del tono, pero en la clíni
puesto. ca general lo que más frecuentem ente vemos
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j
CUADRO No. 128-2
Fr e c u e n t o a n a t o m o - f i s i o l o g i c o . -
P [l, 3 ,4 ) Fig. 129-1. La estructura anatóm ica
^ u e controla un movimiento reflejo está
compuesta por el arco reflejo, form ada por:
£una vía aferente, conductora del estím ulo;
^un centro analizador del estím ulo y .e la b o r a - ^
dor de la respuesta específica; y una vía
"eferente conductora de dicha respuesta.
^ La vía aferente se inicia, en su extre-
^mo superficial, en un órgano microscópico
^altamente especializado en la recepción del
"estím ulo, llamado por esto órgano receptor,
^situado en la unión músculo-tendinosa y co-
del mismo nombre y está compuesta por
|n o cid o más específicamente con el nombre
los nervios motrices que conducen hasta el
de órgano de Golgi; y también en los husos
músculo correspondiente el estímulo elabo
^musculares situados en el músculo y ya men
rado en el centro para provocar la respues
cio n a d o s a propósito del tono. La vía pro
ta específica. Esta respuesta es ejecutada
p ia m e n te dicha está constituida por los ner- por el músculo exitado por su nervio m otor,
vios sensitivos que finalmente conducen el
y requiere para su realización de la integri
| estímulo a las astas posteriores de la médula dad anatomo-funcional de dicho músculo.
^ espinal donde se encuentra la neurona afe
rente. Hemos descrito el arco reflejo en su
expresión más simple y relacionada con
^ El centro, situado en la substancia gris los reflejos medulares; pero hay otros de
I medular esta compuesto por la neurona afe- esta misma estructura cuyos centros se en
| rente, cuya prolongación central hace sinap- cuentran en el bulbo y en la protuberancia,
sis con la.neurona aferente-o m otriz, situada según los conoceremos más tarde.
* en él asta anterior de la médula, originaria En el examen neurològico es indispen
| de la vía eferente. Entre las neuronas aferen- sable examinar también los reflejos super
^ tes y eferentes suele haber neuronas inter ficiales o cutáneo-mucosos. Estos tienen
mediarias, llamadas intercalares o de cfo- una estructura anatómica un tanto más com
) nexión. pleja pues, según Sahli, (6) requieren para su
> La vía eferente se inicia en la neurona realización de dos centros, el uno inferior
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situado en la médula o bulbo o protuberan
cia; y el o tro, superior, situado en el cere
bro. Fig. 129-2, el cual ejercería un dominio
sobre el arco inferior que no podría actuar
mientras no sea exitado por el superior.
Funcionalm ente hablando, el reflejo
requiere de un estímulo adecuado en calidad,
sitio, intensidad y ritm o, de lo contrario no
se produce. La calidad tiene que ver con la
naturaleza del estím ulo, por ejemplo, para
los reflejos esteotendinosos o profundos, el
estímulo adecuado es un golpe percutorio so
bre el tendón del músculo escogido o sobre
la superficie ósea previamente analizada; esto
nos releva de más comentarios sobre el sitio
que se debe estimular, porque de no ser as
el resultado puede ser negativo o defectuoso
la intensidad es im portante, puesto que si e
estímulo es demasiado suave el reflejo no se
produce, es decir, existe un umbral mínimo
el ritm o tiene que ver con la posible repe
lición del reflejo ante el nuevo estímulo: si
e1 tiempo que separa a uno y otro es dema Fig. 129-2 Estructura anatómica de los arco^
síado corto, no se produce, lo que está de reflejos cutáneo m ucosos o super^
ficialcs. A: Arco inferior. B: Arcos
n p stran d o la existencia de un período re superior m
JÜ
" l ü
salífera
REFLEJO CENTRO
Reflejos de la cabeza
c o n t in ú a .
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-850-
..viene
3 .- Región anoperineal
Miembros superiores
1.4: Signo de flexión de la pierna paralizada Fig. 129-37 Signo de la extensión de la pierna ¿
o de Neri.— Cuando el enfermo de pie paralizada o de Babinsky ®
flexiona el tronco hacia adelante, la pierna
paralizada se dobla, mientras que la sana
permanece recta. Fig. 129-38.
.5: Signo de Adducción del brazo paraliza
do o de Sterling. Con el enfermo acostado
en decúbito dorsal y los-brazos en abducción,
se le pide que lleve el brazo sano hacia la
línea media mientras el médico se opone a
ello, el brazo enfermo es el que responde y
rápidamente se acerca al tronco. Fig. 129-39.
^ 1 .6 : Signo de la adducción de la pierna pa
ralizada o de Raimiste.— Igual que el signo
anterior, pero con las piernas, es decir, con el
enfermo en decúbito dorsal y las piernas en Fig. 129-38 Signo ae la flexión de la pierna^
abducción, al oponerse a la adducción de la paralizada o de Neri ®
V www.medibooksnica.net63.net - 853 -
VALOR SEMIOLOGICO DE LOS REFLE
JOS.— Previa la calificación de un reflejo co
mo norm al o anormal, se debe estar seguro de
que su ejecución ha sido correcta, de lo con
trario las equivocaciones pueden ser muchas.
Las causas más frecuentes de error son:
exceso o falta de la fuerza aplicada en el es
tím ulo; posición defectuosa del enfermo; a-
plicación del estímulo en un sitio incorrecto;
y control voluntario del paciente por no ha
bérsele desviado su atención. Si a pesar de
una correcta técnica la respuesta es patológi-'
ca, entonces debe ser calificada como arre-
flexia, hiperreflexia o inversión de los re
flejos.
C A P IT U L O 1 3 0
L A N E U R O N A M O T R IZ PERIFERI
C A .— (9, 6) Conforme ya hemos repetido
varias ocasiones, ia neurona motriz periférica
se origina en los núcleos craneales y astas
anteriores de la médula donde se encuentra
el cuerpo celular, mientras que sus prolon
gaciones cilindroaxiles constituyen las raíces
anteriores y nervios motores periféricos.
Las neuronas motoras se clasifican en:
1.— Alfa fásicas Relacionadas con las fibras
musculares blancas, de rápida activación y
conducción y probablemente ligadas con la
motilidad voluntaria.
2.— Alfa tónicas, de estimulación y con
tracción más lenta y relacionadas con las
fibras musculares rojas.
3.— Gamma, relacionadas con las fibras
musculares intrafusales conectadas con los
husos que captan los estímulos tonígenos.
Son más pequeñas, de axón fino y de Fig. 130-1 Bucle de Granit
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856
Los cilindro ejes de todas las neuronas,
luego de ramificarse van a term inar en finas CUADRO No. 130-1
prolongaciones que contactan con las fibras
CARACTERISTICAS DE LA
musculares, formando en ese sitio las Placas
PARALISIS PERIFERICA
motoras terminales, que tienen una dimen
sión promedio de 40 micrones de largo, 1.— Flacidez
40 micrones de ancho y 10 micrones de alto,
2.— Arreflexia profunda transitoria
y en las cuales actúa como elemento inter
o definitiva
mediario de la unión, la acetilcolina. ( 1 1 , 1 2 ).
3. — B abinsky negativo
Una sola neurona inerva varias fibras 4 .— A trofia muscular de tipo trófico
musculares, algunas hasta varios cientos, pe 5.— El número de músculos afectados
ro en general se acepta, que mientras menos puede ser de muchos o de uno
fibras' musculares inerva una misma neurona, solo
es porque la función de ese músculo es más
6.— Respuestas eléctricas del múscu
delicada. A la unidad estructural compues
lo de tipo degenerativo
ta por la neurona y todas las fibras muscula
res que inerva, se la conoce con el nombre de
unidad m otriz (5, 1 6 ).
Fisiológicamente, ya hemos dicho otras Este conjunto de características hacerf*
veces, la neurona m otriz periférica es la del diagnóstico un hecho fácil. Nótese|
ejecutora de todas las órdenes motoras que además que la lesión puede afectar a la mé-*
provienen de la corteza, centros subcortica- dula o núcleo subcortical en el que se origina ef
les, de la motilidad refleja, del tono y desde nervio m otor, o en las raíces anteriores d
luego de la coordinación que la estudiaremos en el nervio propiamente dicho. |
mas tarde. Pero además, cumple una fun
Según ésto, podemos encontrar afec-|
ción fundam ental en el trofismo muscular, ciones de un solo nervio. como la paráli
es decir, en el m antenim iento vital, creci sis facial periférica o de Bell; de un sólo^
miento y nutrición de los tejidos. miembro, dando una monoplejía; de Nlo s |
miembros inferiores o paraplejía; de los dos-
LESION DE LA NEURONA MOTRIZ superiores o diplejía; y de los cuatro miem
PERIFERICA: bros o cuadriplejía, todas flácidas. |
BIBLIOGRAFÍA
Fig. 130-2 Ulceras de decúbito
2 .— La úlcera perforante.— (3,10,13,14). 1.— Bohau, A ., and JPeter, J.B.: Polym yositis jg
and dermatom yositis (First of tw o parts).
Fig. 130-3. Se parece a una ulceración New Eng. J. Med. 292: 344, 1975 ^
hecha con un sacabocados. Asienta en la
2.— Bohan, A., and Peter, J.B.: Polym yositis _
planta o dorso de los pies y en la nariz. Está (Second o f tw o parts). New Eng. J. M od.*
rodeada de una área de anestesia y ella misma 292: 403, 197 5 ^
es indolora. Se ve en 'la diabetes mellitus, 3.— Denny — Brown, D.: Heredetary sensory
siringomielia, lepra y especialmente en la ta radicular neuropathy J. NeuroL N eu ro-^
surg. Psychiat. 14: 237 — 2 5 2 ,1 9 5 1
bes.
4.— Dyken, P.R., and Harper, P.S.: Congenital -
3.— Las lesiones ampollosas: dystrophia m yoionica. Neurology, 23: 4 6 5 ,£
que aparecen en las paraplejías flácidas por 1973 *
lesiones medulares y en las polineuritis 5.— Ekstedt, J.: Human single muscle fib er ( |
action p otential. Acta physiol scand., su p p l,-
asientan en la piel de los miembros afectados, 226: 1—96, 1961 “
y deben distinguirse' del Herpes Zóster,
6.— Farxeras, P., Rozm an, C: Medicina Interna.^
cuyas erupciones ampollosas siguen el tra Editorial Slarin, S.A., Barcelona. Tomo II,
yecto de un nervio y son muy dolorosas. 8a. ed., pp. 10. 1972 ^
C!
www.medibooksnica.net63.net -859 -
9.— G u y to n , A.C.: Tratado de Fisiologfa M € - Antes de hacer una revisión anatomo-
dica Interamericana, Barcelona. 5a. Ed., funcional indispensable, primero vamos a
Cap. 51. 1977.
poner un ejemplo que nos permita com
LO.— Johnson, R.H., Spalding, J.M.K.: Progresive prender con claridad el papel de la taxia:
sensory neuropathy in children. J. NeuroL
Neurosurg. Psychiat. 27: 1 2 5 — 130, 196 4 Observemos con atención el movimiento de
LI.— Kmjevic, K., and Miledi, R.: A cetylcoline in la rodilla y comprobaremos que al extender
mammalian neuromuscular transmission. Na la pierna se contrae el cuádriceps y el tensor de '
ture, Lond., 182: 805 — 8 06, 1958
la fascialata; mientras que al flexionarla, se
.1 2.— Kmjevic, K., and Mitchell, J.F.: The release contraen el bíceps crural, el semimembra
of acetylcholine in the isolated rat diaphragm
J. PhysioL, Lond., 155: 2 4 6 — 26 2 , 1961 noso y el semitendinoso. Pero para que se
Locke, S.: Diabetes and the nervous system .
produzcan estos movimientos, tenemos que
I 1" ' Med. Clin N. Ainer., 49: 1 0 8 1 , 1965. aceptar, que. fue indispensable que entre los
|1 4 .- Mumenthaler, M.: Neurologia. Salvat E d i- extensores y flexores existiera una perfecta
tores, S.A. Barcelona, 1979, pp. 256 coordinación, es decir; que mientras los unos
> 1 5 .- Ridley, D.S., and Jopling, W.H.: Int. J. se contraían los otros tenían que relajarse
Lepr., 34: 255, 1966 para perm itir el movimiento armónico, de lo
I
16.— Rosenfalck, P., Buchthal, F.: On the con contrario si se contraen todos a la vez, el
» cept of the m otor subunit. Intern. J. N eu
roscience, 1: 27 — 3 7 ,1 9 7 0
movimiento en la forma adecuada no se rea
liza. Hay algo más, si observamos tam bién
h i . - Rowland, L.P: Muscular dystrophies. DM,
November 1972, p. 1. las articulaciones vecinas, o sea, las de la
Pi 8.— Schwartz, A.R.: Charcot — Marie — T ooth cadera y del pie, comprobaremos que éstas
disease. Arch. Neurol. (Chic). 9: .6 2 3 —634, se fijan, mientras se realizan los movimientos
1963 de la rodilla, es decir, los músculos correspon
Thomasen, E.: Myotonia, Thom sen s disea
se (m yotonia congenita), paramyotonia and dientes se contraen tónicam ente para perm itir
dystrophia m yotonica. U niversitctsforlaget, el juego libre de la rodilla.
Aarhus. 1948
En este simple movimiento podemos
constatar cuatro funciones, a saber: 1 .— la
C A P IT U L O 131 de los músculos agonistas que realizan pri
mariamente la función, que en el caso de
extensión de la pierna es el cuádriceps.
^ C O O R D IN A C IO N O T A X IA 2.— La de los sinergistas que ayudan al mús
i culo principal, como el tensor de la fasciala
i La ca- ta. 3.—L a de los antagonistas, o sea los de la
^pacidad que tiene el organismo para que los cara posterior de la pierna que se oponen a
movimientos voluntarios se realicen armóni- la extensión y que para permitirla tienen que
ícam ente y que sean perfectamente adaptados relajarse; y 4 — La de los fijadores que m an
^para el cumplimiento de la finalidad propues tienen la pierna-en la posición deseada, o sea,
t a , se llama taxia o coordinación, los de la cadera y el pie. Todos estos m úscu
i los han debido actuar al unísono y arm ó
Esta función depende de un sistema
nicamente.
Itaeurológico acoplado al sistema piramidal,
^en el cual, el cerebelo desempeña un papel Si algún grupo hubiera fallado, el
^fundamental, puesto que es el que comanda movimiento deseado no-se hubiera realizado
™el tipo de respuesta que se h a de dar a los correctam ente, hubiera sido disarmònico y
^estímulos con él relacionados. desmensurado en el tiem po y en el espa-
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-8 6 0 -
cio, es decir, se hubiera producido una in cerebral como en el cerebelo, pero además
coordinación o ataxia. Nótese que no he el propio cerebro envía fibras al cerebelo,C
mos dicho parálisis, porque movimiento sí convirtiéndose así el cerebelo en el órgano ¿
existe, pero es anormal. central de la coordinación. Las vías que
van a term inar en el cerebro determinan la í
sensibilidad profunda consciente, mientras^
RECUENTO ANATOMO FUNCIONAL.—
que las que term inan en el cerebelo deter
Fig. 131-1. El aparato coordinador está
minan la sensibilidad profunda inconsciente. *
constituido por un sistema de vías aferentes
y otro de las vías eferentes. Con un poco más de detalle señalare-^
mos sobre la vía aferente lo siguiente: £
LAS VIAS AFERENTES proceden de los re
ceptores cinestésicos, del laberinto y de la 1.— Los receptores cinestésicos son: E1J
vista y van a terminar tanto en la corteza aparato de Golgi, que asienta en los tendo-A
F- «
via rubro espi nal
vias eferentes
P u ed e. asentar en el
A T A X IA C O R T IC A L - II.— Marcha cerebelosa
lóbulo frontal, parietal o temporal. La del
III.— H iperm etría o Dismetría
lóbulo frontal se parece a la ataxia cerebelo
sa, pero se debe a un tum or de este lóbulo (2). III. 1: Prueba del dedo - nariz
2 - LESION EN EL TALAMO.- ATAXIA III.2 : Prueba del talón - rodilla
TALAMICA.— Se caracteriza porque afecta
I I I .3: Prueba de la prehensión
al lado de la lesión (Hemiataxia), y se acom del vaso
paña de síntom as talámicos que se estudiarán
más tarde. I I I .4: Prueba de la línea ho
rizontal
3 .- POR LESION EN EL TRONCO CERE
B R A L .- ATAXIA BULBO-PONTO-PEDUNCU- III.5: Prueba de la inversión
LAR.— Se asocia a síntom as sensitivos pro de la mano
pios de esta zona que se estudiarán más
tarde. continúa..
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VIII.— Nistagmus F ig . 1 3 1 -7 M a r c h a e n l a a t a x i a c e r e b e lo s a
Fig. 131-8 Prueba de la prehensión del vaso Fig. 131-10 Prueba de la inversión de la mano
normal
enfermo
F ig . 1 3 1 -9 P r u e b a d e la l í n e a h o r i z o n t a l
B IB L IO G R A F IA
ambas manos. Se com prueba como el brazo
del lado enfermo se extiende y vuelve a su
i
posición m uy lentam ente, mientras que en
el lado sano, tanto el ligero descenso como E v a r ts , E .V ., a n d T h a c h , W .T .: M o t o r m e - ^
e h a n is m s o f t h e C N S : C e r e b r o c e r e b e l la r t
el retom o se hace rápidamente. Debe hacer
in t e r r e la tio n s . A n n . R e v . P h y s io L , 3 1 : 4 5 1 , <
se con los ojos cerrados. 1969
t
VIII.— Nistagmus.— Por hipotonía de los 2.— F is h m a n , R .A .: T u m o r e s in t r a c i a n e a l e s .
músculos propios del ojo.- E n C e c il — L o e b .: T r a t a d o d e M e d ic in a |
I n t e r n a . I n t e r a m e r i c a n a , M é x ic o . 1 4 a . ecL,
IX.— Tem blor estático y cinético.— Suele C ap. 4 2 0 , p p . 8 6 7 . 1 9 7 7 I
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G u y t o n , A .C .: T r a t a d o d e F is io lo g í a M é d ic a . 5.— Ejecutar los movimientos adecuados,
I n te r a m e r í c a n a , M é x ic o , 5 a . e d ., C a p . 5 3 .
1977
es decir, poner en práctica la fórmula cinéti
ca, cepillándose los dientes.
H o ó s h m a n d , H ., E s c o b a r , M .R ., a n d K o p f ,
S .W .: N e u r o s y p h ili s . A s tu d y o f 2 4 1 Si alguna de estas etapas no se cum
p a t ie n t s . 2 19: 726, 1972
ple, entonces el movimiento no se realiza
L lin a s , R . : E i g h t e e n t h B o w d i t c h le c tu r e .
M o t o r a s p e c t s o f c e r e b e l l a r c o n t r o L P h y s io -
armónicamente, y puede no llegar a realizar
lo g is t, 1 7 : 1 9 , 1 9 7 4 se de ninguna m anera, a pesar d& que él
M u m e n t h a le r , M .: N e u r o l o g í a . S a lv a t E d i individuo no esté paralizado. A esta situa
to r e s , S .A ., B a r c e lo n a .' 1 9 7 9 . p p . 3 3 7 ción se la denomina Apraxia, excepto a la
S t a r k , L .,. I d a , M ., a n d W iU is, P .A .: D y n a - que depende de la imposibilidad de recono
m ic c h a ra te ris tic s o f th e m o t o r c o o rd in a - cer el objeto, pues está más ligada con la ag
t i o n s y s t e m i n m a n . B io p h s y . J . , 1 : 2 7 9 ,1 9 6 1
nosia, o sea a la incapacidad de reconocer
W a r te n b e r g , R .: N e u r o lo g i s c h e U n t e r s u -
a los objetos y sím bolos por los sentidos.
c h u n g s m e t h o d e n in ' d e r S p r e c h s tu n d e . 3 .
A u f e . T h ié m e , S t u t t g a r t . 1 9 5 8 En el ejemplo expuesto habrá apraxia,
por tanto, en los siguientes instantes:
EXAMEN DE LA PRAXIA *
)
CUADRO No. 132-2
i1
SINTESIS FINAL DEL EXAMEN DE LA MOTILIDAD
)
í QUE EXAMINAR
Ì !
>
>
I C A P IT U L O 133 reacciones adecuadas que le permiten respon
der eficazmente a cada estimulo. Sin embar
» go, ésto no quiere decir que el organismo
> humano está en capacidad de tom ar concien
S E N S IB IL I D A D .- (1, 2, 3, 4, 5 ,6 ). La cia de todos los estím ulos y reacciones que
manera de que el organismo se interrelacione se suceden; gran parte son percibidos, anali
con el medio ambiente es la sensibilidad; gra zados y formuladas sus respuestas a un nivel
cias a ella, el hombre toma conocimiento de inconsciente, de m anera más o menos refleja,
lo que sucede a su alrededor y en su propio en centros sub corticales, que de paso filtran
organismo, con lo cual puede elaborar las gran parte de la inform ación que reciben,
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-8 7 2 -
•impidiendo que llegue a la corteza cerebral,
en la cual estorbará, el procesamiento más
fino de cierto tipo de inform ación y la
elaboración consciente de la misma para la
formulación de respuestas que ya tienen que
ver con el com portamiento intelectual en
conjunto.
Por otra parte, reparece, que no es po
sible hablar de la existencia separada y autó
noma de la sensibilidad y motilidad. Ya he
mos visto como mucho del comportamiento
m otor está dependiendo de la información
que recibe de los receptores sensitivos y
sensoriales del organismo, razón por la cual
varias lesiones sensitivas determinan trastor
nos motores.
Nos referiremos en este capitulo a la
sensibilidad superficial y a la sensibilidad
profunda, para lo cual consideramos como
un pre-requisito indispensable, hacer un re
cuento anatomo-funcional,
VIAS DE LA SENSIBILIDAD SUPERFI
CIAL O DE LA P IE L .- Fig. 133-1. Los re
ceptores especializados de los diferentes
estímulos que obran sobre la piel, envían
sus estímulos por los nervios sensitivos peri
féricos hasta el ganglio de la raíz posterior
en el que se encuentra el cuerpo de la pri
m era neurona; en consecuencia, mientras su
prolongación dendrítica forma el nervio
periférico, su prolongación cilindroaxil. si HA?
ESPINO
gue el trayecto de las raíces posteriores e TALAMICO
intramedular, en la cual se puede distinguir VENTRAL
dos tipos de fibras: cortas y medianas.
Las fibras cortas, conductoras de la sensibili
dad térmica y dolorosa, entran en el asta
posterior de la médula, en donde contactan
con la segunda neurona, cuyas fibras cru
zan inmediatamente la línea media al lado
opuesto, ascienden por el cordón antero-
Fig. 133-1 V ía s d e la s e n s ib il id a d s u p e r f ic i a l
o d e la p ie l
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lateral de la médula, formando una fracción lares más arriba que su sitio de penetración.
haz espinotalámico dorsal. VIAS DE LA SENSIBILIDAD PROFUNDA
¡Las fíbrás medianas, conductoras de la sen O MUSCULAR Y O S E A .- Fig. 133-2.
sibilidad táctil, una vez que penetran en la También la primera neurona se encuentra
médula y antes de contactar con la se en el ganglio de la raíz' posterior, y, m ien
cunda neurona, primero ascienden por el tras sus prolongaciones déndríticas se ex
^ordón posterior de la médula unos cuan
tienden por el nervio periférico y entran en
tos segmentos y luego van a la asta pos
contacto con los receptores especializados,
terior para contactar con la segunda neuró-
sus cilindroejes por las raíces posteriores
ha. De ésta parten las fibras que ascien-
penetran en la médula form ando las fibras
en unos dos o tres segmentos por la colum
radiculares largas, llamadas así, porque por
na gris medular, y recién entonces cruzan
los cordones posteriores de la médula ascien
ía línea media al lado opuesto, para as
den hasta el bulbo, formando los haces de
cender formando el haz espinotalámico ven
Goll y de Burdach, eri donde recién en
tral. Al llegar al bulbo emite conexiones
cuentran a la segunda neurona, en los núcleos
^para la formación reticular y luego se une
del mismo nombre que los haces y además
^1 haz espinotalámico dorsal, con el cual,
en el núcleo de Von Monakow. Las fibras
luego de pasar por la protuberancia y el
de esta segunda neurona se entrecruzan con
pedúnculo cerebral, llega al tálamo óptico,
las del lado opuesto por encima de la decu-
§bdosada a la cinta de Reil.
sación de las pirámides y constituyen así
^ Parte de las fibras del haz espinota- el erigen de la cinta de Reil. Atraviesan el
gsjámico ventral se quedan en el tálamo, pero buioo, ia protuberancia, los pedúnculos ce
^ otras contactan con él, con una tercera rebrales y van a term inar en el tálamo
üieurona, de la cual parten sus prolongacio óptico, en la parte posterior de su núcleo
n e s cilindroaxiles que form an el haz tálamo externo, en donde encuentran a la tercera
cortical, para ir a term inar en la corteza neurona. De ésta parten fibras tálamo-
C ereb ral del lóbulo parietal, luego de trans corticales, que van a term inar en la corteza
c u r r ir por el brazo posterior de la cápsula in parietal, después de atravesar el brazo pos
fern a. terior de la cápsula interna.
En resumen, la sensibilidad profunda
^ En resumen: La sensibilidad térmica
está conducida por una vía compuesta de
^ dolorosa están conducidas por una vía
tres neuronas que term inan en la corteza
compuesta sólo de dos neuronas que termina
parietal, y su entrecruzamiento se hace
Jb n el tálamo, lo que explica la sensibilidad
recién en el bulbo.
jpro to p ática; y el entre cruzamiento de sus
fibras se hace al'm ism o nivel en el que en CENTROS SENSITIVOS DE LA CORTEZA,-
seraron en la médula. Mientras que la sensi Fig. 133-3. Se encuentran en la parietal as
b ilid a d táctil, está conducida en parte por cendente y pie de la primera y segunda p a
^.m a vía compuesta por sólo dos neuronas rietales. Los centros de las diferentes por
®que termina! en el tálam o; y en parte por ciones del cuerpo se disponen de tal manera
^üna vía de tres neuronas que termina, en la que asemejan a un hombre con la cabeza h a
gporteza parietal, lo que explica la sensibili cia abajo, es decir, en forma m uy parecida a
dad epicrítica; y el entrecruzamiento de sus la de la corteza m otora que se encuentra de
ibras se hace unos cuantos segmentos m edu lante.
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F ig . 1 3 4 -3 E x a m e n d e la s e n s ib il id a d t á c t i l
i
ñ'S
■*
'I
4
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I
F ig . 1 3 4 -6 A rc a s d o lo r o s a s e n las n e u ra lg ia s F ig . 1 3 4 -7 Z o n a s d e d o l o r lo c a liz a d o e irra -jj|
c e rv i c o b r a q u i a le s d ia d o e n la n e u r a l g ia d e l c iá tic o
I
el nervio y el paciente lo señala en la región
glútea, cara posterior del muslo, posterior y
externa de la pierna y aun el pie. Fig. 134-7.
El examen físico descubre los siguien--
tes puntos de Valleix; dibujados en la mis—
ma figura antes anotada: . punto doloroso
sobre la apófisis espinosa de L5; punto sa-
croilíaco, entre el anterior y la espina ilíaca
posterosuperior; en el pliegue glúteo, en
tre el trocánter y la tuberosidad izquiática;
el poplíteo, en el centro del hueco del mis
mo nombre; el peroneo, situado inmediata
mente por debajo y detrás de la cabeza del F ig . 1 3 4 -8 S ig n o d e L a s é g u e
peroné; el maleolar, detrás del maleólo exter f
no; y en el primer espacio intermetatarciano.
rá- dolor; algunas ocasiones la irritación del®
Además es de especial significado el nervio es tal que no es posible levantar lajjg
reconocimiento del dolor provocado al reali pierna ni cinco centím etros sobre el plano de«
zar diversas maniobras como son: la cama.
V'\
- /fel signo de Laségue, Fig. 134-8, que se rea Si no se h a obtenido dolor levantando^
liza de la siguiente manera: estando el el miembro se debe realizar una m aniobra^
paciente acostado en decúbito dorsal, se le com plem entaria, llamada de Gowers — Brav»
tom a del pie y se levanta la pierna sin flexio- gard, Fig. 134-9, que consiste en flexionar
narla. Si el nervio está afectado se provoca- dorsalm ente, en forma pasiva, el pie del pa-Ü
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, F ig . 1 3 4 -9 M a n io b r a d e G ó w e r s — B ra g a rd F ig . 1 3 4 -1 0 S ig n o d e C h ir a y : A l p a ra rse en
la s p u n t a s d e l o s p ie s , a p a r e c e d o
lo r
Finalm ente señalaremos que se llama por ejemplo, en la tabes cuando al presio
hiperalgesia al aum ento de la sensibilidad nar el tendón de Aquiles, no se producá
dolorosa; hipoalgesia a su disminución; y dolor.
analgesia a su desaparición. . 10.— La sensibilidad visceral puede d e s a p a ^ ^
2 .~ LA SENSIBILIDAD TERM ICA- A par recer y dar origen a la analgesia v is c e ra l^ !
te de los tu b o s de ensayo con agua fría y lo cual se com prueba cuando al comprimir lo jQ ||
caliente, p u ed en usarse in stru m en to s m etáli testículos por ejemplo, no se provoca dolor. £ | j
cos frío s y calientes para el exam en de esta De paso nótese que la anestesia, o se ^ ^ g
sensibilidad, cuidando de no m an ten er en
la pérdida absoluta de todas las sensibilidades^^!
c o n tac to largo tiem po el o b je to caliente
puede ser, sin embargo, sólo superficial o ^ |
porque puede causar quem aduras no senti
sólo profunda o de ambas. Si la anestesicAij
das p o r e f enferm o con trasto rn o s de esta
afecta a la m itad del cuerpo se llama
sensibilidad, p o r ejem plo, en la siringom ielia
hemianestesia.
y lepra.
Disociación de la sensibilidad.— Se llamad
Las modificaciones de esta sensibilidad
así cuando sólo se ha perdido parte de la
están en el orden de la hiper, hipo y aper
sensibilidad mientras la otra está intacta i
cepción, lo que se denomina respectivamente
por ejemplo: En la siringomielia, (3), debido^
para el calor: hiperestesia, hipoestesia y
a la lesión de la columna gris medular, se
anestesia térmicas; mientras que para el
•^pierde la sensibilidad térmica y la dolorosa^
frío se usa los términos hiper, hipo y acries-
mientras se conserva la táctil y profunda
tesia.
dlo mismo sucede en la lepra. En la tabes*'
^ jlorsal en cambió se pierde la sensibilidad
3 . - LA SENSIBILIDAD TÁCTIL varia e n te la
táctil y profunda, mientras que la térmica y¿
hiperafia o hiperestesia; hipoafia y a n a fla ..
dolorosa se conservan; se debe a la lesión de
4 .— La barestesia, es reconocida en la pa los cordones posteriores. Puede darse una
tología com o hipobarestesia y abarestesia; disociación periférica entre la táctil, térmica
5.— Para las variaciones patológicas de la y dolorosa, por lesión de los nervios cutá-^
barognosia, también se utilizan los términos neos.
hipobarognosia y abarognosia, según que
dism inuya o desaparezca la sensibilidad al pe DIAGNOSTICO DE LA ALTURA DE L A ^ J
so. LESION.— Para esto es indispensable te n e r^ ^
a la mano o en la m ente los mapas q u e $ |
6.— La Palestesia varía entre la hiper, hipo
enseñan la distrib u ció n . topográfica de l a ^
y apalestesia, en el campo patológico.
sensibilidad, ta n to de los nervios periféricos
7.— A la pérdida de la sensibilidad al sen cuanto de sus raíces y de la segmentación^
tido de las actitudes segmentarias se le llama medular (Zonas de Head). Teniendo éste
abatiestesia. como antecedente, veamos como pueden ser¿
8.— La estereognosia, puede variar a la las lesiones:
astereognosia, o sea a la pérdida de la sensi 1 - LESION PERIFERICA: Si es de una ra-''
bilidad del reconocimiento de los objetos ma superficial, habrá anestesia superficial.
por el tacto. Si es de un tronco nervioso sensitivo, habrán
9.— La sensibilidad dolorosa profunda pue anestesia superficial y profunda, y si es de un
de originar la analgesia visceral, reconocible, nervio m ixto habrá además trastornos m oto-t
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res. Es propia de las secciones y neuritis. 3.2: Lesión de los cordones posteriores o de
® S i la lesión es de todo un plexo, la anestesia las fibras radiculares largas de Déjerine.—
^ s e r á total, pero en todo tel territorio corres Hay trastornos de la sensibilidad profunda
pondiente. que afecta especialmente a la barestesia,
2.- LESION DE LAS RAICES POSTERIORES: palestesia y batiestesia, pudiendo observarse
® Muchas veces predominan los dolores (radi- desde la disminución hasta la desaparición de
^culalgias), pero puede: haber también pérdi estas sensibilidades; a ésto se añade como es
da de toda la sensibilidad y alguna vez di- obvio, trastornos de la taxia de tipo tab é
^sociació n de tipo tabético. Su distribución tico.
p e s tá acorde con los dermatomas, pues hay 3.3: Lesión de los cordones anterolaterales.-
que recordar por la anatomía, que un mismo En el lado opuesto de la lesión se demues
i nervio' raquídeo está formado por fibras que tra disociación de la sensibilidad de tipo
P proceden de diversas raíces, de ahí que la dis- siringomiélico, pero se la diferencia por
^ tribución de la sensibilidad sea distinta que en ésta la disociación es del • mismo
según que se considere a los nervios peri- lado.
w féricos o a sus raíces. 3.4: Lesión de un solo lado de la m édula.—
1 3 . - LESIONES MEDULARES.- La lesión Síndrom e de Brown — Séquard.— Fig.
^ puede asentar a cualquier altura, pero de 134-13. Aparte de los trastornos motores,
abajo hacia arriba vamos a distinguir a las la sensibilidad se altera de una forma muy.
i más típicas. característica expuesta en el cuadro No.
134-2.
1 3.1: Lesión del cono medular y de la cola
| de caballo.—(1) Se combinan trastornos sen-
„ sitivos y m otores: Hay anestesia en silla de
^ m ontar, Fig. 134-12, es decir, afecta a toda la
| región perineal, y si se afectan los nervios de
, la cola de caballo se añade además anes
t e s i a de la cara posterior de los muslos
| y piernas. En ambos casos hay trastornos
| esfíntereanos y de los genitales.
F ig . 1 3 4 -1 3 T r a s t o r n o s s e n s itiv o s e n e l s í n
Fig. 134-12 Anestesia en silla de m ontar d ro m e d e B ro w n - S éq u ard
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- 8 8 4 -
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I F ig . 1 3 4 -1 5 H e m i a n e s te s ia p e d u n c u l a r y p r o - F ig 1 3 4 -1 8 H e iu ia n e s í.e s ía ta l á m i c a o d s Dojo*
tu b e r a a c ia l a lta ririe — E o u s s y
C A P IT U L O 135
- I P A R U O L F A T O R IO
- II P A R U O F T A L M IC O
*
OBLICUO
MENOR *
%
i
HECTO TIC&TO
EXTERNO^. EXTERNO $
EfCTO TNFERIOR
OBLICUO OBLICUO
MAYOR MAYOR
■i
F ig . 136*1 A c c ió n m o to r a d e lo s m ú s c u l o s
'4
p r o p i o s d e l o jo
*
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RAna *ei c i t y- o n p a r p a d o
±_____ ____ - KAMA DCL 'RECTO SUPEWOR Substancia necrA POUMCULO
CEREBRAL
RAMA. SUPERIOR
HENDITXJRA
^ESFENOIDAL
Fisiología Parálisis
1.- Elevar el párpado superior 1.— Ptosis palpebral. Fig. 136-3
2.— Adducción y demás movimientos 2.— Ojo desviado hacia afuera por
del ojo predom inio del MOE. Fig. 136-4.
Imposibilidad de los otros movi
m ientos, aunque sí u n poco h a
cia abajo y afuera p o r el oblicuo
m ayor.
3.— Contracción pupilar 3.— Midriasis por predom inio del sim
pático.
continúa..,
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-8 9 0 -
t)
7.— Fenómeno de Bielschowsky, ne 1 — Fenómeno de Bielschowsky, po
gativo. sitivo: AL mirar .hacia arribarse
eleva el párpado ptosado, (A);
al m irar hacia abajo o el lado
opuesto, el párpado sólo se eleva
un poco; (B); al mirar hacia
el lado enfermo, la ptosis persis
te, (c). Fig. 136-6.
Ff S
F ig . 1 3 6 -3 P to s is p a l p e b r a l p o r p a r á lis is d e l
III P ar
F ig . 1 3 6 -4 P r e d o m i n io d e l M o t o r o c u l a r e x
te r n o p o r p a r á lis is d e l M O C .
O b s e r v a c ió n d e l P r o f . D r. J o r g e
C a ld e r ó n .
f-
F ig . 1 3 6 -6 F e n ó m e n o d e B ie ls c h o w s k y e n la
p a r á lis is d e l M O C
Fig. 136-8 T ra y e c to d e l V I P a r o M o to r O cu
» la r e x te rn o
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- 8 9 2 -
F ig . 1 3 7 -1 T ra y e c to d e l V P a r o T rig è m in o
3 .- Motilidad
3.1: Tono 3.1: Palpando los maseteros mien
tras el paciente aprieta los dientes.
3.2: Movimientos 3.2: Pidiéndole que abra y cie
rre la boca y haga movimientos
de masticación.
4 .— ..Reflejos
4.1: Córneo 4.1: Topando la córnea con un
algodón. Se cierran los párpados.
4.2: E stornutatorio 4.2: Estimulando las fosas nasa
les con un algodón. Se produce
estornudos y lagrimeo.
4.3: Faríngeo 4.3: Rosando el velo del pala
dar. Se contrae y se produce
náusea.
4.4: Maseterino 4.4: Ya estudiado en otra parte.
siones o inflamaciones del nervio en cualquier ella ss puede extraer im portantes datos co*
parte de su trayecto, puede afectar a cual mo:
quiera de sus tres ramas principales, aunque
muy rara vez lo hace a las tres al mismo Su fecha aparente de comienzo pued^
tiempo. La técnica de la anamnesis de ser m uy reciente, pero su fecha real puede
este dolor es igual a la de cualquier otro, y de ser de horas días y aun meses, atrás. S u elí
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ser sum am ente intenso; desencadenado por cuela grave queratitis neuroparalítica.
simples estímulos como el roce de la piel de
la zona afectada, la masticación etc., o es
pontáneamente. Se localiza en el área de la
rama afectada, pudiendo afectar a toda la
B IB L IO G R A F IA
mitad de la cara si son las tres ramas las
comprometidas. Suele ser de tipo lancinante,
y estar acompañada de tics, lagrimeo, atro 1 .— B e h i e n s , M .M .í C e f a la lg ia s a s o c ia d a s c o n
fia de la piel, aum ento de la secreción nasal e n f e r m e d a d e s d e l o s o jo s . C lin . M e d . d e
N .A . 3 / 1 9 7 8 , p p . 5 2 1 - 5 3 6 .
y salival e hiperquinesias de la zona m otora
2 .— B ir t , D .: . C e f a la lg ia s y d o lo r e s d e C a b e z a
del facial. Suele presentarse en accesos y du
a s o c i a d o s c o n e n f e r m e d a d e s d e l o í d o , n a r iz
rar minutos u horas. y g a rg a n ta . C lin . M e d . d e N .A . 3 / l 9 7 8 ,
p .p . 5 3 7 - 5 4 6
2.— Los puntos de Valliex, son dolorosos e n ( ^
la neuralgia del trigémino, no así en condi 3 .— D a le s io , D . J . : M e c a n i s m o s d e C e f a la lg ia .
C lin . M e d .- d e N .A . 4 / 1 9 7 9 , p . p . 4 3 9 - 4 5 3
ciones normales.
4 .— N e e d h a m , C h .W .: N e u r a lg ia s C r a n e a le s
3.— Los trastornos de la motilidad se ex G ra v e s y T r a t a m i e n t o Q u ir ú r g ic o d e la C e
presan como parálisis o paresia de los mús f a la lg ia . C lin . M e d . d e N .A ., 3 / 1 9 7 8 , p .p .
559 - 571
culos masticadores. Si el enfermo abre la bo
ca, el maxilar inferior se desvía, paradójica
mente, hacia el lado paralizado, debido a que
el pterigoideo externo del lado opuesto es C A P IT U L O 1 3 8
tá sano.
X X -l: O c lu s ió n d e la a r t e r ia c e n t r a l d e F ig . X X -4 : R e t i n o p a t i a H ip e r te n s iv a .
la r e t in a . C o r te s í a d e l P r o f . D r. C o r t e s í a d e l P r o f . D r. H u g o M e rin o
R a m ir o A lm e id a K.
F ig . X X -3 : R i n o p a t í a D ia b é tic a . C o r t e s í a d e l F ig . X X -5 . R e t i n o p a t i a H ip e r t e n s iv a , G r a d o I I .
P r o f . D r. R a m ir o A lm e id a F . C o r t e s í a d e l P r o f . D r. H u g o M e r in o
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del cuello, excepto del elevador del párpado el diagnóstico de la altura -a la que asienta
superior, rama del MOC y de los masticado- la lesión:
res, que proceden del trigémino.
'^Parálisis' facial periférica: Es total, flácida,
1.2: Motilidad de los músculos de los hue afecta a las ramas témporo facial y cérvico
sos de la caja del tím pano, menos el pro facial al mismo tiempo. Fig. 138-2. Si se
pulsor del martillo, rama del trigémino. acompaña de alteraciones gustativas quiere
1.3: Acciona algunos músculos del velo del decir que la lesión radica entre el origen de la
paladar. cuerda del tím pano y el ganglio geniculado.
- .
F ig . 1 3 8 -3 P a r á lis is f a c i a l C e n t r a l
C A P IT U L O 1 3 9
V II I P A R O A U D IT IV O
Interviene en
la audición y el equilibrio. La rama coclear
constituye el nervio de la audición; m ientras
que la rama vestibular es la conductora de las
F ig . 1 3 8 -2 A: P a rá lis is fa c ia l p e r i f é r i c a d e l excitaciones del sentido del equilibrio. Co
la d o iz q u i e r d o . B : N ó t e n l a f a lta mo se trata de dos funciones diferentes las
de c o n tr a c tu r a d el c u tá n e o del
c u e llo d e l m i s m o la d o .
estudiaremos separadamente. La Fig. 139-1,
nos enseña el trayecto de este nervio.
RAMA COCLEAR O A U D ITIV A .- Condu
ce los estímulos auditivos recogidos en el
órgano de Corti.
TECNICA DE EXAMEN - Contempla la anam
B IB L IO G R A F IA nesis, el examen físico y la realización de
pruebas especiales.
ANAMNESIS.- Como la técnica del in te
1 .— D y c k , P . J .: M o n o n e u r o p a t í a y N e u r o p a t í a s rrogatorio es la misma que la de cualquier
d e P le x o s : N e rv io s C ra n e a le s . E n C e c il — síntom a, del cuadro No. 3-1; hoy sólo nos
L o e b .: T r a t a d o d e M e d ic in a I n t e r n a . I n
te r a m e r i c a n a , M é x ic o . 1 4 a . e<L, C a p . 4 6 0 ,
limitaremos a dar las definiciones de dichos
p .p . 9 2 3 . , 1 9 7 7 síntomas:
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-9 0 0 -
Sordera: Cuando el enfermo no percibe nin son sencillas y de fácil interpretación, pu-
guna sensación acústica. diendo resumirse su utilidad diciendo que
si la causa de la sordera asienta en el con- i
Hipoacusia.— El enfermo oye menos que
ducto auditivo extem o o en la caja del tím- (
lo normal.
^ p an o , se produce la pérdida de la conduc-
Paracusia: El paciente oye mejor en un X'/cióii aérea; mientras que si el sitio de la le- 1
ambiente ruidoso que en el silencio. S'-ón está c.n el laberinto o nervio auditivo, |
Ruidos subjetivos: Ei enfermo oye zumbi lo eme desp*arece es la conducción ósea. Á
dos, latidos, ruidos en chorro de vapor, como El cuadro No. 139-2,'nos indica las diferen
de sirena, etc. cias anotadas: <
Por lo dicho hasta aquí, puede infe
EXAMEN FISICO: El que está al alcance del
rirse que la cáusa de la sordera puede
médico- general ya fue descrito en el examen
asentar en (2): (
del oído a propósito de.la otoscopía.-
1.— Conducto auditivo extem o, por obs-<
Pruebas especiales: La medición de la capa
trucciones de cualquier naturaleza que im-^
cidad suditiva (A udiom etría), está solamente
pidan la conducción de las vibraciones ha
al alcance del otólogo, quien utiliza para el
cia la membrana del tím pano y el oído m e-í
efecto un audióm etro radioeléctrico. Sin
dio; |
embargo, existen algunas pruebas al alcance
del médico general que, aunque no servirán 2.— El oído, medio, por otitis medias, fu -|
para recetar un aparato para mejorar la audi -sión. u obstrucción de la trom pa de E usta-"
ción, sí servirán en cambio, para detectar quio; I
precozmente alguna alteración que obligue 3.— El oído interno, por otoesclerosis,í
a referir oportunam ente al especialista. El que afecta a los dos oídos, trastornos vascula-^
cuadro No. 139-l>nos señala estas pruebas. res propios del oído, laberintitis; '
£
4 .— El nervio coclear, por neuritis infec
CONSIDERACIONES AL CUADRO No. ciosa o tóxica del nervio o invasión de uifl
139-1. Como puede verse, todas las pruebas cuadro de meningitis. |
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5.— Los centros acústicos cerebrales por Las causas que afectan a cualquier sec
tumores, encefalitis, y en general cualquier tor desde el oído interno en adelante, tom an
lesión orgánica de la zona. el nombre de sordera nerviosa, en la que se
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B IB L IO G R A F IA
1 .— H a r t, C .W .: T h e e v a lu a ti o n o í v e s ti b u la r
f u n c t i o n in H e a l t h a n d d is e a s e . I n O t o l a r y n
g o lo g y . V o L I, C h a p . 1 0 . H a g e r s to w n . M e d .,
H arp er an d R ow , 1 9 7 2 PLEXO FARINGEO
2 .— N e ls o n , J . R . : P é r d i d a d e la a u d i c ió n . E n
C é c il — L o e b . T r a t a d o d e M e d ic in a I n t e r n a .
1 4 0 -1 T r a y e c t o d e l I X P a r o G lo s o f a r ín -
I n te r a m e r i c a n a , M é x ic o 1 4 a . E d ., C a p . 3 5 1 ,
p .p . 7 2 9 . 1 9 7 7 geo
3 .— P u le c , J . ( e d .) : M e n i e r e 's D is e a s e . P h ila
d e l p h ia , W .B . S a u n d e r s C o m p a n y , 1 9 6 8
1.— :Inervar las papilas gustativas del, ter-
cio_posterior de la lengua; ?
2 . - Controlar la sensibilidad del_dorso de (la
oreja, de,1 a-tro m p a de,,Eustaquio, de las
amígdalas y de la parte posterior,de la len
C A P IT U L O 1 4 0 gua; ..
3.—' ^ Enviar , fibras ..motoras para el cons- L
IX - X - X I - X I I - P A R tricto ¡^superior de la faringe y. el estilo fa- ■
.j-íngeo;
IX P A R O G L O S O F A R IN G E O .— 4 .— Participar en el control de la secreción
La
Fig. 140-1, nos demuestra su trayecto y .parotídea; y
conexiones. Es„el .nervio del sentido del 5.— Participar en el. control de la tensión
gusto, pero también es motriz. arterial ' a -través del nervio del seno caro-
Fisiológicamente se encarga de: --tídeo.'
í
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CUADRO No. 140-1
3.— Laringe
3.1: Voz 3.1 Haciéndole hablar en voz
alta
3.2: Cuerdas bucales 3.2 Con la técnica ya descrita.
h a c ia la Uû M N & S GANGLIO
?LEXIFORME
BEL X PAR
T IPwOt£E S — •’■krc! :
'->^ ¿ W K ,4 __ ca?j3T1sa
fis!
(Ri-'i!--
yt â« t ë m m ï ,
*-K<*M s u K t e é y - . \ m j
IZÛUrERDÛ.r-^h,- ',■ X
írn gc'.iïà iffijiQf
$ M | L f ;í V '/^ - saBCLAV,A
!iV > -:'r W.IÎE'CURRC.ijre
AGft TA N. VAfiû
if. ^ I ^ : A ! I I K.1ÆGUQ
v - y - ^ T.’Q . ^ ¡I £3CFAGO
\ K'' * si M.TRAPECIO
F ig . 1 4 0 -3 T r a y e c t o d e lo s n e r v io s r e c u r r e n ESTERNOCLE1ÏÛMAS T0TDeS \
te s ( v is ta p o s t e r i o r )
F ig . 1 4 0 -4 T r a y e c t o d e l X I P a r o E s p in a l
B IB L IO G R A F IA
1 .— H a rris , W .: P e r s i s t e n t p a i n . i n le s io n s o f t h e
p e r i p h e r a l a n d c e n t r a l n e r v o u s s y s t e m . B ra in ,
4 4 : 557 — 5 7 1 ,1 9 2 1
2 .— N e e d h a n , C h . W .: C e f a la lg ia s y D o lo r e s d e
C a b e z a a s o c ia d o s c o n e n f e r m e d a d e s d e l o íd o
n a r i z y g a r g a n ta . C lin . M e d . d e N .A . 3 /1 9 7 8 ,
p. 5 3 7 — 546
3 .— N e e d h a n , C h . W .: N e u r a lg ia s c r a n e a le s
g ra v e s y t r a t a m i e n t o q u ir ú r g i c o d e la c e f a
la lg ia . C lin . M e d . d e N .A . 3 / 1 9 7 8 , p .p . 5 5 9 -
571
4 .— R o c h a , H .: D if te r ia . E n C é c il—L o e b .:
T r a t a d o d e M e d ic in a I n t e r n a . I n te r a m e r i c a
n a , M é x ic o . 1 4 a . e d .. C a p . 2 0 5 , p . p . 4 0 4 .
1977
C A P IT U L O 141
1
E L COM A (
i
C O M A .— Con una frecuencia mayor de lo
que podemos pensar en primera instancia
nos encontramos con pacientes en estado <
F ig . 1 4 0 -6 O r ig e n y t r a y e c t o d e l X II P a r o
H ip o g lo s o m a y o r de coma, y el más alto porcentaje de veces ^
es el médico general el que primero entra en
Fisiológicamente se encarga de la moti- contacto con esta patología;, es el que se ve ^
lidad de la lengua, de los músculos infrahio- obligado a diagnosticarlo y tratarlo, por lo (
deós y del genihiodeo. menos en su etapa inicial, aunque más tarde
tuviera que remitirlo a un especialista deter
Su técnica de examen corresponde a la minado, quien, en muchos casos, tampoco (
del examen de la lengua, ya estudiada en el podrá hacer más por el paciente. Por esto ^
examen de la boca. es que, todo médico debe ser capaz de ac
La parálisis, si es unilateral, demuestra tuar con soltura tanto en la.etapa diagnóstica (
atrofia de la m itad correspondiente, atonía, como en la terapéutica inicial de estos casos; ^
í
i www.medibooksnica.net63.net - 909 -
\ y nosotros, con el fin de familiarizar tem cialmente la respiración y circulación, pero
pranamente al estudiante con el coma es que aun éstas, un tan to alteradas.
vamos a estudiarlo' en este capítulo; sólo
PROFUNDIDAD DEL COMA: (22). Suele re
► que previamente vamos a conocer alguna
conocerse cuatro grados; a saber:
^ terminología indispensable:
Primer grado: cuando el enfermo incons
I C onciencia.— Según la definición de Richet,
ciente presenta, sin embargo, buena respues
“ es el conocimiento que tiene el yo de sí
ta a los reflejos oculares, superficiales y pro
^ mismo y de lo que le ocurre”.- Fisiológica-
fundos.
^ mente, es el producto de una perfecta inter-
relación entre los hemisferios cerebrales nor- Segundo grado: Cuando alguno de los re
^ males y la formación reticular del tallo en- flejos antes anotados ya no se presentan o
) cefálico, reconocido por Magoun (19). Los lo hacen m uy parcialmente.
hemisferios contienen la m ayor parte de los
Tercer grado: Cuando ya no hay ningún
“ componentes de la conciencia (inteligencia,
reflejo y las pupilas se mantienen fijas; y
) memoria, lenguaje, respuestas sensoriales,
i etc.); mientras que la- formación reticulaiC^ Cuarto grado: Cuando el electroencefalo
es el estimulador de los hemisferios, aunque grama es plano y las manifestaciones de la
^ también existen otros sistemas del tronco vida vegetativa sólo se mantienen con respi
| encefálico con capacidad de activar o modifi ración y circulación asistidas.
car el com portam iento de la conciencia. TECNICA DE EXAMEN DE UN ENFER
* Por tanto cualquier lesión que afecte a los MO EN COMA (9). El cuadro No. 141-1
} hemisferios o tronco encefálicos o a ambos, nos indica lo que se debe examinar.
k es capaz de producir una pérdida de la
Frente a este hecho patológico tan
conciencia o coma.
grave, el médico puede encontrarse en di
I
versas circunstancias, a saber: lo .— Ver por
H El paso del estado de conciencia al primera vez al enfermo cuando se encuen
. coma puede no ser tan brusco; en realidad tra en pre-coma o en pleno com a; 2 .—Cono
* en muchos casos puede ser progresivo, pro- cer previamente al paciente y haber estado
) duciéndose primero un estado de embo- “ esperando” una situación como ésta;
I tamiento o entorpecim iento, en el cual el 3.— Tener la posibilidad de realizar alguna
paciente soinnoliento, disminuye su activi- anamnesis a familiares, amigos o simples
^ dad y parte del contenido de su conciencia.
portadores del enferm o; y 4 .— Carecer com
| Posteriormente puede evolucionar a un esta
pletam ente de todo antecedente y pasar a de
do de estupor, en el cual el paciente se pre- pender exclusivamente del examen físico y
&senta como dormido con capacidad para res
laboratorio. Para cualquiera de estas cir
p o n d e r a los estímulos enérgicos, pero para
cunstancias* el médico debe estar preparado,
.reg resar inmediatam ente al estado anterior
siguiendo para ello sistemáticamente un or
" e n cuanto cesan dichos estím ulos. Final-
den cualquiera, que puede ser el del cuadro
em ente se llega al coma, cuando ya no res-
antes anotado que nos parece más adecuado,
^ ponde a ningún estímulo.
y realizando previamente el examen general
^ El coma, es, por tanto, un estado en el que,' por demás está decir, debe ser muy
cual el paciente ha perdido toda relación com pleto, aunque si el estado general del
^ consigo mismo y con el medio, manteniendo enfermo es m uy grave, algunas de sus etapas
| únicamente las funciones vegetativas, espe podrían postergarse para más tarde.
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-910-
ma, del cuadro No. 3-1. Los datos que apor
CUADRO No. 141-1 ta para el diagnóstico pueden no ser muy
abundantes, pero sí en cambio m uy útiles,
EXAMEN ESPECIAL DEL COMA especialmente los relacionados con los ante
QUE EXAMINAR
cedentes del enfermo, sobre los cuales reco
mendamos insistir. En efecto:
i:- Anamnesis general
F Es m uy fácil establecer la relación dé
1.1: Estado de la conciencia
causa a efecto en los casos de coma traum á
2 .- Ojos tico , especialmente si el traum átism o fue
directam ente en el cráneo. (16). Los acci
2.1; Parpadeo
dentes cerebro vasculares (3, 2 1 ) ,como las
.2 .2 : Desviación conjugada de los hemorragias, trombosis y embolias cerebra
ojos les (8, 11) están íntimam ente ligados a la
2.3: Pupilas patología cardiovascular, especialmente a la
hipertensión arterial (6),Ateroesclerosis ce
2.4: Reflejo corneal
rebral, Fibrilación auricular (5), arritmias
2.5: Reflejo óculo-cefálico supraventriculares con frecuencias superiores
2.6: Reflejo ó culo-vestibular a 160 por m inuto, síndrome de Stokes—
Adams, (1) choque hemorrágico, patología
2.7: Movimientos oculares
de la válvula mitrai (4, 10, 13, 31) y tam
2.8: Fondo de ojo bién a la Diabetes mellitus (20). Los tum o
res y abscesos cerebrales y cualquier proceso
3 .- Respiración
ocupativo intracerebral es tam bién capaz
3.1: Sheyne—Stokes de producir coma. Las infecciones crónicas
3.2: H iperventiladón como la Sf. nerviosa. Es muy conocido e!
coma post convulsivo de la epilepsia. Los
3.3: Respiración apneústica
enfermos diabéticos pueden hacer comas
3.4: Respiración Atáxica diabéticos por hiperglicemias (2) o hipo—
3.5: En salvas glicémicos por sobre dosis de insulina o anti- 1
diabéticos prales (27), y los raros por insuli- i
4 .- Examen de la sensibilidad nomas. La insuficiencia renal puede condu-
cir al com a urèmico (17). La insuficiencia
5 .- Examen de la m otilidad
hepática aguda o crónica por hepatopatía 1
6 .- Punción lumbar difusa y las anastomosis portocavas, pueden ,
llevar al coma hepático (25, 29). Diversos
7 .- Exámenes de laboratorio estados de desequilibrio hidroelectrolítico,
como los hipoosmolares por pérdida de sodio |
a menos de 120 m. Eq. o/oo o por exceso
de aporte de agua; (28) los hlperosmolares
CONSIDERACIONES AL CUADRO N o . (2, 18) como los diabéticos y quemados gra- (
141-1. 1 Cuando laANAMNESIS es posible ves. Algunas endocrinopatías, como el hiper j
hacerla, se la debe enfocar com o si se tratara o hipoparatiroidism o; (14) las crisis addiso-
de u n síntom a, por ta n to su técnica es la nianas; el mixedem a (26). La insuficiencia '
m ism a que la em pleada p ara cualquier sín to respiratoria de cualquier etiología que pro- |
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duzca hiperpnea (23). Las intoxicaciones un período de cefalea, fiebre, signos m enín
por el alcohol etílico (12, 30) u opiáceos. geos y tal vez hasta de antecedentes epidé
Diversas infecciones agudas que. produzcan micos.
meningitis o encefalitis (Tb, Tifoidea, Palu
Como en las enfermedades metabólicas
dismo); virosis con complicaciones como las
que pueden atacar al cerebro se encuentran
del sarampión, rubéola, varicela; muchas a-
a veces períodos más o menos prolongados
fecciones generales como las de la endocardi
de pre-coma, en el cual lo que más se afecta
tis bacteriana subaguda; las leucosis; estadios
es la conciencia y el estado mental, es indis
terminales del cáncer de cualquier órgano.
pensable establecer el estado del mismo,
Comas de los enfermos psiquiátricos. Esta'
acudiendo a un prolijo interrogatorio que
larga lista, aun incompleta, tiene por objeto,
detecte precozmente trastornos del razona
simplemente resaltar la importancia de los^
m iento, memoria, atención, orientación en el
antecedentes.
tiempo y el espacio, percepción, presencia de
Los demás datos de la anamnesis pue ilusiones y alucinaciones, y el reconocimien
den dar información pobre, sin embargo, la to de fluctuaciones del estado m ental ya que
vamos a enunciar: pueden alternar períodos de recuperación
con períodos de depresión del estado men
La fecha de comienzo.— Se debe establecer tal. El cuadro No.'141-2, nos recomienda có
entre el inicio de la causa y el mom ento de mo realizar una anamnesis preliminar, que
su presentación y se confunde mucho con la posteriorm ente puede ser completada con
: forma de presentación, por ejemplo: Los co preguntas directam ente orientadas a las esfe
mas post-traumáticos pueden presentarse in ras intelectual, afectiva y volitiva.
mediatamente después del accidente o, cuan- Pero además, los cambios mentales pue
►do hay una hemorragia extradural, el he- den ser aun más precoces, y caracterizarse
( ftiatoma que se origina va comprimiendo po por inestabilidad emocional, llanto fácil o
co a poco el cerebro e induciendo al coma crisis de euforia; trastornos del sueño: agi
1 lentamente, el cual finalmente puede presen- tado, superficial,insom nio;delirio agitado en
I tarse horas o aun días después del traum a los de evolución aguda; delirio más tranquilo
tismo. Los accidentes cerebro-vasculares en los de evoliición crónica.
con hemorragia producen coma rápida
mente^ mientras que las trombosis y em bo 2 . - EL EXAMEN DE LOS OJOS. Resulta
lias cerebrales lo van haciendo lentam ente. de lo más interesante, puesto que puede
(20). Prácticamente todos los comas metabó- aportar datos relacionados con el sitio de la
licos se van haciendo lentamente: en el he lesión, la probable causa, la profundidad de!
pático por ejemplo, puede presentarse un coma, etc., por ejemplo: cuando una lesión
período de p recoma que puede durar varios afecta al sistema reticular a la altura de la
días o por lo menos horas, caracterizado por protuberancia, suele desaparecer el parpadeo.
la presentación de temblor de los dedos o Los ojos en la m ayoría de comas suelen estar
flapping y rigidez de tipo cxtrapiramidal, fijos dirigidos hacia el frente, sin embargo,
a más de las alteraciones de la conciencia; en las lesiones localizadas en un hemisferio
el hipoosmolar puede estar precedido de cerebral, que desconecta el influjo supra
convulsiones y mioclonías;el hipercalcémico, nuclear hacia el centro del tallo, los ojos se
de trastornos psíquicos y delirio. Los comus encuentran desviados hacia ese lado, “el ci;
^ por meningitis, pueden estar precedidos por fermo mira hacia el lado de la lesión"
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-9 1 2 -
2 — Orientación en el tiempo.
2.1 Qué día es hoy?
2.2 Sabe qué hora es?
2.3 En qué mes estamos?
2.4 En qué año estamos?
2.5 Qué día será mañana?
2 .6 Cuántos días faltan para F ig . 1 4 1 -1 D e s v ia c ió n d e l o s o jo s y la c a b e z a i
e n lo s c o m a s
que llegue el domingo?
HIPU? AUMENTAI»
SIGNO » E A U S Y L l-
■ROBERTSON
LESION
SIN
Re f l e jo s
F ig . 1 4 1 -3 R e f le jo ó c u l o - c e f á l ic o U
5.— Desviación vertical desconjugada 5.— Lesión estructural del tallo ence
(un ojo hacia arriba y otro liada fálico.
abajo). D
F ig . 1 4 1 -5 M o v im ie n to s o c u l a r e s e n el c o m a
— v
P* ~ ------- •Vj'VVia>V\A/1/VW*/^ —
c-
F ig . 1 4 1 -6 R e la c ió n e n t r e l a a l t u r a d e l a le
s ió n y e l t i p o d e r e s p ir a c ió n .
A ) C h e y n e S to k e s . B ) H ip e rv e n -
ti la c ió n . ’ C ) A p n e ú s t i c a . D ) E n
S a lv a s. E ) A tá x i c a .
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-9 1 8 —
Sin embargo, cabe señalar que si al el médico general no puede acudir oportu- <
examinar la sensibilidad dolorosa sobre todo, nam ente al consejo del especialista, la pun-
las respuestas son normales, es decir, hay ción lumbar debe realizarse tomando la pre
huida o rechazo, indican que las vías es- caución de evitar una descompresión brusca, 1
pinocorticales están sanas. Si se ha produci usando para el efecto una aguja fina, extra- |
do una decorticación, la actitud del enfermo yendo poca cantidad de líquido (2-3 cc) y en
es característica, Fig. 141-7a, con las piernas forma lenta. Es indispensable para el diag- 1
extendidas, pero rotadas hacia adentro, y nóstico de las meningitis. En la duda entre i
con los dedos de las manos, muñecas y bra una trombosis y hemorragias cerebral ayuda
zos flexionados. En cambio, si se ha pro a diferenciarlos.
ducido una descerebración, la actitud es de 7 . - LOS EXAMENES DE LABORATORIO. '
extensión completa, con las piernas rotadas Son indispensables y algunos urgentes, los 1
hacia adentro, igual que los brazos. cuales deben solicitarse sin perjuicio de que
Fig. 141-7b. sim ultáneamente se tomen las medidas tera
6 . - LA PUNCION LUMBAR. Su técnica es péuticas más urgentes. Naturalmente que en '
este mom ento sólo nos referimos al coma; ,
estudiada en otra parte. Por el momento
luego en un capítulo aparte, haremos un
sólo comentaremos sobre si debe o no hacer
se en el enfermo en estado de coma. Al res estudio más com pleto sobre los exámenes 1
de laboratorio en el Sistema Nervioso.
pecto indicaremos que siempre es un pro
blema de solución delicada puesto que si el En todo caso, hoy mencionamos a las ,
com a está acompañado de hipertensión en- radiografías AP y L. de cráneo, particular
docraneal, puede provocar hernia cerebral a mente indicadas en los comas traumáticos;
través del agujero occipital o de la tienda en los comas metabólicos, un pedido inicial
cerebelosa; sin embargo, cuando la necesidad debe abarcar a la glucosa, urea, creatinina,
es imperiosa para la precisión diagnóstica y sodio, potasio y bicarbonato del suero, y si
www.medibooksnica.net63.net < ^ ¿O ■ •• •. — 919—
es posible realizar el pH arterial; para el co trastorna, y se' p r^ u c e iñ jo si? , pero las pupilas
ma hepático la amoniemia y el electroence no pierden clj^eld& | d e -fraccionar a la
falograma; -y para el alcohólico, alcoholemia; luz; de p re & e n ^ ^ i&fús&om, querría de
si hay sospecha de envenenamiento por medi cir que el tercer par está com primido pro
camentos o tóxicos y la anamnesis no las ha duciendo en el lado de la lesión midriasis
podido precisar, hay que pedir a los labora y desapareciendo en ese ojo la respuesta a
torios toxicológicos la investigación corres la luz.
pondiente.
1 7 .— L o c h e , S ., M e r r ill, J .P ., a n d T y le r , H . R . :
1 .— A d a m s , R .: R u b lin H o s p ita l R e p o rts , 4 :
N e u r o lo g i c c o m p l i c a t i o n s o f a c u te u r e m ia .
3 5 3 ,1 8 2 7
A r c h . I n t . M e d ., 1 0 8 : 5 1 9 , 1 6 1
2 .— A r ie f f , A .I ., a n d C a r r o l l, H . J . : N o n k e t o t i c
1 8 .— L o e b , J .: T h e H y p e r o s m o l a r s ta t e . N ew
h y p e r o s m o l a r c o m a w i t h H y p e r g ly c e m ia .
E n g . J . M e d ., 2 9 0 : 1 1 8 4 , 1 9 7 4
M e d ic in e , 5 1 : 7 3 , 1 9 7 2
1 9 .— M a g o u n , H .W .: T h e W a k in B r a in , 2 n d ed .
3 .— B a r n e t t , H .J .M .: F i s i o p a t o l o g í a d e lo s a t a
S p r in g f ie ld , I I I . , C h a r le s C. T h o m a s , 1 9 6 3
q u e s t r a n s i t o r i o s d e is q u e m ia c e re b r a l. C lin .
- f-
M e d . d e N .A . 4 / 1 9 7 9 , p .p . 6 5 0 — 6 8 0 2 9 .— M e D o w e ll, F . H . : Is q u e m ia e In f a r to d el
c e r e b r o . E n C e c il—L o e b .: T r a t a d o d e M e d i
4 .— B a r n e t t , H .J .M ., B o u g h n e r , D .R ., a n d C o o
c i n a I n t e r n a / I n t e r a m e r i c a n a . M é x ic o . 1 4 a .
p e r , P .E .: F u r t h e r e v i d e n c e r e l a ti n g c e re
e d ., C a p . 397*p.p. 7 6 2 . 1 9 7 7
b r a l is c h e m ie e v e n t s t o p r o la p s i n g m i t r a l
v a lv e . A b s t r a c t . A m i. N e u r o L , 4 : 1 6 3 — 1 6 4 ,
2 1 .— M o h r , J .P ., K a s e ^ C .S ., M e c k le r , R . J . , e t a L :
1978
S e n s o r i m o t o r s tr o k e , d u e t o t h a lm o c a p s u la r
5.— D a le y , R . , M a t t i n g l y , T .W . y C o L : Am. is c h e m ia . A r c h . N e u r o L , 3 4 : . 7 3 9 ,- 1 9 7 7
H e a r t J „ 4 2 : 5 6 6 , 1 9 51
2 2 .— P lu m , F ., a n d P o s n e r , J .B .: T h e d ia g n o s is
6 .— F i n n e r t y , F . : H y p e r te n s i v e e n c e p h a l o p a t h y . o f s t u p o r a n d C o m a . 2 n d . e d . P h ila d e lp h ia .
A m e r . J . m e d ., 5 2 : 6 7 2 , 1 9 6 2 F .A . D a v is C o m p a n y , 1 9 7 2
7 .— F is h e r , C .H ., e t aL : A c u t e H y p e r te n s i v e c e 2 3 .— P lu m , F .: A n o m a l í a s d e l c o n t r o l r e s p ir a t o
r e b e l l a r h e m o r r h a g e : D ia g n o s is a n d s u r g ic a l r io . E n C é c il—L o e b . : T r a t a d o d e M e d ic in a
t r e a t m e n t , J . N e r v . M e n t. D is ., 1 4 0 : 38, In te rn a . I n t e r a m e r i c a n a , M é x ic o . 1 4 a . ed .
1965 C a p . 4 9 2 , p .p . 9 5 9 . 1 9 7 7
8 .— G e n t o n , E ., B a r n e t t , H .J .M ., F ie l d s , W .S ., 2 4 .— P o s n e r , J .B .: D ia g n o s is a n d m a n a g e m e n t o f
e t aL : C e r e b r a l e s c h e m ia : T h e ro le o f m é t a s t a s é s t o t h e b r a i n . C lin . B u l l , 4:
th r o m b o s is a n d o f a n t i — th r o m b o tic th e r a 4 5 — 57, 1974
p y . I n t. c o m m , f o r S tr o k e R e s o u rc e s . S tro 2 5 .— R e a d , A .E ., S c h e r l o c k , S ., L a i d l a v , J ., a n d
ke, 8 : 1 4 7 — 1 5 7 , 1 9 7 7 W a lk e r , J . G . : T h e n e u r o p s y c h i a t r i e s y n d r o
9 .— S ig s b e e , B ., a n d P l u m , F .: E l p a c i e n t e r e a c m e s a s s o c ia te d w i t h c h r o n i c liv e r d is e a s e a n d
c io n a c o n el tr a ta m ie n to : D ia g n ó s tic o y a n e x t e n s iv e p o r t a l — s y s t e m i c c o l la t e r a l
t r a t a m i e n t o o p o r t u n o . C lin . M e d . d e N .A . c i r c u l a t i o n . Q u a r t. J . M e d ., 3 6 : 1 3 5 , 1 9 6 7
4 A 9 7 9 , p .p . 8 1 3 — 8 3 7 2 6 .— S a n d e r s , V .: N e u r o lo g i c a l M a n if e s t a ti o n s
o f m yxedem a. N e w E n g . J . M e d ., 2 6 6 :
1 0 .— H a n s o n , M .R ., H o d g m a n , J . R . , a n d C o n o m y ,
547, 1962
J .P .: A s tu d y o f s tro k e a s s o c ia te d w ith /
p r o l a p s e d m i t r a l v a lv e . A b s t r a c t . N e u r o lo g y , 2 7 .— S e l t z e r , H .S .: D r u g — I n d u c e t h y p o g ly c e m ia .
28: 341, 1978 D ia b e te s , 2 1 : 9 5 5 ,1 9 7 2
1 1 .— H a s s , W .K .: O c c lu s iv e c e r e b r o v a s c u la r d is e a 2 8 .— S c h w a r t z , W .B .: T r a s t o r n o s d e lí q u id o s ,
se. M e d . C lin . N . A m e r ., 4 5 : 1 2 8 1 — 1 2 9 7 , e l e c t r o l i t o s y e q u ilib r io á c id o b á s ic o . E n
1972 C é c il—L o e b . : T r a t a d o d e M e d ic in a I n t e r n a .
1 2 .— H a w k in s , R .D ., a n d K a l a n t , H .: T h e m e I n t e r a m e r i c a n a , M é x ic o 1 4 a . E d . , C a p . 8 0 5 ,
t a b o lis m o f e t h a n o l a n d its m e t a b o l i c e ffe c ts . P .P . 1 8 7 2 . 1 9 7 7
P h a r m a c , R e v ., 2 4 : 6 7 — 1 5 7 , 1 9 7 2
1 3 .— H ir s o w i tz , G .S ., a n d S a f f e r , D .: H e m ip le g ia 2 9 .— S h e n k e r , S ., B r e e n , K . J . , a n d H o y u m p a ,
a n d t h e b il lo w in g m i t r a l l e a f l e t s y n d r o m e . A .M .: H e p a tic e n c e p h a lo p a th y : cu rren t
J. N e u ro L N e u ro s u rg . P s y c h ia try , 4 1 : 38 1 — s t a t u s . G a s tr o e n t e r o lo g y , 6 6 : 1 2 1 , 1 9 7 4
3 8 3 ,1 9 7 8 3 0 .— V í c t o r , M ,: T r e a t m e n t o f a l c o h o li c i n t o x i
1 4 .— H o w a r d , J . E . , a n d T h o m a s , W .C .: C lin ic a l c a t i o n a n d t h e W i th d r a w a l s y n d o r m e . P sy -
" d is o r d e r s o f c a lc iu m h o m e o s t a s is . M e d ic in e , c h o s O m . M e d ., 1 9 6 6 , 2 8 , 6 3 6 — 6 5 0 .
42: 25, 1963 3 1 .— Y u f e , R ,, K a r p e ti , G ., a n d C a r p e n te r , S .:
1 5 .— J a m i e s o n , K .G ., a n d Y e ll a n d , J .D .N .: E x t r a C a rd ia c M y x o m a : A d ia g n o s t ic C h a lle n g e
d u r a l h e m a t o m a . R e p o r t o f 1 6 7 c a se s . J . f o r t h e n e u r o l o g is t. N e u r o lo g y , 2 6 : 1 0 6 0 ,
N e u r o s u r g ., 2 9 : 1 3 — 2 3 , 1 9 6 8 1976
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CAPITULO 142
E X A M E N E S C O M P L E M E N T A R IO S
E N E L S IS T E M A N E R V IO S O
E L L IQ U ID O C E F A L O R A Q U ID E O
(L .C .R .) Y L A P U N C IO N L U M B A R :
3. - METODOLOGIA Y ACTIVIDADES -
3.6: Hacer la punción lumbar todas las veces que sea posible.
continúa,
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..viene
4 ._ RECURSOS-
I Para realizar la punción, el examinador tenor. Fig. 142-5. Aplica la punta con'el
( podrá tom ar la aguja con las dos manos: bisel dirigido hacia un lado, en el centro del
la izquierda lo hace casi de la punta, mien- espacio interespinoso escogido y dándole a la,
> tras que la derecha lo hace del extremo pos- aguja una orientación que va de atrás hacia
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-9 2 6 - i
I
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Meningitis Tb. > 0 4 Claro o con 50 o más > a 100-300 < , a menos de Disminuidos Coloración
por bloqueo retículo linfocitos mg. °/o 40 mg. °/o Ziehl e ino
fibrinoso culación al
cobayo
Tumor Claro o Xan- Normal o > , a Yeces Normal o Normal o Rara vez se
tocrómico aumentados muy alta disminuido. bajo encuentran
los mononu- células
cleares neoplásicas
Viral Normal o li Claro 100 o más Normal o Normal Normal Cultivos es
geramente linfocitos aumentada pecíficos
elevada hasta 100
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Las radiografías en las posiciones de
Hirtz, y de Towne, permiten tener una idea
más com pleta de la base del cráneo y de la
cara. Fig. 142-8.
^ig. 142-10 R adiografía, en posición de F ergu Fig. 142-11 C om presión m ed u lar p o r patología
son de la colum na
Está indicada cuando se sospecha obs ilustra sobre las imágenes normales.
trucción en cualquier parte del espacio sub
aracnoideo o de los sitios de comunicación Angiografía.— (12, 20).Es el procedim ien^gl
entre los ventrículos, y en los daños orgá to que permite la visualización de la vascula- i
nicos intraventriculares. Las Fig. 142-15, nos rización encefálica, mediante la inyección d^jf
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i
P una substancia radiopaca en la carótida in-
~ terna. Inicialmente se pigmenta el territorio
** arterial, y luego el sistema venoso, Fig. 142-16.
^ Está indicada en los casos de tumores,
P aneurismas y obstrucciones arteriales (trom -
^ bosis y embolias); pero su riesgo puede ser
importante puesto qué puede causar hemi-
1$ plejías, inconsciencia, convulsiones y obstruc-
p ciones arteriales en cualquier nivel.
& Centellografía Cerebral.— (3). Es un proce—
dimiento que utiliza medios radioactivos
&como el Tecnetio 99, o el Indio 113, que Fig. 142-16 A ngiogralía cerebral. A ) Norm al.
^ tiene capacidad de acumularse en los tejidos B) Hidrocefalia; desplazam iento de
■lesionados o infartados y en los tumores del las arterias.
& cerebro que han roto la barrera hematoen- to de ondas. Fig. 142-18.
pcefálica. Fig. 142-17. Su estudio corresponde a libros
^ Prácticamente no tiene efectos secun de la especialidad.
darios, pero tiende a usarse cada vez menos, Está indicado en el estudio de la ence
" p o r el costo y su eficacia comparada con falopatía hepática, la uremia y las hipoglice-
H otras técnicas. (5) mias; pero desde un punto de vista neu—
^ELECTROENCEFALOGRAMA.— ( 8 , 14, 15). rológico propiam ente dicho, la lista puede ser
E.E.G.: Consiste en la captación de la activi muy larga: En la epilepsia tipo Pequeño y
d a d eléctrica de la corteza cerebral que pue- Gran mal; en las lesiones ocupativas, como
§^de inscribirse en un papel, como un conjun- en tumores, hematomas, abscesos; en los
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- 936- ,
Fig. 142-17
C entellografia cerebral
A ) A ntero p o sterio r. B) L ateral
d erecha. C) L ateral izquieida.
D ) T u m o r m etastisico te m p o ro
p arietal. E ) H em angiom a p arieto
o ccipital. C ortesia del P rof. Dr.
Oswaldo Loaiza.
Alfa
Areas occipitales
Beta
Areas frontales
A fW l/W V * Theta
Areas temporales
F ig . 1 4 2 -1 8 E le c tro e n c e fa lo g ra m a
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} accidentes cerebro-vasculares, en los trauma-
^ ' tismos,craneales; y aun en algunos trastornos
~ siquiátricos.; = ■
EL eLECTRÓMIOGRAMA.- (15). Es útil para
P el éstudio^de la unidad m otora. Se basa en el
** registrór de los potenciales de acción origi-
^ ' nados 'en los músculos, mediante el empleo
^ de electrodos de aguja insertados en los
P músculos que se desea estudiar. Fig. 142-19.
a.parieta!
osterior comunicante
anterior
a. orbito
frontal
a. angular
a temporal
a. temporal posterior
anterior
a calloso a pericallosa
marginal a. frontal
posterie
a fronto Interna
polar
a cerebral
anterior
a cerebral p oste rior
VO
-Pk.
Fig. 143-2 Circulación cerebral
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- 94 2 -
m
1.2.3: Tem blor de reposo en manos, desa 1.1: Corticales: Anestesia contralateral.
pareciendo al realizar un movimiento inten- Fig. 143-15.
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-9 4 8 -
Fifí. 143-15 A nestesia contralateral Fig. 143-16 Anestesia talám ica de Dejérine —
Roussy
1.1.1: Abatiestésia.
1.1.2: Astereognosia. teral.
1.1.3: La sensibilidad .térmica, dolorosa y 1.3.3: •Sensibilidad superficial poco alte-
táctil están bien porque sus fibras terminan rada.
en el tálamo. 1.3.4 Hemianopsia homónima.
1.1.4: Asomatognosia, si la lesión afecta el 1.3.5 Hemitemblor.
área de la parietal ascendente de la somatog-
1.3.6 Iiemiataxia.
nosia. El enfermo descuida la mitad de su
cuerpo. 1.3.7 Movimientos coreicos y atetósicos.
. i
1.2: Supracapsular: Es contralateral; acom 1.4: Hemianestesias alternas.— Por lesión
paña a la hemiplejía, y afecta a todas las en el tronco cerebral: Fig. 143-17. *
sensibilidades. 1.4.1: Anestesia de la cara del lado de la ^
1.3: Talámica de Dejerine—Roussy.— Por lesión. 4
lesión de la parte postero-externa de tála 1.4.2: Anestesia del tronco y miembros del |
mo. Fig. 143-16. lado opuesto. ^
1.3.1: Algias talámicas qué se expresan en 1.4.3: Disociación de la sensibilidad de
la cara y miembros hemianestesiados. tipo siringomiélico, sí la lesión afecta a la
1.3.2: Hemianestesia profunda contrala- formación reticular. |
www.medibooksnica.net63.net 949 -
2.5.6: Dolores de los miembros inferiores. 8.— Me. Dowell, F .H ,: Hemorragia, in tra cran e al 1
E n Cécil—L oeb.— T ratado de M edicina In-
te m a . Interam ericana, México. 14a. ed.,-
BIBLIOGRAFIA Cap.. 380, p.p . 782. 1977 (
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A Adenohlpofisis, 726 AnJsocoria, 126
- Insuficiencia de la, 727 A n o , 516, 617
A b a tie s te sla , 882 Adenoides, 154 - examen del, 45 3, 516, 517
A b d om e n, examen de!, 411 Adenom a bro nquial, 190 A n or ex ia , 49 5
- abombamientos difusos, Adenomegalia en enfermedad - nerviosa, 4 9 6
416 de H o d gk in , 772 A n o s m la , 13 6, 886
- abovedamlentos, 42 5 - en leucemias, 769 A n t íg e n o car clnoembrlonarlo,
. agudo, 441 - en linfomas, 772, 774 53 5,56 0
- ascitis, 435 - en mononucleosls Infeccio An tic ue rp os antinucleares, 693
- auscultación, 4 3 7 sa, 775 A o r ta abdo min al aneurisma,
- cambios respiratorios, 421 Adiadococinesia, 867 478
- de tabla, 423 Adrenalina, 714 - auscultación, 479
- espesor de la pared, 42 4 Aerofagia, 4 9 5 , 496 - examen de la, 478
- exámenes complementarios, Aftas, 143 - In sp «cción, 4 7 8
440 Agranulocltosis, 766 - palpación, 47 8
- excavaciones, 418 Agudeza visual, 114, 129 A pa r at o au di tiv o, 157
- Inspección, 41 4 Agusia, 905 - anamnesis, 158
- hipertonía, 4 2 3 A lb ú m in a plasmática, 533 - c o n d u c t o auditivo externo,
- meteorismo, 435 Aldosterona, 714 160
- movimientos de reptación, Al dosteronismo pri ma rl o, 719 - dolo r, 157
421 Alient o, 147 - examen físico, 160
- normal, 414 Alopecias, 112 - Ganglios periaurlcuiares,
- palpación del, 42 1, 42 2 Ame norrea, 618, 64 9 , 650 163
- percusión, 43 4 A m ígdalas, 1 53 - mastoides examen de, 163
- proyección de las visceras Amigdalitis, 153 - me mb ran a timpánica, 162
en la pared del, 4 1 2, 413 Amilasa, 558 - oreja, 160
- puntos dolorosos, 43 0 Amllasurla, 558 - secreciones, 157
- redes venosas, 42 0 Aminopeptidasa de leuclna, - trastornos de la audición,
- sensibilidad, 42 4 558 159
- silencio abdominal, 438 Amniocentesis, 660 - vértigo, 15S
- soluciones de con tinuidad, Am on ie m ia , 534 - z um b id os de o í d o , 159
425 A m p li tu d respiratoria, 205 Apar at o genital femenino, 61 V
- tensión abdominal, 42 2 Anafia, 832
A pa ra to genital masculino, £00
Analgesia, 832
- topografía, 411 - an aíom ¡'a, 600
Analgesia viscaral, 832
- trastornos de la piel, 413 Anamnesis, 3 - caracteres sexuales mascu
Abreviaturas, 304 - aplicable a cualquier sín linos, 60 2
Absceso pulmonar, 132, 189, tom a, 9 - fisiología, 601
192 - datos de filiación, 5 - histología, 601
Absceso subfrénico, 19 3, 441 - dolor ginecológico, 618 Apar at o urinario auscultación,
Abscesos perianales, 4 5 6 - enfermedad actual, 8
475
Acalasia, 482 - historia familiar y social, 42
- historia pasada, 37 - examen físico de!, 4 7 2
Acolia, 534 - mo tivo de consulta, 7 - inspección, 47 2
Acromegalia, 729 - partes de la, 5 - palpación, 47 2
- síntomas y signos de la,730 - revisión de sistemas, 27 - percusión, 475
Acropaquias, 252 A n at om ía y Fisiología de las - riñones, 4 7 2
Acti tud , 789 vías urinarias, 564 - vejiga, 47 7
- corea, 790 Anem ia, 747 - apéndice, 512
- hemiplejías, 790 - aplástica, 759
- examen físico del, 448
- clasificación etioiógica de
- intoxicaciones saturnínlcas, - maniobra de Huassmann,
la, 750
792 - clasificación morfológica 44 9
- meningitis, 739 de la, 751 - ma niobra de Me. Kessack,
- paraplejía espastlca, 790 - deficiencia de folatos, 753 44 9
- Parkinson, 790 - grados de, 747 - plastrón apendicular, 449
- tabes, 790 - hemoi ítica, 758 - puntos dolorosos, 43 2
- tétanos, 789 - hipocrómicas, 754
- macrocítica, 752 Apendlcltis aguda, 512, 529
• vestibular, 792 - no rm ocrómicas, 756 - anamnesis, 512
Actitudes, 91 - perniciosa, 753 - exámen físico, 514
Act o sexual anamnesis del, 628 - sintomatologia de la, 743 - exámenes complementarios,
- trastornos del, 627 Aneurisma, 402, 478 514
Acúfenos, 159 Anexos, examen de los, 640 A p e x -c a r d í a c o , 281
Acuidad auditiva, pruebas al Angina de pecho, 26 5 ,3 7 7 - localización, 281
alcance del médico general, Angiografía po r resonancia - percusión, 288
901 magnética, 394 A p o f e rr lt i n a , 754
Addis, prueba de, 587 Angiografía cerebral, 934 Apopl ej ía en evo luc ión, 946
Addison, enfermedad de, 716, Angiografías y angiocardiogra- Apra xl a, 86 9, 870
722 fías, 330 Aracnodactilla, 679
- signos de, 717 Anhidrosis, 97 A r d o r epigástrico, 542
Angi odinografia 394
y 11 www.medibooksnica.net63.net
■
f
.iquido cefalorraquídeo, - piel, 95 - a b o m b a m ie n t o d e l, 204
- producción, 61 - a u s c u lt a c ió n d e l, 219
921
W mielograma, ' 933 - rectal, 67 - edema del, 202
. neumoencefalografía, 934. Tene smo , 516 - enfisematoso, 203
® radiografías del cráneo y Tensión abdominal, 422 - inspección del, 201
c o lu m n a , 9 29, 931 Tensión arterial, 53 - palpación del, 207
Sà tomografia com put ari za da , - bigeminismo, 60 - paral ítico, 203
” 937 - c óm c examinar, 56 - percusión del, 213, 216
fenidaje nasogàstrico, 49 8 - en las arritmias, 60 - radiografía standar del,
Ponido claro (percusión), 87 - escala de K o r o t k o f f , 58 230
hipersonoridad, 37 - factores que dete rmi na n la, - tipo constitucional y pato
mate, 8 7 53 lógico,'273
k - sübmate, 87 - fibrilación auricular, 60 - topografía del, 194
W- timpánico, 87 - insuficiencia aórtica, 60 - xifoescoliotico, 203
tonidos, características de los, - método auscultatorio, 57 To s, 156, 179, 243
®84 - método directo, 59 - auscultación de la, 229
¿oplito miserable, 315 - método palpatorio, 59 - clasificación de la, 180
pDplo - brónquico, 224 - método visual, 59 - emetizante, 1 30
- cavérnoso, 22S - pulso alternante, 60 Toxopiasmosis, 324
^DPlos - accidentales (soplos - qué examinar, 55 Transaminasas, en hepatopa-
inocentes), 313 Tensión ocular, 119 tías, 534
j&- funcionales, 313 T eo rí a vectorial en el. E . C . G . , Tránsferrina, 754
- orgánicos, 306, 31 3, 316
355 Trastornos menstruales en
Cordera, 159, 900 cardiopatias, 2&9
T e r m o grafía, 39 7
* - nerviosa, 901
Testículos, 73 7 Tra ube, espacio \emilunar de,
por pérdida de la c o n d u c -
Testículos feminizantes, 614 217
V ción, 902
Tetanias, 832 Triada de la pulmonar, 237
rv - senil, 902
Tétanos, 789 Tricomonas vaginales, 622
- simulación, 902
Te tra yod ot iro ni na, 699, 704 Tricuspidización, 314
.Sprue - tropical, 754
Tial ismo, 149, 4 3 4 Tri gémino V par, 294
¿tein - Leventhal, sín d r o m e
Tic, 825 - neuralgia del, 895
, 630
T i e m p o de p r o t r om bi na , hepa- - técnica de examen, 896
'Vtellwag, signo de 703
t opa tías, 532, 5 3 3, 536 Triquiasis, 117
Supraespinoso, tendinitis del,
Tim bra s de los soplos, 31 5 T r ly od ot iro n in a, 699, 704
| 57S' T i m p á n i c o , 87 Tromb oci to pe nia , 730
Suprarrenales, 713
T í m p a n o , 160, (ver aparato Trombosis'carebrai, 940
Suprarrenogenital sín dr om e,
auditivo) Troster, ganglio ds, 208
^ 720
T i n ut u s, 159 Trousseau, signo de, 711
Tiroglobulina, 699 Tuberculosis pu lmonar, 182,
I T Tiroides - anatomía y fisiolo 139,200
^Tabes. 7 9 0 , 7 9 4 gía del, 699 T u m o r intracraneal, cefalalgia,
|h" AC dt: a b d o m e n , 4 4 2 - auscultación, 177 108
T a c t o r ect al , 4 5 5 - examen de 174 Tumores testiculares, 615
^ T a c t o vagi nal , 6 3 3 , 6 3 9 - examen físico del, 698 Turner, síndrome de, 630, 741
- en obst et r i ci a, 6 5 8 - inspección, 1 74
^T a k a y a s u e n f e r me d a d d e , 4 0 3 - palpación, 175
T al l a, 77 - percusión, 177
i T a q u i s f i g mi a , 52 - sintomatologia de la glán u
T a q u i p n e a , 69 dula, 700
^ T ax i a, 8 5 9 ; ver t a mb i é n c o o r T o b i ll o , examen físico del,
Ulcera de decúbito, 857
d i nac i ón 683
• perforante, 858
i - at axi a. 8 6 4 To fo s , 680
Ulceras, 99
• pruebas básicas par a el us- To m o gr af ía axial co m pu ta ri -
- corneales, 123
> tudio de la, 8 6 4 zada, en páncreas, 55 9, 560
- périanales, 454
* Tecnecio 9 9 y sangrado diges - de riñón, 593
Uñas, 101
tivo, 5 2 3 T o n o muscular, 79 7, 8 1 8 , 833
Uretra, examen de la, 633
f T écni ca do H a u s s m a n . 4 4 9 - distonía, 838
Urobilinogeno fecal, en las
Telerradiografías, 3 2 5 - hipertonía, 836
anemias hemolíticas, 757
) TemDior, 823, 863 - hipotonía, 838
- nomenclatura, 835 - urinario, 757
Temperatura, 6 I
- recuento an at om o fisioló Urocultivo, 58 7
} ■ axi l ar , 67
Urografía ascendente, 5 93
■ basai, cur v a de, 6 4 5 gico, 834
• descendente, 591, 646
- bucal, 6 7 - semiotecnia, 8 3 5, 837
Utero, examen de la embara
- c ó m o examinar, 66 T o n o m e tr í a ocular, 119
zada, 655
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\
- examen del, 4-56, 6 3 6, 641 do lo ros os ,
- medición del( 6 4 7, 657 6'
V é rtig o ,'! 59 Xantoproteica (prueba de
- de m e n i e r a , 9 0 4 ción ranal), 590 í
Ves ícu la bilia r, dolor-, 5 39 Xero stom ía, 149 -•
- e x a m e n físico de la, 4 65 X Y Y , síndrome genital ma j
- exámenes c om pl em en tar ios , lino, 614 1
v 545
V e sí cu la s, 9 3 ;
V e s t i b u la r a ct itu d , 7 9 2
Vagina, £17
V ¡ a p i r a m i d a l , 793
- ausencia de, 631
V í a s biliares, 539
- tabiques de la, 631
V í a s de la sensibilidad p r o
Vaginismo, 628
Valvulopat fas, 307
fund a, 3 73 Y
V í a s de la sensibilidad su pe rf i Y e y u n o Ileon, deslizamie
• estenosis aórtica, 2 7 7, 308,
cial, 8 7 2 profun do , 448
309,313
V ías u ri n ar ia s , 564 . Y e y u n o Íleon, dolor, 50 6'
• estenosis mitral, 30 7, 309,
- a n a t o m ía, 564 Y e y u n o ¡león, examen f
316,321
- c o n c e n t r a c i ó n , p ru eb a de, del, 448
- insuficiencia aórtica, 273,
563 Y o d o radioactivo, cap<.
3 0 8 , 3 0 9 , 3 1 6 , 321
■ insuficiencia mitral, 30§. - d i l u c i ó n , prueb a de, 563 704
3 C 9 , 319 - eq u ilib rio ácido-básico, Yug ular ingurgitación di.
Várices, 399 563 275
Várices de vulva, 631 - e x c r e c i ó n , 563 Yugulares, examen de las, i¡
Vasos uterinos, 631 _ - secre ción ext erna, 5 6 9
Vectores eléctricos originados - secreción interna, 5 6 9
en el cor azón, 346 - revisión fisiológica, 5 68
Vegiga, examen de la, 457, - visión i n t e r io r de los r i ñ o
nes, 5 6 6
477
Ve llo, examen del, 631 V i t a m i n a D , 707
Ve lo del paladar, 152 V o l u m e n g lo b ul ar m e d i o , 7 4 9
Venas cervicales, 171 V ó m i c a , 1 91
V ó m i t o , 4 9 1 , 492
Venas yugulares, 1 72
Vsntricu lcgra fia, 934 * V o z b it o n a l, 155
V o z , tra n sm is ió n de la, 2 28
Verde da indociartina, 535